Memorial Solicitud Nacionalidad Colombiana Por Adopción

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Cucuta Norte de Santander 25 de Enero de 2023

Señores
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
Bogotá D.C.

Asunto: Solicitud de la Nacionalidad Colombiana por Adopción

Respetados:

Por medio de la presente Yo; ANTONIO JOSE ALVAREZ CORDERO de nacionalidad


Venezolana; identificado con cédula de extranjería No. 769664 de Bogotá y pasaporte No.
148442779 de Barquisimeto; con título profesional en Ingeniero Aeronáutico; domiciliado
en la ciudad de Cúcuta en la Calle 11 # 10-25, piso 1, apto. 101. Barrió El Contento; con
número de celular 3183049840; correo electrónico [email protected].

Solicito a Usted respetuosamente se me conceda la nacionalidad colombiana por


adopción, en el marco del art. 96 de la Constitución Política de Colombia de 1991 Título III
De los Habitantes y del Territorio; Capítulo I “De la nacionalidad” Ley 43 del 1 de febrero
de 1993 modificada por la ley 962 de 2005. Decreto 1869 del 3 de agosto de 1994 “Por
medio del cual se reglamenta la ley 43 del 1 de febrero de 1993, articulo 9”

La presente solicitud la realizo teniendo en cuenta:

 He vivido en Colombia durante los últimos (05) años, en ellos obtuve mi visa de
residente en el año 2018 en las oficinas del Consulado de San Antonio del
Táchira, Venezuela; debido a que soy padre de mi hijo Jose Alejandro Alvarez
Moreno nacional Colombiano identificado con Tarjeta de Identidad 1232406455,
siendo este mi principal motivo de arraigo y amor por el país y mi familia.

 En primera instancia me viene a trabajar al país con el Colegio VIRGEN DEL


VALLE INTERNATIONAL SCHOOL en el cargo de Personal Administrativo,
habiendo obtenido una experiencia ampliamente satisfactoria durante los últimos
(05) cinco años, con resultados positivos de aportes al país en el área de la
educación, retribuciones recibidas por parte del establecimiento educativo y
amplia acogida en cada una de sus manifestaciones socio culturales del país, de
igual manera la consecución de muchos amigos y allegados que han significado
parte de mi vida, motivos por los cuales tome la decisión de ampliar mi estadía y
querer ser ciudadano Colombiano y sentar mi vida personal en este país. De
hecho, como muestra de lo anterior, me permito reconocer que durante mi estadía
en este país he logrado realizar la promesa de compraventa de un bien inmueble
ubicado en la hacienda sabana de los trapiches, Municipio de Villa del Rosario;
piso 6 apartamento 606 Torre Terrazzino Club House – Propiedad horizontal.

Lo anterior, Señora canciller, ha sido reconocido en basta jurisprudencia de la


Honorable Corte Constitucional, en donde se desarrolla el concepto de la nacionalidad
por adopción, y de la protección dél Ciudadano extranjero en Colombia, en
consecuencia, me permito hacer referencia de la sentencia T-421 de 2017, en donde se
manifiesta lo que sigue:
4.1. El derecho a la nacionalidad, en su concepción universal, está contenido
en varios instrumentos internacionales, entre los cuales cabe resaltar el numeral 1
0
del artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo
20 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Con base en estas
disposiciones la Corte IDH, en el caso Yean y Bosico contra la República
Dominicana, concluyó que el derecho a la nacionalidad es condición previa para
el disfrute del resto de derechos y beneficios que se otorgan a los nacionales de
un país. En dicha decisión el organismo internacional condenó a República
Dominicana al considerar. "la situación de extrema vulnerabilidad en que el
Estado colocó a las niñas Yean y Bosico, debido a la denegación de su derecho a
la nacionalidad por razones discriminatorias, asl como la imposibilidad de recibir
protección del Estado y de acceder a los beneficios de que eran titulares".

