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El 8 de mayo de 1793 el rey Carlos VI promulga las Ordenanzas Generales de la Armada Naval
donde se detallan minuciosamente las funciones de todas las Capitanías de Puerto de la Corona
Española. La trascendencia de esta obra fue tal que influyó en toda la legislación posterior a la
emancipación abarcando aún la actual Ley Orgánica de la PNA Nº 18.398 del año 1969.
Una vez producida la Revolución de Mayo, la Primera Junta de Gobierno reconoció la importancia de
contar con una Autoridad Marítima, por ello incorporó entonces a la Capitanía de Puerto como
institución de la Patria.
Por Decreto del 30 de Junio de 1810 el Dr. Mariano Moreno, Secretario de Gobierno y Guerra y
encargado de las Relaciones Exteriores, designó al entonces alférez de fragata Martín Jacobo José
Thompson como el primer Capitán de Puerto del Río de la Plata. Muchos hombres destacados de
nuestra historia ocuparon ese cargo, como Matías de Irigoyen, Zapiola, Azopardo, Toll y Bernadet,
Espora, Erézcano, entre otros.
Como máxima autoridad del puerto estaban a su cargo las siguientes tareas: policía del puerto,
auxilio y salvataje, arsenal de armas, limpieza del puerto, conocimiento de las condiciones
hidrográficas, servicio de practicaje, instrucción de sumarios, control y registro de naves,
tripulaciones y pasajeros, sanidad, control de la disciplina y administración de justicia entre sus
subordinados.
Todas estas funciones permiten comprender la magnitud e importancia de las responsabilidades que
fueron ejercidas por la Capitanía de Puerto desde sus orígenes, a las que se siguen añadiendo
otras, conforme a las exigencias de la Nación.
Por decreto del 31 de enero de 1882 se cambió la denominación de la Capitanía General de Puertos
por la de Prefectura Marítima siendo la primera oportunidad en la que aparece el nombre de
Prefectura. En 1969 la Institución modificó su nominación a Prefectura Naval Argentina, tal y como
se la conoce hoy en día.
La Prefectura Nacional como Institución de la Patria, ha sido incorporada mediante dos decretos,
uno del 25 de junio, por el que oficialmente se disponía que la Capitanía de Puerto debía
subordinarse al primer Gobierno Patrio, absteniéndose de obedecer a la Comandancia de Marina
española de Montevideo y el otro del 30 de junio, redactado por el Dr. Mariano Moreno -secretario de
Gobierno y Guerra de la Junta- nombrando a Thompson como primer Capitán de Puertos de las
Provincias Unidas del Río de la Plata.
Con la promulgación de la Ley N° 3445, del año 1896, se establece el marco legal para la
organización de la Prefectura Naval Argentina en todo el Litoral Marítimo y Fluvial del país,
precisando su ámbito funcional.
Posteriormente la Ley General 18.398, la Ley de la Navegación 20.094 y demás normativa vigente,
definen el amplio y homogéneo perfil de sus competencias, consagrándola como la Autoridad
Marítima Argentina. En este sentido, es el órgano a través del cual el Estado Nacional ejerce la
policía de seguridad de la navegación y de la seguridad y el orden público en las aguas de
jurisdicción nacional y en los puertos, como así también el organismos de aplicación de los
convenios internacionales relativos a la seguridad de la vida humana en el mar, la prevención y la
lucha contra la contaminación y las materias técnicas y jurídicas relacionadas ejerciendo además el
Servicio de Policía de Seguridad de la Navegación, Protección Ambiental y Seguridad Pública. Como
Policía de Seguridad de la Navegación, le corresponde evitar las causas que puedan producir
riesgos a las personas embarcadas y daños a los buques y bienes relacionados con la navegación
mercante, pesca comercial y embarcaciones de recreación, facilitar el transporte por agua, evitar las
interrupciones e impedimentos que puedan afectar al comercio y al traslado de personas y elevar al
máximo el acceso deportivo y de esparcimiento en las aguas. Como Policía de Protección
Ambiental, debe evitar los daños ambientales, la degradación y depredación de los recursos
naturales en puertos y aguas de jurisdicción nacional, relacionados con el transporte, la pesca y la
navegación recreativa, preservando el patrimonio nacional. Y como Policía de Seguridad Pública, se
encarga de proteger las fronteras marítimas fluviales y lacustres para impedir el tráfico de drogas
ilícitas, el tránsito ilegal de personas y el contrabando. Asimismo cumple funciones en ejercicio de
las obligaciones del país como Estado de Abanderamiento y Estado Rector del Puerto, para el
registro de los buques y el control de sus condiciones de seguridad, según las leyes y
reglamentaciones que le asignan estas competencias y los acuerdos internacionales respectivos.
La nacionalidad de los buques. Su evolución histórica hasta la I Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar y la aparición posterior del "vínculo genuino" La propia historia de las civilizaciones en la
antigüedad demuestra que las embarcaciones han sido siempre identificadas por las distintas comunidades
mediante la utilización de banderas e insignias –como demostración de lealtad–, cuyo uso se expandió con las
actividades marítimo-comerciales desarrolladas desde el siglo XVI y facilitadas posteriormente con el
surgimiento del Estado westfaliano(6) y el orden jurídico que mundialmente se exportó, a partir de 1648,
desde Europa(7). A partir del ordenamiento legal proyectado desde "la batalla de los libros" –referida a la
discusión sobre la libertad de los mares y su posterior consagración– se consolidó un sistema cuya esencia se
mantiene en la actualidad: el principio de una libertad general de navegación, por un lado, y la jurisdicción
exclusiva del Estado de pabellón respecto de sus buques, por el otro, excepto que se trate de buques privados
situados en el mar territorial de otro Estado(8). Desde entonces, el concepto de la nacionalidad de los buques
evolucionó, comenzó a ser implementado y junto con ello surgieron las primeras simulaciones, principalmente
orientadas a evadir los bloqueos navales en tiempos de guerra y procurar evitar las amenazas del Estado
enemigo(9). A pesar de la labor de la Organización de las Naciones Unidas (en adelante ONU) para lograr la
estabilización de la paz y la seguridad internacionales y, en consecuencia, la reducción de los conflictos
armados, las banderas de conveniencia continuaron desarrollándose por cuestiones de costos. Los armadores
podían bajar sus costos registrando a los buques en países que mantenían pocas exigencias de orden laboral,
previsional y fiscal, y pocas o nulas exigencias en materia de seguridad de la navegación"(10). En otras
palabras, las "banderas de conveniencia" persisten por una mera razón de utilidad económica, toda vez que la
legislación aplicable al buque de registro resulta más laxa en materia de seguridad y equipamiento del buque,
cumplimiento de normas ambientales, presión fiscal y tributaria, e incluso disposiciones en materia laboral y
de seguridad social, entre otras. Los primeros registros abiertos(11) bajo esta concepción tuvieron lugar en
Panamá, Honduras y posteriormente Liberia, y desde hace casi un siglo resultaron un escape a la legislación de
los Estados Unidos durante la aplicación de la llamada "ley seca", que sin duda afectaba el transporte de
bienes en buques registrados bajo su jurisdicción, provocando el traslado del registro de buques
estadounidenses hacia los Estados señalados, especialmente en Panamá que en 1925 había sancionado una
beneficiosa ley orientada a atraer el tonelaje extranjero(12). En cuanto a Liberia, su atractivo también fue
similarmente valorado y su registro prosperó a partir de la oposición de los sindicatos y parte de la opinión
pública y política al registro panameño(13). La explicación encuentra también sustento en Carlisle, para quien
ambos registros no surgieron como consecuencia de una política individual propia, sino como "segundos
registros" de los Estados Unidos, un Estado con el cual poseen especiales relaciones económicas, estratégicas
y políticas. Posteriormente, Liberia y Panamá se transformaron "autónomamente" en Estado de registro de
conveniencia abierto a todos los buques(14). Por estas razones la evolución de las "banderas de conveniencia"
no se caracterizó por la función de atribución de responsabilidad que posee el Estado del pabellón y el
consiguiente derecho de este para controlar las actividades de los buques inscriptos en sus registros, ya que el
"vínculo genuino" y la "nacionalidad" constituyen dos cuestiones distintas. Respecto de esta última, se trata
de un atributo esencial del buque y su concesión es unilateral y discrecional por el Estado otorgante, a tal
punto que durante la última etapa del denominado "derecho internacional clásico"(15) se reconoció el
derecho de los Estados a determinar internamente "qué" buques podían enarbolar su pabellón(16). Por otra
parte, cabe recordar que al decidirse el caso del buque SS Lotus, en 1927, la Corte Permanente de Justicia
Internacional (en adelante CPIJ) analizó la idea del derecho exclusivo de Estado del pabellón del buque en alta
mar y la jurisdicción respecto de aquel(17), aunque su tesis de solución no fue posteriormente receptada en la
codificación del derecho del mar realizada en 1958 durante la I Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar(18). La negociación realizada en Ginebra resultó en la aparición de cuatro acuerdos
destinados a regular el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la alta mar y la
conservación de los recursos vivos(19). En el tema que nos interesa, nuestra atención recae en la Convención
sobre alta mar, que intentó resolver el problema de las matriculaciones alternativas, aunque no se obtuvo el
consenso necesario para satisfacer a todos los Estados y se debió recurrir a la noción de "relación auténtica",
sin poder entrar en mayores detalles(20), toda vez que permitió a cada Estado determinar " los requisitos
necesarios para otorgar la nacionalidad a los buques, así como para que puedan ser inscriptos en su territorio
en un registro, y tengan el derecho de enarbolar su bandera" y que ha de existir una relación auténtica entre
el Estado y el buque; en particular, el Estado ha de ejercer efectivamente su jurisdicción y el control en
cuestiones administrativas, técnicas y sociales sobre los buques que enarbolen su pabellón"(21). En otras
palabras, desde un primer momento se había establecido un límite a la soberanía de los Estados en materia de
otorgamiento de nacionalidad de buques puesto que, si bien les autorizaba a fijar discrecionalmente las
condiciones de registro de buques, esta libertad debía ser acorde a la acreditación de una relación legítima
entre el Estado otorgante y el buque beneficiado de la nacionalidad. Finalmente, desde el siglo XX y hasta la
actualidad el derecho aún continúa desarrollando normativa en la materia para dar respuesta a los desafíos
actuales de la comunidad internacional en este particular aspecto del derecho del mar(22), especialmente
ante la vigencia del fenómeno de las banderas de conveniencia y la existencia de un pequeño grupo de
Estados que aceptan buques de cualquier procedencia(23).
El pilar de la nacionalidad de los buques en la Convención de 1982 se encuentra en su art. 91 (1) al disponer:
"Cada Estado establecerá los requisitos necesarios para conceder su nacionalidad a los buques (…) los
buques poseerán la nacionalidad del Estado cuyo pabellón estén autorizados a enarbolar. Ha de existir una
relación auténtica entre el Estado y el buque"(25).
el art. 92 de la Convención de 1982 establece la condición jurídica de los buques y dispone que "navegarán
bajo el pabellón de un solo Estado", el cual ejercerá jurisdicción en la alta mar, excepto en los casos previstos
por la propia Convención u otros acuerdos internacionales. En otras palabras, los Estados no pueden otorgar
nacionalidad a un buque ya matriculado en otro registro, a menos que se trate de una modificación que
contemple la transferencia de la propiedad o el cambio de un registro(29). El objeto de la norma es evitar que
los buques naveguen simultáneamente bajo el pabellón de más de un Estado y que aquella superposición
conlleve controversias de jurisdicción o legitimación activa en los tribunales competentes. Un error habitual es
confundir la noción "banderas de conveniencia" con la expresión del "pabellón de conveniencia" que señala el
mismo art. 92 de la Convención de 1982, el que se refiere a la navegación de un buque que utiliza dos
pabellones "a su conveniencia"(30) y la consecuencia de ser considerado "sin nacionalidad"(31). Por estas
razones es que la Convención de 1982 orienta la solución hacia el establecimiento de un requisito del "vínculo
genuino" entre el buque y su Estado de pabellón sin que aquel sea una mera formalidad administrativa.
