TransiciónEnergéticaEH GuneEkosozialista 2021

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En torno a la

transición
energética en
Euskal Herria

Colabora:
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En torno a la transición energética en Euskal Herria

Euskal Gune Ekosozialista


junio de 2021
Se puede descargar en PDF en: https://labur.eus/energia2021C

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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

EN TORNO A LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA EN EUSKAL HERRIA


1. Algunos datos sobre el sistema energético en Euskal Herria

2. ¿Qué dicen los informes científicos sobre la crisis ecológica?

3. Nuestra mirada desde el ecosocialismo y el ecofeminismo


3.A A qué retos se enfrenta la transición energética
3.B El modelo de transición energética, postulado desde los gobiernos y las
élites económicas no responde a los retos fundamentales planteados en los
informes científicos
Una falsa solución: los macroproyectos de energías renovables
El hidrógeno verde
3.C La mirada ecosocialista-ecofeminista
Algunos verbos obligatoriamente conjugables:
Decrecer
Redistribuir
Desmercantilizar y colectivizar-comunalizar las necesidades
vitales
Relocalizar
Planificar
Formar y empoderar

4. Una transición con todas y para todas


4A.Sostenibilidad ambiental
● Reducción del consumo
● Desarrollo de mecanismos de ahorro y eficiencia
● Energías renovables
● Apuesta por la generación renovable distribuida
● Impulso de la electrificación en todos los sectores en donde sea
conveniente
● Gestión de la demanda
4B.Justicia social con equidad de género
● Pobreza energética, un indicador de la desigualdad, también
feminizado
● Desigualdad de género en el acceso a la energía
● Reconversión de trabajos en la transición y necesidad de una
profunda reforma fiscal
4C. Democracia participativa
● Una inexcusable reordenación del territorio
● Apoyo al desarrollo de iniciativas locales y autogestionadas
● Desarrollo de mecanismos de control directo de las trabajadoras y los
trabajadores
● Utilización de herramientas sociales que faciliten y promuevan la
participación ciudadana

ANEXO 1: El hidrógeno, vector energético


ANEXO 2: Rehabilitación energética de las viviendas y edificios
CITAS, NOTAS FINALES Y DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
ABREVIATURAS
GLOSARIO

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

INTRODUCCIÓN

El objeto de nuestro trabajo es impulsar un proceso colaborativo –entre el mayor


número posible de personas y agentes sociales– para, por un lado, tratar de apuntar
algunas bases o líneas maestras de una transición energética en Euskal Herria para
2030 en clave de sostenibilidad ambiental, justicia social con equidad de género y
democracia participativa, y, por otro, avanzar en el análisis crítico del modelo de
transición planteado por las élites económicas y políticas vascas.
En gran medida es una recopilación de ideas ya formuladas, con alguna aportación
desde el ecosocialismo feminista. Con la intención de facilitar su lectura hemos
optado por incluir al final todas las referencias en las que nos hemos apoyado.
Quisiéramos que fuera una aportación útil para la construcción de redes sociales
(dinámica “Saretzen”) que llevamos años practicando con la más optimista de las
voluntades. Gracias, por tanto, a todas las que estáis delante y detrás de esta
aportación.

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En torno a la transición energética en Euskal Herria
1. Algunos datos sobre el sistema energético en Euskal Herria

◉ Emitimos 9,1 toneladas de CO2 equivalente por habitante/año, aún más que el
promedio de la Unión Europea (7 Tm de CO2 equivalente/habitante/año), lo cual nos
sitúa en ese Norte Global del que forma parte la UE, segunda en el ranking de
emisiones del planeta.

◉ Sobre la evolución en el tiempo de las emisiones de gases de efecto invernadero


(GEI) destaca, como ejemplo, el sector del transporte: sus emisiones se han
duplicado en la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) desde 1990.

◉ Otro aspecto significativo sobre la contribución de Euskal Herria a las emisiones, y


por tanto a la crisis climática, es el protagonismo negativo de Petronor. La gran
refinería de petróleo de Muskiz, es la principal emisora de GEI de Euskal Herria.
Cada año emite 2,3 millones de Tm, una emisión mayor que la de toda Ipar Euskal
Herria.

◉ La huella ecológica es un importante indicador de nuestra forma de vida y


consumo, y de la manera en que afecta al entorno. En el 2019 la de CAPV ha sido
de 4’32 Hag/cap (lo equivalente a 2’65 planetas). El consumo de energía en la
CAPV supone más del 50% de esa huella ecológica.

◉ Es necesario subrayar las dificultades de acceso a la energía que sufre una parte
significativa de la ciudadanía. El número de personas en la CAPV que tuvieron
problemas para mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante los
meses fríos en 2014 fue de 235.526 personas. En 2014 la población afectada por
cortes de suministro de servicios energéticos (incluyendo agua, luz y teléfono) en la
CAPV afectó a 38.255 personas (Informe Ararteko, 2016).

◉ Otra de las consecuencias que nuestro modo de producción y consumo genera es


la artificialización del suelo. Según los datos facilitados por Gaindegia, en 30 años se
ha duplicado la superficie cubierta de cemento o artificializada, pasando de 37.500
hectáreas en 1990 a casi 80.000 en 2018, incluyendo viviendas, polígonos
industriales, centros comerciales, todo tipo de carreteras y otras infraestructuras. A
estas formas de artificialización puede añadirse, también, la política forestal
practicada sobre todo en Bizkaia y Gipuzkoa, centrada primero en el monocultivo del
pino y actualmente en el eucalipto.

Para finalizar este apartado, algunos datos sobre el consumo energético actual en
Euskal Herria:

◉ En 2014 los combustibles fósiles constituían el 78,2% de la energía primaria


consumida en la CAPV y el 74% de la consumida en Navarra. Teniendo en cuenta

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

que estos combustibles fósiles tienen que ser importados, este dato nos habla de la
enorme dependencia energética de nuestro país.

◉ Las energías renovables, hoy en día, tienen una escasa aportación en cuanto a
generación y consumo de energía. Suponen el 14,1% del consumo final -que en el
caso de la CAPV se distribuyen en: biomasa (62,4%); biocarburantes (22,1%);
hidroeléctrica (5,7%); eólica (4,7%); y energía solar, aerotermia y geotermia (5%)-;
frente a un 85,9% de no renovables.

◉ Por sectores, los de mayor consumo de energía en Hego Euskal Herria son el
transporte, seguido por la industria. Entre los dos suman alrededor del 75% de la
energía final consumida.

◉ En la CAPV, el 20,65% del consumo energético corresponde a las pérdidas del


sistema. Por otro lado, al consumo producido en la Comunidad habría que añadir un
33% más debido al consumo oculto –bienes importados– computado en otros
países.

El siguiente gráfico muestra la diferencia entre las emisiones de gases emitidos


directamente en el territorio (línea continua) de cada país y las producidas como
consecuencia del consumo total (línea discontinua). Estas últimas contienen, también, las
asociadas a los bienes de consumo importados. La diferencia corresponde a la
externalización (producción en el exterior del territorio que se consume en el interior del
mismo).

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2. ¿QUÉ DICEN LOS INFORMES CIENTÍFICOS SOBRE LA CRISIS ECOLÓGICA?
◉ El umbral de calentamiento del planeta. Para evitar un cambio climático de
consecuencias catastróficas, el aumento de temperatura a final de siglo no debe
sobrepasar en 1,5ºC la temperatura del inicio de la Revolución Industrial. Un amplio
consenso científico estima que alcanzar o superar los 2ºC generaría procesos
irreversibles. Hay incluso estudios que indican que la activación de algunos bucles
de realimentación positiva, acelerantes de este cambio climático, podrían producirse
antes de alcanzarse ese umbral de +1,5ºC.

◉ Urge reducir las emisiones de GEI. En las últimas décadas las emisiones globales
se han incrementado de manera vertiginosa, y eso sin computar las derivadas del
cambio de uso de la tierra. En consecuencia, la concentración promedio de CO2 en
la atmósfera ha sido en 2020 los 413 '94 ppm, un aumento de alrededor del 150%
respecto a los niveles preindustriales, e incluso con la pandemia, se espera que en
2021 llegue a los 416' 3 ppm. Estas emisiones de gases de efecto invernadero se
deben principalmente al sector de la energía, que en 2015 en la Unión Europea
supusieron más del 75%. Diferentes informes indican que es necesaria una
reducción de emisiones en torno al 7-10% anual para poder alcanzar la
descarbonización total antes del 2050.
◉ El pico de los combustibles fósiles y del uranio. La extracción de los diferentes
recursos materiales (combustibles fósiles, uranio, minerales) suele seguir la misma
evolución. En una primera fase, la extracción aumenta progresivamente hasta llegar
un momento –el pico de extracción– a partir del cual comienza un descenso
inexorable de la extracción. El pico no supone el agotamiento del recurso material,
sino la imposibilidad de aumentar la velocidad de extracción. Además, se relaciona
con el agotamiento de los yacimientos más ricos y accesibles.

% de la energía
Recurso energético Pico de extracción -año-
primaria mundial

Petróleo convencional 2005


33’6
Petróleo 2018

Carbón 2014 27’2

Gas 2020 - 2025 (estimado) 23’9

Uranio 2016 4’4

Total de energías no
2018-2020 89
renovables
Datos de Antonio Turiel (BP 2019)

◉ El pico de los minerales críticos: La Unión Europea ha identificado 27 materias


primas críticas –para las que no existe en la actualidad sustituto viable– que juegan
un papel fundamental en la economía europea, necesarias para la tecnología
renovable, digital, espacial y militar. Al parecer ya se ha rebasado el cénit del oro; el

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

de la plata se daría en esta década; el del cobre (tercer elemento más usado
después del hierro y del aluminio y que, por su gran conductividad eléctrica y por su
estabilidad y ductilidad, es un mineral de difícil sustitución) se producirá, a más
tardar, en la próxima década. Pedro Prieto (2021) señala que «el esfuerzo para
descarbonizar el 100% de la economía actual, con 100% de energías renovables
requeriría multiplicar entre 14 y 22 veces la producción mundial actual de cobre».
Metales escasos, pero de usos múltiples, como el tántalo, indio, galio, germanio,
paladio, cobalto, litio, platino, lantano, terbio, teluro, disprosio o neodimio, presentan
unos picos que, o se han superado ya, o lo serán antes de 2040.
Las plantas solares fotovoltaicas, los parques eólicos y los vehículos eléctricos
requieren generalmente más minerales para construirse que las tecnologías
basadas en combustibles fósiles. Un automóvil eléctrico requiere seis veces más
recursos minerales que un automóvil convencional y una planta eólica terrestre
requiere más recursos minerales que una planta de gas. Desde 2010, la cantidad
promedio de minerales necesarios para una nueva unidad de capacidad de
generación de energía ha aumentado en un 50% a medida que se extendía la
implantación de las renovables. Según la Agencia Internacional de la Energía
(AIE:2021) «la transición para llegar a cero neto mundial para 2050 en las emisiones
de efecto invernadero, requeriría seis veces más insumos minerales en 2040 que en
la actualidad».
◉ Tasa de reciclaje-economía circular: En cuanto a las esperanzas depositadas en la
llamada "economía circular" (recuperación de los componentes utilizados en un
proceso de producción y consumo), las tasas de reciclaje actuales siguen siendo
simbólicas y muy pobres a nivel mundial. Hay estudios que concluyen que sólo el
6% de todos los materiales procesados por la economía global se reciclan y
contribuyen a cerrar el círculo. Además, una economía circular completa va en
contra de las leyes de la entropía. La creciente complejidad de algunos de los
bienes modernos, como los teléfonos inteligentes, con más de 20 elementos raros
diferentes y aleaciones complejas en ellos, y la dispersión global de las unidades,
sumadas a las dificultades geográficas, temporales, sociales, económicas y otras,
hacen muy difícil cerrar los ciclos y devolver a las unidades de reciclaje los
materiales previamente dispersos. Por otro lado, la ingeniería de basurero,
destinada a recuperar materiales desechados en vertederos, es hoy poco más que
una entelequia. En ese mismo sentido, el informe de la AIE (2021) estimaba que
para 2040 las cantidades recicladas de cobre, litio, níquel y cobalto de las baterías
gastadas sólo podrían reducir los requisitos de suministro primario combinado de
esos elementos, en alrededor de un 10%.
◉ Reducción del consumo de energía. Los planes de la UE y de los gobiernos
centran esa reducción en mejorar el ahorro y la eficiencia mediante el uso de más
tecnología. Se olvidan de que no ha habido reducción de ningún tipo en el uso de
energía a nivel global en los más de 150 años de sociedad industrial, a pesar de que
ha aumentado continuamente nuestra eficiencia. Y es que, aunque esa mejora de
la eficiencia haya supuesto una disminución en la intensidad en energía y
materiales, esa disminución se ha visto compensada por el aumento del volumen
del consumo y de la producción (paradoja de Jevons). Modelizaciones del sistema
energético global indican que, para conseguir un escenario de igualdad, las
sociedades más industrializadas deberían reducir su consumo de energía primaria
hasta llegar aproximadamente a 1,2 tep/hab/año, y así permitir que los habitantes
del resto del mundo puedan acceder a una cantidad de energía similar.

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En Nafarroa, por ejemplo, en 2018, ese consumo energético fue algo superior a 3
tep/hab/año. En la CAPV, en 2019, fue similar, de 2,99 tep/hab/año.
En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que el consumo per cápita no se
distribuye uniformemente en la población. Al respecto, véanse los gráficos referidos
al consumo de cuatro grupos de ingresos a escala mundial en 2015 (PNUMA:2020):

Fuente: Emissions gas report 2020 -UNEP-

Las estadísticas oficiales disponibles en Euskal Herria nos hurtan la posibilidad de


analizar un desglose similar al de los gráficos del Programa para el Medio Ambiente
de la ONU. Más aún, las estadísticas oficiales ocultan el diferente grado de
responsabilidades personales y de los grupos sociales, en función de su consumo
real. Disponer de esa información posibilitaría implementar políticas fiscales
idóneas, con visión de género, para eliminar la pobreza energética.

◉ La crisis de la biodiversidad: un millón de especies están acercándose a la


extinción, algunas en el plazo de un año. Las evidencias científicas apuntan que las
especies desaparecerán a mayor velocidad y en mayor cantidad de lo que lo han
hecho en los últimos diez millones de años. En este sentido, la Plataforma
Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES)
alertaba en su informe de 2019 sobre el importante deterioro que está sufriendo la
biodiversidad en todo el mundo.

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

3. Nuestra mirada desde el ecosocialismo y el ecofeminismo

3.A. A qué retos se enfrenta la transición energética

◉ La transición energética en Euskal Herria debe ser capaz de responder a las


cuestiones fundamentales que nos plantean los informes científicos:
¿Cómo reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero? Sin hacernos
trampas y con celeridad, pues ya hay síntomas de que algunos procesos
irreversibles se han puesto en marcha.
¿Cómo hacemos frente, de forma socialmente justa y democrática, a la menor
disponibilidad de combustibles fósiles y de otras materias primas?
¿Cómo paramos la pérdida de biodiversidad, que en cien años ha ocasionado la
extinción de tal cantidad de especies que en condiciones normales se habría
producido en unos diez mil años?

◉ La respuesta a esos retos, no va a venir, como pretenden algunos, de la mano


exclusiva de un cambio tecnológico: ni la fusión nuclear (ITER) va a ser esa fuente
ilimitada y no contaminante de la que se viene hablando desde hace décadas pero
nunca se hace realidad, ni las energías renovables pueden ofrecer el mismo nivel de
prestaciones que han ofrecido hasta ahora los combustibles fósiles, ni la captura y
almacenamiento de carbono pasa de ser un ilusionismo tecnológico con barreras
técnicas, financieras y ambientales difícilmente franqueables, ni el hidrógeno va a
ser la panacea energética para todos los usos no electrificables.

◉ Es imposible, y ya nadie lo pone en duda, que se pueda continuar por la senda del
crecimiento ilimitado en un planeta con límites finitos. A nivel global, el
desacoplamiento entre el crecimiento económico y el uso de diferentes tipos de
recursos (materiales, energía y agua) e impactos ambientales (emisiones de gases
de efecto invernadero, contaminación, pérdida de biodiversidad...) ni se ha dado, ni
se espera que pueda darse.

◉ Es evidente que estamos chocando de lleno con los límites biofísicos del planeta
por lo que la respuesta a las cuestiones fundamentales que hemos señalado no
admite ninguna demora. Hace tiempo que deberíamos de haber corregido el
rumbo, pero ahora es imperativo hacerlo.

