ROMA
ROMA
ROMA
ROMA
Tema 1. La Italia prerromana: la Edad del Bronce en Italia y la cultura villanoviana; la indoeuropeización y los
pueblos de la península itálica. Los Etruscos.
Tema 2. La Roma Arcaica y el período monárquico: f uentes literarias y f uentes arqueológicas. Los
orígenes, la monarquía latino-sabina y la etrusca. Los comienzos de la sociedad: f amilia, gens y clientes; las
estructuras político-estatales: rey, curias, tribus, senado. El rapto de Lucrecia: la crisis de la monarquía y la
transición a la república.
Tema 3. Los inicios de la república: cronología, la instauración de la Liga Latina. El conf licto patricio -plebeyo:
origen y causas; secesión del Aventino, las leyes de las Doce Tablas; las leyes Licinio -Sextias y la Ley
Hortensia. La conquista de Italia y los inicios del imperialismo romano: las guerras de Veyes, las guerras latinas y
samnitas, las guerras contra Pirro y la conquista de la Magna Grecia.
Tema 5. El apogeo de la república: Las conquistas orientales y occidentales. La consolidación del imperialismo
romano: las guerras contra Cartago, la conquista del Adriático y del Ilírico.
Tema 6. La crisis de la república: La crisis social y las ref ormas de los Gracos. Las consecuencias del f racaso
de las ref ormas. El auge de los poderes unipersonales: Mario, Sila, Pompeyo, César. La guerra de los aliados
(Bellum sociale). El primer triunvirato. La etapa ref ormista de César. El segundo triunvirato y las guerras civiles.
Tema 7. El principado de Augusto y la fundación del Imperio: La creación del principado. El cursus
honorum de Augusto y las Res Gestae. Las ref ormas del Estado: el príncipe y Roma; la reorganización de Italia y
de las provincias; la ref orma del ejército y la def ensa del imperio. La sucesión de Augusto.
Tema 8. El imperio en el siglo I: la dinastía julio-claudia. Los Flavios. Los optimi principes: la dinastía de los
Antoninos.
Tema 9. El mundo romano en época imperial: Roma, Italia, las provincias; la eclosión de la vida urbana. La
economía imperial: modelos agrarios: las villae. Las producciones artesanales e industriales. Los intercambios:
Estado y mercado. La sociedad: la dif usión de la ciudadanía. El privilegio de los ordines: senadores, caballeros y
elites municipales. La plebe. La evolución de la esclavitud; los libertos. La religión: el culto imperial. Judaísmo y
Cristianismo.
Tema 10. El siglo III y sus transformaciones: el debate historiográf ico acerca de la crisis del siglo III. La
dinastía de los Severos. La anarquía militar y los emperadores ilirios. Los cambios económicos y sociales. La
crisis de la religión tradicional y los cultos orientales. El dominado: Diocleciano y las Tetrarquías. Las ref ormas
administrativas, burocráticas, económicas, f iscales y políticas.
Tema 11. La Antigüedad tardía. Def inición, marco conceptual y cronológico. El retorno a la sucesión dinástica:
Constantino y los Constantinianos. La f undación de Constantinopla (330). El ef ímero gobierno de Flavio Juliano y
la dinastía de los Valentinianos. La derrota de Adrianópolis y la llegada de Teodosio I. La dinastía teodosiana y
la partitio imperii (395). Los pueblos germánicos y sus protagonistas: Alarico, Ataulf o, Estilicón. La disolución del
Imperio Romano de Occidente (476): balance historiográf ico. El apogeo del Imperio Romano de Oriente (Imperio
Bizantino) hasta la muerte de Justiniano (565).
1. Evolución h istórico -política de Rom a:
-Monarquía: 753-509 aC
-República: 509-27 aC: la fase más compleja. Dos consules electivos y anuales
-Imperio: 27 aC-476 dC
-Anarquía militar
-Dinastía de los imperios Ilirios
-Terarquia
-Dinastia constatiniana
-Dinastia valentiniana,
-Dinastia Teodosiana
-Emperadores electos
En el 476 Zenón entrega las insignias imperiales a Odoacro, proclamándose rey de Italia.
1. Mapa del Imperio Romano
- 395 dC Teodosio divide el Imperio entre sus hijos. Arcadio recibió Oriente con capital en
Constantinopla (Bizancio) y Honorio recibió Occidente con capital romana.
Está marcada por una frontera natural protegida por los Alpes y por el mar. Además su rio más
importante es el Tiber.
La Etrubia es la zona de los etruscos, estos se extienden por la península itálica hasta la zona
cisalpina.
Para el estudio de la formación de los pueblos históricos contamos con la información
arqueológica de los estudios lingüísticos de los filólogos. Y las nociones históricas de los autores
griegos y romanos a partir del siglo V a.C. La formación de estos pueblos viene determinada por
dos factores principalmente:
A partir del siglo VIII a.C. las griegas ejercen una gran influencia.
-Neolítico: A mediados del III milenio 2 zonas culturales diferentes: El valle del Po (norte de Italia)
es el espacio entre los Alpes y los Apeninos vinculado a las culturas neolíticas del centro de Europa
y el Resto de Italia donde se da la cultura tradicional mediterránea.
-Bronce: En el Bronce final itálico s. XIII-X se producen cambios culturales: se introduce un nuevo
rito funerario basado en la cremación y la deposición de las cenizas en urnas sobre todo en el norte
de Italia (urmenfelder- cultura de los campos de urnas). También se introducen nuevos tipos
cerámicos y la metalurgia del hierro.
-Edad de Hierro en Italia desde el s.X a.C.: Destacan las siguientes culturas:
4. Precedentes
Caracterizó la 1ª Edad del Hierro en Italia especialmente en Toscana y Ermilia. Sus rasgos
principales son:
En sus últimas fases: Aparecen tumbas monumentales con ricos militares de los que forman parte
cerámicas griegas corintias de imitación de estas.
5. Los Etruscos
HERODOTO: Lidia
JANTO DE LIDIA: Niega el origen lidio
TÁCITO: Lidia
SENECA: Asia
La escritura etrusca se puede leer por su similitud con el alfabeto griego, sin embargo no s e puede
comprender.
Dionisio de Halicarnaso asegura que los etruscos afirmaban ser autóctonos y que no se llamabam
tirrenos sino rasenna. Tácito menciona a los retios.
Los fenicios suplantan los micénicos en sus circuitos comerciales y se acercan a Italia instalándose
en Sicilia Cerdeña y Córcega. 734 Fundación de Siracusa.
TEMA I: ITALIA PREROMANA, LOS
ORIGENES DE LA
C I VILIZ A C I Ó O N E N I T A L I A , L A
MONARQUIA ROMANA
Manifestación más rica e importante de la E.Hierro en Italia. Llamada así por una aldea, Villanova (S.X-VI).
Su núcleo fundamental se encuentra en las regiones de Emilia y Toscana, lo que luego será el ámbito
geográfico etrusco. Es la principal de las culturas del hierro en Italia, hasta el punto de que todas las
demás pueden considerase básicamente variaciones de ella.
El hábitat que crean es muy disperso, con pequeños poblados formados por unas pocas cabañas situados
en lugares elevados entre cursos de agua, que fueron evolucionando hasta convertirse en el germen de
ciudades.
Hasta el s.IX, los ajuares de las tumbas son escasos y, uniformes, lo que indica una escasa diferenciación
social. A partir del s.VIII se observan importantes cambios: -Algunas tumbas destacan del resto por la
riqueza de los objetos depositados (productos de importación egea y oriental). Asistimos al nacimiento
de una aristocracia, una sociedad más compleja y estratificada , en la que se produce la división y
especialización del trabajo.
Las sepulturas están excavadas en el suelo o en la roca; tienen forma de pozo, en cuyo interior se coloca
la urna con las cenizas del difunto.
• O tras c ulturas.
Se trata de una serie de culturas que ocupan las zonas a las que no que no llega la influencia villanoviana
o, en caso de llegar, no consigue imponerse. Culturalmente presentan muchos puntos de contacto con
las culturas del neolítico y sobre todo con la apenínica. Cultura del Lacio, cultura de fosa, civilización del
Piceno y la cultura de Golaseca.
o Vénetos y ligures. Los vénetos, de origen indoeuropeo, muy próximos a los pueblos ilirios del otro
lado del Adriático, aparecen en el noreste Italia en la Edad del Bronce. Hablaban el véneto, lengua
muy emparentada con el latín. Su economía estaba basada en la agricultura y en la ganadería.
