PREVIO TEORIA DEL ESTADO - Resumen
PREVIO TEORIA DEL ESTADO - Resumen
PREVIO TEORIA DEL ESTADO - Resumen
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El régimen es de un modo concreto según como esta ordenado, como está constituido el Estado. El ordenamiento,
estructura y organización del régimen es lo llamado constitución.
Al grupo que convive territorialmente y que se organiza políticamente lo denominamos Estado, que es la forma política
de organización de la convivencia territorialmente compartida.
El concepto y la esencia de lo político consisten en la construcción y conservación de este grupo, comunidad o sociedad,
que se organiza políticamente y se convierte en Estado. Por lo tanto, la política está antes del Estado – lo precede – y sin
ella, el Estado no puede existir ni subexistir.
La cuestión en Argentina.
El Estado y la constitución nacen de la actividad política. El Estado argentino nace de la necesidad de las provincias de
organizarse, formando un grupo máximo, y es federal – porque se trata de una república con el poder descentralizado
entre las provincias, coexistiendo el poder federal – Nacional – y el poder provincial, que a su vez tienen constituciones
provinciales (que replican la nacional en cuanto a su estructura, pero coherentes con ésta). Los únicos países americanos
federales son Argentina, México, Estados Unidos y Brasil.
En Argentina, el gobierno está formado por el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, y viene organizado
por la Constitución Nacional, y se trata de un gobierno democrático. El régimen político es democrático, ya que la
población elige a sus representantes, según lo regulado por la Constitución.
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La Constitución del 53 fue sancionada bajo bases liberales, bastando con libertades civiles plenas, pero en la década del
40 se comenzó a buscar mayor justicia en dichas libertades, en contexto del constitucionalismo social, por lo que el Estado
comienza a intervenir en mayor medida, para que haya mayor igualdad, que es la idea del Estado Benefactor, que permite
la entrada de personas que antes quedaban fuera de determinados derechos – en comparación con otros.
¿Para qué manda?
Se supone que se manda para alcanzar el bien de la comunidad – que se viva un poco mejor –, para engrandecer el Estado,
etc.
Hubo otros momentos de la historia, donde se invertía más en la guerra y recursos para obtener mayores territorios y
extender el Estado, y no tanto para satisfacer necesidades de los individuos.
El para qué se manda se vincula con el cómo se manda, ya que según sea el fin para el cual se mande será la manera de
mandar.
Apunta al tema de los fines del Estado, los objetivos para los cuales se ejerce el poder, y para cuyo logro están los
gobernantes. Una vez establecido el fin, descubrimos que hay un poder para alcanzarlo. La medida del fin marca la
medida del poder, y si este se desvía del fin, se torna injusto.
Se vincula con la clasificación de las formas de gobierno puras e impuras según tiendan al bien común o al interés
particular del gobernante. Las formas impuras eran la aristocracia, la oligarquía y la demagogia, mientras que las formas
puras eran monarquías – rey – o las democracias.
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Teoría del Estado.
Es la teoría política que apunta al estudio especulativo y descriptivo de la realidad sin ningún fin practico, que puede ser
general o particular. Se llama teoría general del Estado cuando se estudia al Estado en sí mismo, mientras que es
particular cuando se estudia a un estado en particular, un régimen político singular y concreto.
Derecho político.
Es una disciplina con tradición española, que pone el acento en una forma especial de conocimiento político. Estudia la
realidad política que cae bajo regulación del derecho, y del orden jurídico del Estado, que viene dado por la Constitución
Nacional – ley suprema de un Estado (relación con el derecho constitucional).
En España, involucra al derecho constitucional.
Aspectos fundamentales de la ciencia política.
1. Filosófico: recae sobre la esencia misma de la política, el Estado, sus causas, fines y elementos, por qué, cómo y
para qué existe el Estado.
2. Sociológico o empírico: describe lo que sucede en la realidad.
3. Jurídico: recae sobre el régimen jurídico que regula el Estado – la constitución nacional y las leyes
constitucionales.
4. Histórico: desarrolla el estudio de la realidad política a lo largo del tiempo – se tiene que saber qué sucede en la
historia y cómo impacta al Estado.
Arquitectónica: la política que desarrollan los gobernantes. Implica dirigir al Estado, programar y planificar lo
que debe hacerse desde el poder y lo que los gobernantes deben cumplir (fin). Es la actividad continua de los que
mandan, la política hecha desde arriba, desde el vértice del poder.
Agonal: la política como lucha por el poder. No hay un solo sujeto, sino que hay dos o más sujetos que luchan por
el poder. Los gobernantes luchan para retenerlo, ampliarlo y los gobernados para conquistar y alcanzar ese poder
(fin). Implica disputa, tensión u oposición.
Plenaria: quiere decir la política colectiva o total, es decir la actividad de todos – gobernantes y gobernados.
Equivale al régimen político. En el Estado hay una dualidad de quienes mandan y obedecen, pero entre unos y
otros hay una interacción, una reciprocidad. Es esta actividad que comparten unos y otros en un todo. Aunque
unos manden y otros sean mandados, el mandado debe aceptar ser mandado, sino el que manda pierde
legitimidad, ya que, si bien puede dar órdenes, si el resto no lo respeta y acata, se lo “vacía” de poder.
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UNIDAD 2: NACIÓN Y ESTADO.
La realidad social de la nación.
La nación es una formación sociológica, que no se sitúa dentro de la organización política estatal. Es una comunidad
espontanea formada por hombres que tienen algo en común, por lo que se nace dentro de una nación sin elección previa.
Es un grupo social cuya única realidad consiste en la pluralidad de sus miembros, que no se organiza ni puede organizarse
porque su propia naturaleza lo impide.
No es una institución ni una persona moral o jurídica. Dentro de ella, se dan relaciones y procesos sociales que no pueden
estructurarse.
Nación y pueblo son diferentes, puesto que el pueblo es la totalidad de hombres que hacen al elemento humano del
Estado, mientras que la nación es la totalidad de hombres con una nacionalidad común que nunca conviven dentro de un
mismo estado. Si la población es mayoritariamente nacional, presenta cierta homogeneidad nacional, pero no quiere decir
que dicha nación este dentro de ese estado, porque necesariamente algunos nacionales quedan fuera de tal estado y dentro
de otros, y otros nacionales de otras naciones formaran dicha población. Entonces, lo único posible es que la población se
forme con un grupo mayoritario de hombres que compartan una misma nacionalidad.
La nacionalidad.
La nacionalidad política es una situación jurídica de un hombre frente al estado que le otorga dicha nacionalidad – por
nacimiento o por nacionalidad de los padres –, pero nada tiene que ver con la nacionalidad sociológica, que conecta a un
hombre con una nación de forma espontánea.
Nación y Estado.
La nación no es susceptible de organizarse, no se politiza, no adquiere estructura ni revestimiento político, ni se
transforma en estado, por lo que no hay ni puede haber un estado nación.
