Estudio de Caso - 4

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Práctica: Estudio del caso de Dolores, la profesora “quemada” por su trabajo

Los riesgos psicosociales a los que Dolores se halla expuesta vienen provocados
mayoritariamente por una mala organización del trabajo. La tarea es la siguiente:

1. Discriminar entre demandas retadoras y demandas amenazadoras que aparecen en el caso.


2. Debatir las principales demandas/recursos (extra)organizacionales y cómo pueden influir en el conflicto
trabajo-familia.
3. Proponer estrategias de mejora del ambiente organizacional y extra-organizacional de Dolores, basadas en
la potenciación de los recursos laborales y familiares.

Supuesto práctico

Dolores tiene 45 años y trabaja como profesora con destino definitivo en un IES de la Comunidad
Valenciana desde hace 20 años. Toda su vida la ha dedicado a la docencia y ha sentido, desde joven, una gran
vocación por la enseñanza. Las Matemáticas le gustaron desde pequeña y un buen día decidió trabajar en aquello
que le encantaba: enseñar Matemáticas a los jóvenes. Para ello estudió Ciencias Exactas y fue una de las
primeras de su promoción, y en seguida estudió y obtuvo el CAP que le capacitaba para dar docencia en Educación
Secundaria.
Se presentó a oposiciones de profesora de Matemáticas, que aprobó en el primer intento y empezó a
trabajar en el centro con mucha ilusión y con ganas de enseñar mucho a sus alumnos, de motivarlos a trabajar en
grupos, de hacer buenas prácticas, etc. Pero desde hace ya varios años nota que está cada vez más agotada
emocionalmente, da mucho a sus alumnos y sin embargo, los encuentra cada vez más desmotivados, con menos
ganas de hacer cosas, y algunos de ellos incluso manifiestan conductas violentas hacia ella y hacia los demás
compañeros de clase.
Tiene demasiados alumnos en cada clase, y además tiene que impartir matemáticas con otras dos
asignaturas que no tienen que ver entre sí: Alternativa a la Religión y Tecnología. Desde hace unos años percibe
desinterés en los estudiantes respecto a las Matemáticas. Por otro lado, cada vez le resulta más difícil mantener un
buen clima en el aula debido a la indisciplina de algunos alumnos. Con el tiempo ha ido desarrollando una actitud
cínica hacia su trabajo (“¿de qué sirve todo esto?”). La información que recibe por parte de sus alumnos sobre su
trabajo hace que cada vez dude más de su capacidad para desarrollar bien su profesión, incluso cree que su
desempeño profesional es cada vez menor. De hecho, además de preguntarse muchas veces si lo que hace sirve
para algo también se pregunta si de verdad es competente o válida para ser profesora.
Esta situación le ha provocado un aumento del número de errores en su trabajo. Además, debido a la gran
cantidad de trabajo que realiza, Dolores tiene pocas posibilidades de relacionarse con sus compañeros: lo hace
únicamente cuando asiste a alguna reunión del departamento o cuando baja a tomar algún café al bar. La directora
del centro es excesivamente maternalista y no suele delegar funciones en los miembros del departamento, por lo
que interviene siempre que surge algún problema. La falta de autonomía que tiene para solucionar algunos de los
problemas que surgen en su trabajo como profesora también le produce insatisfacción.
Además, cuando llega a casa por la tarde le esperan sus hijos, de la misma edad que los estudiantes a los
que imparte docencia, con los que se encuentra con los mismos problemas de indisciplina y rebeldía. Además, no
entiende muy bien por qué, pero tiene la sensación de que el trabajo de casa cada vez es mayor: los hijos al crecer
parecen darle incluso más trabajo que antes (se cambian más de ropa, que dejan sucia en la habitación; tiene que
preparar comidas diferentes y en distintos turnos porque los horarios del marido y de los hijos no coinciden…), o
ésa es la sensación que le da a ella… Y para colmo, le han puesto unas clases por la tarde que hacen que el poder
acompañar a los hijos, todavía pre-adolescentes, a las actividades extraescolares sea poco menos que misión
imposible, con la sensación de culpabilidad que le queda cuando no puede hacerlo. Menos mal que su marido la
apoya en todo momento, aunque no sabe qué hacer para mejorar su situación y darle ánimo. Sólo “está”
emocionalmente con ella…
Dolores tiene ganas de dejar el centro y su trabajo como docente. Después de tantos años de sacrificio y
dedicación a la enseñanza se siente decepcionada con todo. Cada vez piensa más y más en dejar el centro, e incluso
la enseñanza y dedicarse más a su familia. Quizá algún día lo haga…

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