Sobre este punto, la Corte IDH se refirió también en la Opinión Consultiva OC-4
de 1984, concluyó que "(l)a nacionalidad, conforme se acepta mayoritariamente,
debe ser considerada como un estado natural del ser humano. Tal estado es no
sólo el fundamento mismo de su capacidad política sino también de parte de su
capacidad civil"; asimismo, que "en la reglamentación de la nacionalidad no sólo
concurren competencias de los Estados sino también las exigencias de la
protección integral de los derechos humanos".

En relación con el artículo 20 de la Convención Interamericana de Derechos


Humanos, la Corte IDH determinó en sentencia del 30 de mayo de 1999, que el
derecho a la nacionalidad abarca un doble aspecto: "dotar al individuo de un
mínimo de amparo jurídico en las relaciones internacionales, al establecer a
través de su nacionalidad su vinculación con un Estado determinado; y el de
protegerlo contra la privación de su nacionalidad en forma arbitraria, porque de
ese modo se le estaría privando de la totalidad de sus derechos políticos y de
aquellos derechos civiles que se sustentan en la nacionalidad del individuo".
La importancia brindada al vínculo jurídico-político que se construye con un
Estado no solo ha sido destacada por la Corte IDH sino también por la Corte
Internacional de Justicia que en Sentencia del Caso Nottebohm, del 6 de abril de
1955, se refirió a la importancia que tiene el proceso de nacionalización para
quien, habiendo sido ya reconocido por un primer Estado, busca convertirse en
natural de otro país. En dicha providencia la CIJ indicó que "pedir y obtener la
naturalización no es un acto corriente en la vida de un hombre. Entraña para él
ruptura de un vínculo de fidelidad y establecimiento de otro vinculo de fidelidad.
Lleva consigo consecuencias lejanas y un cambio profundo en el destino del que
la obtiene", debido a la importancia que tal relación representa en la vida de
cualquier persona.
En ese sentido, los Estados desarrollan unas obligaciones con sus nacionales
que van más allá de su territorio y fronteras, por ello "deben brindar las garantías
para el ejercicio de sus derechos en el territorio del Estado; defender sus
nacionales, de acuerdo con el derecho internacional, frente a terceros Estados;
prestarles la asistencia consular de acuerdo con la costumbre internacional, los
tratados bilaterales y, a nivel multilateral, en aplicación de las funciones
consulares definidas en el artículo 50, literales e), g), h) e j) de la Convención de
Viena sobre Relaciones Consulares; asistir y velar por los intereses de sus
connacionales de acuerdo con las nomas del Estado receptor; representarlos en
ciertos casos y actuar, si fuese preciso, para que se les garantice el debido
proceso ante los tribunales; etc. (...) A su vez, la persona tiene el deber de
respetar a la autoridades y el ordenamiento jurídico vigente del Estado al cual
pertenecen, sin perjuicio de observar tal conducta en el lugar de su residencia,
coadyuvar a la defensa de la soberanía del Estado al cual pertenece y ser leales
con el mismo q.
Finalmente, las diferentes decisiones del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos han permitido entrever que negar el derecho a la nacionalidad implica
la vulneración de otros derechos humanos como los derechos del niño, nombre,
educación, salud, propiedad privada, igualdad y libertad de expresión.

4.2. En Colombia, la nacionalidad se constituye como derecho fundamental


reconocido en el artículo 96 de la Constitución Política, precitado. Sobre este
asunto, la Corte Constitucional se ha pronunciado en diferentes ocasiones. En las
sentencias C-893 de 2009, C-622 de 2013 y C-451 de 2015 se recordó que la
nacionalidad es el vínculo legal, o político-jurídico, que une al Estado con un
individuo y se erige como un verdadero derecho fundamental en tres
dimensiones: i) el derecho a adquirir una nacionalidad; ii) el derecho a no ser
privado de ella; y iii) el derecho a cambiarla. En tal sentido, la SU-696 de 2015
concluyó que “el hecho de ser reconocido como nacional permite, además, que el
individuo adquiera y ejerza los derechos y responsabilidades inherentes a la
pertenencia a una comunidad política".