El principio de las nacionalidades puede aceptarse en el sentido que a veces es conveniente que la población de un estado
presente homogeneidad nacional. Cuando conviven grupos de diferentes nacionalidades y esa convivencia se torna difícil,
es aconsejable que con cada grupo se forme el mayor contingente de población de otros estados independientes –
desmembración.
Cuando grupos de la misma nacionalidad forman parte de la población de estados distintos, puede convenir la unificación
de estos en un solo estado – unidad.
La nación no existe en un marco físico. La nación necesita que un grupo humano conviva con cierta proximidad durante
un tiempo a efectos de adquirir rasgos comunes que la caractericen. Una vez formada, la unidad geográfica no hace falta.
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El estado como asociación.
La convivencia alcanza una unidad permanente y forma una asociación, lo que implica un fin común entre sus miembros,
y es comunidad por un hacer común orientado a ese fin.
El estado como hecho de dominación.
En el grupo se da una relación de dominación, de poder e imposición de unos sobre otros. Puede explicarse por la mera
fuerza, por el consentimiento, por el carisma o por una realidad subyacente. La dominación es originaria – proviene del
mismo estado – e irresistible – es imposible de evadir. La dominación implica la capacidad de poder ejecutar la voluntad
sobre otras.
El estado como dualidad de gobernantes y gobernados.
La realidad del estado consiste en el dualismo de unos hombres que gobiernan y otros que son gobernados, con la
inexorable dominación de los primeros sobre los segundos.
El estado como producto de la lucha de clases.
La dominación social y el dualismo pueden recibir una explicación económica. La existencia de clases origina una lucha
entre ellas, puesto que los económicamente poderosos dominan y explotan a aquellos más débiles, detentando el poder
político, y el estado es el instrumento y la organización de esa opresión.
El estado confundido con alguno de sus elementos.
El estado como pueblo.
Según esta teoría, el estado seria la comunidad de hombres convivientes. Si bien es un elemento indisponible, la población
por sí sola no es el Estado, ni hace al estado, sino que necesita de la convergencia del resto de los elementos.
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cumplir con aquel fin. Plantean un tipo ideal que reputan perfecto, que debe ser cumplido por la organización empírica
para ser considerada estado.
Si el fin del estado es un fin ético, le faltara esencia de estado a cualquier organización que no tienda al bien común, o que
no garantice derechos a quienes la componen.
Pueden ser excesivas, puesto que si bien es importante ocuparse de cómo debe ser el estado,
Teorías jurídicas.
Las teorías jurídicas contemplan la naturaleza del estado desde una perspectiva jurídica, es decir desde la ordenación que
el derecho le depara.
El estado como orden jurídico.
En un monismo extremo, sostiene la necesidad de depurar al estado de todo elemento sociológico, político o valorativo. El
estado es igual al derecho, es un conjunto de normas al que se personifica. Ignora toda base social, y lo vacía de realidad.
El estado como relación jurídica.
Explica la naturaleza del estado a través de la relación jurídica entre el gobernante y la comunidad, partes que no alcanzan
a converger en una unidad total. Sin embargo, es imposible considerar que la única realidad del estado consista en la
relación jurídica trabada entre gobernantes y gobernados.
El estado como unidad jurídica.
La unidad del estado deriva del orden jurídico que organiza al estado y lo unifica, proporcionándole a la comunidad la
naturaleza de estado. El orden de derecho se expresa en el derecho constitucional o la constitución. No se puede decir que
la naturaleza radica únicamente en la unidad que proviene del derecho que lo organiza.
El estado como persona jurídica o sujeto de derecho.
Como una postura monista, es pura y mera fabricación de la técnica jurídica, sin ninguna realidad social ni política. En un
enfoque no monista, el estado es una persona jurídica, es decir que goza de un recubrimiento prestado por el estado que se
coloca por encima de una realidad social que ha surgido espontáneamente.
Si bien el estado es una persona jurídica, no es la única.
El estado como patrimonio de afectación.
Supone que hay un patrimonio, una masa de bienes destinados al cumplimiento de un fin, que debe ser atribuido en
propiedad a un sujeto ficticio, que es el estado. La ficción es exagerada y el aspecto patrimonial es un mero detalle.
Teorías políticas.
Las teorías políticas presentan al estado como una formación del orden político, la organización política de una realidad
social.
El estado como soberanía.
Lo definitorio para cualificar al estado es su poder supremo y ultima, mandar con una nota de independencia respecto de
otro, conocido como soberanía.
El estado como decisión.
Al estado lo caracteriza una unidad de decisión, la imposición de un orden unitario por voluntad de alguien que está en
condiciones de impartirlo. El poder político, a través de decisiones, implanta un orden político.
El estado como régimen político.
El quehacer colectivo, el comportamiento de cooperación, configura un régimen político, algo dinámico que se hace
continua y sucesivamente. El estado es político, y esa política como acción configura el régimen. Desde una postura
monista, es un mero hacer. Si no se recurre al monismo, el estado es una realidad social y política.
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El estado como personificación de la nación.
La personalidad del estado proviene de un fenómeno político de identificación entre el estado y la nación, siendo la
personificación de esta última, cuando alcanza una organización política. La nación se convierte en persona en el estado y
se identifica con él. Bidart Campos rechaza esta postura.
Síntesis.
En el estado hay una realidad social, objetiva, externa que se deriva de los hombres, pero que no se agota en ellos, sino
que se juridiza cuando el orden jurídico le presta unidad y la informa a través del derecho constitucional. La realidad
social, que es también persona moral, se recubre de personalidad jurídica, y traba una relación jurídica entre gobernantes y
gobernados.
La faz dinámica es política, es una acción de gobernantes y gobernados que configura un régimen político. Esa actividad
lo hace permanente y continuo.
El poder del estado, como centro de gravedad, se cualifica con la nota de soberanía.
El estado tiene un fin, que importa para saber y conocer como debe ser el estado. Si se aparta de ese deber ser, sigue
siendo estado, pero es injusto. El deber ser interesa para integrar la política y la ética, para que la organización sea
moralmente buena.
El estado es real y existe, hacia el hombre y en relación con él, por lo que es accidental. A su vez, le agrega una cualidad
nueva al hombre, es un modo de ser de este, por lo que es accesorio al hombre.
Las teorías paganas, que sostienen el origen divino del gobernante, haciéndolo un dios o semidios;
Las teorías de derecho divino, que consideran que el hombre elige a la persona del gobernante y lo inviste de
poder;
Las teorías del derecho natural divino, que afirman que el poder deriva de dios pero que no determina la forma
en que debe ejercerse, ni quien debe hacerlo, sino que esto deben decidirlo los hombres. El poder, entonces,
deriva de dios, pero llega al gobernante a través del pueblo, que tiene el poder constituyente de decidir la forma
política y quien ejercerá el poder.
Teorías de la fuerza.
