Traqueostomía

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Traqueostomía

La traqueostomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la realización de una apertura


en la pared anterior de la tráquea para establecer una vía aérea segura, con el fin de establecer
una vía aérea artificial para asegurar la ventilación del paciente.

Todo paciente que es sometido a una traqueostomía pierde la capacidad para humidificar y
calentar el aire inspirado. Tiene mayor riesgo de alteraciones en la mecánica de deglución y del
reflejo tusígeno (vinculado con un mal manejo de secreciones) y, por tanto, aumenta el riesgo de
infecciones del tracto respiratorio inferior. Además, genera disminución del espacio muerto (entre
60-70 ml) y pérdida de la presión positiva al final de la espiración (mediada por la actividad de la
glotis), incidiendo en una menor capacidad funcional residual y en un incrementando del riesgo de
atelectasias

El procedimiento puede ser quirúrgico o a través de una dilatación percutánea. La traqueostomía


de tipo quirúrgica debe realizarse preferentemente en el área quirúrgica, la traqueostomía de tipo
percutánea puede realizarse en la habitación del paciente, para lo cual se deberán respetar las
recomendaciones en cuanto a limpieza, circulación y demás medidas asépticas.

La traqueostomía puede ser dividida en dos grupos:

a). Traqueostomía de urgencia

b). Traqueostomía electiva

• Traqueostomía de urgencia

Es la más realizada y está indicada en las insuficiencias respiratorias agudas altas como las
producidas por:

1. Cuerpos extraños laríngeos 7. Neoplasias laríngeas

2. Edemas de la laringe 8. Parálisis de cuerdas vocales

3. Edemas de la base de la lengua 9. Traumatismos laríngeos

4. Epiglotitis 10. Difteria laríngea y otras infecciones agudas

5. Estenosis laríngea o subglótica 11. Traumatismos craneoencefálicos

6. Malformaciones congénitas

• Traqueostomía electiva

Es la que se realiza en forma preventiva cuando se espera, debido a la enfermedad de base, un


empeoramiento de la ventilación, entre ellas tenemos las que se hacen en:

1. Preoperatorio de grandes intervenciones, neuroquirúrgicas y del cuello

2. Previo a la irradiación del cáncer laríngeo


3. Enfermedades neurológicas degenerativas

4. Comas (cuando no es recomendada la entubación)

5. Excepcionamente para eliminar secreciones traqueales en enfermedades respiratorias crónicas


agudas.

Indicaciones

Entre las indicaciones de traqueostomía se incluyen la insuficiencia respiratoria aguda con


necesidad de ventilación mecánica prolongada, la obstrucción de la vía aérea superior y la
imposibilidad del manejo de secreciones (Tabla 1)(1). Actualmente, la indicación más frecuente es
la necesidad de ventilación mecánica prolongada que representa dos tercios de los casos. La
segunda causa más común de traqueostomía es el traumatismo craneofacial grave

Complicaciones

La incidencia de las complicaciones de la traqueostomía varía según las condiciones en las que se
realiza, oscilando entre 0,3 y 3% cuando es de forma electiva y entre el 20 y el 40% cuando se
realiza en pacientes de alto riesgo.

Las complicaciones que derivan del procedimiento se dividen en: inmediatas, mediatas y tardías.
En el primer grupo (en las primeras 24 horas) se ncluyen: fracaso en el procedimiento, embolismo
aéreo, aspiración, hemorragia, neumotórax, lesión del cartílago cricoides y el daño quirúrgico del
esófago, nervio laríngeo o de la cúpula pleural.

Entre las mediatas (del día 1º al 7º) se encuentran: neumotórax, neumomediastino, hemorragia,
infección del estoma, ulceración del estoma, disfagia, decanulación accidental, obstrucción de la
cánula con secreciones, enfisema subcutáneo, aspiración y abscesos pulmonares, traqueítis,
traqueobronquitis, atelectasia y desplazamiento de la cánula.

Finalmente, las tardías (a partir del 7º día) son: neumonía, aspiración, disfagia, decanulación
accidental, granulomas traqueales, fístulas traqueocutáneas o traqueoesofágicas, traqueomalacia
y estenosis laringotraqueal.

La complicación más frecuente es el sangrado postprocedimiento (5%).

Parece existir una mayor tasa de complicaciones precoces en la traqueostomía percutánea,


aunque de menor gravedad comparada con la traqueostomía quirúrgica.

CÁNULAS DE TRAQUEOSTOMÍA

La cánula de traqueostomía es un tubo con un diámetro menor al de la tráquea, que se introduce


a través del traqueostoma y que sirve para evitar que este se cierre y permitir así la ventilación del
paciente. Puede estar fabricado en distintos materiales, como el policloruro de vinilo o PVC, que
son las primeras que se usan tras la realización de traqueostomía y se pueden conectar a un
respirador; cánulas de plata, en traqueotomía permanente o de larga evolución que no necesiten
conectarse a un respirador; y cánulas de silicona, se usan para aquellos que no toleren la cánula de
plata, ya que el material es más suave.
Las cánulas se componen de distintas partes (Fig. 1):

• Cánula externa o cánula madre: es la parte que comunica la tráquea con el exterior, su parte
más extrema está provista de unas aletas con orificios de sujeción al cuello (aquí se puede leer: la
marca, el número del tamaño de la cánula, el diámetro y la longitud). El extremo distal acaba en
un extremo romo para evitar dañar la tráquea.