4.3. En materia legislativa, el artículo 96 Superior fue desarrollado mediante la


Ley 43 de 1993, en la que se establecieron las normas relativas a la adquisición,
renuncia, pérdida y recuperación de la nacionalidad colombiana. Concretamente
respecto de los hijos de padres colombianos nacidos en el exterior, previó en su
artículo 20 que "la nacionalidad colombiana del padre o de la madre se define a la
luz del principio de la doble nacionalidad según el cual, 'la calidad de nacional
colombiano no se pierde por el hecho de adquirir otra nacionalidad'" (…)

4.8. En virtud de lo anterior, la nacionalidad es el mecanismo jurídico mediante el


cual el Estado reconoce la capacidad que tienen sus ciudadanos de ejercer
ciertos derechos y, por tanto, es reconocida, en sí misma, como un derecho
fundamental frente al cual las autoridades competentes tienen deberes de
diligencia y protección, estando obligadas a realizar los trámites registrales
estipulados en el ordenamiento jurídico para llevar a su reconocimiento.

Dicho registro adquiere también una connotación de fundamental puesto que


implica la posibilidad de ejercer otros derechos del individuo dirigidos a adquirir y
ejercer garantías y responsabilidades inherentes a la pertenencia a una comunidad
política, debido a que en el caso colombiano los derechos políticos se reservan a
los nacionales, aun cuando se faculta al Legislador para conceder de forma
restringida el derecho al voto a los extranjeros. Asimismo, el Congreso tiene la
potestad de regular otros beneficios exclusivamente reservados a los nacionales
en favor de los extranjeros, como el acceso a ciertos cargos públicos, subsidios y
prestaciones en temas de derechos económicos, sociales y culturales. Ahora bien,
es necesario profundizar en la conexión que existe entre este registro y el derecho
a la personalidad jurídica que alega el actor en la tutela que busca resolver esta
providencia".

Nótese señora canciller que el reconocimiento de la nacionalidad en Colombia conforme


a lo expuesto en la presente sentencia da rango de derecho fundamental, por tanto,
solicito el reconocimiento de este, bajo el compromiso de respetar, atender y acatar la
normas de la Constitución Política de Colombia y todo el ordenamiento Jurídico vigente,
como hasta ahora lo que venido haciendo.
De otra parte, el mismo pronunciamiento jurisprudencial manifiesta respecto de los
extranjeros:

6. Protección del extranjero en Colombia.

6.1. Los extranjeros presentes en un Estado pueden ser de diferentes tipos:


migrantes o refugiados. De acuerdo con la ACNUR, los primeros son aquellos
que "eligen trasladarse no a causa de una amenaza directa de persecución o
muerte, sino principalmente para mejorar sus vidas al encontrar trabajo o
educación, por reunificación familiar, o por otras razones. A diferencia de los
refugiados, quienes no pueden volver a su país, los migrantes continúan
recibiendo la protección de su gobierno". Los segundos son 'personas que
huyen de conflictos armados o persecución. Con frecuencia, su situación es
tan peligrosa e intolerable que deben cruzar fronteras internacionales para
buscar seguridad en los países cercanos y, entonces, convertirse en
'refugiados' reconocidos internacionalmente, con acceso a la asistencia de los
Estados, el ACNUR y otras organizaciones. Son reconocidos como tal,
precisamente porque es muy peligroso para ellos volver su país y necesitan
asilo en algún otro lugar".

Estos últimos son el resultado de diferentes fenómenos asociados con


violencia interna, y conflictos de distinta índole, y sobre ellos el ordenamiento
jurídico contempla diversas categorías de expresiones que denotan la
sustracción de una persona del lugar donde se desenvuelve habitualmente.
Entre esa gama de términos se encuentran: el deportado, expulsado,
desplazado y refugiado. Asimismo, ha sido reconocida la existencia de
migrantes innominados que se catalogan como "refugiados de facto o de
hecho", en tanto que no se adecúan completamente al término refugiado o
desplazado.

