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CONCEPTO APH

Esta atención la realiza personal capacitado y equipado que busca fundamentalmente interrumpir
el daño a la salud, estabilizar las condiciones del paciente y transportarlo de forma segura a un
hospital.

ASEGURAMIENTO DE LA ESCENA

Un principio fundamental al acceder a la zona de impacto en una emergencia es evitar que los
eventos adversos tengan efectos secundarios que puedan afectar al personal de seguridad,
socorro y atención prehospitalaria que acudan a prestar asistencia a las potenciales víctimas. El
concepto de organización del entorno en el lugar del accidente se entiende como el
procedimiento, previamente establecido, que tiende a proteger la vida e integridad física de los
auxiliadores.

Esto se hace mediante la adopción de medidas de precaución y técnicas de delimitación y


señalización del área, así como con la distribución adecuada de las funciones para cada uno de los
integrantes del equipo de respuesta a la emergencia.

Recursos necesarios: La disponibilidad y uso de los recursos necesarios para el aseguramiento del
área depende de la capacidad propia de respuesta del equipo de trabajo, las condiciones del área
y las posibilidades reales de uso en ambientes externos. Sin embargo, se sugiere disponer de
algunos elementos básicos tales como:

Se puede optar por improvisar la señalización con elementos del medio en caso de no contar con
los recursos anteriores.

Descripción del procedimiento

Antes de llegar a la zona de impacto Las acciones de prevención deben comenzar desde
desplazamiento mismo de las personas o grupos de atención de la emergencia. Hay acciones
previas de preparación que pueden conducir a una reducción del riesgo, tales como:

- Identificación: El porte de emblemas y prendas que identifiquen claramente las


características del grupo de respuesta, el uso del distintivo de Misión Médica para los
vehículos asistenciales, así como la uniformidad de la tripulación, su documentación, el
seguimiento de las normas establecidas para vehículos de emergencia (color, señalización,
luces de emergencia)
- Autoprotección: La integridad del personal de atención prehospitalaria es una prioridad en
el manejo de las operaciones de emergencia. Antes de llegar al lugar del evento, se debe
hacer una estimación visual de las condiciones del terreno y la presencia de posibles
riesgos asociados.

Al llegar a la zona de impacto La atención de un evento deberá estar basada siempre en proteger,
informar y socorrer, utilizando en primer lugar todas las medidas de protección a los afectados,
con el fin de evitar aumentar sus lesiones.

- Valoración inicial: Al momento de llegar a la zona de impacto, el responsable o


coordinador del equipo debe realizar una inspección rápida del lugar, para evaluar la
naturaleza del evento, las condiciones de seguridad del entorno y la magnitud estimada, y
hacer de inmediato el respectivo reporte al centro regulador o a la central de
comunicaciones.
- Ubicación del vehículo de emergencia: Una vez la tripulación descienda del vehículo, si las
condiciones de seguridad lo permiten, el vehículo debe ser ubicado en el lugar más
seguro, tanto para el personal de atención prehospitalaria como para los lesionados y para
el propio vehículo. Deben mantenerse activadas todas las señales luminosas hasta que se
retiren del lugar del evento. Si el evento se presenta en una pendiente, el vehículo debe
ubicarse en la parte superior. Si se trata de una curva en carretera, debe interponerse el
vehículo entre el escenario y una posible fuente de riesgo, evitando bloquear
innecesariamente la circulación de otros vehículos.
- Delimitación y señalización
- Funciones del personal: Si se trata de la primera tripulación, deben asignarse funciones
precisas a los tripulantes, de manera que puedan cubrirse las acciones prioritarias en
espera del apoyo de otras unidades. El control del tránsito y del orden público compete a
los organismos de seguridad del Estado, por lo que su función debe limitarse a prestar
apoyo en caso necesario, sin pre - tender desplazar su función.

