Universidad Nacional de Trujillo: Las Falacias y Su Trascendencia en El Siglo XXI

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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

INFORME DE INVESTIGACIÓN:

Las falacias y su trascendencia en el siglo XXI

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:

Lógica y Desarrollo del conocimiento científico

INVESTIGADORA:

Abanto Sánchez, Maricielo Elisabeth


Alva Sánchez, Lía Fátima
Cabanillas Vidal, Alexandra Katherine
Gervacio Sevilla, Anell Kelly
Reyna Solano, Pool

ASESOR:

Cabos Chávez, César

TRUJILLO – PERÚ

2022
Índice

Índice 2

Introducción 3

1. ¿Cómo se definen las falacias?¿Son lo mismo que “sofismas”? 4

2. Tipos de falacias 5
2.1. Falacias formales 5
2.1.1. Falacias de la lógica sentencial o proposicional 5
2.1.2. Falacias de la lógica silogística 6
2.1.2. Falacias de la lógica del predicado 6
2.2. Falacias informales 6
2.2.1. Falacias lógicas basadas en elementos externos al argumento 6
2.2.2. Falacias basadas en distorsión de relaciones 7
2.2.3. Falacias en la exposición de los argumentos 7
2.2.4. Falacias basadas en preconcepciones en el juicio 7

3. Las falacias de ambigüedad 8

5. ¿Por qué hemos de interesarnos hoy por las falacias? 10

Conclusiones 11

Referencias 12
Las falacias y su trascendencia en el siglo XXI

1. Las falacias:
Una falacia es, como señala Irving Copi (1987), un argumento incorrecto, pero
psicológicamente persuasivo. La fuerza de una falacia, reside en su carácter convincente, el
cual se debe a que tiene la apariencia de estar correctamente construido, pero cuando lo
analizamos con detenimiento, notamos que el paso de las premisas a la conclusión no es el
adecuado, debido a que las premisas no son pertinentes para lo que se quiere defender.
Engaño o mentira que se esconde bajo algo, en especial cuando se pone de manifiesto su falta
de verdad.
Sinónimos: Engaño, mentira, ficción, falsedad, fraude, difamación
1. Son razonamientos engañosos
2. Son razonamientos NO Válidos
3. Son razonamientos INCORRECTOS
4. Son razonamientos que parecen ser verdaderos, pero no lo son.
5. Es un razonamiento FALAZ o ERRÓNEO
6. Que solo pretende quien lo emite, busca PERSUADIR O CONVENCER a la otra persona.
7. La Falacia vulnera (hiere-lastima-violenta) todo principio lógico.
Y, ¿cuál es la diferencia entre falacia y sofisma? Antiguamente solía hacerse una distinción
entre falacia y sofisma con base en la intención de la persona que argumentaba. De esta
manera se decía que, si quien argumentaba incorrectamente lo hacía sin la intención de
mentir, entonces estábamos frente a una falacia. En cambio, si alguien formulaba un
argumento consciente del engaño, entonces estábamos frente a un sofisma. Sin embargo, en
la vida diaria resulta muy complicado saber: si quien argumenta incorrectamente lo hace de
manera deliberada o no. Otra de las diferencias es que un sofisma nace de un argumento o
raciocinio falto y es fàcil identificarlo , a diferencia de la falacia que no se puede identificar
con facilidad porque está camuflada como una verdad
1. Tipos de falacias

Las falacias lógicas han sido clasificadas de diferentes maneras según el autor en mención y a
su vez, respondiendo a un determinado tiempo. No obstante, en este trabajo se consideran dos grandes
tipos de falacias mayoritariamente respaldadas por los estudiosos, así pues, tenemos las falacias
formales e informales.

2.1. Falacias formales

Las falacias formales son aquellas que presentan errores en su forma, esto es, fallos en las
premisas o conclusiones de un argumento al momento de adherirse a las leyes de la lógica.
Frecuentemente se alude a una relación superficial lógica entre la relación premisa-conclusión, sin
embargo, esto es siempre inválido. Según Mauricio Sánchez (2021), licenciado en psicología, las
falacias formales comprenden a su vez tres subconjuntos: falacias de la lógica sentencial o
proposicional, falacias de la lógica silogística y falacias de la lógica de los predicados.

