Resumen Final Laccan
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TEORICO N° 11
Definimos al objeto-a como el nombre del objeto falta, es el objeto que se desprende del sujeto producto de su
inscripción en el orden significante. Entonces, el sujeto por esta inscripción pierde goce, ese goce perdido dice Lacan,
tiene forma de objeto, y tiene estas formas que veíamos en la clase pasada, oral, anal, fálico (dice el inicialmente,
después lo va a modificar) escópico e invocante. Él después va a sacar al aspecto fálico del objeto a, porque él va a
decir que todos los objetos a en tanto objeto perdido adquiere valor fálico, la posibilidad ilusoria para el sujeto de la
completud. En función paterna, en el primer tiempo del Edipo el chico es el falo para la madre, la madre se
constituye como madre fálica, y es un momento de completud imaginaria.
Entonces el objeto-a, si en tanto objeto perdido, es aquello que el sujeto va a ir a buscar en su anhelo de completud
imaginaria. ¿Qué es lo que produce la pérdida del objeto? el significante, corta y hace caer el objeto.
Los objetos (oral, anal, escópico e invocante) hacen referencia a agujeros del cuerpo por los cuales algo se
desprende.
- Los agujeros del cuerpo se convierten en zonas erógenas cuando el significante los recorta .
El agujero de la boca se transforma en zona erógena cuando el significante recorta la boca. Deja de ser un simple
orificio por el cual se puede introducir el alimento para transformarse en zona erógena, se pierde el pecho, cuando
entró el significante porque el significante es lo que hace que el chico controle. El significante que siempre proviene
Lacan trabaja en el Seminario 10 de la angustia “El grafo de la división subjetiva”. Es un grafo que tiene tres pisos y
tres elementos: el sujeto, el Otro y el objeto a. Hay un primer piso que lo llama “el piso del goce”, donde
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encontramos a un sujeto sin barrar, el sujeto mítico del goce, que se dirige a otro sin barrar con una pregunta: ¿Che
vuoi? el que me quiere, la pregunta del grafo del deseo. Si el Otro responde quiere decir que está en falta, esta
barrado, esta castrado; el barramiento representa la castración, porque dio muestras de su deseo.
El deseo es el deseo de otro deseo. El deseo de hijo engancha con el deseo en la madre que es la falta, el niño
adquiere valor fálico, ese valor fálico es lo que da cuenta de una falta en la madre, que muestra entonces que la
madre es deseante,
El otro deseante produce un sujeto deseante, un sujeto barrado ($). No todo lo del sujeto entra en el campo del
otro, siempre hay algo que queda por fuera del deseo del otro, eso que queda por fuera del otro es el objeto a. Lacan
dice: "es como una división" el sujeto al dirigirse al campo del otro es como si se preguntara ¿cuántas veces entro en
el otro? Esa división siempre tiene un resto, el objeto a.
- Entonces tenemos el piso del goce místico (primer piso) y el tercer piso es el del sujeto barrado, piso del
deseo.
Si colocamos el rombo tenemos la fórmula del fantasma ($<>a) entonces la presencia fantasmática del objeto a, lo
separa al sujeto del campo del goce. La presencia del fantasma protege al sujeto de la pulsión desatada que puede
estar en el campo del goce. En el ejemplo de los sujetos que se cortan se toma como objeto a sí mismo, dicen que
sienten alivio cuando se corta, que el dolor alivia, hay algo de la pulsión que se desató del deseo, del significante. La
constitución del objeto, está producida en las zonas erógenas. Las zonas erógenas son asiento de la pulsión: oral,
anal, escópico, invocante. Entonces el objeto a es objeto causa del deseo y la satisfacción pulsional. El chico cuando
está aprendiendo a controlar esfínteres agarra la caca o tocar su pis porque todavía no terminó de desprenderse el
objeto, es la pulsión casi en estado puro. La madre le dice que no lo haga, entonces juega con agua o con tierra,
produjo desplazamiento porque opero el significante. Las equivalencias son siempre significantes, no hay
equivalencia en lo real. Entonces se desplaza producto del significante y empieza a enlazarse a un deseo.
- Entonces el piso del goce (1°), es el piso de la pulsión desatada, por eso Lacan dice sujeto mítico del goce, no
lo vamos a encontrar.
El desprendimiento del objeto-a, puede producir una distancia con ese goce. Ese adolescente que se corta, la
intervención posible ahí, es ¿con quién querés cortar? ¿Qué querés cortar?, si en lugar de cortarse podría decirle a la
madre con palabras no se cortaría. Como no lo puede simbolizar al corte entonces lo termina jugando en lo real,
termina siendo también satisfacción pulsional, casi en estado puro. Si le puede decir a la madre algo que tenga valor
de no, de distancia está pudiendo operar entonces en el fantasma, entonces el objeto “a” posibilita la distancia con
el goce. Si por algún motivo se acorta esa distancia, o sea falta la falta Lacan dice aparece la angustia, o sea que este
es el piso de la angustia
El segundo piso es el piso de la angustia, es aquello que viene a mediar, entre el goce y el deseo.
Freud decía que la angustia era angustia señal frente a un peligro, la castración. Lacan en este punto, se separa de
Freud y va a decir que no es señal de un peligro imaginario como la castración, es angustia señal del peligro que falte
la falta, entonces es un aviso para el sujeto, no para el yo.
El objeto a se produce en el campo del sujeto pero cae en el campo del otro, entonces no es ni totalmente del sujeto
ni totalmente del otro. Entonces, el sujeto va a ir a buscar su objeto a al campo del otro, pero se supone que nunca
lo va a terminar de encontrar, si lo encuentra se produce la señal de angustia. A (barrado) + a es = a-A (sin barrar) –
Otro completo
El sujeto está en los dos lugares porque este él es objeto A perdido del sujeto, el pecho perdido, la caca perdida, la
mirada perdida y que se va a ir a buscar al campo del otro.