Hicieron frente a las presiones celtas y a la expansión etrusca, pero debieron aceptar la supremacía
romana a partir del siglo III a.C. Los ligures, establecidos en la costa tirrena, quedaron restringidos
a las regiones montañosas de los Alpes y del Apenino septentrional. La base de su población era
preindoeuropea.
o Pueblos alpinos. En los valles alpinos encontramos una serie de pueblos cuya presencia en estos
lugares se remonta a la época prehistórica. La mayoría de estos pobladores se establecen en los
valles con anterioridad a las oleadas indoeuropeas.
o Los galos. Los galos o celtas como los griegos les llamaban, se extendían por toda la Europa central
y fueron los últimos en penetrar en la península Italiana en el transcurso de los movimientos que
les empujaron hacia Francia, España y las Islas Británicas. Su irrupción, a partir del año 600 a.C., la
hacen a través de los valles centrales y occidentales de los Alpes. En su invasión debieron
enfrentarse a los etruscos, el pueblo más fuerte de todos los que habitaban la zona septentrional
de Italia.
Los pueblos que ocuparon la Italia centro-meridional penetraron en la península a través de los
Alpes y cruzando el Adriático, en varias oleadas de indoeuropeos, que tuvieron lugar durante todo el II
milenio a.C. En ellos se distinguen dos estratos, uno más antiguo, los latinos y otro más moderno, que
afecta a umbros y osc os. Todos estos pueblos fueron conocidos con el nombre genérico de «pueblos
itálicos«. El primero de estos grupos, el latino-falisco se extendió por la llanura delLacio y en el curso bajo
del Tíber y la pequeña comunidad falisca, en la orilla derecha del río. Tuvo una importante implantación
la cultura lacial, a partir del siglo VIII a.C., muy relacionada con el nacimiento de Roma y dio vida a un
gran número de ciudades (Tívoli, Túsculo, Preneste, Aricia, Lanuvio, Ardea, etc.), independientes entre sí.
Pronto se unieron en una federación (la Liga Latina), encabezada por la propia Roma.
El segundo grupo de pueblos itálicos se extendía, a lo largo de la cadena apenínica, por toda la
península, desde Umbría hasta Lucania y el Brucio, en la punta sur. Eran poblaciones montañesas,
dedicadas al pastoreo trashumante y poco estables. La más importante en extensión e historia es la
samnita, en los Abruzzos. Alrededor del Lacio, se individualizaban los grupos de marsos, ecuos, volscos,
sabinos y hérnicos y al norte de ellos, los umbros. La lucha, con Roma, de todos estos pueblos fue intensa
(guerras samnitas), pero concluidas con la supremacía romana se convirtieron en sus más fieles aliados y
los que les proporcionaron un mayor número de soldados.
Pueblos de las islas
Las islas, al igual que en cierta medida el sur de la península italiana, son un caso un tanto especial
debido a las fuentes influencias colonizadoras procedentes del Egeo ya desde el II milenio a.C., por parte
de griegos y fenicios. En Sicilia destacan tres pueblos fundamentalmente. El más antiguo de ellos son los
sic anos. Los sículos, de origen indoeuropeo reemplazaron a los sicanos en la parte oriental, obligándoles
a desplazarse hacia el oeste. Finalmente, los elimos en el extremo O. En Cerdeña, habitaban los sardos,
pueblo cuya economía se basaba en el pastoreo y en la explotación de los recursos minerales de la isla.
c. Las comunidades etruscas;
Los etruscos poblaban la Toscana, la región italiana comprendiada entre los ríos Arno y Tíber, de
los Apeninos al mar Tirreno, donde precedentemente, desde comienzos de la E. del Hieero, se había
desarrollado la cultura villanoviana. Se trata de un territorio privilegiado desde el punto de vista
físico, con llanauras y suaves colinas, bien provistas de agua, aptas para la agricultura y ganadería.
Con buenos yacimientos de hierro. En el s.VIII, se produce una evolución que conduce a la aparición
de las primeras estructuras urbanas, proceso ligado a un importante crecimiento económico y a una
mayor complejidad en la estructura social. Nuevos adelantos técnicos en agricultura: construcción
de obras hidráulicas, produce cultivos más rentables. Se incrementa la explotación de los yacimientos
que favorece el desarrollo de la metalurgia, y se potencian los intercambios de productos con
pueblos mediterráneos.
En el marco de la ciudad, la primitiva ciudad, asentada sobre bases gentilicias, sufre un proceso
de jerarquización, manifestado en el nacimiento de una aristocracia, acumuladora de riquezas, que
controla al resto de la población. Todo este proceso coincide con una apertura de los rasgos
características cde la cultura villanoviana a influencias orientalizantes desde finales del S.VIII .
El pueblo etrusco solo alcanzó su carácter de pueblo en Etruria, donde la incidencia de factores
económicos y sociales precisos, hizo surgir un conglomerado de ciudades que, desde finales del s.VII
, crearon una unidad cultural a partir de distintos elementos étnicos, lingüísticos, políticos y
culturales.
La presencia etrusca en el Tirreno chocó con los intereses de los griegos que condujo a un conflicto
abierto cuando, en el s.VI, grupos de griegos dieron un nuevo impulso colonizador con la fundación
de centros en la costa de Francia y Cataluña, de los que Massalía destacaría (Marsella).
Esta presencia griega llevó a un entendimiento
entre etruscos y cartagineses. Hacia el año 540 a.C,
esta alianza púnico-etrusca dirimió sus diferencias
con los griegos en el mar Tirreno.
Por el norte, atravesaron la llanura del Po hasta la costa adriática. Nuevas ciudades: Módena, Rávena,
Felsina…
C.2 DECADENCIA
Más tarde, las invasiones de los galos pusieron fin a la influencia en el valle del Po y el mar
adriático. Por esta época ya empezaron los problemas con Roma, que fue anexionando ciudades
etruscas. Cien años después, toda Etruria había pedido su independencia y, a comienzos del s.I a.C,
Roma anexiono todo el territorio, que fue perdiendo su identidad cultural y olvidó su lengua.
Organización política.
A la cabeza de cada ciudad estaba un rey ( lucumo), con atribuciones de carácter político, religioso y
militar. Estas monarquías evolucionaron hacia regímenes oligárquicos, con magistrados elegidos
anualmente, los zilath o pretores, presididos por un zilath supremo. Las magistraturas se
completaban con un senado o asamblea de los nobles de la ciudad y, sólo en época tardía, se inició
una apertura al conjunto ciudadano.
Bases económicas.
GENS FAMILIA Y CLIENTELA. La sociedad etrusca era de carácter gentilicio. La pertenencia a una
gens, es decir, a un grupo de individuos que hacían remontar sus orígenes a un antepasado común,
era condición fundamental para el disfrute de los derechos políticos y abría un abismo social frente
a aquellos que no podían demostrarla.
Las gentes se articulaban en familiae, que constituían un núcleo social y económico, puesto que se
integraban en ellas los miembros emparentados por lazos de sangre como los clientes, es decir,
individuos libres, ligados a la familia correspondiente por vínculos económicos y sociales, y los
esclavos.
LA PIRÁMIDE SOCIAL. En el sistema social originario, un grupo de gentes se elevó sobre el resto de
la población libre para constituir la nobleza, que terminó monopolizando el aparato político a través
del control de los medios de producción y de su prestigio social.
De esta población libre sólo es posible suponer que el artesanado jugó un papel importante.
Frente a la sociedad de hombres libres, la clase inferior estaba representada por un elementos servil,
numéricamente importante, adscrito a la economía: agricultura, minas, servicio doméstico.. Estos
siervos podían alcanzar el estatuto de libres mediante su manumisión, los llamado lautni.
La sociedad etrusca se estructuraba en una pirámide, cuya cúspide estaba constituida por unas pocas
familias nobles, que ejercían su control sobre la masa libre, gracias al monopolio de la riqueza y del
poder político y cuya base descansaba en la población servil que, con su trabajo, garantizaba el poder
económico de esta nobleza.
Quimera de Arezzo.
Sarcófago de terracota de Noble etrusca. Siglo III a.C
La religión
Los etruscos consideraban su religión como revelada, es decir, transmitida a los hombres por un
geniecillo, Tages, que se había aparecido a un campesino de Tarquinia para revelar a toda Etruria las
reglas fundamentales de la religión.
El aspecto más importante de esta disciplina es, sin duda, la preocupación obsesiva por desvelar el
futuro, los misterios del destino y la prevención en caso de que el futuro fuese desfavorable.
La figura del haruspex, con el conocimiento de unas técnicas específicas, puede desvelar el destino,
especialmente, mediante el examen del hígado de animales, es clave en la comprensión de la religión
y gozó de enorme prestigio, no sólo en Etruria sino en Roma también.