2.1.1. Falacias de la lógica sentencial o proposicional

Son errores lógicos que conciernen a proposiciones compuestas. Dentro de ellas encontramos
a: la afirmación del consecuente (también llamado error recíproco o error converso, por el cual se cree
que si A-> B, también B->A), negación del antecedente (también llamado error inverso, se comete al
tomar una afirmación condicional verdadera, e incorrectamente afirmar su inversa. Esto es, si A->B,
sin A no existe B), mutación de condicionales (establece que A lleva a B como B lleva a A) y el
silogismo disyuntivo impropio (cuando se da por supuesto que la afirmación de una de las
posibilidades implica la negación de la otra. Esto es o A o B)

2.1.2. Falacias de la lógica silogística

En ellas encontramos a: término medio no distribuido (el término medio no aparece en la


conclusión. V.gr. si A->B y B->C, por tanto, A->C), término mayor no distribuido (el término mayor
se encuentra en la conclusión pero no en la premisa mayor, así pues el término mayor es el predicado
de la conclusión, la cual deriva siempre de la primera premisa o premisa mayor.), término menor no
distribuido (el término menor está expuesto en la conclusión, pero no en la premisa menor.), premisas
exclusivas (es una falacia silogística cometida en un silogismo categórico que no es válido porque sus
dos premisas son negativas.), negativa afirmativa ilícita (se comete cuando un silogismo categórico
tiene una conclusión positiva y una o dos premisas negativas.) y la falacia del importe existencial (el
silogismo tiene dos premisas universales, pero una conclusión particular.)
2.1.2. Falacias de la lógica del predicado

Este tipo de falacias comprenden a: el trueque ilícito de cuantificadores (inferir a partir de una
proposición existencial cuantificada universalmente, una proposición universal cuantificada
existencialmente.), contraste no garantizado (significa que dado que algunos A son B, es falaz afirmar
que por lo tanto algunos A no son B) y finalmente la situación ilícita de idénticos (consiste en
reemplazar un nombre por otro que representa lo mismo, en un contexto en el que tal substitución en
realidad cambia el sentido de la afirmación.)

2.2. Falacias informales

Las falacias informales, por el contrario de las mencionadas supra, son aquellas que presentan
un razonamiento erróneo producto de la ignorancia de la materia o por ambigüedades con el único fin
de persuadir forzosamente. En ese sentido, dentro de ella hallamos a las falacias lógicas basadas en
elementos externos al argumento, falacias basadas en distorsión de relaciones, falacias en la
exposición de los argumentos y las falacias basadas en preconcepciones en el juicio.

2.2.1. Falacias lógicas basadas en elementos externos al argumento

Lo comprenden las falacias más generalizadas en los últimos tiempos, estas son: argumentum
ad populum (apela a la opinión y el sentir popular para lograr una conclusión, en lugar de al valor del
propio argumento) , ad misericordiam (se sirve de apelar a la compasión y a la simpatía para apoyar
una conclusión, y no del peso del razonamiento), ad hominem (se basa en realizar un ataque personal
contra el oponente para refutar su argumento), ad baculum (apela al miedo por las consecuencias o a
la intimidación directa para sostener una conclusión), consensus gentium (recurre a la aceptación
común de la humanidad para sostener una cierta conclusión), ad verecundiam (recurre a una opinión
experta para intentar persuadir a los demás) y de autoridad (recurre a la opinión de una autoridad
investida con algún poder para evadir la comprobación de los argumentos).

