Bleger Cap V
Bleger Cap V
Bleger Cap V
No hay área privilegiada. Esto se opone al supuesto con el que trabajó siempre la
psicología hasta comienzos de este siglo: “la conducta se origina en la mente”.
Todas las manifestaciones del ser humano pueden ser englobadas con la denominación
de conductas.
Los fenómenos de conducta tienen un carácter unitario, con una transición entre lo
normal y lo patológico.
Toda conducta tiene un significado y es por tanto una manifestación psicológica.
La conducta es un proceso, una corriente continua, y en ella lo que precede esta condicionando
lo que sigue. La motivación no es otra cosa que la conducta.
El fenómeno de conversión.
En un comienzos solo existe el área corporal. Todo es el cuerpo, incluso indiviso con el
mundo externo en un estado que se llama transitivismo. El sujeto y el mundo es el
cuerpo.
Hay una discriminación prograsiva entre áreas 2 y 3.
De forma muy gradual se incorpora el área de la mente. La capacidad de simbolizar y
reemplazar la acción concreta y los objetos concretos por símbolos, sin confundir el
símbolo con lo simbolizado. Esto requiere la previa discriminación entre el YO y el
NO YO y una relativa emancipación de las cosas, de la acción, del presente inmediato.
(según Wallon sucede entre los 3 y 5 años).