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Caso Gabriel Fernandez

Gabriel Fernández, un menor de edad, murió debido a múltiples maltratos por parte de sus familiares directos. El fiscal Jon Hatami recopiló pruebas documentales, testimoniales, físicas y periciales para demostrar la culpabilidad de los agresores, incluyendo fotografías del cuerpo de Gabriel que mostraban lesiones, fracturas y quemaduras. Además, las autoridades ignoraron las llamadas reportando el abuso. El caso destaca los fallos en los sistemas de protección infantil en Estados Unidos.

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Caso Gabriel Fernandez

Gabriel Fernández, un menor de edad, murió debido a múltiples maltratos por parte de sus familiares directos. El fiscal Jon Hatami recopiló pruebas documentales, testimoniales, físicas y periciales para demostrar la culpabilidad de los agresores, incluyendo fotografías del cuerpo de Gabriel que mostraban lesiones, fracturas y quemaduras. Además, las autoridades ignoraron las llamadas reportando el abuso. El caso destaca los fallos en los sistemas de protección infantil en Estados Unidos.

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El caso que se presenta a continuación, relata la muerte de un menor de edad llamado Gabriel

Fernández quien perdió la vida a causa de sufrir múltiples maltratos por parte de sus familiares
directos, caso que evidencia los fallos en los sistemas de protección y preservación familiar en los
estados unidos.

EVIDENCIAS COLECTADAS EN EL CASO

Es sorprendente las
actuaciones realizadas
por parte del Fiscal Jon
Hatami, en donde él recabó
pruebas documentales,
testimoniales y periciales
para sustentar la culpabilidad
de los agresores y de
las autoridades ordenadoras
y ejecutoras
responsables, en la etapa de
alegatos, el fiscal pudo
conmover al jurado con las
pruebas físicas de
fotografías de Gabriel, el
mueble con manchas de
sangre en donde lo
encerraban y en las
periciales
con fundamentación.
El Fiscal Jon Hatami, rescato:

Pruebas documentales como fotografías, cartas.

Testimoniales de familiares directos, Docente, compañeros, trabajadores sociales, Autoridades y


del Medico que lo atendió antes de morir.

Pruebas físicas, como el mueble con manchas de sangre en donde lo encerraban, celular de los
agresores.

Pruebas de biología forense: Autopsia, donde se encontró muestras de los proyectiles internos en
su cuerpo, lesiones que se extendía desde la cabeza a los pies, en su estómago se evidencio
presencia de arenilla mezclada con heces de gato, 10 parches de alopecia traumática en los que se
había "arrancado" el cabello, hinchándose en el lado izquierdo de la cara, cuatro dientes
noqueados y parcialmente curados, quemaduras y heridas a sus pies, además de numerosas
fracturas costales, algunas de las cuales fueron muy recientes y otras que estaban en proceso de
cicatrización.

Periciales Informe construido por el Fiscal para sustentar la culpabilidad de los agresores y de las
autoridades encargadas.

Otros tipos de pruebas: Las grabaciones de las llamadas solicitando auxilio al menor, por lo que
las autoridades no respondían o no ejercieron algún acto por restablecer sus derechos.
 VIOLENCIA FÍSICA

Se evidencio fracturas en diversos huesos en varias partes del cuerpo del menor. Lo torturaban
con base de golpes, patadas, disparos de balines de juguete, lo rapaban y le dejaban marcas en el
cuerpo de quemaduras de cigarro, moretones como de pellizcos, rasguños, intentos de asfixia, lo
encerraban en un pequeño mueble, tapándole los ojos y la boca, privándolo de alimento, por lo
que si desobedecía lo hacían comer arena para gato, además de las vestimentas que usaban para
tratarlo de gay.

 VIOLENCIA PSICOEMOCIONAL.

Gabriel, fue siempre considerado por su madre como un hijo “No deseado” sufrió la
discriminación, la falta de amor y apoyo emocional, crearon en el niño una idea suicida, donde
quizás cansado de los malos tratos, las burlas y los castigos que su madre le brindaban, afectaron
su estado emocional.

CORRECTO PROCESAMIENTO DEL CASO

En el caso de Gabriel Fernández, se pudo observar que hubo fallos en el proceso para restablecer
sus derechos, los Trabajadores sociales y Autoridades policiales, hicieron caso omiso e ignoraron
las diferentes llamadas donde se denunciaba el maltrato que el niño estaba presentando en su
núcleo familiar, si se hubiera realizado las visitas al menos donde este hubiese sido entrevistado y
valorado por un médicos para constatar los golpes que presentaba, se hubiera podido salvar la
vida del infante.

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