Entonces la angustia es la vacilación del objeto A, la vacilación fantasmática, ahí el sujeto teme acercarse
peligrosamente al campo del goce. Pero tiene una excepción, no siempre esto es así. En el amor hay una sensación
Freud también hablaba del objeto perdido, en la interpretación de los sueños dice que la única forma que hay de
alcanzar el objeto es alucinatoriamente, es decir, en los sueños es donde más nos aproximamos, entonces el objeto
está perdido.
En la frase “el amor es dar lo que no se tiene a alguien que no lo es” dar lo que no se tiene, es la falta, el deseo, alojar
al deseo del otro, que tiene que ver con la pregunta de ¿Qué me quieres? Es dar un lugar al otro, mostrarle la falta.
Cuando mostramos interés por el otro es porque le estamos mostrando nuestra falta. Es dar lo que no se tiene
porque si estamos en falta, nos falta el objeto a, nos falta el falo. Dar lo que no se tiene a alguien que no lo es, o sea,
no es el falo, ni nosotros lo tenemos.
¿Quiero tu falta? fórmula infalible dice Lacan, para el encuentro. Cuando alguien muestra su falta Lacan dice que es
muy difícil “redimirse” a eso.
Lacan compara al fantasma con un cuadro, que encaja perfectamente en el marco de una ventana, que representa
el marco simbólico, el cuadro es la escena imaginaria que nosotros vemos y que nos tapa, nos obtura, nos impide ver
TEORICO N°12
En la angustia aparece una clara diferencia de Lacan con Freud, Freud decía que la angustia es sin objeto, lacan va a
decir que la angustia no es sin objeto, o sea una doble negación, la doble negación es una afirmación. No dice
directamente la angustia es con objeto, no es lo mismo decir es con objeto a decir es sin objeto, estamos atenuando
ese con objeto, se trata del objeto A. La angustia es la posibilidad de que se presentifique el objeto A, el objeto
perdido. El objeto está perdido por estructura pero se presentifica como temor imaginario en el sujeto, no hay
posibilidad de completamiento pero el neurótico supone que sí.
Esta afirmación de la angustia, marca una distancia teórica, una crítica a Freud, el seminario 10 donde lacan
conceptualiza al objeto A como objeto causa del deseo, es el seminario donde lacan empieza a marcar algunas
diferencias teóricas con Freud y comienza a crear conceptos propios.
Angustia es lo que no engaña, es de lo real, entonces el significante engaña, ya que nunca da cuenta totalmente del
objeto, de la cosa, de lo que queremos decir, siempre hay un resto, resto que es de lo real, pero se supone que
queda velado, cuando ese resto que lacan llama objeto A reaparece, por vacilación fantasmática que es el momento
de la aparición de la angustia, algo de la verdad del sujeto aparece.
No hay tratamiento sin pasaje por la angustia, si el análisis avanza produce efectos, necesariamente va a aparecer
algo del orden de la angustia y está bien que así sea, porque le dimos en el blanco, ¿Por qué una intervención
nuestra puede producir una angustia en el sujeto? tiene que ver con la verdad del sujeto. Cuando la angustia aparece
es porque hay algo en lo real que ya apareció ahí para el sujeto.
Freud decía que el psicoanálisis lo que hace es poder curar la angustia neurótica para que el sujeto pueda vivir la
miseria de la vida cotidiana, el psicoanálisis no promete ninguna felicidad porque la felicidad no existe. Por el solo
hecho de vivir penamos todos porque no hay vida sin pérdida de goce. Se trata de no penar de más
- Angustia ante lo irreductible de lo real, hay algo en lo real que va a estar presente siempre, no todo lo
simbólico imaginario puede conquistar lo real. Cuando lo real aparece, cuando fracasa ese velamiento en lo real,
cuando ese cuadro fantasmático se mueve, no logra cubrir totalmente lo real algo de la angustia aparece. El goce
incestuoso es temido por su posibilidad de completamiento. Él bebe que toma el pecho de la madre es goce
incestuoso, es un momento necesario, de ahí partimos todos y justamente por eso después pasa a ser lo más
temido, porque la aparición del significante implica la perdida de ese goce incestuoso. El significante no separa
totalmente al sujeto del otro, algo queda siempre como posibilidad de amenaza para el sujeto, entonces cuando esa
amenaza por algún lado reaparece para el sujeto, aparece ese riesgo de lo real, de lo no simbolizado, del goce
incestuoso, del completamiento con el otro, de que falte la falta.
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Un paciente con madre muy muy atrapante, con muchas dificultades para permitir la salida de sus hijos y un padre
bastante ausente en su función, tiene una especie de angustia cuasi permanente que se le agrava en algunos
momentos, por ejemplo: quiere salir a caminar y su pareja le dice quiero salir con vos, te quiero acompañar.
Momento de angustia, quería salir solo y la propuesta de su pareja lo angustia. Él dice que se siente asfixiado,
ahogado, o sea las palabras de la pareja se convierten en el atrapamiento con la madre. Entonces la angustia es ante
el deseo del otro ¿Para qué me quiere? ¿Para qué quiere salir conmigo? Angustia ante la falta de la falta,
inmediatamente aparece el riesgo del completamiento. La angustia como señal, le advierte el peligro de hacerse
uno con el otro, no es sin objeto. Las palabras de su pareja le presentifican el objeto a. La angustia es algo de la
verdad del sujeto, rápidamente se sienta atrapado ante la presencia de otro, rápidamente se le presentifica la
posibilidad de algo del orden de lo incestuoso.
- ¿Por qué la intervención del analista produciría angustia si se supone que va por lo contrario?
Si lo que angustia es esta presencia cercana del otro ¿Por qué al sujeto le cuesta perder goce? El no ponerse en
relación al otro, implica una pérdida de goce. En la fórmula del fantasma el sujeto está como sujeto y como objeto.