Estas teorías legitiman al estado y al poder sosteniendo que en el origen hay un acto de fuerza que consiste en la
imposición y dominación de un grupo sobre otro. Hay estado por la fuerza con la que unos someten a otros.
Si la causa es solamente la fuerza, con una fuerza equivalentes los dominados pueden destruir al estado.
Teorías jurídicas.
Estas teorías adoptan una institución o figura del derecho para dar razón a la existencia del estado.
Según la teoría patriarcal el estado deriva de la familia, invistiendo el gobernante un poder semejante al del
padre de familia, y transmitiéndolo como un liderazgo hereditario.
Según la teoría patrimonial, el titular de la tierra es quien ejerce el poder político sobre ese territorio, y el estado
se justifica porque su poder es su poder de propiedad sobre el territorio que lo caracteriza;
Según la teoría de la ocupación, se fundamenta el título del estado en la ocupación del poder. Apunta a una
justificación del poder, pero no del estado en sí mismo.
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Según la teoría de la prescripción, la posesión y el ejercicio del poder durante cierto tiempo confieren
justificación al título gubernativo, que se bonifica por el tiempo. Apunta a una justificación del poder, pero no del
estado en sí mismo.
Según la teoría contractual, el estado existe porque los hombres le han dado origen a través de un acto voluntario
contractual. Ese pacto es una hipótesis racional, por lo que no se afirma que se haya celebrado un acto para dar
lugar a un estado empírico, construido por los hombres.
Según la teoría del consentimiento hace falta la intervención de la voluntad humana para organizar cada estado
empírico con una forma determinada y una autoridad concreta, que supone un consentimiento del hombre que es
necesario para legitimar la investidura del gobernante.
Teorías éticas.
Fundamentan al estado en una necesidad de carácter moral. Tienen en vista los fines que asignan al estado, y la idea de
perfección que se forjan respecto del hombre.
El hombre solo alcanza su plenitud y desarrollo en el estado, que no puede ser neutro a los fines del hombre, sino que
debe hacerlos posibles.
Teorías psicológicas.
Justifican al estado por la eficacia de ciertos impulsos que impelen al hombre a organizar la convivencia. Psíquicamente
existe en el hombre la tendencia social y política, que el mismo capta y percibe, dándose cuenta de que debe vivir en una
sociedad políticamente organizada.
Teorías finalistas.
Tratan de justificar al poder como elemento del estado, justificándolo en el fin que se atribuye al estado. Si el poder se
dirige a cumplir ese fin, el estado es legítimo, y cuando se desvía de dicho fin, incurre en ilegitimidad.
Teorías que justifican al estado por su sola existencia.
Estas teorías se conforman con comprobar que el estado es una constante que ha existido siempre, siendo suficiente razón
de legitimidad su existencia.
Teorías negatorias: anarquismo.
Son teorías que se niegan a justificar al estado, afirmando que no debe existir. Repudian al estado y a toda justificación del
mismo.
El anarquismo espiritual supone que el estado es un mal, o un producto de la maldad del hombre. Si es imposible
prescindir de él, se lo debe reducir al mínimo para paliar el mal con un mínimo de intervención.
El anarquismo individualista exalta la libertad individual del hombre, mientras que el colectivista propicia remplazar al
estado con una federación de grupos que se caractericen por la solidaridad comunitaria.
El anarquismo pacifico difiere del revolucionario en cuanto el ultimo propugna la violencia para arrasar con el estado.
Síntesis.
La naturaleza humana es la causa eficiente, o su origen filosófico. La socialidad y politicidad importan aceptar que el
estado es natural, y son tendencias o impulsos que requieren de un elemento libre y voluntario para actualizarse, por lo
que el hombre debe hacer la organización política.
El estado existe porque la naturaleza humana lo impone, pero solo existe históricamente en la forma en que los hombres
establecen para cada estado en concreto, a través de un pacto que expresa su consentimiento.
Implica un estímulo psíquico que el hombre es capaz de captar por su razón, y que apareja la idea ética de perfección y
desarrollo: el hombre requiere alcanzar el bien y buscar el deber ser moral, organizando políticamente su convivencia, de
forma tal que el estado es una obra de cultura en la que se realizan los valores.
El estado no es independiente de los hombres, sino que es una creación voluntaria de estos.
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Elementos del Estado.
Población: es el elemento humano que consta de hombres que, en su convivencia, forma grupos y asociaciones, y
se relaciona en interacciones y procesos sociales;
Territorio: es la base física o espacio geográfico donde se asienta la población, y donde el Estado ejerce su poder
en el ámbito interno y en las relaciones internacionales.
Poder: es la capacidad o competencia de la que dispone el Estado para cumplir su fin;
Gobierno: es el conjunto de hombres titulares de poder, o gobernantes.
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UNIDAD 3: ESTADO Y DERECHO.
Relación entre el Estado y el Derecho.
La relación entre estado y derecho puede enfocarse desde tres ángulos:
1. En el orden cronológico, hay quienes sostienen que el estado ha surgido fuera del derecho, y posteriormente se
ha encuadrado en un orden jurídico que fue creación suya. Otros suponen que el derecho es anterior, pero en un
orden de prelación natural y ético. Una tercera posición estima que el derecho y el estado son simultáneos,
realidades de la vida humana y social que coexisten, implicándose y condicionándose.
2. En la realidad social no se admite una respuesta única ni uniforme. Los totalitarismos han rechazado toda
sumisión del estado al derecho, mientras que el constitucionalismo moderno marca una tendencia a limitar al
estado con un derecho positivo estable y justo.
3. Valorativamente, se enuncia que el estado debe estar sujeto a un derecho natural. Otros sostienen que no debe
existir tal subordinación, ya sea porque no existe tal derecho, o porque no debe subordinarse a ningún derecho,
puesto que, al ser creado por el propio Estado, éste está exento de toda sujeción.
Bidart Campos sostiene que, en el orden cronológico, son simultáneos, ya que nacen de la convivencia humana como
respuesta a una necesidad humana, y existen desde que existe el hombre. En cuanto a la realidad social, hay casos en los
que el estado ha respetado al derecho y se ha sometido a él, y otros en los que el derecho injusto señala la supremacía del
estado. Por último, valorativamente el estado debe estar sometido al derecho, entendiendo que existe un derecho natural
anterior que encuadra objetivamente en un orden de justicia, por lo que el derecho positivo debe ser justo y no puede ser
violado por el estado, por más que sea de su creación.
Positivismo e iusnaturalismo.
El positivismo formula una relación de igualdad entre la justicia y el derecho, negando la existencia del derecho natural
en cuanto no hay más derecho que el positivo, creado por el estado, y no hay más justicia que la que empíricamente
realiza ese derecho.
El iusnaturalismo cree en la existencia de un derecho natural objetivo y trascendente, anterior al estado. Señala el deber
ser, y propone los criterios y las pautas con que debe elaborarse el derecho positivo, que actualiza y materializa al derecho
natural. Entonces, el derecho positivo injusto, carece de validez.
