Amando Blanquer Tecnica Del Contrapunto
Amando Blanquer Tecnica Del Contrapunto
Amando Blanquer Tecnica Del Contrapunto
TECNICA
DEL
CONTRAPUNTO
Trabajo realizado con una ayuda
de la Fundación Juan March
Crm)
REAL MUSICAL S. A.
EDITORES
Carlos Hl r ? 1 - Madrid - 13
10 - 5.000
1 1
PREMIO NACIONAL
1980
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PREMIO NACIONAL
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1984
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1985
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1986
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Hace algún tiempo,, en un viaje, leía un libro de Emmanuel Mounter, «Le Personnalisme**
Retuve una frase cuya traducción castellana podría ser: «Siete notas son un registro bien li-
mitado, y, sin embargo, sobre estas siete notas, se han establecido ya diversos siglos de in-
vención musical». Por entonces me hallaba confeccionando unos apuntes para los alumnos de
mi clase de contrapunto del Conservatorio, apuntes que fueron el origen de un estudio más
amplio y completo que redacté con una ayuda de la Fundación Juan March. Pensé que ese es-
tudio, con metodología y sjemplificaci-ón adecuada, podría ser de alguna utilidad a los alumnos.
De ahf que decidiese, previa autorización de la Fundación Juan March, su impresión.
Muchos y de variada índole son los motivos que me han impulsado a la publicación del
presente libro sobre técnica del contrapunto. De una parte, los tratados españoles sobre la ma-
teria son prácticamente inexistentes; de otra, considero que los estudios de contrapunto de-
ben ser fuente de música pura y de belleza sonora. El compositor puede expresarse de ma-
nera original aun estando sujeto a las normas más severas y estrictas del contrapunto. Esto
es lo que persiguen estos estudios.
Son algunas voces las que actualmente niegan el valor específico de líos estudios de
contrapunto. En realidad no dicen nada nuevo, porque el conflicto entre el tratado y la práctica
musical ha existido siempre. En cualquier época, medieval, renacentista, clásica, etc,, obser-
vamos la diferencia que ha mediado entre ambas manifestaciones. Pero las cosas necesaria-
mente han de sor así. La teoría, por sí sola, no puede producir obras de arte. Las normas teó-
ricas no son más que abstracciones extraídas de las obras de arte. El teórico eleva a la cate-
goría de principio todo aquello que encuentra insuperablemente formulado en las partituras.
Por eso oi compositor no sólo produce obras de arte, además alimenta el código de ¡a técnica.
Los estudios de contrapunto tienen una vieja tradición, por tanto, un campo pedagógico
bien abonado y bien delimitado. No se prestan a aceptar «slogans» publicitarios tan de moda
en el terreno de la composición musical. Sus normas fueron entresacadas de las obras de los
grandes maestros de los siglos XV y XVI, La sustancia de sus músicas es lo que sirve, aun en
nuetros días, para estudiar el contrapunto clásico,
Creo que jamás el joven compositor ha encontrado mayores dificultades para componer
que en nuestros días (ni tampoco más facilidades). En los últimos tiempos, muchos estudian-
tes de composición adoptan actitudes extremas rechazando sistemáticamente una formación
técnica y estilística del contrapunto clásico por considerarla sobrepasada e inútil, sin darse
cuenta de que los fines que ellos persiguen están muy cerca de los ideales estéticos que pro-
mulgan los estudios de contrapunto. Estoy persuadido que con su actitud, día a día, se alejan
más del camino elegido, acercándose, por contra, al Ideal que habían querido combatir. Una y
otra vez. la historia se repite. Los medios que utilizan contradicen frecuentemente el f i n cuya
consecución debía posibilitar. El recurrir a tesis que ellos mismos dogmatizan, practicando en
realidad un subjetivismo infantil, no conduce a nada. Creen que con ello logran cambiar el sen-
tido y significación de la música.
Es cierto que hay compositores que aportan un mensaje personal y trascendente a la evo-
lución de la composición musical, pero también es cierto que ello ocurre únicamente cuando
se está en posesión de un dominio pleno y absoluto de la técnica de la composición y, sobre
todo, do cualidades innatas. Es frecuente que incipientes alumnos o aficionados, creyéndose ya
compositores, se extravíen por senderos sin salida con la creencia de que son los caminos por
los cuales viajará el arte del porvenir. Pero todos sabemos que las modas, sin propaganda, no
producirían efecto alguno y que pasado un corto período de tiempo desaparecen tai y como si
antes de su aparición hubiesen ido sobreviviéndose a sí mismas. Es una lástima que la élite
de la intelectualidad y la crítica musical no se enfrenten con este problema, de manera par-
ticular cuando desvirtúa considerablemente todas las medidas de valor.
Para suplir en la medida de mis posibilidades estas ausencias, para facilitar al alumno
una línea de conducta que considero imprescindible en su formación, e Impresionado por la
hermosa expresión de Mounier, publico este libro que dedico al recuerdo de aquellos grandes
maestros de la polifonía clásica que, con sólo siete notas, nos legaron quizá el monumento
más grandioso que conoce la historia de la música. También al recuerdo de aquellos estudio-
sos que se formaron con respeto y amor a las normas del arte, y en particular a aquellos fu-
turos compositores que se están formando en el espíritu de la mejor tradición musical.
ORIGEN DE LA POLIFONIA
(RM)
El primero que habla del organum es el teólogo Jean Scot Erigéne, el cual en su obra DE
DIVISIONE NATURAE aborda de manera precisa el estudio de la polifonía vocal a la que denomina
Organum. En esta obra, que data aproximadamente del año 867, entre otras cosas, dice: «El
canto denominado organum está formado por dos voces de calidad distinta, que una vez se-
paradas la una de la otra por una distancia proporcionada y resonando en un intervalo bastante
amplio, van acercándose según las normas que rigen las diferentes tonalidades, constituyen-
do un conjunto armonioso*.
Un pequeño tratado intitulado DE ORGANO, que data probablemente del siglo X, y la MUSI-
CA ENCHIRIADIS — Manual de música — . nos hacen penetrar un poco más en la teoría del or-
ganum. Teniendo presente estos escritos, vemos que el organum se basa en las consonancias
principales, es decir: la octava, quinta y cuarta. Las dos voces parten del unísono o del in-
tervalo de octava, se separan hasta alcanzar una marcha de cuartas o quintas paralelas y se
reúnen otra vez para terminar en el tono inicial. He aquí un ejemplo que se da en MUSICA EN-
CHIRIADIS:
Otro procedimiento era escribir la parte contrapuntístrca en la vez superior del Cantus
F/rmvs — supra vocem— , en lugar de hacerlo en la Inferior — sub vocem — . De ello nos habla
detalladamente Guido d r Arezzo.
Parece que la práctica del organum se extendió lentamente. Algunos teóricos de los si-
glos X y Xi ni tan siquiera lo mencionan. El tratado DE MUSICA, atribuido al abad Odón de
Cluny, no contiene ninguna alusión de la música a varias voces. Guido habla de la polifonía
en los capítulos 18 y 19 de su MICROLOGO. si bien aplica criterios ya expuestos anteriormen-
te. Teóricos taíes como Reichenau, Bernon y Hermann — el paralítico— únicamente se ocupan
del canto a una sola voz, y Jean Cotton, en su EPISTULA AD FULGENTIUM, consagra un capítu-
lo al estudio del organum, advirtiendo que hay diversas maneras de practicarlo.
Este nuevo arte fue cultivado principalmente en los monasterios del centro y oeste de
Francia, El de San Pedro, en Chartres. tenía una escuela muy importante. Otro centro era el
de Fleury sur Loíre, y algo más tarde hallamos el de Saint Martial de Limoges. La colección
más importante que existe es un tropario — el de Winchester — que data probablemente del si-
glo XI y se conserva en la biblioteca de Cambridge. Contiene más de 150 tropos en el estilo
(RMj
9
de! organum. Las melodías están escritas en neumas, sin líneas, por lo que resulta imposible
descifrarlas con exactitud.
Poco a poco, ios discantores franceses sustituyeron el DUPLUM — nota contra nota —
por el DUPLUM o TRIPLUM figurado, con lo cual podemos afirmar que nace el verdadero sen*
tido de la polifonía, y por extensión, de la compleja escritura contrapuntística.
Durante los siglos del medioevo, la escuela Notre Dame de París propone y desarrolla
un procedimiento de escritura que tendría capital importancia en la evolución del contrapun-
to Se trata de la escritura imitativa. En la escritura de Léonin, el primer compositor célebre
de esta escuela, se observa una especie de ideas tendentes a desarrollar auténticos esquemas
constructivos. Pérotin, sucesor de Léonin en Notre Dame, introduce innovaciones en la técnica
del organum, Sus composiciones sagradas. CUATRO ORGANA y TRES CONDUITS. conserva-
dos en la catedral parisiense, constituyen la cúspide de la escuela del discanto. No en balde
se le cita como «magister# «discantar optimus» y se le califica de *Perotinus magnos*. El te-
nor, tomado del canto gregoriano, se escribe por igual en valores largos como en breves pe-
riodos. Es en estos breves períodos donde se insertan unos trazos Imitativos que dan un sen-
tido orgánico al conjunto.
Al propio tiempo que en Francia prosperaban estos procedimientos, en Inglaterra halla-
mos un tipo muy particular de polifonía denominado GYMEL o «cantus gemellus», cuya carac-
terística principal se basa casi exclusivamente en la marcha de terceras paralelas. La escuela
francesa del momento, quizá más rica oor aportar una nueva organización al discurso polifó-
nico, difiere considerablemente de la inglesa. Para los franceses son consonancias la cuarta y
la quinta el resto de intervalos son tratados como simples notas de paso. Los ingleses consi-
deraban consonantes los intervalos de tercera y sexta, el resto eran disonantes. Esta forma de
GYMEL reapareció algo más tarde con el nombre de «Fabordón» o falso bordón. Como en su
forma originaria , los discantores leían el cantus firmus y procedían como sí cantasen a la ter-
cera inferior y tercera superior del propio canco, cuando en realidad lo hacían a una tercera
y sexta superior al cantos firmus a causa de la inversión, a la tercera superior, que resulta-
ba de la voz inferior, de ahí el nombre de «fabordón» Con estos procedimientos — discantes
y fabordón— el conducto, especie de polifonía a la manera del organum, pero con la diferen-
cia de que el cantus firmus era inventado por el propio compositor, y los tropos, que eran una
interpolación del texto o de la melodía litúrgica, se inicia la grao trayectoria de las formas
contrapuntistas,
(RAÍ)
10
Con estos fundamentos vemos nacer el Motete, derivado del organum de la escuela No-
tre Dame. Aparece en el siglo XIII r como una curiosa síntesis de elementos religiosos y profa-
nos. llegando a ser la forma más importante de este siglo. Por una parte, el tema no siempre
pertenece al canto gregoriano — fuente del cantos firmus de la polifonía— ; éste llegó a ser
también instrumental. Por otra, al cantos firmus se le añadían dos, tres o cuatro voces en
lengua popular, y en algunos casos incluso con textos diferentes, lo cual presenta, sin duda
alguna, un extraordinario interés, porque permite emancipar el ritmo individual de cada parte
dentro de un todo polifónico. Esta nueva forma del Motete dio origen al Ars Nova, nombre
que recibió la naciente polifonía para distinguirla de la practicada hasta entonces por los Léo-
nin y Pérotin, que tradicionalmente se ha denominado Ars Antiqua.
El Ars Nova es un manifiesto que pronunciaron los jóvenes compositores de la época en
favor de la nueva escritura contrapuntística. Ello afectó considerablemente a la armonía y,
como consecuencia inmediata, al carácter general de la música, que pasó a ser una manifesta-
ción más bien intelectual y artística que puramente religiosa.
Entre los procederes que más afectaron a la escritura contrapuntística está el ritmo.
Phílippe de Vitry introdujo la forma del motete isorrítmico. especie de leit-movit rítmico, al-
canzando en Guillaume de Machaut la más alta perfección. Los ritmos eran tratados como
verdaderos temas. Abundan los temas que se dejan acompañar de auténticos contramotivos rít-
micos. intento importantísimo que sienta las bases de los procedimientos de la repetición
y la imitación.
He aquí unos fragmentos entresacados de la misa Notre Dame, de Guillaume de Ma-
chaut, en versión de Jacques Chailley:
?** *--
Credo: el diserto rítmico anterior se deja acompañar de otro diseña que podríamos denominar primer con-
tra motivo rítmico.
ti
Todas estas particularidades, unidas a que la melodía ya no tiene los mismos puntos de
apoyo que tenía en la polifonía anterior, dieron lugar al advenimiento de la armonía, teñó’
meno que comienza a desarrollarse en las partituras y marca una etapa muy importante en
la evolución del lenguaje musical.
Con la escuela franco-alemana se abre un nuevo período para la música. A diferencia de
los compositores anteriores, esta escuela no pretende hallar nuevos procedimientos: se orien-
ta más bien hacia la organización, sistematización, desarrollo y perfeccionamiento de las ex-
periencias anteriores en el sentido de crear un arte contrapuntistico complejo, de técnica vir-
tuosa, basado esencialmente en el estilo imitativo.
Entre las formas mas importante del arte medieval y renacentista tenemos: el Rondó
polifónico, la Misa, el Motete, la Canción polifónica, el Madrigal, la Frottola. el Ricercar y la
Caccia. En unos casos la escritura contrapuntística ornamenta al canto principal, en otros, el
elemento imitativo no solamente es un procedimiento estilístico, sino que en la imitación ra-
dica la cualidad esencial de la forma.
La grao transformación estilística y técnica de la escuela franco-flamenca la inició Dufay.
La historia de su tiempo se adorna con sus motetes de ceremonia, cuyo contenido armónico
revolucionó el arte contrapuntistico,
Con Ockenghem y su escuela, comienza, de manera sistemática y racional, la gran tra-
yectoria del estilo imitativo, al potenciar los procedimientos técnicos existentes. Los términos
Rota y Rondó se sustituyen por el de Fuga. Pero el arte flamenco, donde alcanza su mayoría
de edad es con Josquin des Prés. que glorifica el final del siglo XV e ilumina los comienzos
del XVI. Con Josquin. la imitación deja de ser uniforme, las voces entran a distancia cada
vez más cerrada. Su estilo sería imitado más tarde por el arte instrumental.