¿Y por qué alguien puede quedar ubicado en la posición de objeto? ¿Por qué alguien elige la posición de objeto?
Otro ejemplo de una muchacha que dice, que cuenta haber sido abusada por su hermano mayor desde los 5 hasta los 14
años. Y que ella nunca dijo nada. A los 5, es una víctima absoluta de este hermano. A los 14 ella dice que muchas veces se
sintió protegida por el hermano, del padre que era muy violento.
Una cuestión, el hermano es un perverso abusador que merecería algún castigo. Otra cuestión es la posición de ella, en
algún punto hay una responsabilidad subjetiva: Ella dice porque aceptaba esta posición porque él la protegía. Ahí donde se
produce la confusión entre que es proteger. La protegía del padre pero abusaba él. Esto para ella era protección.
Había un deseo del Otro, el otro la elegía. Ella tiene otras hermanas mujeres, ella fue la elegida. Entonces, esa posición de objeto
de alguna manera es elección del sujeto. No habría análisis posible si nos quedamos con que toda la culpa es de este hermano
perverso. El análisis apunta a la responsabilidad subjetiva.
Hay siempre una elección del sujeto sino no hay análisis posible. Si no nos quedamos en la crítica al psicoanálisis: “Y para el
psicoanálisis la culpa es siempre de los padres”. No, de los padres es responsabilidad, por supuesto, y del sujeto también. Todo
sujeto es responsable de su posición. Posición que es siempre alguna posición de goce. Tiene que ver con: ¿Por qué la angustia?
Porque se pierde goce.
Lacan dice en subversión del sujeto, el neurótico puede dar todo menos su angustia, puede dar todo menos su falta,
faltarle al otro. Esto es angustiante siempre, el otro no me necesita. En un análisis se trata de eso, de que el sujeto
haga ese pasaje, hacer ese pasaje implica perder al otro, algo del orden de la angustia.
Todos fuimos objeto alguna vez, no hay nadie que no lo haya sido, el comienzo a la vida es posición de objeto total y
absoluta, quedamos fijados, hay una fijación a la posición de objeto.
¿Qué posición tomamos en el fantasma?, la posición de objeto en la repetición de esa posición original del sujeto,
de haber sido objeto para el goce del otro. "a +a =a" o sea el "otro" barrado más el objeto "a" que nos da, un "otro"
sin barrar, entonces el sujeto se ofrece sacrificialmente al goce del otro, para que haya un otro completo, para que le
otro me proteja me ampare, me diga que tengo que hacer, al otro al que yo puedo acudir cada vez que necesito algo.
- Entonces la angustia aparece cuando uno se acerca al goce incestuoso, cuando se anuncia la perdida de goce.
El concepto de la angustia no es un concepto univoco estas son distintas definiciones que da Lacan, en donde
podemos pensarla desde la posibilidad de que aparezca el riesgo de completamiento del otro o la posibilidad de que
se pierda la posición de completamiento con el otro.
El duelo patológico es la “elección”, inconsciente, de no poder perder a eso que se fue. Entonces el duelo patológico
es cuando “la sombra del objeto ha caído sobre el yo”, posición de objeto. O sea el yo es objeto, se convierte en
objeto, el suicidio. El suicidio es el sujeto ubicado totalmente en posición de objeto y ahí se desecha como sujeto.
Entonces Lacan va a decir que la angustia es de lo real, porque el sujeto imaginariamente supone el
completamiento, o sea que hay una falla o una vacilación en la castración imaginaria. La fase del espejo es el
momento justamente de la constitución imaginaria del yo, el yo del sujeto se constituye con la imagen con el otro,
en esto de que yo soy otro, que la constitución del yo es gemelar.
Sem 10 Lacan va decir que el yo se constituye en lo imaginario, se necesita el pasaje por la fase del espejo pero ese
pasaje no es total y absoluto, no todo del sujeto pasa al espejo, hay un resto dice Lacan que no pasa a la imagen
especular. Entonces el falo, a nivel del imaginario va a llegar bajo la forma de una falta “- φ” (“menos phi”).
El i (a) la imagen completa del chico. El objeto a qué viene a tapar la boca del florero serían las flores, o sea el florero
completo. Entonces, acá tenemos la completud, por eso el menos phi (-ϕ), la castración esta por fuera. Espejo del
El objeto a es la letra que inscribe la falta de objeto. El objeto a necesita del Otro que no tiene, del Otro en falta,
tiene que ver con ese retoño, efecto de lo perdido de la demanda. Es la letra que inscribe la causa del sujeto, mueve
a un sujeto. Lacan a veces lo llama “El objeto a causa de deseo”, o también “objeto causa”.
Seminario n°8
- Grafo 3 o grafo de la pregunta.
Respecto de la demanda hablamos de la idea de un otro omnipotente, el otro
que tiene. Y de otra demanda al Otro que no tiene, el intervalo entre ambas
constituye el deseo. La falta en el Otro da lugar a la constitución del deseo, y
esta falta se ubica ya en el 2do piso del grafo, en el matema que se puede leer
como significante de la falta en el otro, por eso el Otro aparece barrado,
también se puede leer aquí la castración del Otro o el deseo del Otro que es lo
mismo.
Lo que lacan plantea en este grafo (grafo 3 o de la preg.) es el pasaje del primer piso al segundo piso del grafo. Ese
pasaje es un desdoblamiento del lugar del Otro y del lugar del mensaje, lo que llamábamos en el primer piso, la
significación del Otro. Lacan deja claro que distinguimos el primer piso del segundo piso, solo en términos arbitrarios
porque en cada acto de palabra en realidad se producen al mismo tiempo los dos pisos, son niveles que funcionan al
mismo tiempo.
Nosotros habíamos descripto, en termino generales, al primer piso como el que muestra la relación del sujeto con el
significante, es decir, el sujeto padece la estructura del significante, un mundo bañado de lenguaje.
