Lady Di

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Lady Di, “la princesa del pueblo”, era una mujer carismática que se ganó la admiración

y el amor del mundo. Y sigue siendo recordada más de 20 años después de su muerte.

Murió joven, a los 36 años, pero su legado ha seguido presente en la memoria de


muchas personas que ni siquiera la conocieron.

La princesa Diana estaba muy involucrada en realizar trabajados caritativos,


principalmente apoyando a pacientes con SIDA y luchando contra las minas
terrestres.

Cuando comenzó la pandemia de VIH/SIDA en 1981, muchas personas tenían


miedo y alejaban a los enfermos. Lady Di fue una de las primeras figuras
públicas en fotografiarse tomando la mano de pacientes, ayudando a luchar
contra el estigma.

Sus fotografías estrechando la mano a enfermos dieron la vuelta al mundo y


contribuyeron a desmontar las falsas creencias sobre la enfermedad.

Muchos recordarán las imágenes de ella caminando por los campos


minados de Angola, algo que fue recreado en un reciente viaje de su
hijo, el príncipe Harry, a la región, o las de sus pacientes
reconfortantes que sufren de lepra. Otro tema de este tipo defendido
por la Princesa del Pueblo fueron los derechos de los homosexuales y,
específicamente, su sueño de poner fin al estigma contra el virus del
VIH y el sida. En abril de 1987, en el apogeo de la epidemia de sida,
Diana inauguró la primera unidad de VIH/sida del Reino Unido en el
Hospital London Middlesex, un espacio que atendería exclusivamente
a pacientes infectados con el virus. Las fotografías de ella tomadas en el
evento se han convertido en sinónimo de su legado de amabilidad,
ofreciendo sus manos temblorosas y sin guantes a un hombre con el
VIH. En ese momento, muchos creían erróneamente que se podía
coger el VIH a través del tacto. Sus acciones fueron revolucionarias
para convencer al público de que no había nada que temer.

Como dijo Ian Green, director ejecutivo de la organización benéfica


contra el VIH Terrence Higgins Trust en una entrevista en 1997, "la
princesa Diana fue una verdadera defensora de la concienciación sobre
el VIH. Ella trajo pasión a la causa e hizo cosas que fueron realmente
notables. Fue la primera persona de perfil alto que estaba preparada
para estrechar la mano y tocar a las personas con VIH, lo que en ese
momento se consideraba un riesgo. Esta declaración cuestionó
públicamente la noción de que el VIH se transmitía de persona a
persona por el tacto".
Llegó al citado centro hospitalario rodeada de cámaras y se dirigió al
ala donde estaban los enfermos de sida. Entonces, el VIH era como un
demonio y los enfermos, homosexuales en su mayoría, eran apartados
de la sociedad como si estuvieran poseídos. Lady Di se acercó a la
cama del enfermo y le dio la mano, una mano desnuda, sin guantes ni
perifollos, y esa imagen dio la vuelta al mundo. Un pequeño paso para
una mujer, un gran paso para la humanidad: cambió la actitud de la
sociedad fre“Sabía que el sida era una de las cosas que muchos
querían ignorar y parecía un reto desesperanzado. Sabía que la falta de
entendimiento sobre esa nueva enfermedad estaba creando
situaciones peligrosas mezcladas con la homofobia”, declaró
el príncipe Harry, su hijo pequeño, hace tan solo dos años, en una gala
por la lucha contra el sida. “Cuando en abril le dio la mano a un hombre
32 años enfermo de sida, delante de las cámaras, sabía
exactamente lo que estaba haciendo. Estaba usando su posición
como princesa de Gales –la mujer más famosa del mundo– para retar
a todo el mundo a educarse a sí mismo, encontrar su compasión y
llegar a aquellos que necesitaban ayuda en lugar de echarlos”.“El sida
no hace peligrosas a las personas, puedes darles la mano… y un
abrazo -dijo la princesa en una conferencia en 1991-. El cielo sabe que
lo necesitan”. Tras aquel primer apretón de manos y el loco trasiego
mediático que provocó, la princesa de Gales amplió sus gestos.
Consciente de la trascendencia de sus actos, dio más manos, dio
abrazos, besos y caricias a todos aquellos enfermos que años antes
habían visto cómo, además de estar a punto de perder su vida, habían
perdido casi todo en ese fatal camino.nte a los enfermos de sida. Lady
Di dedicó parte de su vida a tareashumanitarias y una de las más
peliagudas fue el sida. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH),
causante de la enfermedad, fue descubierto en 1983 por un
investigador francés. Su vía de transmisión, sexual y sanguínea -
además de perinatal, de madres-, provocó que fuera una enfermedad
rodeada de escándalo. La comunidad gay y los adictos a la heroína
fueron los más afectados por una dolencia que por fin ya no es mortal.
Sí lo era entonces, y los enfermos sufrían dolorosamente antes de
morir. El desconocimiento provocó pánico y quienes padecían la
enfermedad se convertían en apestados. Muchos no querían tocar
siquiera algo que hubiera tocado un enfermo. De ahí la gesta de la
princesa.
 “Diana fue la mejor embajadora para la lucha contra el sida del
planeta y nadie podrá llenar jamás su vacío en término del trabajo que
hizo”, declaró a su muerte, en 1991, Gavin Hart, presidente del National
AIDS, organización de lucha contra la enfermedad en Gran Bretaña.

También podría gustarte