La canción polifónica tiene en Clément Janequin a su representante mas significativo,
En primer lugar aparece la música descriptiva, sirviéndose de onomatopeyas que imitan a
una fanfarria, a una tempestad, etc. Como base de su escritura hallamos el estilo Imitativo.
Después es el concepto armónico el que mayormente se desarrolla, y por la índole de la mu-
sica, cabe afirmar que la armonía es ya un hecho inseparable de su música.
En la música religiosa encontramos un carácter mas refinado. Se apoya, como toda la
del siglo XVL en el sentimiento de la consonancia. La disonancia aparece como elemento de
artifico y su empleo solicita algunas precauciones. Las notas de paso y las de adorno, tratadas
con sabia libertad, confieren al discurso polifónico una independencia que no compromete el
claro sentimiento de las conjunciones verticales Las modulaciones se practican con esmerada
prudencia, resultando de todos estos elementos una música propia a la expresión de senti-
mientos religiosos. En esta polifonía se observa la aplicación del ideal estético que caracte-
riza al arte del renacimiento El compositor se esfuerza en que la palabra poética no se píen
da en el discurso musical, al contrario, debe percibirse fácilmente. La fusión de la música y la
palabra se formula en un plano de igualdad. Entre los maestros mas importantes destacan Pa-
lestrina, Victoria. Josquin y Lassus,
(RM)
La Influencia que ejercieron estos maestros en sus contemporáneos fue decisiva para la
evolución del arte instrumental En el renacimiento italiano se produce un intenso floreci-
miento de la polifonía profana. Las diversas formas anteriores, Frottola. Canzoneta. etc., con-
vergen en el Madrigal, término que posee una amplia significación. No se trata de una forma
concreta, el Madrigal agrupa a las composiciones inspiradas por las obras de los grandes poe-
tas líricos italianos. Evoluciona hacia un estilo monódico, la voz solista es acompañada por un
complejo instrumental. Entre los representantes mas destacados figuran Gesualdo da Venosa,
Lúea Marencio y Claudio Monteverdi. El madrigal tiende a identificarse con la naciente Can-
tata. especie de escena lírica en varios tiempos, destinada por igual a usos religiosos y profa-
nos, fragmentándose y tomando amplias proporciones, que, como muchas de las formas de los
siglos XVI y XVII, no cobrarían nuevo impulso hasta nuestro siglo.
La Fuga es la forma mas importante de la música imitativa Aparece hacia finales del si-
glo XVll y desciende directamente def Ricercar. manifestación italiana que es, a su vez. el
trasplante del Motete. En España se traduce en las Fantasías y los l i e n t o s .
El término Fuga fue usado desde el siglo XV, atribuyéndose su definición al teórico neer-
laudé Johannes Tinctoris. La Fuga pasó por diferentes estados: primeramente el imitativo de
Dufay, después, el canónico de Ockenghem, hasta alcanzar en Josquin gran perfección. Pero
quien actualizó la definición de Tinctoris, dándole un sentido más amplio, fue nuestro Ramos
de Pareja. Para Ramos, la fuga posee dos vertientes, "fuga ligata» y «fuga soluta*. definicio-
nes que toma de las dos formas practicadas, es decir, la imitativa y la canónica, y que anun-
cian ya el concepto armónico y tonal determinado inequívocamente por el teórico español al
fijar las relaciones de los valores acústicos.
Hacia mitad del siglo XVI nos encontramos ya con una teoría lúcida y precisa que deter-
minaría las diferencias entre la fuga y la imitación. Estas ideas se precisan en las obras teó-
ricas de Zarlino cuando denomina «fuga sclolta y - fuga legata* a ia fuga e imitación, respec-
tivamente. Sobre estas bases nacen las teorías de Fux y del padre Martinl, que imprimen a la
fuga un movimiento capaz de producir los mas variados efectos.
De primerísima Importancia consideramos las fugas de D. Buxtehude y G. Frescobaldí.
Cada uno, con singular estilo, revelan un orden constructivo claro y bien meditado. Las con-
cesiones tonales poseen singular atractivo en el planteamiento estético y técnico de la fuga,
que comienza a distinguir en los motivos que la constituyen elementos de íntima significa-
ción espiritual. La fuga, en el sentido moderno de la palabra, arranca de estos dos grandes
maestros.
Juan Sebastián Bach recogió la técnica de sus predecesores, asimilando y sintetizando
los diferentes estilos y técnicas contrapuntísticas de la mayoría de las escuelas europeas. Su
portentoso genio creó formas definitivas que son modelo de estudio y admiración. En Juan
Sebastián Bach, forma, proporción y movimiento están situados en pianos de igual dimensión.
Los motivos poseen una psicología particular, tanto desde el punto de vista rítmico como me-
lódico, pero particularmente es en las relaciones tonales entre los tonos de tónica y domi-
nante donde exterioriza el alto concepto espiritual que posee su discurso musical. El motivo lo
desintegra de tal manera que sirve de base al desarrollo íntegro de la fuga.
En ¡a fuga culminan las diferentes etapas contrapuntísticas que hemos resumido. Nues-
tra exposición ha pretendido analizar, brevemente, los distintos procedimientos que utilizaron
los compositores de la época, cuyas teorías particulares expondremos y estudiaremos en dis-
tintos apartados de este libro.
Recomendamos de manera muy particular el estudio de las obras que citamos en ios
apartados correspondientes, asi como otras análogas de autores del momento. Consideramos
que el estudio de la técnica del contrapunto no se completa sin un análisis detallado y minu-
cioso de las obras importantes de cada autor representativo. Con ello, indudablemente, el
alumno afianzará su técnica y verá con mayor claridad el rigor y libertad con que utilizaron
las normas del contrapunto.
PRIMERA PARTE
CONTRAPUNTO RIGUROSO
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CAPITULO PRIMERO
GENERALIDADES
1. CONTRAPUNTO
Etimológicamente, la palabra contrapunto significa apunto contra punto » del latín punc-
fum confra puncfum, y por extensión, melodía contra melodía.
El contrapunto es la teoría que estudia la composición melódica de las líneas. Se basa
en la superposición de dos o más melodías y se funda en la noción del intervalo. Considera
la música en sentido horizontal.
2, CONTRAPUNTO RIGUROSO
3. CANTUS FIRMUS
El Cantas Firmas es una melodía escrita en valores largos y sirve de base para realizar
los ejercicios de contrapunto.
El carácter del C. F, debe ser tranquilo, simple y melódico, que pueda cantarse con faci-
lidad De ningún modo se le confundirá con un bajo de armonía (ver apéndice A, página 103).
4, CONTRAPUNTO Y ARMONIA
La armonía estudia los acordes y sus posibilidades de enlace. Los sonidos superpuestos
constituyen un bloque único e indivisible. Su misión es la de acompañar, en mayor o menor
número de voces, a la melodía tanto vocal como instrumental Considera ia música en sentido
vertical.
El contrapunto estudia la superposición de diferentes melodías, poseedoras, todas ellas,
de identidad propia. Se desarrolla en sentido horizontal.
Contrapunto y armonía van a complementarse en los estudios de contrapunto, ya que el
sentimiento armónico del cantas f/rmt/s guiará al alumno en las estructuras polifónicas que
construya (ver apéndice B, página 104).'
16
5. MODOS
Modo es la manera de sucederse regularmente Ins sonidos según una distribución inte-
rior de los intervalos, referidos a una nota de base llamada tónica, de la cual toma su nombre.
Ejemplo: Si leemos estas notas en clave de sol', resultará el modo de fíe. Si aplicamos la
clave de do en tercera, resultará en modo de Mi. etc. [ver apéndice C R página 105].
6, MODOS A ESTUDIAR
Modo
Msyor
menor
me ó d c o
Modo Modo
de Re d e Mí
Modo Modo
de Fa cíe Sol
7. LAS VOCES
La asociación de voces humanas constituye e' organismo mas simple y mas perfecto que
ha adoptado el arte musical. Mucho antes ce que apareciesen los instrumentos, el hombre ya
expresaba sus estados anímicos b través del canto.
Las normas contrapuntísticas tienen muy en cuenta la tesitura de las voces y los inter-
valos que les son apropiados, limitaciones que no conoce, o en muy poco grado, la escritura
instrumental. En un conjunto instrumental, las sonoridades más agresivas son posible, sin em-
bargo, en la escritura vocal se exige adoptar minuciosas precauciones para poder expresar ¡os
sentimientos del compositor. Esto lo sabían muy bien los polifonistas del Siglo de Oro, que
manejaban con precisión absoluta el maravilloso instrumento vocal.
Las voces se dividen en cuatro especies, conocidas con los nombres de SOPRANO. voz
aguda de mujer o de niño; CONTRALTO, voz grave de mujer o de niño: TENOR, voz aguda de
hombre y BAJO. voz grave de hombre.
17
Soprano Contralto
Estos límites no alcanzan las notas extremas de algunas voces privilegiadas. Deberá te-
nerse en cuenta que los registros extremos, particularmente ef agudo, sobrepasan la exten-
sión media de las voces, que es la que utilizaremos y que frecuentemente se halla en los
coros. De ahí que aconsejemos mantenerlas dentro del registro central.
CAPITULO II
10. ESPECIES
Las especies tienen por objeto elaborar contrapuntos sn redondas, blancas, negras, sin-
copas o una mezcla de todas estas figuras, Ello obedece a la necesidad que tiene la escritura
polifónica de asegurar la función e independencia del ritmo y la melodía.
Las especies son:
Primera especie: Nota contra nota.
Segunda especie: Dos notas contra una.
Tercera especie: Cuatro notas contra una.
Cuarta especie: Sincopas,
Quinta especie: Contrapunto florido.
18
El último compás en todas las voces y en todas las especies necesariamente será una re-
donda
CAPITULO III
(RM;
19
la conjunción vertical de los sonidos se desprenden los intervalos melódicos que se utilizan
en su estudio. Estos intervalos son:
Segundas mayor y menor.
Terceras mayor y menor.
Cuarta justa.
Quinta justa.
ce Sexta menor (la sexta mayor únicamente se permite en detreminados casos),
Octava justa.
Todos los intervalos que no se ajusten a esta norma quedan excluidos en el estudio del
contrapunto riguroso, es decir: ios intervalos cromáticos, ¡os aumentados y disminuidos y las
séptimas mayor y menor, además de ios intervalos compuestos (ver apéndice E, página 111).
r*
■n-
B) Existe movimiento oblicuo cuando una de las voces cruza o se aproxima a otra In-
móvil.
El movimiento oblicuo es, juntamente con el contrario, el que practicará el alumno, sin
reservas. Debe 'tener siempre muy presente que cuanto mas se adapte a estos procedimien-
tos, mas se liberará de las severas reglas del contrapunto.
CJ El movimiento directo es opuesto al espíritu del contrapunto dado que todas las
voces siguen el mismo camino.
20
Las voces así dispuestas podrían prolongarse en tanto lo permitiesen los registros res-
pectivos, sin llegar jamás a encontrarse o cruzarse. El paralelismo está proscrito en el estu-
dio del contrapunto riguroso. Solamente, y como norma de excepción, podremos utilizar un má-
ximo de tres sonidos dispuestos en la misma dirección (o tres acordes).
Los pequeños grupos de notas en que se divide una melodía están sujetos a unas nor-
mas estéticas que tienden a evitar cualquier efecto desapacible que produzca en nuestro oído
determinados giros melódicos. En base a este criterio, y ampliando lo expuesto en 14, debe-
rán evitarse los siguientes fragmentos melódicos:
A) La cuarta aumentada entre los puntos extremos del fragmento.
:on
C) La séptima entre los puntos extremos del fragmento, en forma de arpegio o entre
tres notas que procedan por movimiento directo.
D) La novena entre los puntos extremos del fragmento, en forma de arpegio o entre
tres notas que procedan por movimiento directo.
21
PERMISAS:
A] La cuarta aumentada se acepta entre los extremos de un fragmento a condición
de que las notas precedentes y siguientes sigan, por movimiento conjunto, la misma dirección.
C) La séptima entre tres notas se permite cuando dos de ellas proceden por movimiento
conjunto y la otra es un salto de sexta menor.
D) La novena entre tres notas se acepta cuando las dos primeras se suceden por movi-
miento conjunto y la tercera es un salto de octava (1).
(1] En las sincopas, y por rabones de armonía, a Veces es necesario Interrumpir momentáneamente el ríb
mo sincopado que caracteriza a esta especie El salto de novena es particularmente beneficiosa en estos casos.
... an..
(RMj
E) El salto de octava es excelente cuando las notas precedentes y siguientes al salto
marchan en movimiento contrario a éste.
E) Los saltos dobles de quinta, por el contrario, son los menos frecuentes. En la voz
inferior no se utilizan puesto que darían lugar a la segunda inversión del acorde, lo cual,
como más adelante veremos, está prohibido. No obstante, este intervalo ofrece calidades me-
lódicas de gran expresividad si se le utiliza oportunamente. Es recomendable preferentemen-
te en las voces superiores.
Se evitará cualquier movimiento disjunto que se produzca entre dos compases, es decir,
en ía línea divisoria, particularmente si se trata de valores reducidos, tales como la negra o
corchea, y siguen una misma dirección.
PEfliVf/SAS;
Los saltos entre dos compases se permiten excepcionalmente si les precede un movi-
miento contrario.
La única nota que está sujeta a preparación obligada es el retardo, la cual no deberá
ser inferior a una blanca.
Las únicas notas sujetas a movimiento obligado son las de carácter melódico, es decir,
retardos, notas de paso y floreos. La restantes, incluida la sensible, están circunscritas a las
normas expuestas en este capítulo.
24
CAPITULO IV
N O R M A S DE CARACTER ARMONICO
23. ACORDES
valo fundamentad en el sistema tonal. La octava no es otra cosa que la reproducción del uní-
sono a doble altura, fenómeno debido a que el número de vibraciones es exactamente el doble.
El enlace sucesivo de dos o más quintas u octavas está prohibido en el estudio de la
gramática musical. La razón estriba en lo fácil que resulta reproducir sistemáticamente el
mismo acorde en la misma dirección, procedimiento opuesto al espíritu que solicita la técnica
del contrapunto.