El panteón etrusco
Estaba presidido por una tríada, Tinia (Júpiter), Uni (Juno) y Menrva (Minerva), a las que
se veneraba en templos tripartitos, el más famoso es el romano del Capitolio,
construido en período de influencia etrusca.
Otras divinidades: Sethlans (Vulcano), Thurms (Mercurio), Maris (Marte) y Turan (Venus).
Destaca la enorme proliferación de semidioses y potencias demoníacas y espíritus de
ultratumba.
Ritos funerarios.
El arte.
https://canal.march.es/es/coleccion/etruscos-su-arte-
43303
c. Las comunidades etruscas;
No existe una única teoría sobre el origen y formación del pueblo etrusco, hecho que ya desde
la antigüedad más remota fue objeto de estudio. Los etruscos dieron vida a la primera gran civilización
itálica, incluso antes de que lo hiciera la misma Roma que, cuando la civilización etrusca estaba en su
máximo apogeo, era una pequeña y maloliente ciudad en la orilla izquierda del Tíber.
El único autor antiguo, de los que se ha conservado el testimonio, que apoya la teoría del
origen autóctono de los etruscos es Dionisio de Halicarnaso (I.30.1-2), historiador griego que vivió
en la época de Augusto. Dionisio se basaba para esta conclusión en que no hablaban la misma
lengua, no tenían sus costumbres, ni adoraban a los mismos dioses y que, además, no poseían ni
leyes ni instituciones similares. Está de acuerdo con los que mantienen que se trataba de un pueblo
indígena que no emigró de ninguna parte y que no coincide con ningún otro ni en lengua ni en
costumbres.
Es la menos aceptada de todas. Considera que los etruscos llegaron desde el norte de Europa a través
de los Alpes, basándose en ciertas afinidades entre las culturas itálicas y las danubianas de inicios del I milenio
a.C
B. La colonización griega;
La presencia de griegos en Italia es consecuencia del vasto movimiento de colonización que,
entre los siglos VIII y V a.C,, abarcó a todas las costas del Mediterráneo.
La colonia más antigua de Italia es Cumas, fundada por los calcidios (ca 770). El ejemplo de los
calc idios fue seguido por otras ciudades griegas, que fundaron colonias en la Italia meridional y Sicilia
hasta transformar estas regiones en una nueva Grecia, la M agna Grecia, con sus mismas fórmulas
político-sociales evolucionadas y su avanzada técnica y cultura.
Sus huellas se aprecian en las instituciones político-sociales, las polis, en la economía, cultivo de la
vid y el olivo, religión, arte, escritura… La influencia griega alcanzó a amplias regiones de Italia a
través de un pueblo itálico, los etruscos.
Como consecuencia de la colonización helena, que desde el siglo VIII a.C., se había producido en la
zona meridional de la península italiana y en Sicilia, la mitología griega había sido ampliamente
aceptada por las poblaciones itálicas y tomaron sus narraciones como marco de referencia para crear
sus propias tradiciones. Es indudable que la guerra de Troya, cantada por Homero, ejerció una
profunda fascinación sobre los romanos; sus héroes, emparentados muchos de ellos con los dioses,
fueron tomados como prototipo y ejemplo. Eneas fue el más apreciado. En torno a él y a sus
descendientes se crearon varias narraciones legendarias que desembocan, todas ellas, en la
fundación de Roma. Del mismo modo, en algunos casos tratan de explicar la enemistad con los
pueblos vecinos. Sucede así con los cartagineses.
Colonias griegas. Algunas de las más importantes: Cumas, Posidonia, Tarento, Siris, Síbaris, Naxos, Siracusa.
d. La influencia fenicia.
Cuando los colonizadores griegos y fenicios llegaron a las costas italianas, se encontraron con un
pueblo perfectamente formado y organizado, con un alto grado de civilización, ocupando la Italia
central, entre los ríos Arno y Tíber, con el que tuvieron que disputarse el control y la explotación de las
riquezas peninsulares. Los griegos les llamaron tyrrhenoi y, por extensión, Tirreno al mar que
dominaban
Material arqueológico
Mucho antes de que apareciera ningún indicio de la poderosa ciudad que iba a nacer en aquella
región, una cultura, conocida con el adjetivo «lacial», iba a hundir sus raíces y a poner las bases para
el desarrollo de la posterior civilización romana. Los antecedentes hay que buscarlos en la
denominada Edad del Bronce : el Bronce Medio, entre los siglos XVI-XIV a.C.
Los primeros objetos hallados dentro de los posteriores muros de la ciudad proceden del
Calcolítico, entre el 1800 y 1500 a.c. Desde esta fecha se siguen restos restos de la Edad del Bronce,
el poblado se organizaba en pequeñas aldeas de cabañas, aisladas unas de otras, en algunas de las
colinas romanas. El pastoreo, la caza y una precaria agricultura eran las actividades principales de
esta comunidad modesta, sin fuertes desequilibrios sociales.
A comienzos de la edad del Hierro, en torno al 800, se observan unas transformaciones, que lleva
a las aldeas aisladas a un proceso de aglutinación en un recinto más amplio (sinecismo), suceso que
coincide con un aumento de la prod.Agrícola. El excedente de productos agrícolas permite la
concentración de la población y el desarrollo de actividades artesanales y comerciales.
Las poblaciones que desarrollaron esta denominada «cultura lacial». Se trata de los latinos,
pueblo de lengua indoeuropea (latín) que ocupaba la llanura central de Italia, entre los montes
Albanos y el Tíber, llegando por el sur hasta las lagunas Pontinas. Al igual que sucede con los etruscos
y con otros pueblos de la Italia peninsular, su origen ha sido altamente discutido, abarcando una
amplia gama de hipótesis, desde los que les consideran pueblos autóctonos de la Península Itálica,
a los que fijan su procedencia en regiones extremas del Oriente
Fuentes literarias
Un conjunto de leyendas, griegas y romanas, adornaron los primeros tiempos de la ciudad que
se había convertido en la primera potencia del mundo conocido y, elaboradas por autores de época
augústea, como Tito Livio, Virgilio y Dionisio de Halicarnaso.
Eneas.
Tras la caída de Troya, Eneas, hijo del troyano Anquises y de la diosa Venus, tras un largo
accidentado viaje, arribó, con su hijo Iulo y otros compañeros, a las costas de Italia. El rey del país
donde recaló, Latino, le dio la mano a su hija Lavinia. Eneas tras vencer a Turno, rey de los rútulos,
fundó la ciudad de Lavinium, cerca de la desembocadura del Tíber. Tras su muerte, su hijo Iulo fundó
una nueva ciudad Alba Longa , que se convirtió en la capital del Lacio.
Rómulo y Remo.
El último rey de Alba Longa fue Amulio, que tras destronar a su hermano Numitor ç, obligó
a su sobrina Rea Silvia a convertirse en sacerdotisa vestal, para prevenir una descendencia que
pusiese en peligro su usurpación. Pero el dios Marte engendró de la virgen dos gemelos, Rómulo y
Remo. Amulio los arrojó al Tíber, pero una loba los amantó, y un pastor, Fáustulo, los crió como a
sus hijos. Cuando fueron mayores, conocido su linaje, mataron a Amulio y repusieron en su trono a
su abuelo Numitor. Ellos, por su parte, fundaron una nueva ciudad, precisamente en el lugar donde
habían sido encontrados por la loba, en el año 753 a.C. Una disputa entre los dos hermanos acabó
con la muerte de Remo a manos de Rómulo, a quien los dioses habían señalado como gobernante
de la naciente ciudad. Rómulo creó las primeras instituciones y, después de reinar 38 años, murió.
Tras su muerte, se sucedieron en el trono de Roma seis reyes, hasta el año 509, fecha de la
instauración de la República.
Turno, rey de los rútulos. Eneas. Fresco de Pompeya Marte. Velázquez
• RÓMULO
• NUMA POMPILIO
• TULO HOSTILIO
• ANCO MARCIO
A pesar de que Rómulo (753-717), el primero de los reyes de Roma, es un personaje inexistente,
creado por la tradición romana para dar una explicación coherente a la fundación de la ciudad y
ennoblecer sus orígenes, no podemos decir lo mismo de las obras que se le atribuyen y, parece
perfectamente demostrada la historicidad de las instituciones por él creadas, que indudablemente
se remontan a los primeros tiempos de la monarquía. Suya fue la misión de poblar la ciudad,
estructurar la sociedad y dotarla de los primeros organismos estatales para su correcto
funcionamiento, así como de una primera y limitada expansión territorial .
