7 Ygf

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

REV. SENOLOGIA Y PATOL. MAM .

• 9, 2 (86-96), 1996

F. Vizoso, Prolactina y patología


J. C. Rodrí9.uez,
M. a l. En gUita mamaria
Prolactin and breast pathology

SUMMARY
The objetive of this work is to review the clinical studies on the possible
role of prolactin (PRL) in the physiopathology of benign breast diseases
and breast cancer. Presently, reports on the significance of basal serum
levels in PRL in both categories are controverted. However, some studies
report on the existence of an altered central regulation of PRL discharge
associated with certain types of benign breast diseases, as we/1 as the
existence of a perioperative alteration of PRL discharge in some groups
of patients with breast cancer. On the other hand, the existence of high
concentrations of PRL has been reported .in nipple discharge of women
suffering from breast diseases, despite presenting normal serum levels of
this pituitary hormone. In addition, different molecular forms of such
hormone have been also detected in both biological fluids. Final/y, sorne
Servicio de Cirugía General. data suggest the possibility of using some PRL-induced proteins as a
Hospital de Jove. Gijón. biological marker of PRL sensitivity to pathological breast tissue.

Palabras clave
Correspondencia: Prolactina, Enfermedades benignas de la mama, Cáncer de mama, Secreciones
F. Vizoso. mamarias.
Servicio de Cirugía General.
Hospital de Jove.
Key words
Avda. Eduardo Castro, sin.
33290 Gijón. Prolactin, Benign breast diseases, Breast cancer, Breast secretions.

INTRODUCCION Desde entonces, y con el advenimiento de análisis


altamente específicos y sensibles para estimar los ni-
Aunque la prolactina (PRL) fue descubierta a prin- veles de la hormona en el suero humano, tuvo lugar
cipios de la década de 1930 como una sustancia lac- una auténtica explosión de conocimientos acerca no
togénica presente en estractos de la glándula pineal solamente de la hormona misma, sino también de
de ovejas, vacas, pájaros, etc., las formas humanas una amplia variedad de sus interacciones con otras
de la hormona han tardado más en ser identificadas hormonas, neurotransmisores y de sus acciones en
a causa principalmente de su similitud con la hormo- diferentes tejidos biológicos. De tal forma que si pre-
na de crecimiento (GH). Ya que esas 2 hormonas, viamente a 1970 muchos endocrinólogos dudaban
junto con el lactógeno de origen placentario (LP), de que realmente existiese la PRL, 5 hoy esa hormo-
constituyen una familia de polipéptidos que están re- na tiene un gran impacto en endocrinología y en me-
lacionadas en su función y estructura. Así, en base a dicina reproductiva. En este sentido, destaca su pa-
esas similitudes, se propuso incluso la hipótesis de pel sobre la mama, donde ejerce una acción no sólo
que las 3 hormonas proceden de un gen ancestral importante en el crecimiento y diferenciación de la
común 1 · 2 que probablemente comenzó de divergir glándula, sino también clave en 2 aspectos funciona-
evolutivamente hace unos 80-100 millones de años. 3 les de la misma, como son la lactogénesis y galacto-
Pero fue en 1970 cuando la PRL humana pudo ser poyesis. 6 • 7 • 8 Por esa razón se ha considerado que la
definitivamente identificada y medida en la sangre PRL podría desempeñar también un papel relevante
gracias a la utilización de métodos inmunológicos. 4 en la fisiopatología de las enfermedades benignas y

86
PROLACTINA Y PATOLOGIA MAMARIA

malignas de la mama. Sin embargo, muchos de los intravenosa de su factor liberador (TRH) está positiva
estudios realizados al respecto son conflictivos e in- y significativamente correlacionada con las concen-
cluso a veces contradictorios. Así pues, el objetivo traciones séricas medias de la hormona a lo largo de
de esta revisión ha sido analizar el estado actual de las 24 horas del día, así como con su elevación indu-
los conocimientos sobre la implicación de la PRL en cida por el sueño. Además esos mismos autores, 20 a
patología mamaria y evaluar las posibles áreas futu- igual que otros, 21 · 22 · 23· 24 también detectaron en ese
ras de investigación. tipo de pacientes una hiperrespuesta en los valores
séricos de la hormona tras la estimulación con ese
factor liberador, sugiriendo la existencia de una alte-
PROLACTINA Y PATOLOGIA ración de la secreción de PRL asociada con la pre-
MAMARIA BENIGNA sencia de enfermedad benigna mamaria.
Pero una limitación importante que presentan la
Concentraciones séricas de prolactina mayoría de esos estudios es la ausencia de una
exacta definición de las enfermedades benignas de la
Aunque la etiología de las enfermedades benignas mama, así como una falta de referencia al momento
de la glándula mamaria todavía no es bien conocida, del ciclo ovárico en que fueron recogidas las mues-
clásicamente se considera que la base fisiopatológi- tras sanguíneas de las pacientes. Ya que, por una
ca de esas enfermedades puede radicar en una alte- parte, el término de mastopatía fibroquística, el más
ración de las concentraciones séricas de las hormo- utilizado en esos estudios, incluye en realidad una
nas ligadas al eje hipotálamo-hipófisis-ovarios. De «galaxia>> de lesiones fisiopatológicas de diferente
esas hormonas, la PRL ha sido extensamente estu- origen y, por otra parte, la glándula mamaria es un
diada durante las 2 últimas décadas por diversos au- complejo órgano de respuesta a cambios cíclicos
tores de diferentes países. Pero de la mayoría de los hormonales que ocurren normalmente en las muje-
estudios que evaluaron las concentraciones séricas res menstruantes. Así, teniendo en cuenta esos pro-
basales de la hormona, se desprenden resultados blemas metodológicos en el estudio de las enferme-
contradictorios. Así, mientras que algunos autores dades benignas mamarias, recientemente evalua-
describen un aumento de las concentraciones séri- mos la respuesta de la PRL al test de estimulación
cas basales de PRL, 9• 10• 11 • 12 otros las han encontra- en pacientes premenopáusicas con enfermedad ma-
do normales. 13, 14, 15, 16,17 croquística de la mama, confirmada por punción-as-
Una posible causa para explicar esas discrepan- piración, en la misma fase del ciclo ovárico y además
cias pueden depender de diferentes problemas aso- clasificadas de acuerdo a un parámetro bioquímico,
ciados con las determinaciones sanguíneas únicas como es el tipo de quiste que presentaban. En esta
de esta hormona de origen pituitario. Ya que la PRL línea nuestros resultados indican que las mujeres en
es segregada de una forma pulsátil a lo largo del día fase luteínica y con quistes tipo 1(alta relación K+/Na+
y muestra un claro ritmo circadiano con elevaciones intraquística y epitelio de recubrimiento tipo apocrino)
nocturnas. 18 Pero aun teniendo en cuenta esas con- muestran una respuesta de la PRL a la estimulación
sideraciones, Tarquini et al. 19 describen, en pacien- con TRH significativamente más elevada que aque-
tes con enfermedad fibroquística de la mama, la llas mujeres similares con quistes tipo 11 (baja rela-
existencia de un cambio en el perfil circadiano de la ción K+/Na+ intraquística y recubrimiento epitelial de
PRL sérica en relación a las mujeres controles, y tipo plano) y que las mujeres controles. 25 Así pues,
consistente en valores circulantes de la hormona esos resultados sugieren la existencia de una mayor
persistentemente elevados. Además esa alteración reserva funcional de lactotrofos de origen pituitario y
circadiana de las concentraciones séricas de la PRL de una elevada liberación diaria de PRL en las muje-
parece estar relacionada con ciertos aspectos diná- res con quistes tipo l. Además teniendo en cuenta
micos de la secreción hipofisaria de la hormona en que este tipo de quistes están recubiertos por un epi-
mujeres con patología mamaria benigna. Así, Peters telio de tipo apocrino, esa observación estaría de
et al. 20 describen, también en pacientes con masto- acuerdo con el hallazgo de Kumar et al. 26 de una alta
patía fibroquística, que la máxima respuesta en los expresión inmunohistoquímica de PRL en ese tipo de
niveles séricos de PRL inducida por la administración epitelio.

