¿Es Frecuente El Síndrome de Down?
¿Es Frecuente El Síndrome de Down?
¿Es Frecuente El Síndrome de Down?
Down?
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Este material genético adicional altera el curso del desarrollo y provoca las
características asociadas con el síndrome de Down. Algunos de los rasgos
físicos comunes del síndrome de Down son bajo tono muscular, baja
estatura, una inclinación hacia arriba a los ojos y un solo pliegue profundo
por el centro de la Palma. Sin embargo, cada persona con síndrome de
Down es un individuo único y puede poseer estas características en grados
diferentes o no.
MOSAICISMO
Mosaicismo ocurre cuando no disyunción del cromosoma 21 lleva a cabo en
uno - pero no todos - de las divisiones de célula iniciales después de la
fecundación. Cuando esto ocurre, hay una mezcla de dos tipos de células,
algunas conteniendo los 46 cromosomas habituales y otros que contienen
47. Esas células con 47 cromosomas contienen un cromosoma extra 21.
DIVISIÓN MOSAICISMO CELULAR
TRANSLOCACIÓN
Dado que muchas parejas están posponiendo crianza hasta más tarde en la
vida, se espera que la incidencia de concepciones de bebes con síndrome
de Down aumente. Por lo tanto, la asesoría genética para los padres es
cada vez más importante. Aun así, muchos médicos no están plenamente
informados sobre asesoramiento a sus pacientes acerca de la incidencia de
síndrome de Down, los avances en el diagnóstico y los protocolos de
atención y tratamiento de los bebés que nacen con síndrome de Down.
AL NACER
El síndrome de Down usualmente se identifica al nacer por la presencia de
ciertos rasgos físicos: bajo tono muscular, un pliegue profundo único a
través de la palma de la mano, un perfil facial ligeramente aplastado y una
inclinación hacia arriba a los ojos. Debido a estas características pueden
estar presentes en los bebés sin síndrome de Down, se realiza un análisis
cromosómico llamado un cariotipo para confirmar el diagnóstico. Para
obtener una cariotipo, los médicos extraen una muestra de sangre para
examinar las células del bebé que utilizan herramientas especiales para
fotografiar los cromosomas y luego agruparlos por tamaño, número y
forma. Examinando el cariotipo, los médicos pueden diagnosticar el
síndrome de Down. Otra prueba genética llamada FISH puede aplicar
principios similares y confirmar un diagnóstico en un período corto de
tiempo.
RECURSOS DE NDSS
Publicaciones
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correo electrónico. Por favor, especifique que la publicación(s)
que desea y proporcionar una dirección de correo.
RECURSOS EXTERNOS
Mañanas Brillantes
www.brightertomorrows.org
El propósito de este sitio web es de proveer a familias con
información equilibrada y precisa acerca de recibir un
diagnostico de síndrome de Down Durante el embarazo o al
dar a luz.
http://www.ndss.org/Resources/NDSS-en-Espanol/Sobre-de-Sindrome-de-Down/Que-es-el-
Sindrome-de-Down/
El síndrome de Down, también conocido como trisomía 21, es una anomalía donde un material
genético sobrante provoca retrasos en la forma en que se desarrolla un niño, tanto mental como
físicamente. Afecta a uno de cada 800 bebés nacidos en EE.UU.
Los rasgos físicos y los problemas médicos asociados al síndrome de Down varían
considerablemente de un niño a otro. Mientras que algunos niños con síndrome de Down
necesitan mucha atención médica, otros llevan vidas sanas.
A pesar de que el síndrome de Down no se puede prevenir, se puede detectar antes del
nacimiento. Los problemas de salud que pueden acompañar a este síndrome tienen tratamiento
y hay muchos recursos, disponibles para ayudar tanto a los niños afectados por esta anomalía
como a sus familias.