3.B. El modelo de transición energética, postulado desde los gobiernos y las


élites económicas, no responde a los retos fundamentales planteados en los
informes científicos

No analizamos las megainfraestructuras (TAV-TAP, Supersur, túnel subfluvial de la


ría de Bilbao...) que, además del despilfarro económico que suponen, están
claramente en contradicción con los objetivos de reducción de las emisiones de
gases invernadero, de una transición energética justa y de una verdadera defensa
de los ecosistemas y de la biodiversidad. Nos centraremos, en cambio, en los
macroproyectos de renovables y en el hidrógeno verde.

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Una falsa solución: los macroproyectos de energías renovables

No hay duda sobre el papel protagonista que las energías renovables tendrán en la
transición energética. Sin embargo, la manera en que se desarrollen va a
determinar el modelo de producción y consumo de energía. El que están impulsando
las instituciones (autonómicas, estatales o europeas) y las grandes corporaciones se
basa en la idea de que basta sustituir con energías renovables –en especial la
fotovoltaica solar y la eólica– la energía que hasta ahora hemos obtenido de los
combustibles fósiles, para la generación de electricidad en grandes centros
captadores (parques eólicos y polígonos solares). Se promociona desde arriba este
simple cambio de origen de la energía, apoyándose en una impresionante campaña
publicitaria bien pintada de verde.

Desde hace más de dos décadas las crestas de nuestros montes y otras
extensiones de terreno rural se han visto ocupadas por complejos eólicos y
polígonos de placas solares fotovoltaicas, sin atender su compatibilidad con los
previos usos necesarios, y sin reportar ninguna mejora a las poblaciones locales.

Los planes actuales proyectan continuar con este modelo de generación de


electricidad, pero multiplicado al máximo, ocupando o cubriendo amplias zonas del
territorio con macroproyectos de mayor tamaño todavía que los desarrollados hasta
la actualidad. Este desarrollo está pilotado por empresas –algunas del oligopolio
eléctrico, otras ligadas a la producción de combustibles fósiles y en proceso de
reconversión– y grandes fondos de inversión internacionales que han penetrado en
diversos sectores productivos como los de la energía, el sector inmobiliario o la
construcción, generándose así un sistema centralizado y controlado por grandes
corporaciones y cuya finalidad fundamental es el beneficio. Como dijo Larry Fink,
consejero delegado de Black Rock, principal gestor de fondos de inversión del
mundo, «la transición climática es una oportunidad de inversión histórica».

Los polígonos solares –que han ido creciendo en extensión hasta alcanzar tamaños
descomunales– ocupan en muchas ocasiones terreno cultivable. Un análisis sobre la
superficie que ocuparían en el Estado Español todos esos proyectos ya aprobados
y los que esperan poder desarrollarse en los próximos años, estima que las nuevas
centrales renovables ocuparán al menos 425.000 hectáreas, frente a las 87.000
hectáreas que preveía el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima
2021-2030), casi cinco veces más territorio de lo que se había previsto.

La electricidad generada en parques eólicos y polígonos solares debe ser


transportada a los puntos de distribución eléctrica por líneas de alta tensión. Éstas
suponen importantes “cicatrices” sobre el terreno al tener que desbrozar una ancha
banda sobre la que discurren. Su multiplicación conlleva afecciones sobre la
avifauna y una importante artificialización y pérdida de calidad de los paisajes.
Además, el transporte a largas distancias implica pérdidas energéticas
considerables.

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

La multiplicación de los proyectos solares y eólicos va a suponer un gran impacto


sobre el medio natural, la biodiversidad, el suelo cultivable y los paisajes naturales.
Una auténtica neocolonización del medio rural del que algunas empresas sacarán el
beneficio, mientras los habitantes de esas regiones apenas obtendrán nada. Una
colonización que se está realizando de forma desordenada, fraccionando proyectos
en otros más pequeños para burlar las normas o ubicando parques eólicos en el
límite mismo de zonas de reserva naturales.

En Euskal Herria, Nafarroa es el territorio donde este tipo de proyectos ha tenido


mayor crecimiento, en especial los parques eólicos. Desde los años 90 hasta el día
de hoy se han instalado en Nafarroa 52 parques eólicos que suman 1.318
aerogeneradores y una potencia global de 1.231 MW. A ellos se agregarán nuevos
proyectos que se localizarán en zonas ya explotadas en la Zona Media y la Ribera, y
que supondrán 1.279 MW y 329 aerogeneradores. De entre todos estos proyectos
destaca el parque eólico La Senda, situado en Azuelo, Aguilar de Codés, Aras y
Viana, donde se prevé instalar los aerogeneradores más altos que se han asentado
nunca en tierra, con una envergadura total de 280 metros.

Otros proyectos eólicos, como el de Sacyr, que se ubicará en la zona norte de Iruña,
en una zona de transición de clima atlántico mediterráneo y arbolados de importancia
(hayas, robles, quejigos, pinares, y otras formaciones boscosas mixtas), ha generado
una oposición por parte de muchas personas de los valles y la implicación de
diversas plataformas (Salvemos Eguesibar Zain dezagun, Esteribarko Gazte
Asanblada, Asociación Pueblos Vivos/Herriak Bizirik de Lizoain-Arriasgoiti). También
en Urbasa los proyectos de la empresa Green Capital Power han generado
oposición vecinal y el posicionamiento de los ayuntamientos de Etxauri, Valle de Ollo
y Cendea de Oltza, por «las afecciones irreversibles que produciría al medio
ambiente».

Respecto a la energía de origen solar, la potencia instalada en Nafarroa en parques


fotovoltaicos (no se computa aquí la potencia instalada por pequeños productores)
alcanza los 142 MW. Los nuevos proyectos que se han presentado hasta la fecha
suman 1.522 MW de potencia y ocuparían 3.124 Ha (más que toda la superficie del
municipio de Iruña). Dos de ellos –dado su tamaño y las zonas que afectan– han
tenido gran incidencia en la opinión pública. Se sitúan en las laderas sur y norte de la
Sierra del Perdón y comparten la característica de situarse en parcelas destinadas
actualmente a la agricultura cerealista de secano, con una gran productividad. El
proyecto completo supondría cubrir de paneles solares prácticamente todos los
terrenos cultivables de esos pueblos. Se trata de verdaderos “latifundios solares” que
amenazan con destruir una parte importante del terreno agrícola de sus territorios.
Por ello, vecinos y vecinas de las localidades afectadas, han empezado a reunirse y
han formado la plataforma Salvemos El Perdón 4.0.

También en la CAPV -aunque con menor intensidad- se han desarrollados grandes


parques eólicos (Badaia 50 MW, El Abra 10 MW, Elgea 24 MW Ampliación 2,5 MW,
Elgea-Urkila 32 MW, Oiz 25 MW Ampliación: 8,5 MW) con un total de 150 MW de
potencia. Hay nuevos proyectos para su ubicación en Azazeta (Ribera Alta), con una

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potencia de 40 MW; Montes de Iturrieta (Arraia Maeztu), de 75 MW; Arkamo (Oion),
de 95 MW; y Labraza (Arraia Maeztu y Bernedo), con una potencia de 40 MW.
Respecto a la energía solar existe una instalación en Arasur (Ribera Baja) que cubre
55 Ha y cuenta con 67.000 paneles solares), siendo su potencia 24 MW. Iberdrola
lidera un proyecto que sería el mayor parque solar del País Vasco en Ribaguda
(Araba) y que ocuparía 100 Ha e instalaría 250.000 placas solares.

Los numerosos movimientos críticos con estos macroproyectos han formado


ALIENTE (Alianza Energía y Territorio), donde ciento cuarenta entidades han
confluido para plantear una moratoria a los proyectos, un debate social y una
planificación democrática del desarrollo de las renovables que contemple otras
alternativas.

El hidrógeno verde

El Gobierno Vasco avala de manera acrítica y entusiasta el proyecto de corredor del


hidrógeno liderado por Petronor, que se llevaría una buena parte de los Fondos
Europeos (Next Generation EU). Parece cada vez más claro que esa cantidad de
dinero tiene como objetivo principal, más que la sostenibilidad ambiental, la ayuda
financiera pública a una empresa privada, con problemas de rentabilidad y
supervivencia de muy difícil solución. No olvidemos que se trata de la empresa que
más CO2 emite de toda Euskal Herria. La apuesta por el hidrógeno verde en Euskal
Herria hay que enmarcarla en la apuesta europea por este vector energético, y no
“fuente de energía”, como a veces erróneamente se le denomina. Téngase en
cuenta que, en el proceso de producción de hidrógeno verde, se gasta más energía
que la que el hidrógeno resultante puede aportar, y que el desarrollo de su
tecnología es aún inmadura. En el anexo 1 ampliamos la información.

La Unión Europea ha apostado por el hidrógeno como ninguna otra potencia, y llama
la atención la magnitud de la apuesta. No era la única alternativa, pero algunos
datos pueden hacernos entender el por qué de esta opción. El lobby del hidrógeno
ha declarado haberse gastado 58’6 millones de euros anuales en tratar de influir en
la elaboración y decisión de las políticas europeas, aunque se sospecha que el
gasto ha sido aún mayor. Hay otras alternativas mejores y con tecnologías más
maduras, como aproximar la generación al consumo o apostar por el ahorro de
energía. Alternativas dirigidas a reducir la demanda más que a sobredimensionar la
oferta.

El hidrógeno verde podría servir para algunas aplicaciones concretas, pero siempre
a escala ajustada y producido en instalaciones cercanas a los puntos de consumo y
con el fin de satisfacer la demanda, no creando oferta para luego confiar en el
mercado.

Con los datos actuales se plantean tres posibles escenarios:

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

◉ ESCENARIO 1: La apuesta sale mal. Las limitaciones físicas hacen que la


tecnología del hidrógeno verde no “madure” tanto como se preveía y se quede en
una vía muerta. Situación parecida a la ocurrida con los agrocombustibles, por
ejemplo. Recordemos que actualmente solo el 0’1% del hidrógeno producido es
verde –por ser más caro– y que el Bank of America publicó que para ser competitivo
debe abaratarse en un 85%.
Es el escenario más probable, por las dificultades físicas: pérdidas energéticas de
hasta el 50% en la electrólisis, a las que hay que añadir pérdidas totales de más del
90% si se usa directamente el hidrógeno en motores, o de más del 75% en las pilas
de combustible; gasto energético para almacenarlo, normalmente a una presión de
750 atmósferas, para lo cual hay que refrigerarlo previamente; pérdidas durante el
almacenamiento, que pueden ascender a la mitad; y por último, una alta corrosividad
–forma hidruros–, que debilita los materiales de conducción.
En este escenario habremos perdido un tiempo precioso, y miles de millones de
euros. Dinero en subvenciones malgastadas y en nueva deuda generada. ¿Y quién
se hará cargo de esa deuda? Sabiendo cómo funcionan las “colaboraciones
público-privadas”, los beneficios siempre son privados, pero las pérdidas siempre
acaban siendo públicas. Como precedentes, ahí tenemos en el Estado Español el
rescate bancario, la moratoria nuclear y el déficit de tarifa eléctrica entre otros.
Ante esta fundada posibilidad, ¿hay preparado un plan B?

◉ ESCENARIO 2: Se logra producir un hidrógeno verde viable, pero no hay


soberanía energética, luego las grandes empresas propietarias tienen un producto
para poner en el mercado al mejor postor. ¿Nos habremos convertido en una colonia
energética?
Por otra parte, mirando las infraestructuras de hidroductos planificadas y los planes
de los países centroeuropeos, todo hace pensar que ese hidrógeno será exportado a
países como Alemania. ¡Es el mercado, amigos!

◉ ESCENARIO 3: Se logra producir un hidrógeno verde comercial y, además,


tenemos soberanía energética para decidir qué hacer con él.
Aún en esta situación hay problemas por resolver. Ya sea en megaparques o en
pequeñas instalaciones eólicas y solares distribuidas, éstas tienen un tiempo de vida
de menos de treinta años. Pasado ese período habría que sustituirlas, pero está en
duda si contaremos con los materiales necesarios. En caso de no ser posible habría
menos producción de electricidad y posiblemente menos producción de hidrógeno
verde. Se podría entrar en una espiral decreciente. Pues, como indicamos, el
problema del hidrógeno es que se necesita electricidad para producirlo, y que en el
proceso se pierde hasta la mitad de esa energía.

Recientemente Antonio Turiel ha calculado la producción de energía eléctrica


necesaria para que pudiera funcionar con hidrógeno el sector del transporte en
Europa: en un escenario realista la producción de energía renovable debería

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multiplicarse por 4’5. ¿Habrá materiales para instalar y sustituir periódicamente las
instalaciones de energías renovables?

3.C. La mirada ecosocialista-ecofeminista

Estamos viviendo un cambio civilizatorio, y los retos que esta situación nos exige
precisan de un enfoque sistémico que nos aleje de las perversas lógicas del
capitalismo y su tecnolatría. En consecuencia, necesitamos proyectar programas
políticos, económicos y sociales alternativos al modelo actual y, en nuestra opinión,
eso requiere una mirada ecofeminista que algunas feministas bien conocidas nos
ayudan a recordar:

«Estamos sufriendo una crisis del proceso de reproducción de la vida cotidiana muy intensa, muy
crítica […]. Es una crisis de época: se está bajando la esperanza de vida» (Silvia Federici).

«Estamos viviendo un momento de verdadera guerra contra la vida. Lo que llamamos desarrollo, se
construye directamente en contra de las bases materiales que sostienen la vida […]. Somos
naturaleza y eso significa que debemos asumir que somos parte de un entorno físico que tiene
límites […]. No solo somos seres ecodependientes, sino que somos seres interdependientes. Es
decir, cada persona, desde que nace hasta que muere, depende absolutamente de que haya otros
seres humanos que cuiden de ese cuerpo vulnerable en el que vivimos. Vivimos en la naturaleza y
vivimos en nuestro cuerpo, que envejece, que enferma, que tiene que ser cuidado. En el caso de las
sociedades patriarcales, han sido mayoritariamente las mujeres quienes se han ocupado de
sostener los cuerpos […]. Son sujetos subordinados e invisibilizados, encargados de sostener la
vida dentro de un sistema que la ataca».

«El ecofeminismo se centra en la tarea de deconstruir los mitos y las creencias que nos han llevado
a esta situación […], como la noción de producción, la idea del crecimiento ilimitado, el tema del
individualismo y la falsa independencia, la patologización de la dependencia…»

«Esto implica hacerse tres preguntas: ¿cuáles son las necesidades que hay que satisfacer para
todos y todas?; ¿cuáles son los bienes que hace falta producir?, y, por último, ¿cuáles son los
trabajos socialmente necesarios? Cuando lo pensamos desde el punto de vista de las necesidades
damos valor a algunas tareas que ahora mismo están subvaloradas e invisibilizadas y quitamos de
esa mirada prioritaria muchas otras actividades que ahora mismo se manifiestan como dañinas. Y
esto hay que hacerlo con procesos de transición adecuados, porque las muchas personas que
trabajan en esos sectores tienen que ser protegidas y reincorporadas en el metabolismo social con
funciones que no sean destructivas, sino que puedan ayudar a la recomposición».

«Colocar la vida en el centro significa dar prioridad política a cosas muy diferentes. Significa pensar
en la seguridad como el blindaje de la satisfacción de las necesidades, implica priorizar y repartir no
solamente la riqueza, sino todos los trabajos y todas las obligaciones que comporta el
mantenimiento de la especie. No somos solo las mujeres quienes tenemos que sostener
cotidianamente la vida. Si nadie puede vivir sin cuidados, nadie debe poder vivir sin cuidar. Y los
hombres y las instituciones se tienen que responsabilizar de ello».

«Pensar el mundo de un modo ecofeminista implica pensar en el marco de los derechos. Además de
existir derechos individuales […], si los derechos no son universalizables, en realidad legitiman un
sistema de privilegios que directamente expulsa de la vida, o expulsa a sus márgenes, a las
mayorías sociales que no pueden llegar a los mínimos» (Yayo Herrero).

«Al poner en el centro los procesos de sostenibilidad de la vida, la economía feminista, identifica la
tensión fundamental del capitalismo: la contradicción entre el proceso de acumulación de capital y
los procesos de reproducción de la vida. Para la producción, las condiciones de vida son una
variable de ajuste y la reproducción de la mano de obra es un coste; para la reproducción el objetivo
son las condiciones de vida y la producción de mercancías es un medio. Hay una tensión estructural
e irresoluble entre el capital y la vida» (Amaia Pérez Orozco).

La transición energética que pretendemos analizar –físicamente inevitable, pero con


un contenido en disputa– deberá encuadrarse en este marco de crisis civilizatoria,
intentando extraer lo mejor de estas aportaciones ecofeministas.

