Charla Silo Sobre El Sentido de La Vida Brasil 1980

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1980 Charla Silo sobre el sentido de la vida - Brasil - 01/01/80

Ahora bien, cortemos el futuro de una persona, si cortamos el futuro de una persona,
si inmovilizamos a una persona, si la metemos entre rejas, si encarcelamos a una persona, si no
hay futuro para esa persona su conciencia se derrumba, no puede el ser humano vivir sin
futuro. Imaginen ustedes una persona que no tiene un sentido de vida a futuro, problema, hay
problema, tendrá hoy que tomar un sentido provisorio y mañana tomar otro y pasado otro, y
tomando sentidos provisorios podrá organizar su vida provisoriamente, pero fatalmente todo
ser humano sabe que llega un momento en que no puede elegir sentidos provisorios,
fatalmente su vida termina, y si la vida del ser humano termina, se cierra el futuro.

La mente humana no puede vivir sin futuro. Y si en el futuro está la muerte y la nada,
la mente humana tiene problemas, no puede funcionar si su visión del futuro termina con la
muerte, la situación que sufre el ser humano frente a la posibilidad de la muerte altera su
conciencia, altera su conciencia y desacomoda su situación en el mundo. El ser humano no
puede vivir con una conciencia equilibrada en la medida en que no resuelva que va a pasar en
su futuro. ¿Se va a acabar todo con la muerte?, se va a acabar entonces el futuro, si tengo el
futuro cerrado tengo problemas en mi conciencia y en el momento actual, ese es el punto,
tengo problemas en el momento actual. Todavía no me muero, pero tengo problemas hoy
aunque no me haya muerto, porque adelante está el corte del futuro, es muy curioso eso...
cómo están jugando los tiempos en la conciencia.

Entonces mientras no resuelva que pasa en mi futuro voy a tener problemas. Yo puedo
negarlo, puedo olvidarme del problema de la muerte, claro que puedo olvidarme, y por
supuesto que las cosas que voy haciendo también las hago un poco como un olvido de la
muerte, todo lo que hago lo hago en gran medida para olvidarme del problema de la muerte.
No se por cuánto tiempo logro olvidarme del problema de la muerte porque hoy muere un ser
querido, y eso es evidente, y mañana otro y pasado otro, y luego aquél que era compañero
mío cuando éramos chicos, y cada día se hace más evidente el problema de la muerte a
medida que avanzo en edad.

Las gentes muy joven, parece que ha olvidado totalmente el problema de la muerte, y
no se trata de mortificar a la gente persiguiéndola con el problema de la muerte (risas), se
trata todo lo contrario, se trata de provocar una apertura de tal manera que eso no sea
problema, de eso se trata. Pero, ¿cómo no va ser problema la muerte?, bueno, depende como
se ubique usted frente a eso, nosotros decimos que hay por lo menos cinco posturas frente al
problema de la muerte y frente a las posibilidades de trascendencia, frente a la posibilidad de
que la conciencia tenga un futuro.

Bueno hay gente que no cree absolutamente en la trascendencia y cierra la posibilidad


de su futuro, está bien, es una posibilidad. Hay otros que piensan que el tema es interesante
pero no los afecta mayormente y en realidad consideran que..., que puede ser o puede no ser.
Hay otros que quisieran estar seguros de que luego de la muerte hay posibilidades, quisieran
tener una fe y dicen: "ah, si yo tuviera fe, que interesante, como cambiaría mi vida", pero
claro, no lo sienten.

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Hay un cuarto tipo de persona que, simplemente tiene fe, no se hace mayores
problemas, desde pequeña le han explicado, le han enseñado cosas... entonces dice: "bueno si
yo cuando me muera me voy al cielo", o algo por el estilo, está bien. Y hay un quinto tipo de
persona que no tiene fe, sino que está segura, tiene experiencias de algún tipo, tiene
constancia de cosas y es tan evidente eso como si mirara la luz, como si mirara un cara o si
viera un reflejo de una cosa en la pared, le es evidente y no se trata de que tome los datos que
le han enseñado como una realidad, no se trata de que crea porque le han dicho, sino que se
trata de que lo experimenta con realidad porque tiene un registro de eso.

