Journa L Americana

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Journa l americana

O THO D ONT I CS
(BH riqhts reserredj

OCTUBRE DE 1953
No. 10

Artículos originales
CEFALOMETRÍA PARA TI Y PARA MÍ

CECIL (j.TEINER , D.D.S., BEvERLY HU. S, CA ir.

) Es significativo, y creo que es apropiado, que la mayoría de la ortodoncia


1 artículos publicados recientemente se han referido directamente, o
indirectamente han hecho uso de, la informació n obtenida del uso de cefaló metros.
De esto podemos estar seguros: El cefaló metro está aquí para quedarse, y aquellos
de ustedes que no está n utilizando la cefalometría en sus prá cticas clínicas
cotidianas ahora deben inclinarse pronto ante su , acepte la carga adicional que
impone y domine sus misterios si desea cumplir con toda su obligació n con sus
pacientes.
Creo que gran parte de la confusió n entre los ortodoncistas clínicos con respecto
a las eephalometrías se deriva del hecho de que la mayor parte de la literatura
que lo considera ha sido escrita por y para los maestros. y trabajadores de
investigació n. Es mi intenció n escribir este artículo en el ú nico idioma que conozco,
"shop talk", con la esperanza de que, por lo tanto, pueda ser mejor entendido por
otros como yo que tratan directamente. con pacientes.
El cefaló metro es obviamente uno de los má s importantes de todos o las
contribuciones hechas hasta ahora para el estudio del crecimiento y el
desarrollo y para la ciencia de la ortodoncia en general. Es la base misma sobre la
que se basan el pensamiento y el conocimiento actuales en ortodoncia. Mucho
cré dito debe ir a la Dra. Holly B. Broadbent para el desarrollo del cefaló metro y a
los Dres. Brodie, Downs, Wylie, Thompson, Margoles, Higley, AditmS, Reidel, Graber,
y otros por el desarrollo de la técnica de su uso y por los sistemas de evaluació n que
lo han hecho ú til.
Es evidente que el cefaló metro no ha sido aceptado con prontitud, ni
generalmente utilizado por ortodoncistas clínicos. Muchos han afirmado que es
una herramienta del laboratorio de investigació n y que las dificultades y el gasto
de su uso en la prá ctica clínica no está n justificados. Muchos han argumentado que
la informació n
nead en las Sextas Journadas Ortodoncicas, Buenos Aires, Argentina, noviembre,
1962,
y en la reunió n del Edward H. Angle Society of Orthodoncia, Vietorla, Canadá , Mayo
1953.
T30 CECIL C. STEINER

obtenido de películas cefaloinétricas, cuando se utiliza con los métodos actuales de


evaluació n, no aporta suficiente informació n para cambiar o influir en sus planes
de tratamiento. ñ luch de su dis«ouraq•ement se deriva de las declaraciones
erró neas de algunos que, al escribir el cefaló metro, han afirmado precisiones que
no existen o asumido beneficios directos que no eran fá ciles de discernir. o uno
debe esperar apostar porla tisfacció n o beneficiarse del aumento del cefaló metro
hasta que tenga firmemente en mente el hecho de que los hallazgos de las imágenes de
rayos X ométricas cefalométricas son, en su mayor parte, mera evidencia
circunstancial que debe ser aceptado como tal y coordinado con otras pruebas
antes de que sea ú til.
En el pasado 1, también, tenía dudas en cuanto a la practicidad de la
cefalometría para el ortodoncista clínico, pero, después de haber pasado por todas
estas fases de duda, aprensió n y experimentació n, ahora puedo decir que, aunque
no puedo leer de las imá genes cefalométricas respuestas directas a todos mis
problemas, no me siento adecuado para analizar un caso en cuanto a cuá l debe ser
su tratamiento y, de igual importancia, lo que ha sido a menos que tenga
cefalometría los registros me está n pre- delante. Se utilizan con todos los casos en
nuestra prá ctica y los consideramos mucho má s importantes para fines de
diagnó stico que los modelos.
La experiencia en el aná lisis de imá genes de rayos X cefalométricas de
pacientes que está n siendo tratados en nuestra oficina, y particularmente en el
intento de transmitir la informació n que encontramos en ellos a los padres, ha
de›•e1oped en mi mente algunas opiniones que re-guardan métodos de aná lisis
para el uso de ortodoncistas clínicos que siento y la esperanza puede ser ú til para
otros. ñ gran parte de este método de evaluació n se compone de ideas de otros. El
má s importante de estos proviene de los Dres. Downs, Wylie, Reidel, Thompson,
Margolis y otros. He tomado ideas de estos hombres y sus ideas han engendrado
dentro de mí otras ideas que creemos que son má s directas y má s ú tiles para
nuestro propó sito. No pretendo que deban volver a colocar otros métodos, pero sí
creo queson el propó sito del orto-dontista clínico, son directos y ú tiles. 88ke saben
que son má s fá cilmente subestimados por los padres con los que los discutimos .
Cualquiera que trabaje con cefalometría pronto aprende que cientos de
mediciones y combinaciones de mediciones se pueden hacer a partir de rayos X
cefalométricos. Muchos de estos tienen valor. Para cada uno de nosotros el
problema es determinar lo que queremos de una radiografíapara nuestro uso, en
nuestra prá ctica. En nuestra oficina se realizan las siguientes mediciones y
valoraciones . No›• intentaré justificarlos.
Nuestras imá genes de rayos X de cefalometría se toman en un eephaló metro
de diseñ o está ndar, y con una má quina de rayos X de potencia y calidad mucho
má s que el promedio . Nuestras fotos son tomadas por un hombre que es un
especialista en roentgenografía y que ha tenido una formació n especial en este
campo especial. Por lo tanto, las imá genes que utilizamos son al menos de calidad
media, o superior a lai t.
Muy temprano en nuestra experiencia con la cefalometría nos encontramos
con las di))iCulties de localizar con precisió n estructuras de anatomía importantes
. Entre ellos destaca el de distinguir entre estructuras idénticas en los lados
derecho e izquierdo de la cabeza. La literatura sobre el tema indi- cate que todo
lo que se piensa que es necesario en tal facilidad es tomar el reconocimiento de
CEFALOMÉ '£RICS PARA TI Ah'D ME 731
los rayos divergentes del objetivo del tubo, y para recordar el hecho de que el lado
de la cabeza má s cercano al tubo se magnifica menos que el lado má s alejado del
tubo. Se supone que las estructuras en el lado má s cercano al tubo se mostrará n
en los 61 m má s cercanos al punto donde los rayos centrales golpean la película.
Este método se utiliza a menudo para identificar los dientes en cuanto a si son del
lado derecho o del lado izquierdo. Me parece que tal determinació n es en gran
medida una conjetura, ya que , como todos sabemos, las posibilidadesde dientes en
lados opuestos de la misma mandíbula rara vez son completamente uniformes. Eso
es cierto también para los dientes del mismo lado de las mandíbulas opuestas.•
«Entonces, también, por falta de conocimiento positivo, se da por sentado que los
orificios de la oreja derecha e izquierda ocupan posiciones simétricamente
opuestas en la cabeza y que la superposició n de los puntos de porió n derecho e
izquierdo supondrá una imagen de perfil de t rue. En nuestra experiencia esto no
es cierto. Muy obviamente, estructuras tales como los puntos de porió n en los
canales auriculares ó seos, y en muchos casos los puntos infraorbitarios , son
difíciles de localizar con precisió n. También es difícil determinar el derecho del
izquierdo. Debemos reconocer también que a medida que se gira la cabeza, todas
las estructuras no ubicadas en el plano mediano de la cabeza cambian de posició n
rá pidamente, las estructuras de los lados opuestos de la cabeza se mueven en
direcciones opuestas entre sí.

