Trabajo Final Fisiología (Autoguardado)

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UNIVERSIDAD MESOAMERICANA

LICENCIATURA EN MEDICINA
VETERINARIA Y ZOOTECNIA
TERCER SEMESTRE GRUPO: C
FISIOLOGIA II
“Mecanismo funcional de la digestió n
en animales poligá stricos (equinos,
conejos y avestruz)”
MVZ. M en C Cesar Rosas Velasco
Presentado por
Estrada Figueroa Kiana Estefanía
Salas Terá n Andrea Alyne
Fecha de entrega: Mié rcoles 30 de
Noviembre de 2022
INTRODUCCIÓN:

Los rumiantes se caracterizan por tener un estomago de 4 compartimientos y por


poder realizar la rumia al ingerir alimentos, este proceso consiste consumir
alimentos, masticarlos y mezclarlos con saliva para ser ingeridos nuevamente.
Debido a su sistema digestivo, los rumiantes representan el grupo más
especializado y desarrollado, ya que tiene la capacidad de digerir fibras y otros
glúcidos en forma más completa que los no rumiantes.

Por otra parte, conviene señalar que en el becerro lactante, el alimento líquido
puede llegar directamente al abomaso, a través de una estructura conocida como
la "gotera esofágica". El reflejo de cierre de la gotera esofágica ocurre como
respuesta al estímulo causado por el suministro de algunos componentes, como
proteínas y sales, que forman normalmente, parte de la leche. La gotera esofágica
es una estructura anatómica de los terneros, corderos, cabritos y otras especies
de rumiantes, puede provocar trastornos digestivos que conducen a una
sintomatología clínica gastroentérica, la cual frecuentemente se acompaña con
dilatación ruminal por fermentación bacteriana de la leche. Esta situación conduce
al timpanismo, que trae pérdida de peso, falta de crecimiento y hasta la muerte de
los animales.

Las aves tienen una estructura llamada buche, la cual es un ensanchamiento del
esófago y cumple la función de almacenar el alimento antes de ser digerido. Esto
les permite a las aves recolectar rápidamente el alimento evitando una posible
acción de los depredadores mientras come. Los avestruces no poseen esta
estructura, es decir, no tienen buche, por lo tanto su alimentación debe ser en
forma más constante y no de una sola vez, de igual forma no poseen vesícula
biliar y el intestino grueso es muy largo, representando el 50% del total del aparato
digestivo; el estómago o proventrículo junto con la molleja cumplen la función de
almacenar y macerar el alimento.

La digestión de los equinos se caracteriza por ser a la vez una digestión


microbiana, esto quiere decir que se realiza en intestino grueso, en los caballos
hay dos tipos de necesidades las de mantenimiento y las de utilización. Las
necesidades de mantenimiento, corresponden a los gastos de la vida en
condiciones normales y las de utilización que corresponden a aquellas que se
producen a causas de la utilización del caballo determinando así que las
necesidades de energía, proteínas, lípidos, fibra, minerales y vitaminas. El caballo
es un herbívoro monogástrico con un tubo digestivo que se caracteriza por poseer
un estómago relativamente pequeño y un intestino grueso que por el contrario es
muy desarrollado. El sistema digestivo consta de órganos a los que concierne
directamente la recepción y digestión de los alimentos, su paso a través del
cuerpo y la expulsión de la parte no absorbida. Este conjunto de órganos podría
dividirse en dos grupos principales:

- Conducto Alimentario
- Órganos Accesorios
El conejo es un animal monogástrico. Posee un solo estomago que ocupa el 15%
de su sistema digestivo, de igual forma posee un esfínter del cardias muy
desarrollado que genera incapacidad para vomitar. En el estómago e intestino
delgado la digestión y absorción de nutrientes es similar a la que ocurre en otros
mamíferos monogástricos. El ciego tiene una enorme importancia, ya que es
donde se realiza la fermentación bacteriana del alimento, a partir de la cual se
obtienen nutrientes. Debido a su función de saco de fermentación, tiene un gran
tamaño (alrededor del 65% del aparato digestivo). El colon proximal del conejo
está adaptado especialmente para separar partículas grandes de fibra no
digestibles de pequeñas partículas que pueden ser degradadas y usadas como
sustratos para la fermentación bacteriana que ocurre en el ciego.
MARCO TEORICO:
Para realizar el siguiente trabajo se realizó una profunda investigación en libros y
artículos científicos.

El Sistema Digestivo tiene como función básica en todos los animales, realizar la
digestión del alimento, la absorción de los nutrientes y la excreción de los
residuos; para ello el animal dispone de diferentes órganos y procesos, cuya meta
final es que los nutrientes sean utilizados en los tejidos para el aprovechamiento
de sus nutrientes (Almeyda, 2000). Figueroa, (2002) afirma que la fisiología del
aparato digestivo comprende, una serie de fenómenos motores, secretores y de
absorción, que tienen lugar desde el momento de la ingesta del alimento, hasta la
eliminación final de los residuos no útiles para el organismo.

La palabra rumiante proviene del latín ruminare y significa masticar de nuevo; así,
los rumiantes son mamíferos que mastican de nuevo; dentro de este grupo se
encuentra el ganado vacuno, ovejas, cabras, búfalos, entre otros, (Hofman, 1993;
Relling y Mattioli, 2003; Tarazona et al., 2012).

Basada en esta diferencia fundamental, la fisiología digestiva del rumiante


adquiere características particulares. La degradación del alimento se realiza
mayoritariamente por 7 digestión fermentativa y no por acción de enzimas
digestivas y los procesos fermentativos los realizan diferentes tipos de
microorganismos que el rumiante aloja en sus divertículos estomacales. Dicha
fermentación proporciona energía metabolizable al animal, aminoácidos y
vitaminas del complejo B, también se producen ácidos grasos volátiles y proteína
microbiana (Relling y Mattioli, 2003; Krehbiel, 2014)

 Mecanismo funcional de la digestión en poligástricos y


monogástricos:

El aparato digestivo está encargado de la digestión de los alimentos del cual


extrae los nutrientes, que una vez absorbidos, se distribuyen a las células de todo
el organismo.

CANIDOS Y FELINOS

Sección ingestiva (boca, faringe, esófago). En la boca el alimento es masticado y


mezclado con saliva, transformándose en el bolo alimentario. A diferencia de lo
que ocurre con otros mamíferos, las glándulas salivales de los carnívoros no
secretan la ptialina, enzima que inicia la digestión (hidrólisis) de los carbohidratos.
El bolo alimentario atraviesa la faringe y el esófago para ser transferido
rápidamente, gracias a la contracción coordinada de los músculos de estos
órganos en el estómago.

Sección digestiva (estómago, hígado, páncreas e intestino delgado). A nivel


gástrico, el bolo alimentario se pone en contacto con el contenido gástrico,
particularmente ácido que permite, un primer ataque de las sustancias nutritivas
más solubles. La mezcla del bolo y jugos gástricos se denomina chimo .En el
primer tramo del intestino delgado desembocan los canales biliares y del páncreas
que aportan las principales enzimas digestivas, permitiendo una mayor simpleza
de las moléculas con alimento, rindiéndolas absorbibles por las paredes
intestinales, que presentan particulares vellosidades que aumentan notablemente
la superficie de absorción.

Sección expulsiva (intestino grueso y recto) en esta etapa vienen absorbidos agua


y nutrientes del contenido intestinal, que son expulsados en forma de heces. El
hígado desarrolla distintas funciones vitales para el organismo: favorece la
emulsión, por lo tanto, la digestión de los lípidos, elimina muchas sustancias
tóxicas, elabora distintas proteínas que tienen función de regulación de procesos
importantísimos como la eritropoiesis, la coagulación, etc. El páncreas está
formado por una parte exócrina y una endócrina. Su principal función es producir
el jugo pancreático (parte exócrina), insulina y glucagón (parte endócrina).

