Universidad Complutense de Madrid: Tesis Doctoral Orígenes de Las Vanguardias Artísticas en Madrid (1909-1922)
Universidad Complutense de Madrid: Tesis Doctoral Orígenes de Las Vanguardias Artísticas en Madrid (1909-1922)
Universidad Complutense de Madrid: Tesis Doctoral Orígenes de Las Vanguardias Artísticas en Madrid (1909-1922)
TESIS DOCTORAL
PRESENTADA POR
Directora
Madrid, 2002
ISBN: 978-84-669-1061-3
EN MADRID (1909-1922)
*•IIDhIIIHh,..
5309841467*
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
Directon J.i
m~ Brihuega Sierra
22467
¡
INDICE GENERAL
Págs.
1. INTRODUCCIÓN ‘-LV
EN MADRID V-XII
MADRID ‘-7
ÍNTEGROS 39-SI
IV 1. NOTAS 270-283 e,
e
V.9. RESULTADO DE LA RIFA DE LA EXPOSICIÓN
DE LEGIONARIOS 340-343
u
VII ITINERARIO DEL SIMULTANEÍSMO EN ESPAÑA:
IX 2. NOTAS 644-653
u
e
X. APUNTES SOBRE RAFAEL BARRADAS Y LA VANGUARDIA
MADRILENA 654-670 u
a
st
ESPAÑOL CONTEMPORANEO
VI
a
XIV. LOS ARTISTAS IBÉRICOS ANTES DE LA SOCIEDAD DE
XV. BIBLIOGRAFÍA
EXPOSICIONES 894-897
APENDICES DOCUMENTALES
3. DOCUMENTACIÓN GRÁFICA
1. INTRODUCCIÓN
que, junto a los episodios acontecidos en los otros dos centros, Barcelona y Bilbao,
Madrid se acrecienta según se define su papel de marco receptor de gran parte de los
primeros sucesos vanguardistas. Baste señalar que entre sus protagonistas contó con
figuras como Celso Lagar, Rafael Barradas, Rafael Alberti, Vázquez Díaz, los Delaunay,
Norah Borges, W. Jahl o M. Paszkiewiz, y que en cierto modo, fúncionó como un crisol
madrileña Galería Darro en 1960 sobre el Arte español 1925 y 1935. Entre la Sociedad
de Artistas Ibéricos y ADIAN (1), el estudio de Valeriano Bozal titulado “El realismo
(1974) donde por primera vez se intentó abarcar, tal y como su titulo indicaba, esos
como Jaime Brihuega, director de esta tesis doctoral, quien en 1981 publica Las
manera directa o indirecta aludieron al tema en las décadas precedentes. En los años 50
debemos mencionar las publicaciones de Santos Torroella (4), Lafuente Ferrari (5), C.
u
Rodríguez Aguilera (6), L.F.Vivanco (7), Dámaso Alonso (8) o Cirici Pellicer (9).
vanguardia, 1850-1939 y, más adelante, en 1992, realizaba una revisión sobre la cultura u
artistica desde 1900 hasta 1939, Pintura y escultura española del s.XX (10).
u
A mediados de los años 80 destacó la aportación de Josefina AIix (11); Francisco
Calvo Serraller, quien en 1986 escribe “Pancho Cossío y las vanguardias” y en 1988 Del
para conocer los inicios del arte vasco moderno y sus relaciones con el resto de la
e
Peninsula, La Asociación de Artistas Vascos, en 1985, y Antonio de Guezala, en 1991
(15). m
e
III
1985 (16), de Javier Pérez Rojas, (17) o de Concha Lomba, (18). En 1995 se recopila
Vanguardias en España (1907-1936), de Juan Manuel Bonet (19), autor, entre otros
estudios, del texto que acompaña al catálogo El ultraísmo y las artes plásticas, de 1996
(20).
en los años 90, los principales análisis sobre la vanguardia catalana son el catálogo A.C.
Minguet y Jaume Vidal i Oliveras; éste último realizó en 1993 su tesis doctoral Josep
En este sentido nuestra investigación pretende ser una aportación más dentro de
proyectos individuales de cada artista con los impulsos, por parte de éstos mismos, de un
existe una desproporción en cuanto a las dimensiones otorgadas a cada uno de ellos, que
personajes como Ramón Gómez de la Serna (25), Rafael Cansinos Asséns (26) o los
artistas Rafael Barradas (27), Robert y Sonia Delaunay (28), Solana (29) o Vázquez
Diaz (30), si bien de éste último se hace necesario la actualización, sobre nuevas bases,
de su figura y de su obra.
st
Iv
Por otro lado, hemos dedicado mayor atención a aquellos apartados que
vanguardia de esta época en Madrid; tales son los casos de las primeras relaciones entre
propio por integrarse, posteriormente, a la vanguardia madrileña, sobre todo dentro del —
ultraismo, y aquéllos otros, en la órbita de lo que podríamos llamar un arte más oficial y
e
convergente con la situación cultural del momento, es decir, dentro de los parámetros
regionalistas y regeneracionistas.
vanguardia, el planismo, a la Peninsula asi como sus relaciones con los artistas de las tres
Finalmente, añadir que esta tesis doctoral se ha interesado sobre todo por la
producción de la vanguardia como por su recepción, concediendo interés especial, por
e
ejemplo, al problema de los términos, utilizados por la critica artística para denominar a
e
la vanguardia. Entre estas denominaciones, como veremos en el apanado 1.3.,
“ultramoderno” nacería como un mero epíteto circunstancial que acabada convertido en
e
un término frecuente.
e
a
y
centra en sus diferencias con Barcelona y Bilbao. Las particularidades que acompañaron
las primeras divergencias entre Madrid, Cataluña y País Vasco como enclaves
socioculturales. La vecindad de Cataluña con Francia, así como el cambio de lugar de sus
pensionados, cuyo destino está ahora en París, acuñan frente a la tradición que sustenta
este soporte tan complejo surge en Cataluña otra alternativa, el noucentisme, que
propia ni tampoco un “mercado” semejante a los de Barcelona, que se nutría sobre todo
etc.) que atesoraban buena parte de dicho mercado artístico; al mando de hombres que
como Josep Dalmau o Santiago Segura poseian un espíritu moderno que les diferenciaba
del resto (32). Este carácter tan pródigo en las muestras artisticas de vanguardia
País Vasco con la Asociación de Artistas Vascos, gusto del que carecía Madrid y que
por eso se mostraría tan reticente con la llegada de los primeros episodios de avanzada.
u
Otra de las cuestiones vitales que mantienen el liderazgo de Cataluña y el País
grupos como El Circulo de Sant Lluc (1893), Les Arts i els Artistes (1910), la institución
e
Athenea en Gerona (1913-1917), Els Evolucionistes (1918), la Agrupació Courbet
(1918)0 Nou Ambient (1919), que dieron una entidad a la pluralidad que no nacería en
Madrid, como veremos más adelante, hasta la constitución del ultraísmo (1919).
Alejado del entorno catalán, Bilbao experimenta un panorama muy activo, sobre
antes de ésta surge la primera generación de pintores vascos, Guinea, Ignacio Zuloaga,
etc.
u
Las desavenencias entre Castilla y el País Vasco emergen en el s. XIX cuando el
País Vasco se lanza en busca de unas señas propias de identidad al calor de un resurgente u
realizan los artistas vascos van a configurar una parte elemental de su ideario, el gusto e
por una modernidad impresionista y postimpresionista del arte francés que no posee
e
Madrid. Junto a este elemento europeo, el arte vasco se apoya en la tradición española
a
pero ahondando en sus propias raíces que le convierten en una pintura moderna
a
VII
renovada, cuyo acérrimo defensor será Juan de la Encina, quien explicó este proceso en
Catalanes i¿ vascos, esto es, los artistas de las regiones peninsulares más aptas para la vida
moderna, han sido los que han introducido en España primeramente las nuevas maneras de ver y
realizar la obra de arte que ha surgido en la conciencia artistica de Europa a partir del movimiento
mantener vivo el deseo de fomentar el arte moderno, como detallan Pilar Mur (34) y,
para el caso de los años 20 y primeros años 30, Adelina Moya (35).
su base sociocultural que se adscriben muy pronto a la modernidad y la presencia del arte
recepción de las últimas corrientes parisinas y tampoco llega a la síntesis que habia
alcanzado el arte vasco como vía más aceptable para la modernidad. Tan sólo al núcleo
decadentes espectáculos por parte de los jurados calificadores) y los aislados episodios
de vanguardia, que no llegan a cuajar provocando la huida de artistas como Juan Gris,
María Blanchard, Diego Rivera, Celso Lagar, etc. y, más tarde, en la década de los
se mostraría discontinuo hasta 1917, ya que a partir de ese año los acontecimientos se
suceden con mayor frecuencia. Pero, además, como ya se ha dicho, por estar
Diego de Rivera, María Blanchard, Luis Bagaría y un escultor, Agustín Choco, que
Un paréntesis de cinco años que se cubrió con el avance progresivo de la generación del
e
98. Corrían malos tiempos y en la memoria de muchos aquéllos que leyeron dichos
manifiestos fUturistas debió estar presente el desastre colonial de 1898 y con él, una u
al
Ix
de Serge Diaghilew y su obra Parade (37) en el Teatro Real de Madrid. Ante tal evento,
con Picasso (38). Nos encontramos, también, con una nueva intervención de Ramón
homenaje de Ramón tuvo muy poca repercusión en la sociedad madrileña y tan sólo
artistas polacos, Vázquez Díaz, Barradas y Celso Lagar quienes, exceptuando el último,
el ultraismo.
No obstante, hay que resaltar que los origenes de esta colectividad se encuentran
aire oficial que había tomado la capital, la primera voz de alarma la dio Juan de la Encina
“Para nosotros, una Exposición de ese género, o no significa nada y es, por consiguiente,
inútil y aun nociva, o debe representar un a modo de balance y examen de conciencia periódicos del
arte nacional contemporáneo... ¿ Y cómo se explicaría esto si el arte nacional no fuera cosa bien
distinta de aquél que ampara y muestra en estas exposiciones cada dos años el Estado? Aquí tenemos,
pues, en forma aguda, un caso particular de esa separación que Ortega y Gasset establecía entre la
Pero este divorcio entre el arte del Estado y el arte independiente... (ha provocado que) un
grupo no pequeño de artistas españoles ha fundado su hogar espiritual en tierras extrañas... (41).
Nacional de Bellas Artes, en 1917, que marcaría un paso más hacia esa necesidad de
e
constituir un arte independiente. Juan de la Encina continuó reclamando la urgencia de
como seforman los Jurados. Pintan según sienten, y luego envían sus obras a la Exposición Nacional.
La independencia está en ellas y no en motes traídos a colación con más de treinta años de retraso.
siguiente, la Comisión hacia una llamada pública a todos los artistas que antes del 15 de
e
abril quisieran adherirse a esta exposición
romper con la tradición y los convencionalismos, abriendo ancho cauce en el campo de las U’
modernas ideas de libertad e independencia a esa juventud ilustre, pero ilusa, engañada y deslumbrada
e
por los espejismos de la ajena gloria y bienestar de los que consiguieron el triunfo en tiempos de más
fáciles luchas. Destruir el sistema que ató conférreas cadenas el adelanto de las bellas artes en España
e
y creó una generación altiva y poseída de sí misma.
Bullió (sic) en los cerebros de los artistas, anticipadamente ya a los sucesos ocurridos con el a
a
‘U
indispensable que necesitaba una causa ocasional para man¡festarse de un modo visible... Es preciso
que desaparezcan los definidores de las bellas artes, y que, dada la infinita variedad de procedimientos
técnicos y conceptos, se consagre el principio va conocido de que el Arte es ‘la Naturaleza, vista a
periódicos, por falta de dinero y, lo que es más importante, de unión entre los artistas.
Esta fue una de las principales diferencias que separaba a Madrid de los dos centros de
mayor actividad cultural en España: Barcelona y Bilbao, y sólo seria tres años más tarde,
como antecedente, como hemos dicho más arriba, al ultraísmo. El ultraísmo como
bajo un nombre común, en un sólo grupo que intentó cimentarse sobre los conceptos de
El 1 Salón de Otoño fUe incapaz de cumplir los buenos presagios que veían sus
Vázquez Diaz, Delaunay y Rafael Barradas no vio reflejadas en el recién creado Salón
-
de Otoño todas las manifestaciones del arte ultramoderno y por ello creyó conveniente la
u
necesidad de constituir uno nuevo y publicar, al mismo tiempo, un manifiesto que
Gregorio Ibarra, Joan Sacs, Victorio Macho, Nicanor Piñole o Juan de Echevarría. Del
e
mismo modo, en 1923 se cartea públicamente en el periódico La Voz con el artista
en ci palacio de exposiciones del Retiro durante los meses de mayo, junio y julio de 1925
a
(47).
e
u,
XIII
por las instituciones oficiales, cuya misión consistía en divulgar e integrar en la sociedad
aquellas tendencias artisticas que más les interesaban. Los principales organismos
oficiales con los que ejercía su política cultural eran la Academia de Bellas Artes de San
Sin embargo, Madrid gozaba de una tradición artística que databa oficialmente de
1818 con la creación del Real Museo de Pintura y Escultura (Museo del Prado) y con el
Museo de Arte Moderno. Pese a todo, la eficacia del Museo de Arte Moderno en Madrid
Llegados a este punto, nos encontramos con uno de los rasgos más definidores
del arte español del primer cuarto de s. XX: la tradición. Una tradición que arranca en el
s. XIX para nutrirse de un nuevo clasicismo que tiene como principales centros de
académico agrupa gran parte de la vida española y se convierte en eje difUsor como
centro artístico principal por la atracción que suscita en los artistas españoles de otras
regiones que ven cómo se aceptan otras propuestas (49). Coexistirán un estilo preciosista
protagonizado por coetáneos de Goya, los Bayeu y Maella asi como un grupo de artistas
madrileños con una gran influencia goyesca, simbolizados en las figuras de Leonardo
tiempo que el arte oficial se nutre de este neoclasicismo surge otro grupo de pintores que
e
pertenecen al movimiento romántico donde la exaltación por la libertad, el nuevo sentido
naturalismo realista y su interés por los temas sociales o costumbristas así como
Hasta entonces la ciudad vivía de los recuerdos de una generación que pedía un U
fUturo más allá del desastre del 98. Frente a la mirada al mundo regional surge la
e
generación del 98 con una fUerte disposición crítica ante la grave crisis de España; uno
de sus principales componentes, Miguel de Unamuno intentaba ya en uno de sus escritos
de 1895 establecer dos ideales: “imitaciones ‘castizas’ de ciertas creaciones del espíritu europeo
e
y “esfuerzos sucesivos de la ‘casta íntima y eterna por alcanzar una vida histórica a la vez castiza y
nueva” (50). e
El protagonismo que había alcanzado Castilla como imagen del alma de España
U’
se extendió, también, a su periferia; tanto es así que, como apunta José-Carlos Mainer,
1El alma! Esa palabra va a ser una clave de la época... Unas veces, alma, significa el hueco
receptivo de la conciencia; otras, la secreta voz interior de objetos y ambientes; unas y otras son almas
a
que dialogan” (51).
Pese a todo, a partir de 1915 Madrid se convertía poco a poco en un foro donde e
intelectuales y artistas pretendían crear una nueva España alejada de los desastres
a
U’
XV
que se unirán algunos de los escritores de la del 98, fUndaba en enero de 1915 la revista
España, en la que se agrupaban las firmas de Ramiro de Maeztu, Pío Baroja, Gregorio
Martínez Sierra, Eugenio D’Ors, Ramón Pérez de Ayala, Luis de Zulueta o Juan Guixé.
“grupo intelectual, lo más florido del renacimiento literario que viene iniciando de hacer una labor
patriótica, dedicando especial atención y sin bastardos intereses personales, a la literatura, al arte,
Otras revistas, si bien nada comparables con las vanguardistas catalanas, tomarían
el relevo a las anteriores, tales como el famoso Año Artístico del crítico de arte José
Francés (54); La Esfera, editada por Prensa Gráfica y dirigida por Verdugo Landí (55),
que ofrecía desde enero de 1914 un intento de renovación estética (56) de tal forma que
ya en este mismo año surgen las primeras ilustraciones de artistas fUturistas en Madrid
desde 1915 (58), fruto del mundo de las exposiciones oficiales que dio lugar al creciente
número de crónicas artísticas que fUeron ganando terreno a los acontecimientos militares,
políticos, a las dos o tres columnas o páginas de toros y a las exposiciones nacionales. A
medida que avanzan los años, los diarios se decantan por una sección de arte e, incluso,
por la participación de un cronista fijo que realiza la labor de critico de arte (59). Madrid
se irá convirtiendo, poco a poco, en un centro donde se aceptan o rechazan las obras de
acuden aquí para encontrar el éxito personal, si antes han recibido el de la crítica y el del
abarca tres tendencias bien diferenciadas: la existencia de una pintura cuyos orígenes se
u
encuentran en el pasado español, un amplio abanico de pintura regionalista - Galicia,
en nuestra Peninsula, como los casos concretos de Barcelona y País Vasco. Sin embargo, t
aspirarán a ser modernos. De hecho, serán calificados así por la propia critica artística,
U
e.
a
XVII
como se incorpora junto a las últimas notas del naturalismo del s. XIX, cohabita con los
modernismo, el art déco, etc., situación que ha sido definida por Francisco Calvo
tertulias del Café Levante (1903-1916) bajo postulados del academicismo francés y de
Néstor Martín Fernández, José Maria Rodríguez Acosta o Eugenio Hermoso, De todos
ellos podríamos destacar la figuras de Julio Romero de Torres (60), por el intento de dar
una visión simbolista entendida como ideal moderno, y el de Federico Beltrán Masses,
español como en otros países europeos, y el postimpresionisnio hay que diferenciar dos
modelos: uno, heredado de las primeras experiencias de artistas catalanes como Joaquim
MAr, Ricard Canals, Ramón Pichot, Ramón Casas y de los artistas vascos Adolfo Guinea,
Torres García o Nogués. Y otro, que vive bajo los dictámenes del “luminismo” de
Chicharro o José Beníliure, liniltrofe al despertar del núcleo asturiano con Evaristo Valle,
Nicanor Piñole o el grupo valenciano encabezado por Cecilio Plá. Al lado de este
t
colectivo cabe destacar el formado por los artistas extranjeros que, huidos de Europa
como consecuencia de la guerra, llegan a España. Veremos cómo este conjunto, desde
de 1915. En España, el desarrollo del “Salón” (61) comienza con el ecléctico panorama
artístico durante el reinado de Isabel II que provoca la aparición, según José Luis Diez,
e
de “un sistema de promoción para los artistas, instaurado desde los ambientes oficiales, que servirá de
fomento y a la vez de rigido control de desarrollo de las Artes en todo el país: Las Exposiciones
Nacionales de Bellas Artes” (62). Los origenes, al igual que en Francia, partían de la
a
existencia de unas academias, como las del Centro de Cultura, el Liceo Artístico y
Literario y La Real Academia de San Fernando. Con el decreto de Isabel II firmado el 28
- que durarán hasta los años 60 del presente siglo se crean las bases de un gusto oficial
- u
definido, en sus orígenes, por el predominio de la pintura de historia y, más tarde, por el
a
del paisaje y del retrato (63). Diríamos que una de las principales consecuencias de estos
certámenes sería la continuación en el tiempo del mismo papel que tuvo en sus orígenes, U’
a
XIx
es decir, la aparición de un gusto nacional además de propagar la obra del artista así
irregularidades cometidas por los fallos de los jurados junto a otros problemas como el
de los reglamentos o rechazo de obras, hizo que surgieran desde 1915, como veremos a
constituyeron una más de las estrategias que las instituciones oficiales pusieron para
controlar de una manera definitiva las artes plásticas. Con el tiempo, dependerán de los
cambios políticos internos; así, las alteraciones del estatuto estarán sujetas a los
certamen se presentan artistas con más de dos obras como Francisco Domingo con 32
obras, Gonzalo Bilbao con doce, Ferrant con cinco, Muñoz Degrain con seis, Manuel
Benedito con 27, López Mezquita y Rusiñol (64) con doce cada uno, Mateo Inurria con
seis mármoles, etc. Uno de los miembros del Jurado de ¡a sección de pintura de 1915,
Comité designa aquellas obras que el Estado desee adquirir, no siendo necesario que
estuvieran premiadas. De este modo, el Estado comienza a apilar las obras en sus
Romero de Torres... que podían exponer un gran número de obras, exigir salas e
especiales para sus colecciones y pedir la medalla de honor. Asimismo, en cuanto los
u,
los cuales hay que señalar el escándalo producido por el rechazo de La maja Marquesa
todos ellos galardonados en la anterior bienal con las primeras medallas Manuel -
Benedito, Muñoz Degrain, Romero de Torres, Gonzalo Bilbao y López Mezquita eran - u,
entre esos mismos parámetros. No hay más que llegar a la siguiente Exposición Nacional e
de 1917. Tras el fracaso del reciente reglamento firmado en 1914, no se hizo esperar
u
otro nuevo, más radical y capaz de articular la venidera exposición. El nuevo espíritu
renovador recaía en el nombramiento de un Jurado por Real Orden integrado por los U’
(secretario) y José Mongrelí, José Maria Rodríguez Acosta, Julio Romero de Torres, e
a
,cU
obras que no se ajustaban a sus criterios. Pero, como en tantas ocasiones, el reglamento
no se cumplió. Hubo cuadros que fUeron retirados para luego ser presentados - ej. núm.
384 Fin de Don Quijote de la Mancha de José López Tomás- adjudicados y, con
anterioridad al fallo, publicados los resultados de las medallas - ej. las de Mir, Valentin
al de años anteriores (68), cada artista no podía exponer más de dos obras, aunque, por
juventud que regia la España de 1917 no era apta para representar el papel de jurado
calificador en este certamen, ya que ésta, aún en un proceso embrionario, no era capaz
atiene a los dictámenes de estas muestras oficiales. Junto a ellos, se suman otros pintores
que también forman parte de ese jurado examinador, hemos visto a Fernando Alvarez de
Sotomayor, Anselmo Miguel Nieto, José Ramón Zaragoza, José Mongrelí y José María
Rodríguez Acosta. Ellos serán los que seleccionen a los medallados, de tal forma que en
renovación artística. Será, pues, la generación de jóvenes artistas la que busque nuevos
atisbos de modernidad renovada, pero diferenciándose, claro está, de aquéllos que siguen
XXII
las teorías de sus maestros, Así nos encontramos con la participación en medios públicos
Bores, Francisco Santacruz, Gabriel García Maroto, Gregorio Prieto, Ismael González
de la Serna, José Planes, Cristóbal Ruíz y Carlos Sáenz de Tejada, entre otros, quienes
e
integran lo que podríamos llamar como “la generación de preibéricos” (71)
engañosa Exposición de Arte Contemporáneo Francés en 1918, a la que tan sólo acuden,
u.
en su mayoría, artistas franceses académicos a diferencia de su precedente directo, la
muestra catalana realizada un año antes, a la que acudieron tres agrupaciones artísticas u,
cinco; patrocinaba la Exposición como una más de las exhibiciones de carácter anual que
e
se celebraban en la capital parisina y alojaría la muestra en el Palau Municipal de Bellas
Artes con la participación exclusiva de artistas franceses y con un significado más bien
e
xx”’
alcalde, los vocales Manuel Vega y March y José Rogent; como tesorero, José Puig
Se logró reunir gran parte de los maestros de primera fila, que desde el
impresionismo hasta los “ismos estéticos de penúltima hora” (76). Se ponía al público
español delante de 1462 obras de pintores franceses (77) que configuraban gran parte de
arte francés. Las causas, según afirmaban algunos rotativos, eran principalmente políticas
Nuevo Mundo: “Ni tenemos locaL ni se lograría dinero suficiente, ni dejarían de asomar - más
artistas catalanes que querían albergar, bajo el concepto noucentista, una muestra de
carácter solidario pero con tintes aliadófilos que la convierte, en teoría, en la primera
trataba, sin embargo, como muchos la titularon, del arte académico en Francia. El
xxiv
delegado oficial del gobierno francés Albert Dawant, - pintor de cuadros de historia y u,
celebrada un año antes en Barcelona, había sido protagonizada por los representantes de
las últimas tendencias artísticas. Se ponía de manifiesto el nivel superior del ambiente de
u.
las artes en Barcelona frente al de Madrid. Cerca de 1500 obras habían acudido a
joyería, tapicería... frente a las 190 piezas pictóricas que se reunieron en Madrid. Se
u
exhibieron obras de 1870 y de principios de este siglo, pero con la peculiaridad que, a
diferencia de Barcelona, la modernidad tan sólo debió asomar como trasunto de las obras u,
de Monet, Sisley, Pissarro, Renoir, Denis, Henri Martin, Lucien Simon, etc.
e
La defensa del arte español académico llegaba, incluso, hasta el punto de
u.
reconocer que el arte francés contemporáneo era el más innovador, pero no el mejor.
Ballesteros de Martos alegaba que la inclinación por lo francés llevaba siempre al fracaso
u
aunque en esa ocasión lo que verdaderamente faltaba era, precisamente, lo
u.
revolucionario (80). Sin embargo, ¿dónde había quedado el arte renovador de Francia,
aquél que si estuvo en Barcelona? La respuesta la encontramos en dos frentes bien
diferenciados; uno en las crónicas de arte francés que a través de Corpus Barga llegaron
a
a los corresponsales de El Sol. La mayor parte de las obras de Barcelona y otras del arte
renovador francés habían viajado a Ginebra, lugar éste que por sus contactos con el —
movimiento moderno era lugar más adecuado que Madrid. Sin embargo, los críticos
a
académica puesto que se había prescindido de artistas de primera fila del movimiento
renovador como Cézanne, Gauguin, Van Gogh, Degas o, incluso, los primeros
impresionistas (81).
comité francés Albert Dawant como el español, a cargo de Mariano Benlliure, Miguel
- -
ausencia del verdadero arte moderno. José Francés, Juan de la Encina, Dionisio Cruz y
Rafael Domenech firman las críticas más duras mientras que Arturo Morí, Edelye y otros
defendían el clasicismo de las pinturas de la muestra así como su buena selección (82).
Todo este panorama del ambiente madrileño se vería completado con la lectura
momento como Juan de la Encina, José Francés, Francisco Pompey, Margarita Nelken,
Federico Leal, Ceferino Palencia y Alvarez Tubaú, etc. Además, ofrecieron sus
digresiones representantes del arte oficial académico como Rafael Domenech, Narciso
Ovejero.., y otros, aunque en menor número, eran pintores como Luis de la Rocha quien
en 1915, tras su llegada de París, complació al público del Circulo de Actores con el
estos reducidos coloquios que extendían sus planteamientos, más bien, originarios de
Francia como Ambroise Vollard, J. P. Alternann, Mille. Marie Bernie o el polaco Josef
Pankiewicz.
Xxvi
El lugar escogido para estas conferencia fue el Ateneo de Madrid, centro difusor, a,
por otra parte, de las diferencias tendencias que se produjeron en la capital durante la
u,
segunda década del siglo XX, además del Círculo de Actores, la Escuela de Bellas Artes
pudo comprobar que los temas de mayor actualidad eran el auge de la caricatura, con la
u,
del arte vasco defendido por Juan de la Encina, el renacimiento del arte decorativo, el
por una extrema confUsión, tanto en los términos que se barajaron en aquellos momentos
e
para definir dichas actuaciones como en el peculiar sistema de relaciones que se
dos conceptos, arte moderno y arte ultramoderno, tan dispares entre sí que formarán el
e
principal binomio en las artes plásticas de las dos primeras décadas del s.XX. Si el ___
U’
Xxw
concepto de arte que ofrecía José Ortega y Gasset Nada “moderno’ y muy “siglo LV
- - en
intelectual de índole más bien renovadora, no tenía aún su referente en el mundo de las
polvo de las ideas viejas, carbonizadas ya... Lo viejo es lo habituaL lo acostumbrado. Lo viejo es algo
ya concluso, en tal senltdo perfecto mientras lo nuevo se halla en status nascens’ (83).
Pese a todo, existía un panorama más complejo, con artistas y obras que
segunda mitad del s. XIX, y los primeros destellos del arte de vanguardia, en un abanico
arte moderno, el cual a veces no fue sino cristalización a partir de algunos presupuestos
El encargado de dar una nueva identidad al arte español a primeros del siglo XX,
escultores que engrosó las filas del arte moderno español. Heterogéneo porque agrupaba
etc, que fueron rechazadas o ignoradas por el gran público y la mayoría de la crítica
muy virulentas a pesar de nacer como meros calificativos acabarían siendo una
denominación generalizada.
XXVIII
ultramoderno con lo vanguardista, de modo que se impone como paso previo una
u.
reconsideración de la naturaleza de la vanguardia en España. Partiendo de la significación
originaria de la vanguardia, como actitud beligerante hacia el arte y la sociedad de su
llegaríamos a decir que, no existió vanguardia en España como tal, es decir, como un
u.
movimiento colectivo y con unos propósitos definidos que cumplir. Ese fenómeno
Este término con la que fUe denominada la propia vanguardia en Madrid, también e
aparecería en Barcelona y Bilbao. Dicho vocablo, ultramoderno (85), seria bautizado por
U’
gran parte de los críticos - Luis Oteyza, Antonio Vallescá, José Domenech, José del
Cacho, Ballesteros de Manos, José Francés, Ese, García Mercadal, Correa Calderón, a
resultaban diferentes al arte moderno y, por ello, como su nombre indica, que “iban más
allá de lo moderno”. Es decir, existía no sólo una divergencia formal en relación con la —
apariencia de una obra de arte sino también conceptual en cuanto a lo que representaba o
a
expresaba.
a
U’
El debate nació, precisamente, con la aparición de los primeros episodios aislados
la Asociación de Artistas Vascos en el Retiro, a pesar de que varios años antes, en 1909
manifiestos futuristas que traía bajo el brazo Ramón Gómez de la Serna, y de que en
de Arte Moderno). Allí se mostraron algunas pinturas cubistas, más bien las de Diego
Rivera y Maria Blanchard, ya que las de los demás participantes muy poco tenían de
habían sido bautizadas con el nombre propio de “íntegros” que su progenitor, Ramón
éstos por la concepción de unas composiciones que contenían, por regla general,
Concretamente, ésta sería una de las razones por las que en las salas del Retiro se
inauguración de varias muestras en el mes de marzo de 1917, bajo el titulo “La pintura
Optimista” en la que participaban tres artistas, César Fernández Ardavin, Rodolfo Franco a,
y Salvador Florensa. Sin embargo, frente a esta pintura con grandes notas coloristas que
e
se acercaba a pintores consagrados aparecían nuevas connotaciones que, bajo postulados
fauvistas, futuristas y cubistas, comenzaba a llamarse al arte más avanzado, como era el a
caso de la Exposición de Celso Lagar celebrada en el mismo mes y que sería denominada
u,
como extravagante.” Como Maeztu, Beltrán, Néstor Romero de Torres, Anglada Alada de
los principales apelativos con los que se denominó a la vanguardia; aunque volveremos a —
Oteyza: u.
“No mere cena yo hacer -¡y lo merezco! la crítica artística en un periódico tan orientado a la
u,
moderna lo está ahora EL LIBERAL, si ignorase los procedimientos y lasfinalidades de esas nuevas
-
escuelas pletóricas que se llaman el impresionismo, el cubismo, elfuturismo, el tomapelismo. Pero las
conozco perfectamente para mí no tienen secretos los impresionistas, los cubistas, los futuristas y los
U’
lomapelistas. Por eso puedo hablar de los cuadros que ha expuesto Celso Lagar en la Galería General
de Arte (plaza de San MigueL 8), como no ha hablado ni hablará ninguno de mis compañeros de
U’
primera sensación que se experimenta ante los cuadros de Lagar es de espanto (94).
a
u.
encasillados también como artistas independientes, fueron Celso Lagar, Vázquez Díaz
(95) y Rafael Pérez Barradas entre otros. Los segundos, formando parte de algún
En lo que se refiere a Celso Lagar fue muy discutida su pintura así como la
interpretación de los críticos sobre su planismo. Recibió casi todos los distintivos de la
pintura ultramoderna, tanto en Madrid como en Barcelona o Bilbao, ciudades en las que
implican más connotaciones politicas que aluden a un código según el cual el arte se
dividiría en dos mitades, la derecha como conservadora y respetuosa con las normas de
ésta no tienen explícitamente un componente político o, mejor dicho, casi nunca tenían
ese contenido, pero sí personificaban una inquietud intelectual progresista que encamaba
bajo sus dos caras de salvación o perdición el arte más avanzado o de vanguardia.
“No conocíamos obra, alguna del Sr Lagar y sólo por referencias sabíamos que es un pintor
u.
“Pero Celso Lagar disimula sus buenas cualidades con la arrogancia jhuvista, un poco
demodé en el propio París. Y no decimos en el propio Munich, porque dentro de poco los cubismo,
a
orfismos, sincromismo, planismos que realizan los bolcheviquis y espartacos con las cosas, los
edificios, los hombres y las ideas, dejarán muy atrás aquellos inofensivos atrevimientos de los cubistas a
ultramoderna en relación también con el planismo de Celso Lagar fue el realizado por el
u.
crítico Femando López Martin, opinión que merece una cita extensa: “El ultramodernismo
en Arte será vencido irremisiblemente, como lo fueron todas las exageraciones, porque funda su
existencia no en leves fijas, inmutables, sino en falsos cimientos, en teoremas faltos de matemática
a
exactitud
En Arte no hay más que un camino; el de la verdad, más o menos dado al sentimiento del
mm
corazón del artista.
El ultramodernismo desdeña todo lo viejo, tan sólo porque es viejo, como si todo lo que fue U’
mereciese el desdén de estos tiempos, que por ir demasiado de prisa no ven los baches del camino,
mm
expuestos a volcar, y alfinal de laformada, el abismo donde caerán con todo su bagaje de métodos tan
son unos perturbados cerebrales, merecedores de un estudio clínico, que ven todo no por un objeto a
racionaL sino a través de un cristal empañado, que no deja observar la vida tal como es; como la
a
corriente de un río soleado y sonoro que corre por llanura de pomposos verdores.
U’
XXXIII
Los ultramodernistas niegan sus salutaciones y sus alabanzas a los viejos maestros, porque se
consideran, en su febril egolatría, superiores a ellos, no sólo en sentimiento, sino también en jiserza
imaginativa, como si el sentir fuese desbarrar y el pretender ver espectáculos indescifrables fuese
sondear en el más allá del misterio de las cosas. Siempre que encuentran ocasión, y ellos hacen por
encontrarla, si no pueden cara a cara, por rodeos y encrucijadas, acometen frenéticos contra los
gloriosos maestros italianos, flamencos y españoles, sin ver que en sus acometidas se ponen en ridículo
pues hablan, lo demuestran en sus desaciertos de opinión, de un arte que jamás entendieron, porque
nunca les llegó, como flecha de luz, al corazón... Si cuando se abriese a la vergtJenza pública una de
esas Exposiciones cubistas o planistas, el público y la crítica brillasen por su ausencia, veríamos muy
pronto dejarían de abrirse esos espectáculos funestos, volviendo a los tiempos felices en que al entrar
en un salón de arte nos veíamos agradablemente sorprendidos por los cuadros bellos y naturales de los
Rusiñol, los López Mezquita, los Miguel Nieto, los Sotomayor y otros muchos que aún creen en los
tiempos de oro en que Tiziano, el Greco, Velázquez y Tintoretto asombraban al mundo con las
fulguraciones de su paleta.
Hay que formar otro cordón sanitario contra los esparta quistas del Arte” (100).
remonta a finales del año 1918, coincidiendo con el desarrollo del movimiento ultraista,
“Y este arte cansino, rebosado, untuoso, embustero, aunque parezca ser fiel a la realidad
afectando el dibujo y las trazas de ésta, es el que produjo, con la terrible antipatía que inspira a los
luministas, puntillistas, cubistas, con los tomapelistas, como fueron calificados por Oteiza los
¡Ay del pintor y del escultor cuyos ojos y cuyo entendimiento no puedan extraer utilísimas
enseñanzas de las obras de estos revolucionarios!.., el conjunto de la obra revela en Pérez Barradas un
espíritu tan ágil para sacudirse las máculas del arte pesado, insubstancial, desheredado de toda
XXXIV
simpatía, como capaz de sentir las audacias revolucionarias que aspira a darnos una representación y
e
un trasunto de la vida tan nuevos, tan bellos y atractivos como no pudieron sospechar las edades
pasadas (101). a,
sobre todo, por las influencias de las teorías parisinas que se advertían en sus
e
composiciones:
“Para ellos el arte no es más que extravagancia, desatino y orgía de colores que asombra la U
retina, pero que no produce ninguna emoción estética... Los pintores argentinos de que hablamos
U
padecen el segundo de los errores. Mas su idealismo es una cosa empírica y primitiva. Sin jigurárselo
tal vez, y crQvendo ser ultramodernistas, lo que hacen es volver a los tiempos en que la pintura estaba
a
en el periodo de génesis... Esa fórmula que dictaran los iconoclastas en su furor destructivo, ‘el arte
por el arte, de admitirla a roso y velloso, sólo puede engendrarfríos impresionismos sin alma, que son a
El grupo de artistas polacos formado por los pintores Wladyslaw Jahl, Joséf a
que causó una gran interés a la crítica por sus métodos revolucionarios, su pintura U’
modernisima (103), snobista (104) o anarquista que para algunos críticos llevarían a la U’
“El arte de los polacos, el más avanzado que el público de Madrid ha conocido. Es posible que
muchos tomen a risa esta Exposición; pero algunos meditarán seriamente sobre ella. No quiero decir
a
con esto que el camino a ‘seguir de nuestro arte busque sus pautas en la Exposición de los polacos. Ni
U’
U’
‘ccxv
lo necesitamos, ni debemos tomar como carácter de pintura lo que venga defuera.... Pero bueno estará
que nos fijemos respetuosamente, pues estas Exposiciones son interesantes por motivos de cultura
artística, que en realidad nos hace mucha falta para acabar con la rutina y las vulgaridades. Yo
comprendo que estas Exposiciones de arte avanzado producirían algo así como un latigazo a los
autores de esas vulgaridades y de esas rutinas, y que el público que viene aplaudiendo su arte
fotográfico muy pronto ha de encontrar ñoño y acranado el arte que, en general, se viene haciendo. Y
claro está, para los que con su arte han colocado cómodamente, para los que con su arte atrasado
procuraban detener el progreso del arte, esas manifestaciones estéticas, son aterradoras y temibles;
pero ya dijo Goethe que ‘todo lo ideal es usado parafines revolucionarios’...” (106).
El binomio artístico que formaban los esposos Delaunay fue apreciado también
como ultramoderno; su simultaneísmo se pudo ver en los tres centros artísticos más
inauguraban, por primera vez, una muestra simultaneista en los salones de la Asociación
habia sido acoger todo tipo de tendencias artísticas aunque con un especial interés las de
vanguardia, baste recordar que en este mismo año había recibido las obras pIanistas de
Celso Lagar, por segunda vez, y las de la polaca Victoria Malinowska. En relación con la
foco vasco más internacional del ultramodernismo: “Varios artistas vascos ha sido también
también se hicieron otras cotejándolo dentro de los parámetros tradicionales del arte
moderno como era el caso de la décima Exposición permanente del Circulo de Bellas
0
xxxxq
Francisco Llorens, Domingo Marqués, Martínez Cubelís, Cecilio Plá, Valentin y Ramón
a,
Zubiaurre, Martínez Cubelís, Eugenio Hermoso, Luis Bea, Ernesto Gutiérrez, Hernandez
Nájera, Esteve Botey, Castro Gil, Santa María, Villa Arrufat, Ramírez Montesinos, a
Nicanor Piñole y otros, además de la individual que se exponía en el Salón del Circulo
u.
del artista José Pinazo Martínez. Al respecto, las obras de Pinazo sirvieron para
reafirmar, una vez más, el gusto del arte que dominaba en la capital. Tras la exhibición de —
crítica madrileña manifestaban el agrado que producían las obras de artistas que, como
a
Martínez Pinazo, mostraban las cosas en su apariencia externa a diferencia de los
pintores argentinos, en cuyas obras dominaban influencias parisinas en colores y formas, u.
lanzaron las campanas al vuelo cuando la Exposición absurda de los argentinos, aprovecharán esta
u.
ocasión y la oportunidad de estos días para declarar que la presente Exposición tiene mucho de
isidrista. ¿Por qué? La razón es muy sencilla. Porque en muchos de los cuadros expuestos, ahora, el a
arte busca la realidad, tal como en los argentinos buscaba la fantasía; y aún más que la fantasía, el
a
absurdo y hasta el disparate. Los entusiastas de estas manifestaciones de arte ultramodernista tendrán
que oír cuando se coloquen ante el cuadro ‘En la pradera’ de Pinazo Martínez ¡Qué de cosas dirán! Y.
U’
O bien en relación con la muestra de retratos femeninos del pintor Sanchiz Yago:
U’
“en el Ateneo celébrase una ultraal,nibarada, ultrainsubtancial y ultrabonita (oh también) exposicón de
U’
xxxxqi
exterior de las cosas, de las brillanteces y de las suntuosidades. Como los egipcios y como los griegos
sólo ven la actitud tranquila y serena, y aportan ellos, por su parte, un sencillo gótico y ultramoderno
“Bellina (sic) se resiste a la tradicional galantería española; no quiere que sus amigos la
tratemos y aun cortejemos como a muchos. Es otro camarada. Nació en Holanda, ha recorrido Europa
entera. Ya lleva un año en nuestro país. Sabíamos, aunque vagamente, que pertenece a la escasa y
“El Sr Planes es un escultor de positivo talento, que si no se desvía por sendas ultramodernas,
será una figura recia y definitiva del arte escultórico español” (112)
‘(Fernando García)... Esta parte de su obra es más consecuente, más lógica del mancebo de
rostrofaunesco que por unos días ha fundido paganias bravas y el ‘chic’ de ultradecadencias modernas
“(Guillermo Butíer)... todo esto aparece ordenado por el criterio decorativo especial
¿minentemenie intelectualista de las gentes del Norte, que yo tengo por muy académico, aunque lleve la
u.
La cronología de dicho vocablo es muy corta, apenas dos años, desde finales de
u
1916 a primeros de 1919, finalizando justo con la aparición del ultraísmo. De hecho, el
u.
adaptando, una segunda palabra, “ismo”. Se involucraban así todas las tendencias que se
y su hermana, la pintora Norah Borges. Con la palabra “ismo” se daba carácter europeo
al nuevo movimiento que venía a romper con la época anterior y abrir una nueva.
e
Posteriormente, e inclusive dentro del ultraísmo, estos términos serán sustituidos por
e
otros, que representarán la transición hacia un nuevo estado tanto lírico como artístico
derivado de un neoclasicismo o vuelta al orden que se estaba produciendo en Europa.
e
X1xx1x
¡4. NOTAS
(1) Antes de esta Exposición debemos destacar los primeros trabajos sobre dicho tema
pintura”, Date al Set, Barcelona, diciembre de 1950 y La pintura española del medio
siglo, Omega, Barcelona, 1952. Relacionado con este trabajo José María Moreno Galván
había escrito, Arte español entre 1925 y 1935 en la revista Goya, n0 36, Madrid, 1960.
(2) Valeriano Bozal, “El realismo social en España”, Suma y sigue del arte
(3) Jaime Brihuega, Las vanguardias oflíslicas en España 1909-1936, Madrid, Istmo,
(4) Rafael Santos Torroella, Genio y figura del surrealismo, Barcelona, 1948, Del
románico al Pop Art, E.D.H.A. SA, Barcelona, 1965 o Revisiones y testimonios, Taber,
Barcelona, 1969.