-16-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

Algunos verbos obligatoriamente conjugables

A nuestro entender una transición realizable en el marco de los límites finitos del
planeta y socialmente justa y democrática, supone necesariamente un cambio
urgente y global de paradigma, de tal manera que esta tendría que ser la década
para necesariamente:

◉ DECRECER en la esfera material de la economía. Tal como se ha señalado, tanto


la urgente reducción de las emisiones de GEI, como la necesidad de la transición
hacia energías renovables exigen una fuerte reducción de la demanda final de
energía, así como de la transformación y el transporte de materias en los países del
Norte Global. Ecologistas en Acción (2015) señala que «en el año 2050 se debería
consumir aproximadamente un tercio de la energía final de 2015 y un 27% de la
energía primaria». Como afirma Antonio Turiel, «vamos a vivir, sí o sí, una situación
de descenso energético y, por tanto, de descenso material […]. Está en discusión la
cantidad total que pueden aportar las renovables, pero ya nadie cuestiona que no
nos van a permitir seguir creciendo».
Esa reducción debería afectar a una serie de actividades inútiles (la publicidad),
dañinas (la producción de armas) e insostenibles (la fabricación de vehículos
individuales o los masivos desplazamientos en avión), y debería acompañarse del fin
de la obsolescencia programada de productos. Es cierto que algunos países
intentarán seguir creciendo, pero, en un marco en el que el total a repartir disminuye,
ese crecimiento solo se producirá a costa de otros, principalmente aumentando la
deuda ecológica con los países del Sur Global e hipotecando el futuro de las
siguientes generaciones. Y en ese potencial “sálvese quien pueda” mandaría sin
duda el egoísmo, “la ley del más fuerte” y no la cooperación, la solidaridad o la
fraternidad.

◉ REDISTRIBUIR de forma radical y multidimensional la riqueza (también la tierra y


la propiedad privada), los diferentes trabajos (productivos y reproductivos) y los
derechos para todas las personas (regularización de la población inmigrante…)
(Amaia Pérez Orozco, 2020).

◉ DESMERCANTILIZAR Y COLECTIVIZAR/COMUNALIZAR las necesidades


vitales. La prioridad de los poderes públicos no debe ser, como ahora, la de poner la
“alfombra roja” a las corporaciones privadas para que éstas derramen algo de sus
beneficios en el conjunto de la sociedad, sino la de proteger y cuidar a las mayorías
sociales, desarrollando un sistema de cuidados público, digno, gratuito y universal,
potenciando las redes públicas de servicios básicos (sanidad, educación,
cuidados…), e impulsando políticas dirigidas a garantizar a toda la población el
acceso a necesidades tan vitales como la alimentación, agua, energía, vivienda…
Para ello, deben fortalecer las redes e iniciativas público-comunitarias, así como las
ricas y diversas experiencias que promovidas desde la propia sociedad están

-17-
construyendo ya embriones de ese nuevo paradigma hacia el que queremos
transitar (experiencias ciudadanas de generación renovable local y compartida…).

◉ RELOCALIZAR. «Por sostenibilidad, por mayor control democrático, para construir


responsabilidad colectiva» (Amaia Pérez Orozco, 2020) y por una mayor cohesión y
equilibrio territorial, muy necesaria en una Euskal Herria con fuertes desequilibrios:
«Uno de cada cuatro municipios de Navarra se encuentra en riesgo extremo de
despoblación».
Antonio Turiel indica que «la caída de la disponibilidad total de energía va a
favorecer un proceso de relocalización, de la misma manera que la abundancia de
petróleo favoreció la globalización».

◉ PLANIFICAR. El mercado capitalista, basado en la competencia ciega y en el


beneficio a corto plazo no es capaz de afrontar ni de liderar un cambio tan profundo
como el que se necesita. La lucha contra la pandemia lo ha puesto también de
manifiesto.
Es imprescindible una planificación democrática y socialmente justa de la
reconversión de los sectores productivos; del desarrollo de las renovables para que
se ajusten a la capacidad de acogida de cada territorio; de los posibles periodos de
falta de energía y materiales; de los sectores de difícil electrificación como el
transporte marítimo, la maquinaria pesada, el transporte aéreo, la mecanización
agrícola; del reparto del empleo disponible y de la distribución de los trabajos que
soportan la vida…

◉ FORMAR Y EMPODERAR a la ciudadanía y a las comunidades, en derechos y


deberes, es la mejor garantía para que la transición se haga en beneficio del medio
ambiente y de las mayorías sociales.

No parece posible avanzar hacia ese cambio de paradigma sin confrontación con las
elites en el poder. Por ello, defendemos una disputa basada en la desobediencia
civil y el apoyo mutuo, esto es, practicada por una ciudadanía movilizada que se
oponga a los proyectos biocidas y exija cambios radicales. Hay que tener en cuenta
que van a ser tiempos convulsos y de hegemonías inestables, con grandes riesgos,
pero también con oportunidades para que, lo que hoy parece políticamente
imposible, mañana sea posible.
Y para ello, es más necesario que nunca reforzar la cooperación y el intercambio
entre quienes, desde diferentes puntos de vista y experiencias, estamos apostando
por ese cambio radical de modelo. Consideramos que un paso en esa dirección
podría ser la conformación de una "red de redes a favor de la vida" (a la que
denominamos “dinámica SARETZEN”), una vida digna para todas las personas, en
el marco de una sociedad reconciliada con la naturaleza.

La transición energética supondrá un esfuerzo enorme y exigirá una inversión de


recursos materiales y financieros sin precedentes. Por eso, para hacer realidad esa

-18-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

transición, habría que promover un “Plan Vasco para el decrecimiento justo”


liderado, planificado y financiado básicamente desde lo público-comunitario (y no
desde el mercado y desde la lógica del beneficio privado a corto plazo) y con una
fuerte presencia de la sociedad civil de ámbito local-comarcal.

-19-
4. Una transición con todas y para todas
Sin ánimo, ni posibilidad de recoger la totalidad de las ricas experiencias existentes,
ni hacer un recetario exhaustivo de medidas concretas, nos atrevemos a señalar los
principios fundamentales y algunas de las líneas maestras más significativas que
podrían orientar esa transición.
4.A. SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL 
«Asistimos a un agotamiento creciente de los recursos naturales (escasez de
agua potable, inminente final de la era del petróleo barato, escasez creciente de
minerales estratégicos, colapso de pesquerías, deforestación…), a una evidente
degradación de los ecosistemas (pérdida acelerada de la biodiversidad,
contaminación del suelo y de las reservas hídricas, degradación o
sobreexplotación de los servicios aportados por los ecosistemas…) y a una
alteración-deterioro sin precedentes de los equilibrios naturales, no sólo en el
ámbito local o regional, como en el pasado, sino también por primera vez en el
sistema ambiental global, cuya manifestación más evidente es el cambio
climático» (III Encuentros Ecosocialistas Internacionales, Bilbao 2016).

Cuando hablamos de sostenibilidad queremos hacer hincapié en la necesidad de


respetar los límites: climáticos (descarbonización para evitar una alteración
irreversible); energéticos (declive de los combustibles fósiles); materiales (las
materias primas finitas a utilizar en las energías renovables); territoriales (la
ocupación del territorio tiene que ser compatible con otros usos estratégicos
vinculados a la agroecología, el ciclo del agua…).

Sin embargo, el modelo energético basado en los combustibles fósiles,


asentado en el incremento constante del consumo, ha estado en la base del mito del
crecimiento ilimitado tan necesario para el desarrollo del capitalismo. Ese modelo,
en menos de dos siglos ha dilapidado la mayor parte de las reservas de
combustibles fósiles acumuladas durante muchos millones de años.

Euskal Herria es un claro ejemplo de ese incremento constante del consumo de


energía, con los pequeños paréntesis de las sucesivas crisis económicas y la
sanitaria actual –COVID19–:

-20-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

Evolución consumo de energía primaria (Tep) en Nafarroa

Ese modelo es, además, un modelo muy centralizado, lo que contribuye aún más al
derroche de energía. Como afirma Daniel Tanuro «es absurdo producir de forma
centralizada una energía de alta calidad que luego se transporta a larga distancia
para alimentar usos en los que sería más racional recurrir a una energía de menor
calidad, y producida localmente».

Algunas de las bases de una transición respetuosa con los límites:

Nuestras facturas solo reflejan un tercio de la que realmente gastamos

◉ Reducción del consumo. Los planes energéticos deberían establecer la


cantidad máxima de energía a consumir por persona/año, es decir: un "techo
energético” para tener una vida digna dentro de los límites impuestos por el planeta
–sin lesionar el mismo derecho de otras personas– y adaptado a las posibilidades
biofísicas de Euskal Herria. Ese techo podría ser el ya citado de 1,2 tep/hab/año.

-21-
A la hora de contabilizar ese techo no hay que perder de vista el concepto –y el
cálculo– de la “huella energética”, esto es, el consumo de energía primaria usada
en todo el mundo para satisfacer nuestra demanda final interior (consumo privado,
público e inversión) de bienes y servicios.

◉ Desarrollo de mecanismos de ahorro y eficiencia energética, que deberían


acompañarse de medidas que eviten el efecto rebote, tales como el establecimiento
de límites decrecientes en el consumo energético.
En este ámbito una medida de gran importancia es la rehabilitación energética de
las viviendas. En Hego Euskal Herria hay 1.160.000 viviendas (CAPV: 904.200 y
en Nafarroa: 256.400). La mayoría de ellas son energéticamente deficientes o muy
deficientes. La rehabilitación, además de conseguir la reducción del consumo de
energía, tendría también un impacto positivo sobre el bienestar, las condiciones de
vida, la salud de las personas –en especial de los sectores más desfavorecidos y
vulnerables–, el empleo, y en la obligada erradicación de la pobreza energética.
Además, siguiendo los estándares de construcción ecológica, se deben construir
viviendas energéticamente eficientes, de bajo consumo y autosuficientes, con la
utilización de energías renovables. Mediante la rehabilitación se replantean también
los usos de consumo energético tanto comunitarios (instalación de equipos
automáticos, sistemas de regulación y control en calefacción y aire acondicionado,
etc.) como individuales (desarrollo de hábitos de consumo responsable, contadores
inteligentes, electrodomésticos de bajo consumo…).
La financiación pública será fundamental (además de incentivos económicos y
fiscales) para posibilitar el acceso a esta rehabilitación a los sectores más débiles
socioeconómicamente, cuyas viviendas suelen estar en situación más precaria.

◉ Energías renovables, que sustituyan el actual modelo basado en fósiles,


mediante una planificación que permita compatibilizarlas con la protección de la
biodiversidad y con la soberanía alimentaria. Conviene remarcar que las fuentes
renovables no serán suficientes para mantener el actual consumo energético y que,
en consecuencia, por primera vez en la historia, la transición va a desembocar en un
escenario con menor disponibilidad energética respecto al actual.

◉ Apuesta por la generación renovable distribuida, lo que supone una


producción de energía con sistemas más pequeños que los actuales y distribuidos
por todo el territorio. Esta forma de generación y consumo energético ofrece
numerosas ventajas: aproxima la producción al consumo, evita pérdidas de energía
(entre un 2% y un 6%) al suprimir el transporte (líneas de alta tensión) y el impacto
que esas líneas producen en el territorio. Así mismo, la generación distribuida puede
proporcionar un beneficio económico, energético o social para sus usuarios si la
energía no consumida se vierte a la red. También hay que destacar el hecho de que,
al acercar la producción al consumo, se facilita la implicación y control de la
ciudadanía en la gestión energética.

-22-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

◉ Impulso de la electrificación en todos los sectores en donde sea conveniente


(ferrocarriles, algunos servicios de transporte, algunas actividades económicas...).
Sin olvidar, empero, que, tal como señala Antonio Turiel (2021), «la electricidad es
una forma de energía muy especializada y de alto valor añadido, pero solamente útil
para ciertos usos, por lo que en los países “desarrollados” supone sólo un poco más
del 20% del consumo de energía final. Y que la renovable no eléctrica, la que
aprovecha, por ejemplo, la fuerza mecánica del agua y del viento para mover, forjar,
trabajar… tiene una eficiencia mucho más alta que la electricidad y es, por sus
características, una energía muy distribuida que facilita la vertebración equilibrada
del territorio».

◉ Gestión de la demanda. El actual sistema energético del capitalismo, basa su


planificación en el principio de que tiene que asegurar el suministro de energía en
todo momento, sea cual sea la demanda. Para ello ha desarrollado grandes
infraestructuras de producción, transporte, distribución y almacenaje (y gestionadas
por oligopolios, directamente conectados al poder político).
Frente a este modelo –de grandes impactos ambientales y alto coste energético y
económico– es necesario otro de adecuación del consumo y a la disponibilidad de
los recursos.

4.B. JUSTICIA SOCIAL CON EQUIDAD DE GÉNERO


«[…] En esta fase neoliberal del capitalismo, el modelo de producción y consumo
imperante ha creado una sociedad global enormemente injusta y desigual, en la
que el sobreconsumo, el despilfarro y el enriquecimiento de unos pocos hunden
sus raíces en la escasez y en la pobreza de la mayoría, así como en la
incautación de los tiempos que, en estas sociedades patriarcales,
mayoritariamente las mujeres, dedican a la reproducción social y a la gestión
cotidiana del bienestar. Una sociedad en estado de EMERGENCIA SOCIAL como
consecuencia del paro, la precarización, la destrucción de derechos sociales y
laborales, la erosión de los servicios públicos y de la protección social con la
consiguiente transferencia del cuidado a los hogares y la privatización de los
bienes comunes» (III Encuentros Ecosocialistas Internacionales, Bilbao 2016).

El vigente modelo energético fósil no tiene como objetivo fundamental la


satisfacción de las necesidades básicas del conjunto de la población, sino el
beneficio privado y la acumulación ilimitada del oligopolio energético a costa de los
intereses de las mayorías sociales y del medio ambiente. Conviene recordar que,
por ejemplo, Iberdrola, fue expulsada de Bolivia y Guatemala, por la mala calidad
del suministro eléctrico, por encarecer la factura y por no garantizar el acceso a los
sectores más desfavorecidos.

La pobreza energética es la evidencia de un modelo que deja a una parte


considerable de la población sin acceso ni garantía a un servicio esencial como el
de la energía.

-23-
Pobreza energética, un indicador de la desigualdad, también feminizado.

El acceso universal a los suministros básicos de agua y energía debiera ser un


derecho fundamental de todos los seres humanos; garantizarlo es una cuestión de
justicia social y ambiental global. Sin embargo, en el mundo, este acceso no está
asegurado para millones de personas, no solo en el llamado Sur Global, sino
tampoco en nuestro entorno.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE, 2012), en el mundo hay más de


1.300 millones de personas sin acceso a la electricidad y 2.600 millones no tienen
acceso a cocinas eficientes y limpias. En la Unión Europea, el Comité Económico y
Social Europeo estimó que la pobreza energética afectaba a más de 50 millones de
personas, que tenían dificultades para abonar las facturas.

En la CAPV declaran tener recursos insuficientes para pagar las facturas de luz y
gas, o las bombonas de butano o propano, un total de 72.666 familias, el 8% del
total, según la Encuesta de Familias y Hogares Vascos elaborada por el
Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco (2019).
El estudio realizado por IEB-Universidad de Barcelona (2017), señala que un 6,9%
de los hogares navarros se encontraba en 2017 en situación de pobreza energética,
es decir, unos 17.900 hogares.

Las causas de la pobreza energética forman un perverso “triángulo de las


Bermudas”: el precio de la energía, el nivel de renta de las familias y la calidad de la
vivienda que habitan.

El primer lado del triángulo lo constituye la subida imparable de los precios de los
suministros de gas y electricidad. Según el Ente Vasco de la Energía (EVE), la
factura energética en el sector residencial se ha incrementado muy por encima de
otros parámetros económicos, puesto que ha pasado de 718 € por hogar/año, en
2007, a 1.002 € en 2019. El oligopolio energético, en connivencia con el poder

-24-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

político, ha creado un modelo de servicios básicos opaco, inaccesible a la


ciudadanía y que antepone los beneficios económicos a los derechos humanos. El
siguiente lado es la reducción de la renta familiar, que ha generado el
empobrecimiento de amplios sectores de la sociedad, una situación que se
agudizó a raíz de los peores años de la crisis económica. La baja eficiencia
energética de las viviendas es el tercer lado del triángulo e incide también muy
negativamente en la vida de las personas. El estado de deterioro y la falta de
aislamiento térmico determinan que el coste necesario para mantener el hogar a
una temperatura adecuada sea muy elevado e inasumible para sus moradores.
Además, el parque de viviendas del País Vasco es de los más antiguos del Estado y,
por tanto, de los más ineficientes.