Para aumentar la población de la recién fundada ciudad creó un asylum, cuya existencia es
recogida por numerosos autores clásicos, que estaba destinado a acoger a todos aquellos que,
estando fuera de la ley, lo solicitasen, convirtiéndose en refugio para desterrados, gente de mal vivir
e incluso esclavos que habían huido de la tiranía de sus amos. Aunque también estaba abierto las
mujeres, estas no acudían en la misma medida que los hombres, lo que fue el motivo de que en un
principio la población fuera mayoritariamente masculina, en este punto la tradición inserta la leyenda
del rapto de las sabinas.
Entre las realizaciones que la tradición atribuye a Rómulo está la creación de un Senado,
compuesto por 100 miembros; la estratificación de la sociedad, dividiendo al pueblo en 30 curias y
creando las tres primeras tribus (Ramnes, Tities y Luceres), siendo la obligación de cada ciudadano
inscribirse en una de ellas. También se atribuye a Rómulo la organización del ejército con la creación
de la legión formada por tres centurias de caballería y 3000 hombres.
La tradición considera a Rómulo como un rey militarista y en este sentido le atribuyen acciones
bélicas contra diversas ciudades (Caenina, Antemne, Crustumerio, Fidene y Veyes)
La tradición le da un origen sabino y un carácter pacífico. Llevó a cabo durante su reinado una
intensa labor legislativa, complementaria de la de su predecesor.
La tradición hace referencia a un conjunto de leyes promulgadas por Numa (leges Numae),
recopiladas y reordenadas por primera vez por Anco Marcio, que abarcaban desde la organización
religiosa a aspectos civiles, económicos y sociales. Discutidas algunas de ellas, las relativas a la
organización religiosa parecen ser las que presentan menos problemas, sobre todo las que se
refieren a la creación de los colegios sacerdotales, comenzando por los relacionados con aspectos
militares como los curiones, representantes de las curias, encargados de los contingentes de
infantería, tribuni celerum, afines a la caballería y salios, cuya función se relacionaba con el inicio de
las campañas militares; el colegio de las vestales, símbolo del hogar y cuidadoras del fuego sagrado;
los flámines, que tenían a su cargo el culto a los diferentes dioses; los pontífices que desempeñaban
el máximo cargo religioso después del rey y que asumirán sus funciones (las religiosas) tras la caída
de la monarquía y, finalmente, los augures, con la misión de interpretar la voluntad divina,
desempeñando un papel muy importante en la designación de los primeros reyes. Existe una última
realización tradicionalmente atribuida a Numa: la creación del calendario de 12 meses.
Con Tulo Hostilio nos encontramos de nuevo ante un rey al que la tradición le adjudica un
carácter militarista, semejante al de Rómulo, cuyas principales acciones fueron el enfrentamiento con
los sabinos, con Veyes, con Fidenae y sobre todo la guerra con Alba Longa. Mito enfrentamiento:
Horacios y Curiacios. Se le atribuye la construcción de un palacio en el Foro, destinado a albergar al
Senado, que recibió el nombre de Curia Hostilia , de un colegio de salios y la anexión del Celio.
Según la tradición Anco Marcio era nieto de Numa Pompilio. Se le considera el continuador de la
labor legislativa de su abuelo con la codificación del derecho creado por aquel . De nuevo a este rey
se le atribuye una guerra contra Veyes en torno a la ciudad de Fidenae , la misma campaña
desarrollada por Tulo Hostilio, por lo que su valor histórico es más que dudoso, simbolizando el
permanente conflicto entre Roma y las ciudades Etruscas.
Creación de un establecimiento humano con la finalidad de controlar las salinas existentes junto a la
desembocadura del Tíber, se le considera un rey constructor pues construyó las primeras murallas
alrededor de Roma. La 1ª prisión, el primer puente sobre el Tíber (puente sublicio), añadido de las
colinas Aventino y Janículo.
1. TARQUINIO PRISCO
Otro hecho destacado de su reinado es el profundo cambio que se produjo en el aspecto de Roma.
A partir de este momento se convirtió en una auténtica ciudad. A finales del reinado del primero de
los Tarquinios se llevó a cabo la nivelación de la zona del foro y su pavimentación; así mismo se
niveló la zona del Comicio y la del Foro Boario. Claramente las dos principales calles de la ciudad, lo
que luego serían el cardo y el decumano , de todas las fundaciones coloniales romanas, etc.
Aumentó la higiene de la ciudad: Cloaca Máxima. Construyó el Circo Máximo y los ludi Romani.
Creación del Templo de Júpiter Capitolino: Fue el centro del culto del estado romano y, según la
tradición, fue construido para sustituir y marcar la supremacía sobre el santuario dedicado a Iuppiter
Latiaris en los Mons Albanus, cerca de Alba Longa, con la intención de trasladar el centro de la l iga
latina a Roma.
Las tribus territoriales: La necesidad de unificar a la población libre de todo el espacio romano
(ager Romanus), residente tanto en el núcleo urbano como en el campo circundante en un
ámbito político homogéneo, llevó a Servio Tulio a dividir este espacio en distritos territoriales,
denominados tribus, y a adscribir a los ciudadanos romanos en uno u otro, de acuerdo con su
domicilio. Así, el núcleo urbanizado fue dividido en cuatro distritos o regiones, en las que se
incluyeron las cuatros tribus urbanas, y el territorio circundante, en número indeterminado de
tribus rústicas (16 según la tradición). Con ello, la primitiva organización gentilicia (criterios de
sangre) del cuerpo ciudadano fue sustituida por otra de carácter territorial (lugar de residencia).
Con la reforma, las tribus vinieron a sustituir a las curias en las principales funciones.
Su reinado coincide con la existencia de las tiranías en zona oriental del Mediterráneo y su
gobierno es contemporáneo de las tiranías de Polícrates de Samos, Ligdamis de Naxos y los
Pisistrátidas en Atenas; su caída también coincide cronológicamente con la del último de los tiranos
atenienses, Hipias, derrocado por Clístenes.
Su reinado poseyó todas las características comunes a las tiranías: abuso del poder personal,
interés por las obras públicas, intensa política exterior, etc. Una de estas características, la desmedida
obsesión por las obras públicas, en las que obligaba a trabajar a toda la población de Roma, fue una
de las principales directrices de su gobierno. Fruto de esta obsesión fue la construcción del templo
de Júpiter Óptimo Máximo, del que apenas quedan restos; las gradas del Circo Máximo para dar
acomodo a la población; llevó a cabo reformas en la Regia y en el Comicio; reforzó la muralla
serviana; urbanizó la zona comprendida entre el Palatino y la Velia; concluyó la red de saneamiento
iniciada por los monarcas anteriores con la construcción de la cloaca máxima y también debió de
estar implicado en las construcciones existentes en el Foro Boario, aunque no tenemos constancia
de ello. Por lo que se refiere al abuso del poder personal, es algo que las fuentes afirman con
rotundidad. Su reinado se basó en decisiones personales.
El Senado, diezmado por la represión, fue arrinconado y su opinión dejó de tenerse en cuenta
por el rey, que se negaba a consultarle, como había sido costumbre hasta ese momento. La alta
aristocracia perdió su influencia en palacio y fue sustituida por lo que podría llamarse una aristocracia
media o de segunda fila. Finalmente, la política exterior tuvo un enorme peso específico en el reinado
de Tarquinio el Soberbio, y las fuentes se hacen eco de ello. Probablemente lle vó a cabo las
negociaciones para la firma del primer tratado con Cartago, tratado que, según la tradición, se firmó
por los dos primeros cónsules de la República tras la expulsión del monarca de la ciudad. Sin duda,
Roma en esta época contaba muy poco en el concierto internacional, que en esta zona del
Mediterráneo estaba dominado por etruscos, griegos y cartagineses. El objetivo de Tarquinio el
Soberbio, al igual que el de sus antecesores, era el Lacio, zona sobre la que se centraban todas sus
aspiraciones. El instrumento empleado por el monarca fue la Liga Latina, que ya había sido utilizada
por Servio Tulio usando como factor religioso aglutinante el santuario de Diana sobre el Aventino;
recordemos que este tipo de confederaciones de ciudades tenían como base principal motivaciones
religiosas y las ciudades que las integraban se disputaban por tener el santuario más venerado, lo
que les daba una supremacía sobre las demás. Durante mucho tiempo el principal santuario de la
Liga Latina estuvo en el monte Calvo, dedicado a Júpiter Latiaris y en torno a él se celebraban las
Feriae Latinae que servían para renovar los lazos de amistad entre las ciudades laciales, siendo éste
también el preferido del último monarca romano, en detrimento del situado en el Aventino.
