Jesús sufrió tres pasiones por la humanidad: (1) la pasión del amor para restaurar el amor perdido por el pecado, (2) la pasión del pecado para restaurar la gloria de Dios defraudada, y (3) la pasión a manos de los judíos para restaurar la fuerza perdida por el hombre. Jesús sufrió tanto en el huerto que habría muerto si no fuera por la voluntad de Dios. Al ser arrojado al torrente Cedrón, Jesús se cubrió de aguas ne
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Jesús sufrió tres pasiones por la humanidad: (1) la pasión del amor para restaurar el amor perdido por el pecado, (2) la pasión del pecado para restaurar la gloria de Dios defraudada, y (3) la pasión a manos de los judíos para restaurar la fuerza perdida por el hombre. Jesús sufrió tanto en el huerto que habría muerto si no fuera por la voluntad de Dios. Al ser arrojado al torrente Cedrón, Jesús se cubrió de aguas ne
Jesús sufrió tres pasiones por la humanidad: (1) la pasión del amor para restaurar el amor perdido por el pecado, (2) la pasión del pecado para restaurar la gloria de Dios defraudada, y (3) la pasión a manos de los judíos para restaurar la fuerza perdida por el hombre. Jesús sufrió tanto en el huerto que habría muerto si no fuera por la voluntad de Dios. Al ser arrojado al torrente Cedrón, Jesús se cubrió de aguas ne
Jesús sufrió tres pasiones por la humanidad: (1) la pasión del amor para restaurar el amor perdido por el pecado, (2) la pasión del pecado para restaurar la gloria de Dios defraudada, y (3) la pasión a manos de los judíos para restaurar la fuerza perdida por el hombre. Jesús sufrió tanto en el huerto que habría muerto si no fuera por la voluntad de Dios. Al ser arrojado al torrente Cedrón, Jesús se cubrió de aguas ne
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Enero 22, 1913
Las tres Pasiones de Jesús.
Estaba pensando en la Pasión de mi siempre amable Jesús, especialmente en lo que sufrió en el huerto, entonces me he encontrado toda sumergida en Jesús y Él me ha dicho: “Hija mía, mi primera Pasión fue el amor, porque el hombre al pecar, el primer paso que da en el mal es la falta de amor, por lo tanto, faltando el amor se precipita en la culpa. Por eso el Amor, para rehacerse en Mí de esta falta de amor de las criaturas me hizo sufrir más que todos, casi me trituró, más que bajo una prensa, me dio tantas muertes por cuantas criaturas reciben la vida. El segundo paso que sucede en la culpa es defraudar la gloria de Dios, y el Padre, para rehacerse de la gloria quitada por las criaturas me hizo sufrir la Pasión del pecado, esto es, que cada culpa me daba una pasión especial; si la Pasión fue una, el pecado en cambio me dio tantas pasiones por cuantas culpas se cometerán hasta el fin del mundo, y así se rehizo la gloria del Padre. El tercer efecto que produce la culpa es la debilidad en el hombre, y por eso quise sufrir la Pasión por manos de los judíos, esta es mi tercera Pasión, para rehacer al hombre de la fuerza perdida. Así que con la Pasión del amor se rehizo y se puso en justo nivel el Amor, con la Pasión del pecado se rehizo y se puso a nivel la gloria del Padre, con la Pasión de los judíos se puso a nivel y se rehizo la fuerza de las criaturas. Todo esto lo sufrí en el huerto, fue tal y tanto el sufrimiento, las muertes que sufrí, los espasmos atroces, que habría muerto de verdad si la Voluntad del Padre hubiera llegado a que Yo muriera.” Después continué meditando cuando mi amable Jesús fue arrojado por los enemigos al torrente cedrón. El bendito Jesús se hacía ver en un aspecto que movía a piedad, todo bañado con aquellas aguas negras y me ha dicho: “Hija mía, al crear el alma la vestí de un manto de luz y de belleza; el pecado quita este manto de luz y de belleza y la cubre con un manto de tinieblas y de fealdad, volviéndola repugnante y nauseante, y Yo para quitar este manto tan nauseabundo que el pecado pone al alma, permití que los judíos me arrojaran en este torrente, donde quedé como recubierto dentro y fuera de Mí, porque estas aguas pútridas me entraron hasta en las orejas, en las narices, en la boca, tanto, que los judíos tenían asco de tocarme. ¡Ah, cuánto me costó el amor de las criaturas, hasta volverme nauseabundo a Mí mismo!” Libro de Cielo. Enero 22, 1913 Vol. 11 “Hágase Tu Voluntad En la Tierra Como En El Cielo”
“¡Ah, cuánto me cuesta el hombre! Pero el hombre
ingrato no se ocupa de Mí y no busca comprender cuánto lo he amado y cuánto he sufrido por él, tanto que ni siquiera ha llegado a comprender todo lo que sufrí en la Pasión que me dieron las criaturas, y si no comprenden lo menos, ¿cómo pueden comprender lo más de lo que he sufrido por ellos?” Mayo 8, 1919 Volumen 12
Ahora, el alma a cada pensamiento de mi Pasión, a
cada compadecimiento, a cada reparación, etc., que hace, no hace otra cosa que tomar luz de mi Humanidad y embellecerse a mi semejanza, así que un pensamiento de más de mi Pasión, será una luz de más que le llevará un gozo eterno.” Abril 23, 1916 Vol. 11