(5) Enrique Lafuente Ferrari, “Medio siglo de pintura española”, El alma de España,
Madrid, 1950.
XL
Barna, 1955.
E!
e
(8) Dámaso Alonso, Poetas españoles contemporáneos, Madrid, Gredos, 1958
u.
(9) A. Cirici Pellicer, El arte modernista catalán, Aimá, Barcelona, 1951 o L Arte catalá
u.
contemporani, Barcelona, De.62, 1970.
u.
Pintura y escultura española del s. XK (1900-1939), Vol. XXVI, Sunna Artis, Madrid,
a
Espasa Calpe, 1992.
U’
(12) Francisco Calvo Serraller, “Pancho Cossío y las vanguardias”, Pancho Cossío,
U’
Madrid, oct. 1986 y Del futuro al pasado. Vanguardia y tradición en el arte español
a
XLI
Istmo, 1988.
(15) Pilar Mur, La Asociación de Artistas Vascos, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína,
(16) Eugenio Carmona, José Moreno Villa y los orígenes de las vanguardias artísticas
trabajos Picasso, Miró, DaIL Los orígenes del arte contemporáneo en España. 1900-
1936, Madrid-Frankffirt, 1991; “Itinerarios del Arte Nuevo 1910-1936”, Ismos. Arte de
(17) Javier Pérez Rojas, Art déco en España, Madrid, Cátedra, 1990 y “De la delectación
Madrid, 1994.
XLII
Zaragoza. 1995,
(19) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias en España, 190 7-1936,
a
Madrid, Alianza, 1995.
e
(20) Juan Manuel Bonet, El ultraísmo y las artes plásticas, Valencia, IVAM, jun. -sept.
a
1996.
U’
U’
(24) Jaume Vidal i Oliveras, Josep Dalmau ¡ Rafel: pintor, restaurador i promotor
e
d’art, Universitat de Barcelona, 1993.
U”
XLIII
(25) VV.AA, Ramón en cuatro entregas, Tomos 1-11-111-1V, Madrid, Museo Municipal,
1980. Además, hemos de señalar el trabajo que actualmente está realizando sobre este
tema J.Zlotesco.
(26) Vid., Abelardo Linares, Fortuna y fracaso de Rafael Cansinos-A sséns, Sevilla,
poeta, crítico, ensayista y traductor), Madrid, Fundación Juan March, 1979, Andrés
Soria Olmedo, “Rafael Cansinos, precursor y crítico del vanguardismo”, Treinta años de
vanguardia española, Sevilla, El Carro de la Nieve, 1991 y José María Barrera, “Un
maestro en vanguardia: Cansinos versus Juan Las”, El Siglo que viene, n0 22, Sevilla,
diciembre de 1994.
(27) En la actualidad el aumento progresivo del estudio sobre la vida y obra de Rafael
Barradas nos permite señalar los trabajos de Raquel Pereda, Barradas, Montevideo,
Galería Latina, 1989; Barradas-Torres García, Madrid, Gal. Guillermo de Osma, 1992;
Barradas, Madrid, Galería Jorge Mara, mayo de 1992; Enric Jardí, Rafael Barrads a
1993; Pilar García Sedas, Joaquim Torres-García i Rafael Barradas. Un diáleg escrit:
(28) Vid., Guy Weelen, “Los Delaunay en España y Portugal”, Goya, n0 48, Madrid,
mayo-junio de 1962 y Juan Manuel Bonet, “Los Delaunay y sus amigos españoles”,
u
Robert y Sonia Delaunay. Madrid, Fundación Juan March, abril-mayo, 1982 o Pascal
Universitat, 1995.
a
(29) Entre los estudios más recientes sobre este artista destacamos Luis Alonso
Fernández, J Solana, Madrid, Centro Cultural Conde Duque, 1985; Solana, Madrid,
a
Fundación Mapfre, 1992; José Solana (1886-1947), Fundación La Caixa, Barcelona, y
(30) Vid., Angel Benito, Vázquez Diaz. Vida y pintura, Madrid, Patronato Nacional de
Museos, 1971 y de Francisco Gaitas, Vida y obra de Vázquez Díaz, Madrid, Ibérico a
(31) Cfr., Eugenio Carmona, Picasso, Miró, Dalí y los origenes del Arte
1991, p. 19. Sobre la bibliografia más reciente del noucentisme señalar los trabajos de
a
Norbert Bilbeny, Entre RenaixenQa i Noncentisme, Barcelona, Eds. de la Magrana,
Barcelona, Quaderns, 1994; Jordi Malé Peguerdes, Caríes Riba ¡el Noucentisme. Les a
e
XLV
(32) Cabe destacar el papel de Josep Dalmau, quien ya en 1912 presentaba la primera
el impulsor del arte moderno y sus galerías en el lugar predilecto para todas las
Península el primer ismo de vanguardia español, el planismo de Celso Lagar (1915), así
como el fauvismo de Van Dongen (1916), las propuestas de los rusos Héléne Grunhoff y
exposición de Joan Miró (1918), el Arte Francés de Vanguardia (1920) con la presencia
de Braque, Derain, Gleizes, Juan Gris, Léger, Matisse, Picasso, Severiní, etc. y la del
(33) Juan de la Encina, La Trama del arte Vasco, Bilbao, Publicaciones Editorial Vasca,
1920, p.69.
(35) Adelina Moya, “El arte guipuzcoano entre la renovación y la innovación”, Arte y
(36) Javier Pérez Segura ha estudiado estos episodios en su tesis doctoral de titulo La r
(37) Entre la abundante bibliografia sobre Picasso y su relación con la obra Parade a
señalamos Denis Milhau, Picasso et le Théátre, Toulouse, Musée des Augustins, 1965;
u
Douglas Cooper, Picasso Theatre, N.Y., Ed.Harry N.Abrams, 1968, pp. 16-18; Richard
Axsom, Parade, Cubism as Theatre, The University of Michigan, Vol. II, Ed,Ann Abor, u.
1975; MarianneW. Martin, “The Ballet Parade, A Dialogue between Cubism and
e
Futurism”, in Art Quarterly, 1978 y Giorgio Coctenova “Analisí di Parade”, Picasso in
a
Italia, Verona, Ed.Nouve edizioni G Mazzotta, 1990.
u.
(38) En relación con esta asunto Antonio G. de Linares publicaba la siguiente crónica:
a
“El cubismo se presenta en el teatro, llevado de la mano por las danzas rusas y apadrinado por Sergio
Porque, líeyándose consigo sus danzas rusas, salpimentadas de cubismo, Diaghilew ha abandonado el a’
escenario parisiense del Chátelet para presentarse en Madrid y, luego, en Buenos Aires...
U’
Indudablemente, la decoración de Picasso no representa este aspecto cíe Paris, Ial como
pudiera verle cualquier profano como yo, ajeno a los misterios del cubismo que en masa han venido a
-
presenciar el esfreno nada se ha hecho en el arte de la escenografia que iguale, ni aun que de lejos se
-
acerque en maesfría, a esta decoración de Picasso... Esto es Parade... su mímica y sus danzas ya que
-
en el teatro cubista no se habla, no sé si por desgracia o por fortuna para la literatura dramática -
encierran, como en hermético broche, un símbolo, ron ‘supersimbolo como los managers son
superpersonas ... Como broma, la juzgaron muchos espectadores demasiado pesada. y no faltaron
a
silbidos y apóstrofes violentos... Otros quisieron tomar la cosa en serio, y para éstos se conciliaba mal
U’
a
XL VII
el titulo de realista concedido a la obra por sus autores, con la absoluta irrealidad del decorado y de
(39) Ramón Gómez de la Serna presentaba a Picasso: ‘No es en la hora de su llegada cuando
se habla aqui bien de Picasso. Le hemos esperado con alabanzas noche tras noche, hace muchas. Aqui,
donde no hay presidencia ni banqueteado, sea el primer homenajeado. Picasso viene a triunfar en el
Real donde va a haber así algo más fuerte que sus bailes de máscaras. ¡Yya tiene que ser fuerte para
vencer a ese arlequín terrible que forman todas las máscaras en el hemiciclo! , en “Retazos del
en Madrid para asistir al estreno de su obra Parade, en el ReaL la Juventud de artistas innovadores y
libres, que se reúne en el antiguo café y botillería de Pombo, al que ellos llaman la ‘Sagrada cripta de
Pombo le ofreció el banquete, último por esta temporada, uno de esos banquetes en los que sólo se
festeja la amistad que los une. Picasso contestó con sencillas y emocionadas palabras, encantado de
encontrar en la patria que creía le había olvidado tan apasionados amigos. Entre otros, que no
recordamos, asistieron a la cena íntima Rafael Cansinos Asséns, Salvador Bartolozzi, Ramón Gómez de
la Serna, Calleja, Fillol, Villacián, Valentín y Ramón Zubiaurre, Manuel Abril, Zamora, Fresno, Heras,
Penagos, Tomás Borrás, Vinardelí, Hoyos, José Bergamín, Colet, Bagaría, Espinosa, Echevarría,
Tellaeche, Juan de la Encina, Morcuende, Gómez de la Mata. Hernández Luquero, Llamas, Gómez
5-6-1917.
(41) Juan de la Encina, “La Exposición de Bellas Artes”, España, Madrid, 14-5-19 15.
XLVIII
(42) Juan de la Encina, “La Exposición de Bellas Artes”, España, Madrid, 24-5-1917.
(43) Dicho comunicado tite publicado en varios diarios madrileños, entre ellos
hostilidad que se ha formado en torno al mencionado reglamento ha sido la reunión que en una de las
a.
aulas de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado celebraron recientemente numerosos artistas,
proyecto... a
aconsejaron a VE. la redacción del reglamento que ha de regir la próxima Exposición de Bellas Artes,
u.
consideración nacida de su respeto al genio y al trabajo, que señaló el puesto que hoy ocupa en
sociedad, se ven en la necesidad, que deploran, de protestar contra dicho reglamento, por cerrar éste
las puertas por donde lograron entrar al templo que hoy honran los que precisamente han aconsejado a
VE. la redacción de la referida ley... Nombróse una Comisión formada por los Sres. Eerrant, Espina e
Inurria. encargados de estudiar el reglamento para la Exposición de los independientes y buscar local
a
a propósito donde celebrarla” José García Mercadal, “El Salón de los Independientes”, La
.
u,
(44) José García Mercadal, “Los Independientes”, La Correspondencia de España,
Madrid, 29-3-1917 U
U’
XLIX
(46) Este primer Salón de Otoño tite acogido por la prensa madrileña como “un grito
noble de rebeldía contra tal estado de cosas y una lección enérgica que se da a los centros oficiales que
organizan análogas fiestas de cultura. Porque lección y grande es la puesta en práctica por la
ninguna clase pero atenta siempre a los intereses de los artistas, haya llevado a vias de realización y en
el tiempo determinado en su programa una tan brillante manifestación artística que en nada desmerece
de cualquiera de las celebradas oficialmente en años anteriores por el Estado; al contrario, las
supera”. José Blanco Coris, “El Salón de Otoño del Retiro”, Heraldo de Madrid, 11-10-
comentado por otros críticos como Miguel A. Rodemas, “El salón de Otoño” El
Parlamentario, Madrid, 21-10-1920; FC: Khiel. “El primer salón de Otoño, El Liberal,
10-1920 y 27-10-1920.
(48) Por su parte en Barcelona se había inaugurado en 1891 el Museu d’Art Modern;
años después, en diciembre de 1918 con la Asociación de Amigos de las Artes, tendría
L
lugar el primer Salón de Otoño con el propósito de aportar obras de arte para el futuro u
Museo de Arte Catalán Contemporáneo. En el caso vasco, esta realidad no tendría lugar
u
hasta 1924 cuando se inaugura el Museo de Arte Moderno en Bilbao, gracias a los
Artistas Vascos.
e
(49) Vid., Carlos Reyero, La pintura de historia en España, Madrid, Cátedra, 1989. —
a
(50) Pedro Lain Entralgo, La Generación del noventa y ocho, Madrid, Espasa Calpe,
1967. En lo referente al tema de la Generación del 98 destacamos entre los estudios más e
Pablo Fusi y Antonio Niño (eds.), Vísperas del 98, Madrid, Biblioteca Nueva, 1997; José
Luis Abellán, Sociología del noventay ocho, Madrid, Biblioteca Nueva, 1997 y España a.
(Sí) José Carlos Mainer, “La invención estética de las periferias”, Centro y per¿feria en a
(52) José Luis Abellán, Historia crítica del pensamiento español, Tomo 5 ¡III, Madrid,
e
Espasa Calpe, 1991, p.47. España se convirtió en semanario de la vida nacional, con
doce páginas y tres columnas, a un coste de diez céntimos; como afirmaba la propia a
a
LI
revista, se componia “de gente ni del todo moza, ni del todo vieja, asistimos desde 1898 al
desenvolvimiento de la vida española...Todos sentimos que la España oficial dentro de la cual o bajo la
cual vivimos, no es la España nuestra, sino una España de alucinación y de inepcia ‘. Anónimo, “La
(53) José Francés en su recopilación de textos críticos y noticias sobre las Bellas Artes
advertía a sus lectores: “de la falta de obras de este género, donde puedan hallarse, el día de
mañana, cuantos datos se consideren interesantes, necesarios o simplemente curiosos acerca de las
(54) Verdugo Landi es un pintor asiduo a las exposiciones nacionales de Bellas Artes de
enero de 1914.
(55) Proyecto que resumian con las siguientes palabras. “¡Qué diferencia de esta prensa
gráfica a la que empezó con el siglo pasado!... Hace falta empezar de nuevo como si no hubiese nada
construido. Porque gran parte de ese público.., se halla en estado de primitiva ingenuidady habria que
guiar sus gustos pueriles hacia otras aficiones... “. Luis Bello, “Madrid y su prensa gráfica”, La
(56) Federico Giolli, “Los futuristas italianos”, La Esfera, Madrid, 28-8-1914 y José
(1915- 1922).
a
José del Cacho; La Gacetilla de Madrid, con Federico García; El Sol, con Francisco U
(60) Romero de Torres se caracteriza por una interpretación muy personal sobre la
encuentre en los cuadros de Leonardo y Rafael los elementos principales para su obra a
posterior, estilo que fue considerado como “revolucionario”. A pesar de gozar con el
a
apoyo del mundo intelectual y de dedicarle una sala exclusiva los juicios de valor de su
U
LIII
Fue criticado por Rafael Domenech por tendencia hacia ideales expresivos diferentes
encamados en el simbolismo:
‘Trae a la pintura española estos elementos, que podemos decir que son nuevos, después del
Greco, y aun con él... lo espiritual y simbólico de sus asuntos es cosa propia, y no un cambio de
postura, tomando orientaciones ajenas a su temperamento... Por eso, yo creo que la juventud nuestra
cogerá lo viejo del arte del Sr Romero de Torres, y no lo nuevo Rafael Domenech, “La
Juan de la Encina le considera como un artista que pretendiendo ser moderno tan
sólo consigue con sus procedimientos simbólicos quedarse en anticuado y por lo tanto en
un pintor tradicional: “Es éste un artista de decadencia: temperamento algo femenino, delicado,
religioso en cierto modo, sensuaL Arrastra en su obra, a las veces, influencias tan contradictorias e
mncompatibIes como las de Vinci y Goya Propende al simbolismo, a eso que llaman algunos pintura de
ideas... Es pintura ésta que, con toda su apariencia de gran estilo, y toda su propensión a lo intelectual
Solana”, José Gutiérrez Solana (1886-1945), Madrid, Fundación Cultural Mafre Vida,
mayo-julio, 1992.
(61) Francisco Calvo Serraller, “El Salón”, Historia de las Ideas estéticas y de las
1996, p. 169.
LIV
(62) José Luis Díez, “Panorama de la pintura española de! s. XIX de Goya a Picasso”, e
Pintura española del siglo XIX Del neoclasicismo al modernismo, Madrid, Ministerio
e
de Cultura, 1992-1993, pIS.
(64) En este período se dio un auge del paisajismo gracias a artistas como Luis de la
Rocha, Santiago Rusiñol, Gerardo de Alvear, Angel Espinosa y Flavio San Román,
e
Sobre todo Santiago Rusiiiol, convertido en uno de los maestros paisajistas de primer
orden con unos temas, un color y una luz tipicamente impresionistas que transmiten a
pintores como Enrique Galwey o Joaquim Vayreda. Para Juan de la Encina, Rusiñol era
imaginación españolas... Desde que Rusiñol comenzó a mostrarnos sus pinturas, el paisaje de España e
se ha enriquecido a nuestros ojos... Mien tras los otros artistas de su generación, o de la siguiente, un
Regoyos, un Zuloaga, buscaron los aspectos ásperos, bravíos, trágicos o apasionados de España, este U
Rusiñolperegrina en busca de los parajes más apacibles, más deleitosos, más ama!’!es.,. “. en
u.
“Rusiñol”, España, Madrid, 23- 3 -1916.
U’
LV
(65) Al respecto podemos destacar las quejas del diario El Parlamentario a causa del
grupo Paolo y Francesca del escultor Capuz, premiado con la primera medalla: ‘. dicha
obra está abandonada a espaldas del Palacio de Exposiciones, sufriendo las inclemencias del tiempo
(66) Bernardino de Pantorba (Seud. José López Jiménez), Historia y crítica de las
p.2l8.
(67) El Comité basándose en el artículo 19 del reglamento que dice textualmente. ‘las
obras que sus asuntos se consideren repugnantes u ofensivos a la moral o que entrañen alusiones o
su representante, Gabriel García Maroto, ante la ausencia de Beltrán que envió la obra
-
desde Paris - que debía cambiar el título de la obra. Finalmente, se consideró inmoral y
el asunto y desde los principales diarios se apoyaba al pintor. Sobre todo hemos de
destacar un pequeño libro que se publicó explicando todo el caso, bajo el titulo Federico
Beltrán y la Exposición Nacional de Bellas Artes escrito por Gabriel García Maroto
donde se encontraban también las firmas de los principales críticos del momento -
Marceliano Santa Maria, José Francés, Cecilio Plá, Manuel Abril, Rafael Cansinos
(68) Así lo relata Ballesteros de Martos. Primero se pensó en rechazar buen número de obras.
Pero luego el Jurado tuvo miedo y abrió la mano, cediendo a la presión de las recomendaciones Tanto
a;
en el pabellón filipino como en el Palacio de Cristal, se exhiben obras que, si no hicieran reir a
mandíbula batiente, causarían indignación, y esto es intolerable cuando se sabe que se han rechazado u
otras, con las cuales se piensa organizar otra Exposición. Es decir; lo que fue objeto de tantas censuras
e
en años anteriores, se repite en ésta lamentable contumacia”, en “Exposición Nacional de Bellas
(69) Desde el diario El País se calificaba su ineficacia: ‘Pero tenemos la seguridad de que su
influencia en nuestro ambiente artístico es bien poca. Están desacreditadas las exposiciones, y lo están e.
¡Oh, jurados sistemáticos y rutinarios, muy rancios y muy españoles, que ni aun con las u
investiduras de artistas ilustres, habéis sabido salir de los pobres y antiguos vicios anejos al
u
sacratísimo favoritismo infiltrado, al calor de la tradición, en las costumbres nacionales.’”. Arturo
nos encontramos con que la actual Exposición es la peor de todas, la más pobre y la más vulgar...
a
Alguien nos dice, tal vez para consolarnos, que lo característico de este certamen es que se trata de un
noble pugilato de juventud ¿Pero ésta es nuestra juventud artística; pero podemos considerar este
u
certamen como una demostración de juventud?.
Sí así es, raquítica juventud la nuestra, que no promete engalanar con nuevos timbres de U
gloria el arte nacional. Si así es, malhaya esta juventud de rapsodas e imitadores que carecen de
a
propia inspiración, que no aporta al acervo artistico ninguna modalidad nueva, ningún rasgo saliente,
ninguna tendencia típica, que marquen y señalen la aparición un valor nuevo. ¡Depauperada y
a
LVII
29-5-19 17.
(71) Vid., Capitulo XIV. Los artistas ibéricos antes de la Sociedad de Artistas Ibéricos.
celebración, en ese mismo año, de una Exposición de artistas franceses en Barcelona que
problema de la Gran Guerra; muchos artistas franceses que no habían podido acudir a la
lucha por su edad u otros motivos y como consecuencia no se habían podido celebrar las
R.Alché, N. Borrelí, Joan Claré, Josep Claré, J.Coll i Vilaclara, J.Goday, J. Llimona, E.
F.Madrazo e IZuloaga.
a
u
(74) En lo referente a esta cuestión, uno de los diarios madrileños publicaba la necesidad
de vigilar la muestra: “FíA vuntamiento de Barcelona lo ha estimado así, y sin consulta previa, con e
espírftu levantado, ha estimado que debía contribuir con sus recursos y su casa a ofrecer galante
u
amparo a manifestación tan simpática y correcta de su cultura.
Pero como las cosas de arte, desgraciadamente, han entrado en el terreno de las pequeñas e
pasiones, como hemos visto no hace mucho tiempo, al ejercerse una intervención de orden público en
e
dos de las Exposiciones celebradas en Madrid (el crítico se refiere a las de Raemaekers y a la de
Madrid, 18-1-1917.
u
e
(76) De modo que, como señaló Francés, “es tal la inquietud que agUa a losjóvenes artistas del
otro lado de los Pirineos, que ya muchos de los que figuran en la Exposición de Barcelona son U
‘retrasados, ‘bomberos, o ‘maquinistas según el argot de los talleres parisienses . José Francés,
U
“Artistas franceses en Barcelona”, La Esfera, Madrid, 2-6-1917.
u
LD(
(77) Entre ellos destacaban los padres del impresionismo como Manet, Monet, Renoir o
algunos de los avanzados del arte vanguardista como Matisse, Albert Marquet o Friesz.
(78) Según José Francés, el cubismo, que “sólo asoma tímidamente en La Fresnaye, y Henrí
.Ufatisse ya parece clásico si se piensa que Picasso acaba de fundar una nueva escuela pictórica: el
panoplísmo, que ya no consiste en pintar sino en adherir a un lienzo fragmentos de tela, papel,
madera, cristal y hoja de lato... Se ofrecen. sin embargo, elocuentes ejemplos de todas las tendencias
en el reino de losfauves, de los que pretenden alcanzar la plus grande intensité avec la moindre effort
(79) José Francés, “La exposición de arte francés en Barcelona”, Nuevo Mundo, Madrid,
27-4-19 17.
junio de 1918.
(81) Relacionado con este tema Corpus Barga escribía: “En arte, con relación al tiempo, hay
dos géneros definidos y uno ambiguo. Hay lo antiguo y lo moderno. Lo antiguo es la madre del arte. Lo
moderno es lo fecundador, lo que produce algo sobre lo ya creado... Pero hay también lo viejo, lo
caduco, lo pasado y no consagrado, lo que no ha sido y no es. A esto también se le llama: lo oficial, lo
académico... ¿Por qué los franceses han enviado a Madrid muy académicamente sus hoyos de la
pintura, y en Ginebra han enviado la mareo viviente? La pintura moderna francesa que había triunfado
tanto, si no más, en Alemania que en Francia, Suiza, durante años y años, ha estado en ese movimiento.
LX
21-5-1918.
(82) José Francés se lamentaba de la diferencia entre las muestras de Barcelona y Madrid
e
al tiempo que señalaba su francotilia admitiendo que su “amor entusiasta por Francia y la
sólida convicción que tengo de la importancia de su pintura moderna, que esta exposición respondiera
a la coetánea realidady diese a conocer en España aquellos artistas que desde el rebelde grupo de los
impresionistas hasta las avanzadas del cubismo señalan la vanguardia del arte moderno , en “La
Más rotundo se mostraba Rafael Domenech quien, desde ABC, se dirigía a los
e
organizadores de la muestra al tiempo que les advertía de que el arte moderno no
alcanzaría a tener demasiados admiradores y sí entre los académicos: “creo firmemente que
U
renovadoras , en “Exposición de pintura francesa contemporánea”. ABC, Madrid,
20-5- 1918.
u
Dionisio Cruz alegaba que esta misión de intelectuales franceses había fracasado
a.
en su intento de renovar y propagar la misión ya que su “eclecticismo, estrecho y miope nos
ha dado una balumba abrumadora de obras académicas, frías, inexpresivas, negras y ennegrecidas,
artistas (Gauguin y Cézanne) que eran el paso previo para la renovación artística que
u.
venia solicitando desde hacia tiempo: “Si por arte moderno francés se entiende el arte
U.
e
LXI
académico, esta Exposición da una medida bastante exacta de lo que es ese arte que con tanta furia
rechazó a la gloria más pura de la pintura universal moderna, cual es la de los grandes pintores
impresionistas... ¿Es que se considera al público madrileño como inferior al público barcelonés, y se
trato de meterle bonitamente gato por liebre? ‘, en “La semana artística”, España, Madrid,
16-5- 1918.
(83) José Ortega y Gasset, “Nada ‘Moderno’ y ‘muy siglo XX’ “, El Espectador,
decadencia, kitsch, postmodernismo, Madrid, Tecnos, 1991; Renato Poggioli, Teoría del
(85) Correa Calderón, “El arte académico en Francia”, Renovación Española, Madrid,
marzo de 1920.
(86) Joaquín Montana, “Exposiciones. Los artistas franceses”, ABC, Madrid, 3-5-1917.
4-5-19 17.
LXII
(91) José del Cacho, “Los artistas vascos”, La Correspondencia de España, Madrid,
U
13-1 1-1916.
a
Madrid, 6-5-1917; Arturo Mori, “Bellas Artes. Gustavo de Maeztu”, El País, Madrid, 7-
a
5-1916; Cortina Giner, “Notas de Color. Celso Lagar”, El Progreso, Barcelona, 3-6-
]917, N.N., “El arte y los artistas. Celso Lagar”, El Liberal, Bilbao, 21-9-1918; J. de
U
Francés, “Celso Lagar y sus planismos”, El Año Artístico, Madrid, noviembre de 1918; a
a
LXIII
(94) Luis Oteyza, “Arte y Artistas. Exposición Celso Lagar”, El Liberal, Madrid,
15-3-1917.
(95) Correa Calderón, “Una intensa emoción. Daniel Vázquez Dial’, Renovación
25-11-1918.
(98) Femando López Martín, “La exposición de Celso Lagar”, El Fígaro, Madrid,
5-12-1918.
(99) Silvio Lago (José Francés), “Celso Lagar y sus planismos”, La Esfera, Madrid,
22-3-1919.
e
(102) Ballesteros de Martos, “Notas de Arte. La exposición de los argentinos”, La
(103) José Francés, “Una exposición de pintores polacos”, EZAAo Artístico, Madrid,
a
abril de 1918.
(104) José Maria Salaverria, “LA PWTIJRA NIIIILISTA”, ABC, Madrid, 18-4-1918.
e
144-19 18.
U
u
(108) José García Mercadal, “XExposición del Circulo de Bellas Artes”,
u
Correspondencia de España, Madrid, 15-5-1917.
(113) Silvio Lago (Seud. de José Francés), “El pintor ‘Fernando”’, La Esfera, Madrid,
27-4-1918.
22-4-19 18.
(117) Florian (Seud. de Vicen~ Solé de Sojo) “Gazeta. Exposició CeIs Lagar”, El Poble
“EPICENTRO RAMÓN”.
ser el primer eje central de la vanguardia madrileña o, mejor dicho, española. Sin
embargo, su frente de acción ifie Madrid, ciudad que, por aquel entonces, se había
ramoniano” (1). Ramón como escritor se encontró bajo las propuestas que marcaba un
ofrecía el país vecino, Francia, sobre todo, durante los años 1909 y 1910 donde residió y
La doble naturaleza que se establece en los escritos de Ramón del primer cuarto
de siglo comparte también el mismo carácter que el de sus episodios artísticos que
marcan precisamente la pauta que seguirá ante su relación con el ambiente sociocultural
en el que vive. Por un lado, la visión del escenario madrileño, esencialmente tradicional,
donde la vigencia de permanentes valores ya sean sociales, políticos, económicos, etc.-
-
“bohémica” con un distintivo de modernidad del que carecía la capital. Ese carácter de
atracción y repulsión que le ofrece Madrid se reflejaría claramente en sus obras, en las
e
que en ningún momento llegó a dudar en mezclar un vocabulario puramente tradicional,
U
popular o castizo, con otro sobradamente moderno en sus exclamaciones y vocablos, con
una ironía estragada que formaría parte de su propio proyecto literario concretado, u,
e
3
idea común mientras que el de Ramón fue a titulo personal y consiguió presentar los dos
estos dos ismos, ya sea en forma escrita como en el caso del futurismo o visual a través
de los cuadros cubistas de los pintores íntegros, radica en que lograron asentarse en el
vocabulario de la crítica artística madrileña, de tal manera que nos encontraríamos ante el
diferenciación tanto teórica como plástica de ambos, futurismo y cubismo, por la crítica
los pintores íntegros y en algunas otras con carácter ultramoderno, como las de Celso
Lagar en marzo de 1917, siendo éste el segundo episodio vanguardista después de los
de Ramón, en las que se apeló a ambos movimientos partiendo, quizás, de las proclamas
las actuaciones de Ramón que tendrán gran relevancia en el ambiente artístico madrileño
del primer cuarto de siglo, la tertulia de Pombo. La primera proclania de Pombo tuvo
lugar durante los primeros meses del año 1915 y la firmaron los muy pocos que hasta
entonces eran, sus nombres quedaron plasmados en la larga mesa de mármol: Manuel
Abril, Salvador Bartolozzi, José y Rafael Bergamin, Tomás Borrás, Rafael Cansinos
4
Assens, José Gutiérrez Solana, Gustavo de Maeztu, Diego Maria de Rivera, Rafael u.
había provocado, aún más, como dice Ramón en su Primera proclama de Pombo, el u,
ambiente de “afán de una tiranía brutaL algo como el bajo gusto de golpeary de ser golpeado, como
e
el deseo de una svmisión indigna unido al deseo de una ciega y atropellada turbulencia...” (2).
<~L1 U
U
—- ,~g
llegado a tal estado de corrupción que tan sólo a través de Pombo podían alcanzar, según
Ramón, “una compensación, como si habiéndose acabado el oxigeno en la atmósfera se fabricase
sólo en un rincón” (3). Sus orígenes se encuentran en el año 1912, de lo que informa su
U
promotor: ‘Cuando yo elegí Pombo, en el año L9J2, lo hice por jugar a los anacronismosy porque
en ningt~n silio iban a resonar mejor nuestras modernidades que en aquel viejo sótano...” (4), aunque e
U.
a
5
sus excentricidades le llevan más allá: ‘fui por primera vez a Pombo en el vientre de mi madre,
cuando ella según costumbre de las embarazadas recurria a la horchata de arroz, que ahí despachan,
para morigerar sus trastornos (5). Fuera como friese, Pombo nació para reunir a un grupo
durante todos los sábados en donde se podían contar las más “embravecidas sinceridades,
hastio que producían las mismas cosas de la vida diaria. Alguno de sus asistentes cuenta
que nació “de la ambición de poder hablar un idioma de familia en medio del torbellino del Mundo,
pero sin ser tragado por ese torbellino” (7>. Otros, por el contrario, estaban muy lejos de estas
Rl alma creadora de Ramón flota como una luminosa nube sobre un puñadito de poívo, que
son los ‘pombianos’... Ha escrito usted: ‘Sin duda, no le gustó nuestra reunión’ ¿ Cómo es posible que
me agradase una reunión de mozos ignorantes, engreídos y desatentos? Ya le dije que usted era la
única persona educada que se reunía allí Sigo creyendo que usted se reúne consigo mismo en Pombo, y
nada más los pombianos no existen; son una deslabazada y triste sombra que sin duda se acogieron a
Pombo porque la escasa luz aumenta las sombras, y ellos quería aurnentarse, fuera como fuera...
Aquellas sombras de los muertos algunas veces hablan; pero las que se sientan en los divanes de
Pombo junto a usted ¿qué han dicho?, ¿qué dicen? Es usted excesivamente mundano y transige con la
escorio de la mundanidad. Empuñe la tralla de una vez; o la escoba que barre los convencionalismos y
y por lo tanto propicio a todas las citas (9), al que se denominó Sagrada Cripta, donde se
encontraba un antiguo café y botillería. Una de las mejores descripciones fisicas de este
u,
lugar data de 1915, en la que su autor, Ramón Gómez de la Serna, disecciona con
u,
paciencia en pequeños apanados: la entrada, sus tradiciones, los ojos del tiempo, sus
lámparas, sus pequeñeces, las últimas, la reunión, sus arabescos y su camarero Pepe, tal
Pombo en 1916; más tarde aparece su primer libro de “Pombo”, de 1918, titulado
u.
Madrid, Imprenta, Mesón de Paños, 9, así hasta publicar numerosos libros sobre su
Sagrada Cripta. Sus asistentes son innumerables (en su libro La Sagrada cripta de a
Pombo, los va nombrando e incluso fotografiando, sin parar); entre sus actos y banquetes
e
más importantes destaca el mencionado en honor a Picasso en 1917. Muchos de ellos
elogiaron a Pombo con sus escritos y dibujos como Antonio de Hoyos y Vivent, Miguel o
Unamuno, Francisco Vighi, José Berganxin, Emiliano Ramirez Angel. Bartolozzi, José
e
Gutiérrez Solana, etc. Finalmente, la tertulia de Pombo, como sus primeras lámparas, fUe
U
literarias, sino otra clase de parásitos; su cáncer se iba preparando en sus entrañas, porque, según
pude observar en mi última visita, se le había revuelto mucho los humores y la sangre, y no vivía ya ni
hacia dentro ni hacia apero, a medio salir y a medio entrar, porque le habían puesto largo mostrador
a
de cinc (11)
e
7
Senos (1917), Greguerías (1917), E/Circo (1918), Disparates (1921), Hélices (1923>,
Prometeo nacía en noviembre de 1908 como una revista social y literaria, cuyo
donde la sección de política iba a estar escrita por él, frente al masivo conjunto de
Ramón realizaba una crónica sobre la situación espiritual del momento en España,
resiente de ese no encajar en ninguna fórmula, de ese no poder aseverar ninguna opinión de las
reinantes... Sin embargo, todavía quedan, pero sin valor teatral siquiera, algunos seres que encerrados
en sus soñaciones, piensan en la ampliación del porvenir, cuando estamos en un primer periodo, en el
desarrollo y lafijación del clisé negativo, de cuya proyección nacerá el pretéritofuturo” (12).
Mariano Benlliure” en honor a la litografia que Benlliure había preparado para la portada
la España joven sea un documento inapreciable de historia contemporánea y hasta una historia del
e
porvenir” (13). La redacción planteaba al público madrileño una serie de cuestiones,
encabezadas por una pregunta principal ¿Cúal es la situación de la juventud ante el
-
problema social? que serán respondidas por José Francés, Práxedes Zancada y Antonio
-
e
Fernández de Velasco, entre otros:
u.
para esa juventud española a la que él mismo consideraba como “la exaltación y la
sensibilidad nuevecita (15). Esta imagen de Ramón en la que se observaba el deseo de una
e
voluntad de cambio en la juventud no se hace esperar y, tras un viaje a Paris, promete
aunque de una forma oculta, la llegada del fUturismo (16), Después de defender en abril O
Fundación y manifiesto del Futurismo por F.T. Marinetti, traducido por Ramón, quien
U
incluso llega a prologarlo a modo de manifiesto en la sección de Movimiento Intelectual
Ramón Gómez de la Serna tome en sus manos las riendas de Prometeo, situación que se
e
9
en su producción literaria. Desde ese momento, los escritos de éste se duplican: crónicas
artísticas, obras teatrales, prólogos, etc. pasan por la revista: el arte de Miguel Viladrich,
mudo, Fe de erratas, ¿Fée?, La Bailarina, Oscar Wilde, Las mujeres que escriben, Una
Sin embargo, para las artes plásticas españolas lo más importante fUe la
la primera proclama del líder fUturista, emparentándose así con otros paises europeos
como Francia e Italia, repartiendo cientos de ejemplares con la nueva Proc/ama futurista
a los españoles escrita expresamente para la revista, que tuvo la ocasión no sólo de
celebrarse.
lo
la juventud artística con la intelectualidad madrileña, algo que lograría, más tarde, en la
u
Sagrada Cripta de Pombo. Sirvió también para festejar un acto al que denominó La
Primavera y para justificar que “nuestras juventudes desprendidas a tiempo de sus privados U
el único acto revolucionario y político que precisa después de las cuotidianas (sic) conspiraciones del
e
arte...” (18).
u.
Borrás (20), Julio Antonio, Ceferino R. Avecilla, Bagaría (21), Andrés González-Blanco, U
Hidalgo, Lezama, Pepe Canalejas (sobrino), Lafora, Salinas, Calleja, Lorenzo Burgos
a
Seguí, Guerra y Alarcón, Maroto (23), Calomarde, Zabala, Rubio, Peguera, Beltrán,
Anipudia, Gómez de la Serna (José), Gustavo León, Menager, Adolfo Salazar (24), etc. a
e
It
de Tristán la define como “el género más humano y de más cabida, el género de los bancos
públicos en los que yo le desarrollaría si no tuviera que afrontar la impertinencia de las multitudes que
Ese estilo personal de Ramón, según Miguel Pérez Ferrero, “estaba dispuesto a
provocar. La greguería será en adelante ese proyectil que, en plena caIle, irá a estrellarse contra fa
cerrazón anónima y abrirá brecha en ella” (26). Así lo desmostró en sus posteriores acciones,
de 1912, con exacerbados articulos que recibían miles de quejas, y más tarde, conseguiría
un lugar en donde realizar todas sus proezas actos y banquetes- y sentirse el sacerdote
-
(27).
“Tristón esta en los prolegómenos de una campaña de descubrimientos. Tristón es ahora con
qué, cuando en esa hora propicia le han hablado de la existencia de algunos artistas jóvenes que x’alen
más que los viejos. A seguida, sólo le han hecho una observación, que viven en las nubes, a una altura
inverosímil sobre los demás mortales. Tristón se ha encogido de hombros y como tiene un espíritu
12
e
Sin duda alguna, sus contactos habían fructificado. Tras la publicación de Li de
que llevaría a Italia a librarla “de la fétida gangrena de profesores, arqueólogos, cicerones y
e
anticuarios.., de los innumerables museos que la cubren de interminables cementerios” (29) a través
e
de la predicación de once mandamientos convenidos en un verdadero programa que
lanzaba “a todos los hombres vivos de la tierra” (30). Ponia de manifiesto cuestiones tan
U.
vitales como el amor al peligro, a la poesía con coraje, audacia y rebeldía, una belleza
e,
encarnada en la velocidad del automóvil, aeroplanos, barcos..., una glorificación de la
guerra, el militarismo, el patriotismo, la quema de museos y bibliotecas, que avanzan e
seguros como regimientos preparados para la batalla: “¡ Alzad bien la cabeza! De pie sobre la
e
cima del mundo, lanzamos una vez más, nuestro reto a las estrellas’ (31). Las imágenes de la
idílico, donde la guerra ha ganado a la tradición, gracias a los nuevos adelantos. Según
e
Ester Coen es “el pensamiento de una era mecánica que velozmente deberá sustituir el lento ritmo
pertenecer al nuevo siglo, de dominar totalmente la naturaleza a través de aquellos medios que ya
e
mochficaron la estructura de la mente del hombre moderno” (32).
e
13
Gómez de la Serna. En comparación con el resto de los paises donde apareció dicho
propagandística para difundir el futurismo, así podemos destacar por semejantes fechas
1909, en Diario das Acores; Brasil en 1910, traducido por Almaquio Dini; además de
daría a conocer por primera vez a los españoles la importancia de las proclamas y, en
Ferrero corrobora su autoría en el libro que sobre Ramón escribió en 1935, coincidiendo
con las memorias que por aquel entonces de la Serna había comenzado a escribir,
“Las páginas de la revista exhiben nombres que un día alcanzarán resonancia y la admiración
ajena a que aspiran y otros la habrán de quedarse en una discreta semisombra. Ramón publica las
En su texto Ramón mostraba un especial interés por las proclamas, como medio
más eficaz para llegar a la sociedad: “Las proclamas deben aparecer desgañitándose a voces,
deben ser briosas, sobrepasar todas las alevosías y todos los exabruptos” (35), tal y como lo había
hecho dos meses antes su amigo Marinetti, quien, en el escrito a la Fundación del
escuchábamos el estenuante borboteo de las plegarias del viejo canal y el crujido como de huesos de
e
los palacios moribundos sobre sus barbas de húmedo verdín, oímos de pronto, bajo nuestras ventanas,
el rugido de losfamélicos automóviles” (36).
e
Ramón Gómez de la Serna lanzaba muestras de aceptación hacia el nuevo
e
movimiento: “El Futurismo (;¡flva el Futurismo!’) es una de esas proclamas maravillosas, que
enseñan arbitrariedad, denuedo, que son la garrocha que necesitamos para saltar” (37).
e
Numerosos vocablos ramonianos se suceden sin parar, apelando a nuevas repúblicas que
e
niegan la estabilidad de los hombres o para crear “hombres subversivos, proclamas, arbitrarios
movimientos sísmicos que chafen sus cosas estables...” (38), que traigan nuevos aires de
renovación como el futurismo, al que llega a comparar con un pasaje de Nietzsche (39)
e
en Así habló Zaratustra (40).
Sus palabras invaden el texto con frecuentes alusiones a la nula importancia del e
tiempo que, con la incorporación auna nueva época moderna, ya no existe (41), a lo que
e
Ramón Gómez de la Serna replica poniendo como ejemplo el triunfo de una ciudad:
“Una ciudad sin inquietud, tirada a cordel, en la que todo estaba determinado, cronometizado u
y dandoseles, aunque dándoseles no se les diera, ni supiera que se les daba, por tenerlo de antemano,
e,
por no dejar de tenerlo, por estar concebido siempre en lo posible, en una posibilidad rasa, seca, sin
originalidad y sin sorpresas), porque si triunfo repito- siendo de ayer no era ya de ningún día tenía
-
e
que ser de hoy, y de hoy hace un momento o dentro de un momento” (42).
a
adaptarse y tan sólo unos pocos podían lograrlo y por ello convertirse en unos
e
fracasados, Ramón les alienta a ser “unos grandes fracasados antes que unos seres sin
a
15
adjeti~’ación aproximada, y sin última diferencia, no porque estén más allá ni sobre todas las
adjetivaciones, sino por estar demasiado acá imprecisable porque está a la espalda, no vemos dónde.
