ESTREÑIMIENTO

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ESTREÑIMIENTO

O CONSTIPACIÓN CIE-10-K59.0 Dificultad para evacuar en un período de tiempo,


frecuencia menor a tres veces por semana, con duración prolongada y fatigante,
frecuentemente acompañadas de la sensación de evacuación incompleta.

El estreñimiento es responsable de hasta el 5% de las consultas pediátricas ambulatorias.


Se define como retraso o dificultad en la defecación.

La frecuencia y la consistencia de las heces normales varían con la edad de los niños, y la
dieta; también hay una variación considerable de niño a niño.

La mayoría (90%) de los neonatos normales evacuan meconio en las primeras 24 h de


vida. Durante la primera semana de vida, los lactantes evacuan un promedio de 4-8
deposiciones al día; los lactantes amamantados suelen tener más deposiciones que
aquellos alimentados con fórmula. Durante los primeros meses de vida, los lactantes
alimentados con leche materna evacuan una media de 3 deposiciones al día, frente a
alrededor de 2 deposiciones al día para los lactantes alimentados con fórmula. Para la
edad de 2 años, el número de evacuaciones ha disminuido ligeramente hasta < 2/día.
Después de los 4 años de edad, es un poco > 1/día.
En general, los signos de esfuerzo (p. ej., el esfuerzo) en un niño pequeño no significan
estreñimiento. Los lactantes desarrollan solo gradualmente los músculos que ayudan a la
evacuación.

Etiología

En los niños, el estreñimiento se divide en 2 tipos principales:


● Orgánico (5%)

● Funcional (95%)

Orgánico
Las causas orgánicas del estreñimiento implican trastornos estructurales, neurológicos,
tóxico/metabólicos o intestinales específicos. Son raros pero importantes de reconocer

La causa orgánica más frecuente es:

● Enfermedad de Hirschsprung
● Otras causas orgánicas que pueden manifestarse en el período neonatal o más
adelante son
● Malformaciones anorrectales
● Fibrosis quística
● Trastornos metabólicos (p. ej., hipotiroidismo, hipercalcemia, hiperpotasemia)
● Anormalidades de la médula espinal
Funcional
El estreñimiento funcional consiste en la dificultad para eliminar heces por razones
distintas de las causas orgánicas.

Los niños son propensos a desarrollar estreñimiento funcional durante 3 períodos:


● Después de la introducción de cereales y alimentos sólidos
● Durante el entrenamiento higiénico
● Durante el comienzo de la escuela

Cada uno de estos hitos tiene el potencial de convertir la defecación en una experiencia
desagradable.

Los síntomas de estreñimiento en los niños pueden incluir los siguientes:


● Menos de dos evacuaciones de heces por semana
● Heces que son duras, secas o grumosas
● Heces que son difíciles o dolorosas de evacuar
● Decir que siente que no ha podido evacuar todas las heces
● Cambiar de posición para evitar o retrasar la evacuación de heces, incluyendo
● Pararse de puntillas y luego balancearse sobre los talones
● Apretar las nalgas
● Moverse de manera inusual, como si estuviera bailando
● Hinchazón o distención abdominal
● orinarse durante el día o la noche
● Heces en la ropa interior que parecen diarrea
● Si un niño evita o retrasa la evacuación de heces, puede desarrollar una
impactación (retención) fecal.

Los niños pueden retrasar la defecación porque las heces son duras y difíciles de evacuar
o porque no desean interrumpir el juego. Para evitar la evacuación, los niños pueden
tensar los músculos del esfínter externo, lo que empuja las heces a un nivel más alto de
ampolla rectal. Si esta conducta se repite, el recto se distiende para alojar las heces
retenidas. Entonces, disminuye el estímulo defecatorio y las heces se hacen más duras, lo
que genera un círculo vicioso de defecación dolorosa y agravamiento del estreñimiento.
En ocasiones, se expulsan heces blandas alrededor de la heces impactadas, lo que
causa incontinencia fecal (encopresis).

En niños mayores, las dietas pobres en fibras y ricas en lácteos pueden determinar heces
duras que causan molestias en la evacuación y pueden provocar fisuras anales. Las
fisuras anales causan dolor con la evacuación de heces, lo que lleva a un círculo vicioso
similar de movimientos intestinales retrasados, lo que resulta en heces más duras cuya
evacuación es más dolorosa.