87
F. Vizoso y cols.

Por otra parte, considerando que los quistes tipo 1, ciones de la hormona puede explicar la producción
también denominados como secretores, correspon- anormal y subsiguiente secreción de esas proteínas
den a un subgrupo claramente definido de lesiones en mujeres no lactantes. Así pues, considerando la
mamarias que parecen corresponder a la fase inicial glándula mamaria como órgano diana, el análisis del
y/o más activa de la enfermedad macroquística de la tipo de composición proteica de las secreciones obte-
mama, 27 • 28 · 29 · 30· 31 • 32 · 33 esos resultados también apo- nidas a través del pezón en mujeres no lactantes pue-
yan la hipótesis de una implicación de la PRL en la de permitir abordar futuros estudios sobre enfermeda-
fisiopatología de la enfermedad macroquística ma- des endocrinológicas en las que esté involucrada la
maria. Un apoyo adicional a esta propuesta estaría PRL, como por ejemplo, prolactinomas.
basada en la observación de Fernández-Cid que Pero en relación a la patología mamaria, también
describe una disminución ecotomográfica y significa- puede tener interés la asociación entre las proteínas
tiva del tamaño de los macroquistes mamarios en lácteas en las secreciones mamarias y la alteración
mujeres afectas de la enfermedad tras ser tratadas de la secreción de PRL, si tenemos en cuenta los re-
con bromocriptina. 34 Además el hallazgo reciente de sultados de nuestros estudios sobre las secreciones
una regulación también alterada de la secreción de obtenidas a través del pezón en un gran número de
LH en las mujeres con quistes tipo 1, 35 sugiere la mujeres no lactantes. En esos estudios, y tras excluir
existencia de un trastorno más global en la secreción aquellas mujeres que habían sido gestantes en los úl-
de hormonas polipeptídicas de origen hipofisario co- timos 4 años y las usadoras habituales de anticon-
mo base fisiopatológica de la enfermedad quística. ceptivos orales, pudimos comprobar una incidencia
Sin embargo, en patología mamaria benigna el significativamente mayor de secreciones tipo 11 en las
comportamiento de la PRL sérica en respuesta al test mujeres afectas de patología mamaria benigna (16%)
de estimulación no parece depender tan sólo del tipo en relación a las mujeres normales (7%). 38• 39 Así
de quiste, sino que también parece estar relacionado pues, esos resultados sugieren la posibilidad de utili-
con otro parámetro bioquímico como es la composi- zar también el análisis de la composición proteica de
ción proteica de los fluidos mamarios obtenidos a tra- los fluidos mamarios como un método simple y no in-
vés del pezón en mujeres no lactantes. 36 Esas secre- vasivo en futuros estudios sobre el papel de la PRL
ciones mamarias pueden ser clasificadas en 2 tipos en el desarrollo de las enfermedades mamarias be-
principales en base a sus componentes proteicos ma- nignas. Teniendo en cuenta además que indepen-
yoritarios. Las secreciones denominadas tipo 1 contie- dientemente de las concentraciones séricas de la
nen Zn-alfa2 -glicoproteína, apolipoproteína D y la pro- hormona o de su dinámica de liberación hipofisaria,
teína-15 del fluido quístico de la enfermedad macro- la presencia de proteínas lácteas en las secreciones
quística de la mama (GCDFP-15), mientras que los mamarias en mujeres no lactantes puede ser indica-
fluidos tipo 11 están caracterizados por la presencia de tiva de una respuesta anormal del tejido mamario a
lactoferrina, lisozima y alfa-lactoalbúmina. 37 la hormona. Esa respuesta podría estar mediada por
Pues bien, recientemente demostramos que la pre- receptores de membrana para la PRL de alta afini-
sencia de proteínas lácteas en las secreciones mama- dad y cuya existencia ha sido demostrada en células
rias (secreciones tipo 11) de mujeres no lactantes está epiteliales mamarias normales y patológicas benig-
asociada a un aumento de los niveles séricos de PRL nas, pero cuyo mecanismo molecular de funciona-
tras la estimulación con su factor liberador (TRH), tan- miento es todavía desconocido. 40
to en pacientes con patología mamaria benigna como Por otra parte, también debemos considerar que
en mujeres normales. 36 Ello sugiere la existencia de muchas discrepancias existentes en la literatura
un aumento de la reserva funcional de lactotrofos de acerca de las concentraciones séricas de la PRL en
origen hipofisiario que podría finalmente ser responsa- las enfermedades mamarias pueden deberse a que,
ble de una elevada liberación diaria de PRL también al menos en humanos, esta hormona sérica circulan-
en esas mujeres con secreciones tipo 11. Además, te- te representa en realidad un complejo de péptidos de
niendo en cuenta que la PRL desempeña un papel diferentes pesos moleculares, como variantes glico-
principal aumentando la transcripción de los genes de siladas, agregados y formas fragmentadas, que no
las proteínas lácteas, 6 la exposición crónica de las cé- son diferenciados por los métodos de laboratorio de
lulas del epitelio mamario a esas elevadas concentra- rutina. 41 • 42 · 43 • 44 Además diversos estudios describen