Históricamente era habitual considerar la propiedad del buque o la nacionalidad de la tripulación como una
prueba del "carácter genuino" de la registración, pero esta práctica no pudo consolidarse como costumbre
internacional en la materia, tal como lo demuestra la aparición de los llamados "registros abiertos"(32).
- Nuestra ley dispone que todos los actos constitutivos, translativos o extintivos de la
arqueo total, deben hacerse por escritura públicao por documento privado
Buques. Pero tales actos sólo producirán efectos con relación a terceros, desde la
arqueo, se exigen formalidades más sencillas. En este sentido, la ley establece que
o sobre una o más de sus partes en copropiedad naval, deben hacerse por
conceptos y reglas del derecho común del Código Civil, debiendo inscribirse en el
del Estado:
todo ello con las garantías del artículo 17 de la Constitución Nacional, diferidas,
de desastre
Estado Nacional, cumplidos los requisitos básicos (es decir: el vencimiento de los
SECCION 2
DE LOS PRIVILEGIOS SOBRE EL BUQUE,
EL ARTEFACTO NAVAL Y EL FLETE
b) Los créditos del capitán y demás individuos de la tripulación, derivados del contrato de ajuste, de
las leyes laborales y de los convenios colectivos de trabajo;
c) Los derechos, impuestos, contribuciones y tasas retributivas de servicios, derivados del ejercicio
de la navegación o de la explotación comercial del buque;
d) Los créditos por muerte o lesiones corporales que ocurran en tierra, a bordo o en el agua, en
relación directa con la explotación del buque;
e) Los créditos por hechos ilícitos contra el propietario, el armador o el buque, no susceptibles de
fundarse en una relación contractual, por daños a las cosas que se encuentren en tierra, a bordo o
en el agua, en relación directa con la explotación del buque;
j) Los créditos por construcción, reparación o equipamiento del buque o por gastos de dique;
k) Los créditos por desembolsos del capitán, y los efectuados por los cargadores, fletadores o
agentes por cuenta del buque o de su propietario;
l) El crédito por el precio de la última adquisición del buque y los intereses debidos desde los últimos
dos años.
Los créditos incluidos en el primer grupo son preferidos al crédito hipotecario, que tomará su lugar
después de ellos y con preferencia a los del segundo grupo.
Los gastos realizados por la autoridad competente para la extracción, remoción o demolición de
restos náufragos de buques o artefactos navales conforme a las normas del Título 2, Capítulo 1,
Sección 2, gozan de la preferencia establecida en el inciso c) del artículo precedente.
Los créditos enumerados en el artículo 476 son también privilegiados sobre los fletes y sobre el
precio de los pasajes correspondientes al viaje que dé origen a aquéllos, y sobre los créditos a favor
del buque que nazcan durante el mismo viaje.
Los créditos a favor del buque nacidos durante el viaje a que se refiere el artículo precedente son los
que siguen:
a) Indemnizaciones originadas en daños materiales, no reparados, sufridos por el buque, y las
adeudadas por pérdidas de fletes;
b) Contribuciones por avería común por daños materiales, no reparados, sufridos por el buque, o por
pérdida de fletes;
c) Salario de asistencia o de salvamento, previa deducción de la porción del mismo que corresponda
al capitán y tripulantes.
No estarán comprendidas en estos créditos las sumas adeudadas al propietario o armador por
indemnización de seguro, así como las primas, subvenciones u otros subsidios del Estado.
Los créditos vinculados a un mismo viaje son privilegiados en el orden en que se mencionan en el
artículo 476. Los comprendidos en cada uno de los incisos de dicho artículo, en caso de insuficiencia
del valor del asiento del privilegio, concurrirán a prorrata.
Sin embargo, los privilegios que garanticen créditos por asistencia o salvamento, gastos de remoción
de restos náufragos y contribución en avería gruesa, tienen preferencia sobre los demás que graven
el buque al momento en que se efectuaron las operaciones que los originaron.
Los privilegios enumerados en el inciso f), del primer grupo y los mencionados en los incisos
h), i) y j) del segundo grupo del artículo 476, se graduarán en orden inverso al de las fechas en que
nacieron.
Los créditos enumerados en los incisos b), c), d) y e) del primer grupo, y los de los incisos g) y l) del
segundo grupo del artículo 476, concurren entre sí, en igualdad de condiciones. Los derivados de un
mismo acontecimiento se reputan nacidos en la misma fecha.
Los créditos privilegiados del último viaje son preferidos a los de los viajes precedentes, salvo los
derivados de un contrato único de ajuste, que concurren dentro de su categoría, con los demás
originados en el último viaje.
Los privilegios sobre el flete, precio de los pasajes y créditos a favor del buque, sólo pueden
ejecutarse mientras sean adeudados o su importe esté en poder del capitán o agente marítimo.
Artículo 484: –Extinción–
a) Por la expiración del plazo de un año, salvo que antes de la expiración de ese plazo el buque
haya sido objeto de embargo.
c) Por el transcurso del plazo de tres meses en caso de enajenación voluntaria. Este plazo comienza
a correr desde la fecha de la inscripción del documento traslativo de la propiedad en el Registro
Nacional de Buques. Si en esta fecha el buque se encuentra fuera de jurisdicción nacional, el
término se cuenta a partir de su regreso a puerto argentino.
La inscripción en el Registro Nacional de Buques se realiza previa publicación de edictos por tres
días en el Boletín Oficial, anunciando la transferencia.
El plazo de extinción de los privilegios establecido en el primer inciso del artículo precedente, se
comienza a contar:
a) Para los que garanticen el salario de asistencia o de salvamento, a partir del día de la terminación
de las respectivas operaciones;
b) Para los que cubran indemnizaciones por lesiones personales o por daños o pérdidas sufridos por
los equipajes, a partir de la fecha del desembarco del pasajero;
c) Para los relativos a indemnizaciones por daños o pérdidas sufridos por la carga, a contar del día
de la terminación de la descarga, o de la fecha en que debió ser descargada cuando no haya llegado
a destino;
d) Para los que amparen los créditos por avería gruesa, desde la fecha en que tenga lugar el acto
generador de la misma;
e) En todos los otros casos, a partir de la fecha en que el crédito se origine y sea exigible.
El derecho del capitán o tripulante a solicitar anticipos sobre sus salarios, no hace exigibles los
créditos respectivos.
El contratista para la reparación de un buque tiene derecho de retención sobre el mismo, en garantía
del crédito por las reparaciones efectuadas, durante el período en que el buque esté en su poder.
Este derecho puede ejercerse no obstante cualquier hipoteca que gravare el buque, sin perjuicio del
derecho de los acreedores por los créditos privilegiados en primer lugar del artículo 476. El derecho
de retención prevalece sobre la hipoteca y se extingue con la entrega del buque al comitente.
Las disposiciones de esta Sección se aplican aun en el caso de que el armador del buque no sea su
propietario, salvo que disponga de su uso en virtud de un acto ilícito, con conocimiento del acreedor.
Las disposiciones de esta Sección se aplican a los artefactos navales en cuanto sean compatibles
con la naturaleza de los mismos.
Las disposiciones de esta Sección se aplican sin perjuicio de las leyes y convenciones
internacionales que rigen los privilegios que gravan al buque por daños causados por materiales con
propiedades radiactivas, tóxicas, explosivas u otras de carácter igualmente peligroso, y por
combustibles nucleares, productos y residuos radiactivos que se encuentren o se transporten a
bordo.
SECCION 3
DE LOS PRIVILEGIOS SOBRE EL BUQUE Y EL
ARTEFACTO NAVAL EN CONSTRUCCION
a) Los gastos de justicia hechos en interés común de los acreedores para la conservación de la obra
o para proceder a su venta y a la distribución del precio;
b) Los créditos del constructor, siempre que el contrato respectivo se haya inscripto en el Registro
Nacional de buques.
Artículo 492: –Extinción–
SECCION 4
DE LOS PRIVILEGIOS SOBRE LAS COSAS CARGADAS
a) Los derechos aduaneros que corresponda pagar en el lugar de la descarga y los de depósito en
zonas fiscales;
d) El flete y demás créditos derivados del contrato de transporte, inclusive los gastos de carga y de
descarga, cuando correspondieran;
e) El importe del capital e intereses adeudados por las obligaciones contraídas por el capitán sobre
la carga en el caso previsto en el artículo 213.
Goza de privilegio el precio del pasaje sobre todo el equipaje del pasajero mientras esté en poder del
transportador.
La subrogación real prevista en el artículo 472 se aplica a los privilegios sobre las cosas cargadas.
Artículo 498: –Extinción–
Los privilegios sobre las cosas cargadas se extinguen si la acción no se ejerce dentro del plazo de
treinta días posteriores a su descarga, y siempre que ellas no hayan pasado legítimamente a poder
de terceros.
SECCION 5
DE LA HIPOTECA NAVAL
Sobre todo buque de matrícula nacional, de diez o más toneladas de arqueo total, o buque en
construcción del mismo tonelaje, su propietario puede constituir hipoteca con sujeción a lo dispuesto
en la presente Sección, y salvo la facultad otorgada al capitán en el artículo 213.
Sólo pueden ser gravados con prenda, de acuerdo con las normas del régimen legal respectivo, los
buques de menos de diez toneladas.
Los copropietarios pueden hipotecar el buque en garantía de créditos contraídos en interés común,
por resolución tomada por la mayoría de dos tercios, computada como lo dispone el artículo 165. En
caso de no obtenerse esta mayoría, la hipoteca sólo puede constituirse con autorización judicial.
El copropietario sólo puede constituir hipoteca sobre su parte, con el consentimiento de la mayoría.
La hipoteca subsiste después de enajenado el buque o dividido el condominio.
Artículo 501: –Formalidades–
La hipoteca sobre un buque debe hacerse por escritura pública o por documento privado autenticado
con los requisitos previstos en el artículo 503, y sólo tendrá efectos con respecto a terceros desde la
fecha de su inscripción en el Registro Nacional de Buques. Debe además tomarse nota de ella en el
certificado de matrícula del buque y en el título de propiedad.
En la misma forma indicada en el artículo precedente se debe constituir e inscribir la hipoteca sobre
un buque en construcción. La hipoteca puede constituirse a partir de la firma del contrato respectivo
o cuando el buque se encuentre en curso de construcción.
A los efectos de lo establecido en el párrafo anterior, se consideran partes integrantes del buque en
construcción y sujetos a la garantía, los materiales, equipos o elementos de cualquier naturaleza que
se hallen acopiados o depositados en el astillero y que estuvieren destinados a la construcción del
buque, aun cuando no hayan sido incorporados todavía a la construcción del buque, identificados en
la forma que establezca el Registro Nacional de Buques.