BIOSEGURIDAD Y ASEPSIA

En el caso del ámbito prehospitalario, es este personal de salud el que tiene el primer contacto
con los pacientes, convirtiéndose en los principales vectores de transmisión de microorganismos
infecciosos a huéspedes susceptibles. En ello radica la importancia de la educación del personal,
proporcionándoles las herramientas para brindar atención en salud de calidad y sin riesgos para
todos los usuarios. Por todo lo anterior, el equipo de salud prehospitalario está en primera línea
en lo que se refiere a protegerse a sí mismo y a los pacientes de enfermedades infecciosas

RECURSOS NECESARIOS

Los métodos son prácticos, sencillos y de bajo costo y en su mayor parte utilizan recursos locales
que han demostrado por años su efectividad.

MANEJO DE MATERIALES PELIGROSOS

El primer problema a resolver en un incidente es verificar la presencia de material peligroso. Hay


dos formas de hacerlo, una es el reconocimiento y la otra la identificación.

PLACAS:

– Clase 1: Explosivos.

– Clase 2: Gases: (inflamables, no inflamables, oxidantes y venenosos).

– Clase 3: Líquidos inflamables.

– Clase 4: Sólidos inflamables: (sustancias de combustión espontánea, sólidos inflamables por


fricción y sustancias que reaccionan con el agua).
– Clase 5: Sustancias Oxidantes y peróxidos orgánicos.

– Clase 6: Sustancias tóxicas y sustancias infecciosas.

– Clase 7: Materiales radiactivos

– Clase 8: Sustancias corrosivas

– Clase 9: Materiales, sustancias y productos peligrosos misceláneos.

De acuerdo con los colores su reconocimiento se hace así:

– Naranja: explosivo – Verde: gas comprimido – Amarillo: oxidante – Rojo: inflamable – Blanco:
tóxico / infeccioso – Azul: Material que al contacto con el agua desprende gases – Blanco y
amarillo: radioactivo – Blanco y rojo (vertical): sólido inflamable por fricción – Blanco y rojo
(horizontal): sólido espontáneamente inflamable – Blanco y negro: corrosivo – Rojo y amarillo:
peróxidos orgánicos

DIAMANTES (NORMA NFPA 704):

Es un cuadro apoyado en uno de sus vértices. Se le llama “diamante” para diferenciarlo de la


placa. El diamante NFPA es un rótulo estandarizado que utiliza números y colores para advertir
sobre la clase y la intensidad de los riesgos de un material peligroso en condiciones de incendio.
Solo debe utilizarse en instalaciones fijas como fábricas, depósitos, bodegas y también en
embalajes no voluminosos. No debe utilizarse en trasporte. Tiene cuatro cuadrantes con un código
de colores que indican:

– AZUL: riesgo para la salud

– ROJO: riesgo de inflamabilidad

– AMARILLO: reactividad

– BLANCO: para indicaciones especiales

TRIAGE

Originariamente era un término militar que significaba seleccionar, escoger o priorizar; se ha


implementado en conflictos militares que datan de las guerras de Napoleón, en relación con la
atención del gran número de heridos en combate. Desde ese entonces a nuestros días, el
concepto de triage se ha ido adaptando a nuevas condiciones de atención médica de emergencias,

CATEGORÍAS Y CRITERIOS DE TRIAGE

Se ha adoptado la siguiente clasificación de los lesionados, al igual que la asignación de un código


de colores que identifica no solo la gravedad de su lesión (categoría), sino también el orden en que
debe ser atendido o evacuado (prioridad):
Prioridad tipo I o roja: Se aplica a los lesionados de cuidados inmediatos, quienes requieren una
atención médica urgente, ya que por la gravedad de sus lesiones pueden perder su vida y con los
recursos disponibles tienen probabilidad de sobrevivir.

Prioridad tipo II o amarilla: Se aplica a los lesionados de cuidados intermedios o diferibles, quienes
requieren una atención médica que da lugar a espera.

