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Neoplasia

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER PÓPULAR PARA LA EDUCACIÓN

CENTRO DE FORMACION PROFESIONAL ALLAN FARMA

TRATAMIENTOS A BASE DE MEDICAMENTOS USADOS EN QUIMIOTERAPIA Y

OTROS METODOS PARA LA NEOPLASIA (CÁNCER)

Integrantes:

Leonard Rosales C.I 30.433.558 N°06

Yessica Quintero C.I 31.218.170 N°16

Deisy Servitá C.I 30.491.714 N°12

Cristopher Lopez C.I 28.457.363 N°07


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo aborda temas de gran importancia como lo es “el cáncer”, que se puede

definir como una enfermedad que ocurre cuando las células del cuerpo crecen y se multiplican en

forma descontrolada. El cuerpo está compuesto por diversos tipos de células, las que crecen y se

dividen para producir nuevas células que son necesarias para el organismo. Precisamente cuando

este proceso se descontrola, se produce una masa de tejidos llamada tumor. Los tumores pueden

ser benignos o malignos y sólo estos últimos constituyen cáncer.

Por ende, es importante conocer sobre el cáncer, porque la incidencia está en aumento

debido a una mayor detección y a la mayor expectativa de vida de la población. Siempre se ha

dicho que una de cada dos personas puede tener cáncer a lo largo de su vida y el riesgo aumenta

con la edad.

Con el conocimiento que se tiene actualmente, solo algunos tipos de cáncer pueden

prevenirse, en todo caso, el conjunto de tratamientos que se utiliza para tratar el cáncer, se

denominan de forma genérica, tratamiento antineoplásicos, la llamada quimioterapia

antineoplásica
EL CÁNCER (NEOPLASIA)

La definición oficial dada por los organismos que estudian esta enfermedad es la siguiente:

“El cáncer es una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se

diseminan a otras partes del cuerpo”. Es posible que el cáncer comience en cualquier parte del

cuerpo humano, formado por billones de células. En condiciones normales, las células humanas

se forman y se multiplican (mediante un proceso que se llama división celular) para formar

células nuevas a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen o se dañan,

mueren y las células nuevas las reemplazan.

El cáncer es una enfermedad genética. Los cambios en los genes que controlan el

funcionamiento de las células, en especial, cómo se forman y multiplican, causan el cáncer. Los

cambios genéticos que causan cáncer se producen por estos motivos: errores que ocurren cuando

las células se multiplican, daños en el ácido desoxirribonucleico (ADN) por sustancias

perjudiciales en el medio ambiente, como las sustancias químicas en el humo de tabaco y los

rayos ultravioleta del sol o se pasan por herencia de padre a hijo.

En general, el cuerpo elimina células con daños en el ADN antes de que se vuelvan

cancerosas. Pero la capacidad del cuerpo disminuye a medida que las personas envejecen. Por eso

El riesgo de cáncer aumenta con la edad. El cáncer de cada persona es una combinación única de

cambios genéticos. A medida que el cáncer sigue creciendo, ocurren otros cambios. Incluso

dentro del mismo tumor, es posible que las diversas células tengan cambios genéticos distintos.
Algunos cambios en los genes, que son la unidad física básica de la herencia, causan el

cáncer. Los genes se organizan en largas hebras, repletas de ácido desoxirribonucleico (ADN)

que se llaman cromosomas.

Los cambios genéticos que contribuyen al cáncer suelen afectar a tres tipos principales de

genes: protooncogén, gen supresor de tumoral y gen de reparación de ADN. Estos cambios a

veces se llaman “oncoiniciadores”. Los protooncogenes participan en la formación y

multiplicación normal de las células. Pero cuando hay ciertos cambios en estos genes o hay más

actividad de la normal, podrían convertirse en genes que causan cáncer, llamados oncogenes.

Esto hace que las células se multipliquen y sobrevivan en casos en los que no deberían.
Por otra parte, El cáncer que se diseminó del sitio donde se inició a otra parte del cuerpo

se llama cáncer metastásico. Es por ello que, el cáncer metastásico tiene el mismo nombre y el

mismo tipo de células cancerosas que el cáncer primario. Por ejemplo, el cáncer de seno (mama)

que forma un tumor metastásico en el pulmón es cáncer de seno metastásico, no es cáncer de

pulmón.

Cuando se observan al microscopio, las células cancerosas metastásicas en general se ven

igual que las células del cáncer primario. Es más, las células cancerosas metastásicas y las células

del cáncer primario suelen tener características moleculares en común, como cambios específicos

en los cromosomas. En algunos casos, el tratamiento ayuda a prolongar la vida de las personas

con cáncer metastásico. En otros casos, la meta principal del tratamiento del cáncer metastásico

es evitar que se disemine o aliviar los síntomas de la enfermedad. La metástasis causa la mayoría

de las muertes.
Sin embargo, cuando ocurren cambios en los tejidos no siempre producen cáncer, Pero,

sin tratamiento, algunos cambios en los tejidos se podrían volver cancerosos. A continuación se

incluyen ejemplos de cambios no cancerosos en los tejidos, que se vigilan porque podrían

convertirse en cáncer.

Hiperplasia. Aumento más rápido que lo normal del número de células en un tejido del

cuerpo que hace que se acumulen demasiadas células. Sin embargo, las células y el tejido se ven

normales cuando se observan al microscopio. Hay varias causas de hiperplasia, como la irritación

crónica.

Displasia. Afección más avanzada que la hiperplasia. En la displasia, también se

acumulan demasiadas células. Pero las células se ven anormales y cambia la estructura del tejido.

En general, mientras más anormal se vean las células y el tejido, más probable es que se convierta

en cáncer. Algunos tipos de displasia se deben vigilar o tratar y otros no. Un ejemplo de displasia

es el nevo displásico, un tipo de lunar anormal que aparece en la piel. Aunque en la mayoría de

los casos no ocurre, a veces el nevo displásico se convierte en melanoma, un tipo de cáncer de

piel.

Carcinoma in situ. Enfermedad avanzada localizada. Aunque a veces se llama cáncer en

estadio 0 (cero), no es cáncer porque las células anormales no se diseminan al tejido cercano,

como ocurre con las células cancerosas. Pero por lo general se trata porque es posible que

algunos carcinomas in situ se conviertan en cáncer.


Las células normales a veces se vuelven cancerosas. Antes de que las células cancerosas se

formen en los tejidos del cuerpo, las células pasan por cambios anormales que se llaman

hiperplasia y displasia. En la hiperplasia, hay un aumento en el número de células en un órgano o

tejido, que se ve normal al microscopio. En la displasia, las células se ven anormales al

microscopio pero no son cancerosas. En ambos casos, la hiperplasia y la displasia a veces, pero

no siempre, se convierten en cáncer.

Tipos de cáncer:

Hay más de 100 tipos de cáncer. En general, los tipos de cáncer llevan el nombre de los

órganos o tejidos donde se forma el cáncer. A continuación se describen algunos tipos de cáncer

que se nombran según las células específicas en donde comienza el cáncer.


Carcinoma. Son el tipo más común de cáncer. Consisten de células epiteliales, que son

las células que recubren las partes internas y externas del cuerpo. Hay muchos tipos de células

epiteliales. Cuando se observan al microscopio, parecen pequeñas columnas.

Los carcinomas tienen nombres distintos según el tipo de célula epitelial donde se inician:

Adenocarcinoma. Cáncer que se forma en las células epiteliales que producen líquido o

moco.

Carcinoma de las células basales. Cáncer que se forma en la capa inferior o de base de

la epidermis, que es la capa de piel externa de una persona.

Carcinoma de las células escamosas. Un cáncer que se forma en las células escamosas,

que son células epiteliales que están justo debajo de la superficie externa de la piel. Las células

escamosas también recubren muchos otros órganos, como el estómago, los intestinos, el pulmón,

la vejiga y los riñones.

Carcinoma de células transicionales. Cáncer que se inicia en un tejido que se llama

epitelio transicional o urotelio. Este tejido tiene muchas capas de células epiteliales que se

agrandan y achican. Se encuentra en el revestimiento de la vejiga, los uréteres y la pelvis renal.

Sarcomas. Los sarcomas son cánceres que se forman en el hueso y los tejidos blandos,

como los músculos, la grasa, los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos y el tejido fibroso

(tendones y ligamentos).

Leucemia. Los cánceres que comienzan en el tejido de la médula ósea roja que se

transforma en células sanguíneas se llaman leucemias. Estos cánceres no crean un tumor sólido.

En cambio, se acumulan grandes cantidades de glóbulos blancos anormales (células leucémicas y

blastocitos leucémicos) en la sangre y la médula ósea, que desplazan a las células sanguíneas
normales. La concentración baja de células sanguíneas normales hace que sea más difícil para el

cuerpo llevar oxígeno a los tejidos, controlar el sangrado o combatir infecciones.

Linfoma. Es un cáncer que se inicia en los linfocitos (células T o células B). Estos

glóbulos blancos que luchan contra las enfermedades son parte del sistema inmunitario. En el

linfoma, los linfocitos anormales se acumulan en los ganglios y vasos linfáticos, y en otros

órganos del cuerpo.

TUMOR

Un tumor es cualquier alteración de los tejidos que produzca un aumento de volumen. Es

un agrandamiento anormal de una parte del cuerpo que aparece, por lo tanto, hinchada o

distendida. El tumor, junto con el rubor, el dolor y el calor, forman la tétrada clásica de los

síntomas y signos de la inflamación.

En este caso, los tumores ocurren cuando las células se dividen y se multiplican

excesivamente en el cuerpo. Normalmente, el cuerpo controla la división y el crecimiento de las

células. Se crean nuevas células para reemplazar a las viejas o para desempeñar nuevas

funciones. Las células que están dañadas o que ya no se necesitan mueren para dar paso a las

células de reemplazo sanas. Si se altera el equilibrio de división y muerte celular, se puede formar

un tumor.

Sin embargo, esta masa anormal de tejido que aparece cuando las células se multiplican

más de lo debido o no se mueren cuando deberían, en ocasiones son benignos (no cancerosos) o

también malignos (cancerosos), Las masas benignas a veces crecen mucho pero no se diseminan
y tampoco invaden los tejidos cercanos ni otras partes del cuerpo. Las masas malignas suelen

diseminarse o invadir los tejidos cercanos, y también es posible que se diseminen a otras partes

del cuerpo a través de la sangre y el sistema linfático. También se llama neoplasia y tumoración.

En todo caso, Un tumor benigno es un tipo de neoplasia que carece de la malignidad de

los tumores cancerosos. Por definición, este tipo de tumor no crece en forma desproporcionada ni

agresiva; no invade tejidos adyacentes y no hace metástasis a tejidos u órganos distantes.

Ejemplos comunes de tumor benigno son el nevus melanocítico y mioma uterino.

Por ende, los tumores malignos invaden, destruyen, reemplazan y pueden ocasionar la

muerte si no se diagnostica y suministra tratamiento. Las células cancerosas pueden invadir y

dañar tejidos y órganos cercanos al tumor. Las células pueden separarse del tumor maligno y

entrar al sistema linfático o al flujo sanguíneo, que es la manera en que el cáncer alcanza otras

partes del cuerpo. El aspecto característico del cáncer es la capacidad de la célula de crecer

rápidamente, de manera descontrolada e independiente del tejido donde comenzó.


QUIMIOTERAPIA

La quimioterapia (quimio) consiste en usar medicamentos contra el cáncer que se pueden

administrar por vía intravenosa (inyectados en su vena) o por vía oral. Los medicamentos pasan a

través del torrente sanguíneo para llegar a las células cancerosas en la mayoría de las partes del

cuerpo. En ocasiones, se puede administrar quimioterapia directamente en el líquido

cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal.