De un hombre que ha dado en su vida un salto mortal... es una gran cualidad.. El que no vale nada es
un hombre mediocre que ni se rompió, ni se sobrepasó” (43). El riesgo que corre el hombre para
dar ese salto mortal y llegar a encontrarse con nuevos movimientos, como el futurismo,
desde la revista Poesía proyectaba Marinetti era para Gómez de la Serna, “esa encantadora
¡Oh no, encantadora no!... desproporcionada ¿No es un adjetivo debilitante, un adjetivo bonito? No,
encantadora no. aguerrida, formidable revista ‘Poesía, ha enconfrado una embocadura proporcionada
por desproporcionada’ (45) que había conseguido revolucionar “el teléfono de las sucursales de
mundo rural y en una pobre intelectualidad, pero ejemplifica con la imagen poética de un
emblema de la modernidad como es el tranvia (47). Ramón lanzaba muchas de las ideas
del líder italiano, como la vista anteriormente relacionada con el mundo literario, que
Marinetti proclamaba en su tercer punto del manifiesto (48). Sin embargo, el futurismo
vendría a representar la libertad de las verdades a través del grito de Marinetti a los
españoles, como antes a los franceses e italianos, a quienes les había llegado su turno:
“una carta olorosa a establo, a leona, a esfinge, una carta de feroz perfume y contexto, en que el
porvenir ya casi núbil nos promete yacer con nosotros, para crear ese hijo extraordinario, a que se
Serna. El líder italiano, como sumo pontífice del futurismo, era para Ramón “una de las
decir lo que en parajes más yermos y en ambientes más crasos, no hemos dicho nosotros” (50).
u
Existían varias objeciones a la proclama italiana que Ramón creyó oportuno
constatar en la suya de una manera muy irónica; en primer lugar, en lo referente a la
dice de la Victoria de Samotrhacia (sic), lo habíamos dicho ya nosotros no ante un automóvil, sino ante
e
(52). En segundo lugar, Ramón alude al estilo retórico del escrito
una maquinilla de afeitar”
y al desprecio hacia la mujer en Marmnetti (53) mientras que Ramón la describía en su
e’
estilo mordaz como la representación.~ “los valores supremos, cosa que quizá no se nota por lo
u
muy habillé que va, por como lafalsifica la vida y porque no sabe aún tenderse y ductilizarse con toda
consciencia (54). e
U
111.2.2. PROCLAMA FUTURISTA A LOS ESPAÑOLES DE 1910
papel de redactor ,efe, estaban relacionados con la toma de posesión de un alto cargo
U
público en la Dirección General de los Registros y del Notariado que el gobierno liberal
a
e-
17
le había ofrecido. En enero de 1910 la redacción lanza, bajo el título “Optimismo”, los
nuevos rumbos que toma la revista: “Nuestro lema de ‘Fuerza, originalidad~ liberalismo” se
subrayará más que nunca con largueza, en su porvenir’ (55). Al mes siguiente, se cambia la
litografia de Mariano Benlilure que presidía la portada por una pequeña imagen de una
cuerpo desnudo, que a modo de sello ocupa el lado inferior derecho del ornato, dejando
todo lo demás libre excepto, la parte superior, donde se coloca el nombre de la revista.
Ferrero que “el año 1910 es solemne para Ramón. Se costea - tiene la asistencia paterna - una
revista casi secreta - ¿hace doscientos ejemplares? - que se titula Prometeo y que, sin embargo, se
Serna publica, según sus palabras “un acontecimiento prometeida’ (57); Un Manifiesto
Futurista sobre España por F.T. Marinetti. Desde allí se anuncia una invasión futurista al
anquilosado ambiente madrileño; al igual que hacia un alio el líder italiano había enviado
importantes del mundo intelectual italiano y francés, Ramón pretendía ser el Marinetti
haremos una tirada especial de miles de ejemplares para inundar de luz de bengala la
sordidez de nuestro ambiente. Será algo rutilantey abrasador que hará cabrillear las aguas patrias,
18
titilear las estrellas y reverberará sobre todo el desvanecimiento de color, de fuerza y de libertad que
Además, Ramón adjuntaba la carta del sumo sacerdote futurista, quien respondía a
tierra. ‘Resumiré en ese manifiesto, de una manera violenta y decisiva, todas mis angustiosas
observaciones, hechas por mí mismo en una excursión que hice en auto a través de España, fijándome
u’
más que nada en la aridez trágica de vuestra meseta central. de Castilla. Se lo em’iaré dentro de una
semana, tal vez antes. Exprese toda mi calurosa simpatía a los redactores de su bella y potente revista
e
PROMETEO.,” (59).
Huirán al descorche todos los curiosos y todos los timoratos y les estallará el estómago más - u
españoles por F.T. Marinetti, escrita expresamente para Prometeo y con un prólogo de
manifiesto de Marmnetti (62). Estos brindis se suceden sin parar, como la bella velocidad
a
U
19
para renovar y crear una nueva situación en la capital. Referencias y menciones al mundo
rebeldía, obús, reflectores... que se extiende por Europa. Tras Ésta, la proclama de
-
Marinetti a los españoles iba ser mucha más radical y decisiva, atacando “rodo lo que muere
muy lentamente en vuestra tierra” (63). Utiliza el mismo estilo literario, con grandes tintes
como ya advirtió en su carta a Ramón Gómez de la Serna - una excursión que hizo en
lugar, a la política del momento, tomando como punto de partida la importancia de una
José Canalejas, que debía conocer Marinetti por sus contactos con la familia De la Serna,
cuyos ideales estaban en la linea del partido liberal (65). No olvidemos que Prometeo
de hecho, el lema principal del rotativo fue: “Queremos trabajar por la desamortización de un
pueblo en que la libertad existe sólo teorizada... Y ahora a la lucha. En frente de tantas revistas de
derecha, es ésta una que quiere ser el campo de todas las izquierdas” (66).
20
El líder futurista, en sus ocho conclusiones finales sobre España, dama la ayuda
de la intelectualidad española compuesta por los políticos, los literatos y los artistas que
e
deben llevar el país hacia el futurismo. Igual que en la proclama de 1909, realiza una
mujer ideal, al proletariado para llegar a derribar el culto al pasado tanto en España como
e
en Italia, que en una Europa en plena evolución, acarreaban un grave retraso.
‘circulo vicioso de sacerdotes, de toreros y de caciques en que vivis aún” (67). Además rechaza,
u’
como pudo observar en su viaje a España, el turismo (68) porque éste no terminará
nunca y seguirán en pie esos cientos de monumentos catedralicios que guardan el pasado U
como tantas otras ciudades italianas: Venecia, Florencia, Roma, etc. Ante esta realidad
a
Marinetti apela al pueblo español:
“¡Españoles! ¡Españoles! ¿Qué esperáis así de abatidos, besando las losas sagradas entre el u’
hedor desangrante del incienso y de las flores, podridas en este arca inmunda de Catedral, que no
e
puede salvaros del diluvio, ni conduciros al cielo, rebaño cristiano (69).
u’
grandes puertos comerciales, ciudades industriosas y campiñas fertilizadas por vuestros jugosos ríos S
aún sin canalizar.. ‘ (70). Con su proclaxna a los españoles hacía una llamada de atención al
e
estado actual de la Península; su retraso, su política, su caciquismo quedaba en manos de
la intelectualidad española, con ella se llegaría a alcanzar el futurismo, pero no será hasta e’
pasado el primer tercio de siglo cuando la Península tome el tren del cambio, venido
e
principalmente de las artes plásticas.
e
u
21
Marinetti por su labor como poeta italiano. Los precedentes más inmediatos tienen sus
ongenes en marzo de 1909 (71) cuando Gabriel Alomar había informado sobre de la
aparición del manifiesto futurista en París, tan sólo dos semanas después de su
cuando Alomar había concebido ese término “futurisme” en una conferencia en el Ateneo
nombre; razón ésta por la que Alomar, ante el nacimiento del movimiento futurista
relación con un articulo a la exposición cubista de las Galerías Dalmau (73), con el
intento fallido de una exhibición de pintura futurista y cubista en el Real Círculo Artístico
futurismo, por la editorial Sempere de Valencia que trataba de una versión libre de la
presentada en Francia en 1911 sobre escritos futuristas (75). Dos años después, los
catalanes E.C. Ricm-t y Rafael Sala visitan Italia y en el café florentino Giubbe Rosse
Más tarde, el papel realizado por la librería de las Galerías Layetanas como sede de
22
progresiva difusión del movimiento a través de algunos catalanes como J.V. Foix, Salvat
articulista de El Liberal que desde Paris realizaba sus crónicas, daba a conocer al público
en que se hablaba del futurismo de manera más extensa en la capital. Esta vez, su tema se
centraba en la literatura futurista y, en concreto, según Gómez Carrillo, en su modo de
e
expansión. Al igual que en La Fundación y Manfliesto del Futurismo, Marinetti
e
continuaba su estrategia de propagar su obra literaria mediante una hoja volandera,
“En el bulevar, hace un momento, me han dado un hoja impresa. Yo creí que era un anuncio
e
de teatro y estuve a punto de romperla, después de haberla cogido maquinalmente. Pero con estas
propagandística con un tema literario elogiada anteriormente por la prensa. El título del
folletín “Una novela de Marinetti, glorificada por Rachilde” había sido ensalzada por la
U,
w
23
“Todos leimos los Cantos de Afaldoror en su tiempo, y todos nos acordamos de frases como
aquélla de ‘Falo desarraigado, ¿por qué saltas así? ; ‘Aíafarka’ me ha producido el mismo efecto que
los ‘Cantos de Maldoror, pues hay en la novela de Marinetti un personaje que toca el piano con las
A pesar de los escasos elogios que recibe el escritor italiano por Rachilde, como
aquella novela que había nacido tras el Manifiesto Futurista. La literatura pasaba a ser
prensa; de esta manera, la labor crítica hacia su autor se anticipaba a la lectura del
sus principios estéticos, con una aplicación a la vida moderna, que según EGómez
Carrillo, suponía “la obra de una gran poeta italiano. Se trataba de ella a la moderna; más aún, a la
futurista... Por primera vez, un autor no tenía miedo de poner sus actos de acuerdo con sus principios y
Una semana después, la crónica parisina sobre el futurismo volvía a ser noticia en
‘ta moda intelectual”, como titulaba su escrito, venía a representar una sucesión de
nombres de literatos que simbolizaron en su época los sentimientos más fuertes de una
nueva generación, desde el Renacimiento con los apuntes de Leonardo, pasando por
Barrés, Paul Adam, Maurice Maindron, Claude Ferrare, Rosny, Louis Bertrand, Charles
Gerrioux, Daniel Losueur, Jean Rochepin... incluso hasta el propio Julio Veme. Los
encarnaria “la creada por el automóvil, por el submarino, por el aeroplano, es la estética que exalta
las voluntades, que despierta los deseos de lucha, quefortifica las atrevidas vocaciones, que familiariza
con el peligro, que robustece el orgullo, que templa, en una palabra, el alma, cual si fuera una espada
de combate” (79).
e
Sin embargo, como anotaba Gómez Carrillo, si se suprimían algunos de los
vocablos como “destrucción”, hallaríamos “una expresión típica de lo que es el ideal de los
adolescentes de nuestros días. ¡Ideal de automovilistas y de boxeadores! exclama con desdén el pobre
-
u
Peladan, cuya teoría de la decadencia latina se ha desvanecido a los primeros albores del despertar de
las nobles frenas triunfantes (80), un proyecto literario que, como la citada lista de
literatos, vendría a configurar una nueva generación en su tiempo pero que, además,
futurista en su novela, programa que había tenido la ocasión de leer en Prometeo, revista
U
en la que trabajaba desde hacia años. Es más, incluso, y a pesar de la aparición de La
proclama futurista a los españoles, le invita a lanzar otra más radical para España y
América en donde los nuevos ideales futuristas anclen en la sociedad moderna (82). Sin
U
embargo, la aparición de dicha novela trajo como consecuencia los primeros
a
Las siguientes vías que tomó el futurismo en relación con las artes plásticas
lanza el primer Man4fiesto de los pintores futuristas, firmado por Umberto Boccioni,
Carlo Dalmazzo Carrá, Luigi Russolo, Giacomo BaIla y (lino Severini, al que le siguió
Lapinturafuturista. Manifiesto técnico, firmado, también, por los anteriores. Más tarde,
cuyo prólogo al catálogo Les Pemntres Futuristes Italiens, se difunden los principales
ideales que se barajaron en la conferencia sobre pintura futurista, difundida por Boccioni
siguieron otros textos teóricos como el Man<,fiesro técnico de la escultura futurista, del
pintor y escultor Umberto Boccioni (11 de abril de 1912), “Los futuristas plagiados en
de agosto de 1913; La pintura & los sonidos, los rumores, los olores. Man~/1esto
referencias parecen contirmarse en las alusiones sobre el futurismo que realizan algunos
críticos, entre ellos, Ramón Pulido y José Blanco Coris. El primero, como veremos, en e
relación con la Exposición de Pintores Integros (marzo de 1915) (86) en donde se alude,
u’
incluso por orden tal y como aparece en el libro, a Boccioní, Carrá, Russolo, Balla,
Severiní y Soffici, y el segundo, en conexión con la muestra que realiza Celso Lagar en la
Galería General de Arte (mano de 1917) en Madrid, en cuyo articulo José Blanco Coris
a
menciona el Mai4fiesto técnico de la escultura futurista (abril de 1912) de Boccioni y
La pintura de los sonidos los rumores, los olon%, ambos publicados en dicho libro (87). u
También podemos destacar algunas revistas que se harán eco del movimiento —
como La Esfera (88). En ésta debe señalarse una vez más la influencia del libro de
a
Boccioní sobre todo en el artículo de Federico Giolli, titulado ‘tos futuristas italianos”,
Precisamente de estas seis obras cinco habían sido publicadas en el libro de Boccioni,
a
excepto Funerales de un anarquista de Carrá.
a
Algunos de los escritos, actos y exhibiciones futuristas tuvieron un eco artístico
en numerosos pintores. En el caso español, artistas que volvían de Italia y Paris muestran
a
los primeros detalles futuristas en las artes plásticas españolas, reflejadas en las obra de
e
arte, principalmente, de Rafael Barradas y Celso Lagar (89).
u
e
27
Como veremos Celso Lagar se encontraba en París entre 1911 y 1914, donde
pudo asimilar algunos de estos manifiestos y ver “in situ” la exposición futurista en la
Galería Bernheim, al igual que el uruguayo Rafael Barradas quien, a finales de 1913, se
encontraba en alguno de estos dos destinos de primer orden vanguardista, París o Milán.
expuesto por primera vez en marzo de 1918, de nuevo en las salas Dalmau.
participaron cuatro artistas: Diego Rivera, Maria Blanchard (Maria Gutiérrez Cueto),
Luis Bagaria y el escultor Agustín Choco. El catálogo a la muestra fue escrito por
Ramón, en cuyo prólogo dividía su discurso en varias partes, de tal manera que el hilo
académico, al que denomina como “el de los otros”, representado por los que “no tienen más
U
que la mujer de blanda pasta y, a veces, lo que llaman huecamente el arte, ese arte unilateral y
desprovisto de ellos y de sus instintos necesarios” (90), del arte nuevo o de vanguardia, que
e
equipara con sus greguerías porque comparten “la discreción ruda y bastante de sus cosas, de
u’
esoque llaman naturaleza muerta y de lo otro” (91). Convencido, se refiere al “arte nuevo
como aquél que siente un amor por las cosas, “un amor confidenciaL repleto, atrevido,
U
crapuloso, largo, numeroso. No es el amor provocado por su fisonomía, ni un amor con el que nos
demos prueba de una ofensiva caridad, sino el amor lleno de confidencias, de contrastaciones, de U’
parecidos, de paradojas, de extrañezas, de adivinaciones. El amor que nos convence y que convence a
U
las cosas” (92).
experiencias “in situ” de Paris y que debieron influir de manera decisiva en la concepción u’
Marie Laurencin y su esposo, el alemán Otto Waetjen, así como los pintores japoneses
U
Foujita y Kavashima; procedentes de México se reúnen también Alfonso Reyes, el
•t
29
De estos encuentros y de sus viajes anteriores, Ramón debió conocer el arte que
catálogo. Ramón, al escribir sobre el amor por las cosas de la naturaleza como algo lleno
de semejanzas, se dirige, quizás sin quererlo, al famoso diálogo escrito por Platón sobre
la Belleza entre Sócrates y Plotarco, el Filebo, tan popular entre los pintores cubistas de
París (94) y, en concreto, en Diego de Rivera quien, años antes, durante sus estudios en
la Academia de San Carlos de México, tuvo por maestro a Santiago Rebulí. Este, en una
de sus clases, le había hablado sobre los conocidos “Diálogos socráticos” de Platón
(95).
Ramón explica la razón del término “íntegros”, concepto del que hablaremos después y,
lo que es más importante, señala - si de alguna manera podía definirse hasta entonces en
comenzaron por el principio, planteándose el problema con todas sus determinantes, quizás
obscureciéndole un poco, porque las iras que suscitó su revolución necesitaban ser cegadas con dureza
implacable, vitriolando al público sin compasión. Después, a la visión total del objeto que ansiaban
representar sucedió la visión simpática en la que, sin olvidar lo que de voluminoso tiene cada cosa, y
sin dejar de contar con el espacio, un criterio selecto y particular decide ciertas cuestiones; después,
atendieron con arrojo a la cantidad de emoción que en ellos despertaban las cosas (96).
‘t4nte todo - dice Ramón -‘ al tener que clasificar a estos pintores no los he llamado ni
Y’
cubistas ni futuristas ni ningún otro ista por el estilo, porque no son nada de eso. Son, va que hay que
Ramón parte de la base que todos ellos fueron cubistas y con el tiempo habían
a
logrado llegar a esquemas más definitivos y renovadores. En realidad, si nos detenemos
sintética, y muchos artistas han llegado a París para conquistarlo entre ellos Diego de
Rivera, quien participa en numerosas exposiciones de la Sociedad de Artistas
Independientes y convive con las nuevas propuestas de Picasso, Gris, Mondrian... Por
e
otro lado, María Gutiérrez Cueto obtiene en 1909 una beca de la Diputación y el
relacionarse con Gris, Lipchitz y Diego de Rivera. Ahora, de vuelta a Madrid, Maria
U
Gutiérrez Cueto y Diego de Rivera van a contar con el apoyo de Ramón Gómez de la
Serna, pero hemos de preguntamos por qué. Si esbozamos en breves trazos la evolución u’
del cubismo en estos pintores, especialmente en Diego de Rivera - por sus experiencias
U
más tempranas a este ismo que María Blanchard veremos el interés de Ramón por su
-
Exposición de Íntegros. a
a
Diego de Rivera, tras su educación en la mexicana Academia de San Carlos,
U
U
31
quienes había conocido en su viaje a Bélgica, que ahora estaban trabajando en el taller
Influido por las formas alargadas del Greco y sus concepciones geométricas se incorpora
a las filas del cubismo, integrándose por completo en la vanguardia parisina, al lado de
personajes como Apollinaire, Alexandre Mercereau, Roger Allard, Blaise Cendrars, los
compositores Stravinsky y Satie, Morgan Russell, los Delaunay, Léger, Chagail, los
cubistas de Puteaux (entre los que figuraban los hermanos Duchamp, Kupka, De la
entonces el cubismo de Diego de Rivera, según Ramón Favela, “había adquirido un estilo
muy personal que contenía elementos derivados de El Greco, de los cubistas cezannistas de los Salones,
de Juan Gris, con calidades muy mexicanas de superficies y texturas delicadamente toscas y colores
exóticos muy saturados... (100). En la primavera de este año, Diego de Rivera inaugura su
expone varios paisajes de Toledo, algunos dibujos y acuarelas pero lo más importante es
el prólogo al catálogo. Está sin firmar aunque se presupone que su autor fue Berthe
Weill, el cual vertía numerosas acusaciones contra Picasso (101). Después de este
incidente exhibe sus cuadros en la Sociedad Manés de Praga (102), y en el Salón de los
Independientes. Como vemos, cuando llega por fin a Madrid, “la carta de presentación”
que presentaba este neocubista para Ramón Gómez de la Serna era larga e interesante.
32
Para caracterizar el arte del joven pintor mexicano, Ramón Favela cita el articulo
del critico peruano Francisco Garcia Calderón (103), en donde se cuenta principalmente
e
la evolución de sus obras artísticas, y del que reproducimos el siguiente párrafo. ‘En
x’arias escuelas nuevas- cubismo, orfismo, neocubismo, simultaneísmo, futurismo, cerebrismo- este e
joven pintor halla tendencias sanas. ¿Es Rivera cubista o neocubista? Se inclina a las nuevas
tendencias y, dentro de ellas, busca libremente su camino... Rivera es (ahora) cubista. Sin embargo,
reuniendo las nuevas obras de Rivera y Blanchard elaboradas en Mallorca, en las que
Apollinaire Méditations esthétiques. Les peintres cubistes (1913) (105) que debía
espacio. De esta forma se pasaba de la fase analítica a la sintética que, ya desde 1912, t
U
33
decisión su pon’enir resulta indefinido, sospechándose que las asociaciones de ideas, de colores, de
cosas y de esquemas serán cada vez más varias, más estupendas, mas vibrantes, más definitivas...”
(108).
Por último, Ramón Gómez de la Serna se refiere a ese “porvenir indefinido” del
cubismo, en donde las experiencias individuales se estaban haciendo cada vez más
patentes, como consecuencia de la Gran Guerra que había provocado la dispersión del
grupo cubista. Además, esas entidades - en concreto, la de objetos o cosas a las que
alude son, quizás, algunas de las composiciones en las que, ya desde primeros de 1914,
-
Rivera había empezado a experimentar con la mezcla de arena y otras materias que se
había iniciado en 1913 con el cubismo sintético; y la de los colores, relacionado con el
aquellos burgueses que poseen o encargan obras de este tipo frente a los nuevos retratos
que ofrece la pintura nueva: “¡Sus retratos no serán nunca, además, como esos retratos anónimos
cuyo personaje se desconoce y que se quedan idiotizados, mirones, absurdos, teniendo la fácil y grave
mirada que quieran los turistas, o los dilettantis (sic) suaves y melindrosos” (109). Imágenes
nuevas, como las de los Pintores Íntegros, que se diferencian de las académicas porque,
dice Ramón: “Ellos, llenos de sensatez, evitan a sus modelos esa falsa semejanza, sin traspiración y
sin ideas, que les harían parecerse demasiado a la especie vergonzosa. Ellos saben que las cabezas son
iguales a las cabezasporque hay demasiados elementos deleznables que las asemejan y tienden a
34
prescindir de ellos e intentan elfrente, el perfil y la espalda. .lfirman la idea del cráneo, y en vez de
dar la superficialidad consagran con su reciedumbre y su rotundidad el carácter Intentan dar la cifra
U’
del parecido, la cifra personal e intransferible, siendo, quizás, el retrato lo más hermético de su arte
porque quizás no se debe conocer a quien no se ha revelado antes ante nosotros, por más que este
apotegma vaya conta la vanidad del retratado y, sobre todo, contra los hombres que tienen muchas
m
condecoraciones y una banda de moiré” (110).
u’
vista, que Ramón, como tantos otros, considera engañoso. El descubrimiento de los u’
cubistas fue representar una tercera dimensión mediante la superposición de planos que
uf
permite ver el objeto en el espacio con sus múltiples aspectos, sin que esto lleve al
aburrimiento del que habla Ramón Gómez de la Serna: “¿Par qué también si en la tarde sólo e
una pincelada de luz nos ha atraído o sólo una masa ingente y venerable, simultanéandose esa
e
atracción con la de otras cosas - un antojo de forma o de color - no ha de reproducir el pintor esas
cosas con la exclusión de todos los detalles inútiles y sobrantes? ¡ Cobardía inaudita, miedo a la
sombra de uno y cochina mentira por exceso de verdad ruin, de formalidad y de etiqueta en esos
movimiento (113) ante lo estático del cubismo, que derivará en una de sus variantes U
este aspecto en las innumerables visiones del objeto que, más tarde, serán fundamentales
e
en el orfismo de Robert Delaunay comenzado ya en la serie de Villes y Tour Eiffel. A
U
35
Delaunay y Diego de Rivera (114) es cierto que el artista mexicano utilizó el concepto
-
podríamos mencionar otra influencia como el posible conocimiento personal entre los
tres - los esposos Delaunay y Ramón Gómez de la Serna -, quienes como veremos
atención a Rivera, “ese Buda que anda con la pesada solemnidad del bronce y que sonrie siempre,
acogiendo así todas las cosas, tanto el crimen como la belleza, presenta algo exuberante, sangriento y
un crimen aquello, el cubismo, que ha matado al arte de la belleza y del que, a pesar de
ser sangriento, le atrae la originalidad, idea que mantiene para su Exposición de Artistas
Integros Mude, también, a las marinas que presenta Rivera como aquella “sensación
íntima y diferente del mar con su base estricta de realidad...” (116) y a uno de los retratos que
llenos de la robustez natural...” (117) que no fue el retrato cubista de Ramón (118) sino el de
pintado en noviembre de 1914, “esa glosa a la guerra, espeluznante, sobria, sin alardes de
caricaturista Luis Bagaría es, de alguna manera, “integro” (120). Según Miguel Pérez
u.
Ferrero, Bagaría, tras la inauguración del 3 de febrero de 1912 del periódico La Tribuna
dirigido por Cánovas Cervantes - uno de las caricaturizados por Bagaría en para la
beocios (121), nombres con los que se denominaron los dos grupos que formaban la U’
redacción del periódico. A partir de esta colaboración en común, aunque también puede
mt
atribuirse los orígenes de esta relación en la revista Prometeo (122), Ramón y Bagaría
mantuvieron una gran amistad que duró más de los cuatro años que el artista catalán e
caricatura, sobre todo, en sus revistas gráficas y en los concursos anuales de José
Francés para estos artistas (123). Además, la nueva generación de 1914 encabezada por
ml
José Ortega y Gasset proyecta una visión renovadora de la política del pais distinta de la
culturales hasta el punto que, como dice Antonio Elorza, “el distanciamiento se establece en
U
el campo el lenguaje, de las formas curvas de procedencia modernista, que presiden tanto la línea de
Lo que observó Ramón Gómez de la Serna en el arte de Luis Bagaría fue un gran
a
cambio en su dibujo “atrevido, simpliflcador y voluntarioso” (125) que aunque nada tenía que
u’
U
37
Choco, sí adquirían ese concepto de “integro” que tanto en el arte de los anteriores como
entendió como “corazonadas tan sinceramente dichas y una luz tan tierna y personal. que se entra
en el medio que describe: porque si en los lienzos de Bagaría nada se desplaza como en los lienzos de
Rivera y Afaría Gutiérrez. sin embargo, también transita Bagaría por ellos” (126). Las
Exposición de Íntegros, igual que hizo con Rivera (127), dedicado únicamente al arte de
Bagaría. Se trata, sin duda, por sus aportaciones en el arte de la nueva etapa del
Íntegros (128)
Por su parte, Maria Gutiérrez es considerada por Ramón como “viajera que acaba
de llegar de vuelta del país de las obscuras cavernas y del país de las cumbres radiantes’ (129). Si
analizamos esta frase con exactitud y haciendo hincapié en los viajes de Blanchard y
Rivera nos damos cuenta que Ramón habla del mundo de las oscuras cavernas
protagonizado por el centro neurálgico como era por aquel entonces París y sin
embargo, Mallorca, lugar donde habían pasado una breve estancia para instalarse
después en Madrid, es el país de las “cumbres radiantes... de grandes bosques de flores inmensas
conjuntamente, escogiendo de una la arista convincente y de otra el mango, sobre tal cantidad de
38
pequeños planos y tan numerosa profusión de claros obscuros que adquiere cierta confusión el lienzo”
r
(131). Denominar oscuras cavernas al país originario del cubismo, contUsión de
u.
pequeños planos en los lienzos de Blanchard, cosas sangrientas en los de Rivera, etc. no
es un apoyo sincero a la integración de este nuevo ismo en la capital madrileña sí, por el
e
contrario, una manera más de provocar al espectador.
e
Por último, Agustín o “el Choco”, el salvaje, representa “el hombre sin prejuicio
ninguno y sin ideaL el manchego que labra el campo, el hombre rústico que sólo ha estado una vez en
u’
el Aluseo, que no sabe leer ni escribir, que no ha aprendido de nadie, que se deja engañar
ingenuamente y un día cree que un gigante que quiere ver sus cosas, al no poder entrar en el cuarto en
mt
que trabaja, asomara un ojo tremendo por la ventana; otro día cree de verdad que sus cosas valen un
millón, y espera al multimillonario que le anuncian, que ha anunciado su llegada desde Chicago. El no
sabe explicar sus cosas, aunque es lo bastante prudente y ecléctico para admitir todos las
explicaciones..’ (132), que Ramón pretende convencer del primitivismo de este hombre, a
relacionado con las teorías que circulan por Europa durante esta época o los matices
mt
cómo acogerán la muestra los críticos. Estos no entenderán su Exposición; por eso, dice
mt
Ramón, “gocemos nosotros, los muy solitarios, las primicias suculentas, que ya en el porvenir,
cuando hayan acabado en la pintura las improvisaciones, las oratorias, las cosas, obscuras, e
embetunadas, neutrasy pasmadas,... pero dejándonos un fondo acre que callamos, estas obras íntegras
mt
serán la diversión y el consuelo que eviten esa jaqueca, esa parálisis parcial. esa neuralgia que
provocaban antes los museos y ante las nuevas cosas expuestas acreceremos todos los días la vida en
uf
mt
39
Después de las dos proclamas sobre el futurismo presentadas por Ramón Gómez
hemos visto, la presentación del cubismo. Tal y como exigía el evento Ramón se ocupó
del grupo de Pintores Integros al público madrileño resultó tan escandalosa que el propio
comentario:
“Va a ser la primera exposición cubista que va a ver España, y en un salón de Arte de la calle
del Carmen se montan los cuadros y las esculturas. Me exigen que yo hable el dia de la inauguración,
pero yo enjo por mi parte que para que el público no discuta mis palabras contrastándolas con el
potente misterio de los cuadros, estén cubiertos durante la conferencia. Así se hace y la concurrencia
me escucha sin escándalo, encabezado el público de artistas y curiosos por don Ramón del Valle
Inclán, que bajaba los ojos mientras escuchaba. Se quitan los paños que cubren los cuadros y las
polémicas airadas comienzan, rogándole yo a Diego Rivera que no vuelva al salón, porque Diego
quena usar contra los filisteos su gran bastón hecho con un tronco de árbol. En el interregno de esa
muestra de Arte nuevo, Diego pinta mi retrato cubista y se expone en el escaparate de la misma Sala de
Exposiciones, pero al segundo día se recibe una comunicación de la policía mandando que se retire el
cuadro por cómo está provocando un escándalo público constante. La nueva simiente ha sido lanzada y
nosotros reimos y discutimos llenos defe en la renovación del decorado intimo de la vida...” (135).
Exposición cubista en España, ya que tres años antes el galerista Josep Dalmau se había
adelantado con la muestra colectiva de arte cubista, si pudo haber tenido un carácter
40
favorecedor o difusor en aquellos artistas que, exiliados por la guerra europea, llegan a
Madrid, como el pintor mexicano Diego de Rivera pero quedaría, muy lejos, por otro
u.
lado, de poder ser identificada con el aspecto de promotor de arte de vanguardia
u’
u’
mt
uf
Interior de la Exposición de Pintores Íntegros
a
Aun hoy en día, se pueden observar algunas muestras de veracidad de los paños
que estuvieron tapando los cuadros en uno de los rincones de la sala, quizás en la única e
uf
mt
41
fotografia que existe (136), mientras Ramón Gómez de la Serna pronunciaba una
Íntegros. Ateniéndonos al catálogo, las obras presentadas fueron cuarenta y una y sus
(grupito) y El guerrero (relieve); Bagaría, con tres cuadros -Avila, La torre y La plaza -
y ocho retratos; Gutiérrez Cueto exhibía ocho obras: Academias, Naturaleza muerta,
núm. 1, Naturaleza muerta, núm. 2, Figura en movimiento, Cabeza sobre fondo blanco,
Cabeza sobre fondo verde y ‘Madrid”y, finalmente, Rivera con trece obras, seis pinturas
de Mallorca datadas en 1914, una de Madrid, también de 1915 y seis retratos realizados
en 1915.
presencia de dos o tres escultores más, que dejan entreabierta la posibilidad de algún otro
participante, o por el contrario, de que se trate de una contUsión: “Ya tenemos cubismo, y del
más definitivo y característico. Un pintor mejicano, el señor Rivera, de quien nos aseguran que antes
de dedicarse al nuevo arte, pintaba razonablemente, una señorita Gutiérrez, de la que se presume, en
medio de la incompresible manera a que hoy se dedica, una dibujante de trazo certero, algún pintor
más, y dos o tres escultores. Son los heraldos de la nueva religión pictórica y escultórica, cuyo
iniciación en España se exhibe para la admiración del público en un establecimiento de la calle del
Carmen” (137).
42
libro Automoribundia, que informan de la llegada de París del escultor ruso Lipchitz y
mt
del mexicano Diego de Rivera (138) y un extenso articulo dedicado al escultor con dos
que reproducida completo años más tarde, en 1931, en su libro Pinos refiriéndose al
e
Lipchitzmo (139). El escultor ruso vuelve a Paris en mayo de 1915, y en una carta
Madrid (140). Sin embargo, y pese a algunas coincidencias creemos que no existen datos
u’
Las obras presentadas por los artistas íntegros en el Salón Kuhn o Arte Moderno
siguen despertando una gran curiosidad por todos los historiadores de este periodo, en
a
primer lugar porque son, en su inmensa mayoría, desconocidas. Así, de las 41 obras que
formaban la Exposición, tan sólo se conoce El Retrato de Ramón Gómez de la Serna por a
Diego Rivera que, en realidad, no formó parte del catálogo original, sino que, más tarde,
u
Eiffel que realizó Rivera con alusiones a la guerra, que Ramón Favela ha descrito como
e
“la combinación de una especie de fantasma de la torre, arriba y dentro de la “Grande Roue’ en
movimiento, se ve detrás de lo que parecen ser diversas vistas de la proa inclinada de un navío. Planos uf
amplios, inclinados y transparentes que revelan las comisas de los edificios parisienses, también
uf
mt
43
aparecen dentro de marcos puntillistas decorativos y empastados. Más allá de las imágenes icónicas
grisáceas delfondo sobresale vigorosamente un edificio de fachada azul verdosa, blanca y roja alfinal
de una calle vacía y protosurrealista” (144) y que aparece reproducida, según nuestra
cuadro por la izquierda). Otros fueron, según Ramón Favela, Plaza Toros, La
Naturaleza muerta con damajuana (Ultima hora) (145), y un desnudo titulado Madrid,
Blanchard.
La aparición de estas obras nos sitúan en uno de los períodos más interesantes de
fueron realizadas en una breve estancia en Mallorca, donde había trabajado con un
rectangulares que combinaba con motivos típicos de la costa mallorquina como palmeras
peculiar cubismo que quiso emprender Mondrian, de quien era amigo Rivera hacia 1912,
y que se puede observar en la serie Árboles del año 1912 del pintor ruso y, en Rivera, en
it u
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y no, como afirma Ramón Favela, a su marcha: “el gran retrato del arquitecto Jesús Acevedo,
uno de los últimos cuadros que pintó Rivera antes de salir de Madrid para establecerse en París’
(147). Dicho cuadro invertiría, pues, el proceso que Favela propone por el cualEl m
u
45
Retrato de Ramón Gómez de la Serna (1915, Óleo sobre lienzo, 109 x 90 cm, Colección
de Plácido Mango) es anterior al de ElArquitecto, (1915, Óleo sobre lienzo, 144 x 11,5
cm, Ciudad de México, Museo de Arte Alvar y Carmen T.Carrillo Gil) opinión que no
compartimos (148).
mostraba una nueva etapa en su trayectoria artística. Sin duda, sus fases en el cubismo
estuvieron delimitadas por tres tendencias o más, que Olivier Debroise ha dividido
elementos futuristas, paisajes y retratos: 19 13-1914 cubismo imitativo analítico, estudio del espacio de
conexión con su ‘forma híbrida de cubo-futurismo que Rivera practicaba entonces provenia
probablemente más de Léger y de los cubo-futuristas rusos que directamente de los futuristas. (Se
conoce la amistad entre Gino Severini y Diego de Rivera, pero no existe información acerca de las
pronto como Rivera se marchó a París, pero que más tarde volvería a surgir en la
Península en otros artistas que influidos recíprocamente lanzarían de nuevo unas obras
donde las formas se construyen a base de grandes rectángulos que a veces se entrecruzan
46
para formar triángulos y rombos sino que, además, muestran claramente influencias de
pertenece al papier collé inventada en 1913 por Braque, cuando utilizó en un bodegón
e
papel que imitaba el veteado de la madera y que, además, Rivera ya había utilizado
Otro de los cuadros que formaron parte del escaparate del Salón Kuhn fue, como
u
47
descripción que ha sido considerada para unos como “el método que se siguió para pintar su
retrato cubista y simultaneista, para el que acuñó el término de retrato ‘rotativo (153) y para
otros, Rivera “se vio obligado a recurrir al movimiento: el retrato es una naturaleza ‘viva’, y admitió
en su cuadro otros elementos. Tanto por los temas tratados como por la compenetración de tiempos y
rastro (1915, Óleo sobre tela, 27’5 x 38’5 cm, Colección Dolores Olmedo). La inclusión
u
de esta obra se ha basado en la mención de dicho cuadro en las crónicas artísticas como
la de A.Bonnat, quien alude al emplazamiento de dicho mercado: “Esos cuadros que parecen
u’
e
Diego de Rivera, El rastro (1915)
Oleo sobre tela, 27’5 x 38’5 cm.
Col. pafl.
u’
descripción que hizo de ella el propio Ramón en su libro Retratos Completos (156). e
uf
a
49
durante 1909 en su maestro y, más tarde, se acerca de forma natural al colorido fauvista
de Kees van Dongen, como Femine ata Colonnes de 1910, (Colección particular), o
parisinas. Se trata de una presencia fisica directa resultado del dominio casi escultórico
-
del dibujo pero que se inserta en un fondo monócromo irreal que obedece a esquemas
-
derivados del simbolismo y del arte del Ferdinand Hodíer de La Noche de 1890
El caricaturista Bagaría presentó once obras de las cuales tan sólo se conocen sus
retratos. Sus cuadros estaban realizados, según el diario La Tribuna, ‘de una gran finura de
color ~ de mucho sentimiento moderno, son preciosos. Las ocho caricaturas personales que exhibe -
‘Azorin’, Romero de Tanes, Néstor. Tomás Borrás, Anselmo Miguel Nieto. Salvador Canovás,
u’
Cen’antes y su autocaricatura” (157). Sin embargo, para otros críticos, como Ramón Pulido,
U
sus obras “no tienen que ver nada con las obras de sus compañeros” (158). A pesar de la falta de
u’
u.
mí
Luis Bagaria.
Caricaturas de Ramón Gómez de la Serna y Benito Pérez Galdós
e
(Gil Blas, Madrid, 5-10-1915)
u
51
Por último el escultor Agustin-Choco, conocido hoy en día por ser el criado del
escultor Julio Antonio (159), exhibió diez obras. Sus trabajos causaron escaso interés en
las crónicas artísticas, y así, por ejemplo, desde La Tribuna se argumentó que sus
proyectos eran “la obra de un ingenuo y muy interesantes por lo mismo. Algunas de ellas revelan el
instinto del escultor, al que sólo falta la perfección plástica que da la educación y el trabajo” (160);
otros, por el contrario, le calificaron de escultor que “quiere imitar a los escultores primitivos
Serna en su prólogo al catálogo llegó a situar entre las otras tendencias el cubismo de
-
Antonio quien por aquel entonces participaba en las tertulias de Pombo, en donde
Serna después de haber leído todo el diccionario, ‘palabra por palabra, esa es la palabra que
les caracteriza, sin acosarles ni anticuarles. Ellos son íntegros, lo que quiere decir llenos de si,
ponderados e insobornables. Como integros que son, ninguna fórmula entra en su integridad, que se
produce atenta sólo a si misma y dictándose nuevas leyes cada nuevo día..” (162); su significado
remitía a lo completo, a aquello que no carecía de ninguna de sus partes, de una perfecta
‘queriéndoles esclavizar, por lo menos, en esa fórmula por la que pasaron, va que ella está esclavizada
e
por tantas cosas... La fórmula cubista ha evolucionado en ellos. Fueron cubistas porque comenzaron
por el principio, planteándose el problema con todas sus determinantes, quizás obscureciéndoles un
a
poco porque las iras que suscitó su revolución necesitaban ser cegadas con dureza implacable,
vitriolando al público sin compasión... “(163). Por otra pane, dicho vocablo es utilizado en su
Primera Proclaina de Pombo (1915) para hacer alusión a lo nuevo: ‘¿Y tendremos que
u
insistir más en demostrar cómo se les ve a esosplebeyos cortesanos, que intentan agredir cuantas veces
a
Si Ramón Gómez de la Serna ~e refería a InQ Tntegros coma el na~n ~le urna face
cubista que ha evolucionado hasta llegar a ser íntegra y completa, los numerosos críticos u
textos como el de Guillaume de Apollinaire, Los pintores cubistas (1913) que Ramón
(167) pero también de futuristas (168), designación que parecía tener su origen de
u
procedencia bien en la publicación de los manifiestos fi.ituristas por el propio Ramón,
bien por la difUsión de el libro Elfuturismo, por la editorial Sempere de Valencia, que —
t
53
futuristas o bien por las noticias que llegaban sobre dicho ismo desde Cataluña o la
La crítica fUe tan dura y negativa que se convirtió en un estímulo para que el
Tribuna, Nuevo Mundo, Heraldo de Madrid y Mundo Gráfico; mientras que, de los
José Francés, puntual a su cita con las crónicas artísticas de la capital, saludaba la
llegada del cubismo; negativa e, incluso, irónicamente, realizaba una llamada de atención
a Eduardo Chicharro, quien en 1907 habia sido profesor de pintura de Diego de Rivera -
instruido en el arte del costumbrismo, hasta tal punto que le invitó, en 1908, a participar
cuadro titulado Valle de Amblés, obra que inspiró a Gómez de la Serna para escribir:
“El valle de Amblés es casi inabarcable, ensayo de un nuevo modo de ver más in extenso el paisaje”
(170). Aquella Exposición, quizás, le invitó a recordar las palabras del profesor
Eduardo Chicharro: “Hace algunos años, cuando todavía esos del cubismo, del futurismo y otros
cosas por el estilo eran una novedad en el mundo civilizado, me decía Eduardo Chicharro: Verá usted
cómo eso no llega nunca a España. Los españoles tenemos siempre un obstáculo insuperable: el miedo
54
al ridículo. Por temor al ridículo no seremos nunca arbitrarios ni renovadores en ningún sentido; pero
0
a cambio de esa desventaja tiene nuestro temor la ventaja de evitarnos lamentables equivocaciones
(171). a
A pesar de recordar que el joven discipulo de Chicharro era uno de esos cubistas,
U’
el propio José Francés afirmaba, aun habiendo estado en Paris, que no sabía lo que era el
cubismo, quizás también como opinaba el pintor, por temor al ridículo: “¿Oiga usted, qué
significa eso? - me preguntaba un infeliz señor a quien todavía le parecen buenos los cuadros... Yo,
u.
temeroso de confesar que un critico de arte no sepa lo que significa una cosa en la cual se han
empleado los mismos útiles que se emplean para pintar cuadros, sonrel con aire de iniciado, con un
hermetismo que al buen señor le debió acortar imaginativamente la distancia de Madrid a Leganés. Sin
embargo, ahora que no nos oye nadie, les diré a ustedes que yo tampoco sabia lo que significaba
eso. .. “ (172).
U’
mostraba a Rivera y a Blanchard delante de una supuesta obra cubista, que no aparecia
u
después en la reproducción del mismo texto, que publicó José Francés en El Año
visto, la revista gráfica Gil Blas de Madrid, en el apartado “Cajón de Sastre”, presentaba
u
una caricatura cubista del dibujante Francisco Mateos titulada Diego de Rivera (174).
a
mí
u
Allí, Mateos había intentado representar la figura del pintor descomponiendo sus partes
principales: cabeza, manos, cuerpo... que colgaban de una supuesta cuerda aludiendo
bien a la facilidad de realizar obras cubistas, hasta los dibujantes de caricaturas podían
bien a un arte que por su desestima merecia estar colgado bien al característico aspecto
Otra de las crónicas que se dedicaron la muestra fUe la Heraldo de Madrid, que
bajo las letras de su autor anónimo SN ofrece una prueba más de la incomprensión de la
propia tía Javiera, pues aún faltan dos meses creciditos para San Isidro, sino a los cubistas, que ayer
inauguraron la primera Exposición que en España hemos visto de cuadros de cubismo, cubicados, o
cuberos o como se diga.. en la pintura de los cubistas mi incompetencia es total, absoluta, rayana en el
a
modo de pensar que puedan tener los pedruscos respecto de la preciosa suerte de i’aras en los toros....