Prioridad tipo III o negra: Se aplica a los lesionados de cuidados mínimos, es decir, a aquellos cuyas
lesiones son de tal gravedad, que existen pocas o ninguna probabilidad de sobrevivir, pero que
merecen algún grado de atención médica.

Prioridad tipo IV o verde: Se reserva para aquellos lesionados de cuidados menores, o sea los que
presentan lesiones leves o que su atención puede dejarse para el final sin que por ello se vea
comprometida su vida.

Prioridad tipo V o blanca: Este color se utiliza para las personas fallecidas.

VIA AEREA

Desde el punto de vista prehospitalario concentre su atención en un buen examen físico de


la vía aérea y de los sistemas respiratorio y cardiovascular (presencia de respiración oral,
frecuencia ventilatoria, condición dental y de la mandíbula y la capacidad de abrir la boca y
de entender el cuello, dificultad respiratoria, estridor) y por supuesto, una adecuada historia
clínica. Las muertes tempranas por problemas de la vía aérea que son prevenibles se dan
por:

a. Falla para reconocer una obstrucción parcial de la vía aérea o limitaciones del paciente
para mantener volúmenes ventilatorios adecuados.

b. Retardo en proporcionar una vía aérea cuando ésta es necesaria.

c. Retardo en proporcionar ventilación asistida cuando es necesaria.

d. Dificultades técnicas en asegurar una vía aérea definitiva o en proporcionar asistencia


ventilatoria. e. Broncoaspiración del contenido gástrico.

En el ámbito prehospitalario, Se conoce como vía aérea definitiva el tubo endotraqueal,