En cambio en el segundo piso se trata del sujeto que ya asume el acto de hablar, y fundamentalmente, va a explicar
la constitución del Icc, es decir, se trata de la estructura de la cadena Icc.
Nosotros partíamos del sujeto mítico de la necesidad que se dirige al Otro, requiere
del poder salvador, del auxilio de ese Otro, y entonces dirige su llamado. Ese Otro que
advertido por el grito del sujeto responde con lo que tiene, por eso es otro con
mayúscula, porque es el que tiene aquello que hace a la necesidad del cachorro, y la
necesidad en la medida en que pasa por el lugar del Otro se transforma en demanda.
Ese primer piso, muestra la doble alienación del sujeto, al significante que le viene
del Otro y a la imagen que le viene del Otro. Encontrábamos allí toda la dialéctica en
la relación entre la madre con el niño, para poner una figura del Otro que
generalmente va a ocupar ese lugar. La madre como el primer Gran Otro y el niño,
que va a dar lugar a una identificación especular (articulación significante). Entonces,
Ahora cuando lacan habla del deseo del Otro, se trata del deseo del Otro en el que hay un significante que puede
faltar, el Otro está en falta, también está afectado por la castración.
Que pasa cuando un niñito quiere decir algo y hay un momento en que se enfrenta con que no lo entienden, esas
rabietas que se agarran los niños. Lacan dice “se trata de la omnipotencia del Otro”, que ahí comienza a caer, ese
Otro que en ese punto se demuestra en falta.
Freud decía que la castración que aparecía en último lugar era la castración en la madre. A esto se refiere lacan, al
momento en que para un sujeto se presentifica por vez primera la falta en el Otro, la castración.
Lacan tiene una idea de castración más amplia, se refiere siempre a la estructura del lenguaje, a la captura
significante, es decir, la falta de un significante en el otro, el Otro está también en falta.
El lugar donde el sujeto buscará situarse, respecto de la pregunta por su deseo, está más allá de la demanda, más allá
de la arbitrariedad y del capricho del Otro omnipotente, porque ya no está el otro absoluto, como el Otro que nada
le falta, sino como este Otro ya afectado por la castración.
Entonces a nivel del segundo piso (que es un desdoblamiento del primer piso) hay un mensaje, donde se
anuncia la respuesta al ¿che vuoi? (¿qué me quieres?) que le va a permitir al sujeto situar su deseo.
El mensaje de lo Icc, en el segundo piso (constitución del Icc como discurso del Otro), es el significante de la falta en
el otro, que llamamos castración, por ser una falta simbólica.
- ¿Por qué solamente puede aparecer la pregunta por el deseo en tanto el otro esté afectado por una falta? Si
nada quiere es que tiene todo, solo puede pensarse en la aparición del deseo y por lo tanto en una pregunta
respecto del deseo cuando aparece la falta, sin falta no hay deseo.
Lacan dice que es fundamental que el sujeto se pueda preguntar por el deseo del Otro, porque el sujeto no se
separaría de ese otro, no se preguntaría por nada, no desearía. Como el objeto está perdido es donde se constituye
el deseo, un sujeto deseante requiere de otro en falta porque la demanda es demanda de amor, de presencia sobre
un fondo de ausencia, no de objetos.
En todo acto de palabra, al mismo tiempo algo es Consciente y algo es Icc , algo está dicho y algo queda sin decir,
porque algo de la necesidad no pasa a los significantes, no pasa a la palabra. Entonces no hay ningún otro
omnipotente, eso hace a un momento de la constitución del sujeto donde el otro se le aparece como omnipotente y
hay un momento donde esa omnipotencia cae, ahora. No es lo mismo encontrarse con que un otro soporte esa caída
o encontrarte con que ese Otro no la soporta, pasan cosas distintas.
Si hay otro sin barrar, el sujeto no puede preguntarse por el deseo, y si el deseo es inicialmente el deseo del Otro
entonces la constitución del propio deseo del sujeto se ve afectada, si el Otro no es deseante.
¿Qué es el deseo del Otro? El niño piensa que lo que le falta al Otro es él, pero es distinto encontrarse con Otro que
no le falta nada. La madre de la anoréxica no deja surgir la pregunta, y produce que la anoréxica no sepa cómo hacer
lugar a una falta, hacer lugar a un deseo, y entonces se produce que al intentar ahuecar a ese otro, lo único que
puede hacer es rechazarle lo que le da, hacerle la falta (“te voy a faltar yo”), “¿cuándo no esté más te vas a preguntar
algo?” “¿a quién le haría falta cuando no esté más?”
Seminario n°9
- La pulsión en el grafo del deseo
El seminario 11 (“de los cuatro conceptos”), uno es la pulsión, los otros son transferencia, Icc y repetición. Y Lacan los
toma en pares: transferencia-pulsión, Icc-repetición.
Lacan empieza planteando los 4 términos que Freud había tomado en relación a la pulsión, esto es el empuje, meta,
fuente y objeto. Va a decir que esos 4 términos, van a parecer muy naturales, y él se va a proponer demostrar que no
hay nada natural, que se presentan como disyuntos.
▪ El drang → empuje: es identificado con una tendencia a la descarga, pero no debe confundirse con una
función biológica que tiene ritmo, sino que funciona como una fuerza constante.
▪ La fuente: está en el propio cuerpo. A diferencia de un estímulo externo, no se puede huir de la pulsión, por
el hecho de que sea constante y que proviene de una fuente del interior del organismo. Y estos estímulos
obligan al aparato a renunciar a la función del principio del placer, o sea, la pulsión está más allá.
▪ La meta de la pulsión, lacan dice “parece ser sencillamente la satisfacción”, y va a hablar de la sublimación, la
cual es a la vez una pulsión inhibida en su fin y a la vez una satisfacción. Entonces, en la sublimación la
pulsión se orienta hacia un fin alejado de la satisfacción en términos de satisfacción sexual, y aparece como
una satisfacción de la pulsión sin represión. Entonces se diferencia sublimación de síntoma y nos pone en
tela de juicio sobre el tema de la satisfacción.
