Unidad I
Unidad I
Unidad I
INFORMACIÓN
Según Idalberto Chiavenato, información "es un conjunto de datos con un significado, o
sea, que reduce la incertidumbre o que aumenta el conocimiento de algo. En verdad, la
información es un mensaje con significado en un determinado contexto, disponible para
uso inmediato y que proporciona orientación a las acciones por el hecho de reducir el
margen de incertidumbre con respecto a nuestras decisiones".
Para Ferrell y Hirt, la información "comprende los datos y conocimientos que se usan en la
toma de decisiones".
Alvin y Heidi Toffler, en su libro «La Revolución de la Riqueza» nos brindan la siguiente
diferencia (muy entendible) entre lo que son los datos y lo que es información: "Los datos
suelen ser descritos como elementos discretos, huérfanos de contexto: por ejemplo, «300
acciones». Cuando los datos son contextualizados, se convierten en información: por
ejemplo, «tenemos 300 acciones de la empresa farmacéutica X»".
"La información es un conjunto de datos acerca de algún suceso, hecho o fenómeno, que
organizados en un contexto determinado tienen su significado, cuyo propósito puede ser el de
reducir la incertidumbre o incrementar el conocimiento acerca de algo".
COMUNICACIÓN
Una de las más importantes funciones sociales del ser humano se desarrolla a través de la
comunicación, que permite un intercambio de información entre las personas y ofrece a estas la
posibilidad de compartir con sus semejantes todo tipo de inquietudes, deseos, frustraciones y
vivencias. Sin embargo, no podemos afirmar que la comunicación sea una actividad
exclusivamente humana, ya que los procesos que la sustentan se dan también entre los animales;
los maullidos de un gato ante la presencia de la comida que se le va a administrar son una
expresión manifiesta de que el animal tiene hambre, del mismo modo que la risa en el rostro de
una persona significa que esta está alegre.
La información tiene tantos usos como el receptor pueda darle y presenta, a grandes rasgos, las
siguientes características:
Significado. Contenido semántico, temático, contextual… que cada individuo empleará según su
propio criterio.
Importancia. La importancia de una información es siempre relativa y depende del receptor. La
información relevante produce cambios importantes o inmediatos, la poco relevante no produce
ningún efecto.
Vigencia. Esto es la validez de la información en el tiempo, es decir, si está desfasada o
actualizada, lo cual siempre depende del contexto y de sus receptores.
Validez. La información será más o menos fiable, más o menos verosímil o válida, dependiendo del
emisor y de los criterios del receptor. Si este último considera que el emisor no es fiable, la
información que éste emite perderá importancia.
Valor. Refleja el uso específico que tiene para el destinatario. Puede ser meramente divulgativo.
Tanto la comunicación verbal (oral o escrita) como la comunicación no verbal (lenguaje corporal,
etc.) presentan los siguientes elementos:
Emisor: es quien transmite el mensaje
Receptor: quien recibe el mensaje.
Código: conjunto de signos utilizados para crear el mensaje (palabras, gestos, símbolos…).
Mensaje: es la información o conjunto de datos que se transmiten.
Canal: es el medio físico que se utiliza para enviar el mensaje.
Ruido: todas las distorsiones que pueden influir en la recepción del mensaje original. Pueden ser
del emisor, del canal o del receptor.
Retroalimentación: en una primera instancia, es la respuesta del receptor hacia el mensaje
recibido. Si posteriormente el emisor responde a lo enviado por el receptor, también se considera
retroalimentación.
Contexto: son las circunstancias en las que se desarrolla el proceso de comunicación. Tienen
influencia directa en la interpretación del mensaje.
Todos compartimos la necesidad de interactuar con otros seres humanos. La comunicación puede
ser entendida como el proceso de entender y compartir alguna idea. Transmitimos un mensaje no
solo a través de lo qué decimos, sino de cómo lo decimos, ya sea de forma verbal o escrita. ¿Cómo
crees que sería tu vida si no pudieras comunicarte, si no pudieras pedir lo que necesitas, o
entender las necesidades de otros?
