Señorita Elisabeth Von R

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Señorita Elisabeth Von R.

Elisabeth Von R llegó a la consulta de Freud a través de la


recomendación de un amigo en común. Este amigo consideraba que
se trataba de un caso de histeria, aún a pesar de no presentar
signos comunes en las neurosis.

Ella padecía dolores musculares en el muslo derecho que no le


permitían caminar correctamente. Aquellas zonas en las que
padecía dolor generaban placer al ser estimuladas. Freud denomina
a estas zonas como zonas hiperálgicas.

Contexto: Historia de Elisabeth


Elisabeth era la menor de tres hermanas mujeres, era la favorita de
su padre, quien la consideraba <<el varón que nunca tuvo>> debido
a la inteligencia que poseía. Elisabeth odiaba ser mujer porque
tenía grandes ambiciones, al contrario que el resto de las damas
cuyo objetivo era el matrimonio para posteriormente ser ama de
casa.

El padre en algún momento sufrió una afección cardíaca crónica


que lo puso en cama durante año y medio al cuidado de su favorita,
Elisabeth. Finalmente él falleció, dejando a la familia duelo durante
un año. Durante los últimos seis meses del cuidado, Elisabeth
comenzó a sufrir dolores menores en su muslo que se le pasaban
rápidamente. Tras el luto, la hermana mayor se casó con un
inteligente hombre, pero muy caprichoso y egoísta, que lo llevó a
diversos confrontamientos con Elisabeth. Por otro lado, la hermana
de en medio se había casado con un hombre tierno, responsable y
educado; gracias a aquella unión, Elisabeth replanteó su opinión
sobre el matrimonio.

Mientras la madre se encontraba padeciendo una infección ocular,


la hermana de en medio, quien ya tenía un hijo con su marido,
falleció a causa de una enfermedad cardíaca heredada tras dar a
luz a su segundo hijo. La familia se culpó a sí misma por no haber
detectado la enfermedad a tiempo.
Tratamiento con Freud:
Tras no poder hipnotizar a la paciente, Freud realiza un tratamiento
que consistía en ejercer presión sobre la frente de la muchacha
incitándola a recorres sus pensamientos. Elisabeth recuerda una
ocasión en que, al cuidado de su padre, decidió escaparse para
encontrarse con un muchacho que le gustaba; desgraciadamente al
volver de aquella reunión halla que el estado de salud de su padre
habría empeorado en su ausencia. Ella jamás se perdonó el haberse
ido y casi no volvió a ver al muchacho desde entonces.

Más importante aún es aquel recuerdo de que cada día su padre,


quien, al ser vendado por Elisabeth, reposaba su pie sobre el muslo
derecho de ella. A medida que transcurrían las sesiones, los dolores
comenzaron a entrometerse:

Cuando Freud convocaba a un recuerdo en Elisabeth, ella empezaba


a sufrir dolores que se intensificaban cuando ella estaba a punto
de realizar una importante declaración para posteriormente
disminuir la dolencia. Freud comenzó a usar ese dolor como brújula:
Si Elisabeth no sufría dolores era porque no estaba dando
información importante.

Mediante este método, Freud hizo dos importantes


descubrimientos:

1. Cada vez que Elisabeth recordaba a algún conocido enfermo


ajeno a la familia, asociaba la enfermedad de éste con la de su
padre, trayéndolo a él a la memoria

2.Cuando recordaba a su padre, presentaba dolores en su pierna


derecha. Cuando recordaba a su difunta hermana o a sus cuñados,
presentaba dolores en la pierna izquierda

Freud y Elisabeth comienzan a reconstruir vivencias que puedan


dar origen a los dolores, una muy importante se dio en una
caminata que ella realizó con el marido de la hermana de en medio,
en la cual estuvieron a solas. Aquella caminata fue tan larga que,
al terminarla, ella se encontraba con las piernas adoloridas; así de
alguna forma explicó el origen del dolor en sus piernas al caminar
Tercer periodo del tratamiento:
En una sesión, escuchan pasos por fuera de la sala y una voz
masculina, haciendo que Elisabeth decida finalizar la sesión
afirmando que su cuñado había ido a recogerla.

Freud se dio cuenta que, al irse Elisabeth, a pesar de la mejoría, no


pudo evitar “renguear”. Al dar cuenta de esto, Freud supuso que
Elisabeth no había contado todo acerca del viudo cuñado. Llegaron
a un recuerdo en el lecho de muerte de su hermana, donde los celos
por un matrimonio fructífero invadieron a Elisabeth. Estaba celosa
de su hermana, pues estaba enamorada de su cuñado; que, al haber
enviudado, se encontraba soltero nuevamente.

Los dolores de Elisabeth eran los mecanismos de defensa ante los


pensamientos de enamoramiento ante su cuñado.

Freud explica que en las neurosis un anhelar erótico (amor de


Elisabeth por su cuñado) se interpone a una exigencia moral (el
amor no era mutuo, ni mucho menos correcto). El motivo para que
se den estos síntomas es la defensa, utilizando el mecanismo de la
conversión. El dolor psíquico amoroso se transformó en dolor
muscular mediante el proceso mental inconsciente de conversión.

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