El jugo pancrático tiene como función digerir algunas sustancias en el intestino


delgado, mientras que la insulina y el glucagón tienen como función controlar la
concentración de glucosa en la sangre.
EQUINOS

El aparato digestivo del caballo se subdivide en dos zonas:

Intestino proximal (foregut): formado por: la boca, el esófago, el estómago y el


intestino delgado.

Intestino caudal o distal (hindgut): formado por: el intestino grueso, que a su vez lo


conforman el ciego, el colon pequeño, el colon grande y el recto.

La boca

Donde comienza la digestión gracias a la acción de dos procesos: uno mecánico


(la masticación) y otro químico (la saliva). La acción de ambos procesos que
forman el bolo alimenticio, que es más fácil de tragar y así se protegen las paredes
del esófago de la abrasión.

El caballo dispone de tres glándulas salivares que pueden llegar a producir casi 40
litros de saliva al día. La principal función de la saliva es la de humedecer la
mezcla para facilitar su paso por el esófago y la de favorecer la digestión gracias a
dos sustancias químicas: bicarbonato, que es un tampón que protege contra los
ácidos en el estómago y amilasa, una enzima que rompe los enlaces del almidón.

El esófago

Es un conducto de musculatura simple que mide entre 130 y 150 cm de longitud y


que transporta el alimento desde la boca al estómago. Normalmente, cuando el
caballo come forraje no suele haber problemas en este tramo del aparato
digestivo. Sin embargo, cuando se les da cosas crujientes (zanahorias o
manzanas), pueden atragantarse si no los mastican bien y como los caballos no
tienen una buena capacidad de reflujo (no pueden vomitar, por ejemplo), puede
ocasionar graves problemas.

El estómago

En relación al tamaño total del animal, el caballo posee un estómago muy


pequeño, ocupando apenas el 10% del volumen de todo el aparato digestivo.
Suele tener una capacidad de 8 litros aunque puede variar hasta los 16 l. Sin
embargo, sólo funciona bien cuando está a 3/4 partes de su capacidad (otra buena
razón por la que requieren pequeñas comidas en frecuentes tomas).

El tiempo de paso del alimento a través del estómago es muy corto, pudiendo salir
la primera parte de la comida antes incluso de que el caballo termine de comer
(unos 15 minutos aproximadamente).  En él se segregan principalmente ácido
clorhídrico, que rompe las partículas de mayor tamaño, y pepsina, la enzima
encargada de digerir la proteína.

Intestino delgado

Es un tubo que conecta que estómago con el intestino grueso y representa


aproximadamente el 28% del total del sistema digestivo. Tiene una longitud que
puede llegar los 20 m, un diámetro de 7 - 10 cm y una capacidad de hasta 45 l. Es
aquí donde tienen lugar los procesos más importantes de la digestión. Aunque el
propio intestino libera enzimas, el principal portador es el páncreas, que produce
de manera exocrina (jugo pancreático): lipasas (grasas), proteasas (proteínas)
y amilasas (hidratos de carbono) entre muchas otras. De forma endocrina el
páncreas libera insulina y glucagón, entre otros, que controlan el nivel de azúcar
en la sangre.

Los caballos no tienen vesícula biliar, por lo que la bilis (que ayuda a la absorción
de las grasas) pasa directamente del hígado al intestino delgado.

Entre el 30-60% de la digestión y absorción de los carbohidratos y casi la total


absorción de los aminoácidos tiene lugar en el intestino delgado, donde además
se absorben las vitaminas A, D, E y K, así como muchos minerales como el calcio
y el fósforo.

Normalmente la comida tarda entre 30 y 90 minutos en recorrer todo el intestino


delgado.
CONEJOS

El conejo presenta algunas particularidades anatómicas en su sistema digestivo.


En primer lugar, su dentadura no presenta caninos, sus dientes no poseen raíz
típica y son de crecimiento continuo, por lo que deben realizar un permanente
desgaste por la acción de roer. 

La prehensión de los alimentos la realiza por medio de los incisivos, lengua y su


labio superior, que tiene una hendidura característica (labio leporino) y está dotado
de una gran movilidad.

Su estómago es uno de los órganos voluminosos con capacidad de hasta 200 cc y


se caracteriza por tener una musculatura débil, por lo cual el conejo no vomita.
Anatómicamente se distinguen dos sectores:

La zona cardial o fundus, de paredes finas y que actúa como reservorio.

El antro pilórico con mucosa glandular y paredes algo más gruesas.

El intestino delgado es similar al de otros monogástricos y mide alrededor de 3


mts. Al final de este órgano se encuentra la válvula ileocecal que juega un rol
importante en el paso del contenido intestinal a ciego y colon. Hasta esta porción
del sistema digestivo, el proceso de digestión de los alimentos es similar al de
otros monogástricos como por ejemplo, el cerdo.

El intestino grueso se puede dividir en:

Ciego

Es el órgano más voluminoso y de mayor capacidad (250 a 600 cc) y mide


alrededor de 40 cms. Tiene forma sacular, de paredes delgadas y en su interior
presenta de 22 a 24 pliegues dispuestos en espiral que permiten un aumento de la
superficie de absorción de nutrientes. Termina en un gran apéndice rico en
formaciones linfoides y que juega cierto rol en los procesos digestivos, ya que
secreta un líquido seroso rico en bicarbonatos y es un sitio de activa fagocitosis
bacteriana. Se ha determinado que una apendicectomía produce una disminución
significativa de vitamina B12 del contenido cecal.

El colon

Se divide en una porción proximal de alrededor de 40 cm y con ondulaciones


marcadas; posee una mucosa con un epitelio cilíndrico y con abundantes
glándulas ramificadas. En esta zona gracias a movimientos peristálticos y
antiperistálticos se produce el fraccionamiento de su contenido. Esta primera
porción del colon se delimita por el fusus coli que es una zona de transición del
epitelio cilíndrico al cúbico que presenta el colon distal. Esta porción (colon distal)
mide alrededor de 80 cms v es de paredes lisas; tiene una mucosa de células
cúbicas rica en glándulas mucíparas.

En el colon proximal, gracias a movimientos peristálticos y antiperistálticos se


produce el fracionamiento de su contenido. Esto da origen a la producción
alternada de crotines duros (heces) o crotines blandos (cecotrofos). Los primeros
pasan al colon distal que juega un rol importante en la absorción de agua y
electrólitos, en cambio los cecotrofos son cubiertos por una capa de mucina y no
sufren mayores alteraciones.

Dependiendo de la fase digestiva en que se encuentra el animal, estos crotines


pasan por recto para ser eliminados por el ano. Los crotines duros son literalmente
eliminados, en cambio los cecotrofos son ingeridos directamente del ano y
deglutidos sin ser masticados.

Digestión gástrica

En el conejo, a diferencia de otros monogástricos, el estómago presenta una


motricidad bastante reducida. Esta es influenciada por el número de ingestas, el
tipo de alimento y la presencia o no de cecotrofos. Así, estos últimos permanecen
un mayor tiempo en estómago y algunos autores indican que esta atonía parcial
permite que en el interior de estos crotines blandos se sigan desarrollando
fermentaciones bacterianas con producción de ácido láctico y ácidos volátiles
(A.G.V.).

El estímulo más importante que desencadena la actividad motriz del estómago es


la ingesta de alimento, y su duración está directamente relacionada a la cantidad
de alimento ingerido. Así, el material que sale hacia intestino es reemplazado con
alimento o cecotrofos, por lo cual siempre se encuentra con contenido en estado
de semirrepleción.

El estómago del conejo, al igual que el de otros monogástricos, presenta un pH


ácido (valores entre 1 y 2) fruto de la secreción de ácido clorhídrico y, debido a las
continuas ingestiones de alimento, su secreción es intensa y continua. Además,
las glándulas de la zona del fondo estomacal secretan pepsinógeno y, según
algunos autores, también se produciría una lipasa gástrica (40-88 unidades/ml).