88
PROLACTINA Y PATOLOGIA MAMARIA

la existencia de una alteración en la distribución de Las secreciones mamarias pueden ser obtenidas
las diferentes formas de PRL sérica en diversas pa- mediante punción-aspiración de los quistes mama-
tologías. 45 · 46 En este sentido, también en mujeres rios de las mujeres afectas de enfermedad macro-
con enfermedad fibroquística o cáncer de mama se quística de la mama, pero también a través del pe-
ha descrito una alta prevalencia de formas de PRL de zón en un porcentaje elevado de mujeres no lactan-
alto peso molecular en relación a las mujeres norma- tes. En relación al primero de esos fluidos mamarios,
les, mientras que en este grupo de mujeres predomi- mientras que ciertos autores describen concentracio-
naron las formas moleculares de la hormona de bajo nes quísticas elevadas de PRL en relación al sue-
peso molecular. 47 Sin embargo, serán necesarias fu- ro, 32 · 50 · 51 · 52· 53 · 54 otros las hallaron similares o incluso
turas investigaciones para evaluar la actividad biológi- inferiores. 53• 54· 55· 56 Una posible explicación de esas
ca de esa y otras posibles formas moleculares de la discrepancias puede depender de ciertos aspectos
hormona asociadas a las enfermedades mamarias. metodológicos de la determinación de la PRL en las
Finalmente, aunque se han realizado muchos es- secreciones mamarias, ya que ciertos hallazgos in-
tudios acerca de las concentraciones séricas de la munológicos sugieren que la PRL presente en fluido
PRL en patología mamaria, las causas de la altera- quístico, así como también la del fluido mamario ob-
ción de la secreción de la hormona a nivel del eje hi- tenido a través del pezón en mujeres no lactantes,
potálamo-hipófisis no son todavía bien conocidas. tiene una forma molecular de la hormona diferente a
Por una parte, se ha especulado que esa alteración la mayoritariamente detectada en el suero. 51 • 57
puede deberse a la estimulación ejercida por un pre- Si bien casi todos los estudios sobre las concen-
dominio estrogénico existente en las mujeres afectas traciones quísticas de PRL no detectaron diferencias
de enfermedades benignas de la mama. 48 Y, por otra en función del tipo de quiste mamario, en ese medio
parte, a una alteración del eje hipotálamo-hipófisis biológico se ha descrito la existencia de una correla-
probablemente mediada por opioides endógenos ción significativamente positiva entre las concentra-
que afectarían al tono dopaminérgico. 23 Pero una ciones de esa hormona mamotrófica y la dehidro-
consideración final es la teoría integradora postulada epiandrosterona sulfato (DHAS). 58 La existencia de
por Dogliotti et al., 49 ya que esos autores consideran esa relación hormonal, que nosotros hemos detecta-
que, en pacientes con enfermedades benignas de la do exclusivamente en los quistes tipo 1 (alta relación
mama, existen determinados factores, como la emo- K+/Na+ intraquística y epitelio de recubrimiento tipo
ción y la ansiedad, que a través de un estrés mante- apocrino), 59 sugiere la posibilidad de que la PRL po-
nido resultante, pueden conducir a un tono dopami- dría operar en el epitelio de esos quistes mamarios
nérgico inadecuado. Ello sería mediado directa o indi- aumentando la síntesis y acumulación de la DHAS
rectamente por opioides endógenos o bien por mediante mecanismos similares a los que se ha
factores neuroendocrinos como la serotonina. Y el re- postulado que operan en la glándula suprarrenal. 60
sultado sería una secreción inadecuada de PRL que Ello explicaría la presencia de elevadas concentra-
a su vez, provocando un hiperestrogenismo relativo a ciones de ese derivado androgénico en el fluido de
causa de una fase luteínica insuficiente, condicionaría los quistes tipo 1, que fue descrita por diversos auto-
un aumento aún mayor de la prolactinemia. res. 23 · 24 • 28 • 59 · 61 • 62 A su vez, esas elevadas concen-
traciones intraquísticas de DHAS podrían ser de im-
Concentraciones de prolactina portancia fisiopatológica al transformarse en meta-
en los fluidos mamarios bolitas biológicamente activos que, actuando como
reguladores de la interacción estrógeno-receptor,
Otra forma de abordar el estudio de la posible signi- podrían contribuir al desarrollo y mantenimiento de
ficación fisiopatológica de la PRL en las enfermeda- la enfermedad quística de la mama. 63 · 64 Pero ade-
des de la mama, es investigando su comportamiento más cabe la posibilidad de que a partir de la DHAS
en las secreciones mamarias. Ya que el análisis de se puedan producir en el tejido mamario asteroides
esos fluidos biológicos representa una auténtica «ven- biológicamente activos y responsables de determi-
tana bioquímica••, que nos permite evaluar el ambien- nados procesos proliferativos patológicos. 65 · 66 • 67 · 68
te hormonal interno de la glándula mamaria y la activi- De acuerdo con esta propuesta, también se detecta-
dad funcional de su epitelio. ron en el fluido de los quistes tipo 1concentraciones

89
F. Vizoso y cols.

elevadas de alguna de esas hormonas esteroideas, riesgo de cáncer de mama podría estar mediado, al
como estradiol y estriol. 69 · 70 menos en parte, por una permanente reducción en la
Por otra parte, también se detectaron concentra- producción de PRL. Sin embargo, aunque los resul-
ciones elevadas de PRL en el fluido mamario obteni- tados iniciales de un gran estudio prospectivo reali-
do a través del pezón en mujeres no lactantes y en zado en la isla de Guernsey sugerían que las con-
relación a sus valores sé ricos. 71 · 72 • 73 · 74 Además Ro- centraciones séricas de PRL eran predictivas de ries-
se et al. 75 describen unas concentraciones de la hor- go de cáncer de mama, 101 • 102 una más reciente
mona más elevadas en ese fluido mamario de muje- evaluación de esos mismos autores basada sobre un
res con mastopatía fibroquística y mastalgia cíclica mayor número de casos, no demostró relación entre
en relación a mujeres similares sin dolor mamario, las concentraciones séricas de la hormona y el ries-
aun teniendo todas ellas valores séricos normales de go de cáncer. 103
PRL. Esos resultados podrían explicar la eficacia de Una posible causa de todas esas discrepancias
la bromocriptina para el tratamiento de la mastalgia existentes en la literatura puede ser debido a que, de
cíclica en las pacientes sin hiperprolactinemia. 76 • 77 todas las hormonas hipotéticamente involucradas en
Sin embargo, también debemos tener en cuenta la el cáncer de mama, la PRL es metodológicamente la
posibilidad de que, como ya hemos señalado más más difícil de evaluar a causa de los numerosos fac-
arriba, la hormona en ese fluido mamario presente tores conocidos que influencian su secreción y tam-
una mayor actividad biológica especial en las muje- bién, como ya hemos señalado, de los aspectos rela-
res afectas de patología mamaria. En este sentido, cionados con las técnicas de radioinmunoensayo
Rose et al. 57 · 78 describen la existencia de altos nive- (RIA) utilizadas para su determinación. Más reciente-
les de PRL biológicamente activa en fluido mamario mente se ha utilizado un nuevo bioensayo que puede
obtenido a través del pezón en mujeres afectas de detectar diferentes formas de PRL bioactiva que no
enfermedades benignas de la mama. son identificadas por el clásico RIA, 104 y se ha pro-
puesto que puede ayudar a identificar mejor las mu-
jeres con riesgo de cáncer de mama. 105 · 106 Pero
PROLACTINA Y CANCER DE MAMA otros autores tampoco encontraron relación alguna
con el cáncer de mama utilizando indistintamente
Aunque ciertos estudios demostraron que la PRL esos 2 tipos de determinaciones. 95
es un factor principal en el desarrollo y crecimiento Ta;-nbién se han publicado muchos datos acerca
de tumores mamarios en animales, 79 un papel simi- de alteraciones en la secreción perioperatoria de
lar de esta hormona en humanos es controvertido. PRL en pacientes con cáncer de mama. Así, por una
Así, mientras algunos estudios epidemiológicos de- parte, los niveles preoperatorios circulantes elevados
tectaron concentraciones séricas elevadas de la hor- de la hormona han sido asociados con una mayor
mona en ciertos grupos de pacientes con cáncer de extensión de la enfermedad 107• 108• 109• 110 y con un gra-
mama, 80· 81 · 82 otros autores no encontraron esa aso- do histológico indiferenciado de los tumores. 107 · 108
ciación. 83 · 84 • 85 · 86 Además aunque también se han Además los valores séricos de PRL también son
descrito asociaciones positivas entre valores séricos considerados como un marcador del estado de la en-
de PRL y determinados factores de riesgo para el fermedad durante un seguimiento clínico 107· 108 y co-
cáncer de mama, como la historia familiar de esa neo- mo un factor pronóstico desfavorable en pacientes
plasia, 87 ' 88· 89 la obesidad 90· 91 y el tipo de dieta, 91 · 92 con cáncer de mama avanzado. 108• 109 · 110• 111 · 112 Por
otros autores no han logrado reproducir esos resulta- todo ello, algunos autores consideran que la PRL de-
dos. 9o, 91, 94, 9s, 96, 98 sempeña un papel importante en el cáncer de mama
En cambio los datos más consistentes descritos avanzado y han propuesto la administración de bro-
en la literatura se refieren a la existencia de un efec- mocriptina como terapia endocrina alternativa en ese
to permanente en la reducción de las concentracio- grupo de pacientes 113 e incluso como tratamiento ad-
nes séricas de PRL tras un embarazo a término en yuvante perioperatorio también en pacientes cor
mujeres premenopáusicas. 88 · 91 • 95 · 99 · 100 Por ello esos cáncer de mama operable. 114 En esta línea, .dato~
resultados sugirieron a muchos autores que el efecto más recientes indican que las concentraciones séri·
protectivo de un primer embarazo a término sobre el cas de PRL pueden predecir la respuesta y el desa