Lacan dice: aun sus síntomas, tienen que ver con la satisfacción. Satisfacen algo que sin duda va en contra de lo que
podría satisfacerlos. Los satisfacen en el sentido de que cumplen con lo que ese algo exige (como la necesidad del
castigo de padecer), no se contentan con su estado, pero aun así en ese estado de poco contento, se contentan.
Aquello que satisfacen por la vía del displacer es al fin y al cabo la ley del placer, se puede obtener satisfacciones por
las cuales hay que penar demasiado.”
“Hasta cierto punto, este penar de mas es la única justificación de nuestra intervención”. No es que el analista tiene
que intervenir cuando él crea que hay algo mal, un analista está justificado en su intervención en el penar de más de
un sujeto.
En cada sujeto hay un tipo de satisfacción, no hay una satisfacción universal. En todo caso, dice Lacan, “nos referimos
a la pulsión justamente porque el estado de satisfacción se ha de rectificar a nivel de la pulsión”.
Todo el tiempo está señalando Lacan que el tema de la pulsión nos pone en cuestión el asunto de la satisfacción . La
satisfacción es paradójica, es imposible.
Sabemos que no hay ningún objeto de ninguna necesidad que pueda satisfacer a la pulsión y en este sentido dice:
que al alcanzar el objeto, si de algo se entera la pulsión es de que no era con eso de que se satisfacía.
Lacan va a tomar el ejemplo de la boca, para decir que no es con la comida con lo que se satisface, sino en el placer
de la boca, se agota en el placer de la boca. Entonces, siguiendo a Freud, diremos que el objeto se asocia a la pulsión
en su aptitud para alcanzar la satisfacción, y en ese sentido la fijación hay que entenderla como una ligazón
particularmente estrecha entre la pulsión y el objeto, porque el objeto es contingente (a cualquiera le puede gustar
cualquier cosa). Cuando el objeto se vuelve eso y solo eso, hablamos de fijación, de inmovilidad, de no metonimia
del objeto, de la imposibilidad de ir saltando por sustitución a otros objetos, por ejemplo en el duelo patológico.
▪ ¿Cómo concebir la función del objeto en tanto que objeto a causa de deseo para Lacan? La mejor fórmula que
a lacan le parece es la siguiente:
La pulsión da la vuelta, contornea el objeto. El objeto es el punto en torno al
cual se gira, satisfaciéndose en ese trayecto de ida y vuelta alrededor de la
zona erógena.
Retomando el grafo del deseo, podemos decir, que el sujeto es efecto de la captura del viviente en la cadena
significante, entra en el campo del otro, campo del lenguaje que lo preexiste, y se constituye como sujeto. En se
pasaje sabemos que se produce el resto irreductible, que se constituye como causa de deseo.
En la célula elemental del grafo, vemos allí el punto de cruce por el A, el punto de pasaje absolutamente necesario
para que se constituya el sujeto como tal.
Entonces respecto de la pulsión, hablamos del circuito pulsional, ubicamos allí todos los elementos de la pulsión, y a
Lacan le va a interesar mostrar la disyunción entre el objeto y la fuente (son dos cosas diferentes).
El pasaje por el lugar del otro produce un corte, equivalente al corte que introduce el lenguaje entre la fuente y
el objeto, hay algo hacia lo que se tiende, algo que se busca. Esa búsqueda se produce porque el objeto como tal está
perdido, y lo simbólico (el lenguaje) introduce un corte entre lo que es del cuerpo y el objeto.
A nivel de la célula elemental encontramos el sujeto dividido por el lenguaje, nunca lo que se demande va a cubrir
exactamente la necesidad biológica que como tal está perdida (en el primer piso del grafo), y en el segundo piso del
grafo lo vamos a encontrar dividido por el objeto, tanto en la pulsión como en el fantasma.
En el deseo se puede intentar ver lo que desea un sujeto con los avatares de su vida, ahora lo difícil es saber desde
dónde desea ese sujeto, porque el deseo siempre remite a Otro, como deseo del Otro, entonces, Lacan va a hablar de
la pulsión como una demanda silenciosa.
Desde Freud, la madre introduce la sexualidad, erogeniza el cuerpo del niño con sus cuidados maternales. La madre
en tanto Otro primordial introduce la pulsión, produce marcas pulsionales. Introduce esta demanda, que llamamos
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de pulsión desde el lado derecho, y entonces esto se subjetivará en el lado izquierdo, lado del sujeto, como
fantasma.
En el grafo, Lacan retoma esa idea Freudiana, porque ubica el matema de la pulsión ($<> D) del lado del Otro (lado
derecho). Entonces lo que viene del lado del Otro se subjetiviza, tiene una respuesta en lado del sujeto (lado
izquierdo).
La pulsión es un montaje presubjetivo, y el fantasma es un montaje subjetivo.
El grafo tiene una estructura tal que en el segundo piso reduplica el primero. Lo
que encontramos en el primer piso como tesoro del significante, se duplica
como pulsión en el segundo piso.
En este despliegue del primer piso al segundo piso, el lugar del Otro es el que se
escribe como pulsión. Entonces pasar por el segundo piso es pasar por el lugar del
Otro, por los significantes de la demanda del Otro ante los cuales el sujeto se
desvanece.
Lacan dice “la pulsión es aquello que adviene de la demanda, cuando el sujeto se
desvanece en ella”. Esa demanda (D) del Otro que se produce del lado del Otro,
en términos de significantes, que está enmarcada por lo simbólico. La pulsión es
un real porque es una marca en el cuerpo en un sujeto por-venir, que le viene de
otro en términos de demandas (la mama dice comeme).
