Teoría General Del Acto Jurídico
Teoría General Del Acto Jurídico
Teoría General Del Acto Jurídico
SUMARIO:
I.- Apunte
II.- Dossier de estudio
1. Concepto y clases de acto jurídico: DOMÍNGUEZ, Ramón,
El negocio jurídico (Santiago, Editorial Jurídica de Chile,
2009).
2. Voluntad, formación del consentimiento, vicios y
capacidad: DOMÍNGUEZ, Ramón, ob. cit.
3. Objeto: VIAL, Víctor, Teoría general del acto jurídico
(Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2011).
4. Causa: VIAL, Víctor, ob. cit.
5. Formalidades: VIAL, Víctor, ob. cit.
6. Ineficacia y nulidad: DOMÍNGUEZ, Ramón, ob. cit.
7. Modalidades: VIAL, Víctor, ob. cit.
INTEGRACIÓN DE DERECHO CIVIL
LA TEORÍA GENERAL DEL ACTO JURÍDICO
SECCIÓN PRIMERA
GENERALIDADES
I.- INTRODUCCIÓN
II.- CONCEPTO
1 Hay quienes a los actos en que intervienen más de dos partes les denominan
plurilaterales.
Por otro lado, cabe recordar que los actos jurídicos bilaterales reciben
la denominación de convenciones, definiéndose ambos como el “acuerdo de
voluntades destinado a crear, modificar o extinguir derechos y obligaciones”.
Si bien ambos términos son sinónimos, se suele destacar que cada uno
posee un enfoque distinto: al hablar de convenciones, el énfasis a los
efectos que se produce con la reunión de voluntades, a saber, el
consentimiento (creación, modificación y extinción de relaciones jurídicas);
en cambio, el acto jurídico bilateral miraría al proceso de formación del
negocio de que se trata.
i) Entre vivos. Se define a los actos jurídicos entre vivos como aquellos
cuyos efectos no dependen de la muerte de las partes, sino que se producen
normalmente en la vida de éstas. Naturalmente, constituye la regla general
de los actos jurídicos y es lo que ocurre, por ejemplo, con los contratos de
compraventa o arrendamiento, la tradición, o la renuncia de derechos.
ii) Por causa de muerte. Es un acto jurídico por causa de muerte, o
mortis causae, aquel cuyos efectos se verifican con la muerte de quien lo ha
otorgado. En rigor, esto se presenta con exactitud en el caso del
testamento.
ii) De familia. Los actos jurídicos de familia son “aquellos cuyo objeto
central son relaciones de contenido familiar, y por tanto, no susceptibles de
valoración en dinero”. También se han conceptualizado como “aquellos
actos que atañen al estado de las personas o a las relaciones del individuo
dentro de la familia”. Dentro de esta clase de actos jurídicos encontramos
el matrimonio y el reconocimiento de un hijo.
ii) Accesorios. Son de esta clase “aquellos actos en los cuales, para su
subsistencia, precisan de otro acto, al que acceden”. En otras palabras, se
trata de actos jurídicos que hallan su razón de ser, finalidad o propósito,
en otro.
Los requisitos generales del acto jurídico son aquellos que resultan
necesarios para que un acto jurídico nazca a la vida jurídica y pueda
desplegar todos sus efectos, válidamente. Existe transversal acuerdo en la
doctrina en claisifcarlos clasificados en requisitos de existencia y
requisitos de validez. Veamos.
Por de pronto, nos encontraremos con que el artículo 1445 del C.C.,
norma general sobre los actos jurídicos, señala que para que una persona
“se obligue para con otro por un acto o declaración de voluntad”, es
necesario:
SECCIÓN SEGUNDA
LA VOLUNTAD COMO REQUISITO DEL ACTO JURÍDICO
I.- CONCEPTO
III.- LA REPRESENTACIÓN
1.- Concepto
7.- La ratificación
– Artículo 1437, que señala que las obligaciones nacen del concurso
real de voluntades de dos o más personas.
– Artículo 1445, que indica que para que una persona se obligue por
un acto o declaración de voluntad, se requiere que consienta en
dicho acto, y que el consentimiento no adolezca de vicio.
– Artículo 1069, que prescribe que para conocer la voluntad del
testador se estará más a la sustancia de las disposiciones (voluntad
real) que a las palabras de las cuales se haya valido (voluntad
declarada).
voluntad declarada. Además podemos agregar dos teorías enmarcadas como “eclécticas”,
que son la de la confianza y la de la responsabilidad.
– Artículo 1560, que dispone que conocida claramente la intención de
los contratantes (voluntad real), se estará más a ella que a lo literal
de las palabras (voluntad declarada).
1.- La Oferta
a) Concepto
b) Requisitos
2.- Aceptación
a) Concepto
b) Requisitos
c) Extindición de la oferta
Sin embargo, para que el acto jurídico nazca y produzca sus efectos,
no basta con que exista la sola manifestación de voluntad; se requiere,
además, que dicha manifestación sea libre y consciente. No es libre cuando
ha sido obtenida por la fuerza; y no es consciente, cuando ha existido
error; que si ha sido provocado por otro, se denomina dolo. Nuestro Código
Civil denomina a estas situaciones (error, fuerza y dolo) vicios del
consentimiento, refiriéndose a ellos en los artículos 1451 a 1459. Dichas
normas constituyen las reglas generales sobre vicios de la voluntad, pero
no son las únicas normas que se refieren a ellos, debido a que existen
reglas especiales diseminadas en el Código, que regulan de manera
específica esta materia en torno a la tradición, las disposiciones
testamentarias, etc.
5 Sobre el tema de la sanción a la falta de los elementos esenciales generales del acto
1.- Error
a) Concepto
Para que el error afecte a la validez del acto, se requiere que sea
excusable, es decir, que existían razones para equivocarse. El error no es
excusable si sólo se debe a la negligencia de quien lo sufre6.
– Para un sector (liderado por don Luis Claro Solar), este tipo de error
significa que no hay voluntad o consentimiento, y por ende, el acto
es sólo aparente -es inexistente-.
– Para otro sector (liderado por don Arturo Alessandri), es claro que el
error esencial implica una ausencia total y absoluta de
consentimiento, y por ello el acto debería calificarse como
jurídicamente inexistente; pero, como el Código Civil no regula la
inexistencia, la sanción es la nulidad absoluta del acto, por faltar
uno de los requisitos que la ley declara como esenciales para la
validez del acto, en atención a su naturaleza o especie (la voluntad).
