Desarrollo Sustentable Del Agua

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DESARROLLO SUSTENTABLE

DEL AGUA
Agua y desarrollo sostenible
El agua está en el centro del desarrollo sostenible y resulta fundamental para el desarrollo
socio-económico, unos ecosistemas saludables y la supervivencia humana. El agua
resulta vital a la hora de reducir la carga mundial de enfermedades y para mejorar la
salud, el bienestar y la productividad de las poblaciones así como para la producción y la
preservación de una serie de beneficios y servicios de los que gozan las personas. El
agua también está en el corazón de la adaptación al cambio climático, sirviendo de
vínculo crucial entre el sistema climático, la sociedad humana y el medio ambiente.

El agua es un recurso limitado e insustituible que es clave para el bienestar humano y


solo funciona como recurso renovable si está bien gestionado. Hoy en día, más de 1.700
millones de personas viven en cuencas fluviales en las que su uso supera la recarga
natural, una tendencia que indica que dos tercios de la población mundial podría vivir en
países con escasez de agua para 2025. El agua puede suponer un serio desafío para el
desarrollo sostenible pero, gestionada de manera eficiente y equitativa, el agua puede
jugar un papel facilitador clave en el fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas
sociales, económicos y ambientales a la luz de unos cambios rápidos e imprevisibles.

¿Qué es el "desarrollo sostenible"?


El desarrollo sostenible se popularizó de manera explícita y contextualizada por la
Comisión Brundtland en el documento "Nuestro Futuro Común" donde se define como
"el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad
de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades" (ONU, 1987). La
Comisión Brundtland se centró en tres pilares del bienestar humano: las condiciones
económicas, sociopolíticas y ecológicas/ambientales. Este concepto básico fue
desarrollado como apoyo a la implementación de medidas sólidas dirigidas a impulsar el
desarrollo económico y social, en particular para las personas de los países en vías de
desarrollo y, al mismo tiempo, garantizar que la integridad del medio ambiente se
mantenga para las generaciones futuras.

El agua, el desarrollo sostenible, los ODM y los ODS


Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados en el año 2000, tienen el
objetivo de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso sostenible a agua
potable y a servicios básicos de saneamiento entre 1990 y 2015.

Un total de 748 millones de personas no tienen todavía acceso a una fuente mejorada
de agua potable y los indicadores existentes no abordan cuestiones relacionadas con la
seguridad y fiabilidad del suministro de agua. Se requieren mejoras reales para varios
miles de millones de personas si se pretende lograr el derecho humano a un agua potable
segura.
En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta una resolución que
"reconoce que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano
esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos"
(A/RES/64/292).

La meta de los ODM sobre el saneamiento es un reto aún más apremiante: 2.500


millones de personas carecen actualmente de acceso a servicios de saneamiento
mejorados y más de 1.000 millones todavía practican la defecación al aire libre. Al ritmo
actual de progreso, la meta del saneamiento no será alcanzada por más 500 millones de
personas.

Por otra parte, estas cifras globales ocultan grandes disparidades entre las naciones y las
regiones, entre los ricos y los pobres, entre las poblaciones rurales y las urbanas, así
como entre los grupos desfavorecidos y la población en general.

Actualmente no existe una meta mundial para mejorar la higiene, a pesar de ser una de
las intervenciones de salud pública individuales más rentables.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20)


La Conferencia de Río+20 en 2012 ofreció una oportunidad para reflexionar sobre los
avances hacia el desarrollo sostenible de los últimos 20 años. Uno de sus principales
resultados fue un acuerdo para poner en marcha un proceso para desarrollar un conjunto
de Objetivos de Desarrollo Sostenible, basados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
y que convergen en la agenda del desarrollo post-2015.

Un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) dedicado al agua


A medida que se acerca la fecha límite para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
en 2015, la comunidad mundial está haciendo balance de cómo se puede avanzar hacia
un futuro sostenible. El marco de los ODM no abordó la agenda completa del agua y el
desarrollo, y tampoco reconoció plenamente sus sinergias con otras áreas e intereses. El
marco de los ODM no incluyó un énfasis en la "Sostenibilidad" y la desigualdad y los
derechos humanos fueron también, en gran medida, ignorados. Posteriormente, los
Estados Miembro han acordado que los derechos humanos, la igualdad y la sostenibilidad
deben formar la base de la agenda del desarrollo y deben ser reconocidos como
fundamentales para poder gozar de un verdadero desarrollo.