La D en la fórmula de la pulsión muestra la doble cuestión de la pulsión, que por
un lado es satisfacción en la propia zona, porque el circuito pulsional retorna,
pero por otro lado, es una cuestión de buscar algo en el campo del Otro, con lo
cual se va a satisfacer en el propio cuerpo.
Lacan dirá “la pulsión tiene por misión ir en busca de un algo que cada vez responde en el Otro”.
A nivel de la pulsión hay 3 conceptos que nos tienen que quedar en claro: 1-
¿cómo es ese sujeto en la pulsión?
2- ¿Qué pasa con el significante en la pulsión? 3-
¿Qué pasa con el objeto en la pulsión?
El sujeto inconstituído de la necesidad se desvanece, porque en toda demanda el sujeto se desvanece, está alienado
a los significantes que son del Otro.
También se puede pensar desde la idea de “el sujeto acéfalo de la pulsión”, algo se contenta en la pulsión, algo se
satisface. El Otro introduce sus marcas pulsionales, el único sujeto es el Otro. El sujeto en términos de la pulsión
todavía no está allí, está todavía confrontado al goce del Otro.
Entonces si la pulsión es un montaje es un montaje pre-subjetivo, implica que el sujeto esta todo en el campo del
Otro, que en ella va a estar en juego la estructura del lenguaje, pero el modo en que está en juego es en relación a
los significantes del Otro (el sujeto está a merced del Otro), del lado del sujeto eso no se articula en palabras, es un
se contenta. La pulsión es lo que interviene para generar, producir, para que el sujeto se produzca y produzca una
respuesta subjetiva.
¿Cómo se plantea al niño frente a ese Otro primordial que es la madre? El niño se significa como objeto que la madre
demanda, en términos de falo faltante, como aquello que es demandado por la madre en tanto que no tiene.
Respecto de lo que no tiene, una madre puede poner en juego significantes orales, anales, fálicos. En tanto
equivalentes al falo, esos objetos demandados por la madre pueden ir a ese lugar faltante del falo.
En el Otro, no hay un significante para su deseo, que lo satisfaga, entonces el sujeto, llega un momento en que él no
tiene una respuesta para lo que el Otro quiere de él. De ahí es donde surge el ¿che vuoi? (¿qué me quiere?) el
sujeto se va a preguntar por el valor que tiene para el deseo del Otro, y a esto el Otro solo puede responder con
los significantes de la demanda, en los cuales el sujeto se desvanece.
En ese desvanecimiento, por la no satisfacción en el objeto de la pulsión, es que decimos, se infinitiza la demanda.
Porque si cada demanda implica que algo no quede articulado, que quede como resto, entonces se produce otra
demanda, porque no hay demanda que pueda cubrir el deseo.
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Una segunda cuestión es que a nivel de la demanda del Otro, ya no estamos hablando del tesoro significante del
primer piso, estamos hablando de gramática. La gramática hace a la estructura del lenguaje, es un caso del tesoro
significante, porque es un saber que aplicamos corrientemente en nuestro discurso pero olvidamos que lo hacemos.
Cuando uno conoce la gramática de una lengua es cuando en realidad conoce esa lengua.
Cuando decimos, que en el segundo piso se reduplica lo que era el tesoro significante, y que en el segundo piso es
otra cosa, Lacan dice que esa otra cosa es lo que queda de la estructura del lenguaje, no importa lo que dice el
mensaje sino la estructura, lo que queda es la gramática de la pulsión (no importa lo que decimos, sino cómo lo
decimos).
Acá Lacan le va a dar algo nuevo a lo que Freud decía sobre mirar, ser mirado, mirarse, y va a decir hacerse
mirar, porque si nos quedamos en el mirar-ser mirados, nos quedamos en un ida y vuelta, y es una cuestión circular.
En el hacerse de la pulsión vamos a encontrar la cuestión activa y en este tercer tiempo (mirar, ser mirado, hacerse
mirar) se hace al objeto, hacerse es hacerse objeto.
Si nos quedamos en el ida y vuelta nos quedamos en el espejo, en el narcisismo, en el amor, y en el Ideal. Lacan dice
“yo los voy a llevar del amor a la libido”, es decir, allí, en ese hacerse, vamos a introducir la cuestión del fantasma.
Pulsiones:
La letra, dice Lacan en el seminario 21 Los nombres del padre, es en cierto modo inherente al pasaje a lo Real,
de tal modo que a la letra, como a la escritura, hay que situarlas en el orden de lo real, y por lo tanto, comparten la
falta de sentido -mientras que el sentido es simbólico, el sin-sentido es real-. La letra revela en el discurso lo que se
llama la gramática, y la gramática es lo que del lenguaje sólo se revela en lo escrito. No es más que en el mundo de
lenguaje donde la pulsión puede tomar su función dominante.
La pulsión va a ser presentada por Lacan como una trayectoria, como un circuito. En este circuito la pulsión se
origina en una zona erógena, gira en torno al objeto y vuelve de regreso a la zona erógena. Las zonas erógenas son
los lugares en el cuerpo donde la pulsión se hace presente. Este circuito está estructurado por las tres voces
gramaticales: 1. la voz activa, que con el ejemplo de la pulsión escópica sería «ver». 2. la voz reflexiva, que alude al
«verse», y 3. la voz pasiva, que indica el «ser visto». Los primeros dos tiempos, las voces activa y reflexiva, son
autoeróticos, en la medida en que les falta un sujeto. Sólo en el tercer tiempo -la voz pasiva- en el que la pulsión
completa su circuito, aparece, dice Lacan en el seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,
“un sujeto nuevo”. Aunque el tercer tiempo del circuito pulsional es pasivo, la pulsión es esencialmente activa, razón
por la cual Lacan describe el tercer tiempo no como «ser visto», sino como «hacerse ver». Incluso las fases que
suponemos que son pasivas de la pulsión, como por ejemplo el masoquismo, suponen un gran esfuerzo activo.