Es sabido que autores como Debussy. Ravel, Stravinsky y otros muchos, han obtenido
efectos sonoros prodigiosos mediante simples enlaces de quintas paralelas u otros interva-
los. En defintiva, el procedimiento es el mismo, pero este fenómeno estético escapa por ahora
a nuestras posibilidades de estudio.
Las quintas y octavas consecutivas, como acabamos de ver. están rigurosamente prohi-
bidas. No se permite enlazar entre las mismas voces dos o mas intervalos armónicos de esta
naturaleza, ni por movimiento directo, ni por movimiento contrario.
8«
B) A partir de seis voces se permiten las quintas y octavas consecutivas por movimien-
to contrario entre las voces internas.
8* É
C) En contrapunto florido, a partir de siete voces, se admiten dos quintas u octavas con-
secutivas por movimiento contrario entre todas las voces. Esta licencia se debe a la Inmensa
dificultad que presenta este contrapunto.
(RM)
26. UNISONOS CONSECUTIVOS
Siendo el unísono semejante a la octava, se abstendrán de enlazar dos unísonos consecuti-
vos o un unisono que confluya en una octava, o viceversa.
OU/A/MS;
A) La quinta directa entre partes extremas se admite cuando se produce sobre la tónica
□ dominante a condición de que Ja voz superior proceda por grados conjuntos.
B) La quinta directa entre partes extremas se admite sobre cualquier grado a condición
de que la voz superior proceda por semitono descendente.
C) La quinta directa se admite entre voces internas y en todos los grados cuando la
voz superior procede por grados conjuntos.
27
D) La quinta directa se admite entre voces internas cuando la voz Inferior procede por
:jú- movimiento conjunto sobre uno de ios tres grados tonales, o sea I , IV y V.
.-2
OCMVAS;
E) La octava directa entre partes extremas se admite cuando la voz superior procede por
es segunda menor ascedente o descendentemente.
A. " <9 j O L
o _ O*
i'l 4
5=
F) La octava directa se admite entre partes extremas cuando la voz superior procede
por movimiento de segunda mayor descendente y se dirige o reposa sobre uno de los tres
grados tonales: I, IV o V.
G) La octava directa se admite entre voces Internas y en todos los grados cuando la
voz superior procede por grados conjuntos o reposa en la sensible.
28
H) La octava directa se admite entre voces internas y en todos los grados cuando la
voz inferior procede por movimiento conjunto ascendente.
I) La octava directa por movimiento disiunto. entre voces inmediatas, se permite en con-
trapunto a cuatro voces, nota contra nota, cuando se produce entre los grados tonales [I. IV
y V) y existe alguna nota común.
a*a
B) Si una de las notas, la segunda, es de carácter melódico, es decir, nota de paso r flo-
reo. etc.
Floreo
Las terceras y sextas, por su carácter móvil, son intervalos más bien melódicos que ar-
mónicos. La costumbre ha hecho ley el que se denomine acorde perfecto mayor y menor se’
gún contenga su tercera mayor o menor (o la sexta en caso de inversión), respectivamente.
(KM;
29
Estos Intervalos están supeditados al espacio inmutable de la quinta, de donde reciben el cali-
ficativo de perfectos.
Por las razones expuestas en 15. C). se evitarán más de tres terceras o sextas conse-
cutivas.
Estos intervalos armónicas son siempre excelentes por movimiento directo, particular-
mente cuando están dispuestos en las voces interiores.
32. CUARTAS
La cuarta es una consonancia mixta en virtud de las cualidades que posee, o sea las del
intervalo mayor y las del menor. Con la cuarta se completan las bases tonales del sistema mu-
sica! occidental. Todos los restantes intervalos están subordinados a los grados tonales (I, IV
y V). De ahí que se denominen, dentro del orden jerárquico a que están sometidos, grados fo-
na/es. I grado: Tónica; IV grado; Subdominante; y V grado: Dominante,
Las cuartas consecutivas están prohibidas cuando se forman entre las dos voces infe-
riores, por dar lugar a varios enlaces de segunda inversión del acorde perfecto.
Sin embargo, se permiten, no en mayor número de tres, cuando se producen entre voces
Interiores,
Las segundas, séptimas y novenas se consideran, desde el punto de vista armónico, diso-
nancias. Su tendencia es resolver en una consonancia inmediata. Sin embargo, en contrapun-
to, el sentimiento disonante de estos intervalos armónicos es menor en virtud de que resul-
tan de la conducta privativa de cada voz y no de agregaciones armónicas preestablecidas.
30
C) Dos séptimas consecutivas están permitidas en todos los casos, si bien es c-e'ert*
ble que la segunda sea menor.
D) Dos novenas consecutivas están permitidas en todos los casos, si bien es o-efe-
rible que la segunda sea mayor.
C) Las séptimas directas se permiten a condición de que sean menores. Las mayores
se evitarán en lo posible.
D) Las novenas directas se permiten a condición de que sean mayores. Evitar las me-
nores.
38. UNISONOS
La carencia de intervalo entre dos sonidos que suenan simultáneamente se llama uní-
sono.
Si exceptuamos el primer y último compás, los unísonos consecutivos o directos están
prohibidos cuando se producen en el primer tiempo del compás entre las dos voces supe-
riores.
PEff/WSAS:
AJ El unisono es recomendable en tiempo o parte débil cuando se alcanza por movi-
miento contrario u oblicuo, siempre partiendo por un intervalo de segunda, jamás llegando. No
obstante, no deberá abusarse de esta licencia.
39. CADENCIAS
C) Cadencia rota. Esta cadencia parece sugerir una idea nueva. Resulta del enlace en-
tre el V y Vi. ambos en estado fundamental
Estas cadencias son de carácter afirmativo, dado que desembocan en la tónica. El pen-
último compás puede armonizarse de las siguientes maneras:
33
Este enlace lleva en sí u n espíritu arcaico muy propio del estilo contrapuntístico me-
dieval y renacentista.
Asi como en las melodías tonales los diferentes grados que las integran ocupan un o r
den jerárquico en relación con la tónica, en las melodías modales desaparece por completo
tal circunstancia: todos los grados que la integran poseen un mismo valor, o sea, desapare-
cen las funciones de dominante, subdominante, etc. Consecuencia de ello es que cualquier
grado puede armonizarse con absoluta libertad, bien en estado fundamental bien en prime-
ra inversión.
43. RETARDOS
El retardo consiste en prolongar una nota constitutiva de un acorde sobre el acorde si-
guiente. Esta prolongación produce por lo general una disonancia, la cuál motiva que el retardo
esté subordinado a la disciplina de la preparación y resolución de los sonidos. (Ver 19 y 20.)
preparación
La nota retardada lleva consigo una inclinación natural, de carácter descendente, ten-
dente a resolver por grados conjuntos sobre una consonancia.
Bien
PERMiSAS:
A) Antes de resolver un retardo puede oírse una nota constitutiva del acorde.
• rmj
35
C) Entre voces interiores cuando la que contiene el retardo y la nota retardada mar-
chan por movimiento conjunto contrario.
El retardo que más se utiliza es el superior, que puede disponerse en cualquier grado
de la escala, El inferior es menos frecuente y requiere condiciones especiales. A saber:
A) En el modo menor cuando se dirige a la tónica.
"O.~. .
5 6
36
CAPÍTULO V
N O R M A S DE CARACTER GENERAL
Notas de paso son aquellas que llenan, por grados conjuntos díatónicos h ascendentes o
descentes, el espacio comprendido entre dos acordes distintos. (Ver apéndice G„ pág. 119],
Notas de floreo son aquellas que adornan a una nota principal por grados conjuntos, su-
periores o inferiores.
El floreo doble consiste en adornar a la nota principal en sus grados inmediatos superior
e inferior.
37
N a t a s d e peso permitidas
N o t a s d e paso prohibidas
I I I U -------------- T i
Floreos prohibidos
Ou I J I-
55. DUPLICACIONES
El carácter sereno y reposado del contrapunto se fundamenta en la afinidad sonora de
dos o más melodías emitidas simultáneamente, melodías que se inclinan hacia una fusión de
tipo armónico.
Los acordes que estudiamos en contrapunto son de tres sonidos, pero el contrapunto es-
colástico alcanza realizaciones hasta de ocho \oces, es preciso, pues, duplicar alguna nota.
En tales casos se elegirá preferentemente una de las notas constitutivas del acorde, si bien
también podrán duplicarse las notas de paso por movimiento contrario, la sensible, etc., nunca
el retardo. Asimismo se evitará duplicar la sensible cuando se halla dispuesta en la voz inferior.
La nota sensible generalmente adquiere un trato especial debido a la atracción que so-
bre ella ejerce la tónica. Sin embargo, en contrapunto, puede dirigirse a cualquier otra nota
que no sea la tónica a condición de que una de las voces proceda por movimiento conjunto
contrario.
57* CRUZAMIENTOS
Existe cruzamiento cuando una linea melódica atraviesa a otra, pasando a ser sus soni-
dos, momentáneamente, superiores o inferiores a la voz cruzada.
Las líneas pueden cruzarse brevemente a partir de tres voces en cualquier momento
que no corresponda al primer y último compás. A partir de cinco voces se permite el cruza-
miento en el último compás. Los cruzamientos deben producirse siempre por movimiento
contrario u oblicuo.
movimiento oblicuo
movimiento contrario
Los cruzamientos por movimiento directo son posibles cuando una voz procede por gra-
dos conjuntos.
En los cruzamientos entre voces de una misma naturaleza se evitarán las distancias su-
periores a la quinta. Es preferible que se produzcan entre voces de timbre opuesto.
ÍNo debe abusarse de esta licencia en beneficio del equilibrio polifónico.)
Cuando el cantus firmus pasa de una voz a otra, y con el fin de mantener los límites de
las voces (ver 8), se permite transportarlo a tonalidades vecinas.
La falsa relación denominada de trítono y de octava, ésta porque posee un carácter cro-
mático, está prohibida en contrapunto cuando se produce entre voces extremas.
Octava
39
PERMÍSAS:
Según el lugar que ocupa el cantus firmus, la conducta melódica de las voces y, por
consiguiente, la armonía resultante, serán diferentes. El cantus firmus lleva en sí múltiples
posibilidades de realización armónica que el alumno deberá analizar minuciosamente.
61. MODULACIONES
te autorizar la modulación a un modo o tono vecino, si bien deberá ser breve y una sola por
ejercicio, (Ver apéndice H, pág. 123}.
62. CROMATISMO
CAPITULO VI
63. PARTICULARIDADES
64. NOTA
Es recomendable que los ejercicios realizados en Ciase se interpreten por los propios
alumnos, cantando cada uno la parte apropiada a su voz. El contacto vivo con los esque-
mas de composición que son las especies, contribuirá a perfeccionar la técnica de los alum-
nos, pero sobre todo, a desarrollar y afianzar el oído interno, tan necesario al compositor.
ESTUDIO
DE LAS
ESPECIES
45
CAPITULO Vil
Así como el contrapunto a tres voces supone la utilización de los acordes, si bien su
espíritu es eminentemente melódico, el contrapunto a dos voces los desconoce, por basarse
únicamente en la relación reciproca de los intervalos y su grado de atracción tonal.
2. El primer compás empezará por unísono, quinta u octava. El último compás será uníso-
no u octava, según lo preceda un intervalo armónico de tercera, quinta o sexta.
1. Este contrapunto se compone del cantus firmus en redondas y otra parte en blancas, es
decir dos notas contra una.
46
2. El primer compás empezará por un silencio de blanca, y en tiempo débil aparecerá una
blanca al unísono, quinta u octava,
3. El ultimo compás será necesariamente una redonda a la octava o unísono.
4. En el tiempo Fuerte recaerá siempre una consonancia, en el débil, una consonancia o di-
sonancia, La consonancia del tiempo débil puede proceder de salto, puesto que es una
nota constitutiva del acorde, en cambio, la disonancia necesariamente ha de estar pre-
cedida y seguida de un movimiento conjunto.
5 Dadas las dificultades que entraña la escritura de esta especie, y con el fin de no reite-
rar giros o fórmulas melódicas, excepcionalmente en el penúltimo compás se permite la
síncopa.
B) La
■6
4
4. Cuando el cantus firmus se halle en la parte superior, ei contrapunto deberá tomar pre-
cauciones análogas a las expuestas para la segunda especie.
5. Se utilizará un solo acorde por compás.
6. Para los cruzamientos ver lo expuesto en 58 No obstante, se permite el cruzamiento de
una sola nota que proceda por doble salto de octava. (Ver lo expuesto en 17.)
7. Se admite en la voz inferior y en tiempo débil la segunda inversión del acorde perfecto
6
— . a condición de que proceda por doble salto de cuarta.
46
5 CürisfiCijt vas
6 5
Permitido
49
7, La contextura de ciertos cantus firmus Impone a veces la ruptura de! ritmo sincopado,
bien por una blanca, bien por un silencio de blanca.
8. Cuando el cantos firmus se halla en la parte superior es difícil que el contrapunto man-
tenga todas las normas de rigor que hemos estudiado. Es frecuente llegar a la segunda
inversión del acorde, que, por supuesto, sigue prohibida.
Para evitarla sería necesario disolver el ritmo sincopado por una blanca o silencio de
blanca, o preferentemente por un cruzamiento de voces.
I
9. Se tendrá presente lo relativo a los movimientos melódicos. 14, 15 y 16; marchas, 21;
movimientos armónicos, 22 y siguientes; quintas y octavas. 25, 27 y 28; terceras y sextas,
29, 30 y 31; unísonos, 26 y 38: cadencias, 39, 40 y 41; retardos, 44, 45, 46, 47 y 48, y de-
más normas generales.
1. Este contrapunto se compone de un cantus firmus en redondas y de otra parte que com-
bina entre si las especies estudiadas, excepto la primera, nota contra nota.
ir
3. El primer compás podrá comenzar por un ritmo de los expuestos en 13, amparándose en
las normas melódicas establecidas para su especie. El último compás será una redonda
al unísono u octava.
vanante
(RM)
50
B) Blanca con puntillllo seguida de dos corcheas, siempre por grados conjuntos y
preferentemente como floreo superior o inferior.