90
PROLACTINA Y PATOLOGIA MAMARIA

rrollo de resistencia a la terapia antiestrogénica con respuesta hormonal. Ya que la acción de la PRL so-
tamoxifeno. 115 bre todo tejido mamario ha de ser necesariamente
Por otra parte, también se ha señalado que la ciru- mediada por receptores específicos de membrana. 122
gía mamaria puede inducir un aumento de la secre- Diversos autores han descrito la existencia de re-
ción de PRL en pacientes pre o postmenopáusicas ceptores de PRL (PRL-R) en torno al 50% de los car-
con cáncer de mama. 111 · 116· 117• 118• 119· 120 Sin embargo, cinomas mamarios humanos. 123 • 124 · 125 • 126 Pero la
ese aumento en las concentraciones séricas de la presencia de estos receptores hormonales no implica
hormona parece estar paradógicamente asociado automáticamente sensibilidad a la PRL. Así, por
con un pronóstico favorable en pacientes con cáncer ejemplo, se ha demostrado que no todos los tumores
de mama operable. 118 Esa observación sin duda con- con PRL-R+ responden a la PRL con un aumento de
trasta con la conocida acción estimulante potencial la síntesis de DNA. 127 Por ello se ha propuesto que
de la hormona sobre el crecimiento del cáncer, 79 y la determinación en los tumores mamarios de deter-
no existen en la actualidad mecanismos conocidos minadas proteínas inducidas por la PRL podría re-
que expliquen ese aparente efecto protectivo de la presentar una señal más óptima de sensibilidad a la
hiperprolactinemia postoperatoria sobre la progre- hormona que la mera existencia de PRL-R. 128· 129 En
sión tumoral en pacientes con cáncer de mama ope- este sentido, y teniendo en cuenta que la PRL de-
rable. Además recientemente también se ha descrito sempeña un papel primordial en la transcripción ge-
que ese aumento postquirúrgico de la secreción de nética de las proteínas lácteas en el tejido mamario, 6
PRL está asociado a una disminución de las concen- consideramos que por razón doble el análisis de la
traciones séricas del factor de crecimiento insulíni- composición proteica de las secreciones mamarias
co-1201 , que es uno de los factores de crecimiento puede ser una herramienta útil para futuras investi-
más importantes para el cáncer de mama. 121 Por gaciones sobre el cáncer de mama.
tanto, serán necesarias futuras investigfaciones para En esta línea, otro aspecto a investigar en el futuro
confirmar esas observaciones y para conocer la na- es si las mujeres no lactantes normales o con patolo-
turaleza del efecto biológico de esos cambios perio- gía mamaria benigna, y con proteínas lácteas en sus
peratorios en la secreción de PRL en las pacientes secreciones mamarias, pueden tener un mayor ries-
afectas de cáncer mamario. go de desarrollar carcinoma mamario o al menos un
En definitiva, podemos concluir que de los estu- tipo de neoplasia en la que, de alguna forma, pueda
dios realizados sobre las concentraciones séricas de estar involucrada la PRL. En este sentido, aunque un
PRL en el cáncer de mama, bien utilizando el clásico estudio prospectivo que ya está en marcha nos impi-
inmunoensayo o técnicas de bioensayo, se despren- de de momento derivar conclusiones definitivas a
den resultados conflictivos. Por ese motivo, son ne- ese respecto, sí hemos podido comprobar, en muje-
cesarias quizá nuevas investigaciones que aborden res premenopáusicas no lactantes y con ese tipo de
el estudio de esa posible asociación mediante el em- secreciones (tipo 11), una incidencia mayor de los pa-
pleo de nuevos marcadores biológicos. En este sen- trones parenquimatosos mamográficos de riesgo (P2
tido, recientemente hemos descrito la presencia de y Dy) en relación a la población general. 130
proteínas lácteas en las secreciones mamarias en Finalmente, otra área de posible interés para futu-
torno al 50% de pacientes pre o postmenopáusicas ras investigaciones sobre el papel de la PRL en el
con cáncer de mama. Así pues, teniendo en cuenta cáncer de mama, es el de la posible producción ectó-
que la presencia de ese tipo de secreciones mama- pica de la hormona por el propio tejido tumoral. As-
rias está asociada, como ya hemos comentado, a un pecto que ya se ha demostrado a nivel proteico 131 y
aumento de la respuesta de PRL a la estimulación más recientemente también a nivel genético en carci-
con TRH en mujeres no lactantes normales o con nomas mamarios humanos, 132 pero cuya significa-
enfermedades benignas de la mama, 38· 39 podemos ción fisiopatológica es aún desconocida.
especular que una situación similar puede ocurrir en
un grupo significativo de mujeres con cáncer de ma- CONCLUSIONES
ma. Sin embargo, ese supuesto probablemente no
sería suficiente para justificar la existencia de un gru- A pesar de que el comportamiento de la PRL, tan-
po de tumores mamarios con un patrón específico de to en patología mamaria benigna como maligna, ha

