Imaginarios Interrumpidos

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Imaginarios interrumpidos.

RESEÑAS
Ensayo sobre el patrimonio perdido
de Monterrey
Juan Manuel Casas García, Monterrey, Conarte-Conaculta-Gobierno de Nuevo León.
2015, 281 p.

José Roberto Mendirichaga Dalzell*

En Imaginarios ininterrumpidos […], el arquitecto especializado en el patrimonio


Juan Manuel Casas hace un recuento de aquellos edificios que han sufrido desapa-
rición o daño; señala los antecedentes a esta preocupación; analiza la Ley Federal
de Monumentos; lista el patrimonio arquitectónico original; denuncia el desprecio
por lo vernáculo; advierte los efectos de la modernidad; y aporta una nómina de
constructores y arquitectos que durante los siglos xix al xxi han edificado Mon-
terrey y la región. El autor concluye con la mención de algunos de los criterios
internacionales sobre la materia, que deben observarse en México y el Noreste.
En un formato de 20.7 x 20.7
centímetros –que incluye estupendas
fotografías, algunas de ellas totalmente
desconocidas en el medio– el libro de
Juan Manuel Casas García titulado
Imaginarios ininterrumpidos […] se
convierte en un valioso auxiliar de la
historia de la arquitectura y el urbanis-
mo de Monterrey y la región.
El libro se inscribe en la línea de lo
que Michel de Certeau (1993) identifi-
caba como “duelo”, pero también cons-
tituye una fuerte denuncia a la falta de
conservación de los bienes inmuebles y
al poco cariño de los regiomontanos
por este pasado.

* Universidad de Monterrey, México, [email protected].

Trace 76, cemca, julio 2019, págs. 209-213, ISSN: 2007-2392 209
El tema no es nuevo. John A. Dutton lo aborda citando a Ebenezer Howard,
quien desde 1898 se preguntaba: “¿Podremos obtener mejores resultados par-
tiendo de un audaz proyecto de tierra virgen, que pretendiendo adaptar nuestras
viejas ciudades a unas nuevas y más retadoras necesidades?” (2000: 121).
La obra inicia con la confesión de este “tipo de tristeza que causa lo
ausente […]”, en especial “doloroso cuando esa pérdida ocurre en el lugar que
queremos”. Explica su autor, arquitecto de profesión y catedrático de la Facultad
de Arquitectura de la uanl desde 2001, cómo “no fue hasta la segunda mitad del
siglo xx que esas preocupaciones comenzaron a formalizarse en investigaciones
y ensayos teóricos […]”. Allí mismo, Casas García agradece a Rosana Covarru-
bias su colaboración en la investigación de campo para el trabajo en cuestión.
En “Definiciones y antecedentes” (15-43), el autor señala que “los caprichos
del mercado inmobiliario, con su comercialismo rapaz, son los que han decidido el
paisaje urbano que hoy padecemos”; aporta algunos casos de edificios desaparecidos
(templos, cines y embotelladoras); y destaca el trabajo de la Junta Arqueófila de
principios del pasado siglo, encabezada por Amado Fernández Muguerza.
Con “Casi un tema nuevo” (47-56), el autor documenta, como parte de esta
nueva visión urbanística y de conservación de los inmuebles más valiosos de la
ciudad, el trabajo de Hugo Altamirano Ornamentación en la fachada de una casa
regiomontana (1984); el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles-
Nuevo León del inah (1986); y la sesión del Capítulo Monterrey de la Aca-
demia Nacional de Arquitectura efectuada en noviembre de 1998 en el Museo
de Historia Mexicana. Y, como trabajos referentes para la investigación, menciona
los libros de Fernando Benítez y Guillermo Tovar y de Teresa, respectivamente,
alusivos al patrimonio inmueble perdido o amenazado de la Ciudad de México.
Lo anterior coincide con lo apuntado por Armando Cisneros Sosa al analizar lo
proyectado por Mario Pani para la Unidad Nonoalco-Tlatelolco, donde “se des-
truyó la iglesia de Santa María la Redonda, el exHospicio de Santo Tomás y la
casa colonial de los Limantour” (1973: 166-167).
“Revisión de lo patrimonial” (59-88) analiza la Ley Federal de Monumentos
expedida en 1972 y, con base en la Carta de Venecia y una Escala de Valoración
Patrimonial diseñada por él mismo, define el patrimonio de valor ambiental,
arquitectónico, emblemático y urbanístico. Entre estos edificios y sitios menciona:
la Catedral, la Fábrica de Hilados y Tejidos La Fama, el Barrio Antiguo, el Parque
Fundidora, el Hotel Ancira y el antiguo Palacio Federal, denunciando igualmente
el “falso histórico” en las restauraciones.