Al ver un cuadro en cubos, primero quedé como quien ve visiones, y después caigo en horribles
e
planchas, de esas que dejan al planchista más corrido que una...
- No, señor replica cualquier iniciado o el catálogo -: es el retrato de una hermosa dama
- 0
-¡ Ah!
e
- Sí. muy hermosa
~¡Caracoles.~
L.,.
<Vii, ‘tU flLJV cÁJrUUuIca.
e
Y así con todos los cuadros, porque no acierto uno..
aunque si bien dejó una profunda huella de espanto en la vida artistica no solidificó como
e
hubiese querido su promotor. Se la calificó incluso de arte cobarde, de modernismo o
e
chifladura, de pesadilla que todos repudiaban por su agresividad en el campo de las artes.
El efecto de provocación, de risa, de humorismo que Ramón consiguió con la
tiempo en el crítico de arte AR. Bomiat: “Ya me lofiguraba. Cuando aún no hace dos años
a
57
contemplaba, en el Gran Palacio de París. pinturas del género llamado cubismo, lo pensé. E? día que
esto llegué a mi tierra, lo que se van a divertir por allá! .Así ha sido (176) e incluso el propio
Ramón reconocerá más tarde, en 1931 que “en el cubismo, en el dadaísmo, en el superralismo y
en casi todos los ismos modernos hay un espantoso humorismo que no es burla, cuidado!, ni estafa, ni
es malicia callada, sino franca poesía, franca imposición. franco resultado. La burla es no creer en lo
que se dice, distanciarse de ello, no amarlo apasionadamente. encontrarlo ridículo, y en todos esos
humorismos del nuevo arte hay solaz que termina en su propia obra, y están sus artistas unidos
espiritual y carnalmente a sus temas, encontrándolos gallardos y dignos, pudiéndose decir que los
lloran con emoción al mismo tiempo que los ríen. Por eso cuando el público, ante las cosas modernas,
cree que el autor es un guasón. es que no comparte las complacencia interior de otros motivos que los
que a ese público le complacen, es que no ve que como objetivo de contemplación el artista actual
Para el crítico Bonnat, las obras cubistas tenían un sentido más de reflexión que
produce goce y tranquilidad: “Esos cuadros que parecen trozo de mosaico o un puesto del Rastro,
U’
invitan a la meditación, porque concluye uno por no saber a qué atenerse, respecto a su propia
personalidad y es cosa de salir dando voces y diciendo: -¿Yo, soy yo? ¿Tengo los pies en la cabeza?
~El estómago se me ha bajado a una pantorrilla? ¿Qué pasa aquí? A primera vista, estos cuadros
causan peor efecto que un puntapié en una espinilla, pero en cuanto los contemplamos tran quilos, U’
Pese a que, en general, la presentación del cubismo flie considerada como una
U’
algo más que insignes imitadores del arte nuevo. A este respecto, el critico de arte
a
Ramón Pulido, basándose en el libro de Boccioni Pittura Scultura futurista (Dinamismo
plastico) (1914), afirmaba: “La exposición no me interesó nada, porque Afaría Gutiérrez y Rivera, —
que son los artistas que alardean de arti stas futuristas o íntegros, son un reflejo muy débiL un mediano
e
plagio de las aberraciones que Boccioni, Carra, Russolo, Halla, Severini, Sojfici y otros pintores han
expuesto por esos mundos de Dios, demostrando que una vez puestos a delirar artísticamente lo hacían
a
de tal forma que llegaban a inquietar al espectador. Nosotros conocemos obras de Maria Gutiérrez,
pintora que ha manifestado que, cuando quiere, sabe hacer un trozo del natural, sazonado y bello, lo
mismo que Rivera. Ahora los (sic) ha dado a estos artistas por hacer manchas geométricas en unos
mp
lienzos y decir que representan desnudos y retratos, allá ellos. Los que tenemos la misión de expresar
nuestra opinión ante el público en materia de arte debemos manifestar a éste, que no merece la pena de
a
que pierda el tiempo visitando esa exposición” (180).
e
59
ABC, como uno de los rotativos de más tirada, aludia a los Pintores íntegros de
una manera moderada, incluso explicando en breves palabras, sin llegar a introducirse en
“Así se llaman algunos jóvenes artistas del pincel que acaban de constituir un grupo para dar
a conocer y para fomentar una modalidad nueva del cubismo. Los íntegros están siendo estos días
objeto de curiosidad de los técnicos y del público en una Exposición de trabajos... Jóvenes de
señorita Gutiérrez y los Sres Agustín Choco. Bagaría y Rivera han llevado a la Exposición las primeras
(181).
Federico Leal, trajo a Madrid, a pesar de todo, un aire renovador que suscitó curiosidad
muestra del pintor Ochoa: “a raíz de la hecha por los pintores cubistas yfuturistas, es una prueba
del escaso valor del snobismo y la enorme importancia de la pintura tradicionaL..” (183). Se
establecia así un binomio, bien diferenciado, entre estas dos corrientes pictóricas,
extrema dominada por aquellas inquietudes de jóvenes pintores, como Diego Rivera y
De nuevo José Francés, esta vez desde el Mundo Gráfico, seguía atacando a la
muestra, que parecía no haber olvidado fácilmente. Esta vez, la exposición “K-Hito”, en
de arte Afoderno, una interesantísima Exposición de Caricaturas. Sin duda, los propietarios del lindo
Salón de la calle del Carmen se proponen alternar la fealdad con la belleza, puesto que también la
admirable Exposición de los Larra a sustituyó a la infausta de los pintores íntegros (184).
e
Incluso tres años después, El Día publica un artículo sobre el pintor catalán U’
de ellos. El primitivismo del pintor catalán no es una cosa querida, falsa y convencional; ni aún a
siquiera acepta los asuntos manidos, de riqueza arbitraria o de contrahecha unción, sino que es un
a
primitivismo realmente infantil, lleno de buena fe, de efusión de ternura cándida (185).
manifestos y expresiones cercanas a lo que pudo ser aquel evento nos encontramos ante
- a
la reacción del público madrileño, un público que, sin estas crónicas, dejaría de existir
e
por la ausencia de datos o documentos escritos más fiables, de tal forma que constituyen
como frente socio-cultural una clave imprescindible para analizar la situación madrileña O
a
61
en aquella época. No en vano, en todas las crónicas aparece un público activo aunque
papel del público como receptor de esas criticas diarias a las exposiciones, se iría
Domenech se preguntaba: “¿Cómo se visitan los Museos y las Exposiciones? Sin una preparación
adecuada. ¿Saben las gentes leer lo que hay en un cuadro?... Burla, burlando, la pluma ha corrido
mucho para hacerte ver, lector, la situación negativa en que se halla el público para apreciar
Una de las causas principales de este estado social era el índice de analfabetismo,
que en 1915 seguía siendo muy elevado. Madrid contaba con una estructura demográfica
repartidos en los demás sectores. El coste de vida durante ese año es de un 108 % Una .
familia de un jornalero de clase trabajadora debía subsistir con 4 pesetas diarias, de las
cuales gastaba 3’05 pesetas; no muy lejos quedaban las 3’ 75 pesetas que gastaba al día
una familia de clase media (187). Por otro lado, entre 1915 y 1919 tan sólo tres
Santander); a todo ello hay que añadir el escaso dinero que dedica el Estado en
Educación, tan sólo un 3%, y eso, si apuntamos que ya en 1900 se había producido un
coste de la entrada de una exposición, que rondaba entre 0’25 y 0’40 céntimas, de lo que
se desprende que la clase trabajadora y la clase media no eran las más aptas para
62
presenciar estos actos por sus dificultades económicas, a excepción de las exposiciones
nacionales de Bellas Artes, que eran gratis los domingos o bien, como veremos a
e
continuación, el acceso libre a exhibiciones artísticas de carácter “extravagante” o
“humoristico”, como fue la de los pintores íntegros. De esta manera el público que
visitaba estos eventos era principalmente intelectual, gente de clase alta y aristocracia.
e
Cierto es que José Francés, como principal patriarca de las críticas artísticas de la —
capital, fUe uno de los primeros que reaccionó contra el grupo de artistas que formaban
a
bajo el estandarte de Íntegros, pero también lo hizo contra el público, lamentándose en
ocasiones del éxito que había obtenido la muestra, mientras que las exposiciones e
“Veremos si ahora, con un cartel llamativo que ‘grite’ desde las paredes, al lado de los
a
carteles de toros, el público se decide a visitar el palacio (¡.9) de Exposiciones del Retiro. Yo creo que
no estaría de más instalar una solita, aunque fuera pequeña y se entrara a ella con permiso facultativo,
u
de cubistas, futuristas u otra cosa por el estilo. La instalada en la calle del Carmen ha sido un éxito
enorme, asombroso, sin precedentes... Hubo que llamar parejas de guardias de Orden Público (188), e
no para dentro, como supondrá algún desgraciado que todavia cree en la belleza sin cubos ni
a
futurismos, sino para fuera, para contener el público que se disputaba la entrada al saloncito Arte
Moderno, como el puesto en la taquilla del abono a los toros. Y con esa comparación creo decir
e
bastante. Claro es que este éxito no lo obtuvieron nunca en España las verdaderas obras de arte y
demuestra una vez más la cretinidad del público español. Por eso digo que no estaría de más una salita a
a
63
estrambótica como cebo, o por lo menos, un cartel que no se supiera lo que representaba pero que a la
podria amaestrar por falta de cultura y que debería visitar otras exposiciones,
llamémoslas de tendencias oficiales, capaces de ofrecer “humanas figuras, paisajes que son
paisajes, y i’arios objetos que recuerdan a otros usuales y corrientes con la ventajosa d¡ferencia de que
son más bellas y artísticas (190); precisamente una de estas exposiciones, la de los
público de gentio, sin cultura, incapaz de acariciar una obra de arte académica por su
falta de sensibilidad, que acude en masa a ver un espectáculo artístico y por su grado de
eficacia se acuerda de él, frente al potente e instruido burgués que acapara el escaso
crítico A. R. Bonnat, quien recoge -¿o imagina?- una cunosa conversación entre un
para el reconocimiento de una obra o un artista; éste último, absorto ante las
composiciones cubistas, pregunta al padre quien, por su experiencia artística, debe saber
desarrollar su papel y qué es aquello que allí se representa. En realidad, ésa era la
situación que vivía la capitalidad del arte oficial español. El crítico, por su condición de
primeras premisas hacia este nuevo arte eran patentes. En primer lugar, se apela a la
e
aparente facilidad de realizar un arte moderno, cualquiera podía hacerlo, lo que trae
como consecuencia el desprecio hacia las artes plásticas modernas, a diferencia de las W
la técnica:
- Oye, papá. ¿ qué significa eso?
a.
-Hijo, así, de pronto, no te lo puedo decir A veces, me parece un barril de escabeche y otras veces, un
mecanico.
u-
Este nuevo género de pintura abre un porvenir seguro para mucha gente. ¿Quién no se
atreverá ahora embadurnar una tabla, pintando grandes manchones rojos y verdes y afirmar luego que
a
65
-Cuatro cosas. Visto de este modo, es un atardecer; dándole media vuelta, es un emperador romano;
otra media vuelta y es una batalla, y por último, boca abajo, es el interior de una carboneria.
-¡Preciosa!
Antiguamente. el que se hollaba en posesión de una retrato al óleo de un antepasado suyo, sabia que el
-Sí, señorito, y eso que hay días en que parece que al pobre señor le duele el hígado y me lanza unas
-¡Calla, tonta! Si siempre está igual. Ya i’es, ¡cómo quieres que cambie una pintura!
Ahora es distinto. Ahora se adquiere un cuadro de esos>’ se le puede atribuir asunto distinto cada
quince días.
-Mañana tenemos a almorzar al tío Eustaquio. ¿ Te parece que ponga el cuadro con uno de los lados
hacia abajo y le diga al tío que es un retrato suyo que hemos encargado?
-Pues, le aseguraré que es una vista de Zamora y esto le gustará, como él es de allí.
-Según. En los ratos en que el cuadro parece Sevilla, eso es el Guadalquivir. Hoy nos haremos cuenta
de que es la calle Mayory que esta mancha representa la droguería aquella que hay en la esquina.
-Menos mal; pero habéis debido comprar en vez de este cuadro el retrato de Belmonte.
-¡Si también representa eso! Verá usted A ver, Dorotea, ayúdame a volver el cuadro ponerle ahora y
- ¡Horror!
Y, como es consiguiente, el pobre señor, sale loco de la estancia, baja la escalera y se lanza a la calle
Esto es el progreso invadiendo los terrenos del arte, para hacerlos más asequibles a todo el mundo. .4
•1
unos, porque por el mismo precio. o sea adquiriendo uno, se puede tener una galería completa y a
-Sí, está precioso. ;~Ie lo ha hecho un chico cubista y es utilisimo, porque al mismo tiempo que mi efigie O
representa la jura de bandera en la Castellana, la fórmula para hacer macarrones a la italiana, una
u
aventura del Quijote y un tarro de vaselina. ¡Todo en una sola tela!
-Según. Yo creo que está mejor el tarro de vaselina, porque tengo yo la culpa, pues no quise que me
pusiera la nariz que al mismo tiempo representase un tirador de campanilla y eso despinto algo.
1Señor, señor: a qué extremos conduce la extravagancia, y las carcajadas que lanzará el pintor
0
Picasso, inventor de la tomadura de pelo a todo color!” (192).
Para finalizar, diremos que las crónicas artísticas, por lo general, aludían a la
e
confusión reinante de un pública absorto ante una pintura que se presentaba como la más
innovadora pero que constituía, pensaban, también un desatino en las artes plásticas: u
“Los cuadros de la señorita Gómez y del Sr Rivera son cubistas y el desconcierto se apodera
e
del espectador a la vista de las producciones de esa extraña escuela nueva, que ha dislocado reglas y
e
67
111.6. NOTAS
(1) Jaime Brihuega Sierra, Las Vanguardias artísticas en España. 1909-1936, Madrid,
(2) VV.AA. Ramón en cuatro entregas, Tomo U, Madrid, Museo Municipal, 1980, p. 17.
1974, p. 296.
(7) Miguel Pérez Ferrero, Vida de Ramón, Madrid, Cruz y Raya, 1935, p. 24.
(8) Luis Ruiz Contreras, Día tras día. Correspondencia particular (1908-1922), Madrid,
‘Pombo es una cripta venerable y llena de recogimiento, la cripta profana y civiL así como la
cripta de la Almudena es la cripta religiosa... Así en Pombo vemos todo lo anacrónico en su digna,
vaga y confusa zarabanda, de un modo que crisparía a cualquier erudito... Entre los hombres que
u
vemos porque sí en Pombo está Moratin, Coya, A lenza, Larra, Espronceda, Silverio Lanza. Todo se
consagra en Pombo, y hasta diríamos que es el mejor sitio para ver en perfecta perspectiva la historia 5<
universal 4lguna vez aparece algún extranjero en nuestra reunión. Ya es Xenius que ha escrito una
-
Diego de Rivera el cíclope, y tantos otros reservados espíritus que viven lejos y que se marchan con
- -
Sobre esa mesa de mármol no sólo nos apoyamos, sino que nos sostenemos; es como nuestro
e,
plano ideal; está en ella supuesto el planisfeno; sobre ella dibujamos recuerdos gráficos y sobre ella
yo, indignado por las cifras que quedan escritas en ella, esas sumas y esas multiplicaciones que oscilan a
sobre los mármoles y que dejan apuntadas los judíos, escribo una cosa que yo llamo ‘arabescos~ y que
a,
son el antídoto de esas cifras... A las diez de la noche... el café tiene un momento entonces de vida
inusitada; suenan las sillas arrastradas, se levanta todo él, camina torpemente como tropezado con
a
todo como un niño al que se ha despertado sz~bitamente y que sobresaltado, rápido, con un arranque
último y terrible de voluntad sonámbulo, se va a la cama... Después, ya en la calle, miramos por los a,
visillos el interior del café, con un último anhelo, como si nos quedásemos dentro, como yendo a vernos
a
sentados y secretos ‘, en “La sagrada cripta de Pombo”, GilBlas, Madrid, 12-10-1915.
a
(11) VV.AA., Ramón en cuatro entregas, op. oit., p.97.
a
a
69
(14) Ibid.,
(15) Ramón Gómez de la Serna, “La Utopia”, Prometeo, Madrid, diciembre de 1908.
realizó para éste numerosas ilustraciones para la revista Prometeo, portadas para Tapices
(20) Cfr., Juan Manuel Bonet, Diccionario de las Vanguardias en España (1907-1936),
Exposición de Pintores Íntegros organizada por Ramón. En 1916 realizaría una muestra
Artistas Ibéricos.
e.
(22) Cfr., Juan Manuel Bonet, Diccionario de las Vanguardias en España (1907-1936),
a,
(23) Gabriel García Maroto destacó, entre muchas de sus actividades, como pintor,
escritor, poeta, editor o impresor. En 1913 publicará el primer Año Artistico (Madrid,
prólogo del catálogo de la Exposición de Vázquez Díaz. Dos años después, expone junto
a
71
(24) Cfr., Juan Manuel Bonet, Diccionario de las Vanguardias en España (1907-1936),
(26) Miguel Pérez Ferrero, Vida de Ramón, Madrid, Cruz y Raya, 1935, p. 19.
publicado en Prometeo por Ramón, hemos utilizado el libro de Ester Coen, “Marinetti y
(30) Ibid.,
(32) Ester Coen, “Marinetti y los futuristas un desafio a las estrellas”, op. cit., p. 19.
y
(33) Jaime Brihuega, “II futurismo in Spagna”, Trent’ Anní di A vanguardia Spagnola,
e
(34) Miguel Pérez Ferrero, Vida de Ramón, op. cit., p.19.
(36) Ester Coen, “Marmnetti y los futuristas un desafio a las estrellas”, op. cit., p. 212.
e
u,
(37) Ramón Gómez de la Serna, “Movimiento intelectual, El Futurismo”, op. cit.,
e,
(38) Ibid.,
e
(39) Vid., Jules Chaix-Ruy, Síntesis del pensamiento de Nietzsche, Barcelona, Nava u
Tena, 1974; Gonzalo Sobejano, Nietzsche en España, Madrid, Gredas, 1967 y Luis
u
Jimenez Moreno, El pensamiento de Nietzsche, Madrid, Cincel, 1986.
a,
(40) Nos referimos a las siguientes palabras: ‘t4hora lloran decía él -pero la misma ola debe
-
u
traerles nuevos juguetes y esparcir delante de ellos nuevas conchas de colores . Ramón Gómez de
a
la Serna, “Movimiento intelectual, El Futurismo”, op. cit.,
u,
73
~Para qué mirar atrás, si queremos abrir las misteriosas puertas de lo imposible? El Tiempo y el
espacio murieron ayer. ¡¡vimos ya en el absoluto; hemos creado la eterna velocidad omnipresente
Ester Coen, “Marinetti y los futuristas un desafio a las estrellas”, op. cit., p. 213.
(44) Ibid.,
(45) Ibid.,
(46) Ibid.,
(47) Con referencia a este asunto Ramón escribía: “Esto lo digo en una capital sin extensión,
que tiene una gran profusión de tranvías para sus pequeños trayectos y hasta hay quien los coje para
subir escarpaduras ridículas como la de la calle Montera. Coger ese tranvía hemos visto a Martínez-
(48) En cuanto a este tercer punto Marinetti había escrito: “La literatura exaltó hasta hoy el
feb nl, la marcha atlética, el ~altomortal, la bofetada y el puñetazo ‘. Ester Coen, “Marmnetti y los
(50) Ibid.,
(51) Ester Coen, “Marinetti y los futuristas un desafio a las estrellas”, op. cit., p. 213
(53) Marinetti señalaba: “Queremos glonficar la guerra que es la única higiene para el mundo-
-
el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios; hermosas ideas por las que se
muere, y el desprecio a la mujer’. Ester Coen, “Marinetti y los futuristas un desafio a las
a
a
(55) Anónimo, “Optimismo”, Prometeo, Madrid, Año III, núm. XIII, enero de 1910.
(57) Anónimo,”Un Manifiesto Futurista sobre España por F.T. Marinetti”, Prometeo, u
(58) Ibid.,
a
75
(59) Ibid.,
(60) Ibid.,
(61) Vid., Ricard Mas, Dossier Mannetti, Publicacions Universitat de Barcelona, 1994.
(62) Anónimo,”Un Manifiesto Futurista sobre España por FI. Marinetti”, op. cit.,
(63) Ibid.,
(64) En dicho manifiesto Marinitti observaba: “La bella tierra española está tendida ante
vosotros, supina, toda abrasada de sed y el vientre maltratado, sequerizo, por la ferocidad de un
dictatoriaL. Ahora sabedlo bien, espafloles, ese viejo cielo católico, de un viejo temple desconchado,
llorando sus ruinas ha fecundado mal que le pese la sequedad de vuestra gran meseta central
Anónimo, “Un Manifiesto Futurista sobre España por F.T. Marinetti”, op. cit.,
(65) Uno de los proyectos más significativos de la politica de José Canalejas fue la
(67) Anónimo,”Un Manifiesto Futurista sobre España por FI. Marinetti”, op. oit.,
76
(68) Marinetti aludía a este tema con las siguientes palabras: Cuardaos de atraer sobre
España grotescas caravanas de ricos cosmopolitas, que pasean su snobismo ignorante, su inquieto
cretinismo, su sed maligno de nostalgia y sus sexos reacios, en lugar de emplear sus últimas energías y
sus riquezas en la construcción del futuro . Anónimo,”Un Manifiesto Futurista sobre España
(69) Ibid.,
a
(70) Ibid.,
(71) Sin embargo, como apunta Ricard Mas, el primer catalán que escribe sobre
a
Marinetti fue Eugenio d’Ors en 1908 en su Glossari. Ricard Mas, Dossier Marinetti, op.
cit., p.l 1. a
Barcelona, Minerva, 1922, Pp. 287-296. Además se pueden señalar tres artículos
e
aplicados a la comparación de las probables influencias de estos dos futurismos: Lily
núm 2, Leida, 1980, Guisuppe Sansone, “Gabriel Alomar i el fbturisme italiá”, Actes del
e
IV Col loqia internacional de L¡engua ¡ Literatura Catalanes, Publicacions de 1’ Abadia
e
77
(77) Ibid.,
(79) Ibid.,
(80) Ibid.,
(81) Luis Ruiz Contreras conoció a Ramón Gómez de la Serna como consecuencia de
noviembre de 1908, para la revista Prometeo. Este episodio aparece relatado por el
78
propio Ramón: ‘Conozco a Ruiz Contreras porque me escribe en vista de que ha aparecido en
Para apaciguarle vamos mi padre y yo a i’erle, y yo que había hecho aquella traducción
directamente al francés me sorprendo de la identidad.. Ale alegró ir con mi padre para que viese,
e
asomándose a cómo vivía Ruiz Contreras, que se podía ser literato y vivir independiente.
Ale pareció Ruiz Contreras algo así como un bañista muerto que se vino a Madrid después de
a
veraneo en que se ahogó y que dedicado a las letras vivía confortable, escribiendo y leyendo, siendo
además maestro en hacer huevos fritos, perfectos como una careta griega”, en Automoribundia, o
e
(82) Luis Ruiz Contreras escribía el 18 de septiembre de 1910 a F.T.Marinetti:
“Supongo en su poder un libro, traducción de una obra de France, que le dediqué al acusarle
e
recibo el suyo. Leí Mafarka le futuriste con sumo interés y con asombro a veces. No ha exagerado
Rachilde al elogiarlo. Yo traducirla si hubiera visto en él eso que llama usted “futurismo”>’ que no me e
ha re-velado todavía. Sólo advierto un vago heroísmo sentimental que no me permite concebir el mundo
e
nuevo como Mafarka lo ha concebido.
Para mí el interés consistiría en lanzar en españoL para españoles y amen canos, la idea
e
futurista, porque también creo que nosfaltan ideales nuevos. Pero en su magnífica novela no aparece
ni la sombra ni el esbozo de su ideal Como Rachilde, admiro, y como ella, no comprendo. ¡Si al menos e
el hijo de Mafarka fuese obra de su imaginación, la realización del pensamiento por su propio
atenerse a las condiciones de la mateha, y Mafarka no acredita que las conozca. Yo esperaba un héroe,
un creador por voluntad, esa energía ignorada que animó todo lo creado. Si la voluntad creadora no se
muestra en el carácter de Aifafarka, semejante a un héroe de Victor Hugo. La obra de usted acredita
e
79
que su genio pudo remontarse más. Confio en que insista y desarrolle más claramente su
(83) Vid., Catálogo Futurismo 1909-1916, Museu Picasso, 8 mayo a 21 julio 1996,
Barcelona, pp.212-260.
plastico), Milán, Edizioni Futuriste di “Poesia”, 1914 fue donado a la Biblioteca del
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia por la colección del propio Ramón Pulido.
quien es casi seguro que poseía un volumen durante esas fechas. Precisamente, en estos
(87) José Blanco Coris, “Exposición Celso Lagar”, Heraldo de Madrid, 11-3-1917.
so
(88) Federico Giolli, “Los futuristas italianos”, La Esfera, Madrid, 28-8-19 14 y José
(89) A diferencia de lo que argumenta Juan Manuel Bonet, quien opina que Celso Lagar
(91) Ibid.,
(92) Ibid.,
(93) Ramón Favela, Catálogo Diego Rivera Los años cubistas, Phoenix Art Museum,
1984, pp.Sl-82.
amar no ya las flores, las frutas y las mujeres bellas, porque las flores, las frutas y las mujeres
envejecen. Más bien quiero enseñarte a amar lasformas más puras, permanentes e imperecederas, esto
es, las figuras con las que los arquitectos dibujan y construyen: el cilindro, el cono y la esfera, así
si
como los colores puros que les corresponden - el rojo, el amarillo, el azul - tal como los vemos en el
arco iris . Ramón Favela, Catálogo Diego Rivera. Los años cubistas, Phoenix Art
(97) Ibid.,
(98) Ramón Favela, Catálogo Diego Rivera. Los años cubistas, op. cit.,
(102) Ibid.,
(103) Francisco García Calderón, “La obra del pintor mexicano Diego M. Rivera”, El
(104) Ramón Favela, Catálogo Diego Rivera Los años cubistas, op. cit., pp. 74-75.
82
Figuiére, 1913
(107) Guillaume Apollinaire Méditations esthétiques. Les peintres cubistes, op. cit.,
p. 110.
(109) Ibid.,
(110) Ibid.,
(111) Relacionado con este tema Ramón escribía: “¿Por qué si nos movemos alrededor de las
cosas y si transitamos entre ellas hemos de considerarlas de frente y en una perspectiva de teatro?
Faltemos a esa perspectiva cuantas veces queramos. Esa perspectiva fácil es tendenciosa, engañosa,
humillante y supone una falta de vida, de curiosidad y de locomoción aberradas y absurdas. ¿Por qué
hemos de eternizar un minuto, y, segtin una idea preconcebida, lo que hemos visto en distintos
través de los días?... ¡Qué larga escena para el aburrimiento, y, al mismo tiempo, qué corta para la
(112) Ibid.,
(113) Sobre las diferencias entre cubismo y futurismo, veáse el articulo de Boccioni,
“¿Qué nos separa del cubismo?, en Pittura, Seultura futurista, 1914, publicado en el
(114) Rivera afirmaba en 1913, que Roben Delaunay “marcó mi entrada en el mundo del
(116) Ibid.,
(117) Ibid.,
(120) Respecto a este asunto Ramón escribía. ha sido uno de los precursores primitivos de
este arte nuevo. Es, quizá, uno de los primitivos de esta manera audaz y reveladora. La cifra, el
logaritmo de cada carácter le ha preocupado siempre... con un valor inusitado y gallardo, muestra la
lineo eléctrica y esencial con una expedita seguridad que no he visto en ningún otro... pone también en
e
su pintura un elemento atrevido, simplificador, voluntarioso ‘ en “Los pintores íntegros”,
e
(121) VV.AA., Ramón en cuatro entregas, op. cit., p.l7.
realizó Silvio Lago desde Prometeo y el tercero fue el Salón de Humoristas inaugurado
u.
en el Salón Iturrioz en noviembre de 1909 y su crónica realizada por Tristán, también
desde Prometeo. Será, más tarde, cuando José Francés decida realizar una serie de e
e
85
(126) Ibid.,
(127) Ramón Gómez de la Serna, “Diego Maria Rivera, el integérrimo”, Gil Blas,
Madrid, 1-10-1915.
(128) Ramón Gómez de la Serna se refería con estas palabras al arte de Bagaría: “No se
han hecho de Bagaría las justas críticas. Aunque ha sido inevitable la necesidad de publicar sus
caricaturas se ha evitado la crítica. Esto sucede mucho con todo lo moderno y lo renovador.. Bagaría,
sin embargo, ha sido el iniciador del nuevo gesto de la caricatura, es gesto susurrado, clarividente, que
al uso de antes de que surgiese en éL Aquella cargante envolvencia de las caricaturas, aquella gracia
sobrante y enrancida que tenían, fue abolida y disuelta por Bagaría con una originalidad primera ... La
caricatura en Bagaría es una cosa recta, abnegada y decisiva por naturaleza, por principio o de su
espíritu... Ese porvenir de Bagaría será grande, y con él Bagaría rematará su obra de meditación y de
supérflua porque hay que llegar hasta lo supérfluo para mayor dignidad, para mayor heroicidad”, en
(130) Ibid.,
(131) Ibid.,
86
(132) Ibid.,
e
(133) VV.AA., Ramón en cuatro entregas, op. cit.,
a
(136) SA,” Salón Kuhn”, Heraldo de Madrid, 8-3-1915.
(137) Jesús J.Gabaldón, “Un arte Cobarde”, Nuevo Mundo, Madrid, 20-3-1915.
e
e
(139) Ramón se refería al escultor en los siguientes términos: ‘<Lipzis (sic) es de una bondad y
de una inteligencia inagotables. Por aquí pasó como el emigrado, que sólo por unos días, los días de su e
forzosa emigración, entró en un país extraño y en sitios modestos que no lo podían esperar, no
e
habiendo sonado nunca con gloría tan excesiva , en “Lizpis”, Renovación Española, Año II,
a
(140) Dicha carta decía: “Sí. señorita María, llevo dos semanas en París, y estoy encantado. En
París es bonito hasta no hacer nada, pero yo trabajo mucho. No sé qué especie de fuerza nos impnlsa a a
e
si
(141) Juan Manuel Bonet, (“Baedeker del Ultraísmo”, El Ultraísmo y las artes plásticas.
Valencia, IVAM Centre Julio González, 27 junio-8 septiembre 1996, p.38) alude a la
dicha caricatura, el dibujo no parece identificar al pintor Diego de Rivera. Por contra,
nosotros pensamos que dicha relación sí se produjo pero manifestada claramente en otra
(142) Cfi., Jaime Brihuega, Alberto Sánchez. 1895-1962. Dibujos, Museo de Bellas
(145) Ibid., p. 82
e
(148) Ibid.,
mt
(150) Ibid.,
u.
Rivera firmado por Ramón Gómez de la Serna y publicado, además de Retrato de Adolfo a
Besí Maugard, (1913, Óleo sobre lienzo, 226,8 x 161,6, cm Ciudad de México, Museo
e
Nacional de Arte) en la revista Gil Blas, Madrid, 1-10-1915.
por el contrario, cada vez menos a una mascarilla que me hicieron sobre mí mismo rostro, enterrado en
a
yeso como un muerto, durante un cuarto de hora. ¡Estas son las paradojas del arte burlándose de la
propia realidad’. Este retrato cubista es para provocar sentimientos más profundos y menos U
castaños que tengo, y cuya apariencia normal es para los ‘retratistas’, pero no para un gran pintor
e
como éL sino que los observó como un técnico, como un ‘óptico’ y se dio cuenta de los ojos que
ojo entornado y largo, el momento de comprensión... Al hacerme ese retrato Diego María Rivera no me
e
e
89
sometió a la tortura de la inmovilidad, o a la mirada mística hacia el vacío durante más de quince días,
como sucede con los demás pintores... Yo escribí una novela mientras me retrataba, fumé, me eché
hacia delante... El no me podía tratar como una momia inmóvil ni como quien por yerme de frente
podía hacerse el ignorante de que me conocía de pejil, además de conversando, vibrando y viviendo ‘,
(156) Sobre dicha obra Ramón Gómez de la Serna expone: “En la Exposición de los Íntegros,
que se celebra en la capital de España. el año 1916, expone su ‘Venus de Madrid’, el mejor cuadro
suyo, logrado en un camino que pronto dejará y al que no podrá volver nunca... Su ‘Venus de Madrid’
era un hallazgo, porque había superpuesto una mujer desnuda... a la fachada de la casa más
característica del rococó madrileño, porque había acoplado el arquitecto grandes bolas de espejo,
moradas, plateadas, azules, doradas, entre eljuego de los ladrillos, brillando la original vivienda con
alegre melancolía bajo el sol de los días>’ bajo la luna de las noches. Tenía toda su obra de esa época
una cosa de aquelarre, conseguida de cocimientos de cicutas, malvas y sapos, pero el corazón religioso
de Alaria no la consentía trabajar en aquella alquimia, que la hubiese llevado a volar sobre lo sabático
tenía facultades para hacer la llamada al misterio, que podía preparar el unguento, que era
nigromántica y adivina; pero rechazó todas esasfacultades por temor de que anduviese el diablo por
medio. Inmediatamente cambió de signos y se metió en el terremoto del cubismo, bombardeando sus
imágenes, desintegrándolas con una meticulosidad de laboratorio que daba espanto. Yo, que la vi
90
renunciar a aquella gran pintura que se la reveló de entrada, sé bien de qué gran desprendimiento nace
mt
(158) Ramón Pulido, “De arte”, El Globo, Madrid, 16-3-1915.
a.
(159) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las Vanguardias en España, op. oit., p.l 60.
e
a
(161) Ramón Pulido, “De arte”, op. cxt.,
(163) Ibid.,
e
a
(164) VV.AA., Ramón en cuatro entregas, op. cit.,
(165) Vid., Mercó Vidál, 1912 L ‘Exposíció d ‘art cubista de les Galeries Dalmau,
e
Barcelona, Universitat de Barcelona, 1996.
a
91
cubista (1912) en las Galerías Dalmau ifie totalmente nula. En relación con los diarios
Exposición de arte gallego, en los salones del Centro Gallego; Exposición de Martin
(167) SA,” Salón Kuhn”, Heraldo de Madrid, 8-3-1915; Jesús J.Gabaldón, “Un arte
Cobarde”, Nuevo Mundo, Madrid, 20-3-19 15; Anónimo, “Los pintores íntegros”, ABC,
24-3-1915.
1915; José Francés; Anónimo, “La Exposición Ochoa”, El Parlamentario, Madrid, 27-
(169) Federico Giolli, “Los fiaturistas italianos”, La Esfera, Madrid, 29-8-1914 y José
(170) Manuel Reyero, Catálogo Diego de Rivera, Mexico, Fundación Cultural Televisa
e
(172) Ibid.,
(173) José Francés comentaba al respecto: “En el repugnante desnudo del cuadro Madrid se ven
a
trozos tan certeramente pintados, que demuestran cómo la señorita Gutiérrez Cueto domina la técnica y
sabe ver el natural Sus maestros han sido grandes artistas contemporáneos: Anglada, Sotomayor, e
Benedito. Sus cuadros anteriores, Los primeros Pasos y Ninfas encadenando a Sileno, premiados con
a
tercera y segunda medalla en las exposiciones de 1908 y 1910, prometían un futuro glorioso y
admirable. En cuanto a Diego Afaría Rivera, antes de presentar en Paris La joven del abanico, en el
a
año 1913, había expuesto en 1911 los admirables paisajes titulados Ji’rlaccihuall mu>’ superiores en
colorido y emoción poética a los de su compatriota el Dr Atí, verdadero maestro del género. También
recordamos cuadros suyos en que el alma de Castilla, recia y romántica, aparece con toda su
a
integridad (Y aquí sí que es oportuna la interpretación de ‘pintor íntegro). Aun en la misma serie de
paisajes mallorquines que exhibe actualmente su sinceridad estética, sus maravillosas condiciones de
u
colorista se le imponen a pesar del equivocado predominio cerebraL e interpreta el mar y el cielo de
Mallorca de un modo insuperable. Bien sé que no habrán de hacerme caso. Cuando se cambia de tan a
brusca manera la orientación artística, importan bien poco los consejos opuestos a esa orientación. No
obstante, en nombre de los cuadros admirables de antes, yo me pennitiría rogar a la señorita Gutiérrez e
Cueto y al señor Ribera (sic), que olvidaran en lo sucesivo estos cuadros de ahora”, en “Los
a
pintores ‘íntegros”’, Mundo Gráfico, Madrid, 17-3-1915.
e
a
93
24-3-1915.
(177) Ramón Gómez de la Serna, Ismos, Madrid, Espasa Calpe, 1931, pp.230-231.
(180) Ibid.,
e
(186) Rafael Domenech, “Exposición de Bellas Artes”, Blanco y Negro, Madrid,
23-5-1915. e
e
(187) VV.AA., Historia de España, Alfonso XIII> la segunda República (1898-1936),
u
(188) Testimonio que corrobora el artífice de la exposición, Ramón Gómez de la Serna,
e
(190) José Francés, “Exposición Gutiérrez Larraya”, Mundo Gráfico. Madrid, 3-3-1915. u
e-
(191) En cuanto a este tema José Francés escribía. ha sido como un rato despertar de
horrible pesadilla. En el mismo salón Arte Moderno donde obtuvieron tal éxito de risa o de mt
indignación, por parte del buen público burgués, los pintores integros, se ha inaugurado otra
a
exposición de dos artistas que no son ‘íntegros’ en la arbitraria acepción otorgada a ese vocablo por
el señor Ribera (sic) y la señorita Gutiérrez Cueto. Pero si no poseen esa ‘integridad’ son en cambio
a
admirables maestros en el arte decorativo hallándole modernísimas y prácticas aplicaciones. El
público, que acude todavía en masas nutridas imaginando hallarse con las cosas cubistas, se sorprende
un poco al ver figuras humanas... Pero como en el público abundan más los imbéciles que los sensatos -
e
95
Otros, más astutamente imbéciles, se enteran antes de entrar al saloncito y cuando les dicen
que los ‘íntegros ‘ya no están allá dentro, dan la vuelta. Ellos venían a pasar un buen rato; no a perder
piensa que también a las plazas de toros y los mítines políticos acude enorme gentío, vemos que no es
todavia. En la exposición ‘íntegra’lo de menos era ver las cosas expuestas. En esta exposición sería
muy sensible que los antedichos papanatas nos privaran de contemplar y admirar tantas y tan varias
ev
III. PRESENCIA DEL ARTE EXTRANJERO EN MADRID ENTRE 1915 Y 1922
a.
Madrid y Barcelona - ya se atisbaban desde finales del s.XIX, consecuencia del
desastroso final de la guerra del 98 que provocó una ruptura con el pasado y la aparición —
subversiones artísticas de los espíritus más jóvenes en busca de las vanguardias. La Gran
Delaunay Terk; en 1916 Albert Gleizes y su mujer Juliette Moche, una pacifista militante; e
Marie Laurencin, amante de Apollinaire, con su marido el barón alemán Otto von
e
Waegten; el pintor y poeta Maximilian Gauthier (Max Goth); Arthur Cravan, Serge
Charchoune y Héléne Grounhoff el pintor italiano Canudo (que será más conocido como —
e
97
cineasta); Francis Picabia y Gabrielle Buffet, caudillos del grupo que se formaría
rápidamente con algunos de los anteriores; además del pintor Frank Burty Haviland,
establecido en el Rosellón desde antes del comienzo de la Gran Guerra y compañero del
También Madrid, como escribía José Francés, presentaba una gran lista de estos
artistas extranjeros que invadían el ambiente artístico madrileño: “el francés Laroche;
Segismundo Nagy; la melancólica visión de una Andalucía pálida a través de Paul Sollmann y la
epilepsia sensual de Sevilla recogida por el argentino Franco; los hombres cetrinos y las ubérrimas
campiñas de Levante, en las acuarelas del austriaco Myrbach y el alemán Leyde; el velazqueño
simplicista derivación del postimpresionismo francés de la checa Afilada Sindíerova; los cuadros
abulenses de Caprotty y las páginas madrileñas de Mignoni, ambos italianos; el Norte brumoso del
polaco Kowalski y la explosión luminosa, que halló en Mallorca toda su amplitud expansiva, del
uruguayo Carlos .llberto Castellanos; las testas viriles de nuestra raza en los bronces de la escultora
pintura que, a veces, recoge los rasgos de las regiones que visitan, interpretan con todo
capital un impresionismo que, en ocasiones, alterna con rasgos españoles que llegan más
postimpresionismo. Durante este corto período, desde el comienzo del conflicto pasan
por la capital los argentinos Ernesto Riccio, Octavio Pinto, Rodolfo Franco,
98
Lobos; los brasileños Gastón Infante y Fernando Mesquita; los alemanes Rodolfo Tewes,
e
Kurt Leyde, Beintmann, Brant, Sollmann y Hans Poppelreuter; los húngaros Segismundo
Nagy y Rodolfo Berény; el austríaco Baron de Myrbach; los franceses Femando a.
Laroche, Marta Spitzer, Jean Pierre Altermann, Marie Bernié y Ambroise Vollard; el
e
belga Ermengem; los holandeses Renier Pijenburg y Bettina Jacometti; los italianos
Guido Caprotty, Ohlsen, Octavio Steffenii, Eduardo Tani y Mignoni; los rusos Kolinic a.
Wyndham Tryon y NelIy Harvey; el danés Jans Olsgaard (3) y el escultor portugués e’
Cantó. También hemos de señalar la órbita ultraista formada por artistas extranjeros
a
como los polacos Mujan Paszkiewicz, Wladyslaw JaN, Josef Pankiewicz, Wanda
Pankiewicz y Waclaw Zawadowski; los franceses Robert y Sonia Delaunay o la argentina e’.