La mencionada hipoteca pasará a gravar el buque una vez inscripto éste en la matrícula, salvo
estipulación en contrario de las partes.
a) Nombre, apellido, filiación, nacionalidad, profesión y domicilio del acreedor y del deudor;
c) La naturaleza del contrato a que accede, con sus datos pertinentes;
d) Monto del crédito, intereses convenidos, plazo y lugar estipulados para el pago;
Si se trata de hipoteca sobre buque en construcción deben incluirse las mismas menciones salvo las
de los incisos b) y e). Los datos previstos en el inciso b) se sustituirán por la individualización del
astillero y de la grada sobre la cual se construye o se construirá el buque y los elementos, equipos y
materiales destinados a la construcción aunque no estuvieran incorporados, individualizados en la
forma dispuesta en el artículo precedente.
Artículo 504: –Preferencia–
Las hipotecas que se constituyan en jurisdicción argentina sobre un buque en viaje, deben anotarse
a requerimiento telegráfico del jefe del Registro Nacional de Buques en el certificado de matrícula.
Dicha anotación se hará por la autoridad marítima del puerto argentino donde el buque se dirija o
encuentre, o por el cónsul argentino si tales puertos son extranjeros.
La hipoteca constituida por el capitán en puerto extranjero sobre buque de matrícula nacional en el
caso del artículo 213, o por otro mandatario debidamente autorizado por el propietario, debe
otorgarse ante el cónsul argentino en el registro especial, cumpliendo los requisitos del artículo 503,
y practicando las anotaciones correspondientes en el certificado de matrícula.
Integran la hipoteca, a título de subrogación real, los siguientes créditos a favor del buque:
b) Contribuciones por avería común por daños materiales no reparados, sufridos por el buque;
c) Las indemnizaciones por daños no reparados, sufridos por el buque con motivo de una asistencia
o salvamento, siempre que el auxilio se haya prestado con posterioridad a la inscripción de la
hipoteca en el Registro Nacional de Buques;
d) Indemnizaciones de seguros por averías no reparadas sufridas por el buque, o por su pérdida.
A pedido del acreedor hipotecario, todos los obligados al pago de las indemnizaciones referidas en
los incisos precedentes, y siempre que se cumplan las condiciones establecidas en cada uno de
ellos, deben retener el pago de las sumas respectivas.
El acreedor hipotecario puede hacer valer sus derechos sobre el buque o buque en construcción,
aunque haya pasado a poder de terceros.
La hipoteca sobre buque o sobre buque en construcción, se extiende a los intereses de la obligación
principal debidos por dos años.
El privilegio de la hipoteca sobre un buque tiene el orden inmediato siguiente al de los privilegios de
primer lugar establecidos en el artículo 476. El de la hipoteca sobre un buque en construcción sigue
inmediatamente al de los privilegios previstos en el artículo 490.
El acreedor puede solicitar que se forme un concurso particular para que se le pague de inmediato.
La hipoteca constituida por uno de los copropietarios sobre su parte indivisa en el buque, sólo da
derecho al acreedor a embargar y ejecutar dicha parte.
Se aplican subsidiariamente a la hipoteca naval las disposiciones de derecho común que rigen la
hipoteca, en cuanto no estén en contradicción con las de esta Sección.
Puede constituirse hipoteca naval sobre todo artefacto naval habilitado o en construcción, la que se
rige por las disposiciones de esta Sección, en cuanto sean aplicables.
El Tracto Abreviado, tiene su razón de ser cuando se trata de vender un bien mueble o inmueble
registrable (como por ejemplo auto, casa) que está inscripto a nombre de una persona que esta
fallecida.
En una operación normal, cuando se vende una propiedad, van a la escribanía el comprador y el
vendedor (titular registral del bien) y allí se realizan todos los trámites correspondientes, una vez
finalizados los mismos, el escribano ingrese la escritura al Registro de la Propiedad para que el
inmueble que estaba inscripto a nombre del vendedor, pase a nombre del comprador. –
Previo a aclarar que es un tracto abreviado, hay que mencionar que, antes de realizar una
compraventa de un inmueble, se recomienda al comprador solicitar un informe en el registro General
de la propiedad. Ello es a los fines de saber, en primer lugar, a nombre de quien esta inscripto ese
inmueble, y segundo lugar, para saber si pesa sobre el mismo algún gravamen (embargo) o
inhibición. La matrícula, a su vez tiene que tener un orden cronológico de las sucesivas operaciones
que se fueron realizando a lo largo del tiempo.
Dicho esto, cuando se quiere vender un inmueble en donde el titular registral del bien esta fallecido,
la ley exige previo a la venta del inmueble, que se realice la declaratoria de herederos y una vez que
sabemos quiénes estos últimos (los herederos), allí se puede vender el inmueble, ya que el mismo
debe respetar ese orden cronológico al cual hicimos referencia anteriormente, debiendo inscribirse
a nombre de los herederos y luego a nombre del tercero comprador.-
Es aquí, cuando toma importancia la figura del “tracto abreviado”, ya que justamente es para
abreviar un trámite (de ahí la palabra de tracto abreviado), en este caso el inmueble pasaría de la
persona fallecida (titular registral) al tercero comprador. Esto se hace para abreviar las trasferencias
de dominio, ya que sería superfluo inscribirlo a nombre de los herederos para luego transferirlo al
comprador.
Para poder realizarlo, como se dijo anteriormente, tiene que estar realizada la declaratoria de
herederos del causante (titular registral) y el escribano va a necesitar una copia de la declaratoria de
herederos, no es una copia simple, si no que el juez indica que dicha copia es” apta para tracto
abreviado” y va a solicitar que se encuentran abonadas las tasas judiciales correspondientes (es un
3% de la base imponible del inmueble).
Para terminar, veamos un ejemplo: el inmueble (que llamaremos X), está a nombre de Juan – quien
es el titular registral – es decir, yo voy al registro y solicito un informe y allí figura Juan como único
titular registral del inmueble X. Juan fallece y deja como única y universal heredero a Luisa. Luisa
quiere vender ese inmueble a Pedro (que sería el comprador). Entonces, el trámite que habría que
hacer es, en primer lugar, la declaratoria de herederos donde un juez diga que el único heredero de
Juan es Luisa, y luego en esa misma declaratoria pedir una copia certificada firmada por el juez de la
resolución que dice que la única heredera de Juan es Luisa para que Luisa vaya a la escribanía con
esa copia y pueda venderle el inmueble a Pedro. De esa manera el inmueble pasa de Juan (titular
registral fallecido) a Pedro (comprador) directamente y no hace falta que pase de Juan (titular
registral fallecido) a Luisa (única heredera/vendedora) y de Luisa a Pedro (comprador). –
Decreto 282/96
Art. 2º -- La PREFECTURA NAVAL ARGENTINA procederá a eliminar de la Matrícula Nacional a los
buques y/o artefactos navales cuyos propietarios o poseedores no hubieren dado cumplimiento a las
obligaciones prescriptas en el artículo 1º del presente decreto, cuando hayan transcurrido DOS (2)
años del comienzo de la obligación censal, en base a lo establecido en los incisos a) y b) del artículo
55 de la Ley 20.094, siempre y cuando no se hallen afectados por embargos, gravámenes o
cualquier otro tipo de medidas cautelares.
Libreta o Certificado de Matrícula de la embarcación o Constancia respectiva de exposición por pérdida (en
cuyo caso la embarcación será inspeccionada).
Recibo de pago de algún servicio (exhibe) y fotocopia del mismo (entrega), para comprobación de domicilio.
ARTICULO 2° - Fijase, por razones operativas y a fin de poder efectuar la reinscripción a través del
Registro Nacional de Buques, como plazo máximo de presentación de planillas censales el de ciento
veinte días a partir de la publicación de la presente. Estas podrán ser recepcionadas por cualquier
Dependencia Jurisdiccional de la Prefectura Naval Argentina.
ARTICULO 3° - Asígnese a los buques y artefactos navales censados un, nuevo número de
matrícula en orden correlativo, que irá precedido del numeral cero a efectos de distinguirlo del antes
utilizado.
ARTICULO 4° - Elimínense de la Matricula Nacional a los buques y/o artefactos navales cuyos
propietarios o poseedores no hubieren dado cumplimiento a la obligación censal una vez
transcurrido el plazo de dos años contados a partir de vencido el establecido en el artículo 2° de
la presente.
ARTICULO 5° - Exceptúase de cumplir con la obligación censal a los propietarios que tramiten la
inscripción de buques y artefactos navales con posterioridad a la fecha de iniciación del censo.
Esta excepción incluye los trámites de inscripción iniciados y aún no concluidos.
ORDENANZA 2/19
ORDENANDAZA 01/05
ARTÍCULO 2º.- Fíjese, por razones operativas y a fin de poder efectuar la reinscripción a través
de las Dependencias Jurisdiccionales de la Prefectura Naval Argentina, como plazo máximo de
realización del trámite censal el de ciento ochenta (180) días a partir de la fecha de entrada en
vigor de esta Ordenanza. Vencido ese lapso las embarcaciones que no hubieren cumplido con la
obligación censal, quedarán automáticamente interdictas para navegar. El trámite será realizado
por ante la Dependencia Jurisdiccional en que se encuentra Matriculada la embarcación. Por
razones debidamente justificadas podrá en su defecto efectuar el trámite censal ante cualquier
Registro Jurisdiccional.
ARTÍCULO 3º.- Asígnese, por el Sistema Integrado de Buques (SIB), a los buques, artefactos
navales y artefactos acuáticos reinscriptos y a los que se inscriban durante el cumplimiento de la
obligación censal, un nuevo número de Matrícula en orden correlativo, consistente en el Código
Alfabético de Destino correspondiente a la Dependencia Jurisdiccional seguido de un número, sin
espacio, que irá precedido del numeral cero (0) a efectos de distinguirlos del antes utilizado.
ARTÍCULO 4º.- Quedan automáticamente eliminados de la Matrícula Nacional llevada por los
Registros Jurisdiccionales los buques, artefactos navales y/o artefactos acuáticos cuyos
propietarios o poseedores no hubieren dado cumplimiento a la obligación prescripta en el Art. 1°,
una vez transcurrido el plazo de dos (2) años contados a partir del comienzo de la obligación
censal.
ARTÍCULO 5º.- Exceptúese de cumplir con la obligación censal a los propietarios que
tramiten la inscripción de buques, artefactos navales y/o artefactos acuáticos con
posterioridad a la fecha de iniciación del censo. Esta excepción incluye los trámites de
inscripción iniciados y aún no concluidos.
ARTÍCULO 6º.- La presente Ordenanza entrará en vigor a partir del 1º de Marzo del
año 2005.
ARTÍCULO 7º.- Apruébanse las Normas para la realización del trámite censal
(Agregado Nº 1), la Planilla Censal (Anexo Nº 1 al Agregado Nº 1) y Matrícula
Provisoria (Anexo Nº 2 al Agregado Nº 1), que integran esta Ordenanza.
UNIDAD 2
Ley 18.398
Funciones
1) Intervenir en todo lo relativo a la navegación haciendo cumplir las leyes que la rigen;
2) Dictar las ordenanzas relacionadas con las leyes que rigen la navegación y
proponer las que establezcan las faltas o contravenciones marítimas y fluviales y sus
sanciones, siendo su autoridad de aplicación;
12) Inspeccionar los buques para verificar su seguridad y determinar al arqueo de los
de bandera argentina, otorgando los certificados correspondientes;
14) Intervenir, de acuerdo con las disposiciones que al respecto dicte el comandante
en jefe de la Armada, en la asistencia y salvamento de buques, aviones, vidas y
bienes en aguas jurisdiccionales;
16) Hacer cumplir las disposiciones de las autoridades sanitarias y de las vinculadas a
la limpieza de los puertos;
22) Tener a su cargo las ayudas a la navegación, excepto las que mantengan otros
organismos;
4) Identificar a las personas que entren o salgan del país por vía marítima, fluvial o
aérea en su jurisdicción, y a las que habiten o trabajen dentro de los límites de aquélla,
así como también verificar la documentación personal;
1) Intervenir en todos los casos de delitos y practicar las diligencias necesarias para
comprobar los hechos ocurridos y descubrir y detener a sus autores y partícipes, con
los deberes y derechos que a la policía otorga el Código de Procedimientos Criminales
para la Capital Federal y Territorios Nacionales;
3) Instruir sumarios por delitos ocurridos en el recinto de los edificios ocupados por sus
unidades emplazadas fuera de su ámbito de actuación, con intervención del juez
competente;
f) Cumplir con los deberes y ejercer las facultades atribuidos por las leyes y
reglamentos generales a la autoridad marítima.