Digestión Cecal

Existe la tendencia a comparar el ciego del conejo con el rumen,


fundamentalmente por las similitudes que existen en cuanto a su gran volumen
(con respecto al resto de los comportamientos del sistema digestivo), su forma
sacular y por la intensa actividad bacteriana que se desarrolla en ambos. Sin
embargo, desde el punto de vista nutritivo, cinético y metabólico hay diferencias
marcadas debido a la distinta localización de dichos órganos en el sistema
digestivo lo que determina que el sustrato alimentario que llega a ellos sea muy
diferente.

El alimento que ingresa al ciego, proveniente de intestino delgado, ya ha sufrido


una digestión gastroentérica por lo que uno de sus constituyentes principales son
los productos celulósicos que no han sido afectados en las porciones anteriores.
Sobre este sustrato actúa la microflora cecal que presenta características
variables según los distintos investigadores que la han estudiado.

El contenido cecal tiene una densidad bacteriana menor que la del rumen y existe
consenso en que hay predominancia de gérmenes anaeróbicos y especialmente
bacilos no esporulados. Además, en ciego no existen protozoos, probablemente
debido a la falta de sustratos adecuados (almidón, azúcares solubles).

Formación de cecotrofos

La producción de dos tipos de heces por el conejo es un proceso fisiológico que


está regulado por una complejidad de factores (síquicos, alimentarios,
hormonales, etc.), y que presenta cierta ritmicidad que es muy dependiente del
sistema alimentario que se utilice. Así conejos alimentados ad libitum tienen una
marcada actividad cecotrófica entre las 6 AM y las 14 horas, en cambio, cuando se
mantienen con alimentación restringida, la ingestión de cecotrofos se realiza
después de 3 a 5 horas de ofrecido el alimento.

Si bien es cierto que por la complejidad de los factores que regulan la cecotrofia,
todavía se consideran a muchos como teorías existe consenso en "cómo" se
producen y el rol que juega ciego y colon.

Los dos tipos de crotines que produce el conejo tienen diferencias físicas y
químicas notorias. Ambos se originan del material cecal que, fruto de la distinta
actividad peristáltica y secretoria del segmento ceco cólico, dan lugar a dos
productos distintos.

La válvula ileo-cecal juega un rol activo en el paso del contenido de íleon que en
gran medida entra a ciego y parte a colon proximal.

En ciego, los movimientos peristálticos y antiperistálticos arrastran el contenido


hacia el fondo y la base del órgano, homogeneizando su contenido.

Durante la fase de producción de crotines duros se observa un aumento de la


actividad peristáltica en ciego de manera que parte de su contenido avanza a
colon proximal.
En esta porción, a partir del fusus coli se originan fuertes contracciones
antiperistálticas que fraccionan el contenido en dos fases: una fase líquida que es
bastante acuosa, con gran cantidad de bacterias y contiene partículas pequeñas
(menos de 0,3 mm); y una fase sólida, con menor contenido acuoso y formado por
partículas grandes y fibrosas.

La fase líquida es devuelta hacia ciego, mientras que la fase sólida progresa hacia
colon distal en donde fuertes contracciones van comprimiendo el contenido y se
van formando crotines duro.

Junto a esta actividad motora, durante esta fase se produce una activa secreción
de agua y electrólitos (especialmente sodio y potasio) en el colon proximal, lo que
va a facilitar el retroceso de la fase líquida. Concomitante a esto, a nivel cecal se
observa una marcada actividad de absorción de estos elementos y a través de
partículas solubles marcadas se ha demostrado la existencia de un ciclo cólico-
cecal de agua. Esto hace que los iones más difícilmente absorbibles (Ca, Mg y K)
se acumulan en el ciego hasta alcanzar una concentración 3 veces superior al del
contenido de íleo. Esto además explica en parte el bajo contenido de minerales de
los crotines duros con respecto a los cecotrofos.

Finalmente, a medida que se están formando estos crotines duros a nivel de colon
distal se detecta una marcada absorción de agua y electrólitos (casi el doble que
durante la fase cecotrófica), por lo que las fecas son eliminadas con un 40 a 50%
de agua solamente.

Durante la fase cecotrófica se produce una marcada disminución de las


contracciones tanto cecales como a nivel de colon. Dada la similitud de los
cecotrofos con el contenido cecal se presume que algún mecanismo bloquea el
proceso de separación del contenido. Junto a esto, se produce un fuerte aumento
de la actividad secretora de mucus a nivel de colon, con lo que se cubren con una
película mucosa formando verdaderos racimos, y no son alterados en las
porciones posteriores.

Junto a esta actividad motora, durante esta fase se produce una activa secreción
de agua y electrólitos (especialmente sodio y potasio) en el colon proximal, lo que
va a facilitar el retroceso de la fase líquida. Concomitante a esto, a nivel cecal se
observa una marcada actividad de absorción de estos elementos y a través de
partículas solubles marcadas se ha demostrado la existencia de un ciclo cólico-
cecal de agua. Esto hace que los iones más difícilmente absorbibles (Ca, Mg y K)
se acumulan en el ciego hasta alcanzar una concentración 3 veces superior al del
contenido de íleo. Esto además explica en parte el bajo contenido de minerales de
los crotines duros con respecto a los cecotrofos.

Finalmente, a medida que se están formando estos crotines duros a nivel de colon
distal se detecta una marcada absorción de agua y electrólitos (casi el doble que
durante la fase cecotrófica), por lo que las fecas son eliminadas con un 40 a 50%
de agua solamente.
Durante la fase cecotrófica se produce una marcada disminución de las
contracciones tanto cecales como a nivel de colon. Dada la similitud de los
cecotrofos con el contenido cecal se presume que algún mecanismo bloquea el
proceso de separación del contenido. Junto a esto, se produce un fuerte aumento
de la actividad secretora de mucus a nivel de colon, con lo que se cubren con una
película mucosa formando verdaderos racimos, y no son alterados en las
porciones posteriores

Destaca la gran cantidad de proteínas que son de alto valor biológico, ya que
sobre el 50% del peso seco del cecotrofo está constituido por bacterias. Si se
considera que alrededor de un 15 a 20% del total de M.S./día ingerida por el
conejo (alimento + cecotrofo) corresponde a cecotrofos; el rol nutricional que tiene
éste mecanismo fisiológico es importante, ya que le permite retener en el ciego los
residuos de la digestión gástrica y entérica, a fin de que actúen las bacterias
cecales produciéndose la síntesis de proteína, aminoácidos esenciales y
vitaminas; que luego, gracias a la dualidad de la funcionalidad del colon pueden
ser ingeridas y utilizadas por el animal.

AVESTRUZ

El avestruz es un ave herbívora, pero a diferencia de otras aves domésticas, su


tendencia es más forrajera que granívora. No tiene buche ni vesícula biliar y de la
totalidad del largo del aparato digestivo, el intestino grueso representa el 50% y el
delgado solo el 35,5%. El estómago verdadero o pro-ventrículo del avestruz, junto
con la molleja, son relativamente pequeños con relación al largo total del tracto
digestivo y funcionan en parte como.

órganos de almacenamiento (a falta de buche) y trituración de alimento,


respectivamente. Se han realizado muchas comparaciones sobre la eficiencia o
capacidad de utilización de la fibra por los avestruces y su relación con los
animales rumiantes.

En estos animales se cree que solo una pequeña cantidad de fibra puede ser
digerida en el pro-ventrículo debido a su pequeño tamaño y al poco tiempo que el
alimento permanece en él, pero se han encontrado grandes cantidades de ácidos
grasos volátiles (AGV) a nivel de pro-ventrículo y molleja, lo que indicaría la
ocurrencia de un cierto nivel de fermentación microbiana, además de la enzimática
en este lugar.