– Para otros autores (liderados por don Manuel Somarriva) la sanción
para este tipo de error es la nulidad relativa. Entre otros, los
argumentos de esta posición son:
o El artículo 1453 CC señala expresamente que este error “vicia”
el consentimiento (no dice que impide que se forme).
o Las causales de nulidad absoluta contenidas en el artículo
1682 inc. 1 y 2 CC son taxativas, y entre ellas no se encuentra
este tipo de error, de modo que debemos aplicar el artículo
1682 inc. 3 CC, que señala “cualquiera otra especie de vicio
produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o
contrato”.
o Si la sanción fuese la nulidad absoluta no cabría la posibilidad
de que las partes ratificaran el acto, cuestión que sólo es
posible tratándose de actos que adolecen de un vicio de
nulidad relativa.
o Por último, sirve de argumento el artículo 1454 CC que se
refiere al error sustancial, cuya sanción es (sin discusión) la
nulidad relativa, pues este artículo es el que viene
inmediatamente a continuación del que trata el error esencial,
y señala “…vicia asimismo el consentimiento…”, con lo cual
estaría significando que la sanción sería la misma.
Sin perjuicio de todo lo ya dicho, la regla general en lo relativo a la
sanción de los vicios del consentimiento, es la nulidad relativa, lo que se
desprende del art. 1682 in fine.
La jurisprudencia nacional, desde hace más de una década se ha
inclinado por acoger la tesis que sanciona a este vicio con la nulidad
absoluta del acto o contrato, por entender que la entidad del mismo es tal
que, en rigor, el consentimiento no ha logrado formarse.
9 Ilustración: (A) quiere contratar a un famoso pintor (B) para que le pinte un retrato.
Pero, (A) contrata a (C), creyendo que era (B). En este caso hay error en la persona, y ese
error vicia el consentimiento, ya que para (A) no es indiferente si el retrato lo pinta (B) o
(C). Pero, en estos casos se puede plantear un problema, (C) pudo haber realizado la
prestación (pudo haber pintado el cuadro), ignorando que (A) en realidad quería contratar
a otro pintor. ¿Qué ocurre en tal caso? El artículo 1455 inc. 2 CC señala que (A) podría
verse expuesto a indemnizar a (B) por los perjuicios en que de buena fe haya incurrido
por la nulidad del contrato. Ese deber de indemnización no tiene su fuente en el contrato
(pues ha sido declarado nulo); su fuente es la ley.
matrimonio, se estiman determinantes para otorgar el consentimiento (art.
8 n. 1 y 2 CC)10.
h) El “error común”11
10 Además del matrimonio, hay otros varios casos en los que es evidente la
consideración especial de la persona con quien se celebra el acto. Por ejemplo, en el
contrato de donación, en el de mutuo, y en general, en los actos gratuitos o de
beneficencia; en el contrato de mandato; y en general, en todos los casos en los que se
contrata a una persona para que haga algo, considerando sus conocimientos, habilidades
o destrezas.
11 Ilustración: Durante un período de tiempo determinado, muchas parejas de una
localidad contraen matrimonio ante (A), el oficial del Registro Civil. Pero, hubo un defecto
en el nombramiento de (A), de modo que legalmente (A) no era oficial del registro civil.
Como el error es compartido por muchos, y es excusable, entonces, en vista al interés
general, los actos celebrados ante (A) pueden tenerse por válidos, pese a que, en realidad,
son contrarios a Derecho.
Por último, conviene señalar que, en la medida que su aplicación
supone una infracción deliberada del ordenamiento jurídico, se entiende
que la aplicación de este principio debe ser restrictiva; sólo para aquellos
casos en los que rechazarlo supondría una injusticia evidente.
2.- Dolo
a) Concepto
Dolo positivo: Aquel que estaría constituido por conductas activas del
sujeto; es decir, actos materiales tendientes a engañar.
13 Ilustración: Caso 1 (dolo principal): (B) engaña a (A) en relación con las bondades de
un determinado bien (X). Si (A) no tenía pensado comprar ese bien (X), y lo hace, debido al
engaño de (B), hay dolo principal. Caso 2 (dolo incidental): (B) engaña a (A) en relación con
las bondades de un determinado bien (X). Si (A) ya había decidido comprar ese bien (X), y
lo hace, pero pagando un precio superior, en atención a esas presuntas bondades, hay
dolo incidental.
No siempre el hecho de guardar silencio sobre algún dato que se
conoce, y que podría tener cierta influencia en el negocio, puede
considerarse como dolo (negativo). La doctrina entiende que sólo existe
dolo en la medida que pueda estimarse que existía el deber de declarar
(porque existía un deber legal, o bien porque lo impone la costumbre o las
circunstancias del caso), y siempre que, lógicamente, se calle con la
intención de perjudicar al otro.
general.
Entre los casos excepcionales en que se presume el dolo, podemos
señalar, por ejemplo, los artículos 706, 968 nº 5, y 1301 CC.
a) Concepto
entre otros)
17 Ilustración: Caso 1. (A) amenaza a (B) con que, si no celebra el acto, matará a su
cónyuge. Probado que la amenaza es real, ella se tiene por suficientemente grave. (B) no
tiene que probar que es grave, porque se trata del cónyuge y porque la muerte es un mal
irreparable y grave. Caso 2. (A) amenaza a (B) con que, si no celebra el acto, mandará
muchos e-mails, hasta colapsar la casilla de su cónyuge. La amenaza, como en el caso
anterior, consiste en causar un mal al cónyuge de (B); pero, este caso no queda
comprendido en la presunción de gravedad; porque el colapso de la casilla no parece un
mal irreparable y grave. (B) tendría que probar la gravedad de la amenaza. Caso 3. (A)
amenaza a (B) con que, si no celebra el acto, matará a un ex compañero de curso de (B),
con quien éste no tiene ninguna relación hace quince años. Pese a que la muerte es un
mal irreparable y grave, a (B) no le basta probar que la amenaza es real. Como los
antiguos amigos no quedan comprendidos en la presunción, (B) debería probar la
gravedad de la amenaza.
Estimar la gravedad de la fuerza ejercida contra una persona es una
cuestión de hecho; pero el legislador ha entregado ciertas pautas al juez: la
fuerza es grave cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una
persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición. Por
tanto, a la hora de estimar si la fuerza ha podido causar o no una
impresión fuerte en la víctima, han de considerarse tanto factores objetivos
como subjetivos.
que debe comprar la casa que ofrece (C). Es más, le dice que si no lo hace, no le volverá a
hablar. Por no enojar a su padre, (B) compra la casa. (B) no puede pedir la nulidad del
acto por fuerza. Sólo ha existido temor reverencial.
19 Ilustración: (A) dice a (B): “págame, o te demandaré y sacaré a remate tus bienes”.
Si (B) paga, no puede alegar fuerza como vicio de la voluntad para anular ese pago. En el
caso, existe una amenaza; y, por las consecuencias que implica su concreción, podría
estimarse grave; pero, la fuerza no es injusta.