Las personas en situación de precariedad sufren adversas consecuencias, como


cortes de suministro y la generación de deudas, al no poder pagar las facturas.
Según el informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) de abril de 2016,
la pobreza energética se asocia a un 30% de la tasa de mortalidad adicional en
invierno (a nivel estatal 7.200 muertes anuales), a enfermedades causadas por el
frío (problemas respiratorios, circulatorios o riesgo de hipotermia), problemas
psicológicos, riesgo de exclusión social y dificultades para una alimentación
adecuada.

La energía debe ser tratada como un bien común y un derecho humano


fundamental; en consecuencia, debe garantizarse su acceso universal. En la
transición que postulamos sería necesario:
● Reconocer en nuestro ordenamiento jurídico el derecho a una energía
asequible, renovable, sostenible para todas y todos.
● La reapropiación pública de estos servicios básicos. Hay que subrayar la
importancia del control público de la red de distribución, ya que las empresas del
oligopolio son las que ejecutan los cortes de suministro. Para ello, al igual que con
otros servicios considerados esenciales (agua, salud, cuidados, educación, vivienda,
etc.), habría que transitar hacia un modelo en el que las infraestructuras energéticas
sean de titularidad pública y/o público-comunitaria, y la gestión se lleve a cabo
preferentemente por entidades público-comunitarias y cooperativas sin ánimo de
lucro. En el Estado español las empresas del oligopolio eléctrico, acaparan en la
actualidad más del 90% de la actividad de distribución, y por lo tanto, de las
retribuciones, lo que les da un enorme poder económico e influencia política. Por
último, el control de la distribución es esencial, puesto que las empresas
distribuidoras determinan las condiciones y otorgan los puntos de conexión de las
nuevas instalaciones. 
● Implementación de precios sociales de electricidad y gas para todos los
hogares de bajo poder adquisitivo, estableciendo una tarifa social, en función de la
renta, y que se otorgue de manera automática, evitando trámites burocráticos, así
como la prohibición generalizada del corte de suministro por impago, y asunción por
parte de las empresas de la deuda atribuida a las usuarias
● La rehabilitación energética de las viviendas comportaría importantes
reducciones del consumo energético y la mejora significativa del bienestar y la salud
de las personas.

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Desigualdad de género en el acceso a la energía
Tambien el acceso y la disposicion de la energia se asienta en un modelo en el que
su sujeto central y hegemonico es el BBVAH (blanco, burgués, varón, adulto y
heterosexual) y que, por tanto, margina de manera especial a las mujeres y, en
general, a los colectivos más vulnerables.

El tránsito hacia la equidad social y, particularmente, hacia la equidad de género


demanda situar en el centro del modelo energético a la población vulnerable, lo que
supone que «las medidas que dicha población requiere se consideren el límite
mínimo de seguridad para toda la población». Una herramienta inicial hacia esa
equidad es la presencia paritaria de las mujeres en los centros de decisión, ya que
tanto en los consejos de administración de las empresas energéticas como en las
instituciones públicas concernidas esa presencia sigue siendo muy minoritaria. Por
ejemplo, la Comisión para la Transición Energética puesta en marcha por el
Gobierno de Rajoy en 2018, estuvo integrada por 14 expertos que eran todos
hombres y en 2020 en la Comisión de Transición Ecológica, responsable de dar su
punto de vista sobre la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, a
propuesta de los grupos parlamentarios, intervinieron 15 expertos, de los cuales
solo dos fueron mujeres.

La precariedad energética incide en mayor grado en las mujeres, debido


principalmente a la feminización de la pobreza y al reparto desigual de las tareas
domésticas y de cuidado, en un marco más general de precarización de las
condiciones laborales y recortes en servicios y ayudas públicas.
En estos ámbitos de cuidados y tareas domésticas las mujeres asumen en gran
medida las mayores cargas, así como la lucha burocrática con empresas y
administraciones para defender unos suministros dignos.
Las conclusiones del estudio “Desigualdad de género y pobreza energética. Un factor
de riesgo olvidado” (Ingeniería sin Fronteras, 2017) indican que existe una clara
dependencia económica de la mujer respecto al hogar o núcleo familiar que puede
tener como consecuencia la pervivencia de situaciones de violencia y abuso, y hace a
las mujeres menos autónomas y más vulnerables. También concluye que la
precariedad en los servicios básicos -como los de la energía- afecta en mayor medida
a quien vive más ligado a las actividades de cuidados y del hogar que son, hoy por
hoy, mayoritariamente las mujeres.
Los colectivos más vulnerables son las familias monomarentales, las mujeres
jubiladas y las que se dedican a tareas domésticas, las trabajadoras del sector del
servicio doméstico y las mujeres migrantes.
Así mismo, señalan que durante el 2015 el número de mujeres que se acercaron a los
Centros de Servicios Sociales de Barcelona fue netamente mayor que el de hombres.
El estudio “Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética. Nuevos enfoques de
análisis” (Asociación de Ciencias Ambientales, 2016), demuestra que el riesgo de
sufrir pobreza energética es claramente superior en el caso de familias
monoparentales, de las cuales más de un 80% están formadas por mujeres. El
estudio “Feminización de la pobreza en Madrid” Proyecto FEMENMAD establece
conclusiones similares.
Prueba de la importancia de la desigualdad de género como elemento de
vulnerabilidad es que el Ayuntamiento de Barcelona lo ha incluido en la Estrategia
contra la Feminización de la Pobreza. En ella encontramos un apartado exclusivo para
la pobreza energética.

-26-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

Reconversión de trabajos en la transición y necesidad de una profunda


reforma fiscal.

La reconversión de algunos sectores, como consecuencia de la transición


energética, no puede hacerse sobre las espaldas de las trabajadoras y trabajadores,
añadiendo más paro y precarización. Para ello, es imprescindible: 1) una reforma
fiscal verde y progresiva; 2) la reconversión de sectores más dependientes de los
combustibles fósiles, o los más afectados por el declive en la disponibilidad de
energía y materiales..., que debe ir acompañada de planes de recolocación, así
como de reducción del tiempo de trabajo; 3) que los nuevos empleos generados en
la transición (sectores renovables, rehabilitación energética de viviendas,
agroecología…) posean todas las garantías y derechos laborales; y 4), crear un 
Fondo Solidario para la Transición Energética que atienda a las personas que tras la
reconversión no han encontrado todavía trabajo, para asegurar un ingreso suficiente
a todas las personas.

4.C. DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

«[…] Esta situación de choque frontal con los límites biofísicos del planeta y de
impresionante retroceso en derechos laborales y sociales, y de enorme injusticia
social, sólo puede imponerse negando la capacidad de decisión de los pueblos
para autogobernarse en defensa de los derechos de sus ciudadanos y con menos
democracia (desinformación, dictadura de los mercados, gobiernos de tecnócratas
no elegidos, cambio exprés de la constitución española, incumplimiento
sistemático de las promesas electorales, intervencionismo abierto de la Troika
europea en los países rescatados), con la extensión del miedo (“La doctrina del
shock”), la desinformación de los mass media, el engaño y la mentira de los
gobiernos, y, cuando todo eso no es suficiente, con el aumento de la represión».
III Encuentros Ecosocialistas Internacionales, Bilbao 2016.

Un modelo controlado por grandes corporaciones

El modelo energético fósil actual se caracteriza por su gran dependencia (en


Euskal Herria se importa más del 80% de la energía que se consume, llegando en la
CAPV al 91,7%); por su concentración, esto es, por ser propiedad de unas pocas
grandes corporaciones que son quienes deciden las cuestiones fundamentales en
torno a la producción y gestión de la energía; por la falta de transparencia en el
acceso libre a la información; y por una prácticamente nula participación de la
ciudadanía en la toma de decisiones.

Algunas de las características de las fuentes de energía renovable (alta modularidad


y gran reparto geográfico) abren la puerta a una menor dependencia del exterior,
facilitando la democratización del sector energético y el control social del nuevo
modelo energético por parte de la ciudadanía, que debiera incluir el derecho a
decidir de las comunidades locales ante los megaproyectos que les afectan
directamente. En definitiva, se puede avanzar hacia la soberanía energética,
entendida no como mero “autoabastecimiento”, sino como un modelo energético a
construir como consecuencia de una planificación democrática. Hablamos de una

-27-
soberanía que debe desarrollarse fundamentalmente de abajo arriba, ya que
encarna un cambio de modelo social en donde la ciudadanía adquiere el
protagonismo y la capacidad de decidir, apoyándose en la educación y la
información.

Estas serían algunas de las bases de ese escenario de soberanía energética, de


participación y decisiones democráticas:

◉ Una inexcusable reordenación del territorio, que priorice la gestión


descentralizada, el enfoque de género y la participación ciudadana.

El actual modelo territorial impulsado por las élites y las instituciones bajo la marca
“Euskal Hiria”, en el caso de la CAPV, se caracteriza por ser un modelo con una
perspectiva básicamente urbana, que gira sobre todo alrededor de las ciudades y
que considera, en la práctica, al resto del territorio como la periferia de las mismas.
Ese modelo es el que está detrás de grandes infraestructuras, como el TAV, que
priorizan la conexión entre y hacia los grandes núcleos urbanos, y marginan y
devalúan las redes de conexión intra- e inter-comarcales. Y es también el que
estructura un sistema energético territorialmente desequilibrado en el que las
ciudades son las grandes consumidoras, y las zonas rurales las productoras de
energía (megaproyectos de renovables en Araba y Nafarroa…).

Hay que transitar hacia un modelo territorial alternativo, más descentralizado –lo que
no quiere decir descoordinado–, más equilibrado y, potencialmente, más
participativo que se asiente en las comarcas naturales. Éstas deberían asumir
competencias (en ordenación del suelo, en servicios básicos como el
abastecimiento de energía, agua, vivienda gestión de residuos…) y contar con un
órgano político-administrativo propio, con representación de los municipios y
agentes sociales de la comarca, y con un presupuesto suficiente para gestionarlas
de forma democrática y transparente.

-28-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

El primer paso para ello, podría ser la realización en los pueblos de cada comarca
de auditorías energéticas ciudadanas, esto es, de auditorías que buscan y, en lo
posible, garantizan el protagonismo ciudadano, también en la toma de decisiones y
que permiten conocer cuánta energía, dónde y cómo se consume. Ese conocimiento
sería una de las claves para que, manteniendo los procesos participativos, se
definan las líneas de acción prioritarias para la comarca, a las que debe
responder el nuevo ordenamiento territorial.

ALGUNAS DE LAS LÍNEAS DE ACCIÓN PROPUESTAS PARA LA


ORDENACIÓN Y DESARROLLO DE LA COMARCA DE
BUSTURIALDEA-URDAIBAI

1. Ordenar los usos del suelo de la comarca para facilitar la transición energética
fomentando en particular la producción y el consumo local y priorizando, por su
carácter estratégico, el sector primario.

2. Planificar y promover la reconversión de la economía de Busturialdea-Urdaibai,


teniendo en cuenta, entre otros, los datos aportados por la auditoría energética y
priorizando aquellas actividades socioeconómicas que mejor compatibilizan la
satisfacción de las necesidades de los habitantes de la comarca con el impulso
de la transición energética y la lucha contra la crisis ecosocial.

3. Desarrollar un planeamiento urbanístico humano e inclusivo con perspectiva


de género, que ponga las necesidades diversas del conjunto de la ciudadanía en
el centro, fomente las redes comunitarias, y promueva unas relaciones más
equilibradas posibles con el espacio natural circundante y en un escenario
adaptado a la transición energética.

4. Impulsar planes de movilidad urbana que promuevan en la comarca los


desplazamientos a pie, en bicicleta o en transporte público, lo que favorecerá,
además, que los pueblos sean no sólo más sostenibles sino también más
saludables.
Euskal Gune Ekosozialista, 2021

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◉ Apoyo al desarrollo de “Comunidades energéticas locales”, como la creada en el
municipio de Lasierra (Araba); a las iniciativas locales autogestionarias; a las ricas
experiencias municipales y ciudadanas (“Gares energía” …); a las cooperativas
energéticas; a los proyectos en el ámbito de la economía social y solidaria… 

◉ Desarrollo de mecanismos de control directo de las trabajadoras y los


trabajadores sobre los procesos de reconversión y recolocación empresarial, para
asegurar empleos dignos, de calidad y suficientes, promoviendo para ello espacios
de participación donde sea posible la conciliación laboral, activista y de cuidados.

◉ Utilización de herramientas sociales que faciliten y promuevan la participación


ciudadana: 
Información continuada, que posibilite elegir con criterios de sostenibilidad. Es
necesario contar con información suficiente y veraz sobre la huella energética de los
productos y servicios clave, y también con información asequible sobre etiquetado,
contadores energéticos inteligentes y transparentes para los usuarios, bases de
datos de tecnologías limpias y productos eficientes…).
Otro ámbito fundamental es el de la Educación, tanto la formal reglada como la de
la ciudadanía, y que promueva una revisión colectiva de las categorías culturales
con las que se percibe la realidad, así como de los valores y actitudes necesarias
para el cambio. 
Por último, será necesario desarrollar formas de Comunicación que faciliten la
participación activa de la ciudadanía en el cambio de modelo, tanto en el plano
personal como en el colectivo, y que, visualizando el desafío que nos plantea la
crisis, señalen el esfuerzo para conseguir un bien mejor y conecten las medidas
tomadas con mejoras en la calidad de vida cotidiana. Por ejemplo: las ventajas de la
movilidad corporal sobre las basadas en el vehículo privado. Por otro lado, habría
también, que aplicar restricciones a la publicidad que promueve o ensalza el
consumismo de actividades, productos y servicios que supongan un gasto
energético, o de materiales, socialmente desproporcionado.

Euskal Gune Ekosozialista


Junio de 2021

-30-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

ANEXO 1: El hidrógeno, vector energético

Ya hemos señalado tres de los grandes retos que tenemos como sociedad: el
cambio climático, la crisis de los combustibles fósiles y la pérdida de biodiversidad.
Para hacerlos frente, se nos propone caminar hacia un futuro en el que, junto a un
fuerte desarrollo de la digitalización, los combustibles fósiles sean sustituidos por
energías renovables.
Pero esa transición presenta muchas dificultades. Por una parte, los dispositivos
captadores de esas energías funcionan de forma intermitente –cuando hace sol, hay
viento, etc.– y, además, producen mayoritariamente electricidad, siendo necesario
almacenarla cuando haya exceso, y complementarla con algún vector energético
cuando haya déficit.
Por otra parte, partimos de una situación en la que casi el 80% de la energía
primaria que consumimos a nivel mundial no es eléctrica. Además, hay muchas
funciones cuya electrificación es difícil o limitada, y deberán utilizar también un
vector energético. Entre ellas la aviación; el transporte marítimo; la maquinaria
pesada, usada tanto en el transporte por carretera, como en minería, o en obras
públicas; la agricultura mecanizada; la pesca de altura; algunas industrias como la
del cemento o la metalurgia…
La alternativa del hidrógeno
Para su posible utilización en esas funciones en que la electrificación es difícil, como
vector energético se apuesta por el hidrógeno (H2). Veamos algunos datos técnicos.
El hidrógeno es el elemento más abundante en el Universo, pero en el planeta se
suele encontrar asociado a otros elementos, por lo que hay que consumir energía
para aislarlo. El método por el que se apuesta para aislar H2 es la electrólisis. En ella
se utiliza como materia prima el agua (H2O) y se obtienen como productos H2
gaseoso y oxígeno (O2), consumiendo para ello electricidad, que si fuera producida
por aerogeneradores, placas solares o saltos de agua, fundamentalmente, el H2
producido se califica como “verde’’, para diferenciarlo de otros que se obtienen del
carbón, del metano; materias primas de las que se obtiene la mayoría de la
producción actual de H2.
Pero la electrólisis no es tan simple. Para empezar, el agua debe purificarse
previamente, hay que desalinizarla y desionizarla, con un gasto de energía que se
estima entre 3 y 6,9 kWh/m3H2O. Y para producir 1 tonelada (1 Tm) de H2 se
consumen unos 9 m3 de agua pura. Por ejemplo, para poder producir las 20.000
TmH2/año que inicialmente nos anuncian en el Corredor Vasco del Hidrógeno
(BH2C) se consumirían 180.000 m3/año de agua pura.
Pero si se reemplaza el agua dulce por agua salada, el proceso es energéticamente
más costoso todavía. Hay que desalinizar previamente el agua de mar con un coste
energético de entre 3 y 4 kWh/m3H2O. O, si no se desaliniza, se crearían además
como subproductos cloro gaseoso, contaminante expulsado al aire, y sosa caústica,
contaminante que alcalinizaría la zona costera donde se vertiera.
Para continuar, el H2 producido es un gas, que para almacenarlo o transportarlo se
debe enfriar a -20ºC para después comprimirlo a 700 bar o licuarlo a -253ºC, con un
coste de más del 20% de su contenido energético.
Pero ahí no termina todo. Se estima que usando los actuales depósitos y tuberías de
gas natural se perdería un 5% H2/día, con lo que en solo catorce días se perdería
más de la mitad del H2 almacenado. Y, además, se producen hidruros que inutilizan
dichos depósitos y tuberías, al hacerlos quebradizos. Por eso, los depósitos y
tuberías para el H2 deberán ser más complejos y caros, para lograr que las pérdidas

