Seg Eval. Toma de Decisiones
Seg Eval. Toma de Decisiones
Seg Eval. Toma de Decisiones
La racionalidad es la capacidad de discernir, con base en una serie de elementos de juicio, las
acciones que deben tomarse para el cumplimiento de un determinado objetivo. En el trascurso de
este ensayo encontraremos los fundamentos básicos de la función organizativa en la toma de
decisiones, permitiéndonos aumentar nuestros conocimientos. 4 Con frecuencia se considera que
el gerente, administrador o director debe pensar y decidir racionalmente la forma como puede
dar solución a los problemas de la organización. Los problemas se definen cómo estados de
confusión, de caos y de incertidumbre y en algunos casos, como algo difícil de definir o de
explicar. Por ese motivo, los directivos enfrentan a su vez, un gran problema al tratar de
satisfacer ciertas condiciones antes de entrar a actuar o a decidir acerca de los problemas en
cuestión.
Las Funciones Administrativas de la Toma Decisiones
El Proceso administrativo es un tema muy interesante, puesto que los partidarios de la escuela
del proceso administrativo consideran la administración como una actividad compuesta de
ciertas sub-actividades que constituyen el proceso administrativo único; además teniendo en
cuenta que es el conjunto de pasos o etapas necesarios para llevar a cabo una actividad o lograr
un objetivo.
√ Extensión de la planeación.
Para un gerente y para un grupo de empleados es importante decidir o estar identificado con
los objetivos que se van a alcanzar. El siguiente paso es alcanzarlos. Esto origina las preguntas:
¿de qué trabajo necesita hacerse? ¿Cuándo y cómo se hará? ¿Cuáles serán los necesarios
componentes del trabajo, las contribuciones y como lograrlos? En esencia, se formula un plan o
un patrón integrando predeterminando de las futuras actividades, esto requiere la facultad de
prever, de visualizar, del propósito de ver hacia delante.
• Pronosticar, Establecer las condiciones y suposiciones bajo las cuales se hará el trabajo
La Organización: La organización agrupa y ordena las actividades necesarias para lograr los
objetivos, creando unidades administrativas, asignando funciones, autoridad, responsabilidad y
jerarquías; estableciendo además las relaciones de coordinación que entre dichas unidades debe
existir para hacer óptima la cooperación humana, en esta etapa se establecen las relaciones
jerárquicas, la autoridad, la responsabilidad y la comunicación para coordinar las diferentes
funciones. (División del trabajo y de la coordinación; jerarquización, departamentación,
descripción de funciones).
√ Objetivos cuantificables.
Después de que la dirección y formato de las acciones futuras ya hayan sido determinadas, el
paso siguiente para cumplir con el trabajo, será distribuir o señalar las necesarias actividades de
trabajo entre los miembros del grupo e indicar la participación de cada miembro del grupo. Esta
distribución del trabajo está guiada por la consideración de cosas tales como la naturaleza de las
actividades componentes, las personas del grupo y las instalaciones físicas disponibles.
√ Propósito de la empresa.
√ Factores productivos.
Para llevar a cabo físicamente las actividades que resulten de los pasos de planeación y
organización, es necesario que el gerente tome medidas que inicien y continúen las acciones
requeridas para que los miembros del grupo ejecuten la tarea. Entre las medidas comunes
utilizadas por el gerente para poner el grupo en acción está dirigir, desarrollar a los gerentes,
instruir, ayudar a los miembros a mejorarse lo mismo que su trabajo mediante su propia
creatividad y la compensación a esto se le lama dirección.
• Poner en práctica la filosofía de participación por todos los afectados por la decisión.
√ Establecer estándares.
√ Medición.
√ Corrección.
√ Retroalimentación
Los gerentes siempre han encontrado conveniente comprobar o vigilar lo que sé está haciendo
para asegurar que el trabajo de otros está progresando en forma satisfactoria hacia el objetivo
predeterminado. Establecer un buen plan, distribuir las actividades componentes requeridas para
ese plan y la ejecución exitosa de cada miembro no asegura que la empresa será un éxito. Pueden
presentarse discrepancias, malas interpretaciones y obstáculos inesperados y habrán de ser
comunicados con rapidez al gerente para que se emprenda una acción correctiva
• Transferir datos detallados de manera que muestren las comparaciones y las variaciones.
