Simonetti, Graciela, Ponce, María F (... ) (2005) - Los Imaginarios Sociales de La Ciencia
Simonetti, Graciela, Ponce, María F (... ) (2005) - Los Imaginarios Sociales de La Ciencia
Simonetti, Graciela, Ponce, María F (... ) (2005) - Los Imaginarios Sociales de La Ciencia
Cita:
Simonetti, Graciela, Ponce, María Flaviana, Lerma, Silvana, Quiroga,
Víctor y Turco, Luis (2005). Los imaginarios sociales de la ciencia. XII
Jornadas de Investigación y Primer Encuentro de Investigadores en
Psicología del Mercosur. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos
Aires, Buenos Aires.
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LOS IMAGINARIOS SOCIALES
DE LA CIENCIA
Simonetti, Graciela; Ponce, María Flaviana; Lerma, Silvana; Quiroga, Víctor; Turco, Luis
Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Rosario.
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autoridad, la sumisión se lograba no tanto por lo qué se dice, Para Esther Díaz (1998) “un imaginario colectivo se constituye
sino quién lo dice. De allí que el mecanismo ideológico que se a partir de los discursos, las prácticas sociales y los valores
utilizaba para neutralizar cualquier intento de desafiar al dogma que circulan en una sociedad. El imaginario actúa como
imperante (es decir, al poder jerarquizado) se sostenía en la regulador de conductas (por adhesión o rechazo). Se trata de
acusación de los pecados de soberbia y vanidad. un dispositivo móvil, cambiante, impreciso y contundente a la
En el medioevo el conocimiento se transmitía en Latín, lengua vez. Produce materialidad. Es decir, produce efectos concretos
culta que hablaba y escribía la elite ilustrada lo que suponía sobre los sujetos y su vida de relación, así como sobre las
una división más del conocimiento separando el saber cotidiano realizaciones humanas en general”.
de las formulaciones que realizaba esa elite intelectual, ya que Si bien la imaginación es una facultad psicológica individual, el
el idioma actuaba como una barrera infranqueable para que los imaginario adquiere independencia de los sujetos y se instala
legos accedan a los conocimientos científicos. fundamentalmente en las instituciones sociales que comparten
En la edad moderna se asiste a los inicios de un intento de objetivos o fines comunes y por ende un lenguaje con respecto
fusión del conocimiento cotidiano (expresado en el artesanato a éstos. Comienza a actuar tan pronto adquiere independencia
transmitido por la práctica y la ejercitación) con lo científico, de las voluntades individuales pero necesita de los sujetos para
generándose un campo vinculante (la tecnología) que pretende poder materializarse como una idea regulativa de las conductas.
ser la bisagra de un nuevo territorio de saberes. Por su parte, una de las características más importante del
Sin querer hacer una historia de las ciencias, se puede afirmar imaginario actual con respecto a la ciencia es la necesidad de
que esa dicotomía se encuentra presente en la actualidad otra instancia de convalidación de sus verdades, una instancia
ampliando inconmensurablemente la brecha existente entre los que le otorgue confiabilidad, no necesariamente a partir de los
“científicos” y los “ciudadanos”. santos y sabios, y esa instancia es cubierta por los medios
La situación descripta también impacta al interior del sistema masivos de comunicación.
científico tecnológico. En todo sistema científico técnico existen Sobre la base de las teorías de N. Luhmann, J. L. Pintos (1994,
organizaciones que concentran y normalizan el saber científico, 1995) introduce el tema de los IS diciendo que los mismos
éstas no sólo determinan la demarcación entre saber científico organizan y regulan la vida cotidiana de los sujetos de una
y saber cotidiano sino que instituyen lo que en un determinado sociedad, entendiéndolos como constructores del orden social.
territorio, es o no es científico, los criterios de “medición” de la Sostiene que los IS “serían precisamente aquellas represen-
cientificidad, la ciudadanía científica del investigador en un taciones colectivas que rigen los sistemas de identificación y
campo determinado, etc. de integración social, y que hacen visible la invisibilidad social”.