2.2.2. Falacias basadas en distorsión de relaciones

Entre ellas tenemos: falacia de composición (implica el atribuir al todo, las propiedades de
una de sus partes), de causa falsa (consiste en sostener que, debido a que dos fenómenos se relacionan
el uno con el otro, especialmente en el caso en que varían conjuntamente, uno ha de ser causa del
otro), secundum quid (implica pasar de una regla general a un caso particular, o viceversa; sin tener en
cuenta las excepciones legítimas), argumentum ad ignorantiam (establece que, si una proposición no
se sabe o no ha sido demostrada, es falsa) y petitio principii (un tipo de razonamiento falaz en el que
la conclusión de un argumento ya está contenida en los supuestos al comienzo del argumento).
2.2.3. Falacias en la exposición de los argumentos

En este tipo de falacias encontramos a: ignoratio elenchi (se refiere fundamentalmente al fallo
provocado por la incapacidad de atenerse estrictamente al problema que se discute), falacia de
múltiples cuestiones (táctica de reunir una serie de supuestos no garantizados en una única pregunta,
de tal modo que una respuesta directa ofrecida por la persona a quien se pregunta le llevará a conceder
todo lo que se ha supuesto), de equivocidad (se trata de utilizar un término ambiguo varias veces en
un argumento; de tal forma, que este pueda ser interpretado en algunas instancias de cierta manera, y
de otra forma en otras), anfibología (uso de palabras con más de una interpretación. Aunque
formalmente es considerado un vicio de dicción, puede ser utilizado como una falacia) y al argumento
de la pendiente resbaladiza (consiste en afirmar que una acción o decisión será el primer paso para
una serie de acontecimientos que será difícil detener).

2.2.4. Falacias basadas en preconcepciones en el juicio

Encierran a las falacias genéticas (concluir que algo es bueno o malo, a partir de la bondad o
maldad de una propiedad relacionada con ese algo), ecológicas (inferir que aquello que es verdad para
un grupo en general, es verdad para todos sus miembros en particular), naturalistas (suposición de que
lo que ocurre en la naturaleza o es históricamente verdadero, es moralmente correcto o es inmutable),
del jugador (suponer que, dada una secuencia de eventos independientes, la probabilidad de los
resultados posteriores aumentará o disminuirá con el fin de compensar los resultados previos) y de la
tipificación (tendencia de los seres humanos a clasificar a las personas o cosas en categorías cerradas
o excluyentes).

2. Las falacias de ambigüedad


Las falacias de ambigüedad son palabras y expresiones que bajo un mismo argumento poseen
más de un sentido o varios significados. La palabra falacia proviene del latín fallacia, que significa
engaño. Este tipo de falacias también son denominadas falacias de claridad. Por qué aparecen en
razonamientos cuya formulación contiene palabras o frases ambiguas, cuyos significados oscilan y
cambian de manera más o menos sutil en el curso del razonamiento y, por consiguiente, lo hacen
falaz.
- Tipos de falacias de ambigüedad
2.1. De equivalencia
Se produce por la confusión que generan los distintos significados de una palabra o frase
utilizada en el mismo contexto. El razonamiento que busca probar o justificar determinada
afirmación asumiendo que uno o más términos del razonamiento tienen un solo significado.
Por ejemplo, la palabra “heroína” tiene dos acepciones: uno significa “droga” y el otro
“virtud”, de ello podemos establecer el siguiente razonamiento: Como primera premisa “La
heroína es dañina”, como segunda premisa “Juana es heroína” y finalmente se obtiene la
conclusión de que “Juana es dañina”.
2.2. De Anfibología
Consiste en la argumentación sobre premisas ambiguas en razón de su estructura gramatical.
En otras palabras, se refiere a la falta de claridad en los enunciados. Así mismo, el significado
tiene que ver mucho con el contexto que se emite. Por ejemplo, se venden vestidos para
novias de segunda mano, Stefany compró uno; por lo tanto ella es una novia de segunda
mano.
2.3. De Énfasis
Este tipo de falacia se comenta en el instante en que el argumento es pronunciado por su
autor, pero con una fonética inadecuada, es decir tiene una incorrecta pronunciación o
entonación lo cual ocasiona un errado entendimiento en el oyente. Por ejemplo, en la premisa
“Qué arreglada se ve hoy”, cuando se lee sin ningún énfasis indebido, se lee que es
ciertamente un halago, pero si se le con otro énfasis, parece incluir la implicación de que otros
días no ha estado arreglada.
2.4. De Composición
En este tipo de falacia se cree que el todo debe ser de la misma naturaleza que sus partes, tal
es así que, si lo que es verdadero para el todo, consecuentemente también lo es para las partes.
Por ejemplo, como primera premisa, las fresas son dulces, como segunda premisa la
mermelada está hecha de fresas, la consecuencia, la mermelada es dulce.
2.5. De División
De manera contraria a las falacias por composición, las de división suponen que lo que es
cierto con relación al conjunto es cierto también para cualquiera de sus partes. Por ejemplo,
como primera premisa, “La UNT es la más prestigiosa del país, como segunda premisa “los
alumnos de la universidad nacional de Trujillo son todos prestigiosos”, la conclusión, todos
los estudiantes de la universidad de Trujillo son prestigiosos porque la universidad Nacional
de Trujillo es prestigiosa.