No pretendemos que haya una posición mejor que otra, no, pero decimos que hay
esas cinco posiciones, cada uno puede ubicarse en alguna de estas posiciones, o todas estas,
pero algo más, las cosas no son tan estáticas, por ejemplo, hay días que yo creo que hay una
cosa después de la muerte, pero hay días que no creo nada de eso, (risas), resulta que yo
mismo también cambio de postura frente a este punto, es más, cuando yo era joven y
participaba de cierta religión y demás, yo creía firmemente en la trascendencia por ejemplo, y
ahora no creo nada de eso, y dentro de dos años probablemente voy a seguir sin creer en eso
pero voy a pensar "qué bueno sería creer en eso". Comprenden ustedes la movilidad que tiene
esto de las posturas frente a la muerte, la trascendencia y todo aquello. Es muy móvil, no es
una cosa tan firme.

Para complicar más el esquema sucede que, no hay solo cinco posturas frente a la
muerte, la trascendencia, no solo eso, sino que hay distintos grados de profundidad en cada
postura. Por ejemplo, una persona nos acompaña por la calle, vamos caminando y hablando,
es de noche, vamos pasando cerca de un cementerio, esta persona nos está explicando que
ella es escéptica y que no cree en nada que tenga que ver con la trascendencia... Le pedimos
que nos espere un poco ahí, porque tenemos que hacer unas cosas, que vamos a venir
después a buscarla, y vemos que, se viene rápido al lado nuestro y nos cuenta que él tiene
problemas de noche con los cementerios, (risas), y nosotros le decimos, "pero cómo no es
que... es escéptico, racionalista, materialista, y bueno, y acá no hay entidades raras que te
puedan atacar, o te puedan crear problemas", y nos dicen, "yo no creo ni en el espíritu, ni en el
alma, ni en la trascendencia, ni en los muertos que viven, ni en los vivos que mueren, (risas), y
sin embargo, esto me crea problemas. ¿Cómo es?, ¿cómo es posible que esa persona que dice
eso, sienta otra cosa? Puede ser que cada posición frente a la trascendencia y a la muerte y
demás, admita distintos grados de profundidad, puede ser que ese señor sea ateo, pero ateo
de primer grado, que tenga una fe débil en el ateísmo, no es un ateo sólido, es suave, un
aficionado, no es un profesional. (risas).

Pero claro, hay distintos grados en estas posiciones, uno puede ser un ateo dudoso, y
puede ser un ateo más convencido y más convencido y por último uno puede tener una fe
definitiva en el sentido de que nada pasa después de la muerte, es así. Tomamos la otra
postura, la postura de aquel que considera esa posibilidad intelectual y, en primer grado o en
un grado mayor de profundidad o en un grado mayor, y si es una grado mayor de profundidad,
esa búsqueda se convierte en investigación, en lectura, y lo mismo sucederá con aquel que
quiere tener fe, y cuando algo le ha salido mal en sus negocios, se va con nosotros a un bar, se
sienta y nos dice: "yo quisiera tener fe", muy bien, ¿en qué grado de profundidad quisiera
tener fe?, eso lo dice en este momento porque le salió mal un negocio, por ejemplo, pero

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podría ser que efectivamente hiciera todo lo posible por lograr despertar en él, un sentimiento
profundo de tal modo que se convirtiera en una convicción, ¿se entiende esto?, hay distintos
grados también de "querer creer", y hay distintos grados de "creer", y hay distintos grados de
experiencia y de certeza sobre este asunto de la trascendencia.