Sin perjuicio de estas categorías, todos los extranjeros gozan de ciertos


derechos y prestaciones en condiciones de igualdad, bien sean migrantes o
refugiados. Debe anotarse que ambos cuentan con garantías especiales,
fijadas principalmente por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

6.2. El artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos


determina que "toda persona tiene todos los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición". En forma
más sucinta, el artículo 24 de la Convención Interamericana precisa que
"(t)odas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen
derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley".

Es en el Convenio para la protección de los Derechos Humanos y de las


Libertades Fundamentales de Europa donde se retoman la mayoría de
expresiones de la Declaración Universal, este último Indica en su artículo 14
que “el goce de los derechos y libertades reconocidos en el presente Convenio
ha de ser asegurado sin distinción alguna, especialmente por razones de
sexo, raza, color, lengua, religión, opiniones políticas u otras, origen nacional
o social, pertenencia a una minoría nacional, fortuna, nacimiento o cualquier
otra situación”. Ahora bien, de forma similar a la Constitución Política de
Colombia, el artículo 16 de esta convención fija que 'ninguna de las
disposiciones de los artículos 10, 11 y 14 podré ser interpretada en el sentido
de que prohíbe a las Altas Partes Contratantes imponer restricciones a la
actividad política de los extranjeros".

En el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se han dado el mayor


número de pronunciamientos con respecto a los derechos de los extranjeros,
entre los diferentes temas que esa Corte ha decidido están la detención de
menores de edad en centros de internamiento de extranjeros, los límites a la
expulsión y extradición de extranjeros hacia países en que puedan ser objeto
de torturas, tratos inhumanos o degradantes, los límites a la expulsión de
extranjeros enfermos hacia países en los que no puedan recibir una asistencia
sanitaria adecuada, la privación de libertad de un extranjero para garantizar su
extradición o evitar que entre ilegalmente en el territorio nacional, la libertad
personal y el derecho a un juicio justo como límites a la extradición y expulsión
de un extranjero, y otros asuntos como la prohibición de discriminación y
tratos diferenciados por razón de nacionalidad y del estatus migratorio.

En este último asunto se destaca el caso de Bah contra Reino Unido, fallado
con sentencia del 27 de septiembre de 2011, en el que la accionante,
originaria de Sierra Leona, solicitó asilo en Gran Bretaña obteniendo un
permiso de residencia ilimitado. Posteriormente trajo a su hijo e intentó optar
por un subsidio de vivienda que le fue negado. El Tribunal mantuvo en
vigencia tal negativa, al establecer que el Estado no había discriminado a la
mujer fruto de su nacionalidad, sino que tenía en su ordenamiento interno una
regulación que establecía ciertos beneficios y subsidios reservados para
extranjeros con un status de migratorio diferente al que ostentaban los
miembros de esta familia. En la decisión del TEDH se destaca que al subsidio
se podía acceder con igualdad por parte de nacionales y refugiados, pero
entre los extranjeros se hacía una diferencia de trato entre aquellos cuya
residencia estuviera condicionada, diferenciación que al encontrar una debida
justificación no vulneraba Io establecido en el artículo 14 del Convenio para la
protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de
Europa.

