Historia de Africa

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HISTORIA DE AFRICA

África es el continente que cuenta con la más impresionante historia que


podamos conocer en el mundo. Los egipcios ya tuvieron una época de
dominación, y posteriormente han vivido épocas y siglos convulsos por la
colonización de países europeos, y las independencias de los mismos.
África está considerada como el continente donde nacieron los seres humanos,
el origen de todo, el continente en el que se dieron lugar los primeros seres
humanos, el homo sapiens, hace más de 190,000 años. Desde entonces varias
han sido las civilizaciones que han pasado o que han estado asentadas en la
región, destacar los egipcios, los primeros de todos ellos, con el imperio
formado alrededor del Río Nilo, después los fenicios, los romanos, los árabes…
y finalmente la época de la colonización de África.
Alrededor del 600 a.C los fenicios ya recorrieron costeando todo el continente
africano, desde el Mediterráneo hasta el Índico, con una importancia del
comercio en la región que en los primeros años de nuestra era alcanzó sus
cotas más altas, con la trata de oro, de marfil, de animales salvajes que
viajaban fundamentalmente a Roma al Coliseum, así como con la trata de
esclavos. El nombre de África proviene de esta época, cuando los romanos la
bautizan así.
En el Siglo VII son los árabes los que conquistan el continente,
fundamentalmente en norte, ruta a través de la cual llegan a Europa a
principios del Siglo VIII, es cuando este continente queda partido en dos, el
norte islámico y el sur.
Durante el Siglo XV hasta el XIX se van formando las fronteras de los países
que conocemos hoy día, el Reino del Congo, la República del Congo, Angola,
Camerún, Nigeria, Niger, Chad, todos estos países van formándose, algunos
de ellos por la acción autóctona, otros por las colonizaciones de países como
Alemania u Holanda, en Tanzania, o en Sudáfrica; Bélgica en el Congo;
Portugal en países como Angola o Mozambique, o el Reino Unido en Kenya o
Sudáfrica también, sin olvidar el norte de África y la acción de España.
África era un continente que había sido repartido por los países europeos, un
continente que contaba con zonas de Italia, de Alemania, de Reino unido, de
Holanda, de España, de Bélgica, de Portugal… todos ellos se habían repartido
el continente, una colonización que en el Siglo XIX tuvo su máxima extensión, y
que vio como después de la I Guerra Mundial se asentaba aún más, si bien
también durante el Siglo XX comenzó el proceso de descolonización, que
acabó con el dominio europeo en África.
Tras la II Guerra Mundial, África sólo contaba con cuatro países
independientes, Liberia, Egipto, Etiopía y Sudáfrica, pero es en este momento
cuando las independencias comienzan a sucederse en cascada, Libia rompió el
hielo, separándose de Italia en 1951 con el auspicio de la ONU, después vino
Ghana, y el resto de países africanos comprendió que era su momento, y en
los 30 años siguientes se independizaron el resto de países hasta completar el
mapa actual del continente, en el que se hablan más de un centenar de
lenguas diferentes, y en el que cada país tiene al menos 3 idiomas, contando
los dialectos. (SUR, 2002)
Hay gente que dice que África no tiene historia. La historia de África ha sido
una disciplina que tradicionalmente ha estado ausente del paisaje; es como si
hubiese un ángulo muerto donde no hubiese historia. ¿Habría que preguntarse
por qué mucha gente tiene dudas sobre la historia de África? ¿Acaso África
carece de historia porque esta no está, en su mayoría, escrita?
Puedes llevar a cabo una conferencia sobre África con pruebas históricas,
mapas, documentos, pruebas arqueológicas, etc., que siempre habrá alguien
que llegue y te diga: “¿Está usted seguro de que hay una historia de Ghana,
una historia de Mali, etc.?” Esto no ocurre cuando hablas de la historia de
Europa o de América; nadie la pone en duda.
“L’homme africain n’est pas assez entré dans l’Histoire” (‘el hombre africano no
ha entrado lo suficiente en la historia’), dijo Nicolás Sarkozy. Lo triste de este
comentario es saber que hay mucha gente que piensa lo mismo, y ese discurso
sigue hoy muy presente. ¿Por qué hay esa percepción de África? Según
François-Xavier Fauvelle, esta negación de la historia de África tiene algo que
ver con una ideología racista que se ha desarrollado en la época moderna
europea (siglos xvi, xvii y xviii) para justificar la trata de esclavos comprados en
África y transportados al otro lado del Atlántico. África tiene periodos históricos,
eso es indudable. La historia ha existido siempre, las gentes viven una historia
y confundimos vivir una historia, tener una historia y haber escrito una historia.
África es inmensa, y su historia es muy compleja. Estamos hablando de 54 o
55 países, pero antes eran quizás muchos más…: grandes, pequeños, reinos,
imperios, etc. Aunque la historia de África está de alguna manera adulterada y
reconstruida, lo cierto es que no se enseña ni en las escuelas ni en los medios
(en los medios ni aparece, y lo que aparece es tristemente la cantinela de
siempre: guerras, hambrunas, corrupción, enfermedades, conflictos etc.; esa es
o esas son la/s historia/s de África que nos enseñan, y esa es la imagen con la
que nos quedamos). De hecho, para vender una visión de África al gran público
actual, se dispone de varios registros de representaciones, que van desde las