Bien, ¿pero y eso qué tiene que ver con nosotros?, tiene que ver mucho con nosotros
porque, claro, generalmente la gente lo que pide..., bueno, finalmente, ¿cómo se resuelve esto
de la trascendencia?, no vayamos tan lejos, es mucho más interesante saber cómo está
ubicado uno, para uno. Si yo ahora pienso en esto, yo me digo: ¡no creo nada en este asunto
de la trascendencia!, muy bien, ¿en qué grado?, ¿con qué profundidad? O bien yo me digo: sí,
la trascendencia..., ¿en qué grado?, ¿con qué profundidad?, no basta con ubicarse en una de
esas posturas, sino que es interesante además investigarse a sí mismo y ver, en qué grado y en
qué profundidad estoy en cualquiera de esas posturas. Miren, según uno se ubique en este
problema, así es la vida de uno. Si ustedes miran hacia atrás y recuerdan otra etapa de su vida,
fíjense todo lo que hacían y fíjense también como se ubicaban frente a esto, y van a ver que
homogéneo resulta, que parece, van a ver cómo cuando no creían en absoluto en la
trascendencia y todo era un absurdo y una contradicción y demás, ya van a ver que absurda y
que contradictoria era la vida de ustedes, ya van a ver cuándo ustedes creían o tenían una fe,
que les despertaba en un determinado esfuerzo, ya van a ver que energía tenían y como todo
se ordenaba y como los problemas que tenían, casi no los tocaban ustedes porque estaban
cubiertos como con una coraza que los defendía frente a las dificultades de la vida diaria,
porque podían asimilar los golpes y podían considerarlos como una enseñanza, como una
prueba, ¿si?

Bastará con ubicarse en épocas pasadas y ver que sentían en esas épocas respecto a
este asunto de la trascendencia, bastará ubicarse en el momento actual y decir: bueno,
finalmente yo qué, ¿cómo me ubico?, ¿qué pasa, me muero, y?, ¿cómo es esto?, ¿qué sentido
hay en mi vida? Yo tengo muchos sentidos, sentidos provisorios, y claro, tengo este, el otro, el
otro, el otro... ¿pero qué sentido definitivo y final tengo? Parece que si no hay un sentido
definitivo y final, tengo un sentido pequeño que me tironea para allá, otro para allá, estos dos
se oponen, me crean problemas hasta de elección, por un lado quiero una cosa, por otro lado
quiero otra cosa, esas cosas se oponen y me crean problemas. Si no tengo un sentido definitivo
estoy dividido, puedo querer dos cosas que se oponen, eso que parece una excepción es lo
más normal, es lo más frecuente, normalmente quiero dos cosas que se oponen, es raro esto,
pero humano. No hay posibilidad de que se combinen esas cosas, esos sentidos provisorios sin
un sentido definitivo alguno.

¿En qué situación estoy frente al problema de la trascendencia y frente al problema de


un sentido inmóvil?, no de estos sentidos contradictorios... Es una buena investigación sobre
todo esto, es un buen examen de conciencia, es algo que ayuda enormemente a clarificarse
uno y es algo que ayuda mucho a orientar la propia vida. La investigación no es difícil, basta
con que yo me pregunte en este momento: ¿qué pienso respecto de la trascendencia?, ¿qué
me pasa a mi respecto a la muerte?, para que yo comprenda la situación en que vivo y para
que comprenda que me pasa con los sentidos provisorios de la vida… …

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…Nosotros somos muy amigos de hacer esas investigaciones con nosotros mismos, y
nos parece que se gana mucho en nuestras cosas.