5. Como consecuencia de las variantes de redonda se utilizarán las corcheas con modera-
ción. Recaerán siempre en tiempo débil, es decir que se emplearán únicamente después
de blanca con puntillo o blanca unida a negra. Tanto las corcheas como las notas anterio-
res y siguientes se moverán por grados conjuntos, nunca de salto
no
6, Los ritmos de una misma especie se utilizarán no más de dos compases consecutivos,
es decir, cuatro blancas, ocho negras, etc,
7. Se podra pasar de la segunda especie, blancas, a la tercera, negras, en el mismo com-
pás. Esta nueva especie se iniciará preferentemente con una consonancia o floreo. Eví-
tese sobre la nota de paso.
evítese
t, >
no
10. La apoyatura queda excluida en el estudio de! contrapunto, por pertenecer al estilo ar-
mónico.
no
(RM;
51
12. Se tendrá presente lo relativo ai primer compás, 13; movimientos melódico, 14, 15, 16,
19 y 20; saltos dobles, 17 y 18; marchas. 21; movimientos armónicos, 22 y siguientes; ca-
dencias. 39. 40, 41 y 42; unísonos. 26 y 38; retardos, 43 y siguientes; notas de paso, 50 y
siguientes, y demás normas generales.
CAPITULO VIH
A partir de ahora la armonía adquiere gran Importancia. La fusión de las tres voces va
a crear constantemente la necesidad de pensar en el acorde.
Las especies se estudiarán en el mismo espíritu expuesto a dos voces. No hay nada que
añadir en cuanto a la conducta particular de cada voz.
2. El primer compás podrá comenzar: en las voces superiores, por la tercera, quinta, oc-
tava o unisono. El último compás finalizará igualmente por estos mismos intervalos.
52
3. En la parte inferior, tanto el primer compás como el último, será siempre la tónica.
4. Las armonías deberán ser completas en todos los acordes. A veces, no obstante, por exi-
gencias de determinada línea melódica, puede resultar algún acorde incompleto. En tal
caso la nota a eliminar será preferentemente la quinta del acorde.
6. Evítese la repetición de nota en la misma octava. Unicamente en los casos muy difíciles
se permitirá, por una sola vez r en la voz interior, nunca en las extremas.
8. Caso de practicar algún cruzamiento, se tendrá presente que las quintas y octavas con-
secutivas o directas desaparecen cuando se producen entre voces de distinta naturaleza,
pero se considerarán como tales entre voces Iguales.
Permitido Prorttbdo
9. El alumno se esforzará en equilibrar el conjunto sonoro manteniendo las voces en los lí-
mites máximos de una octava, entre las voces superiores y una décima entre las dos in-
feriores. Excepcionalmente podrán sobrepasarse estos límites cuando lo requiera el mo-
vimiento melódico de las voces.
10. En las duplicaciones o supresiones será la marcha melódica de las voces la que decidirá
la nota a duplicar o a eliminar. No obstante, diremos que:
11. Se tendrá presente lo relativo a movimientos melódicos, 14, 15 y 16: movimientos armó-
nicos, 22 y siguientes; unísonos, 26 y 38; quintas y octavas, 25, 27 y 28; terceras y sextas,
29. 30 y 31; cadencias. 39, 40 y 41; duplicaciones, 55, y demás normas generales.
veces en la superior. A modo de guia, ofrecemos una síntesis conteniendo seis disposi-
ciones vocales diferentes.
S S C S C S
C C T C T C
B T 6 T B T
1. Este contrapunto se compone de una parte en blancas y otras dos en redondas. Una de
ellas es el cantus flrmus.
2. En el primer compás, la parte en blancas, comenzará en tiempo débil por la quinta u oc-
. tava. Puede finalizar por quinta, octava o tercera.
3. En el primer compás, cuando el cantus íirmus se halle en la parte superior, la voz inme-
diata inferior empezará:
5, Para las blancas siguen en vigor las normas estudiadas a dos voces, o sea, en el tiempo
fuerte recaerá siempre una consonancia y en el débil una consonancia, nota de paso o
floreo, que resolverá en consonancia por grados conjuntos.
6, Para las síncopas siguen en vigor las normas estudiadas a dos voces.
MEZCLA DE ESPECIES
1. Este contrapunto combina entre sí las diferentes especies que acabamos de estudiar,
sirviendo de base el mismo cantus firmus.
2. Este contrapunto es de la máxima importancia, puesto que el ritmo diferente de las es-
pecies superpuestas y la obligatoriedad de utilizar un solo acorde por compás, propor-
ciona amplio margen para utilizar notas de paso y floreo, 50 y 51.
4. En los casos difíciles, para no interrumpir las síncopas, se permite utilizar dos acordes
por compás.
5. Para el estudio de este contrapunto se tendrán presente las normas particulares de cada
especie y las generales de la escritura contrapuntística.
CAPITULO IX
Dado que armónicamente sólo disponemos de acordes de tres sonidos, será necesario
duplicar alguna nota constitutiva del acorde. Las mejores a doblar son: en primer lugar, las
fundamentales que correspondan a los grados I, IV y V; después, la tercera que corresponda
a los grados II, llí y VI; por último, la tercera que corresponda al III grado, bien en estado fun-
damental o en primera Inversión. La fundamental incluso puede triplicarse en los grados de pri-
mer orden (I, IV y V) si se suprime la quinta del acorde.
57
EJERCICIOS: Se realizarán cuatro ejercicios diferentes sobre el mismo cantus firmus. dis-
poniéndolo sucesivamente en cada una de las voces que componen este contrapunto.
1. Este contrapunto se compone de una parte en blancas y otras tres en redondas. Una de
ellas es el cantus firmus.
2. La parte más grave empezará siempre por la tónica, tanto si pertenece a la primera es-
pecie como a la segunda
3. Se tendrán presente las normas estudiadas precedentemente, tanto las particulares con-
cernientes a cada especie como a las generales de la escritura contrapuntística.
EJERCICIOS: Este contrapunto da lugar a doce combinaciones diferentes; las blancas de-
ben disponerse indistintamente en todas las voces. La síntesis de este contrapunto es la
siguiente:
1. Este contrapunto se compone de una parte en negras y otras tres en redondas. Una de
ellas es el cantus firmus.
2. La parte más grave empezará siempre por la tónica, tanto si pertenece a la tercera es-
pecie como a la primera.
3. Se tendrán presente las normas estudiadas precedentemente, tanto las particulares con-
cernientes a las dos especies como las generales de la escritura contrapuntistica.
EJERCICIOS: Este contrapunto da lugar a doce combinaciones diferentes; las negras de-
ben disponerse indistintamente en todas las voces. La síntesis de este contrapunto es la
siguiente:
1. Este contrapunto se compone de una parte en blancas sincopadas y otras tres en redon-
das. Una de ellas es el cantus firmus.
2. La parte más grave empezará siempre por la tónica, tanto si pertenece a la cuarta especie
como a la primera.
Sf
4. Se tendrán presente las normas estudiadas precedentemente, tanto las particulares con-
cernientes a la especie de síncopas como a las normas generales de la escritura contra-
puntística.
(RM)
59
MEZCLA DE ESPECIES
1. Entre las varias disposiciones que puede adoptar el contrapunto florido, las más fre*
cuentes son:
1.° Tres partes en redondas, una de ellas el C. F., y otra en florido.
g
2. Dos partes en redondas, una de ellas el C. F, ( y dos en florido.
3.° El C. F. en redondas y tres partes en florido.
2 Las combinaciones de contrapunto florido con otras especies, blancas, negras y sínco-
pas, también son posibles. Se estudiarán en el mismo espíritu expuesto a tres voces.
3. Cuando se trabaje el contrapunto florido en tres voces simultáneamente, cada voz apare*
cera en partes distintas, procurando que en el primer compás entre el cantus firmus y
dos voces en florido. En el segundo compás entrará la cuarta voz. El florido entrará pre-
ferentemente en tiempo o parte débil.
4. El interés polifónico se centrará en la distribución de los ritmos contenidos en cada voz.
El contrapunto florido a cuatro voces constituye la base del estilo polifónico clásico,
siendo el más idóneo para la expresión musical y utilización de la técnica contrapuntíS’
tica.
5. Para los compases de 3, 5 y 7 tiempos se aplicarán las mismas normas estudiadas en el
binario.
6. Para el estudio de este contrapunto se tendrán presente las normas particulares de cada
especie y las generales de la escritura contrapuntístlca.
EJERCICIOS: Es facultativo combinar el contrapunto florido con el cantus firmus y otras
especies, si bien nosotros lo aconsejamos de manera particular, a pesar de su aparente
aridez, dada la elasticidad que proporcionará después en la práctica del florido. Para el
contrapunto florido bastará con presentar el C. F. una vez en cada parte, tanto en los
modos mayor y menor como en los modales. En total se aconsejan ocho combinaciones.
60
CAPITULO X
En este contrapunto sólo se practica la primera especie, nota contra nota, y la quinta es-
pecie, contrapunto florido.
1. En esta especie una nota puede repetirse dos veces en la misma octava.
2. Los cruzamientos, excepción hecha del primer compás, están permitidos en todas las vo-
ces, incluso en el último compás.
4. La nota a duplicar se elegirá libremente entre aquellas que mejor sonoridad proporcio
nen al conjunto.
EJERCICIOS; Serán suficientes tres ejercicios en modo mayor, tres en menor y tres mo-
dales, disponiendo el C. F, una vez en la parte inferior, otra en la interior y la última en
la superior.
2. Las quintas y octavas se permiten a condición de que se hallen separadas por una blanca
o dos negras, siempre y cuando la segunda no recarga en tiempo fuerte,
5 Las voces entrarán sucesivamente, bien e.i forma cerrada (tres voces en el primer com-
pás y las restantes en el segundo), bien con mayor dilación, o sea en los tres primeros
compases.
EJERCICIOS; Serán suficientes tres ejercicios en modo mayor, tres en modo menor y tres
modales, disponiendo el C. F. en la parte inferior, interior y superior, sucesivamente.
CAPITULO XI
1. A partir de seis voces se admite como norma el Intervalo melódico de sexta mayor.
2. Las quintas y octavas consecutivas se permiten por movimiento contrarío entre voces
internas.
3. Las quintas y octavas directas, entre voces extremas, se permiten cuando recaen sobre el
I, IV y V grados, a condición de que la voz superior proceda por movimiento conjunto,
4. Las quintas y octavas directas, entre voces internas se permiten incluso por movimiento
disjunto
5. El unísono se permite entre voces internas incluso por movimiento directo. En este caso
es preferible que medie un cruzamiento. En las voces extremas se permite por movi-
miento oblicuo.
EJERCICIOS: Serán suficientes tres ejercicios en modo mayor, tres en menor y tres mo-
dales, disponiendo el C. F. en la parte inferior, interior y superior, sucesivamente.
2. Dadas las dificultades crecientes, se admite como norma oír simultáneamente la nota re-
tardada y la nota real, a condición de que se hallen dispuestas, cuando menos, a distan-
cia de novena y procedan por movimiento contrario.
3. Además de lo expuesto para esta especie en el contrapunto a cinco voces, se tendrá pre-
sente. de manera particular, lo relativo a las quintas y octavas, expuesto anteriormente.
EJERCICIOS; Serán suficientes tres ejercicios en modo mayor, tres en menor y tres mo-
dales, disponiendo el C. F. en la parte inferior, otra interior y en la superior, sucesiva-
mente.
62
CAPITULO XII
1. Se permiten las quintas y octavas consecutivas, por movimiento contrario, entre todas las
voces.
2. Para evitar ia sonoridad débil que producirían las quintas y octavas consecutivas, se re-
comienda el cambio de disposición del acorde. Para ello será necesario que medie un
compás.
o
/■y - OO-¡
EJERCICIOS: Serán suficientes tres ejercicios en modo mayor, tres en menor y tres mo-
dales. disponiendo el C. F, en la parte inferior, una Inferior y la superior, sucesivamente.
63
CAPÍTULO XIII
2. Pueden utilizarse las figuras de redonda, incluso unidas a blanca o negra. Además:
a) La segunda inversión del acorde perfecto (sólo sobre la dominante).
3. Puede cambiarse de acorde en cualquier tiempo del compás, pero procurando que no re-
sulten síncopas armónicas.
EJERCICIOS: El doble coro se practicará con C. F. y sin él. También será interesante ejer-
citarse con textos poéticos clásicos de pocas estrofas.
SEGUNDA PARTE
CONTRAPUNTO INVERTIRLE
67
CAPITULO PRIMERO
CONTRAPUNTO INVERTIRLE
El contrapunto invertible consiste en cambiar el orden en que están expuestas dos o más
melodías, permutándose entre sí según las posibilidades que ofrezca el número de voces
contenidas. Este contrapunto necesariamente solicita un enfoque armónico muy particular. La
armonía, como elemento que sostiene las distintas estructuras melódicas, es de capital im-
portancia, Es aquí precisamente donde la teoría de la inversión de los acordes adquiere una
dimensión completamente nueva, pues hay que prever las nuevas disposiciones armónicas a
que nos conducirá la Inversión de la melodía.
Esta cualidad de invertir las melodías tiene como finalidad producir un efecto musical
determinado. En el conjunto sonoro varía mucho ol que la melodía que se invierte (o contra’
melodía] se halle en una voz superior, interior o inferior, y todavía el efecto es mayor cuando
se trata de una inversión a la décima, duodécima u otros intervalos, dado que todos olios es-
tán cambiados. En esencia, la inversión se halla en el espíritu de la variación.
El contrapunto invertible se emplea en toda la música de carácter polifónico, bien sea vo-
cal o instrumental. De manera muy particular se utiliza en la fuga (en la composición de los
contramotivos) y en el coral variado.
NORMAS GENERALES
f) Se evitarán ¡as modulaciones. Sin embargo, puede hacerse uso discreto de los gi-
ros melódicos cromáticos.
g) Una melodía antecede a otra, por consiguiente, las entradas serán sucesivas y no si-
multáneas. La primera constituye el tema; las restantes son contratemas. Cada una de ellas
debe poseer Igual rango, es decir, puede ocupar el lugar de otra, convirtiéndose indistintamen-
te en seguda. tercera, etc., melodía. En su conjunto han de basarse sobre una misma armonía,
estricta y reducida, pero sólida, que permita y facilite unas inversiones ante todo musicales.
Este contrapunto está compuesto por dos melodías cuyo ámbito armónico no debe so-
brepasar el intervalo de octava.