Tarquinio el Soberbio fue un paso más allá y logró que Roma se situara en una verdadera posición
de privilegio dentro de la Liga , a base de alianzas matrimoniales.
ALDEA: GENS
CASA: FAMILIA
Los orígenes políticos de la comunidad política de las aldeas romanas hay que buscarlos en
ciertos grupos familiares, que, sobre la población de las colinas, comenzaron a cimentar una serie de
relaciones, cuyo aglutinante fue el elemento religioso y de índole parental: La conciencia de una
descendencia común, imaginada en la memoria de un antepasado mítico. Tal descendencia se
expresa en el uso de un nombre gentilicio, común a todos los pertenecientes a la gens, el nomen.
Cada gens constaba de un número indeterminado de familiae, que se distinguían por un cognomen
Prticular, añadido a su nombre gentilicio. Ej: D e la gens Claudia formaban parte: Claudii Marcelii,
Claudii Pulchri…
El núcleo familiar era de origen patriarcal y estaba dominado por la figura del pater familias, a
cuya autoridad estaban sometidos los individuos y todo aquello que se encontraba bajo su
dependencia económica: esposa, hijos, esclavos, bienes inmuebles, gan ado…
LA CLIENTELA.
Los clientes eran individuos con una serie de obligaciones frente al patronus, que, en
correspondencia, eran protegidos y asistidos a través de un vínculo de fidelidad recíproca, la fides.
La defensa y asistencia al cliente por parte del patronus estaban contrarrestadas por la obligación de
obediencia y prestación de días de trabajo al patrón.
Origen de los clientes: sus miembros proceden de grupos ajenos a la gens, extranjeros, que al
incluirse a la organización gentilicia lo hacen como subordinados a la gens.
REY.
EL SENADO
Originariamente constituido por los patres familiae, de ahí el nombre de patres que llevarían
los senadores.
Desde el comienzo quedó limitado su número por un principio de selección, el de edad.
Formaban parte los patres seniores (ancianos), de donde procede el nombre de senadores. Al
producirse la diferenciación económica, ligada a la aparación de la propiedad privada, tuvo lugar una
paralela diferenciación social, que llevó al distanciamiento progresivo de los más ricos, los cuales
fortificaron su posición privilegiada a través de matrimonios mutuos. Entonces, los patres seniores
de las clases altas exigieron el privilegio exclusivo de ser senadores.
LAS CURIAS
Junto al senado, el pueblo romano se organizó sobre la base de las curias. Originariamente
tenían un papel económico ligado a la propiedad inmueble y eran las detentadoras de la propiedad
comunal. Su función era también de base sacral y podían ser convocadas para asuntos sacro-
judiciales, los comitia calata , la asamblea más antigua conocida en Roma.
Como único ordenamiento del cuerpo político en época preurbana, las curias terminaron
sirviendo también para temas militares, como base del reclutamiento y como unidades tácticas.
Para ello las antiguas curias perdieron su primitivo papel y se convirtieron en divisiones artificiales,
cuya función era la de servir como cuadros de leva.
El cuerpo político romano fue dividido en tres tribus: RAMNES, TITIES y LUCERES, a cada una
de las cuales fueron adscritas diez curias, con un total, de 30. En caso de necesidad militar, cada una
de las curias debían proporcionar 100 infantes y 10 jinetes. Resultaba así un ejército de 3.000 infantes
y 300 jinetes, dirigido por el propio rey o por dos lugartenientes, el magister populi y el magister
equitum.
Las curias también cumplían un papel político. Sus miembros reunidos en asamblea, los
comitia curiata, cumplían la función de proclamar la entronización del rey y ratificar los magistrados
elegidos por él.
Ganada la apuesta por este último, no pudo evitar que el hijo del rey se sintiera
profundamente atraído por la belleza y virtud de Lucrecia y urdiendo un plan digno
del maligno, se presentó en el domicilio de Lucrecia con no muy honestas
intenciones. Lucrecia negose en redondo a las pretensiones de Sexto Tarquinio, por
muy hijo del rey que fuera, por lo que este espada en mano y bajo amenaza que si
no accedía a sus pretensiones, la mataría y luego mataría a un esclavo y colocándolo
en el lecho junto a Lucrecia diría que los había encontrado deshonrando el nombre
de su esposo y su familia. En aquel momento Lucrecia fue violada por Sexto
Tarquinio, hijo del rey de Roma.
Al día siguiente llamó Lucrecia a su esposo, a su padre y a un primo del rey, Lucius
Junius Brutus y después de contarles lo ocurrido y antes de que estos se percataran
de lo que iba a suceder saco un puñal, y se atravesó el pecho suicidándose. Lucrecia
había dicho: vosotros veréis cuál es su merecido; por mi parte, aunque me absuelvo
de culpa, no me eximo de castigo; en adelante ninguna mujer deshonrada tomará a
Lucrecia como ejemplo para seguir con vida.
Muerta Lucrecia la ira de su familia fue feroz, proclamaron que no cejarían hasta que
el último de los Tarquinios fueran exterminados. Bruto prometió: Juro por esta
sangre castísima que la injuria hecha por el hijo del rey recibirá su merecido. Desde
hoy Roma ya no tiene rey. Y dicho y hecho, los conjurados mataron al hijo del rey y
expulsaron a Tarquinio el soberbio de Roma. Ya sin rey proclamaron la república y
eligieron un senado, nombrando dos cónsules uno el propio Lucio Junio Bruto y otro
Lucio Tarquinio Colatino (esposo de Lucrecia). Corría el año 509 antes de Cristo
cuando a Lucio Junio Bruto le correspondió el honor de ser el fundador de la
república romana.
ROMANA
Tema 3. La república romana: el periodo arcaico: La instauración de la república; El conflicto
patricio-plebeyo: origen y causas; Las leyes de las Doce Tablas; Las leyes Licinio-Sextias; La
conquista de Italia y los inicios del imperialismo romano; La conquista de Italia central y de la
Magna Grecia; La organización del territorio conquistado.
La tradición explica la caída de Tarquinio como consecuencia de la crisis interna, provocada por
uno de sus hijos, Sexto Tarquinio quien, encaprichado de Lucrecia, mujer de uno de su s parientes,
Tarquinio Colatino, decide poseerla a cualquier precio, incluso forzando su voluntad. La joven, después
de ser deshonrada, convoca a su padre y a su esposo, con dos testigos, les cuenta lo sucedido, solicita
venganza y acto seguido se suicida. El pueblo romano, cansado de los abusos de Tarquinio y su camarilla,
indignado, se levanta en armas, toma la ciudad y expulsa de ella a los Tarquinios, proclamando a
continuación la República. Los dos primeros cónsules, que sustituirán al poder real, será n el propio
Colatino y su amigo Junio Bruto.
Tarquinio, dispuesto a recuperar el trono, se refugió en Etruria, con la intención de encontrar allí
la ayuda que necesitaba. Finalmente el rey de Clusium, Porsenna, se la prestó, pero poco después,
admirado por el valor que demostraban los romanos, abandonó el asedio de la ciudad, dejándoles víveres
como homenaje a su arrojo
Con toda probabilidad, la expulsión de los Tarquinios de Roma, poco o nada tuvo que ver con la
indignación de Colatino y Bruto y sí con la intervención de Porsenna, lucumón de Clusium, que vivió a
finales del siglo VI a.C. y que llevó a la ciudad a la cumbre de su poder militar. Conocedor de la delicada
situación social que atravesaba Roma, donde existía un abierto enfrentamiento entre los qu e detentaban
el poder político y el resto de la población, es posible que Porsenna se decidiera por la baza de apoyar a
los insurrectos, actuando en contra de los Tarquinios. Con ello eliminaba a un competidor prestigioso,
Tarquinio el Soberbio, y lograba cierta ascendencia sobre una de las más prestigiosas ciudades del Lacio
en aquella época.
Por la Historia Natural de Plinio (XXXIV, 139) sabemos que en el periodo durante el que controló
en cierta medida los destinos de Roma, promulgó un decreto que prohibía el uso del hierro a los romanos,
con la excepción del usado para la fabricación de herramientas agrícolas. La ayuda prestada para expulsar
a los Tarquinios explicaría más convincentemente la buena imagen del personaje en la ciudad, que en
opinión de Plutarco fue honrado con una estatua en las cercanías del Senado (Pub. XIX,6). Algunos autores
van más allá, y ponen en contacto la caída de la monarquía en Roma con la caída de las tiranías en Grecia,
que se produce aproximadamente en la misma época, y consideran que se trató de un proceso global
que llevó a la desaparición de los poderes personales en ciertas zonas del Mediterráneo.