ideas correctas (que son pocas) hasta los clichés fáciles, pasando todos por
generalizaciones más o menos rápidas. (GOMEZ, 2022)
AFRICA EN GENERAL
El África contemporánea, por su interés y actualidad, continúa siendo objeto de
numerosos estudios e investigaciones que incrementan y enriquecen la
bibliografía dedicada a su historia reciente y su presente, acentuando la
identidad propia de este campo historiográfico. Así, como se indica en la
introducción del libro de Pierre Salmon: Introduction a ibisloire de lAfrique,
Bruselas. Hayez. 1986. 197 pág. durante el periodo colonial la historia de África
ha sido considerada como un apéndice de la historia de las metrópolis,
conocida como «historia universal», contentándose con ser la justificación
indirecta de la colonización y la civilización occidentales, planteamiento que se
ha mantenido hasta mediados de nuestro siglo XX. Tras la Segunda Guerra
Mundial, sin embargo, con la aparición de los nacionalismos africanos y el
acceso a la independencia de los países del continente, la historia de África,
bajo la influencia de historiadores profesionales de formación universitaria, ha
abandonado las preocupaciones apologéticas para consagrarse a la
investigación de la objetividad histórica.
AFRICA ISLÁMICA
El libro colectivo Estrategia del Mediterráneo Occidental y del Magreb, Madrid,
Instituto de Cuestiones Internacionales, 1983, 336 págs., recógelas
comunicaciones y ponencias presentadas, seguidas dc coloquio, en el
seminario celebrado en Toledo en 1982 por el I.N. de C.I. sobre el tema
«Cambios políticos y estratégicos en el Mediterráneo Occidental y el Magreb»
en el que fueron tratados por destacados especialistas diversas cuestiones que
afectan a esta importante región en la geopolítica del mundo actual como son
el problema dc Marníecos y el Sahara Occidental. las perspectivas del
fundamentalismo islámico en el Magreb. la unidad nvagrebí como proyecto
económico y político. la política francesa para la región y su rivalidad con la
creciente influencia norteamericana, el papel de Libia en el Magreb y el
Mediterráneo Occidental. y la función de contención de ese papel desarrollado
por la VI flota norteamericana, así como los efectos para el equilibrio global de
la zona del ingreso de España en la Alianza Atlántica, entre otros aspectos.
La obra se inicia con un prólogo de A. Marquina Barrio en el que traza una
panorámica de conjunto del tema y perfila los caracteres generales del mismo,
para continuar con los trabajos de A. Sánchez-Gijón: «Cambios políticos y
estratégicos en el Mediterráneo Occidental y en el área del Magreb», D.
Heradstreit: «El impacto de las causas árabes e islámicas en el Magreb». E.
Morán: «Riesgos inherentes a la globalización. en una perspectiva Este-Oeste,
de los escenarios del Magreb», U. Elliot Zoppo: «La contención, estrategia
americana y el área del Magreb en la política exterior de Estados Unidos». D.
del Pino: «Conflicto del Sahara: autodeterminación o confrontación». M. Charfl:
«La unidad magrebí», P. Balta: «Factores de estabilidad y de inestabilidad en el
Magreb» M. Sehimi: «Observaciones sobre los aspectos estratégicos de la
aproximación marroquí-americana». i.-F. Daguzan y B. Labatul: «Tendencias
actuales de la política francesa en el Magreb». 13. cl. Mernissi: «Las relaciones
hispano-marroquíes», A. Vasconcelos: «Visión portuguesa sobre la seguridad
de la región peninsular y norteafricana». EJ. Rodilla: «Aproximación de síntesis
al modelo argelino de desarrollo», y de P. Guerriesi: «Estrategias de desarrollo
en los países del Magreb y futuras relaciones con Europa». El libro finaliza con
un «Epílogo y evaluación del seminario» por A. Sánchez-Gijón y lv!. Schimi, e
incluye en sus últimas páginas un índice onomástico y una relación de los
participantes en el seminario. El libro de Bernabé López García: Política y
movimientos sociales en el Magreb, Madrid. C. de l.S. 1989. 207 págs.. es un
estudio y reflexión históricas sobre política y sindical isíno en el Magreb desde
tina perspectiva que sc inicia a lo largo de la primera parte del siglo XX. durante
la época colonial, para proseguir su análisis en la fase de las independencias
de Marruecos Argelia y Túnez hasta nuestros días, partiendo del hecho dc que
el movimiento obrero ha sido uno dc los principales protagonistas cíe la lucha
anticolonial en las sociedades magrebíes. en la primera mitad del siglo, para
continuar siendo después. desde las independencias., uno de los elementos
más activos en el debate por la democracia social en tales Estados
independientes, constituyendo una de las fuerzas sociales con mayor presencia
en la realidad actual de estos países norteafricanos. La obra, tras un prefacio.
se inicia con una introducción: «Los movimientos sociales en el Magreb del
siglo XX». y se compone de dos partes que contienen un total de siete
capítulos. La primera parte titulada «Política y movimiento obrero en el Magreb
colonial» estudia en sus capítulos del 1 al 4: los orígenes del movimiento
obrero marroquí (1912-39), argelino (1900-39). tunecino (1900-39). y el
movimiento obrero magrebí y la lucha por la independencia (1940-56). La
segunda parte. con el título «Independencia y sindicalismo en el Magreb».
analiza en sus capítulos del 5 al 7: independencia y sindicalismo en Marruecos.
en Argelia y en Túnez. El trabajo contiene en sus últimas páginas un apéndice
documental, que incluye cuatro textos, una bibliografía, y unos índices de
mapas, gráficos y cuadros