Por ende, la quimioterapia se puede definir, como un grupo de medicamentos que

destruyen las células cancerosas también llamadas células anormales malignas cancerígenas para

así evitar que se multipliquen y diseminen, entre estos medicamentos, encontramos los llamados

antineoplásicos. Este tratamiento se utiliza para permitir curar el cáncer, controlar el crecimiento

de los tumores, reducir el tamaño de los tumores y que se puedan operar, aliviar los síntomas

producidos por el cáncer, destruir las células malignas que quedaron después de una cirugía, esta

quimioterapia actúa atacando a las células que crecen y se multiplican rápidamente como las

células cancerosas. La forma de administración de la quimioterapia depende del tipo de cáncer,

su ubicación, el medicamento especifico usado, entre otros factores, puede administrarse por la

vena, por vía oral, por un catéter, mediante inyecciones al musculo, por una inyección lumbar o

directamente al tumor. Sin embargo, estos medicamentos usados en la quimioterapia también

pueden destruir células sanas.

La mayoría de los medicamentos para la quimioterapia trabajan de forma sistémica, mientras

viajan por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo, estos medicamentos mientras están

circulando dañan las células cancerosas metastásicas presentes en otros órganos,

desafortunadamente los medicamentos para la quimioterapia no pueden diferenciar entre las

células cancerosas. Como resultado, estos medicamentos también dañan o irritan algunas células
normales de rápido crecimiento tales como las de la medula ósea, el sistema digestivo y los

folículos pilosos, la muerte, la irritación o daño de estas células normales produce efectos

secundarios tales como, un sistema inmune débil, náuseas y pérdida del cabello

¿Cuándo se usa la quimioterapia?.

Después de la cirugía (quimioterapia adyuvante): Se puede administrar quimioterapia

adyuvante para tratar de eliminar las células cancerosas que puedan haber quedado o que se

hayan propagado, pero que no pueden verse, ni siquiera en estudios por imágenes. Si a estas

células se les permitiera crecer, podrían establecer nuevos tumores en otras partes del cuerpo. La

quimioterapia adyuvante puede reducir el riesgo de que regrese el cáncer.

Antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante): Se puede administrar quimioterapia

neoadyuvante para reducir el tamaño del tumor de modo que se pueda extirpar mediante una

cirugía menos extensa. Por este motivo, la quimioterapia neoadyuvante se emplea a menudo para

tratar los cánceres que son demasiado grandes como para ser extraídos mediante cirugía al

momento del diagnóstico (cánceres localmente avanzados). Además, al administrar quimioterapia

antes de extraer el tumor, los doctores pueden evaluar cómo responde el cáncer. Si no se reduce

el tamaño del tumor con el primer grupo de medicamentos, su médico sabrá que será necesario

administrar otros medicamentos. También debe eliminar cualquier célula cancerosa que se haya

propagado, pero que no se pueda ver. Al igual que con la quimioterapia adyuvante, la

quimioterapia neoadyuvante puede reducir el riesgo de que regrese el cáncer.


Vía de administración.

Por lo general, los medicamentos de quimioterapia para el cáncee administran en una vena

(vía intravenosa o IV), como una inyección durante unos minutos o como infusión durante más

tiempo. El tratamiento se puede hacer en un consultorio médico, en un centro de infusión, o en un

hospital.

A menudo, es necesario un IV ligeramente más grande y más resistente en el sistema

venoso para administrar la quimioterapia. Estos se conocen como catéteres venosos centrales

(CVC) que también se denominan dispositivos de acceso venoso central o líneas centrales. Se

utilizan para administrar medicamentos, productos sanguíneos, nutrientes o fluidos directamente

en la sangre. Estos catéteres también pueden usarse para la extracción de sangre que se utilizará

para realizar pruebas.

Existen muchos tipos diferentes de catéteres venosos centrales. Los tipos más comunes

son la vía central de acceso y la línea PICC. En las pacientes de cáncer de seno, la línea central se

coloca generalmente en el lado opuesto de la axila donde se le extirparon los ganglios linfáticos

para la cirugía del cáncer de seno.

La quimioterapia se administra en ciclos, seguido de un periodo de descanso para permitir

que usted se recupere de los efectos secundarios de los medicamentos. Generalmente, los ciclos

duran 2 o 3 semanas. El plan varía en función de los medicamentos que se usen. Por ejemplo, con

algunos medicamentos, la quimioterapia se administra solamente el primer día del ciclo. Otros

medicamentos se administran por varios días consecutivos, o una vez por semana. Luego, al final

del ciclo, el programa de quimioterapia se repite para comenzar el próximo ciclo. La


quimioterapia adyuvante y neoadyuvante a menudo se administra por un total de 3 a 6 meses

dependiendo de los medicamentos que se usen.

ANTINEOPLÁSICOS

Los antineoplásicos son sustancias que impiden el desarrollo, crecimiento, o proliferación

de células tumorales malignas. Estas sustancias pueden ser de origen natural, sintético o

semisintético. Los diferentes fármacos antineoplásicos pueden actuar sobre una o varias fases del

ciclo celular o sobre los mecanismos de control de la proliferación celular.

Según el mecanismo de acción se clasifican básicamente de dos tipos, aquellos que actúan

contra la célula tumoral en un determinado ciclo de la división celular denominados ciclo-

específicos y aquellos ciclo-inespecífico que afectan a la célula durante todo su ciclo de

desarrollo. Muchos de los antineoplásicos son profármacos, es decir, se administra un

medicamento que es menos tóxico, o tiene mejores características farmacodinámicas, y una vez

en el organismo se convierte en otro fármaco más eficaz, seguro y selectivo frente a su diana

terapéutica

Las enfermedades neoplásicas se deben tratar con la máxima dosis tolerable para producir el

mayor porcentaje de muerte celular posible. El tratamiento debe realizarse de forma secuencial, en ciclos,

con el fin de optimizar el resultado y permitir la recuperación de los tejidos sanos. En general, se deben

administrar al menos dos fármacos que actúen sobre diferentes dianas terapéuticas y sin toxicidad cruzada.

De este modo se reduce la toxicidad, se aumenta la eficacia sobre el tumor y disminuyen las posibilidades

de que aparezcan resistencias.

Ahora bien, los antineoplásicos son fármacos que comúnmente se usan en el tratamiento

de quimioterapia. La quimioterapia antineoplásica (con citostáticos) agrupa diversos fármacos


que actúan sobre las células tumorales de forma característica, inhibiendo el crecimiento celular,

y se diferencian de otros tratamientos por su mecanismo de acción.

Ahora bien, los antineoplásicos se empiezan a clasificar según los que actúan sobre el

ADN.

Antineoplásicos que actúan sobre el ADN:

En esta primera parte de la revisión de los antineoplásicos consideraremos el primer grupo de la

clasificación.

Alquilantes.

Estos fármacos, los más utilizados en quimioterapia antineoplásica, lesionan el ADN e

interfieren en la replicación celular. Provocan su acción citotóxica mediante la formación de

enlaces covalentes entre sus grupos alquilo y diversas moléculas nucleófilas presentes en las

células, especialmente las bases nitrogenadas del ADN. De este modo, bloquean la replicación

del ADN celular y la transcripción del ARN y, por tanto, la mitosis y la síntesis de proteínas.

Ejercen su acción durante todo el ciclo celular, pero son más activos sobre las células en rápida

división.

Los fármacos de este grupo tienen en común la toxicidad aguda ocasionada en la médula

ósea en forma de mielosupresión e inmunosupresión. Además, afectan a la gametogénesis y

pueden causar esterilidad masculina permanente; en las mujeres, pueden reducir el período

reproductivo con el inicio de una menopausia prematura. También se asocian a un incremento

notable de la incidencia de la leucemia aguda no linfocítica, sobre todo cuando se combinan con

radioterapia extensa.
Los agentes alquilantes se pueden dividir en tres grupos: alquilantes clásicos

(ciclofosfamida, clorambucilo, ifosfamida, melfalán, trofosfamida), nitrosoureas (carmustina,

estramustina, fotemustina) y tetrazinas (dacarbacina, temozolomida).

Ciclofosfamida. Es el agente alquilante más utilizado. Se trata de una molécula inactiva

que requiere activación hepática, con la que da lugar a la fosforamida, que es el principal

metabolito activo. Por ello se puede administrar por vía oral y no es vesicante cuando se

administra por vía intravenosa. Sus principales efectos tóxicos son: mielosupresión, alopecia,

náuseas y vómitos. También puede causar cistitis hemorrágica por la acción de algunos de sus

metabolitos, como la acroleína, sobre el epitelio de la vejiga; una ingesta elevada de líquidos

durante 24 o 48 horas puede evitar esta complicación. Es un fármaco muy utilizado en oncología

y forma parte de los esquemas de poliquimioterapia, ya que se ha demostrado su actividad en

diversas neoplasias (leucemias, linfomas, cáncer de mama, cáncer de ovario y sarcomas).

También forma parte de los principales regímenes de inducción previos al trasplante de médula

ósea.

Ifosfamida. La ifosfamida es un fármaco análogo a la ciclofosfamida, pero requiere dosis

más altas para conseguir el mismo efecto antitumoral. Se administra exclusivamente por vía

intravenosa, siempre con una hidratación adecuada y mesna como medidas profilácticas.

Clorambucilo. El clorambucilo es estable en solución acuosa, por lo que se absorbe casi

en su totalidad después de la administración oral. Se metaboliza en el hígado y presenta el

metabolito con acción alquilante PAAM (mostaza del ácido fenilacético). Los efectos adversos

son infrecuentes, a excepción de la supresión medular. Sin embargo, puede causar una erupción

generalizada grave que evolucione en un síndrome de Stevens-Johnson o una necrólisis


epidérmica tóxica. En caso de erupción, el tratamiento posterior con clorambucilo está

contraindicado. Este fármaco se utiliza para el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica, los

linfomas no hodgkinianos y la macroglobulinemia (primaria) de Waldenström.

  Busulfán. Es un agente alquilante bifuncional de tipo éster que interfiere en la replicación

del ADN y actúa sobre los precursores de la sangre inhibiendo su aumento de forma prolongada.

Puede causar complicaciones como la fibrosis pulmonar y suprarrenal, así como infertilidad. Se

ha empleado en la fase crónica de la leucemia mieloide, pero actualmente se utiliza sólo en

algunos regímenes de quimioterapia de inducción en el trasplante de médula ósea.

Melfalán. El melfalán se desarrolló pensando en el tratamiento del melanoma, por actuar

de forma selectiva sobre las células tumorales que emplean de forma activa tirosina. Sin

embargo, en esta neoplasia ha mostrado escasa actividad. Actualmente, su principal indicación es

el mieloma múltiple y ha demostrado su eficacia, a dosis convencionales, en el carcinoma de

ovario y en los linfomas, y a dosis altas, en el carcinoma de mama y en la leucemia aguda

mieloide.

Alquilantes  Nitrosoureas.

Carmustina. La mayoría de los fármacos del grupo de las nitrosureas ha caído en desuso

y ha sido sustituido por otros agentes alquilantes. La carmustina se comercializa en una nueva

presentación para la administración de implantes intralesionales en el acto quirúrgico después de

la resección tumoral. Se ha mostrado eficaz en el tratamiento complementario de las recidivas de

gliomas extirpados.