En el caso de las aves, incluidos los avestruces (Figura 1), el estómago verdadero
es el pro-ventrículo, ya que el otro “estómago” es la molleja que tiene funciones de
trituración del alimento. El tracto digestivo del avestruz, desde el estómago hasta
el intestino delgado, es similar en su función al normal de las aves. De esta forma,
el estómago inicia la digestión de las proteínas mediante la secreción de
pepsinógeno y ácido clorhídrico, que proporciona el ambiente ácido necesario
para la activación del pepsinógeno a pepsina. La contracción de las paredes
musculares del estómago y especialmente la molleja, permiten el molido del
alimento y la mezcla mecánica del mismo con las secreciones gástricas. En este
último compartimiento, es donde las piedras que el ave traga cumplen su función,
ayudando a moler el alimento. El intestino delgado de los avestruces, como el de
todos los vertebrados, está dividido en tres porciones distintas. La primera y más
corta es el duodeno, cuyo epitelio secreta mucus y secreciones enzimáticas y
recibe además las secreciones del hígado y del páncreas. A continuación está el
yeyuno que también participa en la digestión y absorción. La sección posterior, el
íleon, actúa principalmente para absorber los nutrientes digeridos con anterioridad
en el duodeno y yeyuno, aunque también tienen lugar algunas otras secreciones.
El hecho de que el avestruz no posea vesícula biliar, sitio de acumulación y
concentración de la bilis, permitiría pensar que estas aves no pueden aprovechar
grandes cantidades de grasa incorporada en la dieta. Esto debido a que, si la bilis
llega en forma directa desde el hígado al duodeno, implicaría que su descarga es
relativamente continua y más diluida que en aquellos animales que poseen
vesícula biliar. El tracto posterior, ciegos e intestino grueso, sirven para almacenar
los restos del alimento digerido.
Los iones inorgánicos y el exceso de agua son absorbidos a partir de este
material para su retorno a la sangre. Esto es común a la mayoría de los animales,
pero en el avestruz además existe una importante digestión microbiana de la fibra.
En algunos animales hay fermentación microbiana en el tracto posterior, teniendo
a veces lugar en el colon (caballo) o en el ciego (conejo). En el avestruz existe
fermentación en ambas partes.

El intestino grueso junto con los grandes ciegos del avestruz proveen un ambiente
altamente favorable para la fermentación microbiana de la fibra del alimento. En
ellos se encuentran una gran cantidad de especies de bacterias anaeróbicas
fermentadoras, pero no se ha detectado presencia de protozoos ciliados. El
avestruz es capaz de utilizar una buena porción de la fibra de su dieta después
que se ha establecido la adecuada flora microbiana en su intestino.

De esta forma, la fibra provee a los avestruces de una importante fuente


energética como son los AGV. Estos AGV son absorbidos en el intestino grueso y
los ciegos y pueden representar hasta el 60% de los requerimientos energéticos
de los avestruces.

Intestino grueso de estas aves son los (AGV). En ciegos e intestino grueso se han
encontrado cantidades relativamente altas de acetato, concentraciones menores
de propionato y butirato y trazas de isobutirato, isovalerato y valerato.

En los avestruces la posición distal del colon y los ciegos, hace que la absorción
de vitaminas, minerales y especialmente aminoácidos derivados de la
fermentación de la fibra, se realice pobremente, a diferencia de lo que ocurre en el
intestino delgado y particularmente el duodeno.

En otras palabras, los avestruces utilizan muy bien la fibra de los forrajes, pero
debido a su anatomía digestiva diferente, no pueden usar la proteína, los
minerales y las vitaminas de los forrajes como el caso de los rumiantes.
 Descripción de los compartimentos gástricos:

ESOFAGO

El bolo deglutido pasa junto con la saliva a la faringe que es un pasaje común a
las vías respiratorias y digestivas y baja al estómago por el esófago. Este es un
órgano tubular que une la faringe con el estómago. Su longitud aproximada es de
0,90 a 1,05 metros y su diámetro potencial en la misma especie de 5 a 7 cms.
Está formado por 3 capas de las cuales la intermedia muscular, produce ondas
que facilitan el traslado del bolo.

RUMEN Y RETICULO

El rumen presenta una capacidad total en un bovino adulto de 100 a 250 lts.
Ocupa la mayor parte del lado izquierdo de la cavidad abdominal y se encuentra
en contacto directo con el ijar izquierdo, limitado dorsalmente por el techo
abdominal y ventrálmente con el suelo abdominal. El rumen actúa como una
cámara de fermentación microbiana y además es el lugar principal de asimilación
de ácidos grasos de cadenas cortas.

Internamente el rumen, se encuentra dividido en sacos: dorsal y ventral, por los


pilares; estos son pliegues de la pared, reforzados por fibras musculares, que
corresponden a los surcos en la cara externa del rumen.
Los pilares encontrados son: pilar anterior y posterior, que son los principales,
pilares derecho e izquierdo, pilares coronarios dorsal y ventral, y el pliegue
ruminoreticular.

La superficie interna del rumen es de tipo epitelial, presenta un color pardo,


excepto en los bordes de los pilares, se encuentra incrustada de grandes papilas
que llegan a medir hasta 1 cm de longitud, sin embargo, los bordes de los pilares y
una parte del saco dorsal están desprovistas de papilas, la disposición papilar se
encuentra más desarrollada en los sacos ciegos. La mayoría de las papilas son
foliadas y cónicas, algunas son filiformes y estrechas.

Los movimientos de esta cámara al igual que del retículo, facilitan la mezcla de la
ingesta y haciendo que el líquido ruminal la humedezca continuamente
manteniéndola en contacto con la flora ruminal. También facilitan el eructo, la
regurgitación y el paso del alimento hacia el omaso. El movimiento del mezclado
se inicia con una contracción del retículo, seguida de una de los sacos anterior y
dorsal del rumen, la ingesta se dirige posterior y ventralmente; instantes más
tardes se produce el eructo, para lo cual los sacos posterior ventral y dorsal se
contraen, forzando a la ingesta hacia arriba y adelante.

Los gases son dirigidos también hacia el esófago con esta contracción, en ese
momento el orificio esofágico se dilata y los gases son expulsados a la atmósfera,
previa inhalación pulmonar. La rumia es un reflejo que consta de cuatro acciones
diferentes: regurgitación, reinsalivación, remasticación y redeglución.

El contenido ruminal se clasifica en tres estratos:

Superior: El cual contiene partículas gruesas y alimento del día.

Medio: Con partícula s de densidad y tamaños intermedios. Inferior: Conteniendo


líquidos, partículas finas y la ingesta del día anterior

El contenido del estrato inferior, es el que pasa al omaso para la subsecuente


digestión.

OMASO

No se conoce en forma clara cuál es la función del omaso, aunque al parecer es la


de ayudar en la función de reducir el tamaño de las partículas del alimento
digerido, además de que interviene en el control del paso del bolo alimenticio
hacia el tubo digestivo inferior y extraer los líquidos retenidos en la ingesta. Sus
láminas y papilas, pueden funcionar como una comunicación directa entre el
retículo y el abomaso para los líquidos y alimentos finamente triturados. El omaso
es una estructura de forma elipsoidal, situado enteramente a la derecha del plano
medio, a nivel de las 7ª – 11ª costillas. Se relaciona sobre todo con el diafragma y
el hígado, además del rumen, retículo y abomaso. La parte interna del omaso, se
encuentra ocupada por aproximadamente 100 pliegues longitudinales llamados
láminas del librillo, las cuales emergen de la curvatura mayor y los lados. Las
láminas mayores (12 aprox.) tienen un borde convexo de inserción y un borde
ventral libre cóncavo. El alimento es comprimido en placas delgadas en los
pequeños espacios existentes entre láminas, para ser triturado finalmente por las
numerosas papilas córneas redondeadas que se encuentran en las superficies de
los pliegues.

LIBRILLO U OMASO: Se caracteriza por sus pliegues, las láminas del librillo ( ±
100) cubiertas de papilas córneas. Acá se produce la absorción de líquidos a fin
de que el material llegue más concentrado al cuajar y no se diluyan las enzimas.