A pesar de que no se sabe con seguridad por qué ocurre el síndrome de Down y no hay ninguna
forma de prevenir el error cromosómico que lo provoca, los científicos saben que las mujeres
mayores de 35 años tienen un riesgo significativamente superior de tener un niño que presente
esta anomalía. Por ejemplo, con 30 años, una mujer tiene aproximadamente 1 probabilidad
entre 1.000 de concebir un hijo con síndrome de Down. Esta probabilidad crece a 1 entre 400 a
los 35 años y a 1 entre 100 a los 40.
Los niños con síndrome de Down tienden a compartir ciertos rasgos físicos, como perfil facial
plano, ojos achinados, orejas pequeñas y protrusión lingual.
El bajo tono muscular (médicamente conocido como hipotonía) también es propio de los niños
con síndrome de Down, sobre todo de los bebés, que son muy flácidos. Aunque es algo que
puede y suele mejorar con el tiempo, la mayoría de los niños con síndrome de Down alcanzan
los hitos evolutivos en el plano de la motricidad (como sentarse, gatear y caminar) más tarde
que los demás niños.
Al nacer, los niños con síndrome de Down suelen tener una estatura promedio, pero tienden a
crecer a un ritmo más lento y acaban siendo más bajos que los demás niños de su edad. En los
lactantes, su escaso tono muscular puede contribuir a que tengan problemas de succión y
alimentación, así como estreñimiento y otros trastornos digestivos. Lo niños pueden presentar
retrasos en la adquisición del habla y de las habilidades básicas para cuidar de sí mismos, como
comer, vestirse y aprender a usar el baño.
Los niños con síndrome de Down tienen un amplio abanico de capacidades, y no hay forma de
saber en el momento del nacimiento de qué serán capaces conforme vayan creciendo
Mientras que algunos niños con síndrome de Down no tienen problemas de salud de importancia,
otros tienen una gran cantidad de problemas médicos que requieren cuidados adicionales. Por
ejemplo, casi la mitad de los niños que nacen con síndrome de Down presentan cardiopatías
congénitas.
Los niños con síndrome de Down también son más proclives a desarrollar hipertensión pulmonar,
una afección grave que puede conllevar daños pulmonares de carácter irreversible. Por este
motivo, todos los bebés que tienen el síndrome de Down deben ser evaluados por un cardiólogo
pediátrico.
Aproximadamente la mitad de los niños con síndrome de Down también tienen problemas
visuales o auditivos. Las deficiencias auditivas pueden obedecer a la acumulación líquido en el
oído interno o a la existencia de problemas estructurales en el mismo oído. Los problemas
visuales suelen incluir el estrabismo (o bizquera), la miopía, la hipermetropía y las cataratas.
Es preciso llevar con regularidad a los niños con síndrome de Down al otorrinolaringólogo
(médico especializado en el oído, la nariz y la garganta), el audiólogo y el oftalmólogo para que
les hagan revisiones periódicas a fin de detectar y corregir cualquier problema antes de que
afecte a sus habilidades lingüísticas y de aprendizaje.
Otras afecciones médicas que afectan más a menudo a los niños que tienen el síndrome de
Down son los problemas tiroideos, las anomalías intestinales, los trastornos convulsivos, los
problemas respiratorios, la obesidad, las infecciones y la leucemia infantil. A veces, los niños con
síndrome de Down presentan trastornos en la parte superior del cuello que deben ser avaluadas
por un médico (estos trastornos se pueden detectar mediante radiografías de la columna
cervical). Afortunadamente, muchas de estas afecciones tienen tratamiento.
Hay dos tipos de pruebas prenatales que se utilizan para detectar el síndrome de Down en un
feto: las pruebas de cribado y las pruebas diagnósticas. Las pruebas de cribado estiman el riesgo
de que un feto tenga el síndrome de Down; las pruebas diagnósticas permiten afirmar o negar si
el feto padece efectivamente esta anomalía.
Las pruebas de cribado son económicas y fáciles de realizar. Puesto que no permiten dar una
respuesta definitiva a la pregunta de si el bebé tiene o no el síndrome de Down, se utilizan
prioritariamente para ayudar a los padres a decidir si quieren o no someterse posteriormente a
pruebas diagnósticas.
