Creencia en Dios
Creencia en Dios
Creencia en Dios
اﻻﻋﺘﻘﺎد ﻓ اﷲ
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مﻮﻗﻊ دﻳﻦ اﻹﺳﻼم
2013 - 1434
Introducción
En el corazón del Islam yace la creencia en Dios.
El Centro del Credo Islámico es dar fe de la frase, La ilaha íl-la
Allah, “No existe verdadera deidad que merezca veneración aparte
de Dios.” Esta creencia, llamada tauhîd, es el eje sobre el cual gira
el Islam. Además, es el primero de los dos testimonios por el cual
una persona se convierte en musulmana. Esforzarse por conseguir
la certeza en la unicidad, o tauhîd;es el eje de la vida del
musulmán.
Para muchos no-musulmanes, el término Allah, nombre para
Dios en árabe, se refiere a una extraña y distante deidad adorada
por los árabes. Algunos hasta piensan que es un “dios pagano de
la luna”. Sin embargo, en árabe, la palabra Allah significa
simplemente “la Divinidad”, el Único y Verdadero Dios. Incluso
los judíos y cristianos que hablan en árabe se refieren al Ser
Supremo como Allah.
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Encontrando a Dios
Filósofos de Occidente, místicos del este así como también
científicos de la actualidad, intentan llegar a Dios a su manera.
Los místicos hablan de un Dios que se encuentra a través de las
experiencias espirituales, un Dios, que forma parte del mundo y
reside dentro de Su creación. Los Filósofos buscan a Dios a través
de la razón, y a menudo hablan de Dios como un distante
admirador que no muestra interés en Su creación. Un grupo de
filósofos enseñan agnosticismo, ideología que sostiene que uno no
debe afirmar ni rechazar la existencia de Dios. En definitiva, un
agnóstico afirma que debe poder percibir a Dios directamente para
tener fe en él. Dios ha dicho:
“Y dicen los que no saben: ¿Por qué no nos habla Allah o nos
da una señal? Así dijeron quienes les precedieron; sus corazones
se semejan.” (Corán 2:118)
El argumento no es nada nuevo; las personas en el pasado y el
presente han objetado lo mismo.
De acuerdo al Islam, la forma correcta de encontrar a Dios es a
través de las enseñanzas de los Profetas. El Islam sostiene que los
Profetas fueron enviados por Dios mismo a lo largo de los años
para guiar a los seres humanos hacia Él. Dios dice en el Sagrado
Corán que el camino correcto para alcanzar la fe es observar Sus
signos, que apuntan hacia él.
“Hemos evidenciado los signos para quienes creen con
certeza.” (Corán 2:118)
A menudo, se menciona el trabajo de Dios en el Corán como
fuente de revelación divina. Cualquiera que observe la naturaleza
y todas sus maravillas con los ojos y el corazón abiertos verá los
inconfundibles signos del Creador.
“Dice: Ve por el mundo y contempla como Él ha creado al
hombre en primera instancia: y de este modo, también, Dios te
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brindara tu segunda vida – ya que verdaderamente, Dios tiene el
poder de hacer lo que desee.” (Corán 30:20)
El trabajo de Dios esta también presente en lo individual:
“Por cierto que en la Tierra hay signos para quienes creen con
certeza. Y también en vosotros mismos. ¿Acaso no reflexionáis?”
(Corán 51:20-21)
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(I) Creencia en la Existencia de Dios
La existencia de Dios no requiere prueba alguna ni argumento
científico, matemático o filosófico. Su existencia no es un
‘descubrimiento’ a realizarse por medios científicos o un teorema
matemático para ser probado. Simplemente, el sentido común da
fe de la Existencia de Dios. Al ver un barco uno sabe que tiene un
constructor, y de la misma manera al ver el cosmos se puede intuir
que tiene un Creador. La existencia de Dios también se
comprende a través de Su respuesta a las plegarias, milagros
concedidos a los profetas y las enseñanzas morales en todas las
escrituras reveladas.
En el Islam, el ser humano no es visto como una criatura
pecadora a quien el mensaje del cielo ha sido enviado para
purificarlo del pecado original, sino como un ser puro en su
naturaleza primordial (al-fitrah), una impronta en su alma que
yace profundamente bajo capas de negligencia. Los humanos no
nacen pecadores, sino débiles y olvidadizos como Dios ha dicho:
“¿No soy yo tu Señor? Ellos dijeron: ‘Sí, damos fe.’” (Corán
7:172)
En este versículo, “ellos” se refiere a todos los seres humanos,
hombres y mujeres. El ‘Sí’ confirma nuestra afirmación de la
unicidad de Dios en un estado precósmico. La doctrina islámica
sostiene que los hombres y las mujeres aún cargamos con el eco de
este ‘Sí’ en lo profundo de nuestras almas. El llamado del Islam
está dirigido a esta naturaleza primordial, que dice ‘Sí’ desde
antes que habitara la Tierra. El conocimiento de que el universo
posee un creador es algo instintivo en el Islam y por lo tanto, no
requiere prueba alguna. Científicos como Andrew Newberg y
Eugene D’Aquili, de la Universidad de Pensilvania y pioneros en
su investigación neurológica de la religión, dicen “Estamos
sujetados por Dios.” 1
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poder de Dios está presente a cada momento, sustentando a todas
las criaturas. La creación no tiene otro Amo más que Él.
