Gijón: Ayuntamiento de
Gijón: Ayuntamiento de
Gijón: Ayuntamiento de
d'Asruries
Ayuntamiento de
Gijón
FOTOGRAFíA DE CUBIERTAo Frente de Oviedo. Oe guardia, 10-3-1937
Constantino Suárez, fotógrafo
(I920-I9J7)
Constantino Suárez, fot_ógrafo
(1920-1937)
Edición de
FRANCISCO CRABIFFOSS E CUESTA
\\tlllt.~micn.ltl (le
Gijó n
Qyien escribió ésto en 1970 había sido uno de los fotógrafos gijoneses de mayor proyección
antes de la guerra gracias a su especialización como reportero gráfico, llegando a alcanzar
un protagonismo exclusivo durante la contienda en las filas del bando republicano.
Constantino Suárez Fernández se había iniciado en la fotografía siendo adolescente,
cubriendo las etapas de aprendiz y fotógrafo de galería al lado de un profesional local. En
1920 comienza su andadura como autónomo, que le lleva a ser uno de los pocos informadores
gráficos de la ciudad, actuando como corresponsal de las más importantes empresas editoras
de la prensa española.
Con el comienzo de la Guerra Civil, y puesto al servicio de la causa republicana, su ac-
tividad se multiplica, captando todos los acontecimientos que se suceden tanto en el frente
como en la retaguardia, imprimiendo a su obra un fuerte carácter personal en el que se
perciben los ecos de lo que fueron las vanguardias fotográficas de los años veinte y treinta.
Finalizada la guerra, Suárez engrosa las filas de los vencidos. No quiso o no pudo
sumarse a los que marcharon hacia el exilio. Detenido y juzgado, entre 1937 a 1957 permanece
largos periodos en la cárcel, a lo que se añade en los intervalos de libertad la imposibilidad
de ejercer su profesión por la negativa a concederle el carnet que faculta para ello. Lejos de
Gijón, debe buscarse la vida en ferias y fiestas de diversos concejos del centro y oriente de
la región.
Al mismo tiempo que se jubila en 1969 con una pensión mísera, se intensifica la re-
producción indiscriminada de sus fotografías anteriores a 1936 por periódicos y revistas,
silenciando su autoría y sin satisfacer ningún pago. Suárez se afana entonces en ordenar
su archivo, organizando los positivos en distintos álbumes, que son a la vez autobiografía
en imágenes y retablo visual de lo que fue el Gijón y la Asturias de su época.
Es ése su único patrimonio y así lo entiende, no sólo desde una perspectiva personal
sino como un tesoro documental que contribuirá a mantener viva la memoria colectiva de
una etapa tan trascendental de nuestra historia.
Consciente de su valor, el miedo no le llevó a destruir una obra «comprometedora>>
ante las nuevas autoridades, tal como les sucedió desgraciadamente a otros artistas as-
turianos. Al contrario, la custodia celosamente y reivindicará en el futuro su valor sin que
nadie atienda sus peticiones.
A su fallecimiento en 1983, en su domicilio de la calle Instituto queda el archivo y los
documentos que lo complementan, junto al resto de sus escasas pertenencias.
La casualidad hizo que sus herederos, al levantar lo que había sido su hogar y poner en
venta muebles y otros enseres, llamasen al anticuario Simón Albuerne para su adquisición.
El lote incluía el archivo del fotógrafo.
Conocedor de que el Museo de Bellas Artes de Asturias contaba con algunas obras
fotográficas, Albuerne lo ofreció a dicha institución, pero la escasez de fondos para
adquisiciones y la necesidad de invertirlos en necesidades más perentorias hizo que se dese-
chase finalmente la compra. Se pensó entonces que tal vez la Consejería de Cultura del
Principado de Asturias pudiera estar interesada en conservarlo, máxime cuando la fotografía
carecía prácticamente de presencia en los archivos y colecciones públicas. Fue inútil. No se
cosecharon más que frases dilatorias y el silencio final, pues el fotográfico no era un patri-
monio a recuperar y proteger. Pasaron los años, y la obra de Constantino Suárez dormía el
sueño del olvido bajo la custodia de su entonces propietario, en un local de la calle Garcilaso
de la Vega, número 8.
Debió esperarse a que la Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Gijón contem-
plase, dentro del plan de actuaciones y línea de trabajo que se proyectaban desarrollar
en el Museo del Pueblo de Asturias bajo la dirección de Juaco López, iniciar el estudio
de la fotografía asturiana desde presupuestos científicos, poniendo en marcha una
política de adquisiciones y donaciones con el fin de formar una colección que diese a
conocer el protagonismo que tuvo el medio en nuestra región y su importancia como
fuente para el conocimiento de la creación artística, así como documento insustituible
para las investigaciones sobre la vida tradicional.
Así fue como en 1992 el Ayuntamiento de Gijón salvó para la ciudad y la memoria
histórica de Asturias un caudal de imágenes que mantenían viva la realidad perdida de un
periodo en el que los cambios serían radicales en tantos aspectos . El fondo Suárez fue de-
positado en el Archivo Municipal, donde se procedió a su catalogación y puesta a dis-
posición de los investigadores, siendo digitalizados todos y cada uno de los cerca de nueve
mil negativos que lo componen.
En 1993 la Fundación Alvargonzález, en colaboración con el Ayuntamiento, daba a
conocer parte de sus contenidos por vez primera a través de una exposición y la edición
del correspondiente catálogo, bajo el título Gijón I920-I9J5, en las fotografías de Suárez.
Cuando hace un año se nos propuso realizar una muestra sobre Constantino Suárez,
pensamos que, tras aquella iniciativa, se cerraba un ciclo de ignominia y de injusticia ha-
cia quien había hecho de la fotografía su argumento vital, prestando un servicio impagable
con su obra y conservándola a pesar de todas las vicisitudes. Al fin, aunque fuera póstu-
mamente, Constantino Suárez vería satisfecho su amor propio y recompensadas en parte
las amarguras por las que pasó en vida.
Nuestra intención ha sido rescatarlo del olvido como un fotógrafo al que la dedicación
al reporterismo gráfico no cercenó el interés por cultivar sus inquietudes artísticas, em-
pleando lenguajes con los que la fotografía de su tiempo hacía avanzar su identidad como
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medio comunicativo y creador, y a la vez destacar esa faceta documental de su trabajo, que
en el periodo trágico de la Guerra Civil y en sus prolegómenos-alcanzó un interés único,
tanto por su excepcionalidad en el contexto asturiano de fidelidad a la República como
por su singular sensibilidad al aproximarse como observador parcial y comprometido a
unos temas que sin su mirada nunca habrían existido para nosotros. Por ello, creemos que
Constantino Suárez debe ser considerado, junto a los ya reconocidos, como uno de los
más importantes reporteros gráficos de la guerra española.
Hemos seleccionado la obra a exponer según dos criterios fundamentales: el valor fo-
.tográfico y el interés documental, dividiendo en dos bloques equilibrados el contenido de
la exposición para facilitar al público la comprensión del contexto histórico. Inevitable-
mente, y más en un conjunto de cerca de nueve mil negativos, nuestra interpretación es
subjetiva, pero creemos haber realizado una selección en la que la calidad de la obra, pese
a sus deficiencias técnicas y estado de conservación, permita captar en todos sus matices
el sentido creativo de su autor.
uestro deseo ha sido compartido por todos aquéllos que de una u otra manera han
colaborado desinteresadamente a que el sueño de Constantino Suárez de alcanzar el
reconocimiento que en justicia le correspondía se haga realidad . uestro homenaje a
este fotógrafo es, en definitiva, un homenaje a la fotografía y a quienes hicieron de ella
expresión de su manera de entender la vida.
En el que para todos fue el último año de la centuria, el que venía a clau-
surar formalmente un siglo XIX especialmente convulso de la vida española,
nacía en Gijón, el 24 de febrero de 1899, Constantino Suárez Fernández. Su
padre, de igual nombre y apellidos, era natural de la parroquia de SanAn-
drés de La Pedrera, en el mismo concejo de Gijón, donde vió la luz en 1869;
mientras que su madre, Genoveva Fernández González, lo era de la de los
Santos Justo y Pastor, en La Riera, concejo de Cangas de Onís, aventajando
en edad a su esposo, pues había nacido en r867.
Para entonces el matrimonio ya contaba con otro vástago, Félix, el pri-
mogénito, nacido en 1897. A ellos se sumarían Mar{a de los Ángeles, en 1900,
y, tres años después, Amparo.
Cuando Constantino Suárez llega al mundo, su padre es un asalariado que
engrosa las ya nutridas filas del proletariado local, al que, junto a los de ori-
gen gijonés, se van incorporando los de diversas procedencias que caracteri-
zan los periódicos contingentes migratorios. En ese Gijón emblema de la in-
dustrialización asturiana es un obrero sin cualificación específica de los que
en el lenguaje administrativo se denomina <~ornalero>>, término impreciso que
lo mismo sirve para designar al trabajador del campo que al obrero de la in-
dustria y que en el escalafón social encabezado por el <<propietario>>ocupa el
último puesto.
Los años de esfuerzo permiten al cabeza de familia independizarse a media-
dos de la primera década del siglo, convirtiéndose en un modesto comerciante
de comestibles y ultramarinos que abre su local en un bajo del número 7 de la
calle Langreo, instalando el domicilio en la primera planta.
El discurrir familiar en ese periodo debe seguir un curso normal, sin ape-
nas sobresaltos. Como es común en prácticamente todas las familias asturia-
nas, uno de sus miembros elige el camino de la emigración: el primogénito
partirá para Cuba en busca de otros horizontes, pero su ilusión de reunir
un capital y regresar para llevar. una vida holgada se trunca pronto. Volverá
enfermo, tal vez de tuberculosis, en 1920. El 26 de agosto de ese año Félix
Constantino con su hermano Félix.
Fotografía del Álbum familiar de muere en Busdongo (León), y Constante, tal como será conocido en Gijón,
Constantino Suárez se convierte en el único hijo varón.
Paralelamente al fallecimiento de su hermano, dará comienzo su carrera
como fotógrafo profesional autónomo, tras un largo periodo de aprendizaje
que había iniciado a los trece años.