91
F. Vizoso y cols.

sido extensamente estudiado desde diferentes pun- mammotropin and ovine pituitary lactogenic hormo-
tos de vista, la posible implicación de la hormona en ne. Experientia 1971; 27: 1368-1371.
2. Niall HD, Hogan M, Sauer R, Rosenblume IY, Green-
la fisiopatología de esos procesos es todavía contro- wood FC. Sequences of pituitary and placenta! lacto-
vertida. Pero recientes estudios indican que una alte- genic growth hormone: Evolution from a primordial
peptide by gene duplication. Proc Natl Acad Sci USA
ración en la secreción de la hormona puede estar rela- 1971; 68: 866-869.
cionada con ciertos tipos de enfermedades benignas 3. Yasuda A, Yamaguchi K, Papkoff H, Yokoo Y, Ka-
de la mama, así como con determinados subgrupos wauchi H. The complete amino acid sequence of
growth hormone from sea turtle (Chelonia mydas).
de carcinomas mamarios. Pudiendo ello significar, en Gen Comp Endocrino! 1989; 73: 242-251.
cada caso, un diferente comportamiento biológico. 4. Frantz AG, Kleinberg DL. Prolactin: Evidence that it
Por otra parte, serán necesarias futuras investigacio- is separate from growth hormone in human blood.
Science 1970; 170: 745-747.
nes encaminadas a evaluar la utilidad de determina- 5. Friesen HG. The discover of human prolactin: A very
dos marcadores biológicos de sensibilidad tisular a la personal account. Clin lnvest Med 1995; 18: 66-77.
PRL con el fin de identificar aquellas entidades pato- 6. Topper YJ, Freeman CS. Multiple hormone interac-
tions in the developmental biology of the mammary
lógicas que presenten un patrón específico de res- gland. Physiol Rev 1989; 60: 1049-1106.
puesta hormonal. 7. Robin C. Endocrinological aspects of breast physio-
logy. En: Angeli A, Bradlow HL, Dogliotti L, editores.
Endocrinology of cystic breast disease. New York:
Raven Press, 1983: 25-34.
RESUMEN 8. Shiu RPC, Friesen HC. Mechanism of action of pro-
lactin in the control of mammary gland function. Annu
Rev Physiol 1980; 42: 83-93.
El objetivo de este trabajo fue revisar los estudios 9. Halbreich U, Assael M, Ben-David M, Bornstein R.
clínicos sobre el posible papel de la prolactina Serum prolactin in women with premenopausal syn-
drome. Lancet 1976; ii: 654.
(PRL) en la fisiopatología de la enfermedad mama-
1O. Cole EN, Sellwood RA, England PC, Griffiths K. Se-
ria benigna y el cáncer de mama. En la actualidad, rum prolactin concentrations in benign breast disea-
los resultados descritos sobre la significación de las se throught the menstrual cycle. Eur J Cancer 1977;
13: 597-603.
concentraciones basales séricas de la PRL en am- 11. Watt-Boolsen S, Anderson AN, Bichert-Toft M. Serum
bas condiciones son conflictivos. Sin embargo, prolactin and estradiol levels in women with cyclical
otros estudios describen la existencia de una altera- mastalghia. Horm Metab Res 1981; 13: 700-702.
12. Walsh PV, McDiken IW, Bulbrook RD, Moore JW,
ción en la regulación central de la secreción de PRL Taylor WH, George WD. Serum oestradiol-17~ and
asociada con determinados tipos de enfermedades prolactin concentrations during the luteal phase in
mamarias benignas, así como una alteración perio- women with benign breast disease. Eur J Cancer
Clin Oncol1984; 20: 1345-1351.
peratoria de la secreción de la hormona en algunos 13. Mansel RE, Preece PE, Hughes LE. A double blind
grupos de pacientes con carcinomas mamarios. Por tria! of prolactin inhibitor bromocriptine in painful be-
otra parte, se ha descrito la presencia de elevadas nign breast disease. Br J Surg 1978; 65: 724-727.
14. Gollinger RC, Krebs J, Fisher ER, Danowski TS. Hor-
concentraciones de PRL en las secreciones mama- mones and the pathophysiology of fibrocystic masto-
rias de mujeres afectas de ciertos procesos patoló- pathy: Elevated luteinizing hormone levels. Surgery
gicos, a pesar de tener concentraciones séricas 1978; 84: 215-221.
15. Sitruk-Ware R, Sterkers N, Mauvais-Jarvis P. Benign
normales de esta hormona pituitaria. Además tam- breast disease 1: Hormonal investigation. Obstet Gy-
bién se ha detectado la existencia de diferentes for- necol1979;53:457-460.
mas moleculares de la hormona en esos 2 medios 16. Bahu RM, Mangkornkanok-Mark M, Albertson D,
Fors E, Monteni A, Battifora H. Detection of alpha-
biológicos. Finalmente, existen datos que sugieren lactoalbumin in breast lesions and relationship to es-
la posibilidad de utilizar determinadas proteínas in- trogen receptors and serum prolactin. Cancer 1980;
46: 1775-1780.
ducidas por la PRL como marcadores biológicos de 17. Mancini A, Di Prieto C, De Marinis Letal. Endocrine
la sensibilidad del tejido mamario patológico a la evaluation of patients with benign lumps of the breast.
hormona. Cancer Detect Prev 1992; 16: 27-30.
18. Fujimoto VY, Clifton DK, Cohen NL, Soules MR. Variabi-
lity of serum prolactin and progesterone levels in normal
women: The relevance of single hormone measurements
REFERENCIAS in the clinical setting. Obst Gynecol 1990; 76: 71-78.
19. Tarquini B, Gheri R, Romano S et al. Circadian me-
1. Bewley TA, Li CH. Sequence comparison of human sorhyperprolactinemia in fibrocystic mastopathy. Am
pituitary growth hormone, human chorionic somato- J Med 1979; 66: 229.