Alquilantes Tetrazinas.
Dacarbacina y temozolomida. Se trata de moléculas pequeñas diseñadas para liberar

químicamente durante su degradación un ión diazóxido altamente reactivo, capaz de alquilar el

ADN celular. Al igual que con otros alquilantes, la toxicidad principal es la mielosupresión,

aunque también causan náuseas y vómitos. Están indicadas en la enfermedad de Hodgkin y el

melanoma maligno metastático.

Dacarbazina es un agente citostático. El efecto antineoplásico se debe a una inhibición del

crecimiento de la célula, que es independiente del ciclo de la célula y se debe a una inhibición de

la síntesis del ADN.

 Antibióticos antitumorales.

Estos medicamentos no son como los antibióticos que se usan para tratar infecciones.

Ejercen su acción al cambiar el ADN dentro de las células cancerosas para impedir que crezcan y

se multipliquen.

Antraciclinas. Las antraciclinas son sustancias coloreadas producidas por el

hongo Streptomyces y con un mecanismo de acción múltiple. La molécula de antraciclina se

intercala entre las bases del ADN y produce alteraciones de la replicación y la transcripción

proteica. Además, estos compuestos provocan una inhibición de la topoisomerasa tipo II, enzima

que mantiene la estructura terciaria del ADN, lo que da lugar a la rotura del ADN y la alteración

de los procesos de reparación (muerte celular). Finalmente, producen una alteración de la

membrana celular uniéndose a proteínas específicas, como la cardiolipina, que dan lugar a la

producción de radicales libres, causantes de la cardiotoxicidad de estos compuestos.

Las antraciclinas se distribuyen por todo el organismo pero no pasan al sistema nervioso

central. La mayor parte del metabolismo es hepático, por lo que se debe modificar la dosis de
administración en caso de insuficiencia hepática. La toxicidad limitante de dosis es la cardíaca,

que puede ser aguda o crónica. La aguda es independiente de la dosis administrada y se presenta

con la primera dosis en horas o días. En cambio, la toxicidad cardíaca crónica depende de la dosis

total acumulada.

 Algunos ejemplos de antraciclinas son:

 Daunorubicina

 Doxorrubicina (Adriamicina)

 Doxorrubicina liposomal

 Epirubicina

 Idarubicina

 Valrubicina

Doxorubicina. La doxorubicina o adriamicina es el antibiótico antraciclínico más utilizado.

Está indicado en leucemias agudas; carcinoma de mama, vejiga, ovario y tiroides; neuroblastoma;

tumor de Wilm; linfomas de Hodgkin y no hodgkinianos, sarcomas de tejidos blandos y

osteosarcoma. La doxorrubicina también desempeña un papel paliativo en el tratamiento de otras

neoplasias. Los efectos tóxicos principales son: mielosupresión, alopecia, náuseas, vómitos y

miocardiopatía relacionada con la dosis. También es vesicante y puede causar ulceración cutánea

grave con la extra- vasación. Con la dosis máxima recomendada (550 mg/m2), pocos pacientes

presentaran cardiotoxicidad.

Las adriamicinas liposomales se han introducido recientemente en la práctica clínica. Su

menor volumen de distribución y sus menores concentraciones plasmáticas estacionarias


favorecen la administración de dosis más pequeñas con vida media más larga y mejor perfil de

seguridad. Se han utilizado con éxito en el sarcoma de Kaposi y en el cáncer de ovario y mama.

Daunorubicina. Se utiliza en las leucemias agudas. Su toxicidad es similar a la de la

doxorrubicina. La dosis máxima recomendada es de 600 mg/m 2 y es un fármaco ampliamente

utilizado en las leucemias agudas.

Epirubicina. Presenta menor cardiotoxicidad. Pueden alcanzarse dosis máximas de 850

mg/m2. Es eficaz en numerosas neoplasias: cáncer de mama, de ovario, cáncer microcítico de

pulmón, linfomas, sarcomas, entre otros.

Un problema importante que se debe tomar en cuenta en la administración de estos

medicamentos es que pueden dañar permanentemente el corazón si se administran en altas dosis.

Por esta razón, frecuentemente se establecen límites en las dosis (también llamada dosis

acumulativa) de estos medicamentos que se pueden recibir a lo largo de la vida.

Actinomicina D. La actinomicina D inhibe la proliferación de las células mediante la

formación de un complejo estable con el ADN e interfiriendo en la síntesis de ARN dependiente

del ADN, ejerciendo un efecto antineoplásico.

No se absorbe bien por vía oral por lo que hay que darla por vía parenteral, generalmente

intravenosa. Se elimina lentamente y su vida media llega a las 36 horas con lo que a dosis altas se

administra una sola vez por semana. Se metaboliza escasamente siendo excretada de forma activa

por la bilis y la orina. A dosis altas impide la correcta replicación del ADN, a dosis bajas y altas

altera la síntesis de ARN.


Es altamente tóxica, la toxicidad principal es de tres tipos: gastrointestinal, mielosupresión

y dérmica. Es muy vesicante y altamente inmunosupresora. Se utiliza en tumores de rápida

proliferación, fundamentalmente infantiles.

Es particularmente útil en le coriocarcinoma, el rabdomiosarcoma y el tumor de Wilms,

también se aplica en el sarcoma de Ewing, carcinoma testicular y de útero, sarcoma de Kaposi,

melanoma, osteosarcoma y leucemia no linfocítica aguda.

Mitomicina C. Está producida por Streptomyces verticillus. Actúa también como agente

alquilante. Se absorbe mal por vía oral por lo que se utiliza por vía intravenosa o intravesical. Se

distribuye por todos los tejidos, pero no atraviesa la BHE Se inactiva en el hígado.

Es bastante tóxica, su toxicidad más importante es la aparición de anorexia, náuseas,

vómitos y mielosupresión con trombocitopenia y neutropenia. Es vesicante y puede originar

fibrosis pulmonar.

Su uso está muy restringido en la actualidad por su toxicidad. Se utiliza en ciertos

carcinomas como el de pulmón de células no pequeñas, páncreas, cuello, colon y recto y en el

melanoma.

Bleomicina. La bleomicina pertenece al grupo de citostáticos polipéptidicos y se obtiene

de una cepa de Streptomyces verticillus. Se une al ADN y forma enlaces con el cobre y el hierro

(por reacciones de quelación). Esta unión actúa como un catalizador que reduce el oxígeno y

genera radicales libres que actúan sobre el ADN, rompiendo cadenas simples o dobles. Es muy

soluble en agua y se puede administrar por vía intravenosa, intramuscular, subcutánea, etc. Se
metaboliza por hidrolasas en todos los tejidos excepto en los que carecen de esa enzima, como el

tejido pulmonar y la piel.

Los efectos adversos más frecuentes son la aparición de fiebre en las 48 horas siguientes a

su administración. La toxicidad principal y específica es la inducción de fibrosis pulmonar, de

patogenia desconocida, pero también se ha descrito toxicidad cutánea (eritema, descamación de

la piel e hiperpigmentación). La bleomicina se utiliza en el tratamiento de tumores germinales,

linfomas y carcinomas de cabeza, cuello, laringe y tracto genitourinario.

Antimetabolitos:

Los antimetabolitos interfieren con el ADN y el ARN sustituyendo los elementos

fundamentales para formar estas moléculas. Cuando esto sucede, el ADN no puede hacer copias

de sí mismo la célula no puede reproducirse

¿Cómo funcionan los antimetabolitos?.

La respuesta a esta pregunta se explica con la interacción de los antimetabolitos con la

timidilato sintasa, Por ejemplo, el 5-fluorouracilo (abreviado como 5-FU), un antimetabolito,

inhibe la síntesis normal del ADN al prevenir la síntesis de la timina a partir de nucleótidos de

uracilo. La timina se distingue del uracilo ya que contiene un grupo metil (unidad de un carbono)

en el quinto carbono del anillo de pirimidina. Una enzima denominada timidilato sintasa, añade

este grupo metil. Si una molécula de 5-FU se encuentra en el nucleótido en vez del uracilo, la

enzima no logra añadir el grupo metil al quinto carbono. Esta alteración de la pirimidina normal

le da el nombre al fármaco. La adición del metil es necesaria poder convertir un nucleótido de


uracilo a un nucleótido de timina. Sin este paso, los nucleótidos no se producen y por

consiguiente no se encuentran disponibles para la síntesis del ADN.

A seguir se encuentra una ilustración del proceso normal (la parte superior del diagrama) y

la inhibición del proceso por 5-FU (la parte inferior del diagrama).

Algunos ejemplos de antimetabolitos son:

 Azacitidina.

 5-fluorouracilo (5-FU).
 6-mercaptopurina (6-MP).

 Capecitabina (Xeloda).

 Cladribina.

 Clofarabina.

 Citarabina (Ara-C).

 Decitabina.

 Floxiridina.

 Fludarabina.

 Gemcitabina (Gemzar).

 Hidroxiurea.

 Metotrexato.

 Nelarabine.

 Pemetrexed (Alimta).

 Pentostatina.

 Pralatrexato.

 Tioguanina.

 Combinación trifluridina/tipiracilo.

Estos fármacos tienen una estructura similar a la de los componentes del metabolismo

intermediario celular, de modo que interfieren en su metabolismo y en concreto en la síntesis de

ácidos nucleicos. Ejercen su acción principalmente sobre tumores en rápido crecimiento.


Antagonistas de Folato.

Los antagonistas de folato, también conocidos como antifolatos, inhiben la dihidrofolato

reductasa (DHFR), una enzima involucrada en la formación de nucleótidos. Cuando esta enzima

está bloqueada, los nucleótidos no pueden ser formados, interrumpiendo la replicación del ADN

y la división celular. Son compuestos análogos del ácido fólico.

Metotrexato. Es el antagonista de folato primordial usado como un agente

quimioterapeútico, y se lo puede administrar por sí solo, o en conjunto con otros fármacos

anticancerosos. El metotrexato tiene una gran semejanza estructural con el ácido dihidrofólico. Se

une a la dihidrofolato reductasa, con lo que inhibe el paso de dihidrofolato a tetrahidrofolato. Este

último actúa como donante de grupos monocarbonados para la síntesis de purinas y pirimidinas y,

por tanto, de los ácidos nucleicos.

Su actividad antitumoral es de muy amplio espectro. Se utiliza para tratar diferentes

neoplasias y desempeña un papel importante como adyuvante en el tratamiento del cáncer de

mama. Como el fluorouracilo, el metotrexato es mielotóxico, pero las náuseas y los vómitos son

mínimos. También produce mucositis. La alteración renal reduce la excreción de metotrexato y

puede exacerbar la toxicidad.

Pemetrexed. Funciona interrumpiendo los procesos metabólicos dependientes del folato

esenciales para el rápido crecimiento de los tumores. Se usa para el tratamiento del mesotelioma

maligno, así como también para el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico después de la

administración de quimioterapia previa.


Folinato cálcico. Se administra para contrarrestar la acción antagónica de los folatos del

metotrexato y acelera la recuperación de la mielosupresión o lamucositisinducida por

metotrexato. No se recomienda en la anemia perniciosa u otras anemias megaloblásticas por

déficit de vitamina B12. La inyección intratecal de folinato cálcico está contraindicada.

El ácido fólico es un factor de crecimiento que provee carbonos individuales a los

precursores usados en la formación de nucleótidos durante la síntesis de ADN y ARN. Los

antifolatos, bloquean el sitio activo de la dehidrofolato reductasa (DHFR), una enzima que

transforma al ácido fólico a su forma activa. A esta forma activa se la denomina folato, una

coenzima esencial para la metilación (agregación de un grupo metilo, unidades de un átomo de

carbono). Por ende, la inhibición de la dihidrofolato reductasa mantiene al ácido fólico en su

estado inactivo. Se presume que una disminución en la cantidad de folatos activos provoca una

disminución en la metilación, inhibiendo un paso necesario en la formación de purinas y

timidilatos. Cuando es afectada la formación de ácidos nucléicos debido a la falta de nucleótidos,

el crecimiento celular se interrumpe.