Las pruebas diagnósticas tienen una precisión de aproximadamente el 99% para detectar el
síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas. No obstante, puesto que se realizan dentro
del útero, se asocian al riesgo de aborto y a otras complicaciones.
Por este motivo, las pruebas diagnósticas (de carácter mucho más traumático o agresivo que las
de cribado) antes solo se solían recomendar a mujeres de 35 años en adelante, a las parejas con
antecedentes familiares de anomalías congénitas de origen genético o cuando se había obtenido
un resultado anómalo en las pruebas de cribado.
De todos modos, el Colegio Americano de Obstetras (ACOG, por sus siglas en inglés) ahora
recomienda ofrecer a todas las mujeres embarazadas pruebas de cribado, con la posibilidad de
practicarles también pruebas diagnósticas para detectar el síndrome de Down,
independientemente de la edad que tengan.
Si no está segura de qué prueba, en caso de que deba hacerse alguna, es la más adecuada para
usted, el médico que lleve su embarazo o un asesor genético podrá ayudarle explicándole las
ventajas y los inconvenientes de cada una de ellas.
Después del nacimiento, si el pediatra sospecha que un bebé puede tener el síndrome de Down
basándose en sus rasgos físicos, solicitará que le hagan un cariotipo (el conjunto de los
cromosomas del bebé agrupados por tamaño, número y forma) a partir de una muestra de
sangre o de otro tejido, para verificar el diagnóstico.
Si usted tiene un hijo a quien le han diagnosticado síndrome de Down, es posible que, al recibir
la noticia, le dominen los sentimientos de pérdida, culpa y miedo. El hecho de hablar con otros
padres de niños con síndrome de Down tal vez le ayude a superar la conmoción y la tristeza del
principio y a encontrar formas de mirar hacia el futuro. Muchos padres comprueban que, si se
informan al máximo sobre el síndrome de Down, consiguen mitigar algunos de sus miedos.
Los expertos recomiendan inscribir a los niños con síndrome de Down en programas de
intervención precoz lo antes posible. Los fisioterapeutas, los terapeutas ocupacionales, los
logopedas y los educadores infantiles podrán trabajar con su hijo para potenciar y acelerar su
desarrollo.
Cuando su hijo cumpla 3 años, su educación estará garantizada gracias a la Ley para la
Educación de los Individuos con Discapacidades, conocida como IDEA (por sus siglas en inglés).
Según esta ley, los distritos escolares locales deben proporcionar "una educación gratuita
apropiada en el entorno menos restrictivo posible" y un "Programa Educativo Individualizado"
("IEP", por sus siglas en inglés) a cada niño.
Decidir a qué colegio va a llevar a su hijo puede ser complicado. Algunos niños con síndrome de
Down tienen necesidades que se cubren mucho mejor en programas especializados, mientras
que a otros les va mucho mejor asistir a un colegio ordinario con compañeros de clase que no
tienen el síndrome de Down. Los estudios han mostrado que este tipo de situación, conocida
como "de integración", es beneficiosa tanto para los niños con síndrome de Down como para los
demás.
El equipo del distrito escolar donde lleve a su hijo colaborará con usted para decidir qué es
mejor para su hijo en concreto, pero recuerde que en todas las decisiones que se tomen sobre
su hijo se puede y se debe tener en cuenta su opinión, ya que usted es el mejor defensor de su
hijo.
Hoy en día, muchos niños con síndrome de Down van al colegio y disfrutan de muchas de las
actividades que practican otros niños de su edad. Unos pocos cursan estudios universitarios.