El estrés, el deseo de control y el abuso sexual también son algunas de las causas


funcionales de retención de heces y estreñimiento consiguiente.
Causas
La constipación ocurre muchas veces cuando los desechos o las heces se mueven muy
lentamente a través del tubo digestivo, y de esta forma se endurecen y se secan.
Entre los factores que pueden contribuir a la constipación se incluyen los siguientes:

Retención. Tu hijo puede ignorar la necesidad de ir al baño a defecar porque tiene miedo
o porque no quiere interrumpir algún juego. Algunos niños retienen cuando están lejos de
su casa porque se sienten incómodos al usar baños públicos.
La evacuación intestinal dolorosa causada por heces largas y duras también puede
producir retención. Si tu hijo siente dolor al defecar, es posible que quiera evitar esta
experiencia que le provoca tanta angustia.

Problemas para aprender a ir al baño. Si empiezas a enseñarle a tu hijo a ir al baño


muy tempranamente, puede no querer hacerlo y contener las heces. Si este proceso de
enseñanza se transforma en una guerra, la decisión voluntaria de ignorar las ganas de
defecar puede convertirse rápidamente en un hábito involuntario difícil de cambiar.

Cambios en la alimentación. Una alimentación con poca cantidad de vegetales y frutas


ricos en fibra o agua puede causar constipación. Uno de los momentos más habituales en
el que los niños se constipan es cuando cambian de una alimentación con líquidos a una
que incluya sólidos.

Cambios en la rutina. Cualquier cambio en la rutina de tu hijo —como un viaje, el clima


caluroso o el estrés— puede afectar la función intestinal. Los niños también son más
propensos a sufrir constipación cuando empiezan a ir a la escuela fuera de casa.

Medicamentos. Algunos antidepresivos y otros medicamentos pueden contribuir a la


constipación.

Alergia a la leche de vaca. La alergia a la leche de vaca o el consumo excesivo de


lácteos (queso y leche de vaca) a veces causan constipación.

Antecedentes familiares. Los chicos que tienen familiares que han sufrido constipación
son más propensos a tenerla. Esto puede darse por compartir factores genéticos o
ambientales.

Enfermedades. No es frecuente que la constipación en niños indique una malformación


anatómica, un problema en el sistema metabólico o digestivo, u otra enfermedad no
diagnosticada.

Factores de riesgo
● El estreñimiento en los niños es más probable que afecte a los niños que:
● Son sedentarios
● No coman suficiente fibra
● No beban suficientes líquidos
● Tomen ciertos medicamentos, incluidos algunos antidepresivos
● Tengan una afección médica que afecte el ano o el recto
● Tengan un trastorno neurológico
Complicaciones
A pesar de que la constipación en los niños puede ser incómoda, por lo general no es
grave. Sin embargo, si la constipación se vuelve crónica, pueden ocurrir complicaciones,
como las siguientes:
● Roturas dolorosas en la piel que recubre el ano (fisuras anales)
● Prolapso rectal (cuando el recto sale afuera del ano)
● Retención de heces
● Evitar defecar debido al dolor, lo que provoca que las heces retenidas se
acumulen en el colon y el recto, y se filtren (encopresis)

Prevención
Para ayudar a prevenir el estreñimiento en los niños, implementa lo siguiente:

Ofrécele a tu hijo alimentos ricos en fibra. Una dieta rica en fibra puede ayudar al
cuerpo de tu hijo a formar heces blandas y voluminosas. Sirve a tu hijo más alimentos
ricos en fibra, como frutas, verduras, frijoles y cereales y panes integrales. Si tu hijo no
está acostumbrado a una dieta alta en fibra, comienza agregando solo varios gramos de
fibra al día para prevenir la flatulencia y la hinchazón.
El consumo recomendado de fibra dietética es de 14 gramos por cada 1000 calorías en la
dieta de tu hijo.
Para los niños más pequeños, esto se traduce en una ingesta de unos 20 gramos de fibra
dietética al día. Para las adolescentes y las mujeres jóvenes, son 29 gramos al día. Y para
los adolescentes y los hombres jóvenes, son 38 gramos al día.

Anima a tu hijo a beber mucho líquido. El agua es a menudo lo mejor.

Fomenta la actividad física. La actividad física regular ayuda a estimular la función


intestinal normal.

Crea una rutina para el baño. Dedica regularmente tiempo después de las comidas para
que tu hijo pueda ir al baño. Si es necesario, proporciona un taburete para que tu hijo esté
cómodo sentado en el inodoro y tenga suficiente fuerza para ir de cuerpo.