Norah Borges, que forman el ambiente cultural más avanzado que se podía ver en la
a
capital. También el País Vasco, zona principal por donde pasan estos refUgiados de la
e’
guerra, tuvo una gran afluencia de artistas extranjeros, destacaron los polacos como
Milada Sindierová o Kowalski y el húngaro Segismundo Nagy, etc. algunos incluso a.
e’
a
99
Pueblo, el Patio del Ministerio de Estado, el Teatro Real, el Palace Hotel, etc.., se
convirtieron en los centros artísticos de la capital más importantes para sus exposiciones,
algunas ocasiones exhibieron sus obras, en el sitio donde “el artista no tiene empresarios, ni
jueces profesionales, ni más recomendaciones que las espontáneas que el público y la crítica quiera
concederlesy se sacrifican gustosos, porque a veces les cuesta dinero estas, al parecer, insignificantes
Regionalismo e impresionismo serán, pese atodo, los lenguajes más transitados por estos
artistas. El regionalismo, entendido desde una postura muy personal, que interpreta
aquello que ve pero con la visión de un extranjero que, en ocasiones, como el caso del
italiano Guido Caprotty da Monza o el alemán Kurt Leyde, se acerca a una parecida
base que, como indica Juan Antonio Gaya Nuño “no existió un movimiento español
impresionista en el concepto de escuela colectiva, obediente a unos principios ni a unos dogmas dados,
pero sí hubo en nuestro país numerosos pintores que desde la plena convicción hasta el más puro azar,
esto es, desde posiciones estéticas muy varias, merecen el dictado de impresionista” (5) contó con
figuras como Aurelio de Remete y Moret, Darío de Regoyos, Adolfo Guiard, Francisco
loo
Gimeno, Santiago Rusiñol, Miguel Utrillo, el luniinista Sorolla, Ricardo Urgelí, Mariano
dicha estética. Sin embargo, tras el estallido del conflicto europeo los artistas recién
llegados se dedican a viajar y a practicar por toda España el arte aprendido en sus lugares e
de origen y estudio. Así, nos encontramos con un grupo mayoritario que practicará el
e
impresionismo en la Península y, por tanto, cuyas exposiciones serán foco de difUsión de
“De algún tiempo a esta parte abundan entre nosotros - escnbe Federico García Sanchíz
e’
- los artistas que sólo buscan sorprender el instante de suprema exaltación de sus modelos, campo,
marina, gente, y aun las cosas, instante efimero que encierra la eternidad, porque ahí se encuentra la
u
substancia inmutable de la creación. Se debe la novedad al destierro de tantos y tantos artistas
educados en climas de sensibilidad más sensitiva que la que achicharra o hiela nuestra producción e’
capital este arte, es dificil de averiguar; la falta de catálogos y, sobre todo, de imágenes
u,
de sus cuadros imposibiita esta respuesta aunque podemos reseñar algunas críticas al
“La guerra nos ha traído multitud de artistas que, huyendo del ambiente hostil, vienen aquí a
ml
presentar sus obras. Su presencia entre nosotros no tendrá más que una importancia muy relativa y su
influencia, si alguna ejercen, será cosa efimera que no dejará huella, si no es un pasajero a
extranjerizamiento lamentable en la obra, aun informe y por eso impresionable de los jóvenes” (7).
a.
a
ini
interesantes, como la José García Mercadal quien se dirige al Director General de Bellas
Artes para solicitar un lugar en el Museo de Arte Moderno para las obras de estos
pintores. La exactitud de esta sugerencia que no es muy fácil de interpretar por las
arte extranjero por los registros que más se adecúan al ambiente artistico madrileño o,
por el contrario, se tratase de un nuevo gesto humanitario: “¿No podría el Estado formar una
salita en el Museo de Arte Moderno con pinturas de aquellos artistas extranjeros que, mientras Europa,
Debemos resaltar que estos artistas no se limitaron a exponer sus obras en los
Bellos Artes... que las convierte en Internacionales y brinda a los demás paises la hospitalidad de sw
modo, se dejaba abierta una puerta para aquellos extranjeros que desearan exponer (10)
Selecta por la mañana, Tarde en el Canal Grande, Vista desde San Jorge, La San
Tarde en el lago Albano, El valle del Manzanares desde las Vistillas, Astillero de
u
barcas: Tarde y El Santuario de Galloso -; los ingleses Gustavo Barisas y Nelly Harvey;
u
ésta última con residencia en la calle Españoleto, núm. 10, según consta en el catálogo
oficial, presenta, además, Retrato de don VP y Señora £ y su niño; el alemán Pablo
Sollmann, establecido en la calle Príncipe Alfonso, núm 7, acudía a la muestra con dos
vistas de Granada, lugar en el que, más tarde, fijará su residencia: San Miguel en alto
Nudo decorativo; los argentinos Rodolfo Franco y Pedro Deluchi; la polaca Milada
Montero, con La Casita del Príncipe (El Escorial), y Ernesto Laroche con Tarde estival e’
a
103
expositores retbgiados por la guerra y afincados en España entre ellos, los alemanes Paul
Una maja sevillana y La honra -, Octavio Pinto y Ernesto Riccio (11), el uruguayo
noche y Flores débiles -, todos ellos habituales como veremos de las exhibiciones
individuales y componentes, por tanto, del escenario madrileño de aquellos años. Esta
sala de artistas extranjeros se definía para la critica por un derroche de luz de la que
carecia el resto de las salas: “es la única en la que el público se ve libre por completo del color de
‘pintura’ de la paleta vieja, tenebrosa, hollinosa de museo, que tan dificil es desterrar de este país de
luz. Los coloristas revolucionarios suelen ser pésimos dibujantes y el descrédito que con su ignorancia
palurda del dibujo acarrean al sistema es aprovechado por los tenebrosos para rechazarlo todo, no
sólo la sistemática carencia de estructura, de dibujo sino hasta de color lleno de vibraciones luminosas,
la acentuación de los matices que en la realidad distingue siempre... En esta pintura nuestra de
puchero nunca hay caras verdosas, ni de blancurazaulante, ni de rubio de espiga, ni de tez de manzana,
ni nada de cuanto en el color de figuras, países y ambiente constituye el matiz distintivo... En esta sala
En las siguientes muestras de 1920 y 1922 participaran, entre otros, los italianos
Caprotty y Dal Re, la inglesa Nelly Harvey, el húngaro Segismundo Nagy, los alemanes
Segismundo Nagy.
SEGISMUNDO NAGY
u.
El pintor húngaro Segismundo Nagy llega a Madrid en febrero de 1915, tras una
corta estancia en el País Vasco, donde expuso en San Sebastián y, después, en Bilbao.
e
Antes de estallar la Gran Guerra, había expuesto en Ja Galería Georges Petit alrededor
impresionista y naturalista húngaro se diferencia ya del europeo por sus formas más a
detalladas y más compactas que llevan a composiciones menos disueltas y más cercanas a
u
la realidad (13). Esta será una de las constantes principales que se observan en el arte de
R
de Exposición Independiente de Hungría, dirigido por Miklós Rózsa. En 1913 tiene lugar
R
la Exposición de los futuristas y de los expresionistas del Salón Nacional de Budapest.
conflicto, momento éste en que la mayor parte de los artistas húngaros deciden salir del t
a’
105
país. Aunque la estancia de Segismundo Nagy en Europa habia comenzado mucho antes
del estallido de la guerra recordemos que los artistas húngaros elegían para sus estudios
-
artísticos Paris, no sólo por ocupar la capitalidad del arte sino además por encontrarse
cerca de Munich -, éste seria uno de los principales motivos de su refugio en España.
Paris (1892) procedente de su casa paterna y con algunos conocimientos como aprendiz
tarde, con Teorier hasta su vuelta a Hungría, donde practicó la pintura religiosa e
cuadros de la India (1912) de Albert Besnard calan más hondo en su obra, que comienza
costumbres, paisajes y tipos vascos que le dan una cierta fama en el norte de la Peninsula.
Después, en 1915, el Palace Hotel de Madrid acoge parte de estos cuadros como
Pescador del puro, El bote verde, Matrimonio de pescadores, Entrada de San Juan
propio Francés reconocia que “si la técnica deshecha, vibrante, esclavizadora de la luz y del
color, con pinceladas tan pronto cortas y secas como desdobladas en serpentinas ondulaciones,
sorprendía a los profanos, en cambio sugestionaba el indiscutible espíritu de veracidad que tienen los
lienzos de Atagy... Ama ¡a luz y el pleín-air sobre todas las cosas, y más que la serenidad fría,
académica, supeditada a preceptos técnicos, prefiere la inquietud, la nerviosidad y los brincos de sol
a los cuadros de composición; pone en las fisonomias una serie de trazos entrecortadores que se
mezclan y se entrelazan, como una baraúnda de colores. A veces, empieza uno a sentirse escandalizado
yfalta un poco para reputar aquella como una tremenda extravagancia. Pero, contempladas las obras
desde la distancia conveniente, todo cambia, ya no existe la revolución de colorines y queda sólo el
Solíman y los españoles Loja Anglada y Juan Vila (16) pero antes habría que destacar su
e
participación en la Exposición Nacional de Bellas Artes (1917) y más tarde, en la de
1920. Esta vez, fue en el “foyer” del Teatro Real (17) durante el mes de junio de 1918,
lugar donde volvería a exponer en mayo de 1920. En 1918 presentó una colección de 72
Rl
naranjas, Antes del baño, Después del baño, Camino del huerto, Un cuento, El
a’
107
algunos artistas, pero que interesó mucho a los críticos. Uno de ellos, Arturo Morí,
apuntabt
“Se habla con frecuencia del impresionismo en arte y casi nunca se acierta. Muchas veces se
toma este concepto en tesis general, tan general que se califica de impresionistas, incluso a los que
cultivan géneros tan pulidamente sentidos como el detallismo y el preciosismo impresionistc& para
otros, es simplemente el que sabe abocetar, y para no pocos, el maestro en lo que hemos dado en
preciso lo que es impresionismo. Esto y el encanto que nos ha proporcionado su estilo de ensueño, es lo
- . ~.“‘ “‘‘4
~
St
riqueza de colorido y de modernidad casi exagerada. Consíguelo, sin embargo, dando la perfecta
sensación de las cosas, y. al mismo tiempo, posee el secreto de la luz y el de la profundidad, junto al
a
109
Sorolla:
pintura. Su luz es voz de timbre fresco, nuevo... Luz de atmósfera seca; luz española, castellana... Lejos
nos vemos aquí de la España de pandereta y de la España trágica Esta es una España opulentct
sonriente, afable, digna y noble; en ella la forma es majestuosa plenitud, y juego euritmico la
manifiesto por el lugar de procedencia de sus cuadros: “se halla consagrado a la región
levantina, extrayendo de sus playas y de sus huertas toda la pletórica naturalista de sus azahares y sus
líquidos zafiros, y tanto en su Retomo de la pesca, como en sus Naranjeros, ha sabido sacar el vigor
En abril dc 1915, el Centro Alemán de la calle Alcalá reunía las obras de cuatro
muestra contaba unas 70 obras entre óleos, acuarelas y aguafuertes, en donde dominaron
más los temas paisajísticos que los figurativos. Leyde exponía 18 cuadros y cerca de 30
aguafuertes entre los que destacaron San Fernando desde el paseo Rosales, Nube sobre
el tejar, Madrid desde elManzanares, Ermita de San Isidro, Niñas con periódicos...;
110
Nicolás, Tánger, Zoco grande, Anochecer, Granada..; Brandt envió siete obras, entre
finalmente, Beitmann mostraba siete cuadros de motivos árabes. Entre los escasos datos
sobre esta muesta que aparecen en la prensa diaria debemos destacar la opinión de José
e
Francés, quien consideró que las obras, a pesar de ser “diferentes unas de otras en técnica y en
mérito, tenían un aspecto común de modernidad, de audacias coloristas, de fervoroso entusiasmo frente
u
Tendremos que esperar al año siguiente para encontrarnos de nuevo con alguno
de estos artistas. El primero de ellos fue Paul Sollniann, quien además participá en
a
diversas exposiciones nacionales de Bellas Artes: 1915, 1917 y 1920; el 22 de noviembre
a
de 1916 expone, en el Salón del Ateneo, 38 obras entre cuadros, estudios, apuntes y
acuarelas en paralelo a las exposiciones del Circulo de Bellas Artes, la de los pintores y
-P u
a’
111
por Aflica y Granada, (lugar éste que había sido su residencia en los dos últimos años) de
los que sobresalieron La Alhambra desde el Generalife, Patio del Generalife, Calle de
Granada, Tríptico de Granada, Guejar, Pimientos rojos, Patio de Santa ¡sabe/la Real,
índole impresionista: “Al lado de estas obras francas, fáciles y realizadas con paleta mesurada,
justa y acertada en juegos de luz y valores, tiene Paul Sollmann-Coburg otros lienzos que cualquiera
diría no estar pintados por éL En ellos se manifiesta el espíritu obsesionado de un artista que lo
interpreta todo retorcido, buscando una manera especial de obtener efectos de formas esféricas y
pocos que al pintar se olvidan hoy de cómo pintaron otros, atento sólo a su visión y poniendo al
Juan Vila (26), y en mayo 1920 en el Circulo de Bellas Artes de Madrid (27).
Asimismo, Kurt Leyde fue saludado con gran expectación por la crítica madrileña
1913 cuando se dedicó por entero al estudio de los museos españoles realizando copias
de los pintores clásicos españoles como Ribera o Velázquez, que le permitió un buen
112
desencadenó la guerra europea, momento en que quiso regresar a su patria, pero las
España.
e
tradicional española superaba a los de otros que, como el italiano Femando Mlgnoni, el a
a
113
curioso ver cómo ‘~enten’los pintores extranjeros, que los azares de la guerra han hecho refugiarse
entre nosotros, los tipos, costumbres y paisajes españoles. En cuanto a las dos primeras cosas, por
regla general, perciben solamente lo más exaltado, exagerado y hórrido, En esto no se ha variado
nada. Entre los pintores de antes y los de ahora no hay más diferencia que aquéllos volvían sin ojos
hacia Andalucía, hacia las escenas flamencas y las reminiscencias moriscas y los actuales se inspiran
en Castilla, una Castilla también de personajes ‘tipos’, en que, sin embargo, está ausente el alma de
Castilla.
Por lo que al paisaje se refiere casi todos prefieren el impresionismo que, a decir verdacL ‘va
bien’ con elfondo; pero es a condición de dos cosas casi imposibles; fijar la diafanidad infinita de la
atmósfera y sorprender el secreto del sol para dorar las piedras centenarias” (28).
r~Wr~y’ rqTrr
t ,t . ‘,%~‘
Tan sólo, decía Blanco Coris, habían hecho falta unos cuantos años para
demostrar estos efectos en sus pinturas: “en muy poco tiempo ha adquindo una luminosidad de
e
paleta y una soltura tan grande en la ejecución, que le colocan en lafila de los adelantados y de los
que caminan por la buena senda del arte, dejándose de espejismos de escuelas impresionistas.
modernistas y de ir tras los pasos amanerados de cualquiera de esos maestrillos que se creen los genios
El conjunto de sus obras ofrecía para José García Mercadal una gran valentía por
“Y es más de aplaudir porque siendo un extranjero se nos muestra triunfador con una paleta
e
española - en algunos de sus cuadros parece sentí rse el pincel de Sorolía -, aqui donde tantos y tantos
españoles se empeñan en pintar con paletas de cualquier parte menos de la tierra que les vió nacer En
resumen, que la Exposición del Ateneo merece ser visitada, y el Sr. Kurt Leyde es un pintor que sabe lo
que pinta, y sus cuadros llegan a emocionar, cosa que no consiguen los que habiendo nacido en
como El buen vino, Con mantilla negra, Tertulia Ansó, Plaza Mayor, Vista desde el
Alcázar, San Juan de Caballero, Puente antiguo, Novios ansotanos, Los bebedores, El —
‘e
a
115
Algunos de ellos sobresalian por su luz aunque también “predominan las ansias
coloristas y el vigor en el trazado. La técnica no tiene para él ningún secreto y sortea las dificultades
demás, el realismo de la pintura española con unas tonalidades cálidas que le colocaban,
como había dicho, Blanco Coris, en el camino de los adelantados del arte apartándose de
“Han sido muchos los extranjeros - escribe Ballesteros de Manos - que vinieron a
España; pero ninguno como Kurt Leyde se ha identificado con el ambiente español, hasta el punto de
que si no se supiera de antemano que los cuadros expuestos en el Ateneo son debidos al pincel de un
alemán se tomarían, en su mayor parte, por labor indígena, de cualquiera de nuestros más distinguidos
costumbristas... En los cuadros de Kurt Leyde no hay ninguna extravagancia, ningún exotismo. La
propiedad, la sinceridad más escrupulosa, el realismo más acendrado, resaltan en ellos... El pintor
alemán tiene una paleta que envidiarian los coloristas más renombrados de la actualidad Y lo
plausible en él es que no abusa de ella, sino que sabe mantenerse dentro de la justeza y la realidad..
Pero la nota característica de esta exposición es el españolismo. Kurt Leyde ha hecho una obra
española. No porque haya pintado asuntos españoles. Es española en todos los órdenes, porque está
sentida en español, concebida en español y resuelta en español. Y por serlo asi, es tan interesante, tan
Kurt Leyde había sabido descubrir, reflejar, “sorprender, algunos secretos de un país
ambiente muy exóticos para él, que contribuirán a enriquecer su bagaje estético” (34).
116
a
1. KOWALSKI
•2
Madrid. En paralelo, tenían lugar otras dos exposiciones de artistas extranjeros: la del a
llevó a la crítica a considerar a] paisaje español como punto de referencia para el arte
a
extranjero mientras que la realidad era que la Península, además, se había transformado
en punto de refugio para aquellos que huian de la guerra y, por ello, se apreciaba un u
emprender con cierta asiduidad 41 contemplar estos artistas la multitud de aspectos que el paisaje a
a
117
ofrece en España, se entregan todos ellos a Ja copia de la Naturaleza con verdadero entusiasmo, y los
Costa vascongada en Biarritz, El parador del bosque, Casas vascas, Costa nevada,
Paisaje del Retiro -, además de algunos que había traído de Noruega y Francia resueltos,
de las coloraciones vigorosas y de los tonos calientes, y su alma acierta a impresionarse con las
bellezas del natural” (38), pese a representar, según José Francés, a las corrientes
asi concede la misma atención a interpretar el natural que a darles a sus cuadros un sentido
decorativo’ (39).
FERNANDO LAROCHE
Respecto a este artista francés, cuenta el critico de arte Blanco Coris cómo el
diciembre de ese mismo año inauguraba una muestra formada por 90 cuadros en el Salón
Vilches, paisajes venecianos y españoles que sorprendieron a la crítica por sus “secretos de
transparencia, de atmósfera... efectos luminosos que asombran, confineza de tintas, sin el duro
contraste del blanco en la luz y negro en la sombra. Tan bien entendida está la valoración de
tonalidades, que con nota suave alcanza luminosidad deslumbradora. Como un grueso de color, que
118
parece dejado a chorros del tubo, logra detalles ~vperfiles limpios, admira por las dificultades que
u
ofrece tal procedimiento” (40).
ambiente, y lo que mirado de cerca se presenta como un apunte rápido, como una mancha de color. —
más lejos, en su verdadero punto de vista se reviste de todo lujo de detalles y efectos, y los contornos de
e
laforma se destacan con toda precisión” (41).
a Laroche?. Entre prestigiosos coleccionistas le compran famosos pintores, y esta circunstancia hace
. -
muestra 50 cuadros con vistas de Asturias (Ribadesella, Llanes y Terefies), Madrid (el
a
Parque del Oeste, la Casa de Campo, el Manzanares y el Retiro) y Aranjuez, además de
algunos estudios de rosas, fechados en 1915, que Blanco Coris se adelanté a defender:
“Laroche pintando no es una bordadora que se refugia en el amaneramiento, sino un artista vigoroso
a
que construye las formas con grueso de color, buscando los efectos de conjunto, la impresión de la
Su popularidad aumentó hasta tal punto que José Francés argumentaba que
a
muchos artistas españoles comenzaban a realizar obras con elementos de la pintura de
Laroche: “Fernando Laroche empieza a tener imitadores. En las exposiciones del Circulo de Bellas e
Artes estamos viendo grotescas tentativas de acercamiento a la fastuosidad cromática del ilustre
a
e
119
paisajista francés. Hasta ahora sólo nos hacen sonreír estas mascaradas pictóricas y este pobre empeño
de grajos en cubrirse con plumas de pavo real. Acabarán, sin embargo, por indignarnos seriamente y
gusto del público: “Laroche es un pintor fácil, de concepción rápida, sobrio y elegante, que se
apropia inmediatamente del natural, lo mismo aquí que en América, Francia e Italia, para trasladar al
la mayoría de los casos en rápidas miradas... las impresiones pictóricas de Laroche, tan aladas, tan
vivas y rápidas casi siempre, que parecen consignadas en un abrir y cerrar de ojos” (46).
EL BARÓN DE MYRBACH
Una de las últimas exposiciones del año 1915 fue la del austríaco Barón de
Myrbach en el Salón de Arte Moderno, José Francés uno de los pocos, si no el único,
importancia y constituía una serie de tipos y paisajes de las provincias de ~>i’furciay Alicante,
interpretados con un criterio que pudiéramos llamar fotográfico’ (47). En enero del año
siguiente, rectificó ese comentario en base a su clientela: “ha expuesto el señor Myrbach,
Feliciano de Myrbach nos era conocida par sus dibujos e ilustraciones editoriales francesas... Su
majestad la Reina Madre adquirió varias obras. Ilustres personalidades de la colonia austriaca
siguieron el ejemplo de Doña María Cristina Esto, unido a la proverbial hidalguía española que nunca
como ahora debe ponerse de manifiesto con los extranjeros alejados por motivo cruel de sus patrias
comparaban con el arte realista, próximo al realismo, del artista austriaco (49).
e
NIELLY HARVEY e
Atraída por el arte español, Ne¡ly Harvey había llegado a España antes de la
e
guerra europea, hacia 1910; desde entonces había estudiado la pintura española y abierto
participará en las exposiciones nacionales de Bellas Artes de 1910 y 1915 con los
a
retratos de la señora de Soto-Candela con su niño, el duque de Santo Mauro y el de
e
Vicente Pastor, obras que también exhibirá en el Salón Iturrioz en 1916 y en 1920. En
abril de 1917 presentará algunas de sus obras para participar en la Exposición de ciegos —
de Madrid.
e,
El 5 de diciembre de 1916 fue inaugurada la Exposición individual de la artista
inglesaNelly Harvey en el Salón Iturrioz, visitada por la Infanta doña Isabel y la esposa e
del primer secretario de la Embajada de Francia, Mine. Vieugué. Fueron 37 obras, entre
e
retratos y paisajes, que destacaban por sus “calidades yfinuras... la factura esfirme y sobria, el
color bien entonado y agradable, y lasfiguras dan una verdadera impresión de vida” (50). e
Conocemos el nombre de algunas estas obras, como los retratos de los marqueses de
Belvis de las Navas, el marqués de Belpuig, Mrs. Edwards, Carmen Elorriaga, Goy de
e
Silva, el duque de Santo Mauro, María Martos, Maria Teresa Muguiro, el conde de
e
121
Sedano... y los paisajes de Melilla, Gredos, Arenas de San Pedro y Toledo, obras que
especialización: “cada vez más en el retrato, al que consagra toda su devoción artistica. La factura
de su obra, en general, es cuidada hasta con exceso, y del tal prurito o norma de procedimiento brotan
esos parecidos admirables y sorprendentes que se advierten en casi todos sus retratos, y esas calidades
y.
MILADA SIM)LEROVÁ
5’
Milada Sindierová es una de las pintoras que huyeron de la guerra europea con u
dirección a Madrid. Checa de nacimiento, en Paris seria discípula de Carlos Guérin; en
e
participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes; en este último año realiza su primera
e
individual en el Ateneo durante el mes de enero y hasta el 10 de febrero, asimismo en
Vigo, San Lorenzo (Segovia), Puerta (Segovia), Puerto de San Sebastián, Rincón del U
puente (San Sebastián), Balandro en reposo y dos cuadros de Escocia, Iglesia de San
U
modernidad en la visión, y de su técnica” (53). Para otros críticos como Francisco Alcántara y
U>
José Francés, era comparable a otros artistas españoles como Darío de Regoyos,
e
123
Encina, para quien su arte estaba determinado por una rigidez en su coiores.’”su pintura
tiene una cierta aspereza que a nosotros los nacidos en tierras donde el matiz cromático se asocia por
modo maravilloso con el vigor, no deja al primer momento de producimos una rara impresión. Hay,
además, en su arte, voluntad de asir y destacar lo característico de cada lugar un como delettantis>no
por toda clase de luces y estados atmosféricos. Sin ser propiamente impresionista, ha adquirido en el
Por otro lado, para críticos coma Antonio de Hoyos y Vinent, el impresionismo
se estaba quedando anquilosado a pesar del nuevo auge que iba a tener en España por la
llegada de numerosos artistas extranjeros que practicaban ese estilo: “es un género que está
en decadencia, un género que quedará como una modalidad curiosa del arte Vo me gusta el
impresionismo; pero como creo que en arte todo lo que lo sea realmente es interesante y tiene su
124
aplicación, pienso que el impresionismo sirve a maravilla para fijar esos momentos del paisaje en que
un juego de luz, un contraste de colores o un fenómeno atmosférico dan a las cosas extraño prestigio... e
(de sus vistas de paisajes tan sólo, proseguia el critico) son tres, a cual más interesante; ninguna de las
e
tres parecen inspiradas por una ciudad verdadera, sino más bien por una de esas calenturientas
evocaciones de pesadilla que nos causan opresión, casi angustia, una sensación que sólo habiendo
e
a
Milada Sindíerová, Puerto del Norte
(EIAAo Artístico, Madrid, enero de 1917) e
U
En abril de este mismo año, colaboraría con sus obras en la futura Exposición de
Ciegos que tendría lugar en ¡a capital. Al año siguiente, en los meses de febrero y
e
octubre, participa en el Círculo de Bellas Artes; en febrero lo hace con tres obras, Puente
a
de Ondárroa, Casas que ya no existen y Bodegón junto a otros artistas como el
Peña, Alfonso Quintana, Bernardini, Blanco Recio, Bujados, Castro Gil, Ferrer, León
e
e
125
Astruc, Gutiérrez Navas, López Ayala, Pascual, Fresno, ect. En octubre presentará una
sola obra, El pastor de Avila, a la XXII Exposición del Circulo de Bellas Artes. A pesar
de la mejora que había sufrido el local del Circulo de Bellas Artes en la distribución de la
luz, el certamen fue muy criticado por los participantes que concurrieron a ella; entre
ellos podemos destacar a Benjamín Palencia, Esteve Botey, Pedraza Ostos, Sanchís
Yago, Vicenta Sanz, Varela de Seija, Verdugo Landi, Miguel Argiz, Vázquez Diaz, Eva
Aggerholm, Inocencia Soriano, Juan José y Sixto Moret de la Llana, Eugenio Oliva,
Parada Eguilaz, Ruiz Morales, Juan Ferrer, Miguel de la Cruz Martin, Luis Bráfiez de
admisión, que deja exponer tales crímenes?.., el prestigio que ha conseguido, no puede ni debe
consentir que se expongan ciertos mamarrachos bajo su tela.. Es de sentir, además, que el admirable
salón que posee el Circulo sirva para colgar tanto mamarracho ingenuo o académico, estando ahora
BETTITNA JACOMETTI
los primeros aflos de siglo en Berlín como pensionada; en 1914 decide venir a España
cuando tenía 24 años de edad, así lo cuenta ella misma.’ “Cuando la guerra estalló, me
trabajo, pensando que éste era el país menos amenazado por la guerra mundial y que permitía por esta
causa a los artistas ganar más fácilmente su vida” (58). Su pensión era de 18 duros, de los
-y.
con gran parte de la intelectualidad de la época, asiste a cafés y a las tertulias de literatos
e
y pintores, sobre todo al café del Gato Negro, donde se reunía con sus mejores amigos;
sin embargo, seria a partir de los artículos de dos periodistas Hoyos y Vinent desde El
-
u’
Día y José Zamora desde El Liberal cuando comience a ser conocida como dibujante.
-
u
En febrero de 1917 prepara una muestra en el único Salón que ¡e permite
exponer sus “extravagantes” dibujos, la Casa del Pueblo de Madrid también mandaría -
u
organizada por la propia Agrupación Artística Socialista, que le invita a instalar sus
maestría, tropezaba Bettina Jacometti con enormes dificultades para lanzar su obra entre nosotros.
Ningún periódico se atreve a dar las rebeldías serenas y terribles del profundo pensador de la melena
merovingia y las faldas lisas como un hábito ascético. Tampoco los acostumbrados salones burgueses e
acogerían en su ‘confort’ los gritos de la calle, las implacables acusaciones del lápiz vidente. Ile ahí el
refugio de la Caso del Pueblo Y resulta curioso que hayo ido a guarecerse en lo morada democrática la
este rechazo era su atuendo y sus hábitos masculinos, que no fueron bien vistos por gran e
parte de la sociedad española, pese a que este mismo critico la describe como una mujer
e
bohemia que “gracias a su melena rubia, a su abrigo simple y varonil, a sus cigarrillos y a su arte;
a
nuestra habitual tertulia cafetera evoca desde hace unos meses los cenáculos del Barrio Latino” (60).
Otros, por el contrario, la recuerdan de la siguiente manera: “Bettina presentábase
lujosamente ataviada; pero su atavio acusaba cierta extravagancia. Un sombrero amplísimo muy raro
por laformay el color; una faldafuera de toda moda, con lunares de distintos tamaños y tono, y una
u
127
blusafloja, llamativa por lo desaliñada. Pero se advertía que el género de la vestimenta era de precio...
era alta, esbelta, delgada i’ en sus andares demostraba vigor varoniL Sus ojos, pequeños y azules.
tenían una mirada dura, y su boca, de regulares dimensiones, constituía su mayor encanto” (61).
espía, asunto del que hablaremos más tarde; ahora detengámonos en apuntar algunos
datos de esta Exposición en la Casa del Pueblo. El arte que había traído Bettina a
europea: “Sabíamos, aunque vagamente, que pertenece a la escasa y noble minoría internacional del
ultramodernismo” (62).
paisajes, con una alta nota satírica similar a otros dibujantes como Forain o Abel Faivre;
intención de la pintora? Creemos que no. Y no digamos la técnica, tan alta y sutil, que los mismos
Jacometti y sus hospitalarios huéspedes. Ya nuestra lenta pero segura extranjerización no huele
solamente a resinas de alcoba, que huele ya también a humo de fábrica, y sobre todo a humo de
imprenta” (63).
obtenidos con líneas curvas tendenciosas a la espiral, algunos de los cuales nos hace el efecto de estar
inspirado en las obras de Wells” (64). Para Federico García mostraban que “Bettina Jacometb,
en medio de la heterogénea multitud, exhibe su alma pura y de fuego sobre elfango de las otras almas,
y expresa su asco de la manera más pulcra, con trazos exquisitos, firmes, como no podían menos de
¡28
trazados sus dedosfinos y blancos. Es una excelsa pescadora de monstruos, a quien opresa en una red
u’
e
en su técnica una sencillez infantil junto a una seguridad asombrosa Posee percepción tan rápida,
extraña y analizadora que le hace sorprender las cosas y luego convertirlas en símbolos, unos simbolos
U
extraños y sobrecogedores, que, sin dejar de tener la claridad ingenua de la infancia, tienen una
Pasados dos meses de esta exhibición, Bettina Jacomettí es detenida por espía y
e
llevada a una prisión femenina de Madrid. Entre las versiones que se barajaron sobre su
detención circulaban principalmente que era una anarquista, que era una espía alemana e
que se comunicaba a través de sus dibujos de raros símbolos o bien que pretendía matar
U
al Conde de Romanones. Desde la cárcel intentó defender su inocencia argumentando:
“Desde hace dos años estoy trabajando aquí. Mis dibujos han sido favorablemente acogidos por el
público, cosa que me permite vivir independiente. Y si me obligan a salir de España perderé elfruto de
e
mis esfuerzos” (67).
U
129
clausura de su Exposición en la Casa del Pueblo, la cual había sido autorizada por las
autoridades políticas. Bettina había continuado visitando dicho lugar donde, según ella,
se reunía con amigos y charlaban de arte aunque, paralamente, durante esas fechas se
diario madrileño El País publica una orden de detención contra ella. La policía la buscó
a
durante más de quince días y a primeros de marzo, ya que el portero de su casa había
u’
alarmado a la policía porque hacia varios días que no se la veía entrar ni salir de su casa y
existía la posibilidad de un suicidio o de una desaparición. Bettina vivía sola en la azotea, —
encarcelada. Los numerosos amigos que tiene intentan sacarla del apuro visitando al
u
propio Ministro de la Gobernación y defendiendo abiertamente su inocencia en los
diarios. Sin embargo, es desterrada y trasladada al puerto de Vigo donde debía embarcar e
hacia su patria, aunque antes, escribe una carta a Federico García Sanchiz, quien publica
e
en La Nación parte de ella: “Me han arrancado cruelmente de mi trabajo, de mis relaciones
artísticas i’ de mis amigos. Me parece incomprensible que no quieran convencerse de que no soy un u
personaje digno de todo ese interés que quieren danne. Yo no me he ocupado nunca de política,
e
solamente soy artista, yeso sí, con toda mi alma” (68). Este sorprendente episodio no es, pese
a todo, un caso aislado en tiempos de guerra sino que aparece en otros artistas, baste e
FERNANDO MIGNONI
e
e
europea, fine un condicionante esencial para todos aquellos artistas que, como el pintor
a
e
131
italiano Femando Mignoní, acudieron a refúgiarse y así poder continuar su trabajo. Este
pintor llegó a la Península en 1915 y durante ese tiempo se dedicó por completo al
estudio de nuestros paisajes como los de Madrid y Segovia, obras que serian expuestas
dos años después, en el Salón del Ateneo, durante el mes de febrero de 1917.
-A —
argentinos y uruguayos, ahora tenía lugar una modesta muestra que estaba compuesta
132
por 23 cuadros, entre óleos y pasteles, de los más diversos lugares, entre los que
u,
bosque de Palermo, Hacia los Alpes, La quebrado de Zules, Las Upas, Anochecer, El e
carnaval, El amanecer en el puerto de Buenos Aires, El convento, Tramonte en la
u’
nieve, El Parral bajo la luna, Arrabal madrileño, El Ayuntamiento de Fuencarral,
dominio del color donde abundan los tonos suaves, hizo que parte de la crítica madrileña e
le considerara “como un escenográfo, pocos son hoy los que le aventajan, porque sobre todos tiene
e
un gran dominio de la técnica, una brava independencia de espíritu y un depurado gusto artístico... En
estos cuadros vemos al pintor poeta, al artista que rio considera la paleto como una cosa primordial, a
las alabanzas de Blanco Coris, quien le animaba por su estudio del natural a diferencia de
a
otros pintores de la misma época: “adelante con esas notas doradas, sanas y poéticas, tan
realistas, tan simpáticas y tan decisivas. Usted va al natural sin ‘tanteos’ ni vacilaciones a interpretarlo
personalmente, que es más noble y más sensato que seguir ensayando procedimientos infantiles como el
a
de los modernistas” (71). Ese carácter escenográfico que aparecía en sus obras se debía,
según José Francés, a los “teatros de Buenos Aires, primero; a los teatros de Madrid, después, U
consiste en que ha venido ¿~ desbanalizar, a ennoblecer el sentido de lo que debe ser el decorado en el
e
teatro moderno” (72).
a
133
MARTA SPITZER
Otra de las artistas extranjeras presentes en Madrid fue la francesa Marta Spitzer,
quien había estudiado en la Escuela de Bellas Artes de Francia y que, ahora, sin ayuda de
diciembre de 1917, una pequeña muestra que contaba con cinco esculturas en bronce
tituladas Muchacha oriental, Musa latina, cabeza de Joven criollo, Bailarina rusa y el
Bourdelle, Bernard, Maillol y eran un modelo a seguir y una invitación a los escultores
españo]es que como Blay, Benfliure, Inunia, Trilles, Beliver, Esteban Lozano, Capuz,
134
Garcí González, Pola, Ferrant o Perdigón ocupaban los primeros puestos de la escultura
española (73>. Estaban definidos por “una armonía lineal y donde se ofrece el ejemplo de una
u’
técnica sabia y sobna Es el mismo amor a los cánones antiguos, a los ritmos augustos y eternos, a la
solemne calma clásica” (74). El sentido clásico en la escultura de Marta Spitzer provenía de
la tradición siria y griega, en concreto, de esa línea que se había impuesto a primeros del
e
siglo XX, el clasicismo procedente del arte occidental, o la primitiva o salvaje que
Francisco Pompey señaló como el punto partida de la artista para pasar, más tarde, a
sintetización que calificada por Antonio de Hoyos y Vinent como “ultramoderna, audaz,
-4— M’~’
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1~
a
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4 u,
e
Marta Spitzer.
U
U,
e
135
resto de los paises europeos, como el caso concreto del Estado francés, quien había
adquirido de Marta Spitzer el busto de la Bailarina rusa: “Lo mismo que en España, cuando
se inaugura una Exposición particular, ¿cuándo se va a establecer en nuestro país la costumbre de que
el Estado adquiera en todas las Exposiciones que sean interesantes las obras, un ejemplar para
enriquecer los Museos de provincias? Francia, Inglaterra, Italia y otros paises tienen esa noble
costumbre. El señor ministro de Intrucción Pública y Bellas Artes, flamante e inteligente, tiene la
palabra” (77).
KOLINIC GOUSSEFF
sumaba al ambiente artístico de la capital. Se trataba del pintor ruso Koliic Gousseff,
quien exhibía una treintena de cuadros, entre pinturas y dibujos, durante el mes de abril
Kolinic había cambiado mucho desde su llegada; así recordaba José Francés este
cambio: “un adolescente con melenas y con ensueños terroristas en la cabeza, con las pupilas claras e
Kolinic Goussef se ha cortado las melenas, habla un español simplificado, que contorneo las palabras’
(78).
136
A pesar de la escasa fama que obtuvo el pintor con esta muestra, sus obras fúeron
comentadas principalmente por sus dibujos que, bajo el nombre de Apuntes a pluma,
u’
representaban la imagen de “un Madrid nuevo y extraño en su simplicidad Valora igual todos los
términos y las más diferentes cosas. Deja solamente a los edificios, a los árboles y a las figuras su
contorno, acusado con líneas gruesas e ininterrumpidas. Creeríanse que son de esas planas ingenuas,
tentadoras de los colores planos, que se ofrecen a los niños para ‘iluminaciones a la acuarela; incluso
también puede imaginarse que se hicieron proyectando el bordado de una tapicería” (79).
u’
e
Kolinic Gousseff. Iglesia de los Jerónimos
(Año Artístico, Madrid, abril 1918)
e
exige cada día con más imperio, ha logrado obtener, buscando lecciones de sobriedad y de vigorosa
e
137
color que en el dibujo y en la forma, se debe a que los cuadros de Gouseff sorprendan un tanto y exijan
una atención más concentrada para saborear sus indiscutibles méritos y bellezas” (81).
Península en el arte: “esta suavidad, esta dulzura con que se nos ofrece la pintura impresionista
extranjera, no anda muy acorde con la vehemencia lumínica de nuestro cielo y su vivo resplandor
sobre las tierras españolas. Por esto sucede que encontramos siempre esta pintura de impresionistas
extranjeros, hombres nacidos en país de brumas, pobres de expresión. Quisiéramos algo más fuerte,
madrileña: “La sinceridad nos obliga a decir que su obra no merece ni grandes elogios ni censuras;
es un arte con tendencias a la originalidad en la técnica, pero sin que sea nota emociante, que obligue
plaza de las Cortes, núm. 4, una Exposición cuyo protagonista es el pintor italiano Guido
donde llegaría a instalar una tienda propia de pintura; muy pronto es conocido por su
extranjero. Será desde la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917 cuando la crítica
138
titulado Los ojos de la noche, de un realismo mezclado con el arte de algunos artistas
e
españoles como Ignacio Zuloaga.
En esta exposición del Círculo de Bellas Artes dividió el envio en dos apartados u
segunda, Flores debiles, Estudio para retrato, La mañana, Flor entre flores, La
catedral de Burgos, Padre e hijos, El puerto de Boulogne Sur Mer, Las murallas de la U
leyenda, etc.
a
•s
139
El realismo de sus composiciones estaba definido por una paleta dominada por
colores oscuros parecidos a los de Zuloaga; para Francisco Alcántara se trataba de una
paleta algo extraña; en ella impera el betún, el asfalto, y esto le priva de frescura y energía, aunque
facilite la expresión dolorida y melancólica que parece ser en cierto modo un ideal del artista” (84).
Además de una paleta oscura, sus obras presentaban un aspecto semejante a los
de la estepa castellana, aspecto que recordaba ese ambiente que define a los
componentes de la generación del 98: “son obras completas, acabadas, que denuncian un recio
temperamento y un pincel seguro de si mismo que no retrocede ante ninguna dificultad. Luego nos
asombra la perfecta asimilación al áspero ambiente castellano; no una asimilación convencional, sino
una sincera y complera. Y, porfin, la firmeza del dibujo yel dominio de la luz’ (85).
Este aspecto del pintor italiano será reconocido por otros críticos como José
Francés, para quien la representación del alma de España habia sido muy bien
a
interpretada. Estas opiniones nos transíadan de nuevo al problema de una renovación de
la pintura moderna, en la que se ven inmersos, entre otros, los pintores vascos, e
una de tantas con ensavitos, bocetos, apuntes y obras de escasos méritos y proporciones como ahora se
e
acostumbran, sino una verdadera exposición: la labor de un hombre consciente de su dignidad estética
Nada más lejos de un españolismo epidémico, pegadizo, que estos cuadros recios de la recia España
castellana, creados por un italiano luego de cruzar por las tendencias de Francia y de Alemania... e
color y la linea hasta el sabor y el olor de la vieja Castilla, perdurable en su integridad a través de los
U
siglos” (86).
e
141
por la representación de un arte que se sumerge en las raíces ibéricas y que era capaz de
renovar el aspecto de esa España.’ “De los pocos extranjeros que han comprendido a la España
pictórica, tienen una bellísima representación en los cuadro&.. ha huido de la España de la pandereta
buscó un corazón de Iberia, siguiendo la gloria, la ruta que nos seilalara el gran Zuloaga, orientación
feliz que había de llevar a nuestros pintores a la creación de un arte duramente español a la
representación plástica de las grandes bellezas que atesoro esta tierra, a una labor del más puro
excelso patriotismo(S7).
Pero, además, se alejaba de las tendencias de los pintores más jóvenes, que se
lanzaban de inmediato a realizar una exhibición, algo que para muchos críticos constituía
un verdadero disparate por su falta de madurez, lo que daba aún más fama al italiano
Caprotty:
“¿41 fin surgía el pintor de grandes vuelos; al fin de entre esa juventud desorientada y
titubeante, que trabaja para la galería y busca losfáciles éxitos, se destacaba el artista lleno de santa
ambición, para arrebatarle a la Gloria susfavores! ¿Qué nos importaba a nosotros que el artista frese
extranjero? Para el arte no hay fronteras ni nacionalidades... 41 lado de cuadros que nos recuerdan a
los italianos de los últimos años de s.XIX, vemos otros que nos fraen a las mentes los impresionistas
franceses” (88).
VICTORIA MALINOWSKA
La artista rusa Victoria Malinowska, como tantos otros artistas extranjeros que
junio de 1918 en el Salón del Círculo de Bellas Artes (plaza de las Cortes, núm. 4) una
abundante colección de 107 cuadros con diferentes asuntos como paisajes de Madrid,
Biarritz, Ondárroa, Pirineos... ; floreros, caseríos, bodegones y retratos como los de Miss e
Mott, Pilar Zubiaurre, Retrato del guitarrista, Retrato de señorita, Gitana vieja, etc;
e
tras esta muestra volverá a exhibir sus cuadros de nuevo en el Circulo de Bellas Artes
a.
ej
U
— —
a
Fue calificada como una pintora que practicaba un arte agradable y armónico por
sus colores que configuraban “una serie de obras de orientación moderna, vivaces de color, e
U
bU
que parecen ser de un principiante en el arte, inexperiencia, faltas de visión y carácter infantil”
(90). Desde la revista Blanco y Negro se advertia a Ma]inowska que no desperdician sus
sumamentefácil llegar a resultados desastrosos. Nosotros sentiríamos mucho que, por malos consejos y
artístico que sinceramente creemos que posee” (91). Sin embargo, en los cuadros de
Malinowska como Retrato del guitarrista (92) se observaban las nuevas figuraciones
europeas, en paralelo con la recuperación que algunos artistas franceses o italianos como
Artistas Vascos, en abril en el Salón Iturrioz de Madrid (93) y en mayo 1920, de nuevo
e
en Madrid, en el Ministerio de Estado (94).
