3â°evaluaciã N Tercero Medio Educaciã N Ciudadana
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3ro medio
Nombre
Asignatura Educación Ciudadana Curso 3°_____ Fecha ___/__/2020
Habilidades Conocimientos
• Ubicación temporal y espacial
• Análisis de fuentes
Unidad I. Estado, Democracia y Ciudadanía.
• Pensamiento Crítico
• Comunicación
Objetivo: Evaluar los principales elementos de la Democracia en nuestro país, a partir de columna de
opinión.
Indicador de logro:
• Evalúan y argumentan con respecto a los alcances de la Democracia en nuestro país.
1. Descripción de la actividad:
Modalidad de envío.
Tu trabajo debe ser enviado al correo electrónico de tu profesor
3° medio A: [email protected]
3° medio B y C: [email protected]
3° medio D,E y F de formación TP: [email protected]
Profesional PIE: Jocelyn Pérez [email protected]
Fecha de entrega 09 de abril
• Texto 1:
En cuanto a las formas de gobierno que conoció la antigua Grecia destacaron tres: la monarquía,
el gobierno de los aristócratas y la democracia. La monarquía reunía todo el poder y el gobierno del
Estado en las manos de un solo hombre, el rey o basileus, mientras que el gobierno de los aristócratas lo
dejaba en unos pocos, basándose generalmente en el prestigio de su linaje familiar y riqueza. Estos dos
sistemas políticos mantenían una sociedad estratificada[3]. Aunque fueron las primeras formas de
gobierno en el mundo griego, en algunas polis estos sistemas entraron en crisis, reemplazándose por el
pacto entre iguales (hómoioi). A la vez, los grandes linajes se fragmentaron, priorizándose la estructura
de la familia nuclear, un proceso que se acompañó de una organización del territorio. De este modo, la
ciudad sufrió una transformación completa, cuyo último resultado fue precisamente la aparición de la
democracia, que nació en la ciudad de Atenas[4].
Los principios básicos de la democracia ateniense fueron la ley y la justicia, que permitieron el
desarrollo de una sociedad que, como veremos a continuación, no era tan igualitaria como cabría
suponer. Destacaba como principio rector la isonomía, definida como la igualdad de derechos y deberes
que tenía el ciudadano ante la ley y la participación política en el Estado y en el poder, la eleuthería o
libertad, la isogoría, que define la igualdad de nacimiento, la isegoría, consistente en la libertad de
palabra de los ciudadanos que permitía participar en la asamblea y la koinonía, la comunidad que
colabora mutuamente en busca de un bien común[5].
La democracia ateniense fue vivida muy intensamente por los habitantes de Atenas, que
juzgaban la participación en la esfera pública como la dedicación más elevada y noble para las
personas; un entusiasmo que contrastaba con la escasa proporción de ciudadanos que podían participar
en el gobierno de su ciudad. De esta forma, nos encontramos que la democracia del mundo griego era
un sistema político con carácter excluyente y muy restrictivo, donde únicamente participaban los
varones adultos y nacidos en Atenas, ya que eran los únicos considerados como legalmente ciudadanos.
Sin duda, viéndolo desde la perspectiva actual consideraríamos que el sistema ateniense era bastante
“antidemocrático”, puesto que limitaba la participación en la vida política a unos pocos elegidos,
mientras que negaba este derecho a mujeres, a los que no habían nacido en la ciudad, y a los esclavos
(cuya mera existencia ya pondría en duda todo el sistema).
