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TRABAJO#1 - GRUPO#1 (Cooperacion Dentro de Los Paradigmas RR - II.)

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y CONTABLES.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL

E INTEGRACIÓN ECONÓMICA

CI728

SECCIÓN: 0900

CATEDRATICA:

Licda. Arleng Azucena Enamorado Cruz

ASUNTO:

Análisis (La cooperación dentro de las Relaciones Internacionales)

INTEGRANTES:

Karla Alejandra Munguía Antúnez – 20192500144

Alex Josue Vasquez Lemus-20191004735

Laura Beatriz Ramírez Núñez -20191032568

Alejandro Daniel Zelaya Fiallos-20181007558

Evelyn Paola Guzmán Alvarado-20191001597

Carlos Reniery Aguilar Reyes- 20181030026

Janys Margarita Gonzalez Mendez-20181001739

FECHA:

6 de febrero 2023

Tegucigalpa M.D.C UNAH-CU


LA COOPERACIÓN DENTRO DE LOS GRANDES PARADIGMAS EN LAS
RELACIONES INTERNACIONALES; ALCANCES Y LIMITACIONES.

Dentro de la disciplina de las relaciones internacionales, los grandes paradigmas han


evolucionado de acuerdo con los procesos de cambio de la realidad mundial, los cuales han
perdido algunas características del pasado y adoptado otras nuevas.

vez más profundas, en el ambiente internacional y la necesidad de interpre conciben al Estado los
tres paradigmas, la naturaleza del sistema internacional y cuál es la unidad de análisis que los
distingue. explorar la perspectiva de cada uno en el tema de la cooperación internacional y sus
principales debates y repercusiones en torno a ella.

Diferencia entre liberalismo y realismo.

La libertad es a menudo considerada inalcanzable. Así, se nos aconseja que seamos realistas y
aceptemos los recortes de esta que animan los grupos de interés y perpetran las autoridades.

Los enemigos de la libertad se proclaman liberales, pero eso sí centristas y moderados, porque ya
se sabe hay que armonizar intereses contradictorios, etc. A los liberales por regla general se los
expulsa fuera de las fronteras de la mesura y el realismo: los liberales de salón, de torre de
marfil, utópicos etc.

Esto equivale a confundir la meta deseada con la estrategia a seguir para alcanzarla. Las metas de
los liberales son realistas: podrían implantarse sin dificultad si un número suficiente de personas
convinieran en ello.

El liberalismo por tanto no es utópico ni es irreal, porque depende de la voluntad de los hombres.
En cambio, los objetivos de la corrección política acabar con la pobreza aumentando los
impuestos sobre los ricos, por ejemplo, sí son utópicos porque son irreales y no dependen de la
voluntad humana, igual que no alcanza con la voluntad para lograr que todos seamos buenos
clarinetistas.

El objeto de la libertad es realista. No lo es en cambio augurar que será un escenario universal


mañana por la mañana. Conviene distinguir ese objetivo de la estrategia: ésta puede ser gradual,
aquél no. La moderación analítica no tiene mérito. Como dijo Rothbard: “El gradualismo en la
teoría es la perpetuidad en la práctica”.
El Marxismo.

El marxismo como doctrina nació en el siglo XIX, a raíz de la popularización de las ideas de
Marx y Engels. Éstos se inspiraban en las distintas corrientes socialistas anteriores, conocidas a
partir de entonces como Socialismo Utópico, ya que Engels acuñó para la perspectiva marxista el
término Socialismo Científico. Algo importante a tener en cuenta es que Marx no inventó el
socialismo, que le antecedía, sino que lo dotó de una perspectiva filosófica y antropológica
propias.

Según el marxismo, la historia de nuestra especie no es más que la proyección en el tiempo de


una lucha de clases, es decir, del enfrentamiento entre los distintos sectores sociales que han
compuesto a la sociedad, por hacerse con el control de los medios de producción.

una cosa a mencionar sobre el marxismo es que se tiene la idea de que la sociedad está dividida
en tres clases sociales que son la burguesía o la clase dominante principalmente conformada por
personas de Gran capital Es decir de personas ricas siendo el segundo lugar la proletaria o
personas que se dedican al trabajo Es decir aquellos que trabajan para los burgueses Y por último
las personas que no producen o mejor conocidas como lumpen proletariado.
La importancia del institucionalismo y la forma en que se construyen los procesos
cooperativos.

