Texto Xavier Zubiri

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Toda filosofía tiene como base una cierta experiencia.

La filosofía no nace de si misma (y esto va


contra el idealismo): a) porque no sería explicable que la filosofía hubiera existido plena y forma
en todos los ángulos del planeta, desde que la humanidad existe. b) Porque la filosofía muestra un
elenco variable de problemas y de conceptos. c) Porque la posición misma de la filosofía dentro
del espíritu humano ha sufrido oscilaciones.

Pero que toda filosofía parta de una experiencia no significa que esté encerrada en ella, es decir,
que sea una teoría de dicha experiencia. En otros palabras, la filosofía, que nace de la experiencia,
no significa qu e dicha filosofía sea la prolongación conceptual de dicha experiencia. Más bien, la
filosofía, puede contradecir y anular la experiencia que le sirve de base.

Un suceso es algo que ocurre, algo que pasa pero no deja huella. Un acontecimiento, como el
nacimiento, muerte, aniversarios, etc. es algo que nos sucede y afecta, incide en la vida. Por ello
decimos que la filosofía no nace de sí misma: 1- no sería explicable que la filosofía no hubiera
existido plena y formal en todos lo ángulos del planeta. 2- la filosofía muestra un elenco variable
de problemas y conceptos. 3- la historia misma de la filosofía en el espíritu humano ha sufrido
varias oscilaciones.

¿Qué es experiencia? Experiencia es algo adquirido en el transcurso real y efectivo de la vida. Es el


haber que el espíritu cobra en su comercio efectivo con las cosas. La experiencia es el lugar natural
de la realidad. No debemos confundir esta experiencia, con la experiencia persona. Pues esta
última es algo minúsculo, en comparación de la experiencia más amplia en relación al mundo, la
época y el tiempo en que se vive.

Por ello esta experiencia no solo está formada por la relación al mundo, época y tiempo, sino
también la conciencia que de sí mismo tiene el hombre en un triple sentido: 1- como repertorio de
lo que los hombres han pensado acerca de las cosas, sus ideas y opiniones sobre ellas. 2- la
manera peculiar como cada época siente su propia inserción en el tiempo. 3- las convicciones que
el hombre lleva en el fondo de su vida individual, tocantes al origen, al sentido y al destino de su
persona.

El análisis de esta experiencia nos descubre en primero lugar el contenido, pues toda experiencia
surge gracias a una situación. Por ello la historia ha de tratar de instalar en nuestra mente la
situación de los hombres de la época que se estudia, a fin de repetir mentalmente la experiencia
de aquella época.

Por último digamos que la experiencia supone algo previo. Algo así como un campo visual al que
llamamos horizonte. El horizonte no es una simple limitación externa del campo visual: es más
bien un principio positivo de aquello que está más allá de nosotros. Así: 1- contenido, 2- situación
y 3- horizonte son tres dimensiones de la experiencia. Restaría observa también que la “realidad
del mundo” no es la realidad de la vida. La “realidad del mundo” solo se limita a ofrecer a la
realidad de la vida un conjunto infinito de posibilidades. Entre ellas el hombre acepta unas y
desecha otras.

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