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Historia 6

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UNIVESIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO ORIENTAL.

PRESENTADO POR:

HECTOR LUIS DIAZ MEDINA.

MATRICULA:

2016-1890.

ASIGNATURA:

HISTORIA DE LAS IDEAS POLITICAS II.

PROFESOR:

RAFAEL AUGUSTO GUZMÁN MARÍA.


El Pensamiento Político De la Actualidad II.

En el panel se unieron el conocimiento y la experiencia de destacadas figuras expertas


en el tema. Estuvieron el doctor en Geografía, Dr. Carlos Severino; el dirigente y
organizador comunitario, profesor Justo Méndez; el artista y autor, Modesto Lacén; y la
alcaldesa de Loíza, Julia Nazario.

“Esto es un tema que me ha tocado muy de cerca como alcaldesa de Loíza. Cuando
llegamos a la alcaldía, nuestra primera meta fue despertar en el loizeño ese sentido de lo
orgulloso que tenían que sentirse de todo lo que significa Loíza, su historia y su
tradición. No es lamentarnos de que nos discriminen, es qué hacer para
evitarlo. Levantamos, en gran medida, ese orgullo de todos y la decisión de no permitir
más maltrato para nuestro pueblo. Hemos fomentado el pensamiento de que sí está mal
que nos marginen por ser un pueblo esencialmente negro, que tenemos nuestras raíces
y nuestros talentos. Nuestra juventud loizeña está haciendo lo que tiene que hacer para
posicionarse como un pueblo con una gran historia y que podemos aportar mucho para
Puerto Rico y para el mundo”, expresó la alcaldesa, Julia Nazario.

El reconocido actor Modesto Lacén, quien también es de Loíza, contó su experiencia en


el campo real. “Yo soy actor de profesión y llevo 30 años de carrera con experiencia en
tv, cine y teatro. Como actor, yo empecé con un sueño de hacer cine, de ser parte de esa
historia hermosa de nuestra Isla, pero me di cuenta que represento a un país, no solo a
Loíza, si no a los afrolatinos y afro descendientes. Siento que en las artes se está
abriendo un poco la brecha, pero es importante que esas historias de las personas negras,
no se suscriban a la historia. Hay muchas maneras de combatir el racismo. Siento que
en el diario vivir hay mucho que podemos hacer, como evitar los chistes racistas;
cuando una persona negra dice que es víctima de racismo, hay que creerle y hay que
escucharlo porque hay mucha desinformación. Debemos tomar acción.

Por su parte, el dirigente y organizador comunitario, profesor Justo Méndez señaló “En
Puerto Rico se viven niveles demasiado altos de desigualdad y exclusión. Así se nos
clasifica en las estadísticas internacionales. Aunque no lo queramos reconocer en el
país. Como motivos de exclusión se encuentran la pobreza, el género, la raza, el origen
nacional, las ideas políticas, entre otros. Cuando se es parte de más de un condicionante
de exclusión, la vida de la persona o grupo comienza con menos posibilidades de
bienestar. Necesitamos un diálogo franco y abierto que nos permita reconocer el
problema, aceptar que es nuestra realidad, que la necesitamos y podemos cambiar, y
trazar las rutas de cambio. Este diálogo necesitará ser liderado por representantes de
cada uno de los grupos excluidos.”

Mientras, el doctor en Geografía, Dr. Carlos Severino ofreció la perspectiva


académica. “El racismo permanece todavía bastante rezagado. Ni siguiera conocemos
el tema, hay cierta resistencia, hay muy poca educación y todavía hay personas a
quienes les cuesta decir que una persona es negra o negro y eso es parte del
problema. Simplemente, no hay nada malo, es lo correcto. Igualmente, las
organizaciones antirracistas han tenido mucha fragilidad y un alcance escaso para crear
organizaciones más fuertes y permanentes, más allá de los que existen. Todavía la
ausencia de muchas personas negras en el anclaje sociopolítico, sus niveles de apoyo
son bastante limitados en actos de injusticia”, resaltó.