Ser incapaz de comunicarte puede incluso significar en muchos aspectos, perder una parte de ti
mismo; tu habilidad de comunicarte es central para tu auto concepto. Todo comunica, nuestra
redacción, las marcas que vestimos, el lenguaje que utilizamos, el estado de nuestra ropa, las joyas
que utilizamos, los tatuajes que tenemos, nuestra postura y gestos, ¡todo! Y al mismo tiempo,
todo esto constituye el concepto que tenemos de nosotros mismos.
COMUNICACIÓN VOCAL-AUDITIVA
Esta es quizá la forma de comunicarse más fácil de apreciar en el reino animal. El cantar de un
jilguero enamorado, el piar de un polluelo en busca del abrigo materno, o el rugido amenazante
de un león.
Es también la forma de comunicación de mayor similitud entre animales y humanos. Las serenatas
de la tunas universitarias en España, o las baladas de los mariachis en México cumplen la misma
función que el canto del jilguero. Los llantos desesperados de los bebés cuando están
hambrientos, cansados o incómodos, desencadenan en sus madres una reacción similar que
aquella experimentada en las gallinas al oír a sus polluelos clamar por ellas. Incluso el rugido del
león tiene su semejante en el mundo humano, basta con escuchar una discusión acalorada entre
dos personas.
Los animales utilizan señales vocales para comunicar muchas situaciones, llamadas de alarma,
quejas en caso de hambre y los rituales de apareamiento.
La antropología es una ciencia que estudia las características sociales y físicas que tienen los seres
humanos, es decir, el estudio del hombre. Así mismo, esta ciencia sustenta cada uno de sus
estudios por medio de la filosofía, la cultura y la biología. A su vez, está la comunicación, la cual se
puede definir como una herramienta esencial en el desarrollo humano y en la construcción de
sociedades, mediante distintas teorías que pueden llegar a ser contradictorias o complementarias;
la comunicación se centra en transmitir señales que puedan ser recibidas e interpretadas de
diversas maneras. Así pues, estas dos disciplinas pueden complementarse y desarrollarse
mutuamente.
En un inicio, la antropología filosófica estaba definida por el SPA (Sócrates, Platón y Aristóteles),
quienes buscaban cómo entender al hombre, pasando por distintos aspectos como el dualismo y
el personalismo, llegando a una definición de poder y toma de decisiones. La antropología cultural
también cumple algunas características similares basadas en su definición -aunque esta haya
sufrido algunos cambios a través de la historia, pasando desde arar la tierra, hasta la masificación
de los medios-, las cuales son las creencias, costumbres, historia e identidad. Por último, en la
antropología biológica, se dio inicio al debate entre el creacionismo y el evolucionismo, desde
posturas contradictorias.
Lo que hay en común entre todas estas ramas de la antropología, aparte del estudio del hombre,
es el estudio de él en la conformación de las sociedades y su participación cuando éstas ya han
sido organizadas. Es acá donde la antropología y la comunicación se complementan, ya que la
comunicación se estudia desde distintas teorías que hacen referencia a su importancia en la
sociedad y su relación con las dimensiones del ser humano, haciéndolo un ser espiritual y
biológico, remontándose a la historia cultural y tomándolo como un ser social, que con el pasar del
tiempo, ha asumido tres tipos de comunicación, la verbal, no verbal y la masiva.
Asimismo, claramente la antropología juega un papel esencial cuando se habla de la teoría
funcionalista de la comunicación, la cual es una escuela de pensamiento y corriente teórica nacida
alrededor de 1930 en Inglaterra, basada en las ciencias sociales y la antropología, que daba una
forma de ver y considerar a la sociedad como un sistema constituido para que todo funcione y, lo
que no lo hace, tenga un re ajuste: "el funcionalismo, partiendo de una concepción
'instrumentalista' de las reglas sociales, busca tras la diversidad de costumbres la identidad de
función" (Veron, E. 1963, 28).
