Situacion Delincuencial en El Peru PNP
Situacion Delincuencial en El Peru PNP
Situacion Delincuencial en El Peru PNP
EESTP.HN.CAP.PNP.APV.-PP
II BATALLON DEL REGIMIENTO
CATEDRATICA:
CAP. PNP CASTRO VASQUEZ BRIAN EDGARDO
CURSO:
SEGURIDAD CUIDADANA
TEMA:
SITUACION DELINCUENCIAL EN EL PERU
NOMBRE:
ALO PNP AYASTA BURGA GIANCARLOS STEVENTH
SECCION:
17
2023
DEDICATORIA
Lleno de regocijo, amor y esperanza dedico este trabajo a Dios, por los haberme guiado por el
buen camino y que pese a cada circunstancia siga creciendo y haciendo lo que me gusta,
siempre confiando en mí y haciéndome saber que siempre estará ahí para apoyarme. A mis
padres que sin duda estoy muy feliz de tenerlos a mi lado, porque fueron ellos los que me
enseñaron y me inculcaron muchos valores, siempre dándome el ejemplo de superación,
humildad, respeto y sacrificio, enseñando a valorar lo que tengo. Mi madre quien me da su
mano amiga y mi padre que me brinda sus consejos para ser mejor persona cada día, mis
hermanos son mi motivo de superación y de triunfo en la vida, porque yo quiero apoyarlos y
ayudarlos como hacían de pequeño y como lo hacen ahora. Mi abuela, aunque no esté
físicamente conmigo sé que me cuida y guía desde el cielo para que todo me valla bien. A
todas aquellas personas que me brindaron incondicional apoyo, para poder así lograr todo lo
que me propongo, cada logro que cumplo lo quiero festejar y estar a su lado.
También, va dedicado a mi catedrático por las clases y por las enseñanzas que nos brinda no
solo a mí, sino a cientos de estudiantes, que vamos a formarnos e inculcarnos como mejores
personas para la sociedad, ya que sin él no podría ser posible el aprender de temas
relacionados a nuestra profesión, el compartir de sus conocimientos con nosotros es muy
importante ya que esto contribuye para el logro de nuestros objetivos.
INDICE
. CARATULA
. DEDICATORIA
. SITUACION DELINCUENCIAL EN EL PERU
2.2 AMERICA DEL SUR
2.3 EN EL PERU
2.4 TRES SON LAS PRINCIPALES FORMAS DE PREVENCION
2.5 SITUACION ACTUAL DE LA DELINCUENCIA EN EL PERU
2.6 ANTECEDENTES DE ESTUDIO
2.7 SEGURIDAD Y CUIDADANA
. CONCLUSIONES
. ANEXOS
SITUCION DELINCUENCIAL EN EL PERU
Hoy, la situación es diametralmente opuesta. Frente a la crisis económica, a las políticas de
ajuste implantadas, a los procesos de modernización estatal y a la apertura económica, se
observa el aumento de las violencias urbanas y el deterioro ambiental, con lo cual no
solamente se ha generalizado la inseguridad social y económica, sino que también se ha
incrementado la inseguridad ciudadana y ambiental.
En este contexto, América Latina se ha convertido en uno de los continentes más violentos del
-mundo, si nos atenemos a las tasas de homicidios.
La violencia crece en las ciudades a un ritmo superior a la urbanización, convirtiéndose en uno
de los factores más importantes de la calidad de vida de la población urbana. No hay dominio
de la vida citadina donde las violencias no hayan penetrado dejando efectos devastadores.
El mundo urbano es el modo de vida fundamental para la mayoría de los latinoamericanos y,
en este contexto, la violencia comienza a marcar las relaciones entre sus habitantes:
inseguridad, desamparo, agresividad, autodefensa, etc., con lo cual la población restringe su
condición de ciudadanía y la ciudad disminuye su cualidad de espacio público por excelencia.
2.2.- América del Sur
América del sur es la región donde se presenta un índice de criminalidad bastante alto. Este
índice se mide por la tasa de homicidios ya que es una cifra relativamente fácil de registrar. La
criminalidad alta, más de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes, se da en ciudades de El
Salvador, Brasil, Colombia, Guatemala, México. Otros de criminalidad baja, con 0.5 y 5
homicidios por cada 100.000 habitantes como las ciudades de Costa Rica, Chile, y Uruguay.
