Biolemtos Clase Del 6 de Marzo

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Tema : Bioelementos. Primarios, secundarios y oligoelementos. Biomoléculas.

Compuestos inorgánicos: agua y minerales. Electrolitos.

BIOELEMENTOS Y BIOMOLÉCULAS
Los bioelementos o elementos biogénicos son los elementos químicos presentes en los seres
vivos. La materia viva está constituida por más de 30 elementos. No obstante, alrededor del 95% de
la masa de la mayoría de las células está constituida por cuatro elementos: carbono (C), hidrógeno
(H), oxígeno (O), nitrógeno (N), que juntos con el fósforo (P), azufre (S) y el calcio (Ca), representan
cerca del 99% de la materia viva y son, comparativamente, más abundantes que en la corteza
terrestre y el resto del universo.

Clasificación de los bioelementos


Según su intervención y abundancia en la constitución de las biomoléculas y los seres vivos, los
bioelementos se clasifican en primarios, secundarios y oligoelementos.

1. Bioelementos primarios: son los elementos químicos más abundantes e indispensables para
formar las biomoléculas orgánicas (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos) y algunas
inorgánicas (agua, dióxido de carbono, etc.); constituyen el 98% de la materia viva seca. Son
bioelementos primarios: H, O, N, P, S y, en muchos seres vivos, especialmente, vertebrados. El
carbono (C): este bioelemento primario forma largas cadenas carbono-carbono (macromoléculas),
mediante enlaces simples (-CH 2-CH2) o dobles (-CH=CH-), ramificaciones y estructuras cíclicas.
Pueden incorporar una gran variedad de grupos funcionales (=O, -OH, -NH 2, -SH, PO4-3), lo que da
lugar a una variedad enorme de moléculas distintas. Los enlaces que forma son covalentes, por lo
tanto, lo suficientemente fuertes como para formar compuestos estables y, a la vez, son
susceptibles de romperse sin excesiva dificultad. Por esto, la vida está constituida por carbono y no
por silicio, un átomo con la configuración electrónica de su capa de valencia similar a la del carbono.
El hecho es que las cadenas silicio-silicio no son estables y las cadenas de silicio y oxígeno son
prácticamente inalterables, y mientras, el dióxido de carbono (CO 2) es un gas soluble en agua, su
equivalente en el silicio (SiO2) es un cristal sólido, muy duro e insoluble (cuarzo).
Así, el carbono posee varias características que le dan ventajas biológicas frente a los demás
elementos. Por todo esto el C es el elemento sobre el cual se construyen las biomoléculas:

• Permite la formación de enlaces covalentes, muy estables, compartiendo electrones, debido a


su pequeña diferencia interna en la densidad de cargas.

• Forman esqueletos tridimensionales –C-C-C- con número variable de carbonos.


• Permite la formación de enlaces múltiples (dobles y triples) entre C y C; C y O; C y N, así como
estructuras lineales, ramificadas, cíclicas, heterocíclicas, etc.