“Pregúntales: ¿Quién os sustenta con las gracias del cielo y de
la tierra? ¿Quién os agració con el oído y la vista? ¿Quién hace
surgir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo? ¿Quién tiene
bajo su poder todas las cosas? Responderán: ¡Allah! Di: ¿Acaso
no Le vais a respetar?” (Corán 10:31)
Él es el Eterno Rey y Salvador, el Amado Dios, pleno de
sabiduría. Nadie tiene el poder de cambiar Sus decisiones.
Ángeles, profetas, seres humanos, y los reinos mineral, animal y
vegetal están bajo Su control.
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“Escucha, Israel: Yavé, nuestro Dios, es un Dios único.”
(Deuteronomio 6:4)
Jesús repitió el mismo mensaje 1500 años mas tarde cuando
dijo:
“Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha,
Israel: El Señor, nuestro Dios, es un único Señor.’” (Marcos 12:29)
Y recordó a Satanás:
“Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor
tu Dios, y a Él solo servirás.” (Mateo 4:10)
Finalmente, la llamada de Muhámmad 600 años después de
Jesús, en las colinas de Meca:
“Vuestra divinidad es Única, no hay otra salvo Él, Clemente,
Misericordioso.” (Corán 2:163)
Todos los profetas declararon claramente:
“¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe
otra divinidad salvo Él.” (Corán 7:59, 65, 73, 85; 11:50, 61, 84;
23:23)
¿Qué es la adoración?
La adoración en el Islam consiste en cada acto, creencia,
declaración o sentimiento del corazón que Dios aprueba y ama;
todo lo que acerque a la persona hacia su Creador. Incluye la
adoración ‘externa’ como los rituales de las oraciones diarias, el
ayuno, la caridad y la peregrinación, así como también la
adoración ‘interna’ como la fe en sus seis pilares, la reverencia, el
amor, la gratitud y la confianza. Dios debe ser adorado en cuerpo,
mente y alma, y esta adoración queda incompleta a no ser que se
haga con cuatro elementos: temor reverencial a Dios, amor divino
y adoración, esperanza en la recompensa divina y humildad.
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Uno de los más grandes actos de adoración es la plegaria,
invocar a Dios. El Islam especifica que la plegaria debe ser
dirigida sólo a Dios. Quien tiene control total del destino de cada
hombre y puede satisfacer sus necesidades y remover sus
aflicciones. Dios, según el Islam, se reserva el derecho a la
plegaria para Sí mismo:
“No invocaré en vez de Allah a lo que no puede beneficiarme
ni perjudicarme, porque de hacerlo me contaría entre los inicuos.”
(Corán 10:106)
Darle a otros - profetas, ángeles, Jesús, Maria, ídolos o la
naturaleza- una porción de nuestra adoración que debe ser
esencialmente destinada a Dios, como una plegaria, se llama
Shirk: idolatría, y es el pecado más grande de todos. El Shirk es el
único pecado que Dios no perdona de quien no se arrepiente,
porque niega esencialmente el propósito de la creación.
(IV) Dios es conocido por Sus Nombres más hermosos
y Sublimes Atributos
Dios es conocido en el Islam por sus hermosos Nombres y
sublimes Atributos como aparecen en los textos revelados, sin la
deformación o negación de sus obvios significados, ni pensando en
ellos como en términos humanos.
“A Allah pertenecen los Nombres más sublimes, invocadle
pues con ellos.” (Corán 7:180)
Por lo tanto, es inapropiado utilizar los nombres: Primera
Causa, Autor, Sustancia, Ego Puro, Absoluto, Idea Pura, Concepto
Lógico, Desconocido, Inconsciente, Ego o Gran Hombre para
describir a Dios. Simplemente no es como Él se ha descrito a Sí
mismo. En cambio, los nombres de Dios indican Su
majestuosidad, belleza y perfección. Dios no olvida, no duerme,
ni se cansa. Él no es injusto, no tiene hijo, madre, padre, hermano,
socio, o ayudante. No engendró ni fue engendrado. No necesita a
nadie ya que es perfecto. No se convierte en humano para
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‘entender’ nuestro sufrimiento. Dios es el Todopoderoso (al-
Qawi), El Único (al-Áhad), El que acepta el arrepentimiento (al-
Tawwaab), El Compasivo (al-Rahim), El Viviente (al-Hai), El
Sustentador del universo (al-Qayyum), El que todo lo sabe (al-
‘Alim), El que todo oye (al-Sami’), El que todo ve (al-Basir), El
Perdonador (al-‘Afuw), El que ayuda (al-Nasir), El que sana a los
enfermos (al-Shaafi).
Los dos nombres mas frecuentemente invocados son “El
Compasivo” y “El Misericordioso”. Todos menos uno de los
capítulos de las escrituras coránicas comienzan con la frase, “En
el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso”. Esta frase
es utilizada por los musulmanes más que el nombre del Padre, del
Hijo, y del Espíritu Santo en las invocaciones cristianas. Los
musulmanes comienzan con el Nombre de Dios y se recuerdan a sí
mismos sobre la compasión y misericordia de Dios cada vez que
comen, beben, escriben una carta o realizan cualquier acción
importante.
El perdón es una importante dimensión en la relación humana
con Dios. Los seres humanos son débiles y propensos a pecar,
pero Dios con Su sensible Compasión, perdona. El Profeta
Muhámmad dijo:
“La Compasión de Dios es mayor que Su ira.” (Sahih Al-
Bujari)
Junto a los nombres divinos “El Compasivo” y “El
Misericordioso,” los nombres “El Perdonador” (al-Ghafur), “El
siempre misericordioso” (al-Ghaf-faar), “El que acepta el
arrepentimiento” (at-Tawwaab) y “El Perdonador” (al-Afuw) están
entre los mas utilizados en las plegarias musulmanas.
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