Art. 7º — La Prefectura Naval Argentina podrá actuar en jurisdicción de otras policías
cuando razones de urgencia o la naturaleza del hecho que se investiga lo justifiquen,
debiendo dar conocimiento inmediato en forma circunstanciada a las autoridades
correspondientes.
Art. 8º — La Prefectura Naval Argentina podrá, con aprobación del comandante en
Jefe de la Armada:
c) Mantener relaciones con las autoridades equivalentes de los países extranjeros a fin
de coordinar las normas y medidas tendientes a la seguridad de la navegación.
Art. 1° - La nacionalidad de los buques se establece y regula por la ley del Estado que
otorgó el uso de la bandera. Esta nacionalidad se prueba con el respectivo certificado
legítimamente expedido por las autoridades competentes de dicho Estado.
Artículo 157
ARTICULO 158 - Los actos a que se refieren los artículos anteriores sólo producen
efectos con relación a terceros, desde la fecha de su inscripción en el Registro
Nacional de Buques.
ARTICULO 161 - Los buques pueden ser vendidos con pacto de retroventa o de
reventa.
ARTICULO 163 - Las disposiciones de esta Sección son aplicables a los artefactos
navales, en lo que fuere pertinente.
SECCION Iª
Buques argentinos
Art. 43. - Los buques argentinos se individualizan, en el orden interno y a todos los
efectos legales, por su nombre, número, puerto de la matrícula y tonelaje de arqueo.
Nombre
Art. 44. - El nombre del buque no puede ser igual al de otro buque de las mismas
características. A tal efecto la reglamentación regulará la imposición, uso y cese de
dicho elemento de individualización.
Matrícula
Art. 45. - El número de matrícula del buque o artefacto naval es el de inscripción en el
registro correspondiente.
Deber de exhibición
Art. 46. - Todo buque debe ostentar en lugar visible la bandera nacional, su nombre,
puerto y número de matrícula.
Arqueo
Art. 47. - El arqueo de los buques se efectúa por la autoridad marítima, de acuerdo con
las normas reglamentarias.
Distinciones
Art. 48. - Buque mayor es el que registra un arqueo total no menor de diez (10)
toneladas.
Buque menor es aquél cuyo arqueo total es inferior a esa cifra. Los buques se
distinguen también por su naturaleza, por la finalidad de servicios que prestan y por la
navegación que efectúan.
Reglamentación
Art. 219. - Locación de buque es el contrato por el cual una parte se obliga, mediante
el pago de un precio, a conceder a la otra el uso o goce de un buque por un tiempo
determinado, transfiriéndole la tenencia.
Art. 220. - El contrato de locación de buque debe probarse por escrito y, para ser
invocado frente a terceros, estar inscripto en el Registro Nacional de Buques y
asentado en su certificado de matrícula.
Del locador:
Del locatario:
Dentro de las medidas cautelares que recaen sobre los bienes registrables de la
navegación encontramos al embargo en todas sus variantes. Naturalmente, no
profundizaremos sobre el embargo en cuanto tal, por exceder el marco del presente
artículo. Sólo diremos que según la función, sus efectos y el título o causa que le sirve
de base, entendemos que el embargo puede clasificarse en preventivo y ejecutorio,
como a continuación esquematizaremos:
a)
Embargo Preventivo
b) Embargo Ejecutorio
Será relevante tener en cuenta los presupuestos de cada uno de ellos, a los fines de la
traba de las medidas cautelares sobre los bienes registrables de la navegación.
Con relación a las medidas cautelares que afectan directamente a los titulares de
aquellos bienes en cuanto personas, encontramos fundamentalmente a las
anotaciones de litis, los recientes congelamientos de fondos –de discutida
constitucionalidad- ordenados por las autoridades de lucha contra el lavado de activos
y lucha contra el terrorismo y las clásicas anotaciones personales o inhibiciones
generales de bienes.
En el primero y más frecuente de los casos se trata de una medida cautelar cuyos
efectos sólo limitan la libre disponibilidad del bien, conforme lo preceptuado por las
leyes registrales. En el segundo supuesto se persigue proteger al incapaz o
inhabilitado, o a la masa de acreedores, en su caso, publicitando la incapacidad o
inhabilitación respecto de terceros, a fin de asegurar el tráfico jurídico.
Creemos que el monto del embargo es un elemento esencial del mismo y que la
preferencia otorgada al trabarlos en los registros se proyecta sobre los planos
temporal o cuantitativo. En el plano temporal, relegando la relevancia de la fecha de
los créditos, de los juicios o de las peticiones, en beneficio del orden cronológico de la
fecha de la inscripción registral. Y en el plano cuantitativo, al vincular el ámbito de
preferencia en relación con la cuantía del crédito el embargante.
Sostenemos que la ausencia de monto afecta el principio de especialidad y
desnaturaliza al embargo, que impone individualizar el bien sobre el cuál recae y el
monto que garantiza, a los efectos de su oponibilidad a terceros. Alguna tendencia
doctrinaria –entre ellos Nuta-sugiere que el establecimiento del monto, le otorga al
embargante una preferencia del primer embargante en relación con embargantes
posteriores. En forma casi unánime la doctrina y jurisprudencia no tienen dudas en
afirmar que el único monto oponible es aquel por el cual se dispuso la medida y se
inscribió en el registro correspondiente. Incluso avalan sus ideas diciendo que si con
posterioridad se ampliara la liquidación, ésta no gozaría de la prioridad, si entre tanto,
se hubieren dispuesto otros embargos.
Debemos destacar que los acreedores embargantes tienen preferencia con relación a
los eventuales adquirentes. Alguna doctrina sostiene que incluso la tendrán frente a
terceros adquirentes de buena fe. Nosotros sostenemos que la tendrán frente a todos
los terceros, sin importar su calidad. Dejamos para otra oportunidad la consideración
que un tercer adquirente tenga el carácter de buena fe sin agotar las debidas
diligencias, aunque adelantamos que no creemos que revista tal carácter sin tomar
aquellos recaudos propios de un hombre diligente. Entre ellos, indudablemente se
encuentra la solicitud de un certificado de dominio en el cual habría advertido la
existencia del embargo, que igualmente sería oponible.
Con relación a las medidas cautelares que recaen sobre los titulares de buques,
aeronaves o motores de los mismos observamos que, estadísticamente, la mayoría de
las inhibiciones que ingresan a los registros de buques o aeronaves, sea cual fuere el
tipo de proceso del cual provienen, carecen de monto, y los registros no las observan
por esto, ya que se trata de una medida que abarca la totalidad del patrimonio del
deudor, posición que compartimos.
Sin embargo, parte de la doctrina considera que siendo la inhibición una medida
cautelar sustitutiva del embargo, al decretarse se debería determinar, aunque sea en
forma estimativa, el monto del crédito y las costas a cubrir.
Tanto la doctrina procesalista como la registralista sostiene que esta medida no otorga
prioridad sobre el precio de la cosa ni impide su disponibilidad. Entendemos, junto a la
mayoría de la doctrina, que la anotación de litis no establece prioridad en cuanto al
precio de la cosa, sino sobre la cosa misma. A quien concurre a inscribir una medida
de esta naturaleza, más que la posible venta voluntaria o forzosa de la cosa, le
interesa oponer el resultado favorable de la litis anotada al tercer adquirente, quien
frente al litigante nunca podrá oponer buena fe. Consecuentemente tiene prioridad
registral, tanto frente a los acreedores embargantes o beneficiarios de otras medidas
cautelares, como frente a los adquirentes. Naturalmente, la preferencia del litigante
estará condicionada a la reserva de prioridad y al bloqueo registral.
Parte de la doctrina sostiene que debe inscribirse definitivamente el acto jurídico cuyo
bloqueo registral se hubiera solicitado con anterioridad a la medida, pero que esta
inscripción quedara condicionada a la resultas de la prohibición de innovar. Tal
decisión nos parece inaceptable, ya que va en contra de todo el sistema de publicidad
del derecho registral y atenta gravemente contra el tercero de buena fe que ha
solicitado y obtenido un bloqueo registral con anterioridad a la medida no innovativa.
Su inscripción tendrá la preferencia que tienen las demás medidas cautelares y estará
sujeta a la reserva de prioridad establecida por el código.
Una vez que el notario público habría sido notificado fehacientemente de la medida,
debería hacérsela saber a los otorgantes del acto instrumentado en el documento cuya
prohibición de inscripción se ha dispuesto. Aquellos serían los únicos legitimados para
cuestionar la medida en sede judicial, sea apelándola, pidiéndose su modificación o
sustitución o, en su caso, peticionando la aclaración de su alcance.
El que contó con mayor número de votos en la comisión se inclinó por considerar, que
“ninguna medida puede tener como consecuencia la paralización del sistema
inscriptorio, en virtud de que el mismo supone la cristalización en tiempo y forma.
Legalmente provistos de la protección del negocio a que el principio de retroprioridad
apunta”, concluyendo que “suponer la posibilidad de paralizar el proceso inscriptorio
por un tiempo indeterminado (a la resulta del proceso) acarrearía no sólo el
desmoronamiento de un sistema perfectamente concebido, sino la supresión del
encaje sincronizado de normas y la ineficacia del fin perseguido por la intrínseca
naturaleza de la medida cautelar”.
Nos inclinamos por la aplicación del criterio dispuesto en el primer despacho, previa
solicitud de aclaratoria al juez ordenante, informándole que se encuentra pendiente de
inscripción y con reserva de prioridad un determinado documento.
DECRETO 1528/07
a) UNO POR MIL (1‰), toda inscripción de títulos, actos o contratos y toda otra clase
de anotación en el Registro, que no esté gravada por este arancel con una tasa
especial.
En ningún caso la tasa a ingresar por los actos que grava este artículo será menor a la
indicada en el artículo 9º.
Art. 3º — Los derechos se calcularán sobre el monto de todas las operaciones
comprendidas en el acto o contrato o de los buques o artefactos navales, derechos
reales y obligaciones cuya inscripción o anotación se requieran.
Cuando la duración no esté prevista, se calculará como si el plazo fuera de DOS (2)
años.
UNIDAD N°3
4.-Tomar razón de todo documento por el que se prive a una persona de la libre
disponibilidad de sus bienes, sea que resulte de un convenio voluntario entre partes o
por resolución judicial.
5.-Llevar todo otro registro que por imperio de disposiciones legales se le asignen.
7.-Determinar el arancel que corresponda abonar por todas las tramitaciones que se
efectúen ante el Registro, de acuerdo con las disposiciones vigentes en la materia.
División Dominio.
1.-Los títulos por los que se constituyan, declaren, transmitan, modifiquen, o extingan
derechos reales sobre buques o artefactos navales pertenecientes a la Matrícula
Nacional.
6.-Todo documento que instrumente actos voluntarios o judiciales por el que se inhiba
a una persona de la libre disponibilidad de sus bienes.