ABOMASO

La función del abomaso es similar al estómago de los no – rumiantes, con la


secreción de ácido clorhídrico y pepsina, mismas que inician el proceso de
degradación de las proteínas tanto de sobrepaso como microbianas. A diferencia
del estómago de monogástricos, los pliegues abomasales previenen la
estratificación de la ingesta, lo que aunado a la naturaleza semilíquida de la
misma, la exponen al proceso hidrolítico en un menor tiempo. El abomaso es un
saco largo que se halla en su mayor parte sobre el suelo del abdomen. El fondo de
este, se halla en la región xifoidea en relación con el retículo. El cuerpo, se
extiende ventralmente entre el rumen y el omaso; la porción pilórica, se inclina
dorsalmente uniéndose al duodeno mediante el píloro. La cavidad del abomaso se
encuentra revestida en su área inicial (región glandular) por una membrana
mucosa glandular blanda, que forma una docena o más de pliegues espirales. La
segunda área (región pilórica) es más estrecha y su aspecto es parecido a la de la
región correspondiente en el estómago del caballo.

CUAJAR O ABOMASO: Es semejante al estómago de los monogástricos pero con


más forma de tubo. Segrega ácido clorhídrico y pepsina que ataca las proteínas.

Se digieren aquí las bacterias y los protozoarios formados en el rumen. El pH


oscila entre 2 y 3, acidez óptima para la acción de la pepsina.

INTESTINO DELGADO
Es un tubo que conecta el estómago con el ciego, se encuentra suspendido de la
parte dorsal de la cavidad abdominal mediante un pliegue de peritoneo llamado
gran mesenterio, a la derecha del plano mediano. Tiene una longitud equivalente a
20 veces aproximadamente la longitud del cuerpo del animal y un diámetro de 5 a
6 cm aprox.. Consta de tres partes: Duodeno, yeyuno a íleon. En el intestino
delgado se lleva a cabo la mayor parte de la absorción de nutrimentos, además es
el órgano en donde se lleva a cabo la digestión principalmente proteica. El
intestino delgado se encuentra constituido de cuatro capas: serosa, muscular,
submucosa y mucosa. Presenta tres tipos principales de glándulas, los cuales son:
Glándulas intestinales, glándulas duodenales y placas de Peyer.

El duodeno es la parte fija del intestino y la más cercana al abomaso, en él se


encuentran insertados los conductos pancreático y biliar para la liberación de
enzimas como tripsina y quimotripsina. El duodeno tiene una longitud aproximada
de un metro de longitud formando una curva en forma de “S”.

El yeyuno es aproximadamente el 90% de la longitud total del intestino delgado,


no presenta una demarcación bien definida ni con el duodeno ni con el íleon. El
yeyuno e íleon forman la parte mesentérica de los intestinos y de encuentran
generalmente en posición dorsal izquierda de la cavidad abdominal.

INTESTINO GRUESO

El intestino grueso del rumiante no presenta cintas ni saculaciones. En su mayor


parte se encuentra situado en la porción derecha dorsal de la cavidad abdominal.
Principalmente funciona como órgano de absorción de agua y concentración de
contenido intestinal. Se encuentra formado por ciego, colon y recto. El ciego
presenta una longitud media de 75 cm, y un diámetro de 12 cm. El colon tiene una
longitud promedio de 10 mts, si diámetro es al principio igual que el del ciego, pero
disminuye después 5 cm aprox. En su mayor parte se encuentra dispuesto en
dobles asas elípticas unidas entre sí por tejido areolar. El recto está cubierto con
peritoneo hasta a nivel de la primera vértebra coccígea, la porción retroperitoneal
se halla circundada por cierta cantidad de grasa. El recto es esencialmente un
órgano de almacenamiento donde los productos fecales son retenidos hasta que
la cantidad acumulada estimula el control nervioso de la defecación. El ano es la
terminación posterior del tracto digestivo y consta de dos músculos esfinterianos y
un músculo retractor.

LA BOCA

La primera porción del conducto alimenticio está formado por la boca, que
contiene la lengua y los dientes. La lengua de los rumiantes es especialmente
larga en su porción libre y cubierta por diferentes tipos de papilas que le dan una
marcada aspereza y la convierten en el principal órgano de aprehensión. Es decir
que la lengua sale de la boca, rodea al pasto y lo atrae hacia adentro. La
dentadura de los rumiantes carece de caninos e incisivos en el maxilar superior y
éstos están reemplazados por una almohadilla carnosa. Los incisivos inferiores
están implantados en forma no rígida de modo de no lastimar la almohadilla. Los
incisivos sujetan entonces el pasto contra el rodete superior y el animal corta el
bocado mediante una movimiento de cabeza. Este bocado es ligeramente
masticado, mientras el animal sigue comiendo. Cuando ha juntado varios bocados
formando un bolo de aproximadamente 100 gramos incluyendo la saliva, éste es
deglutido.

La secreción salival contiene distintos tipos de glándulas (parótidas, molares,


bucales, palatinas, sublingual, submaxilar, labial, faríngea) pero se pueden
clasificar según el tipo de secreción en mucígenas y alcalígenas. La secreción
mucilaginosas tiene por objeto humedecer el bolo y facilitar la masticación y la
deglución mientras que la saliva alcalina, formada especialmente por carbonatos,
bicarbonatos y fosfatos mantiene el pH del rumen en un rango estrecho, cercano a
la neutralidad, y actúa del mismo modo que el bicarbonato que se toma
habitualmente para evitar la acidez estomacal. Además la saliva contiene urea lo
que permite mantener un nivel de nitrógeno más o menos constante en el rumen.
La secreción salival de los rumiantes es muy abundante y variable. Se calcula que
en bovinos oscila entre 90 y 190 litros por día según diversos autores.

Se puede distinguir una secreción basal de ritmo constante, independiente del


control nervioso y una secreción de ritmo variable dependiente de estímulos
nerviosos provenientes de la zona terminal del esófago o de parte del rumen para
las glándulas alcalígenas, mientras que las mucígenas responden a estímulos
producidos por alimentos en la boca.

PROCESO DIGESTIVO

El bolo llega entonces al cardias, este se abre y el alimento entra al retículo.


Desde acá el bolo se moverá por contracciones de las capas musculares que
rodean el rumen. Las contracciones se propagan por ondas y se producen
siguiendo una secuencia constante. Cada contracción se repite con un intervalo
aproximado de un minuto, menor cuando el animal come y mayor cuando el
animal descansa. Se produce primero una contracción incompleta del retículo y
luego una segunda contracción más completa que hace pasar al alimento por
sobre el pliegue rúmino-reticular. El alimento recién ingerido, más seco que la
masa y de menor densidad, se aloja en el saco dorsal o en alguno de los sacos
ciegos, adonde es empujado por la contracción del saco dorsal, que es simultánea
con la del retículo. Finalmente se produce una contracción del saco ventral que
empuja la digesta más líquida hacia arriba, mojando el alimento más seco,
llevando los microorganismos, y al mismo tiempo lavando hacia abajo las
substancias ya disueltas y las partículas más pequeñas. En la próxima contracción
estas partículas serán llevadas al retículo y en la segunda contracción reticular , en
que se abre el orificio retículo omasal pasaran al librillo .

Imagen. Compartimentos gástricos de rumiantes


 Fisiología del ciclo de la rumia:

La rumia consiste en regurgitar el alimento consumido para masticarlo y mezclarlo


con saliva, reduciendo el tamaño de partícula y exponiendo los carbohidratos en la
fibra para una fermentación bacteriana realizada por los microorganismos que
viven en el estómago, de esta forma los rumiantes aprovechan de forma muy
eficiente los nutrientes de los alimentos. El tiempo de rumiación es variable,
dependiendo del tipo de alimento que ha consumido el animal, por lo general,
cada rumiación demora aproximadamente 30 minutos, en este lapso llega a
masticar de 40 a 80 veces el bolo alimenticio, la rumia se repite 10 a 15 veces al
día.