Lacan, entonces, describe a la pulsión como una trayectoria que circunscribe el objeto, y esa trayectoria es, en
última instancia, significante y simbólica. A esta cara significante de la pulsión se opone una cara real, que apunta
directamente al goce.
(u4)
Seminario n°10
Cuando lacan escribe su matema de la pulsión ($<>D) muestra el sujeto barrado, desvanecido. Cuando él habla del
sujeto acéfalo de la pulsión, es porque no hay sujeto en la pulsión.
También muestra la D mayúscula de demanda, que es por la demanda del Otro que
aparece la pulsión. La demanda del otro es aquello que del deseo del Otro puede
articularse en significantes.
Lacan va a decir, que en la pulsión está en juego la estructura del significante, en
tanto se trata de los significantes del Otro. Pero del lado del sujeto eso no se
articula en palabras, es lo que Freud decía en términos del silencio de las pulsiones.
Lacan dice “lo que el grafo nos propone ahora (segundo piso) se sitúa en el punto en que toda cadena significante se
honra en cerrar el circuito de su significación” Con esto Lacan quiere decir, que si el otro responde con los
significantes de la cadena superior (de la pulsión) sabemos que el pasaje por el Otro por el lugar del tesoro de los
significantes, se redobla en términos de significantes de la función. El sujeto pide que se le responda con certezas
(cadena inferior), pero el pasaje por la cadena superior, de enunciación, implica que responde ese Otro en falta, el
cual responde en términos de pulsión. Lacan dice, “responde en términos de objeto”. Porque lo que ingresa del Otro
necesita de una respuesta del lado del sujeto.
Lacan plantea: Inhibición del sujeto cuando queda paralizado,
pendiente del Ideal del Otro, Síntoma como significado del Otro, y
Angustia cuando vacila el fantasma.
El síntoma está en el lugar del significado del Otro, pero también hay
otra cara del síntoma, que tiene que ver con este pasaje por el Otro,
por el fantasma, y en esta vía el síntoma va a ser el significado del Otro
pero con incidencia del fantasma, aquello que nos va a dar la cara de
fijeza del fantasma, la cara de goce, aquello que para Freud tenía que
ver con el beneficio primario del síntoma, con la viscosidad, con la
fijación.
Entonces, del lado izquierdo del sujeto nos encontramos con las respuestas a
la falta en el Otro, fantasma-síntoma como significado en el otro, inhibición en
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relación a ese quedar petrificado al Ideal del Yo, que sabemos que es el Ideal
del Otro, y angustia cuando se cae la cobertura fantasmática. Estas 3
cuestiones pueden leerse en el grafo del deseo.
- Lacan dice: “el neurótico, en efecto histérico, obsesivo o más radicalmente fóbico, es aquel que identifica esa
falta del Otro, la demanda. La demanda del Otro toma función de objeto en su fantasma, se reduce a la
pulsión, por eso el catálogo de las pulsiones ha podido establecerse en el neurótico (cuando se analiza el
fantasma se va a encontrar ese catálogo de las perversiones)”.
Con esto quiere decir que, identificar la falta en el Otro con su demanda es la vía neurótica, el neurótico ante la falta
del Otro opta por la demanda (en la oposición deseo-demanda, opta por la demanda); identificar la falta en el Otro
con el goce del Otro es la vía perversa.
El fantasma es una respuesta en la cual el sujeto identificándose a un objeto apunta a completar al Otro.
La fórmula del fantasma ($<>a) indica la relación del sujeto con el objeto que él se hace ser en el fantasma, en tanto
queda prendido a la demanda del otro, entonces frente a la pregunta ¿Qué quiere de mí? La respuesta sería, lo que
me demanda. El sujeto que se desvanece frente al objeto → formula del fantasma. Entonces, si el fantasma encubre
la angustia que suscita la aparición del deseo del Otro, el enigma del deseo del Otro, a lo que el análisis apunta es a
que el sujeto se plantee lo que su fantasma cubre.
- ¿Cómo el síntoma está directamente vinculado con el fantasma?
Lacan cuando acuñe a este término “fantasma” él va a trabajar a aquello que tiene que ver en Freud, con la fantasía,
aunque no cubren el mismo campo (imaginario), porque el fantasma tiene 3 dimensiones, real, simbólica,
imaginaria.
Un antecedente del término fantasma, toma a un poeta en el cual igual que niño que juega, crea un mundo
fantástico y lo toma muy enserio, se siente íntimamente ligado a él.
En “pegan a un niño” Freud dice que la fantasía es algo muy íntimo del sujeto, es algo que como más
íntimo, no se confiesa tan fácilmente y “cuando los niños crecen y dejan de jugar, comienza a
fantasear. También menciona que los niños no se ocultan para jugar; mientras que el adulto se
avergüenza de sus fantasías, no las confiesa fácilmente. Se avergüenza de sus fantasías porque
encuentra que los deseo que las constituyen son de carácter ilícito y deben ser ocultadas”.
Entonces esta vergüenza tiene que ver con esto, en el fantasma se encuentra en el catálogo de las perversiones.
Esto hace que el sujeto no lo comente. Freud dice “las pulsiones insatisfechas son las fuerzas impulsoras de la
fantasía, y cada fantasía es la satisfacción del deseo”.
Freud dice “las fantasías (los fantasmas) son estados psíquicos preliminares a los síntomas, de los que nuestros
pacientes se quejan”. A esto lo retoma Lacan cuando dice “el fantasma fundamental es la matriz de la construcción
neurótica”, dice, “dado un síntoma es posible identificar el fantasma que lo determina”.
En el grafo se puede leer la implicación entre el fantasma y el síntoma, el fantasma como tapón a la falta de
significante del otro (del deseo), y abajo el síntoma determinado por el fantasma. Y en este sentido va la frase de
Lacan “el fantasma es el resumen de toda la producción Icc”.
Freud dice “las fantasías pueden exteriorizarse en ataques o síntomas” → vinculación entre fantasma-síntoma.