7.-Las comunicaciones de contratos de prenda celebrados sobre buques o artefactos
navales pertenecientes a la Matrícula Nacional efectuadas por el Registro de Créditos
Prendarios de la Nación.
8.-Los contratos por los que se constituyan prendas sobre buques o artefactos navales
matriculados en el Registro.
9.-La expedición de las certificaciones que correspondan a los actos cuya toma de
razón se efectúa en virtud de los incisos precedentes.
1.-Los documentos de origen notarial por los que se constituyan, declaren, transmitan,
modifiquen, o extingan derechos reales sobre buques o artefactos navales.
4.-Todo documento que instrumente actos voluntarios por el que se inhiba a una
persona de la libre disponibilidad de sus bienes.
5.-Los contratos por los que se constituyan prendas sobre buques o artefactos
navales matriculados en el Registro.
1.- Las sentencias judiciales por las que se declaren, constituyan, modifiquen,
transmitan o extingan derechos reales sobre buques o artefactos navales inscriptos en
la Matrícula Nacional.
3.-Todo documento que instrumente actos judiciales por el que se inhiba a una
persona de la libre disponibilidad de sus bienes.
Tiene a su cargo:
2.- Expedir certificados de dominio y estado dominial, de los que surjan los derechos
reales que recaen sobre los buques y artefactos navales de la Matrícula Nacional y las
medidas cautelares que los gravan, con o sin reserva de prioridad.
4.-Expedir toda otra certificación que se refiera a las anotaciones que corresponda
practicar a la División Dominio.
División Matrícula.
1.-La inscripción de todo documento otorgado en los términos del art. 159 de la Ley
20.094, por el que se constituya, declare, transmita, modifique o extinga algún derecho
real sobre un buque o artefacto naval perteneciente a la Matrícula Nacional.
5.-Llevar los índices auxiliares de ingreso al registro matriz ordenados por nombre de
buque y por nombre de propietarios a través del sistema computado, manteniéndolos
actualizados.
2.-Llevar los índices auxiliares de ingreso al registro matriz ordenados por nombre de
buques y por nombre de propietarios a través del sistema computado, manteniéndolos
actualizados.
4.-Liquidar los aranceles que correspondan ser abonados por los trámites que se
presenten por ante la Mesa de Entradas del Registro Nacional de Buques; y la Tasa
Anual por Renovación de Matrícula correspondiente a los buques y artefactos navales
inscriptos en la Matrícula Nacional, con relación a los pagos que se efectúen ante este
Organismo.
Primera Agrupación: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, todos los
buques y artefactos navales de diez o más toneladas de arqueo total, cuyos
propietarios sean personas físicas o jurídicas privadas y que se destinen al comercio
marítimo, fluvial, lacustre o a la actividad pesquera. El número de matrícula que se le
asigne será el que corresponda por la fecha de inscripción y no se encuentra seguida
de ninguna letra.
Tercera Agrupación: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, todos los
buques o artefactos navales que tengan dos o más toneladas de arqueo total y cuyo
propietario sea el Estado Nacional, Provincial o Municipal (con las excepciones que
determina el REGINAVE). El número de matrícula que se le asigne, será el que
corresponde a la fecha de inscripción, seguida de la letra F.
Registro Especial de Yates: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, los
buques de dos o más toneladas de arqueo total, destinados al deporte náutico, recreo
o actividades vinculadas, éstas últimas, ya sean ejercidas en forma personal o con la
participación de terceros, con carácter gratuito u oneroso, sea su propietario una
persona física o jurídica, cuando la actividad se desarrolle con un máximo de doce
personas embarcadas, anexadas a ellas un veinticinco por ciento de tripulación. El
número de matrícula que se le asigne, será el que corresponde a la fecha de
inscripción, seguido de la sigla R.E.Y.
Tal registración podrá ser rogada al registro por: a) el transmitente, constituyente del
derecho o su apoderado; b) el adquirente del derecho o su apoderado; c) el escribano
público autorizante del acto; d) el abogado que haya intervenido en la causa judicial
respectiva; e) un tercero interesado en asegurar el derecho en cabeza del adquirente.
Toda presentación deberá ser efectuada por escrito y mediante previo pago de
los aranceles vigentes, actualmente normados por el Decreto Nacional 1528/07.
El Registro es de carácter público, ello implica que podrá brindar la información que
contiene en sus registros a toda persona que lo solicite por escrito, mediante los
formularios establecidos por la reglamentación respectiva, pagando el arancel
establecido y acreditando para ello un fundado interés legítimo, dado que el despacho
de esa información tiene por finalidad esencial brindar el debido resguardo a las
transacciones jurídicas.
Tal certificación con reserva de prioridad, conforme al artículo 41 del mismo texto
legal, tendrá una validez de 15 ó 30 días, a partir de la cero hora del día de su
expedición, según que el escribano solicitante tenga domicilio legal en la ciudad de
Buenos Aires o en otra jurisdicción.
Sin lugar a dudas la combinación de estos dos institutos jurídicos (la reserva de
prioridad indirecta y la retroprioridad) dotan a un negocio jurídico en gestación del
mayor resguardo jurídico posible.
Si bien no existe lugar a dudas de que esos son valores que tenemos la obligación de
preservar; en virtud de tratarse de un proceso altamente dinámico y a la luz de las
herramientas que hoy nos proporciona la tecnología al servicio de la Nueva Gestión
Pública, creemos que podemos mejorar los procesos.
3.- La verificación, a fin de evitar errores o fugas registrales, realizada en virtud del
principio de exactitud registral.
Para ello, con carácter previo a la formación del expediente, se brinda información y
asesoramiento gratuito a la totalidad del público usuario y a los profesionales que
eventualmente los representen, por los siguientes medios:
2.- Por correo electrónico, directamente al mail oficial del Registro Nacional de
Buques, los que son contestados diariamente por un profesional de ese Organismo.
3.- Personalmente por ante la Mesa de Entradas del Registro, donde funciona una
relatoría externa, o por ante cualquiera de las 83 Dependencias Jurisdiccionales que
posee la Prefectura Naval Argentina, en todo el país, donde también podrán presentar
los expedientes para su comodidad. Ello, sin perjuicio de que la única boca de
entradas de los documentos es la Mesa de Entradas del Registro Nacional de Buques,
a fin de generar oponibilidad respecto de derechos.
4.- Vía telefónica, medio por el que también se orienta al público que consulta.
Fortalezas actuales y objetivos
Fortalezas:
Brinda efectiva seguridad al tráfico jurídico, cumpliendo con sus funciones en tiempos
menores a los admitidos por su Ley Orgánica y los suscriptos en la Carta de
Compromiso con el Ciudadano.
UNIDAD 4
En el año 1958 se sanciona el Régimen Jurídico del Automotor bajo el Decreto Ley N.º
6582/58, el cual fue modificado con el paso del tiempo por diversas leyes. Contiene 7
títulos en total.
El Título III es específico "Del Título del Automotor" y los datos que contendrá, cédulas
y de la pérdida, extravío o destrucción del mismo. El Título IV trata de "La
identificación de los automotores". El Título V son las Disposiciones Generales;
el Título VI de las Disposiciones Penales; el Título VII sobre las Disposiciones
Complementarias.2
Decreto 335/88
El Decreto 335 aprobado el 3 de marzo de 1988 es la "Reglamentación del Régimen
Jurídico Registral de la Propiedad del Automotor" contiene 24 artículos en total.
Como vemos, esta definición se basa en el concepto destino navegar por agua , con lo
que se ha consagrado un concepto amplio, tendiente a captar todo tipo de navegación,
a diferencia del criterio adoptado por el Código Aeronáutico, en el artículo 36, para
definir a las aeronaves, que adopta la idea del transporte. En la segunda parte, el
artículo trascripto, define al artefacto naval, para ello, toma el concepto elaborado por
Atilio Malvagni en su Proyecto de Ley de Navegación. (1)
20.094 resultaba incompleto, ya que el mismo para ser tal debía “estar debidamente
matriculado”.
Entendemos que el buque reviste la condición de tal a partir del momento en que se
aprueba su construcción, lo que se acredita con la extensión del correspondiente
certificado técnico otorgado por la Autoridad Marítima.
A partir de ese momento el buque es buque, independientemente de su posterior
inscripción registral, lo que le permitirá navegar enarbolando la bandera de su
matrícula y quedar sometido plenamente al amparo de la normativa legal vigente en
ese país.
Cabe recordar que al artefacto naval le es aplicable la normativa jurídica propia de los
buques, en todo lo que corresponda.
Ahora bien, ¿como tenemos que individualizar al buque y al artefacto naval, para que
puedan ser objeto de derechos reales? y ¿qué tipo de buques o artefactos navales
pueden ser objeto de una garantía real?
El artículo 43, de la ley 20.094, dice que: "Los buques argentinos se individualizan, en
el orden interno y a todos los efectos legales, por su nombre, número, puerto de
matrícula y tonelaje de arqueo".
La expresión “puerto de matrícula” viene del siglo XIX, cuando el buque era un bien
mueble al que, por su importancia, la doctrina lo asimiló al inmueble.
Ello fue por las características propias del objeto y las peculiaridades de la actividad
marítima comercial, en la cual el capitán del buque era, también, el armador y
beneficiario de la actividad económica, y necesitaba de la bandera para no ser
considerado buque pirata, así como de un domicilio donde pudieran serle dirigidas las
acciones jurídicas que surgieran como consecuencia de la navegación.
El artículo 149 del Reglamento del Registro Mercantil Español, dice: “La primera
inscripción de los buques será la de la propiedad de los mismos. Esta inscripción se
practicará presentando en el Registro Mercantil copia certificada de la matrícula o
asiento del buque, expedida por el Comandante de Marina de la provincia en que está
matriculado” (4).
Por su parte, el artículo 1.365 del mismo cuerpo legal, también derogado como el
anterior, decía: “El dueño o dueños de un buque que quisieran reservarse el derecho
de hipotecarlo durante el viaje, deberán declarar antes de la salida de él, ante el
Escribano de la Marina del puerto en que estuviese matriculado, el valor por el cual
quisiesen hacerlo”.
Sintetizando lo expresado al respecto, así como los conceptos de los tratadistas del
derecho marítimo, el puerto de matrícula nace por la necesidad de darle un domicilio al
buque, otorgándole una bandera para enarbolar, ya que en la antigüedad se creía que
el mismo era centro de imputación de derechos y obligaciones.
En cambio, resulta acertado decir que el buque tiene un vínculo jurídico con el país
que le otorga el uso del pabellón.
Sólo puede utilizarse como sinónimo de “puerto de asiento” del buque, razón por la
cual la Autoridad Marítima, de nuestro país, entendió (hace más de quince años) que
no existe óbice legal para que los buques incluyan debajo del número de matrícula,
que deben tener pintados en su casco, el nombre del puerto de asiento habitual en
reemplazo de “Buenos Aires”.
Por su parte, el tonelaje de arqueo, como luego veremos, sirve para una clasificación
de los buques y artefactos navales, con importantes consecuencias jurídicas.
que su sola mención basta para determinar el objeto cierto en el acto en el que se
transmita o constituya un derecho real.
3.CLASIFICACIÓN DE BUQUES.
Por lo tanto estos buques gozan de los mismos caracteres de los bienes del dominio
público del Estado: son imprescriptibles, inembargables e inenajenables, motivo por el
cual no pueden ser, por ejemplo, objeto de garantía real.
Los buques privados, en cambio, son prescriptibles, embargables y enajenables,
pudiendo ser por consiguiente objeto de un derecho real de garantía.