-31-
se redujeran a 0,2% H2/día. Así y todo, si se pretende tener reservas estratégicas de
H2 para unos 100 días, las pérdidas también serían del orden del 18% de H2. Mal
negocio.
Una estrategia parece ser producir combustible sintético mediante el H2 y CO2 que
se pueda capturar de la atmósfera o de algún proceso industrial. Este sería el caso
de la refinería de Petronor, con lo que se solucionan las pérdidas por
almacenamiento y transporte del H2.
Hay que indicar que con ello no se evitarían las graves emisiones de CO2 de
Petronor –aunque la empresa dejaría de pagarlas–, sino que se diferirían hasta que
el combustible sintético se queme, emitiendo finalmente el CO2 a la atmósfera. Lo
indicamos, porque muchos voceros oficiales utilizan la confusa expresión de que el
combustible sintético es “neutro en carbono’’.
En el momento en que no se utilicen los combustibles fósiles, la fuente principal de
CO2 sería su captura directa de la atmósfera, proceso energéticamente caro, aunque
la concentración actual ronde la peligrosa barrera de los 420 ppm.
De los hidrocarburos sintéticos el más sencillo es el metano sintético (CH4), gas que
se puede producir por el proceso Sabatier, conocido hace más de un siglo. En este
proceso los reactivos son CO2 y H2 y los productos CH4 y H2O, usándose para ello
un catalizador de níquel, rutenio y óxido de aluminio. De esta manera, se salvan las
dificultades y costes del almacenamiento, transporte y pérdida del H2, pues se
pueden usar los de gas natural. No obstante, el CH4 también tiene pérdidas del
orden del 0,2% CH4/día, y es, además, un potente gas de efecto invernadero, con un
potencial de calentamiento global a veinte años unas 84 veces superior al del CO2,
pero con un periodo de permanencia en la atmósfera mucho menor.
Si usamos CO2 que provenga de una planta de combustibles fósiles, como puede
ser el caso de la de Petronor, hay que considerar también los gastos energéticos de
limpiarlo de impurezas de azufre, para no dañar el níquel de los catalizadores.
Resumiendo: tampoco es una solución redonda.
¿La solución mágica?
Recientemente (11-04-2021) Pedro A. Prieto ha publicado un artículo
“Descarbonización al 100% con sistemas de energía 100% renovable”. En él hace
un estudio de la potencia que es necesaria instalar a nivel mundial para dejar de
emitir CO2 mediante el uso de energía eólica o solar fotovoltaica. Esperemos que
desde el ámbito universitario se complete con estudios a nivel local y sepamos si en
Euskal Herria sería viable lo que a nivel mundial parece no serlo, esto es, el camino
de transición a energías renovables con el apoyo de H2 o CH4 como vectores
energéticos, camino en el que se emplearán parte de los fondos Next Generation
EU.
Mientras esos estudios llegan, nos hemos atrevido a hacer una hipotética
aproximación tomando como base el Producto Interior Bruto (PIB) mundial y los de
la CAPV y Nafarroa, a falta de datos sobre Ipar Euskal Herria. El PIB es un indicador
que a nivel mundial está acoplado a las emisiones de CO2.
Sabemos que esta hipótesis carece de rigor científico, pues las estructuras
mundiales y de Hego Euskal Herria no parecen comparables. No pasa de ser un
ejercicio didáctico para intentar dar significado a los grandes números que resultan a
nivel mundial. El objetivo es ver qué impacto nos supondría a Hego Euskal Herria si
repartimos el esfuerzo a nivel mundial de forma equitativa, en función del PIB.
En el mencionado estudio, Pedro Prieto concluye que la potencia solar fotovoltaica
global instalada, a nivel mundial debería ser de 96,8 o 76,7 TW en función de si se
usa respectivamente el H2 o el CH4 como vector.

-32-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

De la misma manera, la potencia eólica global instalada, a nivel mundial debería ser
55,5 o 43,9 TW para los mismos vectores.
Tomando datos del 2019:

PIB mundo 73,22 billones de € -

PIB CAPV 74.496 millones de € 0,13%


95.469 millones de €
PIB Nafarroa 20.973 millones de €

Aplicando el porcentaje resultante, 0,13% a las cantidades obtenidas en el estudio


mencionado:
Potencia eólica a instalar

Vector energético Mundo Porcentaje Hego Euskal Herria

H2 55,5 TW 72.150 MW
0,13% →
CH4 43,9 TW 57.070 MW

Por interpretar estas cantidades, todavía enormes, si quisiéramos instalar esas


potencias con modernos aerogeneradores, y haciendo un reparto al 50% entre tierra
y mar, para obtener la potencia de 57.070 MW correspondientes al uso del CH4
como vector energético, se necesitaría construir 4.077 aerogeneradores de 6 MW en
tierra y 4.077 aerogeneradores de 8 MW en mar. Y para el otro vector, el H2, muchos
más, 5.134 de cada tipo. Y esto sólo en Hego Euskal Herria.

Potencia solar fotovoltaica a instalar

Vector energético Mundo Porcentaje Hego Euskal Herria

H2 96,8 TW 125.840 MW
0,13%
CH4 76,7 TW 99.710 MW

Unas magnitudes de potencia imposibles de instalar, tanto mediante grandes


parques como si se intentase con pequeñas instalaciones de entre 1 MW y 10 MW,
que ocuparían entre 2 y 15 Ha. En el caso del CH4 como vector supondría una
ocupación de entre 1.495,65 y 1.994,2 Km2 y más con el otro vector, el H2, de
1.887,6 a 2.516 Km2. Téngase en cuenta que, por ejemplo, Gipuzkoa tiene una
extensión de 1.997 Km2.
Por último, recordemos que los dispositivos de captación de energías renovables
tienen una vida de unos 20-30 años, por lo que se deberían renovar con esa
periodicidad. Y con la consabida limitacion de materiales para ello, además de
subrayar la absoluta dependencia actual que para su extracción, fabricación y
transporte, tenemos con el petróleo.

-33-
ANEXO 2: Rehabilitación energética de las viviendas y edificios

Todos los estudios señalan que, en lo que atañe al consumo de energía, las
viviendas son muy ineficientes. En el Estado Español aproximadamente el 54% de
las viviendas (14 millones) se construyeron hace más de 35 años, antes de la
entrada en vigor de la primera regulación sobre aislamiento térmico, la Norma
Básica de la Edificación NBE-79. A esto debemos sumar que sólo el 7% del total de
viviendas se ha construido bajo las condiciones de eficiencia energética que exige el
Código Técnico CTE, obligatorio desde 2007[1]. En Euskal Herria Sur una parte
significativa de las mismas –más de dos tercios– se construyeron antes de 1980,
año en que se establecieron las primeras normas sobre eficiencia energética.

En el ámbito de la Unión Europea –y con algunas diferencias entre países- el


consumo energético del sector residencial es responsable de la tercera parte de las
emisiones de CO2. Ello se debe a la utilización de combustibles fósiles (tanto de
forma directa en los hogares como en la producción de electricidad), que contribuye
de forma considerable al calentamiento global y supone una importante
dependencia energética[2].

Así pues, la rehabilitación energética de las viviendas es un pilar básico para


conseguir la reducción drástica del consumo de energía, la desaparición del uso de
los combustibles fósiles y, en definitiva, la descarbonización de nuestro país.

Esta rehabilitación no solo tiene implicaciones en el ahorro energético y la reducción


de emisiones; su impacto positivo es notable también sobre el bienestar, las
condiciones de vida, la salud de las personas -en especial de los sectores más
desfavorecidos y vulnerables- y en la erradicación de la pobreza energética.
También supondría la creación de miles de empleos verdes y una oportunidad para
fomentar la participación ciudadana y mejorar la información y la sensibilización
ambiental.

Una rehabilitación energética ecosostenible

La rehabilitación energética de las viviendas –siguiendo los estándares de


construcción ecológica– debe crear viviendas energéticamente eficientes, de bajo
consumo y autosuficientes o casi autosuficientes con la utilización de energías
renovables[3]. Puede, así, ayudar en gran medida a controlar la producción y gestión
de la energía, reducir la dependencia y encaminar al país hacia la soberanía
energética[4]. Además, el gran potencial que guarda la rehabilitación permitiría una
gestión sostenida en el tiempo conforme evolucionen las técnicas de eficiencia
energética, investigación e innovación facilitando el proceso de rehabilitación[5].

Teniendo en cuenta que el consumo en calefacción[6] es el principal gasto


energético, la actuación prioritaria de rehabilitación, en primer lugar, es el
aislamiento térmico de la envolvente del edificio por medio de la colocación de
placas aislantes, intervención sobre cerramientos, ventanas, puertas, puentes
térmicos y sobre la cubierta. Esto evita en gran medida la pérdida de calor en
invierno –y el consiguiente ahorro en calefacción– y la entrada de calor en verano
hasta llegar a prescindir en gran medida de sistemas de refrigeración. Para el
aislamiento deberían utilizarse materiales naturales (corcho, madera…) y cumplir las

-34-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

normas de salubridad. El aislamiento térmico de la envolvente puede llegar a


conseguir ahorros energéticos por encima del 50%.

Otro grupo de actuaciones de rehabilitación va encaminado a conseguir edificios y


viviendas de los denominados consumo de energía casi nulo, nulo o incluso
excedentario mediante la instalación y utilización de energías renovables,
preferentemente las generadas in situ (placas termosolares, placas fotovoltaicas,
geotérmica-bombas de calor, biomasa, pequeños aerogeneradores…). Las
tecnologías para la producción a pequeña escala de electricidad de origen
renovable, y también de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS), están
plenamente desarrolladas, aunque todavía implantadas en muy pequeña medida.
Las generadoras de electricidad son sencillas, permiten la conexión a la red y
posibilitan la venta del excedente de electricidad producido. Su puesta en marcha
supondría un cambio de modelo energético: producción autosuficiente y a pequeña
escala, características de la soberanía energética.

Un último grupo de acciones tiene que ver con el replanteamiento de los usos de
consumo energético tanto de la comunidad (instalación de equipos automáticos,
sistemas de regulación y control en calefacción y aire acondicionado, etc.) como de
los individuales (contadores inteligentes, electrodomésticos de bajo consumo,
desarrollo de hábitos de consumo responsable…).

La rehabilitación –y la nueva construcción– debe apostar así por una generación de


energía renovable distribuida (sistemas pequeños y distribuidos por el territorio), que
acerque la producción al consumidor, evite pérdidas en el transporte, promueva una
concienciación sobre los impactos y costes de la utilización de la energía e incentive
el ahorro de los edificios excedentarios que pueden verter electricidad a la red.

Pobreza energética, bienestar y salud[7]. Generación de empleos verdes

La rehabilitación energética de las viviendas se considera un factor básico a largo


plazo para la disminución y erradicación de la pobreza energética. Además, la mejora
de la habitabilidad y el aumento del confort energético, tienen mucho que ver con el
bienestar y la salud de las personas. La falta de adecuación de una parte
considerable del parque de viviendas para ofrecer un ambiente saludable influye
negativamente en la salud de las personas que tienen que vivir en estas condiciones,
siendo los más vulnerables aquellos grupos de bajos ingresos, mujeres, mayores de
65 años, niños, niñas y personas enfermas.

La rehabilitación energética podría absorber una parte de los empleos


desaparecidos en el sector de la construcción, con el final de la burbuja inmobiliaria
y de las grandes infraestructuras, y luego agravada con la pandemia. Puede ser
problemático arriesgar cifras, pero ya algunos informes –realizados en el marco del
Estado Español– indican un alto potencial de generación de empleo en este
sector[8].

El estudio “Potencial de Ahorro Energético y de reducción de emisiones de CO2 del


parque residencial existente en España en 2020”, de WWF[9], plantea un escenario
posible de 150.000 nuevos empleos.

-35-
Por otra parte, la rehabilitación constituye una oportunidad para mejorar la calidad
del empleo, desarrollando planes de formación que aumenten la cualificación de las
personas y mejoren las condiciones de trabajo.

Limitaciones y obstáculos a la rehabilitación[10]

Cualquier plan o iniciativa de rehabilitación energética tiene que tener en cuenta


algunos obstáculos y dificultades de tipo social, normativo y financiero. Citamos a
continuación algunos de ellos:

● Los proyectos de rehabilitación deben tener en cuenta la gran diversidad de


situaciones sociales y económicas de las personas. Las clases medias, en mayor o
menor medida, pueden hacer un gasto en rehabilitación con la perspectiva de
recuperar la inversión en un plazo razonable en forma de ahorro en la factura. Las
personas que se encuentran en situación más precaria (barrios de clases humildes
donde es más frecuente la pobreza energética) no siempre pueden hacer frente por
sí mismas a esos gastos. El aspecto social de la rehabilitación exige tratamientos
diferentes, en especial en el aspecto económico.
● Normativa actual poco exigente en cuanto a eficiencia energética de los
edificios. El Código Técnico de la Edificación, de 2006, tiene unas exigencias sobre
aislamiento térmico y cobertura de la demanda mediante energías renovables
claramente mejorables[11].
● Falta de financiación adecuada. Aunque existen desde 2012 incentivos a la
rehabilitación energética de edificios, no se ha realizado un número suficiente de
actuaciones, posiblemente por falta de información y de confianza en las
subvenciones de las administraciones públicas.
● Particularidades normativas que no facilitan o impiden la rehabilitación,
especialmente relevantes en los edificios o barrios protegidos por motivos
paisajísticos o históricos. Estas zonas, además, suelen ser las más afectadas por la
falta de aislamiento y por sufrir situaciones de pobreza energética.
● Actualmente la rehabilitación energética –salvo proyectos puntuales– parte
casi de cero y su ritmo de ejecución es muy bajo. Por lo tanto, falta la experiencia
necesaria para su generalización teniendo en cuenta su complejidad (variedad de
aspectos sociales, económicos y técnicos), lo cual dificulta el planteamiento de
objetivos y ritmos concretos.
● Los altos periodos de recuperación de la inversión debidos a las bajas
demandas específicas de cada edificio, en comparación con otros países europeos
(bajos retornos de la inversión) desmotivan la realización de proyectos.
● El sector de la construcción debe mejorar la cualificación profesional en este
ámbito de la eficiencia energética.
● Heterogeneidad asociada a los modelos de propiedad horizontal. Al ser una
decisión comunitaria la rehabilitación energética obliga a poner de acuerdo a gente
diversa y con intereses, a veces, diferenciados.
● Diferencia de precio entre los materiales renovables (madera o corcho
certificados FSC) y los convencionales (poliestireno expandido…). Para ello sería
necesario externalizar los costes de los materiales convencionales en el precio final,
aumentando así la competitividad de los renovables, y lograr un mayor grado de
sostenibilidad a largo plazo.

-36-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

¿Un escenario de rehabilitación energética para 2030?

Tal como se ha indicado, es evidente la necesidad de una rehabilitación energética


profunda de los edificios y viviendas a medio o largo plazo si se quieren conseguir
los objetivos de descarbonización de nuestro país, y la mejora de las condiciones de
vida de la ciudadanía. Sin embargo, el hecho de que el ritmo de rehabilitación sea
hoy en día muy bajo y apenas se haya avanzado en este campo[12] –salvo
experiencias piloto puntuales y con escasa proyección– plantea interrogantes sobre
objetivos y ritmos de rehabilitación.

Para avanzar hacia un escenario de cambios sustanciales para 2030, un plan


general de rehabilitación energética debería tener en cuenta algunas cuestiones:

· Dada la escasa experiencia en rehabilitación energética en nuestro país,


puede ser arriesgado marcar objetivos y ritmos ambiciosos. Aún así, sería
conveniente tener como referencia una estrategia general, cuyo objetivo
fundamental sería: emisiones cero para el año 2050. Para alcanzarlo, son
necesarias reducciones significativas de consumo de energía y la sustitución de las
actuales fuentes de energía por renovables[13].

· Impulso decidido a la realización de proyectos piloto que pongan en marcha


el proceso general de rehabilitación energética. Para ello habría que decidir el
mapeo y diagnóstico de las necesidades más importantes; las líneas de acción
principales; elección de aquellos proyectos que sirvan de modelos significativos para
adquirir la experiencia de la que se carece en la actualidad y a la vez sirvan de
“escaparate” que motive a la ciudadanía en este campo.