Estado de derecho.
Desde una mirada formal, estado de derecho puede significar que todo estado se emplaza en un orden jurídico, cualquiera
sea.
Otro criterio entiende que solo es estado de derecho aquel cuyo orden jurídico protege la libertad y los derechos del
hombre, por lo que exige un contenido determinado en el derecho que lo enmarca.
El positivismo, por su parte, busca connotar a un estado que se autolimita. Bidart Campos sostiene que el contenido justo
del derecho estatal debe derivar de un orden objetivo, y no de la autolimitación, por lo que habla de un estado de justicia.
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UNIDAD 4: EL PODER DEL ESTADO.
Concepto de poder.
El poder político es la capacidad y energía necesaria para alcanzar el fin común. Es una fuerza moral y fáctica, una
autoridad en el sentido de predominancia social. Es fuerza con adicción de consentimiento, y por eso la calidad de
superioridad y primacía del poder del estado, que significa la posibilidad de presidir, coordinar y condicionar a los demás
poderes en una unidad moral.
Es político porque la actividad que engendra y desarrolla es política. Es el centro de gravedad de la política, porque
exterioriza, impulsa, conduce y despliega su dinámica.
Es la aptitud, capacidad, energía, fuerza o competencia de que dispone el estado para cumplir su fin.
Soberanía.
Concepto y caracterización.
La soberanía es la cualidad del poder del estado que, para organizarse jurídicamente, no reconoce dentro del ámbito de
relación que rige, otro orden superior del cual provenga o derive su propia validez positiva.
La soberanía se caracteriza por ser indivisible, inalienable e imprescriptible.
Formación histórica del concepto.
Para hablar de soberanía es necesario que exista el poder, y para que exista el poder debe existir el estado, pero no debe
confundirse con el poder constituyente que origina y organiza al estado.
Soberanía quiere decir superioridad. Es el poder máximo, que se alza sobre los demás poderes, que es propio, originario,
supremo e irresistible, que se da en el estado, por lo que es una cualidad del poder del estado.
El concepto de soberanía pertenece a la ciencia política moderna, pero eso no quiere decir que en la antigüedad no
existiese soberanía, pues existía, pero ni los griegos ni los romanos reconocían otro poder que discutiese u hostilizase el
poder estatal.
En la edad media, surge un pluralismo de poderes – poder estatal vs. poder religioso, rey c/emperador, etc. – por lo que el
poder del estado afirmara su preeminencia, y la ciencia necesita un concepto que describa la cualidad del poder político
por la cual está por encima de los demás y no tiene a otro por encima de sí.
El concepto conduce a un triple enfoque: la soberanía del estado – que no depende de ningún otro –, la soberanía como
una competencia de un estado – la suma de los poderes estatales – y la soberanía en el estado – quien detenta el poder
supremo.
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Carácter negativo de la soberanía.
La soberanía no puede definirse más que negativamente, es decir por la negación de toda dependencia o subordinación del
poder.
La soberanía como cualidad del poder.
La soberanía alude a una cualidad del poder, que no se encarna ni titulariza en ningún sujeto. No reside en nadie, se
superpone al poder ya constituido, para caracterizarlo como el más elevado.
Soberanía en el estado federal.
Hay teorías que afirman que la soberanía es cualidad del poder de los estados miembros, otras que dicen que hay una
soberanía concurrente entre el poder de los estados miembros y el del estado federal, mientras que una última teoría
afirma que es una cualidad exclusiva del poder estatal. La última teoría es la que cuenta con la mayor adhesión
doctrinaria, puesto que el poder de las provincias no es soberano, debido a que reconoce una instancia o un orden de cuya
validez deriva la validad de los ordenamientos provinciales, puesto que el artículo 5 de la CN establece que las provincias
pueden dictar sus propias constituciones, pero respetando los lineamientos de la CN.
Teorías negatorias.
Si el concepto de soberanía fue formulado históricamente dentro de las teorías del absolutismo, hay que
repudiarlo juntamente con el absolutismo;
Si el constitucionalismo moderno pretende limitar al estado y asegurar a los individuos, no se puede aceptar un
concepto que los coloca por encima del derecho;
Si la soberanía es un atributo de la voluntad, y en el estado no hay voluntad porque ésta existe solo en las personas
físicas, no puede existir la soberanía y resulta incompatible con la sumisión del estado al derecho.
Se puede replicar que el concepto de soberanía no significa ni absolutismo ni irresponsabilidad, y mucho menos
desvinculación del estado con respecto al derecho.
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UNIDAD 5: LAS FORMAS DEL ESTADO.
Concepto y tipología.
Las formas de estado se relacionan con la forma de ejercer el poder. Para entender y conocer cómo se ejerce el poder, hay
que ponerlo en relación con otros elementos del estado, que son:
el territorio, en relación al cual se puede ejercer de forma centralizada – estado unitario – o descentralizada –
estado federal, en el que hay pluralización del poder en las zonas territoriales que lo componen;
la población, a la cual se le puede reconocer dignidad, libertad y derechos – estado democrático –, se pueden
restringir los derechos y la libertad – estado autoritario – o se pueden negar los derechos y libertades – estado
totalitario.
Descentralización del
Estado Federal
poder
Poder en
relación con el
territorio
Centralización
Estado Unitario
del poder
Formas de
Estado Dignidad,
Estado
derechos y
democratico
libertad
Poder en
relación con la Restric
poblacion Estado
liberta
autoritario
dere
Estado no
democrático
Negac
Estado
derec
totalitario
libert
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3. Jurídicamente, maneja su propia concepción del derecho, desconociendo el derecho natural, puesto que solo existe
el derecho positivo que crea. Si admite que el hombre sea titular de derechos, supone que estos le son regalados
por el estado, a través de la creación del derecho positivo, y que no le son naturales o propios de su existencia.
Es una ideología transpersonalista, que busca fines que tienden a satisfacer supuestos valores que se encarnan y realizan
en el estado.
Se caracteriza por el intervencionismo estatal en todos los aspectos de la vida personal y social, la opinión publica
regimentada, la propaganda oficial, la persecución y un sistema de partido político único.
El absolutismo significa una ausencia de control sobre el gobernante, y una falta de responsabilidad de este frente a la
comunidad. El absolutismo es proclive al totalitarismo, pero no necesariamente debe desembocar en él.
La democracia como forma de estado.
Cuando el poder se ejerce respetando la dignidad, libertad y derechos de la persona humana, tenemos la democracia como
forma de estado. Presupone la convivencia en justicia y en libertad.
El estado es democrático porque el poder se ejerce respetando la situación personal debida al hombre en razón de la
justicia.
Formas de estado – Poder y territorio.
Centralización.
El poder político está centralizado cuando la autoridad que rige al estado monopoliza el poder de mando y el ejercicio de
las funciones que caracterizan a la potestad pública. Niega que el poder del estado sea compartido o repartido.
Descentralización.