6.3. En Colombia los extranjeros gozan de una serie de derechos que se


encuentran reconocidos en la Constitución, el Bloque de Constitucionalidad y
algunas normas de orden legal. Este reconocimiento se debe, en parte, a que
el artículo 13 de la Constitución Política los reconoce como iguales al
determinar que "todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán
la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones
de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o
filosófica" (Subrayado fuera del texto original),

6.4. Ahora bien, la Corte Constitucional en Sentencia C- 913 de 2003 señaló


que esto no es óbice para concluir que en todos los casos las garantías,
derechos y beneficios que genera el Estado colombiano se tienen que dar en
igualdad de condiciones a extranjeros y nacionales, precisando que el derecho
a la Igualdad no presenta, en todos los casos, el mismo alcance para los
extranjeros que para los nacionales. En efecto, cuando el legislador establezca
un bato diferente entre el extranjero y el nacional, será preciso examinar i) si el
objeto regulado permite realizar tales distinciones; ii) la clase de derecho que se
encuentre comprometido; iii) el carácter objetivo y razonable de la medida; iv) la
no afectación de derechos fundamentales; v) la no violación de normas
internacionales y VI) las particularidades del caso concreto.”

Esta posibilidad de limitar los derechos de los extranjeros proviene de la


Constitución misma, que en el artículo 100 instaura que "los extranjeros
disfrutarán en Colombia de los mismos derechos civiles que se conceden a los
colombianos. No obstante, la ley podrá, por razones de orden público,
subordinar a condiciones especiales o negar el ejercicio de determinados
derechos civiles a los extranjeros. Así mismo, los extranjeros gozarán, en el
territorio de la República, de las garantías concedidas a los nacionales, salvo
las Imitaciones que establezcan la Constitución o la ley. Los derechos políticos
se reservan a los nacionales, pero la ley podrá conceder a los extranjeros
residentes en Colombia el derecho al voto en las elecciones y consultas
populares de carácter municipal o distrital".

6.5. Por su parte, la Corte Constitucional, en su jurisprudencia, ha


armonizado los artículos 13 y 100 de la Constitución Política con el fin de
precisar el alcance del derecho a la igualdad de los extranjeros. En la sentencia
C-768 de 1998 este Tribunal determinó que gel artículo 13 consagra la
obligación del Estado de tratar a todos en igualdad de condiciones. Obviamente,
esta norma no significa que no se puedan formular diferenciaciones en el
momento de regular los distintos ámbitos en los que se desarrolla la
convivencia, sino que opera a la manera de un principio general de acción del
Estado, que implica que siempre debe existir una justificación razonable para el
establecimiento de tratos diferenciados", justificaciones razonables que están
ligadas a razones de orden público, como lo determina el artículo 100 Superior.

6.6. Ahora bien, esta Corporación también precisó en sentencia T-314 de


2016 que "el reconocimiento de derechos genera al mismo tiempo una
responsabilidad a los extranjeros de cumplir la misma normatividad consagrada
para todos los residentes en el territorio Colombiano, tal y como lo establece el
artículo 40 Constitucional el cual dispone que es deber de los nacionales y de
los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y
obedecer a las autoridades".

En la misma providencia la Corte reiteró las reglas jurisprudenciales en las que


se fija que los extranjeros: (i) deben ser tratados en condiciones de igualdad
respecto de los nacionales colombianos; (ii) tienen la obligación de cumplir la
Constitución Política y las leyes que rigen para todos los residentes en
Colombia; (iii) tienen derecho a recibir un mínimo de atención por parte del
Estado en casos de urgencia con el fin de atender sus necesidades básicas,
especialmente las relacionadas con asuntos de salud.
6.7. Este último presupuesto puede verse reflejado en la normativa sobre
afiliación de extranjeros al sistema de salud que se encuentra en diferentes
normas de derecho interno y busca garantizar un mínimo de atención. En ese
sentido, la Ley 1438 de 2011 en el artículo 32 determina que:

Universalización del aseguramiento. Todos los residentes en el país deberán


ser afiliado del Sistema General de Seguridad Social en Salud. El Gobierno
Nacional desarrollará mecanismos para garantizar la afiliación. ll Cuando una
persona requiera atención en salud y no esté afiliado, se procederá de la
siguiente forma:

32.1 Si tiene capacidad de pago cancelará el servicio y se le establecerá


contacto con la Entidad Promotora de Salud del régimen contributivo de su
preferencia.