El artículo 48, por su parte, clasifica a los buques en mayores y menores, según
alcancen o no diez (10) toneladas de arqueo total, distinguiéndolos también por su
naturaleza, la finalidad de los servicios que prestan y la navegación que efectúan.
Pues bien, hemos dicho que conforme al artículo 48, de la Ley de la Navegación,
buque mayor es el que posee diez toneladas de arqueo total o más y menor el que no
alcanza ese tonelaje; mientras que el artículo 49, deja librada a la reglamentación el
alcance del contenido de las disposiciones establecidas en el
artículo precedente.
El tonelaje de arqueo total es el que se utiliza a todos los efectos jurídicos y, conforme
a la Regla III de arqueo nacional, se obtiene mediante una operación aritmética
equivalente al producto de la eslora (largo) por la manga (ancho) por el puntal (alto)
dividido cinco (un número convencional).
Primera Agrupación: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, todos los buques
y artefactos navales de diez o más toneladas de arqueo total, cuyos propietarios sean
personas físicas
Segunda Agrupación: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, todos los
buques o artefactos navales de dos a nueve toneladas de arqueo total, cuyos
propietarios sean personas físicas o jurídicas privadas y que se destinen al comercio
marítimo, fluvial, lacustre o a la actividad pesquera. El número de matrícula que se le
asigne, será el que corresponda a la fecha de inscripción, seguido de la letra M.
Matrículas existentes al 10 de mayo de
2.010: 2.512.
Tercera Agrupación: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, todos los buques
o artefactos navales que tengan dos o más toneladas de arqueo total y cuyo
propietario sea el Estado Nacional, Provincial o Municipal. El número de matrícula que
se le asigne, será el que corresponde a la fecha de inscripción, seguida de la letra F.
Matrículas existentes al 10 de mayo de 2.010: 306.
Registro Especial de Yates: Deben inscribirse aquí, con carácter obligatorio, los
buques de dos o más toneladas de arqueo total, destinados al deporte náutico, recreo
o actividades vinculadas, éstas últimas, ya sean ejercidas en forma personal o con la
participación de terceros, con carácter gratuito u oneroso, sea su propietario una
persona física o jurídica, cuando la actividad se desarrolle con un máximo de doce
personas embarcadas, anexadas a ellas un veinticinco por ciento de tripulación. El
número de matrícula que se le asigne, será el que corresponde a la fecha de
inscripción, seguido de la sigla REY. Matrículas existentes al 10 de mayo de 2.010:
51.716.
Actualmente, las Circulares aludidas han sido reemplazadas por la Ordenanza 2/05:
“Normas para la Organización y el Funcionamiento de los Registros Jurisdiccionales”.
Entre los avances dignos de ser destacados, resulta importante señalar el reemplazo
de la anticuada técnica de folio móvil ordenado por orden numérico de libros, por la
moderna técnica de folio real, con anotaciones mediante breves notas.
Por otra parte, dado el tiempo transcurrido desde la creación de los Registros
Jurisdiccionales y las características de los buques que allí se matriculan, se
aprovechó la oportunidad para realizar un censo nacional de los buques, artefactos
navales y náuticos deportivos pertenecientes a esos registros, de modo de depurar la
matrícula existente y adecuarla a la realidad. Ello se dispuso mediante la Ordenanza
1/05, que entró a regir simultáneamente con la Ordenanza 2/05, el día 01 de marzo del
año 2.005.
Así, en cuanto a su naturaleza jurídica, estos registros no son de carácter jurídico, sino
administrativos policiales, no se registra en ellos ningún derecho real, ni medida
cautelar alguna, ya que los buques allí matriculados se encuentran sometidos
al régimen jurídico de las cosas muebles establecido por el Código Civil, cuya columna
vertebral es el artículo 2.412.
Por consiguiente, estos registros no toman nota de las prendas que gravan a los
buques matriculados en su jurisdicción, ni de los embargos.
Asimismo, el que hubiese vendido un buque de mala fe, como si fuera propio, sin
serlo, no haciendo tradición del mismo, o como si estuviera libre de gravamen,
encontrándose prendado, embargado o fuera objeto de litigio, incurrirá en el delito de
estelionato, de acuerdo a lo establecido en los artículos 1.178 y
1.179 del Código Civil.
No obstante el gran avance producido en el año 2005 con relación al régimen jurídico
aplicable a los Registros Jurisdiccionales, en atención a la experiencia recogida
durante el último lustro y con la finalidad de lograr una mayor coordinación entre la
normativa jurídica registral y la normativa de orden técnico, consideramos conveniente
la aplicación de esta normativa a todos los buques y artefactos navales de hasta tres
toneladas de arqueo total. Ello en virtud que las Dependencias Jurisdiccionales de la
Prefectura Naval Argentina se encuentran facultadas para verificar y aprobar la
construcción de buques de hasta tres toneladas de arqueo total inclusive.
Del mismo modo que el certificado de seguridad acredita la idoneidad técnica del
buque para cumplir su destino, el certificado de matrícula cumple la doble función de
acreditar su matriculación (lo que conlleva la posibilidad de acogerse a los beneficios
de la bandera de su matrícula) y su propiedad, lo que debido a la publicidad cartular de
la que se encuentra dotado este documento se extiende a la acreditación de la calidad
de armador, así como a la existencia de derechos reales de garantía que tienen por
objeto a ese buque.
La indicación de las medidas, arqueo, material del casco, motores o tipo de buque,
tiene por única finalidad cumplir acabadamente con el principio de determinación del
objeto, es decir el buque sobre el que se asienta al dominio. Pero de ninguna manera
pretende generar una publicidad plena, la que únicamente se logra mediante el
despacho por parte del Registro Nacional de Buques de un informe o certificado de
dominio.
Todo ello nos permite advertir claramente en la materia la presencia de los tres tipos
de publicidad: registral, cartular y de estados de hechos, los que al igual que en
materia inmobiliaria deben combinarse adecuadamente para lograr una plena y
efectiva seguridad jurídica. No obstante, es evidente que la publicidad cartular en el
ámbito del Derecho de la Navegación se presenta con mayor contundencia, por
indicación expresa de la ley 20.094.
Por su parte, cualquier cuestión relativa a la idoneidad técnica del buque para navegar,
zonas en que puede realizar esa actividad, dotación mínima de seguridad, tareas para
las que se encuentra autorizado según su propio destino, así como todo otro
antecedente o información de orden técnica que se considere necesario publicitar,
deberá surgir exclusivamente del los certificados extendidos por la Autoridad Marítima
a través de sus organismos técnicos.
TRANSFERENCIA DE DOMINIO:
1.4. Comprobantes de pago tasa fija anual por renovaci�n de matr�cula .10
�ltimos a�os . (Ante la p�rdida o destrucci�n gestionar la certificaci�n de
pagos ante la Oficina de Contralor Recaudatorio . Av. E. Madero 235, piso 3,
oficina 3.01 [Edificio Guardacostas]).
2.4. Comprobantes de pago tasa fija anual por renovaci�n de matr�cula .10
�ltimos a�os . (Ante la p�rdida o destrucci�n gestionar la certificaci�n de
pagos ante la Oficina de Contralor Recaudatorio . Av. E. Madero 235, piso 3,
oficina 3.01 [Edificio Guardacostas]).
ARANCEL
4.7. Factura original del vendedor o astillero (del casco y/o motor/es), o
certificado otorgado por el astillero constructor, o contrato de construcci�n con
las formalidades exigidas por la ley del lugar de celebraci�n del acto
( Cualquiera de ellos, debidamente traducido y legalizado, de no estar escrito
en idioma espa�ol)
4.8.Certificado de nacionalizaci�n otorgado por la Administraci�n Nacional
de Aduanas (del casco y/o motor/es)
NOTA:
Si el buque tiene 10 o m�s toneladas de arqueo total, en el reverso del Form. 2 o en
nota aparte, con firma certificada, debe designarse un escribano ( Nombre,
jurisdicci�n, Nro. de registro, domicilio y tel�fono) a efectos de autorizar la escritura
de matr�cula.
ARANCEL
DECLARATORIA DE HEREDEROS
8. Trascripci�n del auto o providencia que ordena el libramiento del oficio.
11. Valor asignado al buque, a efectos del pago del arancel de inscripci�n
pertinente.
OTROS TRAMITES
- CONCEPTO
2) Inscripción. Implica que para que puedan producir efectos los títulos traslativos de
dominio, tanto universales como singulares, es indispensable que se tome razón de
ellos en el Registro.
3) Publicidad. "Es la actividad dirigida a hacer cognoscible una situación jurídica real,
y que persigue como finalidad primordial la protección de! crédito y la seguridad del
tráfico jurídico
4) legalidad: Por él se procura que las relaciones jurídicas que llegan al Registro sean
verdaderas y no falsas, estén ajustadas al derecho, es decir atiendan a la necesidad
de que los títulos que lleguen al Registro estén revestidos de todos los requisitos que
las leyes exigen para que produzcan plenos efectos.
7) Especialidad: Se tiende por este principio a que tanto objetiva como jurídicamente
aparezca perfectamente determinado el dominio o derecho real que se inscribe y su
titular.
Ley 27.419
Los resultados del presente régimen, serán evaluados por la autoridad de aplicación
semestralmente a los efectos de verificar la efectividad de las medidas implementadas,
debiendo publicarse especialmente las nuevas incorporaciones y la evolución de la
flota de bandera argentina o con tratamiento de tal.
CAPÍTULO II
Armadores nacionales
El Poder Ejecutivo nacional será el encargado de reglamentar las normas que hagan a
la implementación gradual y progresiva del régimen, en un plazo de cinco (5) años, de
manera tal que al finalizar ese período se compute el monto al que alude el párrafo
precedente en su totalidad, así como también para determinar la magnitud de la
detracción de que se trata para las situaciones que ameriten una consideración
especial.
CAPÍTULO IV
Incorporación de buques
ARTÍCULO 13.- A partir de la entrada en vigencia de la presente ley y por el término
de cuatro (4) años la importación definitiva para consumo de artefactos navales y
buques nuevos sin uso, alcanzados por el presente régimen, tributarán un Derecho de
Importación de Extrazona (D.I.E) equivalente al cero por ciento (0%).
La condición de buque nuevo sin uso se mantendrá cuando el buque comprado nuevo
sin uso en el exterior realice su primer viaje en ruta a un puerto de la República
Argentina con o sin carga.
Los remolcadores de empuje para navegación fluvial de más de siete (7) años de
antigüedad y hasta veinticinco (25) años de antigüedad, comprendidos en el presente
régimen, y que sean reconstruidos en más de un setenta por ciento (70%) sobre el
valor del buque previo a su reconstrucción en astilleros o talleres navales que
desarrollen su actividad en territorio nacional serán considerados como nuevos sin uso
a los fines de su importación definitiva. Para acceder a este beneficio deberán
incorporarse, en el curso de la reconstrucción, actualizaciones tecnológicas que
incluyan una mayor eficiencia energética.
Los buques y/o artefactos navales, que al momento o en cualquier momento de los
últimos cinco (5) años anteriores a la entrada en vigencia de la presente ley gozaran
del tratamiento de bandera nacional previsto en el decreto 1.010/2004 y en el decreto
1.022/2006 serán considerados como nuevos sin uso a los fines de su importación
definitiva.
ARTÍCULO 15.- Los organismos intervinientes en la actividad de la marina mercante
en general, en la inscripción y eliminación de la matrícula nacional de un buque o
artefacto naval del Registro Nacional de Buques, como asimismo, en la constitución,
transmisión, modificación o extinción de derechos reales sobre los buques, deberán
ajustar sus procedimientos a fin de concretar los principios de celeridad, economía,
sencillez y eficiencia de los trámites, no pudiendo los mismos demorar en total más de
noventa (90) días hábiles, bajo apercibimiento de incurrir en falta administrativa del
empleado o funcionario que resulte responsable.