92
PROLACTINA Y PATOLOGIA MAMARIA

20. Peters F, Schuth W, Scheurinch B, Breckwoldt M. Se- tating women. J Clin Endocrino! Metab 1994; 79:
rum prolactin levels in patients with fibrocystic breast 525-529.
disease. Obst Gynecol 1984; 64: 381-385. 37. Sánchez LM, Vizoso F, Díez-ltza 1, López-Otín C. lden-
21. Ayers JWT, Gidwani GP. The ••lutheal breast»: Hor- tification of the major protein components in breast se-
monal and sonographic investigation of benign disea- cretions from women with benign and malignant bre-
se in patients with cyclic mastalgia. Fertility and Steri- ast diseases. Cancer Res 1992; 52: 95-1 OO.
lity 1983; 40: 779-784. 38. Vizoso F, Sánchez LM, Díez-ltza 1, Lamelas ML, Ló-
22. Kumar S, Mansel RE, Hughes LE et al. Prolactin res- pez-Otín C. Factors affecting protein composition of
ponse to thyrotropin-releasing hormone stimulation breast secretions from nonlacting women. Breast
and dopaminergic inhibition in benign breast disease. Cancer Res Treat 1992; 23:251-258.
Cancer 1984; 53: 1311-1315. 39. Vizoso F. Proteínas de secreción asociadas al cáncer
23. Watt-Boolsen S, Eskildsen PC, Blaehr H. Release of de mama. Biorreguladores 1995; 4: 31-43.
prolactin, thyrotropin and growth hormone in women 40. Di Cario R, Muccioli G, Bellusi, Mussa A. Presence
with cyclical mastalgia and fibrocystic disease of the and characterization of prolactin receptores in human
breast. Cancer 1985; 56: 500-502. benign breast tumors. Eur J Cancer Clin Oncol 1984;
24. Parlati E, Travaglini A, Liberale 1, Menini E, Deii'Ac- 20: 635-641.
qua S. Hormonal profile in benign breast disease. 41. Markoff E, Lee DW. Glycosylated prolactin is a major
Endocrine status of cyclical mastalgia patients. J En- circulating variant in human serum. J Clin Endocrino!
docrinol lnvest 1988; 11: 679-683. Metab 1987; 65: 1102-1106.
25. Vizoso F, Allende MT, García-Muñiz JL, Alexandre E, 42. Sinha YN, Jacobsen BP. Structural and immunological
Fueyo A, Ruibal A. Serum prolactin levels in women evidence for small molecular weight ( «21 K») variant of
with gross cystic disease. lnt J Biol Markers 1992; 7: prolactin. Endocrinology 1988; 123: 1364-1370.
225-229. 43. Fukuoka H, Hamamoto R, Higurashi M. Heteroge-
26. Kumar S, Mansel RE, Jasani B. Presence and possi- neity of serum and amniotic fluid prolactin fluid pro-
ble significance of immunohistochemically demostra- lactin in human. Horm Res 1991; 35 (Su pi 1): 58-63.
ble prolactin in breast apocrine metaplasia. Br J Can- 44. Fonseca ME, Ochoa R, Morán C, Zárate A. Varia-
cer 1987; 55: 307-309. tions in the molecular forms of prolacting during the
27. Miller WR, Dixon JM, Scott WN, Forrest APM. Classi- menstrual cycle, pregnancy and lactation. J Endocri-
fication of human breast cysts according to electroly- nollnvest 1991; 14:907-912.
te and androgen conjugate composition. Clin Oncol 45. Rogol AD, Rosen SW. Prolactin of apparent large
1983; 9:227-232. molecular size: The major immunoactive prolacting in
plasma of a patient with a pituitary tumor. J Clin En-
28. Dogliotti L, Orlandi F, Torta M et al. Cations and docrinol Metab 1974; 38:717-717.
dehydroepiandrosterone-sulphate in cyst fluid of pre
and menopausal patients with gross cystic disease of 46. Wortsman J, Carlson HE, Malarkey WB. Macropro-
the breast. Evidence for the existence of subpopula- lactinemia as the cause of elevated serum prolactin
in men. Am J Med 1989; 86:704-706.
tions. Eur J Cancer Clin Oncol 1986; 22: 1301-1307.
47. Bordiu E, Charro Salgado A. Molecular heterogeneity
29. Malina R, Ballesta AM, Casals E et al. Value of bio- of serum prolactin in women with fibrocystic disease
chemical examination of cyst fluid in the classification and breast cancer. J Gynaec Endocrin 1986; 2: 11-16.
of mammary fibrocystic disease. Prot Biol Fluids Peillon F, Vicenns M, Cesselin F, Doumith R, Mows-
48.
1988; 32: 851-854. zowicz l. Exaggerated prolactin response of thyrotro-
30. Beccati D, Grilli N, Schincaglia P et al. Apocrine cells pin releasing hormone in women with anovulatory ci-
in breast cyst fluid and their relationship to cyst type: eles: Possible role of endogenous estrogens and ef-
A morphometric study. Eur J Cancer Clin Oncol fect of bromocriptine. Fertil Steril 1982; 37: 530-535.
1988; 24:597-602. 49. Dogliotti L, Orlandi F, Angeli A. The endocrine basis
31. Angeli A, Bradlow HL, Bodian CA, Chasalow Fl, Do- of benign breast disorders. World Surg 1989; 13:
gliotti L, Haagensen DE. Gritería for classifiying breast 674-679.
cyst fluids. Ann NY Acad Sci 1990; 586: 49-52. 50. Bradlow HL, Schwartz MK, Fleisher M et al. Accumu-
32. Vizoso F, Fueyo A, Allende MT, Fernández J, García- lation of hormones in breast cyst fluid. J Clin Endocri-
Morán M, Ruibal A. Evaluation of human breast cysts nol Met 1979; 49: 778-820.
according to their biochemical and hormonal compo- 51. Allende MT, Vizoso F, Mosquera E, Fernández M,
sitian, and citologic examination. Eur J Surg Oncol Fernández B, Ruibal A. Different immunoreactivity
1990; 16: 209-214. between cyst fluid and serum prolactin in women with
33. Vizoso F. Comportamiento evolutivo de los tipos de cystic breast disease. lnt J Biol Markers 1991; 6:
quiste en mujeres afectas de enfermedad macro- 199-200.
quística de la mama. Rev Senología y Patol Mam 52. Szamel 1, Budai B, Daubner K et al. A nagycisztas
1993; 6:69-76. mastopathia cisztafolyadekanak hormonalis es bio-
34. Fernández-Cid A. Tratamiento de los macroquistes kemiai jellemzese. Orv Hetil1994; 135:907-911.
mamarios. Rev Senología y Patol Mam 1989; 2: 189- 53. Melis G, Guarnieri G, Paoletti A et al. Clinical signifi-
191. canee of hormonal evaluation in peripheral blood and
35. Vizoso F, Andicoechea A, Rodríguez JC et al. Nive- in breast cyst fluid of women with benign breast
les séricos de LH y FSH en mujeres con enfermedad disease. En: An~eli A, editor. Endocrinology of cystic
macroquística de la mama. Rev Senología y Patol breast disease. ew York: Raven Press, 1983: 101-
Mam 1994; 7: 160-164. 112.
36. Vizoso F, Díez-ltza 1, Sánchez LM, Tuya AF, Ruibal 54. Angeli A, Dogliotti L, Agrimonti F, Faggiuolo R, Cava-
A, López-Otín C. Relationship between prolactin le- llo R, Tibo A. Thyroid hormone levels in human breast
veis and composition of breast secretions in nonlac- cyst fluid. Acta Endocrino! 1984; 107: 230-236.