Fig. 1.——Demonetració n del movimiento de la cabeza del paciente sobre los postes de la oreja durante la
toma
de imá genes de rayos X cefalomé tricas .

Nuestra literatura da evidencia o las luchas entre nuestros investigadores para


encontrar puntos anató micos, o líneas, para la superposició n a partir de los cuales
determinar diferencias y cambios 1›etween partes mó viles, y notamos con interés
que casi todos estos buscan puntos y líneas ubicadas en el plano mediano de la
cabeza para este propó sito.
Trabajar con cefalometría revela la dificultad de localizar con precisió n los
puntos de porió n. «La dificultad de Phis puede explicarse sobre la base del hecho de
que la porió n es un punto en la salida externa del conducto auditivo ó seo. «este
punto está cubierto por tejido blando que interviene entre los postes de la oreja y
este punto de porció n. Los trazos no se hacen desde el punto de porió n en sí, sino
desde la parte superior de los postes de la oreja que se aproxima a ella en
posició n. Como prueba de que los pacientes pueden y se mueven en relati0Il8hip a
los postes de los oídos cuando se toman imá genes bajo las circunstancias que he
mencionado, ofrecemos lo siguiente evidencia.
los trazados de los dos primeros casos (Fig. 1, A y B) típicos de muchos en nuestro
archivos, son de pacientes de los que se habían realizado varias películas de rayos X
cefalométricas de cada uno
TJ2 CEtII C. STE1i'iER

hechos con cuestió n de minutos el uno del otro. Estas películas eran fotos
rutinarias tomadas para nuestra oficina, una era la foto de rayos X de perfil de
cefalometría regular con los dientes en oclusió n, y la otra era la misma excepto con
la mandíbula en posició n de reposo. En estos casos, el paciente no fue retirado de
la cabeza fiolder, ni se cambiaron los ajustes. Se observó la precaució n habitual
de tener los postes de los oídos correctamente insertados en los oídos y parte del
peso del paciente asentado uniformemente en los postes de los oídos. Al
superponer las imá genes en puntos de referencia craneales ubicados en el plano
mediano de la cabeza del paciente, los puntos de porió n simplemente se ven para
moverse en relació n entre sí como se muestra. P s un resultado de este movimiento
el plano de Frankfort varió como se ve en la Fig. .
Yo, que conozco má s de la técnica de tomar imá genes de rayos X que la
ortodoncia promedio J›atient, me colocaron en el caphaló metro seis veces durante
un período de seis meses. Estoy seguro de que he pasado el período de crecimiento
de mayo. Estas fotos Fig. 4 , é') no se tomaron para probar la arriir8cy de localizar
los puntos de porió n, sino inntea‹l para determinar v hether o no, como lo demuestran
las radiografías cefalométricas de Joy, la posició n de reposo ‹si mi mandíbula se
mantendría constante a lo largo de todo el proceso. el período. En estas películas
se superponen en el contorno craneal, y también en algunos empastes distintivos
y fá ciles de ecognizar en mis dientes maxilares, una imagen de la oreja. publica J'or
cinco o1 las películas variaron como se muestra en la Fig. 1, G.
Es comprensible que el plano I'rankfort sea elegido como línea de base para
la evaluació n eefalométrica. Era una elecció n ló gica porque se ajustaba a los
iiiethods tradicionales establecidos por los antropó logos. Parece probable que los
antropó logos lo descubrieran originalmente porque los puntos de porió n y los
puntos infraorbitales eran visibles y, por lo tanto, estaban disponibles para ellos
desde el lado externo de un crá neo seco. Los puntos S y N no tendrían lieen
disponible para ellos sin abrir el crá neo, o usar una imagen de rayos X del mismo.
En orthodontics no estamos tratando con crá neos secos y los puntos de porió n y los
orbitali, no heinq• directamente visibles para nosotros, no son precisos para
nuestro uso. Los puntos S y N son claramente visibles en las imá genes x-ra¿• y se
pueden localizar de forma fá cil y precisa. Es de especial importancia señ alar que
estos puntos se encuentran en el plano medio sagital de la cabeza y, por lo tanto,
que se mueven una cantidad mínima cada vez que la cabeza se desvía del perfil
verdadero. posició n
Desafortunadamente, rara vez se alcanza una verdadera imagen de perfil, ya
que la precisió n con nuestros métodos actuales de montaje de cabezales en
cefaló metros aú n debe ser una cuestió n de grado, que varía debido a las razones ya
mencionadas y también varía en proporció n a la diferencia entre la ubicació n de
canales auriculares derecho e izquierdo al plano sagital. y entre sí. La verdadera
precisió n también varía en la medida en que el paciente ha movido la cabeza desde
un montaje uniforme en los postes de la oreja del cefaló metro.
Debido a que los puntos S y N se encuentran en tejido duro y no inflexible, son
directa y fá cilmente visibles en una pietura de rayos X de perfil, y particularmente
porque se encuentran en el plano qittal medio y, por lo tanto, son desplazados a un
grado mínimo por el movimiento de la cabeza, hemos elegido la línea SN como
línea de referencia para todas las mediciones de evaluació n para las que dicha
línea es necesaria. Ii se debe argumentar que esta línea está fuera de la cara y por
lo tanto
CEPRALOACETRlCS PARA TI Y NOSOTROS 733

es menos ú til como línea a partir de la cual juzgar las proporciones faciales, 1
respondería que a este respecto tiene virtud y ventaja porque se usa solo como
una línea de referencia comú n y es igualmente independiente de las estructuras
faciales. Las cosas que se refieren a la misma cosa tienen referencia entre sí.
Habiendo determinado una línea de base para nuestras mediciones, ahora
surge la pregunta de qué uso queremos hacer de ella. ¿Qué queremos aprender y
qué se nos pedirá que expliquemos a los padres de nuestros pacientes con
respecto a este conocimiento?
Es probable que una de las primeras preguntas sea: ¿Willie tiene una buena
barbilla, y si no, qué vas a poder hacer al respecto? Una pregunta igualmente
importante puede ser: "¿Qué has hecho al respecto? Una pregunta en su forma má s
simple será : "¿Es la barbilla de Willie hacia adelante o hacia atrá s en relació n con
otras estructuras de su cabeza*. " "¿Hacia adelante o hacia atrá s a qué estructuras?
La respuesta que quiero es: "hacia adelante o hacia atrá s a aquellas estructuras
que afectará n su apariencia facial y la impresió n que causará en las personas
sobre é l".
Para lograr esto, me parece que el método de Richard Reidel sirve mejor a
nuestro propó sito, ese método es el empleo de los ángulos SNA y SNB (T'ig. 2).