20 Ilustración. (A) es atacado por unos ladrones. Ofrece una cuantiosa suma de dinero
a alguien (B) para que le ayude. (B) le ayuda y (A) salva la vida. (A) deberá cumplir la
promesa de recompensar a (B). Si bien en este caso, la fuerza ejercida contra (A) es la
razón por la que se celebró el contrato, la fuerza no estaba dirigida a obtener que se
celebrara el contrato con (B).
que la fuerza se haya ejercido para obtener la manifestación de voluntad.
Por esta razón, no basta para anular el acto jurídico el hecho de que una
persona lo haya celebrado debido al temor que le causó una fuerza grave e
injusta; si esa fuerza no se ha ejercido con la finalidad de obtener la
celebración del acto (véase art. 1457 CC).
c) Origen de la fuerza
a) Concepto
solución que el mismo Código civil otorga para los casos en que una persona manifiesta
su voluntad debido al engaño de un tercero (dolo), ya que en este caso, no hay acción de
nulidad sino sólo de indemnización de perjuicios, optándose por proteger al co-
contratante que está de buena fe. Pero existen buenas razones para hacer esta diferencia.
Entre ellas, se dice que es más difícil defenderse de la violencia que del dolo, pues la
víctima de la violencia no puede sustraerse de la presión, en cambio el dolo es evitable
con mayor diligencia y cuidado. Por otro lado, se sostiene que es poco probable que la
contraparte ejerza la fuerza directamente, y que posiblemente recurriría a terceros, por lo
que se complicaría la configuración de la causal.
raíz es, en realidad, $20 millones. Entonces (A) sufre un perjuicio
económico (porque paga $80 millones de más). -Que el valor de mercado es
$250 millones, entonces es (B) quien sufre un perjuicio económico (porque
recibe 150 millones menos).
c) Casos
SECCIÓN TERCERA
LA CAPACIDAD
I.- GENERALIDADES
Tal como ocurre con los demás requisitos de los actos jurídicos
(voluntad exenta de vicios, objeto lícito, causa lícita), la capacidad debe
estar presente al momento de la celebración del acto o contrato. Esto quiere
decir que el acto celebrado por una persona capaz, no puede ser invalidado
si, con posterioridad, dicha persona pasa a ser incapaz27.
27 Ilustración: (A) y (B) celebran un contrato de compraventa el día 1 de abril del año
2015; postergando los efectos del contrato al día 1 de junio. El día 10 de abril, (A) sufre
un grave accidente que lo deja totalmente privado de voluntad: es, jurídicamente, un
“demente”. La demencia es un caso de incapacidad absoluta. El contrato de compraventa
no se puede anular por la incapacidad de (A), porque es una incapacidad sobrevenida
(posterior a la celebración del acto). Pero el cumplimiento de ese contrato, a través del
pago (que es también un acto jurídico) ya no puede ser realizado válidamente por (A).
Dentro de las incapacidades generales, podemos subdistinguir dos
clases, la incapacidad absoluta y la relativa, que revisaremos a
continuación.
a) Los dementes
b) Los impúberes.
alcoholismo pueden producir daños que impliquen una pérdida permanentemente de las
facultades mentales (son enfermedades).
La incapacidad de estas personas no se debe al hecho de ser sordas o
sordomudas, sino al hecho de que ellas no puedan darse a entender
claramente. Por ello, el sordo o sordomudo que sabe leer y escribir, o que
se expresa por medio de lenguaje de señas o cualquier otro medio que
permita manifestar claramente su voluntad, es plenamente capaz29.
a) El menor adulto
SECCIÓN CUARTA
LA CAUSA
I.- GENERALIDADES
El estudio de la causa como requisito del acto jurídico es complejo por
diversas razones. Entre ellas, porque el Código Civil se refiere tanto a la
causa de la obligación como a la causa del acto; y también porque la voz
causa tiene diversas acepciones.
Por otro lado, la necesidad de que exista una causa ha sido un tema
muy discutido en la doctrina nacional, existiendo un sector que defiende
que se trata de un elemento esencial del acto e independiente de los otros;
mientras que el otro ha sostenido que se trata una noción artificial e inútil.
30 La idea de que todo acto o contrato requiere una causa es una idea que fue recogida
en el Código civil francés (arts. 1108 y 1131-1133), y que en esta materia, influyó en el
nuestro. El Code civil recogió, en este punto, la doctrina de DOMAT (1625-1696), seguida
también por POTHIER (1699-1762).
invariable y que depende de la naturaleza del acto o contrato de que
se trate.
o Contratos bilaterales. La obligación de cada parte tiene por
causa la obligación de la otra, por lo que la causa de la
obligación de una parte equivale al objeto de la obligación de la
otra.
o Contratos reales. La causa de la obligación del deudor
(restituir la cosa) es la entrega realizada por el acreedor.
o Contratos gratuitos. La causa consiste en la intención de hacer
una mera liberalidad. Para algunos, esto equivale a decir que
en estos contratos la causa final es la misma que la causa
motivo; pero vemos que los contratos gratuitos tienen un fin
práctico (causa) que es el enriquecimiento de otro sin
compensación, pero ello puede obedecer a múltiples motivos
(caridad cristiana, solidaridad mundana, etc.)
31 Frente a esta postura, nos encontramos con la Teoría Anticausalista que sostiene
que la noción de causa es artificial, ya que nada agrega a los otros elementos exigidos
para la validez de los actos y contratos. En base a la división tripartita de los contratos,
argumentan que no puede considerarse en los contratos bilaterales que la causa de una
obligación sea el objeto de la otra, pues estas surgen coetáneamente al momento de
contratar, y por otro lado, al omitirse la causa, podría anularse el acto no por falta de ésta
sino por falta de objeto de la obligación correlativa. Respecto a los contratos reales, no
puede considerarse que la entrega realizada sea causa de la obligación, ya que ésta es el
requisito para el perfeccionamiento del contrato, por lo que su omisión no implicaría falta
de causa, sino que falta de perfeccionamiento del acto. Finalmente, respecto a los
contratos gratuitos que tendrían por causal la mera liberalidad, los anticausalistas
acusan que se confunde la causa del acto con los motivos que llevan a su celebración,
confusión que los mismos causalistas plantean que no debe existir.
1.- Que sea real32
32 Ilustración: (A) promete a (B) dar algo (X), en pago de una deuda anterior que en
realidad no existe. El motivo que induce a (A) a realizar la promesa es la existencia de una
deuda. Si esa deuda en realidad no existe, entonces la obligación de dar X no tiene causa.
