Documento de Joha
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La globalización en la conquista
La Nueva España fue un centro minero tan importante que ya para el siglo XVIII producía
el 60 por ciento de toda la plata del mundo. Esto fue crucial para que se diera la primera
globalización económica de la historia, pues multiplicó las interconexiones entre
continentes y le permitió al virreinato mantener intercambios constantes tanto con Europa a
través de España como con China mediante el Galeón de Manila, explica la doctora Pilar
Martínez López-Cano, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
“Incluso África se vio involucrada, pues de ahí se sacó mano de obra esclava para las minas
(en especial durante los siglos XVI y XVII), además de que las relaciones entre Europa y
Asia se intensificaron por el flujo de metales preciosos. De hecho, las remesas generadas en
lo que hoy es México llegaron a ser tantas que sirvieron no sólo para engrosar las arcas del
imperio hispano, sino para mantener a colonias deficitarias como las del Caribe, Florida o
Filipinas, incapaces de generar excedentes o de cubrir sus necesidades. No por nada se le
llamaba a la Nueva España la joya de la corona”
España y la globalización en México
Algunos autores mantienen que la globalización comenzó al principio del siglo XIX, pero
otros muchos sostienen que fue en el siglo XVI, cuando Europa y el este de Asia, las
regiones más pobladas del mundo por entonces, incrementaron fuertemente sus vínculos
comerciales, si bien no directamente sino a través del Nuevo Mundo recién descubierto. El
intercambio comercial creció con el paso de los años y a finales del XVIII había aumentado
mucho a través de los puertos de Acapulco, Lima y Manila.
En los primeros años después del descubrimiento de América, los conquistadores se dieron
cuenta del gran potencial minero que tenía el Nuevo Mundo. Ya Colón en su segundo viaje,
realizado en 1494, solicitó en un memorial elevado a los Reyes Católicos que le
proporcionaran hombres expertos en el lavado con bateas de las arenas de los ríos, pues de
aquellas obtenían los indígenas americanos el oro.
Aunque al principio el oro fue el metal que más llamó la atención de los conquistadores,
poco a poco la plata desplazó al oro al ser mucho más abundante que aquel, de modo que el
valor total de la plata americana fue mucho mayor que el oro en la época colonial.
La pacificación del país, la creación de un marco jurídico que dio certidumbre a las
inversiones nacionales y extranjeras, la construcción de los ferrocarriles que integró a
buena parte del territorio nacional a los principales puertos y a la frontera con Estados
Unidos, fueron pasos fundamentales para la modernización económica del país que
cambiaron la distribución de la población y de la producción. Al mismo tiempo, la
naturaleza de las alianzas que sustentaban al régimen de Díaz hizo de éste una expresión
del liberalismo oligárquico, vulnerable a las presiones de los grupos de interés e insensible
a las demandas de los sectores mayoritarios.
El autoritarismo del régimen, aunado a este carácter oligárquico, explican en gran medida
la ruptura revolucionaria de 1910. El régimen de Díaz decidió incorporarse a la
globalización de su época ante las presiones que ya se dejaban sentir desde Estados Unidos.
No fue en ese sentido una decisión soberana, que formara parte de una estrategia nacional
de desarrollo, sino una decisión política para evitar un conflicto mayor con Estados
Unidos.