· Deberán realizarse cambios legislativos y normativos que permitan el impulso


de la rehabilitación, fijen los estándares energéticos y desbrocen el camino de los
obstáculos que la legislación actual presenta. Serían necesarias algunas acciones
que afectarían otros ámbitos de la transición energética:

● Modificación del marco regulatorio para favorecer el autoconsumo con vertido


a red, no solo de pequeños productores/as.
● Apoyo a infraestructuras renovables pequeñas y medianas, especialmente de
titularidad pública (ayuntamientos, mancomunidades) o cooperativa. Respaldar la
creación de calefacciones centrales basadas en el aprovechamiento local y
sostenible de biomasa[14].
● Establecer una normativa más exigente en cuanto a requerimientos de
eficiencia energética, no solo para la nueva construcción sino también para las
rehabilitaciones energéticas.
● Adaptar la Ley de Propiedad Horizontal para hacer más fácil que las
comunidades de propietarios y propietarias realicen reformas relacionadas con la
eficiencia energética en todo el edificio.
● Asegurar que las reformas de eficiencia energética estén a cargo de
proveedores acreditados, que cumplan siempre los estándares de calidad.
● Financiación e incentivos económicos y fiscales. El dinero público va a ser
fundamental para la financiación de los proyectos de rehabilitación energética, ya
sea en forma de subvenciones directas (a los sectores sociales precarizados) o bien
con préstamos de la banca ética y cooperativas, subvencionando los intereses a
medio/largo plazo[15]. La financiación debería ir ligada al cumplimiento de los

-37-
objetivos de reducción del consumo energético. Será necesario también el estímulo
que representan los beneficios fiscales para los propietarios a la hora de llevar a
cabo inversiones en eficiencia energética, con deducción de impuestos.

Es necesario dejar de destinar fondos públicos a grandes infraestructuras[16] o a


sustentar sistemas de generación contaminantes, y reconducirlos hacia
infraestructuras renovables pequeñas y medianas, especialmente a las de titularidad
pública (ayuntamientos, mancomunidades) o cooperativa.

Por su parte, los entes locales pueden impulsar dinámicas económicas positivas
mediante diferentes mecanismos: tasas municipales para financiación de
proyectos[17], agencias energéticas locales, empresas de servicios energéticos,
reducciones fiscales temporales….

· Además del citado papel de impulsor económico, los entes locales deberán
tener un gran protagonismo en la generación de dinámicas de rehabilitación,
impulsando y promocionando proyectos y dando asesoramiento a los ciudadanos y
ciudadanas[18].

· Apoyar infraestructuras renovables pequeñas y medianas, especialmente de


titularidad pública (ayuntamientos, mancomunidades) o cooperativa. Respaldar la
instalación de calefacciones centrales basadas en el aprovechamiento local y
sostenible de biomasa[19].

· Ayudas especiales en las zonas o barrios protegidos por motivos paisajísticos


o históricos. Son necesarios planes de acción específicos por parte de la
administración, ya que mantener su aspecto y valores implica un sobrecoste. Estos
edificios, además, son en muchas ocasiones los más afectados por la falta de
aislamiento y la pobreza energética.

· Mejora de la cualificación profesional. Sería necesario dotar de formación


adecuada al personal laboral, y exigir que las obras de rehabilitación sean
ejecutadas y supervisadas por personal cualificado.

· Apuesta por marcos de actuación pequeños o medios, buscando respuestas


adaptadas a cada situación y proyecto, donde todas las empresas tienen parecidas
posibilidades y se facilita la participación ciudadana dada la proximidad de los
proyectos. De esta forma la rehabilitación se adapta mejor a la variedad de
tipologías y problemática de las viviendas implicadas, lejos de modelos
uniformizados para todas las situaciones.

· La rehabilitación energética de las viviendas es una oportunidad para


promover la participación de la ciudadanía en una gestión energética desarrollada
en estructuras descentralizadas y microredes. El modelo energético e inmobiliario
capitalista de grandes empresas y centros de poder convierte a los ciudadanos y
ciudadanas en meros consumidores desinformados, los aleja de los centros de
decisión, dejando un escaso margen para influir y decidir sobre su propio entorno.
La participación social es, pues, fundamental para la transformación de los lugares
de vida de las personas y el aumento de las relaciones sociales. La rehabilitación
energética, en el plano individual, mejorará las condiciones de vida, supondrá ahorro
energético y, en el plano colectivo y social, logrará una mejora del medio ambiente.

-38-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

La participación ciudadana convierte así a las personas en protagonistas en la lucha


contra el cambio climático, la disminución de la huella ecológica, etc.

Mientras tanto, en la CAPV, leemos en la prensa: «El consejero de Planificación


Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, y Antonio Calçada, director general
de Fundación Repsol, firmaron el pasado 19 de abril el preacuerdo de creación de
Opengela Fundazioa, para impulsar la rehabilitación ecosostenible de edificios y
regeneración de barrios vulnerables en toda la CAV. Según sus estatutos, el
Patronato es el órgano de gobierno, y está compuesto por tres miembros de la
Fundación Repsol y dos del Gobierno de Lakua. Allí, los acuerdos se tomarán por
mayoría de votos de los asistentes a la reunión». O sea, aquí paz, y después,
business as usual.

[1]
CAMPOS CELADOR, Álvaro & ÁLVAREZ Clemente. Nuevos modelos en el ámbito local para la
transición energética.
[2]
En la UE los edificios son responsables del 40% del consumo total de energía y del 36% de la
emisiones de CO2 a la atmósfera. En el Estado Español, las viviendas y edificios del sector terciario
representan el 26% del consumo final de energía (17% viviendas y 9% del sector terciario) y cerca
del 20% de las emisiones de CO2.
[3]
«La demanda de energía puede reducirse en un 66-83% con una mejora del aislamiento. La
incorporación de producción de agua caliente con energía solar térmica y de electricidad con energía
solar fotovoltaica, con una actualización de los equipos de aire acondicionado y de calderas,
representa una reducción del consumo energético de hasta el 85% y una disminución de las
emisiones de CO2 del 82% con respecto al escenario tendencial». Retos y oportunidades de
financiación para la rehabilitación de viviendas en España. 2012.
[4]
El Informe “Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050. Ecologistas en Acción.
Noviembre 2015” propone para 2050 una reducción de demanda de energía final del sector
residencial del 35% y del comercial y servicios del 72% y la sustitución de las energías actuales por
otras totalmente renovables.
[5]
Como dice el informe “La generación de empleo en la rehabilitación y modernización energética de
edificios y viviendas” Proyecto ECO-EMPLEO (Enero 2011): se construye una sola vez, pero se
puede llegar a rehabilitar una vivienda en muchas ocasiones a lo largo de su vida útil.
[6]
Aunque los consumos energéticos de las viviendas varían en función de la zona geográfica y su
adecuación climática, puede considerarse -de forma orientativa- que la calefacción consume el 68%
de la energía, el agua caliente sanitaria (ACS) el 10%, los electrodomésticos el 20% y la iluminación
el 2%.
[7]
En el bloque “Pobreza energética” de los Escenarios de Transición se desarrolla más ampliamente
esta problemática.
[8]
Según el informe “Proyecto ECO-EMPLEO” en el Estado Español podrían rehabilitarse 565.000
viviendas al año, alcanzando para 2040 un porcentaje de 58% sobre el parque existente actual y
con una inversión 12.500 millones de euros anuales a partir de 2020. Aun considerando estos datos
como conservadores, o sea, cifras mínimas de partida, se podrían crear, en el momento álgido de
un programa de rehabilitación, 105.000 puestos de trabajo estables en el Estado Español. El plan
también generaría numerosos empleos en la industria de materiales (incluidos algunos forestales
para la producción de corcho para los aislamientos), técnicos y de gestión asociados al sector de la
energía. Proyecto ECO-EMPLEO: “La generación de empleo en la rehabilitación y modernización
energética de edificios y viviendas”, enero 2011.
[9]
El estudio señala numerosos programas exitosos de rehabilitación energética (Alemania, Inglaterra
o Estados Unidos). En España sería necesaria, por un lado, la voluntad política y, por otro, una
inversión total de 47 mil millones de euros que permitiría la rehabilitación de 400.000 viviendas/año
desde 2014 hasta 2050, crearía unos 150.000 empleos sostenibles hasta 2020, e impediría la
emisión anual de 8 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Adicionalmente, los ciudadanos

-39-
podrían disfrutar de unas viviendas mucho más saludables y eficientes, mientras sus facturas de
energía disminuirían por encima de los 680€ anuales.
[10]
Algunas de las cuestiones de este apartado se incluyen en el informe “Hacia un escenario
energético justo y sostenible en 2050”. Ecologistas en Acción. Noviembre 2015.
[11]
Por otra parte, las directivas europeas en materia de eficiencia energética en la edificación hablan
de edificios de consumo energético casi nulo, que deberán comenzar a construirse en 2020, pero
no cuantifican la energía máxima que deben consumir. Existen estándares como MINERGIE o
Pasivhaus, que sí lo hacen, pero no son de obligado cumplimiento.
[12]
En la mayoría de las ocasiones la rehabilitación energética se ha ceñido a los edificios que hacían
una rehabilitación integral.
[13]
«(Para el 2050) se producen fuertes reducciones también en el sector residencial, comercial y de
servicios públicos, gracias a la mejora en la eficiencia de los edificios. Variación de -36% en el
sector residencial y de 72% en el Comercial y Servicios entre 2015 y 2050 en la demanda final de
energía». Ecologistas en Acción: Informe “Hacia un escenario energético justo y sostenible en
2050”. Noviembre 2015.
[14]
Entre otros ejemplos puede citarse la red de calor con biomasa de Soria. CAMPOS CELADOR,
Álvaro & ÁLVAREZ Clemente. Nuevos modelos en el ámbito local para la transición energética.
[15]
Alemania ha sido uno de los países europeos con más éxito, con un objetivo de rehabilitación del
2% anual y de reducción de la demanda energética de sus edificios de un 80% antes de 2050 ha
alcanzado, además, impresionantes niveles de cofinanciación público-privada en los proyectos.
Desde 2006, cada euro que invirtió el Gobierno alemán como aportación de capital al banco estatal
KfW, se tradujo en cuatro euros invertidos por los mercados y por los propietarios de los edificios.
En los últimos años esa relación se incrementó hasta 9 veces. Este efecto cascada fue generado
gracias, entre otras cosas, a la participación de bancos privados, lo que garantizó un amplio
alcance y una mayor regulación de la capacidad de procesamiento de las transacciones minoristas
y de las tasas de interés subsidiadas del 2,75%, o menos, para incentivar la rehabilitación de
edificios. WWF (2012): Retos y oportunidades de financiación para la rehabilitación energética de
España.
[16]
«Con una inversión de unos 3.700 euros en cada una de las 190.000 viviendas que hay en
Navarra, se podrían rehabilitar energéticamente todas las envolventes. Sería viable con un
presupuesto de unos 703 millones de euros, algo más que lo que se quieren gastar en el tramo
Castejón-Campanas (Navarra) para construir el Tren de Altas Prestaciones 675 millones de euros».
Xabier Zubialde (2016). Hacia la soberanía energética. Crisis y soluciones desde Euskal Herria.
[17]
La ciudad de Hanover implantó un impuesto municipal sobre la tarifa de gas para financiar
medidas de este tipo, dotándose de un presupuesto anual de 5,5 millones de euros. CAMPOS
CELADOR, Álvaro & ÁLVAREZ Clemente. Nuevos modelos en el ámbito local para la transición
energética.
[18]
Las agencias energéticas locales, si se las dota adecuadamente de recursos, pueden ayudar a
impulsar estas intervenciones, realizando labores de asesoría, estudios de viabilidad y actuando
como central de compras para la adquisición conjunta de productos energéticos. Un papel clave en
el fomento de la rehabilitación energética de edificios lo tienen las empresas de servicios
energéticos. Estas empresas, en su modalidad pública, privada o mixta, se encargan de aportar la
financiación necesaria, ingresando periódicamente, por parte de los vecinos y vecinas, los ahorros
conseguidos. Debido a los bajos retornos económicos de las inversiones en rehabilitación, puede
ser difícil conseguir la financiación requerida de la banca tradicional; pero supone una oportunidad
para la banca ética y las cooperativas, que requieren unos menores intereses cuando la inversión
se justifica por unos mayores beneficios sociales y ambientales. CAMPOS CELADOR, Álvaro &
ÁLVAREZ Clemente. Nuevos modelos en el ámbito local para la transición energética.
[19]
Entre otros ejemplos puede citarse la red de calor con biomasa de Soria. CAMPOS CELADOR,
Álvaro & ÁLVAREZ Clemente. Nuevos modelos en el ámbito local para la transición energética.

-40-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

CITAS, NOTAS FINALES Y DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA.

1.- Algunos datos sobre el sistema energético de Euskal Herria.


El gráfico es del libro “Pactos verdes en tiempos de pandemia” de Alfons Perez
https://odg.cat/es/publicacion/pactos-verdes-pandemias/
ELA (2020). Cambio climático en Hego Euskal Herria: Análisis de la situación y propuestas.
https://www.ela.eus/es/medio-ambiente/noticias/201ccambio-climatico-en-hego-euskal-herria201d-nue
va-publicacion-de-la-coleccion-inguru-gaiak
EVE (2020). Observatorio de Coyuntura Energética.
https://www.eve.eus/Conoce-la-Energia/La-energia-en-Euskadi/Observatorio-de-coyuntura-energetica/
2020/Marzo-2020?lang=es-es
EVE (2019). Euskadi Energia. Eusko Jaurlaritza/Gobierno Vasco.
https://www.eve.eus/Conoce-la-Energia/La-energia-en-Euskadi/Publicaciones/Datos-Energeticos/Eusk
adi-Energia-2019?lang=es-es
EVE (2017). Estrategia energética de Euskadi 2030. Eusko Jaurlaritza/Gobierno Vasco.
https://eve.eus/Publicaciones/Planes-Energeticos/Estrategia-Energetica-de-Euskadi-2030.aspx?lang=
es-ES
FUNDACIÓN SUSTRAI ERAKUNTZA (2021). Informe ante el nuevo boom de las energías renovables
en Navarra. Altsasu/Alsasua.
https://fundacionsustrai.org/informe-ante-el-nuevo-boom-de-las-energias-renovables-en-navarra/
GAINDEGIA (2013). Áreas hiperurbanas y municipios desconectados en Euskal Herria.
https://www.gaindegia.eus/es/node/5785
IHOBE (2019). Huella ecológica de Euskadi 2019. Eusko Jaurlaritza/Gobierno Vasco.
https://www.ihobe.eus/publicaciones/huella-ecologica-euskadi-2019-2
PETXARROMAN GUTIERREZ, Iñaki (2020). Ezezagunerako bidaia: Mundua, klima eta ekologia
krisian. Elkar.
URKUDI, Leire et alii (2016) Transiciones Energéticas: Sostenibilidad y Democracia Energética ISBN:
978-84-9082-311-8

2.- ¿Qué dicen los informes/estudios científicos sobre la crisis ecológica?