Armónicamente no podemos utilizar determinados intervalos, no porque suenen mal, es
que no pertenecen al estilo del contrapunto riguroso. Este es el caso de la cuarta perfecta,
que produce una segunda inversión del acorde perfecto, acorde que no usaron de manera sis-
temática los maestros de la polifonía, por tanto, tampoco podemos hacer uso del intervalo de
quinta que resultaría de su inversión.
Sin quinta ni cuarta, este contrapunto se reduce exclusivamente a las terceras y sextas
mayores y menores, ya que ni la octava ni el unísono forman intervalo propiamente dicho a
efectos armónicos, como tampoco ios retardos u ornamentos melódicos habituales. La octava
y el unísono, o sus respectivas inversiones, no se practican y si se utilizan se toma toda
serle de precauciones para evitar la pobreza sonora que pudiera resultar.
INVERSION
El esquema siguiente muestra el resultado de los intervalos cuando se invierten.
Inversión 5B
Inversión 2J
69
Como ejemplo analizar el Canon XII del Arte de la Fuga de J. S. Bach y los diferentes
tipos de contramotivos contenidos en las fugas del Clave bien templado.
En estos análisis se observará la libertad de escritura con que Bach desarrolla sus Ideas,
pero también el riguroso respeto a las normas de escritura. Todo puede analizarse conforme a
las normas- más estrictas de la técnica del contrapunto clásico. Sin embargo, el arte de Juan
Sebastián Bach es de los más libres y personales conocidos en la historia de la música.
INVERSION
1 2 4 5 6 7
10 9 7 6 5 4
Teniendo en cuenta ios intervalos resultantes al ser invertidos, se utilizarán como con-
sonancias que no precisan de preparación, los siguientes: tercera, sexta y décima.
3. Dos terceras, dos sextas y dos décimas consecutivas producen octavas, quintas o
unísonos, respectivamente. Para evitar dichos paralelismos se aconseja alternar estos inter-
valos con los de segunda, cuarta, séptima y novena.
Inversión; 9D
ÍRM
70
5. La distancia máxima entre las dos melodías no debe sobrepasar el intervalo de déci-
ma mayor.
1 Los intervalos armónicos a utilizar como consonancias son : la tercera, quinta, octava
y duodécima. Se tendrá presente que la quinta y la octava se invierten recíprocamente, por
consiguiente, se evitarán dos intervalos consecutivos de esta naturaleza.
2 El esquema siguiente muestra el resultado de los intervalos cuando se invierten.
1 2 3 4 5
l l 6 7 a 9 10 11 12
12 11 10 9 Líl 7 5 5 4 3 2 1
4a
Inveráión-S*
Inversión:?
4. La distancia máxima entre las dos melodías no debe sobrepasar el Intervalo de duo-
décima,
(RMj
71
INVERSION
i Este contrapunto ofrece muy pocas posibi Idades. El único intervalo consonante es la
tercera, pero evitaremos dos terceras consecutivas, porque en la inversión resultarían quintas
paralelas.
2. El esquema siguiente muestra el resultado de los intervalos cuando se invierten:
1
7
2
6
3
5
1J 44 5
3
6
2
7
1
inversión -6**
Inversión. 4°
Inversión
unísono
pí
- .. And
72
INVERSION
123456789
987654321
B
lnvftr$íórr9
2a
lnversión:8B
liwarsión:64
4 La distancia máxima entre las dos melodías no debe sobrepasar el intervalo de nove-
na mayor
He aquí un ejemplo:
■Inversión
73
INVERSION
1 2 3 4 5 I 6 I 7 8 9 10 11
11 10 9 8 7 | 6 | 5 4 3 2 1
Inve-'tió-'i
3. La distancia máxima entre las dos melodías no debe sobrepasar el intervalo de un-
décima.
Los intervalos principales son la sexta y la octava, únicos que no precisan de prepara-
ción. si bien guardarán las debidas precauciones para no realizar dos sextas seguidas, ya que
en la inversión resultarían octavas
INVERSION
12 3 4 5 6 7 8 9 10 11
13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 ’’ H
2. Los intervalos y sus inversiones se prepararán y resolverán según los principios ex
puestos ¡'anteriormente.
3. La distancia máxima entre las dos melodías no deberá sobrepasar el intervalo de de-
cimotercera.
En este contrapunto los únicos intervalos que no precisan de preparación especial son
la tercera y la quinta
.. ¡ta .,
(RMi
74
INVERSION
1. Se evitarán dos terceras consecutivas porque en la inversión resultarían quintas
(compuestas) paralelas. Los demás intervalos se prepararán y resolverán según los principios
exouestos anteriormente.
2. El esquema de inversión es el siguiente:
1 2 3 6 7 8 9 10 12 13 14
14 13 12 9 8 7 6 5 3 2 1
CAPITULO II
La característica de estos contrapuntos radica en que cada voz ha de poder situarse indis-
tintamente en una parte superior, interior o Inferior, sin que ello altere el sentimiento armó-
nico del conjunto sonoro.
1. En estos contrapuntos conviene utilizar abundantemente los retardos y otros artifi-
cios melódicos, de lo contrario se caería en una extremada pobreza armónica. Estos contra-
puntos únicamente se invierten a la octava o doble octava.
ACOfiDfS
2. Los acordes siempre serán incompletos, de tercera y sexta, que, con la octava o uní-
sono, han de duplicarse e incluso triplicarse. La quinta, como nota real, queda excluida, sí bien
puede utilizarse como nota de paso.
3. Un contrapunto triple ofrece seis disposiciones sonoras diferentes,
S S T T B B
CD tO
H
CD F-
S T
T S
ce
CÚ
(RM)
TERCERA PARTE
CONTRAPUNTO IMITATIVO
77
CAPITULO PRIMERO
LA IMITACION
NORMAS GENERALES
d) En todos los demás casos: marchas armónicas, cromatismos, quintas y octavas, etc.,
el buen sentido musical guiara la composición de este contrapunto.
ESPECIES IMITATIVAS
1. IMITACION REGULAR
I ■■nitrrCUlr'. 3 y S''
I 1—
2. IMITACION IRREGULAR
(RM)
79
X IMITACION RITMICA
La imitación rítmica consiste en reproducir determinado diseño rítmico, sin tener en cuen-
ta la naturaleza de sus intervalos.
La imitación a dos voces se practica a todos los intervalos, superiores e inferiores, se-
gún las modalidades que acabamos de exponer.
En principio se estudiará la imitación por movimiento directo. El tema será siempre ori-
ginal del alumno (1 }.
EJERCICIOS:
A.1. Realizar seis imitaciones regulares totales al unisono y a la octava.
2, Realizar seis imitaciones regulares parciales al unisono y a la octava.
B. l . Realizar seis imitaciones Irregulares totales a la segunda, tercera, sexta y séptima.
2. Realizar seis imitaciones irregulares parciales a la cuarta y quinta.
3. Realizar varias imitaciones invirtiendo la disposición y los intervalos precedentes.
C. l . Realizar varias imitaciones bitonales, totales o parciales, teniendo en cuenta, asi-
mismo. la imitación rítmica.
(1) Este trabajo evoca el estilo de la invención. Para un mayor conocimiento de la invención, recomenda-
mos el estudio de las Invenctones a dos y tres voces de J S. Bach
(RM)
so
CAPITULO H
La imitación a tres, cuatro o más voces presenta dificultades considerables, sobre todo
cuando se trata de la imitación integral, es decir, cuando las voces que constituyen el conjunto
sonoro imitan, una tras otra, al motivo principal.
Esta imitación puede producirse a intervalos simétricos, o sea cada entrada lo hace al
mismo intervalo inicial, o a intervalos promiscuos, es decir, cada entrada aparece a distinto
intervalo
Para la imitación □ más de dos voces es aconsejable ejercitarse en la especie irregular;
la regular daría lugar a una constante po Ii tonal idad.
Asimismo recomendamos ejercitarse en todas las especies expuestas anteriormente on
la imitación a dos voces, incluso combinando las distintas especies entre si. Ello dará lugar a
múltiples combinaciones de gran interés, las Cuales, una vez vencidas, proporcionarán no sólo
un goce intelectual, además, prepararán sólidamente el camino de la creación musical.
EJERCICIOS: El alumno realizará diversos ejercicios a tres, cuatro y cinco voces, sobre
C. F. (estilo vocal) y sobre temas originales (estilo de la invención). En este último caso po-
drá pensar, además de los instrumentos de teclado, en el trío o cuarteto de cuerda, de vien-
to u otras combinaciones Instrumentales.
CAPITULO III
GENEROS IMITATIVOS
RM
81
Como acabamos de ver. la imitación por movimiento directo consiste en reproducir la me-
lodía del antecedente a cualquier intervalo inferior o superior. La imitación puede efectuarse
según estos principios:
En el primer caso, el consecuente Imita, compás por compás, al antecedente, s i bien a dis-
tancia de un compás entero o de dos partes. En cualquier caso ¡a correspondencia de tiempos
será rigurosa (primero por primero, segundo por segundo, etc., o primero por tercero y segun-
do por cuarto). Aparecido el consecuente, la primera voz podrá iniciar una parte libre. La pro-
puesta puede articularse indistintamente entre las voces que se imitan.
En el segundo caso, el consecuente aparecerá cuando el antecedente haya expuesto la
frase completa, acompañando después al consecuente con una parte líbre. Para cada ejercicio
se establecerán tres o cuatro frases cuya estructura armónica reposará, en principio, sobre
los tonos de la tónica, dominante y subdominante.
En el tercer caso, el consecuente imitará al antecedente, nota por nota, compás por
compás, desde el principio al fin, respetando la correspondencia de tiempos.
EJERCICIOS: Realizar diversos ejercicios en el espíritu de las Invenciones de J, S. Bach,
tanto en el modo mayor como en el menor, a todos los intervalos, inferiores y superiores.
/M/MC/ON RfGüLAfl
La imitación es regular cuando el consecuente reproduce los mismos intervalos del ante-
cedente. Para olio el antecedente no ha de sobrepasar el ámbito de un hexacordo. El conse-
cuente opondrá a un hexacordo ascendente otro descendente, o viceversa.
82
/M/MC/ON /fíflEGUMR
Modo menor:
Modo mayor:
Como ejemplo analizar el canon a dos, per motum contrarium de la serie número 3 (Cá-
nones diversl Super thema regium) de la Ofrenda Musical y el Contrapuncíus V del Arte de
la Fuga, de J. S. Bach.
EJERCICIOS: Realizar diversos ejercicios de contrapunto imitativo irregular por movi-
miento contrario en el espíritu de la invención.
83
Este género imitativo es poco utilizado. Su mayor atractivo consiste en vencer las múlti-
ples dificultades que encierra. En una audición sería muy difícil reconocer el tema con las
transformaciones que admite.
Esta imitación, que se practica indistintamente a todos los intervalos, consiste en que
el consecuente comienza imitando al antecedente desde su última nota, continuando en orden
Inverso a la lectura normal. Sobre este principio podemos establecer tres modalidades princi-
pales.
a) El consecuente imita compás por compás.
b) El consecuente imita frase por frase.
c) El consecuente imita íntegramente al antecedente.
Imitación, compás por compás:
libre
La imitación integral comprende desde la última hasta la primara nota del antecedente.
EJERCICIOS: Realizar diversos ejercicios de cada una de las modalidades expuestas.
(RMj
84
La imitación integra! comprende desde la última nota hasta la primera del antecedente,
pero invirtiendo el sentido melódico de los Intervalos.
De todas fas modalidades expuestas, la más atractiva es, sin duda, la que imita frase por
frase. La línea melódica principal conserva su carácter, que por no fraccionarse constiuye un
todo definido y acabado.
(RM)
85
IMITACION TRUNCADA
La imitación truncada consiste en combinar una melodía cuyas notas alternan con unas
pausas suspensivas. Esta forma imitativa, llamada «hoquetcm, estuvo muy en boga durante los
siglos XIII y XIV, alcanzando en este último siglo el máximo grado de esplendor. La imitación
truncada puede practicarse sobre cualquier grado de la escala.
Esta imitación puede reproducir la melodía del antecedente, principalmente en los casos
siguientes:
a) En tiempos opuestos: primero por segundo, segundo por tercero, etc.
Estos contrapuntos, ai Igual que los precedentes, pueden practicarse a cualquier interva-
lo, Asimismo, todos los géneros estudiados son susceptibles de asociarse entre sí, proporcio-
nando una gran variedad de posibilidades imitativas.
Finalmente hemos de indicar que todas estas variantes imitativas han de trabajarse a
dos. tres, cuatro o más voces, con Cantos Firmus o sobre temas libres.
EL CANON
89
CAPITULO PRIMERO
EL CANON
El Canon es una forma específica de valorar polifónicamente una melodía. Sus antece-
dentes hemos de buscarlos en el ■* rondel lo ” y en la "rota*, El Canon más antiguo que se co-
noce es el canto inglés «Sumer is icumen» (el verano ha llegado). Data del siglo XIV y se atri-
buye al monje John of Fornsete, de la abadía de ñeading.
Desde su origen, fue una forma altamente estimada y muy utilizada por los composito-
res, si bien no alcanzó el máximo esplendor hasta la segunda mitad del siglo XV con la deno-
minación de 4uga", que es la forma imitativa mas Importante de la polifonía.
En principio, los compositores escribían solamente la voz principal, indicando, mediante
claves apropiadas, las voces que la tenían que imitar y el lugar de entrada de cada voz., ade-
más, añadían una palabra latina, o en lengua vulgar, que precisaba el intervalo al cual tenía que
producirse el canon. Este fue el origen del canon enigmático, pues si en un principio el autor
indicaba con precisión aquello que deseaba, no ocurría igual cuando el compositor se compla-
cía redactando en términos que encerraban doctrina o moralidad, alegría o humor, el significa-
do de su trabajo: «Qui se exaltar humíliabitur» (el que se envanece será humillado), significaba
que el tema tenía que invertirse: «Crescit in duplo» quería decir que la segunda voz tenía que
doblar el valor de la primera, o sea aumentarla, etc. Esta forma contribuía a agudizar la imagi-
nación de ios compositores en virtud de las múltiples combinaciones que podían obtenerse de
cada tema.