OHLSEN
e
Otro artista extranjero fue Ohisen, dibujante italiano de origen noruego, quien e
realizó una modesta Exposición en las dos salas del Centro de Empleados Civiles,
e
ubicado en el tercer piso de la madrileña calle del Prado, núm. 20. Era un artista
decorador como lo demostraron los frisos en color adornados con vegetales y frutas u
como mazorcas, melones y granadas que exhibía en dicho centro; además presentaba
trabajos. e
Nos queda tan sólo la opinión de Francisco Alcántara, quien calificaba su arte
como la representación de “la realidad, para mi tan sabrosa, tan llena de misterios, a un género de
imaginativa traducción, cuyo atractivo entre cómico e infantiL constituye la más bella delicada forma
de humorismo” (95).
e
ej
e
145
WYNDHAN TRYON
Wyndhan Tryon es uno de los pocos pintores ingleses que, como consecuencia de
Salón del Ateneo su primera individual, que dura quince días y está formada por 68
J</ona, Cieza, Sagunto, Ariza, Jérica, J~ona, Mora de Ebro, Los monigotes de Teruel,
montaña mística, Picachos de barro, Higos chumbos, Tierra inhospitalaria, Calor, Los
últimos rayos de sol, etc. El arte de este pintor inglés, como el de tantos otros artistas
extranjeros a los que hemos aludido, derivaba del impresionismo y del puntillismo pero
con algunas características, según apreciaban José Francés y Blanco Coris, de artistas
españoles del Siglo de Oro que impedían una definición clara de su arte:
no es un modernista exagerado, ni tampoco un devoto del realismo clásico del natural.’ su
pintura se queda en un término medio, falta de vibración y sobra de ambiente, resultando fría,
desarmonía producida por la combinación de las dos inclinaciones indicadas al comienzo de estas
lineas, y que no revelan otra cosa que la impresión que en el ánimo del artista hayan podido sugerir las
influencias de la pintura española en el tiempo que lleva trabajando en nuestro suelo, sobre el
sedimento sugestivo infiltrado en su espíritu por los extraños procedimientos de los puntillistas
Fil Sr Trvon, a juzgar por sus obras, se encuentra en el punto de afirmar su tiempo en
vacilaciones; estimamos que tiene más condiciones de pintor realista que de maestro del género de los
fuegos artificiales de los dinamistas plásticos Boccioni, Carrá, Russolo. .Xfartin, Severini, Sofflci y
Picasso” (96).
u’
Los paisajes que exhibía, aunque pertenecían a la geogralia española carecían,
peninsular: “casi todas notas cálidas del sol en paisajes desiertos, faltos de vegetación, y esa nota de
a
sofocación, de desamparo, llega a darla intensamente en algún momento; pero, sin embargo, sus
cuadros, para mi sensibilidad española, resultan, en generaL fríos, sin carácter.. carecen de espíritu,
de ambiente; es decir, que si en vez de titularlos paisajes españoles dice que son de Marruecos o de su
exponiendo en el mismo lugar, junto a otro artista inglés, Darsie Japp (98). e
e;
George Owen Wynne Apperley (1884-1960) nace en el seno de una rica familia
inglesa que le permite viajar desde muy joven por toda Europa. En 1904 visita Florencia,
a
Roma y Nápoles, en donde realiza numerosos estudios y paisajes de factura
como Madrid, Toledo, Sevilla y Granada pero logra salir y viajar hasta Inglaterra. Sin
a
embargo, la guerra le hará regresar a España el 17 de marzo de 1916 (99).
a
ej
a
147
Sevilla, Ronda y Cádiz, llega en abril de 1917 a Granada, donde fijará su residencia y se
encontrará con los artistas alemanes Paul Sollmann y Sigfrido Búrmann. En esta ciudad
primera vez, sus cuadros en la capital de España, en el hall del Hotel Palace. La crítica
además por ser miembro del Instituto Real de Londres. En la muestra del Hotel Palace
Segovia, y otras de tipos andaluces: Tristeza gitana, Retrato, Bailarinas gitanas, Los
personalidades del gobierno inglés aunque, á pesar de esto, el éxito de la muestra se vio
empañado por algunas criticas como la de Antonio de Hoyos y Vinent, que la consideró
un verdadero fracaso: “Ni personalidad, ni espífltu, ni color, ni luminosidad, nada de nada. Todo es
triviaL vulgar absolutamente desprovisto de genio, de gracia, de vida. Aquellos paisajes igual pueden
148
ser España que Francia, que el norte de .4frica, que Italia, porque, en el paisaje, ‘ser’ no consiste en
0
tener una torre, o una iglesia, o un castillo; consiste en guardar algo de la impresión sagrada que hace
Sin embargo, y como apunta el libro de José Carlos Brasas Egido (102), la ej
exhibición tuvo una buena acogida por parte de un público que entendía lo que allí estaba
e
representado, basado principalmente en un arte de formación académica, con algunos
rasgos de prerrafaelismo y de simbolismo: “Estas acuarelas son del estilo más español y grato a e
nuestro pi~blico; ni siquiera han sido levemente rozadas por la inquietud quimera que pone en el alma
a
de muchos pintores modernos anhelos de una idealidad nada pictórica” (103).
e
149
después, el 3 de noviembre de 1928, expone por segunda vez en Madrid. En 1931, con la
hasta su adhesión a la España nacionalista, y desde donde continúa enviando obras a las
RODOLFO TEWES
presencia de otro pintor alemán, Rodolfo Tewes. Las tendencias modernas, incluidas las
desde el estallido de la guerra europea nos encontramos a este artista extranjero viajando
150
cromatismo y la construcción de sus obras que hacen que se le llegue a comparar con el a
artista vasco Francisco de Iturrino: “preocúpale mucho lo estructural de las formas, y sobre la U
clara y precisa determinación de éstas, modula con nervio sus armonías de color A veces la firmeza, la
determinación estructural, priva sobre lo sutil de la modulación... Establece el Sr Tewes con seguridad
los planos y los empapa luego en luz... a Iturrino el color le embriaga, y en presencia de él, olvida por
U
completo la estructura, y con rapidez inaudita de poseido arroja gentilmente sobre el lienzo finas y
esplendentes tonalidades con ligerísimas alusiones a la forma del paisaje. Así sus paisajes son a veces
e
confusos de forma; pero en cuanto halago del sentido visual. El Sr Tewes es prob chíe que vea la
estructura de un paisaje antes que su color Y establecida ésta idealmente, luego, reflexiva y
reflejaron los críticos, nos llevan a aventurar que ifie un artista que practicó un
impresionismo algo realista donde, según Antonio de Hoyos y Vinent, “sobre todo en los
a
paisajes está muy bien, sin embargo de un raro fenómeno que hace que la luz esté mejor en las ‘cosas’
e;
a
Hl
111.1.1. NOTAS
1936), Tesis editada por la Univ. Complutense, Madrid, 1982, pié 1-262.
(3) En julio de 1920 exhibe sus obras en el Salón de Arte Moderno de Madrid. José
(5) Juan Antonio Gaya Nuño, El Impresionismo en España, Madrid, Dirección General
(6) Federico García Sanchiz, “Exposición Milada Sindíerová”, La Nación, Madrid, 31-2-
1917.
1918.
152
(10) Vid., Capitulo y, Arte y Política en España durante la Primera Guerra Mundial: la
Exposicón de Legionarios de 1917.
(11) Este pintor argentino expondrá más tarde sus cuadros en abril de 1920 en el Ateneo e
madrileño. José Francés, “Memoranda”, ElAño Artístico, Madrid, abril de 1920, piSO.
ej
Madrid, 29-5-1917.
*
u”
(14) José Francés, “Un pintor húngaro Segismundo de Nagy”, El Año Artístico, Madrid,
febrero de 1915. e
u
(15) M.G., “Segismundo Nagy”, La Correspondencia de España, Madrid, 3-2-1915.
(17) En este mismo lugar, el Salón del Teatro Real, volvería a exhibir sus obras en mayo
a
de 1920. José Francés, “Memoranda”, ElAño Artístico, Madrid, mayo de 1920.
e
a
‘53
(22) Beintmann permanecerá en España un par de años más, en 1917 y 1920 participará
sus costumbres. E. Garro, “Beintmann pinta a España”, Blanco y Negro, Madrid, 10-11-
1918.
(23) José Francés, “Cuatro pintores alemanes”, ElAño Artístico, Madrid, abril de 1915.
1918.
(28) Antonio de Hoyos y Vinent, “Exposición Kurt Leyde”, El Día, Madrid, 7-1 1-1917.
u’
(29) José Blanco Coris, “Exposición del pintor Kurt Leyde”, Heraldo de Madrid, 2-11-
1917. t
u.
(30) J. García Mercadal, “La primera Exposición del Ateneo”, La Correspondencia de
e
(31) José Lebrón, “Kurt Leyde”, La Nación, Madrid, 5-11-1917.
e
(32) José Blanco Coris, “Exposición del pintor Kurt Leyde”, Heraldo de Madrid, 2-11-
u
1917.
a
e
(34) Antonio de Hoyos y Vinet, “Exposición Kurt Leyde”, El Día, Madrid, 7-11-1917.
(35) José Francés, “Memoranda”, ElAño Artístico, Madrid, febrero de 1920, p. 37.
u
(36) José Blanco Coris, “Exposición Hans Poppelreuter”, Heraldo de Madrid, 24-2- e
1920; J.M.V, “Exposición Poppel Reuter (sic)”, Hermes, Bilbao, marzo de 1920 y José
e
Francés, “Un artista alemán: Hans Poppelreuter”, El Año Artístico, Madrid, febrero de
e
1920.
mt
e.
155
(37) C. (José del Cacho), “En el Hotel Ritz”, La Correspondencia de España, Madrid,
3 1-12- 1915.
(38) Ibid.,
(41) J.del C (José del Cacho), “En la sala Vilches”, La Correspondencia de España,
Madrid, 24-12-1915
(44) José Francés, “Varias exposiciones”, ElAño Artístico, Madrid, diciembre de 1916.
(48) José Francés, “Un pintor austriaco: Myrbach”, El Año Artístico, Madrid, *
enero de 1916.
u.
u.
(51) J. del C (José del Cacho), “En el Salón Iturrioz”, La Correspondencia de España,
u
Madrid, 28-11-1916.
mt
3 1-1-1917.
a
(53) Ibid., e
a
(54) José Francés, “Una pintora checa: Milada Sindíerova”, El Año Artístico, Madrid,
enero de 1917.
e
157
25-1-1917.
3-10-1918.
(59) Federico García Sanchíz, “Bettina Jacometti en la Casa del Pueblo”, La Nación,
Madrid, 27-2-1917.
(60) Ibid.,
(63) Federico García Sanchiz, “Bettina Jacometti en la Casa del Pueblo”, op. cit.,
(64) José Blanco Coris, “Exposición Bettina Jacometti”, Heraldo de Madrid, 25-2-19 17.
(65) Federico García Sanchíz, “Bettina Jacometti en la Casa del Pueblo”, op. cit.,
‘e
158
14-4- 19 17.
e
u
(68) Bettina Jacometti, “Bettina Jacometti en el destierro”, La Nación, Madrid,
25-4- 1917. u’
e
(69) Vid., Capítulo VII. Itinerario del simultaneísmo en España: Robert y Sonia
r
Delaunay.
e,
(70) Ballesteros de Manos, “Exposición Mignoni”, La Mañana, Madrid, 12-5-1917.
e’
u,,
(72) José Francés, “Un pintor italiano: Femando Mignoni”, El Año Artístico, Madrid,
mayo de 1917. a
e
(73) J.Blanco Coris, “Exposición Masthe Spitzer”, Heraldo de Madrid, 21-11-1917.
a
(74) José Francés, “Marta Spitzer”, ElAño Artístico, Madrid, noviembre de 1917.
mt
a
(75) Francisco Pompey, “De Arte”, El Parlamentario, Madrid, 27-11-1917.
e
159
21-11-1917.
(78) José Francés, “Un dibujante ruso: Koliic Gouseff’, ElAño Artístico, Madrid, abril
de 1918.
(79) Ibid.,
(80) Francisco Alcántara, “El pintor ruso Gousseff, en el salón Mateu”, El Sol, Madrid,
27-4-1918.
‘e
Madrid, 16-4-1918. u’
u’
(86) José Francés, “La exposición Caprotty”, ElAño Artístico, Madrid, abril de 1918.
u.
(87) Edelye, “Salón del Circulo de Bellas Artes”, El Liberal, Madrid, 13-4-1918.
e
e
(89) Juan de la Encina, “Exposición de Victoria Malinowska”, España, Madrid,
u.
27-6-1918.
27-4- 19 19.
u
e
(94) José Francés, “Victoria Malinowska”, El Año Artístico, Madrid, mayo de 1920.
‘a
u
161
(95) Francisco Alcántara, “La vida artística”, El Sol, Madrid, 16-6-19 18.
1918.
(98) José Francés, “Memoranda”, ElAño Artístico, Madrid, marzo de 1920, p. 99.
(99) José Carlos Brasas Egido, Apperley’. El pintor inglés de Granada, Caja General de
(100) Ibid., p. 20
4-12-1918.
(102) José Carlos Brasas Egido, Apperley El pintor inglés de Granada, op. cit.,
(103) Francisco Alcántara, “ Las obras del acuarelista inglés Wynne Apperley en el Hotel
(104) Vid., José Carlos Brasas Egido, Apperley. Elpintor inglés de Granada, op. cit.,
162
u
(106) Antonio de Hoyos y Vinent, “Notas de arte”, El Dio, Madrid, 9-12-1918.
u
111.2. ARTISTAS PROCEDENTES DE HIISPANOAMERICA
e
1900, con la edición de Ariel, escrito de José Rodo en el que se defendía la tradición de
u.,
la cultura autóctona y aquellas manifestaciones europeas que influyeron en los artistas
Los artistas americanos acuden a España por dos causas fUndamentales, porque 9
son pensionados por sus respectivos lugares de origen, y como consecuencia del
e
estallido de la guerra europea. Ambos motivos estarán ligados en muchas ocasiones. El
u
destino de estas becas está en Europa, principalmente en Paris, pero el
desencadenamiento del conflicto provoca su inmediata huida a países cercanos y e
neutrales como España, al que estaban unidos por idioma y cultura. Sin embargo, antes
a
del conflicto llegaban jóvenes pensionados de las diferentes regiones de Latinoamérica a
u
163
Europa. Desde primeros del s.XX ya existen relaciones entre los artistas americanos y las
tendencias artísticas europeas. Algunos, como Andrés de Santa María, José María de
Velasco, Armando Reverón, Pedro Figari, Anita Malfatti, Emiliano di Covalti, Rego
Monteiro, Tarsila do Amaral, Emilio Pettoniti, Xul Solar, Diego de Rivera, etc.
Buchardo, José A. Merediz, Curatella Manes, Alfredo Guttero además de otros como
-
Ernesto Riccio o el escultor Alberto Lagos (2); de Cuba destacan A.rgudín, Manuel
Mantilla, M. A. Santana (3) o Enrique Crucet (4); de Brasil L.H. Gutuzzo; de Chile (5),
Uruguay, Joaquín Torres García, Rafael Barradas, Carlos Alberto Castellanos y otros.
Todos ellos habían recibido becas de sus receptivos gobiernos para estudiar en el Viejo
Continente pero todos terminaron viajando a Paris, lugar en el que vieron “in sim”
aunque en menor número, las de las vanguardia cubista y futurista, cuyos alumnos más
España y su capital recibían a estos artistas latinos, entre ellos los más conocidos
fueron escntores y poetas como el argentino Alberto Ghiraldo, quien llegó a dirigir la
programa: “Pensamiento y acción. Ofrecer una tribuna libre donde puedan ventilarse con absoluta
amplitud de criterio, todos los problemas sociológicos, intelectuales, artísticos y políticos que atañen a
la colectividad.. Y. principalmente, levantar el arte como pabellón de luz a cuyas proyecciones iremos
[64
haciéndonos mejores, más sanos, más buenos, másfuertes, más libres, porque su influencia nos hará
1,
más aptos para percibir la verdad y la belleza, almas del mundo” (6).
Su popularidad aumentó como líder del grupo de escritores latinos hasta tal u’
fundadora la lumbrarada del sol del trópico, las impetuosidades, las utopias ardientemente sentidas de
e
una raza virgen emprendedora y romántica, con restos de la ancestral reciedumbre ibérica e
intuiciones de pueblo nuevo... El es, entre nosotros, la encarnación de los hombres de aquellos paises
artistas de la América latina que, educados en el culto de veneradas tradiciones, saben jugarse la x’ida
u’
por el triunfo de las nobles ideas que creen justas. AquL este escritor argentino, es el prototipo
ejemplar del americano sincero e impetuoso, que se asomé al mundo a través del arte y de los libros”
e”
(7).
Asimismo, podemos distinguir otros actos relacionados con el mundo del arte
e
latinoamericano, sobre todo cabe destacar las relaciones que mantenían la República
Argentina y España ya desde 1910 (8). Éstas se habían estrechado, principalmente, desde
la constitución de una embajada española en Buenos Aires, publicada por Real Decreto
u,
cada día aumentan y se consolidan.., han movido al Consejo de Ministros a tomar el acuerdo de m
convirtiendo en Embajada la actual Legación allí establecida y a solicitar de las Cortes, en su día, los
e
165
la creación de la embajada argentina como reflejo del inicio de una aproximación a los
‘t4 España conviene la mayor aproximación posible a todos los pueblos de su origen. Atraer
sobre si la atención que otros Estados más provisores, más sagaces y ambiciosos reclaman, no para
hacerles girar y vivir bajo el influjo de nuestra única luz, con vida de satélites, sino como a mundos
libres ~ conscientes que tengan en nuestro solar patrio el campo neutral y el mercado común de sus
elevando a la categoria de Embajada la legación de aquel pais, debe España continuarla con México,
accediendo a las aspiraciones de aquel pueblo hermano, manifestadas recientemente por la voz de su
paises latino-americanos con destino a Madrid, de tal modo que el Gobierno español se
Latino-Americana, Casa Argentina, etc. Más tarde se constituirá en Madrid una nueva
u’
166
9.
la cultura. lino de los principales apoyos en sus comienzos sería otra revista de
e
orientación hispano-americana, Cervantes, presidida por Andrés González Blanco, que
se ofrecía como plataforma divulgativa: “CERV4NTES, que aspira a ser un órgano del —
pensamiento y del sentimiento, estéticamente expresados, de las naciones de habla castellana, no puede
e
menos que enviar a la Juventud Hispano-Americana, que así se denomina la naciente asociación, su
más sincero y efusivo saludo, ofreciéndole al mismo tiempo estas páginas como vehículo para la
u
difusión de sus nobles propósitos” (11).
e
solidaridad sociaL.. Importa una nueva cultura, un nuevo criterio para medir los valores sociales, una e
nueva orientación del ideal colectivo hacia conquistas propias a la ventura de los hombres... Los
jóvenes deben explorar rutas desconocidas en busca de inspiraciones y de estímulos para la vida
humana... Una generación estudiosa puede marcar destinos nuevos a América; su civilización palpito
e
en manos de losjóvenes...” (12).
Ciencias y las Artes que se proponía cumplir once cláusulas: “Primera. Procurar que el
e
e
167
Gobierno español deje de ver las relaciones con Hispanoamérica como simples relaciones
hispanoamericana. Cuarta. Que se asegure la validez de títulos profesionales liberales por Tratados...
Quinta. El intercambio de profesores y sobre todo de alumnos. Sexta. Que se active todo lo referente a
la protección de la propiedad literaria y propaganda del libro. Séptima. Cooperar a todos los esfuerzos
para lograr mejores comunicaciones entre España y América... Octava. La creación de una
América en Madrid.. Décima. Que por todos los medios conducentes se active la celebración del
aplazado centenario de Cervantes. Undécima. Que se active todo cuanto sea posible la erección de una
las revistas madrileñas y centros institucionales como el Ateneo de Madrid, Unión Ibero-
pretendían que fuera, según cuenta Gómez Carrillo, “una posada artística para albergar a los
escritores y a los pintores que quieran perfeccionarse en sus respectivos oficios dentro de la sana y
fuerte tradición castellana” (15). Sin embargo sería su propia comisión quien publicase los
objetivos de la nueva asociación: “Es la unión más íntima de la juventud hispana en todas sus
esfuerzo y ayuda para el mayor desarrollo y amplitud del comercio artístico; la suma, en fin, de
actividades e iniciativas que todos aporten con el mismo móvil de esplendor y prestigio del habla
castellana.
168
‘e
Esta Asociación facilitará medios a todos los literatos hispanoamericanos para la publicación
de trabajos inéditos, para la inserción de libros y novelas e igualmente ayudará en sus investigaciones,
con toda clase de datos, a aquéllos que dediquen sus esfuerzos en el campo de la ciencia; organizará
u.
concursos artísticos de dibujo y pintura, literarios, cientijicos y musicales, etc... La creación de una
revista hispanoamericana de arte y ciencia será una de sus principales aspiraciones, y a la que debe
artísticos madrileños porque, como reconocía Gómez Carrillo, “lo que falta en .¾íadrid
es el
u.
espíritu de atracción, el secreto parisiense de ‘acoger’, el arte de saber hacer ver lo que se posee, la
propaganda’, en fin, para emplear una palabra de moda. Cuando la primera media docena de artistas
americanos comience esa propaganda, otras muchas decenas vendrán. Y tal vez de esta posada para
estudiantes salga, al fin, la verdadera fraternidad de la raza, que tanto predican los politicos y que u.
u.
Asimismo, podemos distinguir otros actos relacionados con el mundo del arte u.
e
celebrado por artistas latinos en España, salga una protesta que yo tengo el honor de formular y
proponer a nuestro criterio. Protesto contra la destrucción sistemástica de obras de arte, acasionadas
e
por la guerra, durante la cual se celebra nuestro Congreso de Arte...” (18).
u
[69
Artes (19). Los vocales para la Junta de este nuevo objetivo fueron los españoles Joaquín
Maria López Mezquita, Julio Romero de Torres, Vicente Lampérez y Romea, Antonio
Palacios, Mariano Benlliure y Gil, Miguel Blay, Emilia Pardo Bazán, Mateo Inurria,
Ramón Menédez Pidal, José Maria Salaverria, Ramón Pérez de Ayala, Tomás Bretón,
Salvador Falla, Rafael Domenech, José Francés, Jacinto Octavio Picón, Serafin Alvarez
Ihuillier (20).
Este comité español se encargaría de realizar las exhibiciones del artista argentino
RODOLFO FRANCO
Argentinos, otro compatriota, Rodolfo Franco, exhibía 40 obras durante el mes de marzo
Fernández Ardavin y Salvador Florenza. Las obras de estos artistas fueron consideradas
como pintura “optimista” y más bien como un canto al arte que no seguía las tendencias
u’
¡70
‘e
Galería General de Arte y cuyo protagonista, Celso Lagar, exhibía por primera vez por
e
esas fechas su “escuela” particular, el planismo. Dicho planismo, criticado por sus alardes
futuristas y cubistas, será punto de referencia para la Exposición de esos tres artistas en u.
el Circulo de Bellas Artes: “Nada de recostarse dulcemente sobre el rutinario clasicista, nada de
e
crear escuelas extravagantes y dislocadas; ni la ranciedad ni el futurismo... Los tres expositores del
Palace son dignos con las naturales diferencias de escuela y procedimientos, de la más alta estima, a
Artistas del optimismo son porque andan hermanados por el mismo ideal de renoi’ación que les hace
marchan de acuerdo con las inquietudes de la vida y las brujas apariciones que van dibujando
u
completamente e/porvenir” (22).
e
Salvador Florenza presentaba 16 paisajes de Andalucía, Mallorca e Italia
e
calificados por la critica por su dominio del color como un “tanto tocados, quizás. de
a
teatralidad, faltos de recatada poesía, paisajes demasiado ‘de todos’, pero agradables de ver” (23).
Fernández Ardavín tenía instalados 18 cuadros, algunos de ellos retratos que la crítica
relacionaba con el arte tradicional pero sin llegar a mostrar en ellos la personalidad del
e
retratado: “Aún no ha logrado perder Ardcw’ín lo que nosotros llamamos ‘academicismo’, y que en
e
171
puerto, Posada de los amoladores, La farándula, etc... - casi todos ellos pertenecían a
“Rodolfo Franco emplea con saber los recursos del procedimiento; recursos expresivos de la
idealidad tales como dilatadosfondos, matices casi imperceptibles del claroscuro, contrastes poderosos
de luces y sombras; pero no olvide que estos recursos del aguafuerte no dispensan, ni en definitiva
Sin embargo, antes de este viaje a tierras andaluzas, Rodolfo Franco había estado
que ha denominado Manuela Alcover “la triada angladiana” (26). Rodolfo Franco
u.
descubre el paisaje mallorquín dotando a su pintura de un preciosismo que el critico
Pagano distinguiría en sus obras. “Franco, muy sensible al color, hacía una pintura clara, de
sentido gracioso del arabesco, la tendencia a la decoración, el amor a los tonos rutilantes y a las e
gamas ricas, y sobre todo, la sensibilidad aguda, refinadísima, que vibra frente a las expresiones bellas
e
de la línea o del sentimiento con fisico transporte de placer... Pocas veces el alma sevillana nos ha sido
sugerida por el arte con tanta energía y tan acorde con los círculos concéntricos que la palabra Sevilla
de Hermenegildo Anglada Camarasa e Ignacio Zuloaga, que se inició con Juan Carlos
e
‘73
Alonso, Jorge Bermúdez y continuó con Tito Cittadini, López Naguil, los hermanos
Tras las exposiciones de los artistas argentinos durante los meses de marzo y abril
Salón que tenía alquilado en el Palace el Circulo de Bellas Artes, otro artista
‘e
Alberto Castellanos nace en Montevideo e inicia sus estudios con Carlos María u.
Herrera. En 1904 viaja, acompañado de otros pintores americanos a Europa; tres años
u.
más tarde, se encuentra en Madrid asistiendo a las clases de pintura de Joaquín Sorolla,
u
quien le influiria en sus obras posteriores. En la primera década del siglo viaja a su ciudad
u.
a,
e
Interior de la Exposición de Carlos Alberto Castellanos
(El Día, Madrid, 4-4-1917) a
e
175
compuesto por 53 cuadros entre los que se pudieron ver: Cargadoras de naranjas en
tapices y vidrieras.
Sobresalia un carácter decorativo que le llevaba a concebir los temas con un gran
moderna. para algunos críticos como Francisco Alcántara se trataba de “un modernismo del
que suele contraerse, a mi juicio, más que por profunda convicción por ‘snobismo ‘ 4notetnos una
espontaneidad decorativa que en la misma amplitud>’ especial cromatismo de este artista se revela
como cosa íntima y sin relación ninguna con la ridícula preceptiva aceptada por la generalidad de los
‘e
antiguos y que continúan empleando los de la actualidad, usted sería un maestro más de la Pintura.
u.
¡qué duda cabe!” (31).
arte francés, que un mes antes había irrumpido en la capital mostrando algunas de las
u.
de América que la diferenciaba de otras con carácter más sensacionalista por sus
u.
novedades:
‘Por regla general, las exposiciones que vienen celebrándose no interesan sino como u.
actualidad periodística, en cuanto significan otro espectáculo que acaba de ofrecerse al público de las
grandes ciudades. Una buena tarde acuden los fotógrafos a tal o cual sala, lanzan su fogonazo de u.
convertirse en fiambre t.. Casi por primera vez, un pintor americano no nos brinda sus imitaciones de u.
las novelerias europeas, sobre todo las del bulevar, sino que trae hasta nosotros pedazos espléndidos
de su tierra.,, ha pintado su país de una manera soberbia y sensual, y cada cuadro suyo tiene la
ardentía del cuerpo semidesnudo de una Cleopatra. envuelta en telas cálidas y brillantes. De los
e
177
entrañas y en el aire de aquellos bosques, que pueblan la fauna y laflora más voluptuosas del mundo.
>41 lado de sus telas realistas, presenta Castellanos una serie de fantasías de color, delicias de retino,
como ‘¡mpromtus’ coloristas, juegos exquisitos de un temperamento de gran señor de la paleta... ¿Qué
le falta a Castellanos? Tal vez un poco de afinamiento en la técnica aunque el artista alardea de su
A este respecto, otro de los criticos que secundaba la misma idea fije Antonio de
Hoyos y Vinent, quien aludía no sólo a los artistas argentinos por esas influencias
francesas sino que recordaba los fuertes colores fauvistas de las pinturas de la Exposición
de Celso Lagar en la Galería General de Arte en las que pudo ver, según él, el declive de
la pintura pansina:
asuntos que por su mismo cosmopolitismo carecen de interés, como no sea en manos de un artista
genial; trátase de algo nuevo, original, sentido, algo en que la pompa lujuriante de los modelos reúnan
a maravilla con la bárbara riqueza del color Es cosa exótica, cosa fuera de nuestros vulgares
Sin embargo, para otros críticos los fUertes colores de sus pinturas de Paraguay
fueron descalificados por su falta de sensibilidad en comparación con otras pinturas que
Esto nos indicaria, una vez más, el apoyo a una pintura sin connotaciones exteriones y la
muchas de las telas del Paraguay pertenecen a un género de pintura que no puede agradarnos en modo e
alguno” (34).
e
Por el contrario, el único que se atrevió a respaldar las obras de Alberto
Catellanos fue Ballesteros de Martos. Para este crítico, el arte del pintor uruguayo e
delicadeza... Es un arte puramente objetivo que sólo logra despertar agradables o violentas u.
sensaciones... Sus lienzos, trabajados con la espátula, en donde los colores se apelmazan y amontonan
hasta llegar a lo inconcebible, tienen un alto valor decorativo... Para el arte decorativo no se puede u’
exigir otra cosa que buen gusto, y el Sr Castellanos lo tiene, como tiene, además, aunque no quiera o
a,
no sepa aprovecharla, cualidades positivas que harían de él un artista, en el noble, amplio y elevado
Posteriormente, en los salones del Circulo de Bellas Artes de Madrid (plaza de las
Cortes, núm. 4) expone durante la segunda quincena de marzo de 1918, Carlos Alberto e
a
179
quien presentaba en una vitrina de la primera sala una colección de esmaltes traslúcidos
vanguardias (36) pero, como señala Ballesteros de Manos, “París no les perturbó como un
vino endemoniado>’ embriagador. El viaje a París que hacían todos los americanos antes de ocurrir la
tragedia nofue para ellos nocivo, puesto que lejos de destruir sus naturales disposiciones para el arte,
Mallorca en 1914 junto a otros artistas como Tito Cittadii, Adan Dihel, López Nagil,
etc, siguiendo los pasos de Hermenegildo Anglada Camarasa. Allí se establece, según
través de Argentina y Cuba, hasta tal punto que en 1927 dos críticos de arte Joan
Alomar y Miguel Angel Colomar, promocionan una Missió d’Art a l’Argentina (38).
Seria durante los años de la Primera Guerra Mundial cuando se forme la Escuela
pollensina, que descubre el paisaje de Mallorca la mitíca isla “griega, arcaica y clásica.
Alallorca corresponde a la visión fantasiosa, orientalista de aquel mediterráneo inventado por los
simbolistas” (39). Allí, la exhibición de sus obras se realizará en las principales salas de
Mallorca como el Circulo Mallorquín, el salón árab de La Veda. las Galerías Costa o el
Salón Mateu.
1918, Roberto Montenegro exhibió 62 dibujos realizados algunos de ellos a pluma, otros
coloreados, entre ellos Motivos mejicanos, Salomé, Adiós a la vida, Aladino, Omar-
180
soberbia, La envidia, Ironía, Telas antiguas, San Sebastián, San Jorge, Lujuria,
e
Cercedilla, México duerme, Lago sagrado, Bacanal, Apolo y Dafne, Licosia, Ligea y
u’
Partenopa, Ulises en la isla de Ogygia, además de tres óleos presentados el año anterior
u’
u’
u’
u’
u
Carlos Alberto Castellanos, Primerose
(La Mañana, Madrid, 6-4-1918)
a
a
181
los artistas americanos habían realizado al arte español criticando, por el contrario,
“Cuando Montenegro se siente españoL su arte es sencillo, simpático >‘ perfecto. Cuando
pretende hacer lo que los italianos, holandeses y franceses modernistas, aparece retrocido y sacnfica
querer imitar las extrañas facturas de esos desatentados enemigos de las bellas artes que se esfuerzan
en buscar por caminos imposibles la imitación de la Naturaleza con el tan desacreditado ‘puntillé’, las
sequedades de color y el modelado ingenuo y rebelde a las superficies y volúmenes de las formas!”
(40).
del año anterior en el Salón Iturrioz, adscribió las obras de estos pintores
‘Montenegro y c’astellanos, el uno dibujante y el pintor el otro, los dos encauzados en las más
modernas tendencias, demuestran una vez más que en el arte todo se puede intentar y nada resulta
mejicano trae de París, de Berlín y de Londres las características de su arte; pero como él es un gran
dibujante >‘ además tiene cultura, sensibilidad y talento, resulta que sus dibujos, lejos de parecer
remedos o copias, son la expresión de una manera que tiene que agradar por fuerza. (Castellanos)
cromáticos es lo que en ellos hay de manifiesto. Pintor objetivo, es colorista por excelencia, y logra
“se advierte una gran imaginación, de la que se muestran esclavos los pinceles para componer cuadros
fantasmagóricos, escenas de cuento de hadas, ilustraciones de poemas indicos y cuentos árabes” (42).
182
Antonio de Hoyos y Vinent calificó por separado las obras de Montenegro como
y luminoso; uno posee el secreto de la línea, y el otro el del color Los dos coinciden en un a modo de
u.
lirismo pictórico que concéntrase en un punto, en el comentario al asunto mejicano y luego se bifurca
playas del símbolo alambicado y oscato que amaba Beardealey (sic), claro que ambos en su peculiar
u.
interpretación” (43).
mi’
delicioso sentido de los matices, en tono menor, gama apagada como en las ilustraciones de Aladino. o
en vigoroso contraste de tonos crudos como en los motivos mejicanos, acaso lo más interesante y nuevo u’
de procedimiento. Carlos Castellanos nos ofrece la novedad de una visión del paisaje mallorquín
e
hallada al recuerdo del mundo mítico griego... Pero los óleos del Paraguay continúan siendo el núcleo
principal de la obra de este gran artista. Un Paraguay afin al Oriente musulmán, sobriamente
e
Ballesteros de Martos, partidario de la concepción de estas obras dentro de la
corriente moderna, explicaba que nunca pertenecerían al arte español y mucho menos en —
apariencias locales por ser tan variado y diferente del americano y de las influencias
e
europeas que se observaban en sus cuadros:
depuración del gusto... sus obras tengan, sobre todo, un gran valor decorativo. Son fervientes
adoradores de laforma y del exterior de las cosas, de las brillanteces y de las suntuosidades. Como los u’
u’
183
egipcios y como los griegos sólo ven la actitud tranquila>’ serena, >‘ aportan ellos, por su parle, un
alambicado, el que más detallayprecisa; pero también el más eurítmico. Sus estilacionesjamás llegan
lo que en ellos esfalso y ficticio, en el artista mejicano es propio y verdadero, responde a un modo de
ser.. Carlos Alberto Castellanos es un pintor de una poderosa personalidad., su estilo, con tener
concomitancias modernas, se aparta de todo para hacerse singular, para no ser nada más que suyo.
Trabaja con los colores como un escultor trabajaria con el barro. No hace pintura, hace relieve.., no
es sólo un pintor extraño yfantástico, un colonsta fastuoso y cálido, enamorado de la luz vibrante, sino
que ama también el naturaL sabe ser elegante y distinguido, y encontrar en su paleto armonías suaves y
apacibles, calidades y matices... Castellanos es sólo un pintor objetivo que únicamente siente lo que
decoray armonizo, y jamás entrará en el alma de nuestro suelo, nunca aprisionará en sus cuadros el
carácter de nuestra patria, tan vario y distinto en sus aspectos regionales” (45).
José Francés, que llevaba como subtitulo el de Artistas Decoradores debido al auge que
a
estaban teniendo las Artes decorativas en España de la mano principalmente de los
hermanos Larraya. Allí presenta cinco obras en una de las diferentes secciones de la u
Azpiri, Bartolozzi, Manuel Bujados, D’Hoy, Echea, Grau Miró, Pedro Guezala, K-Hito,
José Zamora, Tomás Pellicer, Ramón Zubiaurre, Junceda, Fresno, Giraldez, etc. En esta
u.
exhibición la crítica calificó a Castellanos como un artista con un “desenfreno imaginativo.
Su fuerte personalidad entra en los bosques sagrados de Apolo, como un hipocentauro frenético y
arrollador. Las tintas más extrañas, las más bárbaras armonías, las más detonantes coloraciones y los
procedimientos más raros son las caracterísficas de sus cuadros” (46) y la segunda ésta a la que u’
a
a
Entre 1919 y 1929 vive en París, para regresar definitivamente a Uruguay,
aunque dos años antes habla recibido el encargo de decorar el pabellón de su país en la a
u’
a
185
habia dado sus primeros pasos en el mundo de las artes coedítanto La revista Moderna
donde conoce a Diego Rivera, Angel Zárraga, Francisco Goitia, Benjamín Coria y otros.
En 1905 es becado para realizar sus estudios de pintura en Europa; al año siguiente visita
Madrid, donde conoce el taller de Ricardo Baroja. Su estancia es tan corta que en 1907
(47). En el periódico Le Temomn publica algunos dibujos con caracteres Art Nouveau y
cercanos a Aubrey Beardsley, con quien realiza un álbum de dibujos a tinta prologado
por el poeta Henrí de Reignier. Todos estos hechos sedan recordados por el critico
exilo rotundo de crítica y dc venta, y más tarde su álbum, editado en París y prefaciado por Henri de
Regnier, nos habían ya dado a conocer el arte original y sutil de este artista mejicano, educado en la
más pura escuela decorativa, y que fue el primero en traer a España - en momentos en que Blanco y
ninguna de estas influencias. Tras huir de la guerra europea se traslada a Mallorca, como
hemos visto, y expone en la Sección de Bellas Artes del Veloz Sport Balear, además de
exhibida en esta muestra del Círculo madrileño. Sin embargo, antes de visitar Madrid,
e
volverá a exponer en Mallorca en el Salón árab de La Veda y en la colectiva de la Veda
sus obras en el Ateneo con Garza Rivera (49), regresa a Mallorca donde recibe el
encargo de realizar los murales del Círculo mallorquín. En 1921 vuelve definitivamente a
u.
México junto a Diego Rivera, Adolfo Best y Manuel Rodriguez Lozano (50). Allí se
u.
introduce de lleno en el movimiento de pintura mural y realiza algunas de sus obras
decorativas más famosas como La Fiesta de la Santa Cruz, para el exconvento de San
e
Pedro y San Pablo, los murales para la Biblioteca Iberoamericana, los de la Hemeroteca
e
de la Universidad, etc.
Sin embargo, su estancia coincide de lleno con la irrupción de un nuevo u.
europea como americana, entre ellos destacan muchos de los componentes del
a
movimiento ultraista en España como el uruguayo Rafael Barradas, Cansinos Assens,
e
187
la revista Kyn Tanika (51). En 1934 fUnda el primer Museo de Arte Popular en el
ALFREDO LOBOS
Madrid otro pintor americano, el chileno Alfredo Lobos, pero durante los preparativos
de la muestra murió sin llegar a ver colgados sus recientes trabajos de su breve estancia
de una Exposición individual que le permite viajar a Europa, se traslada a España para
estudiar pintura en 1917, sin visitar Paris, como apunta Francisco Alcántara, en su
crónica a la muerte de este artista “no sintió la necesidad de pasar por París, que quiso ante todo
La Exposición estaba compuesta por 33 obras. Cuatro de ellas, con los números
composiciones realizadas en Granada, Sevilla y Córdoba, entre las que destacaron Puesta
del Abad, Patio de la Galería Azul, Interior alcarreño, etc... y de las que Francisco
Alcántara recordó: “Mas en la nota delicada, romántica, tan natural y sencillamente poética de la
¡88
luz plateada, algo de pleno día granadino en la ciudad, en sus calles y patios, que finamente percibió
Fortunv y de manera tan asombrosa expresó, hay también exquisitas, que demuestran cuán amplio y
Centro Asturiano de la calle Alcalá en Madrid, durante abril de 1918, aunque antes
u.
había expuesto unos estudios de dibujos en la Escuela de San Fernando, de la que era
u.
alumno. En el Centro Asturiano exhibe una colección de paisajes y cuadros de
costumbres Pumarada, Fuente, La formiga, Casa de Rosa Pinon, Un balago de
-
hierba, La panera, Peña Unan, Antonia la castiza que le califica como un pintor afin al
-
u
arte oficial español:
“A parte de su valor artístico, tiene para nosotros una simpática significación, puesto que la a
presencia en nuestra patria de los pensionados de América es prueba del respeto>’ cariño que España
merece a las naciones que antes fueron sus hijas, y de continuar la tradición gloriosa de la pintura U
española... Argudín, con un amplio concepto artístico>’ merced a su laboriosa campaña en los museos y
u’.
academias y su estudio del natural, acierta tanto en el paisaje, sobre todo en el Norte de España, como
Además, fue elogiado por el crítico de arte Edelye, quien apoyaba a aquellos
a’
pocos artistas americanos que no manifestaban en sus obras la influencia de las corrientes
europeas como estaba ocurriendo desde 1915 con otros pintores como la Sociedad de a
u’
189
Artistas Argentinos, otro argentino, Rodolfo Franco, los uruguayos Rafael Barradas y
“.41 respecto de los pensionados americanos - decía el crítico - del absoluto desdén que
pictóricamente manifiestan por su país, desdén que no tiene justificación porque se trata de tierras que
tanto en el paisaje, por su hermosa flora y privilegio de naturaleza, como por lo interesante de sus
costumbres y la variedad de sus razas ofrecen ancho campo al talento y al arte de sus pintores y
dibujantes que, además, darían una nota de originalidad que díficilmente ha de conseguir buscando la
GUILLERMO BUTLER
En abril de 1918 tiene lugar otra Exposición de un artista americano aunque esta
vez sería su tercera muestra en España. Después de haber presentado sus obras en el
abril; nos estamos refieriendo al dominicano Guillermo Butier, uno de los componentes
El Salón del Ateneo recibió 36 cuadros algunos de los cuales, como Maria de
1917 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid; otros, por el contrario, aludían a su tierra
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sus cuadros, aparecia un alma delicada y sencilla, un temperamento grave e ingenuo. Todas sus obras, a
pero más aún los paisajes, eran sentidas, y de ellas emanaba un misticismo algo simplista, algo
a
arcaico, pero hondo y suave” (57).
a
~9l
Nota curiosa de esta muestra fue la confusión que se produjo en algunos de los
Butíer, aunque suponemos que por error, con el de otro pintor argentino, Gustavo
Butíer. Este último sí era fiel seguidor de las teorías parisinas de vanguardia y pertenecía
artistas, el dominicano Guillermo Butíer fue considerado como uno más de los
Seurat:
“Sutíer es un buen secuaz del gusto francés en pintura. Su arte es de una claridad, de una
ecuanimidad y de una serenidad intelectiva, fría y en cierto modo calmosa. Es divisionista en sus
procedimientos,>’ las imágenes, las visiones que nos ofrecen sus obras, son comparadas con las de la
realidad. y sobre todo, con la realidad de nuestra percepción y de nuestra expresión pictórica,
atenuaciones tan disminuidas, tan descargadas de verismo, como el recuerdo muy lejano y ya borroso
lo está del hecho o del suceso de donde parte... todo esto aparece ordenado por el criterio decorativo
especial, eminentemente intelectualista de las gentes del Norte, que yo tengo por muy académico,
cambiado y no formaba parte de aquellas tendencias que habían sido exhibidas un año
“Los demás están entregados con furor a las estridencias novadoras; padecían una horrible
enfermedad que hace espantosos estragos: el parisianismo. Butier también la padecía; pero el suyo era
un contagio epidérmico: el alma no estaba dañada... Como americano y como hombre de su siglo le
192
fascinó la lumbrarada de París, de Francia adquirió la cultura artística... vistió sus cuadros, en donde
tantas bellas cualidades se adivinan, con el precario ropaje del puntillismo, que nunca le dará cuanto
él necesita para exteriorizar expresivamente su ideal estético.... es frío y áspero.. pnéril del
que, según Ballesteros Martos los espectadores carecían de una educación cultural
u.
imprescindible:
“Ni público ni crítica han comprendido el arte de Butíer, y por eso no le han prestado la
debida atención. En lo que se refiere al público, no nos extraña. ¡Le hace falta tanta educación, es tan
pan’a su cultura! Pero en cuanto corresponde a la crítica, sí que nos sorprende, pues es bochornoso u’
que en la capital de España, hoy la única ciudad del mundo llamada a acoger a los artistas y ser el
a
centro de las manifestaciones culturales de toda índole, la crítica de arte no sea apta para
comprenderlo todo y suficiente para valorarlo todo.., Con su santa resignación cristiana debe perdonar
a esa turba de ignorantes y de incultos y de sarmentosas espírtualidades que pasaron ante sus cuadros
sin sentir el latigazo de la emoción. Bastante castigados están ya los pobres, con no ser asequibles a la u’
GARZA RIVERA a
u’
Méjico Más tarde, marcha becado a Paris donde estudió en la Escuela Nacional de
a
Bellas Artes. Los escasos envíos de su pensión le hacen pasar hambre, problema éste que
u’
193
reflejará en sus composiciones junto las injusticias que vio en la guerra civil mejicana. En
mayoria de los 33 dibujos que expone en abril de este año en el Ateneo, algunos de ellos
esfinge, La Peste, Una leyenda, La cigarra, Nirvana, Pesadilla, Malas ideas, Tabor, La
Cenicienta, Vendedora de flores, etc... Algunas de sus obras fueron consideradas por la
crítica como una visión de la tragedia que estaba sucediendo en su tierra mejicana, pero
Garza Rivera es innegable la influencia directa de Alberto Martini, el fantasista italiano de las
concepciones perversas y las morbosas inquietudes... Tiene un sentimiento rectilíneo y con honda
huella, de nuestra pobre Humanidad Le obsesionan las injusticias sociales y la sensualidad enfermiza
de una raza decadente como es la raza-latina.., sin abandonar su filiación simbolista desentraña. con
Francisco Alcántara señaló que se trataba de una Exposición “extraña por el alucinante y
sistemático anhelo de expresarfantasías, ensueños y simbolismos, de los que produce en las almas el
fermento sentimiento que las amarguras de la vida suscitan... Es interesantísima porque en ella se
manejan con dominio completo, y hasta con magistral soltura a veces, los elementos formales del
Estos dibujos, realizados a pluma con tinta china, declaraba Francisco Alcántara,
insignificante, indefenso ante las infinitas soledades de las tinieblas nocturnas, hostiles y devoradoras,
es lo que siente ante este dibujo, del tamaño de un papel de cartas” (63).
