Los Mayas
Los Mayas
Los Mayas
Intentar reunir lo que se ha escrito sobre los mayas en casi 500 años es empresa que trasciende la
capacidad de un solo investigador. Desde los primeros textos en que los describieron, siglos xvI al XVIII, los
de los numerosos exploradores del XIX y principios del xx, hasta el vértigo bibliográfico de nuestros días, la
información es abrumadora. Varios miles de libros se han acumulado en esas cinco centurias, y más,
muchos más, son los artículos especializados y de divulgación que en publicaciones periódicas del mundo se
han ocupado de ellos, ya como astrónomos, que concebían su mundo como una proyección, reflejo o
imitación del celestial concierto; ya como matemáticos, inventores del cero y de asombrosos cálculos
calendáricos y cosmogónicos; ya como arquitectos, que erigieron en medio de selvas, montañas, valles,
costas e ínsulas cercanas pirámides, templos y calzadas; o como Guerreros, que registraron en miles de
inscripciones jeroglíficas y en murales testimonios de sus hazañas bélicas y también de sus desventuras. A
manera de ejemplo mencionaremos que de 9 Boletín, vol. I, núm. 2, México, segundo semestre de 1996
Arturo Gómez los tres o cuatro libros mayas o códices —de los miles que deben haber poblado sus
bibliotecas— sobrevivientes de la furia y celo de los conquistadores europeos, Thomas Lee (1985), de la
Fundación Arqueológica Nuevo Mundo, en Lista casi mil fichas bibliographical de ediciones o trabajos sobre
los mismos. En la Biblíoteca Nacional de México se conservan unas veinte diferentes ediciones del Popol
Vuh, monumento literario prehispánico; en la Biblioteca del Centro de Estudios Mayas de la UNAM hay 35
en varios idiomas y las traducciones y lo que se ha escrito sobre esta obra abarcarían también varios
centenares de fichas. El Caribe mesoamericano La costa oriental de la península de Yucatán era, en la época
prehispánica y en el tiempo de la conquista, una región con características propias, aunque compartía otras
con las demás zonas del variado mundo maya. La mayoría de las ciudades clásicas mayas florecieron en las
selvas de Chiapas y el Petén guatemalteco; Palenque y Tikal son los ejemplós más conocidos y estudiados
entre docenas de sitios que han ido apareciendo en exploraciones desde finales del siglo XvIII y que
continúan hasta nuestros días. En cambio, las ciudades mayas de la costa oriental se encontraban en pleno
florecimiento a la llegada de los españoles y contamos con crónicas que describen los primeros contactos
entre mayas y europeos.
BIBLIOGRAFIAS
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LOS AZTECAS
Al fundar la ciudad de Tenochtitlán los aztecas se asentaron definitivamente hasta la
llegada de los españoles. Habían salido de Aztlán (lugar que desconocemos)
convencidos por el dios Huitzilopochtli para buscar un sitio nuevo. Tras un camino
largo y duro llegaron al Valle de México. Se establecieron en Chapultec, pero fueron
expulsados de allí. Pidieron al señor de Colhuacán una tierra donde ir, y él les dio
Tizapán, lleno de serpientes venenosas; pero no fue problema porque ellos se las
comieron asadas. Pasado el tiempo pidieron al señor del pueblo vecino (los culhuas)
que les entregara a su hija para casarla con el dios. La muchacha fue ofrecida en
sacrificio y cuando lo supo su padre, tuvieron que huir hacia los lagos. Esto era ya en
el año 1323. En el lago Texcoco vieron una señal del dios: un águila, en un nopal,
devorando a una serpiente; y fundaron allí la ciudad de Tenochtitlán, que
significa donde está el nopal silvestre.
Economía: Agricultura
Los principales cultivos son: maíz, tabaco, chiles, fruta y maguey.
Cultura : creencias
Según los aztecas el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por
los dioses por quinta vez. Ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo. Después el
dios Quetzalcóatl creó los hombres y las plantas que los alimentan. Los aztecas
contaban esto así:
«Hicieron luego el fuego, y hecho, hicieron medio sol, el cual, por no ser
entero, no relumbraba mucho, sino poco. Luego hiciron a un hombre y a una
mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a la mujer Cipactonal. Y mandáronles
que labrasen la tierra; y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los
macehuales, y que no holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ella le
dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curase y usase de
adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy en día de hacer las mujeres.»
Según los aztecas sólo se vive una vez, y la vida esta llena tanto de sufrimiento como
de alegría y la única manera de perdurar tras la muerte es alcanzar la fama, si bien la
propia fama desaparece cuando los mueren los que recuerdan al difunto.
Cultura : Ciencia : Astronomía
Era una de las ciencias de más tradición para los aztecas. gracias a sus observaciones
determinaron con gran precisión las revoluciones del sol, de la luna, de venus, y, tal
vez, de Marte; agruparon las estrellas en constelaciones (que no coinciden con las
nuestras); conocieron la existencia de los cometas; la frecuencia de los eclipses de sol
y de luna; y pudieron crear un complejo calendario.
Esta observación del cielo les permitió también desarrollar conocimientos de
metereología y así predecir las heladas o establecer las características de los vientos
dominantes.
Ciencia: Medicina
La medicina también tuvo un gran grado de desarrollo. Con su conocimiento de la
naturaleza distinguieron propiedades curativas en diversos minerales y plantas. Los
sacrificios humanos religiosos (que incluían la extracción del corazón y el
desmembramiento del cuerpo) favorecieron un buen conocimiento de anatomía.