El origen de esa dedicación laboral probablemente haya que buscarlo en
el ambiente creado en torno al Ateneo Obrero, una institución fundamental
para entender el desarrollo cultural que alcanza la ciudad, entre cuyas activida-
des la fotografía cumpliría una función estelar, superando su labor el ámbito
meramente local. Constantino Suárez estuvo vinculado a él, y su condición de
socio sería uno de los argu111entos esgrimidos por la Comisaría de Policía de
1. Asunción Garcia- Prendes: •Los Gijón cuando, en 1942, realice un informe ante su petición de autorización para
fotógrafos ambulantes en Asturias (1942-
ejercer como ambulante, permiso que a la postre le sería denegado. Textual-
1959)», en Valentín Vega, fotógrafo de calle
(1941-1951), Xixón: Muséu del Pueblu mente el informe señalaba: <<Hace diez años pertenecía al Ateneo Obrero de
d'Asturies, 2001, p. 51. esta villa». 1
aficionados del Grupo, que en este año alcanza su VII edición. El jurado,
integrado por Julio Gavito, Arturo Truan y el reconocido profesional Julio
Peinado, distinguirá a José María Acebal y J ulián Gumiel, que comparten el
primer premio; Julio Fernández Casielles y Felipe Martínez, a quienes se les
otorga conjuntamente el segundo, y a José Ramón Bolthon, Francisco Alonso
y Ruperto Torquemada, en los que recae el tercero.
En diciembre, y en la sucursal del Ateneo de La Calzada, actúa la Compa-
ñía de Teatro Proletario, dirigida por el escritor y periodista César Falcón, quien
también da una conferencia con el título «Arte burgués y arte proletariO>>.
Los síntomas de radicalización política de la vida española tendrían en
Asturias su manifestación más extrema. La Revolución de Octubre de 1934
iba a ser sangrienta muestra de los deseos de ruptura del orden republicano
burgués desde la utopía proletaria, y su fracaso y la represión que le siguió an-
ticipaban el fin de una convivencia que anunciaba el trágico conflicto civil,
teniendo también su reflejo en el propio Ateneo.
Con su trayectoria y su implicación política y social, en un momento en el
que la exigencia de toma de partido era inevitable, la entidad fue una caja de
resonancia desde el orden cultural, más allá de esa efervescencia ideológica.
Como si fuese anticipo del fin de una etapa, en agosto de 1934 fallecía a los
85 años el comerciante e industrial Manuel Menéndez Menéndez, fundador y
socio número 1 del Ateneo, en cuyas salas colgaba en ese momento una expo-
sición fotográfica sobre la vida del obrero soviético, organizada por la sección
local de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, a la que seguiría la
muestra de pintura del <<artista revolucionario» Alberto Hernández. Con pos-
terioridad se inauguraría, a mediados de septiembre, el II Salón Internacional
de Fotografía con veintiún participantes, once de ellos extranjeros -nortea-
mericanos, ingleses, franceses-, a los que se sumaban diez españoles, cuatro
de ellos asturianos. Esta representación regional estaba integrada por el vete-
rano Arturo Truan y el joven y ya ampliamente reconocido Julián Gumiel, que
había obtenido el primer premio en el concurso anual del Grupo, junto a Ru-
perto Torquemada y Julio F. Casielles, a quien se había otorgado el tercero.
Gijón. Barricada en Cimadevilla, 9·1 0·1 934
(NÚM. 1959]
Ha sido cosa de milagro eso de los cuadros. Una bala de cañón hizo harina un
piano de cola que había en la misma sala, pero a los cuadros no les ha pasado nada.
Un tiro no tiene importancia. Uno hubiera preferido un tiro a esta parálisis del
reuma [ ... ].
Pero el Ateneo recibirá algo más que tiros, sería otra víctima posterior de
los acontecimientos.
La crisis se abre con la detención de Rufino García González, secretario
de la entidad al estallar la revolución, acusado de colaborar con el movimiento
insurgente «al haber autorizado la celebración de reuniones clandestinas de
elementos extremistas en dicho centro».
A lo largo de 1935 las tensiones internas y la presión del Gobernador Ci-
vil de Asturias, que exigía la expulsión de Rufino García para evitar la clau-
sura del Ateneo Obrero, agudizarán la crisis por la que pasa la institución. En
agosto, cuando contaba con unos mil ochocientos socios, una Junta General
Extraordinaria rechaza por doscientos treinta y tres votos en contra y setenta
y nueve a favor, más dos en blanco, esa medida. Como consecuencia de este
resultado la directiva presidida por Manuel Heredero presenta su dimisión
irrevocable, dejando un vacío en la gestión y facilitando las intenciones del
gobernador, que decreta el cierre del centro.
Se sucede entonces una intensa campaña en la prensa solicitando la re-
habilitación y reapertura del Ateneo, y tras una reunión de siete ex presi-
dentes, entre ellos el dimisionario, se crea una nueva junta directiva com-
puesta por ellos mismos, reanudando la actividad. En noviembre el filósofo
Manuel García Morente impartirá un cursillo, y en diciembre será José Ber-
gamín quien ofrezca una conferencia con el título <<Laberinto de la novela
y mon;;truo de la novelería>>. Con el nuevo y fatídico año de 1936 la institu-
ción caminará con la normalidad que es posible en esa coyuntura de abierto
enfrentamiento hacia su desaparición.
Ese Ateneo en constante y fructífera trayectoria de dos décadas es el que
conoce Constantino Suárez y en el que previsiblemente se involucra con una
intensidad mayor que la de un simple socio, sobre todo en estos tensos mo-
mentos finales, dada su amistad con Rufino García, pero desde luego no te-
nemos noticia de esa afinidad fotográfica ni el importante papel que cumpli-
ría en el descubrimiento de su inquietud por la fotografía y en la formación
de una manera de entender su práctica en la que la función documental e in-
formativa podía conllevar una actitud creativa que formulase la imagen como
otra forma de visión de la realidad.
Es difícil saber hasta que extremo el Ateneo forjó fotográficamente a
Constantino Suárez, pero su condición de socio y su convivencia con los ar-
tistas locales que iniciaban en aquellos años una trayectoria que como la suya
culminaría paradójicamente con todo su potencial creativo durante la Gue-
rra Civil, tal como se puede comprobar con la caricatura que ya en 1922 le
hace Germán Horacio Robles, hijo de Pachín de Melás y entonces artística-
mente <<Pachín>>, antes de ser.conocido en su madurez creativa simplemente
como <<Germán Horacio>>, certifican que el Suárez fotógrafo nació del Ate-
neo Obrero, aunque su desarrollo como profesional estuvo ligado antes de in-
dependizarse a alguno de los acreditados estudios locales. Pero, que sepamos,
no participó en ninguno de los certámenes convocados por la entidad, ni en
las Exposiciones de Arte Fotográfico ni tampoco en los concursos organiza-
eer-H'n
• 4 '\. ... dos por el Grupo de Excursionismo y Fotografía, y si previsiblemente lo hizo,
al menos no tenemos datos de su selección y, desde luego, de que obtuviese
algún premio o reconocimiento.
De todos modos, es lógico plantearse la posibilidad de que concurriese
«Pachín• (Germán Horacio Robles
Sánchez). Caricatura de Constantino a las convocatorias gijonesas, sobre todo si tenemos presente que en 1926
Suárez, 1922. Del Álbum familiar del envió dos series al concurso organizado por la revista Blanco y Negro, de
fotógrafo Prensa Gráfica Española, de la que ya era corresponsal gráfico en la ciudad.
No despertaron interés alguno por parte del jurado, y ni siquiera fueron se-
leccionadas. Suárez debió depositar en ellas cierta esperanza, pero no fue
así, confesando su frustración: <<Me he llevado un buen planchazo>>.
Si consideramos que ese tipo de concursos estaban aún cerrados a los len-
guajes innovadores y que lo que satisfacía la mirada del público y se reflejaba
en ellos era el paisajismo tradicional y ese casticismo que hacía del costum-
brismo patrio el emblema de la identidad española, no es extraño que las obras
de Suárez fuesen consideradas como una modernidad absurda o la provoca-
ción de un joven airado frente a los convencionalismos artísticos imperantes,
pues ambas series eran ciertamente rupturistas en ese contexto y venían a
significar una vertiente inédita en el conjunto de su obra como reportero
gráfico, a la vez que manifestaba su asimilación de una vanguardia que, aun-
que de forma balbucean te, había sido asumida como propia, y a través de la
que podía representar la realidad desde sus elementos menos frecuentes o
desconocidos.
De este modo la serie que titula con resonancias dadá <<Fantasía Trascen-
dental. Hipótesis Mecánica Celeste>> parte de un concepto posible para el fo-
tógrafo: el realizar un vuelo que circundase la tierra; algo que estaba en el am-
biente y se había hecho factible con las epopeyas del <<Plus Ultra>> y de Loriga
y Gallarza en su vuelo a Manila. Sin duda, la hazaña de Ruiz de Alda y Ra-
món Franco en su vuelo del <<Plus Ultra>>, realizado en enero de rgz6, influyó
para que Suárez concibiese esta serie, pero también el deseo hecho realidad
por el propio fotógrafo ese mismo año, cuando sobrevuela su ciudad y saca
vistas aéreas, algunas de ellas reproducidas en el porfolio D eporte y Turismo
Astur. Verano 1927, una experiencia que repetiría en 193r.
Desde principios de la década de los veinte fue frecuente durante la tem-
porada estival y comienzos del otoño la estancia de pilotos que efectuaban
vuelos sobre la ciudad admitiendo pasajeros, tal como ocurre en r923 con una
pareja de hidroaviones en la que multitud de gijoneses tuvieron su bautismo
de aire, no pudiendo descartarse que el propio fotógrafo estuviera entre ellos,
ya que en su archivo se conservan negativos tanto del retrato de uno de sus
tripulantes como del aparato.
Lo trascendente de esta fantasía plasmada en quince placas es sobrepasar
su contexto a través de la idealización, de un sueño que la fotografía mate-
rializa y hace real. Suárez se valió de un pequeño globo terráqueo que con-
densa la identidad física y humana de un mundo abarcable por ese aeroplano
de hoja de lata que el fotógrafo rescata de los juegos infantiles para conver-
tirlo en objeto a escala real; y es así como el deseo del que fue niño, ese vuelo
a través de océanos y continentes, se cumple a los ojos del espectador, gra-
cias a una técnica que, como la fotografía, consolida la fe en el hombre y da
sen ti do a la idea de progreso.
o hay en esta serie una búsqueda de la perfección formal, al menos en
las imágenes no manipuladas y positivadas para esta exposición, que el fotó-
grafo retocaría convenientemente para los originales enviados al concurso.
