S13 - Composicionyestructuradelostextosargumentativos

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MOMENTOS COMPOSICIONALES

Introducción
La retórica es una disciplina lingüística que ha desarrollado criterios
composicionales sumamente útiles para el desarrollo de la argumentación. Es una
disciplina teórica y aplicada que ofrece estrategias eficaces para la formulación de
una estructura lingüística persuasiva.
El interés por el estudio de la lengua al servicio de la persuasión destaca en
filósofos de la Antigüedad como Sócrates, Platón o Aristóteles y en rétores como
Cicerón o Quintiliano. De esta manera, la retórica constituye la primera reflexión
sobre el discurso o uso lingüístico al servicio de una intención comunicativa. El
propósito del orador público es persuadir al auditorio de su opinión para orientarlo
hacia una determinada actuación (Mortara, 2015).
En la retórica clásica, se distinguen:
a) Retórica judicial: tiene como finalidad juzgar lo justo y lo injusto
delante de un tribunal en base a la acusación y la defensa.
b) Retórica deliberativa: Tiene como finalidad es decidir entre lo útil y
lo nocivo en los asuntos de gobierno mediante la exhortación y la
disuasión.
c) Retórica demostrativa o epidíctica: se propone valorar lo bello y lo
feo, con el elogio o la reprobación.
Entonces, la retórica clásica sistematiza reglas y preceptos referentes al «arte del
bien decir» (ars bene dicendi) o retórica, frente a las reglas de la gramática o
«arte de decir correctamente» (ars recte dicendi). Aristóteles divide la retórica en
cuatro partes: invención, disposición, elocución y acción; la tradición romana
(Cicerón, Quintiliano) añade la memoria a estas cuatro partes (Mortara, 2015).

Estas partes determinan las cinco fases en el proceso de creación de un discurso:

a) LA INVENCIÓN (INVENTIO)
Se trata de que el orador seleccione, halle, en un repertorio de temas,
aquellos que son los más adecuados a su exposición. Se trata, mentalmente
hablando, de invenire («hallar») en la memoria, llena de topoi o loci
(«tópicos» o «lugares» comunes) las ideas propias o heredadas de la
sociedad en general, susceptibles de ser utilizadas en el discurso.

La invención es la etapa cognitiva en la cual se buscan las ideas para la


estructuración del contenido sobre el cual versará el discurso
argumentativo, descartando aquellas ideas o informaciones que no sean
pertinentes. Se trata de encontrar los argumentos más adecuados al
propósito y las circunstancias de la comunicación. Aristóteles señala que,
dada una situación, en el momento de la invención, encontramos y
descubrimos premisas demostrativas o lógicas (los lugares adecuados) para
el caso dentro de la reserva colectiva de las convenciones históricamente
construidas (lugares comunes). Por eso, Aristóteles define a la retórica
como “el arte de encontrar lo que es adecuado en cada caso para
persuadir”. Los topoi o lugares comunes son por ello llamados tópicos de
invención, pues recurrimos a ellos para argumentar (Albaladejo, 1991).
Estos tópicos comprenden los siguientes elementos: personas, cosas,
lugares, instrumentos, causas, modos, tiempos, comparaciones, a los que
se añaden los tópicos literarios en el caso de obras literarias.

Las estrategias para determinar los tópicos son:


 Definición (género/especie)
 División (parte/todo)
 De relación (causa efecto, antecedente/consecuente, de los
contrarios)
 De circunstancia (posible/imposible, pasado/futuro)
 De autoridad (leyes, documentos, máximas).

La invención constituye el fondo o el contenido de la argumentación y


consta de tres sectores específicos:
 El fondo objetivo: información representada en la argumentación.
 El fondo subjetivo: presencia de la postura subjetiva del autor.
 El fondo estético: contenido presentado al oyente o auditorio.

El fondo objetivo
Comprende tres niveles:
a) El mundo exterior: corresponde a la percepción sensible de
los objetos, seres, fenómenos, actividades etc. Ubica al
sujeto frente a la naturaleza: comportamientos y actos.
b) El mundo interior: corresponde a la intimidad psicológica.
Tiene que ver con las tonalidades afectivas como favorables
(sentimientos de amor, alegría, exuberancia, jovialidad,
hilaridad, felicidad, satisfacción, etc.) o desfavorables
(sentimientos de odio, abatimiento, falta de energía,
desaliento, tristeza, melancolía, resignación, irritación, etc.).
c) El mundo superior: corresponde a la realidad que
sobrepasa la medida humana. Designa las experiencias
situaciones (combate, muerte, azar, culpa, etc.), las
experiencias límites (pasión, locura, creación, gracia divina,
etc.), las fuerzas trascendentales (esencias, valores, virtudes,
etc.), acontecimientos históricos (cataclismos, batallas,
guerras, revoluciones, etc.) y se sumerge a la totalidad de la
vida subjetiva: nivel sensorial (visuales, auditivas, olfativos,
táctiles, etc.), nivel afectivo (el impacto que produce el
espectáculo representado en el autor-argumentador) y nivel
intelectual (categorías fundamentales del entendimiento.
Generales (dinámico /estático, continuo /discontinuo,
determinación/dependencia, armonía /oposición,
interioridad /exterioridad, afirmativo / negativo, individual
/general, surgimiento /organización, espontaneidad /regla,
inmanencia /trascendencia) y juicos específicos: cantidad
(universidad, particular, singular), calidad (afirmativo,
negativo, limitativo), relacional (categórico, hipotético,
disyuntivo), modalidad (problemático, asertorio y apodíctico),
filosófico (material, espiritual, ideal, positivo, existencial) y
estético (perspectiva, símbolo y hermenéutico).