32.2Si la persona manifiesta no tener capacidad de pago, esta será


atendida obligatoriamente. La afiliación inicial se hará a la Entidad
Promotora de Salud del Régimen Subsidiado mediante el mecanismo
simplificado que se desarrolle para tal fin. Realizada la afiliación, la
Entidad Promotora de Salud, verificara en un plazo no mayor a ocho (8)
días hábiles si la persona es elegible para el subsidio en salud. De no
serlo, se cancelará la afiliación y la Entidad Promotora de Salud procederá
a realizar el cobro de los servicios prestados. Se podrá reactivar la
afiliación al Régimen Subsidiado cuando se acredite las condiciones que
dan derecho al subsidio. En todo caso el pago de los servicios de salud
prestados será cancelado per la Entidad Promotora de Salud si
efectivamente se afilió a ella- si no se afilió se a arán con recursos de
oferta a la institución prestadora de los servicios de salud. de conformidad
con la normatividad general vigente para el pago de los servicios de salud .
ll Si no tuviera documento de procedimiento establecido por el Ministerio
de la Protección Social en coordinación con la Registraduría Nacional del
Estado Civil para el trámite de la afiliación.

32.3 Los casos no establecidos en el presente artículo para lograr la


universalización del aseguramiento serán reglamentados por el Ministerio
de la Protección Social en un término no mayor a un (1) año.

Parágrafo 1 0. A quienes ingresen al país, no sean residentes y no estén


asegurados, se los incentivará a adquirir un seguro médico o Plan
Voluntario de Salud para su atención en el país de ser necesario.

Parágrafo 2'. Quienes disfruten de los regímenes especiales y de excepción


permanecerán en ellos; las entidades administradoras de estos regímenes deberán
entregar información periódica que solicite el Ministerio de la Protección Social"
(Subrayado fuera de texto original).

De acuerdo con la mencionada disposición todos los residentes, sin discriminar entre
nacionales y extranjeros, deben estar afiliados al Sistema General de Seguridad Social
en Salud, sin perjuicio de que cuenten o no con recursos económicos necesario. En
consecuencia, el artículo precisa cómo se debe actuar frente a una persona que,
ostentando la categoría de no afiliado, manifieste no contar con la capacidad de pago
para acceder al servicio, e instituye que, en todo caso, la persona debe ser
obligatoriamente atendida. Del mismo modo, fija el procedimiento a seguir frente a un
residente Indocumentado e Insta a las autoridades a que Incentiven a los extranjeros a
adquirir seguros médicos o planes de salud,
En Igual sentido, los artículos 2.1.3.2 y 2.1.3.4 del Decreto 780 de 2016 establecen que
la afiliación se realiza por una sola vez y con ella se adquieren todos los derechos y
obligaciones derivados del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

También, se determina que la afiliación al sistema es Obligatoria para todos los


residentes en el país, y en el numeral 5 del artículo 2.1.3.5 precisa que algunos de los
documentos que pueden presentarse con el fin de obtener la afiliación son la "cédula
de extranjería, el pasaporte, carné diplomático o salvoconducto de permanencia, según
corresponda, para los extranjeros"

6.8. En conclusión, en Jurisprudencia constante la Corte ha sostenido que toda


persona, incluyendo a los extranjeros que se encuentren en Colombia, tienen derecho
a un mínimo vital, es decir, un derecho a recibir una atención básica por parte del
Estado en casos de extrema necesidad y urgencia, en aras a atender sus necesidades
más elementales y primarias, con el fin de no desconocer su dignidad humana.
Además, conforme a lo expuesto se les debe garantizar, por las entidades
competentes, el acceso al sistema de salud, en la modalidad que corresponda a cada
caso. Por ello, no es aceptable que las autoridades con base en excusas de orden
procedimental ignoren las finalidades de las garantías que el ordenamiento pone en
cabeza de los extranjeros que viven en Colombia y de aquellos que buscan la
obtención de su nacionalidad, según el caso".

