Articulo de Opinion

El poco reconocimiento a los deportistas federados y el mal salario recibido
por parte del país
La triste realidad de los deportistas guatemaltecos en su retiro, es que no reciben

ningún tipo de pensión o jubilación justa, después de haber dado tantos honores,
logros, dedicar su vida entera al deporte como profesión y, sobre todo, poner en
alto el nombre de nuestra bella Guatemala.
Desde hace años hemos tenido atletas que nos han llenado de orgullo, tal es el
caso de Doroteo Gaumuch Flores, Rolando de Lean, Erick Barrondo y
recientemente Kevin Cordón, entre muchos más. Pero cabe recalcar que todos
ellos han sufrido de muchas injusticias, como lo es el caso de Flores, que en los
16 años dedicados al atletismo consiguió muchos triunfos incluyendo su mayor
victoria tras ganar la maratón de Boston siendo el primer latinoamericano en
lograrlo. Se levantaba todos los días a las 4:00 de la mañana a correr varios
kilómetros y luego regresaba a su casa para prepararse e ir a su trabajo, pero ese
salario recibido de parte de su trabajo, no le alcanzaba para mantener a su familia
y hasta pensó en vender sus trofeos. Doroteo siguió viviendo en la pobreza
después de haber hecho historia en el país, varios años tuvo problemas en el
corazón y los pulmones por su edad avanzada. No pudo ser atendido por el
instituto guatemalteco de seguridad social porque no estaba afiliado.
Nuestro gobierno ha nombrado al Estadio Nacional de Futbol con su nombre:

Doroteo Guamuch, un puente a su nombre en Mixco, monumentos
arquitectónicos, pero eso fue luego de haber muerto, todos esos reconocimientos,
él no los pudo apreciar.
El congreso de la República presento la iniciativa 5985, Ley Nacional de Pensión y

Reconocimiento como parte del Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, al
Atleta de Alto Rendimiento, que precisa otorgar una pensión vitalicia a los atletas
de alto rendimiento que hayan participado en los eventos deportivos a nivel
centroamericano, panamericano, eventos mundiales, olímpicos y paralímpicos y
como un incentivo pecuniario como reconocimiento por las medallas de oro, plata
y bronce dependiendo los eventos deportivos a los que asistan. La pensión
vitalicia será de dos salarios mínimos siempre y cuando no tenga un ingreso que
exceda a cuatro salarios mínimos mensuales o mayor a este.
Vemos que la vida profesional de los deportistas tiene una gran dificultad pues es
una carrera de muy corta duración, es la mitad o menos de la mitad de carrera que
la de una persona con un título universitario, y, sus ingresos son muy miserables.
Los salarios que otorga la iniciativa de ley es muy poca para poder lograr
sobrevivir después de su jubilación, y los requisitos para obtenerla es injusta pues
pide haber ganado 10 medallas en eventos deportivos para poder aplicar a esta,
esta solo incluye a ganadores de medallas, pero hay deportistas que también han
llegado tan lejos como Kevin Cordón, en los pasados Juegos Olímpicos Tokio
2020-2021, con un cuarto lugar a nivel mundial, y muchos más atletas que
representan a Guatemala, por lo que debieron de ser incluidos en la iniciativa de
ley.
Después de su vida como deportistas, deben encontrar otra ocupación para poder
mantenerse asimismo como a su familia, por lo que parece justo que tomen ciertos
puntos en cuenta como: una visión a largo plazo, en el que se preocupen porque
el deportista y no pase por situaciones difíciles económicamente, se podría abrir
una cuenta bancaria de ahorros desde el inicio de su carrera para poder tener
mejores comodidades en el futuro, un seguro médico que garantice y cubra los
gastos en cuanto sufra algún accidente o lesión y una política de protección para
atletas que les garantice que no sufrirán de abusos ni engaños de la federación o
institución a la que pertenezcan.
Siempre hay que recordar que los atletas son personas que, como cualquier otra
con un trabajo asalariado, ellos también reciben preparación física y mental que
lleva años, que no es fácil tener la presión de tener que destacar y representar al
país. Por último, animar a todos aquellos jóvenes que tienen el talento y las ganar
de representar al país, a los deportistas federados, hacer valer sus derechos como
personas con un trabajo que requiere de disciplina y responsabilidad, y poder
tener la paga, que bien merecida la tienen.

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