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“¿Por qué se pierde el patrimonio?” (91-112). Aquí Casas García va señalando
de qué manera se han perdido edificios como: La Ciudadela, el antiguo Pa-
lacio de Gobierno, el Teatro del Progreso, el Teatro Juárez, el Puente San Luisito,
la Botica del León, la Casa Cram, la Casa de Bomberos, los almacenes Sorpresa y
Primavera y Al Conejo, la Compañía de Baños Monterrey y las casas de la Colonia
Asarco (Céntrika).
“El patrimonio antes del patrimonio” (115-129) aborda el tema de varias
construcciones desaparecidas o reducidas a su mínima expresión, de la época de
Luis de Carvajal, Diego de Montemayor y Martín de Zavala en distintas pobla-
ciones de Nuevo León; la primera población junto a los Ojos de Agua de Santa
Lucía antes de la inundación de 1611, en Monterrey; y, en la misma ciudad, las
Casas Reales, el Convento de San Andrés y templo de San Francisco, la casa del
gobernador Ussel y Guimbarda (hoy mayormente en pie, conocida como Casa
del Campesino o Museo de las Culturas Populares), las capillas de San Francisco
Xavier y de Santa Bárbara en el callejón de Capellanía (en espera de restauración).
Posiblemente este capítulo debiera haber precedido a varios de los anteriores en
el cuerpo del trabajo.
“Desprecio por lo vernáculo” (133-156) analiza cómo se han preferido el
cemento, el ladrillo y el block de concreto, a la construcción con sillar o piedra de
cantería de la región, mármol negro del Topo Chico, cantera de Los Ramones y
vigas de madera, mostrando como buen ejemplo de esta construcción el Hospi-
cio Ortigosa de 1888, casi intacto, en tanto que han desaparecido la antigua casa
de J. E. González Gonzalitos, el Hotel Continental, la casa de Francisco Sada, la
azucarería de Gregorio Zambrano y muchas casas-habitación del primer cuadro
de la ciudad construidas con estos materiales.
En “Efectos colaterales de la modernidad” (159-249), el capítulo más extenso,
el autor de Imaginarios ininterrumpidos analiza el discurso de la modernidad, y su
interpretación antes y después de la Revolución Mexicana. Para Casas García, “nun-
ca se cuestionó la ética del origen de ese progreso”. Para lograr esta modernización,
debe analizarse lo recomendado en la década de los cincuenta del pasado siglo por
el Instituto de Estudios Sociales de Monterrey (Kurt A. Mumm), a la vez que lo
apuntado por la unl y el itesm (donde, por ese tiempo, privaban los criterios de
Le Corbusier y de Mies van der Rohe). En este mismo capítulo, el autor hace una
razonada crítica a la Macroplaza realizada en la década de los ochenta (1981-1985)
durante el gobierno de Alfonso Martínez Domínguez, donde se salvaron edificios
como el templo de los Dulces Nombres, el viejo Palacio Municipal, el Banco