Entre los procedimientos mas cultivados figura el canon cerrado o «in corpo*, el cual se
escribía en una sola pauta, y el canon abierto o «risoluto», en cuyo caso indicaba que estaba
realizado en partitura El canon risuluto poco a poco se impuso al enigmático y ya en el si-
glo XV se escribe a grao número de voces. Destaca un motete a 36 voces de Ockeghem: «No-
vem aunt Musae», Pietro Francesco Valentín! compone, entre otras obras importantes, dos
monumentales volúmenes dedicados al canon. El primero está escrito sobre las palabras del
Salve Regina, de dos a cinco voces, y contiene más de dos m i l resoluciones distintas. El se-
gundo. titulado «Canone nel modo di Solomone», es un canon a 96 voces distribuidas en 24
coros y puede ser variado «ad ¡nfinitum». En realidad, desde el punto de vista armónico, estas
obras tenían poco interés [lo que no autoriza a juzgarlas con desdén), ya que su estructura
armónica se basa exclusivamente en situar ordenadamente, de tiempo en tiempo, las inversio-
nes del acorde perfecto.
Pero además de estas formas aparecieron muchísimas variantes canónicas, ¡as cuales
se han cultivado hasta nuestros días, tales como el canon simple, que consiste en proponer
un tema o guía (antecedente), al que sigue una repetición exacta o resolución (consecuente).
El canon circular, «ad Infinltum» o perpetuo, por aumentación o disminución, el retrogado o
«cancrizans» (cangrejo), y el polimorfo. De esta gama de posibilidades se desprende que la fi-
nalidad primordial del canon es situar a la melodía en una auténtica dimensión estética, Es,
90
por tanto, una de las formas más elementales de realizar polifónicamente una melodía, pero
también una de las formas más supremas de variarla, confiriéndole caracteres siempre nue-
vos, complejos e interesantes.
El efecto característico del canon es el juego constante de las voces y la permanencia
complexiva y recíproca de las lineas que se persiguen, con lo cual el movimiento simultáneo
de las voces puede superar incluso ia calidad propia del motivo. •
Los pollfonistas abundaron en este género durante cinco siglos, haciendo gala de una
fantasía creadora asombrosa. Todavía en nuestros dias utilizamos estos procedimientos, sobre
todo en el contrapunto instrumental, si se quiere con mayor amplitud, pero en realidad la
esencia es la misma.
CAPITULO II
El canon no solo es un procedimiento imitativo, es, además, una forma musical con sig-
nificación propia. Funde en un solo concepto las particularidades estudiadas a lo largo de este
trabajo. Es cerrado sobre si mismo. Los elementos constitutivos, florido, invertible e Imitati-
vo. alcanzan plena significación por el todo que los comprende. Por eso el canon es portador
de un sentimiento estético indivisible que le hace comunicable en su totalidad.
CANON CIRCULAR
EJERCICIOS: Realizar cuatro cánones circulares al unísono, segunda, quinta y sexta, res-
pectivamente, sobre temas del alumno.
A este canon se aplican los esquemas expuestos para la imitación (pág, 81). Desarro-
llando estos principios podríamos obtener la superposición de dos o más modalidades o to-
nalidades, según aplicásemos el movimiento contrario regular o irregular.
Las modalidades resultantes de los siete grados de la escala, en el canon por movimien-
to contrario regular, serían:
Al modo de Do correspondería el modo de MI.
,Al modo de Re correspondería el modo de Re.
Al modo de M i correspondería el modo de Do.
Al modo de Fa correspondería el modo de Si.
Al modo de Sol correspondería el modo de Fa.
Al modo de La correspondería el modo de Sol,
Este mismo procedimiento se aplica por igual a las tonalidades mayores y menores.
El canon por movimiento contrario irregular se practica a todos los grados de la escala,
superiores e Inferiores.
Como ejemplo, analizar el Contrapunctus XIII del Arte de la Fuga de J. S. Bach.
Este canon consta de dos partes., En la primera se traza una línea melódica principal,
la cual va acompañada de un contrapunto invertible a cualquier grado (normalmente a la oc-
tava]: la segunda parte reproduce lo expuesto en la primera, pero por movimiento retrógrado.
Los clásicos tenían la costumbre de leer estos cánones volviendo la página en sentido
opuesto. A tal fin situaban, al final del canon, las claves y alteraciones apropiadas a la in-
versión deseada.
Como ejemplo, analizar el canon número 3 «super thema reglum* y las realizaciones,
de La Ofrenda Musical, de J. S Bach.
A este canon, que frecuentemente se le añadían textos poéticos o descriptivos, éstos
conservaban siempre el mismo sentido.
EJERCICIOS: Realizar cuatro cánones por movimiento retrógado sobre temas libres.
Todo cuanto se ha dicho para el canon por movimiento retrógado es aplicable aquí. Se
tendrá en cuenta, además, que el consecuente deberá Invertir el sentido melódico del ante-
cedente.
EJERCICIOS: Realizar cuatro cánones por movimiento contrario retrógado sobre temas
libres,
92
(rm)
93
CAPITULO III
Las normas teóricas aplicables a estos cánones son las mismas que hemos estudiado a
dos voces. El mayor número de voces que se imitan plantea, no obstante, ciertos problemas
de índole estructural. Como se recordará, los acordes a utilizar se reducen a la mínima expre-
sión. convirtiéndose, en realidad, en intervalos armónicos en virtud de la ausencia de la
quinta del acorde.
Todos los temas han de invertirse recíprocamente SI a dos voces existía el peligro de
caer en fórmulas rutinarias, aquí el problema es considerablemente mayor. De ahí que se re-
comiende con particular interés la presencia de algún tema de acusado carácter rítmico. El
ritmo, como elemento catalizador, puede aportar sugestivas y equilibradas soluciones.
A B C D
ABC
A 0
A
(RM;
94
Otro esquema sería que las distintas melodías apareciesen desde el principio super-
puestas. En realidad se trataría de cánones rnúltiples r no sólo pür las distintas melodías que
los constituyen, sino también por las distintas transformaciones que cada una de ellas po-
dría adquirir.
Como ejemplo, analizar la fuga a cuatro partes de Georges Enesco publicada en el Tra-
tado de la fuga de Andró Gedalge.
Por otra parte, e independientemente del comportamiento imitativo de las voces, estos
cánones, por su naturaleza, se prestan a construirse en distintas secciones: Una sección que
denominaremos canónica, otra modulante, que muy bien puede conducir a la tonalidad de la
dominante pasando por algunas tonalidades vacinas, y vuelta a la sección canónica en el tono
principal, que denominaremoa reexposición. Este esquema obedecería a la forma tripartita
A B A \ cuya detallada teoría exponemos en nuestro curso teórico analítico de Elementos de
la Forma Musical.
Entre cada una de estas secciones puede intercalarse un breve divertimiento de carác-
ter modulatorio construido con base a algún diseño característico presentado anteriormente.
Como ejemplo, analizar al Contrapunctus XIX, fuga cuádruple, del Arte de la Fuga de
J. S. Bach.
EJERCICIOS: Realizar varios ejercicios en modo mayor y menor teniendo en cuenta todo
lo expuesto en este apartado.
CAPITULO IV
La teoría general del canon ha sido expuesta en los capítulos anteriores, sin embargo,
las posibilidades particulares son tan considerables e importantes que no resistimos la ten-
tación de enumerar algunas de ellas.
Este canon, bien sea a tres, cuatro o mas voces, consiste en que cada entrada del tema
debe producirse al mismo intervalo Ejemplo: Si la segunda voz aparece a distancia de sexta
mayor de la primera, la tercera lo hará al mismo intervalo de la segunda; así sucesivamente.
En el ejemplo siguiente vemos que cada voz entra a distancia de quinta perfecta.
Misa ad f u g a n d a Pa.’estnna
95
También podríamos aplicar estos módulos a una escritura más libre y actual.
Esquema armónico:
96
Realización:
La teoría y ios ejemplos expuestos, en realidad cabalgan entre dos estilos, el armóni-
co y el contrapuntístico, Ambos poseen personalidad propia, pero si bien son disociables a
efectos analíticos y pedagógicos, musicalmente se funden en un todo indisoluble.
Como la palabra indica, en estos cánones cada entrada se verifica a intervalos diferentes.
En el siguiente ejemplo vemos que la primera entrada se produce a la tercera de la nota ini-
cial, la segunda a la sexta y la tercera a la octava.
1
c
Un procedimiento apropiado para trabajar este canon consiste en trazar cada voz
sobre las mismas lineas del pentagrama, cambiando únicamente Jas claves. Aquí las progre-
siones armónicas poseen gran importancia, si bien, como antes hemos visto, para que adquie-
ran un valor contrapuntístico específico, conviene enriquecerlas con los elementos melódicos
y ornamentales apropiados.
A dos voces, la disposición armónica más apropiada es la de tercera, sexta u octava.
97
A tres o cuatro voces conviene que, en los tiempos fuertes, recaiga siempre una armo
nía consonante, en estado fundamental o en primera inversión.
V’d simetría veso de tos esquenas establecidos proporciona i recuente mente anoma-
lías, (quintas y octavas]. En tales circunstancias, éstas se admiten a condición de que pro-
cedan por movimiento contrario.
EL CANON POLITEMATICO
Como desarrollo de lo que acabamos de exponer aparece el canon politemático.
La superposición de dos o más temas es casi tan antigua como la propia polifonía. Su
origen hay que buscarlo en el motete medieval (siglo Xllt] r ei cual aparece como una síntesis
de elementos sagrados y profanos. Frecuentemente, sobre un tema litúrgico. evolucionaban
una, dos o más voces cantando cada una en texto distinto, e incluso en distinta lengua. Si este
procedimiento otrece un interés extraordinario desde e. punto de vista rítmico, no es menor
el que se desprende de cada melodía.
Basándonos en este principio podemos desarrollar, contemporáneamente, dos o más melo-
días distintas que se imiten entre sí, Este procedimiento, muy utilizado por los polifonistas de
Jos siglos XV y XVI. ofrece las siguientes posibilidades:
1.a Dos o más voces inician un motivo ai que sigue un canon a determinado intervalo,
después se adhieren otras dos voces» no importa a qué intervalo, que reproducen exacta-
mente la música expuesta anteriormente
Como ejemplo, analizar la Misa ad fugam de Palestrina.
2?1 Dos voces pueden iniciar al mismo tiempo dos melodías distintas. A un determi-
nado número de compases aparecen las dos melodías restantes que se imitan a los mismos
intervalos.
Como ejemplo, analizar el canon Sumer is leum ín. Pertenece al siglo XIV y es el más
antiguo que se conoce. Se halla publicado, entre otras antologías, en Florilegium Musicum de
Erwin Lenchter, por Ricordi Americana.
3 / Cada melodía puede ser imitada, por una o más voces, a intervalos iguales o pro-
miscuos.
También podemos utilizarlo por movimiento contrario en un estilo más libre, cromático
o poí ¡tonal.
=3
El espíritu de este canon nos autoriza a efectuar una sección modulante, conforme ex-
presamos en la página 94. También podemos tratar en canon varias progresiones diatónicas o
modulantes.
Progresión diatónica
Progresión modulante
99
EL CANON POLIMORFO
EJERCICIOS: Realizar cuatro cánones polimorfos a tres voces y dos a cuatro voces,
sobre tema original del alumno, alternando los modos mayor y menor,
EL CANON POLIRRITMICO
CONSIDERACION FINAL
Todo cuanto hemos estudiado en este libro tiene por objeto aliar la técnica pura con el
sentimiento musical más elevado. Es cierto que a la creación artística no se llega si el alumno
no posee dones especiales para la compusieron musical, pero no es menos cierto que el ca-
mino se facilita considerablemente estudiando todo aquello que constituye el patrimonio básico
de la composición, patrimonio que no obedece a abstracciones teóricas, está entresacado de
Jas obras maestras de los grandes compositores, Por ello, y además de cuanto se ha expues-
to, recomendamos un minucioso análisis de las obras maestras de al polifonía clásica y en
particular de la obra de J. S. Bach.
A tal fin relacionamos seguidamente una serie de autores de fácil acceso cuya obra es
portadora de valores téemeos y estéticos altamente significativos,
(RM5
APENDICES
103
APENDICE A
EL CANTUS FIRMUS
Ei estudio del cantas firmas presupone el conocimiento de les relaciones me lód ico-tona-
les existentes en una escala determinada. Si por ejemplo queremos componer un cantus fir-
mas partiendo de la nota M i , la escala que resulte de esta nota contendrá un sistema particu-
lar que relacione los diversos grados con la fundamental M i , ya que como conocemos por la
teoría armónica, los grados de la escala poseen funciones tonales o modales específicas. Es-
tas funciones, en esencia, podríamos resumirlas en dos acordes: tónica-dominante o tónica-
subdominante, para las escalas tonales, y tónica-dominante o tónica subdominante, o tónica-
séptimo grado y tónica-segundo grado, para las escalas modales, La quinta del acorde consti-
tuye una unidad invariable con la fundamental, mientras rque la tercera es intervalo variable,
eminentemente melódico, capaz de modificar el sentimiento del cantus firmus. El acorde que
complementa al de tónica (dominante, subdominante, etc.] contiene un contraste funcional
con respecto a los grados del acorde fundamental. En resumen, podríamos decir que la natu-
raleza de una melodía no se supone a priori, sino que se conforma mediante el sistema de re-
laciones tonales, o dicho de otra manera: la importancia de los distintos grados de la melodía
descansa en el sistema de relaciones tonales. Veamos un ejemplo:
(1) El cantus firmus, sn la música pol fónica, servia de tiase a la escritura contrapuntistlca. Los maes-
tros antiguos sentían especia! predilección. Le tomaban del gregoriano y lo convertían en notas de larga duración.
104
observamos igualmente muchos de los temas de J. S. Bach, cita obligada, veremos lo traba-
joso que resulta el ascenso y lo rápido que es el descenso. Pero si observamos los cantus fir-
ñus de la polifonía vocal de los siglos XV y XVI polifonía que nos sirve de modelo para el estu-
dio del contrapunto, veremos cómo el cantus firmus contiene un equilibrio perfecto entre el as-
censo y el descenso. Este equilibrio se rige por unas normas de orden melódico según las
cuales, a Ja sucesión de varios grados conjuntos en la misma dirección, ascendentes o des-
cendentes. debe seguir un salto en sentido contrario, o también aquellos grados de la escala
omitidos o aparecidos como notas de paso, deben destacarse en otra parte de la melodía (2).