Pero claro, también sabemos que, esté en el lugar en que esté ubicado, en la fe ciega,
en el no creer, en el deseo de creer, según esté ubicado en cualquiera de esos puntos, así
como eso no es inmóvil, porque un día puedo estar en un punto y otro día puedo estar en
otro, como eso no es inmóvil, también es posible cambiar de estados. Es posible trabajar sobre
uno mismo mínimamente, para llegar al estado que uno considere que puede ser útil,
entonces me dirán: "quiere decir que una persona trabajando en esto aunque no tenga fe, o
aunque no esté muy interesada en estos temas, quiere decir que una persona trabajando
sobre sí misma ¿podría llegar a tener alguna experiencia sobre la trascendencia?", sí, eso es lo
que estamos diciendo, eso es exactamente lo que estamos diciendo, que esos estados son
móviles, y que así como son móviles en la vida diaria también uno puede moverlos por su
propio trabajo. Para hacer semejante cosa es necesario antes que nada ubicarse uno,
examinarse uno, frente al problema de la trascendencia, frente al problema de la muerte,
frente al problema de otra vida, ver dónde se ubica uno, y cuando eso está mínimamente
claro, fijarse muy bien qué quisiera uno lograr, ¿es que usted quiere lograr efectivamente una
fe?, ¿es que usted quiere lograr efectivamente una experiencia?, porque si usted quiere lograr
eso puede lograrlo, si usted no quiere no, no lo va a lograr. De todos modos si usted no quiere
lograrlo ya ha avanzado, ya ha avanzado porque se ha investigado a sí mismo, se ha ubicado
frente al problema, ya sabe a qué atenerse, ya sabe cómo va a ser su vida, ya sabe los
problemas que va a tener cuando se le rompan los sentidos provisorios de la vida, y si no
quiere salir de ahí bueno, de todos modos ha avanzado en el conocimiento de estos problemas
en general.

Parece ser un ejercicio bueno, aunque mínimo, aunque pequeño, es un ejercicio


bueno. Si esto se hace con papel y con lápiz mucho mejor, no es difícil, cualquier persona
puede intentarlo.

Y ese pequeño juego parece ser uno de los juegos más importantes en la vida de una
persona, el poder ubicarse frente al problema de la muerte y de la trascendencia. Y una vez
ubicado en ese punto, el tener en claro si uno quiere permanecer ahí o quiere moverse de ese
estado, eso parece ser uno de los puntos más importantes en la vida de una persona, por eso
retomando lo dicho anteriormente, no creo que esto sea un problema literario, un problema
de palabra, sino que este es un problema más profundo que tiene que ver con el
funcionamiento general de la conciencia humana.

Este asunto de que al tiempo futuro no se lo puede cortar en vano, porque todo se
desorganiza.

Estamos hablando de los individuos, podríamos hablar de un modo parecido de las


sociedades, podría ser que en una sociedad en un momento dado, toda la gente o la gente en
general no creyera en absoluto en la trascendencia, en las posibilidades del ser humano, etc.,
podría suceder que en general la gente creyera en este tipo de cosas. También parece que se
van a reflejar en los conjuntos humanos los mismos problemas que se reflejan en el individuo.
Es decir que puede ocurrir a mucha gente lo que le ocurre a una persona según esté ubicada
en un punto o en otro con respecto a este asunto de la trascendencia.

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Y parece ser que cuando las gentes pierden el sentido de la trascendencia su vida se
desorganiza, y las relaciones entre las personas se desorganizan, porque no hay un sentido que
contribuya a la tolerancia, no hay un sentido que contribuya a que todos vayan en una misma
dirección, cada uno va a su pequeño sentido de la vida y como estos sentidos son distintos se
producen contradicciones también.

De modo que, no sólo es válido lo que estamos diciendo, desde el punto de vista de la
psicología personal, de la psicología individual, sino también desde el punto de vista de la
psicología de los conjuntos humanos. Al hablar de conjuntos humanos podemos hablar de una
familia, podemos hablar de una pareja, podemos hablar de una empresa, podemos hablar de
un país, podemos hablar del mundo, ¿no es cierto?, son conjuntos humanos de distinta
magnitud. Pero los conjuntos humanos están afectados también por ese problema del sentido,
se trate de una pareja o de una familia, cuando el sentido se pierde, sólo puede unirlas los
sentidos provisorios, y como los sentidos provisorios cambian, cualquier cosa puede
desunirlas. Estos sentidos provisorios se mutan, se modifican, basta que algo se mueva para
que las relaciones humanas se desintegren, y no hay un solo factor unitivo más adelante, esto
me parece que también es de alguna importancia.