Esther Díaz (2000) defiende la hipótesis de que “los saberes Entiende que el acceso al campo de los IS se produce siempre
que una época histórica considera verdaderos se imponen sólo de manera indirecta no pudiendo interpretarlos desde una
en la medida en que coincidan con los objetivos de los racionalidad tradicional o afectiva porque no se identifican con
dispositivos de poder vigentes (en esa misma época). Además, el discurso ideológico, ni con el deseo, sin embargo están
estos saberes validan teóricamente las prácticas sociales que presentes en los grandes discursos científicos, políticos o
sustentan tales dispositivos constituyendo los imaginarios morales.
sociales que regulan los valores y las conductas de las Lizcano, E. (2003) comenta que el IS es el lugar en donde se
personas”. desarrollan las creatividades sociales pero también donde
Afirma esta autora que el proceso científico se inicia en el anidan ciertas configuraciones que son previas a los juicios, el
contexto de educación, siendo éste ámbito en donde se lugar de los pre-su-puestos, es decir de aquello que en cada
configura no sólo un instrumento que transmite conocimientos cultura y cada grupo social se encuentran puestos previamente,
e información, sino que se trata de una práctica constitutiva de el lugar de las creencias, de la autonomía, donde se legitiman
sujetos, atados a una determinada “verdad” sostenida por unos grupos o acciones y se deslegitiman otros. Donde existe
estrategias de poder. La educación implica siempre una acción la posibilidad de que “ciertos grupos sociales conformen según
normalizadora que modela la subjetividad en función de un sus intereses las pautas imaginarias con las que el resto de la
patrón establecido, atravesado por valores rectores que implican colectividad se percibe a sí misma”.
alcanzar objetivos según aquello que se considera mejor, o dicho Este autor comenta que la pretensión de la ciencia de consti-
de otra manera que responda al imaginario vigente en cada tuirse en metadiscurso verdadero por encima de las ideologías,
sociedad. saberes y opiniones particulares es lo que la constituye como
En esa misma línea, se admite que los valores que determinan ideología dominante. Este fundamentalismo científico se
el éxito o el fracaso de una teoría no son sólo los tradicionales sustenta en los imaginarios europeos a partir de los cuales “bajo
sino también la eficacia y la rentabilidad de los proyectos, por los sucesivos nombres de progreso, desarrollo y modernización,
lo cual toda la actividad científica está atravesada por “sanciones la ideología de la ciencia ha colonizado y arrasado con una
o juicios morales” que trascienden el ámbito de la comunidad eficacia hasta ahora desconocida las restantes concepciones
científica. del mundo y formas de vida” (Lizcano, 1999).
En este punto de la discusión cabe entonces, relevar qué implica Otra categoría conceptual que muchas veces se asume como
el concepto cognitivo de Imaginarios Sociales y para ello resulta sinónimo de imaginario social es la de “representaciones
necesario abordar las definiciones que los diversos especialistas sociales” (RS). Una primera aproximación a estas dos categorías
han elaborado en torno a la cuestión. llevarían a pensar que son complementarias en algunos
C. Castoriadis (1992, 1997) refiere que lo imaginario no es una aspectos pero que los imaginarios sociales se constituyen en
categoría mediatizadora, sino una condición constitutiva de lo un nivel superior en donde se articulan las representaciones. A
social y los individuos; es una capacidad creadora y transfor- diferencia de los imaginarios, las representaciones son una
madora de todas las instituciones. Se trata de un magma de expresión del pensamiento no formalizado ni institucionalizado.
significaciones imaginarias, y de instituciones que las portan y S. Moscovici (1979) y posteriormente Denise Jodelet (2000)
las transmiten a través de referentes lingüísticos, psíquicos y entienden a las RS como una modalidad particular del conoci-
conceptuales. Para este autor tanto la técnica como la ciencia miento, cuya función es la elaboración de los comportamientos
le asignan funcionalidad y le brindan instrumentos al sistema y la comunicación entre los individuos, un corpus organizado
capitalista y por ende se ha establecido una especie de de conocimientos de sentido común que permiten interpretar el
sacralización de las mismas. El proyecto capitalista basado en curso de los acontecimientos y las relaciones sociales forjadas
la ciencia y la técnica ha permitido la instauración de un saber en la interacción y el contacto con los discursos que circulan en
que normatiza la tarea de los científicos y ese saber se instala el espacio público.
como parámetro de poder social. Sobre la base de estas aportaciones teóricas, numerosos
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interrogantes interpelan sentidos y significaciones ¿qué se
considera científico o producción científica?; la actividad
científica ¿tiene consonancia con la oferta y la demanda social
y científica de la región?; ¿varían los imaginarios de los
investigadores según su formación disciplinar? Problemati-
zaciones y polémicas que se intentan sostener compartiendo
como punto de partida que lo que comúnmente se denomina la
verdad científica es fruto de la relatividad histórico política social
que permanentemente abre cuestionamientos acerca de la
legitimidad del conocimiento del hombre. Preguntas que
problematizan y delimitan qué saberes pueden adjetivarse como
científicos y cuáles no.
En este sentido también se problematiza la categoría conceptual
de imaginario social, ¿desde qué posicionamiento se abordará
el objeto de estudio en este proceso?, ¿qué diferencias concep-
tuales y de análisis de la información implica la categoría
imaginario social versus representaciones sociales?
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