ARTÍCULO 18.- Los propietarios de los buques y artefactos navales importados bajo el
presente régimen deberán contratar astilleros o talleres navales, que desarrollen su
actividad en territorio nacional, para su reparación, alistamiento, modificación, o de
hacerlos objeto de cualquier actividad que requiera la intervención de éstos, y siempre
que los mismos se comprometan a realizar los trabajos en precios y tiempo
razonables, a criterio de la Secretaría de Industria y Servicios del Ministerio de
Producción.
CAPÍTULO V
Arrendamiento de embarcaciones
ARTÍCULO 20.- Los beneficiarios del presente régimen podrán arrendar a casco
desnudo buques y artefactos navales extranjeros con tratamiento de bandera
argentina, siempre que al momento de la presentación de la solicitud del beneficio o de
la prórroga del mismo, su antigüedad no supere los diez (10) años para buques y
artefactos navales marítimos y quince (15) años para buques y artefactos navales
fluviales:
a) Durante un período de treinta y seis (36) meses a partir del inicio del arrendamiento,
más doce (12) meses de prórroga fundada o hasta la incorporación del buque o
artefacto naval, lo que ocurra primero y en un plazo máximo de sesenta (60) meses,
con una capacidad de locación no mayor a trescientos por ciento (300%) del tonelaje,
capacidad de bodega o potencia de máquinas de la unidad a incorporar en el caso de
buques o artefactos navales en construcción en astilleros o talleres navales que
desarrollen su actividad en territorio nacional;
b) Durante un período de treinta y seis (36) meses a partir del inicio del arrendamiento,
con una capacidad de locación no mayor a cincuenta por ciento (50%) del tonelaje,
capacidad de bodega o potencia de máquinas de la unidad a incorporar en el caso de
artefactos navales o buques nuevos sin uso importados en forma definitiva;
c) Durante un período de cuarenta y ocho (48) meses a partir del inicio del
arrendamiento, con una capacidad de locación no mayor a:
c.1. Cien por ciento (100%) del tonelaje, capacidad de bodega o potencia de máquinas
de sus buques y/o artefactos navales incorporados a la bandera argentina o en trámite
de incorporación definitiva a la misma, que se encuentren en actividad y con los
certificados emitidos por Prefectura Naval Argentina vigentes;
c.2. Doscientos por ciento (200%) del tonelaje, potencia de máquinas o capacidad de
bodega de las unidades que se hayan construido en astilleros nacionales desde la
entrada en vigencia del régimen establecido por el decreto 1.010/2004 y que a su vez
se encuentren en actividad y enarbolando pabellón nacional.
ARTÍCULO 21.- Los buques y artefactos navales que a continuación y con carácter
taxativo se indican, que por sus características y por la capacidad de la industria naval
nacional, pueden ser construidos en el país, quedan excluidos del beneficio otorgado
en el artículo anterior:
a.1. Con un tonelaje superior a mil toneladas de registro bruto (1.000 TRB) pero
inferior a tres mil quinientas toneladas de registro bruto (3.500 TRB): durante un
período de veinticuatro (24) meses por el equivalente al cien por ciento (100%) del
tonelaje o potencia que tengan en ejecución por contratos de construcción de buques
de las mismas características en astilleros nacionales. Se autorizará la incorporación
de buques de hasta quince (15) años de antigüedad.
a.2. Con un tonelaje superior a tres mil quinientas toneladas de registro bruto (3.500
TRB) pero igual o inferior a cinco mil toneladas de registro bruto (5.000 TRB): durante
un período de treinta y seis (36) meses por el equivalente al doscientos por ciento
(200%) del tonelaje o potencia que tengan en ejecución por contratos de construcción
de buques de las mismas características en astilleros nacionales.
b) Las dragas:
b.1. De succión por arrastre, con una capacidad de cántara igual o inferior a dos mil
quinientos (2.500) metros cúbicos: durante un período de treinta y seis (36) meses por
el equivalente al doscientos por ciento (200%) de la capacidad de cántara que tengan
en ejecución por contratos de construcción de buques de las mismas características
en astilleros nacionales.
b.2. De succión por arrastre, con una capacidad de cántara superior a dos mil
quinientos (2.500) metros cúbicos: durante un período de treinta y seis (36) meses
prorrogables sucesivamente, hasta cumplir con la antigüedad máxima de diez (10)
años, sin máximo de capacidad de arrendamiento.
b.3. De corte y succión de más de mil quinientos caballos de fuerza (1.500 HP) de
potencia total instalada: durante un período de treinta y seis (36) meses prorrogables
sucesivamente, hasta cumplir con la antigüedad máxima de diez (10) años, sin
máximo de capacidad de arrendamiento.
c) Los remolcadores:
c.1. De tiro, de potencia de máquinas igual o mayor a cinco mil caballos de fuerza
(5.000 HP): durante un período de veinticuatro (24) meses por el equivalente al
doscientos por ciento (200%) de la potencia que tengan en ejecución por contratos de
construcción de buques de las mismas características, en astilleros nacionales. Este
beneficio podrá ser renovado por un período adicional de veinticuatro (24) meses, por
el equivalente al cien por ciento (100%) de la potencia que tengan en ejecución por
nuevos contratos de construcción de buques de las mismas características en
astilleros nacionales.
c.2. De empuje:
c.2.1. De potencia de máquinas menor a cinco mil caballos de fuerza (5.000 HP):
durante un período de veinticuatro (24) meses por el equivalente al cien por ciento
(100%) de la potencia que tengan en ejecución por contratos de construcción de
buques de las mismas características en astilleros nacionales.
c.2.2. De potencia de máquinas igual o mayor a cinco mil caballos de fuerza (5.000
HP): durante un período de treinta y seis (36) meses prorrogables sucesivamente,
hasta cumplir una antigüedad de diez (10) años, sin máximo de capacidad de
arrendamiento.
c.3. De operaciones costa afuera: durante un periodo de veinticuatro (24) meses por el
equivalente al cien por ciento (100%) de la potencia que tengan en ejecución por
contratos de construcción de buques de las mismas características en astilleros
nacionales, siempre que no estén provistos de tecnología de posicionamiento
dinámico. En caso que posean dicha tecnología, el período máximo será de treinta y
seis (36) meses prorrogables sucesivamente hasta cumplir una antigüedad de diez
(10) años, sin máximo de capacidad de arrendamiento.
d) Los buques para transporte de carga con un tonelaje igual o superior a treinta mil
toneladas de registro bruto (30.000 TRB) o con una capacidad de carga igual o
superior a dos mil quinientas unidades equivalente a veinte pies (2.500 TEU): por un
período de treinta y seis (36) meses prorrogables por otros treinta y seis (36) meses,
sin máximo de capacidad de arrendamiento;
f) Los pontones grúa con capacidad de izaje igual o mayor a trescientas (300)
toneladas: durante un período de treinta y seis (36) meses prorrogables
sucesivamente, hasta cumplir con la antigüedad máxima de quince (15) años, sin
máximo de capacidad de arrendamiento.
CAPÍTULO VI
ARTÍCULO 24.- Los buques y artefactos navales alcanzados por el presente régimen
deberán contar obligatoriamente con seguros para la navegación y operación
comercial exigidos por las normas nacionales, a los que no les serán aplicables las
reglas de la ley 12.988. Los seguros contratados en el país tendrán el tratamiento
fiscal de exportación de servicios.
CAPÍTULO VII
ARTÍCULO 25.- Para las cargas marítimas y/o fluviales originadas desde o destinadas
a los organismos del Estado nacional, incluyendo la Administración Pública Nacional,
sus organismos descentralizados y todos aquellos otros organismos regulados por el
artículo 8° de la ley de administración financiera 24.156, se deberá dar prioridad a
buques y artefactos navales de bandera nacional o con tratamiento de bandera
argentina de armadores nacionales que soliciten realizar el servicio, de acuerdo a los
criterios que fije la autoridad de aplicación.
CAPÍTULO VIII
ARTÍCULO 27.- Los buques amparados por esta baja temporal, mientras dure la
misma, no podrán ser afectados a los tráficos bilaterales o multilaterales reservados
para los buques de bandera nacional o tratamiento de bandera argentina, ni al
transporte naval de cabotaje con arreglo al decreto ley 19.492/44, ni aún por la vía de
excepción que esta norma prevé.
CAPÍTULO IX
Tripulaciones
ARTÍCULO 29.- Los buques y artefactos navales de bandera extranjera, a los que se
les hubiese otorgado el tratamiento de bandera argentina, deberán ser tripulados
exclusivamente por personal argentino, bajo pena de pérdida de los beneficios
establecidos en la presente ley.
Asimismo, todos los contratos que se celebren con el objeto de tripular los citados
buques y artefactos navales se regirán por la legislación argentina vigente y quedarán
bajo jurisdicción administrativa y judicial argentina.
ARTÍCULO 30.- Los buques y artefactos navales de bandera extranjera que en virtud
del artículo 6° del decreto-ley 19.492/44, ratificado por ley 12.980, sean autorizados
para actuar en el cabotaje nacional por períodos superiores a los treinta (30) días
consecutivos o no consecutivos en el año aniversario, deberán ser tripulados
exclusivamente por personal argentino, pudiendo incluir técnicos extranjeros en
condición de supernumerarios, en la forma y condiciones establecidas en la presente
ley. Los citados buques, además de lo previsto en materia del personal, deberán dar
cumplimiento a las regulaciones en materia impositiva establecida para los buques de
bandera argentina.
ARTÍCULO 31.- Todos los buques y artefactos navales de bandera nacional o con
tratamiento de bandera argentina, deberán ser tripulados exclusivamente por personal
argentino o residente, de acuerdo a lo establecido en los artículos 112, 142 y 143 de la
ley 20.094, quedando los contratos de ajuste que se celebren en el marco de los
respectivos convenios colectivos de trabajo, bajo jurisdicción administrativa y judicial
argentina.
ARTÍCULO 32.- El Poder Ejecutivo nacional deberá crear un fondo especial destinado
a la formación y capacitación de tripulantes y oficiales de la marina mercante, así
como la adquisición de simuladores de navegación para las escuelas nacionales de la
marina mercante.
ARTÍCULO 34.- Sustitúyese el artículo 181 de la ley 20.094, el que quedará redactado
de la siguiente forma: Propietarios, transportadores, capitanes y miembros de la
tripulación:
CAPÍTULO X
ARTÍCULO 35.- Hipoteca Naval. Sustitúyanse los artículos 476, 477, 480, 490 y 511
de la ley 20.094, los cuales quedarán redactados de la siguiente forma:
b) Los créditos del capitán y demás individuos de la tripulación, derivados del contrato
de ajuste, de las leyes laborales y de los convenios colectivos de trabajo;
e) Los créditos por muerte o lesiones corporales que ocurran en tierra, a bordo o en el
agua, en relación directa con la explotación del buque;
k) Los créditos por construcción, reparación o equipamiento del buque o por los gastos
de dique;
l) Los créditos por desembolsos del capitán, y los efectuados por los cargadores,
fletadores o agentes por cuenta del buque o de su propietario;
m) El crédito por el precio de la última adquisición del buque y los intereses debidos
desde los últimos dos (2) años.
Los créditos incluidos en el primer grupo son preferidos al crédito hipotecario, que
tomará su lugar después de ellos y con preferencia a los del segundo grupo. Los
acreedores privilegiados no podrán subrogarse en los derechos de propietario del
buque a la indemnización debida en virtud de un contrato de seguro de casco y
máquina del buque.