De modo que lo que estamos conversando respecto a uno es también de alguna


importancia respecto de, la relación entre las personas, si es que bueno... somos gente que
nos interesa estar en buenas relaciones con las personas, ¿no es cierto? Si eso no nos interesa
en absoluto... bueno, es tema de más.

Pero parece ser que lo que da unidad a la relación entre las personas es que existan
objetivos comunes con sentido común, y si no la contradicción por cualquier pequeño motivo
gana terreno, esto es algo que lo podemos observar, en nuestra propia vida, en la vida de
gente conocida, gente amiga y en las estructuras donde los seres humanos se mueven en
relación. Parece ser este el punto de mayor importancia, el punto del sentido de la vida.

Ya sé, eso se sabe, que, las religiones por ejemplo proponen soluciones para otra vida,
etc., y está muy bien, ellos lo ven así, pero eso es válido solo para las personas que creen en
esas religiones, y ¿qué hacemos con los que no creen en esas religiones?, también son hijos de
Dios (risas), de manera que si alguien no cree en esa religión ¿cómo hace para solucionar su
problema?, puede ser gente muy bien dispuesta pero... ¿no es cierto? Las religiones entonces
proponen su solución trascendente y lo proponen a su modo con su lenguaje, su liturgia, sus
ceremonias, sus sacramentos, etc., lo hacen a su modo, hacen su parte, pero eso no quiere
decir que, toda la gente pueda utilizar los beneficios de esas religiones.

Por último, por último, si esa religión es una religión establecida o prestigiosa, podría
suceder que mucha gente que está ahí tampoco creyera internamente, eso le produciría gran
sufrimiento y gran contradicción.

No creer y tener que estar en una institución... no es bueno para uno eso, así que
podrían tener problemas los que no participan y podrían tener problemas también los que
participan. De modo que, parece que en estas cosas se necesitara mucha más tolerancia,
mucha más tolerancia, se trata más bien de presentar las posibilidades, para que cada uno

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sepa como ubicarse y como explotar eso en el sentido que le interesa, en lugar de meterse de
cabeza en una cosa que..., que uno no siente, ¿no es cierto?

Las religiones dan su respuesta a su modo, son distintas las religiones que hay, las
respuestas que dan las distintas religiones y... también los libre pensadores dan sus respuestas
pero nos dejan muy huérfanos, la respuesta de un libre pensador, alguien que nos dice por
ejemplo "bueno usted arrégleselas", piense como le parezca. Está bien que cada uno piense
como le parezca, eso es perfecto pero hay que dar también alguna herramienta, algún
material, algún trabajo, alguna posibilidad para que uno pueda pensar por su propia cuenta.
Bien, ese es el punto más importante para nosotros.

Nuestros trabajos tienen distinto grado de complejidad, a nosotros nos importa


trabajar con la atención, con las imágenes, nos importa hacer trabajos internos que solucionen
problemas del pasado, del presente, del sentido de la vida, nos interesa hacer experiencias
guiadas, nos interesa hacer muchos trabajos sobre nuestros mismos, si, está bien, ayudan, son
interesantes, se puede progresar, pero verdaderamente lo que me interesa en última
instancia, es este punto que hemos estado conversando respecto de la ubicación frente a la
trascendencia, frente a la muerte, respecto al sentido de la vida. Este es el punto para nosotros
de mayor excelencia, frente a todos los otros trabajos pequeños o grandes que vamos
reflejando.