La cooperación como fundamento del marco neoinstitucional.

El neoinstitucionalismo es, ante todo, un enfoque de estudio que analiza la forma como
evolucionan las instituciones, entendidas como las normas que limitan la conducta de los
individuos, y su necesidad de cambio. Diversas corrientes del pensamiento institucional han
aportado elementos de análisis a la teoría y práctica del desarrollo. En este artículo se analizan
las relaciones entre neoinstitucionalismo, desarrollo y medio ambiente, concluyendo que esta
interacción se ve limitada por las ineficiencias institucionales que, como en el caso de Colombia,
tienden a favorecer los intereses particulares por encima de los colectivos. No obstante, existen
posibilidades de desarrollo territorial al manejar procesos de planificación que se basen en el
mejoramiento tanto de las instituciones formales como de las informales.

La racionalidad critica del constructivismo.

Mientras que autores como Keohane se acercaron a las tesis racionalistas desde el
institucionalismo neoliberal, otros, como Alexander Wendt, entraron en el debate neo-neo
proponiendo el constructivismo como una teoría puente entre racionalistas y reflectivistas. Esta
corriente tiende a explicar las identidades y los intereses de los estados (que son constituidos por
significados colectivos).

Para el análisis constructivista, el fenómeno de la cooperación se concentra en la manera en que


las prácticas intersubjetivas entre los actores se convierten en identidades e intereses, forjados
por la interacción. la creación de instituciones implica interiorizar nuevos entendimientos de uno
y de los otros, y asumir nuevos roles de identidad. “Así el proceso mediante el cual se aprende a
cooperar es al mismo tiempo un proceso de reconstrucción de intereses en términos de compartir
compromisos a través del establecimiento de normas sociales".

Es decir, los significados colectivos constituyen las estructuras en las cuales se organizan
nuestras acciones. Los actores adquieren identidades al participar en cada significado colectivo y
éstas son la base de sus intereses. En otras palabras, es a través de la interacción recíproca que se
crean estructuras sociales estables en las cuales se definen las identidades e intereses.
Para las concepciones racionalistas (neorrealistas, en específico), la cooperación parece ser, en
términos de seguridad, una condición para reforzar en este sentido, un requisito es que tal
participación genere ganancias potenciales, así como consecuencias positivas interdependientes
que promuevan acciones unilaterales.

En opinión de Wendt, las posiciones neoliberales que sostienen que los procesos e instituciones
fomentan un comportamiento cooperativo a pesar de la anarquía, se verían reforzadas si contaran
con una teoría sistemática que explicara la transformación de las identidades e intereses de los
actores por parte de los regímenes e instituciones. El nexo entre lo que los actores hacen y lo que
son.

Esta exploración empírica de las ideas constructivistas ha tenido eco y, en pocos años, se han
resaltado ana parte importante de éstos y se centra en el papel de las organizaciones
internacionales en los procesos de reconfiguración de intereses estatales.

Por lo tanto, el argumento constructivista de que las instituciones pueden transformar las
identidades e intereses de los estados y viceversa, y el lugar que le otorga a las ideas socialmente
compartidas como factor esencial en las estructuras de poder, conduce a una explicación más
clara de la forma en que se desarrolla la cooperación entre los países y la importancia de las
instituciones en los procesos de intercambio internacional.

Una de las críticas que se le ha hecho al constructivismo desde la corriente racionalista, es que es
demasiado idealista, porque propone la intervención de las ideas en las relaciones
internacionales; sin embargo, la combinación del institucionalismo neoliberal con el
constructivismo podría arrojar mayor luz acerca del tema de la cooperación en los últimos años,
pues para entender las condiciones que favorecen la cooperación internacional es necesario
comprender cómo funcionan los organismos mundiales. El estudio de las instituciones
internacionales podría facilitar y promover la cooperación, puesto que ambas tendencias
consideran descentralizado una tenga su propia visión de la interacción entre las instituciones y
la política interna.