Fig. 2.—Relaciones de mandíbula, empleando á ngulos SNA y


SNB.

Para facilitar la lectura y demostrar nuestros hallazgos a otros má s


fá cilmente, usamos rojo para todas las líneas que tienen que ver con los
dientes del arco maxilar , y verde para los del arco mandibular. Para aquellos
relacionados con la mandíbula, se utiliza marró n. Todas las demá s líneas
está n en negro.
Estoy interesado, pero no muy preocupado por, el á ngulo SNA porque
simplemente muestra si la cara sobresale o se erige debajo del crá neo. Sin
embargo, estoy muy interesado en la diferencia de los á ngulos SNA y SNB,
CECIL C. STEINER

que en realidad es el á ngulo ANB, porque las líneas NA y NB está n relacionadas con
la misma cosa y la diferencia en su relació n da una lectura directa de la relació n de
la barbilla de Willie con otras estructuras de su cara. Es la barbilla de Illie y no la de
su vendedor la que intercede a su madre.
Nuestros esfuerzos han consistido en simplificar los rastreos y utilizar
métodos que den lecturas directas en las á reas a juzgar. Como ejemplo
equivalente, podría mostrarle a la madre de Willie mi pluma estilográ fica sostenida
en mi mano izquierda y una regla de un pie sostenida en mi mano derecha.
Podría decir: "Mira, aquí hay cinco pulgadas indicadas en esta regla en mi ha nd
derecho, y me parece como si esa pluma en mi mano izquierda tuviera
aproximadamente cinco pulgadas de largo, y yo podría convencerla. Un mejor
método sería colocar la pluma sobre la regla y decir: "gancho, puedes ver por la
regla que esta pluma mide cinco pulgadas de largo". Por este método visual puedo
mostrarle que una barbilla, que es en promedio 2 grados distales a las estructuras
maxilares como lo demuestra el á ngulo ANB es en el caso de U"illie tal vez 1, 2, 3 o
4 grados mesial o distal a eso o a un mentó n medio (Fig. 2).
En los ú ltimos añ os se han hecho muchos intentos de orientar los dientes,
especialmente los incisivos centrales inferiores, a lo que se ha denominado "su
relació n con el hueso de Pasal", la atenció n se ha centrado principalmente en los
incisivos centrales. Su inclinació n axial se ha mencionado a menudo como
relacionada con el plano hombre-dibular. f) su observació n ha sido que el llamado
plano mandibular tal como se usa ha sido una línea variable, porque no puede haber
tal cosa como una línea recta paralela al borde inferior de la mandíbula, ya que el
borde inferior de la mandíbula es una línea curva, no recta. «Ha habido una gran
variació n en el juicio de cuá l es la media de esta línea curva. Me parece que la
angulació n del incisivo central inferior a tal línea es tanto una evaluació n de la
longitud del ramo como de la inclinació n hacia atrá s o hacia adelante de este
incisivo central inferior. (Unless una conciliació n de las reglas que relacionan el
incisivo central inferior con el plano mandibular de una mandíbula deformada se
realiza por algú n método como Tweed ha ideado recientemente, nos parece que
esta medició n tiene poco valor. 3Ve sostienen que el método que utilizamos para
localizar los dientes superiores y bajos en la dentadura es má s directo y má s
importante que los que se han utilizado en el paso.
Segú n nuestro método, el ineisor central superior (7 ) debe estar en la línea NA de
tal manera que el punto má s mesialmente colocado de su corona sea de 4 mm.
delante de la línea NA y su inclinació n axial es de 22 grados a la línea NA (Fig. 3).
Preferimos el uso de esta línea a la de plano facial porque está establecida por dos
puntos usados, uno de ellos en los maxilares y en yuxtaposició n a el diente en
cuestió n. Por el contrario, el plano facial depende de una parte mó vil cambiante ,
el pogonion del punto de la barbilla. Cabe señ alar que orientamos este incisivo a
la línea NA tanto en cuanto a la ubicació n como a la angulació n, siendo ambas
mediciones vitales para nosotros para el diagnó stico y para la comparació n con los
rastreos realizados en una fecha posterior. En un intento de relacionar todas las
cosas con la misma cosa, y por lo tanto con la otra, comenzamos registrando la
inclinació n axial de la parte central superior. a la línea SN, pero por experiencia
encontramos que, como todas las demá s mediciones que está n muy alejadas de los
puntos de su utilidad, esta medició n tiene
GEPHAL0METR1CS PARA TI Y PARA MÍ 735
poco significado para nosotros o para los demá s, y por eso hemos dejado de usarlo.
Se puede obtener rá pidamente mucha informació n valiosa observando dó nde pasa
la línea que representa la inclinació n axial en relació n con la ó rbita. Normalmente
cruza la ó rbita cerca de su punto má s bajo.