• Cánula interna o camisa interna: tubo hueco que se coloca en el interior de la cánula externa
para asegurar la permeabilidad de la vía aérea. Es muy útil para evitar oclusiones y permitir
cambios de cánula en situaciones de exceso de secreciones o tapones de moco.

• Balón: es un globo suave de baja presión y gran volumen que rodea el extremo de la cánula
externa (se comunica con otro globo exterior de control); al ser llenado de aire, sella la cavidad
interna de la tráquea. Se usa en pacientes que necesitan soporte ventilatorio o para ayudar a
evitar la broncoaspiración(8). La presión recomendada para evitar isquemias vasculares debe estar
comprendida entre 15-25 cmH2O (10-18 mmHg). Existen manómetros para controlar la presión de
inflado(9).

• Fiador o guía: a la hora de colocar la cánula, sobre todo en las primeras ocasiones y si se
presentan problemas de recanalización, es conveniente que la cánula externa lleve en su interior
el fiador o guía. Al ser su extremo distal redondeado y romo permite la mejor introducción y
recanalización del estoma por la cánula. Una vez insertados, se retira el fiador y se coloca la cánula
interna

MANEJO DE LA TRAQUEOSTOMÍA

Cuidados generales

La traqueostomía debe estar asegurada y no retirarse antes de cinco a siete días. Únicamente se
podrá sustituir si existe daño del manguito o cuando el calibre de otra cánula ajuste mejor al
paciente.35 La herida debe asearse diariamente con solución salina al 0.9% bajo técnica de asepsia
y antisepsia (guantes, campos estériles y gasas simples); es imperativo evitar en todo momento
laceraciones en la piel. La endocánula debe limpiarse tantas veces sea necesario para evitar
acúmulo de secreciones en su interior y obstrucción subsecuente; la técnica de lavado incluye
solución salina al 0.9% en conjunto con cepillos diseñados para la endocánula; después debe
sumergirse durante 20 minutos en glutaraldehído al 8.2% y retirar el exceso del desinfectante con
solución salina antes de recolocarla.11 Asimismo, es recomendable el uso temprano de las
válvulas de fonación debido a que mejoran la comunicación del enfermo y contribuyen a
recuperar la función de las estructuras faringolaríngeas por incremento de la presión subglótica, al
favorecer el uso de la musculatura intrínseca de la laringe

El globo de la traqueostomía tiene dos funciones principales: prevenir la aspiración de secreciones


y optimizar su drenaje.9 Debe ser monitorizado continuamente para mantener una presión que
oscile entre 20 y 25 mmHg; valores superiores sobrepasan la presión de perfusión capilar en la
mucosa traqueal con el consecuente riesgo de isquemia y estenosis.Cuando la presión es menor
de 20 mmHg, el globo forma pliegues longitudinales que favorecen la formación de biofilm con un
riesgo cuatro veces superior para desarrollar neumonía asociada al ventilador.
Elección del humidificador. No existe un método universal de humidificación; sin embargo, debe
proporcionársele a todos los enfermos con vía aérea artificial.42 La humedad absoluta que genera
cada dispositivo se basa en pruebas in vitro, aspecto que limita conocer con exactitud el nivel de
humedad que otorga el máximo beneficio en la práctica clínica. Se considera que la elección del
sistema de humidificación debe ser con base en: 1) escenario clínico, 2) recursos disponibles y 3)
capacidad del dispositivo para proporcionar un nivel apropiado de humedad salvaguardando la
integridad de cada paciente.

DRENAJE DE SECRECIONES

La aspiración de secreciones a través de la cánula de traqueostomía es incómoda para el paciente


y potencialmente peligrosa. estos lineamientos sugieren que se lleve a cabo una vez por turno,
particularmente en situaciones como: a) roncus en la auscultación de tráquea y tórax; b) deterioro
en el nivel de oxigenación (oximetría de pulso o gasometría); c) elevación de la presión pico
durante VM; d) incremento del trabajo respiratorio; e) secreciones visibles en el tubo traqueal;
Además, se debe escoger el diámetro adecuado de las sondas de aspiración para cada tamaño de
traqueostomía

CAMBIO DE LA CÁNULA DE TRAQUEOSTOMÍA

El primer cambio de la traqueostomía es cada vez que el estoma ha madurado siendo aconsejable
luego de 7 a 14 días; con esta modificación, se logra mejor tolerancia a la vía oral, fonación y
menor estancia intrahospitalaria.

RETIRO DE LA TRAQUEOSTOMÍA

Una de las recomendaciones para retirar la traqueostomía consiste en disminuir progresivamente


el diámetro de la cánula. Dicha estrategia, sumada al uso de válvulas para fonación, permiten
recuperar las estructuras laríngeas. Existen diversos protocolos de decanulación.50,72,74-76 La
cánula de traqueostomía es retirada cuando existe permeabilidad de la vía aérea y se ha resuelto
el problema primario. hacen énfasis en el cumplimiento de las siguientes condiciones para su
retiro: 1) saturación de oxígeno al aire ambiente mayor a 92%; 2) ausencia de secreciones
abundantes; 3) reflejo tusígeno adecuado con flujo pico de tos mayor o igual a 160 L/min; 4)
radiografía de tórax sin anormalidades (neumonía, neumotórax, etc.); 5) evaluar de manera
individual la decisión de someter a broncoscopía para descartar estenosis laringo-traqueal. En
adición, es aconsejable realizar una evaluación completa del mecanismo de deglución previo a
decanular al paciente

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