93
F. Vizoso y cols.

55. Abney TO, Teran AZ, Mahesh VB, Mullins WB, Green- 74. Rose DP, Boyar AP, Kettunen K. Diet, serum, breast
blatt RB. Fibrocystic breast disease: The significance fluid growth hormone, and prolactin levels in normal
of ~-human chorionic gonadotropin and other poly- premenopausal Finnish and American woman. Nutr
peptides in breast cyst fluid. Fertil Steril 1988; 49: Cancer 1988; 11: 179-187.
638-643. 75. Rose DP, Lahti H, Laakso K, Kettunen KL, Wynders
56. Schurz B, Schon HJ, Wenzl R et al. Breast cyst fluid EL. Serum and breast duct fluid prolactin and estro-
concentrations of beta-endomorphin, steroids and gen levels in healthy Finnish and American women
gonadotrophins in premenopausal women with gross and patients with fibrocystic disease. Cancer 1986;
cystic disease. Maturitas 1991; 13: 123-128. 57: 1550-1554.
57. Rose DP, Berke B, Cohen LA, Lahti HA. A compari- 76. Bichert-Toft M, Anderson AN, Henriksen OB, Myging
son of serum and breast duct fluid-immunoassayable T. Treatment of mastalgia with bromocriptine: A dou-
prolactin and growth hormone with bioassayable lac- ble blind crossover study. Br Med J 1979; 1: 237.
togenic hormones in healthy women and patients with 77. Mansel RE, Preece PE, Hughes LE. Treatment of cy-
cystic breast disease. Cancer 1987; 60:2761-2765. clical breast pain with bromocriptine. Scott Med J
58. Angeli A, Boccuzzi G, Agrimonti F, Brignardello E, 1980; 25: 567-570.
Barbadoro E, Dogliotti L. Correlation between levels 78. Rose DP. Hormones and growth factors in nipple as-
of dehydroepiandrosterone-sulphate and prolactin in pirates from normal women and benign breast disea-
human breast cyst fluid. Tumori 1982; 68: 393-396. se patients. Cancer Detect Prev 1992; 16: 43-51.
59. Suárez B, Vizoso F, Allende MT et al. Active andro- 79. Welsch CW, Nagasawa H. Prolactin and murine
gens in breast cyst fluids. lnt J Biol Markers 1992; 7: mammary tumorigenesis: A review. Cancer Res
263-264. 1977; 37: 951-963.
60. Bassi F, Giusti G, Borsi L et al. Plasma androgens in 80. Ohgo S, Kato V, Chichara K, lmura H. Plasma pro-
women with hyperprolactinemic amenorrhea. Clin lactin responses to thyrotropin releasing hormone in
Endocrino! (Oxf) 1977; 6: 5-11. patients with breast cancer. Cancer 1976; 37: 1412-
61. Raju U, Banerjee S, Levitz M et al. Correlation of 1416.
concentrations of estriol-3-sulphate with those of po- 81. Aldinger KA, Schulz PN, Blumenschein GR, Samaan
tassium and sodium in human breast cyst fluid. Ste- NA. Thyroid stimulating hormone and prolactin levels in
roids 1985; 54: 341-346. breast cancer. Arch lntern Med 1978; 138: 1638-1641.
62. Secreto G, Recchione C, Balleri P et al. Accumula- 82. Rose DP, Pruitt BT. Plasma prolactin levels in pa-
tion of ative androgens in breast cyst fluids. Eur J tients with breast cancer. Cancer 1981; 48: 2687-
Cancer 1991; 27:44-47. 2691.
63. Brennan MJ, Brulbook RO, Deshpnde N, Wang DY, 83. Franks S, Raphs DNL, Seagrott V, Jacobs HS. Pro-
Hayward JL. Urinary and plasma androgens in be- lactin concentrations in patients with breast cancer.
nign breast disease. Lancet 1973; 1: 1076-1079. Br Med J 1974; 4: 320-321.
64. England PC, Sellwood RA, Knyba RE, lrvine JOB. 84. Kwa HG, Engelsman E, DeJong-Bakker M, Cleton
Serum androgen levels and the menstrual cycle in FJ. Plasma prolactin in human breast cancer. Lancet
women with benign or malignant breast disease. Clin 1974; ii: 433-434.
Onc~ 1981;7:213-219. 85. Jones MK, Ramsay ID, Booth M, Collins WO. Hor-
65. Abui-Hajj YJ, lverson R, Kiang DT. Aromatization of mone concentrations in postmenopausal patients
androgens by human breast cancer. Steroids 1979; with breastcancer. Clin Oncol1977; 3:177-181.
33: 205-222. 86. lturburu IM, López de Tejada 1, Jiménez E, Goicoe-
66. Perel E, Wilkins D, Killinger DW. The conversion of chea JI, Méndez JJ. Niveles plasmáticos de prolacti-
androsterone to estrone, estradiol, and testosterone na en mujeres con cáncer mamario. Cirugía España-
in breast tissue. J Steroid Biochem 1980; 13: 89-94. la 1985; 39: 593-598.
67. Perel E, Stolee KJ, Kharlip ME, Blackstein ME, Killin- 87. Henderson BE, Gerkins V, Rosario 1, Casagrande J,
ger DW. Androstenedione metabolism in epithelial Pike MC. Elevated serum levels of estrogen and pro-
cells derived from early-lactation human milk. Ste- lactinJ in daughters of patients with breast cancer. N
roids 1984; 42: 389-399. Engl Med 1975; 293: 790-795.
68. Killinger DW, Strutt BJ, Roncari DA, Khalil MW. Es- 88. Kwa HG, Cleton F, Bulbrook D, Wang DY, Hayward
trone formation from dehydroepiandrosterone in cul- JL. Plasma prolactin levels and breast cancer: Rela-
tured human breast adipose stromal cells. J Steroid tion to parity, weight, height and age at first birth. lnt J
Biochem Malee Biol 1995; 52: 195-201. Cancer 1981; 28:31-34.
69. Sánchez LM, Vizoso F, Allende MT, Ruibal A, López- 89. Levine PA, Malarkey WB. Daughers of women with
Otín C. Quantification and molecular analysis of ca- breast cancer have elevated mean 24-hour prolactin
tepsin O in breast cyst fluids. Eur J Cancer 1992; (PRL) levels and a partial resistance of PRL to dopa-
28A: 828-832. mine suppression. J Clin Endocrino! Metab 1981; 53:
70. Vizoso F, Fueyo A, Allende MT, Ruibal A. Niveles de es- 179-183.
triol en el líquido quístico de mujeres afectas de enfer- 90. Wang DY, De Stavola BL, Bulbrook RO et al. The
medad quística mamaria. Rev Clín Esp 1990; 186: 191. permanent effect of reproductiva events on blood
71. Wynder EL, Hill P. Prolactin, oestrogens, and lipids in prolacting levels and its relation to breast cancer risk:
breast fluid. Lancet 1977; ii: 840. A population study of postmenopausal women. Eur J
72. Miller WR, Hawkins RA, Creel RJ, Forrest AMP. Oes- Cancer Clin Oncol 1988; 24: 1225-1231.
trogen in breast fluid. Lancet 1977; 2: 1179. 91. Wang DY, De Stavola BL, Bulbrook RO et al. The re-
73. Wynder EL, Hill P, Laakso K, Littner R, Kettunen KL. lationship between blood prolactin levels and risk of
Breast secretion in finish women; a metabolic epide- breast cancer in premenopausal women. Eur J Can-
miologic study. Cancer 1981; 47: 1444-1450. cer Clin Oncol 1987; 23: 1541-1548.