Muchos hacen la transición a una vida semiindependiente. Y hay otros que, aunque siguen
viviendo con sus padres, son capaces de trabajar fuera de casa, sintiéndose productivos y
encontrando su lugar en la sociedad.
http://kidshealth.org/es/parents/down-syndrome-esp.html#
Resumen
Abstract
The goal of the research is to describe the characteristics of the dynamics in families
with children with Down syndrome, including the emotional stages, family roles and
expectations. This is a qualitative, descriptive study, with in-depth interviews to six
families. The research results indicate that each person goes through different feelings
about the situation of disability. The process of coping seems to affect the actions of
attention and care of the person with Down syndrome, and all family members are
involved in these actions.
The expectations of parents towards their children's future revolve around the welfare
and their child"s autonomy. Therefore, the mentioned characteristics of the family
dynamics are linked
Introducción
Pareciera ser como si una situación de invisibilidad rodea a esta problemática como
familiar, y se tiende a observar sólo al sujeto con Síndrome de Down, ya que es él el
portador de la discapacidad, dejando de lado a los demás miembros de la familia,
quienes atraviesan diversas problemáticas en relación a la llegada de este niño o niña
a sus hogares. Por ello, se busca desde esta investigación pensar a las familias en
constante dinamismo, en donde los miembros de la misma, desempeñan ciertos roles
asignados y se encuentran presente las diferentes formas de pensar y sentir de los
mismos.
Sin duda, según Cunningham (1990), el mejor sitio para cualquier niño con
discapacidad es el seno de la familia, pero debería constituir una parte de la familia,
participando en ella, y no siendo un mero receptor de ayuda familiar. Por lo tanto, es
importante pensar en estos sentimientos, expectativas y reconocer sus consecuencias.
Problema
Objetivos
General
Específicos
Relevar las etapas emocionales manifestadas por los actores familiares entrevistados,
respecto al síndrome del hijo/a.
Método
Participantes
La población está compuesta por un grupo de familias que asisten a una institución de
enseñanza especializada en niños con discapacidades, con la particularidad de contar
con un solo hijo con Síndrome de Down, menores de 20 años, de estrato social bajo y
que han accedido a participar del estudio de forma voluntaria.
Materiales
Como instrumento de recolección de datos se utilizó una ficha social para sustraer los
datos demográficos de las familias y una guía de preguntas. Se realizó una
observación del lenguaje digital así como del lenguaje analógico, teniendo en cuenta
las expresiones que reflejan un doble mensaje. Para elaborar la guía de preguntas se
tuvo en cuenta los objetivos de la investigación a través de su operacionalización con
las variables en estudio, es así que se indaga respecto a las manifestaciones propias de
cada etapa emocional por las cuales atraviesa la familia, con preguntas abiertas que
permiten inferir respecto de las funciones parentales ejercidas, para finalizar con las
expectativas que tienen los padres respecto al futuro del hijo/a en estudio.
Todas las entrevistas se grabaron, con el fin de captar la mayor información y facilitar
la transcripción de las mismas para su posterior análisis. Las entrevistas fueron
realizadas con los miembros de las familias seleccionadas sin incluir a los sujetos con
Síndrome de Down.
Procedimiento
Tabla 1.
Conceptos utilizados
Resultados
Así el resumen de los hallazgos, se organiza según los tres objetivos específicos, que
se retoman a continuación. Estos reflejan las tres dimensiones esenciales del estudio:
etapas emocionales vividas por cada grupo familiar, funciones familiares y expectativas
para el futuro.
De esta manera, en lo que hace a uno de los objetivos específicos, referido a las
etapas emocionales por las que atraviesan los miembros de la familia luego del
diagnóstico, se evidencia a través de los testimonios, que los mismos experimentan
diferentes reacciones y sentimientos en diversos momentos.
Con respecto a la ruptura con la vida normal, se observa en algunas familias cierto
retraimiento social a partir del nacimiento de su hijo o hija con Síndrome de Down, por
diversos motivos, ya sea por sobreprotección, vergüenza o incluso depresión.
Los hallazgos de esta investigación, si bien están acotados a seis casos solamente,
coinciden con otras investigaciones regionales donde se ha visto que se da con
frecuencia que los padres queden "atrapados emocionalmente" en alguna de las etapas
iniciales (conmoción, tristeza o incertidumbre), lo cual inevitablemente les impide
avanzar en forma exitosa hacia las etapas de resolución y adaptación.