194
Otro de los críticos madrileños, José Francés, las consideró como composiciones
recientes con grandes reminiscencias del arte simbolista: “NO parecen obras de juventud., nos
preparaba para abril otra Exposición en el Ateneo y Círculo de Bellas Artes. Su arte no
había cambiado mucho, prueba de ello es la calificación que realiza el critico vasco
ennoblecer la realidad, dando un sen¡ido poético a las acciones nacidas de los instintos. Gracias a su
195
afán de idealización, los más torpes deseos adquieren en sus dibujos un carácter simbólico que los
redime de ser condenados por inmorales... La influencia trágica de su vida le ha dado del mundo una
x’¡sión sombría, aterradora, angustiosa, excitable y llena de lágrimas Alegría y dolor vienen por una
La mayor parte de la crítica y del circulo artístico de la capital esperaban con gran
inquietud la apertura de esta exhibición; cuenta Ballesteros Martos que “tantas lenguas se
hacían y tales prodigios se contaban en los corrillos y mentideros donde se reúne gente del oficio, que
hasta llegamos a creer que íbamos a asistir a la revelación de un arte que iba a revolucionar las
esferas” (67). La Asociación estaba compuesta por cuatro pintores - José A. Merediz,
Pablo Curatella Manes - y un músico - Numa Rossolti -que ejercía como presidente.
Habían formado en Paris una Asociación cuya misión consistía en exhibir sus obras a los
tendría como centro neurálgico Madrid, por dos motivos principales; el primero,
tratarse de un país neutral donde las dificultades ante la guerra europea eran menores.
Todos ellos procedían de una larga estancia en París, tanto es asi que por ejemplo
Alfredo Guttero (1882-1932) se marchó de Buenos Aires en 1904, con una beca de dos
¡96
ti
años para estudiar en Europa y se quedó allí veintitrés años, durante los cuales visitó a
Francia, Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Gran Bretaña y España; o bien su compañero,
u
el escultor Curatella Manes, a quien lo encontramos en 1911 en Florencia y Roma, más
tarde en Paris, donde se casa con la pintora francesa Germaine Derbecq. La importancia u
día antes de la inauguración oficial tuvo lugar el barnizado de las obras y la celebración
u
de un banquete en el Hotel Ritz de Madrid organizado por el embajador de Argentina,
Artes -, Moreno Carbonero, Cavestany, Miguel Nieto, José Francés, Hoyos y Vinent,
Sin embargo, las notas artisticas que se pudieron leer en las revistas y periódicos
e
madrileños sobre estos artistas argentinos no fueron positivas. A pesar de los lazos de
unión que existían entre España y los paises latinoamericanos e, incluso, a que babia sido
consideraron la Exposición como un reflejo del Paris de aquellos años en los que la
vanguardia artística había ido afianzándose y se emitieron los juicios más negativos sobre
ella. En primer lugar, se les advertía del peligro de todas aquellas tendencias, con
especial interés el futurismo, que habían podido ver en Paris y, en calidad de invitados, se
les ofrecía la oportunidad a través del arte español de corregir sus “errores”:
- -
“Gran daño han hecho a las nobles Bellas Artes de nuestro tiempo los Boccioni, Carrá,
Russolo, el pintor del arte de los rumores; el antifilósofo Papini, Balla, Severini, Marinetti, el ciego
enemigo de la vieja estética. y toda esa corte de caballeros de la hierática espátula, con la que han
escrito a la puerta de sus talleres; ‘Horror a todo lo viejo y conocido. Amor a lo nuevo y a fo
imprevisto’.
La influencia de esta nueva doctrina, no sancionada aún en todas panes y menos en aquellos
países donde hay tesoros de pureza de arte, ha sorprendido, ha influenciado a muchos artistas,
conduciéndoles a la ejecución de un arte estéril que no quedará, porque no puede quedar aquéllo que
no tiene alma, ni que pudiendo ser sencillo y espiritual de procedimientos, es complicado o imitativo a
insuperables...” (69).
La procedencia de su arte, así como su propia juventud, “todos ellos son estudiantes
todavía” (70), replicaba uno de los críticos, centraban las criticas a unos artistas influidos
por las teorías parisinas, entre ellas el futurismo, por sus simplicismos, colores y planitud
de imágenes pero que más bien parecían proceder del tardío simbolismo francés con
influencias postimpresionistas:
198
“Son cinco los artistas expositores. Los cinco jóvenes, y los cinco pertenecen a esa nueva
escuela que tiene por corifeos a .tlarinetti, Baila, Russolo y Boccioni. Con esto queda dicho que estos
señores argentinos tienen del arte un concepto que pudiéramos llamar objetivo.
Para ellos el arte no es más que extravagancia, desatino y orgía de colores, que asombra la
e
retina, pero que no produce ninguna emoción estética... Y como creemos firmemente que una mala
educación y una detestable disciplina refleja y pervierte cuanto de sano y noble pueda tener el artista,
nos atrevemos a aconsejar a dichos señores que no cierren los ojos a la verdad, que no se dejen
influenciar por teorías execrables y vuelvan los ojos a lo que siempre ha sido y será el arte.
Hay dos errores fundamentales que es preciso atacar sin piedad alguna. Son esos errores: el
u
realismo pertinaz y exagerado y el idealismo sin freno ni medida. Uno y otro conducen
irremisiblemente a la decadencia... Alas su idealismo es una cosa empírica y primitiva. Sin figurárselo
tal vez, y creyendo ser ultramodernistas, lo que hacen es volver a los tiempos en que la pintura estaba
en el periodo de génesis. U’
Contemplando los cuadros de estos señores cree uno hallarse como por arte de magia en fa
mr
Grecia de Polignoto, cuando la pintura estaba sujeta a canon prestablecido, y las figuras eran
hieráticas, inexpresivas y un~,formes, y los ropajes sin gracia ni delicadeza, y se desconocian por
e
completo los secretos del claroscuro, y sólo se aplicaban a capricho los cinco colores fundamentales,
desconociéndose la riqueza enorme de las medias tintas y los colores intermedios... Esta fórmula que a
dictaran los iconoclastas en su furor destructivo ‘al arte por el arte’, de admitirla roso y velloso, sólo
a
puede engendrar fríos impresionismos sin alma, que son síntomas fatales de que la esterilidad se va
u
A pesar de no poder contar con el catálogo a la Exposición de los artistas
argentinos, las características de sus obras previas a su estancia madrileña nos hace
considerar que la mayoría de ellas tenia clara influencia de artistas como Maurice Denis,
a
Matisse en su etapa fauve o Seurat con su puntillismo, pese a lo cual muchos de los
e
199
Alcántara:
Consiste esta disciplina en una concepción clara de los asuntos, en un orden rigurosamente lógico al
expresarlos, en cierta infantil simplicidad policromo y en una aparatosidad o teatralidad que llega
hasta el transporte de la vida a la región de las idealidades mnetafisícas e históricas, que constitu,x’en
para cienos preceptistas modernos, para ciertos críticos, el más alto ideal del llamado arte
sangre rugiente, la pasión cálida, por eso somos pintores. Los otros pintan ideas, cosmogonías,
critica juzgaba a un grupo de artistas recién llegados de Paris que traían nuevas
modalidades artísticas y que, con un cierto pretexto de ser hijos de España, las podrían
introducir. Sin embargo, nada de esto ocurrió; la mayoría de las obras fueron
interpretadas como un atraso para el arte español por su primitivismo, prejuicio éste que
consideración del público, habremos de declarar que, por lo menos en la pintura, progresar quieren u’
convencernos de que es retroceder volver a los aborígenes del arte. Véase la Exposición que
no hay allí motivos más que sobrados para creer semejante cosa, sobre todo tratándose de artistas que
mr
dicen traemos las últimas palpitaciones de París... Para los argentinos sería, además, ocasión de poner
en práctica el tópico, tan resobado en discursos, de ‘estrechar lazos’... ellos quieren mejor saciar su
sed ingiriendo las bebidas que ponen en curso las modas del día, no el gusto y el arte de todos los
tiempos... Aconsejamos a estos artistas argentinos no se marchen de Afadrid 0m visitar, no una, sino e
varias veces, nuestro Museo del Prado. A ver si el espíritu de los grandes maestros, que ronda por
mr
aquellas salas, logra convencerles de que su parisianismo agudo no conduce a ninguna parte’ (73).
aludía especialmente al artista salmantino Celso Lagar quien, paralelamente, exhibía por a
primera vez en la capital sus obras pianistas, en la Galería de Arte de la Plaza de San
a
Miguel:
a
e
201
“Decía que en honor de la hospitalidad hay que sufrir. Y dicho esto, paso a examinar el
centenar de obras que entre cuadros, dibujos, apuntes, esculturas, provectos de mosaicos, cartones de
tapices y hasta almohadones de hilillos de oro han expuesto nuestros huéspedes argentinos...
A Curotella Isic» Gavazzo y Guttavo (sic) no me decido a tratarlos por separado. Los tres
pintan de una manera análoga. Y de una manera un poco ‘tomapelista’. Un poco nada más. .Vo
incurren en los mundos de los ‘cubistas’, ‘pianistas’; pero llevan su impresionismo a extremos bastante
exagerados” (74).
discusiones ante las obras de los argentinos, a las que calificaba de simples, planos
arcaísmos derivados del arte egipcio e influencias del arte del mosaico, tapices y vidrieras
medievales:
“La Exposición da una sensación de parisianismo agudo. Se puede afirmar que las telas y las
esculturas de los artistas argentinos van a provocar discusiones acaloradas y pintorescas... Son unos
estilistas y decoradores que buscan antes que nada la armonía de las tonalidades. Eligen temas
elevados y eternos y llegan aforzar las líneas en busca de la expresión. Son perfectamente conscientes,
sus aparentes errores... conviene acordarse de la mayoría de los lienzos expuestos en el Palace, no son
sino proyectos para trasladarlos a otras materias, de más dureza o brillantez, como el mosaico, las
telas y los metales... Aluchas de sus armonías coloristas son de una belleza perfecta, en grandes planos
a un tiempo encendidos y rebajados. Pero sobre todo vencen por la elegancia y la espiritualidad. Su
arte tiene algo de las vidrieras, de los mosaicos y de los tapices, y una cierta añoranza del araismo
(sic); que es la espuma de la moderna sensibilidad. Se nota la nostalgia de los balbuceos primitivos,
más que nada en la escultura, en las maderas talladas al modo ingenuo e inefablemente tosco de los
argentino y el español no podía concebirse; él mismo explicaba que la tradición del arte
202
español estaba mucho más asentada en unas bases históricas firmes que la recién surgida
Cosas muy decorativas, colores brillantes, arbitrariedades convencionales, símbolos obscuros, dejados
u>
a la interpretación de espíritus enfermizos. Son cosas bellas, pero demasiado rápidas y teatrales.
Pero... hay que olvidar París y volver los ojos a la Argentina y a la madre España; hay que
e
pensar que París se olvidará a si mismo y que cuando la guerra acabe vamos a vivir una vida más
u
La solución, para Rafael Domenech, estaba en el arte español, ya que por su
juventud el arte argentino se había decantado por aquellos movimientos de moda, de ahí U
“Hay en ellas tendencias exóticas que nuestro público debe conocer Exotismo puramente
europeo es ése. Un pueblo joven es natural que se sienta inclinado por las corrientes novísimas; en U
decorativas y no deben ser apreciadas como cuadros... creemos que no se pondría en el plano justo U
u
203
también se pudieron recoger notas positivas y opiniones favorables. Uno de estos juicios
fue el Victor Masriera, quien apoyaba la entrada de esta nueva Sociedad en la capital
pese a considerar que uno de los graves problemas del arte español era la cantidad de
“Con (a protesta, e( desprecio o la burla, contestan gran parte de los españoles a las
manifestaciones renovadoras del espíritu humano... Un hecho. Unos artistas argentinos nos han
visitado; vienen de París; son seis y forman la agrupación de artistas argentinos en Europa. Uno de
ellos, músico, la preside. Han expuesto sus obras en el salón del Círculo de bellas Artes. Al sentir de
muchos, su producción es rara; se ha dicho en letras de molde que pertenecen a la escuela del
tomapelismo. Se han hecho chistes a granel, y entre la chirigota de unos y la indignación de otros más
serios, que como para conjurar un maleficio invocaron el sacratísimo nombre de Velázquez y los de
otros dioses de la Pintura, lo cierto es que estos artistas han recibido una repulsa general en los
periódicos, amén de las consecuencias del regocijado murmurar en las peñas... La lástima es que
España pobre y atrasada, prefiere ir tirando, no cambiar nada, todo por no atacar los problemas de
frente, ¿cómo cambiará de postura en Arte, cuando sabe que sus artistas clásicos llegaron a la cúspide
y que muchos de los modernos tienen fama mundial? Pero ahí está precisamente lo trágico, y esto
desespera al verdadero patriota.., pues un pueblo sin inquietud espiritual no es un pueblo vivo... Pero
estos artistas vienen de París, del que se acepta con exceso su comercio - las modas -‘ y no su
verdadero arte, y aunque en Paris resultan unos atrasados, unos’ ‘pompíers metidos como están en el
movimiento mundial del arte, ~enos presentan demasiado europeos, y es que la Argentina esya más
204
europea que España - que se empeña en nislarse del mundo -, y esta es la causa de todas las
concreto, Argentina. No existía una necesidad imperiosa de realizar obras tan realistas
huéspedes, indignen a muchos, ¡estamos en arte tan lejos de París en este Madrid’ El elemento
e
conservador en arte es el que aquí domina. Yo, no obstante, siento irresistible atracción hacia toda
tentativa artística renovadora. Grata impresión he experimentado frente a las obras que en el salón del U
Círculo de Bellas Artes exponen los artistas argentinos; con ellas sentimos la vibración de las luchas
parisinas, con ellas llega el intenso anhelo, el sagrado afán de la gran República latino-americana de a
muy extendido entre nosotros. Pero pregunto. ¿Qué es la realidad ? Nosotros sólo la conocemos por mí
nuestras percepiones de las que hacemos ideas y estos conceptos varían infinitamente según los
individuos y su cultura... En arte pocos aceptan las tentativas; la mayoría sólo quiere lo perfecto. Si
esto se llevara con vigor el arte se aniquilarla... flienvenidas sean las tentativas renovadoras! (80).
a
los títulos de más de cien obras, entre las cuales hemos recogido, siguiendo las crónicas
a
periodísticas, las siguientes. Guillermo Butíer presentó once obras, de las que la crítica
a
U
205
madrileña destacó Maria Nazaret, Autorretrato, Vista de Notre Dame de París, Interior
Pomona, Retrato de Numa Rossolti, además de varios proyectos para mosaicos, apuntes
la inauguración de la muestra, a la que tan sólo llegó una obra de las once que exponia,
mostró Retrato de señora, Cabeza de mujer, Dame cmx camelies, paisajes de Sevilla y
mosaicos; el escultor Pablo Curatella acudió con nueve esculturas, entre ellas la número
92, Cabeza de mujer dorada; otras fueron Cabeza de niño, Cabeza de mujer, Jis y
proyectos de mosaicos; por último, Alftedo Guttero desucó con algunas de sus obras
La muerte del héroe, Virgen y Cristo, En eljardín, San Jorge, además de proyectos para
Estas obras fueron calificadas, como habia ocurrido en las criticas en lo referente
lírica procedente de su profesión religiosa que le harán crear, según Maria Laura San
Martín, “atmósferas idílicas de inusitada paz... paisajes serranos, jardines y claustros ejecutados con
ingenuidad y poesía exhibe gamas cálidas de factura derivada del puntillismo” (81). En la
Peninsula fue presentado por varios críticos artísticos como Rafael Domenech, quien
destacó sus “tonos suaves, sobriamente matizados; esa visión de la Naturaleza tiene mucho de
ingenua; de la ingenuidad que puede tenerse en el siglo fUI El sr Butíer emplea un lenguaje pictórico
206
que en rigor de verdad sólo cultivó en España Darío de Regovos... Lo técnica puntillista descansa en
una base francamente científica: producir un tono o un matiz, no por substracción cromática, sino por
suma en la retina de luces coloreadas que parten de la obra pictórica...” (82); por Víctor
Masriera: “Guillermo Butíer, es un pintor poeta, meticuloso y hábil en factura, logra dar a sus
e
cuadros puntillistas un suave poético y místico encanto, No es decorador en el sentido de sujetar
elementos naturales a un ritmo preconcebido; pero copiando del natural logra hallar el ritmo especial
de su espíritu de ingenua placidez y dar a sus obras un sentido decorativo...” (83) y por José
Francés: “El puntillismo de Butíer es de una luminosa fuerza y la enérgica palpitación de la vida de
los Monet, Renoir, Degas y Monet Se identifica con el espíritu francés. Nos sugiere el recuerdo de
Vr
tantas Exposiciones francesas, desde el Salón de Otoño hasta las Galerías de los Bernheim, con sus
fauves, a quienes ya Cézanne y Gauguin no basta, para quienes Maurice Denis es un rezagado y a los
que Henri Matisse parece una ruta seductora. Atraviesa un período de ensayo, de iniciación, con
st
Derecho en Argentina para dedicarse, más tarde, a la pintura. Marcha a París en 1904,
donde se consagró al estudio de la figura pero durante la Primera Guerra Mundial
experimenta un cambio que le lleva, gracias a sus contactos con Maurice Denis, a una
mt
simplificación decorativa (85). Destacará por los temas religiosos y los desnudos,
acompasadas de la etapa fauve de Matisse (86) y del art nouveau. En 1917 viaja a
a
Madrid y Segovia y presenta sus obras en el Círculo de Bellas Artes, defendidas por el
crítico Víctor Masriera: “Alfredo Guttero, muy realista y excelente decorador Sus academias son
firmes y bien constituidas, y sus croquis a la pluma son sólidamente sintéticos, y muy espontáneos...
st
207
Estas obras son las más discutidas porque muchos que saben ver/as como decorativas, y además no
Gavazzo Buchardo era considerado por José Francés como uno de los discípulos
de López Mezquita en España y de Maurice Denis en Paris, mientras que el estilo realista
de José AMerediz fue saludado en unas obras que: “decorativamente están muy bien
concebidas como distribución de masas, colory ritmo; pero laforma flaquea...; José A. Alerediz, se nos
muestra un pi ntor francamente realista con una sensibilidad exquisita para el color., ha sido muy bien
traducido por este pintor que en todo procura recoger el alma, los interiores lo demuestran, pues
ocasiones, por sus devaneos parisinos - fueron analizadas en común en crónicas del
siguiente tipo: “En Guillermo Butíer se acusan veladuras que suavizan tenues tonalidades de las
puntillismo, con impresiones sucesivas de la punta del pinceL un poco apoyadas hasta formar suaves
huellas del color, que, vistas a distancia, adquieren valor de verdaderas masas... Pablo Curatelía lo
más apreciable son sus esculturas, algunas de las cuales descubren en su ejecución influencias del
primitivismo escultórico. De sus tres proyectos de mosaicos, el número 37 nos convence de la suma
facilidad de llenar grandes lienzos cuando se emplea el procedimiento simplicísimo de trazar unas
líneas un tanto arbitrarias, y llenar de masas uniformes de color los espacios entre aquéllas
comprendidos... El Bautismo de Cristo de Gavazzo Buchardo no llega a estar lo bastante bien hecho
para que pueda dispensar el retroceso a la pintura bizantina... Alfredo Guttero... Menos mal que se
trata de proyectos y cabe pensar si el autor lo dejó todo para la definitiva realización (89).
“Colocados nosotros en el plano propio de lo decorativo, hemos podido apreciar excelentes cualidades
208
en los trabajos de los artistas argentinos. En primer término, se revelan las soluciones rítmicas, bien
r
comprendidas y sentidas; luego, las amplias simplificaciones de forma y de color y una tendencia a lo
Exposición de los artistas argentinos llamando la atención de todos aquéllos que los
habían defendido:
a
“A los artistas argentinos han sucedido en el Salón permanente del Círculo del Palace HoteL
las notas de nuestros pintores tranquilos de espíritu, los que contribuyen a que el público sienta las
u
dificultades de entrar en obras muy estilizadas, los que van a la aniquilación del Arte Así, exclamaba.
estuviera tan extendido el vulgarísimo concepto de la pi ntura fuera la imitación de la realidad” (91).
U
parte del colectivo de artistas argentinos lleva a cabo un nuevo proyecto, llamado el 1 u
Primer Salón de Arte Argentino en España, organizado por la Universidad del Plata, y
u
cuyo objetivo era exponer sus obras en Madrid, París, Venecia y Roma. En ésta
U
Martoreil, Héctor Navia, Alberto Rossi, Granujo Gutiérrez, Octavio Pinto, Lorenzo
u
Gigli, Rodolfo Franco, Juan Carlos Alonso, Bernaregi, Tito Cittadini, Ernesto Riccio,
U
209
Manuel Musto, Pío Colivadiní, como pintores, e Inurtia, Lagos, Fioravantí, Riganelíl,
veinte. Denominados como el “grupo de Paris”, recogerán “in situ” toda aquella
otros artistas argentinos residentes en París como jóvenes becarios que estudiaban en los
Ramón Silva, Antonio Bemi, Miguel Carlos Victoria, Eugenio Daneri, Miguel Diomedo,
Roberto Rossi, Emilio Centurión, Marcos Tiglio,Tapia, Basaldúa, Luis Falcií (escultor),
Emilio Pettonuti, Xiii Solar o Ramón Gómez Cornet, estos tres últimos como
importadores del cubismo a Buenos Aires... al lado de otra escuela caracterizada por su
modernidad pero foijadores de una generación, que según Aldo Pellegriní: “sobre un
modificadores tomados de las distintas tendencias modernas. El color lo utilizan también con libertad
sin preocuparse demasiado por el color local. Esta generación independientemente dio artistas de
verdadero valor, quizá porque rehuyendo ‘el artificio modernizante’ como el utilizado por la mayor
parte de los artistas de la primera vanguardia, se concentraron en el logro de una auténtica fuerza
pero estos envíos, según Maria Laura San Martin, “no alcanzaban a informar al pt~blico de
y
Buenos .lires acerca de la real importancia de la transformación que a través de ellos se estaba
esperando. Se mezclaban en estas obras influencias del cubismo, el futurismo, de los fauves’, de los u
Buenos Aires, en 1927, en el “animador del movimiento moderno” (95). Fundará, junto a
Alfredo Bigatti, Raquel Fornet y Pedro Domínguez Neyra, el “Taller Libre” de artes
e
plásticas, centro difusor de los nuevos estudios plásticos. Más tarde, en 1929, para
escultor de finales del XIX, en los años veinte destacará por su acercamiento al cubismo.
En 1911 viaja a Florencia y a Roma. En 1917, tras la Exposición de la Asociación de
contacta con el arte cubista de André Lhote (96) y en los años sucesivos, hasta 1929,
participa en los Salones de Otoño y de Independientes de París (97). Más tarde, desde su
e
puesto como diplomático, desarrollará un gran papel para el desarrollo y el acercamiento
e
211
Inicial pero será un año después cuando suija un grupo de intelectuales que edite la
revista llamada Martin Fierro dirigida por el poeta Evar Méndez, que según María Laura
San Martin: “Ataca a los inatacables y aplaude a los jóvenes ‘irrespetuosos que pretende
‘desconcertar al público’ con sus insólitas formas de arte. Se insertan nombres de vanguardia:
Cocteau, Apollinaire, Le Corbusier, palabra cubismo, futurismo, arte constructivo, que actúan como
imanes sobre la atención de los jóvenes ansiosos de renovación” (98). Y asi, por ejemplo, en el
111.2.1 NOTAS
(1) Vid., Edward Lucie Smith, Arte Latinoamericano del £ AX Barcelona, Destino,
1944.
(2) José Francés, “Un nuevo organismo oficial artístico-literario”, El Año Artístico,
(3) MA. Santana realizará enjulio de 1920 una exposición en el Ateneo de Madrid.José
(4) Este pintor cubano, Enrique Crucet, en octubre de 1920 exhibe sus obras en el Salón
1920, p. 356.
(5) En junio de 1920 nos encontramos con otros chilenos, los esposos Backaus-Martin,
exhibiendo sus obras en los salones Freddy’s de Madrid. José Francés, “Memoranda” El
(6) Alberto Ohíraldo, “Programa”, Ideasy Figuras, Madrid, núm.?, mayo de 1918.
(8) José Francés, “Un nuevo organismo oficial artístico-literario”, op. oit.,
14-8-1916.
(10) Cfr., Goy de Silva, “Los intereses de España y América”, Cervantes, Madrid,
(Ji) Cftt, Américus, “La Juventud Hispano-Americana”, Cervantes, Madrid, julio 1918,
p.132.
(12) Cft., José Ingenieros, “Juvenilia”, Cervantes, Madrid, enero de 1917, p.65.
14-12-1918.
25-4-19 18.
14-4- 19 18.
e
(17) E. Gómez Carrillo, “Por la fraternidad artística de España y América”, op. cit., p.60. e
e
(18) Luis de la Rocha, “Una protesta. La guerra y la destrucción sistematica de las obras
e
de arte”, Ideasy Figuras, Madrid, 22-6-1918.
(19) José Francés, “Un nuevo organismo oficial artístico-literario”, op. oit.,
e
(20) Ibid., e
e
(21) Ibid.,
(22) Arturo Moxi, “La pintura optimista”, El País, Madrid, 12-3-19 17.
e
(23) Antonio de Hoyos y Vinent, “Tres exposiciones”, El Día, Madrid, 10-3-19 17. a
a
(24) Ballesteros de Manos, “Dos exposiciones”. La Mañana, Madrid, 20-3-1917.
e
e
215
(26) Cli., AA.VV, Pinrors Americans O ‘ahir, Llonja, abril- mal, 1992, Conselleria de
(28) Silvio Lago, “Sevilla vista por un argentino”, La Esfera, Madrid, 26-5-19 17.
(29) Cfr., Maria Laura San Martín, Breve Historia de la pintura argentina
Madrid, 18-5-1917.
(36) Vid., Miquel Pons y Manuela Alcover, Pintors Americans D ‘ahir Llonja,
e
Conseileria de Cultura, Educado 1 Esports Govern Balear, abril maig, 1992.
-
e
(38) Miquel Pons y Manuela Alcover, PintorsAmericans D ‘ahir Llonja, op. oit., p. 10.
Madrid, 22-3-1918.
e
(42) J.G.M (García Mercadal), ‘tas actuales exposiciones”, La Correspondencia de
a
(43) Antonio de Hoyos y Vinent, “Montenegro y Castellanos”, ElDía, Madrid,
23-3-1918.
a
217
Madrid, 12-4-1918.
(47) Vid., Miquel Pons y Manuela Alcover, Pintors Amencans D ‘ahir Llonja, op. cit.,
p. 56.
4-4- 1918.
(52) Miquel Pons y Manuela Alcover, P¡ntors Americans D ‘ahír Llonja, op. cit.,
(53) Francisco Alcántara, “El arte chileno en el Ateneo Exposición de Alfredo Lobos”,
(54) Ibid.,
0
a
(55) Edelye, “Exposición Argudin”, ElLiberal, Madrid, 10-4-1918.
(56) Ibid.,
u’
a
(58) Francisco Alcántara, “Exposición de Butíer en el Ateneo”, El Sol, Madrid, 22-4-
1918.
Sr
(60) Ibid., a
a
(61) José Francés, “Un dibujante mejicano: Garza Rivera”, El Año Artístico, Madrid,
junio de 1918. a
a
(62) Francisco Alcántara, “En el Ateneo; Los dibujos de C. Garza Rivera”, El Sol,
Madrid, 21-5-1918. e
a
(63) Francisco Alcántara, ‘tos dibujos de C. Garza Rivera en el Ateneo”, El Sol,
a
Madrid, 31-5- 1918.
a
219
22-4-1917
(69) J.B.C (José Blanco Coris), “Exposición de los argentinos”, Heraldo de Madrid,
17-4-1917.
(71) Ibid.,
Madrid, 4-4-1917.
220
u
(75) Federico García Sanchíz, “Artistas argentinos en Madrid”, La Nación, Madrid,
16-4-1917. a
a
(76) Antonio de Hoyos y Vinent, “La Exposición de la Asociación de artistas argentinos
u
en Europa”, El Día, Madrid, 17-4-19 17.
a
(78) Rafael Domenech, “Exposición de artistas argentinos”, ABC, Madrid, 4-5-19 17.
a
4-5- 19 17.
a
Madrid, 6-5-1917.
a
a
22!
(81) Cli., Maria Laura San Martín, Breve Historía de la pintura argentina
20-4-19 17.
(83) Víctor Masriera, “A propósito de la Exposición de los artistas argentinos”, op. cit.,
(84) José Francés, “Artistas argentinos en Madrid”, El Año Artístico, Madrid, abril de
1917.
(85) Cli., AA.VV, Lapintura argentina, Buenos Aires, AméricaLatina, 1975, p.25.
(86) Cfr., Maña Laura San Martin, Breve Historia de la pintura argentina
(87) Victor Masriera, “A propósito de la Exposición de los artistas argentinos”, op. c’t.,
Madrid, 23-4-1917.
ifl
e
(91) José Blanco Coris, “Décima exposición del Círculo de Bellas Artes”, Heraldo de
Madrid, 12-5-1917. e
u.
(92) José Francés, “El Primer Salón de Arte Argentino en España”, Año Artístico,
u,
(93) Cfr., Aldo Pellegrii, Panorama de la pintura argentina contemporánea, Buenos
u
Aires, Paidos, 1981, pi3l.
u
(94) Cli., Maria Laura San Martin, op. cit., p.S7.
(95) Ibid., e
a
(96) Vid., Bárbara Bustamante, Escultura Argentina s.XX ,Buenos Aires, Albear, 1991.
(97) Vid., Jorge Romero Brest, Curatella Mcmes, Buenos Aires, 1967.
a
a
223
Este fenómeno supone uno de los entramados más interesantes y complejos de las
artes plásticas españolas del s.XX. En los primeros años de siglo, los artistas vascos son
Bellas Artes, o bien porque algunos de ellos como los hermanos Zubiaurre, Valentín y
Maeztu en las salas del Palace Hotel, poco después la celebración del certamen nacional en
Moderno (marzo de 1916), Gustavo de Maeztu en el Salón Tribuna (mayo de 1916), Juan
de Artistas Vascos en las salas del Retiro (noviembre de 1916) constituyen los primeros
presente en su actuación colectiva del Retiro, en 1916, sobre el ámbito artístico madrileño.
El primero, “la identidad cultural” aplicado al País Vasco, tal y como señala Luxio Ugarte,
“ha servido para designar dos tipos de hechos sociales. El prímero, utilizado para describir la
representación que el grupo hace de si mismo, de sus relaciones con ¡os otros grupos y de sus relaciones
e
con el mundo natural. El segundo, utilizado paro describir las costumbres, las creencias, la lengua, las
ideas los gustos estéticos y el conocimiento técnico, la organización del entorno, la cultura material, los e
útiles, el hábitat, y más generalmente todo el conjunto tecnológico transmisible que regulan las relaciones
a
y los comportamientos de un grupo social con el entorno” (1).
a una parte de la recién nacida burguesía que pudo respaldar a algunos jóvenes artistas
u
vascos. Se trataba del inicio de un proceso de industrialización en el País Vasco que planteó,
junto a la aparición de una masa obrera, una serie de problemas de carácter moderno que
como manifestación de las ideas nacionalistas del Partido Nacionalista Vasco (4), A partir de
u
entonces, la pugna entre los diferentes poderes políticos se centró en una desavenencia
cultural protagonizada por dos frentes, Castilla como protectora hasta entonces de los
vascos y el propio País Vasco que, como señala Jon Juaristi, ante la dificultad de establecer
a
unas señas de identidad colectiva, creó “un conflicto idiomático (castellano-euskera) y definió con
nitidez las fronteras entre los segmentos culturales” (5). El renacimiento de la identidad vasca a
a
225
como movimiento que surge a finales del s.XIX y primeros del s.5(5( se presentó además,
según Carlos Martínez Gornarán, <‘en sociedad como el restaurador de la antigua cultura, de modo
que su misión consistía más en recuperar y restaurar ese pasado a punto de esfumarse que en inventar
nuevas formas culturales - una actitud antagónica con la inventiva exigida al arte en la cultura moderna.
SegiM los teóricos de ese renacimiento, el País Vasco estuvo sometido durante siglos a la profunda
de unas formas concretamente vascas de plantear lo estético (7). El interés por la cultura y
dentro de ésta, por el arte, llevó a debate la existencia de un arte puramente Vasco, en donde
tenía cabida una supuesta “pintura vasca”. El nacionalismo de Sabino Arana utilizó para sus
que sólo empleó la pintura “para atacar su españolismo o quejarse de la inutilidad de los magros
gastos que las instituciones vizcaínas dispensaban a las artes” (8). La formulación de una identidad
del pueblo vasco se realiza, pues, desde finales del siglo pasado, con los estudios del
lingúista Sabino Arana (muerto en 1903), cuya obra más destacada podría ser Orígenes de
raíces que llevó consigo la aparición de sociedades vascas como el Ateneo Científico y
226
(1887), el Kurding Club (9), El Liceo Artístico Literario, La Asociación de Cultura Musical
y, más tarde, La Asociación de Artistas Vascos (10) y Los Buenos Amigos (1917); o el
0<
desarrollo de una literatura folcklórico-popular, representada en revistas con tratados de
organizado por las diputaciones vascas y navarras, y los obispados de Pamplona, Vitoria y 0<
Bayona, etc,., todas fueron manifestaciones que pretendían hacer un balance sobre la cultura
a’
del Pais Vasco. Al hilo de estos hechos, también debemos destacar uno de los
a
acontecimientos político-culturales que suceden en el Bilbao de 1917. En mayo, Engracio de
Aranzadi propondrá crear una Mancomunidad de las Diputaciones Vascas; dos meses más
tarde, los representantes de este recién creado organismo dirigen al gobierno de Madrid una
a
propuesta formal de autonomia, con la confianza en que, libres del lastre que representaba
para ellos la incapacidad ejecutiva de las Cortes y del Parlamento, podrían iniciar un camino
más provechoso en todos los órdenes. Luis de Eleizalde resume, en septiembre, estos
anhelos nacionalistas: ‘Nosotros los vascos podemos perfectamente comprometemos a elevar el nivel
moral y material de nuestro País~ en 25 años de régimen autonómico, hasta la altura de los pueblos más
Por su parte, los artistas vascos descubren en sus viajes europeos cuyos centros de
-
que junto a una ‘<tradición española, modernidady costumbrismo etnográfico - según Manuel Llano
a
227
Gorostiza - habían creado una personalidad fuerte, completamente al margen de la pintura de academias
certámenes oficiales. Existía conciencia de grupo y lo había. Algunos, hasta hablaban de escuela” (12).
Así se produce la primera oleada de arte vasco que, según Kosme de Barañano, originó las
primeras filas de artistas que introducen una pintura moderna con unos caracteres asumibles
por el público (13). De esta manera, los principales elementos del arte vasco se van
configurando dentro de una tradición española pero que profundiza en las raíces del pueblo
vasco y de una pintura con orientaciones europeas que la convierten en una pintura
moderna, cuyo defensor más inmediato va a ser Juan de la Encina, quien denominó, explicó
y defendió este proceso en La trama del Arte Vasco: “Desde primera hora hay, pues, en el arte
vasco, dos tendencias primordiales. Podrían, pues, tal vez clasificarse los artistas i’ascos según que en sus
obras domine la propensión a remozar de algún modo los caracteres compendiosos de la tradición artística
nacional - la espiritualidad y la fuerza, según Azorín - o que tiendan claramente a prescindir de esa
tradición, y, sin dejar de sentir todo su valor yfuerza, se inclinen sin titubeos hacia las formas nuevas del
arte de nuestro tiempo. Marcan esas dos direcciones las carrileras por las que marcha el arte vasco, y al
precisar su sentido habremos ganado mucho para determinar los caracteres esenciales del mismo” (14).
estaba formando en tomo al río Bidasoa (15). Después, casi todos los artistas vascos se
obras a la vez que se corroboraba una visión moderna de la realidad. A este hecho ha de
228
sumarse el arte catalán, que formaba el otro gran bloque de la modernidad artística española, e
pero que estaba volcado principalmente hacia el mediterraneismo que surgia del
u
Noucentisme y de la mano de artistas como Sunyer (16).
La problemática diferencial entre vascos y catalanes defendida por Pilar Mur muestra
la capacidad del arte vasco por recoger y aunar el modelo francés con la tradición artística
u
española mientras que el catalán se decantó por los prototipos parisinos de última hora (17).
destacar los nombres de Francisco Iturrino (1864-1924) quien conoce el taller de Gustave
u
Moreau y realizará numerosas obras bajo la influencia de Gauguin, Renoir, Cézanne; Juan de
Echevarría (1875-193 1), formado en Bruselas e instalado en París, junto a Iturrino el mejor a
estética más pura del arte vasca. A pesar de sus viajes por numerosos países europeos, su
a
229
Sin embargo, a pesar de esta diferencia en el proceso histórico que vivía la sociedad
vasca estaba cada vez más presente el nacionalismo, en especial en 1917, momento en que
se convierte en primera fuerza política. Ese mismo año tiene lugar el viaje del líder
catalanista Cambó por las ciudades de San Sebastián y Bilbao, al objeto de poner en marcha
caricaturista Luis Bagaría, catalán y amigo personal de Cantó, emprendía parecida misión
“Ya antes nos cuenta Bagaría habla brindado en Madrid, en compañía de Gustavo de Maeztu...
- -
y sellado un pacto del arte i’asco y catalán frente a las artísticas vejeces, descolorí das y machuchas, que
Durante la década que de 19 10-1920 el arte del País Vasco destaca por su brillantez,
debida según Kosme María de Barañano a varias referencias: la unidad entre los artistas, la
importancia de los medios de comunicacion como medio propagandístico del arte junto a
realización de numerosas exposición de arte (20). A estos efectos, ¿cómo reaccionó Madrid
exposiciones:
“Los pintores están demostrando un valor sin precedentes. Oigo decir que no se venden cuadros,
que los colores han subido de precio un SO por 100, y, sin embargo, todos los días se abren nuevas
exposiciones, lo cual supone una abundancia de entusiasmos y de pesetas que me asombra” (21).
230
Tanto es así que en el mes mayo de este año se celebraban más de diez exhibiciones:
la del gallego Germán Taibo, la de Francisco Gimeno en la casa Vilches, la de Ramón López
a
Morello en el salón Lacoste, la de Federico Beltrán en el Hotel Palace, la de Daniel Zuloaga
mécanica tarea de emborronar unos lienzos, con el fin de exponerlos en determinada fecha, salga bien o a’
mal Estos artistas, o lo que sean, sufren una equivocación lamentable convirtiendo el estudio en fábrica
e
productora de cuadros o esculturas... Esa facilidad en prodigar elogios a todo el que lo pida no es
cuyas opiniones cree sinceras, y no será sano ni hacer labor educativa ni presentar por bueno el Arte a’
Artes de 1915, en donde hablan participado varios artistas vascos. El trabajo de la crítica se
e
basó en hacer hincapié en aquellas obras más o menos dominantes de unas tendencias u
otras, claro reflejo de la cultura artística que se vivía en aquellos momentos. La numerosa o
crítica que se ocupaba de estos sucesivos episodios nacionales tenía abundantes notas
e
comunes. En primer lugar, se trata de verificar, lo mejor posible, la calidad artística que allí
e
a
231
s.XIX envuelven todos sus juicios. Por otro lado, es importante el papel del público como
receptor de esas criticas diarias a las exposiciones y que se irá configurando a lo largo de
1915. Rafael Domenech se pregunta: “¿ Cómo se visitan los Museos y las Exposiciones? Sin una
preparación adecuada. ¿Saben las gentes leer lo que hay en un cuadro?... Burla, burlando, la pluma ha
corrido mucho para hacerte ver lector, la situación negativa en que se halla el público para apreciar
Para Juan de la Encina sólo Valentin y Ramón de Zubiaurre representaban, junto con
Joaquín Mir y Solana, lo más interesante de la muestra. Lo demás era «desierto espiritual Los
artistas que aquí exponen dan, en generaL la impresión de pediglieños de destinos. La espiritualidad, la
fuerza, el instinto creador, la preocupación por nuevas formas de arte. o simplemente por hacerse con una
técnica sólida, apenas son de este recinto. La naturaleza no existe para la mayor parte de estos artistas.