2.3.- En el Perú:
En el Perú, como en el resto de América Latina, buena parte del debate público acerca de
cómo enfrentar la inseguridad gira en torno de cómo hacer más eficaz y más severa la pena de
los hechos delictivos. Como si la única respuesta posible fuese encerrar a un número cada vez
mayor de jóvenes; como si las cárceles no estuvieran ya abarrotadas y sobre pobladas. No
cabe duda de que cualquier política de seguridad pública debe contemplar el fortalecimiento del
sistema penal, para hacer que las instituciones que lo integran sean más eficientes. Pero
restringir las políticas públicas de seguridad al ámbito de lo penal, y, peor aún, pretender
resolver los problemas incrementando las penas para que el mayor número de conductas se
castiguen con cárcel (y con el mayor número posible de años de encierro), es un grave error.
Es el error al que conducen las llamadas políticas de "mano dura"
2.4.- Tres son las principales formas de prevención:
La primera, la situacional, tiene por objeto reducir los incentivos para el delito al aumentar las
dificultades y los riesgos para el delincuente. Un candado, una reja, una alarma son los típicos
instrumentos a través de los cuales se hace prevención situacional. También se logran
similares propósitos cuando se ilumina una calle peligrosa, se clausura un local donde se
expenden bebidas alcohólicas ilegalmente y se restablece el orden en el escenario urbano
La segunda es la social, y persigue actuar sobre las condiciones que dan pie a los hechos
delictivos, los llamados factores de riesgo. Mientras que la prevención situacional actúa sobre
el entorno, la social lo hace sobre las circunstancias que pueden llevar a alguien a delinquir.
Los factores de riesgo más conocidos son el alcohol, las drogas y las armas de fuego. El
trabajo con jóvenes o niños de la calle es otra forma de hacer prevención social. En el Perú,
Cedro tiene una experiencia muy rica y alentadora con estos grupos especialmente
vulnerables; sin embargo, la acción del Estado es casi inexistente.
La tercera forma de prevención es la comunitaria, que combina aspectos de las dos primeras,
pero que lo hace desde el involucramiento de la comunidad. Es gracias al papel que esta juega
que se identifican las circunstancias del entorno que favorecen el delito y los factores de riesgo,
así como a los grupos vulnerables que son necesario atender prioritariamente.
La comparación de las cifras de la pobreza entre el 2006 y 2007, permite constatar una
disminución de la tasa de pobreza en 5,2 puntos porcentuales, al haber pasado de una
incidencia de 44,5% al 39,3%.
Durante estos años, la extrema pobreza se redujo en 2,4 puntos porcentuales, al pasar de
16,1% a 13,7%.
2.5.- Situación actual de la delincuencia en el Perú
El Perú tiene un índice de criminalidad de 12,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, menos
que en Brasil que tiene entre 24 y 24.9 homicidios por cada 100.000, que en México que tiene
entre 20 y 20.9 homicidios por cada 100.000 habitantes y que en Colombia que tiene el índice
de criminalidad más alto del mundo, con 77 a 77.9 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Tasa de criminalidad por cada 100.000 habitantes
La sensación de inseguridad que experimentamos por el aumento del crimen y la delincuencia
y por las dificultades de las autoridades para prevenir y reprimir el delito, amenazan la calidad
de nuestra vida personal y familiar, así como a nuestras democracias.
2.6.-ANTECEDENTES DE ESTUDIO
2.7.-SEGURIDAD CIUDADANA:
2.7.1.-origen y definición
2.7.1.1.- origen:
"La causa por la cual se origina la seguridad ciudadana es por la INSEGURIDAD CIUDADANA,
La inseguridad ciudadana se define como el temor a posibles agresiones, asaltos, secuestros,
violaciones, de los cuales podemos ser víctimas. Hoy en día, es una de las principales
características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la
extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad. A
continuación, presentamos la vertiginosa transición de la delincuencia en el país y las causas
que originan esta incertidumbre en la sociedad.
Entre las causas de inseguridad que se detectan, está el desempleo que vive una gran
cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los
ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice
ingresos suficientes para mantener a su familia.
También, se identificó a la pobreza como otra causa que puede generar agresividad y que
causa, además, altos índices de delincuencia que, generalmente, se ubican en las zonas
marginales de la ciudad.
