Ficha 1
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Ficha 1
Simón Dongo: —Muy estimados televidentes hoy como todas las tardes, les
decimos: ¡Presente! De los pies a la cabeza, este es un programa para los amigos
de la buena mesa: “Cocina internacional”, donde lo difícil se simplifica y lo fácil se
complica. Con ustedes la afamada Sally Zabor, que cada día cocina mejor. (Sally
sonríe y hace una reverencia.)
Sally Zabor: —Y también con ustedes Simón Dongo, mi asistente, especialista en
delicias frías y calientes. (Simón sonríe y hace una reverencia.)
Simón Dongo: —Ustedes saben que la cocina es un arte y una ciencia, y nadie
como Sally para deleitar con su experiencia.
Sally Zabor: —Hoy vamos a compartir con ustedes una de nuestras mejores
recetas, deliciosas desde la a hasta la zeta.
Simó Dongo: —Sí, los vamos a deleitar con unos platos sumamente refinados…
especiales para paladares delicados.
Sally Zabor: —Muy bien, lo primero que debemos considerar es cuántos
comensales…
Simón Dongo: —¿Cuántos comen sales?
Sally Zabor: —Sí, cuántos comensales…
Simón Dongo: —Disculpe, no entiendo nada. ¿No íbamos a hacer una de
nuestras recetas más refinadas?
Sally Sabor: —Claro. Y para eso, lo primero es saber cuántos comensales…
Simón Dongo: —¿Cómo cuántos comen sales? ¿No íbamos a hacer recetas
especiales?
Sally Sabor: —Por supuesto. Pero lo primero…
Simón Dongo: —¡Ya lo dijo antes! Lo primero es saber cuántos comen sales.
Pero, que yo sepa, la sal se compra en el almacén o en el supermercado…
Sally Zabor: —¡Por favor! ¿Quiere quedarse callado? ¿Quién habló de comer
sal? ¡Me parece que usted entendió mal!
Simón Dongo: —Entonces, ¿para qué hay que saber cuántos comen sales?
Sally Zabor: —¡Nadie habló de comer sales! Pero me parece que, si sigue así,
¡acá va a haber alguien que sale!
Simón Dongo: —Bueno, si hay algo que salar, yo salo, para eso soy su asistente,
y en eso soy muy eficiente. (Toma el salero.) ¿Qué hay que salar? ¿Qué hay que
salar?
Sally Zabor: —¡Nada, por ahora, absolutamente nada! ¿No ve que todavía ni
siquiera empezamos?
Simón Dongo: —¿Y qué esperamos? Empecemos de una vez.
Sally Zabor: (Respira hondo.)
—Bien, empecemos. Lo primero que hay que saber es cuántos comensales…
(Simón está a punto de hablar y ella le tapa la boca con un raspador), cuántos
comensales habrá. Y comensales, por si alguien no lo sabe, son las personas que
van a sentarse a la mesa a comer.
Entonces, antes de empezar a cocinar, para saber qué cantidad de ingredientes
usaremos, es necesario saber cuántos comensales estimamos.
Simón Dongo: —¿Cómo cuántos comensales estimamos? Un buen cocinero
estima a todos los que van a comer sus platos. Y estima a todos por igual, y para
todos hace alimentos de la misma calidad.
¿Cómo va a estimar sólo a algunos y no a todos? ¡De ningún modo!
https://vdocuments.mx/una-cebolla-a-la-olla.html (fragmento)
1. Sally Zabor
Simón Dongo
Simón Dongo: —Muy estimados televidentes hoy como todas las tardes, les decimos: ¡Presente!
De los pies a la cabeza, este es un programa para los amigos de la buena mesa: “Cocina
internacional”, donde lo difícil se simplifica y lo fácil se complica. Con ustedes la afamada Sally
Zabor, que cada día cocina mejor. (Sally sonríe y hace una reverencia.)
A. 1. Dramaturgo, 2. Escena.
B. 1. Personajes, 2. Acotación.
C. 1. Diálogo, 2. Escena.
D. 1. Acotación, 2. Diálogo