Es..., eso es lo poquito que quería charlar con ustedes, recalcar, este punto del sentido
de la vida y de la ubicación frente al problema de la trascendencia. Si pudiéramos hacer que
individualmente o tal vez reunidos, o tal vez reunidos, se trabajara un poco en esto de ubicarse
cada uno, que piensa, como siente, que le sucede frente a la muerte, al problema del sentido,
a la trascendencia, todo aquello. Si pudiéramos lograr a lo mejor trabajando en conjunto, que
cada uno hiciera su ficha personal, cada uno, respecto de este asunto, y en otro papel uno
pusiera etapas importantes de su vida donde cambiaron las creencias, y se fijara bien qué le
pasó en su vida cuando sus creencias cambiaron, qué pasó en su vida cuando usted que era un
creyente de pronto se quedó sin creencias, fíjese que pasó con la crisis de su vida, como se le
desorganizó el mundo, todo lo que sucedió porque se movió esa creencia, piense que esa cosa
negativa que le sucedió podría también invertirse y podría pasar una cosa totalmente inversa
de gran energía, de gran poder, de gran fuerza para usted, si usted acertara a convertir el
sentido de la vida, a convertirlo en una experiencia. Creo que es un trabajo, no muy difícil, y se
puede intentar individualmente o tal vez en grupo. Si se puede hacer una pequeña ficha, en
que uno pueda escribir las cosas en el momento actual, en el momento pasado y hacer un
pequeño estudio, darse muy bien cuenta de eso y entonces apuntar muy bien a lo que uno
quiere.

Ese trabajo nos parece que es un trabajo muchísimo más importante que todos los que
nosotros hacemos que son interesantes pero que no nos orientan en la solución del problema
del sentido de la vida. Ese es el punto que quería conversar, si ustedes tienen algo que
dialogar, dialogamos…

Pregunta: Mario, ¿qué es la trascendencia? A la trascendencia se la puede entender,


por lo menos de dos modos. Yo digo que ahora voy al cine, al cinematógrafo, está bien, voy al
cinematógrafo, pero esa actividad termina ahí, no pasa más nada. Yo digo ahora que voy a

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hacer algo importante, eso importante es más trascendente que ir al cine, ir a ese cine termina
ahí, hacer otra cosa va más allá de ahí. Se puede considerar los actos trascendentes como los
que son más importantes, por un lado, pero se puede considerar a la trascendencia como
aquello que está más allá de la vida que yo conozco, de esta vida que yo percibo. A este
segundo sentido nos referimos, no a las actividades trascendentes en la vida diaria, ir al cine o
hacer cosas importantes, la gente dice: "son cosas trascendentes, cosas importantes", bueno a
eso no nos referimos. Para nosotros la trascendencia tiene que ver con la continuación de la
vida después de la muerte, eso es para nosotros "trascendencia", pero no es trascender hacer
cosas más importantes que otras en la misma vida. Trascender es, trascender después de la
muerte. Ese es el punto para nosotros.

Cuando hablamos de la trascendencia después de la muerte, muchas personas tienden


a imaginar y tienden a preguntar: "y hay un cielo (risas), un infierno", tienden a preguntar
cómo es el escenario, como es la decoración, la escenografía (risas). No parece tan importante
la decoración, parece mucho más importante la posibilidad o la experiencia de la
trascendencia, que el decorado. Así es que, que haya cielo o que haya infierno, todo aquello no
va a ser motivo de discusión entre nosotros y otras personas.

De acuerdo a las áreas culturales en que las personas viven, algunos imaginan unos
cielos muy florales llenos de árboles, todo aquello como las religiones indias, por ejemplo. Y
otros se imaginan unos cielos más adultos, mas..., según los lugares cada uno arma su cielo.

Pero ese no es el punto, el punto es si existe para la mente humana posibilidad de


trascender. Esto que nosotros vemos, esto que percibimos, esto que..., estamos limitados por
los sentidos. Si esta parte de la conciencia mecánica, esta que trabaja con esos tiempos de los
que hablamos, esta conciencia que trabaja con la percepción, con la memoria, con la
imaginación, con sus aparatos, y cuando esta conciencia se paraliza, esta conciencia mecánica,
una entidad diferente se expresa. Esto que ingenuamente o a su modo siempre se le ha
llamado, o se le ha llamado a veces el alma, el espíritu, ¿eh?

