CUENTOS VOZ I La Gallina Degollada, Quiroga
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LA GALLINA DEGOLLADA
Fuente: http://lieber.com.ar/quiroga/lagallinadegollada.html
boca abierta.
fuera comida.
Esos cuatro idiotas, sin embargo, habían sido un día el encanto de sus
mutuo amor sin fin ninguno y, lo que es peor para el amor mismo, sin
criatura creció, bella y radiante, hasta que tuvo año y medio. Pero en
ruina de su primogénito.
más allá.
herencia, que...?
veo nada más, pero hay un soplo un poco rudo. Hágala examinar bien.
hijo, el pequeño idiota que pagaba los excesos del abuelo. Tuvo
asimismo que consolar, sostener sin tregua a Berta, herida en lo más
porvenir extinguido. Pero a los diez y ocho meses las convulsiones del
su amor estaba maldito! ¡Su amor, sobre todo! Veintiocho años él,
compasión por sus cuatro hijos. Hubo que arrancar del limbo de la más
cuatro bestias que habían nacido de ellos, echó afuera esa imperiosa
corazones inferiores.
--¡Como quieras!
Nació así una niña. Vivieron dos años con la angustia a flor de alma,
nacer Bertita olvidóse casi del todo de los otros. Su solo recuerdo la
persona. Antes se contenían aún por la común falta de éxito; ahora que
a crear.
remota caricia.
Hacía tres horas que no hablaban, y el motivo fué, como casi siempre,
--¡Nada!
prefiero cualquier cosa a tener un padre como el que has tenido tú!
¡Mi padre no ha muerto de delirio! ¡Yo hubiera tenido hijos como los
todos los matrimonios jóvenes que se han amado intensamente, una vez
sangre. Las emociones y mala noche pasada tenían, sin duda, su gran
una palabra.
tras ella. Volvióse, y vió a los cuatro idiotas, con los hombros
Berta llegó; no quería que jamás pisaran allí. ¡Y ni aún en esas horas
raptos de amor a su marido e hija, más irritable era su humor con los
monstruos.
dar a su banco.
eso no ofrecía duda. Al fin decidióse por una silla desfondada, pero
tirantes. Viéronla mirar a todos lados, y buscar apoyo con el pie para
alzarse más.
dieron miedo.
--¡Bertita!
Nadie respondió.
interpuso, conteniéndola:
Berta alcanzó a ver el piso inundado de sangre. Sólo pudo echar sus
ronco suspiro.