En este ejemplo, la diferencia entre causa y objeto se aprecia con claridad: el objeto, es
este caso, es x. La causa, la deuda anterior.
33 Jurisprudencia en relación con la ilicitud de la causa: (A) y (B) están casados. (B)
es infiel. (A) lo encara y le amenaza con solicitar el divorcio. (A) pide, para no iniciar los
trámites de divorcio, que (B) le entregue 24 cheques, cada uno por $1.000.000; como
indemnización por el daño moral. (A) demanda el cobro. (B) opone excepción de nulidad
de la obligación. En segunda instancia, se admite la excepción de nulidad, por considerar
la Corte, entre otras cosas, que hay causa ilícita (dice la Corte: “pretender una
indemnización por daño moral por una presunta relación extramatrimonial de uno de los
cónyuges, es contraria al orden público”). De todas formas debemos precisar que esta es
una interpretación posible, pues hay quienes sostienen que cabe indemnización por
infracción de los deberes matrimoniales.
ser la nulidad absoluta. Lo que va a depender de la postura que se tenga
respecto a la inexistencia como sanción de ineficacia jurídica autónoma en
nuestro sistema.
SECCIÓN QUINTA
EL OBJETO
Nuestro Código civil sin embargo, no hace este distingo; el objeto del
acto jurídico son las cosas que deben darse o entregarse o el hecho que debe
ejecutarse o no ejecutarse. El artículo1461 CC identifica el objeto del acto
jurídico con el objeto de la prestación que las partes se deben. En otras
disposiciones, en cambio, atribuye a la palabra objeto un alcance distinto,
vinculándolo con el contenido del acto o contrato (v. gr. art. 1463 CC).
– Debe ser real. Ello significa que la cosa debe existir al momento de la
declaración de voluntad, o al menos, esperarse que exista (art. 1461
inc. 1 CC). Tradicionalmente se ha entendido que esta regla importa
distinguir:
o Si la cosa objeto del contrato existe actualmente. En este
supuesto no se suscita ningún inconveniente.
o Si la cosa que es objeto del contrato ha existido, pero dejó de
existir34. En este caso el contrato carecería de objeto.
o Si la cosa objeto del contrato no existe pero se espera que
exista. En este evento estaremos ante un acto sobre cosa
futura, que en principio no presentan problemas en cuanto a
su objeto, pues se entiende sujeto a que la cosa llegue a
existir.
sido destruido por un aluvión pero las partes lo ignoran. Como la cosa realmente no
existe al momento del acto o contrato, este carecería de objeto (vea art. 1814 CC).
aparece o se expresa que se trata de celebrar un contrato en esas
condiciones35.
36 Ilustración: Si Pedro apuesta a Diego que en una hora logra correr desde la ciudad
de Santiago a Valparaíso, ese contrato carece de objeto porque recae sobre un hecho
físicamente imposible.
El hecho es moralmente imposible si es prohibido por las leyes o
contrario a las buenas costumbres 37 o al orden público (art. 1461 inc.
final)38.
Así lo señala el artículo 1462 del CC, que incluso precisa que “la
promesa de someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las
leyes chilenas es nula por vicio del objeto”.
37 Nuestros tribunales han sostenido que “buenas costumbres” son todos los hábitos
que se conforman con las reglas morales en un estado social determinado. Es un
concepto jurídico indeterminado, es decir, esencialmente relativo que varía de un país a
otro y, aún en uno mismo, si se consideran distintas épocas y lugares.
38 Ilustración: Si Pedro ofrece pagar una recompensa importante a Diego por matar a
su suegra, ese contrato carece de objeto, porque recae sobre un hecho moralmente
imposible.
reconocidas por las leyes chilenas, como lo revela el Código de
Procedimiento Civil, que contiene normas sobre cumplimiento de
resoluciones extranjeras.
Y también existen otros pactos que tienen por objeto precisar los
bienes con que el causante ha de enterarles sus asignaciones (lógicamente
a los asignatarios).
a) Pacto de no mejorar
a) El concepto de enajenación
– Enajenación y Compraventa
Ya hemos hecho referencia a esta regla, al tratar el dolo. Por ello, sólo
diremos que la regla relativa a la condonación del dolo futuro que
contempla el artículo 1465 CC es más amplia que su sola aplicación al
pacto de no pedir más en razón de una cuenta aprobada.
Deudas contraídas en juegos de azar
Por ejemplo los artículos 1797, 1798 y 2397 inciso 2º CC. En doctrina
se considera que esta es una norma de clausura del objeto ilícito.
Las formalidades40
SECCIÓN SEXTA
LAS FORMALIDADES
I.- CONCEPTO
Son aquellos requisitos que exige la ley para la forma o aspecto externo
de determinados actos jurídicos y que deben cumplirse en la celebración de
tales actos o en la oportunidad prevista por la ley para su perfeccionamiento
o plena eficacia.
40 La ley que rige a las formalidades en nuestro derecho la determina el art. 17, que no
es más que manifestación del principio Lex locus regit actum (la ley del lugar, rige el acto),
“La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que hayan sido
otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el Código de
Enjuiciamiento. La forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho
de haber sido realmente otorgados y autorizados por las personas y de la manera que en
los tales instrumentos se exprese”.
1.- Formalidades objetivas o solemnidades
a) Concepto
a) Concepto
a) Concepto
Las normas más importantes en esta materia son los artículos 1708 y
1709 del CC. El 1708 señala que no se admitirá prueba de testigos si la
obligación debía constar por escrito; por su parte, el 1709 señala que
deben constar por escrito aquellos actos o contratos que comprendan la
entrega o promesa de una cosa que valga más de dos unidades tributarias.
En este caso, la falta de escrituración (formalidad de prueba) impide
acreditar el acto con prueba testimonial.
b) Sanción ante la inobservancia
a) Concepto
Ejemplos:
SECCIÓN SÉPTIMA
INEFICACIA DE LOS ACTOS JURÍDICOS
42 A este argumento Claro Solar replica, señalando que la nulidad de estos actos se
2.- La nulidad
a) Concepto y regulación
pero puede validarse retroactivamente por la ratificación. El artículo 1683 establece que
la nulidad absoluta no puede sanearse por la ratificación de las partes.
que implica además que estos deben interpretarse de manera
restrictiva (nunca analógicamente). La nulidad resulta aplicable en
aquellos casos en que se han omitido los requisitos que la ley
prescribe para el valor del acto en atención a su naturaleza o a las
personas intervinientes, y así se desprende del tenor del art. 1681, si
se omite un requisito establecido por la ley.