Recuérdale a tu hijo que preste atención a la llamada de la naturaleza. Algunos niños


se ven tan envueltos en el juego que ignoran la necesidad de evacuar los intestinos. Si
tales retrasos ocurren con frecuencia, pueden contribuir al estreñimiento.

Sé comprensivo. Recompensa los esfuerzos de tu hijo, no los resultados. Da a los niños


pequeñas recompensas por tratar de evacuar los intestinos. Las posibles recompensas
incluyen calcomanías o un libro o juego especial que solo está disponible después (o
posiblemente durante) la hora de ir al baño. Y no castigues a un niño que haya ensuciado
su ropa interior.

Revisa los medicamentos. Si tu hijo está tomando un medicamento que cause


estreñimiento, pregúntale al médico acerca de otras opciones.

Evaluación
La evaluación debe enfocarse en diferenciar el estreñimiento funcional del de etiología
orgánica.
Anamnesis
En los recién nacidos, los antecedentes de la enfermedad actual deben determinar si se
eliminó meconio y, de ser así, cuándo. En lactantes mayores y niños, la anamnesis debe
registrar el comienzo y la duración del estreñimiento, la frecuencia y consistencia de las
heces, y la cronología de los síntomas: si comenzaron después de un evento específico,
como la introducción de ciertos alimentos o de un factor de estrés capaz de inducir
retención de materia fecal (p. ej., comienzo del entrenamiento en control de esfínteres).
Los síntomas asociados importantes son ensuciamiento (incontinencia fecal), molestias
durante la defecación y sangre sobre la materia fecal o dentro de ésta. Debe indagarse la
composición de la dieta, en especial la cantidad de líquidos y fibra.
La revisión por aparatos y sistemas debe interrogar acerca de síntomas sugestivos de una
causa orgánica, como succión débil de aparición reciente, hipotonía, ingestión de miel
antes de los 12 meses de edad (botulismo del lactante); intolerancia al frío, piel seca,
cansancio, hipotonía, hiperbilirrubinemia neonatal prolongada, polaquiuria y sed excesiva
(endocrinopatías); alteración de la marcha, dolor o debilidad en miembros inferiores e
incontinencia urinaria (defectos de la médula espinal); sudoración nocturna, fiebre y
pérdida de peso (cáncer); y vómitos, dolor abdominal, crecimiento deficiente y diarrea
intermitente (trastornos intestinales).

Los antecedentes personales deben buscar trastornos diagnosticados que pueden causar


estreñimiento, como fibrosis quística y enfermedad celíaca. Debe registrarse la exposición
a fármacos que provocan estreñimiento o a polvo de pinturas con plomo. Los médicos
deben interrogar acerca de retraso en la eliminación de meconio dentro de las primeras
24-48 h de vida, así como sobre episodios previos de estreñimiento y antecedentes
familiares de estreñimiento.

Tratamiento
● Deben tratarse las causas orgánicas específicas del estreñimiento.
● Lo ideal es tratar inicialmente el estreñimiento funcional con cambios dietéticos
modificación de la conducta
● Los cambios dietéticos consisten en añadir jugo de ciruela a la fórmula para
lactantes, aumentar el consumo de frutas, verduras y otras fuentes de fibras para
lactantes mayores y niños, incrementar la ingesta de agua y reducir la cantidad de
alimentos que provocan estreñimiento (p. ej., leche, queso).
● La modificación de la conducta en niños mayores implica alentar la evacuación
regular después de las comidas si controlan esfínteres y suministrar un gráfico de
refuerzo y aliento para ellos. En los niños que están siendo entrenados para
controlar los esfínteres, a veces vale la pena suspender transitoriamente el
entrenamiento hasta que se haya superado la preocupación por el estreñimiento.
● El estreñimiento resistente se trata eliminando el bolo fecal existente y
manteniendo una rutina regular de dieta y evacuación. La eliminación de las heces
duras se puede realizar con agentes orales o rectales. Los agentes orales
requieren el consumo de grandes volúmenes de líquido. Los agentes rectales
pueden resultar invasivos y ser difíciles de administrar. Ambos métodos pueden
ser efectuados por los padres bajo supervisión médica; sin embargo, a veces se
requiere internación si el tratamiento ambulatorio no es eficaz. Por lo general, los
lactantes no requieren medidas extremas, pero si se requiere una intervención, un
supositorio de glicerina suele ser adecuado. Para mantener un régimen intestinal
saludable, algunos niños pueden requerir suplementos de fibra dietética de venta
libre. Estos suplementos exigen consumir de 960 a 1.920 mL (32 a 64 oz) de agua
por día para ser eficaces

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