El ácido fólico, la estructura base de todos los folatos, no se considera útil hasta que se

reduce químicamente. La enzima que reduce el ácido fólico es la dihidrofolato reductasa

(DHFR). Primeramente, la DHFR reduce al ácido fólico para producir un dihidrofolato.

Seguidamente, la DHFR reduce al dihidrofolato, formando un tetrahidrofolato (folato activo), un

compuesto que sirve como un 'donador' de grupos metil. Los grupos metil se unen al N-5 y/o al

N-10 del tetrahidrofolato que transporta a estos grupos metil hacia otros compuestos. La enzima

timidilato sintasa (TS) cataliza la transferencia del carbono del tetrahidrofolato a las moléculas

deseadas. Para poder hacer esto, la TS debe oxidar el anillo de folato del tetrahidrofolato,

reviertiéndolo a un dihidrofolato. Para que se repita este proceso, las células deben emplear un
uso repetido de la DHFR para reducir el dihidrofolato en su forma activa, el tetrahidrofolato. Esto

requiere una actividad continua de DHFR.

El metotrexato inhibe la actividad de la DHFR al formar una unión con la enzima, estrecha

pero reversiblemente, desactivándola. El metotrexato entra a célula a través de receptores

específicos a los folato, transportadores de folatos de pH bajo, o unidos a portadores de folatos

reducidos. Una vez dentro de la célula, el metotrexato se une a la DHFR. Esta unión reduce la

cantidad de DHFR disponible en la célula, y detiene la reducción de los precursores del

tetrahidrofolato, como el ácido fólico y el ácido hidrofólico. Sin el tetrahidrofolato, el folato

activo, la célula no puede crear nuevos nucleótidos de purinas y timidinas para la síntesis del

ADN. Sin la replicación, el crecimiento se bloquea.

Análogos de pirimidinas.

Constituyen un grupo farmacológico muy importante en el tratamiento antineoplásico, con

actividad de amplio espectro.

Los antagonistas de pirimidinas actúan al bloquear la síntesis de los nucleótidos que

contienen pirimidinas (la citiosina y la tirosina en el ADN; la citosina y el uracilo en el ARN).

Los fármacos que bloquean la construcción de estos nucleótidos tienen estructuras parecidas al

compuesto natural. Al actuar como "señuelos", estos químicos pueden prevenir la producción de

los nucleótidos. Estos antagonistas pueden ejercer sus efectos en distintas etapas de este proceso

de producción, y por ende, pueden inhibir directamente a varias enzimas cruciales. Los

antagonistas de pirimidinas también se pueden incorporar dentro de la cadena creciente del ADN

y provocar la suspensión del proceso.


Para que una célula pueda reproducirse, primero debe replicar todo el ADN de su genoma

con exactitud. Durante la síntesis del ADN, las moléculas de pirimidinas y purinas deben estar

disponibles, pues son los componentes básicos de los nucleótidos, y así poder llegar a la meta

final, la producción de nuevas moléculas de ADN. Una reducción en la disponibilidad de las

materias primas para construir ADN ocasionada por los antagonistas de pirimidinas, resulta en la

detención de la síntesis del ADN y la inhibición de la división celular.

Las células cancerígenas se encuentran dividiéndose rápidamente con frecuencia, y por lo

tanto realizando la síntesis de ADN a las mismas velocidades . La síntesis del ARN es necesaria

para la producción de las proteínas. Los antagonistas de pirimidinas inhiben los procesos

normales de la síntesis del ADN y/o ARN.

Algunos de los antagonistas de pirimidinas usados en la terapia del cáncer son:

 5-fluorouracilo.

 Arabinosilcitosina.

 Capecitabina.

 Gemcitabina.

 Decitabina.

El 5-fluorouracilo (5-FU). Es una pirimidina fluorada que actúa por inhibición competitiva

de la timidilato sintetasa, desplazando el sustrato natural y bloqueando la síntesis de timidilato.

Además, se incorpora al ARN y al ADN, y altera su función. Puede utilizarse junto con ácido
folínico para formar un complejo terciario más estable y aumentar así el bloqueo de la enzima,

con lo que se incrementa también el efecto citotóxico del 5-FU.

Produce mielosupresión y el síndrome palmo-plantar (eritema y descamación dolorosa de

manos y pies). Cuando su acción se ve modificada por otros fármacos (como el folinato cálcico),

su perfil de toxicidad puede alterarse; la mucositis y la diarrea pueden ser problemas importantes.

También puede producir neurotoxicidad central, sobre todo en forma de síndrome

cerebeloso. La toxicidad cardiológica es independiente de la dosis.

Se utiliza principalmente para el tratamiento adyuvante del cáncer colorrectal, el cáncer

gástrico y el de mama. En infusión continua también se emplea en el tratamiento de primera línea

de neoplasias de cabeza y cuello, y de diversos tumores gastrointestinales. Es también eficaz en el

cáncer de páncreas, ovario y endometrio, así como en tumores hepáticos.

El tegafur y el tegafur más uracilo. Son análogos al 5-FU. El tegafur es un profármaco que

se convierte en 5-FU mediante la enzima timidita fosforilasa, que se encuentra en

concentraciones más altas en el tejido tumoral que en el sano. Una vez metabolizado a5-FU, su

acción es similar.

El uracilo no tiene efectos citotóxicos cuando se administra de forma aislada, pero en

combinación con el tegafur inhibe la enzima encargada de catabolizar el 5-FU, que también tiene

concentraciones más altas en el tejido tumoral que en el sano.

La capecitabina. Es un profármaco oral del 5-FU de comercialización más reciente. Causa

eritrodisestesia palmo-plantar y mielosupresión con mayor frecuencia que otros compuestos del
mismo grupo. Está indicado en el cáncer colorrectal y el cáncer de mama metastáticos. Esta

inhibe la división celular e interfiere con el procesamiento del ARN y las proteínas.

Arabinosilcitosina o la citarabina (Ara-C). Es un análogo de la histidina y la

desoxicitidina. Produce inhibición de la ADN polimerasa y también puede causar efectos directos

sobre diversas quinasas ácidas y ejercer un efecto citotóxico directo sobre ácidos nucleicos.

Actúa sobre células en rápida proliferación.

La citarabina se metaboliza mediante la histidina desaminasa, que es muy abundante en el

hígado. Se utiliza para el tratamiento de la leucemia aguda mieloide y los niños pueden tolerar

dosis altas mejor que los adultos. También está indicada en la fase blástica de la leucemia

mieloide crónica, la leucemia meníngea, la eritroleucemia y los linfomas no hodgkinianos. No es

útil en los tumores sólidos. Sus efectos dependen mucho de la pauta de administración. Produce

mielosupresión, mucositis, vómitos, síndrome seudogripal y, a dosis altas, neurotoxicidad central.

Es usada como tratamiento de leucemia no linfocítica aguda, leucemia linfocítica aguda y


leucemia mielocítica crónica. La citarabina es administrada como una infusión o una inyección
debajo de la piel.

Efectos secundarios comunes incluyen la supresión de la médula ósea, anorexia, náusea y


vómito, diarrea, inflamación o ulceración oral/anal, irritación, fiebre. La citarabina es un supresor
de la actividad de la médula ósea. Es importante monitorear los conteos de las células sanguíneas
y plateletas durante el curso del tratamiento.

Gemcitabina. Es un metabolito que actúa como un análogo de la pirimidina. Ésta es


incorporada en el ADN de la célula en división y causa la muerte celular. La gemcitabina es
administrada como una infusión intravenosa. Es usada en el tratamiento de cáncer del pulmón de
célula no pequeña (en conjunto con el carboplatino y el cisplatino) y cáncer pancreático avanzado
o metastático.

Decitabina. Es un análogo de los nucleósidos que incorpora directamente en el ADN y se


cree que inhibe ADN metiltransferasa. Puede funcionar en células de cáncer para restorar función
normal a los genes necesarios para el control de la proliferación de las células y promover
apoptosis de células dañadas.

Los efectos secundarios incluyen: conteos sanguíneos bajos (plaquetas, glóbulos blancos y
glóbulos blancos), infección, fiebre, mareos, constipación, diarrea y/o vomita.

Análogos de purinas.

Las purinas (la adenina y la guanina) son químicos que se emplean en la producción de
nucleótidos del ADN y del ARN. La otra clases de bases, las pirimidinas, cuenta con la timina y a
la citosina en el ADN, y con la citosina y el uracilo en el ARN.

Antes de que una célula pueda dividirse, debe duplicar su contenido de ADN, para que
cada célula hija tenga una combinación idéntica y completa de la información genética. Este
proceso de duplicación (denominado replicación) se compara con una línea de ensamblaje, en la
cual los nucleótidos se unen entre sí para formar una molécula de ADN nueva. Los grupos de
fosfato y las moléculas de azúcares se unen para crear largas cadenas de ADN. La incorporación
de un antagonista de purina previene el crecimiento continuo del ADN y previene la división
celular.

Los antagonistas de purinas funcionan al inhibir la síntesis del ADN de dos maneras
diferentes:

1. Estos pueden inhibir la producción de la adenina o de la guanina, componentes


importantes de los nucleótidos. Si una célula no consta suficientes purinas, el síntesis del
ADN se detiene y la célula no logra dividirse.5
2. Se pueden incorporar dentro de la molécula del ADN durante la síntesis del mismo. Se
presume que la presencia del inhibidor interfiere con la división celular.

Algunos ejemplos antagonistas de purinas son:

 6-Mercaptopurina
 Dacarbazina
 Fludarabina

6-mercaptopurina. Es un falso metabolito de la hipoxantina que compite con los sustratos


de enzimas responsables del paso del ácido inosínico a adenina y xantina. Se utiliza con
frecuencia en el tratamiento de leucemias y linfomas no Hodgkin, pero es ineficaz en tumores
sólidos.

Azatioprina. Es un precursor de liberación mantenida de la mercaptopurina, pero se utiliza


fundamentalmente como inmunosupresor. Se puede administrar por vía oral y los efectos tóxicos
más característicos son hematológicos, gastrointestinales y hepáticos.

6-tioguanina. Tiene indicaciones similares a las de la mercaptopurina, pero un mejor perfil


de toxicidad en los pacientes con afectación hepática.

Alopurinol. Es un análogo de la hipoxantina que no tiene efecto antitumoral, pero se


utiliza en oncología para evitar el síndrome de lisis tumoral en pacientes que presentan tumores
de gran volumen y rápido crecimiento, y van a comenzar un tratamiento con quimioterapia

Fludarabina. Se usa como tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC), incluso la


LLC que no ha respondido o ha recidivado después del tratamiento estándar. Terapia de rescate
para linfoma no Hodgkin y leucemias agudas.

La Fludarabina se administra por una vena, de forma intravenosa, IV. La cantidad de


Fludarabina que recibirá depende de muchos factores, incluyendo su altura y peso, el estado
general de su salud y sus otros problemas de salud, y el tipo de cáncer o enfermedad que padece.
Su médico determinará la dosis exacta para usted y el calendario de administración del fármaco.

Antagonista de adenosina.

Fludarabina. Es un fármaco que inhibe la ADN polimerasa y la ribonucleótido reductasa.