Es un reflejo que consta de cuatro acciones diferentes:

 Regurgitación

 Reinsalivación

 Remasticación

 Redeglución

Se inicia principalmente por el contacto del alimento grueso con los receptores
nerviosos de la pared ruminal. Durante la fase de regurgitación, el cardias se
inunda de ingesta como resultado de una contracción del retículo; al mismo
tiempo, se presenta un esfuerzo de la glotis cerrada, creando una presión negativa
en el tórax. En el momento preciso el cardias se abre y un bolo de digesta es
pasado el esófago, de donde es transportado hacia la boca por contracciones
peristálticas del esófago. Una vez en la boca, el fluido en exceso es expulsado del
bolo y se redeglute, la remasticación comienza y terminando está el bolo es
redeglutido y se reinicia el proceso.

El contenido ruminal se clasifica en tres estratos:

- Superior: El cual contiene partículas gruesas y alimento del día.

- Medio: Con partícula s de densidad y tamaños intermedios.

- Inferior: Conteniendo líquidos, partículas finas y la ingesta del día anterior.


Pasa al omaso para la subsecuente digestión.
Imagen. Fases de la digestión

 Gotera esofágica:

El surco reticular o también llamado gotera esofágica es una estructura anatómica


de los terneros, corderos, cabritos y otras especies de rumiantes, cuya máxima
funcionalidad se manifiesta en la etapa de lactante. El cierre de este surco
asegura que los alimentos lácteos (leche, sustituto lácteo o suero reconstituido) se
dirijan directamente por el orificio retículo – omasal al abomaso, eludiendo su
pasaje al retículo–rumen, lugar donde se cumplen los procesos de coagulación de
la caseína y la primera etapa de la hidrólisis lipídico–proteica de la leche. El cierre
insuficiente de la gotera esofágica provoca trastornos digestivos que conducen a
una sintomatología clínica gastroentérica, la cual frecuentemente se acompaña
con dilatación ruminal por fermentación bacteriana de la leche. Esta situación
conduce al timpanismo, que trae aparejados pérdida de peso, falta de crecimiento
y hasta la muerte de los animales.

El surco reticular se inicia en el cardias y se dirige ventralmente, terminando en el


orificio retículo – omasal. Se halla situado en la curvatura menor de la redecilla y
se distinguen algunas capas como la capa mucosa, submucosa, muscular y la
serosa.
Figura. Identificación de la gotera esofágica

 Función de la flora y fauna (microbiota) de todas las especies y

rumiantes:

La proteína metabolizable es la proteína verdadera que el intestino absorbe y que


es proporcionada por la proteína microbiana, la proteína no degradable en el
rumen y, en menor medida, la proteína (endógena) eliminada; la proteína
microbiana normalmente representa la principal fuente de suministro de proteína
metabolizable.

El ambiente anaeróbico reducido que existe en el rumen permite el desarrollo de


distintos tipos de microbios compuestos principalmente de bacterias, protozoarios,
hongos y arqueas.

MICROORGANISMOS DEL RUMEN


Los microorganismos del rumen son esencialmente bacterias y protozoarios. Las
primeras son las más importantes y su concentración puede llegar a cien mil
millones por centímetro cúbico. La concentración y el tipo de bacterias dependen
de la dieta pues si bien están presentes siempre muy variadas especies, el
porcentaje en que se halla cada una de ellas es muy variable. Se puede
considerar al rumen como una enorme cuba de fermentación, con condiciones de
temperatura constante (39ºC, 1ºC más que la temperatura del animal debido al
calor desprendido por la fermentación), y anaerobiosis, es decir, exclusión del aire
por los gases producidos por la fermentación. La acidez es más variable pues los
productos finales de la acción bacteriana son ácidos grasos volátiles (acéticos,
propiónico y butírico) los cuales son neutralizados por la saliva. Si el alimento es
muy digestible, la gran producción de ácidos grasos volátiles no alcanza a ser
neutralizada y el pH baja a 6 y aún 5,5 en casos extremos, mientras que con
dietas de mayor contenido en celulosa la producción de ácido es más lenta y la
producción de saliva mayor de modo que el pH se mantiene aproximadamente en
6,8. En el primer caso tenderán a aumentar las bacterias productoras de ácido
propiónico, mientras que en el segundo predominarán las productoras de ácido
acético. Estos ácidos, producto de deshecho para las bacterias, son la principal
fuente de energía para el rumiante y, como veremos más adelante, son utilizados
por éste con distinta eficiencia para los diferentes procesos. Los protozoarios se
hallan en mucha menor concentración que las bacterias y su función es menos
definida. La población microbiana no sólo degrada alimentos sino que sintetiza sus
propias proteínas, aún a partir de nitrógeno no proteico. Esto hace que sea poco
importante la calidad de la proteína que se suministra al animal dado que no se
registran en la práctica deficiencias de aminoácidos esenciales, pues estos son
sintetizados por las bacterias, lo cual permite usar fuentes de nitrógeno muy
económicas (tales como urea, biuret, etc.) para satisfacer los requerimientos en
proteína del rumiante. También se sintetizan en el rumen todas las vitaminas del
grupo B y la K, haciendo al animal independiente de su aporte por la dieta

Población microbiana

La población microbiana en el rumen es variable, predominando las bacterias y


protozoarios ciliados, pero puede aparecer una cantidad considerable de
levaduras.

En general, y debido a las condiciones que prevalecen en el rumen, la mayor


parte de los microorganismos son anaerobios o anaerobios facultativos. Algunos
de los géneros bacterianos más importantes, por su capacidad para degradar a los
principales carbohidratos (glúcidos) de los alimentos son: bacterioides,
ruminococos, succinomonas, ciertos clostridios, celobacterias y butirivibrio. Los
protozoarios más comunes en el rumen pertenecen a los géneros: isotriquia,
dasitriquia, diplodinio y entodinio. En rumiantes jóvenes también se encuentran
protozoarios flagelados, monocercomonas, calimastix; quilomastix,
tetratricomonas, etcétera. Las bacterias del rumen se han agrupado, según el
sustrato que fermentan en forma predominante, de la siguiente manera:

1.- Bacterias celulolíticas. Son las que producen celulosa, que es una enzima
extracelular capaz de hidrolizar los enlaces beta de la celulosa, produciendo
celobiosa. Algunas de ellas también aprovechan la celobiosa por la producción de
celobiosa que a su vez libera glucosa. Este tipo de bacterias se encuentran en
concentraciones altas en el rumen de animales alimentados con forrajes que
contienen mucha fibra. Muchas de las bacterias de este grupo también degradan
el almidón.

2.- Bacterias hemicelulolíticas. Son bacterias capaces de degradar a las


hemicelulosas, liberando las pentosas, hexosas y ácidos urónicos, convirtiéndolos
en glucosa o fructosa. Muchas de ellas son capaces de degradar además a la
celulosa.

3.- Bacterias amilolíticas. Éstas utilizan los almidones como sustrato, pues poseen
una amilasa que hidroliza enlaces alfa 1-4 produciendo maltosa, que por acción de
la maltasa se convierte en glucosa.

4.- Bacterias que utilizan azúcares solubles. Éstas dependen de la actividad de las
anteriores, que son las que producen glucosa, xilosa y otros azúcares solubles a
partir de las celulosas, almidones, hemicelulosas, etcétera, transformándolas en
ácidos grasos volátiles.

5.- Bacterias proteolíticas: Producen enzimas hidrolíticas que rompen enlaces


peptídicos, liberando péptidos y finalmente ácidos aminados.

6.- Bacterias lipolíticas: Poseen esterasas que hidrolizan a los triglicéridos,


fosfolípidos y ésteres de ácidos grasos.