Las publicaciones base son:
GONZÁLEZ REYES, Luis & FERNÁNDEZ DURÁN, Ramón (2018). En la espiral de la energía.
Ecologistas en Acción. 2ª edición. Madrid.
https://www.ecologistasenaccion.org/29055/libro-en-la-espiral-de-la-energia/
GONZÁLEZ REYES, Luis (2020). Colapso del capitalismo global y transiciones hacia sociedades
ecomunitarias. Mirando más allá del empleo. Manu Robles Arangiz Fundazioa - ELA. Bilbao
https://mrafundazioa.eus/es/centro-de-documentacion/medioambiente/lan-honetan-lehen-lehenik-ingu
rumen-krisia-jorratu-dugu-horretarako-fenomeno-hauen-bereizgarriak-azaldu-ditugu-energia-eta-mater
ial-gero-eta-gutxiago-dugula-eskura-klima-aldaketa-eta-ekosistema-askoren-disfuntzioa-ondoren-arraz
oitu-eta-azaldu-dugu
TURIEL Antonio (2020). Petrocalipsis: Crisis energética global y cómo (no) la vamos a solucionar.
Editorial Alfabeto ISBN: 978-84-17951-10-8

Sobre el umbral de calentamiento del planeta


Algunos estudios, como los de Whittingstall (2013), indican que la activación de algunos bucles de
realimentación positiva, que acelerarían y aumentarían el cambio climático, podrían darse incluso
antes de alcanzar el umbral de 1,5ºC: «deshielo ártico, 1,11ºC; liberación de los hidratos de metano
de los lechos oceánicos del Ártico, 1,33ºC; deshielo de los glaciares de Groenlandia 1,43ºC; deshielo

-41-
del permafrost, 1,54ºC…». Recientemente una serie de científicos han indicado que se están
alcanzando nueve posibles puntos de no retorno del sistema climático, a saber, (1) la fusión del hielo
marino del Ártico y (2) del casquete de hielo de Groenlandia, (3) el colapso de los bosques boreales,
(4) la fusión del permafrost siberiano, (5) del casquete de hielo de la Antártida Occidental y (6) de
partes de la Antártida Oriental, (7) el colapso de los corales de agua cálida y de (8) la selva tropical
amazónica, así como (9) la desaceleración de la circulación atlántica meridional de retorno

Sobre los puntos de no retorno:


En el blog “peor de lo esperado” https://ustednoselocree.com/?s=point
Y el informe anual del estado del clima de la OMM:
https://library.wmo.int/index.php?lvl=notice_display&id=21880#.YIFEWKludGp
Un resumen del informe, en castellano, en el artículo de Eduardo Robaina en Climática
https://www.climatica.lamarea.com/radiografia-planeta-aun-mas-en-crisis/
CAMARGO Joao & MARTÍN-SOSA Samuel (2019). Manual de lucha contra el cambio climático.
Ecologistas en Acción. Madrid.
https://www.ecologistasenaccion.org/126762/manual-de-lucha-contra-el-cambio-climatico/
Reducción de emisiones de GEI
KLEIN Naomi (2015). Esto lo cambia todo. El capitalismo contra el clima. Editorial Paidós. Barcelona.
https://ep00.epimg.net/descargables/2015/05/13/2b5d5ddf4bfbe379382b9d65427b495b.pdf
PNUMA (2020). Informe sobre la brecha adaptación del 2020. Naciones Unidas.
https://www.unep.org/es/resources/informe-sobre-la-brecha-de-adaptacion-2020
Sobre los picos de minerales y energía
ALMAZÁN Adrián (2021). Thanatia. Los límites minerales del planeta. Adrián Almazán entrevista a
Alicia Valero y Antonio Valero. Icaria editorial. Colección Más madera.
https://icariaeditorial.com/mas-madera/4695-thanatia-los-limites-minerales-del-planeta.html
CAPELLÁN Iñigo; CASTRO Carlos de & GONZÁLEZ Luis Javier Miguel (2019). ¿Hay suficientes
minerales para la transición global a las energías renovables? Ecologistas en Acción. Valladolid.
https://geeds.es/wp-content/uploads/2021/02/RES-materiales_Valladolid_4-12-2019.pdf
CAPELLÁN Iñigo & CASTRO Carlos de. Transición a energías renovables y demanda de minerales.
El ecologista, nº 102. 15 de diciembre de 2019.
https://www.ecologistasenaccion.org/133199/transicion-a-energias-renovables-y-demanda-de-mineral
es/
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (2019). Caminar sobre el abismo de los límites. 3ª edición. Madrid.
https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/adjuntos-spip/pdf/informe-abismo-limites.pdf
SEMPERE Joaquin (2020). Las cenizas de Prometeo. Ed. Pasado y Presente. Barcelona.
VALERO Alicia (2017). Los límites materiales de la energía.
https://www.comillas.edu/images/catedraBP/Presentacion%20Alicia%20Valero.pdf
Sexta extinción
Perspectiva mundial sobre la diversidad biológica. GBO 5
https://www.cbd.int/gbo/gbo5/publication/gbo-5-es.pdf
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (2020). Las relaciones entre biodiversidad y cambio climático en 2020.
Madrid.
https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2020/12/Informe-biodiversidad-y-cambio-clim
atico.pdf
Por una transición energética a las renovables que garantice la conservación de la biodiversidad.
ALIENTE. https://aliente.org/posicionamiento-sobre-biodiversidad

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

3.- Nuestra mirada desde el ecosocialismo y el ecofeminismo


Según el proyecto MEDEAS de la Universidad de Valladolid, que modeliza escenarios de futuro
basándose en la dinámica de sistemas, una penetración muy fuerte de las renovables en las próximas
décadas, en una inercia de crecimiento económico continuado, intensificaría paradójicamente el
cambio climático, como efecto de la gran oleada de construcción de infraestructuras que debería
implicar (E. Santiago Muiño, en El Ecologista, primavera 2019).
«Si queremos que la civilización sobreviva, debemos rechazar la moralidad altruista» (Any Rand). La
receta de Boris Johnson para salir de la actual crisis: “Avaricia y capitalismo”. ‘‘El mayor movimiento
económico del mundo es el nihilismo (…): reina la ley del más fuerte, la avaricia se ve como algo
bueno, la indiferencia es recompensada’’ Teólogo Abraham Joshua Heschel.
Estas localidades se caracterizan por estar muy envejecidas y masculinizadas. 77 municipios tienen
un riesgo extremo; 30 un riesgo intenso; 40 un riesgo importante; 10 se encuentran en declive; y 7 en
declive moderado. Las comarcas más afectadas son Pirineo, Prepirineo, Sangüesa, Zona Media,
Tierra Estella y Larraun-Leitzaldea.
Además de la oposición del capitalismo a una transformación que no piloten los mercados, no debe
despreciarse la conflictividad que generará la transición. Por ejemplo, la desaparición y reducción de
sectores industriales como el del automóvil (el cluster vasco de la automoción calcula que el sector da
empleo a 40.000 personas en Euskadi y a otras 45.000 fuera).

FUNDACIÓN SUSTRAI ERAKUNTZA (2018). Propuesta de Tren Público y Social para Navarra 2019
– 2029. Altsasu/Alsasua.
https://fundacionsustrai.org/files/2018/09/Tren_Publico_y_Social_TPS-NEW.pdf

Hidrógeno verde
Nos hemos centrado en el hidrógeno y los dispositivos para captar energías renovables, pero hay
más claves.
Los datos del PIB están sacados del Banco Mundial y del Instituto Nacional de Estadística.
Para saber sobre Next Generation EU:
SCHERER, Nicola (Observatori del Deute en la Globalització); GONZÁLEZ BRIZ, Erika Observatorio
de Multinacionales en América latina-OMAL) & BLÁZQUEZ SÁNCHEZ Nuria (Ecologistas en Acción)
(sin datar). Guía Next Generation EU: Más sombras que luces. OMAL, ODG y Ecologistas en Acción
https://omal.info/IMG/pdf/guia_nextgenerationeu_cast_web_def.pdf

ELA (sin datar). Next Generation, un plan que no cambia el modelo europeo. El plan propuesto por la
Comisión Europea no da respuesta a las necesidades existentes tras la crisis sanitaria, económica y
social.
https://www.ela.eus/es/gabinete-de-estudios/noticias/para-salir-de-la-crisis-del-covit-ela-plantea-incre
mentar-los-impuestos-a-pagar-por-las-rentas-mas-altas-las-empresas-y-el-capital/eusropacas.pdf
Sobre los megaparques:
FUNDACIÓN SUSTRAI ERAKUNTZA (2021). Informe ante el nuevo boom de las energías renovables
en Navarra. Situación, impactos y propuestas alternativas. Alsatsu/Alsasua.
https://fundacionsustrai.org/informe-ante-el-nuevo-boom-de-las-energias-renovables-en-navarra/
Alianza Energía y Territorio, ALIENTE. Blog en https://aliente.org/
Sobre la digitalización:
ALMAZÁN Adrián & RIECHMANN Jorge (2020). Contra la doctrina del shock digital. Ed. Centro de
Documentación Crítica.
ALMAZÁN Adrián. ¿Verde y digital? Viento Sur, nº 173. 5 de febrero de 2021.
https://vientosur.info/verde-y-digital/
Sobre el Hidrógeno: En el blog de Antonio Turiel: La fiebre del hidrógeno 2.0 I, II y III:
https://crashoil.blogspot.com/2020/11/la-fiebre-del-hidrogeno-20-i.html
https://crashoil.blogspot.com/2020/11/la-fiebre-del-hidrogeno-20-ii.html

-43-
https://crashoil.blogspot.com/2020/12/la-fiebre-del-hidrogeno-20-y-iii.html
PRIETO Pedro (2021). Informe: Descarbonización 100% con 100% renovables. Ed. 15/15\15. Instituto
Resiliencia.
https://www.15-15-15.org/webzine/2021/04/02/informe-descarbonizacion-100por100-con-100por100-r
enovables/#
FERNÁNDEZ GÓMEZ, Jorge; ÁLVARO HERMANA, Roberto; Álvaro Hermana & MÉNDEZ
SÁNCHEZ, Jaime (2021). Perspectivas de desarrollo de un mercado global de hidrógeno.
Implicaciones para la CAPV Cuadernos Orkestra, 03/2021. Instituto Vasco de Competitividad.
Universidad de Deusto.
https://www.orkestra.deusto.es/images/investigacion/publicaciones/informes/cuadernos-orkestra/2100
06-Perspectivas-desarrollo-mercado-global-hidr%C3%B3geno-COMPLETO.pdf

Decrecer:
NIETO Jaime et alii (2019). Modelado macroeconómico bajo restricciones energéticas: escenarios de
transición global con bajas emisiones de carbono.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0301421519306779?via%3Dihub#!

Redistribuir:
PÉREZ OROZCO Amaia (2020). Eraldatu ala kolapsatu. Klima larrialdi gaietarako politika.
Nazioarteko Konferentzia. EHBILDU, noviembre de 2020.
https://klimaaldaketaehbildu.nirestream.com/

Desmercantilizar y colectivizar, empoderar:


HERRERO Yayo (2020). Ecofeminismo para un nuevo modelo de desarrollo. La Casa Encendida.
https://www.lacasaencendida.es/encuentros/ecofeminismo-nuevo-modelo-desarrollo-yayo-herrero-122
43

HERRERO Yayo et alii (2020). Como si hubiera un mañana. Ensayos para una transición
ecosocialista. Editorial Sylone-Viento Sur. Madrid.

Relocalizar, planificar:
TURIEL Antonio (2021). Comparecencia ante la Comisión de Transición Ecológica del Senado en
2021. https://www.youtube.com/watch?v=QZ-OE90YW6Q

ASOCIACIÓN VÉSPERA DE NADA POR UNHA GALIZA SEN PETRÓLEO (2013). Guía para o
descenso enerxético. Editan Concello de Teo, Concello de Tomiño y Concello de Rianxo.
https://galiza.pospetroleo.com/descarga-a-guia-para-o-descenso-enerxetico-pdf/#

4.- Una transición con todas y para todas.


Manifiesto de los III Encuentros Ecosocialistas Internacionales, Bilbao 2016.
http://alterecosoc.org/wp-content/uploads/2016/09/ManifiestoFinal_Ecosocialista.pdf

Sostenibilidad ambiental

CAPELLÁN, Iñigo & ARTO Iñaki (2016). Energía, desarrollo y transición hacia la sostenibilidad. El
Ecologista, nº 91. Ecologistas en Acción. https://www.ecologistasenaccion.org/33725/
CAPELLÁN PÉREZ, Iñigo (Universidad de Valladolid); CAMPOS CELADOR, Álvaro (Universidad del
País Vasco, UPV/EHU) & TERÉS ZUBIAGA Jon (Universidad del País Vasco, UPV/EHU) (2018). Las
cooperativas de energía renovable como instrumento para la transición energética en España.
https://geeds.es/wp-content/uploads/2019/05/AAM_SPA-REScoops2018_esp_rev4.pdf
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (2015). Hacia un escenario justo y sostenible en 2050.
https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/adjuntos-spip/pdf/informe-escenario-enegetic
o-2050.pdf
FUNDACIÓN SUSTRAI ERAKUNTZA (2021). Informe ante el nuevo boom de las energías renovables
en Navarra. Alsatsu/Alsasua.
https://fundacionsustrai.org/informe-ante-el-nuevo-boom-de-las-energias-renovables-en-navarra/
TANURO Daniel (2012). El imposible capitalismo verde. Editorial Sylone-Viento Sur. Madrid.

-44-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

TANURO Daniel (2020). ¡Demasiado tarde para ser pesimistas! La catástrofe ecológica y los medios
para detenerla. Editorial Sylone-Viento Sur. Madrid.

ZUBIALDE LEGARRETA Xabier (2017). Hacia la soberanía energética. Crisis y soluciones desde
Euskal Herria. Txalaparta.
Rehabilitación energética de viviendas
ÁLVAREZ Clemente (coordinador) et alii (2019). Nuevos modelos en el ámbito local para la transición
energética. Por qué las ciudades son clave en la transición ecológica. Fundación Alternativas. Madrid.
https://www.fundacionalternativas.org/public/storage/publicaciones_archivos/cefa5ad6aa83c5c8e3915
38ddf07f367.pdf

DALLE Mthie (director del estudio) et alii (2011). La generación de empleo en la rehabilitación y
modernización energética de edificios y viviendas. Proyecto ECO-EMPLEO (Enero 2011). Ed.
Fundación Conde del Valle de Salazar.
https://www.empleaverde.es/sites/default/files/publicaciones/rehabilitacionviviendas.pdf

WWF (2010). Potencial de Ahorro Energético y de reducción de emisiones de CO2 del parque
residencial existente en España en 2020.
https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/resumen_wwf.pdf?40760/Potencial-de-
WWF (2012). Retos y oportunidades de financiación para la rehabilitación energética de España.
http://awsassets.wwf.es/downloads/financiacion_rehab_edif_1.pdf

Justicia social con equidad de género


El Gobierno Vasco ampliará el Fondo Finkatuz a 300 millones, el fondo para comprar acciones de
empresas (2021).
https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/economia/2021/04/14/euskadi-elevara-300-millones-fondo/11036
49.html
DEPARTAMENTO DE EMPLEO Y POLÍTICAS SOCIALES (2015). Encuesta de familias y hogares
vascos. EFH 2015. Eusko Jaurlaritza/Gobierno Vasco.
https://www.euskadi.eus/contenidos/documentacion/informes_efh_2015/es_def/adjuntos/Informe%20
EFH%202015-es.pdf
GONZÁLEZ PIJUÁN, Irene (2017). Desigualdad de género y pobreza energética. Un factor de riesgo
olvidado. Ingeniería sin Fronteras.
https://esf-cat.org/wp-content/uploads/2017/09/ESFeres17-PobrezaEnergeticaiDesigualdadGenero.pd
f
VARIOS AUTORES (2019). Eficiencia energética y cambio climático, Institut d’ Economia de
Barcelona-Universitat de Barcelona. IEB Report 3/2019.
https://ieb.ub.edu/wp-content/uploads/2019/11/IEB-REPORT-3_2019.pdf
Pobreza energética
GONZÁLEZ PIJUÁN, Irene (2017). Desigualdad de género y pobreza energética. Un factor de riesgo
olvidado. Grupo de Energía e Industrias Extractivas y Grupo de Género de ESF (Ingeniería Sin
Fronteras).
https://esf-cat.org/wp-content/uploads/2017/09/ESFeres17-PobrezaEnergeticaiDesigualdadGenero.pd
f

ROMERO, José Carlos; LINARES, Pedro & LÓPEZ OTERO Xiral (2014). Pobreza Energética en
España. Análisis económico y propuestas de actuación. Economics for Energy. Vigo.
https://eforenergy.org/docactividades/67/Informe_2014_web.pdf

SÁNCHEZ SUÁREA Cecilia (2018). De la vulnerabilidad energética al derecho a la energía. Área de


energía de Ecologistas en Acción.
https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2018/12/informe-pobreza-energetica-2018.p
df

-45-
TIRADO HERRERO, Sergio (dirección) et alii (2016). Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad
energética. Nuevos enfoques de análisis. Asociación de Ciencias Ambientales. Madrid.
https://niunhogarsinenergia.org/panel/uploads/documentos/estudio%20pobreza%20energetica_aca_2
016.pdf

TIRADO HERRERO, Sergio (dirección) et alii (2018). Pobreza energética en España. Hacia un
sistema de indicadores y una estrategia de actuación estatales. Madrid.
https://niunhogarsinenergia.org/panel/uploads/documentos/informe%20pobreza%20energ%C3%A9tic
a%202018.pdf

XARXA PER LA SOBERANIA ENERGÈTICA (2015). ¡Tenemos energía! Retos de la transición hacia
la soberanía energética. Icaria editorial. Barcelona.
https://xse.cat/wp-content/uploads/2019/04/tenemos-energiadef.pdf

Democracia participativa
La propuesta plantea un escenario de transición hacia un modelo basado en la soberanía energética,
en el que los individuos conscientes, las comunidades y los pueblos tomen sus propias decisiones
respecto a la generación, distribución y consumo de energía, de modo que éstas sean apropiadas a
sus circunstancias ecológicas, sociales, económicas y culturales, sin afectar negativamente a terceros
(Ecologistas en Acción).
Hacia la Democracia Energética, Debates y conclusiones de un taller internacional Ámsterdam, 11 y
12 de febrero de 2016.
https://www.tni.org/files/publication-downloads/hacia_la_democracia_energetica.pdf
URKIDI AZKARRAGA, Leire et alii (2015). Transiciones energéticas. Sostenibilidad y democracia
energética. Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU).