Es activo sobre linfocitos y produce una activación de la apoptosis. Se utiliza en trastornos
linfoproliferativos. Se administra en esquemas de3-5 días. Puede provocar mielosupresión e
inmunosupresión. Produce astenia como efecto secundario, y fiebre en el 20-30% de los
pacientes.

Pentostatina se obtiene a partir de Streptomyces antibioticus. Eleva los depósitos de ATP,


con lo que se reducen las reservas de otros desoxinucleótidos. Es activo en leucemias agudas de
linfocitos T, leucemias crónicas y tricoleucemias. Puede causar alteraciones del sistema nervioso
central, alteraciones de la función renal, conjuntivitis, etc.

Derivados del platino

Constituyen un grupo de fármacos importante para el tratamiento del cáncer.

Cisplatino y carboplatino. Son fármacos con mecanismos de acción y actividad


antitumoral similares, aunque difieren en el perfil toxicológico. Al activarse intracelularmente,
quedan libres dos valencias del ión platino, que forman dos enlaces estables con componentes del
ADN. El resultado es la alteración de la configuración tridimensional del ADN, la producción de
errores de transcripción y la imposibilidad de que las cadenas se separen para la replicación.
El cisplatino tiene una toxicidad variada e importante. Es el fármaco antineoplásico más
nefrotóxico, como se demuestra en el incremento de creatinina y de urea. Las lesiones renales
consisten en esclerosis glomerular, fibrosis y necrosis tubular, lo que origina hipomagnesemia,
hipocalcemia e hiponatremia. Es importante que el paciente esté bien hidratado y utilice manitol
con el fin de reducir la toxicidad renal. El carboplatino puede ser una alternativa para los
pacientes con deterioro progresivo de la función renal.

Otro efecto adverso importante del cisplatino son los vómitos y náuseas, que aparecen en
casi todos los pacientes con dosis habituales, por lo que es preciso un tratamiento antiemético. La
toxicidad neurológica se manifiesta por ototoxicidad, con la aparición de tinnitus e hipoacusia en
el intervalo de las frecuencias altas, así como neuropatía periférica. La toxicidad medular se
manifiesta con neuropatía, trombopenia y anemia moderada. La alopecia es poco frecuente.

El cisplatino tiene un amplio espectro de actividad tumoral y es el fármaco fundamental en


el tratamiento de tumores germinales. Es activo en carcinomas epidermoides (tumores de cabella,
cuello, cerviz, esófago y vejiga), de pulmón, estómago y endometrio, el osteosarcoma y el
neuroblastoma.

El carboplatino es diez veces más soluble que el cisplatino, por lo que se elimina más
fácilmente por el riñón. Por tanto, los efectos adversos son menos importantes que con el
cisplatino; el principal es la mielosupresión. También puede ocasionar reacciones de
hipersensibilidad con más frecuencia que el cisplatino.

Su principal indicación, como terapia de primera o segunda línea después de que otros
tratamientos hayan fallado, es el tratamiento del carcinoma de origen epitelial del ovario. Está
también indicado en el carcinoma de células pequeñas del pulmón y en el carcinoma de células
escamosas de cuello y cabeza.

Oxilaplatino. El oxilaplatino está relacionado con el cisplatino y el carboplatino, y actúa


sobre el ADN produciendo enlaces alquílicos que llevan a la formación de puentes inter e
intracadenarios que inhiben la síntesis y la replicación posterior del ADN. El oxilaplatino no
presenta la nefrotoxicidad característica del cisplatino ni la mielotoxicidad grave del
carboplatino, pero la toxicidad limitante es la neurológica. La neuropatía periférica aparece en el
95% de los pacientes, en forma de parestesias en los dedos y calambres.

Su perfil de actividad es más reducido que el de los otros platinos. Está indicado como
monodroga o en quimioterapia de combinación para el tratamiento del cáncer colorrectal
metastásico y de otras neoplasias en etapa avanzada susceptibles de respuesta con análogos del
platino, como el cáncer de ovario y el neuroblastoma.

Derivados de camptotecinas.

Son fármacos que tienen un origen natural, ya que la camptotecina es un alcaloide presente
en el árbol de origen chino Camptotheca acuminata. Actúan inhibiendo de forma selectiva e
irreversible la topoisomerasa tipo I, a través de la cual se impide que se desarrolle el proceso de
replicación del ADN. También inhibe la síntesis del ARN. Estos fármacos presentan un amplio
espectro de actividad antitumoral, con efectos más marcados sobre carcinomas colorrectales,
ováricos, mamarios, pulmonares y renales, incluidas las formas mulitirresistentes a
quimioterapia. El irinotecán está indicado en el cáncer de colon metastático, el cáncer de cerviz y
el carcinoma microcítico de pulmón.

Topotecán. Se administra en el cáncer de ovario, el cáncer microcítico de pulmón, los


glioblastomas recidivantes y los linfomas refractarios.

En el caso del topotecán, los efectos adversos más frecuentes son la mielosupresión, que
puede ser grave y de las series hematológicas, y en el caso del irinotecán, la diarrea tardía. Otros
efectos adversos que aparecen con ambos fármacos son: alopecia, náuseas, vómitos, mucosistis y
hepatotoxicidad. Durante la infusión de irinotecán aparece un síndrome colinérgico temprano
hasta en el 85% de los pacientes, con diarrea, dolor cólico, sudoración y otros efectos
colinérgicos. El paciente debe recibir atropina en los ciclos siguientes, ya que la probabilidad de
repetición es muy alta. La diarrea y la neutropenia febril requieren un control inmediato por el
riesgo de muerte tóxica. 

CITOTOXICOS.

La citotoxicidad es la cualidad de algunas células para ser tóxicas frente a otras que están

alteradas. La citotoxicidad constituye uno de los mecanismos efectores de ciertas poblaciones

celulares especializadas del sistema inmunitario, consistente en la capacidad para interaccionar

con otras células y destruirlas. Las sustancias que son tóxicas para las células; pueden estar

involucradas en la inmunidad o pueden estar contenidos en los venenos. Estos se distinguen de

los agentes citostáticos en el grado de efecto. Algunos de ellos se usan como antibióticos

citotóxicos. Ejemplos de agentes tóxicos son algunas sustancias químicas, ciertas células del

sistema inmune. Ejemplos de especies con venenos citotóxicos son la víbora bufadora (Bitis

arietans) y la araña Loxosceles reclusa.

Por ende, Los citotóxicos son agentes o sustancias que dañan o matan las células o los

tejidos. Por lo tanto, cuando se habla de quimioterapia citotóxica se hace referencia a aquellos

fármacos capaces de destruir células cancerosas. Existen diferentes tipos de medicamentos

citotóxicos para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer. Habitualmente se administran de

forma oral (cápsulas y/o comprimidos). Cada uno presenta diferentes características en cuanto a

posología, efectos adversos… No obstante, algunos efectos adversos son comunes en todos los

fármacos citotóxicos, tales como la depresión inmunológica y de médula ósea y en alguno caso

alteraciones de algún órgano por el que se eliminan. Por esta razón antes del tratamiento con

citotóxicos se realizan pruebas de función hepática, renal, así como el recuento de células
hemáticas. Este tratamiento siempre se lleva a cabo bajo la supervisión regular de su oncólogo.

En algunos casos, es posible que sea necesario modificar o retrasar el tratamiento.

El tratamiento con agentes citotóxicos se basa en resultados de ensayos clínicos en los que

se combinan varios fármacos o se compara la eficacia de uno contra la combinación de varios. En

algunos casos con el tratamiento se consigue la curación de la enfermedad, mientras que en otros

simplemente pueden ayudar a aumentar la esperanza de vida o servir como tratamiento paliativo

de los síntomas ocasionados por el cáncer.

Los medicamentos citotóxicos suelen ir combinados con otro grupo de fármacos para el

tratamiento de enfermedades malignas. Estos fármacos incluyen agonistas y antagonistas de

hormonas, corticoides e inmunoestimulantes. Sin embargo, las combinaciones son más toxicas

que los fármacos en monoterapia.

Tratamiento con medicamentos citotóxicos orales:

Actualmente se dispone de una multitud de medicamentos orales para el tratamiento de

diferentes tipos de cáncer. La mayoría de estos medicamentos son dispensados desde los

servicios de farmacia de los hospitales, aunque algunos se dispensan desde las oficinas de

farmacia comunitaria. Estos medicamentos actúan en las células bloqueando o reduciendo la

velocidad de división de las células tumorales y, en consecuencia, disminuyendo el crecimiento

del tumor. En algunos casos, el tratamiento conlleva la curación de la enfermedad; en otros, se

traduce en un aumento de la esperanza de vida y en la mejora de la calidad.

Estos tratamientos tienen como finalidad evitar la recaída en la enfermedad o bien mejorar

el pronóstico. Asimismo, quieren mejorar la calidad de vida de pacientes que han sido
diagnosticados de algún tipo de cáncer. Cada vez son más los pacientes que se pueden beneficiar

de este tipo de tratamiento; entre otros, aquellos que han sido diagnosticados de cáncer de mama,

cáncer de colon, cáncer de pulmón, cáncer de riñón, cáncer de hígado, de mieloma múltiple o de

leucemias.

A continuación, se expone una lista con los medicamentos más relevantes que se utilizan

actualmente. Cabe recordar que esta no es una lista completa. En caso de necesitar más

información, hay que comentarlo con el profesional sanitario de referencia.

Nombre comercial Principio activo

Beneflur® (comprimidos de 10mg) Fludarabina

Glivec® (comprimidos de 100 y 400 mg) Imatinib

Iressa® (comprimidos de 250 mg) Gefitinib

Lomustine® (cápsulas de 40 mg) Lemustina

Natulan® (cápsulas de 50mg) Procarbazina

Navelbine® (cápsulas de 20 y 30 mg) Vinorelbina

Nexavar® (comprimidos de 200mg) Sorafenib

Revlimid® (cápsulas de 5, 10, 15, y 25 mg) Lenalidomida

Sprycel® (comprimidos de 20 y 50 mg) Dasatinib


Sutent® (cápsulas de 12,5, 25 y 50 mg) Sunitinib

Tamoxifeno® (comprimidos de 10 y 20mg) Tamoxifeno

Tarceva® (comprimidos de 25, 100 y 150 mg) Erlotinib

Tasigna® (comprimidos de 200 mg) Nilotinib

Temodal® (cápsulas de 5, 20, 100 y 140 mg) Temozolamida

Thalidomide® (cápsulas de 50 mg) Talidomida

Tyverb® (comprimidos de 250 mg) Labatinib

Vepesid® (cápsulas de 50 y 100 mg) Etopósido

Xeloda® (comprimidos de 500mg y 150 mg) Capecitabina

Estos tratamientos son prescritos de forma individualizada por el médico especialista. A

menudo son esquemas complejos desde el punto de vista de los pacientes:

Puede ser necesaria la combinación de diferentes presentaciones de un mismo fármaco para

conseguir la dosis deseada (por ejemplo, 1 cápsula de 140 mg más 1 cápsula de 100 mg más 1

cápsula de 20 mg, es igual a la dosis total de 260 mg / día de temozolomida).

Puede ser necesaria la combinación de diferentes fármacos (por ejemplo, lapatinib más

capecitabina).
Pueden existir periodos de descanso, durante los cuales no se tenga que tomar la

medicación (por ejemplo, cuatro semanas de tratamiento de sunitinib seguidas de dos semanas de

descanso).

Las presentaciones más habituales son comprimidos o cápsulas. Cabe destacar que, en

general y como se describe más adelante, son tratamientos asociados a efectos adversos

importantes, de forma que es necesario un control periódico y un seguimiento individualizado del

médico responsable.