Tampoco trasmite un extremo cuidado la otra serie, también de r926, titu-
lada <<La vida de las flores», en la que Constantino Suárez, frente al progreso
científico y técnico, opta por detenerse en la contemplación de la magia de
la aturaleza, de la creación en su estado elemental y supremo. Como un
botánico, observa y documenta el nacimiento y desarrollo de una planta de
cineraria. Son retratos de estudio en los que artesanalmente va colocando pe-
riódicamente el tiesto sobre una superficie cubierta por un paño blanco, te-
niendo siempre un fondo neutro y con la ayuda de la luz natural que imprime
al motivo una sensación de extraña soledad.
Cineraria, 1926 [NUM. 3701 Trasunto de ese crecimiento que también experimenta el hombre, Suárez
Forma parte de la serie de 16 placas
realiza en esta serie de dieciséis placas una tentativa parcialmente lograda so-
denominada • La vida de las flores•.
Presentada al concurso de Blanco y Negro, bre el sentido de la Naturaleza, que deviene en esta obra en una curiosa dua-
no fue admitida lidad entre la realidad reflejada -una planta a la que sigue en todas las fases
de su desarrollo hasta la floración- y la lectura fotográfica -una vertiente
moderna del bodegón o las naturalezas muertas. Es posible que su reflexión
no llegara a articularse hasta estos extremos, pero que ambas series sean es-
trictamente contemporáneas nos hace pensar que no nos hallamos ante un
simple juego o capricho fotográfico sino que ambas entroncan con los deseos
de su autor por hacerse con un lenguaje propio y decididamente acorde con
los presupuestos de la vanguardia fotográfica.
Ese mismo año Constantino Suárez concurre a otro concurso, en sintonía
ahora con su labor como reportero gráfico deportivo. Con ocasión de la I
Vuelta Ciclista a Asturias, la entidad organizadora -el Club Ciclista Gijo-
nés- convocó un certamen de carácter regional cuyos fines expresos eran <<de-
jar registrada gráficamente y de manera artística la Vuelta Ciclista a Asturias
y el poner de relieve una vez más los incomparables bellezas de la región». Los
dos objetivos compaginaban de nuevo la faceta documental y en lo posible
artística, con la función publicitaria y turística de la fotografía que reprodu-
cía el paisaje regional. Este argumento se reforzaba en la primera de las ba-
ses al señalar que las obras debían <<ofrecer un aspecto cualquiera de la carrera,
enmarcado en un fondo de paisaje de ambiente típicamente asturiano>>.
Abierto a profesionales y aficionados, cada concursante podía presentar
hasta diez fotografías de formato zo x 30 cm, eligiendo el recorrido de la ca-
rrera que más oportuno le pareciese y premiándose los lotes para lo que se es-
tablecían tres premios: r. 0 , de 300 pesetas, 2 . 0 (rso ptas.) y 3. 0 (so ptas.). Las
obras galardonadas pasaban a ser propiedad de la organización <<para ser des-
tinadas a la publicidad>>, estando el jurado compuesto por Joaquín García, en
su calidad de fotógrafo del Instituto Asturiano de Turismo, Rodrigo F. Car-
vajal, también fotógrafo aficionado y miembro del Comité organizador de la
I Vuelta Ciclista a Asturias, José Amérigo, en representación del Ateneo
Obrero, y, por último,] osé Mendoza Ussía.
Las obras presentadas fueron expuestas en el stand de la Feria de Mues-
tras Asturiana de ese año dedicado al turismo en la región. En su fallo el ju-
rado optó por declarar desiertos los dos primeros premios, sumando la dota-
ción del segundo y el tercero a fin de que, dividiéndolo en partes iguales, se
concedieran dos premios de mayor importe al Sr. Rivero y a Constantino
Suárez, <<que presentaron magníficas fotografías de la carrera>>.
La serie de Suárez dedicada a esta I Vuelta es amplia y contiene diversas
muestras del género, tanto retratos de grupos de deportistas como algunos
aspectos de la carrera en los que el fotógrafo se ajusta a las condiciones fija-
das en las ba es en cuanto a resaltar los valores paisajísticos, aunque las más
interesantes formalmente son las que obtiene desde un automóvil, siguiendo
la marcha de los ciclistas.
La última exposición a la que sabemos concurrió Suárez es el V Certa-
men Provincial del Trabajo, celebrado en La Felguera en 1930. A estas con-
vocatorias concurrían toda clase de artistas y artesanos, sobre todo jóvenes
deseosos de darse a conocer, y la participación de fotógrafos profesionales,
Ciclismo. 1.• Vuelta [a] Asturias, 1926 sin ser relevante, era significativa. Así, por ejemplo, la tercera edición, de
[NÚM. 2082) 1926, contó con la presencia del riosellano Jesús Delgado, que también pre-
• Nutrido pelotón de routieri en Peña Flor,
sentaba caricaturas; Laureano Vinck, con una instalación de veintidós foto-
uno de los trozos más bellos de la carrera»
(Deporte y Turismo Astur. Verano 1927, grafías en un biombo; Celestino Collada, de Oviedo, con quince obras, y,
Gijón, 1927) por último, el felguerino Lorenzo Cabeza, con otras siete.
Qye sepamos, al certamen de 1930 el único fotógrafo que acudió fue Cons-
tantino Suárez, a quien se le otorgó uno de los premios de mérito, dotado
con 75 pesetas.
Cuando hacia r968 Suárez comience una tenaz campaña en pro de la salva-
guarda de los derechos de propiedad intelectual sobre sus fotografías, espe-
cialmente las deportivas, que eran reproducidas indiscriminadamente por la
prensa local, regional y nacional sin la preceptiva autorización de su autor, no
dejará de recordar a sus corresponsales los años que llevaba ejerciendo la foto-
grafía, indicando cuándo se había iniciado en la profesión a la que dedicaría
prácticamente toda su vida.
Gracias a las copias manuscritas de esas cartas conservadas en lo que fue
su archivo, sabemos que comenzó a trabajar en un estudio a la edad de trece-
catorce años. En 1968 señalaba a Vicente de Lucas Linacero, presidente de la
Agrupación Sindical de Periodistas Gráficos:
<<Llevo trabajando entre Galería, Diarios y ahora calle 55 años>>, y un año
después, en otra misiva dirigida al presidente del Grupo Profesional de Fo-
tografía de Oviedo, afirmaba, para dar cuenta de su falta de medios de vida y
de apoyo en su vejez, que <<Desde el año 1914 ejerzo la fotografía (en Galería,
Reportajes y ahora calle)>>.
En aquel entonces el ingreso en un estudio únicamente se contemplaba
en condición de aprendiz o como mozo para recados y limpieza. En el pri-
mer caso la adquisición de conocimientos se ofrecía a cambio de los traba-
jos menores realizados, hasta que, demostrada la pericia y el dominio de la
técnica, se ascendía a una posición conforme a la preparación recibida y
acompañada de la consiguiente renumeración económica. Podía ocurrir tam-
bién, siguiendo el antiguo modelo gremial, que para acceder a ese aprendi-
zaje fuese necesario pagar cierta cantidad al maestro, en este caso al fo tógrafo
profesional de reconocido prestigio y afamado estudio, pero no era lo habi-
tual y lo más lógico es pensar que Suárez siguió este proceso con una pequeña
retribución por los servicios prestados.
¿Qüén fue ese profesional al lado del cual Suárez dio sus primeros pasos
en una técnica que para bien y para mal habría de condicionar su vida? La
respuesta a este interrogante no es fácil, máxime si tenemos en cuenta el gran
número de estudios activos en la ciudad en ese momento.
Porque estamos ante un periodo de transición en el que asistimos a la desa-
parición de algunos de los fotógrafos que habían protagonizado el espectacu-
lar desarrollo finisecular como Enrique Marquerie, fallecido en r9r3; mien-
tras que para otros de los artífices de esa generación esta etapa significa el
mantenimiento de su prestigio y su proyección exterior como ocurre con Ju-
lio Peinado (r869-r94o) o, coh un carácter más local, con otro contemporá-
neo suyo, el gijonés Ricardo del Río (c. r8s7-r92r). Pero también es el mo-
mento en el que Laureano Vinck (Gijón, r886-r965), que se había iniciado en
el mundo de la fotografía a la misma edad que Suárez, tras haberse dado a
conocer captando los sucesos de actualidad y procurar salida comercial a sus
trabajos en tarjetas fotográficas que se vendían en diversos establecimientos
de la ciudad, da el salto a la profesionalización definitiva con la apertura, en
r9r3, de un local en el número 30 del Paseo de Begoña, entonces denominado
de Alfonso XII.
Vinck personifica un nuevo tipo de profesional muy activo y preocupado
por todas las formas de publicidad, que supo además combinar los modelos
más populares con la realización de una fotografía creativa estrechamente
vinculada al marinismo, con la que obtuvo premios en concursos naciona-
les, siendo asimismo un constante editor de tarjetas postales a la vez que
aportaba materiales gráficos a las diversas revistas y porfolios locales. Pero
no fue en su estudio donde Suárez adquirió esos conocimientos básicos de
la técnica, sino con un fotógrafo madrileño que se instala en Gijón a fines
de r9r4 o en los primeros meses de r9r5. Me refiero a Fernando Villanueva-
Peñacarrillo.
acido hacia r89o, Villanueva llega a la ciudad acompañado de su esposa,
la sevillana Clara de la Guerra y Ortiz, abriendo estudio en un bajo del nú-
mero 72 de la calle Corrida. Pese a lo que es habitual cuando un fotógrafo
proveniente de fuera de la región da comienzo a una nueva etapa profesio-
nal, no inserta publicidad anunciando la apertura, ni presenta una abultada
experiencia anterior que avale su hipotético prestigio. ada de eso ocurre con
Villanueva, que únicamente ofrece al público la exclusiva de un «Sistema pa-
tentado>> que permite al cliente obtener por una peseta un total de doce re-
tratos en cinco posturas, para después hacer hincapié en la realización de las
tópicas ampliaciones con cuidados retoques.
La trayectoria gijonesa de Fernando Villanueva no se prolongará mucho,
pues con apenas veintinueve años, el zr de marzo de r9r9, fallece a conse-
cuencia de una bronconeumonía en el domicilio familiar de la calle de la
Libertad, n. 0 49· No por ello se cerrará su estudio, cuya dirección asumiría
<<un antiguo dependiente de la casa>>, que no era otro que el también madri-
leño Francisco del Cura Esteban, que en r924 lo toma en arriendo, a la vez
Gijón. Vendedoras de pescado, c. 1925 que continúa firmando los trabajos como <<Foto Villanueva>> o <<Villanueva
[NU M. 3082] Fotógrafo>>, indistintamente.
diciembre de 1930, cuando las turbas asalten la Iglesia del Sagrado Corazón,
reproduciendo ABC y El Sol fotos suyas. También participa Lena de la fo-
tografía publicitaria e industrial, considerando las de interiores de fábricas,
talleres y establecimientos comerciales como las que mayores retos técnicos
planteaban al profesional. Así, recordará la ocasión en la que, habiéndosele
encargado una serie de interiores de las bodegas de Industrial Zarracina,
para una sola placa debió hacer con la cámara fija uso del disparo de diez
magnesws.