El poder político esta descentralizado cuando se admite que ciertos grupos existentes en el seno del estado posean en
propiedad determinados atributos de la potestad pública. Admite que grupos sociales compartan el poder del estado y
ejerzan esa porción de poder sobre determinados lugares, materias o personas.
Formas de descentralización.
De acuerdo a la base, la descentralización puede ser:
La descentralización territorial toma como base para descentralizar el poder distintas partes del territorio para
erigirlas o reconocerlas como unidades políticas autónomas, por lo que el poder estatal reparte su ejercicio con los
poderes de dichas unidades. Cada unidad tendrá un poder local sobre ciertas materias, y el poder del estado se
ejercerá sobre todo el territorio en otras materias.
o Los municipios son una forma de descentralización más limitada, con base en el territorio. Se trata de
pequeñas zonas con una autoridad local que se encarga de perseguir un fin común a las personas que
viven en esa zona. De acuerdo con la CSJN, los municipios son entes autárquicos, pero no autónomos,
por lo que se trata de una descentralización administrativa y no política. Son delegaciones de los estados
provinciales.
La descentralización con base en la nacionalidad consiste en atribuir a cada uno de los grupos nacionales que
conforman al estado la capacidad de regular políticamente por sí mismos las cuestiones que como nacionales les
son propias;
La descentralización con base en los intereses profesionales reconoce a un grupo profesional, en razón de su
actividad, trabajo o función el ejercicio de una porción del poder para regular los asuntos y materias comunes a
cada profesión, oficio o función.
La descentralización será política, si implica la existencia dentro del estado de grupos invertidos de poder político, que
son autónomos, mientras que será administrativa si existen órganos dentro de la administración que son autárquicos, y
puede ser territorial – CABA – o institucional, que llevan a cabo una determinada actividad de forma indirecta, o prestan
ciertos servicios públicos.
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El federalismo como forma de estado.
El federalismo es una forma de estado que pone en relación al poder con el territorio. Se manda descentralizando el poder
territorialmente, es decir que existen distintas áreas o zonas que tienen calidad de unidades políticas, que entran a formar
un estado común o una unidad política general.
La unidad pluralizada implica que el estado unifica a varios estados miembros, mientras que la pluralidad unificada
implica que varios estados miembros componen un solo estado federal. De una forma u otra, existe una conciliación y un
equilibrio entre unidad y pluralidad.
Coexisten dentro del estado dos fuerzas: una fuerza centrípeta que atrae hacia la fuerza federativa – factor de unión – y
una fuerza centrífuga que desparrama y reparte el poder – factor de descentralización.
El federalismo como doctrina política.
La doctrina federal supone que la forma federal de estado representa una organización favorable a la libertad y al
pluralismo, porque distribuye el poder en formaciones políticas y autónomas que compensan y limitan al gobierno central
o general. No debe erigirse con carácter absoluto, porque en ese caso habría que sostener también que la forma unitaria es
siempre contraria a la libertad, y no es así. Debe encuadrarse en cada caso dentro de una circunstancia histórica de lugar y
de tiempo.
La estructura del estado federal y la garantía federal.
Existen ciertas características que dibujan la tipología del federalismo, es decir rasgos comunes que se encuentran en todo
estado federal, y son que:
El estado federal tiene esa forma de organización porque su constitución así lo establece;
El ordenamiento constitucional del estado presenta una estructura de triple relación entre la federación y sus
partes:
o Relación de subordinación, en virtud de la cual el orden político y jurídico del estado federal es supremo
y obliga a que el orden político y jurídico de cada estado miembro sea compatible con el orden federal.
Hay una razón de coherencia y congruencia que exigen que en los lineamientos fundamentales del todo y
de las partes haya una coincidencia mínima. Sirve para explicar el concepto de soberanía, que es cualidad
exclusiva del poder del estado federal, puesto que la validez del ordenamiento de los estados miembros
depende de su compatibilidad con el orden federal.
o Relación de participación, que supone que los estados miembros toman parte en las decisiones del estado
federal, lo cual suele visualizarse en un órgano del gobierno federal en el que haya representantes de los
estados miembros – senado;
o Relación de coordinación, por la que se reparten o distribuyen las competencias entre el estado federal y
los estados miembros, por lo que el poder de cada uno tiene un ámbito de actuación valida. En razón de
esto, pueden identificarse competencias:
1. Reservadas, que les pertenecen exclusivamente a los estados miembros, porque se las reservaron para
sí al momento de constituir el estado federal;
2. Delegadas, que le pertenecen exclusivamente al estado federal, porque los estados miembros se las
han transferido al momento de constituirlo,
3. Concurrentes, que le pertenecen tanto a los estados miembros como al estado federal;
4. Prohibidas, que no pueden ser ejercidas por los estados miembros, por el estado federal o por ninguno
de los dos.
La unidad total de la federación es permanente e indestructible, porque ninguna de las partes puede separarse
voluntaria ni unilateralmente.
El estado debe garantizar, preservar y mantener la integridad de la federación y de cada una de sus partes,
asegurando la inviolabilidad del territorio, el funcionamiento de las instituciones, defender del ataque exterior o
de alguno de los otros estados miembros, etc. Esto se conoce como garantía federal. La intervención federal es un
medio y remedio empleado para que no se rompa la coherencia del todo y de sus partes.
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Origen y dinámica del federalismo.
El origen lógico o constitucional de todas las federaciones es siempre el mismo – la constitución – y el origen histórico de
cada federación es propio de ella – los factores que llevaron a su constitución.
La dinámica del federalismo consiste en el proceso o movimiento que sufre la federación, que ajusta, reajusta, transforma,
deforma o cambia las relaciones internas.
Hay quienes afirman que es una forma inestable, transitoria e intermedia, que concluye haciendo prevalecer la fuerza
centrífuga o deriva en la unificación total. En todos se ha dado una tendencia a la progresiva centralización, que, sin
destruir la estructura federal, refuerza y acrecienta al estado federal.
Diferencias con la confederación.
La confederación es una unión o alianza entre estados soberanos e independientes que se llevan a cabo mediante un pacto
para fines parciales o determinados. Se diferencia del federalismo en que:
Confederación Federalismo
Origen Pacto del derecho internacional que Constitución
da lugar a un mero vinculo
Facultades de sus órganos Se establece uno o varios órganos Hay un poder con plenitud de
permanentes cuya competencia se competencias, funciones y órganos
limita a lo determinado taxativamente que caracterizan a un verdadero
en el pacto gobierno
Ámbito de ejercicio Las competencias de los órganos se El poder del estado federal se ejerce
ejercen sobre los estados miembros directamente sobre la población, y los
estados miembros no pueden
oponerse
Carácter de los estados Son soberanos, independientes y La soberanía le corresponde al estado
miembros retienen su personalidad internacional federal, mientras que los estados
miembros tienen autonomía
Derecho de secesión Los estados miembros pueden Los estados miembros no pueden
separarse unilateral y voluntariamente separarse unilateral y voluntariamente
Derecho de nulificación Los estados miembros no pueden Los estados miembros no pueden
negarse a aplicar y cumplir las negarse a cumplir lo ordenado por el
decisiones del órgano confederal estado federal.