Estrategia metodológica
Lluvia de ideas
Esta estrategia metodológica, también denominada tormenta de
ideas, es una herramienta de trabajo individual o grupal que
facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o
problema. Permite crear ideas originales en un ambiente
relajado. Facilita la recolección de datos o ideas claves que
servirán para la fundamentación de los argumentos. En el ámbito
grupal, facilita el surgimiento de ideas creativas en procesos
interactivos grupales, dando oportunidad al aprovechamiento de
sugerencias y la creatividad de los participantes.

b) DISPOSICIÓN (DISPOSITIO)
Provienen del latín dispositio (τἀξις) que quiere decir disposición.
Corresponde al segundo momento de la composición del pensamiento
donde el orador organiza los elementos discursivos en función a una
estructura, el orden secuencial, la cadena de los argumentos y establece el
recorrido que deben seguir los oyentes o los lectores. La duración del
discurso se desarrolla siguiendo un cierto orden, un plan, el cual responde a
una triple organización: inteligible, espacial y temporal (Gicquel, 1982).

En la antigüedad, la disposición estaba organizada en torno al discurso oral,


apelaba tanto al juicio como la emoción y se componía de cuatro partes:

Exordio: Es la parte destinada a abrir el ánimo del público, donde el


orador establece su propia autoridad (apelaba al ethos) y su objetivo
es captar la atención (el interés o favor) del oyente.

Narración: Es la parte destinada a exponer un asunto y la tesis del


orador sobre el mismo. Presenta una relación de hechos que exigen
una interpretación de parte del orador y posición de parte de los
oyentes o lectores.
Argumentación: Es la parte constituida por el discernimiento de los
juicios. El orador presenta una serie de razones que sustentan la
tesis, recorre a los argumentos lógicos (apelaba al logos) y aducen
las pruebas que confirman la propia posición revelada en la tesis de
la exposición (confirmatio o probatio) y se refutan las de la tesis que
sostiene la parte contraria (refutatio o reprehensio).

Conclusión o epílogo: Es la parte que presenta la recapitulación de


lo dicho (peroratio). El orador arriba al final de forma emotiva (apela
al pathos), inclinando la voluntad del oyente, suscitando sus afectos,
recurriendo a móviles éticos o pragmáticos y provocando su
compasión (conquestio o conmiseratio) y su indignación (indignatio)
para atraer la piedad del público y lograr su participación emotiva,
mediante recursos estilísticos patéticos; incluye lugares de casos de
fortuna: enfermedad, mala suerte, desgracias, etc.

Actualmente, se han establecido dos rutas organizativas para


la argumentación:
Opción ascendente:
a) Planteamiento del problema.
b) Discusión detallada de los aspectos del problema.
c) Solución al problema.

Opción descendente:
a) Afirmación categórica (tesis, opinión, postura).
b) Demostración con argumentos retóricos y lógicos (serie de
pruebas).
c) Ratificación de la afirmación categórica (tesis, opinión,
postura).

EL MODELO TOULMIN
Este enfoque permite entender la forma de usar y analizar las
conexiones entre las partes de un discurso argumentativo. Este
modelo comprende seis partes:
a) Afirmación: El orador expresa una opinión, una tesis o un punto
de vista.

Puno tiene la necesidad de contar con nuevo hospital.

b) Prueba: El orador expone el asunto usando datos o


informaciones que conducen a la aceptación de la tesis u opinión.

Las estadísticas demuestran que la población de Puno necesita


más servicios médicos.
c) Garantía: Es el concepto entre la prueba y la afirmación, y valida
su uso para apoyar la afirmación.

Solamente la construcción de un nuevo hospital puede dar los


servicios médicos que necesita Puno.

d) Apoyo a la garantía: La garantía debe serr aceptable para el


público. Entonces requiere del apoyo que haga aceptable la
garantía.