Sabemos que en Atenas, a lo largo del siglo VI a.C., se había consolidado la estructura de la
ciudadEstado (o polis) gracias a la independencia política y la buena situación económica que habían
conseguido. En este periodo, Atenas se encontraba gobernada por los arcontes, unos magistrados
elegidos entre los principales clanes familiares de la aristocracia. Estos hombres prominentes (o
eupátridas) formaban la élite dirigente y latifundista que poseía la mayoría de los recursos económicos,
lo que provocó tensiones sociales y el empobrecimiento del pequeño campesinado. Ante esta situación,
Atenas sufrió una época de golpes de Estado, de tiranías y de diversas reformas legales. De este modo,
cabe concluir que la democracia no surgió de manera espontánea en Atenas, sino que fue el resultado
de un proceso de larga duración con cambios sociales, políticos y económicos conseguidos gracias a las
conquistas que hizo el pueblo tras levantarse reiteradamente contra los aristócratas[6]
En este complejo marco sociopolítico nos encontramos a Solón, uno de los principales
reformadores atenienses. Con sus diferentes reformas (año 594 a.C.), el pueblo empezó a acceder a la
propiedad de la tierra, adquiriendo a la vez sus primeros derechos políticos[7]. Solón también dividió a
los ciudadanos en cuatro grupos diferentes basándose en sus rentas y propiedades. Además, canceló
numerosas deudas de los sectores más desfavorecidos de Atenas, lo que trajo una disminución de la
presión fiscal y judicial que permitió abolir la esclavitud por deudas. De esta forma, y a partir de entonces,
surgió en Atenas una conciencia ciudadana, fortaleciendo el estatus de la polis frente a las anteriores
agrupaciones de eupátridas, base del régimen aristocrático del pasado.
Solón también intentó evitar que volviesen a existir tiranías en la ciudad, por lo que decidió dividir
el poder entre varios órganos políticos donde pudiesen participar los ciudadanos. Desde entonces, el
principal criterio para ser elegido miembro del gobierno de la ciudad fue la riqueza y no el origen familiar,
aunque Solón también intentó integrar a los miembros de las clases inferiores. Esta reforma hizo que las
magistraturas de la polis tuviesen que dar cuenta de su gestión a la Asamblea de los ciudadanos
(ekklesia), quienes además participaban plenamente de esta institución. Asimismo, quedó establecido el
Consejo o boulé, una restringida agrupación de cuatrocientos hombres (cien de cada grupo censitario) y
el Areópago, que funcionaba como tribunal y que reunía a los principales aristócratas atenienses[8].
Solón también otorgó a los atenienses varones y mayores de veinte años la plena ciudadanía, sentando
una de las bases para el establecimiento de la futura democracia aun cuando aun no podría considerarse
como tal. Ello se debe a que Solón seguía defendiendo un sistema político de carácter oligárquico basado
en la eunomía, esto es, la buena ordenación, manteniendo las clásicas nociones aristocráticas de mérito,
riqueza y justicia[9]. Con todo, podemos ver en Solón a un reformador muy avanzado a su tiempo que
esbozó diversos de los elementos que hoy consideramos esenciales de todo sistema político: la división
del poder y los mecanismos de fiscalización del mismo.
Tras el gobierno de Solón, Atenas sufrió un período de anarquía y otro de tiranía, bajo el dominio
de Pisístrato y su familia, aunque éstos fueron derrotados tras producirse una alianza entre la familia de
los Alcmeónidas y los habitantes de Delfos y Esparta. Finamente fue el aristócrata Clístenes quien
consiguió hacerse con el poder, puesto que contaba con el apoyo de una gran parte de la población
ateniense. Clístenes continuó el camino empezado por Solón, otorgando nuevos derechos políticos al
pueblo. Asimismo, sustituyó (de una manera bastante artificial) las cuatro tribus antiguas de Atenas por
otras diez nuevas, basadas en el lugar de residencia y no sólo en el de nacimiento[10], que se convirtieron
en las nuevas circunscripciones electorales. Con esta nueva división, eliminó todos los privilegios de
nacimiento existentes anteriormente y permitió que el nuevo Consejo de los Quinientos encontrase en
estas tribus sus miembros[11]. Clístenes consiguió involucrar a todo el Ática (Atenas y su territorio) en la
toma de decisiones, participando activamente en la política a través del Consejo de los Quinientos, la
Asamblea y los tribunales de justicia, además de debilitar los vínculos entre la población rural y parte de
la aristocracia[12]. Esta nueva situación fue denominada como isegoría (igualdad de palabra) ya que el
término “democracia” tenía en estos momentos un sentido peyorativo asociados al gobierno de los
campesinos o demoi.
Las medidas de Solón y de Clístenes no fueron tan democráticas como las que se realizaron en un
periodo posterior, pero si constituyeron una buena base para desarrollar este nuevo régimen político.