Para el institucionalismo neoliberal, la presión de los intereses internos y los generados por la
competitividad del sistema tienen mayores repercusiones en la política estatal que en las
instituciones mundiales, mientras que para Wendt y la teoría constructivista, el efecto causal de
dichos organismos en la política de Estado son tan fuertes como la de los estados en estas
instituciones.

La perspectiva de la cooperación en las teorías regionales.

Durante los años sesenta, la proximidad geográfica y el grado de interdependencia económica


eran las condiciones básicas para el desarrollo del regionalismo y la integración. Al finalizar la
década, otro de los exponentes del institucionalismo neoliberal y que ha tratado cuestiones sobre
integración, Joseph Nye (1968), sugería que el proceso de regionalización e integración se había
expandido gracias al crecimiento en el número de colonias independientes; a la relajación de las
tensiones en la relación de las superpotencias; al incremento de la interdependencia económica, y
al régimen de apertura comercial multilateral.

Sin embargo, hoy en día a estos factores se deben añadir elementos como el análisis histórico,
político y cultural para entender el por qué y el cómo se desarrollan los regionalismos. El
entrecruzamiento de estos factores nos proporciona los tipos de regionalismos actuales, según
Andrew Hurrel(1995: 21)

 Regionalismo. Es un proceso que envuelve el crecimiento de uniones informales y


transacciones derivadas en particular de la actividad económica, aunque también tiene
interconexiones sociales y políticas.
 Conciencia regional e identidad. Este tipo de regionalismo prevalece donde existe una
mezcla de tradiciones históricas, culturales y sociales, es decir, donde hay una
"percepción compartida".
 Cooperación regional interestatal. En este tipo de regionalismo, los estados y gobiernos
son los que patrocinan los acuerdos y la coordinación entre ellos para poder manejar
problemáticas comunes.
 Integración económica regional promovida por el Estado. Es el más común de los
regionalismos según Hurrel. Los gobiernos y los intereses comerciales persiguen la
integración económica, con el objetivo de promover la liberalización del comercio y el
crecimiento económico.
 Cohesión regional. Si se da la combinación de estos cuatro procesos, se puede hablar de
una unidad consolidada. Como agrupación políticamente cohesionada puede tener un
efecto decisivo en el ámbito interno y en la política global.

El proyecto de investigación sobre este nuevo regionalismo surge durante la década de los
noventa en Helsinki. Dos de los más destacados exponentes de esta corriente son Hettne Björn y
András Inotai (2000).

Además de que plantean que las principales transformaciones mundiales son consecuencia del
fin de la era bipolar mencionada con anterioridad, definen al nuevo regionalismo como un
fenómeno político de integración multidimensional que incluye aspectos económicos, políticos y
culturales; por lo que va más allá de los objetivos de la vieja integración basado en regímenes de
liberalización comercial o, en su defecto, en alianzas de seguridad.

Por lo tanto, la ambición política por establecer una coherencia regional e identidad parece ser
una de las principales preocupaciones de esta corriente, y considera actores centrales a los
estados.

De acuerdo con esta perspectiva existen varios niveles de complejidad regional:

1. reconoce a la región como unidad geográfica y ecológica, delimitada por las fronteras
naturales;
2. ese territorio es visto como un sistema de relaciones políticas, sociales, económicas y
culturales, cuyo fines la búsqueda de un equilibrio que garantice la seguridad dentro del
mismo;
3. también es un mecanismo de cooperación en lo político, económico y militar entre los
estados;
4. o un vínculo cultural común;
5. región como sujeto activo con capacidad de actuación, identidad propia y una estructura
para la toma de decisiones.

En términos políticos se le considera una evolución voluntaria de la soberanía nacional hacia


una comunidad supranacional (Hettne e Inotai, 1994: 3).
Por lo anterior, la postura del nuevo regionalismo sitúa al Estado como el eje de los procesos de
integración. En este sentido ofrece una visión más realista, debido a que reconoce que el objetivo
de la mayor parte de estos acuerdos es garantizar la seguridad dentro de las regiones, ya sea
porque existen problemas entre los mismos miembros y se haya decidido

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