-46-
En torno a la transición energética en Euskal Herria

ABREVIATURAS:

AIE Agencia internacional de la energía


BBVAH Blanco, burgués, varón, adulto y heterosexual
CAPV Comunidad Autónoma del País Vasco
CH4 Metano
EVE Ente Vasco de la Energía
GEI Gases de efecto invernadero
GW Gigavatio. Mil millones de vatios -unidad de potencia-
Ha Hectárea. 10.000 m2
Hag/cap Hectárea global per cápita
IEB Institut d’Economia de Barcelona
IPBES Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los
Ecosistemas
ITER International Thermonuclear Experimental Reactor, en castellano Reactor
Termonuclear Experimental Internacional
kWh Kilovatio-hora -unidad de energía-
MW Megavatio. Un millón de vatios -unidad de potencia-
NGEU Next generation European Union
PIB Producto Interior Bruto
TAV-TAP Tren de alta velocidad-Tren de altas prestaciones
tep Tonelada equivalente de petróleo
Tm Tonelada -unidad de masa-
TW Teravatio. Un billón de vatios -unidad de potencia-
UE Unión Europea

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GLOSARIO

Agrocombustibles: combustibles derivados de la producción agrícola de grano o


de plantas oleaginosas, en forma de biodiesel, bioetanol u otros.
Biodiversidad: Es una contracción de diversidad biológica. Es el término moderno
comúnmente usado para describir el número, variedad y variabilidad de los
organismos vivos y comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las
especies y de los ecosistemas.
Biomasa: materia de origen animal o vegetal, susceptible de ser utilizada como
fuente energética.
Bucle de realimentación positiva: Centrándonos en el sistema climático, se refiere
al proceso que aumenta la emisión de gases de efecto invernadero y que pasado
una situación umbral deja de ser humanamente controlable. Por ejemplo, la
liberación del metano contenido en el permafrost.
Captura y almacenamiento de CO2: es un proceso en el que separa dicho
compuesto de los otros gases generados en el consumo de combustibles fósiles -en
especial en procesos industriales- y se transporta a un lugar donde será
almacenado y aislado a largo plazo. Se trata de una tecnología con muchas
cuestiones por resolver para ser viable, tanto desde el punto de vista económico
como ambiental.
Combustibles fósiles: carbón, gas natural, petróleo y sus derivados, gases
licuados del petróleo (GLP).
Comunidad energética local: entidad jurídica que impulsa proyectos de energía
renovable de carácter local y que se basa en la participación voluntaria de sus
socios o miembros (personas físicas, pymes o autoridades locales, incluidos los
municipios) que controlan la gestión de los proyectos. Su finalidad primordial es
proporcionar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus socios o
miembros o a las zonas locales donde opera, en lugar de ganancias financieras.
Desacoplamiento: El desacoplamiento relativo significa usar menos recursos
naturales por cada bien económico producido. Pero esta tendencia al mismo tiempo
reduce los costos, lo que permite a los productores obtener, con las mismas
cantidades de insumos, una mayor cantidad de bienes que luego se venden a
precios más bajos para que los consumidores aumenten la demanda. Básicamente,
parte o la totalidad de los recursos ahorrados a través de aumentos en la eficiencia
y el reciclaje son anulados por el crecimiento económico (efecto rebote). Por el
contrario, el desacoplamiento absoluto se produciría si se disociara globalmente el
crecimiento económico del consumo de recursos de forma que ese consumo
disminuiría en términos absolutos a lo largo del tiempo; algo que según las
investigaciones realizadas no parece que vaya más allá de una quimera. La propia
AIE (2021), lejos de cualquier escenario de desvinculación del crecimiento del
consumo de recursos, señala, por ejemplo, que, en la transición hacia la
descarbonización de aquí al año 2040 la producción de litio se debería multiplicar
por 42, la de grafito por 25, la de cobalto por 21, la de níquel por 19 o la de tierras
raras por 7.

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

Desobediencia civil: una forma especial de incumplimiento de ciertos (leyes,


normas, reglamentos), por parte de ciudadanos o de grupos de ciudadanos
conscientes y comprometidos con la sociedad, lo cual les lleva críticos respecto a
ciertas decisiones políticas que se han transformado en ley. Los ciudadanos y
ciudadanas que practican la desobediencia civil son capaces de imaginar un orden
social mejor y en su construcción la desobediencia civil se convierte en un
procedimiento útil y necesario. Muchas personas -tanto a títiulo individual y, sobre
todo colectivamente han realizado actos de desovediencia civil: Henry David
Thoreau en 1849 que se negó a pagar impuestos al estado ya que éste permitía la
esclavitud, Gandhi y su campaña de resistencia contra la ocupación británica de la
India, Martin Luther King y su lucha no violenta en defensa de la no discriminación
de la población negra en EE. UU. La desobediencia civil ha promovido y sigue
inspirando movimientos como la objeción fiscal, la objeción de conciencia contra el
militarismo y otro tipo de violencias, movimientos ciudadanos y luchas ante lo que
determinado grupo o persona considera abusivo.
Ecofeminismo: el ecofeminismo cuestiona los mitos y creencias sobre la economía
en torno al trabajo remunerado/no remunerado, la idea del crecimiento ilimitado, el
individualismo, la falsa independencia del individuo o la patologización de la
dependencia. Reivindica la satisfacción de las necesidades básicas para todos y
realiza propuestas sobre qué bienes producir y cuales son los trabajos socialmente
necesarios, dando valor a los que están ahora subvalorados e invisibilizados, como
los de cuidados. Uno de sus lemas centrales es “poner la vida en el centro”.
Economía circular: sistema de aprovechamiento de recursos basado en reducir,
reutilizar, recuperar componentes, reparar y reciclar. Apuesta por reutilizar
materiales cuando su vida útil se agota, realizando este proceso de recuperación y
reciclaje de la manera más respetuosa con el medio ambiente. Se trata, por tanto,
de un modelo en el que, sin olvidar lo económico, se prima el beneficio social y
medioambiental,
Efecto invernadero: es un fenómeno natural producido por los denominados
“gases de efecto invernadero” (GEI) presentes en la atmósfera, que retienen una
parte de la radiación térmica emitida por la superficie terrestre tras ser calentada por
el sol. Ese efecto ha mantenido la temperatura del planeta a un nivel adecuado para
el desarrollo de la vida, ya que sin él la temperatura de equilibrio de la Tierra sería
de unos -18ºC. La actividad humana desde el inicio de la Revolución industrial
(considerado en 1750) ha provocado un aumento constante de esos gases lo que
está provocando un incremento de la temperatura media del planeta. Es lo que
conocemos como calentamiento global.
Energía embebida u oculta: Se da la paradoja de que el consumo directo de
energía en los hogares es menos relevante que la energía incorporada en los
bienes y servicios adquiridos por los hogares. De la misma manera que, a nivel de
estado, la energía primaria de un país no tiene en cuenta la energía incorporada en
los bienes y servicios importados de otros países, lo que lleva al resultado perverso
de que un país parece ser más sostenible cuanto más subcontrata sus industrias
intensivas en energía. A situaciones como éstas hace referencia la energía oculta o
embebida.

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Energía endosomática: De las distintas acepciones de este término, lo hemos
usado en el sentido de aquella energía que proviene de los alimentos y permite a la
persona realizar movimiento, actividad, trabajo...
Energía final: energía consumida en el punto final de consumo, después de haber
sido transformada y transportada hasta dicho punto. Es igual a la energía primaria
menos la energía perdida en la transformación (generación eléctrica o refino), y la
energía consumida o perdida en el transporte y distribución hacia el cliente final.
Energía primaria: Es toda forma de energía disponible en la naturaleza antes de
ser convertida o transformada. Se encuentra contenida en los combustibles crudos,
y las energía solar, eólica, geotérmica... Si no es utilizable directamente, debe ser
transformada en una fuente de energía secundaria (electricidad, calor…)​
Energías renovables: son aquellas que se obtienen de fuentes naturales y que, a
diferencia de las no renovables, son virtualmente inagotables, unas por la inmensa
cantidad de energía que contienen (el sol, el calor interno de la Tierra o el
movimiento de las mareas), y otras porque son capaces de regenerarse por medios
naturales en poco tiempo (hidraúlica, viento, biomasa). Entre las energías
renovables se encuentran la energía solar, la eólica, la geotérmica, la hidroeléctrica,
la maremotriz, la undimotriz o energía de las olas, y bajo ciertas condiciones la
biomasa y los biocarburantes.
Efecto rebote: En su obra de 1865 titulada "The Coal Question" (la cuestión del
carbón) Jevons observó que el consumo del carbón se elevó en Inglaterra después
de que James Watt introdujera su máquina de vapor alimentada con carbón, que
mejoraba en gran manera la eficiencia del primer diseño de Thomas Newcomen.
El efecto rebote constata que a medida que el perfeccionamiento tecnológico
aumenta la eficiencia con la que se usa un recurso, lo más probable es que
aumente el consumo de dicho recurso.
Fusión nuclear: Es una reacción en la que dos núcleos ligeros se unen para formar
otro más pesado. En el proceso se libera energía. Por ejemplo, haciendo reaccionar
los núcleos de dos isótopos del hidrógeno, el deuterio y el tritio, se consigue uno de
helio y un neutrón, proceso que genera 17’6 MeV de energía.
El problema es que los dos núcleos están cargados positivamente y cuanto más se
acercan la fuerza de repulsión es muchísimo mayor. Para superar esta dificultad se
experimentan con varias técnicas, aunque algunas gastan más energía que la que
se consigue con la reacción. También hay otros problemas como la escasez de tritio
o el material capaz de contener esa reacción.
Hay varios experimentos en marcha, como el ITER europeo (International
Thermonuclear Experimental Reactor, en español Reactor Termonuclear
Experimental Internacional). Pero no parece que puedan desarrollarse
comercialmente en un plazo de varias décadas.
GEI (Gases de Efecto Invernadero) : Gases que tienen el efecto de retener la
radiación infrarroja en la atmósfera, contribuyendo de esta manera al calentamiento
del sistema climático terrestre. Entre ellos se encuentra el vapor de agua, el
anhídrido carbónico (CO2), el metano (CH4), los gases hidrofluorocarbonados
(HFC), o los óxidos de nitrógeno (NOx). Las actividades humanas que más están
contribuyendo al aumento en la emisión de los GEI son la combustión de combustibles
fósiles, además de la deforestación, los cambios de usos del suelo, la ganadería intensiva…

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

Hidrógeno verde: Se denomina hidrógeno verde al que se genera haciendo pasar


electricidad, que proviene de fuentes renovables, por una cubeta de agua. Para
diferenciarlo de los producidos por otras técnicas y que se denominan por diferentes
colores: gris, azul…
Huella ecológica: superficie ecológicamente productiva (cultivos, pastos, bosques o
ecosistema acuático), necesaria para producir los recursos utilizados por una
población definida. A esa superficie se le añade la que se necesita para asimilar los
residuos generados por esa comunidad. Suele expresarse en Ha/habitante/año.

Según el último informe de Global Footprint Network (2012), la huella ecológica de


nuestras actividades (consumo de recursos y generación de residuos) a escala
global es de 2,7 Ha/persona, mientras que lo que el planeta puede suministrar se
sitúa en torno a las 2 Ha/persona. Estos valores varían según las regiones del
planeta: mientras EEUU tiene una huella ecológica de 8,2 Ha per cápita y España
de 3,7, Angola sólo tiene una huella ecológica de 0,9 Ha/persona. Esto significa que
los habitantes de los países del Norte Global estamos viviendo por encima de las
posibilidades de regeneración ecológica y disminuyendo cada año la capacidad
planetaria de sostenernos. La huella ecológica, por tanto, es un indicador del
impacto ambiental de la sociedad.

Interrupción de suministro: Corte del servicio energético por impago.


Materias primas críticas (CRM): son un listado de materiales identificados por la
Comisión Europea como necesitados de una atención especial debido a su
importancia económica y al alto riesgo que supondría una interrupción de su
suministro para la UE. Se trata de un listado que se va modificando según se
conocen más datos:

Materias primas fundamentales en 2020

Antimonio Hafnio Fósforo

Barita Tierras raras pesadas Escandio

Berilio Tierras raras ligeras Silicio metálico

Bismuto Indio Tantalio

Borato Magnesio Wolframio

Cobalto Grafito natural Vanadio

Carbón de coque Caucho natural Bauxita

Espato flúor Niobio Litio

Metales del grupo del


Galio Titanio
platino

Germanio Fosforita Estroncio

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Obsolescencia programada: Es una técnica para impulsar el consumo que
consiste en diseñar un bien para que pueda estar en funcionamiento un tiempo
limitado. Hay que diferenciarla de la obsolescencia percibida, en la cual la persona
usuaria decide cambiar el bien aunque esté todavía en uso, como sucede con la
moda. En la obsolescencia programada el bien deja de funcionar.
Oligopolio energético: se suele designar así al grupo de grandes empresas
(Endesa, Gas Natural Fenosa, Hidrocantábrico, Iberdrola y Viesgo) que controlan la
producción, distribución y comercialización de energía eléctrica y gas. Suponen
aproximadamente el 80% de la generación y el 90% de la comercialización.
Ordenación del territorio: La Carta Europea de Ordenación del Territorio define el
término como “la expresión espacial de las políticas económicas, sociales, culturales
y ecológicas de la sociedad”. Entiende que la ordenación del territorio se trata de
una disciplina científica, una técnica administrativa y una política de carácter
interdisciplinar y global que busca un desarrollo equilibrado de las diferentes
regiones y la organización física del espacio según unas directrices.

Pobreza energética: La Alianza contra la Pobreza Energética la define como la


situación en la que se encuentran las familias que no tienen garantizado el acceso a
agua, luz y gas y no pueden mantener su casa a una temperatura adecuada; estas
personas que sufren precariedad energética no disponen de la necesaria cantidad
de energía o agua para poder vivir dignamente aunque haya las infraestructuras
para un suministro adecuado para toda la población.
Sur Global: en el Sur global se suelen incluir países de América Latina, Asia y
África que forman parte de la periferia capitalista y que están sometidos a
condiciones de degradación económica, política y desigualdad social. También se
incluye a los pueblos, clases y capas sociales que viven en el Norte en esas
desfavorables condiciones. Habitualmente se refiere a todos aquellos países que
tienen una historia interconectada de colonialismo, neocolonialismo y una estructura
social con grandes desigualdades en niveles de vida, esperanza de vida y acceso a
los recursos.
Tareas de cuidados: Labores vinculadas a la limpieza, la alimentación o la atención
a las personas. En palabras de Yayo Herrero, aquellas actividades fundamentales
para el sostenimiento de la vida.
Tasa de reciclaje: relación entre los residuos recuperados para un nuevo uso y el
total de residuos generados en un proceso determinado.
tCO2 equivalente: medida que indica el nivel de CO2 al que equivale una mezcla
determinada de Gases de Efecto Invernadero.
Tep (tonelada equivalente de petróleo): unidad de medida de la energía contenida
en una tonelada de petróleo de determinada composición química.
Equivale a 11,63 MWh, o a 41,868 GJ (miles de millones de Julios).
Tierras raras: Es el nombre con el que se denominan a un conjunto de 17
elementos químicos. No se denominan raras por ser escasas, sino porque aparecen
en pequeñas concentraciones, a veces como simples trazas, lo que dificulta su

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En torno a la transición energética en Euskal Herria

extracción. Se utilizan, por ejemplo, en los aerogeneradores (neodimio, disprosio y


praseodimio).
Trabajo productivo/ trabajo reproductivo: Dentro de la división sexual del trabajo,
son las categorías que se establecen para referirse a aquellos trabajos vinculados a
la esfera pública y al trabajo remunerado (trabajo productivo, históricamente
vinculado a los hombres) en contraposición a las tareas de cuidados y labores
domésticas (trabajo reproductivo, vinculado a las mujeres y mayoritariamente no
remunerado).
Vivienda energéticamente ineficiente: Inmueble que por sus características
físicas o por el estado de sus equipos tiene un consumo elevado de energía.
Vulnerabilidad: Según la ONU, la vulnerabilidad puede definirse como la capacidad
disminuida de una persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y
resistir a los efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para
recuperarse de los mismos.

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