La mayoría de tratamientos se conservan a temperatura ambiente, aunque en algunos

casos la medicación se debe conservar en la nevera (2 - 8 º C). Es necesario que estos

medicamentos estén protegidos de la luz y de la humedad, y se debe evitar guardarlos en la

cocina o el baño.

Es importante tomar siempre la medicación según la dosis y la pauta indicada por el

médico. Se recomienda que las tomas de la medicación sean siempre a la misma hora. Algunos

fármacos deben administrarse en ayunas (una hora antes o dos horas después de haber comido)

mientras que otros se deben tomar 20 o 30 minutos después de haber comido.

En general y siempre que sea posible, la medicación debe administrarse entera por vía oral

y se ha de tragar con un vaso de agua, sin triturar los comprimidos ni abrir las cápsulas. En caso

de que no le sea posible tragar la medicación, consulte con el farmacéutico o farmacéutica si la

puede triturar antes de tomarla. Se ha de limpiar las manos con agua y jabón antes y después de la

administración. En caso de derrame o rotura del medicamento, debe limpiar 3 veces la superficie

que haya contactado con el fármaco con agua y jabón.


Efectos adversos.

Es importante que ante cualquier efecto adverso que se pueda derivar del tratamiento

informar al médico responsable. En caso necesario, es posible reducir las dosis para mejorar la

tolerancia al tratamiento e incluso, se puede llegar a suspenderlo.

Alteraciones generales: cansancio, fatiga, disminución del apetito.

Alteraciones gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarreas y aparición de aftas en la boca.

En caso de diarreas, se deberían adoptar medidas dietéticas y, si son muy frecuentes y

abundantes, puede ser necesario un tratamiento farmacológico específico.

Alteraciones dermatológicas: alteraciones de la piel sobre todo en las palmas de las manos

y en las plantas de los pies. Se recomienda aplicar cremas hidratantes frecuentemente y gel de

baño con pH neutro, evitar la exposición solar, evitar la sudoración excesiva y evitar el contacto

con productos abrasivos (lejías, detergentes, etc).

Alteraciones musculoesqueléticas: dolor y debilidad muscular, dolor de huesos,

alteraciones sensitivas.

Alteraciones cardiovasculares: favorecimiento de la retención de líquidos y la aparición de

hipertensión arterial. En pacientes hipertensos, puede ser necesario ajustar la medicación o añadir

de nuevo con el fin de controlarla.

Alteraciones sanguíneas: disminución de los niveles de glóbulos rojos, blancos y

plaquetas, lo que predispone a la aparición de hematomas, infecciones y sangrados.


Interacciones de los medicamentos citotóxicos orales con otros medicamentos,

alimentos o plantas medicinales.

Hay medicamentos, plantas medicinales y alimentos que pueden interaccionar con los

medicamentos citotóxicos orales, aumentando o disminuyendo su efecto, al tiempo que los

medicamentos citotóxicos orales también pueden aumentar o disminuir los efectos de otros

medicamentos. Es por este motivo que, si se introduce un nuevo fármaco en su tratamiento, debe

consultar los efectos que puede tener. La automedicación se desaconseja totalmente.

A continuación, se presentan algunos medicamentos que pueden tener interacciones. En

cualquier caso, debe consultar siempre con su profesional sanitario de referencia antes de tomar

ningún medicamento.

Antibióticos: eritromicina, claritromicina, rifampicina, telitromicina.

Antifúngicos: ketoconazol, itraconazol, voriconazol.

Antiepilépticos: fenitoína, fenobarbital, carbamazepina.

Antivirales: atazanavir, indinavir, nelfinavir, ritonavir, saquinavir.

Anticoagulantes: warfarina, acenocumarol.

Antiácidos: omeprazol, ranitidina.

CITOCINAS.

Las citoquinas o citocinas (del griego “kyto” célula e “ina” sustancia) son moléculas de

bajo peso molecular (de 10 a 40 kD) y constituidas por unos 120 a 180 aminoácidos, que poseen

la capacidad de modular la función de células y tejidos, y que están producidas, principalmente,


por los leucocitos, aunque algunas de ellas también pueden ser secretadas por otros tipos

celulares.

En condiciones fisiológicas, las citoquinas no se producen en cantidades significativas,

siendo necesaria la activación de las células para que se produzcan en cantidades suficientes para

ejercer sus efectos biológicos. La mayoría de ellas son secretadas al espacio extracelular en forma

glicosilada, lo que incrementa su estabilidad y solubilidad. No obstante, algunas citocinas se

pueden acumular en el interior de la célula o adherirse a la membrana celular.

Las citocinas poseen una vida media muy corta y actúan a muy bajas concentraciones, del

orden de picogramos, mediante la unión a receptores de alta afinidad que están presentes en la

superficie de las células. En función del tipo de células sobre las que actúan, se habla de efecto

autocrino, cuando actúan sobre las propias células productoras, efecto paracrino, cuando actúan

sobre diferentes tipos celulares, o incluso pueden tener un efecto endocrino, cuando ejercen su

efecto en otros órganos y tejidos, transportadas por circulación sanguínea.

El tratamiento con citocinas (sustancias elaboradas por las células inmunitarias)

sirve para ayudar al cuerpo a combatir cánceres, infecciones u otras enfermedades. Las citocinas

cumplen una función importante en las respuestas inmunitarias del cuerpo. También se pueden

producir en el laboratorio para usarlas como tratamiento de diferentes enfermedades. En el

cáncer, la terapia de citocinas quizás ayude al sistema inmunitario a destruir células cancerosas o

evitar su multiplicación. Los dos tipos principales de citocinas que sirven para tratar el cáncer son

las interleucinas y los interferones. También se llama tratamiento de citoquinas

Las citocinas son pequeñas proteínas que son cruciales para controlar el

crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario y las células sanguíneas.
Cuando se liberan, le envían una señal al sistema inmunitario para que cumpla con su función.

Las citocinas afectan el crecimiento de todas las células sanguíneas y otras células que ayudan a

las respuestas inmunitarias e inflamatorias del organismo. También ayudan a aumentar la

actividad contra el cáncer mediante el envío de señales que pueden ayudar a que las células

anormales mueran y las células normales vivan más tiempo.

Un tipo específico de citocina se llama quimiocina. Una quimiocina puede provocar que

las células inmunitarias se muevan hacia un objetivo. Hay diferentes tipos de quimiocinas,

incluyendo interleucinas, interferones, factores de necrosis tumoral, y factores de crecimiento.

Algunas citocinas se pueden producir en un laboratorio y se utilizan para tratar el cáncer.

Algunas se utilizan para ayudar a prevenir o controlar los efectos secundarios de la quimioterapia.

Se inyectan, ya sea debajo de la piel, en un músculo o en una vena. Los más comunes son las

interleucinas y los interferones.

Interleucinas: Las interleucinas son un grupo de citocinas que actúan como señales

químicas entre los glóbulos blancos. La interleucina-2 (IL-2) ayuda a que las células del sistema

inmunitario crezcan y se dividan con mayor rapidez. El uso de IL-2 sintética ha sido aprobado

para tratar el cáncer de riñón avanzado y el melanoma metastásico. La IL-2 se puede utilizar

como un tratamiento de un solo medicamento para estos tipos de cáncer, o se puede combinar con

quimioterapia o con otras citocinas como el interferón alfa.

Los efectos secundarios de la IL-2 pueden incluir síntomas similares a los de la influenza

(gripe), como escalofríos, fiebre, cansancio y confusión. Algunas personas presentan náuseas,

vómitos o diarrea. Muchas personas desarrollan presión arterial baja que puede tratarse con otros
medicamentos. Los efectos secundarios infrecuentes, pero potencialmente graves incluyen un

latido cardíaco anormal, dolor en el pecho, y otros problemas cardíacos. Debido a estos posibles

efectos secundarios, si la IL-2 se administra en dosis altas, debe hacerse en un hospital.

Otras interleucinas, como IL-7, IL-12 y IL-21, también continúan bajo estudio para saber

si se pueden usar contra el cáncer, tanto como adyuvantes o como agentes independientes.

Interferones: Los interferones son sustancias químicas que ayudan al organismo a resistir

las infecciones por virus y los cánceres. Los tipos de interferón (IFN) llevan el nombre de las

primeras tres letras del alfabeto griego: IFN-alfa, IFN-beta, IFN-gamma.

Solo el IFN-alfa se utiliza para tratar el cáncer. El IFN-alfa aumenta la capacidad de

ciertas células inmunitarias para atacar las células cancerosas. También puede desacelerar el

crecimiento de las células cancerosas directamente, así como de los vasos sanguíneos que los

tumores necesitan para crecer.

El IFN-alfa se puede utilizar para tratar estos cánceres: Leucemia de células peludas,

Leucemia mieloide crónica (CML), Linfoma folicular no Hodgkin, Linfoma cutáneo

(piel) de células T, Cáncer de riñón, Melanoma, Sarcoma de Kaposi.

Algunos efectos secundarios de los interferones son:

Síntomas similares a los de la gripe (escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, cansancio,

pérdida del apetito, náuseas, vómitos)

Un recuento bajo en el nivel de glóbulos blancos que incrementa el riesgo de infecciones.

Erupciones en la piel, Cabello demasiado fino (debilitado).


Estos efectos secundarios pueden ser graves y pueden provocar que el tratamiento con

interferón sea difícil de tolerar para muchas personas. La mayoría de los efectos secundarios no

duran mucho tiempo después de que el tratamiento se suspende, pero el cansancio puede durar

más tiempo. Otros efectos infrecuentes a largo plazo incluyen daño a los nervios, incluyendo los

del cerebro y la médula espinal.


FITOFARMACOS.

Los fitofármacos son medicamentos cuya sustancia activa contiene el extracto de una

determinada planta, a diferencia de un fármaco químico que proviene de una molécula

químicamente sintetizada. Son fármacos que forman parte de una terapia medicamentosa racional

en el sentido de la medicina científica y se emplean para el tratamiento de enfermedades o

padecimientos definidos.

La organización mundial de la salud los define como productos obtenidos por procesos

tecnológicamente adecuados haciendo uso exclusivo de materias primas vegetales, lo que tiene

una finalidad preventiva, curativa, paliativa o para fines de diagnósticos. La investigación

científica es la única manera en que es posible comprobar que los productos Fitoterapéuticos

sean prescritos por los médicos y tengan la calidad equivalente a la de los productos que son

obtenidos mediante síntesis química.

Los fitofármacos son aplicados al tratamiento de enfermedades muy diversas, que van

desde problemas agudos hasta crónicos, los tratamientos a base de hierbas son considerados

como medicina alternativa ya que esta práctica no se basa rigurosamente en pruebas científicas.

Este tipo de medicamentos se ha comercializado en distintas formas farmacéuticas como:

tabletas, capsulas, grageas, ungüentos, polvos, talcos, elixir, entre otros.

Los fitofármacos son alternativas para el desarrollo de nuevos


tratamientos contra el cáncer.