nasotraqueal o la cricotirodotomía quirúrgica o traqueostomía. Se debe recordar que una vía
aérea definitiva debe cumplir con los siguientes tres componentes:
Las indicaciones absolutas de vía aérea definitiva son: a. Trauma craneoencefálico o cualquier
entidad que altere el estado de conciencia con Escala de Coma de Glasgow < 9. b. La presencia de
apnea. c. Protección de la aspiración pulmonar presencia de sangre o vómito. d. Compromiso
inminente o potencial de obstrucción de vía aérea: • Quemados. • Lesiones graves por inhalación.
• Fracturas faciales severas. • Hematoma creciente en cuello. • Traumas en cuello asociados a
disfonía, estridor, enfisema subcutáneo.
Método manual elevación y tracción mandibular
La elevación de la mandíbula cierra la boca y tracciona los elementos de la hipofaringe por acción
directa de las inserciones de la lengua en la mandíbula, mejorando el paso de aire a través de las
cuerdas vocales. La tracción mandibular realiza exactamente el mismo tipo de tracción.
REANIMACION CARDIOPULMONAR Y DEA
los equipos en salud dedicados a la atención de paciente en el área prehospitalaria (APH) deben
tener las habilidades y destrezas para atender a los pacientes en paro cardiorrespiratorio y la
capacidad de estabilizarlos mientras son llevados a un nivel de atención hospitalario apropiado
donde se les puedan ofrecer los cuidados postreanimación.
INMOBILIZACION Y TRANSPORTE
En Colombia, una de las primeras causas de muerte es el trauma intencional. Por esto se hace
necesario contar con un eficiente sistema de atención prehospitalaria que se en cargue de valorar
a las víctimas, tratar en forma prioritaria las causas que amenacen la vida, inmovilizar al paciente
para evitar lesiones adicionales y transportarlo al centro de atención adecuado
PACIENTE POLITRAUMATIZADO
En el ambiente prehospitalario encontramos múltiples escenarios. Uno de los más complejos a los
que nos enfrentamos es el de la atención del paciente politraumatizado, una ventana a múltiples
lesiones donde se debe identificar cuál o cuáles de estas ponen en riesgo la vida del paciente.
En la primera fase el 50% de los pacientes mueren en el sitio de forma inmediata por lesiones
graves, lesiones en grandes vasos, tallo cerebral, médula espinal alta, lesiones cardíacas, trauma
craneoencefálico y otros órganos vitales. En este punto, si se manejara una buena prevención
primaria muchas de estas muertes se podrían evitar (15 a un 40%).
En la segunda fase el 30% muere después de los primeros minutos hasta una hora, por
obstrucciones en la vía aérea y problemas respiratorios y circulatorios que se pueden presentar
por pérdidas masivas de sangre, debido a traumas múltiples y trauma severo en estructuras vitales
de la cabeza. Con un eficaz tratamiento inicial del paciente politraumatizado, de un 25% a un 35 %
se podrían salvar.
En la tercera fase, el 20% de los pacientes mueren falla orgánica múltiple o sepsis, que se puede
dar en términos de días o semanas. En esta fase influye mucho la rápidez y la calidad de manejo de
las medidas de reanimación inicial.
A – Vía aérea con control cervical Inicialmente al acercarnos al paciente nos permite de primer
momento evaluar su estado de conciencia, en caso que se encuentre consciente inmediatamente
evaluemos que tan permeable esta su vía aérea y si hay algunos elementos que puedan estar
haciendo alguna obstrucción parcial, impidiendo que ingrese el aire. Luego de verificar esto
continuamos con las recomendaciones que a continuación se detallan. En el manejo
prehospitalario es importante evaluar qué genero el trauma y de ahí determinar posibles lesiones
en la región del cuello. Con este diagnóstico en mente y sin olividar las posibles estructuras
involucradas, procedemos a permeabilizar la vía aérea con el debido control cervical.
B- Ventilación: Se debe sospechar hipoventilación en pacientes con pobre intercambio aéreo por
boca y nariz, disminución de los ruidos respiratorios y disminución de la expansión torácica. Las
causas más comunes de este trastorno son: trauma encéfalo-craneano, sección de médula espinal,
hemoneumotórax, tórax inestable y shock profundo. Se debe revisar el cuello, el tórax y hacer una
inspección y palpación rápida buscando deformidades o estigmas de trauma, evaluar su
respiración si hay dificultad respiratoria o no, si la expansión del tórax es simetrica, ruidos
respiratorios, desviación de traquea, enfisema subcutáneo otros. La palpación debe orientarse a
detectar dolor, crépitos o heridas.
C - Circulación Es importante identificar las hemorragias externas e internas y controlar las que
sean posibles y darles un manejo adecuado, evaluando los siguientes puntos: • Estado de
conciencia del paciente: consciente, inconsciente, somnoliento. • Localizar a qué altura
encontramos los pulsos; al palparlos evaluemos si es rápido o lento, fuerte o débil. • Color de piel
si es pálido o normal. • Temperatura corporal si esta fría. • Llenado capilar.
D- Déficit neurológico Al evaluar el estado de conciencia del paciente revisamos a la vez su parte
neurológica y qué tan comprometida puede estar en caso de que identifiquemos lesiones en
cráneo. Al iniciar la atención ya tenemos un adelanto de su estado de conciencia, por eso es
importante que en este paso de la evaluación tengamos claro la escala de Glasgow, porque nos
puede brindar una información de que tan severo puede ser la lesión encefálica.
E- Exposición y control de la hipotermia La exposición tiene un rol importante en la atención de un
paciente, porque nos permite revisar de manera detallada lesiones encontradas u otras que no se
habían identificado. Por eso, al quitarle la ropa al paciente, con previo consentimiento, se le corta
la ropa y se inicia una exploración minuciosa pero rápida a nivel general, tanto anterior como
posterior. Recuerde que toda la movilización del paciente se debe realizar en bloque como se
recomienda en estas guías.
Igualmente debemos cuidar al paciente de la hipotermia, ya sea porque tenga la ropa húmeda o
porque se le haya cortado esta. Es importante no olvidar que debemos respetar la intimidad del
paciente en todo momento de la exploración; en el espacio prehospitalario se recomienda hacerla
en la ambulancia de forma total y en la escena solo lo necesario.

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