En líneas generales puede aceptarse la fecha tradicional de finales del siglo VI, en torno al 509
a.C., para el cambio del régimen político en Roma, con el nombramiento de los dos primeros cónsules,
Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino en los comicios centuriados convocados por el prefecto de
Roma, siguiendo las normas que estableciera Servio Tulio. Tradicionalmente, se ve la revolución que
supuso la caída de la institución real en Roma como una revuelta de los patricios contra la Monarquía,
que había acometido estas reformas de carácter igualitario que, también la tradición asigna a Servio Tulio
y que, aunque no sean de su época entera mente, sí es cierto que él inició. Sería, pues, una revuelta de
los privilegiados en defensa de sus privilegios.
La República comenzó su andadura siendo una «República Patricia», con unas grandes
desigualdades económicas y sociales que se transmitieron al terreno político. El patriciado acaparó
entonces el poder, y la plebe se aprestó a reclamar su participación en él. Como ya dijimos antes, en ese
momento ya era demasiado tarde para que pudiera existir un proceso de involución. Sólo la inmediata
existencia de un peligro común, el poder etrusco, que intentó recuperar la ciudad, hizo que este conflicto
se olvidase momentáneamente, pero, desaparecido éste, el enfrentamiento social entre ambos grupos
fue inaplazable.
Con la proclamación de la República va a dar comienzo a un largo enfrentamiento social, que duró algo más
de dos siglos y se concluyó en el 287 a.C., año en el que la actuación del dictador Quinto Hortensio hizo cesar
definitivamente las protestas de la plebe, al conceder poder vinculante a las decisiones adoptadas en la asamblea
plebeya, dando paso a otro más sangriento, cuya fase culminante estuvo en las guerras civiles y supuso la caída
del régimen republicano.
La complicada política exterior, infliuría sobre todo en el ordenamiento social de la ciudad, en manos de
una restringida aristocracia patricia, que, paralelamente a las guerras, luchaba desesperadamente por
mantener el control de la dirección política y sus privilegios ancestrales frente al resto de la población.
En efecto, la historia interna de Roma, durante el siglo V y parte del siguiente, bascula sobre el
conflicto entre los dos órdenes en que se dividía la población romana, patricios y plebeyos.
• El patriciado romano. A partir de la segunda mitad del siglo VIII a.C, durante la época monárquica,
se produjo el proceso de formación del patriciado cuando un grupo de familias logró elevarse
sobre el conjunto de la comunidad romana al monopolizar en sus manos el primitivo derecho
consuetudinario, la dirección de la esfera religiosa de la sociedad y el disfrute de la mayor parte
de la propiedad inmueble. Si bien los reyes etruscos intentaron disminuir su poder en beneficio
de un estado unitario, hubieron de compensarlas con la concesión de honores y privilegios. Con
todo ello, estas familias de patricii fueron destacándose del resto de la población libre, la plebs ,
como aristocracia inaccesible y, cuando se produjo el cambio de régimen, lograron erigirse en
protagonistas.
• El estado patricio. Así a la cabeza del Estado se colocó el antiguo consejo real, el senado, como
órgano permanente de la oligarquía, cuyos miembros, los patres, ejercían la soberanía a través de
la auctoritas o poder protector de sanción sobre cualquier decisión de carácter público. Las
funciones ejecutivas, civiles y elegidos, con carácter temporal, entre las filas patricias. Se discute
tanto el nombre como el número de estos supremos magistrados , que, en un cierto momento,
se convirtieron en un órgano colegial de dos miembros, los cónsules.
• La c lassis plebeya: desigualdad polític a. El patriciado detentaba el monopolio del gobierno pero
el Estado necesitaba de la classis, es decir, de aquella parte de los plebeyos, cuyos recursos
económicos les daban derechos y obligación a un tiempo de servir en el ejército. No se podía
evitar la creciente conciencia plebeya de formar parte del cuerpo político de la ciudad como
subordinados.
Desigualdad jurídic a : Solo los patricios estaban en posesión de los auspicia- el
derecho de interpretar la voluntad de los dioses mediante el examen de los signos
divinos. Además eran los únicos interpretes validos en la aplicación de la ley, dada
la ausencia absoluta de ley escrita.
Desigualdad económic a: La más grave. Dos cuestiones fundamentales: la utilización
del ager publicus y el problema de las deudas.
El ager publicus era el territorio propiedad del Estado, que podía ser cedido al
disfrute privado de los ciudadanos romanos para su explotación económica. La
oligarquía dirigente monopolizó en sus manos este disfrute mediante la ocupación
de las tierras estatales, con exclusión de la plebe. La escasa fertilidad del suelo, que
llevaba en muchos casos a la ruina del pequeño campesino. No era raro que se
vieran obligados , para asegurar su subsistencia, a pedir préstamos a los ricos
propietarios. Su impago dejaba al deudor en manos del acreedor, quien, de
acuerdo con la institución del nexum, podía convertirlo en esclavo a su servicio.
El origen del conflicto nace, según la tradición, en el año 494 con la seditio del monte
Sacro, y finaliza en el 287 con la Lex Hortensia
Se alterna la ley del talión, cuando se producen lesiones graves, con la compensación económica, cuando
estas son leves; se hace distinción entre los diferentes tipos de homicidio: intencionado o casual. Así mismo se
lleva a cabo una clasificación de los hurtos por categorías. Se regula el derecho de familia y herencia, con el
sometimiento del grupo familiar a la autoridad del pater familias. También, en cierta medida, se reglamenta el
derecho de las cosas y el funerario
Las leyes de las XII tablas no son una constitución sino una recopilación de normas de derecho
consuetudinario, no ordenadas y a veces en contradicción, de la tradición romana, pero también presentan
influencias de otros pueblos, principalmente de la Magna Grecia, más avanzados en el aspecto legislativo que los
romanos. Hay una coexistencia de las formas de derecho antiguas, como la ley del talión, la herencia a la gens o
el enorme poder que se concede al pater familias, con otras nuevas como el sistema de indemnizaciones y multas
o la libertad de herencia.
En la segunda mitad del siglo V a.C., Roma se vio inmersa en una serie de conflictos exteriores, que fueron
la causa de que el conflicto entre patricios y plebeyos pasase a un segundo plano
La invasión gala, que tuvo lugar a inicios del siglo IV a.C., y supuso la parcial destrucción de Roma, provocó
una profunda crisis en todos los campos de la vida romana, político, social, militar, pero, sobre todo, económico,
lo que se tradujo, una vez más, en un aumento considerable del endeudamiento personal de los ciudadanos menos
favorecidos. Este nuevo aumento de las deudas, que nunca habían llegado a desaparecer del todo, motivó, al igual
que había sucedido un siglo antes, que la plebe reclamase urgentes medidas que paliara su delicada situación. EN
el 376 fueron elegidos tribunos de la plebe Cayo Licinio Estolón y Lucio Sextio, que tuvieron la habilidad de resumir
las reivindicaciones más ansiadasd e los distintos grupos plebeyos, resumido en tres proyectos de ley, que
afectaban a la cuestión de las deudas, al problema agrario y a la aspiración plebeya al consulado.
e) La conquista de Italia y los inicios del imperialismo
rom ano
El instrumento que hizo posible la afortunada política exterior de Roma fue un ejército, cuyo armamento
y táctica fueron forjándose en el curso de las guerras del siglo IV.
La confederación samnita, establecida en un territorio casi inaccesible y con potencial militar respetable,
aspiraba al control de la fértil llanura campana, ocupada, en el s.V, por pueblo sabelios, instalados en las
viejas ciudades etruscas y griegas de la zona.
1ª guerra samnita.
Roma en el 354 había concluido un tratado con la poderosa confederación samnita para hacer frente a la
liga latina. Pero el interés común por el acceso a Campania enfrentó a los dos aliados antes incluso de
que estallara la guerra entre Roma y los latinos. La ciudad campana de Capua, presionada por los
samnitas, pidió ayuda a Roma. Las hostilidades apenas duraron tres años 343-341.
2 ª guerra samnita.
La disolución de la liga latina y la decidida intención de la dirección política romana de abrir sus horizontes
exteriores hacia Campania reabrieron la cuestión samnita. El pretexto para una nueva guerra lo ofreció
Nápoles, el último refugio griego en Camapania. La ciudad se encontraba dividida, unos apelaban a los
samnitas, los otros pidieron ayuda a Roma.