El terrorismo es el uso sistemático del terror, utilizado por una amplia gama de
organizaciones, grupos o individuos en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos
políticos de todas las ideologías, así como también
por corporaciones, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservado
res y gobiernos en el poder.1

El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del terrorismo de
Estado por el hecho de que en este último caso sus autores pertenecen a entidades
gubernamentales. Se distingue también de los actos de guerra y de los crímenes de
guerra en que se produce en ausencia de guerra.2 La presencia de actores no estatales en
conflictos armados ha creado controversia con respecto a la aplicación de las leyes de
guerra.

La palabra «terrorismo» tiene fuertes connotaciones políticas y posee elevada carga


emocional y esto dificulta consensuar una definición precisa.3

Es común el uso de la palabra por parte de gobiernos para acusar a sus opositores.45
También es común que las organizaciones e individuos que lo practican rechacen el
término por injusto o impreciso.6 Tanto los unos como los otros suelen mezclar el
concepto con la legitimidad o ilegitimidad de los motivos propios o de su antagonista. A
nivel académico, se opta por atender exclusivamente a la naturaleza de los incidentes sin
especular sobre los motivos ni juzgar a los autores.

Algunos medios de comunicación como la británica BBC, que desean enfatizar su


imparcialidad, sugieren en sus guías de estilo evitar el término terrorista y terrorismo.78

El terrorismo, como acto realizado por los ciudadanos o los súbditos, encuentra sus
antecedentes en las doctrinas del tiranicidio y el derecho a la resistencia, de antiguos
orígenes (p. ej. sic Semper tyrannis), pero que se consolidaron como tales en la Edad
Moderna, como respuesta de los particulares a los abusos de poder del Estado.

El derecho al tiranicidio, es decir, el que se le reconoce a cualquier persona para matar a


un gobernante tirano, proviene de la Antigua Grecia, aunque su desarrollo como teoría
comienza en la escolástica medieval europea con los aportes de Tomás de
Aquino (1225-1274) en un contexto determinado pero solo en esos casos que ocurrían
en la edad media, y en determinados casos en la Edad Moderna con las reflexiones
de Juan de Mariana (1536-1623) afirmando que el rey también debe cumplir ley moral y
del estado y no ser un tirano. El «derecho al tiranicidio» es considerado también uno de
los precedentes intelectuales de las revoluciones burguesas, al justificar moralmente la
desobediencia contra un poder opresivo y promover incluso el asesinato del rey.

La manida frase de que la Constitución es un pedazo de papel no es obra de Joaquín


Balaguer; la pronunció el rey prusiano Federico Guillermo III cuando rechazó
establecer una monarquía constitucional porque, según sus palabras, no podía permitir
que un pedazo de papel se interpusiera entre él y su pueblo.

Joaquín Balaguer fue presidente de la República Dominicana durante 22 años de manera


no consecutiva (1966-1978 y 1986-1996), solamente Rafael L. Trujillo (1930-1961)
estuvo más tiempo en el poder que él. La tesis de este trabajo se centra en la forma en
que Balaguer se convirtió en el ideólogo del pensamiento conservador dominicano y en
el político más influente de la segunda mitad del siglo XX en este país. El nacionalismo,
el autoritarismo, el cosmopolitismo son algunos de los aspectos más relevantes tratados
en este trabajo que, al final, permiten identificar las ideas centrales del pensamiento de
Balaguer. Palabras claves: República Dominicana, siglo XX, conservadurismo, Historia
de las ideas, Joaquín Balaguer, Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Trujillo.

Hablar del pensamiento de Balaguer es una tarea difícil. Siempre resulta más fácil
analizar los hechos políticos que caracterizaron la vida pública del caudillo conservador,
pero resulta que en esta ocasión tengo el reto de discutir sus ideas. Hay una compleja
relación entre el proceder de Balaguer como político, que viene siendo el hecho
particular que define su lugar en la historia, y su pensamiento como hombre de ideas e
ideólogo en el sentido clásico del término. Trataré de dialogar con este último, pero para
ello inevitablemente debo valerme de lo que nos indican las acciones del primero.
Tengo la convicción de que Balaguer fue el político más importante de la segunda mitad
del siglo XX en la República Dominicana, no por el hecho de haber permanecido al
frente del Estado veintidós largos años, pues otros han sido más longevos en el control
del poder, como son los casos de Ulises Heureaux en el siglo XIX

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