Fig. 3.—Orientació n de los dientes


maxilares. F"lg. 4.Orientació n de los
dientes mandibulares.
(ECIL C. dTEINER

También medimos el molar superior (6) a la línea NA (Fig. 3) midiendo desde el


punto más mesial en su cuervo n o la línea NA. Un estándar para esta medició n es inú til 1
ecansc ul' i lie numlier ct dientes interviniendo anal I las variaciones en t her r, tamañ o. 1'his
in ea en rr rn ent is useiul ‹it o later date iii ‹1ete r- mining si el molar se ha movido o no
forwarrl o 1 ackvarci en relacioneshi}a a esta línea.
Por el mismo método ese aplicado Para el superior central incisivo
Nosotros relacionar la parte inferior central incisivo (1) Para la línea NB (Higo.
4), nuestro está ndar ser ese lo má s Mesial punto en el corona es 4 ron. delante
de el línea h'B anrl el inclinació n axial de el diente está en 2ñ Grados Para la
línea NB. 3Ye Ademá s grabar la medidamente bajar Primero molar (6) Para Nb
para futuro referencia. Eso Parece Para nosotros bastante como ImYo ortant
Para localizar el bajar Incisivos en cuanto a 1›oth ubicació n y angulació n como es
verdadero del superior Incisivos. El línea NB es Depende un punto (B) en la
mandíbula cerca del incisivo inferior, y sirve un equivalente propó sito a la línea NA
1or el superior incisivo. Este método de Orientació n ambos anal anterior dientes
posteriores a una línea íntimamente asociado con sus huesos basales es ambos
eficaz y valorcapaz.
Creemos que la localizació n y angulació n de estos dientes a estas respectivas
líneas es de mayor importancia para nosotros 1o nuestra valoració n de las
facilidades que las mediciones anteriores o los sistemas que han estado disponibles,
y es cierto que el método visual es n‹it só lo fá cil para describir a los padres de
nuestros pacientes, pero que es muy eficaz como wP]1.
Debido a que la medició n de la inclinació n axial del incisivo central inferior
al pt ane mandibular está bien establecida y oi'ten rliscussed, seguimos rect›rtl it ( F'ig.
fi› , lout we ha› e vienen a x•alue principalmente como parte de la evaluació n de la
deformació n de la parte inferior de la cara, y sentimos que su inclinació n hacia la
cara está determinada en gran medida por el grado de u nderdesarrollo de los
centros de crecimiento condilar.
'el aiigle ripper inriser a lower incisor ( 1 a 1) (ceñ o fruncido) , como se
muestra en la Fig. 5, sigue teniendo valor como método complementario o
valoració n de las angulaciones de estos dientes entre sí y para la cara. Esta
medició n indica la v8riació n total de la normalidad de estos dientes entre sí. El
á ngulo de cada uno a sus respectivas líneas NA y NB muestra dó nde se encuentra la
desviació n.
Un estudio cefalométrico de un caso estaría incompleto sin una evaluació n de
la ubicació n de los dientes en oclusió n a la cara y el crá neo. Por lo tanto, medimos
el á ngulo del plano oclusal a SN (principio de Downs) como se muestra en la Fig. 6.
Una de las determinaciones má s importantes que se deben hacer a partir de
los trazados cefalométricos es el grado de deformació n, o malformació n de la
propia mandíbula, y quizá s de las superficies con las que se articula. Para este
propó sito el ángulo (john a IN (Fig. fi) es algo ú til, pero not totalmente adecuado.
Aquí radica una gran oportunidad para que alguien idee métodos aú n mejores para
evaluar el mal desarrollo en esta importante á rea. Los doctores Kylie y Johnson le
dan crédito por el trabajo que han hecho al respecto.
CEPHALOME'£RICS PARA TI Y PARA MÍ 737

Se habrá notado que la línea GoGn se ha tomado como representació n del


cuerpo de la mandíbula (Reidel). Esto se ha hecho debido a la confusió n entre los
ortodoncistas en la cuestió n de determinar qué línea representa el

Figura 5.

Figura 6.
Fia. 5.—Inclinaciones de
Axla1. Higo. 6.—Orientació n
de la dentadura.
738

borde inferior del ijiandible, porque tal línea no expresa lo que deseá bamos de ella.
Preferimos una línea whim li más cercana y representa eldel
acebo de la mandíbula, en lugar de su orden inferior.
La ubicació n de la mandíbula y su relació n con otras estructuras son
importantes para los ortolontistas. Liqnally o incluso má s importante es su
funció n que se expresa particularmente por su movimiento. Los U'e han tomado
prestadas las ideas de Thompson, Brodie, Wj-lie, Reidel, Ricketts y otros en un
intento de mostrar el movimiento anal de ambas ubicaciones por el siguiente
método.
Con el fin de lo‹'ate t,he mandible now, fr›r comparison purposes at a future
date, tomamos prestado directamente de las icleas o Wylie y erigimos una línea
desde ese punto má s distal de la cabeza ot el có ndilo perpendicularmente a la línea
SN (Pig. 7). A esta intersecció n la llamamos punto F. Fz expresa la ubicació n
mesiodistal del có ndilo. (La observació n de los cambios que se producen en esta
medició n durante el tratamiento ha sido interesante y a menudo sorprendente.

F'ig. 7.—Ubicació n y movimientos de la mandíbula.

Con el fin de localizar la mandíbula con mayor precisió n y evaluar su


dimensió n aiiteroposterior efectiva, proyectamos el punto má s anterior del
cuerpo de la mandíbula (pogonion) a la línea SN (principio de Wylie) y llamamos a
este punto Tu (Fig. 7). Las mediciones SL y LE también son ú tiles para evaluar los
cambios en la posició n y el tamañ o efectivo de la mandíbula como en paralelo a la
línea SN. Con el fin de establecer un registro del movimiento de la mandíbula en
el plano del espacio que estamos estudiando, hacemos hincapiéen el siguiente
método.
En el trazado de la pietura de rayos X que muestra la mandíbula en la
posició n cerrada, dibuje la mandíbula en esta posició n cerrada con una línea
só lida. En el
CiiPHAL0ME'¥1t1cs FGR TÚ Y AtE T3O
centro del có ndilo establecer el punto C. Sobre este mismo trazado, por medio
de o2 una línea punteada, también dibuja la mandíbula en su posició n de
reposo. Llame a esto Rastreo 1.
Sobre Tracing 1, coloque otro trozo de papel de calco y sobre él trace la
mandíbula en una posició n cerrada. Llame a esto Rastreo 2. Perfora tanto el
Trazado 2 como el Trazado 1 en el punto C con la punta afilada de un pasador.
También perforar ambos trazados en el punto ehin Cm. Ahora desplace
Tracing 2 para que la imagen mandibular en él corresponda a la imagen de la
mandíbula en posició n de reposo en Tracing 1, pase el pasador a través del
orificio en el punto C de Tracing 2 y así establezca el punto C' en Tracing 1.
También pase el pasador a través del orificio del punto Gn, Tracing 2, y
establezca el punto In' en Tracing 1. Ahora descarta Tracing 2. En El Trazado
1, proyecte una línea desde C' hasta C hasta SN. La distancia C' a C representa la
distancia que el có ndilo se movió de la posició n cerrada a la posició n o1 reposo.
'tel á ngulo C' C SN representa la direcció n del movimiento. Podemos decir,
entonces, que el có ndilo se ha movido tantos milímetros a tantos grados a SN.
En
de la misma manera, pro i eet una línea de Gn' a través de Gn a SN. La distancia Gn'
a In representa la distancia a la que se ha movido el punto de la barbilla. Esta
distancia es a menudo
referido‹l a como el espacio de la autopista, o espacio oclusal. El á ngulo (In' Crn
SN representa la direcció n de apertura. Podemos decir, por lo tanto, que el
punto de la barbilla se ha abierto tantos milímetros a tantos grados a SN.
Se notará que la mandíbula no necesariamente se abre verticalmente. Se
abre en una curva y esta curva puede estar a ambos lados de la vertical. Esta
abertura varía mucho en diferentes individuos y a menudo varía
considerablemente durante el tratamiento. A pesar de que aú n no hemos
establecido está ndares para estas excursiones mandibulares, estamos
desarrollando las visuales. Creemos que la evaluació n de estas condiciones es
importante y recibirá cada vez má s atenció n en el futuro.
Somos muy conscientes de que hay un nú mero casi ilimitado de otras
mediciones que se podrían hacer a partir de imágenes de rayos X de
eephalometrie, pero hemos restringido el nú mero a estas que acaba de ver.
Podemos decir honestamente que cada uno de los que se muestran se utiliza en
nuestra prá ctica porque sentimos que hay una necesidad de cada uno de
ellos.
Nuestra razó n para presentarte este método es compartir con otros un
método que en nuestras manos ha sido satisfactorio. Hemos descubierto que
con ello se puede hacer que los padres de nuestros pacientes entiendan mucho
má s fá cilmente muchos de los problemas involucrados. Esto es cierto porque
los trazados realizados por este método no necesitan má s que un nú mero
mínimo de líneas para el propó sito que sirven y porque cada una de las diversas
líneas puede identificarse fá cilmente por su color individual, y finalmente
porque las lecturas y mediciones está n cerca de las á reas a juzgar.
Este método muestra de forma sencilla y grá fica algunos de los puntos
importantes a tener en cuenta en el aná lisis de la facilidad. Un ejemplo de su
utilidad se muestra en la siguiente facilidad (No. 2248).
Este caso (Fig. 8) parece ser típico de aquellos que muestran una Clase III
tendencia como la que a menudo han tenido un tratamiento comprometido al
adelantar los dientes maxilares. Veamos qué nos dice nuestra evaluació n de
la cefalometría de esta facilidad.
(! lit'H> (". ST1iINf'H