• Permite que con pocos elementos se den una enorme variedad de grupos funcionales
(alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos, aminas, etc.) con propiedades químicas y físicas
diferentes.
El hidrógeno (H): además de ser uno de los componentes de la molécula de agua, indispensable
para la vida y muy abundante en los seres vivos, está unido a los esqueletos de carbono formando
moléculas orgánicas altamente hidrogenadas, en muchos casos. Puede enlazarse con cualquier
bioelemento. Por ejemplo, el ácido oleico es un compuesto formado por 18 átomos de carbono,
unidos por enlaces C-C y C=C.
El oxígeno (O): es un elemento muy electronegativo que permite la obtención de energía mediante
la respiración aeróbica. Además, forma enlaces polares con el hidrógeno, dando lugar a grupos
funcionales polares, solubles en agua (-OH, -CHO, -COOH).
El nitrógeno (N): principalmente, se encuentra como grupo amino (-NH 2) en las proteínas, ya que
forma parte de todos los aminoácidos, en el amoníaco (NH 3) y, también, en las bases nitrogenadas
de los ácidos nucleicos. Prácticamente, todo el nitrógeno es incorporado al mundo vivo como ión
nitrato (NO3-1), por las plantas. El gas nitrógeno solo es aprovechado por algunos organismos
fijadores de nitrógeno del suelo y algunas cianobacterias.
El fósforo (P): se halla principalmente como grupo fosfato (PO 4-3), formando parte de los
nucleótidos. Forma enlaces ricos en energía que permiten su fácil intercambio como adenosín
trifosfato (ATP). El azufre (S): se encuentra sobre todo como radical sulfhidrilo (-SH), formando
parte de muchas proteínas, donde crean enlaces disulfuro, esenciales para la estabilidad de la
estructura terciaria y cuaternaria. También, se halla en la coenzima A (CoA), esencial para diversas
rutas metabólicas universales, como el ciclo de Krebs.
2. Bioelementos secundarios: se encuentran en menor proporción en todos los seres vivos, en
forma iónica o como complejos minerales, en proporción de 2-3%, según el ser vivo. Los principales
bioelementos secundarios imprescindibles son: calcio (Ca), sodio (Na), potasio (K), magnesio (Mg),
cloro (Cl), hierro (Fe), yodo (I), cobre (Cu), flúor (F). Los bioelementos secundarios variables, es
decir, que están presentes en algunos seres vivos, solamente son: boro (B), bromo (Br), manganeso
(Mn), silicio (Si), cromo (Cr), entre otros. Cuando están en cantidades mínimas o trazas, pero son
imprescindibles son denominados oligoelementos.
Los más abundantes son: sodio (Na), potasio (K), magnesio (Mg) y calcio (Ca); muchos de ellos
constituyen iones o electrolitos. En ese sentido, Na -1, K-1 y Cl-1 intervienen en el mantenimiento del
grado de salinidad del medio intracelular y en el equilibrio de cargas a ambos lados de la membrana
celular. Los iones Na-1 y K-1 son fundamentales en la transmisión del impulso nervioso.
El calcio se encuentra en forma de complejo mineral como carbonato de calcio (CaCO 3), que da
lugar a los caparazones de moluscos y al esqueleto de muchos animales (huesos). Además, se
encuentra en forma iónica (Ca +2) y actúa en muchas reacciones, como los mecanismos de la
contracción muscular, la permeabilidad de las membranas, etc. El magnesio es un componente de la
clorofila y, en forma iónica (Mg +2), es cofactor de muchas enzimas, interviene en la síntesis y la
degradación del ATP, en la replicación del ADN y en su estabilización, entre otras funciones.
3. Oligoelementos: cuya denominación viene del prefijo griego "oligo-" significa "poco", para
denotar su escasa presencia en los seres vivos, son los elementos traza y ultratraza, presentes en la
materia viva en una proporción comprendida entre el 0,1% y el 0,0001% del peso de un ser vivo.
Entre otros, se incluye silicio (Si), manganeso y cobre (Cu). Los bioelementos ultratraza se presentan
en cantidades inferiores al 0,0001%, en muchos seres vivos son el yodo (I), el molibdeno (Mo), el
cobalto (Co), el níquel (Ni), entre otros. Se han aislado unos 60 oligoelementos, pero de ellos solo 14
se consideran comunes en casi todos los seres vivos.

Las biomoléculas son las moléculas constituyentes de los seres vivos y forman a los aminoácidos,
glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos, incluidas las enzimas, vitaminas y hormonas.
Podemos decir que las biomoléculas son las moléculas biológicas y, en su mayoría, son compuestos,
con algunas excepciones, por ejemplo, el oxígeno molecular (O 2). Los bioelementos primarios, C, H,
O, N, P, S y Ca son los elementos químicos más abundantes en los organismos, es decir, son los
componentes principales de las biomoléculas.
Clasificación de las biomoléculas
Según la naturaleza química, la presencia o ausencia del carbono y su estructura en la molécula,
las biomoléculas se clasifican en orgánicas e inorgánicas. La mayoría de las biomoléculas que
estudiaremos a continuación forman compuestos orgánicos o inorgánicos.
1. Biomoléculas inorgánicas: son aquellas que tienen una función o actividad fisiológica en los
seres vivos, pero que no polimerizan, sea porque carecen de carbono o porque el carbono no forma
en ellas cadenas carbonadas, o bien, porque su presencia no permite la formación de un tipo de
enlaces químicos conocidos como enlaces sp3. Las biomoléculas o compuestos inorgánicos
sobresalientes, sea por su abundancia o por su importancia biológica, son el agua (H 2O), los gases
inorgánicos, las sales minerales, los ácidos y bases inorgánicas. Solo algunas biomoléculas
inorgánicas no llegan a formar compuestos, por ejemplo, el O 2. El amoniaco (NH3), el dióxido de
carbono (CO2), el agua (H2O) son ejemplos de compuestos inorgánicos que participan en los
procesos biológicos. Generalmente, las moléculas inorgánicas se forman por la combinación de
elementos metálicos y no metálicos de la tabla periódica, mediante enlaces iónicos, carecen de
carbono o, cuando lo tienen, este no constituye un elemento principal y, aunque están presentes en
los seres vivos formando biomoléculas, abundan en la materia inerte que procede de la corteza
terrestre, generados a partir de fenómenos naturales.
Los principales grupos de compuestos inorgánicos son el agua, las sales minerales, los gases,
las bases y los ácidos inorgánicos. Algunos ejemplos de ellos en la vida cotidiana son el H 2O, la sal de
mesa (cloruro de sodio, NaCl), la cal (óxido de calcio, CaO), el amoníaco (NH 3), el dióxido de carbono
(CO2) y el bicarbonato de sodio (NaHCO3).

Ilustración 3. Amoniaco, un compuesto inorgánico. Fuente:


https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Acido_nitrico_(Radical_nitrato).jpg.