Es así que, en cuanto a proporcionar la independencia del hijo/a, se identifica que las
familias tienen en cuenta los diferentes ámbitos por los cuales transitará en un futuro
el mismo, ámbitos referidos a los quehaceres cotidianos como anteriormente se
mencionó. Otro ámbito que resulta de gran importancia para los mismos, tiene que ver
con el educativo/laboral, éstas muy centradas en habilidades académicas como leer y
escribir. Por último, los padres tienen en cuenta el ámbito social, éste muy vinculado a
actividades recreativas con un enfoque segregado, como por ejemplo los deportes y/o
las artes especiales.
Lo anterior lleva a indicios bastante importantes referido a que los familiares son
conscientes de lo fundamental que resulta que sus hijos/as alcancen un nivel de
autonomía considerable, con el fin de que los mismos puedan desenvolverse
satisfactoriamente en los diversos espacios que les toque vivir.
Si bien, la autonomía resulta ser primordial para toda persona con Síndrome de Down,
y coincidentemente con otros estudios regionales, se resalta su importancia en las
expectativas de padres y madres con hijos/as en edad preescolar y escolar
principalmente. Sin embargo, en familiares con miembros adolescentes, parecieran ser
otras las prioridades para el futuro: tener una fuente de ingreso económica estable
para los mismos, es la preocupación más recurrente. Teniendo en cuenta las
características socio-demográficas de las seis familias participantes, la temática de los
ingresos estables como un deseo presente y futuro es un punto importante, puesto
que el factor económico se asocia con el incremento de las posibilidades de sentirse
autónomo e independiente.
En relación a expectativas de los padres acerca del cuidado del hijo/a con Síndrome de
Down, se habla de un cuidado dependiente, puesto que implica una experiencia
prolongada a lo largo de toda la vida del hijo/a. En definitiva, algunos de los padres se
perciben como únicos responsables de la atención y cuidado de su hijo/a, posiblemente
llevándolos a generar bajas expectativas de los mismos y tener como consecuencia
limitados espacios de inclusión y participación social. Sin embargo, estas expresiones
necesitan tener mayor evidencia para poder ser conclusivas. Posiblemente modificando
las oportunidades que presenta actualmente el sistema educativo/laboral nacional, es
posible que las expectativas de las familias participantes de la investigación, sean
distintas.
Una última reflexión final tiene que ver con que el desafío para los profesionales que
trabajan con familias con discapacidad debería consistir en comprender que de la
capacidad de afrontamiento de la familia frente a la discapacidad dependerá la calidad
de vida de los diferentes miembros que la componen.
Referências
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2220-90262012000100008
http://pedagogossinfronteras.webnode.es/news/marco-teorico-de-nuestro-proyecto-mirame-
con-otros-ojos/
La representación más antigua de una persona con síndrome de Down es la de las figurillas
de piedra y arcilla de la cultura olmeca (1.000 a.C.). Otro ejemplo proviene del año 1505, de
un dibujo en un retablo de Aquisgrán.
La primera vez que el síndrome de Down fue descrito de forma independiente y para
distinguirlo de otros síndromes fue en 1866 por el médico inglés John Langdon Down (1828-
1896).
En 1959 el francés Jérôme Lejeune descubrió que en los niños con síndrome de Down había
47 cromosomas en cada célula en lugar de 46 porque el cromosoma 21 aparecía tres veces
en lugar de las dos veces habituales.