El á ngulo DE ADN (Fig. S) debe, segú n el a› erage, ser S2 grados, y es Sfi


grados. Esto significa que el punto A en los maxilares es 4 rlegrees anteriores I* •••
aceoi'ding a ‹›you are standar‹Js. Claramente, entonces, esto no es una facilidad de
subdesvolució n marcada o de los maxilares. Yo y nosotros miramos la mandíbula.
El á ngulo SNB debe ser S0 grados y es S4 grados, una diferencia de 4 grados. y el
error está en la misma direcció n que el 8I'T'OI' del punto. \. Ambos son fá cilmente
atribuibles al tipo de paciente. Este paciente no tiene cara de C'lass III.

Fig. 8.——Caso L'34 8. Nó tese la semejanza con la direcció n DE CI III Rnaloccl.

¿Cuá l es la relació n de la mandíbula con los maxilares como lo muestran los


á ngulos SNA y SNB (en realidad el á ngulo ANB)? Esta diferencia debe ser de 2
grados, y es de 2 grados. Las bases ó seas parecen ser buenas. 'el á ngulo GoC n SN es
de 33 grados, estando dentro de 1 grado de lo que debería ser (32 grados), lo que
refuerza esta conclusió n.
Veamos ahora có mo se coloca la dentadura postiza en su marco ó seo. El
plano oclusal a fi debe ser l 4'/z grados y es de 4 grados. La dentadura postiza está
bien colocada en la cabeza. Obviamente la maloeclusió n se crea en los propios
dientes, pero donde . *
GEPHALOMETRICS FOR YOU tND ME
741

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(angustia
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6 un Ba (=a) 27
6 (o•) 23 A/
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Fig. 9.—Caso 2248. Trazado y mediciones cefalomé tricas.


742 UFf*IL C. STEINER

Vamos a 1o‹›k en el •PI*•• ineis0I'S. Segú n nuestros está ndares, la corona


debe ser 4 mm. anterior a NA, aii‹l encontramos que es 3 mm. anterior a ella. Eso
significa que podemos traer' el iipJ› e r ‹incisivo entral hacia adelante 1 mm., pero th at
no haría rn uch en la w ay de ‹'orrecting el posteri‹ r relació n de la
incisivos superiores t‹› los inferiores. Có mo al›out la angulació n de este en- cisor
? Su angulació n es de 20 grados Para el línea NA, y éste medició n deber ser 22
grados. ›^iow veamos en el lote: er incisivos. Aquí encontramos los culpables. Estos
Incisivos deber ser 4 mm. en tront o1 el línea Nb y t hey son 9 milímetro. en frente
de eso. Son Ellos corporal adelante o son el¿• Punta ¿adelante? pies nos
mirar. El axial Incl inació n de estos dientes deber ser registrado en 2
Grados al línea NB, y él se muestra en el I racin,g como 36 deg•rees. Eso fihould ser
Regis- Tered en 03 deg•recs Para el mandibular avió n (tlofln ) , y éste medició n es
Mostrado como 97 deiirees. Segú n Para botín h Medidas el diente es mal Puntillas
adelante.
Muy r›bvioiis1y estos dientes son 1 mortal inisplil ced, y haber seguido el método
de tratamiento consagrado por el tiempo en casos como este, moviendo los dientes
superiores ya bastante bien colocados hacia adelante para
relacionarlosadecuadamente con el Los dientes inferiores colocados en rnisplacen
tendrían una tragedia.
"el tratamiento correcto se ha vuelto obvio. El caso presenta dientes caninos
bloqueados en los maxilares, y los dientes mandibulares están en una posició n
demasiado adelantada, por lo que solo hay una respuesta: el extracció n de cuatro
primeros premolares. U'e entonces puede posicionar los caninos superiores y
mover los dientes inferiores distall y a una relació n normal› con los superiores
utilizando el espacioc de los premolares extraídos, y el tratamiento o1 el por lo
tanto, el caso ha sido relativamente simple.
Como prueba de la utilidad de este sistema de mediciones con fines
comparativos, presentamos los siguientes informes de casos y explicaciones de
los métodos que utilizamos para comparar los rastreos. Las fotografías antes del
tratamiento y los modelos de la base 2059 se muestran en la Fig. 10. Higo. 11
muestra un trazado cefalométrico que representa el caso antes del tratamiento. La
Fig. 12 lo representa después del tratamiento, y la Fig. 13 muestra el rastreo del
caso después de doce meses de retenció n. En la Fig. 14 se encuentra un grá fico o1
de las medidas de estos tres trazados. Cerdo. 1ñ muestra los rastreos de liefore-
treatment y after-treat ment superpuestos en la línea SN, registrada en N. Cerdo. 16
muestra los mismos trazados super-posada posados en el arn xillae, en la sínfisis de
las mandíbulas, en los có ndilos de las mandíbulas, y en las líneas SN, re%istered en S.
Higo. J7 es una superposició n o los rastreos posteriores al tratamiento y los
rastreos posteriores a la retenció n. Higo. Is muestra una comparació n de los
rastreos del caso antes de que se iniciara el tratamiento y después de que tuviera
diecinueve meses de tratamiento y doce meses de retenció n.
"esta facilidad fue seleccionada porque presenta muchos de los problemas
problemá ticos y desconcertantes encontrados en el tratamiento de las maloclusiones
(Fig. 11). Tiene un á ngulo mandibular (GoGn-SN) o 3T grados en lugar del
promedio de 32 grados. La diferencia de los á ngulos SNA y SNB es de 7 grados en
lugar de
2 grados, lo que significa que la mandíbula inferior está aproximadamente 5 grados
colocada distalmente a la normalidad. El có ndilo, en lugar de girar sobre un eje en
o cerca de la
CEI°H ALOMETRÍA PARA TI Y PARA MÍ 743

có ndilo, se mueve 7 mm. hacia abajo y hacia adelante a 135 grados a la línea SN, al
abrir desde la posició n cerrada a la posició n de reposo.
La literatura está llena de confusió n con respecto a este tipo de cierre de mandíbula ,
algunos creyendo que en una facilidad como esta el có ndilo está cerrado distalmente a su