Sin duda es el deporte, especialmente el rutbol, donde la confluencia de
intereses es plena, siendo ambos partícipes de la misma interpretación fo-
tográfica de un motivo de gran popularidad, en el que caben los retratos in-
dividuales de los jugadores, los de grupos con los equipos en formación, las
jugadas claves y el ambiente de las gradas con un público que gusta ser fo-
tografiado. De ahí que sea este último uno de los subgéneros a los que se
preste mayor atención, siendo puestas a la venta series de tarjetas foto -
gráficas con ocasión de los encuentros más destacados. Así, Klark anunciará
en los periódicos la venta de «postales>> del partido entre las selecciones de
España e Italia disputado en E l Molinón en abril de 1928, con un especial
llamamiento a los asistentes al mismo.
Lena-Klark, convertido en el reportero gráfico de Ecos D eportivos, hará
de la fotografía futbolística una de sus especialidades, señalando que su pro-
cedimiento para obtener imágenes de calidad, sobre todo de los goles, es ob-
servar bien el desarrollo de las jugadas, desinteresándose de la evolución del
encuentro para centrarse en los instantes cruciales con el empleo del visor
iconométrico.
El estallido de la contienda provocará que ambos profesionales sigan tra-
yectorias diferentes, continuando Lena en la posguerra como uno de los
profesionales más reputados y eficientes, siguiéndole en el oficio tres de sus
hijos. Marcelino Lena Dacuba falleció en Gijón en 1992.
i1
La guerra
treinta que utilizaron con frecuencia este recurso. Muchas de ellas están saca-
das desde la redacción del periódico Avance y desde la casa del propio fotó-
grafo, que en ellas toma el pulso de la normalidad posible a una retaguardia
aturdida y expectante. Estas miradas a la calle, casi furtivas, se completan con
las fotografías sacadas desde el portal del edificio en el que tiene instalado su
domicilio, enmarcando la puerta abierta el paso de anónimos viandantes.
Desde los lugares más idóneos, Suárez volvería a emplear este recurso para
documentar desfiles militares, manifestaciones o mítines, realizando algunas
fotografías en las que los juegos infantiles le sirven como argumento para fijar
el movimiento y el instante. Este gusto por la plasmación de la acción del
juego y las formas que crea lo aplica también a las marchas o a escenas toma-
das desde el coche en el que viaja con los redactores de Avance para cubrir re-
portajes del frente, tal como ocurre, por ejemplo, en esa recogida de hierba en
la que la velocidad del vehículo difumina la concreción de la imagen.
Qyeda una última manifestación de esos rasgos vanguardistas del fotó-
grafo. Son los fotomontajes que efectúa sobre todo para A v ance, pero tam-
bién para Milicias, cuyo destino habitual es la propaganda y, sobre todo, la
denuncia de determinados hábitos de la retaguardia considerados peligrosos
para la seguridad y el normal funcionamiento de la organización administra-
tiva. De composición básica, elaborados a partir de dos o, raramente, tres ne-
gativos, algunos intentan comunicar con un lenguaje de acumulación gestual
u objetual actitudes que delatan las estrategias del enemigo como son los
abrazos o el darse la mano como método de transmisión de informaciones o
,_ ____ signos de alegría y felicidad por la caída de ciudades en sus manos. Otros de-
nuncian la acumulación de moneda o ensalzan el trabajo de los talleres po-
pulares de costura. Son composiciones rudimentarias a las que la escasez de
papel y la falta de materiales para la realización de los fotograbados hacen que
sean reproducidas a pequeño tamaño y con deficiente calidad, perdiendo la
fuerza y el impacto pretendido.
Suárez no hubiera dejado una obra de estas características si no contase
Imagen reproducida por Constantino Suárez con los medios adecuados. Como reportero gráfico sabía que la técnica fo-
para ser utilizada en un fotomontaje tográfica había avanzado mucho, procurando a los profesionales máquinas
especialmente diseñadas para facilitar su labor, que los liberaba de las pesa-
das cámaras y de las frágiles placas, al tiempo que permitía agilidad y rapidez
en la captación del instante deseado sin pérdida de calidad. En una situación
bélica esto suponía un obstáculo menos y sin duda clave para cumplir con la
misión que tenía encomendada de aportar imágenes para varios medios de
prensa, aunque en algún caso, con probabilidad debido a la falta de material,
debió volver a hacer uso de su vieja cámara de placas para algunos trabajos.
En 1934 Constantino Suárez había adquirido una cámara Contax, lanzada
al mercado en 1930 y pronto reconocida como el instrumento ideal para los
periodistas gráficos, que, con película de 36 mm, utilizó durante toda la gue-
rra. En los últimos meses de la contienda también empleó una Leica, má-
quina comercializada a partir de 1924, que desapareció después de su deten-
ción, perdiéndose con ella las últimas fotografías realizadas en Gijón el 18 y
19 de octubre de 1937.
Gijón. Mitin comunista en el Teatro
Robledo, 15-6-1 937 [NúM. 7672)
Caminamos prado abajo y pasamos a otro. Más cadáveres, muchos más . Éste
es un sargento. Tiene unas manos muy cuidadas. Debe ser un paisano, un falan-
Milicianos del frente de Lugones leyendo e/
gista destacado. Sobre el pecho lleva cosida una medallita, un escapulario y la ban-
1 o número de •Avance•, 1-1-1937 [NÚM. 5807] dera bicolor. También llevaba un rosario de cuentas negras, que le han colocado
• Leyendo AVANCE en el frente de batalla• sobre el pecho. Aliado del matorral, tres cadáveres de soldados[ ... ].
(Avance, Gijón, 2 de enero de 1937)
Tras esa etapa inicial, alguna dificultad que se nos escapa debió surgir
pues en octubre de 1936, el fotógrafo, que no había recibido ninguna renu-
meración por su trabajo desde julio a pesar de las muchas fotos firmadas por
él que ilustraron los tres periódicos editados en la ciudad, queda, paradóji-
camente, en paro hasta fin de año, datos que conocemos por el certificado
que expide iceto de la Iglesia, secretario general del Control de Prensa,
para que le suministren víveres en las cooperativas.
Detrás de esa situación estaba muy probablemente la lucha desencade-
nada por el dominio de los medios de comunicación emprendida por el resto
de las fuerzas contra los anarquistas, que se saldaría con una suerte de re-
parto. Así, reaparecerá el diario A vance, en una nueva etapa lejos de su lugar
de origen, un Oviedo que desde el r8 de julio deja de ser republicano.
El r de enero de 1937 se ponían en marcha sus talleres con la maquinaria
18. Para una información exhaustiva sobre del incautado El Comercio.18 Nuevamente dirigido por Javier Bueno, cuenta
los periódicos republicanos en el período con una redacción de jóvenes y brillantes periodistas y escritores como Ovi-
bélico, véase Juan Carlos García Miranda:
Asturias 1936-1937. Prensa republicana
dio Gondi, Vega Pico, y Juan Antonio Cabezas, a los que ·e suman un con-
de guerra, Oviedo: Biblioteca Popular tundente y versátil dibujante Goico Aguirre, en su plenitud creadora, y un ya
Asturiana, 1982. acreditado reportero de guerra como Suárez.
Frente de Oviedo. Avanzadilla de Col/oto, García Miranda señala certeramente al hablar de la información gráfica
7 al1 0-1 0-' 936 INUM. 54111 en A vance, que el periódico la «escatima y reduce a lo estrictamente indis-
pensable, a no ser en los momentos de grandes solemnidades», como ocurre,
por ejemplo, con la ofensiva de febrero sobre la ciudad sitiada. Esa margina-
ción de la fotografía llegaría a su práctica desaparición, bien es cierto que en
momentos de escasez de papel o de problemas técnicos, y cuando alguna era
publicada se trasladaban los recortes al mismo formato, reproduciendo las
más de las veces parcialmente los originales, mutilándolos sin criterio, amén
de no seleccionar siempre los encuadres más acertados, pese a que Bueno se
preocupaba en sus instrucciones de subrayar que «Cada texto debe llegar a la
mesa del director, con sus fotografías; éstas con sus <<pies», y a ser posible con
pies y cabeza». Sin embargo, será la primera vez desde el inicio de la guerra
que Constantino Suárez cobre un sueldo, similar al de los redactores: ocho-
cientas pesetas mensuales en la moneda emitida por el Consejo de Asturias
1 9. Juan Anton io Cabezas: Morir en Oviedo, y León, los popularmente denominados <<belarminos>>. 19
Madrid: Ed. San Martín, 1984, pp. 196·197. Suárez se debió encontrar a gusto en su nuevo trabajo, pues el ambiente era
distendido, y con algún miembro de la redacción como Vega Pico le unía una
amistad anterior. A ello se añadía que aquellos periodistas eran más recepti-
vos al papel que debía jugar la fotografía en la prensa y compartían un interés
común por el mundo de la imagen. Ovidio Gondi, por ejemplo, llevaba siem-
pre, según señala Cabezas, colgada del hombro una cámara de cine <<dándo-
selas de cameraman>>; pero aunque sus palabras tienen cierto tono jocoso, lo
[ .. .] los medios informativos que nos proporciona la fotografía que ilustra este
20. Avance, Gijón, 25 de abril de 1937. reportaje. Esta fotografia ha atravesado montes, cmzado fronteras y surcado mares. 20
Facciosos retratados por facciosos. Esta foto se encontró ayer en una de las po-
siciones tomadas al enemigo en Villar. Recuerdo de días tranquilos, en que al seño-
22. Avance, Gijón, 22 de febrero de 1937. rito fascista le era permitido retratarse en un parapeto para asombro de la tertulia; 22
23. Avance, Gijón, 5 de enero de 1937. o dar cuenta con ironía de la noticia de la creación por el gobierno de Burgos
de una Junta de Cultura Artística <<encargada de sacar fotografías de las joyas
24 . • ¿conoces a José Díaz? ¿conoces a
de arte que puedan ser destruidas a consecuencias de la guerra», para lo que se
Pasionaria ?•.