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UNIDAD 6: EL GOBIERNO.
El gobierno importa una estructura de órganos que ejercen las funciones del poder, por lo que las formas de gobierno
serán únicamente las formas de organización del elemento gobierno. La pregunta ¿quién manda? Se refiere a quiénes son
los gobernantes y al modo de organizar la compleja estructura que componen. La forma de gobierno se ocupa de los
titulares del poder, de sus funciones, de las relaciones entre ellos.
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El sufragio también tiene un trasfondo ideológico, porque supone que el pueblo elige a sus representantes. Cuando el
electorado otorga al representante instrucciones precisas sobre lo que hacer, se habla de mandato imperativo u obligatorio,
mientras que, si eso no ocurre, se habla de un mandato libre ya que el representante puede actuar sin obligación de
atenerse a ninguna orden.
El régimen representativo y el gobierno representativo se erigen en símbolos imaginarios de un gobierno que
doctrinariamente apoya su legitimidad y justificación en la creencia de que el pueblo retiene para sí el ejercicio del poder
que delega en sus representantes.
Critica a la democracia como forma de gobierno.
Bidart Campos estima que la democracia como forma de gobierno es susceptible de critica científica, que hace advertir
que no puede existir, por lo que debe considerarse una forma de estado.
Esto es así ya que sus tres supuestos son falsos, dado que:
El pueblo no puede gobernarse a sí mismo – y nunca ha sucedido empíricamente –, y las funciones el poder no
admiten el ejercicio multitudinario.
El pueblo no es soberano;
La presentación política de todo el pueblo no existe ni puede existir, ya que se puede representar a un hombre, a
una persona jurídica o a una pluralidad de hombres con un interés concreto en común, pero no a un conglomerado
heterogéneo, con intereses distintos y hasta contrapuestos.
La forma republicana.
La forma republicana se caracteriza por la división de poderes, la elección popular de los gobernantes, la periodicidad en
el ejercicio de gobierno, la publicidad de los actos de gobiernos, la responsabilidad por esos mismos actos y la igualdad de
los individuos.
La publicidad hace conocer la gestión gubernativa, permitiendo el control popular de la misma, e imputar responsabilidad
por ella.
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UNIDAD 7: REPRESENTACIÓN Y PARTICIPACIÓN.
La doctrina de la representación política.
El gobierno pone en acto y ejercicio al poder. El gobierno representa al estado y actúa en su nombre, por lo que lo que
hace el gobierno en ejercicio del poder se atribuya o imputa a la persona jurídica “estado”. El estado actúa, entonces, por
representación, o sea, a través del órgano que ejerce el poder.
Los órganos de poder, en ejercicio de sus funciones, son órganos representativos, no del pueblo, sino del estado mismo.
La dualidad de gobernantes y gobernados se encuadra en un marco político y jurídico que permite comprender la
estructura del estado como una institución con personalidad moral y jurídica, y en el cual el aparato visible del gobierno
tiene el sentido de ejercer el poder en múltiples funciones a nombre y en representación del estado para alcanzar el fin del
bien común público.
Monopolizan los actos electorales, y se erigen en protagonistas exclusivos de la contienda electoral, dejando en
penumbra a otros factores y fuerzas de la sociedad.
La actividad suele enderezarse primordialmente al éxito comicial y a la conquista del poder, sin prestar atención a
los aspectos fundamentales de la política.
Sin embargo, es imposible decidirse por su abolición, ya que impedir la formación de partidos atenta contra la libertad y el
derecho de asociación.
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Financiamiento de los partidos políticos.
Los partidos políticos obtienen financiamiento publico mediante el aporte regular del Estado Nacional, y privado
mediante el aporte de sus afiliados, donaciones u otras actividades que se encuentren dentro de los limites de la ley.
No pueden recibir contribuciones de entidades publicas nacionales, provinciales, municipales ni de gobiernos extranjeros.
Se encuentran prohibidas las donaciones anónimas, y las donaciones se deben realizar por transferencia bancaria o
deposito bancario, existiendo la obligación de presentar una declaración jurada de los aportes y un monto máximo para
ellos.
Del fondo partidario permanente, el 20% se reparte en forma igualitaria entre todos los partidos, mientras que el 80%
restante se distribuye en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido hubiera obtenido en la ultima elección de
diputados. Solo participan de él los partidos que acrediten haber obtenido al menos el 1% del padrón electoral.
El sufragio.
Concepto.
El sufragio se funda y legitima en el estado contemporáneo por la necesidad y la justicia de dar a la comunidad un medio
o procedimiento organizado de expresión político. Los hombres han de poder canalizar su opinión política para participar
activamente en la dinámica política, y han de contar con medios a través de los cuales la obediencia tenga voz y voto
decisivos.
Es una técnica o un procedimiento institucionalizado mediante el cual el cuerpo electoral hace manifestación o expresión
de opiniones políticas para elegir gobernantes (electoral) o para la adopción de decisiones políticas (formas
semidirectas).
El pueblo no gobierna ni ejerce soberanía, sino que participa en el régimen, expresando su opinión política. Cada
ciudadano que forma parte del pueblo o cuerpo electoral ejerce el sufragio manifestando su voluntad individual, pero no
deriva en una voluntad colectiva, sino en una multiplicidad de opiniones políticas que se cuentan numéricamente.
Naturaleza jurídica.
Para algunos es un derecho, ya sea natural o positivo, para otros es un deber, o puede ser a la vez un derecho y un deber.
Bidart Campos afirma que se trata de una función política, lo cual no excluye el hecho de que el individuo tiene derecho a
desempeñarla, y la obligación de hacerlo.
Es una función política porque su ejercicio se vincula con el estado y el poder, pero es una función política, individual y
publica, pero no estatal. Solo deja de ser individual cuando el derecho positivo les atribuye aquel derecho a determinadas
asociaciones.
El cuerpo electoral.
Es cuerpo electoral activo es el conjunto o la suma de ciudadanos con derecho electoral, que merece ser reconocido como
un auxiliar del estado o del poder, ya que participa en la designación de gobernantes o en la expresión de opiniones
políticas. Son los titulares del sufragio.
El electorado pasivo es el conjunto de individuos que tienen capacidad de ser elegidos o designados, según el derecho
positivo de cada estado.
Clasificación del sufragio.
El sufragio es publico si el titular lo debe emitir públicamente, o secreto si lo hace en forma reservada.
Es universal, si se les concede a todos en general, y restringido o calificado si solo le corresponde a quienes cumplen
con determinadas condiciones.
Puede ser obligatorio o facultativo, según se imponga o no como deber, respectivamente.