Esta guerra, como la tercera, es más bien un período incesante de conflictos armados, con cortas pausas ,
que si protagonizan Roma y el Samnio, también involucran a los restantes pueblos de Italia. Su
consecuencia final será la hegemonía de Roma sobre el conjunto de Italia.
Aliados romanos: Apulia y Lucania ---- aliados samnitas: ciudades etruscas y umbras y tribus montañesas.
3ª guerra samnita
Aprovechando la paz, Roma amplio sus redes diplomáticas, fortaleció sus fronteras.
Esta guera 298-290 la volvió a ganar Roma. Un episodio remarcable en la historia de Roma fue Sentino,
‘la batalla de naciones’. Aprovecharon la victoria para fundar en territorio galio Ariminium (Rimini) y Sena
Gallica.
Guerreros samnitas.
-Las ciudades de la Magna Grecia, extendidas a lo largo del golfo de Tarento y de la costa meridional
tirrena, si bien mucho más evolucionadas que el resto de Italia, no habían podido superar sus
particularismos para crear un estado unitario que fuera capaz de contener a los pueblos itálicos vecinos,
lucanos, brutios, mesapios y samnitas. Durante los siglos V y IV, algunos tiranos y soldados de fortuna,
como Dionisio de Siracusa y Agatocles, habían intentado construir un estado fuerte, que incluyera a la
Magna Grecia y Sicilia, para frenar tanto a los pueblos itálicos como a los cartagineses, que habían
ocupado el occidente de Sicilia. Pero los intentos fracasaron uno tras otro.
Durante un tiempo, durante la tercera guerra samnita, los lucanos habían sido aliados de Roma, pero el
final de la guerra desveló las auténticas intenciones romanas de expan-sión, y la antigua alianza se
transformó en franca hostilidad. No es extraño que algunas ciudades griegas vieran entonces en Roma
un posible aliado para poner freno a la belicosidad de las comunidades itálicas colindantes. Así, cuando
el último conflicto con los lucanos amenazó a Thurioi, sus habitantes acudieron a Roma en busca de
protección. Rom aceptó el envío de tropas y una guarnición romana entró en la ciudad (282).
Pero Thurioi, al recurrir a Roma, había roto una larga tradición, ya que, hasta ahor a Tarento era la
protectora de la liga de c iudades griegas italiotas . La injerencia de Roma en Tarento un malestar que se
transformó en ira cuando, frente a su puerto, apareció un flotilla romana. Se trataba de una clara
provocaciónLa flotilla fue, en parte, hundida, y la guar ción de Thurioi obligada a abandonar la ciudad.
Roma se convertía en atacada y podía justificar la guerra.
El casus belli rompió todo el frágil equilibrio de la zona y agrupo alrededor de Tare a los potenciales
enemigos de Roma, lucanos y samnitas, con un elemento absolutamente nuevo: Tarento, solicitó la ayuda
de Pirro, rey del Epiro, para luchar contra Roma.
Pirro había crecido en el mundo político que sigue a la muerte de Alejandro Magno. Las fuentes
antiguas lo caracterizan como uno de los mejores estrategas de su tiempo. Los motivos que le empujaron
a acudir en socorro de Tarento permanecen oscuros; tradicionalmente se considera que era un paso
previo para una supuesta unificación de Italia bajo su hegemonía, intentando en Occidente las conquistas
que se le habian impedido en el mundo griego. En cualquier caso, en el 2 8 0, Piro, con un ejército
desembarcaba en Tarento.
El primer encuentro de Pirro contra las fuerzas romanas, cerca de Heraclea, resultó favorable al
caudillo griego, las asustadizas ciudades griegas que Roma había ganado a su causa, abandonaron a su
reciente aliado, mientras los pueblos itálicos del sur se apresuraban a unir sus fuerzas a las de Pirro. Pero
las ciudades de Campania y el Lacio permanecieron fieles a Roma, y la victoria militar no tuvo, así,
resultados prácticos.
Pirro, consciente de haber vencido sólo una batalla pero no la guerra, intent ó un acuerdo diplomático,
que le permitiera abandonar Italia para acudir a la más prometedora Sicilia, donde las ciudades griegas
de la isla solicitaban su concurso para combatir a Cartago. Y, aunque Roma no cedió, Pirro pasó con su
ejército a la isla, mientras Roma firmaba con Cartago un tratado de alianza (278).
Así, mientras en Italia Roma, con el apoyo cartaginés, continuaba la guerra contra los pueblos itálicos del
sur y contra Tarento, Pirro comenzaba su campaña siciliana, de la que sólo interesa su r otundo fracaso: el
entusiasmo inicial con el que fue recibido el caudillo griego, dio paso rápidamente a la desilusión y,
finalmente, al enfrentamiento cuando Pirro exigió los primeros sacrificios y la incondicional sumisión de
las ciudades a su autoridad. Amargado y desilusionado, hubo de regresar a Italia (275).
De nuevo, el rey epirota enfrentó su potente máquina militar contra Roma. En el país samnita, cerca de
Malventum (nombre que los romanos cambiaron por el de Beneventum). el ejército romano resistió con
éxito, y Pirro comprendió las dificultades que le esperaban si continuaba la guerra. Decidió así abandonar
Italia, mientras los romanos asediaban Tarento, que capituló en el 272.
El episodio de Pirro significó para Roma la aceleración del proceso de unificación de Italia. En los años
siguientes se produjo la definitiva sedimentación de las conquistas y el ensamblaje de las distintas piezas
en una unidad política bajo hegemonía romana. Con ello, la ciudad del Tiber se convertía en potencia
mediterránea.
g) la organización del territorio conquistado.
El estado romano tuvo que hacer frente a la organización de los territorios que la política de
expansión por Italia había puesto bajo su hegemonía.
Hasta la disolución de la liga latina, en el 338, Roma no se apartó de los criterios conocidso y
utilizads en el marco Itálico, según los cuales el territorio conquistado era objeto de anexión; pasaba
así a engrosar el ager Romanus. Pero, cuando Roa, tras el desenlacae de la guerra latina, se enfrentó
con el problema de regular las nuevas relaciones con los vencidos, renunció a una anexión total:
una parte de las comunidades latinas, si bien anexionadas, mantuvieron su propia organización
interna; otras fueron obligadas a aceptar una alianza con Roma, conservando su soberanía, aunque
limitada.
El ager romanus.
Englobaba no sólo el casco urbano de la ciudad y el territorio rústico circundante; formaba parte
de él también tanto las colonias de ciudadanos romano, ---------
En Roma el ciudadano (civis) forma parte de la comunidad, pero la ciudadanía no implica ninguna
referencia a un principio de territorialidad. El derecho de ciudadanía (ius civitatis) supera muy
ampliamente la Urbe. Roma mantuvo siempre un lazo estrecho entre el derecho de ciudadanía y la
libertad: no concibe a los ciudadanos más que como hombres libres, de tal modo que la pérdida de
libertad entraña paralelam ente lade la ciudadanía romana.
la población de Roma con derechos civiles alcanzaría aproximadamente el millón de personas, muchas
de ellas residentes fuera de la Urbe, puesto que la cualidad de ciudadano, ligada primitivamente al origen
y a la residencia, se transforma en estatuto jurídico.
Se es ciudadano romano:
Frente al c ivis optime iure , de plenos derechos, se encuentran los mencionados libertos , privados del
derecho de acceder a las magistraturas hasta la segunda generación, y, en los primeros siglos de la
República, los llamados ciudadanos sin derecho de voto (c ives sine suffragio), al parecer, habitantes de
determinadas ciudades itálicas que adquirían la ciudadanía al trasladarse a la Urbe aunque sin derecho
activo y pasivo de voto.
La ciudadanía romana comporta el disfrute de derechos civiles y políticos. Están entre los primeros el
poder hacer uso de la forma romana de nombre o ius tria nomina: nombre personal, gentilicio y
cognom en o apelativo familiar; vestir la toga, la vestimenta itálica, contraer matrimonio a efectos
jurídicos del derecho romano (connubium) y gozar del derecho de realizar actos jurídicos propios del
ius civile (commercium). Entre los derechos jurídicos, por su parte, se encuentran el ius suffragii o
derecho de voto en las asambleas; el ius honorum o derecho a ser elegido magistrado, el privilegio de
servir en las legiones y la posibilidad de apelar a la asamblea popular ante la condena de un magistrado
(provocatio ad populum).