La Editorial AGIPRO pondrá a la venta, a saca a colación el tesoro del Pilar, de Zaragoza, <<malvendido por los subleva-
partir del próximo domingo, día 30, unas dos>>, titulando la noticia «Van a guardar el tesoro artístico .. . en fotografías>>. 2 3
tarjetas postales con fotografías de José Lo cierto es que la fotografía solamente cumpliría una labor informativa
Díaz (Secretario General del Partido
Comunista) y • Pasionaria• (Miembro del
complementaria. La única fuerza política que valoraba su potencial propa-
Comité Central del Partido). gandístico era el Partido Comunista, que promovió el culto a la personalidad
Estas tarjetas, al precio de cincuenta de sus dirigentes con ediciones de tarjetas postales 24 y ampliaciones de sus
céntimos, llevarán pegados los sellos
imágenes, 25 tiradas por la Editorial Agipro, cuya sede en Gijón estaba situada
necesarios para su utilización. Pedidos a
Editorial AGIPRO-Corrida, 10 y 12- Gijón- en la calle Corrida, ro y 12.
Teléfono 2416. Los retratos de sus líderes eran <<fotografía proletaria», y tal vez la inexis-
ii Antifascistas!l Por comodidad vuestra,
tencia de un archivo útil para esos fines sea lo que lleve a la Secretaría de
adquirid las tarjetas postales que ya tienen
los sellos necesarios• (Avance, Gijón, 27 de Agitación y Propaganda de su Comité Provincial a convocar un concurso
mayo de 1937). de fotografías <<para su publicación en la prensa del partido>>. En las bases
se estipulaba que podían participar profesionales y aficionados, debiendo ir
25. «Para adornar la Secretaría. Para
decorar vuestra habitación.
acompañadas las obras del lugar, fecha y otros datos relativos a su realización.
Adquirid las fotografías, cuidadosamente o habrá limitación de número, aunque se exigía que fuesen rigurosamente
editadas, que pondrá a la venta la Editorial Ínéditas, pasando las premiadas a propiedad de dicha Secretaría.
•AGIPRO•, a partir del próximo domingo.
Más interés tiene el apartado e, que viene a poner de manifiesto la escasez
Una fotografía de Pasionaria, de 15 x 20
centímet ros, en cartulina de lujo, una peseta. de material gráfico disponible. En él se señalaba, teniendo en cuenta que el
Una fotografía de José Díaz, de 15 x 20 certamen no se había concebido para premiar a «artistas ni técnicos>>, que
centímetros, en cartulina de lujo, una peseta.
podían presentarse las que
Las cartulinas de varios tonos y de 25 x 35
centímetros, son propias para colocar en
[... ] aún teniendo escaso valor por sí mismas sean de algún interés informativo
marcos o colgar con cordones .
Las organizaciones y Rad ios que pidan
(lugares famosos en el transcurso de la guerra, escenas de campaña, grupos de
más de diez, tendrán un sensible descuento. milicianos, etc.).
iAnt ifascistasl Adornad vuestra casa con
fotografías proletarias• (Avance, Gijón, 27 Asimismo, se indicaba que podían ser objeto de premio las técnicamente
de mayo de 1937). deficientes, para que
La pretensión era, pues, hacerse con un fondo lo más nutrido y variado po-
sible, que surtiera de imágenes a los medios del Partido. De ahi que en el ju-
rado estuviese, junto al secretario de Agipro y al presidente del Grupo de Fo-
tografías del Ateneo, el director de Asturias, uno de sus órganos de expresión.
El plazo de entrega de los originales finalizaba el 5 de julio, y se estable-
cían premios de 150, 125, roo, 75, y so pesetas, así como otros seis de 25 pese-
tas, cantidad en la que la Secretaría también podría adquirir otras obras no
galardonadas.
Finalmente, la <<nota importante>> que cerraba las bases significaba que
<<aunque los premios pueden quedar desiertos, es criterio del jurado adjudi-
car todos teniendo en cuenta el apartado e>>, a tal extremo llegaban los deseos
de hacerse con imágenes de la guerra, lo que resulta extraño dado que Cons-
tantino Suárez colaboró con Milicias, órgano del Partido Comunista, en su
primera etapa.
Q¡e sepamos, A vance nunca dio noticia de los fotógrafos premiados.
Teniendo en cuenta que Suárez realizó, entre 1934 y el 19 de octubre de
1937, 336 rollos con sus cámaras Contax y Leica (el primer año cinco, y en
1935 a partir del mes de octubre), de los que 42 desaparecieron, podemos
Gijón. Mujeres y hombres de las J.S.U.
haciendo la instrucción para ir al frente, suponer que su visión de la guerra en Asturias en la zona republicana fue,
29-3-1937 (NÚM. 70 69) si no completa, si capaz de abordar todos los aspectos inherentes a aquella
Gijón. Juicio en el Juzgado de Urgencia
para la Represión del Fascismo contra
Joaquín A. Bonet (director de La Prensa)
y su sobrino Benigno Piquero, 5-6-1937
[NÚM. 7559]
Días hermosos, todo tranquilo, hasta que las sirenas con su limpio y temible so-
nido, avisan la presencia de los famosos <<}unkers» metiendo el pánico en la ciudad,
dejando caer la metralla, que va regando, matando e inundando de sangre inocente
las calles de Gijón. A falta de agua nos traen para las Fiestas de Begoña, Cabezas,
Brazos y Piernas separadas de sus cuerpos. Aquello es un río de roja sangre en la
calle Jovellanos, donde estos miembros humanos se iban recogiendo antes que las
alcantarillas los tragaran.
Las víctimas sólo eran jóvenes sirvientas que llevaban la comida a los señoritos
falangistas detenidos en <<la Iglesiona>>.
Sobre otras víctimas inocentes de esta guerra, los niños, depositará Suárez
su visión más complaciente y comprensiva. Las fotografías en los albergues
habilitados para su acogida, de la entrega de juguetes por parte de una co-
misión de solidaridad vasca, en comedores o jugando, tienen la huella in-
deleble de quien se estremece al encontrar una mirada limpia, que brilla
como una luz inagotable en medio de la oscuridad del absurdo. Son series
conmovedoras que confirman el valor que su autor como otros fotógrafos
de la época daba al poder de la imagen como testimonio de una realidad
cada vez más ausente, cuyos aspectos más puros solamente ellos podían
conservar y transmitir.
Años finales
Todos los presos de Gijón han sido salvados. Los cabecillas rojos huyeron en
la noche de ayer. Desde las primeras horas de la mañana volaron sobre Gijón los
aviones nacionales,
reproduciendo una de las vistas aéreas sacadas en 1931 desde el aparato del
aviador Puga, concretamente la que capta la desembocadura del río Piles, el
puente y una perspectiva de la playa de San Lorenzo. El pie de foto se ini-
ciaba con un <<Gijón vuelve a ser de España>>.
Extraída del archivo del periódico, esa panorámica ya había sido publicada
en El Noroeste y en el porfolio Verano 1932 Gijón. Con ella daba inicio un pe-
ríodo de indiscriminada utilización de sus fotografías, sin que él se atreviera
a denunciarlo o a defender sus derechos. Solamente a fines de los años se-
senta, ante la penuria económica y la vejez, reclamaría su autoría sin ningún
resultado.
Gijón. Leuman trabajando en el estudio de
Escultura que tiene en el Cuartel Máximo No sabemos cuando fue detenido Suárez, pero su ingreso en la prisión del
Gorki, en Begoña, 2-2-1937 [NÚM. 63761 Coto debió ser inmediato. Allí se encuentra en 1938 y 1939, cuando firma
De izquierda a derecha: ~izás debido a esas actividades, en 1945 es detenido otra vez, ingresando
Retrato de Constantino Suárez como en la prisión de Oviedo, donde al menos permanece hasta el año siguiente,
fotógrafo de calle, 1943. Fotografía incluida
en uno de sus álbumes recopilatorios .
cuando es trasladado al penal del Dueso, en San toña, para en 1947 estar nue-
•Aglomeración 3.' galería- 1939 = Gijón•, vamente en El Coto. Para entonces Suárez no podía usar la cámara en la cár-
dibujo realizado a lápiz y tinta por cel y sustituía las fotografías por unos dibujos que reflejan las duras condi-
Constantino Suárez. De su Álbum familiar
ciones de vida de los internos, hacinados en recintos sucios y mal ventilados.
Son dibujos torpes, pero muy expresivos de su estado de ánimo y ansias de
Lbertad, que complementan perfectamente sus recuerdos de aquella época,
en particular los titulados Terror y hambre en El Coto.
Durante la estancia entre al menos marzo y noviembre de 1947 en ese re-
cinto continuará practicando la fotografía, retratando a compañeros de pri-
sión y funcionarios, no así las instalaciones. Siempre lo hace en el patio, lo
que da uniformidad a todas las imágenes, que complementan las caricaturas
que realiza de algunos de ellos.
El 26 de noviembre de 1945 fallece su madre a los 78 años. Constantino
figura en la esquela como <<ausente>>, un eufemismo entonces muy usual para
referirse a aquellos que se encontraban en el exiLo o en la cárcel. Un año an-
tes, un 16 de noviembre, había muerto su padre. El hogar familiar estaba si-
tuado en el segundo piso del número 18 de la calle Instituto, domicilio que
Constantino Suárez ocuparía hasta el fin de sus días.
A estos ingresos en prisión le sucederán otros en 1950 y 1951, en cuyo mes
de septiembre tenía dos causas abiertas, siendo reclamado por el Juzgado de
Instrucción n.0 7 de Madrid para asistir a la vista que se celebró el 29 de octu-
bre y en la que el ministerio fiscal soLcitaba para él seis meses de cárcel. Hasta
1956 esas estancias se localizan en Yeserías y Burgos, y todavía al año siguiente
se haya recluido en San Marcos (León).
A partir de entonces parece que se termina definitivamente el calvario
sufrido por Constantino Suárez como preso político, pero ya es un hombre
agotado y profundamente marcado por una experiencia que le arrebató lo
mejor de sí mismo. La calidad de su producción va declinando y se ocupa
De izquierda a derecha:
G ijón. Recluso de la Prisión del Coto
[de] San Nicolás, 1947 (NÚM. 83511
•Cardona (contrabandista) de La
Línea-1947•, caricatura realizada con tinta
y acuarela en la cárcel de El Coto (Gijón)
por Constantino Suárez. De su Álbum
familiar
l. El espacio urbano
que prosperó -además del citado Muro de San Lorenzo- fue la amplia-
ción de la plaza del Carmen que, no sin dificultad y tras más de un lustro de
tramitación administrativa, finalizará en r928.