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Mercantil de Monterrey, la iglesia del Sagrado Corazón, el Palacio de Gobierno,
el Casino de Monterrey…, en tanto desaparecieron, entre otras edificaciones, los
cines Olympia y Elizondo, la plomería Brandi y los edificios Ford, Sears, Lotería
Nacional y Salinas y Rocha, más el hotel Iturbide, además de infinidad de casas
de muy buena factura vernácula.
Dentro del capítulo citado, se aborda el tema de la Calzada Madero (antes
Calzada Unión), de la época porfiriana, con edificios en el siglo xx como la Unión
de Mecánicos (desaparecido), el Hospital Civil, la cigarrera La Moderna, la ma-
derería La Victoria (en ruinas), la escuela Plutarco E. Calles, el hotel Favorita,
las primeras gasolineras y garages, los cines Lírico, Florida y Reforma, y la escuela
industrial Álvaro Obregón.
A lo largo de la obra, es valiosa la nómina de arquitectos y constructores
que han enriquecido o restaurado este patrimonio inmueble, como son: Juan
Cruset, Papias Anguiano, Miguel Mayora, Francisco Beltrán, Miguel Giacomi-
no, Alfred Giles, Henri Sauvage, Charles Sarazin, Gabino Elizondo, Diofausto
Fausti, Jacobo F. Woodyard, Joaquín A. Mora, Luis F. Flores, Florentino Arroyo,
Cipriano González Bringas, Eduardo Belden, Miguel Osuna, Antonino Sava,
Arturo Olivero, Lisandro Peña, Arturo E. González, Eduardo Padilla, Manuel
Rodríguez Vizcarra, Adán Lozano, Javier Sánchez, Armando Flores, Roberto
Chapa, Óscar Bulnes y Óscar E. Martínez, entre otros.
En las “Conclusiones” se cuestionan los criterios de demolición y urba-
nismo que han prevalecido a lo largo del siglo xx y lo que va del siglo xxi;
y se apunta que la entidad requiere sujetarse, en materia de construcción y ur-
banismo, a los criterios internacionales de la unesco, del Icomos (International
Council on Monuments and Sites) y del Docomomo (Documentation and Con-
servation of Buildings, Sites and Neighbourhoods of the Modern Movement).
La obra contiene un glosario de términos particulares; una amplia bibliografía;
fuentes gráficas, hemerográficas y virtuales; consulta en archivos documentales;
y, en cuanto a créditos fotográficos, se lista lo obtenido en colecciones públicas
y particulares.
En síntesis, se trata de una obra muy completa de Juan Manuel Casas García
acerca del patrimonio perdido y en riesgo de Nuevo León y, particularmente,
de la ciudad capital, el que se suma a sus trabajos de Panteones de El Carmen y
Dolores, patrimonio cultural de Nuevo León, con Víctor A. Cavazos (2009) y Concreto
y efímero. Catálogo de arquitectura civil de Monterrey 1920-1960, en coautoría con
Rosana Covarrubias y Edna Peza (2013); y con Murales, patrimonio artístico de
Nuevo León, de Alberto Compiani y Víctor A. Cavazos (2013).

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Luego de la lectura de Imaginarios interrumpidos […] podemos entender lo
que el editor Vincent B. Canizaro plantea en la introducción a su trabajo: “La
dialéctica de tradición y modernidad está inextricablemente ligada a la lucha entre
la necesaria continuidad cultural y el deseo de progreso e innovación” (2007: 22).

Bibliografía

Canizaro, Vincent B., 2007, Architectural Regionalism: Collected Writings on Place, Identity,
Modernity, and Tradition, New York, Princeton Arquitectural Press, p. 22.
Casas García, Juan Manuel, Rosana Covarrubias Mijares y Edna Mayela Peza Ramírez,
2012, Concreto y efímero. Catálogo de arquitectura civil. Monterrey 1920-1960, Monterrey,
Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.
Casas García, Juan Manuel y Víctor Alejandro Cavazos Pérez, 2009, Panteones de El
Carmen y Dolores: patrimonio cultural de Nuevo León, Monterrey, Consejo para la Cultura
y las Artes de Nuevo León-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Universidad
Autónoma de Nuevo León.
Certeau, Michel de, 1993, La escritura de la historia, 2ª edición, México, Universidad
Iberoamericana.
Compiani González, Alberto y Víctor Alejandro Cavazos Pérez, 2013, Murales, patrimonio
artístico de Nuevo León, Monterrey, Consejo para la Cultural y las Artes de Nuevo León.
Cisneros Sosa, Armando, 1973, La ciudad que construimos, Ciudad de México, uam-
Iztapalapa, pp. 166-167.
Dutton, John A., 2000, New American Urbanism: Re-forming the suburban Metropolis,
Milano, Skira, p. 121.

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