– Son normas de orden público. Esto quiere decir que protege un
interés general, el de la colectividad, y no el de las partes en concreto
que celebran un acto en particular; razón por la cual no puede
renunciarse anticipadamente, como lo indica el artículo 1469. En
general, de este principio se desprende que las reglas de la nulidad
no pueden ser modificadas por la voluntad de las partes.
– Requiere declaración judicial. No opera de pleno derecho, por la sola
situación de producirse el vicio, sino que requiere de un
pronunciamiento por parte de un juez. Así lo indican los artículos
1687 inc. 1° y 1689 CC, a propósito de los efectos de la nulidad.
– Opera con efecto retroactivo. Es decir, se deberán retrotraer los
efectos del acto al momento mismo de su celebración, como si este
no hubiese existido.
– El vicio debe estar presente al momento de la celebración del acto.
– Es una acción de carácter patrimonial. Por lo que es transferible,
transmisible y prescriptible, pero no renunciable ex ante, solo es
renunciable ex post en el caso de la ratificación de la nulidad
relativa.
– Puede hacerse valer como acción o excepción
c) Clasificaciones de la nulidad
Nulidad Parcial: Aquella que afecta a una o más cláusulas o partes del
acto jurídico, que subsiste en lo restante (ejemplos, arts. 1059, 1060, al
señalar que las disposiciones captatorias no valdrán, pero si lo harán el
resto de las disposiciones testamentarias).
1.- Causales
Conforme al artículo 1682 inc. 1° y 2°, las causales son las siguientes:
– Objeto ilícito
– Causa ilícita
– Omisión de solemnidades legales
– Actos celebrados por personas absolutamente incapaces.
– Además podemos agregar, en caso de no adherir a la doctrina de la
Inexistencia jurídica: la falta de objeto, la falta de causa y la falta de
voluntad (fuerza física y error esencial).
1.- Concepto
2.- Causales45
3.- Titulares
4.- Saneamiento
46 Cabe señalar que para cierta doctrina el concepto correcto sería el de confirmación
(Vial del Rio, Alessandri, etc.), pero se ha preferido el de ratificación pues el de
confirmación es ajeno a nuestro Código. La confirmación puede ser definida como el acto
jurídico unilateral por el cual la persona que tenía el derecho a alegar la nulidad relativa,
renuncia a esta facultad, saneando de esta manera el vicio de que adolece el acto o
contrato rescindible.
– Ratificación. Es la confirmación del acto o contrato viciado por medio
de la renuncia a ejercer la acción de nulidad. Desde la perspectiva de
la teoría general del acto jurídico, se podría definir la ratificación
como un acto jurídico unilateral, mediante el cual el titular de la
acción de nulidad relativa renuncia a ella. Esta posibilidad se
encuentra contemplada en el artículo 1684 CC; mediante la cual, lo
que se hace es renunciar a la posibilidad de alegar la nulidad,
confirmando el acto afectado por el vicio. Esto se encuentra
amparado en el artículo 12 CC, que contempla la renuncia, toda vez
que estamos ante un interés particular, distinto al interés general
que protege la nulidad absoluta, y por lo demás se trata de una
renuncia a posteriori de celebrado el acto, no implicando una
infracción a las normas de la nulidad.
Las formas en que se puede realizar la ratificación son:
o Expresa: Se manifiesta la voluntad de manera explícita, en
orden a sanear el vicio y renunciar a la acción de nulidad
o Tácita: Cuando voluntariamente se cumplen las obligaciones
del contrato o acto celebrado con vicio de nulidad relativa
según dispone en artículo 1695 CC.
Requisitos de la ratificación:
o El acto o saneamiento debe emanar de la parte o partes que
tienen derecho de reclamar la nulidad (Art. 1696 CC).
o Debe emanar de una persona capaz, debido a que la
ratificación es un acto jurídico en sí (Art. 1697CC).
o Debe ser oportuna. Debe realizarse antes de la declaración de
nulidad relativa.
o En el caso de un acto solemne, la ratificación debe cumplir
idéntica formalidad (Art. 1694 CC).
47 Por ejemplo, en el caso del artículo 1701 inc. 2º, en que se entiende que el
instrumento público defectuoso por incompetencia del funcionario o por otra falta en la
forma y que está firmado por las partes servirá como instrumento privado, si no se trata
de un acto en que la ley requiere el instrumento público como solemnidad, y en el cual no
pueda suplirse por otra prueba.
En primer lugar, cabe señalar que, sin perjuicio de tener causales
distintas, los efectos que producen la nulidad absoluta y la nulidad
relativa son exactamente los mismos, una vez declarada judicialmente.
1.- Resolución
2.- Terminación
3.- Inoponibilidad
La inoponibilidad es la ineficacia respecto de terceros de un derecho
nacido de un acto jurídico o de uno declarado nulo, revocado o resuelto.
Aquella convención por la cual, las partes acuerdan dejar sin efecto el
contrato.
5.- Revocación
6.- Caducidad
SECCIÓN OCTAVA
LAS MODALIDADES
I.- CONCEPTO
III.- CARACTERÍSTICAS
1.- Condición
a) Concepto y regulación
– Título IV del Libro IV, artículos 1473 a 1493 CC, de las “Obligaciones
condicionales”.
– Título IV del Libro III, artículos 1070 a 1079 CC, de las
“Asignaciones testamentarias sujetas a condición”.
b) Elementos de la condición:
– Hecho debe ser futuro. Para determinar el cumplimiento de este
requisito, debe estarse al momento de la celebración del acto o
contrato, pues el presente, pasado o futuro, se miran desde la
celebración del acto.
– Hecho debe ser incierto. El hecho que constituye la condición, no se
sabe si ha de ocurrir o no.
c) Clases de condición
– Condición suspensiva.
– Condición resolutoria.
2.- Plazo
a) Conceptos y regulación
b) Clases de plazo
i) Plazo fatal: El derecho sujeto al plazo sólo podía ejercerse antes del
vencimiento de éste, porque con posterioridad se extingue
irrevocablemente su ejercicio. En base al artículo 49 CC para reconocer
este tipo de plazos, habitualmente nos encontramos con las expresiones en
o dentro de.
ii) Plazo no fatal. No obstante el vencimiento del plazo, es igualmente
posible ejercer valida y eficazmente el derecho.
c) Efectos
e) Caducidad
– Caducidad Convencional
Deriva de una estipulación de las partes, las cuales convienen la
caducidad del plazo en ciertos supuestos, ocurriendo generalmente en
obligaciones de cumplimiento fraccionado o en cuotas. Por ejemplo
mediante las cláusulas de aceleración en el mutuo.