Pero será Díaz Omaña, sucesor de García de la Cruz en el cargo, quien
tendrá la excepcional oportunidad de, tras analizar la ciudad y sus necesi-
dades, formular un ambicioso proyecto que se conocerá como el Plan de
Reformas Urbanas de Gijón.
El mismo fue consecuencia de las excepcionales circunstancias auspicia-
das por el estallido de la Guerra Civil que permitieron al poder local, cons-
tituido en una Gestora Municipal, poner en práctica un auténtico urbanismo
revolucionario_
Su muestra más evidente fue la serie de derribos, realizados entre el
otoño de r936 y la primavera de I9J7, destinados a la ampliación o apertura
de nuevos espacios públicos y mejoras viarias en el congestionado núcleo
de la ciudad . Conocemos las diferencias entre el antes y el después, gracias
a que Constantino Suárez retrató los distintos inmuebles sentenciados a
desaparecer para la ampliación de la plaza del Seis de Agosto, la calle Fer-
nández Vallín, el entronque de las avenidas de Schulz y de Oviedo, la ave-
nida de Rufo Rendueles, o la creación de las plazas de Italia, Javellanos y
del áutico.
Las obras siempre son obras y éstas no dejaron de ser contestadas en el
momento, ya que se comprendía difícilmente cómo se podía fomentar la des-
aparición de las viviendas con que contaba el centenar largo de edificios de-
molidos, cuando el aumento de población -bien por la llegada de refugiados
bien por las necesidades derivadas de la constitución de la ciudad en capital
de la Asturias republicana- había disparado la demanda de alojamientos, y
toda vez que los ataques bélicos también reducían progresivamente el número
de inmuebles habitables_
Pero con el Plan de Reformas de I937 Díaz Omaña ambicionó más que
un simple reajuste de la trama viaria, aproximándose a la génesis de un pri-
mer plan de ordenación urbana. Así se planteó una articulación funcional
básica de la ciudad y se buscó solución para algunas de las necesidades más
perentorias, como la mejora de las vías de acceso, la creación de una ronda de
circunvalación, nuevos espacios verdes, y la reordenación de las instalaciones
ferroviarias; proyectos inicialmente frustrados por el desenlace del conflicto,
pero que serán importantes referentes para el posterior Plan de Ordenación
formulado en la década de 1940 por Germán Valentín Gamazo.
d_ La ciudad herida
La leyenda, o realidad, de la secular ralentización de España con respecto a
su entorno tuvo una triste excepción con la Guerra Civil. Años antes de que
Londres, Berlín, Milán o Varsovia conozcan los efectos de los ataques aéreos,
Gijón verá llenarse sus calles de escombros, los sótanos se convertirán en
refugios y las sirenas serán un referente habitual en la vida cotidiana.
El concepto de guerra total, puesto en práctica durante el conflicto bélico
español de 1936-1939, hizo que no sólo el frente fuese el centro de los com-
bates sino que implicó que todo el territorio sufriese los efectos directos de
la lucha.
Gijón, como núcleo industrial, como sede de las instituciones constituidas
en favor del mantenimiento de la legalidad republicana en la región que ori -
ginaron la constitución del Consejo Soberano de Asturias, y como capital ma-
rítima de estratégica situación, se convirtió simultáneamente en retaguardia y
en objetivo bélico.
En un primer momento la lucha dentro del casco urbano tuvo causas di-
rectas: la sublevación protagonizada en los cuarteles de la Guardia Civil en
Los Campos, y del Ejército instalados en El Coto y en el antiguo colegio de
La Inmaculada, en la subida a Ceares. Este último punto de rebelión, sede
del Regimiento Simancas, no será controlado hasta finales de agosto de 1936
y propiciará los primeros ataques sobre la villa.
Pero si los cañoneas de apoyo a los sitiados, efectuados principalmente
por el destructor Almirante Cervera entre mediados de julio y mediados de
agosto de ese verano, respondían a razones de estrategia militar; los ataques
aéreos sobre la población siguieron una táctica que, en no pocas ocasiones,
simplemente buscaba el asedio, la desmoralización y el sufrimiento de una
ciudadanía indefensa.
El primero tendrá lugar el 14 de agosto de 1936, víspera de la festivid ad
de Begoña. Distintas incursiones repartidas entre la mañana y la tarde sem-
braron el horror y dejaron un impactante balance de 54 muertos y 78 heri -
dos. Muchos de ellos se encontraban a la espera de un tren, ocupaban las
caJ!laS del Hospital de Caridad o simplemente se habían detenido en las
calles observando la evolución de las aeronaves sin sospechar que eran su
objetivo.
Y las imágenes de Suárez son la única constancia de esta sobrecogedora
parte de la vida local, transcurrida entre julio de 1936 y octubre de 1937· E sa
ciudad herida, de edificios sin fachada o de fachadas sin edificios, que in-
voluntariamente exhibe lo que hasta entonces eran espacios privados, en la
que por igual vemos los interiores de los inmuebles de vecindad que los sa-
lones del palacio de Revillagigedo, constituye la parte más dolorosa y espe-
Bombardeo sobre Gijón. Daños producidos luznante de un conflicto tras el que la ciudad tardará décadas en recuperar
en un edificio, 7-1 0-1937 [NúM. 8044) su pulso.
90 1 EL ESPACIO URBANO Y LA ARQUITECTURA OEL GIJÓN FOTOGRAFIADO POR CONS TAN TINO S UÁREZ
Bombardeo sobre Gijón. Público auxiliando
a los heridos, 14-1 0-1 937 [NÚM. 80791
a. La industria
Sin evitar que casi en cada barrio se afincasen diversas industrias, el trazado
de la red ferroviaria y la proximidad del puerto hizo que una heterogénea se-
rie de instalaciones fabriles se concentrase al oeste del casco urbano, ocu-
pando gran parte de los territorios de las parroquias de Tremañes y ]ove; es-
tablecimientos que constituyeron, junto a la actividad portuaria, el motor
económico del Concejo.
Se asientan en esta zona desde la industria pesada, representada por los
altos hornos de la fábrica de Moreda o la refinería de petróleo de CAMPSA en
La Braña, a la textil, como La Algodonera en La Calzada, o la naval, repre-
sentada por los Astilleros de Gijón -posteriormente Astilleros del Cantá-
brico- en el atahoyo y los de Riera sobre la playa del Arbeyal; haciendo
que esta franja adquiera el aspecto de un alfiletero debido a la pléyade de
chimeneas de ladrillo que indican la ubicación de los corazones de vapor de
estas factorías.
De desarrollo vertical u horizontal, extensas o limitadas a una sola nave,
unidas a los ramales ferroviarios o colindantes con el Cantábrico, no pocas de
ellas serán fotografiadas por Suárez muy probablemente, como en el caso de
los citados Astilleros, con fines publicitarios.
Las Ferias de Muestras celebradas entre 1924 y 1930, con la Exposición
Regional de 1899 como referente, venían a mostrar orgullosamente esa p~
janza, convirtiéndola además en acontecimiento festivo y obligada actividad
veraniega para vecinos y turistas.
~--~~~~----~-~~~~----~------------- ., .
.....
En el pasado Gijón tuvo una virtud - que en cierto modo conserva- que lo
diferenció de otros núcleos urbanos con sus características: fue una ciudad
eminentemente asociativa, en la que cualquier excusa era válida para reunirse,
para asociarse con otros hombres y mujeres, para compartir. El fotógrafo
Constantino Suárez entendió bien esta particularidad de la que los gijoneses
nos sentimos tan orgullosos. Constantino Suárez retrató con su cámara múl-
tiples actos repletos de gijoneses y gijonesas que entendían que compartir con
los demás es de beneficio mutuo. El Gijón de los años veinte y treinta del si-
glo xx plasmado por Suárez muestra que no fuimos Robinsones aislados, que
en la playa· gijonesa hay muchas más huellas que las de Crusoe y Viernes, y
que poco hay más grato que compartir espacios de asociacionismo en liber-
tad con otros seres libres. Todo interesó a Suárez. Desde deportes como el
fi.ítbol, el boxeo o el atletismo hasta bailes y fiestas; desde los momentos de
compromiso político hasta los trágicos de la guerra civil; desde el banquete
de un grupo familiar o de amigos hasta la solemne despedida postrera.
Esta potencia cultural tuvo su primer apogeo entre los años noventa del
siglo XIX y la primera guerra europea. De 1914 a los años veinte se produjo
una crisis, entre otras causas porque los obreros gijoneses -como los del resto
de España- se preocuparon de asuntos más urgentes, tan candentes como
los que motivaron la huelga general de 1917- En los años veinte, bajo la Dic-
tadura de Primo de Rivera, el movimiento cultural gijonés se reconstruyó, y
en los años coincidentes con la República vivió una fase de auge seguida por
otra de radicalización cada vez mayor, muy incrementada a partir de octubre
de 1934, coincidiendo con lo que en Asturias fue una verdadera revolución.
En 1937 se cortaron dramáticamente todas estas manifestaciones cultura-
les - con muchas luces, pero también con muchas sombras- con la entrada
de las tropas <<nacionales>> en la ciudad. En ese momento se expurgó la bi-
blioteca del Ateneo-Casino Obrero de Gijón; las nuevas autoridades que-
maron algunos de sus libros, y se inventó el «infierno>> en las bibliotecas: un
lóbrego cuarto o un perdido armario donde se encerraban los libros prohibi-
dos, aquellos que se suponían peligrosos e indeseables. Suárez nos legó al-
guna foto de la majestuosa biblioteca del Ateneo y también de la Biblioteca
Circulante de la Casa del Pueblo, con ese lema tan atemporal referido a los
libros: Alimenta tu espíritu. El artista entendió bien el valor de la lectura y su
interés básico para la cultura popular.
Este largo proceso que nos lleva desde los años veinte a la guerra civil
Retrato, c. 1923 [NÚM. 18) fue objetivo de la cámara de Suárez, quien reflejó con arte y compromiso
momentos duros y trágicos, y otros donde los gijoneses y gijonesas hacían uso
de sus horas de ocio tras el trabajo. Tiempos bélicos, pero también de paseos,
de cafés, de ateneos, de bailes, de toros, de carnaval, de rutbol, de coros y de so-
ciedades culturales de todo tipo. Gijoneses y gijonesas siempre asociándose,
uniéndose con otros ciudadanos, y utilizando muchas veces la calle como lugar
de encuentro, como aún sucede en el Gijón actual.