7.- Bacterias que utilizan ácidos: Actúan sobre los productos finales de la actividad
de bacterias de los grupos anteriores, utilizando como sustrato diferentes tipos de
ácidos, por lo que ayudan a su eliminación del medio. Además, hay otros tipos de
bacterias capaces de producir amoniaco a partir de los ácidos aminados, por
mecanismos de desaminación; las metanogénicas que producen metano a partir
de hidrógeno y bióxido de carbono y otras que sintetizan vitaminas.
Además, los microbios ruminales son una importante fuente de otros nutrientes
para los rumiantes. Los principales componentes químicos de los
microorganismos ruminales son el nitrógeno, los carbohidratos, los lípidos y la
ceniza. El contenido de materia orgánica, nitrógeno y aminoácidos de las diversas
bacterias mezcladas en el rumen se incrementa reduciendo la proporción de
forraje en la dieta. Estas variaciones podrían deberse a la diferencia en la especie
de bacterias resultantes de diferentes dietas.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA SINTESIS DE LA PROTEINA MICROBIANA

El crecimiento microbiano ruminal depende de su capacidad de degradar y


fermentar los ingredientes del alimento. Las células bacterianas tienen diversos
sistemas de transporte para absorber los nutrientes de bajo peso molecular y
solubles como los azúcares. Debido a que los ingredientes del pienso están
compuestos principalmente de polímeros complejos tales como almidón, proteína
y celulosa, estos polímeros son primero degradados por enzimas extracelulares a
sustancias de bajo peso molecular que son utilizadas luego por las bacterias.

EQUINOS

El microbioma se define como la comunidad de microorganismos, junto con sus


genes y metabolitos que habitan en un nicho ecológico dado.
Los principales componentes de la microbiota intestinal son bacterias, hongos,
levaduras y virus (viroma intestinal)

PROTOZOOS

El primer microorganismo del intestino que se estudió en el caballo fueron los


protozoos del ciego y del colon, que fueron descritos en 1843 por Gruby y
Delafond. Estos autores describieron en su inicio 7 especies de protozoos, pero a
día de hoy se conocen alrededor 72 especies principalmente de la clase Ciliata
(Julliand & Grimm, 2016). La concentración de protozoos en el ciego esta entre 10
3 y 105 por mililitro (Dicks et al., 2014) y participan de forma muy importante en la
digestión de la fibra ya que son capaces de digerir la hemicelulosa y las pectinas
(Frape, 2007).

Describieron por primera vez el bacterium intestinalis equi como la bacteria


dominante en el intestino del caballo. Después Choukevitch en 1911 describió por
primera vez el papel de las bacterias intestinales del caballo definiendo el papel
fibrolítico de las bacterias fecales (Julliand & Grimm, 2016.

En cuanto a la composición de la microbiota intestinal podemos decir que varía en


función del tramo intestinal en el que habitan, cambiando de un compartimento a
otro. en el estómago el filo predominante es el Firmicute siendo Lactobacillus,
Sarnia y Streptococcus los principales géneros de este filo predominante.

Por otro lado, en el intestino delgado el filo mayoritario al igual que en el estómago
es el Firmicute, aunque en el duodeno destacan los géneros Lactobacillus y
Streptococcus mientras que en el íleon predominan las proteobacterias. Estos
cambios son en parte debidos a las diferencias ostensibles de acidez dentro del
intestino delgado.

En el intestino grueso del caballo, el ciego y colon se comportan como verdaderas


cámaras fermentativas de la fibra vegetal por lo que la complejidad de su
microbiota es mucho mayor con respecto al intestino delgado. La concentración de
bacterias en el ciego y colon es de 109 por gramo de alimento y los filos
predominantes son Firmicutes, Verrumicrobia y Fibrobacter. Dentro del filo de los
Firmicutes destacan por su importancia la clase de los Clostridiales, siendo las
familias más destacadas por la implicación que tienen en la salud gastrointestinal.

En el intestino grueso destacan la producción de ácidos grasos volátiles (butirato,


propionato y acetato), provenientes de la digestión de la celulosa. Desequilibrios
en la fermentación de ésta, pueden inducir cambios de pH favoreciendo la
proliferación de bacterias lácticas y Gram positivas lo cual se ha relacionado con
desencadenamiento de patologías como el cólico o la laminitis
HONGOS

Las primeras levaduras aisladas en intestino grueso se descubrieron en 1961 por


Batista. Los principales géneros que se encuentran en el intestino grueso son
Neocallimastix, Piromyces, Caecomyces y Anaeromyces. Se ha observado que las
especies Piromyces equi y Piromyces citronii parecen tener una alta actividad
fibrolítica in vitro.

El viroma desarrolla funciones importantes de regulación en la microbiota ya que


pueden infectar bacterias induciendo cambios en su metabolismo e incluso son
capaces de infectar células intestinales induciendo su apoptosis. El viroma se
sigue estudiando debido a su alta capacidad de regulación de la microbiota.

ARCHEA

Este reino fue descrito por Morvan et al., 1996 y está presente en el intestino
grueso del caballo siendo más abundante su presencia en el colon dorsal derecho
que en el ciego. Los principales órdenes del grupo metanogénico que habitan en
el intestino son Methanobacteriales, Methanomicrobiales y Methanoplasma y usan
el hidrogeno y el dióxido de carbono para producir metano pudiendo acelerar la
degradación de los carbohidratos.

CONEJO

Los estudios en conejos se han centrado en la caracterización de las comunidades


microbianas del ciego, ya que el ciego es la principal cámara de fermentación del
tubo digestivo, y por otra parte el ciego del conejo está particularmente
desarrollado en comparación con otros monogástricos.

El ciego de conejo contiene una proporción mucho mayor de bacterias vivas que
otras partes del tracto intestinal, debido a la presencia de las heces blandas
ingeridas directamente del ano.

La microbiota intestinal del conejo contiene cientos de miles de millones de


microorganismos por gramo, de más de 1.000 especies diferentes. La asignación
taxonómica muestra que las principales fyla presentes en el ciego son Firmicutes
(76,42%), Tenericutes (7,83%) y Bacteroidetes (7,42%), mientras que el reino
Archaea se presentó en un bajo porcentaje (0,61%).

Las consecuencias sobre el crecimiento han sido examinadas por Zeng et al.,
quienes compararon microbiota de alto peso y bajo peso de conejos Rex, y
descubrieron que varios grupos bacterianos estaban sobrerrepresentados en
heces duras de conejos con alto peso. También encontraron grupos bacterianos
relacionados con el crecimiento.
AVES

El tracto gastrointestinal (TGI) de los polluelos recién nacidos no es estéril, ya que,


para ese momento, la microbiota se ha implantado a través de diferentes vías
como son: la transmisión desde la madre en el oviducto y desde el medio
ambiente a través de los poros en la cáscara de huevo. La gallina puede inocular
entre otros los géneros lactobacillus, clostridium y propionibacterium antes de que
se forme la cáscara del huevo, o bien, cuando los embriones consumen el líquido
amniótico, incluso en condiciones comerciales. En el caso de las aves comerciales
recién nacidas, no presentan un tracto intestinal intensamente colonizado por
diferentes bacterias, en comparación con aves de otros sistemas alternativos de
producción. Esto es importante, ya que muchos han descrito que una gran
diversidad de bacterias podría ser indicativa de un mejor estado de salud en los
animales y los humanos.

La siguiente forma de inoculación de la MI viene inmediatamente después de la


eclosión, al ser expuestos a todos los microorganismos ambientales (incubadora,
transporte, manejo y vacunación), dónde puede haber algunos patógenos, para lo
cual los anticuerpos maternos suministrados a través de la yema (IgY) pueden
proteger al ave, además de ayudarle a activar su sistema inmune  Una vez dentro
de la granja, el cambio en la microbiota será significativo pues el ave será
expuesta a una dieta y un nuevo ambiente. Como mencionamos previamente, la
composición inicial de su MI está compuesta principalmente por Lactobacillus. A
los 7 días aparecen, o comienzan a ganar predominancia, nuevos integrantes
como Lachnospiraceae y Enterococcus. Para la segunda semana de vida, el
intestino y los ciegos ya presentan grupos bacterianos diferentes, lo que indica un
desarrollo y maduración del tracto intestinal, principalmente debido a que se han
establecido las diferentes condiciones a lo largo del TGI, como son: pH,
anaerobiosis (relación O2, C02 y H2), presencia de surfactantes y metabolitos
bacterianos como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), por lo tanto, es aquí
en donde comienza la diferenciación de la microbiota de forma espacial a través
del sistema digestivo del ave. Finalmente, durante la fase de la engorda o
crecimiento, la dieta podría considerarse el principal factor de recambio de la
microbiota intestinal.  A los 21 días se da la proliferación y dominancia
de Lactobacillus a lo largo del intestino, y en la fase final, un aumento de los
diferentes Clostridium en la parte distal del intestino y ciego.