Los fármacos desarrollados a partir de especies vegetales, o fitofármacos, son una fuente

potencial para el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer. En diversos estudios se ha


evaluado la eficacia y seguridad de los fitofármacos en la quimioterapia contra el cáncer, al

administrarse como terapia única o de forma combinada con los quimioterapéuticos

convencionales. La curcumina, el resveratrol, la artemisinina, el paclitaxel, la berberina, la

piperina, la noscapina, el extracto de muérdago, el extracto de té verde y otras especies vegetales

o metabolitos secundarios derivados de plantas han sido evaluados por diversos autores; estos

fitofármacos se han combinado con quimioterapéuticos como el tamoxifeno, el celecoxib, el

5-fluorouracilo, el cisplatino, la vinorelbina, la doxorubicina y el bavituximab, entre otros

quimioterapéuticos, para tratar diversos tipos de cáncer, incluyendo los cánceres de: mama,

colon, cabeza y cuello, próstata, páncreas, hígado, ovario, pulmones, esófago, estómago,

leucemia y mieloma, entre otros. Se ha sugerido que la inclusión de los fitofármacos en la

quimioterapia contra el cáncer es rentable y podría ayudar a reducir la mortalidad del cáncer y

mejorar la calidad de vida de los pacientes. Más aún, la polifarmacología derivada del uso de

fitofármacos ofrece la oportunidad de desarrollar fármacos con múltiples blancos moleculares

que pueden mejorar el tratamiento del cáncer.

El potencial de los fitofármacos ya ha sido ampliamente demostrado. Las plantas

medicinales, o los productos derivados de plantas medicinales, incluyendo moléculas puras,

extractos o fracciones de extractos, han sido históricamente la mayor fuente de los fármacos

anticancerígenos que hoy en día están aprobados para su uso en humanos; la fitofarmacología ha

dado lugar a fármacos altamente exitosos, incluyendo a los taxanos, los alcaloides derivados de la

vinca, las epipodofilotoxinas y los derivados de camptotecina. La mayoría de los principios

activos de los fitofármacos presentan una pobre solubilidad en agua, lo que limita su

biodisponibilidad, su capacidad para atravesar las membranas biológicas y, por lo tanto, su

aplicación efectiva en el tratamiento de diversas enfermedades, incluyendo el cáncer. La


estabilidad de los fitofármacos y su baja especificidad, también son aspectos relevantes en su

aplicación clínica. La administración de los fitofármacos puede hacerse de una manera más

eficiente al utilizar la nanotecnología, combinando ambos aspectos en un concepto denominado

fitonanotecnología.

Taxanos. Los taxanos dados en forma secuencial después de quimioterapia de inducción

en pacientes con cáncer de mama operable refractario a antraciclinas resultó en un incremento en

la respuesta clínica y patológica.

Son taxanos:

 Paclitaxel: Estimula el ensamblaje de microtúbulos a partir de los dímeros de tubulina y

estabiliza los microtúbulos impidiendo la despolimerización. Inhibe la formación del huso

mitótico en la división celular, bloqueando el proceso de mitosis.

Marcas comerciales

o ABRAXANE 5 mg/ml Polvo para susp. para perfusión.

o PACLITAXEL ACCORD 6 mg/ml Concent. para sol. Para perfusión.

o PACLITAXEL AUROVITAS 6 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o PACLITAXEL HOSPIRA 6 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o PACLITAXEL KABI 6 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o PACLITAXEL TEVA 6 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o PAZENIR 5 mg/ml Polvo para dispersión para perfusión.

 Docetaxel: Estimula el ensamblaje de tubulina en microtúbulos estables inhibiendo su

polimerización, lo que conduce a un marcado descenso de tubulina libre. In vitro, altera la red
tubular de las células que es esencial para las funciones vitales de la mitosis e interfase

celular.

Marcas comerciales:

o DOCETAXEL ACCORD 20 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL AUROVIT 20 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL AUROVITAS 20 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL HOSPIRA 10 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL KABI 120 mg/6 ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL KABI 160 mg/8 ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL KABI 180 mg/9 ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL KABI 20 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL KABI 80 mg/4 ml Concent. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL TEVA 20 mg/0,5 ml solv 1,28ml Concent. y disolv. para sol.

o DOCETAXEL TEVA 80 mg/2 ml solv 15 mL Concent. y disolv. para sol.

o DOCETAXEL WINTHROP 20 mg/0,5 ml Concent. y disolv. para sol. para perfusión.

o DOCETAXEL WINTHROP 80 mg/2 ml solv 15 mL Concent. y disolv. para sol.

o TAXOTERE 160 mg/8 ml Concent. y disolv. para sol. para perfusión.

o TAXOTERE 20 mg/1 ml Concent. para sol. para perfusión.

o TAXOTERE 80 mg/4 ml Concent. para sol. para perfusión.


 Cabazitaxel: Interrupción de la red microtubular en las células. Cabazitaxel se une a la

tubulina y promueve la unión de la tubulina en los microtúbulos mientras, simultáneamente,

inhibe su desmontaje.

o CABAZITAXEL ACCORD 20 mg/ml Concent. para sol. para perfusión.

o CABAZITAXEL DR. REDDYS 60 mg Concent. y disolv. para sol. para perfusión.

o CABAZITAXEL EVER PHARMA 10 mg/ml Concentrado para sol. para perfusión.

o JEVTANA 60 mg Concent. y disolv. para sol. para perfusión.

o JEVTANA 60 mg Concent. y disolv. para sol. para perfusión.

Alcaloides derivados de la vinca. Medicamento que bloquea la multiplicación celular al

impedir la mitosis (división celular). Los alcaloides de vinca interfieren con los microtúbulos

(estructuras celulares que ayudan a mover los cromosomas durante la mitosis). Se usan para el

tratamiento del cáncer. Un alcaloide de vinca es un tipo de inhibidor mitótico y de

antimicrotúbulo.

Son alcaloides derivados de la vinca:

 Vinblastina: Es un antineoplásico,su efecto citotóxico, puede ser debido a su unión o

cristalización con proteínas microtubulares críticas del huso mitótico, previniendo de esta

forma su propia polimerización y originando detención de la metafase.

Marcas comerciales:

o VINBLASTINA STADA 10 mg/vial Polvo para solución inyectable.

 Vincristina: Alcaloide obtenido de la flor de una planta, la vincapervinca Vinca rosae Linn.

Los alcaloides de la vinca son clásicos venenos del huso, que se unen a los microtúbulos de la
proteína tubulina y bloquean las células durante la metafase debido a que evitan la

polimerización de la formación de los microtúbulos de tubulina y van induciendo la

despolimerización de los microtúbulos formados.

Marcas comerciales:

o VINCRISTINA PFIZER 1 mg/ml Solución inyectable.

 Vindesina: Antineoplásico que causa la detención de células en la metafase de mitosis.

Marcas comerciales:

o ENISON 5 mg Polvo para sol. iny.

 Vinorelbina: Actúa sobre el equilibrio dinámico de la tubulina en el sistema microtubular de

la célula. Bloquea la mitosis en fase G2 -M, causando la muerte celular en la interfase o en la

siguiente mitosis.

Marcas comerciales:

o NAVELBINE 10 mg/ml Concent. para sol. para perfus.

o NAVELBINE 20 mg Cáps. blanda.

o NAVELBINE 30 mg Cáps. blanda.

o VINORELBINA ACCORD Concent. para sol. para perfus.

o VINORELBINA AUROVITAS 10 mg/ml Concent. para sol. para perfus.

o VINORELBINA GLENMARK 20 mg Cáps. blanda.

o VINORELBINA GLENMARK 30 mg Cáps. blanda.

 Vinflunina: Inhibidor y desregulador del huso mitótico. Actividad antitumoral debido a su

capacidad para unirse a la tubulina, componente fundamental de los microtúbulos celulares.


Impide la formación de microtúbulos y favorece la disolución de los ya existentes, deteniendo

la mitosis celular en la metafase, y estimulando la apoptosis.

Marcas comerciales:

o JAVLOR 25 mg/ml Concent. para sol. para perfus.

Epipodofilotoxina. La epipodofilotoxina se extrae de la raíz de mandrágora Podophyllum

peltatum. Es un tipo de inhibidor de la topoisomerasa.

Son epipodoflotoxina:

 Etopósido (VP-16): Se utiliza como tratamiento de cáncer testicular, de vejiga, de

próstata, de pulmón, de estómago y de útero, linfomas de Hodgkin y no Hodgkin, micosis

fungoide, sarcoma de Kaposi, tumor de Wilms, rabdomiosarcoma, sarcoma de Ewing,

neuroblastoma, tumores cerebrales.También se puede administrar en un tratamiento de

dosis elevadas para un trasplante de médula ósea.

Nombres comerciales:

o Toposar®,

o VePesid®,

o Etopophos®

 Mitoxantrona (también actúa como un antibiótico contra el cáncer): Se utiliza como

tratamiento de cáncer de próstata avanzado que no responde al tratamiento hormonal, se

usa en combinación con esteroides, Leucemia mielógena aguda (LMA), Cáncer de mama,

Linfoma no Hodgkin.

Marcas comerciales:
o Novantrone ®

 Tenipósido: Citostático que actúa al final de la fase S o en la G2 del ciclo celular,

impidiendo que las células entren en mitosis. Su mecanismo de acción parece depender de

la inhibición de la topoisomerasa II.

Marcas comerciales:

o VUMON solution for infusion 50 mg/5 ml.

Derivados de camptotecina. Es un fármaco citotóxico que posee propiedades

antiproliferativas sobre varios tipos de tumores malignos, incluyendo el cáncer de

pulmón, cáncer de colon y cáncer de mama.

Son análogos de camptotecina: irinotecán y topotecán.

Los inhibidores de las topoisomerasas (como el irinotecán) son fármacos que interfieren en

la acción de las enzimas topoisomerasas (topoisomerasa I y II). Las enzimas topoisomerasas

controlan la manipulación de la estructura del ADN necesaria para la replicación.

 Inhibidores de la topoisomerasa I:

Irinotecán: El irinotecan se usa solo o en combinación con otros medicamentos para tratar

el cáncer de colon o de recto (cáncer que empieza en el intestino grueso). El irinotecan pertenece

a una clase de medicamentos antineoplásicos llamados inhibidores de la topoisomerasa I. Actúa

al frenar el crecimiento de las células cancerosas.

La presentación del irinotecan es un líquido que un médico o una enfermera inyecta por

vía intravenosa (en una vena) por espacio de 90 minutos. Suele aplicarse no más de una vez a la
semana, conforme a un calendario en el que se alternan una o más semanas de terapia y una o

más semanas de descanso sin medicamento.

Topotecán: Este medicamento se utiliza para tratar el cáncer de ovarios cuando ya han

fallado otros tratamientos. El topotecán también se puede utilizar en ciertos tipos de cáncer de

pulmón (cáncer de pulmón microcítico).

El topotecán se administra por vía de infusión en la vena (intravenosa, IV), la cantidad de

topotecán que recibirá depende de muchos factores, incluso su altura y peso, el estado general de

su salud y sus otros problemas de salud, y el tipo de cáncer o enfermedad que padece.

Inhibidores de la topoisomerasa II: Amsacrina, Etoposida, Fosfato de etoposida,

Teniposida.

ANTICUERPOS MONOCLONALES.

Una forma en que el sistema inmunitario del cuerpo ataca las sustancias extrañas es

mediante la producción de un gran número de anticuerpos. Un anticuerpo es una proteína que se

adhiere a una proteína específica llamada antígeno. Los anticuerpos circulan por todo el cuerpo

hasta que encuentran y se adhieren al antígeno. Una vez unidos, pueden forzar a que otras partes

del sistema inmunitario destruyan a las células que contienen el antígeno.

Los investigadores pueden diseñar anticuerpos que tengan como objetivo específico a un

antígeno en particular, como a alguno que se encuentre en las células cancerosas. Luego, ellos

pueden hacer muchas copias de ese anticuerpo en el laboratorio. Estos se conocen como

anticuerpos monoclonales (mAbs o Moabs).