AFRICA SUBSAHARIANA
Los Estados del África subsahariana iniciaron su marcha hacia la libertad
política, rompiendo con la dependencia colonial, en 1957. cuando la colonia de
Costa de Oro se transformó en el Estado independiente de Ghana. al que
siguieron una continuada sucesión de otros países que igualmente acceden a
la condición de Estados independientes hasta la proclamación de Zimbabwe en
1980 a la que siguió, más recientemente, la de Namibia en 1990. Esos
aproximadamente primeros veinticinco años de vida independiente han
conocido sobre el continente negro gran variedad de agitaciones políticas,
tensiones sociales y presiones económicas que desembocan en la realidad
actual del África de nuestros días. Todo ello es objeto de estudio en la obra de
Gwendolen M. Carter y Patrick O’Meara: African Independence. The First
Twenly-Five Years, Indiana Univ.. Press. 1985, 364 págs. y como se indica en
la introducción del libro, Africa se encuentra todavía comprometida en explorar
el marco del autogobierno, y tanto en los diferentes sistemas internos, como en
el exterior en sus relaciones con los poderes internacionales de Europa
Occidental y América del Norte, así como con la URSS y China. El estudio de
estos veinticinco años del Africa independiente muestran el carácter y las
dimensiones de uno de los más grandes y más recientes experimentos de
autogobierno. Tras la era del colonialismo, esta obra considera las fuerzas que
han afectado a los Estados de Africa que han alcanzado su independencia
desde fines de los cincuenta y durante los sesenta, y evalúa su continuado
impacto y relevancia. Veinticinco años después de la independencia, los
Estados de Africa han de hacer frente a una serie de cuestiones y dilemas,
necesitando evaluar los beneficios y los Limites de la independencia; y si
algunos de los problemas de Africa tienen su origen en el pasado colonial,
otros han sido creados en los tiempos más recientes. (CARRERAS, 2013)