Como vemos, en este planteamiento, se presiente un orden armónico cadencial que po-
dríamos definir de la siguiente manera; Una scmicadencia melódica sobre la dominante re-
quiere la conclusión sobre la tónica. Las fórmulas cadencíales (ver apéndice F) armónicas y
melódicas, no siempre poseen carácter conclusivo. Este es el argumento discursivo más im-
portante de la polifonía clásica, porque desconocía el desarrollo en el sentido que tiene para
nosotros. De ahí que a veces observemos cadencias contradictorias por la forma en que se
suceden, cadencias que. si bien servían como punto de reposo o articulación, su función obli-
gaba irremisiblemente a continuar el discurso musical.
En resumen, si bien no es posible dar normas concretas para la composición de una me-
lodía. por tratarse aquí del estudio de un estilo musical particular y muy concreto, creemos
que este comentario general sobre el cantus firmus, así como el estudio de la polifonía vocal
de los siglos XV y XVI, ayudarán al alumno a hacer de los estudios de contrapunto no un ejer-
cicio estéril y sin valor artístico, sino por el contrario, a estudiar el contrapunto como estilo
de alta composición musical,
APENDICE B
CONTRAPUNTO Y ARMONIA
(RM)
105
narse tos sonidos entre sí. bien fuese en sentido horizontal o vertical, resultando que la mú-
sica era escrita, oida y leída únicamente en sentido horizontal, pero el resultado, es decir, las
conjunciones verticales, eran un hecho inseparable de la polifonía. La polifonía de este siglo
tiene toda la traza de una polifonía armónica, su fundamento radica en el movimiento del bajo.
Sus lineas responden a un cromatismo melódico y, en consecuencia, la armonía es modulante,
sobre todo en la tercera etapa madrigalesca de los Gesualdo, Marencio y Monteverdi.
Era necesario esperar a que el contrapunto se saturase para sacar, de esta experiencia,
un nuevo sistema que permitiese considerar al acorde no como el resultado ocasional del
movimiento de las distintas voces, sino como una dimensión propia de la sensibilidad musical.
Un factor que determinó claramente la contextura de ambos elementos fue, sin duda, el arte
instrumental, que operaba en un campo predominantemente armónico.
En el drama de Monteverdi se proclama el triunfo definitivo de la armonía frente al con-
trapunto. que empezó a decaer, A la melodía se le otorga un relieve muy particular mediante
el acompañamiento del bajo cifrado, práctica que se extiende también a la organística del bajo
continuo. La armonía comienza a perfilarse como ciencia y se impone de una manera decisiva
y primordial en la composición musical
A partir de este momento, siglo XVII. han quedado clasificadas para siempre las pecu-
liaridades del contrapunto y de la armonía. Así vemos, en el discurrir de la historia, tenden-
cias de acusado carácter armónico o contrapuntístico. Ambas tendencias quedaron íntimamen-
te fundidas en J. S. Bach, quien proporcionó al lenguaje musical un equilibrio y unas posibili-
dades de expresión que se han desarrollado s i n cesar.
APENDICE C
MODALIDADES ANTIGUAS
El sistema modal gregoriano es la base de la música polifónica hasta finales del si-
glo XVII. Arranca del gran sistema modal griego, el cual deriva, a su vez, de la ampliación del
primitivo modo dórico, añadiendo un tetracordo a cada uno de los extremos.
rififn Cnmp!pn-.í«>ai
106
La extensión del sistema es de una doble octava. Con la adición del sí b se completa
el sistema y nace un tetracordo modulante: re. do, si b, la. De este sistema se obtienen siete
escalas formadas por un pentacordo y un tetracordo,
ó;. ~
De la división de estas escalas se obtienen ocho modos, más una nueva formación de la
escala dórica, puesto que para unos teóricos se divide en mi-si-mi y para otros en mí-la-mi» lo
cual, evidentemente, origina modos distintos.
En la música grecorromana las escalas cambian de dirección,, es decir, de descendentes
se convierten en ascendentes, si bien no vería la terminología.
En la música gregoriana, Edad Media, las escalas conservan el orden y dirección de la
grecorromana, si bien la terminología vuelve a ser ia misma de los griegos. Además, ocurre
otra transformación: el sistema completo baja un grado, Para los griegos, el gran sistema iba
del agudo al grave: para los medievales se orienta del grave al agudo.
Bien visto, tanto los modos griegos como los gregorianos se reducen a cuatro, pues en
realidad solamente disponen de cuatro tónicas; la, sol, fa, mi para los griegos, y re, mi, fa,
sol para ios medievales.
a
Mocfo 1
r
o
o íl
Múdo ? 0 V d0 4
’- 45 Modo 9 o<
Es sabido que la polifonía renacentista ignoraba la noción del acorde. Se basaba en una
melodía principal tomada generalmente del canto gregoriano. A esta melodía se le contrapo-
nían una o vanas melodías de ritmo fluido y variado que se hallaban enmarcadas en el mismo
modo, El hecho de que la polifonía fuese concebida para voces humanas condicionaba mucho la
escritura. La tonalidad no existía teóricamente. Si los polifonistas ignoraban la teoría de los
acordes, no ignoraban la de las consonancias, que son, en definitiva, el elemento teórico y es-
tético más importante de la teoría medieval y renacentista
El sentimiento de la consonancia en esta época plantea el dilema de admitir la quinta
disminuida si-fa como consonancia natural, o bien admitir la quinta si bemol-fa.o si’fa sostenido,
como quinta hecha a imagen y semejanza de las restantes naturales, Pero la simple contempla-
ción de algunas obras polifónicas de la época demuestra que las dos soluciones fueron adop-
tadas por los compositores y que en muchos casos la alteración ha sido añadida por le musi-
cología moderna, influenciada por la atracción que se desprende de las tonalidades mayor y
menor,
107
A partir de! siglo XVII y hasta bsen entrado el siglo XX, [os modos mayor y menor son
prácticamente los únicos utilizados por los compositores. Los modos medievales constituyen
un dominio aparte. Si algún compositor alude a la modalidad, hay que pensar en el acompaña-
miento al canto gregoriano..
El redescubrímiento de la modalidad hacia mitad del pasado siglo, tras un dilatado pe-
ríodo de vigencia de la tonalidad mayor y menor, dio origen al estilo modal armónico, que
poco a poco fue considerándose como elemento natural del lenguaje musical. La tonalidad
modal data de primeros de siglo: Fuaré y Debussy, entre otros, hicieron uso maestro influ-
yendo considerablemente entre los jóvenes compositores de principios de siglo.
La formación de las escalas modales se basa en los modos gregorianos. Toman por tóni-
ca cualquier nota de la escala de do y por grados las notas sucesivas comprendidas entre el
ámbito de su octava.
Modo de Oo
APENDICE D
EL RITMO Y EL COMPAS
Podríamos decir que la melodía es la materia musical que configura la Idea del compo-
sitor y el ritmo el elemento que la mantiene y la impulsa.
Una sucesión rítmica regular, el caso de las especies, impide que el contrapunto se
desarolle cómodamente. Desde luego, lo que se persigue con las especies es. ante todo, des-
pertar la imaginación del alumno para que encuentre giros metódicos y armonías de interés, Al
contrario, un ritmo violento, una vez adoptado, posee tal poder que absorbe por completo ¡as
funciones de la melodía y armonía. Este es el ceso de la Consagración de la Primavera de
Stravinsky, entre otros ejemplos de la historia de la música contemporánea.
Al igual que los modos melódicos, tanto los griegos como los medievales, disponían de
sistemas rítmicos que se basaban en la correspondencia de sílabas largas y breves. De la
fusión de estas sílabas nacen los ritmos binario y ternario, y como consecuencia, el compás
y la línea divisoria.
El compás se divide en varías partes iguales llamadas tiempos, y éstos, a su vez, se
subdíviden en valores o fracciones iguales., de dos en dos. o de tres en tres. Si la subdivisión
del tiempo se hace de dos en dos, recibe el nombre de binario y pertenece a los compases
llamados simples en virtud de la simetría de estas fracciones. Si la subdivisión del tiempo se
hace da tres en tres fracciones, pertenecerán a los compases llamados compuestos. También
existen otras combinaciones que reciben el nombre de compases de amalgama, por contener
ambos elementos a la vez.
108
J. 4* I
6,- <2.
”4
4 3 12 3 3 9
- X - = - = o. _ x ~ =- =
4 2 8 4 2 8
Inversamente, para transformar un compás compuesto en simple hay que dividir el nu-
merador por tres y el denominador por dos.
1= JU J 1J IJJ ?
8
-= J J J.IJ J.JId.J J
8
(1) Unicamente estudiaremos los compases compuestos, por considerar que los simples se han traba-
lado mucho más y son mejor conocidos.
109
5 2 3 7 4 3
4 4 4 4 4 4
6. VALORES IRREGULARES
Son valores irregulares aquellas figuras que resultan de la división de un tiempo binar o
en ternario, o viceversa, de la división de un tiempo ternario en binario:
i -i
división normal JT] ; ,77777 división irregular J* ¿ • J * J
Estos valores todavía pueden agruparse en [raciones más pequeñas o más largas, pero
siempre tomando por base el total del grupo irregular.
jfj 2 n 7 7 ¿ j~j
- jT3 ¿ j.3
Las síncopas resolverán sobre el segundo tiempo. El tercer tiempo, sobre el cual se
inicia la sincopa, sera siempre una consonancia.
Sexta especie; contrapunto florido, que hará amplio uso de las especies precedentes,
prevaleciendo la norma de no utilizar durante más de dos compases consecutivos ios ritmos
de una misma especie.
Frecuencia armónica: un solo acorde por compás
Siguen en vigor todas las normas estudiadas.
3’ espacíe
Lí-L. I X
i " r caso
etc
-rorido
C. Tb—4
T.
C. F. B
111
APENDICE E
INTERVALOS
El estudio del contrapunto requiere un amplio conocimiento de los intervalos. Ello nos
mueve a redactar, compendiosamente, el presente estudio de los intervalos, con el fin de re-
cordar este importante capítulo de teoría musical.
L
L
L
■KM)
112
(RM)
113
evidentemente, del estilo y sensibilidad de cada compositor. La tensión creada por los inter-
valos ha evolucionado paralelamente a la armonía, por tanto, es difícil dar una norma absoluta
al respecto. En Tomás Luis de Victoria, por ejemplo, un intervalo melódico de séptima mayor
se hubiera convertido, sin duda alguna, en una disonancia. Sin embargo, en Debussy es perfec-
tamente consonante y asimilable. Este es un fenómeno subjetivo que depende, como ya he-
mos dicho, de la sensibilidad, época y estética de cada compositor,
El contrapunto clásico posee un campo intervalístico muy limitado. Tanto armónica como
melódicamente utiliza los intervalos que hemos convenido en llamar «estáticos». Melódica-
mente utiliza, además y prioritariamente, los intervalos de segunda. En este estilo, pues r la
menor diferencia de tensión, si no se controla minuciosamente, tiene gran repercusión en el
discurso musical, Por ello, nos permitimos analizar brevemente el «color» de cada Intervalo,
por ser el contrapunto eminentemente melódico.
Segunda menor;
Melódicamente es un intervalo sensual y débil. Posee cierto carácter enfermizo, particu-
larmente cuando contiene alguna nota alterada.
Segunda mayor;
Melódicamente es un intervalo simple, muy utilizado por poseer la conjunción que so-
licita el espíritu del contrapunto, tanto como nota de paso unitonal o modulante, como floreo
inferior o superior
Tercera menor;
Melódicamente es un intervalo triste. Armónicamente, por determinar la función modal
del acorde, es poco brillante, pero esencial,
114
Tercera mayor
Cuarta per/ecía.
Melódicamente es un intervalo noble, moldeadle y propio para conducir modulaciones de
naturaleza melódica. Armónicamente es un intervalo limpio y simétrico, por la proporción que
guarda con la tonalidad establecida y la inmediata superior o inferior, según el orden en que
aparecen las alteraciones. La cuarta únicamente se utiliza entre voces interiores.. o entre inte-
riores y superior, nunca entre el bajo y las restantes, porque daría lugar a la segunda inver’
sión del acorde perfecto.
Cuarta aumentada;
Melódicamente es un intervalo doloroso y blando, difícil de tratar. Armónicamente no se
uti iza en contrapunto clásico, ya que supondría un acorde alterado, o la escala de tonos ente-
ros. A partir de tres voces se utiliza únicamente como nota constitutiva del acorde de quinta
disminuida en primera inversión. Puede resultar de una nota retardada.
Gumía per/ecía;
Melódicamente es un intervalo luminoso y guerrero. En cualquier momento amplía con-
siderablemente el «ámbitos* melódico de una frase sin desvirtuaría. Armónicamente es un in-
tervalo básico del sistema tonal
Sexía menor:
Este es el intervalo preferido de Mozart. Es, como la tercera menor, triste y también
sombrío cuando recae en las notas naturales del acorde,
Sexta mayor
Séptima menor;
Séptima mayor
Octava:
Por ser el sonido fundamental trasladado a una octava superior o inferior, tiene carác-
ter de refuerzo tanto melódica como armónicamente.
(RV1;
115
APENDICE F
CADENCIAS
Las cadencias son enlaces de acordes que coinciden con el reposo de una frase musical,
dándole a ésta un carácter y un sentido completamente definido. Ambos elementos, armonía
y melodía, pueden existir independientemente, es decir que se produzca el enlace cadencia!
de la armonía independientemente de la marcha melódica [efemplo A] o viceversa, que se
produzca el reposo de la melodía independientemente de la marcha armónica (ejemplo B).
Según su naturaleza, las cadencias concluyen o suspenden una frase musical con mayor
o menor fuerza expresiva, Las principales son:
A] Conc/t/síVas;
Cadencia perfecta.
Cadencia plagal.
B) Suspensivas.*
Semicadencla.
Cadencia rota.
Cada una de estas cadencias puede convertirse, además, en imperfecta en virutd de la
inversión de uno de sus acordes.
116
2. CADENCIA PERFECTA
La cadencia perfecta es la cadencia conclusiva por excelencia. Ninguna otra produce una
impresión tan contundente. Esta impresión se refuerza, aún más si cabe, cuando la tónica apa-
rece ai mismo tiempo en las dos voces extremas. En este caso podemos triplicar la funda-
mental (ejemplo A) o bien hacer descender la sensible por movimiento disjunto a la domi-
nante [ejemplo 8).