3.- Modo
a) Concepto y reglamentación
Puede extraerse del artículo 1089 CC, que establece que el modo no
suspende la adquisición de la cosa, a diferencia de la condición
suspensiva, de la que pende el nacimiento del derecho.
Teoría general del negocio jurídico
y al contenido de los negocios, ha estado ellas tienen una misma voluntad, si forman
cada día más limitado por la ley, al menos una misma parte (art. 1438).
hasta tiempos muy recientes. Incluso se Ha de considerarse entonces que el
ha observado la aparición de situaciones criterio divisorio es el número de partes
en que las partes ni siquiera tienen am- necesario para la formación del negocio;
plia libertad inicial, como sucede con los pero para distinguir una parte, no ha de
llamados contratos forzosos o impuestos. En atenderse al número de personas. De aquí
determinadas situaciones, se obliga a una que la diferencia entre el negocio unilateral
persona a contratar con otra, sea mediante y el bilateral haya de fundarse entonces en
obligaciones de oferta preferente o incluso un criterio distintivo diverso al meramen-
mediante la perentoria obligación de sus- te numérico. Ese criterio es el del interés.
cribir un contrato. No es pues posible aceptar el criterio tra-
Cabe observar, sin embargo, que el de- dicional que pone únicamente el acento
recho contemporáneo, al menos en países en la existencia de una o más voluntades,
que adoptan una economía de mercado, porque es muy posible que varias personas
asiste a una renovación de la autonomía manifiesten sus voluntades; pero dirigidas
privada y, por lo mismo, del negocio propia- a un mismo interés, caso en el cual el ne-
mente tal en ámbitos en que la regulación gocio será unilateral, como también que
estatal era tradicional, como por ejemplo, una misma voluntad exprese dos intereses
respecto del arrendamiento de bienes raí- contradictorios, siendo entonces el negocio
ces urbanos.16 bilateral, como ocurre con situaciones en
que una misma persona concurre a un solo
8. Negocios jurídicos unilaterales y negocio; pero en representación de inte-
bilaterales. Negocios jurídicos colectivos. reses diversos, y así sucede en las hipótesis
Ciertos negocios, para formarse, requieren de admitidas de autocontratación. El negocio
la concurrencia de voluntades de dos o más bilateral ha de concebirse entonces como
partes, mientras otros requieren únicamente aquel en que se concilian dos o más intereses
la expresión de voluntad de una sola. A los contradictorios, representados por volun-
primeros se les califica de negocios bilaterales; tades distintas. El negocio unilateral, como
a los otros, de unilaterales. El testamento es aquel que se forma por la concurrencia de
el negociojurídico unilateral típico, pues el una sola voluntad, es decir, de la de una o
Código Civil lo define como “un acto más varias personas en vista de un solo interés.
o menos solemne, en que una persona dis- El negocio unilateral, al decir de un autor,
pone del todo o de una parte de sus bienes actúa así “como una orden, una especie de
para que tenga pleno efecto después de sus decreto que es dirigido al orden jurídico
días...”(art. 999). La compraventa (art. 1793), privado y asegura la preeminencia de una
el mutuo (art. 2196) y en general los con- voluntad sobre las otras”.17
tratos, son negocios bilaterales. En otros términos: el negocio será bilateral
Debe anotarse que, para calificar un ne- cuando requiere la concurrencia de varias
gocio de unilateral o bilateral, se atiende al voluntades diversas, con intereses distintos.
número de voluntades necesarias para dar Es bilateral, porque es la conjunción de
existencia, para formar ese negocio. En conse- intereses diversos. Pero cuando el negocio
cuencia, nada importa para esta clasificación es unilateral, sólo existe la voluntad de una
el número de personas que concurre, si parte, es decir, de una o varias personas
que juntas forman esa voluntad por tener
todas unidad de propósitos.
16 Vid., por ej., para Italia, P. Vitucci, Autonomía La distinción es más clara con la ayuda
Privata, Oneredeüa “Assistenza” dellAssociazioni, acordi “in de ejemplos. Varias personas pueden ser
deroga”a norma imperativa, en Riv. Dir. Civ. 1993, doct.
327; G. Gabirelli, RestaurazioneParziale delVAutonomia
Contrattuale nel campo delk locazioni di immobili urbani, 17 Martin de la Moutte, L’actejuridique unilateral
en Riv. Dir. Civ., 1993, com., pág. 655. Toulouse, 1949, Xo5 27 y sgts.
18
CAPITULO III
EL OBJETO
I. GENERALIDADES
216
L. Cariota Ferrara, op. cit., págs. 513 y 514.
155
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
156
EL OBJETO
217-218
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 514.
219
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 515.
157
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
220
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 516.
221
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 516.
158
EL OBJETO
A) Cosa real
Que la cosa objeto del acto jurídico sea real significa que debe
existir al momento de la declaración de voluntad o, a lo menos,
esperarse que exista. Así lo establece el inciso primero del ar-
tículo 1461, que dice que no sólo las cosas que existen pueden
ser objeto de una declaración de voluntad, sino las que se espe-
ra que existan.
Supongamos, por ejemplo, un contrato de compraventa en
virtud del cual A vende a B un caballo en un precio determina-
do. El caballo objeto del contrato que el vendedor se obliga a
dar al comprador debe existir físicamente al momento de su ce-
lebración; si no existe, no hay compraventa, a menos que el con-
trato tuviera por objeto un caballo que las partes saben que no
existe, cuando esperan que adquiera existencia en el futuro.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1813, la ven-
ta de una cosa que no existe, pero se espera que exista, se en-
tiende hecha bajo la condición de que la cosa llegue a existir, a
menos que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del
contrato aparezca que se compró la suerte.
Por consiguiente, la venta de cosas futuras es por regla ge-
neral condicional; es decir, los efectos del contrato están subor-
dinados al cumplimiento de una condición: que la cosa llegue
a existir.
La condición constituye una cosa de la naturaleza de la com-
praventa de cosas futuras. La ley la subentiende, sin necesidad
de una declaración expresa de voluntad de las partes.
Sin embargo, esta regla general presenta dos excepciones,
constituidas, la primera de ellas, por la expresa declaración que
pudieran formular las partes en el sentido de que la compra-
venta de la cosa que no existe no debe entenderse subordinada
a la condición de que ésta llegue a existir; y la segunda por la
naturaleza de la compraventa específica de que se trata, de la
cual aparece o se desprende que lo que se compra es la suerte
159
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
160
EL OBJETO
161
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
A) Hecho determinado
El hecho objeto de la declaración de voluntad debe encontrar-
se determinado, lo que significa que tiene que especificarse de
manera tal que evite toda ambigüedad en cuanto a qué es lo que
debe hacerse o no hacerse.