El agua (H2O): es el compuesto inorgánico más abundante y de mayor importancia biológica,


por sus propiedades y características físicas y químicas. El agua es el solvente
universal por excelencia, sirve como medio para las distintas reacciones químicas
que ocurren en los seres vivos, presenta características y propiedades físicas y químicas que la
hacen imprescindible en el desarrollo de un sinnúmero de procesos fisiológicos.
Las características y propiedades del agua son, entre otras:
• Presenta un alto calor de vaporización.
• Presenta elevados puntos de fusión, congelación y ebullición y alto poder de ionización.
• Posee naturaleza dipolar (polaridad), que le confiere otras propiedades como la cohesividad,
adhesividad, capilaridad y tensión superficial. Estos, con su poder de ionización la convierten en el
solvente universal, pues casi todos los procesos biológicos y naturales ocurren en medio acuoso.

• Se presenta en los tres estados de la materia


• Las características anteriores determinan la existencia de moléculas hidrofílicas (polares,
afines al agua y moléculas hidrofóbicas (apolares o no polares), no afines al agua.

Ilustración 4. Polaridad de la molécula de agua y sus implicancias en la formación de puentes de hidrógeno y los estados físicos que
presenta. Fuente: https://www.centroestudioscervantinos.es/agua-estructura-propiedades-disociacion/.

Por su lado, las sales minerales son compuestos inorgánicos ionizables, porque pueden
separarse en sus componentes, los iones, para formar cationes y aniones, por ejemplo, el CaCO 3
presente como depósito en los huesos, puede ionizar en Ca +2 y CO3-2. Algunos ejemplos de bases y
ácidos inorgánicos son el ácido clorhídrico (HCl), ácido carbónico (H2CO 3) y el hidróxido de sodio
(NaOH). Muchos de los iones provenientes de la ionización de las sales minerales y de los ácidos y
bases inorgánicas constituyen electrolitos, de gran importancia biológica.
Por último, los principales gases inorgánicos son el O2, que carece de carbono y, el CO 2, que lo
contiene, pero no constituye un compuesto orgánico, porque no presenta cadenas carbonadas y no
puede formar cadenas de monómeros llamadas polímeros ni posee enlaces sp3. El CO2 es un
producto de desecho en la respiración y, también, un reactivo para la fotosíntesis.
2. Biomoléculas orgánicas: son moléculas sintetizadas, principalmente, por los seres vivos y
tienen una estructura con base en el átomo de carbono.
También, se les denomina compuestos orgánicos y los conforman los glúcidos o hidratos de
carbono, las proteínas, los lípidos y los ácidos nucleicos, incluidas las enzimas, vitaminas y
hormonas, a los que estudiaremos más adelante. Básicamente, están constituidas por los elementos
químicos C, H, O y, con frecuencia presentan N, P y S; a veces, existen compuestos orgánicos que
contienen metales de transición como el Fe, Co y Ni como oligoelementos que, aunque se
encuentren en cantidades muy pequeñas en el ser vivo, son necesarios para la vida.
Los electrolitos
Son sustancias disueltas en soluciones acuosas, ionizables, que
pueden conducir la electricidad. Esto sucede porque al ionizarse
adquieren carga eléctrica. Cuando en un solvente químicamente neutro,
se disuelve una sustancia ionizable, forma iones y el líquido resultante
es un conductor de la electricidad, así tenemos un electrolito. Los
electrolitos más comúnmente conocidos utilizan el
agua como solvente.
Principales características de los electrolitos:
 Son sustancias (solutos) que si no están disueltas son eléctricamente neutras; cuando se
disuelven en el solvente (agua), se disocian en iones (con carga eléctrica). Ejemplos: ácidos,
bases o sales, o bien, aminoácidos y otras sustancias orgánicas, susceptibles de ionizarse en un
solvente.
 Una solución en la que se encuentran disueltos los electrolitos es conductora de la electricidad.
 Los iones con carga negativa son denominados aniones y los de carga positiva, cationes.
 Al pasar una corriente eléctrica por una solución de electrolitos, los iones disueltos se polarizan y
se dirigen hacia los electrodos que proporciona la corriente.
Los electrolitos tienen múltiples usos en la química y en la industria. Se utilizan para obtener gases
como sucede al disolver ácido sulfúrico en agua. En los sistemas biológicos cumplen
importantes funciones, por ejemplo, mantener el equilibrio iónico, la homeostasis, favorecer la
conducción de impulsos nerviosos, participar en mantener la presión osmótica.

Bibliografía

 Ciencias y vida 2. (2013). Ciencias Naturales y Salud para el segundo curso. Educación Media.
Asunción - Paraguay: Fundación en Alianza Editorial.
 Ministerio de Educación y Ciencias. (2017). Ciencias Naturales y Salud. Texto del estudiante -
Segundo Curso. Asunción - Paraguay: Equipo Editorial Atlas S. A.
 MEC. (2009). Programa de Estudio de Biología. Tercer Curso.
 Solomon, E. P.; Berg, L. R.; Martin, D. W. 2013. Biología. 9ª. ed. México, MX: Mc Graw Hill
Interamericana. 1263 p.

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