-El actual hospital Manuel Núñez Butrón no es adecuado para la


cantidad de habitantes.
-La población de Puno, en las últimas décadas, ha crecido
significativamente.

e) Calificador: El calificador es un recurso que modifica la


afirmación, en la medida en que plantea otras posibilidades y
contingencias, para luego reafirmarla con más altos niveles de
certidumbre. Usa los siguientes calificadores: “es evidente”,
“probablemente”, “debería tomarse la posibilidad”, etc.

(Es evidente) que Puno debería contar con nuevo hospital.


(Probablemente) Puno debería contar con un nuevo hospital
Puno debería considerar (la posibilidad) de contar con nuevo
hospital.
.
f) Reserva: La reserva es el elemento que da consistencia o la
razón para el calificador, porque podría existir alguna información
que redujera la probabilidad de la afirmación y el orador debe
prever con anticipación estas objeciones de parte de algún
oponente.

Afirmación: Puno tiene la necesidad de contar con nuevo


hospital.
Prueba: Las estadísticas demuestran que la población de Puno
necesita más servicios médicos.
Garantía: Solamente la construcción de un nuevo hospital puede
dar los servicios médicos que necesita Puno.
Apoyo a la garantía:
-El actual hospital Manuel Núñez Butrón no es adecuado al
tamaño ni utilidad.
-La población de Puno, en las últimas décadas, ha crecido
significativamente.
Calificador:
(Es evidente) que Puno debería contar con nuevo hospital,
(probablemente) Puno debería contar con un nuevo hospital y
Puno debería considerar (la posibilidad) de contar con nuevo
hospital.
Reserva:
Puno debería contar con un nuevo hospital, a menos que se
construyan nuevos pabellones al interior del actual hospital
Manuel Núñez Butrón.
Puno debería contar con un nuevo hospital, a menos que se
mejore el actual hospital Manuel Núñez Butrón con nuevas
aplicaciones.

TIPOS DE ARGUMENTACIÓN
Existen tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un
discurso:

Argumentos ligados al ethos: El orador muestra carácter y


moralidad. Son las actitudes que debe tomar el orador para inspirar
confianza a su auditorio. Es decir, debe mostrarse sensato y fiable
(dar consejos razonables y pertinentes), sincero (no debe disimilar lo
que piensa o lo que sabe) y simpático (debe mostrar que está
preparado para ayudar a su auditorio).

Argumentos ligados al pathos: El orador apela a los sentimientos


ligados al oyente o lector. Según Aristóteles, estos argumentos se
basan en suscitar ira (ὀργή), calma (πραότης), odio (μίσος), amistad
(φιλία), miedo (φόβος), confianza (θάρσος), vergüenza (αἰσχύνη),
indignación (τὸ νεμεσάν), agradecimiento (χάρις), compasión
(ἐλείνος) y envidia (φθόνος) por las virtudes de otro (ζήλος).

Argumentos ligados al logos: El orador se ciñe al tema y mensaje


mismo del discurso. Usa la dialéctica, el razonamiento deductivo y el
pensamiento analógico.

c) ELOCUCIÓN (ELOCUTIO)
El término elocución proviene del latín elocutio (expresión). Es el momento
compositivo en que el discurso toma forma en una lengua y en un estilo. Se
centra en la búsqueda de un modo adecuado de expresar verbalmente los
materiales de la invención, ordenados en función a una disposición
(estructura). En la actualidad, la elocución es lo que se denomina estilo.
El estilo reúne tres cualidades fundamentales: puritas, perspicuitas y
ornatus.

 Puritas: tiene que ver con la selección lexical y gramatical. En este


aspecto, el orador somete el discurso argumentativo a la máxima
corrección gramatical: evita los barbarismos, las palabras incorrectas, los
solecismos y las construcciones sintácticas erróneas.
 Perspicuitas: el orador busca el grado máximo de comprensibilidad del
discurso que se opone a la obscuritas. La organización precisa de la
lluvia de ideas en el momento de la disposición permitirá la máxima
claridad del pensamiento.
 Ornatus: es el principal constituyente del discurso argumentativo. En
este aspecto, el orador aspira embellecer el discurso con el uso de las
distintas figuras literarias. Consta de dos formantes básicos: la elección
de palabras (véase: tropos y figuras) y su combinación (compositio).

La elocución exige una serie actividades textuales:

 Escribir un primer borrador del texto y corregir su organización y cómo


se expresa cuantas veces sea necesarias.
 Redactar el texto definitivo empleando el vocabulario preciso en
estructuras lingüísticas correctas y cuidando el estilo, la ortografía y la
presentación del escrito.
 Escribir varios títulos y seleccionar el que mejor resuma la idea general.
Se tiene que dejar reposar lo escrito para luego proceder a su retoque y
corrección al releer el trabajo (tiene que existir cierta distancia entre la
obra y el autor).

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