La historia de Africa, en la actualidad, debe cuidarse de ser una historia de


carácter exclusivamente político, y fundarse a la vez sobre una metodología
específica de aproximación y sobre una nueva reflexión crítica de las
sociedades africanas. Africa, en fin, debe ser considerada como un todo, vista
en su conjunto continental. El historiador, en estos tiempos de fines del siglo
XX debe situar la historia africana, de manera resuelta, en una perspectiva
mundial y mostrar que Africa ofrece, como los otros continentes, una
contribución original al progreso general de la humanidad.
Las investigaciones y estudios sobre África —aunque después de la
independencia han sido más rigurosos— que tuvieron lugar siempre han venido
de la mano de antropólogos y etnólogos de la época colonial a nuestros días.
Ellos han construido su biblioteca colonial sobre África.
África, lo sabemos, es un continente inmenso que cubre un espacio de unos 30
millones de km2 compuesto por 54 Estados[vi], de los cuales cinco son
mediterráneos y 49 pertenecen (y no exactamente) al África negra o, más
recientemente, al África subsahariana. África no es una entidad homogénea, y
mucho menos un país o un estado (“la negación de la singularidad de lo
africano”). Hay comparaciones tan banales como por ejemplo entre África (un
continente) y China (un Estado), o anécdotas como cuando te llegan a
preguntar: “¿Habla usted africano?”, sabiendo que la diversidad social y de
lenguas es inmensa en el continente. Y, en lo referente al clima, este
continente los tiene todos donde los modos de vida rurales existen: desde
desierto y Sahel (pastoral trashumante) a la densidad de la selva ecuatorial,
pasando por la sabana, donde prevalece el cultivo de los cereales.
Hasta la independencia, el conocimiento de África estaba implícitamente
reservado a los antropólogos, sobre todo del lado francés, donde prevalecía la
historia de la colonización. Los trabajos históricos se han multiplicado desde
entonces, y, si hasta 1990 han sido dirigidos por universitarios occidentales, lo
cierto es que cada vez se han ido elaborando más a partir de historiadores
africanos, ya sea sobre el terreno o en la diáspora. En cualquier caso, hay una
falta de diversidad y de puntos de vista, así como una falta de medios
económicos para todo lo que supone la investigación, búsqueda y formación
para los historiadores africanos.
En la historia de África hay muchos conceptos que revisar. Podríamos hablar
de la utopía de volver a delinear las fronteras[vii], asunto que, aunque aún ha
sido y es origen de algunos conflictos, no viene a cuento en estos tiempos. En
definitiva, para evitar nuevas guerras, se optó por respetar los viejos límites
coloniales. Al final de la independencia, la elección de mantener las fronteras
heredadas de la época colonial tenía como objetivo resolver y evitar los
conflictos fronterizos entre los Estados africanos.
El verdadero problema por resolver se expresa en una simple pregunta: ¿cómo
evitar que las etnias más numerosas sean definitivamente propietarias del
poder? Quizás sustituyendo el voto individual por el de grupo. En África, ello es
difícil que tenga lugar, dado que la ideología dominante está fundada en el
individualismo.
Finalmente, otro asunto que hay que tratar a falta de muchos otros, y con ello
concluimos este breve resumen, sería la visión de que los actuales males de
África tienen su origen en la esclavitud y la colonización.
“Nos hemos vuelto expertos en despertar la conciencia de nuestros antiguos
dueños coloniales. Hablemos claro: hemos ejercido un chantaje infernal a
Europa occidental. Es un procedimiento tan bueno para procurar la ayuda
extranjera… Ya es hora de que África sea adulta.”(Peter Enaharo, periodista
nigeriano).
En septiembre de 2001, a raíz de la Conferencia Mundial contra el Racismo
que tuvo lugar en Durban, los jefes de los Estados africanos se justificaron en
el paradigma de la victimización exigiendo una reparación a los antiguos
Estados esclavistas europeos (cuando sabemos también que algunos africanos
vendían a los suyos a los negreros europeos).
Sobre ello habría que aclarar lo siguiente:
La esclavitud no se introdujo en el continente africano por los europeos. La
trata de negros no fue una invención diabólica de los europeos (Fernand
Braudel[x]). Hubo que esperar a los años 2000 para que el papel de ciertos
africanos se pusiera claramente en evidencia, dado que “los cautivos que no
aparecían como por encanto en las citas de la trata, eran productos
transportados, apartados y elegidos por negreros negros.”
La realidad de la trata de esclavos era que fueron los propios negros africanos
los que vendían a sus hermanos a los negreros europeos. Esta afirmación
empezó a tomar conciencia a finales de 1998. Ya en la revista especializada
Jeune Afrique se mencionaba que algunos descendientes de esclavos
comenzaban en las Antillas francesas a reconocer esta verdad, y sobre el
titular chocante de: “Nousavons rien à voir avec de gens qui nous ont vendus”
(‘no tenemos nada que ver con la gente que nos ha vendido’), la revista añadía
lo siguiente: “A la hora en la que los africanos exigían a los europeos
reparaciones por su responsabilidad en la venta de esclavos, los antillanos
querían exigir cuentas a los propios africanos: ‘L’Afrique a vendu ses enfants’
(‘África ha vendido a sus hijos’) acusaban…”
Finalmente, conviene decir que la trata de esclavos fue, de entrada, una
operación producida inicialmente en el interior del continente. Del interior del
continente al litoral, las fuentes de distribución, los peajes, los impuestos y los
mercados continentales hacían que una parte de África se enriqueciese
vendiendo la otra parte. (GOMEZ, 2022)

Bibliografía

CARRERAS, J. U. (2013). LA HISTORI DE AFRICA CONTEMPORANEA.

GOMEZ, R. (20 de 10 de 2022). Obtenido de https://www.esafrica.es/en/historia/una-breve-


historia-de-africa/#_edn4

SUR, C. D. (07 de 2002). COSTA DEL SUR. Obtenido de


https://africa.costasur.com/es/historia.html

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