0
-o
Cuando el cantos firmus se halla en la voz superior y se dirige, para finalizar, de la do-
minante a la tónica, excepcionaimente se admiten dos octavas consecutivas entre voces ex-
tremas. a condición de que procedan por movimiento contrario.
En las cadencias perfectas, el acorde de dominante suele estar precedido por otro de II,
IV o VI grado, es decir, por un acorde que no contenga la nota sensible, con el fin de no restar
fuerza expresiva al giro melódico que se forma alrededor de esta nota polar.
r.
(RM)
117
3. CADENCIA PLAGAL
£
o
La cadencia plagal, aunque menos categórica que la perfecta, también posee tuerza
conclusiva si está bien conducida.
Las terceras de los acordes dt dominante y subdominante del modo mayor pueden al
terarse un semitono cromático descendente. Este procedimiento toma prestados el VI y VII
grados deí modo menor descendente.
Otra variante consiste en sustituir el acorde perfecto sobre el IV grado por el acorde de
segundo grado en primera inversión.
6. SEMICADENCIA
La sem ¡cadencia se produce mediante el reposo de la frase musical sobre el acorde de
dominante, cualquiera que sea el acorde precedente.
El sentimiento armónico de esta cadencia es útil para el análisis armónico del cantos
flrmus, ya que permite delimitar los fragmentos melódicos de que consta y trazar los extre-
mos expresivos de mayor relieve,
7, CADENCIA ROTA
La cadencia rota se produce mediante el enlace de la dominante con la superdominan-
te. De las cadencias suspensivas, es ía de mayor vigor.
Esta cadencia frecuentemente se halla a la puerta de dos tonalidades diferentes, según
sea la dirección y alteraciones que adopte el VI grado. En contrapunto, ya lo hemos dicho, las
modulaciones se permiten únicamente a los tonos vecinos, por consiguiente, será unitonal.
En contrapunto, dado el carácter melódico que adoptan las voces, la cadencia rota no
se limita únicamente a la definición de la armonía, es decir, duplicar la tercera del VI grado
[ejemplo A), además, la sensible puede descender por grados conjuntos (ejemplo B).
8. CADENCIA IMPERFECTA
La cadencia imperfecta resulta de enlazar el acorde de dominante, subdominante u otro
cualquiera, con el de tónica, dominante o sexto grado, a condición de que uno de los dos se
halle invertido. En contrapunto, necesariamente ha de ser la primera inversión.
119
Esta cadencia es muy frecuente en contrapunto. Podríamos decir que es la más utiliza-
da en el discurso polifónico dada ia riqueza y expresividad que resulta del movimiento de las
voces.
APENDICE G
1. NOTAS DE PASO
En las notas de paso radica la esencia del contrapunto. Las notas de paso dan lugar a
frecuentes encuentros armónicos de segundas, séptimas y novenas, cuya teoría hemos ex-
puesto en 35 y siguientes. Estos encuentros armónicos, bien emplazados, no solamente pro-
ducen plenitud en ol conjunto sonoro, además, configuran rítmica y melódicamente la idea
musical, independizando las lincas entre sí. con lo cual se obtiene esa constante irradiación
melódtcoarmóníca que debe emanar del cantus firmus.
Las notas de paso pueden ser diatónicas y cromáticas. También una nota de paso alte-
rada produce una modulación. En contrapunto clásico no utilizamos ías cromáticas.
Existen notas de paso simples [ A ] y simultáneas (B).
(A)
N.P. N.P.
N.P.
Do M
120
En el modo menor pueden darse en un mismo compás, o al mismo tiempo, el Vil grado
alterado, como sensible perteneciente al modo menor melódico ascendente, y el Vil grado
natural, perteneciente al modo melódico descendente, a condición de que ambas notas se ha-
llen, al menos, a distancia de séptima mayor.
Las notas de paso serán de corta duración, negra o blanca, y se escribirán preferente-
mente en los tiempos o partes débiles del compás. También podrán situarse en el tercer tiem-
po del compás, nunca en el primero.
Las notas de paso también son posibles en el primer tiempo, Bach hace un uso maestro
de ellas. Nosotros nos abstendremos de utilizarlas porque podrían dar lugar a interpretacio-
nes distintas, como serian la nota de paso propiamente dicha o la apoyatura.
Z EL FLOREO
El floreo es menos interesante que la nota de paso. El floreo es un giro melódico algo
artificioso, algunas veces es un relleno rítmico, otras melódico, de ahí lo difícil de su opor-
tuna aplicación. Aconsejamos un uso moderado y, sobre todo, que se píense en el valor in-
trínseco que posee, jamás debe utilizarse como elemento do relleno.
El floreo puede ser superior o inferior, a distancia de tono o semitono, de la nota flo-
reada.
El floreo de semitono puede estar alterado sin que ello provoque modulación alguna.
Los floreos serán, en general, de corta duración; valor de blanca, negra o corchea, y se
colocarán en tiempos o partes débiles del compás.
En cuanto a los Intervalos armónicos resultantes, debemos tener presente que: la segun-
dé! menor es siempre un intervalo duro, como también la séptima mayor que se obtenga por
inversión de la segunda, no obstante.la séptima mayor es más suave y preferible a la segun-
da menor.
p eferiDíe
Podemos utilizar al mismo tiempo el floreo y la nota real, siempre que medie, por lo me-
nos, una octava. Jamás al unísono
NO
¡;yt
(RM)
122
Los floreos también pueden utilizarse simultáneamente por movimiento directo y con-
trario. Por movimiento directo se emplean en forma de terceras, cuartas o sextas consecu-
tivas.
3* 1
Por movimiento contrario se admiten incluso, ios encuentros armónicos de séptimas, no-
venas, etc.
N.B *
]£Z2¿7"r.v
N , B.— Las quintas resultantes entre tenor y soprano se admiten porque son de carácter me-
lódico. es decir, entre floreo y nota de paso. Las que se producen entre contralto y so-
prano se admiten por la misma razón.
3. NOTA ESCAPADA
EnEnelelejemplo
ejemploanterior
anteriornonoseseproducen
producenoctavas
octavas dado
dadoque
quelala nota
nota escapada
escapadaresuelve
resuelve
corre ctam ente , como
correctamente, como lolohubiese
hubiesehecho
hechoelelretardo.
retardo.
Tambiénpuede
También puedeproducirse
producirsealalunísono:
unísono:
Talcaso
Tal casoseseadmite
admite porque
porque lala nota
nota escapada
escapada resuelve
resuelve correctamente,
correctamente, como
como lolo hubiese
hubiese
hech o el retar
hecho el retardo.do.
APENDICE H
APENDICE H
1.
1. MOD ULA CION AA TON
MODULACION OS VEC
TONOS INOS
VECINOS
Toda
Todatona lidad princ
tonalidad ipal pose
principal e cinco
posee cinco tona
tonalidades relativas,
lidades relat ivas, aasabe
saber: la de
dedom
dominante, sub-
r: la inante, sub-
dom inant e y las relat ivas mayo res o men
dominante y las relativas mayores o menores de ores de éstas
éstas. Tomemos como ejem
ejemplo
. Tom emos como plo lala tónic
tónica de
a de
Do mayo r.
Do mayor.
SOL
SOLmayo
mayor
r MI meno
MI menor
r
DO
DOmayo r
mayor LA meno
LA menor
r
FA
FAmayo
mayor
r REmeno
RE menor
r
Para
Paraque
queuna
unamod ulación sea
modulación seacorre cta esesnece
correcta necesario quelalalínea
sario que líneameló
melódica quelalaartic
articula
dica que ula
enlac e perfe ctam ente con las
enlace perfectamente con las dos dos tona lidades. Este
tonalidades. Esteproc
proceso cuenta con dos factores esen-
eso cuen ta con dos factores esen-
ciale s: por
ciales: poruna
unaparte , meló
parte, dicamente, hahadedeconte
melódicamente, contener
ner lalanota
notacara
característica, frecuentemente
cterística, frecu entemente
124
la sensible del nuevo tono, y por otra, armónicamente.. el grado característico, es decir, aquel
que contiene la nota característica.
Llamamos modulaciones de primer orden a aquellas cuyo nuevo tono lleva consigo úni-
camente una nota nueva, la nota característica.
de Do M a Sol M
Llamamos modulaciones de segundo orden a aquellas cuyo nuevo tono lleva consigo
dos o tres notas nuevas. No obstante, cualquiera que sea la modulación, con la nota caracte-
rística es suficiente para afirmar el nuevo tono. Estas modulaciones, aunque posibles, son
menos practicadas en contrapunto, pero en definitiva quedan supeditadas a la naturalidad en
que se produzcan.
El mecanismo de la modulación es uno de los más complicados que existen en la escri-
tura musical. No sólo es de índole estructural sino también expresivo. Distinguir ambas fun-
ciones es primordial para el alumno. Una exposición amplia y detallada de este importante ca-
pítulo nos llevarla a otra faceta de la técnica musical, la armonía, que en su día será objeto de
otro estudio. Ahora importa conocer el valor de los grados en una tonalidad determinada y
la Influencia que éstos ejercen al modular al tono de la dominante o subdominante, valorando,
asimismo, la inclinación de los acordes neutrales, es decir, aquellos que pueden pertenecer
por igual a ambas tonalidades, y la capacidad de someterse a la fuerza de atracción de la ve-
cina tonalidad.
ANEXO
EJEMPLOS
DE
CONTRAPUNTO RIGUROSO
127
Tenor
Contralto
Modo Menor
Modo de Re
RM
128
Modo Menor
Modo de Mi
129
Modo Menor
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Contrapunto Florido
Modo de Fa
147
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(RM
148
CONTRAPUNTO A DOBLE C O R O
149
CANTUS FIRMUS
153
Cantus Firmus
Modo Mayor
154
Modo Menor
155
Modo de Re
(Frigio de los griegos y Primer Modo gregoriano)
Modo de Mi
(Dórico de los griegos y Segundo Modo gregoriano)
Modo de Fa
(Hipolidio de los griegos y Sexto Modo gregoriano)
156
Modo de Sol
tHipofrigio de los griegos y Séptimo Modo gregoriano)
Modo Menor
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(KM)
BIBLIOGRAFIA
BIBLIOGRAFIA
ANALISIS
CONTRAPUNTO
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PRADO, G.; El Canto Gregoriano. Ed. Labor. Barcelona.
POLIFONIA
Página
PRIMERA PARTE
Contrapunto a cuatro voces . ............ ......... ... ... ... ... . . . ... ... . ............................ 56
Primera especie .................................. 57
Segunda espacie „............ ,.......... , , ... . ................................. ... ... ... ... 57
Tercera especie ......... *........ .. ... . . . . . . ............................... 58
Cuarta especie ... ................. . ....................... ... ... ... ... . ....... ... ... ... . ............................ 58
Mezcla de especies ................................ ... .. ... . ................. 59
Quinta especie Florido ... ..................................................................... 59
Contrapunto a cinco voces ... ... ......................... ... ... ... ... ....... 60
Primera especie ......................... ... . ............ . .................................. ............................................ 60
Quinta especie. Florido ......................................................................................................................... 60
Contrapunto a seis voces....................... ... . ............. ... .. ... ... ... ... . ................................. 61
Primera especie ....................................................................................................................................... 61
Quinta especie. Florido . .................................. 61
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
LA IMITACION.
Normas generales ... ... ... , 4+ ......... ... „ . ... . . . ... ... , . . „ . ... ... 77
Especies imitativas. Imitación reguisr ......................................... . . . . ................... ... ... ... ... 78
Imitación irregular .................... ........ , .......................... + . . . ... . .................................. 78
Imitación rítmica .......................................... ... . ........................ 79
imitación a dos voces ... ... ... ... ... . . . . . . .......... ., .............................. ... ... ... , 4+ 79
GENEROS IMITATIVOS.
Imitación a más de dos voces ................. . ........... . . . . ... ... .. 4 . ............ . . „ . ... ... 60
Imitación por movimiento directo ... ............... ... . . ....... 81
Imitación por movimiento contrario „ ... ....................... ..................................... ... ... 8t
Imitación regular. Imitación Irregular. .................... ... ............. ... ... . ...... Sí-82
Imitación por movimiento retrógrado ............................... ... ... ... ............................................... 83
Imitación por movimiento contrario retrógrado ................................................................................ 83
Imitación por aumentación .......................... . . . . . . . . . T............ . 84
Imitación por disminución ............................................................ , . . . ........................................... 84
imitación truncada .................................................... 85
Imitación a contratiempo o sincopada .................. 85
CUARTA PARTE
Página
EL CANON.
El canon a dos voces .............................. « ............................. 90
Canon simple por movimiento directo .................... ¿4 ......., .......................................................... 90
Canon circular . ................. 4. . . . . . . ................................ . . .................. . .................................... 91
Canon por movimiento contrario . . . .* ................... - ......................... .................. ............. . . . . 91
Canon por movimiento retrógrado .................................... . ... : .. .. ..* .............. ... 91
Canon por movimiento contrario retrógrado ................... . .................... 91
Canon por aumentación ... ................... ... .. ................. ... 92
Canon por disminución .......................... . ,............ .................. . ............. 92
El canon a más de dos voces ... ............................. 93
El canon a tres, cuatro o más voces ............................................... ... ........ . . . ... . ....... 93
Estructura de estos cánones ... . . . ... ... . ....... ... 93
El canon por intervalos simétricos ..................................... 94
El canon por intervalos promiscuos ............................................. 96
El canon politernátlco ........................................... -................... .. ... ... ... 97
El canon polimorfo ...........................................................,............ ... 99
El canon polirritmíco ............ . . . ......... . . . . . . . ............................................ 99
Indice de autores ........................ . . . . . . . . . ....... ... 100
APENDICES
A El Cantos Firmus .......................................... 103
B. Contrapunto y Armonía ................................ 1Ü4
C. Modalidades antiguas .............. . ............. 105
D. El ritmo y el compás . . ........ ... . ....... . . . 107
E. Intervalos ............................................. .... . . . 111
F. Cadencias ............. ............................... ... 115
ü. Notas do paso, tloreo y nota escapada ... 119
H. Modulación . .............. ....................... . 123
Ejercicios 127
Bibliografía 159