La comunidad de ciudadanos con plenitud de derechos, el populus, participa en la vida pública a través
de las asambleas, los comicios. Pg 87
-------------------------explicar comicios-------------
Tras las leyes Lic ino-Sextias, accede por derecho a la clase política la elite plebeya,
compartiendo el consulado y todas las demás magistraturas con el patriciado. Frente a la antigua
distinción simplista de patricios y plebeyos, la sociedad se articula en clases bien diferenciadas , que
forman una pirámide social compleja, cuya cúspide será la nobilitas. El nacimiento deja de representar
una barrera infranqueable para acceder a la dirección del Estado.
La lucha de estamentos no condujo a una democratización social, sino a la implantación de
un nuevo orden aristoc rátic o en el que el origen patricio ya no tiene significación, sino la pertenencia a
la élite polític a. Las familias que cuentan entre sus miembros con un alto magistrado forman el círculo
de la nobilitas que terminó por formar un estamento cerrado.
Nobilitas
Los nobiles no solo controlaban los hilos de la política, sino también imponían, en el ámbito
de las costumbres y de la vida privada, un estilo de vida.La nobilitas acuñó una conciencia, cuya ética
era el respeto a los antepasados. Los antepasados daban prestigio a esta clase dirigente.
Prestigio social y potencial económico (apropiación del ager publicus y negocios). Sólo entre sus
miembros se reclutaban los magistrados; reunidos como consejo, en el senado, dominaban, gracias a
trabas constitucionales, legales y sociales, las propias asambleas populares.
La plebe urbana
Al lado del campesinado se encontraba la plebe urbana, ciudadanos que habían perdido sus lazos
con la tierra, vivían en la propia Roma, ocupados en actividades artesanales. Hay que destacar el
grupo de los libertos, esclavos liberados, que constituían un fuerte soporte, no solo político, sino
económico, de sus antiguos amos, con quién continuaban ligados por lazos de clientela.
Los esclavos
Se podría decir que había dos formas de clasificar las salidas de la esclavitud, acorde a la palabra del
amo de querer liberar a su esclavo o por contenidos establecidos en la ley. Aunque lo más propenso a ocurrir
fuera lo segundo mediante una manumisión, también es cierto que existía la posibilidad de que el esclavo
pudiera liberarse por sus propias acciones. Entendemos por manumisión como el acto por el cual un esclavo es
liberado por su amo. El amo, por su cuenta, vuelve al esclavo parte de la ciudadanía libre.
Aquellos que fuesen esclavos por el enemigo serían considerados como sujetos fuera de la sociedad
romana, perdiendo toda ciudadanía y todos los derechos que ello conllevase. Sin embargo, si por az ares del
destino este sujeto consiguiese escapar y volver a territorio de Roma, recuperaría lo que una vez perdió. De
nuevo, reforzando la idea de que tener la ciudadanía romana era el deseo máximo de cualquier persona en
Roma
Pg 158 revisión
D. Las transformaciones económicas: la nueva
organización agraria;
El esta do romano, tuvo que hacer frente a la organización de los territorios que la política de expansión
por Italia había puesto bajo su hegemonía. La organización de Italia fue el producto de una evolución
absolutamente pragmática, desarrollados progresivamente a lo largo de más de dos siglos de
conquista.
El ager Romanus.
Los latinos, ocupaban un lugar privilegiado en la org. Jurídica de Italia. Tras la disolución de la liga
latina (338), muchas de ellas quedaron integradas en el ager romanus como municipio, otras,
conservaron su soberanía ciudadano.estatal y, con ello su derecho a ciudadanía propio, como socii, La
condición de socii latini comportaba una serie de privilegios, en espec ial, el derecho de comercio y de
matrimonio. En correspondencia a este estatuto jurídico priv., los aliados roomanos debían cumplir una
serie de obligaciones (militaes9, en forma de contigentes y contribuciones pecuniarias.
El ius Latii
Con el tiempo, esta consideración jurídica altina (ius latii), considerado como un escalón pervio al
goce de la plena ciudadnía romana, fue otorgado a comunidades no latinas, con fines políticos . Roma
fundó, tanto en Italia como en las provincias, una serie de colonias latinas, es decir, establecimientos
urbanos, ocupados por ciudadanos romanos, latinos o de otra procedencia, dotados del estatuto
jurídico de los aliados romanos.
El resto de las comunidades itálicas con las que Roma estableció relaciones jurídicas como
consecuencia de la conquista peninsular, eran los aliados itálicos, ligados a Roma por obligaciones
militares, tanto en hombres como en moneda. Estas contribuciones estaban fijadas mediante tratados
de alianza (foedera). Estos foedera restringían la capacidad soberana de los diferentes estados y no
tenía límite de tiempo, generalmente no entrañaban la intromisión de Roma en sus asuntos internos: el
estado romano consideraba a sus habitantes como pregrini (extranjeros) y, por tanto, no les reconocía
los priv. Jurídicos de los que gozaban los ciudadanos romanos y, parcialmente, los soc ii latinos.
E. Las actividades artesanales y el desarrollo
económico: origen y difusión de la moneda
romana;
Introducción de la moneda.
Frente al complejo mundo de negocios de Campania y la Magna Grecia, Roma era, todavía
a mitad del siglo IV, un estado primitivo agrario, que ni siquiera utilizaba la moneda en sus
escasas transacciones, para las que se servía de trozos de metal, sin valor fijo. El c ontac to
con los ambientes más desarrollados del sur de Italia, propició la introducción en Roma de
la ec onomía monetaria.
Este movimiento, contó con la resistencia del elemento más conservaodr de la dirección
política, que apoyado por una maplia base de campesinos, apenas estaba interesado en un
• Intereses mercantiles
Entre mitad del s.IV y mitad del III, se descubren dos grupos antagónicos, cuyo contraste condujo a una
complementación de tareas que harían la fortuna de Roma.
Grupo más emprendedor: interesado en la expansión hacia el sur, donde se encontraban los nuevos
medios de riqueza, y en un entendimiento con las aristocracias mercantiles de Campania (QUINTO
PUBLIO FILÓN)
• Intereses agrarios
Otro grupo, que también contaba con fuerte apoyo popular, ponía más su interés en la economía
agraria y pretendía proteger la influencia del sector campesino frente a la actividad mercantil. También
tenían ambiciones expansionistas, pero su interés se dirigía hacia el centro ye el norte de la península.
G. Cultura y religión.
El panteón romano
La divinidad principal era Júpiter, el señor del firmamento, que con Juno, la protectora del
matrimonio, y Minerva, la diosa de los artesanos, formaban una tríada, venerada en el Capitolio.
Otros dioses importantes eran Marte, dios de la guerra y hogar; Mercurio, protector de los
comerciantes, Vesta, Vulcano, Venus.
Existían divinidades especializadas en distintos ámbitos de la vida agrícola y pastoril así como dioses
familiares: dii manes o espíritus de los antepasados, los penates y los lares.
La relación del individuo con la divinidad no se producía de modo directo, sino a través de
intermediarios. En la familia el pater familias, en el Estado, sacerdotes oficiales- pontífices, augures, salii
Los romanos aceptaban la existencia de dioses de comunidades extranjeras. De acuerdo con ello,
la conquista de una comunidad ajena incluía la aceptación de sus dioses, lo que condujo a un continuo
incremento de nuevas divinidades. En época muy temprana, fueron asimilados dioses, cultos y ritos
tanto del mundo etrusco (haruspices), como de los pueblos itálicos
Hígado de bronce de Piacenza, usado para la adivinación de los arúspice que examina el hígado de un animal sacrificado para leer los
arúspices etruscos agüeros
Pero, sin duda, fueron los griegos los que más influyeron en la religión romana. La temprana
relación con las ciudades de Campania, favoreció la introducción en Roma del culto a Apolo. La
proliferación de estos cultos griegos, con sus expresiones típicas (fiestas, procesiones, juegos ,
representaciones teatrales) modificaron la religiosidad romana de for ma sustancial.
Tríada capitolina
Tema 5. La edad del imperialismo: El imperialismo romano: condicionantes sociológicos y
justificaciones culturales. El debate historiográfico. La conquista del Mediterráneo central: las
guerras púnicas; La conquista del Mediterráneo occidental: las guerras de Hispania.
Con julio cesar la gens iulia llega a su cukminacion y también a su fin dado que cesar no tendrá
hijos propios y tendrá que adoptar un sobrino-limpio, de la gens octauia, como julio
Hermana: Iulia (abuela de octaviano augusto) las mujeres romanas no poseen nombre de pila
propio.
Comienzos políticos: alienación entre los populares Mario y cina contra los optimates sila y
pompeyo.
Clientelas olíticas
Cesar en la sombra: durante la época de craso y Pompeyo, césar consolida su figura:-69 cuestor de
la Hispania vit¡trior
Cuestor-pretor-consul’