Asociaciones y Ateneos
Del deporte a las misses, pasando por los toros y los salones de baile
El fenómeno del fútbol, que Suárez refleja bien en múltiples fotografías, co-
menzó a ser imparable a partir de los años veinte, aunque ya en 1917 se había
inaugurado El Molinón, un estadio fijo con gradas de madera. A partir de
esos años el fútbol, además, aporta en sus alineaciones, no ya a los señoritos,
que eran quienes jugaban habitualmente, sino a miembros de la clase obrera
que pronto se convertían en héroes populares, en legendarios deportistas au-
pados por un nuevo concepto de crítica y de fotografía deportiva. Se aban-
dona la deportividad -<<que gane el mejor>>, <<lo importante es participan>-
y se pasa a negar cualquier razón al contrario y a justificar cualquier error pro-
Jugadores del Sporting (Amadeo y pio. Comienza, así, la transformación de un deporte jugado por gijoneses que
Armando, porteros), c. 1925 INÚM. 1130] se asociaban para divertirse, en un espectáculo de masas competitivo, muy
popular en toda Asturias, pero muy especialmente en Gijón, pues aquí exis-
tía una playa para practicarlo. No es casual que a partir de esos años veinte se
entienda, como hoy entendemos también, que existan partidos amistosos, y,
por tanto, otros que no lo son, donde destacaban jóvenes atletas locales que
fueron popularísimos agrupados en el Sporting (Pin, Sión, Nani, Ramón He-
rrera el Sabio ... ), pero también otros jugando en modestos equipos de barrio,
como el Atlético del Llano, el Cimadevilla, el Cantábrico o el Reconquista
de Ceares.
o era el futbol el único deporte que se practicaba en aquel Gijón. El ci-
clismo fue centro del objetivo de Constantino Suárez en no pocas ocasiones,
al igual que lo fueron el cross, el hockey o la natación, con figuras locales como
Anita Bruey, ganadora de la travesía Musel-Gijón en 1934 al nadar la distan-
cia en 58 minutos. Alfonso García, Elías Cobián y Ramiro Fernández fueron
gijoneses que hicieron del boxeo un deporte popular en la ciudad, durante la
década de 1930, y que también fueron retratados por Suárez.
Gijón. Capilla, Coloma y Varelito,
6-8-1 933 [NÚM. 1877!
Homenaje
110
Ángel Castro, 1924 INÚM. 20571
•El ciclista Ángel Castro, vencedor de la carrera entre Oviedo y Gijón• (La Prensa , Gijón, 15 de julio de 1924)
\
'\.
112
Retrato, c. 1 924 [NUM. 43]
Enfermo de la piel que vino de Cuba y estuvo curando D. Francisco A. del Busto, c. 1924 [NÚM. 426[
1,.
Julio Calvo y familia en [la romería de] Granda, c . 1 924 INUM. 9321
•'
116
Nubes, para fondos, c. 1925 (NúM. 530(
Alto horno de la Fábrica de Moreda, c. 1925 [NúM. 540[
118
Gijón. Vista de la calle de Santa Lucia desde un ático, c. 1 925 (NÚM. 5441
Derrumbamiento de la cantera del Muse!, 1925 [NUM. 5571
12C
Gijón. Club de Regatas, c. 1925 [NUM 580]
Paisaje de Asturias (El puente de Viñao), c. 1925 INÚM 9131
122
Gijón. En la Fábrica [de] Moreda, c. 1925 [NúM. 1386)
G ijón. Equipo de fútbol en el cam po de La Electra, c. 1925 [NúM. 3027]
124
G ijón. Praderito después de matar, c. 1 925 [NÚM. 3909)
G ijón. Escena del Muelle a la llegada de la sardina, c. 1926 [NÚM. 6591
126
Gijón. Los boniteras haciendo la comida, c. 1926 (NÚM. 6681
G ijón. Feria en El Humedal, c. 1926 [NúM. 723]
128
Gijón. Avioneta en la playa, c. 1926 [NÚM. 73Bl
Gijón. Autoridades en el Ayuntamiento, c. 1926 [NÚM. 8551
130
Gijón. Tratantes gitanos en la Feria de San Miguel, 1926 [NÚM. 8941
Retrato de Ramón Herrera, jugador del Sporting, c. 1926 INÚM. 28491
132
Gijón. Grupo de ancianos en el patio del Instituto, 1927 [NÚM. 865]
• Grupo de ancianos pensionados por la Caja Asturiana de
Previsión Social, el año 1925, entre los que se encuentra don José
Manuel Oves Garcia (x), de cuyo fallecimiento en su casa de Luanco
dábamos cuenta en nuestro número de ayer• (Región , Oviedo,
9 de abril de 1927)
G ijón. Vista de la playa desde avión, 1927 [NÚM. 934]
134
Gijón. Obras en El Molinón, 1927 [NÚM. 10971
Gijón. Personal del Restaurant Mercedes, 1928 [NÚM. 252]
«Del Restaurant Mercedes. El personal del restaurant de moda
posa ante nuestro fotógrafo. Identificados en absoluto con su
principal , contribuyeron grandemente a colocar el establecimiento
a la envidiable altura en que hoy se encuentra" (Región , Oviedo,
5 de agosto de 1928)
136
Gijón. Temporal en el muro [de] Liquerica, destrozos causados, 1928 [NÚM. 5531
Campeonato Nacional de Cross celebrado en Gijón e124-2-1929 [NúM. 2155]
138
Abe/ardo, el Marino, chantanger al título Welter y vencido por K. O. al 2. o asalto, septiembre 1931 , por José de la Peña !NúM. 254]
La Guardia Civil en el Muse/ para intervenir en los conflictos del Sindicato [de] Transportes, noviembre 1931 [NúM. 1431]
140
Gijón. Golpes de mar en Liquerica, 9-11-1931 [NÚM. 1461]
Momento del incendio de la tribuna de El Molinón el domingo
27 septiembre. 1931 , después del partido R. Santander y Sporting
de Gijón [NÚM . 14731
142
Gijón. Droguería Central. Máquinas Krup, 1931 [NÚM . 1492)
Travesía a nado Muse!- Gijón, 2.800 m, año 1931. 1. o y 2. 0 :
[Gumersindo) Ruiz y Corsino [Prendes) INUM. 21901
•Gumersindo Ruiz [izquierda). campeón asturiano de pruebas
de fondo• (La Prensa, Gijón , 1O de agosto de 1932) •Corsino
Prendes [derecha). notable nadador gijonés• (La Prensa, G ijón,
1 2 de agosto de 1932)
144
Gijón. Saltos [de] Ferrerons, septiembre 1931 [NUM. 2184]
Gijón. Amanecer en el puente [del) Pites, 1 932 INúM. 545]
146
Gijón. [Partido) Lisboa-Asturias, 1932 [NúM. 13281
Gijón. Colonia Escolar Madrileña, 23 -8-1932 [NUM. 1515]
«La colonia escolar del Fomento de las Artes, que hoy regresa
a Madrid, después de pasar una temporada en nuestra playa•
(La Prensa, Gijón , 4 de septiembre de 1932)
148
Gijón. Mitin S ocialista, 18-9-1932 [NÚM. 1498]
Gijón. Prueba de Atletismo, 28-8-1 932 [NÚM. 2163]
150
G ijón. De la Hu elga General, 10 -12-1932 [NÚM. 2694]
Manolín Argüe/les (interviú), 4-6-1933 INUM. 15841
152
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Gijón. Botadura del [Don] Quijote y Sancho [Panza], 18-7-1934 !NúM. 1731]
Gijón. Subasta en el Pósito, 1-8-1 934 [NÚM. 1624]
154
Gijón. Huelga Revolucionaria, 6-10-1934 [NÚM. 19751
Gijón. La barricada principal del Llano, 11·1 0·1934 (NúM. 1972]
156
Gijón. Traslado de Presos a los Jesuitas; entre estos iba Miguel A. Valdés, 4-11 -1934 [NúM. 19281
Pedro Alonso, e/ relojero, 27-1 2-1935 [NÚM. 1409)
158
Gijón. Verano 1935 [NúM. 25541
G oteros, 24-12-1935 [NÚM. 4260]
160
Gijón. Plaza de Galán, 10·2·1936 [NUM. 4179l
La Felguera. Fábrica Duro Felguera. Trabajando el tren de laminado, 1 0-2-1 936 JNUM. 4327]
162
Gijón. Panadería Zarracina, 6-3-1936 [NÚM. 2044)
Lourdes Artime, jugadora de la Agrupación Deportiva Femenina "Hockey•, 17-3- 1936 [NúM. 4438)
16<
Pionero levantando el puño en el balcón del Ayuntamiento de Gijón , 26-3-1936 [NUM. 4464)
Gijón. El público, sentado en el muro, presencia un partido sin pagar, 6-4-1936 [NÚM. 44881
166
Gijón. Trinchera en la calle Cabra/es, 24-7-1936 [NÚM. 4764)
Milicianos comiendo en Luarca, julio 1936 INÚM. 47701
168
Gijón. Comedores en el interior de la Iglesia de San José, 4-8-1 936 (NUM. 48091
Gijón. Edificio [de la) Fundación Revillagigedo (hoy Hospital),
bombardeado por e/ •Almirante Cervera•, 5-8-1936 (NÚM. 4851)
•Efectos del bombardeo en el Hospitalillo del Natahoyo•
(El Noroeste, Gijón, 7 de agosto de 1936)
170
Luarca. Autobús con milicianos, 8-8-1936 INÚM. 4669]
Llegada a Trevias de 400 hombres (Militares y Asalto) , 11-8-1 936 [NUM. 49371
Frente de Luarca, monte Villagermonde. Miliciana con su fusil en el monte, 13-8-1936 [NÚM. 4964]
Publicada por El Noroeste, Gijón, 18 de agosto de 1936
Frente de Luarca, monte de Villagermonde. Un enlace a caballo, 13-8-1936 [NÚM. 49671
174
Gijón. Caballos muertos en el Cuartel de Zapadores, 17-8-1936 [NúM. 4984)
Los marinos del •Libertad•, 25-9-1 936 [NUM. 52541
176
El Escamplero. Soldado pasado en este frente, 25 al 26-9-1936 INÚM. 52801
Gijón. Parada de milicianos, ya militarizados, en la Plaza Galán, que salen para el frente, 2-1 0-1936 (NúM. 5315]
178
Gijón. Salida de milicianos para el frente , 2-1 0-1936 INUM. 5316]
Bombardeo de la Artillería sobre Oviedo, 4-1 0-1936 [NÚM. 5332]
180
lnfiesto. Milicianos de la Compañia Somoza forman una estrella con la hoz y el martillo, 14-10-1936 INÚM. 54211
Radio Electra Gijón, 20-1 0-1936 [NÚM. 5458]
182
El Escamplero. Milicianos del Batallón de las M.A.O.C. de Rentería (Guipúzcoa). 20-1 0-1936 [NÚM. 54721
Batallón M.A.O.C. de Rentería que manda Larrañaga, que ayudados por los de aquí tomaron San Claudia, 21-10-1936 [NÚM. 54761
184
La Felguera. Talleres de guerra en la Duro Felguera, 30-1 0-1 936 INÚM. 55051
Oviedo. [Convento de] Las Adoratrices, 1 al 5-11-1936 JNÚM. 5527)
186
Gijón. Niños del Orfanato de la calle Ezcurdia (A. T.E.A .) jugando, 1 6-11-1936 (NÚM. 55671
1•
188
Monte Los Pinos en Grado. Tanques para el próximo ataque, 1 al 3-1 2-1936 !NÚM. 5617]
Frente de Oviedo. Artilleros al mando de Campa en La Manjoya, 1 al 3-1 2-1936 [NÚM . 5633]
190
Sector de Agü era. Milicianos del Batallón •Joven Guardia Roja•, 5-12-1936 INÚM. 56581
Gijón. Curando en el Hospital de Granda, 14-12-1936 [NúM. 5718)
192
Prácticas en el sector de Lugones. Milicianos con sus fusiles, 1-1-1937 [NÚM . 58231
G ijón. Refugio del Colegio Santo Ángel. Jergones en el suelo, 2- 1-1937 (NUM. 58391
194
Orfanato «Rosario de Acuña» (A. T.E.A.) en Somió, quinta de Figaredo. Niño jugando, 2-1-1937 [NÚM. 58601
Gijón. Bombas de cañón fabricadas en Moreda, 5-1-1937 (NÚM. 59421
196
Gijón. Bombas para aviación fabricadas en Moreda, 5-1-1937 [NÚM. 59471
Gijón. Taller de costura de la C .N .T. en el Círculo Mercantil, 6-1-1937 INUM. 59671
198
Gijón. Grupo de espalda conversando, 1 2-1-1937 [NúM. 604 7)
• Hablan, hablan, hablan, mientras la Qu inta Columna escucha,
escucha, escucha" (Avance, Gijón, 14 de enero de 1937, en
composición con otra fotografía)
Los dementes del asilo de Valdediós, Villa viciosa, bailando, cantando, etc., 1 2-1-1937 [NÚM. 6065]
200
Coche de frente, 15-1-1937 [NÚM. 611 Bl
Gijón. Golpe de mar en el Muro , 26 y 27-1-1937 [NÚM . 6291}
202
Gijón. Cuartel •Máximo Gorki•. Comedores, 2-2-1937 [NÚM. 6388)
Escoba barriendo cuartillas, 10-2-193 [NÚM . 6487]
20 4
Gijón. Comiendo en Asistencia Social, en el Refugio de la calle del Convento, 10-2-1937 [NUM. 6494!