Higo. 10.—Caso 20 59. Fotografías tomadas antes y tratamiento de atter .

posició n normal debido a la interferencia cuspal, y por lo tanto se refieren a ella


como "un bocado de conveniencia". En esta facilidad, la distancia SE es
relativamente grande y la distancia LS es relativamente pequeñ a, lo que podría
indicar la presencia de tal
T44 MECH G. STEINER

E'ig. 12.
Cerdo. 11. Rastreo del caso 2059 antes del tratamiento.
Figura 12. Rastreo del Caso 2059 despué s del tratamiento.
CEPIJALOME'£RICS PARA TI -4ND ME

Cerdo. 13.—'rastreo del caso 2059 despué s de la retenció n.

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Fig. 1t.base 2059. Grá fico que muestra las mediciones tahen de los trazados mostrados ln Pips. 11, 12,
y 13.
746 t"ECIf t". S'fEINER

una condició n. La leleza general es evidencia de una mandíbula relativamente


pequeñ a. El á ngulo SNB segú n nuestros está ndares debe ser de 80 grados, es de 73
grados, má s evidencia de una mandíbula pequeñ a y su colocació n distal.
Ahora consideremos el mcthod de comparar trazados. Los puntos de
referencia má s utilizados para superponer en los maxilares con el fin de medir los
movimientos de los dientes maxilares son las superficies superior e inferior, y el
terminal anterior y posterior. extremos del paladar. La superficie superior del
paladar es extremadamente difícil de rastrear con precisió n, como lo demuestra la
varianza g•reat que vemos en los trazados de esta estructura, y por lo tanto es de
poco valor. Existe amplia evidencia de que el cum'e ot la superficie lingual o1 el
I*alate se modifica como resultado del tratamiento de ortodoncia, descartá ndolo
excepto como evidencia complementaria . Las imá genes de rayos X de la
columna nasal anterior son
influenciado en gran medida por la forma en que se toman. El extremo posterior
del paladar es un centro de crecimiento y cambia rápidamente durante los añ os de
crecimiento. Los U'e creen que nuestro método contribuye a las posibilidades de
superponer estas estructuras con mayor precisió n y utilidad de lo que ha sido
posible en el pasado.
Todos los cambios en las posiciones de las partes anató micas deben
expresarse en términos de su relació n con otra cosa. Si deseamos registrar los
cambios debidos solo al tratamiento de ortodoncia, debemos compensar, o al menos
minimizar, los registros de los cambios que se deben al crecimiento en las á reas que
deseamos juzgar. Para ello debemos superponer aquellas ciertas estructuras que
queremos medir, y observar có mo las estructuras a juzgar varían en relació n con
estas estructuras superpuestas y entre sí. Por ejemplo, si v e van a juzgar si hemos
movido o no los dientes en los maxilares, debemos superponer los maxilares y dejar
que los cambios de crecimiento se registren en otro lugar. Si se quiere juzgar
cuá nto se han movido los dientes en la mandíbula, entonces debe superponerse sobre
el inaudible y sobre la porció n de ella que v ill sei've nuestra pose ptn . Pero, ¿có mo se
superponen maxilares o mandíbulas que han ido creciendo y ya no encajan entre sí?
Es obvio que necesitamos informació n adicional para complementar lo que está
disponible en estos huesos, ya que ya no son idénticos en tamañ o o forma. Veamos
ahora si este sistema de mediciones es ú til o no para este fin.
Nos interesan principalmente los cambios que se han producido en la cara,
por lo que disminuiremos la evidencia de crecimiento en el á rea facial al
superponer las líneas SN en N (Fig. 15), causando así las líneas NA para superponer.
Por lo tanto, el registro de los cambios de crecimiento anterior-posterior se
exprimirá en otro lugar. Los cambios tanto en el crecimiento como en el
movimiento de los dientes ahora se pueden observar a lo largo de la dentadura
postiza segú n lo juzgado por las líneas SN y NA. Mediante esta superposició n
también podemos juzgar visual y grá ficamente cualquier cambio relativo en la
posició n del mandible en su relació n con los maxilares. La relació n anteroposterior
se expresa por el á ngulo ANB. Vamos a volver a los cambios en la mandíbula má s
adelante, por otro método.
Minimicemos ahora también la evidencia de cambios de crecimiento vertical
en la regió n de los maxilares elevando el trazado de seeond verticalmente a lo largo
de la línea.
747

NA, por lo tanto keeJ›en las líneas SN o4 dibujos hotli paralelos hasta, 1›¿ la gran
cantidad o evidencia en la regió n de los maxilares, las estructuras de los primeros y los
segundos dibujos de los maxilares son superimpo s ed (l'ig. lfi). Ahora se puede
evaluar el movimiento de los dientes maxilares en los maxilares. Para juzgar el
movimiento o1 de los dientes mandibulares en la mandíbula, no sabemos mejor
manera que superponer en la secció n transversal de la sínfisis, manteniendo la parte
inferior bordes de las mandíbulas paralelas (Fig. 16). Para evaluar cualquier
cambio en la ubicació n de la mandíbula y su relació n con las otras estructuras del
anuncio, superpongamos la línea SN, registrada en S (Fig. 16). ). Por esto

Figura 1S. Figura 16.


Fig. 15.—Trazas de. Caso 2059 antes y despué s del tratamiento superpuesto al registro SN ‹l
en N.
Cerdo. 16.—Trazas del caso 2059 antes y despué s del tratamiento superpuestos a
maxilares, sílfides, có ndilos y SN en S.