El establecimiento del Consejo de los Quinientos, con su carácter rotatorio y sus estrictas restricciones
para permitir la reelección de sus miembros, permitió precisamente que se extendiese la participación
política por el Ática, sentando las bases de la democracia del siglo de Pericles. Estas reformas
contribuyeron a reducir de forma notable los privilegios de una minoría de ciudadanos, aun cuando no
fueran suficientes para contentar al resto del pueblo que comenzó a reivindicar cambios más profundos
que condicionarían el desarrollo de la democracia ateniense, al centrarse, no solo en la igualdad formal
ante la ley, sino a transformar las relaciones de poder social y económico de una forma más equilibrada.
Las Guerras Médicas (490-479 a.C.) –que enfrentaron victoriosamente a diversas ciudades griegas
contra el imperio persa- supusieron una breve etapa de calma el desarrollo de la democracia ateniense.
Tras su victoria en este conflicto bélico, Atenas pasó a convertirse en una potencia de carácter imperial,
encabezando la Liga de Delos[15]. De manera bastante paradójica, el establecimiento del imperio
ateniense coincidió con una actitud marcadamente anti-imperialista por parte de los ciudadanos de la
polis. Ello se debe a que los griegos odiaban el imperialismo de otros pueblos (como los persas, por
ejemplo) por lo que no aspiraban a gobernar territorios diferentes a los de sus propias ciudades. Y a la
vez que mantenían este dualismo, el desarrollo del imperialismo ateniense dio un nuevo impulso a la
democracia. Pasar de ser una potencia terrestre a convertirse a una potencia marítima provocó que se
comenzasen a reclutar a los hoplitas -término con el que se designa al guerrero de la Grecia clásica, una
especie de lancero pesado- para el ejército terrestre dentro de los ciudadanos de la clase media pero
que también se llamase a filas a los más pobres para ingresar en las filas de remeros de los trirremes -las
naves de guerra del mundo antiguo. A la vez, Atenas debía encargarse de la tarea de administrar la Liga
de Delos y su propio imperio, por lo que las tareas del Consejo, de la Asamblea y de los tribunales se
hicieron más complejas. Esta situación dio lugar a las reformas de Efialtes en el año 460 a.C., que
transferían los poderes del Areópago a los anteriores organismos citados, cuyo número aumentó.
Todas estas medidas permitieron que la sociedad ateniense alcanzase una estructura más
democrática que la de cualquier otra ciudad en el mundo antiguo. Consiguió obtener este sistema
político gracias a dos factores, uno de los cuales aún no hemos mencionado. El primero de ellos fue la
esclavitud, que permitió liberar de trabajos manuales a muchos ciudadanos, dejándoles tiempo para
dedicarse a otros oficios y, por supuesto, la política. El segundo es el establecimiento del imperio
ateniense, que permitía que los ciudadanos centrasen sus esfuerzos en colaborar política y militarmente
con los organismos de la polis[16]. Fue también este ambiente el que propiciaría las reformas que
realizaría Pericles y que consolidarían el incipiente régimen democrático.
• Texto 2:
DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL
No es posible hacer un análisis de las cuestiones planteadas sin asumir la profunda división que
hay en la sociedad chilena respecto de la Constitución: no hay real consenso sobre su legitimidad de
origen, su contenido ni sobre si representa o no la voluntad del pueblo chileno. Se trata del único caso
en el mundo de una Constitución adoptada bajo una dictadura militar que sigue vigente en un régimen
democrático.
Impuesta por la dictadura militar a través de un plebiscito fraudulento, esa Constitución, modificada en
algunos aspectos por los acuerdos entre la dictadura y la oposición entre el plebiscito de 1988 y las
elecciones presidenciales de 1990 por un nuevo plebiscito, esta vez correcto, en julio de 1989, buscó
asegurar su perennidad e inmutabilidad a través de cinco mecanismos-enclaves: 1. La incorporación al
Senado de miembros nominados al margen de elecciones populares: senadores elegidos por la Corte
Suprema, el Presidente de la República, el Consejo de Seguridad Nacional. 2. La incorporación al Senado
de los ex Presidentes de la República (sin distinción de si fueron o no elegidos democráticamente). 3.