En este orden de ideas, Señora Canciller, todos los venezolanos debemos ser
reconocidos internacionalmente como refugiados, por cuanto la situación en Venezuela
es cada día más crítica, lo que nos ha obligado a huir a diferentes países con el objeto de
proteger nuestro mínimo vital, nuestras vidas, comoquiera que en Venezuela también
recurrimos a cruzar fronteras internacionales para buscar seguridad en los países
hermanos, algunos de manera legal y la mayoría de forma Irregular.
Esta situación de violencia se ha desarrollado con una magnitud impresionante por la
combinación de distintos factores ya reconocidos por Colombia y la comunidad
internacional. De igual manera existen miles de situaciones que no permite el desarrollo
de las instituciones del Estado, la escasez de alimentos, con una desactivación de la
economía, que se ha reflejado en una inflación de un mil seiscientos por ciento. Esto está
afectando de manera seria a la gente porque no encuentran alimentos básicos, no
encuentran medicinas, el tema de salud es verdaderamente complicado, y a esto se
suma que Venezuela está con una de las tasas más altas de violencia del continente,
porque se debe pelear en largas filas para conseguir alimentos, medicinas o cualquier
bien o servicio, Incluido combustible, esto es una combinación explosiva entre una
situación de escasez, y la situación de violencia. Ni siquiera en el momento más duro del
conflicto armado Colombia ha tenido una tasa de homicidios como la que tiene hoy
Venezuela, Esto está generando que Venezuela, que hasta hace algunos años era un
sitio en donde personas con problemas de seguridad o afectadas por el conflicto en
Colombia, iban a buscar refugio, hoy es lo contrario. Por una parte hay muchos
colombianos que se han visto obligados a regresar a Colombia, y a eso se suma que es
cada vez mayor el número de venezolanos que están saliendo hacia distintas partes,
como se puede constatar con todos los países a donde están llegando los venezolanos:
Chile, Perú, Ecuador, Panamá, México y Antillas, República Dominicana, en Miami,
EE.UU., España, algunos ya manifiestan su intención de no recibir más ciudadanos
venezolanos, a sabiendas que la cifra cada día irá en aumento porque no se avizora un
cambio político-económico en mi país de origen y aun dándose necesitaría más de dos
décadas para recuperarse.

Es así que todos los venezolanos, por medios propios, huimos a otros países
alejándonos de nuestras costumbres, de nuestras familias y bienes para dar un nuevo
comienzo y eso lo encontré en mi caso en este país que me acogió, dándome la
oportunidad laboral deseada y con ello posicionándome en la sociedad colombiana como
un miembro más, situación que agradezco y por la que deseo continuar y extenderla de
manera indefinida.
Bajo la discrecionalidad del Estado colombiano, Señora Canciller espero haber
demostrado mi intención de ser ciudadano Colombiano, para así seguir aportando
beneficios a Colombia que desde mi profesión puedo desarrollar.

Comunico que mi último domicilio antes de vivir en Colombia fue; Calle principal sector el
Paraíso, residencias Umuquenas Torre 11 apto 11-14 San Cristóbal, Estado Táchira,
Teléfono +584245039450.

Con base en la información anterior y por mi propia voluntad, autorizo al Ministerio de


Relaciones Exteriores de Colombia, para verificar todo lo aquí expuesto, y para ser
notificado de cualquier decisión a través de medio electrónico mencionado en la presente
[email protected].

De igual manera concedo autorización expresa, para que el Ministerio de Relaciones


Exteriores, pueda solicitar el informe confidencial para naturalización, tributaria u otra
información pertinente ante las autoridades competentes.

Agradezco de antemano su amable colaboración.

Cordialmente,

______________________________________
ANTONIO JOSE ALVAREZ CORDERO
Cédula de Extranjería 769664
Pasaporte No. 148442779

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