ONU-Agua ha propuesto un objetivo global "Asegurar agua para todos de forma


sostenible". El objetivo y las metas dedicadas al agua abordan directamente los objetivos
de desarrollo de las sociedades, promueven la dignidad humana y aseguran que los
logros sean sostenibles a largo plazo, llevando a los siguientes resultados de desarrollo,
entre otros:
Desarrollo sostenible, agua, y …
La agricultura es, con diferencia, el mayor consumidor de agua a nivel mundial,
representando el 70% de las extracciones de agua en todo el mundo, aunque esta cifra
varía considerablemente entre países. La agricultura de secano es el sistema de
producción agrícola predominante en todo el mundo y su productividad actual es, en
promedio, un poco más de la mitad del potencial a obtener sobre una gestión agrícola
óptima. Para 2050, la agricultura tendrá que producir un 60% más de alimentos a nivel
mundial y un 100% más en los países en vías de desarrollo.

La industria y la energía juntas representan el 20% de la demanda de agua. Los países


más desarrollados tienen una proporción mucho mayor de extracciones de agua dulce
para la industria que los países menos desarrollados, donde predomina la agricultura. El
equilibrio entre los requisitos de sostenibilidad frente a la visión convencional de la
producción industrial en masa crea una serie de interrogantes para la industria. A gran
escala, la globalización y la forma de extender los beneficios de la industrialización a todo
el mundo equitativamente y sin impactos insostenibles sobre el agua y otros recursos
naturales es la cuestión clave.

El sector doméstico representa el 10% del uso total de agua. Y, en todo el mundo, se


estima que 748 millones de personas siguen sin tener acceso a una fuente mejorada de
agua y que 2.500 millones siguen sin acceso a unos servicios de saneamiento mejorados.

Ciudades. Más de la mitad de la población ya vive en áreas urbanas y, para 2050, se


espera que más de dos tercios de una población mundial de 9.000 millones viva en
ciudades. Por otra parte, la mayor parte de este crecimiento ocurrirá en los países en vías
de desarrollo, que tienen una capacidad limitada para hacer frente a estos rápidos
cambios. El crecimiento también dará lugar a un aumento del número de personas que
viven en barrios marginales y que suelen sufrir unas condiciones de vida muy pobres, sin
acceso o con un acceso inadecuado a agua y saneamiento. Por lo tanto, el desarrollo de
los recursos hídricos para el crecimiento económico, la equidad social y la sostenibilidad
ambiental está estrechamente vinculado con el desarrollo sostenible de las ciudades.

Los ecosistemas. Quizás el reto más importante para el desarrollo sostenible que ha
surgido en las últimas décadas es el alcance de la crisis ecológica global, que se está
convirtiendo en una barrera para el desarrollo humano. Desde el punto de vista ecológico,
los esfuerzos para un desarrollo sostenible no han tenido éxito. La degradación del medio
ambiente mundial ha alcanzado un nivel crítico, con los principales ecosistemas
acercándose a límites que podrían desencadenar un colapso masivo. La creciente
comprensión de los límites planetarios globales, que deben ser respetados para proteger
los sistemas de soporte de la vida de la Tierra, tiene que ser la base del futuro marco de
desarrollo sostenible.

Fuente: Vital Waste Graphics 3. Secretaría de la Convención de Basilea, 2012.

¿Sabías que…?

 Más de 1.700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales en las que la
tasa de uso del agua es superior a la de recarga, lo que lleva a la desecación de los ríos,
el agotamiento de las aguas subterráneas y la degradación de los ecosistemas y los
servicios que prestan.
 A medida que los países se desarrollan y la población crece, se prevé que la demanda
mundial de agua (en términos de extracción) aumente en un 55% para 2050. Ya en 2025,
dos tercios de la población mundial podría estar viviendo en países con problemas de
agua si persisten los patrones de consumo actuales.
 Las pérdidas económicas de un suministro inadecuado de agua y saneamiento se
estiman en un 1,5% del producto interior bruto de los países, según un estudio de la
OMS relacionado con el cumplimiento de los ODM.
 Según algunas estimaciones, más del 80% de las aguas residuales se vierten a los
cursos de agua sin tratamiento.
 Los desastres relacionados con el agua son los más económica y socialmente
destructivos de todos los desastres naturales. Desde la primera Cumbre de la Tierra de
Río en 1992 las inundaciones, las sequías y las tormentas han afectado a 4.200 millones
de personas (95% de todas las personas afectadas por desastres) y causó 1,3 billones
de dólares USD en daños (63% de todos los daños).

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