Entonces todos aquellos que se vinculan de alguna manera para lograr esa intención común a
todos, aplican la acción de administrar, es decir son administradores; y son aquellos que hacen el
uso y aplicación de procesos administrativos en unidades organizacionales, pero no todos aplican
estos pasos con la misma intensidad, esto depende de la ubicación que tengan dentro de la
estructura de la organización.
Por lo tanto es muy importante tener en cuenta el conjunto de fases o etapas sucesivas a través
de las cuales se efectúa la administración, las cuales se interrelacionan y forman el proceso
integral.
Más que un evento, la toma de decisiones es un proceso; esto es, en lugar de un hecho
puntual, aislado, la misma transcurre alrededor de una serie de fases o etapas interconectadas
No obstante, ante una situación de toma de decisiones las personas no actúan necesariamente
de una manera metódica, desde la primera hasta la última etapa; algunas parecen progresar
linealmente mientras que en otras se producen grandes fluctuaciones.
Los teóricos de la elección vocacional -entre ellos Super, Ginzberg y Tiedeman- conciben la
misma como un proceso continuo que evoluciona a través de cierto número de etapas. Otros
investigadores, al estudiar la toma de decisiones generales, la conciben también como un
proceso; entre ellos Irving Janis quien propone un modelo de cinco etapas:
La toma de decisiones comienza cuando una persona se enfrenta a una nueva situación que
implica amenazas (por ejemplo, someterse a una cirugía o dejar de tomar, por razones de salud) u
oportunidades (tal como radicarse en otra ciudad, elegir una carrera o contraer matrimonio). Para
que sea una situación de decisión debe presentarse la posibilidad de escoger -por lo menos- dos
alternativas.
Una actitud deseable en esta fase consiste en examinar si la probable amenaza u oportunidad
es lo suficientemente importante como para justificar el esfuerzo de tomar una decisión al
respecto. Si la respuesta es negativa, la persona continuará con su línea de conducta habitual,
pero si es afirmativa aceptará el reto y optará por otra línea de acción, continuándose así el
progreso a lo largo de las posteriores etapas
Una vez que se acepta que es necesario adoptar una decisión, se analizan los objetivos
relacionados con ella y se buscan las alternativas, opciones o cursos de acción disponibles para
lograr los objetivos relacionados con la decisión.
La actitud provechosa debe ser de apertura, flexibilidad, libertad y creatividad, para generar
opciones que permitan contar con una lista lo suficientemente amplia. Conviene dar la misma
atención a todas las opciones que surjan, por ridículas, incoherentes e improbables que resulten
más tarde, evitando que una evaluación racional y objetiva desempeñe algún papel.
La ayuda externa puede ser muy útil, siempre que la persona no descuide su propia
En esta etapa se estudia cuidadosamente la lista generada en la etapa anterior. Se dejan fluir
libremente los sentimientos y pensamientos que suscita cada una de las alternativas, se analizan y
valoran los mismos, y se establece una relación entre las opciones y las prioridades personales.
En otras palabras, se consideran las ventajas y limitaciones de cada alternativa.
A diferencia de la etapa anterior, acá debe tomar lugar una evaluación racional y objetiva. La
tarea implicada tiene que ver con la recolección y valoración de información personal (a través
de la autoexploración y autoanálisis) e información externa, bien sea social, ocupacional o
educativa, dependiendo de la decisión involucrada, requiriéndose la participación activa de la
persona que elige, en la búsqueda de la información.
Luego de evaluar cada alternativa se cuenta con una opción preferida; la atención se centra
sobre ésta, se percibe como la más idónea y se descartan las otras opciones para allanar el
camino a la elegida.
La toma de decisiones consiste en encontrar una conducta adecuada para resolver una
situación problemática, en la que, además, hay una serie de sucesos inciertos. Una vez que se ha
detectado una amenaza, real, imaginaria, probable o no, y se ha decidido hacer un plan para
enfrentarse a ella, hay que analizar la situación: hay que determinar los elementos que son
relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos y la forma que tenemos
de influir en ellos. Una vez determinada cual es la situación y analizada en profundidad, para
tomar decisiones, es necesario elaborar modelos de acciones alternativas, extrapolarlas para
imaginar el resultado final y evaluar este teniendo en cuenta la incertidumbre de cada suceso que
lo compone y el valor que subjetivamente se le asigna ya sea consciente o automáticamente. Así
se obtiene una idea de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se
han definido y que puede servir para elegir la conducta más idónea como el curso de acción que
va a solucionar la amenazas.