B) Hecho física y moralmente posible
El hecho objeto de la declaración de voluntad debe ser física y
moralmente posible.
De acuerdo con lo establecido por el inciso final del artícu-
lo 1461, es físicamente imposible el hecho cuando es contrario
a la naturaleza, y moralmente imposible el prohibido por las le-
yes o contrario a las buenas costumbres o al orden público.
162
EL OBJETO
163
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
164
EL OBJETO
165
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
222
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo III, sección 14, pág. 349.
166
EL OBJETO
167
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
168
EL OBJETO
169
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
170
EL OBJETO
223
Cabe tener presente que la adjudicación –que es la singularización de un
derecho que se tiene en común con otra persona sobre una cosa– no constituye
enajenación. Por eso sería válida la adjudicación de una cosa embargada judicial-
mente o de una especie cuya propiedad se litiga.
171
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
172
EL OBJETO
173
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
174
EL OBJETO
175
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
176
EL OBJETO
tran dentro del comercio humano, toda vez que son susceptibles
de dominio o de posesión por los particulares. Tienen, eso sí, la
particularidad de ser inalienables, lo que significa que el titular
de dichos derechos no puede transferirlos a otra persona.
Estimamos, en consecuencia, que el Código no es redundan-
te en el Nº 2º del artículo 1464, pues sigue la doctrina romana
que distingue entre cosas incomerciables y cosas inalienables.
Todas las cosas incomerciables son, también, inalienables; pero
no todas las cosas inalienables son incomerciables –como suce-
de con los derechos personalísimos–, pues pueden ser suscepti-
bles de dominio o de posesión por los particulares.
224
Citada por Avelino León Hurtado: El objeto en los actos jurídicos, Santiago,
Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición, año 1958, pág. 124.
225
Eugenio Velasco Letelier: El objeto ante la jurisprudencia, Santiago, Editorial
Nascimento, año 1941, págs. 101 a 103, señala que, al referirse el artículo 1464 a
la enajenación de las cosas que enumera, ha excluido una serie de contratos, como
por ejemplo, la compraventa y el arrendamiento, respecto de los cuales el juez
podría decretar prohibición. Ahora bien, si se infringiera una prohibición de ven-
der o arrendar, por distar mucho dichos contratos de lo que constituye una ena-
jenación, no podría aplicarse el artículo 1464 y considerarse que en la venta o
arrendamiento que infringe la prohibición habría objeto ilícito. De aplicarse es-
trictamente la letra de la ley, sería forzoso concluir que carece de sanción la in-
fracción a una prohibición de celebrar actos y contratos sobre determinados
bienes, interpretación que el autor citado rechaza, aduciendo que dejar en la im-
punidad la infracción va, evidentemente, contra el espíritu del legislador. Con-
177
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
cluye E. Velasco que el artículo 296 del Código de Procedimiento Civil, ha modi-
ficado los Nos 3º y 4º del artículo 1464 del Código Civil, “en el sentido de que tra-
tándose de prohibiciones judiciales de celebrar actos y contratos”, se aplica el
artículo 1464 cuando se infringe la prohibición, adoleciendo, por tanto, la infrac-
ción de objeto ilícito, aunque la prohibición no haya sido de enajenar.
178
EL OBJETO
179
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
226
A. León H., op. cit. pág. 146.
180
EL OBJETO
227
En relación con el consentimiento del acreedor, expresa A. León H., op.
cit., págs. 147 a 151, que, al no señalar la ley solemnidades especiales, deben apli-
carse los principios generales en materia de manifestación de voluntad, pudien-
do, por ende, prestarse dicho consentimiento en forma expresa o en forma tácita.
Cita el autor como ejemplo de consentimiento tácito el hecho de que el compra-
dor de la cosa embargada sea el propio acreedor embargante y menciona que así
lo reconoce una sentencia de la Corte de Apelaciones de Valdivia. Agrega que,
prestado el consentimiento por el acreedor, no cabe la posibilidad de retracta-
ción en perjuicio de terceros que válidamente habían adquirido derechos sobre
el bien embargado en virtud de dicha autorización.
181
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
182
EL OBJETO
183
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
184
EL OBJETO
185
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
186
EL OBJETO
187
CAPITULO IV
LA CAUSA
I. GENERALIDADES
189
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
228-229
E. Velasco L., op. cit., págs. 49 y ss.
190
LA CAUSA
191
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
192
LA CAUSA
193
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
230
Citado por Ricardo Hevia Calderón: Concepto y función de la causa en el Có-
digo Civil chileno, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, año 1981, pág. 24.
194
LA CAUSA
231
Henri Mazeaud, et al., op. cit., págs. 297 y ss.
232
E. Betti, op. cit., pág. 143.
233
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 487.
195
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
234
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 489.
196
LA CAUSA
235
Ver Henri Mazeaud, et al., op. cit., págs. 279 y ss.
197
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
236
Ver Henri Mazeaud, et al., op. cit., págs. 297 y ss.
198
LA CAUSA
237
Ver Avelino León Hurtado: La causa, Santiago, Editorial Jurídica de Chi-
le, 14ª edición, año 1961.
199
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
238
R. Hevia C., op. cit., pág. 70.
200
LA CAUSA
201
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
239
A. León H., op. cit., pág. 51.
202
LA CAUSA
240
R. Hevia C., op, cit., pág. 85.
203
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
204
LA CAUSA
241
V. Pietrobon, op. cit., págs. 504 y 505.
205
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
242
V. Pietrobon, op. cit., pág. 505.
243
V. Pietrobon, op. cit., pág. 507.
206
LA CAUSA
207
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
208
LA CAUSA
209
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
210
LA CAUSA
244
L. Claro S., op. cit., tomo XI, pág. 339.
245
Juan de Dios Vergara Baeza: Fraude a la ley en Derecho Privado interno, Me-
moria de prueba para optar al grado de licenciado en ciencias jurídicas y socia-
les, Universidad Católica de Chile, Santiago, 1958, pág. 16. Vergara Baeza cita la
definición de Alexander Ligeropoulo.
211
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
246
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 518.
247
J. de Dios Vergara B., op. cit., pág. 30.
248
J. de Dios Vergara B., op. cit., pág. 31.
249
L. Cariota Ferrara, op. cit., pág. 518.
212
LA CAUSA
250
J. de Dios Vergara B., op. cit., pág. 30.
251
En este sentido, N. Coviello, op. cit., pág. 454, quien dice que “basta el
hecho de la oposición a la ley, para que el negocio sea nulo, aunque su autor haya
errado sobre la existencia o alcance de la norma prohibitiva y hasta creído obe-
decer un precepto moral o jurídico; como, por el contrario, la creencia de reali-
zar un acto contrario a la ley no anula el acto que no es tal por sí mismo. Por esto
será también nulo el acto verificado en fraude a la ley sólo cuando objetivamente
choca contra la prohibición legal, aunque el autor haya creído erróneamente que
no era posible la extensión de la prohibición, y su respeto a la ley sea real y since-
ro, no simulado y farisaico. Pero será válido, a pesar de la intención de hacer algo
contrario a la ley, cuando, objetivamente considerado, no pueda reputarse con-
trario a la prohibición, aunque interpretada extensivamente. El elemento inten-
cional podrá, a lo más, tener eficacia demostrativa del fraude, cuando éste exista,
pero no podrá constituirlo”.