• En el comedor. Refugiados comiendo con apetito• (Avance, Gijón,12 de febrero de 1937)
Gijón. Reparto de juguetes a los niños del Refugio Santo Ángel,
y a los del Orfanato de la calle Ezcurdia, traídos de Francia por
suscripción popular y entregados al Socorro Rojo para repartirlos,
1 2-2-1 937 [NÚM. 6518)
• Huérfanos de milicianos. Sus padres murieron en el frente en
defensa de la República y de las libertades democráticas. Son la
España próxima que surgirá férrea a martillazos de dolor y heroicidad.
Los niños de Francia tienen este recuerdo para nuestros niños. La
Comisión de Solidaridad francesa y el Socorro Popular de aquel país,
fueron los encargados de hacer llegar hasta nosotros el infantil
cargamento• (Avance, Gijón, 14 de febrero de 1937)
206
Gijón. Trabajando en el Muro, 16-2-1937 (NÚM. 6606]
• Picos y palas, cemento armado, trabajo febril; elementos
precisos para realizar obras de fortificación• (Avance , G ijón,
22 de febrero de 1937)
Gijón. Tropas formadas en el Muelle durante la celebración del
aniversario del triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1936,
16-2-1937 [NÚM. 66 13]
208
Gijón. Asilo Pala. Niñas jugando a la pelota, 18-2-1937 [NUM. ·66651
«Con la guerra, las niñas han cambiado su repertorio de cantares de pelota" (Avance, Gijón, 29 de marzo de 1937)
Frente de Oviedo. Posición en el sector de Villar-Pando, 21-2-1937 INÚM. 67171
210
Frente de Oviedo. Traslado de heridos en el sector de Villar·Pando, 21·2·1937 (NÚM. 6722]
Oviedo. Preparados para el ataque a la casa que hostiliza la toma del Convento [de Santo Domingo], 23-2-1937 (NúM. 6786]
212
Frente de Oviedo. Carros destruidos en una quintana durante la ofensiva de febrero, 23-2-1937 (NÚM. 6797]
Frente de Oviedo. Aprendiendo la instrucción en Col/oto, 25-2-1937 [NúM. 6822)
214
Oviedo. Frente de Rubín. Disparando torpedos, 25-2-1 937 [NÚ M. 68291
Frente de Oviedo. San Esteban de las Cruces. Cañón del 15 112, 1-3-1937 [NÚM 6864]
216
Comiendo en el frente [de Oviedo]. Cada uno con su plato
para el rancho, 3-3-1937 [NúM. 68971
• El plato, la pieza más importante del ajuar del soldado en
operaciones ... después del fusil, las cartucheras, las bombas ...
Esperando la ración• (Avance, Gijón, 4 de marzo de 1 937)
Ov1edo. La nueva qwnta can)lno del frente de Olivares, 5·3·1 937 INUM 69~31
Milicianos en el frente de Oviedo, 9-3-1937 INÚM. 69711
Frente de Oviedo. Miliciano en el sector de La Manjoya, 9-3-1937 [NUM. 6985]
220
Frente de Oviedo, Milicianos del Batallón Matteoti (Asturias n. 0 28), en el sector de La Manjoya, 10-3-1937 [NUM. 69891
Oviedo. Vista del sector de Adoratrices desde San Lázaro, 12-3-1937 INUM. 70 2 21
222
~ -.
224
Gijón. Manifestación de adhesión al Frente Popular. El Gobernador [Belarmino Tomás] hablando, 14-3-1937 (NúM. 7044)
• El Delegado del Gobierno dingiendo la palabra a los minifestantes• (Avance, Gijón, 15 de marzo de 1937)
Lugones. Brigadas de choque de las J.S.U. en la Fábrica de Metales, 29-3-1937 !NúM. 7072]
226
G ijón. Alfonso Argüe/les y directivos del Partido Comunista, 1-4-1937 [NÚM. 7091]
G ijón. Asamblea [del Sindicato] de la Alimentación [de] U.G.T. en el [Teatro] Robledo, 4-4- 1937 INUM. 7116]
228
Gijón. Niños y mujeres sentados en los camastros de Asistencia
Social, 19-4-1937 [NUM. 7207]
•Centenares de personas viven hacinadas mientras, en nombre
de un esteticismo urbano, muchos edificios se vienen al suelo• (Avance,
Gijón, 30 de abril de 1937, en composición con otra fotografía)
[Baldomero Fernández] Ladreda, jefe de sector, 23-4-1937 INúM. 72291
«Seriedad . Reciedumbre. Por su grandeza de alma, padre unas
veces y hermano otras de sus soldados. Así es Ladreda" (Boletín del
Norte , Gijón, 21 de septiembre de 1937) *Se trata de Baldomero
Fernández Ladreda, comandante de la a.• Brigada del Ejército del Norte
230
Gijón. Vapor botado al agua para ser artillado en Santander, después de la reparación hecha en el Dique, 13-5-1937 [NÚM . 73151
Gijón. Hombres detenidos y encarcelados en el Coto, 20-5-1937 [NúM. 7359]
"La hora del sol en los patios de la Cárcel del Coto» (Avance , Gijón,
6 de junio de 1937)
232
G ijón. Desfile con uniforme del Ejército por la calle Corrida, 1. • Compañía, 1-6-1937 [NÚM. 7521)
Niña del Orfanato para Milicianos "Félix Bárcena•, en Sebares, 13-6-1937 [NÚM. 7616]
234
Carteles murales pegados en todas las fachadas de comercios
y muros de Gijón como propaganda del Frente Popular, 1 4-6-1 937
[NÚM. 7635]
Gijón. Mitin comunista en el Teatro Robledo. Público, 1 5-6-1937 [NUM. 76661
236
Ofensiva en Asturias sobre el monte Cimero [Somiedo] para
contrarrestar el avance faccioso sobre la costa. Soldados preparados
para el ataque, 1-8-1937 [NUM. 78381
Ofensiva en Asturias sobre el monte Cimero [Somiedo] para
contrarrestar el avance faccioso sobre la costa. Camillas con heridos
esperando la ambulancia, 1-8-1 937 [NÚM. 7842]
238
Gijón. Reclusos de la Prisión del Coto [de] San Nicolás, 5-4-1947 [NúM. 8291)
Este ejemplar de «CONSTANTINO SUÁREZ, FOTÓGRAFO (1920-1937)»
se terminó de imprimir en los talleres de Gráficas Summa
en agosto de 2002 emple-ándose para su composición
las tipografías Caslon de Carol Twombly para Adobe
y Akzidenz Grotesk de la fundición Berthold
::·xp s:::c! r:
PROYECTO Coruño, S. L.
coMISARIADO Francisco Crabiffosse Cuesta
PROoucciON Francisco Crabiffosse Cuesta
Juan Pablo Crabiffosse Cuesta
Manuel Crabiffosse Cuesta
Amonio Cuesta Caballero de las Olivas
COORDINACION Fundación Mtmicipal de Cultura, Educación y Universidad Popular.
Ayuntamiento de Gijón
SELECCióN DE cONTENIDOS Coruña, S. L.
LABORATORIO FOTOGRAFICO Carlos Cánovas
DISENO y DIRECCióN DE MONTAJE Coruña, S. L.
MONTAJE Juan S tové
ENMARCACióN Taller de En marcación
SEGUROS Aon Gil y Carvajal
o L As-2.959-02
ISBN 84-89466-31-9
cajAstur~
FUNDACION MUNICIPAL Dt CUllURA,
1111 11 111111111111111111111111 EDUCACION Y UNM'RSIDAD POPULAR
9 788489 4663 19