Cuando nosotros hablamos de trascendencia hablamos de aquello que continúa aun


cuando, estos fenómenos de percepción y de conciencia mecánica desaparezcan, ¿es posible
que la conciencia mecánica quede en silencio y sin embargo algo del ser humano continúe?,
eso es lo que creemos muchos de nosotros, otros no lo creen, algunos tendrán experiencia y
esa experiencia no será fácil de trasmitir, será fácil de trasmitir algunas técnicas menores que
le permitan a uno comprender como cuando deja en silencio su conciencia mecánica, muy en
silencio, cuando se apaga la conciencia mecánica, uno experimenta el surgimiento de una
entidad distinta, diferente, otra entidad que no es esta que piensa, que recuerda, que imagina,
que percibe...

Sí, hay técnicas menores que nos permiten aquietar la conciencia y experimentar un
llamado interno diferente al que hace nuestra conciencia mecánica con sus ruidos, sus
temores, sus proyectos, sus percepciones, sus recuerdos, diferente si, esto es posible. Es
posible escuchar una entidad interna, de más fuerza, de más voz, de más llamado, cuando
pongo a mi conciencia mecánica en silencio.

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Esta experiencia es de algún interés, es de algún interés porque entonces empiezo a
considerar que, no todo lo que pasa acá es sólo conciencia mecánica, podría suceder que
desapareciera esta conciencia mecánica, y esta otra entidad, esta voz, esta fuerza que tengo
internamente, esta tal vez no desaparezca con la desaparición de la conciencia.

Nosotros cuando hablamos de la trascendencia nos referimos a la proyección de esta


entidad interna a la cual normalmente le llamamos "mente", diferente lo que pensamos de la
mente, de lo que pensamos de la conciencia. Cuando hablamos de conciencia hablamos del
sistema nervioso, hablamos del cerebro, hablamos de lo que percibe, hablamos de lo que
mueve al cuerpo, hablamos de las grabaciones de memoria, de los aparatos, cuando estamos
hablando de conciencia. Pero cuando nosotros aquietamos la conciencia y obtenemos
respuestas internas de otra calidad y de otra fuerza, ya estamos hablando de esto a lo cual
dotamos de posibilidad de trascendencia y que llamamos en general "lo mental", ¿eh? No sé si
respondo a la pregunta.

(cambio de cinta)

...es una experiencia buena esta de, cuando la conciencia está trabajando con mucha
actividad y mucho problema, aquietarla, producir en ella una suerte de silencio, tal vez les
haya sucedido, a lo mejor por accidente que han estado muy calmos, muy silenciosos
internamente sin ningún sobresalto, y ha surgido de adentro de ustedes mismos como otra
fuerza, otra disposición, una alegría interna... un registro de una naturaleza diferente, tal vez
les haya sucedido, mucha gente dice que le ha sucedido y no tengo por qué no creerles, mucha
gente lo describe a su modo y esta gente que describe esos fenómenos cree mucho, por el
registro fuerte que ha tenido, cree mucho que esos fenómenos no son iguales que los
fenómenos de conciencia.

Han tenido experiencias de tal manera que para ellos es evidente que aunque se
muriera en ese momento, eso otro continuaría sumándose. Hay gente que ha tenido ese
registro y uno no tiene por qué discutírselo, porque lo han tenido con mucha evidencia, tan
evidente como para nosotros es ver un objeto.

Es muy difícil discutir la experiencia que han tenido otros, pero también es muy difícil
trasmitir la experiencia que han tenido otros, de todos modos está bien todo esfuerzo que se
haga por trasmitir la experiencia, o por lo menos trasmitir una técnica que permita al otro esa
experiencia, eso estará bien. En todo caso estas gentes experimentan algo que..., que claro, es
tan fuerte, tan importante para ellos, que entonces ya esto de la muerte y eso de..., de los
temores en la vida cotidiana, pierden peso. Se orienta todo de otro modo.

Bien, pero es problema de experiencia, bastará con que uno tenga un buen registro y
considere la posibilidad de que eso suceda, de todos modos estaremos bien con eso.

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