Artículo 477: Los gastos realizados por la autoridad competente para la extracción,
remoción o demolición de restos náufragos de buques o artefactos navales conforme a
las normas del título II, capítulo I, sección 2, gozan de la preferencia establecida en el
inciso d) del artículo precedente.
Artículo 480: Los créditos vinculados a un mismo viaje son privilegiados en el orden en
que se mencionan en el artículo 476. Los comprendidos en cada uno de los incisos de
dicho artículo, en caso de insuficiencia del valor del asiento del privilegio, concurrirán a
prorrata. Sin embargo, los privilegios que garanticen créditos por asistencia o
salvamento, gastos de remoción de restos náufragos y contribución en avería gruesa,
tienen preferencia sobre los demás que graven el buque al momento en que se
efectuaron las operaciones que los originaron. Los privilegios enumerados en el inciso
g) del primer grupo y los mencionados en los incisos i), j) y k) del segundo grupo del
artículo 476, se graduarán en orden inverso al de las fechas en que nacieron. Los
créditos enumerados en el inciso b), c), d), e) y f) del primer grupo y los de los incisos
h) y m) del segundo grupo del artículo 476, concurren entre sí, en igualdad de
condiciones. Los derivados de un mismo acontecimiento se reputan nacidos en la
misma fecha.
El acreedor puede solicitar que se forme un concurso particular para que se le pague
de inmediato.
ARTÍCULO 36.- Incorpórese el artículo 511 bis de la ley 20.094, el que quedará
redactado de la siguiente forma:
d) No gravar el buque, sin previo consentimiento por escrito del acreedor hipotecario
LEY Nº 19.170
d) Tomar razón de todo documento por el que se prive a una persona de la libre
disponibilidad de sus bienes, sea que resulte de un convenio voluntario entre partes o
por resolución judicial.
Art. 3º - Para que los documentos mencionados en los artículos precedentes puedan
ser inscriptos o diligenciados, deberán reunir los siguientes requisitos:
b) Tener las formalidades establecidas por las leyes y estar autorizados o firmados sus
originales y copias por quienes estén facultados para hacerlo;
d) Para los casos en que corresponda ser inscriptos o anotados instrumentos privados,
las firmas de los otorgantes deberán estar certificadas por
1) Escribanos Públicos; y
2) Autoridad Nacional o Provincial competente.
CAPITULO II
De su organización
2) División Matrícula; y
Funciones:
División Matrícula
Funciones:
División Dominio
Funciones:
a) Los títulos por los que se constituyan, declaren, transmitan, modifiquen o extingan
derechos reales sobre buques, embarcaciones o artefactos navales pertenecientes a
la Matrícula Nacional.
f) Todo documento que instrumente actos voluntarios o judiciales por el que se inhiba
a una persona de la libre disponibilidad de sus bienes.
De las Inscripciones
Forma:
Art. 8º - Para que puedan ser inscriptos, todos los títulos, documentos o
mandamientos judiciales expresados en los artículos precedentes, deberá indicarse:
Art. 9º - La inscripción y registro de los títulos, actos o contratos a que se refieren los
artículos precedentes, podrá ser solicitada indistintamente por:
b) El que lo adquiera;
f) La Autoridad Judicial.
Art. 10. - En el caso que el documento a inscribir fuera instrumento privado, las firmas
de las partes deberán estar autenticadas en la forma establecida en el Art. 3º inciso D .
Art. 12. - Los documentos que instrumenten hipotecas deberán contener el importe y
plazo de la obligación y el interés estipulado.
Plazo:
Procedimiento:
1) Inscribir el documento.
CAPITULO IV
De la forma:
6) El nombre del Escribano Público, Juez o Autoridad que haya pedido u ordenado la
anotación.
Tracto Sucesivo:
Art. 17. - No se registrará documento en el que aparezca como titular del derecho una
persona distinta de la que figura en la inscripción precedente. De los asientos
existentes en los folios que correspondan, deberá resultar el perfecto encadenamiento
del titular del dominio y de los demás derechos registrados, así como la correlación de
las inscripciones y sus modificaciones, cancelaciones o extinciones.
a) Cuando el documento sea otorgado por los jueces, los herederos declarados o sus
representantes, en cumplimiento de contratos u obligaciones contraídas en vida por el
causante o su cónyuge sobre bienes registrados a su nombre.
Art. 19. - En el caso del artículo precedente, el documento deberá expresar la relación
de antecedentes del dominio o de los derechos motivo de la transmisión o
adjudicación, a partir del que figure inscripto en el registro, circunstancia que se
consignará en el folio respectivo.
Efectos:
Art. 23. - Las inscripciones determinarán por el orden de su fecha la preferencia del
título.
Art. 24. - Cuando varias inscripciones sean de la misma fecha, tendrá preferencia
aquella cuyo asiento sea de hora anterior.
Art. 25. - La inscripción no convalida los actos o contratos que resultaren nulos con
arreglo a las leyes.
Art. 26. - Los asientos del Registro, servirán como título supletorio en los casos en que
se hubieran extraviado los protocolos o escrituras matrices.
CAPITULO V
Rectificación de Asientos
Art. 27. - Se entenderá por inexactitud registral, todo desacuerdo que, en órden a los
documentos susceptibles de inscripción, exista entre lo registrado y la realidad jurídica
extrarregistral.
CAPITULO VI
Art. 31.- Podrá pedirse cancelación parcial, cuando se reduzca el derecho inscripto o
el bien objeto de la inscripción.
Art. 32. - La ampliación de cualquier derecho inscripto será objeto de una nueva
inscripción que se relacionará con la anterior.
Art. 33. - Las inscripciones se cancelarán por escritura pública o privada según
legalmente corresponda, en las cuales manifiesten su consentimiento la persona o
personas a cuyo favor se haya hecho la misma, sus sucesores o representantes
legales o por sentencia judicial.
Art. 34. - La cancelación de toda inscripción debe contener en forma precisa y bajo
pena de nulidad:
b) Cuando se declare falso, nulo e ineficaz el título en cuya virtud se hubiere hecho.
Art. 36. - Quedarán canceladas de oficio en forma automática por el mero vencimiento
de los términos que se establecen, contados desde la fecha del asiento, si antes no
fueren reinscriptas o subsanadas y por consiguiente sin efecto alguno con respecto de
terceros, las siguientes anotaciones:
a) Embargos, Interdicciones e inhibiciones a los cinco (5) años.
b) Hipotecas a los tres (3) años, siempre que no se estableciere un plazo mayor en el
contrato.
d) Anotaciones provisorias a los ciento ochenta (180) días si no han sido subsanadas.
CAPITULO VII
Art. 38. - El Registro es público para el que tenga interés justificado en averiguar el
estado jurídico de los bienes, documentos, limitaciones o interdicciones inscriptos.
Art. 42. - Expedida una certificación de las comprendidas en los artículos anteriores, el
Registro tomará nota en el folio respectivo y no dará otra sobre el mismo buque,
embarcación o artefacto naval dentro del plazo de su vigencia más el plazo a que se
refiere el artículo 14, sin la advertencia especial acerca de las certificaciones
anteriores que en dicho período hubiera despachado.
Art. 44. - El registrador deberá poner las constancias del asiento en los documentos
acompañados, bajo la responsabilidad de su firma.
UNIDAD 5
LEY 22978
El término de las locaciones no podrá exceder de tres (3) años computados a partir de
la fecha de la autorización respectiva.
d) Presentar dentro del término de un (1) año a contar desde la fecha de autorización
de locación, un contrato de construcción en astillero nacional de un buque pesquero o
tenerlo en construcción en un astillero del país a la fecha de entrada en vigencia de la
presente ley en ambos casos, de similar capacidad de captura a la que se arriende.
La construcción del buque deberá iniciarse dentro del plazo de doce (12) meses y
concluirse en un plazo máximo de veinticuatro (24) meses.
HIPOTECA NAVAL
Art. 4º - Los préstamos previstos por este decreto-ley se acordarán por intermedio del
Banco Industrial de la República Argentina, previo informe técnico del Ministerio de
Transportes (Dirección Nacional de la Marina Mercante y Puertos) y del Ministerio de
Marina, en lo que incumbe a sus respectivas jurisdicciones, sobre los buques y
embarcaciones o industrias consideradas más convenientes desde el punto de vista
de la política naviera nacional.
Art. 5º - Los demás bancos podrán, dentro de las disposiciones bancarias vigentes,
previa autorización del Banco Central de la República Argentina y sin perjuicio de la
misión que el artículo 4° atribuye al Banco Industrial de la República Argentina,
acordar los créditos a que se refiere el presente decreto-ley, siempre que adecuen su
otorgamiento a las exigencias y requisitos del mismo.
Art. 6º - El monto de los préstamos que se acuerden dentro de las prescripciones del
presente decreto ley, podrá alcanzar el ochenta por ciento (80%) del valor de las
inversiones a realizar.
Art. 7º - El plazo de amortización será establecido en cada caso, teniendo en cuenta la
naturaleza de las inversiones, de acuerdo con los siguientes plazos máximos:
Art. 8º - La tasa de interés a aplicar será del cinco por ciento (5 %) anual.
Art. 9º - La diferencia existente entre la tasa de interés fijada para los préstamos que
se acuerden en virtud de este decreto ley, y la que percibe habitualmente el Banco
Industrial de la República Argentina en sus operaciones de promoción, le será
reintegrada anualmente por el Estado Nacional, como así también las pérdidas que
puedan sobrevenir por cada operación que realice, a cuyo efecto, el citado Banco,
hará conocer al Ministerio de Hacienda, al cierre de cada ejercicio, los quebrantos
producidos y le formulará los débitos respectivos. Las recuperaciones que
eventualmente llegaran a obtenerse de esas operaciones, se acreditarán a la Nación.
Los demás bancos autorizados conforme con el artículo 5º, tendrán derecho
únicamente a la diferencia del interés fijado por este decreto-ley con el que perciba el
Banco Industrial de la República Argentina en sus operaciones de promoción, la que
se les reintegrará por el Estado Nacional anualmente en la forma prevista.
Art. 13. - Los préstamos especiales instituidos por este decreto ley, garantizados con
hipoteca naval, son privilegiados sobre el buque y sus pertenencias, y concurrirán
sobre su precio a continuación de los siguientes créditos:
2) Los créditos del capitán y demás individuos de la tripulación, derivados del contrato
de ajuste y de las demás leyes laborales aplicables por el último viaje.
Art. 14. - Los préstamos otorgados con la garantía hipotecaria a que se refieren los
artículos anteriores, son también privilegiados sobre los fletes correspondientes al
viaje durante el cual se originaren los créditos enumerados en el artículo anterior y
concurrirán a continuación de los mismos.
Art. 16. - En cuanto no esté previsto por este decreto-ley, se aplicarán a las hipotecas
a que se refiere el mismo, las disposiciones de los títulos IV 'De la Hipoteca Naval' y
XVI 'De los Privilegios Marítimos' del libro III del Código de Comercio con excepción de
los artículos 1358, 1366, 1375 y 1377.
Art. 17. - Las demás condiciones de los créditos previstos en este decreto ley, no
expresamente establecidas, tales como requisitos de orden general a exigir a los
beneficiarios, garantías, contratación de seguros, liquidación de los préstamos,
verificación del destino de los fondos, tráficos a servir, etc., serán fijadas en la
reglamentación general del presente decreto ley y en la de préstamos especiales, que
dictará el Banco Industrial de la República Argentina.