Es directo o de primer grado si se eligen directamente los gobernantes, e indirecto si se elige a un cuerpo o colegio
electoral que designara a los gobernantes.
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Sera uninominal si el ciudadano vota a un solo candidato o plurinominal si vota a una lista de varios candidatos.
El voto será único o igual si cada elector tiene un solo voto, mientras que será plural o reforzado si está autorizado a
emitir más de un voto en una misma circunscripción electoral. El sufragio es múltiple si el elector está autorizado a votar
más de una vez en distintas circunscripciones.
El voto es familiar si se asigna uno o más votos suplementarios al elector que es padre de familia.
El voto es individual si se le adjudica a una persona física, mientras que será funcional si se le adjudica a una asociación
o persona jurídica.
Cuanto todo el territorio de un estado se considera a los fines de un comicio como un solo distrito, el sistema se conoce
como de distrito único. Si se divide en varios distritos, será de distritos intermedios, computándose los votos sobre la
totalidad de los emitidos en cada uno de ellos. Cuando el territorio se divide en tantas zonas como cargos hay que cubrir,
se conoce como circunscripciones uninominales y en cada una de ellas el elector vota por un solo candidato.
Representación de mayorías y minorías.
Una vez delimitadas las zonas territoriales, se debe analizar el cómputo de votos, la adjudicación de cargos y la forma de
llevar a cabo la representación de los partidos políticos.
Hay dos grandes sistemas: el mayoritario y el minoritario. El sistema mayoritario consiste en adjudicar la totalidad de
cargos al partido que ha obtenido mayor número de votos, excluyendo a los demás. Puede ser de lista completa – si el
elector vota una lista de candidatos cuyo número es igual a los cargos a llenar, o puede ser uninominal, si hay
circunscripciones uninominales, por lo que se vota a un solo candidato porque hay un solo cargo a rellenar.
Se habla de mayoría absoluta, si se debe lograr más de la mitad de los votos emitidos, y relativa, si alcanza con la mayoría
simple. Cuando se exige mayoría absoluta, y no se logra, la elección se repite en una segunda vuelta, limitándose a una
opción entre los dos o tres partidos que tuvieron mayor número de votos en primera vuelta, lo cual se conoce como
ballotage o doble vuelta.
El sistema minoritario reputa injusto que un solo partido conquiste todos los cargos y permite que una o más minorías
alcancen también algunos de esos cargos en menor proporción que el partido mayoritario. Se divide en una serie de
subsistemas:
De lista incompleta, en el que en cada distrito donde hay que elegir varios candidatos, cada elector vota por una
lista de candidatos cuyo número es inferior al de cargos a cubrir, por lo que el partido mayoritario se adjudica ese
número de cargos, y el partido que le sigue en votos conquista los cargos restantes, pero los otros partidos
minoritarios no logran la representación;
De representación proporcional, que reparte los cargos a cubrir entre todos los partidos que disputan la elección y
obtengan un mínimo de votos conocido como cifra repartidora o cociente electoral;
Una combinación de los dos anteriores, en el que un número predeterminado se entrega al partido mayoritario, y
el resto se reparte entre varios minoritarios.
Representación funcional.
La representación política se ha superado en distintos ángulos, y uno de ellos es la representación funcional, es decir una
representación parcial de los diversos intereses y grupos sociales de todo tipo. Se podría abordar a través de la formación
de órganos o cuerpos que se componga con miembros que representen a aquellos sectores, o a través del sufragio – ya sea
individual, o que se otorgue a la corporación misma. También existen grupos de interés, que se convierten en grupos de
presión o en factores de poder, y son muchas veces señalados como fuerzas políticas.
Representación familiar.
La representación familiar no es una verdadera representación, sino un sistema que acumula en el jefe de familia uno o
más votos suplementarios que añade al propio. Puede ser que acumule el voto individual y otro por el núcleo familiar o
puede acumular su voto individual y tantos votos como miembros de su familia a cargo. Tiende a que quienes carecen de
expresión política propia sean representados por el jefe de familia.
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Relación con los partidos políticos.
El estado contemporáneo es un estado de partidos, y el sufragio funciona vinculado al régimen de partidos políticos, y a la
fuerza política que estos despliegan en la dinámica política.
La opinión pública.
La opinión pública política es aquella que se ocupa de la política, que opina sobre la política. Una opinión es un punto de
vista sobre algo, que es sólida y segura, discutible y que admite confrontación con otras e incluso la réplica. Es un
concepto, idea o juicio formulado por el entendimiento con sujeción a un criterio de valor.
Una opinión es publica cuando por su naturaleza externa y notoria tiene publicidad. También es importante considerar
quién opina públicamente: opina públicamente un conjunto de hombres que forman o hacen público a través de los grupos
de opinión. En cuanto a su objeto, puede ser cualquiera, pero debe interesar colectivamente, por lo que es el conjunto de
fenómenos políticos, y es necesario para que una opinión adquiera naturaleza, forma y caracteres de opinión pública.
La opinión publica política es tal porque es externa, consta colectivamente y tiene notoriedad, y debe tener como sujeto a
un grupo de opinión dentro del publico político y versar sobre un fenómeno político.
Opinión publica y opiniones públicas.
Si la opinión no tiene certidumbre absoluta, y admite comparación y ética, sobre la misma cosa puede haber opiniones que
no concuerdan. El público político dividido en grupos de opinión que a veces discrepan y otras veces coinciden origina
muchas opiniones publicas políticas.
Nacimiento, difusión y expresión.
Primero surge un problema político, que los hombres deben conocer. La publicidad de los actos de los gobernantes tiende
a ponerlos bajo consideración, critica y control de la opinión publica. Luego, se debe analizar el problema, por lo que se lo
somete a examen y permite formar un concepto o juicio acerca de él, formándose opiniones individuales. Luego opera el
ingreso y la recepción de esas opiniones en la generalidad del grupo social, surgiendo la opinión publica política.
Las fuentes de la opinión pública refieren a los sujetos promotores de ella, a los agentes que expiden o emiten opinión. La
génesis y el desarrollo de la opinión se mueve en ámbitos o lugares distintos.
Los medios son los canales o vías que se utilizan en el proceso de gestación de la opinión, en su difusión y
mantenimiento. Aquí es importante el libre acceso a las fuentes de información.
Muchas veces, el rumor es una forma anónima y embozada de publicidad, que opera profundamente, aunque también hay
otros medios abiertos y declarados, que son los más frecuentes – prensa, radio, televisión, etc.
Sin importar el medio utilizado, es importante diferenciar la publicidad – que tiene como finalidad poner algo en
conocimiento, siendo objetiva – y la propaganda que supone una intensión subjetiva que es promover y conseguir
adhesiones, actuando como una forma de persuasión.
La pluralidad de opiniones requiere de libertad de información y libertad de expresión. En los estados totalitarios, hay una
opinión publica oficial – o bajo control oficial – y es la única. En los estados democráticos, hay opinión publica oficial,
pero es una entre muchas no oficiales. El monopolio de la opinión la hace compacta e impenetrable, y la técnica del rumor
abre brechas y la socava.