Sabían curar fracturas, mordeduras de serpientes. Posiblemente hubo "odontólogos"
encargados de realizar deformaciones dentales.
Aunque la medicina era practicada por hombres y mujeres, parece ser que sólo las
mujeres podrían encargarse de ayudar en los partos. La medicina estuvo muy ligada a
la magia, pero el hecho de no atribuir la causa científicamente correcta a cada
enfermedad no significó que no se aplicase el remedio conveniente.
Los aztecas fueron hábiles escultores. realizaban esculturas de todos los tamaños,
diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza.
Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con
todo detalle.
En las esculturas de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las de pequeño
tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Se usó
la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o
incrustaciones de piedras preciosas.
Leyes
Las leyes eran muy severas. Como en otras culturas antiguas los castigos eran
diferentes según fuera el delito y el rango de quien lo cometía. Generalmente el
castigo era más duro si quien había cometido el delito era un funcionario o noble
importante.
Existía la pena de muerte para los delitos de asesinato, traición, aborto, incesto,
violación, robo con fractura y adulterio. En este ultimo caso se procedía a la lapidación
aunque la mujer era estrangulada previamente. Los guerreros podían escapar de la
pena de muerte aceptando un destino permanente en zona fronteriza.
El emperador azteca poseía un poder ilimitado, que abarcaba todas las cosas y todas
las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor
poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de
un imperio muy poderoso pero aislado políticamente.
La educación era obligatoria. Las chicas eran educadas por sus madres en casa para
realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de
monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio. Para los chicos había dos
tipos de escuelas: el telpochcalli y el calmecac. En el primero se estudiaba en la
escuela pero se iba a dormir a casa; el segundo era un internado prácticamente
reservado a los nobles.
Sólo había dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían
lugar dentro del matrimonio; y las de guerreros solteros con sacerdotisas
dedicadas a la prostitución ritual. Estas últimas estaban protegidas por la
diosa Xochiquétzal, se presentaban adornadas y maquilladas y
proporcionaban al hombre alucinógenos y afrodisiacos que estimulasen
su apetito sexual. Siempre mantenían este tipo de relaciones antes de
que lso guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, sin embargo era
severamente castigado (ver: leyes).
BIBLIOGRAFIA
L. López Luján (Escuela Nacional de Antropología e Historia, México), "Los Mexica,
últimos señores de Mesoamérica", en Gran Enciclopedia de España y América, vol. 1,
Espasa-Calpe/Argantonio, Madrid, 1983, pp. 170-188.
F. Díaz Infante, La educación de los aztecas, Panorama editorial S.A., México, 1985.
Los Incas
Siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón a las Antillas, diversos pueblos americanos
habían alcanzado un alto grado de civilización. Los más importantes fueron los
aztecas, que dominaban el centro del actual México; los mayas, establecidos en las
tierras bajas y altas de la península de Yucatán; y los incas, un grupo de origen
quechua que forjó, a lo largo de casi la totalidad de la cordillera de los Andes, el
Imperio Inca o Incaico.
Manco Cápac
El inca o soberano era un jefe militar, político y religioso; tenía un carácter semidivino,
pues era venerado como personificación del dios Sol. Su poder se basaba en una
especie de absolutismo teocrático, que venía a coronar una organización colectivista
de la sociedad: a cambio de la obligación de sustentar a sus súbditos, el inca imponía
a éstos el deber de trabajar en la construcción de obras de regadío, edificios públicos,
puentes, túneles y una extensa red de carreteras.
El clan incaico estaba jerarquizado en tres grupos, según el parentesco que tuvieran
con el inca: el grupo superior lo constituían el propio inca, sus hermanos, ascendientes
y descendientes, incluida la hermana mayor del inca (coya), con quien éste estaba
obligado a contraer matrimonio para mantener la pureza del linaje.
Un segundo grupo eran las palla, concubinas del inca, también de sangre real, y su
descendencia; y el grupo inferior eran las mama-kunas, concubinas no emparentadas con
el clan, con sus respectivos descendientes. Los hijos de las concubinas de la segunda y
la tercera clase constituían la aristocracia del imperio, de donde se extraía el personal
dirigente del clero, el ejército y la política.
El Imperio Inca
Según la tradición incaica, los incas descendían de Manco Cápac, hijo del Sol, que se
estableció en Cuzco, procedente del lago Titicaca, en el siglo XIII; no es seguro si este
personaje legendario existió realmente, al igual que ocurre con sus siete primeros
sucesores. Durante esa época, llamada del «imperio legendario», el dominio inca se
limitaba a la ciudad de Cuzco y sus alrededores.
El «imperio histórico» se inicia en el siglo XV, con los incas Pachacuti Inca
Yupanqui (1438-1471) y Túpac Inca Yupanqui (1471-1493); ambos extendieron su
dominación formando propiamente el Tahuantinsuyo, que abarcaría lo que hoy es el Perú,
Ecuador y Bolivia, el sur de Colombia y el centro y norte de Chile, un vasto imperio
andino que limitaba al oeste con las costas del Pacífico y al este con la selva
amazónica.
El Imperio Inca
Manco Inca trató a los españoles como aliados hasta que, en 1536, encabezó una
rebelión contra ellos. Los españoles consiguieron sofocar la rebelión con el auxilio del
propio hermano del inca, Paullu. Derrotado, Manco Inca se retiró a la región
montañosa de Vilcabamba, donde mantuvo un foco de resistencia organizado como
remedo del antiguo imperio.
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