CANIDOS Y FELINOS

La microbiota GI incluye los tres dominios principales de la vida (Archaea, Bacteria


y Eukaryotes), pero las bacterias constituyen el grupo de microorganismos más
abundante y metabólicamente activo en el tracto GI. Por ejemplo, un estudio
metagenómico reciente mostró que las bacterias pueden representar hasta el 98
% de toda la microbiota fecal en perros, mientras que Archaea, eucariotas y virus
representan solo alrededor del 2 %.

El intestino grueso contiene grupos bacterianos principalmente dentro de los filos


Firmicutes y Bacteroidetes. También se identifican con frecuencia otros filos como
Actinobacteria, Proteobacteria, Fusobacteria, Spirochaetes, Verrucomicrobia,
Cyanobacteria y Tenericutes.

EN GATOS: Estómago. Tradicionalmente se pensaba que el estómago de los


animales carecía de un ecosistema microbiano complejo. Un estudio  mostró que
el estómago del 91% de los gatos domésticos (n=58) eran positivos para el
género Helicobacter (Neiger et al 1998), lo que sugiere una alta incidencia de este
grupo bacteriano en el estómago felino. En otro estudio, se demostró que los
gatos y los perros están predominantemente colonizados por H.
heilmannii (Priestnall et al 2004), pero otras especies (p. ej.,H. felis, H.
bizzozeronii, H. salomonis, H. pametensis) 

Intestino delgado: Los coliformes, Streptococcus,


Enterococcus y Lactobacillus fueron los grupos predominantes de bacterias a lo
largo del tracto GI felino. Otros estudios anteriores sugirieron
que Bacteroides y Clostridium spp. Fueron las bacterias más comunes en el
duodeno de los gatos.

Intestino grueso: La microbiota fecal de los gatos estaba dominada por


Actinobacteria (53 %) y Firmicutes (40 %) 

EN PERROS: Estómago. Un estudio publicado el año pasado mostró que el


estómago de perros sanos alberga una microbiota diversa (se identificaron al
menos 4 phyla), evaluada mediante 454-pirosecuenciación. A pesar de esta
diversidad, un solo género (es decir, Helicobacter) fue con mucho el más
predominante (98% de toda la microbiota gástrica). 

Intestino delgado: La presencia de al menos cuatro filos bacterianos diferentes en


el tracto intestinal de los perros, a saber, Firmicutes (47,7 %), Proteobacteria (23,3
%), Fusobacteria (16,6 %) y Bacteroidetes (16,6 %) (Curiosamente, estas
proporciones diferían según el compartimento intestinal analizado, con el duodeno
y el yeyuno que contenían más del 50 % de Firmicutes, mientras que el íleon y el
colon solo albergaban ~30 % de este filo.

Intestino grueso. Algunos estudios sugieren que, en las heces, los Firmicutes


representan la gran mayoría (> 90 %) de la microbiota fecal en perros.
 Función de los ácidos grasos volátiles y su fase gaseosa en el
fenómeno del Timpanismo:

Durante la fermentación se producen en el rumen 2 gases: anhídrido carbónico y


metano. Estos gases son eliminados por vía sanguínea o por medio de la
eructación. Esta última ocurre por una contracción del saco dorsal En las
investigaciones de fisiología de la digestión se utiliza una vaca con fístula ruminal.
La intervención no afecta la vida del animal ni su capacidad reproductiva. En esta
foto se quitó la tapa de la fístula y puede observarse el contenido del rumen
diferente de las del ciclo e intercalada entre ellas. La mayor parte del gas se
desplaza hacia el retículo, el cardias se abre y el gas se escapa mientras que la
digesta es retenida por el pliegue retículo ruminal. La distensión del rumen actúa
como estímulo para iniciar el proceso de eructación. En ciertos casos se produce
espuma que impide al nivel de la digesta bajar suficientemente para dejar libre la
entrada al esófago (cardias), los gases no pueden salir y continúan acumulándose
hasta producir la muerte si no se los hace salir por medios artificiales. Esto es el
empaste.

Los carbohidratos más abundantes en las raciones para rumiantes son


polisacáridos, celulosa, hemicelulosa, pectinas, fructanas y almidones. En base a
materia seca, la celulosa puede alcanzar de 20 a 30% de los carbohidratos, las
hemicelulosas de 14 a 17% y las pectinas hasta 10%. Son pocos los productos
vegetales que tienen cantidades considerables de sacarosa (la caña de azúcar es
uno de ellos) y menos aun los que contienen glucosa. La proteína de la dieta
también puede contribuir a la producción de ácidos grasas volátiles, especialmente
en aquellas raciones con un contenido proteico elevado. Su participación es a
través de la degradación de los ácidos aminados hasta metabolitos capaces de
convertirse en ácidos grasas volátiles. Sin embargo, se carece de datos
cuantitativos al respecto.

En el rumen, la producción de los ácidos grasos volátiles depende de la


composición de la ración, la actividad microbiana, el pH del medio y la frecuencia
de ingestión de alimentos. En general, las raciones a base de forraje producen
menos cantidad de ácidos grasos volátiles, en contraposición con aquéllas a base
de concentrados de alto contenido de proteínas o de carbohidratos fácilmente
fermentables. La mayor concentración de ácidos grasos volátiles en el rumen se
observa después de que han transcurrido de 3 a 6 horas de la ingestión del
alimento, si éste es ofrecido una sola vez al día. La producción de ácidos grasos
volátiles disminuye conforme aumenta el pH del rumen.

La cantidad de ácidos grasos volátiles presentes en el líquido ruminal en un


momento dado depende, además de los factores anteriores, de la absorción de los
ácidos a través de la pared del rumen, o de su paso a los otros compartimentos.
La proporción de cada uno de los ácidos grasos volátiles en la mezcla varía con la
calidad, cantidad y aun la textura de los componentes de la ración alimenticia; el
sustrato predominante en la ración tiene una influencia marcada. La proporción
molar de ácido acético es elevada, entre 60-75%, cuando se suministran raciones
a base de forraje o pastos sin picar o en trozos grandes.

Por lo general, la adición de concentrados a las raciones a base de forraje causa


una disminución en la concentración de ácido acético, que es compensada con un
aumento en la de propiónico o de butírico. Este efecto no es constante, ya que se
presentan variaciones entre individuos y de un concentrado a otro. El aumento en
ácido propiónico se observa cuando la cantidad de concentrado adicionada es
elevada y su composición es a base de granos con gran cantidad de almidón,
especialmente si han sido tratados previamente con calor.

 Proceso de la
digestión de
las aves:

Las aves tienen una


estructura
llamada buche, la cual
es un ensanchamiento
del esófago y
cumple la función de almacenar el alimento antes de ser digerido. Esto les permite
a las aves recolectar rápidamente el alimento evitando una posible acción de los
depredadores mientras come. Los avestruces no poseen esta estructura, es decir,
no tienen buche, por lo tanto su alimentación debe ser en forma más constante y
no de una sola vez. Se puede decir que las aves y los avestruces tienen dos
estómagos. Uno glandular con características similares al de los mamíferos con
secreción de HCI , enzimas proteolíticas , etc., llamado proventrículo y otro
estómago muscular encargado de la maceración del alimento , que logra su
objetivo gracias a la acción conjunta de los movimientos musculares y la acción de
las piedras ingeridas por el avestruz (tienen una función de molino). Este
estómago muscular es la molleja.

En los avestruces el vaciamiento del hígado se realiza directamente al intestino


delgado, ya que carecen de vesícula biliar, cuentan con dos ciegos muy
desarrollados, los que contienen microorganismos que les permiten digerir la
celulosa y presentan un gran desarrollo del intestino grueso, lo que ayuda a
aumentar la eficiencia de los ciegos.

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