4.3.- Sociología y comunicación
La sociología tiene vínculos estrechos con la comunicación en todos los ámbitos del contexto
social, pues no puede haber sistema social si no hay comunicación. La sociología implica diversos
estatus o posiciones del individuo dentro del sistema social, de acuerdo con su edad, sexo, hábitat,
escolaridad, religión, ideología, posición política, ingresos económicos, etcétera.
Es importante destacar que la presencia de los medios de comunicación masivos en nuestra vida
cotidiana constituye un fenómeno importante que la sociología pretende analizar con el fin de
explicar sus efectos en la evolución de la sociedad contemporánea.
Al hablar de las relaciones que existen entre estas dos disciplinas, es importante empezar por
señalar que una surge dentro del campo de estudio de la otra, la comunicación surge dentro de la
sociedad a la cual se dedica la sociología, y dentro de esta estrecha relación surgen teorías,
tratados y estudios que durante el siglo XX y hasta la actualidad van marcando el desarrollo de
ambas.
La relación entre filosofía y comunicación ha sido, desde siempre y casi no es necesario repetirlo,
complicada; una historia de mutua negación, o en el mejor de los casos, de indiferencia. Por su
parte, pocas han sido las veces que la filosofía, desde cualquiera de sus vertientes (incluida la
filosofía del lenguaje), ha intentado ver a la comunicación como objeto y proceso independiente
de otros, pero, como en todo, las condiciones no son nunca gratuitas sino producto de la
convergencia de circunstancias muy puntuales: desde el punto de vista de la filosofía (o las
filosofías) no se ha buscado reflexionar sobre la comunicación no porque no posea la capacidad de
interesar como objeto, sino porque se ha asumido que el concepto comunicación queda asimilado
a las funciones propias de otros procesos y otros objetos de indagación filosófica, tales como los
de significación, sentido o simbolización, entre otros (aunque en realidad pueda no ser así).
Por su parte, del lado de lo que hoy llamamos estudios de la comunicación, han existido motivos
propios e igualmente determinantes como para mantener una brecha entre ellos y la filosofía,
mismos que se pueden sintetizar en el conflicto que implica objetivar y operar desde una noción
que se intuye multidimensional y transversal a una diversidad de objetos y procesos. Así, lo que se
ha hecho de este lado, a forma de estrategia epistemológicamente práctica y facilitadora, ha sido
intentar definir ese objeto por todo aquello que no es, en lugar de intentar reducirlo a sus
constitutivos (para entonces definirlo, por contraste, con todo lo otro con lo que pueda
confundirse), resultando en un importante vacío en torno a la reflexión especulativa de la
comunicación y de otros planos del conocimiento propios del quehacer filosófico.
¿Qué es la lingüística?
Como toda ciencia, la Lingüística cuenta con propuestas teóricas, métodos de análisis y dominios
de estudio que le son propios. No obstante, la Lingüística es una ciencia pluridisciplinaria,
caracterizada por una gran riqueza epistemológica a la hora de abordar el fenómeno del lenguaje.
Las relaciones semánticas están presentes en prácticamente cualquier texto que podamos
imaginar. Ya sea porque acercan o porque alejan dos palabras, se convierten en un recurso muy
útil para enriquecer nuestra escritura.
¿Qué es la semántica?
La semántica es la rama lingüística que se ocupa de estudiar el significado.
Es, por lo tanto, la disciplina que analiza el sentido de las palabras de manera aislada, pero
también en un determinado contexto o en relación con otras.
Así pues, cuando hablamos del nivel semántico nos referimos a lo que significa el término en
cuestión y al plano del significado en general.
+ Una histórica, en la cual se toma en cuenta la evolución del sentido de una palabra.
+ Y una sincrónica, que se enfoca en el sentido que tiene en un momento concreto de la historia.
La palabra tipografía proviene de dos términos griegos: “typos” que significa golpe, marca o forma,
y “graphia” que significa cualidad de escribir.
Podemos definir la tipografía como “el arte de diseñar las letras”. Se denomina así a la disciplina
que estudia la representación gráfica de las letras para que el lenguaje escrito sea efectivo.