Método, la evidencia de cambios de crecimiento se minimizará en esta regió n y los


puntos E que representan las proyecciones de los puntos má s distales en los
cendyles se registrará n en relació n entre sí a lo largo de las líneas SN. Al igual
que mariner, los puntos L, al ser proyecciones de los puntos má s anteriores de los
cuerpos de las mandíbulas (pogonion), se representará n a lo largo de la línea SN, y
se pueden comparar.
Las distancias entre los puntos L y E de los respectivos dibujos representará n
las longitudes anterior-posterior de las mandíbulas paralelas a la línea
EN, u lıitlı is rou lı1\ the iıııter ior-[›osterior mli re‹'tiı›ıı. I»t il he ııote‹1 t hat h is
measurenıent does not neeessaril ¿ rct›r‹ s‹ ın 1 h‹• clıaıı e in the mail th ‹›1' t iı‹ I›oA y", para la
mandíbula no n‹•r'‹'ssarily Iie J›aralle1 t‹› el 1in‹• fi'N, a ıırl a* t he bite is opene‹l this mcasu
reıneııt is ‹'ffe‹'tcr1. Su mt ‹tsurehırn t in t lıis rliı'‹'r'- tion es denenden t sobre su grado de
t›aı'allclisnı a la línea. Hace 1'e{›reserıt la cosa en la que, u e está n interesf ed. ma ini y
' ' ¿Tiene la barbilla de V'illie viene ÎfıFwat'd, oI' tiene el gen hacia atrá s i "
por superimp‹›siııg' el tu andiblPs ut el syın physis (l'ig. 16) , se pueden
comparar las líneas que representan el movimiento del punto edin.
Gomparisons o1' t me diferencia de movimiento en los có ndilos puede ser marle de la
misma manera lıj' stıperimponiendo los có ndilos (f'ig. lG) . Apliquemos ahora estos
principios a los rastreos de este caso y veamos qué nos dicen.
Mirando' el rastreo l›efore-treatment (grande. 11), aprendemos que el
incisivo central superior es de 6 mm. al frente oh la línea NA en lugar de ser 4
monja.
delante de él, como debe ser. La inclinació n axial _is 27 * grados a . NA
en lugar de ser• ? ° 2 grados, mostrando así que está inclinado hacia adelante.
Veamos el incisivo inferior. Debe ser de 4 mm. delante de la línea NB, and it
is er mm. in front ol it, being sobre1y 1 mm. ao kar anterior to this line. Su
inclinació n a la línea NB es de 19 grados, y tiene derecho a 25 grados. Es iS a 87
grados del (plano îoGn en lugar de un normal de il3 grados, y por lo tanto, por
ambos está ndares, se inclina hacia atrá s 6 grados.
El plano de oclusió n está a 18 grados de la línea Sh en lugar _oh 4 4*
Grados. Al ir a la posició n de reposo, el punto de gnathion se mueve 7' _ mm. a 95
grados al SN. en lugar de girar sobre un punto en o cerca del có ndilo, el có ndilo se
mueve desde la posició n de reposo hacia arriba y retrocede tO il ÇO9ició n de cierre
que lnİght be claiıne‹l para ser una p‹ anormalmente distal o una mordida de eon-
venience.» Este es el tipo oh caso del que se ha afirmado eorreetly que un
resultado ideal nunca puede ser alcanzado l›ecause el lramework bá sico para un result
ideal es ausente, y probablemente no puede ser proporcionado por medios de
ortodoncia. Be- porque el arco dental mandibular está abarrotado, careciendo de fi mm.
oh longitud de arco deseada , y debido a que tirar de toru•ard contra él con
ligaduras intermaxilares habría complicado aú n má s este ero» ding, perseguimos para
extraer sus primeros pre-molares , aeeept la posició n mandibular cerca de donde
estaba, y retraer los dientes maxilares a una relació n armoniosa con los dientes
1oz'er. En el pensamiento Y la filosofía de tratamiento de Jight oh ch8nging en
nuestra oficina durante los ú ltimos añ os, ahora hemos intentado el tratamiento de
esto caso sin extracció n mediante el uso exclusivo de anclaje occipital.
Los trazados (Figs. 7 a 11) dará n evidencia de lo que se cumplió .
En todos estos dibujos, el á ngulo SN A y la línea NA se transfieren al primer dibujo a los
dibujos posteriores. Insistamos ahora en que el punto A en los maxilares no es un
punto constante. Cambia no só lo como resultado oh nor- mal growtlı sino también
como resultado del tratamiento de ortodoncia. F'or este reason usamos el angie S N
A como se establece en el primer rastreo para todos los trae - ingg posteriores. Es el
yardgtiek por lo que todos los rastreos para este caso en particular será n a9sessed.
CEPHALOME'IRICS PARA TI Y PARA MÍ T49

Comparemos ahora los trazados de este caso. Específicamente, ¿qué


queremos saber al respecto? Las preguntas má s importantes son: "¿Qué
cambios han tenido lugar en las relaciones de la mandíbula inferior con la
mandíbula superior, qué cambios han ocurrido en las mandíbulas mismas, qué el
movimiento de los dientes maxilares ha tenido lugar en los maxilares, y ¿qué
movimiento ha habido de los dientes mandibulares en la mandíbula?
Igualmente importante, ¿qué cambio ha habido en los movimientos funcionales
de la mandíbula?" Te reto a encontrar respuestas a estas preguntas en un
modelo de yeso.

Fi g. 1 7. Higo. t8.

17.—Rastreos del caso 2059 despué s del tratamiento y despué s de la retenció n


superpuestos en ae de hachazo, sínfisis, có ndilo y SN en S.

,..... :.,- .; pTJ n ser re tratamiento y después de la retenció n


é ondrl,be:. superpuesta a w .

Veamos primero qué ha pasado con el mentó n durante el tratamiento (Figs. 11


y 12). La diferencia de los á ngulos SNA y SNB es de 6 grados, habié ndose
reducido 1 grado, lo que significa que la barbilla se ha adelantado 1 grado, lo que
ciertamente no es mucho. Elmolar inferior, que era de 19 mm. detrá s de la línea
NB, ahora está a 16 mm. detrá s de ella. Se ha adelantado 3 mm. El incisivo
inferior, que era de 5 mm. por delante de la línea NB, ha retrocedido 1 rriin. a la
posició n deseada de 4 mm, Su inclinació n es hacia adelante 4 grados de su posició n
deseada.
t*EC*Il C. STEINER