Altísimos quorum para modificar la Constitución Política (2/3 de sus disposiciones más importantes y
3/5 para el resto). 4. Un sistema electoral minoritario (aunque presentado como mayoritario) , en el
que, salvo en el caso de que una de las combinaciones políticas doble a la segunda mayoría (o primera
minoría), se produce un empate en el 90% de los distritos, y en prácticamente todas las circunscripciones
electorales. 5. La calificación que la Constitución hace, para una gran cantidad de materias, entre leyes
normales, leyes de quorum calificado y leyes orgánicas constitucionales, exigiendo para estas dos
últimas materias quorum superiores a la mayoría simple: 4/7 de los diputados y senadores en ejercicio
[…]
[…] La mayor cantidad de conflictos sociales producidos en los últimos años tienen por causa la
imposibilidad de obtener los quorum necesarios, sea para modificar la Constitución o para modificar
las leyes de quorum especiales. Muchas otras iniciativas legales no han logrado prosperar por la
imposibilidad de obtener los quorum requeridos e incluso tratados internacionales.
DEMOCRACIA ELECTORAL
La cuestión básica que está detrás de este tema tiene que ver con nuestra hipótesis central de
democracia incompleta o limitada. Así, el acceso al derecho a voto, la limpieza de los procedimientos y
las alternativas de que dispone el elector han logrado importantes progresos tras las reformas
posteriores al fin de la dictadura y ubican a Chile en buena posición comparativa. Sin embargo, existen
serios déficits democráticos en este campo.
En primer lugar, no todas las alternativas de que dispone el elector tienen la posibilidad de estar
representadas en los cuerpos colegiados (ambas ramas del Parlamento y concejos municipales) en
proporción al número de adherentes de cada corriente política. La comprobación preliminar de que
ello no es así en Chile lo demuestra que el ciento por ciento de los parlamentarios elegidos desde la
restitución democrática hasta las elecciones de 2009 (el progreso en esta última fue marginal y el
principal partido fuera de los bloques se vio obligado a participar en la lista de uno de éstos para lograr
elegir tres diputados) han pertenecido a dos coaliciones de partidos que debaten entre sí y se
distribuyen los cargos parlamentarios, marginando a las demás fuerzas[…]
[…] estableciendo la inscripción automática pero el voto voluntario, lo que es sin duda la más
contradictoria y absurda de las fórmulas. Si bien lo primero es un gran avance y parece una medida obvia,
lo segundo es un retroceso histórico, porque en Chile ha sido el establecimiento del voto obligatorio, con
sanciones para quienes no votan, lo que ha generado la participación político-electoral. Se sabe que el
paso del voto obligatorio al voluntario implica a la larga la reducción de la participación electoral, como
lo muestran todos los casos históricos y, al mismo tiempo, la elitización del voto, por cuanto tienden a
participar los de mayor capital social y cultural.
DEMOCRACIA CIUDADANA
Un primer acercamiento respecto del caso chileno en la actualidad se observa a nivel del
compromiso que ha suscrito el Estado con la normativa internacional vigente en relación con la
promoción y protección de los derechos humanos. En este sentido, existe una serie de normativas aún
no ratificadas por el Estado de Chile: la Convención Interamericana sobre la desaparición forzada de
personas (la Cámara de Diputados se opuso a hacerlo); el Protocolo adicional a la Convención sobre la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer; la Convención sobre la imprescriptibilidad de los
Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad; Protocolo de San Salvador, Adicional a la Convención
Americana sobre derechos económicos, sociales y culturales. El Estatuto de la Corte Penal Internacional;
fue ratificado el 29 de junio de 2009, al que las fuerzas herederas de la dictadura se opusieron por más
de 10 años. Para justificar su oposición exigieron una reforma constitucional, que no tenía otro objeto
de poder justificar su anterior obstrucción.
Como se observará a continuación, la ausencia de ciertos compromisos básicos por parte del
Estado en términos de derechos humanos es determinante tanto a nivel del desarrollo de los derechos
civiles y políticos como a nivel de los aspectos económicos y sociales de la ciudadanía.
Rúbrica
Columna de opinión
La siguiente rúbrica define los aspectos a evaluar en la confección de tu trabajo
2.2 Comunicación Los estudiantes son Los estudiantes son capaces Los estudiantes no son
capaces de responder y de responder y comunicar capaces de responder y
comunicar de forma escrita medianamente las tareas comunicar las tareas
las tareas asignadas asignadas asignadas
5 PUNTOS
3 PUNTOS 0 PUNTO
34 ____________
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