213
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
214
CAPITULO V
LAS FORMALIDADES
I. GENERALIDADES
215
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
252
Enneccerus, Kipp y Wolff, op. cit., tomo I, pág. 119, observan que la liber-
tad de forma es la regla general, solución que estiman justa, “pues una disposi-
ción general de forma significa un entorpecimiento tan grande para el tráfico que
a veces casi necesariamente deja de ser observada; y además su última consecuen-
cia es que el contrayente de buena fe se entrega al de mala fe, porque el hombre
de conciencia se considera también obligado por la promesa sin forma, al paso
que el de mala fe no tiene escrúpulo en invocar la invalidez del negocio en que
no se ha llenado la forma legal”.
253
Enneccerus, Kipp y Wolff, op. cit., pág. 119, dicen que las disposiciones
de forma que la ley requiere en ciertos casos “tienen por objetivo la protección
contra la precipitación, la mayor seguridad de la conclusión del negocio (y su dis-
tinción de los actos preparatorios) y del contenido del mismo, facilitar la prueba
y, a veces también, la posibilidad de que sea conocido por terceras personas”.
216
LAS FORMALIDADES
lar el artículo 1802 del Código Civil: “Si los contratantes estipu-
laren que la venta de otras cosas que las enumeradas en el inci-
so segundo del artículo precedente no se repute perfecta hasta
el otorgamiento de escritura pública o privada, podrá cualquie-
ra de las partes retractarse mientras no se otorgue la escritura o
no se haya principiado la entrega de la cosa vendida”.
El artículo 1921 faculta a las partes del contrato de arrenda-
miento para una estipulación similar.
Se pueden citar varios casos en que la ley requiere para la
existencia misma del acto una determinada solemnidad. Tal ocu-
rre, por ejemplo, en el contrato de promesa, que debe necesa-
riamente constar por escrito (art. 1554 Nº lº); en el contrato de
compraventa de bienes raíces, servidumbres, censos y de una
sucesión hereditaria, que no se reputa perfecto ante la ley mien-
tras no se ha otorgado escritura pública (art. 1801 inc. 2º); en
el contrato de hipoteca, que deberá otorgarse por escritura pú-
blica (art. 2409); en el usufructo que haya de recaer sobre in-
muebles por acto entre vivos, que no valdrá si no se otorgare
por instrumento público inscrito (art. 767); etc. En estos casos,
la solemnidad está constituida por un instrumento público o pri-
vado.
En el matrimonio la ley exige como solemnidad para la exis-
tencia del acto mismo la presencia del oficial del registro civil.
217
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
254
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XXVIII, sección 1ª, pág. 206.
255
A. León H., La voluntad y la capacidad en los actos jurídicos, pág. 28.
256
Arturo Alessandri Besa: II. La nulidad y la rescisión en el Derecho Civil chileno,
Santiago, Ediar Editores Ltda. 2ª edición, s/año, pág. 764.
218
LAS FORMALIDADES
257
A. León H. op. cit., pág. 30.
219
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
220
LAS FORMALIDADES
221
CAPITULO IX
I. GENERALIDADES 360
360
La materia relativa a las modalidades se estudia con detalles en el curso
de obligaciones y en el de sucesiones. Por eso nos limitamos a dar una visión so-
mera de la condición, el plazo y el modo.
327
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
328
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
II. LA CONDICION
329
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
330
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
331
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
332
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
335
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
336
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
340
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
341
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
342
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
343
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
344
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
346
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
360
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
361
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
362
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
363
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
solución del contrato, que una vez declarada por sentencia firme
opera efectos similares a los de la declaración de nulidad de un
contrato, en el sentido de que la ley, tanto en los contratos nu-
los como en los resueltos –que son aquellos respecto de los cua-
les se declaró judicialmente su resolución– finge que el contrato
nunca se celebró, de lo cual deriva como lógica consecuencia que
no se adquirió ningún derecho, no sólo por la parte que infrin-
gió su obligación o contratante negligente, sino que también por
el contratante diligente.
b) Tratándose de la condición resolutoria ordinaria o de un
pacto comisorio atípico estipulado con la intención de que pro-
duzca los efectos de aquélla, sabido es que no corresponde de-
mandar judicialmente para obtener una declaración de que la
condición resolutoria se ha cumplido, pues los efectos de la con-
dición resolutoria cumplida se producen de pleno derecho.
Lo que corresponde preguntarse es si la condición resoluto-
ria ordinaria o el referido pacto comisorio atípico producen la
extinción del derecho de una sola de las partes que celebraron el contra-
to en que se estipuló la condición resolutoria ordinaria o el pacto comi-
sorio, o producen la extinción de los derechos que adquieren ambas partes
si el contrato es bilateral.
La condición resolutoria ordinaria pactada en un contrato
unilateral extingue el derecho de una de las partes y la obliga-
ción correlativa de la otra, con lo que se producen en la prácti-
ca efectos similares a los derivados de la resolución de un
contrato, como consecuencia de la cual se entiende que el con-
trato no generó derecho ni obligación alguna. Lo mismo ocu-
rre con el pacto comisorio atípico en que se estipula que el
incumplimiento de la única parte obligada acarrea la resolución
del contrato unilateral.
La situación puede ser diferente tratándose de la condición
resolutoria ordinaria estipulada en un contrato bilateral, cuan-
do del cumplimiento de la condición depende la extinción del
derecho de una sola de las partes: de aquella que lo adquiere
sujeto a tal contingencia; y no la extinción del derecho de la otra.
En tal caso, solamente la parte respecto de la cual se extingue
el derecho contrae la obligación de restituir a la otra lo que re-
cibió en virtud del contrato.
364
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
365
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
366
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
367
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
368
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
370
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
371
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
372
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
374
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
376
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
378
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
379
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
381
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
382
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
383
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
384
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
III. EL PLAZO
385
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
386
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
387
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
388
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
389
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
390
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
391
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
392
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
IV. EL MODO
393
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
394
LAS MODALIDADES DE LOS ACTOS JURIDICOS
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TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
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