Ningún gobernante se puede mantener en el poder sin una opinión que le sea favorable y adicta, pero cuando frente a ella
no queda sitio para otras opiniones, hay una anomalía que es disvalioso y dañino, de forma tal que constituye un atentado
al derecho natural del hombre.
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de decisiones. Se requiere una técnica, un medio concreto para presionar. Los factores de presión – los sujetos que la
ejercen – pueden ser individuales – un líder político, un ministro, diputado, etc. – o colectivos – los grupos de presión.
Puede decirse que un grupo de interés es un conjunto de individuos que tienen un interés común, y que puede estar
organizado – en una institución, asociación o persona jurídica – o no estar organizado. Se convierte en un grupo de
presión cuando para conseguir la satisfacción de ese poder utilizar la presión como una fuerza política de influencia sobre
el poder estatal. Implican una representación funcional no institucionalizada políticamente, pero visible en la dinámica del
poder.
La presión puede ser permanente, transitoria, ocasional o latente.
En cuanto a la técnica, hay diferentes medios o métodos, y algunos son lícitos – petición condicional, propaganda, prensa
– y otros no – si se recurre a la violencia los secuestros, etc.
La presión se puede movilizar en periodos electorales, o durante el funcionamiento de los órganos ya constituidas – sobre
el poder ejecutivo, el parlamento o el poder judicial, aunque presionar a los jueces es, para Bidart Campos, disvaliosa, ya
que enturbia su imparcialidad y la profesional, mientras que presionar a los otros órganos puede o no ser disvaliosa
dependiendo de los intereses perseguidos y a la técnica empleada.
Formas semidirectas.
Las formas semidirectas consisten en una serie de procedimientos a través de los cuales se consulta al pueblo sobre
determinados asuntos políticos. Las principales formas semidirectas son:
1. El referéndum que es la consulta al cuerpo electoral para que manifieste su opinión sobre un acto normativo.
Puede ser:
a. Post-legem, para que una norma adquiera vigencia o la pierda;
b. Ante-legem, a modo de consulta;
c. Facultativo, si su realización queda librada a la voluntad y decisión de la autoridad competente;
d. Obligatorio, si esta imperativamente impuesto por la constitución o la ley;
e. Consultivo, para conocer la opinión política del cuerpo electoral;
f. Vinculatorio, si el resultado obliga a hacer lo que el pronunciamiento del cuerpo electoral ha decidido.
2. El plebiscito que es una consulta al cuerpo electoral sobre una cuestión política.
3. La iniciativa popular que es la facultad de proponer la sanción de una ley, su modificación o su derogación.
Reviste dos formas:
a. Con formulación de un proyecto articulado;
b. Sobre la materia de la ley.
4. La destitución popular, revocatoria o recall, por la cual el cuerpo electoral solicita someter a consulta la
permanencia de un gobernante;
5. La apelación de sentencias, mediante la cual se somete a votación del cuerpo electoral una sentencia judicial que
ha declarado la inconstitucionalidad de una norma;
6. El veto popular, mediante el cual se somete a decisión del cuerpo electoral si una ley que está en vigor ha de
mantenerse o ha de ser derogada.
La consulta popular.
Consulta popular vinculante.
El Congreso Nacional, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular vinculante todo proyecto
de ley con excepción de aquellos cuyo procedimiento de sanción se encuentre especialmente reglado por la CN mediante
determinación de la cámara de origen o la exigencia de una mayoría calificada para su aprobación.
La ley de convocatoria debe tratarse en una sesión especial y debe ser aprobada con el voto de la mayoría absoluta de
miembros presentes en cada una de las Cámaras.
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El voto de la ciudadanía será obligatorio, y será valida y eficaz siempre y cuando haya emitido su voto no menos del 35%
del electorado activo. Cuando un proyecto obtenga mayoría de votos afirmativos, se convertirá automáticamente en ley, la
que debe ser publicada en el BO en un plazo de diez días hábiles posteriores a su proclamación.
Si el resultado fuese mayoritariamente negativo, no podrá repetirse por un plazo de dos años – ni como proyecto de ley ni
como consulta.
Consulta popular no vinculante.
Puede ser sometido a consulta popular no vinculante, todo asunto de interés general para la Nación, con excepción de
aquellos proyectos de ley cuyo procedimiento de sanción se encuentre especialmente reglado por la Constitución
Nacional, mediante la determinación de la cámara de origen o por la exigencia de una mayoría calificada para su
aprobación. En este tipo de consulta el voto de la ciudadanía no será obligatorio.
La convocatoria realizada por el Poder Ejecutivo Nacional deberá efectuarse mediante decreto decidido en acuerdo
general de ministros y refrendado por todos ellos.
La consulta popular no vinculante convocada a instancia de cualquiera de las Cámaras del Congreso deberá ser aprobada
por el voto de la mayoría absoluta de miembros presentes en cada una de ellas.
Cuando un proyecto de ley sometido a consulta popular no vinculante obtenga el voto afirmativo de la mayoría absoluta
de votos válidos emitidos, deberá ser tratado por el Congreso de la Nación, quedando automáticamente incorporado al
plan de labor parlamentaria de la Cámara de Diputados de la sesión siguiente a la fecha de proclamación del resultado del
comicio por la autoridad electoral.
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UNIDAD 8: EL ESTADO Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL.
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En principio la comunidad internacional todos los estados que la componen son iguales jurídica y políticamente, que
siguen siendo soberanos y que en el ámbito internacional son independientes
No intervención
La igualdad e independencia de los estados permite afirmar y defender el principio de la no intervención, pero solo como
principio que a veces sufre excepciones:
a- que un estado rechaza toda intervención de otro u otros estados en su jurisdicción interna
b- que un estado rechaza la intervención de la organización internacional únicamente en el sector de su jurisdicción
interna que considera reservada.
Acá ya no hablamos de la vulneración de la soberanía si no de la vulneración de la dependencia. Esta se da entre estados.
¿Quién puede intervenir? posturas:
a- cualquier estado puede intervenir unilateralmente en otro si ocurre la hipótesis que torna legitima la intervención
b- un estado nunca puede intervenir unilateralmente sobre otro si no que debe hacerse multilateralmente por varios
estados en común acuerdo.
c- Se descarta los dos anteriores, y admite la intervención solo de un organismo internacional.
¿en que casos es legítima la intervención? Solamente cuando un estado incurre en conductas que amenazan,
perjudican o violentan grave y sistemáticamente el bien común internacional en cualquiera de sus elementos o
contenidos.
Organizaciones internacionales
- Organización de las Naciones Unidas (ONU)
- Organización de Estados Americanos (OEA)
- Comunidad europea de Carbón y del Acero (CECA)
- Comunidad europea de Energía Atómica (EURATOM)
- Comunidad Económica Europea (OTAN)
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