Yendo del síntoma a la fantasía que lo sustenta, podemos saber todo acerca de la sexualidad de los neuróticos. Hay
un condicionamiento a nivel del fantasma, es decir, el fantasma condiciona a la sexualidad del sujeto, porque en
cierto modo, del fantasma se desprende un modo de ser.
En este sentido podemos entender de qué se trata para lacan en el final de un análisis, se trata de que el sujeto se
separe de ese ser, de ese hacer se, es decir que se produzca un deser, condición para que se realice el pase, para que
el sujeto pueda pasar de la condición, posición de analizante. A este proceso, lacan lo llama, atravesamiento del
fantasma o la travesía del fantasma.
Al sujeto no lo podemos encontrar, se hace representar por los significantes, pero no está en ningún lado, no tiene
consistencia, no tiene sustancia, le falta ser ($), se relaciona con la perdida de goce que es estructural, Y lo que le
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aporta consistencia al sujeto es el fantasma, le aporta una manera de ser. En el fantasma la perdida se recupera y
el sujeto recupera consistencia.
- Lacan toma la pantomima del sujeto, una conducta, se escenifican cosas de manera muda aunque sea
articulada → “la pulsión cuanto más habla es cuanto más lejos está de hablar”.
Si hay pregunta es que no hay una significación última, es decir, el otro no existe como referencia última. Si se
cuestiona el sostén de su estructura va a aparecer angustia porque el fantasma está desfalleciente, la angustia no
engaña, el significante si engaña, porque tapa la cosa con la palabra. Lo que no tiene palabras pasa en el cuerpo
Si pensamos la angustia en los 3 registros, podemos decir, hay una angustia de ese real no apalabrado. Entonces
ubica a la angustia entre lo REAL y lo IMAGINARIO, eso afecta al cuerpo POR FUERA DE LO SIMBÓLICO, será la pista
por donde se debe ir en el análisis, se deberá conducir a que con lo simbólico se pueda apalabrar algo de lo real.
Lacan plantea que la salida en el neurótico es el significante de la falta del otro, en lugar de ir por el cortocircuito del
fantasma en donde le responde al deseo del Otro identificándolo con la demanda, se debe soportar ir por el deseo
del Otro. Lo que viene como demanda se interroga.
No es sin angustia el atravesamiento del fantasma, o sea, no es sin angustia el final del análisis. Si un sujeto no
tiene angustia no hay posibilidad de análisis.
En la paciente se perfila la rectificación subjetiva, algo comienza a ponerse en otro lugar, lo cual muestra la
articulación entre síntoma y fantasma. En el análisis construimos, develamos la escena fantasmática que está en los
síntomas del sujeto.
Fantasma Síntoma
• Relacionado con el fin del análisis • Relacionado con el comienzo del análisis (se
• Relacionado con el objeto (hacerse) pregunta)
• Relacionado con el placer (consistencia) • Relacionado con el significante (x ej. Histéricas)
• Relacionado con la construcción (hace a lo no • Relacionado con el displacer
apalabrado que debe ligarse) • Relacionado con la interpretación
• Relacionado con la monotonía (fijación del (desciframiento)
síntoma) • Relacionado con la diversidad (hay tantos
síntomas como sujetos en este mundo)
Para Lacan hay cuatro discursos fundamentales en el individuo, los cuales se relacionan de manera dinámica el uno
con el otro.
El discurso se refiere punto donde la playa lenguaje se cruzan. Los cuatro discursos representan las 4 formulaciones
posibles de la red simbólica que pueden tomar los lazos sociales y pueden expresarse como las permutaciones de
una configuración de cuatro términos que muestra las posiciones relativas. Agente, el otro, el producto y la verdad.
De 4 términos el sujeto, el significante maestro, el conocimiento y el objeto a.
Agente: arriba en la izquierda, Este es el orador del discurso
Otro: arriba la derecha, es a lo que se dirige el discurso.
Producto: abajo a la derecha, esto es lo que ha creado el discurso.
Verdad: abajo a la izquierda. Esto es lo que el discurso intento expresar.
Las cuatro variables que ocupan estas posiciones son:
S1 se refiere al círculo marcado del campo del otro, es el significante principal. S2 es la batería de significantes que ya
existe, en el lugar donde uno quiere determinar el estado de un discurso como estado de declaración, eso es
conocimiento Salvador. S1 entra en juego en una batería significante que conforma la red de conocimiento. $ el
sujeto barrado marcado por la línea interrumpida que lo representa y es diferente del individuo vivo que no es el
lugar de este sujeto. Se agrega el objeto A. El objeto desperdiciado o la pérdida del objeto que ocurrió cuando tuvo
lugar la división originaria del sujeto. El objeto es la causa del deseo. El plus- de- jouir. (
Discurso del amo: lucha por la dominación, la penetración y el sometimiento. Este discurso se basó en la
dialéctica del amo y el esclavo desarrollada por Hegel. Es el discurso básico del que se derivan los otros tres, la
posición dominante está ocupada por el significante maestro s1, Qué representa el sujeto, s, para todos los demás
significantes. S2. En esta operación significante hay un excedente: objeto a. Todos los intentos de totalización están
condenados al fracaso. Este discurso es más cara la división del sujeto, ilustra la estructura de la dialéctica del
maestro y el esclavo. El maestro, s1, es el agente que pone al esclavo. S2, a trabajar: el resultado es un excedente es
decir el objeto a que el maestro lucha por apropiarse.
Discurso universitario: probé y adora los conocimientos objetivos. Generalmente adjudicado a un servicio no
reconocido de algún discurso externo del amo. Es causado por un giro en sentido contrario a las agujas del reloj del
discurso del amo. La posición dominante está ocupada por el conocimiento ( Savior) un intento de dominio puede
rastrearse detrás de los esfuerzos para impartir conocimiento neutral: dominación del otro a quién se transmite el
conocimiento. Está hegemonía es visible