El Método Suzuki Es Un Método para Aprender A Tocar Un Instrum
El Método Suzuki Es Un Método para Aprender A Tocar Un Instrum
El Método Suzuki Es Un Método para Aprender A Tocar Un Instrum
Está
recogido actualmente en libros y grabaciones para piano, violín, viola, flauta traversa, flauta
dulce, violonchelo, arpa, guitarra, contrabajo, canto, charango, Tarka, mandolina y ocarina.
Es un método más orientado a niños pero muy bueno también para adultos que quieren
empezar a aprender a tocar uno de estos instrumentos.
Shinichi Suzuki a partir de la base de la lengua materna afirma que los niños aprenden a
hablar su propia lengua con gran exactitud gracias a su gran capacidad auditiva, lo que le
llevó a pensar que si los niños estuvieran rodeados de sonidos musicales, podrían
evolucionar una habilidad similar con la música.
El interés se intensificó en 1964, cuando Suzuki llevó a un grupo de estudiantes de gira por
los EE. UU., y para tocar en una reunión conjunta de la Asociación Americana de
Profesores de Cuerda y de la Conferencia Nacional de Educadores de Música. El método
comenzó a prosperar en los EE. UU. incluyendo visitas de profesores americanos a Japón,
giras de concierto de grupos japoneses, y el desarrollo de centenares de programas Suzuki
por todo el país.
Importancia del papel de los padres. Cuando un niño aprende a hablar, los padres
actúan eficazmente como profesores. Los padres también tienen un papel
importante como "profesores en el hogar" cuando el niño aprende a tocar un
instrumento. A menudo, el padre o la madre aprende inicialmente a tocar antes que
el niño, con objeto de que él o ella entienda lo que se espera que el niño haga. El
padre o la madre asiste a las lecciones del niño y ambos practican diariamente en
casa.
Comienzo temprano. Los primeros años son cruciales en el desarrollo de los
procesos mentales y de coordinación muscular en el niño pequeño. Las capacidades
auditivas de los niños están también en su apogeo durante los años de adquisición
del lenguaje, por lo cual es el momento ideal para desarrollar la sensibilidad
musical. El escuchar música debe comenzar en el nacimiento y el entrenamiento
formal puede comenzar a la edad de tres o cuatro años, si bien nunca es demasiado
tarde para comenzar.
La escucha. Los niños aprenden a hablar en un ambiente lleno de estímulos de
lenguaje. Los padres pueden también hacer que la música forme parte del ambiente
del niño, asistiendo a conciertos y poniendo las grabaciones del repertorio de Suzuki
y otra música. Esto permite a los niños absorber el lenguaje de la música al mismo
tiempo que absorben los sonidos de su lengua materna. Al escuchar repetidamente
las piezas que van a aprender, los niños se familiarizan con ellas y las aprenden
fácilmente.
Repetición. Cuando los niños han aprendido una palabra no la dejan, sino que
continúan utilizándola a la vez que agregan nuevas palabras a su vocabulario. De
igual modo, los estudiantes Suzuki repiten las piezas que aprenden, aplicando
gradualmente las habilidades que han ganado de nuevas y más sofisticadas maneras
conforme aumentan su repertorio. La introducción de nuevas habilidades técnicas y
de conceptos musicales en el contexto de piezas conocidas hace su adquisición
mucho más fácil. Aunque debido a esto puede dificultarse el aprendizaje de piezas
más complejas debido a que se está aprendiendo primariamente a imitar en vez de
interpretar.
Alentar. Al igual que con el lenguaje, los esfuerzos del niño para aprender a tocar
un instrumento se han de elogiar con sinceras palabras de aliento. Cada niño
aprende a su propio paso, avanzando a pequeños pasos para poder dominar cada uno
de ellos. Esto crea un ambiente placentero para el niño, el padre y el profesor. Se
establece también una atmósfera general de generosidad y cooperación al animar a
los niños a apoyar los esfuerzos de otros estudiantes.
Aprender con otros niños. La música promueve interacciones sociales sanas, y la
participación en lecciones de grupos y pequeños conciertos, además de sus propias
lecciones individuales, motiva a los niños en gran medida. Disfrutan al observar
otros niños en diversos niveles, aspirando llegar al nivel de los estudiantes más
avanzados, compartiendo sus desafíos con sus compañeros, y apreciando los
esfuerzos de los estudiantes menos avanzados que siguen sus pasos.
Repertorio gradual. Los niños no practican ejercicios para aprender a hablar, sino
que aprenden usando el lenguaje para comunicarse y expresarse. Con el método
Suzuki, los estudiantes aprenden conceptos y habilidades musicales en el contexto
de la música, en vez de practicar ejercicios técnicos. El repertorio Suzuki para cada
instrumento presenta, en una secuencia cuidadosamente ordenada, los componentes
necesarios para el desarrollo técnico y musical. Este repertorio estándar proporciona
una fuerte motivación, ya que los estudiantes más jóvenes desean tocar la música
que oyen tocar a los estudiantes más avanzados.
Posponer la lectura. A los niños no se les enseña a leer sino hasta que su capacidad
para hablar ha quedado bien consolidada. De la misma manera, los estudiantes
Suzuki han de alcanzar un nivel de destreza básico tocando su instrumento antes de
que se les enseñe a leer música. Esta secuencia de instrucción permite al profesor y
al estudiante centrarse en desarrollar una buena postura, un sonido hermoso, una
correcta afinación y fraseo musical
Debemos puntualizar como el punto más original y sobresaliente del método Suzuki el
trabajo con los padres. Los otros puntos se encontraban ya en otros pedagogos occidentales
en épocas anteriores. Suzuki desarrolla en la práctica una clase en la que aprenden padres e
hijos, de forma que a la hora de estudiar en casa los hijos son apoyados por los padres, del
mismo modo que se realizan las tareas de la escuela.
Este método nos pide una dedicación continua y sistemática. Un alumno que empieza
debería tocar cada día acompañado de uno de sus padres durante 10 minutos
aproximadamente. A medida que se hace mayor y se amplia su dominio musical, aumentará
su capacidad de concentración y estará preparado para dedicar más tiempo a unas piezas
cada vez más difíciles.
Las canciones y obras que los niños aprenden con el método Suzuki son muy atractivas,
de forma que motivan al niño a aprender otras nuevas y así avanzar hacia obras más
difíciles.