3. ¿Por qué hemos de interesarnos hoy por las falacias?

Si bien la argumentación ha recibido variadas acepciones, dependiendo de las distintas


escuelas que plantean su estudio y comprensión, el discurso político se concibe como un
discurso argumentativo porque expone proposiciones que intentan proveer verosimilitud,
validez y justeza a lo afirmado (Plantin, 2005, 2004). Aquí convendría introducir la
problemática que nos enfrenta en este estudio a las falacias como objeto de estudio.
Según Giménez, (2002), la argumentación corresponde a una sucesión de razonamientos
lógicos que parten de premisas racionales para arribar a una conclusión válida, es decir,
argumentar es razonar correctamente. En ocasiones, las conclusiones a las que llega un orador
incurren en fallas de razonamiento, inconscientes o deliberadas, por la falsedad de las
premisas o por incongruencias entre las premisas y la conclusión. Esto es lo que llamamos
falacias: una aseveración que no sigue un proceso racional en su elaboración (Vega, 2008).
También argumentar con base en lo emocional, desdeñando el ejercicio racional, se considera
falacia. En su acepción común, las falacias sugieren la manipulación del lenguaje para
elaborar un engaño.

En su obra Fallacies, Hamblin (2004) establece, tomando como base el pensamiento


aristotélico y numerosas obras contemporáneas sobre la materia, que las falacias son
argumentos que pretenden hacerse pasar por válidos pero que en realidad no lo son. A esto
habría que añadir las problemáticas intrínsecas a la definición, naturaleza, propósitos, sentido,
e incluso, efectos de las falacias; por ejemplo: ¿debe aplicarse el mismo criterio de definición
en toda falacia sin importar la intencionalidad que conlleva?; ¿cómo descubrir esa
intencionalidad?; si el interlocutor identifica la falacia y es capaz de librar el engaño,
¿seguimos considerando el argumento como falacia?, ¿una misma falacia puede ser eficaz en
cualquier contexto?; y en estos casos, ¿qué la define y determina como tal: el proceso lógico
que sigue, el efecto en el destinatario, la intención perseguida al enunciarla?

Estas tienen respuesta en cuanto las falacias no sólo se rigen por las reglas y formalidades de
la lógica pura, sino que se nutren de una serie de factores psicosociales, de interacción y de
comunicación. Entonces, si retomamos la versión logicizante de la argumentación como la
configuración racional de proposiciones, tendríamos que las falacias no constituyen
argumentos válidos. No obstante la ausencia de argumentos racionalmente válidos, la falacia
puede ser eficazmente persuasiva. Y es de esta naturaleza –un tanto contradictoria- de la que
se sirven algunos actores políticos para reforzar sus proposiciones, tesis y propuestas que,
apoyadas en falacias irracionales, resultan eficaces en términos retóricos, y difundirlas
mediante discursos de campaña, en ocasiones, con alto impacto social y mediáticos.
Referencias

Mauricio Sánchez, R. (2021). Falacias lógicas formales e informales, tipos y ejemplos. Mente y
Ciencia.
https://www.menteyciencia.com/falacias-logicas-formales-e-informales-tipos-y-ejemplos/

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