94
PROLACTINA Y PATOLOGIA MAMARIA

92. lngram DM, Nottage EM, Roberts AN. Prolactin and cer: Comparison with the expression of e erb B-2 on-
breast cancer risk. Med J Aust 1990; 153: 469-473. coprotein. Eur J Surg Oncol 1993; 19: 409-413.
93. Carlson HE, Wasser HL, Levin SR et al. Prolactin sti- 111. Wang DY, Hampson S, Kwa HG et al. Serum prolac-
mulation by meals is related to protein content J Clin tin levels in women with breas! cancer and their rela-
Endocrino! Metab 1983; 57: 334-338. tionship to survival. Eur J Cancer Clin Oncol 1986;
94. Anderson E, Morten H, Wang DY, Burns P, Birch J, 22: 487-492.
Howell A. Serum bioactive lactogenic hormone levels 112. Bhatavdekar JM, Patel DD, Karelia NH et al. Tumor
in women with familia! breast cancer and their relati- markers in patients with advanced breas! cancer as
ves. Eur J Cancer Clin Oncol 1989; 25: 1719-1725. prognosticators: A preliminary study. Breast Cancer
95. Love RR, Rose DR, Surawicz TS, Newcomb PA. Pro- Res Treat 1994; 30: 293-297.
lacting and growth hormone levels in premenopausal 113. Anderson E, Fergusson JE, Morten H, Shalet SM,
women with breast cancer and healthy women with a Robinson EL, Howell A. Serum immunoreactive and
strong family history of breast cancer. Cancer 1991; bioactive lactogenic hormones in advanced breast
68: 1401-1405. cancer patients treated with bromocriptine and octreo-
96. Gray GE, Pike MC, Henderson BE. Dietary fat and tide. EurJ Cancer 1993; 29A: 209-217.
plasma prolactin. Am J Clin Nutr 1981; 34: 1160- 114. Fentiman IS, Brame K, Chaudary MA, Camplejohn
1162. RS, Wang DY, Millis RR. Perioperative bromocriptine
97. lngram DM, Bennett FC, Willcox D, De Klerk N. Effect adjuvant treatment for operable breast cancer. Lan-
of low-fat diet on female sex hormones levels. J Natl cet 1988; 1: 609-61 O.
Cancer lnst 1987; 79: 1225-1229. 115. Bhatavdekar JM, Patel DD, Karelia NH, Shah NG,
98. Hagerty MA, Howie BJ, Tan S, Shultz TD. Effect of Ghosh N, Vora HH. Can plasma prolactin predict ta-
low and high-fat intakes on hormonal milieu of pre- moxifen resistance in patients with advanced breast
menopausal women. Am J Clin Nutr 1988; 47: 653- cancer? Eur J Surg Oncol 1994; 20: 118-121.
659. 116. Holtkamp W, Osterloh B, Rauscheker H, Nagel GA.
99. Yu MC, Gerkins VR, Henderson BE, Brown JB, Pike Mastectomy stimulates prolactin release in breast
MC. Elevated levels of prolactin in nulliparous wo- cancer patients. Anticancer Res 1986; 6: 725-728.
men. BrJ Cancer 1981; 43:826-831. 117. Barni S, Lissoni P, Paolorossi F et al. Effects of radi-
100. Musey VC, Collins DC, Musey PI, Martino-Saltzman
cal mastectomy on prolactin blood levels in patients
D, Preedy JRK. Long-term effect of a pregnancy on with breas! cancer. Eur J Cancer Clin Oncol 1987;
the secretion of prolactin. N Engl J Med 1987; 316: 23: 1141-1145.
229-234.
101. Kwa HG, Cleton F, Wang DY et al. A prospective 118. Lissoni P, Sormani AL, Tancini G et al. Postoperative
study of plasma prolacting levels and subsequent hyperprolactinemia and early recurrence rate in breas!
cancer. Eur J Cancer 1990; 26: 953-956.
risk of breas! cancer. lnt J Cancer 1981; 28: 673-676.
102. Bulbrook RD, Wang DY, Hayward JL, Kwa HG, Cle- 119. Barni S, Lissoni P, Mandelli D et al. Relation between
ton F. Plasma prolactin levels and age in a female surgery-induced prolactin increase and the menstrual
population: Relation to breast cancer. lnt J Cancer cycle phase at time of surgery in premenopausal breast
1981; 28: 43-45. cancer. lnt J Biol Markers 1991; 6: 103-106.
103. Wang DY, De Stavola BL, Bulbrook RD et al. Rela- 120. Barni S, Lissoni P, Brivio F et al. Serum levels on in-
tionship of blood prolactin levels and the risk of sub- sulin-like growth factor-1 in operable breast cancer in
sequent breast cancer. lnt J Epidemiol 1992; 21: relation to the main prognostic variables and their pe-
214-221. rioperative changes in relation to !hose of prolactin.
104. Tanaka T, Shiu RPC, Gout PW, Beer CT, Noble RL, Tumori 1994; 80: 212-215.
Friesen HG. A new sensitive and specific bioassay 121. Artega CL, Osborne CK. Growth inhibition of human
for lactogenic hormones: Meassurement of prolacting breas! cancer cells in vitro with an antibody against
and growth hormone in human serum. J Clin Endo- the type 1 somatomedin receptor. Cancer Res 1989;
crinol Metab 1980; 51: 1058-1063. 49: 6237-6241.
105. Love RR, Rose DP. Elevated bioactive prolactin in 122. Kelly PA, Djiane J, Katoh M et al. The interaction of
women at risk for familia! breas! cancer. Eur J Can- prolactin with its receptors in target tissues and its
cer Clin Oncol1985; 21: 1553-1554. mechanism of action. Recen! Progr Horm Res 1984;
106. Maddox PR, Jones DL, Mansel RE. Prolactin and to- 40: 379-436.
talactogenic hormone measured by microbioassay 123. Holdaway IM, Friesen HG. Hormone binding by hu-
and immunoassay in breast cancer. Br J Cancer man mammary carcinoma. Cancer Res 1977; 37:
1992; 65: 456-460. 1946-1952.
107. Bhatavdekar JM, Trivedi SN, Shah NG et al. Compa- 124. Partridge RK, Hahnel R. Prolactin receptors in hu-
rison of prolacting, CA 15-3 and TPA in breas! carci- man breas! carcinoma. Cancer 1979; 643-646.
nomas. lnt J Biol Markers 1989; 4: 150-156. 125. Turcot Lemay L, Kelly PA. Prolactin receptors in hu-
108. Bhatavdekar JM, Shah NG, Balar DB et al. Plasma man breast tumors. J Natl Cancer lnst 1982; 68: 381-
prolactin as an indicator of disease progression in 383.
advanced breast cancer. Cancer 1990; 65: 2028- 126. Bonneterre J, Peyrat JP, Vandewalle B, Beuscart R, Vie
2032. MC, Cappelaere P. Prolactin receptors in human breast
109. Goettler DM, Levin L, Chey WY. Postplandial levels cancer. Eur J Cancer Clin Oncol 1982; 18: 1157-
of prolacting and gut hormones in breast cancer pa- 1162.
tients: Association with stage of disease, but not die- 127. Peyrat JP, Djiane J, Bonneterre J etal. Stimulation of
tary dat. J Natl Cancer lnst 1990; 82: 22-29. DNA synthesis by prolactin in human breast tumor
110. Bhatavdekar JM, Patel DD, Sherbert GV et al. Prog- explants. Relation to prolacting receptors. Anticancer
nostic significance of plasma prolactin in breast can- Res 1984; 4: 257-262.

95
F. Vizoso y cols.

128. Bonneterre J, Peyrat JP, Beuscart R, Demaille A. epitelio mamario en mujeres premenopáusicas no lac-
Biological and clinical aspects of prolactin receptors tantes. Rev Senología y Patol Mam 1993; 6: 165-173.
(PRL-R) in human breast cancer. J Steroid Biochem 131. Larrad A, Esquifino A, López M, Díez-Nau D, Ruiz A,
Mol Biol1990; 37:977-981. Zapatero JL. Síntesis de prolactina por el carcinoma
129. Myal Y, Robinson DB, lwasiow B, Tsuyuki D, Wong P, de mama humano en cultivo. Cirugía Española 1986;
Shiu RP. The prolacting-inducible protein (PIP/ 40: 109-118.
GCDFP) gene: Cloning, structure and regulation. Mol 132. Fields K, Kulig E, Lloyd RV. Detection of prolactin
Cell Endocrino! 1991; 80: 165-175. messenger RNA in mammary and other normal and
130. Vizoso F, Lamelas ML, Guinea O et al. Relación entre neoplastic tissues by polimerase chain reaction. Lab
parénquima mamográfico y actividad secretora del lnvest 1993; 68: 354-360.

96

También podría gustarte