Cáncer de Mama
Cáncer de Mama
Cáncer de Mama
El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Según fuentes
estadísticas, entre 1 de cada 2 y 1 de cada 3 personas desarrollarán una enfermedad de
este tipo a lo largo de su vida. Aunque muchos de los casos de cáncer tengan un buen
pronóstico si la detección es temprana, casi 10 millones de personas mueren anualmente
debido a él. Por estas cifras y otras muchas, los procesos cancerígenos se consideran la
segunda causa de muerte en las regiones de alto ingreso.
El cáncer de mama es el tipo de cáncer invasivo más común del mundo en mujeres. De
todas formas, la tasa de supervivencia 5 años después de su detección asciende a un 99
% si se diagnostica en un estadio localizado. Aquí se recogen las causas, los síntomas y
el tratamiento general del cáncer de mama.
Como hemos dicho en líneas previas, el cáncer ocurre a raíz de mutaciones somáticas y
heredables del ADN. A pesar de que algunas de las mutaciones son heredadas, la
mayoría de las que desencadenan el cáncer de mama se adquieren a lo largo de la vida.
La edad avanzada, el diagnóstico de otras enfermedades mamarias, la obesidad, la
exposición a la radiación, ciertos desequilibrios hormonales y el alcoholismo se
vinculan a una mayor susceptibilidad de desarrollar este cáncer.
Aun así, cabe destacar que algunas mujeres sin riesgo aparente terminan desarrollando
cáncer mamario y otras con cierta proclividad nunca lo hacen. Queda mucho por
estudiar en el ámbito de la oncología, tanto en la prevención como en el tratamiento de
las personas con cáncer.
La herencia y el cáncer de seno
La mayoría de las mujeres con cáncer de mama no presentan signos y síntomas durante
la etapa inicial. Estas son algunas de las señales que indican la necesidad de acudir al
médico a realizarse una revisión:
Un engrosamiento o bulto en la mama que se siente distinto al resto del tejido
circundante.
Cambios en el tamaño o la forma de uno de los senos.
Cambios en la piel que se encuentra sobre la mama, como puede ser la
formación de hoyuelos, la irritación o la piel de naranja.
Inversión de uno de los pezones en tiempos recientes.
Aparición de una llaga en la zona del pezón.
Dolor en el seno que, en general, no desaparece.
Secreción repentina del pezón, sobre todo si es sanguinolenta o unilateral.
Algunos cánceres se descubren durante mamografías rutinarias, mientras que otros se
diagnostican tras el análisis pertinente. Sea como fuere, es necesario acudir a un
profesional médico si aparece cualquiera de los signos citados.
El primer paso para diagnosticar un cáncer de mama es una exploración física, es decir,
que el profesional palpe el seno y los ganglios linfáticos bajo la axila para detectar
bultos u otras anormalidades. Una vez se ha llevado a cabo este estudio preliminar, se
recurre a técnicas de diagnóstico por imagen:
Prevención