La falta de educación es otra causa. La escasa (y, muchas veces, inexistente) educación de los
ciudadanos genera delincuencia, agresividad y, por supuesto, inseguridad en aquellas
personas que se mantienen al margen, pero que son los que sufren las consecuencias de esta
situación.
Asimismo, la cultura tan pobre de nuestra población genera altos índices delictivos y de
agresividad contra las personas. Puede afirmarse que, cuanta menos educación y cultura
tengan las personas, más propensas a la delincuencia y al crimen serán.
En conclusión, la inseguridad ciudadana puede ser superada si el Estado crea un sistema
educativo que disminuya las cifras de deserción escolar que inciden en la criminalidad, y que,
además, ofrezca oportunidades laborales a todos los sectores de la sociedad.
2.7.3.- Limitaciones:
2.7.4.1.-CRIMINALIDAD Y DELINCUENCIA.
El objetivo que persigue la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos no es otro,
por tanto, que darle contenido y ampliar la democracia (recordemos que democracia significa
"gobierno del pueblo"), avanzando en lo que se conoce como "democracia participativa". En
contraposición, cuando en un país sólo se practican algunas de las libertades básicas (voto
cada cuatro años, libertad de expresión) podemos hablar de "democracia formal". En las
sociedades complejas la participación persigue que los habitantes de un lugar sean más
sujetos sociales, con más capacidad para transformar el medio en que viven y de control sobre
sus órganos políticos, económicos y administrativos. Requisitos para poner en marcha un
proceso de participación
Desde un órgano de gobierno, a cualquier nivel (ya sea una Comunidad Autónoma, un
Ayuntamiento, o, incluso, la Junta Directiva de una Asociación) tenemos que tener en cuenta
que, si queremos poner en marcha un proceso participativo, para que la participación sea
sostenible, se dé a lo largo del tiempo, se deben de cumplir tres requisitos: poder, saber y
querer (Equipo Claves, 1994). Condiciones para la participación:
– Poder. Crear cauces que la permitan, normas, mecanismos, estructuras, organización. Es el
primer paso imprescindible para poner en marcha cualquier proceso de fomento de la
participación.
– Saber. Capacidad, conocer cómo, habilidades, destrezas,… lo cual exige aprendizaje, saber
unas técnicas.
– Querer. Incentivar la participación, mostrar que participar es algo satisfactorio, creativo.
Explicar las razones, los motivos para participar, qué es algo útil para la sociedad y para
nosotros mismos. Crear motivación, interés, deseo… es tal vez lo más difícil o lo que más fácil
se nos olvida de explicar a los que estamos acostumbrados a participar en los asuntos
públicos.
Por lo tanto y para que los ciudadanos quieran la participación, debe de ser eficaz, que la
ciudadanía la vea como algo que les es útil, que sirve en lo concreto y que se tienen en cuenta
sus opiniones y los compromisos acordados, que hay resultados públicos verificables y
evaluables.
CONCLUSIONES
Una primera conclusión que salta a la vista es el desigual desarrollo de criterios en torno a lo
que es la seguridad ciudadana. En las entrevistas realizadas tanto al personal de la
Corporación Metropolitana de Seguridad y Convivencia Ciudadana como de FLACSO se
evidencia una preocupación por superar el concepto de seguridad pública y avanzar hacia el de
seguridad ciudadana, donde la Policía, juntamente con la ciudadanía, los órganos encargados
de la justicia, el sistema carcelario, los medios, instituciones municipales y otras, confluyan en
una visión integral del problema y participen activamente en las soluciones. En cambio, en las
personas entrevistadas de la Policía predomina un concepto de seguridad pública: la seguridad
está a cargo de la Policía; la participación ciudadana no tiene otro propósito que el de
coadyuvar para que la Policía cumpla con su misión; la articulación con otros sectores, como el
Municipio, es una oportunidad desde el punto de vista de la generación de recursos para la
mejor dotación de equipos.
La Corporación de Seguridad y Convivencia Ciudadana incorpora el concepto de seguridad
ciudadana en sus planes. Sin embargo, no aparece como una estrategia clara la formación del
personal de Policía en esta manera de ver la seguridad. No se entiende de otra manera el que
el Comandante General y otros altos oficiales que están en relación directa con la Corporación
sigan manteniendo discursos que tienen que ver más con la seguridad pública.
ANEXOS