El Último Beso
El Último Beso
El Último Beso
Casi sin lavarme la cara corrí a la cocina y entre un abrir y cerrar de ojos,
me tomé el desayuno que me había preparado, a la vez que me decía
"come despacio, te puedes ahogar". Como casi siempre, le contesté de mal
modo y hasta levanté la voz cuando comenzó con sus habituales
preguntas: ¿Te cepillaste los dientes?, ¿llevas el almuerzo?, ¿tienes listos
todos los útiles?.
Pero esta vez no estaba. Pensé que estaría entretenida con algo y corrí
hasta la puerta de mi casa que antes que la golpeara, se abrió y dejó ver la
figura de mi padre. Estaba distinto, parecía más viejo, sus ojos estaban
hinchados y sus hombros caídos. Mi corazón comenzó a latir
alocadamente, presintiendo algo. Casi sin voz, pude decir: -¿qué pasa
papá?, ¿por qué estás en casa?, ¿y mamá?.
Luego de un largo silencio mientras me abrazaba, me miró a los ojos y me
dijo: - Tu madre sufrió un ataque al corazón esta mañana. Su muerte fue
instantánea. Nadie se enteró hasta que vinieron a visitarla y la
encontraron tendida sobre tu cama. Su voz se cortó y no pudo continuar
hablando.
Dios, perdóname, dile que me perdone. Aún soy un niño pretendiendo ser
un hombre. Dile, por favor, que ella es lo que más quiero en esta vida; que
sus abrazos me han dado seguridad siempre; que su sonrisa me
acompañará toda la vida, que prometo valorar a las personas que
comparten conmigo mi existencia...
A los que todavía tienen a su madre viva, disfruten todos los días de su
vida, nunca sabremos hasta cuándo tendremos la dicha de su presencia
mortal. Y si ya no está con nosotros, no te preocupes, las madres son
muy necias y nunca te dejarán solo.
Feliz día mamá