Nos fijamos en la mandíbula superior. El iiiolar fue de 37 min. parte posterior


de la línea N.\. y sigue siendo 27 ruinas. Tiene campo heen en su posició n
original. Los incisivos fueron
6 mm. por delante de NA, y ahora arquean 3 mm. clistal de la misma. El diente, por
lo tanto, se ha movido distall y 9 nun., ant] nuestro objetivo diag•nostic aparentemente
se ha cumplido bien.
Ahora veamos algunas otras cosas que son interesantes. 'l'lie
‹plano oclusal mas 1!i grados, y ahora es 1 grados, teniendo Jieen lield casi constante.
fJoGn a SN ha aumentado 4 grados. Esto es rlue a la apertura de la mordida.
Dejar. vemos lo que ha sucedido con la posició n del mandibl‹•. El punto dista I
del có ndilo proyectado a la línea SN (punto. E ) ahora es 25 mm. de S, en lugar de
24 mm. La cabeza eondylar ha retrocedido 4 mm. «el punto de la barbilla
proyectado a la línea SN sigue siendo de 42 mm. de S ; la longitud general I E li
como aumento de 1 ron. solamente. La mandíbula indudablemente ha crecido, pero
también se ha abierto, y el punto de la barbilla se ha mantenido casi constante en
una direcció n anterior-posterior.
Incl como ver qué ha pasado con la motion de la mandíbula. «el có ndilo
iiow opeils a la posició n de reposo por inovinq• 2 irim. a 104 grados a la línea IN- en
lugar de 7 mm. a 135 grados, un verv de movimiento mucho má s normal. ¿El punto de
la barbilla ahora se mueve hacia abajo y hacia atrá s 4'? milímetro. en fiS*? grados a SN,
obviamente un movimiento mucho má s normal.
Blake las mismas comparaciones o I los trazados después del tratamiento (Figs. 1?
" ) tt› los que representan el caso alteran doce meses de retenció n (Fig. 13) . El
incisivo inferior tiene c‹›rrecterl sí mismo tu › llorar cerca de una posició n normal. Los
otros dientes que se inclinaron demasiado lejos han hecho mucho para enderezarse.
El plano de oclusió n no solo ha recuperado su posició n original , sino que se ha aplanado
a una relació n completamente normal con la línea SN. La mandíbula que es
poner en un crecimiento *I* rt OI 3 mm. El có ndilo se ha movido hacia adelante 1
mm. El punto de la barbilla se ha adelantado 3 min. Pueden ser ilusiones, pero
creo que la funció n normal está contribuyendo rá pidamente a la recuperació n
de los malformados.
Marco de referencia.
A muchos de los que siguen diciendo: '' ¿Por qué u-se un cefaló metro? El uso no
alteraría mi tratamiento clínico, presentamos evidencia de t'ase 2171 (Figs. UI a 27),
que fue tratado por el método tradicional de usar elá sticos intermaxilares para corregir
el Clase II r-elationsliip. Cada posible tentació n se hizo para proporcionar suficiente
anclaje en los dientes de anclaje y para mover aquellos dientes que deseá bamos
mover. Por medio de los métodos de evaluació n que acabamos de esbozar, se verá
que los molares superiores se han movido distalmente 4 min. El incisivo superior
tiene interpolació n movida S mm. y tiene Verde erigido 19*/ grados. El precio en
anclaje pagó por este movimiento distal de los dientes superiores mas el movimiento
hacia adelante del molar inferior 3 mm. y del incisivo inferior 4 mm.. y una inclinació n
hacia adelante del incisivo inferior 13 grados. Esto significa que este diente inferior es
de 4 mm. delante de su posició n normal, y 19 grados por delante de su inclinació n axial
normal. El plano de la oclusió n ha pagado un alto precio,
hu ving Beni tiI•I**‹ an a‹]‹liti‹›na1 1 I degi'ees fr‹›in nt›rina l.
lfixarn ine Fiq•s. 22 y ? *3 anet ser y•'iateful al benefactor Siipreiiie que
t l ‹,t›5 Jlis ]›pht t ‹› tq ke r are t› I a ]I ‹ I' us, e vein t,h‹ t›rido‹4‹›utipst. Yo este ai‹'tn i'‹',
CEFALOGERIA PARA TI .\h'D ME 751

Tomado durante el período de retenció n, el incisivo solitario ha superado 9 grados


delante su mala inclinació n axial y 3 mm. de su posició n hacia adelante a una
posició n correcta. La posició n y el movimiento de la mandíbula han sido verj' nearl y
normalizados, y

l'"it;. 19.—Caso 2171. Las fotografías cuentan antes y despué s del


tratamiento.

a pesar de que el á ngulo ANB sigue siendo de 7 grados en lugar de 1›eiiig ? 'grados,
como podríamos desear, creo que el tratamiento tiene tween s‹itisiaetory iiu‹ler the
eii'- eurnstanees.
Queremos señ alar que la ccplialuinetrie a }api‹iisa 1 u1' esta facilidad tiene
mostrado clara e impresionantemente el Iric e in anclioi'age que intraiiiaxil la ry quill
Higo. 20. Localizació n del caso 21 7 1 antes del
tratamiento. Ł•'iø. 21 . Rastreo del caso 21 7 I después del
tratamiento.
cErHz t.oaiF'fRICS PARA USTED ›tND CIE
763

Cerdo. 22.—Rastreo del Caso 217 1 despué s de la retenció n.

xreso

T t› ta

yy

Cerdo. 23.—Caso 2171. Grá fico que muestra las mediciones tomadas de los trazados shoiv-n en Fi
ps. 21, 22,
y 23.
Higo . 24,F'ig . 25.

en N. Fig. 24.—Trazas del caso 21 i 1 befoi'e anal despué s del tratamiento superimposetl en SN
registere‹l
F'ig. 25.—Rastreos of Case 111 ? 1 before antl after treatment superini posed on maxi1 lae,
sínfisis, eond yIe, y SN en .*.

Fig. 26.—Trazas del Caso 21 "I1 despué s del tratamiento anlt despué s de la superposició n de
retenció n en maxiIlae, sínfisis, có ndilo y SN en S.
Higo. 27.—Trazas del caso 217 I antes del tratamiento anlt despué s de la retenció n uu per
impuesta al arn xi 11 we, sym ph ysis, con‹lyl e, a nd SN at i .
CEPHALOAIE'PRICS PARA USTED Y É L

exactos de los dientes de anclaje. Jixamples como estos cristalizan el pensamiento


de aquellos ortodoncistas que usan el eephaló metro. Estoy seguro de que
contribuye a su juicio diagnó stico.
Como se dijo anteriormente, hemos elegido entre aquellos métodos de evaluació n
cefalolumétrica que estaban disponibles las mediciones que podemos ser ú tiles para
nuestras necesidades. A estos hemos sumado otros que nos han sido ú tiles. Haber
intentado completar el crédito individual por los métodos establecidos habría sido
una tarea hercú lea, y una tarea peligrosa porque es el caso de Muchas de estas ideas
no surgieron espontá neamente de una sola mente, sino que fueron evolucionadas
por el pensamiento de los demá s.
Nuestro método no está propuesto para reemplazar ninguno que tenga listo l›een
sug- gested. Se informa porque nos sirve bien y porque o nuestros beliei que los
rastreos hechos de esta manera son má s simples y menos conf utilizados,
particularmente para los participantes y para otros que puedan verlos.
El cefaló metro ha llegado para quedarse como herramienta del ortodoncista
clínico. Esperamos que las sugerencias hechas en este artículo ayuden a convencer
a otros de la importancia del cefaló metro y de sus potencialidades como
instrumento de diagnó stico.
Deseo expresar mi agradecimiento al Dr. l"red J. Á ngel por su valioso asistente e en la
preparació n de ilustraciones de azulejos para este artiele.

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