http://blogs.20minutos.es/ciencia-para-llevar-csic/2015/06/03/el-medico-que-describio-y-
dignifico-el-sindrome-de-down/
Por Mar Gulis (CSIC)
Dos jóvenes con síndrome de Down participan en una actividad de concienciación / Foto: Reinaldo
Carvalho. Flickr
Lo que está claro es que hoy día nadie pone en duda que han de gozar de los
mismos derechos, potenciando en su caso el acceso a programas de terapia
ocupacional u otros tipos de apoyo. Sin embargo, esto no siempre fue así. John
Langdon Down, a quien se debe el nombre de este trastorno genético, fue
el primero en describirlo de forma sistemática en el año 1866. De acuerdo con
la teoría de Darwin, Down creyó que el síndrome que hoy se conoce con su
nombre era un retroceso hacia un tipo racial más primitivo, una forma de regresión
al estado primario del ser humano. Encontraba en sus pacientes un parecido físico
con los mongoles, nómadas de la región central de Mongolia, que entonces eran
considerados seres primitivos y poco evolucionados. Down buscaba explicaciones
científicas y biológicas para las anomalías congénitas que, según las
concepciones vigentes en aquellos tiempos, obedecían a razones divinas.
¿Qué nos dice esto acerca de John Langdon Down? Si lo miramos con los ojos de
nuestro tiempo, cualquiera pensaría que era un médico discriminatorio, racista o
prejuicioso. Pero una vez más, entender la época (en este caso, pleno siglo
XIX) es crucial para comprender algunos postulados que hoy día suenan
anacrónicos.
El médico británico John Langdon Down (18 de noviembre de 1828 – 7 de octubre de 1896) / Wikipedia
Nacido en Inglaterra en 1828, tal era la entrega de Down hacia esta causa, que
incluso renunció a una brillante carrera en el Hospital de Londres para ejercer la
medicina en el Royal Earlswood Asylum, un centro para gente con discapacidad
ubicado en Surrey (ciudad situada en el cinturón londinense). Este asilo fue el
primer establecimiento creado para cuidar a estas personas y fue pionero en
aplicar técnicas de terapia ocupacional a sus internos. Allí, Down instituyó un
programa de reformas que reflejaba su creencia en la humanidad y la
dignidad de los niños y adultos con discapacidad. Entre las reformas que llevó
a cabo durante su mandato se pueden señalar la eliminación de la práctica de
castigar a los residentes por el mal comportamiento (prefería establecer reuniones
y tertulias con ellos) o el fomento del entretenimiento y la formación profesional a
los residentes que podían beneficiarse de ella.
Una crónica de la época sostiene que el Dr. Down se indignó cuando la junta
directiva del hospital no permitió que sus residentes mostraran sus obras de arte
en una exposición en París, y esto es lo que le llevó a dimitir de su cargo, dejar
Earlswood y establecer, junto a su esposa María, Normansfield: su propio hospital
en Teddington para la educación de niños y adultos con trastornos mentales de
familias ricas. No obstante, atendió a niños pobres hasta su muerte.
Así, Normansfield se convirtió en la joya de la corona de la familia de Down, y
dos de los hijos del matrimonio Down continuaron con el trabajo allí después de la
muerte de Down.
Pero, ¿cómo era Normansfield? Todo lo que Down y su esposa habían querido
hacer en Earlswood y no pudieron, ya fuera por dinero o porque no tenían el poder
necesario, fueron capaces de lograrlo en Normansfield. Allí se luchaba por
la integración de las personas con este síndrome: se hacían actividades de
entretenimiento artístico con los internos que incluían el canto, la danza y el teatro;
se daban lecciones de baile y patinaje sobre ruedas y había un jardín y una granja
con vacas, pollos, cerdos y un huerto. Los residentes participaban en
celebraciones como la Navidad, e incluso se les llevaba de vacaciones a la orilla
del mar durante seis semanas al año.
El doctor Down murió el 7 de octubre de 1896. Sus dos hijos, Reginald y Percival
Down, continuaron su tarea de estudio y dignificación de este trastorno, en
especial Reginald, quien siguió con la descripción de algunas características más
de la lista de rasgos físicos asociados al síndrome de Down, como su peculiar
pliegue palmar.
https://www.aciprensa.com/noticias/jerome-lejeune-cientifico-que-perdio-el-nobel-por-defender-
la-vida-y-rechazar-el-aborto-67021/