Los anticuerpos monoclonales se utilizan para tratar muchas enfermedades, incluidos

algunos tipos de cáncer. Para producir un anticuerpo monoclonal, los investigadores primero

tienen que identificar el antígeno adecuado para atacar. Encontrar los antígenos adecuados para

las células cancerosas no siempre es fácil, y hasta ahora los mAbs han demostrado ser más útiles

contra algunos tipos de cáncer que con otros.

¿De qué están hechos los mAbs?.

Los anticuerpos monoclonales son proteínas artificiales que actúan como anticuerpos

humanos en el sistema inmunitario. Hay cuatro maneras diferentes en que se pueden producir y

se nombran en función de lo que están compuestos.

 Murino: estos están hechos de proteínas de ratón y los nombres de los tratamientos

terminan en -omab.

 Quimérico: estas proteínas son una combinación de parte ratón y parte humano y los

nombres de los tratamientos terminan en -ximab.

 Humanizado: estos están hechos de pequeñas partes de proteínas de ratón unidas a

proteínas humanas y los nombres de los tratamientos terminan en -zumab

 Humano: estos están hechos de proteínas totalmente humanas y los nombres de los

tratamientos terminan en -umab.

¿Cómo funcionan los medicamentos con anticuerpos monoclonales?

Los anticuerpos monoclonales están diseñados para funcionar de diferentes maneras. De

hecho, un medicamento específico puede funcionar de más de un modo. Entre los ejemplos, se

incluyen los siguientes:


 Detectar las células cancerosas. Algunas células del sistema inmunitario dependen de

anticuerpos para localizar el blanco de un ataque. Las células cancerosas que están

recubiertas con anticuerpos monoclonales pueden ser más fáciles de detectar y de atacar

para destruirlas.

 Desencadenar la destrucción de las membranas de las células. Algunos anticuerpos

monoclonales pueden causar una respuesta del sistema inmunitario que puede destruir la

pared exterior (membrana) de una célula cancerosa.

 Bloquear el crecimiento celular. Algunos anticuerpos monoclonales bloquean la conexión

entre una célula cancerosa y las proteínas que fomentan el crecimiento celular, una

actividad que es necesaria para el crecimiento y la supervivencia del cáncer.

 Prevenir el crecimiento de vasos sanguíneos. Para que un tumor canceroso crezca y

sobreviva, necesita un suministro de sangre. Algunos medicamentos con anticuerpos

monoclonales bloquean las interacciones entre las proteínas y las células que son

necesarias para la formación de nuevos vasos sanguíneos.

 Bloquear los inhibidores del sistema inmunitario. El cuerpo crea proteínas que controlan

la actividad de las células del sistema inmunitario para evitar que este se vuelva

hiperactivo. Los anticuerpos monoclonales pueden interferir en ese proceso para que las

células del sistema inmunitario puedan realizar su función sin restricciones contra las

células cancerosas.

 Atacar directamente las células cancerosas. Ciertos anticuerpos monoclonales pueden

atacar la célula de forma más directa. Cuando algunos de estos anticuerpos se unen a una

célula, una serie de eventos que se producen dentro de la célula pueden hacer que se

autodestruya.
 Administrar el tratamiento con radiación. Debido a la capacidad de un anticuerpo

monoclonal de conectarse con una célula cancerosa, el anticuerpo puede estar diseñado

como medio de administración de otros tratamientos. Cuando un anticuerpo monoclonal

se une a una pequeña partícula radioactiva, esta trasporta el tratamiento con radiación

directamente a las células cancerosas y puede minimizar el efecto de la radiación en las

células sanas.

 Administrar la quimioterapia. De manera similar, algunos anticuerpos monoclonales se

unen a un medicamento quimioterapéutico para administrar el tratamiento directamente a

las células cancerosas y excluir las células sanas.

 Unirse a las células cancerosas e inmunitarias. Algunos medicamentos combinan dos

anticuerpos monoclonales, uno que se une a una célula cancerosa y otro que se une a una

célula específica del sistema inmunitario. Esta conexión puede fomentar los ataques del

sistema inmunitario a las células cancerosas.

Tipos de mAbs que se usan para tratar el cáncer.

Anticuerpos monoclonales puros.

Los mAbs puros son anticuerpos que no tienen ningún medicamento o material radiactivo unido a

ellos. Actúan por sí solos. Estos son el tipo más común de mAbs utilizados para tratar el cáncer.

La mayoría de los mAbs puros se unen a los antígenos en las células cancerosas, pero algunos

actúan al unirse a antígenos en otras células no cancerosas, o incluso a proteínas de libre

flotación. Los mAbs puros pueden funcionar de diferentes maneras.


Algunos aumentan la respuesta inmunitaria de una persona contra las células cancerosas

uniéndose a ellas y actuando como un marcador para que el sistema inmunitario del cuerpo las

destruya. Un ejemplo es alemtuzumab (Campath®),que se utiliza para tratar a algunos pacientes

con leucemia linfocítica crónica (CLL). El alemtuzumab se une al antígeno CD52 que se

encuentra en las células llamadas linfocitos (que incluyen las células de la leucemia). Una vez

que se adhiere, el anticuerpo atrae a las células inmunitarias para destruir estas células.

Algunos mAbs puros aumentan la respuesta inmune al tener como blanco a los puestos de

control del sistema inmunitario.

Otros mAbs puros funcionan principalmente uniéndose y bloqueando antígenos en células

cancerosas (u otras células cercanas) que ayudan a las células cancerosas a crecer o propagarse.

Por ejemplo, trastuzumab (Herceptin) es un anticuerpo contra la proteína HER2. Las células

cancerosas de mama y estómago a veces tienen grandes cantidades de esta proteína en sus

superficies. Cuando se activa la HER2, esta ayuda a que estas células crezcan. El trastuzumab se

une a estas proteínas y evita que se activen.

Anticuerpos monoclonales conjugados

Los mAbs conjugados se combinan con un medicamento de quimioterapia o una partícula

radiactiva. Estos mAbs se utilizan como un dispositivo de búsqueda para llevar a una de estas

sustancias directamente a las células cancerosas. El mAb circula por todo el cuerpo hasta que

puede encontrar y engancharse al antígeno dirigido. Luego suministra la sustancia tóxica donde

más se necesita. Esto disminuye el daño a las células normales en otras partes del cuerpo.

Anticuerpos radiomarcados: los anticuerpos radiomarcados tienen pequeñas partículas

radiactivas unidas a ellos. El ibritumomab tiuxetan (Zevalin) es un ejemplo de un mAb


radiomarcado. Este es un anticuerpo que actúa contra el antígeno CD20 que se encuentra en

linfocitos llamados células B. El anticuerpo proporciona radiactividad directamente a las células

cancerosas. Está hecho de un medicamento mAb (rituximab) y de una sustancia radiactiva

(Yttrium-90). El tratamiento con este tipo de anticuerpos a veces se conoce como

radioinmunoterapia (RIT). La medicina y la radiación se administran directamente a las células

blanco porque el mAb busca el objetivo, luego la radiación afecta al objetivo y a las células

cercanas hasta cierto punto.

Anticuerpos quimioetiquetados: estos mAbs tienen medicamentos de quimioterapia (u

otros) potentes que se adhieren a ellos. Algunos ejemplos son:

o Brentuximab vedotina (Adcetris), un anticuerpo que tiene como blanco al antígeno

CD30 (encontrado en linfocitos), adherido a un medicamento de quimio llamado

MMAE.

o Ado-trastuzumab emtansina (Kadcyla, también llamado TDM-1), un anticuerpo que

tiene como blanco a la proteína HER2, adherido a un medicamento de quimio llamado

DM1.

Anticuerpos monoclonales biespecíficos

Estos medicamentos están compuestos por partes de dos mAbs diferentes, lo que significa

que pueden adherirse a dos proteínas diferentes al mismo tiempo. Un ejemplo es blinatumomab

(Blincyto) que se utiliza para tratar algunos tipos de leucemia. Una parte del blinatumomab se

adhiere a la proteína CD19 que se encuentra en algunas células de leucemia y linfoma. Otra parte

se une a CD3, una proteína que se encuentra en las células inmunes llamadas células T. Al unirse
a ambas de estas proteínas, este medicamento junta a las células cancerosas y a las células

inmunes, lo que se cree provoca que el sistema inmunitario ataque a las células cancerosas.

¿Cómo se administran los anticuerpos monoclonales?.

Los anticuerpos monoclonales se administran a través de una vena (por vía intravenosa).

La frecuencia del tratamiento con anticuerpos monoclonales depende del tipo de cáncer y del

medicamento que recibas. Algunos medicamentos con anticuerpos monoclonales pueden

utilizarse en combinación con otros tratamientos, como la quimioterapia o la terapia hormonal.

¿Qué tipos de efectos secundarios causan los medicamentos de anticuerpos

monoclonales?.

Efectos secundarios comunes.

En general, los efectos secundarios más comunes provocados por los medicamentos con

anticuerpos monoclonales incluyen los siguientes:

 Reacciones alérgicas, como urticaria o comezón

 Signos y síntomas similares a los de la gripe, incluidos escalofríos, fatiga, fiebre y dolores

musculares

 Náuseas y vómitos

 Diarrea

 Sarpullidos

 Presión arterial baja

Efectos secundarios graves.


Los efectos secundarios graves, aunque poco frecuentes, del tratamiento con anticuerpos

monoclonales pueden incluir los siguientes:

 Reacciones a la infusión. Pueden producirse reacciones graves similares a las de una

alergia y, en muy raras ocasiones, provocar la muerte. Es posible que recibas un

medicamento para evitar una reacción alérgica antes de comenzar el tratamiento con

anticuerpos monoclonales. Las reacciones a la infusión suelen producirse mientras se

administra el tratamiento o poco después, por lo que el equipo de atención médica te

controlará atentamente para detectar una reacción. Quizás debas permanecer en el centro

de tratamiento durante unas horas para realizar un control.

 Problemas cardíacos. Ciertos anticuerpos monoclonales aumentan el riesgo de presentar

presión arterial alta, insuficiencia cardíaca congestiva y ataques cardíacos.

 Problemas pulmonares. Algunos anticuerpos monoclonales se asocian con un mayor

riesgo de sufrir una enfermedad pulmonar inflamatoria.

 Problemas de la piel. Las llagas y sarpullidos en la piel pueden provocar infecciones

graves en algunos casos. Además, pueden producirse llagas graves en el tejido que

recubre las mejillas y las encías (mucosa).

 Sangrado. Algunos medicamentos con anticuerpos monoclonales implican un riesgo de

sufrir sangrado interno.

CADENA DE FRIO

La cadena de frío es el conjunto de eslabones de tipo logístico que garantizan una

temperatura entre + 2 y + 8°C durante los procesos de almacenamiento, manejo, transporte y

distribución de los medicamentos. En caso contrario, se pueden modificar las propiedades de los
medicamentos en grado variable según la temperatura alcanzada y el tiempo de permanencia a

dicha temperatura.

En la práctica diaria se pueden producir situaciones inesperadas (fallo eléctrico, avería de

las cámaras frigoríficas, transporte inadecuado o error en las condiciones de conservación, etc.)

que rompen la cadena del frío. Estas incidencias pueden afectar a unas pocas unidades de un

medicamento en una planta de hospitalización, o abarcar envases clínicos completos por avería

de un frigorífico.

Las consecuencias potenciales sobre el paciente, de la administración de un medicamento

cuyas condiciones de conservación no han sido las adecuadas, puede ser muy variables. Algunos

medicamentos se ven afectados por la rotura puntual y limitada de la cadena de frío, en otros

casos puede presentarse desde una ligera pérdida de eficacia sin relevancia clínica a una pérdida

total de actividad, o incluso toxicidad.


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https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/cancer/in-depth/monoclonal-antibody/art-

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