Pero tampoco, los museos. He aquí un rasgo genuino de nuestro arte oficial: ni naturaleza, ni museo; sólo
recetas de esas escritas en aleluyas” (24). Por el contrario, el catalán Joaquín Mir había resuelto
estos problemas en sus cuadros a través de unos paisajes llenos de color y de luz; los
Zubiaurre tenían “carácter”, gusto por lo decorativo, con brillantes armonías de color y, lo
que es más importante, hacían vivir a los “héroes cotidianos del mar cántabro” y Solana
En cuantos a los vascos, Federico García Sanchiz atisbaba el peligro de una nueva
moda con los Zubiaurre: “¿Quieren revelamos el alma de su país?...Cada cuadro suyo anuday
232
consagra todos estos diversos valores, el psicológico, el cerebral, el sentimental, la paleto, la tradición, la
modernidad.., disecan e/tipo vasco y hacen rígido al hombre (25). Esta moda vasca a la que se
refiria Sanchiz era la difusión o la introducción de la identidad vasca en Madrid que tiene,
observemos por ejemplo que los Zubiaurre participaban en ellas desde primeros de siglo,
e
consideradas éstas como la máxima aceptación de un tipo de arte y el máximo triunfo que
puede obtener un artista; además, a partir de esta muestra nacional de 1915, el arte vasco —
comienza a introducirse por otras vías en el ambiente artístico de la capital, donde se ponen
e
de moda cada vez más las exposiciones individuales como medio más eficaz para calificar al
a’
Se percibe, por lo tanto, una cierta reticencia en el arte de estos pintores que ante la
valores espirituales y artísticos. Destaca, también, otro artista vasco, Elías Salaverría, que
e
representa los mismos objetivos que los hermanos Zubiaurre pero que atrae más por sus
diferentes procedimientos. Así es considerado por parte de la crítica: “ha venido a este certamen a’
nnrrv nfinnor flflfl <tO~ mAc ci~ orto hncnAn an lo oh ror,,nrqAn Aol nnt,n.ol to., ~ Ji
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Vi”’.’. flL4&&U Un, UJL<~ ¡tUL I’15Vt tJdV~C
e
en sus lienzos. Es un artista que sabe impresionar profundamente, por la sinceridad absoluta que pone en
las figuras, cabezas, singularmente son magistrales... refleja la tendencia a acentuar las características de e
un pueblo, tanto en la expresión del tipo como en la de las costumbres.., es profundamente realista al
pretender reflejar los rasgos fisiológicos de una raza y el espiritu reposado y tranquilo que la anima” e
(26).
e
e
233
Valentín Zubiaurre se presentó a esa edición de 1915 con dos obras, ini Guizalde
(País Vasco) y Por las victimas del mar; pero no era la primera vez que aparecía su nombre
en un certamen oficial, en 1902 y 1908, se le había otorgado una tercera y una segunda
entonces tan sólo había recibido menciones honoríficas en las nacionales de 1904 y 1906; sin
embargo, será en esta muestra de 1915 cuando consigue con su obra Los remeros
vencedores de Ondárroa una segunda medalla, decisión que no gustó a los críticos
catálogo de la Exposición Nacional de 1915: “El dibujo llega a la estridencia, pues la agrupación
de marinos, empuñando los remos, todas las figuras bordean la caricatura, y el fondo es de una infantil
ejecución. Es indudable que ambos hermanos no han hecho presa definitiva en su ideal, y de ellos hay que
esperar portentos cuando se equilibren sus ideales y sus facultades extraordinarias” (27). Lo mismo
ocurre con los temas de las obras de Elias Salaverría, Duelo y Chi; los jucios del critico
Elodeo, por ejemplo, apuntan qué características tenía este arte vasco para no cuajar en la
capital: “que para vencer en Ondárroa no están mal. Ahora para vencer en Madrid y en una &posición
de Belfas Artes de fa altura de la actual... Guardando rodos los respetos, hemos de decir que no nos gusta
demasiado este cuadro. Y esto no significa que esté mal pintado, ni siquiera que no sea bonito; sigmfica
únicamente que no es de nuestro gusto. Esos hombretones tan grandes, con esas cabezas tan chicas y esos
trajes tan amplios, con esos colores tan fuertes y ese fondo con las cosas y los montes y las nubes
recortadas como si fuesen de cartón y estuviesen adheridas al lienzo, no acaban de gustamos. Tendrán un
mérito técnico inmenso y serán de un gusto exquisito; pero no apreciamos ese mérito ni compartimos ese
gusto, por falta de sensibilidady de competencia desde luego ¡claro está)... Elias Salaverría, de técnica no
234
se les puede pedir nada, perfecto dibujo, acertada colocación en las figura.s excelente tonalidad en los
colores. Los asuntos si dejan algo que desear. Pero, señor: ¿por qué no pintar cosas artísticas y bellas?...
Otro artista vasco, Juan de Echaverria, presentaba en este certamen El Duelo, obra
que sobresalía por la utilización de otro método para representar la raza vasca basado, para
la crítica, en formas “vigorosas y macizas, con una complexión robusta y fuertemente acentuada, se
e
adelgazan y deforman, se estiran cual si quisieran llegar a poner sus cabezas a la altura de la pala del
remo” (29) y que a diferencia de los hermanos Zubiaurre llegan a expresar el símbolo vasco u
la Belleza otras formas más adecuadas para su expresión del lienzo? Sinceramente creo que, a pesar de su
personalidad artística, todavía no han llegado a crear la verdadera obra que dé contestación categórica a
Los composiciones de estos artistas vascos, para Francisco Alcántara, eran extraños
e
procedimientos que en el caso concreto de los Zubiaurre, se centraban en grandes masas de
colores y amplios planos procedentes del arte francés sin perspectiva alguna, mientras que e
Elías Salaverría era considerado como un naturalista por su justo dibujo y color (32).
e
a
235
protagonistas que acentuarán los caracteres y costumbres del pueblo vasco en la capital,
aunque cada uno de ellos con diferentes procedimientos pictóricos. En efecto, con ellos
llegará una oleada de arte vasca a Madrid que tendra su cenit en la Exposición de 1916 en
el Retiro. Pero antes señalemos las muestras que la precedieron. En marzo expone el artista
vasco Cabanas Oteiza junto a Pedraza Ostos en el Salón de Arte Moderno. Oteiza exhibía
treinta caricaturas y veinte paisajes de los que Juan de la Encina comentaba: “trae a las
paredes del Salón Arte Moderno un eco de su tierra vasca. Es un pintor regional. Sus paisajes, entre los
que hay algunos que revelan un profundo sentimiento del terruño guipuzcuano, nos indican que Cabanas ha
tomado un buen guía: Darío de Regoyas. En cuanto a sus cuadritos de costumbres campesinas, están
sentidos con humor familiar y sanamente ingenuo. Nos recuerdan algo a los de José .4rrúe, que es el
obras al público madrileño. Maeztu lo hacia por segunda vez en la capital, la primera habia
u.
sido en abril de 1915 en las salas del Palace Hotel, ahora era el salón del diario La Tribuna,
donde exhibía sus últimas obras, catorce lienzos - La serrana, Samaritanas, El ciego de
Eva, Los novios de Voz-Mediano, La del mantón azul, La Flora... - y cuatro dibujos. Sus
U
obras fUeron bien acogidas por la cercanía de su pintura hacia el arte de Zuloaga, como
heredero del arte español y no del francés. Paralelamente a la Exposición de Gustavo de
Maeztu, el arte de Ignacio de Zuloaga era exhibido en Zaragoza bajo el título “Zuloaga y
u.
artistas aragoneses”, complementando una serie de conferencias que se realizarían en el
Museo Provincial. Su pintura era hilo de conexión más inmediato con la pintura tradicional e,
española - Goya, Velázquez y el Greco - y, por lo tanto, con una “pintura realista, -
a
comentaba José Francés - exacta y verídicamente realista de España, es lo que se devuelve a Zuloaga
como un reproche de inverosimilitud. Porque tenemos automóviles, aeroplanos y telégrafos sin hilos,
creemos que toda esa lepra ancestral va no existe en España Se repite el caso de la dama vieja y fea de la
a
poesia clásica, al arrojar el espejo en vez del rostro, fielmente reflejado por aquél... El único principio del
arte es copiar lo que se ve. Aunque les moleste a los mercaderes de la estética, cualquier otro método es
e
funesto. No existe ninguna receta para embellecer la naturaleza. Sólo hay que ver” (34).
e
Arturo Mori calificaba las obras de Gustavo de Maeztu como “pinceladas bruscas, los
a
tonos vigorosos y brillantes, el ambiente crudo y gris de los cuadros del gran pintor Gustavo de Maeztu,
franca, definitivamente españoles... Maeztu, como Zuloaga, es un psicólogo profundo, un dominador del
a
237
gesto, un poeta de fa expresión>’ (35). José Francés afirmaba que a pesar de su estancia en París
Maeztu, al igual que los Zublaurre, no debía nada al arte francés, siendo uno de los mejores
representantes del arte vasco, constante que se apreciará en la crítica a lo largo de los años
(36), incluso el propio José Ortega y Gasset expresaba similar opinión en 1920 (37).
Los cuadros de los Zubiaurre, como los de Maeztu, se acercan al público y la crítica
por su facilidad de adaptación a la representación del alma de castellana (38). Sin embargo,
la obra de Gustavo de Maeztu fue considerada, también, como una pintura independiente de
académico, en ella se podían apreciar notas de modernidad sin pretender, a diferencia de los
para los que le entiendan, pues no siempre el arte debe estar sometido a la sanción popular, ni es justo que
todos los artistas se dediquen a recrear y mantener los vicios, costumbres o escuelas del siglo... Ser artista
discutido es no andar con la corriente de los modernos prejuicios, rebelarse contra dogmáticos e
imposiciones académicas. y si bien a eso se le llamó decadentismo, porque quiso hacerse de la originalidad
una escuela y entraban en ella todos los que se sentian extravagantes, fuesen o no artistas, ~~‘Iaeztues un
innovador por derecho propio, y de los más dignos de consideración y halago, por cuanto es un artista de
Juan de la Encina eran las enormes formas del arte de Maeztu, que quizás pudieran
confUndir a los críticos madrileños e impedir su aprobación por las orientaciones y contactos
e
con la cultura francesa moderna que se decantaban en los pintores vascos, el cubismo en
e
Maeztu o el fauvismo en Juan de Echevarría, de tal manera que arremetía contra estas
posibles criticas y añadía:
‘Otro de los elementos que creimos digno de señalarse, aunque aparecía de un modo bastante
a
incompleto y defectuoso, eran las formas, de mucho volumen y pesadas... Vimos a Maeztu no poco
preocupado por formas algo gigantescas, regularmente toscas, trazadas a grandes planos y que dieran la
a
impresión de estar trazadas a grandes planos y que dieran la impresión de estar construidas por cubos, sin
que en efecto, fueran ésos los cubos excesivos de los llamados cubistas... Maeztu es un pintor robusto, e
dotado de un magnifico sentido de la decoración en grande, un inquieto que cada dia busca armonías más
vigorosas y brillantes, prendado de laforma escultural, y al que la crítica debe de aquí en adelante exigir U
primera vez en Madrid, veintiocho obras - Cerro de San Miguel de Grancúa, El pobre
e
Sablista, Manolilla, Dos amigas, Zubikaray el vencedor, Tipo vasco, Gitanos granadinos...
e
una serie de estudios del tipo gitano y algunas naturalezas muertas y lo hacia en el nuevo
-,
Juan de la Encina, quien advertía que “a pesar de la inatención de la crítica y del público para todo
e
aquello que es sólido y verdadero en arte, creemos que no pasará mucho tiempo sin que a Juan de
a
239
Echevarría se le considere como uno de nuestros más delicados iv profundos artistas contemporáneos”
(43). Se trataba de un artista poco conocido en la Península que había exhibido sus obras en
Bilbao y varias veces en París pero que se diferenciaba de aquellas otras tendencias que
“Bajo el pabellón ‘pintura moderna se viene desde algún tiempo presentando en nuestros salones
un género hibrido de pintura, que se dijera contiene en si por modo deslabazado de pintura casi todos los
estilos y modos de pintar, y, sobre todo, un cierto arlequinismo cromático, pero que está prodigiosamente
exento de sinceridad, de emoción verdadera, de probidad técnica. Es la habilidad de los juegos de trampa
llevada al arte. Esta casta de pintura naturalmente nada tiene que ver con la verdadera pintura moderna,
como no sea por aquello de que se nutre en gran parte de sus detritus.
flan tardado largo tiempo en llegar a Madrid las llamadas tendencias nuevas del arte; pero en
cambio, han llegado enforma de mercancía averiada y váyase lo uno por lo otro. Ante los lienzos de Juan
Echeverría se dirá también que pertenecen a la pintura moderna’ y, siendo esto cierto, nosotros
añadiremos, para no confundirlos con aquellos otros de los pintores farandulescos, que son de un linaje
muy antiguo y muy moderno: muy antiguo, porque están sentidos y ejecutados con noble probidad; muy
moderno, porque fluyen por la corriente pictórica postimpresionista de los Cézanne, Van Vogh, Gauguin”
(44).
Con estos comentarios, Juan de la Encina no sólo defendía la entrada del arte vasco
también criticaba las extravagancias de la pintura exterior que se adivinaban en las obras de
algunos artistas vascos, si bien seria la propia Asociación de Artistas Vascos uno de los
mejores órganos artísticos que presentaban ante la sociedad bilbaína las tendencias más
avanzadas del momento, no olvidemos las exposiciones del pIanista Celso Lagar, en 1918 y
24V
la Encina se mostraba reticente hacia aquellas nuevas tendencias que incluían desde 1915,
U
principalmente por vía Barcelona, formas cubistas o fUturistas, en el caso particular del
planismo de Celso Lagar, que había hecho sus primeras incursiones en Barcelona y Gerona y
que, de alguna manera, se enfrentarían al ¡fo siguiente con el público madriJef o o bien, a
U
partir de 1918, con la celebración de la Exposición de artistas polacos, la de Vázquez Díaz o
4*
0 1¿ e
e
Juan de Echevarría, Gitanos granadinos
(La Esfera, Madrid, 27-5-1916) e
e
A pesar de sus influencias extranjeras, Juan de Echavarria representaba el sustrato
común de los artistas vascos contemporáneos; sus ásperas formas y sus matices de color
a
241
eran el nexo de esta pintura; por lo que la crítica madrileña le consideró un verdadero
representante del arte vasco (45). Desde las páginas de El Parlamentario se daba la
enhorabuena al artista vasco, Juan de Echevarría, quien habia mostrado unos cuadros ‘que
han merecido y siguen mereciendo la admiración de todas cuantas personas inteligentes los han vista.
Especialmente unos tipos de pescadores vascos acusan en Echevarría su espíritu inefable, compenetrado de
Otro de los críticos más importantes de la escena madrileña, José Francés, quien
e
compartía, ante las sucesivas exposiciones de arte vasco en la capital, la misma opinión que
e
planteaba el critico vasco Juan de la Encina (47), apuntaba que éste representaba.~ “un sello de
extraordinaria pujanza y una sagrada inquietud de perfeccionamiento. Y esto se nota en todos los aliados
U
por nacimiento y por temperamento a dicho arte, desde Ignacio Zuloaga hasta Eduardo Egozcué, enfermo
de cubismo. Y dentro del amplio paréntesis: los Zubiaurre, A’Iaeztu, Salaverria, Echevarría y tantos otros U
que armonizan como sifueran calidades coloristas, la rudeza ~y la ternura, el vigor y la languidez, la brava
U
aspiración de las cumbres y el blando, sonriente candor de los i’alles. Siempre que hemos hablado de algún
artista i’asco en estas páginas, hernQs hecho constar que el encanto de su arte brotaba de los étnicos
a
contrastes de la tierra que le vió nacer, tan claros y delimitados” (48).
e
Unos meses después, del 4 al 30 de noviembre de 1916, se celebró en el Palacio de
e
exposiciones del Retiro la esperada exhibición de la Asociación de Artistas Vascos. Madrid
U
conocía y palpaba de cerca las obras de treinta y cinco artistas Alberto Arrúe, Aurelio
-
Arteta, Angel Cabanas Oteiza, Anselmo de Guinea, Isidoro de Guinea, Francisco Iturrino, a
José Loygorri, Gustavo de Maeztu, Ascensio Martiarena, Lucio Ortiz de Urbina, Ernesto
e
Pérez Orúe, Darío de Regoyos, Juan José Rochelt, Alfonso W.Sena, Julián de Tellaeche,
Se logró reunir más de doscientas obras del arte vasco contemporáneo, repartidas u
e
243
desde finales de 1915, a través de las invitaciones que hacía su presidente, algunas de cuyas
preliminar para el resto de las provincias españolas (49). También la Diputación Provincial
de Vizcaya recibió noticias, a través de varias canas del Presidente de la Asociación, Quintín
sufragando algunos de los gastos de la muestra, cuyo éxito apenas se vió perturbado por el
las salas de Retiro con otra muestra, la de arte belga (51), incidente comentado por el diario
El Liberal, que salía al paso con las siguientes declaraciones: “La Exposición de pintores vascos
explicó que la intención de la muestra de arte vasco no era tal; de hecho, el propio Maeztu y
Arizmendi, Guezala, Alberto Arrúe - contribuirían, al mes siguiente, con algunas de sus
“Con todo el cariño que le profeso, - apuntaba Gustavo de Maeztu - y en contra de todo
cuanto se ha dicho, tengo que declarar que todos los asociados, no conozco excepciones, profesan ideas
completamente aliadófilas y admiran en el genio de Meunier todo cuanto vale el genio belga” (54).
244
‘4!
— - .. — — r
— C~ZtSsrL-t..., .- .—-.
Pasado este incidente, la crítica madrileña no se mostró del todo benóvola con los
artistas vascos. Los modernos procedimientos pictóricos que proponían esos pintores
buscaban una renovación de [a pintura vasca que, para muchos de los críticos madrileños,
fue calificada de poco ortodoxa respecto al arte oficial de la capital y, por ello, contemplada
con verdadero estupor. El propio Juan de la Encina reconocería, más tarde, que el ambiente
oficial en Madrid estaba cambiando, poco a poco, pero que hasta entonces era dificil
“El conservadurismo nacional - representado en arte por Madrid - ha sido escasas veces fuerza
retardatario de la acción benéfica de lo nuevo. Por lo cual se da el caso cómico-doloroso que cuando en
245
España se abren con timidez las puertas de las nuevas formas, precisamente en ese momento se las
considera pasadas y se las estudia como históricas en los lugares fecundos en que brotaron. .4 su tiempo
cambio, para .\Iadrid, que hubo de rechazar con cómica ignorancia a Dario de Regoyas, ahora comienza a
actualízarse’> (55).
Domenech, que desde el diario ABC planteaba los problemas de un arte regional creado, en
representar la esencia de un arte vasco, cuestión que ya venia planteándose desde primeros
de siglo. Sin embargo, uno de los asuntos que se debatía en Madrid era, en el fondo, la
a un segundo plano ese sentimiento que se mitificaba desde la generación del 98, la imagen
de Castilla, y que tenia a uno de sus mayores exponentes en Zuloaga, razón por la cual
afirmaba: “Nosotros no vemos la existencia de su arte pictórico vasco, por la sencilla razón de que aún no
hay un artista potente que abra la senda. Estos días leimos algo de esto en una revista y nosparece justa la
observación que en ella se hace de que Zuloaga, i’asco de nacimiento, es castellano como artista... El día
que la región vasca posea ese artista potente, el arte nacerá, a pesar de las preocupaciones, ligerezas y
extranjerismos con que se le quiera improvisar hoy. Aófientras tanto, los buenos deseos serán estériles..,
Hemos salido de la Exposición sin explicarnos el terremoto de algunos cuadros del Sr Tellaeche y el por
qué pueda ser decorativo un lienzo pintado sobre gruesa tela, del Sr Arrúe, titulado Tipos de la costa
vasca” (57).
246
1
1
1
Interior de la Exposición de artistas vascos, con obras de Carmen Baroja, Pilar Zubiaurre y
Quintin de Torre.
(E/Año Artístico, Madrid, noviembre de 1916)
España, calificaba la exposición del Retiro como “un núcleo de entusiastas, unidos en una ferviente
como consecuencia de sus salidas al exterior, que ya desde finales del siglo XIX venía
fraguando esas influencias del arte impresionista o postimpresionista: “La mejor prueba de ello
- replicaba uno de los críticos - es el eclecticismo que desde luego se advierte en el certamen, un
rumbo diverso y diametralmente opuesto al expositor que tiene al lado. Así el conjunto, tan diverso y
profuso, impresiona más hondamente y se destaca en todo lo variado de su labor.. desde el academicismo
marineros, el visitante contempla una gran variedad en la técnica y en la interpretación del natural,
sugestionado por la delicadeza de tonos de Echevarria, sorprendido por las audacias ultramodernistas de
Iturrino, encantado ante los puntillismos de los paisajes de Regoyos o los más finos de Guinea y Sena,
atraido por la pulcritud del dibujo de Arrúe, la sobriedad de los paisajes inundados por la luz y amplios
de fondo de Cabanas Oteiza, la tendencia decorativa de Guezala y la sencillez elegante de las mujeres
pintadas por Ortiz de Urbina, hasta detenerse ante la obra pictórica más ideológica y simbolista de los dos
Bellas Artes, al tiempo que sus artistas conectaban con otras entidades tanto españolas como
extranjeras, justamente ésta última era lo que no se apreciaba en Madrid, su contacto con el
que pretendían formar un compacto grupo de arte vasco donde mostrar sus características.
Este fue el proyecto común de los vascos del que el ámbito madrileño carecía porque, entre
248
otras muchas premisas, era incapaz de concebir diversas tendencias dentro de un esquema
en la muestra desconcertó en gran medida al público y a la crítica. Era dificil establecer una
conexión fija del arte vasco entre la oficialidad, los simplicismos, el puntillismo, el
simbolismo o el fauvismo de las obras, que para el critico de arte Ezequiel Moldes eran
“indecisiones y vacilamientos y desorientaciones, se insinúan algunas tendencias nuevas, algunos rasgos
originales, que, tal vez más adelante, con la ayuda del estudio y del esfuerzo, logren definirse claramente’~
De esta manera, se afirmaba una vez más el apoyo al arte oficial, que se impartía en
las escuelas oficiales de dibujo y que se hacia publico en las exposiciones nacionales de
Bellas Artes rechazando así ese puente internacional de modernización que intentaba abrirse
1915 y que alcanzaría su cénit en 1918. La Sociedad de Artistas Vascos hacía su primera
incursión en Madrid y su constitución como grupo en donde se podían admirar casi todas las
modernas tendencias dominantes en España también era comentada por Francisco Alcántara,
modernismo y de arte moderno hay que entender, generalmente, arte antiguo con máscara de relativa
modernidad.. en compañía no se ha idojamás a nada grande en arte, aunque sea posible que ellos, estos
La Sociedad de artistas vascos tiene un carácter gremial a la antigua. Su reglamento es breve,’ sólo
consta de diez artículos. Los socios no pagan cuotas. Se rifan obras de arte todos los meses para atender a
249
los gasto& La entrada en la Sociedad ha de solicitarse por escrito y la admisión es por votos. Desde 1910
la Junta no ha variado, y la componen los Sres. Forre, Echevarría (Juanj, .Árrúe, Guezala, .4rteta.
salón, en el que se acogen todos los gustos y todas las escuelas, se comunica con el arte europeo, que aquí
tendencia vasca con elementos verdaderamente vascos o si, por el contrario, se trataba tan
técnicos para constituir una escuela vasca de pintura? ¿¿tiste la idealidad correspondiente? El oficio y la
francesas ya que no pertenecen a su cultura propiamente dicha y, por lo tanto, son foráneos,
o por el contrario, el moderno, con elementos vascos y franceses procedentes, éstos últimos,
Echevarría, entre otros. Ambos podían ir de la mano, como estaba ocurriendo en algunos
artistas, pero la critica madrileña advertia que para alcanzar un arte puramente vasco
sobraban esas influencias exteriores, que debian ser sustituidas por aquellas imágenes más
cercanas al regeneracionismo que constituía el alma de Castilla como refugio para encontrar
250
las conferencias que se habían preparado para el acto, como la que dio sobre arte regional
Ramón Maria del Valle Inclán. No olvidemos que tras la abolición de los Fueros y la
aparición de un nacionalismo vasco, el País Vasco se había lanzado en busca de sus propias
señas de identidad paralelo proceso de industralización que estaba incitando a los jóvenes a
mi
marchar al exterior con una clara diferencia respecto al resto de España, a excepción de
Cataluña; esa fase de industrialización había promovido una modernización que afecta a
varias generaciones de artistas vascos que terminan siendo influidos por las corrientes
a,
europeas. Juan de la Encina respaldará la crítica que se hace al exotismo del arte vasco
derivado de las tendencias parisinas (64), tema al que volveremos más tarde y llegará a —
compararlo con el eterno problema “de los antiguos y modernos, la de los clásicos y románticos, la
mt
visible renovación del arte vasco en la que se rechazaban tendencias ftancesas (66). En otro
a
artículo, José Francés defiendía la renovación de un arte vasco a través de tres artistas
u
251
través de las obras que el público de la capital pudo ver. A partir de 1915, destacan como
hemos visto las exhibiciones de Gustavo de Maeztu, Cabanas Oteiza, Juan de Echevarría,
además de sus incursiones en las exposiciones nacionales de Bellas Artes, para concretarse,
pero, además, en paralelo se difunde el arte vasco a través de las revistas artísticas y, a
veces, en los artículos de los diarios madrileños. En el plano teórico destaca la figura del
comentado crítico de arte vasca, Ricardo Gutiérrez Abascal, bajo el seudónimo Juan de la
Encina, quien defenderá la renovación de este arte y tomará como principal plataforma
252
difusoria la revista España (1915) y, más tarde, desde el nacimiento de la revista bilbaína
Hermes (1917), cuyo director, Jesús de Sarriá, consideraba primordial la defensa y difusión
•1
de las diversas manifestaciones culturales del pueblo vasco, como quedaria demostrado en
los años de vida de esta publicación. Sobre las páginas de estos semanarios se multiplicarán
destacados artículos en apoyo a los artistas vascos - Gustavo de Maeztu, los Zubiaurre,
mg
Ignacio y Daniel Zuloaga, Julio Antonio, Darío de Regoyos, Cabanas Oteiza, Alberto y José
Arrúe, Juan de Echaverria, etc. - también presente en otras como la revista Summa, con
Margarita Nelken, o La Esfera. Esta última cobra especial interés por la dedicación
E.
exclusiva de varios números a la cultura del País Vasco, meses antes de la celebración, en
noviembre, de la Exposición de los artistas vascos en el Retiro; quizás se trata de una clara
Bilbao por Ramón Pérez Ayala, “Vizcaya la Nueva”; “Las Virtudes Vascas”, por Ramiro de u,
Maeztu; ‘tos hombres de Bilbao”, por José F. de Lequerica; ‘tos primitivos vascuences”,
e
por Pedro M. Michelena; ‘tos ferrocarriles de Vizcaya y el puerto de Bilbao”, por V.
Gorbeña; “La Vida Municipal”, por Juan Migoya; “Los artistas vascos contemporáneos”,
u
253
por Silvio Lago; “La nobleza Vizcaína”, por Darío de Areitio; “La canción de Vasconia”,
por José Montero; “La construcción naval en la ría de Bilbao”, por Ramón de la Sota; “Las
Aranaz Castellanos; “La navegación Bilbaína”, por Angel de Jausoro; “Museo de Bellas
Artes, de Bilbao”, por Silvio Lago; “El problema de las relaciones del Puerto de Bilbao con
América”, por Julio de Lazurtegui; “Los millones de Bilbao”, por Enrique Ocharan; “La
Caja de Ahorros y Monte de Piedad, de Bilbao”, por Eliseo Migoya; “La enseñanza superior
en Bilbao”, por Julio de Arteche; “La industria eléctrica en Vizcaya”, por Juan Urritia; “La
tradición del progreso”, por Gregorio de Balparda; “La Bolsa de Bilbao”, por E. de
Uruñuela; “La Caridad. Bilbao da su oro”, por Damián Roda; “Tarifas ferroviarias y
industrialización iniciado a fines deI s. Xlix y a la guerra europea suponia para el público
madrileño un mejor contacto con la cultura y las obras que se presentarían unos meses más
tarde. En ese número especial, Ramiro de Maeztu alababa las virtudes del pueblo vasco
“El pueblo vasco mío no ha sido nunca brillante. Quizás no ha tenido ocasión de serlo hasta
ahora, por habérselo impedido la pobreza. Quizás esté ahora en el momento de empezar a serlo. Pero una
cosa es cierta. De poco le servirá la brillantez de sus mentalidades superiores como descuide la
conservación en la masa del pueblo de las virtudes elementales de laboriosidady pundonor en contratos y
promesas. Con estas virtudes le serán posibles todas las grandezas; sin ellas, ninguna” (69). Además, se
? S4
Gustavo de Maeztu, José y Alberto Arrúe, Aurelio Arteta, Juan de Echevarría, Lucio O. de
e
Urbina, Lai-roque, Iturrino, Jesús Basano, Cabanas Oteiza, Francisco Durrio, Quintín de
‘Irte sutil y profundo - escribía José Francés - a un tiempo mismo el de r’asconia. Melancólico
e
y energético; caricioso y altivo; audaz y timido; ensoñador y ferozmente realista; influido de ajenas
tendencias y arrancado, sin embargo, de las entrañas mismas de la raza. Esta región que, como la de
e
Cataluña, avanza más allá de las idiosincráticas indolencias españolas, que ha sabido demostrar su fuerza
en el poderío fabril comerciaL posee también un arte propio, claramente definido, capaz de incorporarse a U
las modernas escuelas europeas, que aquí. en Madrid, asustan todavía y dan lugar a espectáculos
e
lamentables de cretinidad ensoberbecida, de aparentes triunfos de la mediocridad profesional y filistea,
obstante, la problemática sobre un Museo de Arte Moderno en Bilbao se hará más patente
en 1918, cuando Juan de la Encina, desde la revista Hermes, proclama a viva voz la
e
necesidad de un museo con obras modernas. La importancia de contar con una institución
que difundiera lo más moderno que se hacía en el País Vasco y fuera de él será, también, —
argumento de varíos artículos en la revista madrileña España. Para Juan de la Encina sería
e
más provechoso invertir en arte moderno que en arte de los siglos pasados, ya que, siendo
e
éste más caro que aquél, lo único que se conseguiría sería un mediocre Museo de Arte
antiguo, en lugar de un gran Museo de Arte moderno; además había mejores colecciones
u,
U4
u,
a
255
privadas de arte antiguo en España, mientras que escaseaban las que se nutrían de
producción reciente. Por otra parte, una ciudad moderna, o que pretendía llegar a serlo,
“Y surge el problema. Un museo de bellas artes en Bilbao. ¿debe prestar atención al arte antiguo
o al moderno?. Nosotros responderemos: ElMuseo de Bilbao debe ser muy especialmente un Museo de arte
moderno. Bien sabemos que aún no está del todo puesto en claro qué sea eso del ‘arte moderno’. Pero en
este caso particular para nosotros tiene una significación bien clara. Arte moderno es el arte que arranca
desde el impresionismo a esta parte... En España no hay colecciones públicas ni particulares de arte
moderno que puedan despertar los entusiasmos de un buen conocedor.. Bilbao es un pueblo moderno; su
A esta propaganda de arte vasco hay que sumar el citado número especial de
septiembre, aunque esta vez bajo el anonimato, donde se volvía a ver una clara intención de
difundir el arte vasco vasco: “Sirvió una reciente exposición en el antiguo Hotel du Palais de San
Sebastián para poner de manifiesto la innegable importancia del arte vasco contemporáneo. Como
justificando la identificación de los artistas con el medio ambiente, ornaban las salas en que aquella
la cual, inaugurada en 1919, pretendía celebrarse bienalmente como medio de formar las
salas de Arte Moderno del Musco de Bilbao Juan de la Encina se afirma en la idea de que
-
la ciudad “por su capacidad económica y por su pequeña historia dentro del arte moderno español, esta
obligado a dar un ejemplo renovador en el sistema de exposiciones artísticas. Las viejas corruptelas del
256
arte oficial deben ser allí totalmente eliminadas” (74). Se trataba de que el Museo de Bilbao fuera,
U
258
dirección, afirmando que los vascos habían devuelto a la pintura española su espiritualidad y
su fuerza. u
La tesis central de La trama del arte Vasco podria ser lo que sigue el artista vasco e
es, entre los artistas peninsulares, el más cercano al espíritu castizo del arte nacional. No es,
u,
sin embargo, una nueva versión de cierta tradición pasada, sino un reverdecer de ésta, ya
que los artistas vascos la interpretan con “moderna sensibilidad”, de modo que en la u,
mayoría de sus obras se aprecia, de una parte, el inconfundible regusto nacional pero, de
u
otra, una atmósfera diferente, moderna. Volviendo al exotismo, del que se acusaba al arte
vasco, pierde importancia ya que, como bien advierte Juan de la Encina, la verdadera u
tradición española también habría influido en los artistas franceses del s.XJX: Goya en
u
Renoir, Ribera en Coubert, El Greco en Cézanne, etc, de modo que no existirían diferentes
tradiciones, sino una misma tradición viva, que varia poco a lo largo del tiempo, y que se
definiría por su esencial fuerza creadora. La triada clásica española que influye sobre los
U
artistas de genio en los siglos posteriores es, según Juan de la Encina, la formada por El
a
Greco, Ribera y Goya, a los que dedicará, en conjunto o por separado, diversos artículos a
lo largo de su carrera. Otro vasco, Miguel de Unamuno, considera, por su parte, que la
moderna espiritualidad vasca se encuentra en estrecha relación con otro pintor del Siglo de
ML
Oro: Zurbarán.
Estos artistas, en consecuencia, tuvieron que salir de su tierra para encontrar los
fuentes de inspiración: la tradición viva del arte clásico español y la atracción que sobre sus
contemporaneos ejerce la capital francesa. Este “salir a Europa” Madrid no tenía nada que
-
ofrecerles se produce, como hemos visto más arriba, en fecha temprana y da sus primeros
-
frutos en 1885, cuando Guiard vuelve de París con un ideario tomado del naturalismo y del
Balparda, para quien lo exótico seria “lo extranjero, más que en razón de su procedencia, en razón a
Para Juan de la Encina, en cambio, no se podría hablar de exotismo en este sentido, ya que
los artistas vascos si han asimilado cuanto han aprendido en los medios extranjeros. Juan de
compatibilidad con su esencia vasca y española. A diferencia del centro catalán, la capacidad
vasca de asimilación queda atemperada con la conciencia de sus propias raíces, tanto
nacional. No se puede hablar, pues, de un arte vasco, sino de un arte hecho por vascos,
dirección, afirmando que los vascos habían devuelto a la pintura española su espiritualidad y
su fuerza.
La tesis central de La trama del arte rasco podría ser lo que sigue: el artista vasco
es, entre los artistas peninsulares, el más cercano al espíritu castizo del arte nacional. No es,
sin embargo, una nueva versión de cierta tradición pasada, sino un reverdecer de ésta, ya
que los artistas vascos la interpretan con “moderna sensibilidad”, de modo que en la
mayoría de sus obras se aprecia, de una parte, el inconfundible regusto nacional pero, de
otra, una atmósfera diferente, moderna. Volviendo al exotismo, del que se acusaba al arte
vasco, pierde importancia ya que, como bien advierte Juan de la Encina, la verdadera
tradición española también habría influido en los artistas franceses del s.XIX: Goya en
Renoir, Ribera en Coubert, El Greco en Cézanne, etc, de modo que no existirían diferentes
tradiciones, sino una misma tradición viva, que yana poco a lo largo del tiempo, y que se
definiría por su esencial fuerza creadora. La triada clásica española que influye sobre los
artistas de genio en los siglos posteriores es, según Juan de la Encina, la formada por El
Greco, Ribera y Goya, a los que dedicará, en conjunto o por separado, diversos artículos a
lo largo de su carrera. Otro vasco, Miguel de Unamuno, considera, por su parte, que la
moderna espiritualidad vasca se encuentra en estrecha relación con otro pintor del Siglo de
Oro: Zurbarán.
entender la tradición en términos más amplios, por lo que se opondrá a aquéllos que creen
aportación foránea: “.Vo reparan los pobrecitos doctores Tirteafuera que gracias al fermento exfraño
han surgido en la aridez española floraciones de cultura” (78). Dando por conveniente toda
aportación extranjera, el problema estriba en el momento en que no hay una tradición viva
que permita aprehender aquellos elementos útiles y los dote de un carácter personal. Se
exótico.
tradición en el arte Vasco y así, por ejemplo, Damián Roda, fundador de la Asociación de
que de lo nacional; el artista vasco, dirá, “se nutre, mejor que de manjares tradicionales, de
Por último, el tercer núcleo de este debate, Madrid, es considerado en junio de 1917
por Juan de la Encina como actor que “representa el papel retardatario, conservador, en el sentido
no vital de esta palabra, porque en ese núcleo parece como si paralizaran casi instantáneamente todas las
tendencias innovadoras, si alguna vez se generaron en él, y, por otra parte, no tiene un concepto bien claro
El último tercio del siglo pasado fue verdaderamente calamitoso para el arte del núcleo madrileño.
Toda la falsedad y fullería que caracteriza a la política española de ese periodo se comunicó también al
arte... el arte oficial que llega preponderante al 98, y, desde ese tiempo, marcha debilitándose poco a poco
hasta este momento, en que, si ciertamente no posee la fuerza política que tuvo, no por eso deja de tenerla
todavía grande... Ahora parece como que se inicia una corriente de estos dos grupos (Barcelona y Bilbao)
260
del litoral hacia el centro. Madrid empieza a sentir escozor de algo que no sea lo que de continuo le han
estado sirviendo los artistas oficiales. [‘apoco a poco entreviendo que por encimo de arte a la velu tina o al
betún hay otro género más interesante y profundo. Por esta razón comienzan a ser recibidas con alguna
simpatía las exposiciones que llevan alguna novedad La crítica continúa siendo poco más o menos la
misma que antes. Pero esa no es razón para que el movimiento de catalanes y i’ascos hacia Afadñd no deba u’
acentuarse de día en dia. La razón de la capitalidad es poderosa. Para que el arte de los vascos y catalanes
U
pueda influir en el arte general español no basta en modo alguno su acción en Barcelona y Bilbao; es
indispensable una actuación enérgica sobre Madrid, que en este sentido, piense lo que piense un
e
regionalismo mal entendido, que a las veces no es sino un producto de la timidez, es el centro
verdaderamente radiador de España. De aquí que toda renovación artística, si ha de ser fecunda y generaL o.
Nacional de Bellas Mies, la pintura vasca contó, entre otros, con Valentin Zublaurre,
la España negra a través de los dos cuadros de Gutiérrez Solana, como expresión de una —
España real donde todavía estaba latente el pesimismo del desastre del 98, reflejado, ahora
a
en el desarrollo de la guerra europea.
muestra. Empezando por la sala primera dedicada, a la escultura en donde destacaron las
a
obras de Quintín de Torre, se encontraba dominando el testero de la sala La Tierra Ibérica
el gran tríptico de Gustavo de Maeztu. Uno de los fragmentos de este tríptico había sido
a
261
colosales figuras que exaltaban la raza ibérica, con sus vicios y grandezas, su robusto estilo y
obras, La moza del Aldea/faro, El Moruno y El ciego de Calatañazor, pera sin mención
ningura conseguirá con esta única obra tan simbólica una distinción especial por el jurado
-
otorgándole una segunda medalla que le reconoce como un pintor joven con grandes dotes y
colorido llamativo, motivos que le granjearán, sin embargo el rechazo de la crítica. Uno de
los ejemplos más contundentes es el de Ballesteros de Martos que aun valorando sus
“¿Responde a las esperanzas que todos pusimos en él? Esta es la pregunta que nos hacemos ante
-
su cuadro -. Nosotros creemos que no. Es más, opinamos que ha defraudado las esperanzas. Maeztu tenía
una personalidad, y esa personalidad ha desaparecido en “Tierra Ibera’... ¡Ah, el afán de llamar la
atención, de distinguirse con cosas raras y nuevas, a cuántos fracasos lleva.t Su simbolismo debe ser una
cosa muy abstrusa, porque no hay quien lo comprenda. ¿Qué ha querido deciry sintetizar?
¿En qué parte de Iberia ha i’isto Maeztu esos hombres membrunos, y esas mujeres
desproporcionadas, gigantescas, cortas de cuerpo y con piernas descomunales? ¿En qué parte de Iberia ha
visto que la siembra se haga de forma en que él expresa, colocando a la mujer en una actitud forzada y
enormes... Dicen que se le ha concedido segunda medalla, Tierra Ibera’ no la merece. liiársela, sería
U
También hemos querido destacar los juicios de Arturo Mori, quien aun presintiendo U
las buenas dotes del arte de Gustavo de Maeztu le advenía de sus posibles devaneos hacia
U
tendencias más avanzadas: “es desgarbado y rápido en el estilo; por eso pinta a grandes trazos y no
tiene un gran cuidado en la colocación de las sombras y en la perfección del dibujo. Su pintura es,
indudablemente, robusta y valiente; y, sobre todo, una pintura joven... Pero procure no amananerarse el
U
notable pintor. E) modernismo ha tumbado a muchos esforzados porque huyeron demasiado pronto de las
Valentín Zubiaurre, conocido por el público madrileño por sus participaciones en las e
1909 y la segunda medalla de oro en la Universal de Buenos Aires de 1910; en esta muestra
e
de 1917 presentaba tres obras Euskotarroch, Verso/tris y Retrato de Acuña de las cuales la
e
segunda obtuvo una primera medalla.
El arte de los hermanos Zubiaurre se convierte en una de las piezas claves para
e
263
Veremos, a continuación, cómo las duras críticas que se realizan a Valentín Zubiaurre,
perspectiva en pro de la distribución de las figuras en la que destacan los típicos rostros
“‘Versolarís’ nos asegura que ha asistido como actor y víctima a espantosos cataclismos
geólogicos y sociales de que otras razas no guardan memorias, rechazan estas obras por bárbaras y las
quemarían como bárbaros si pudiesen... Por eso hay que detenerse en estos cuadros tan raros, cuyas
figuras parecen peleles. muñe quillos de plomo pintados con ahnazarrón, añil y otros mejunges mal
preparados y puestos en la tela con presuroso y ardiente desorden, a brochazos aquí, con sobaduras allá...
El innato arte de la postura arriscada, decorativa, en casi todas las regiones de la Península, parece
contradicho en Vasconia por la naturaleza de la raza... Cierto que este arte de los Zubíaurre es algo duro
de roer (83).
A pesar del conocimiento que muchos críticos consideraban que tenían de la obra de
Valentín Zubiaurre, éstos vieron los mismos defectos en su trabajo el sentido satírico de los
rostros de los personajes que los relegaban a simples muñecos y un estridente color que
pertenecía, sin duda alguna, a un arte moderno europeo que no aceptaban: “Las figuras son
violentas de los músculos, como si se tratase de enfermos, y las actitudes son inverosímiles en algunas
264
figuras. Esto por lo que al dibujo toca: de color es antipático, sobre todo, aquellos rojos puestos sin
discreción” (84).
Las tres obras de Valentín, dos temas vascos y un retrato, dotados de un ftierte
colorido y violentas actitudes fueron calificadas por Luis Oteya de verdaderas caricaturas
a
que no se merecían ni una sola medalla. “¿Merece ¡a primera medalla I’alentin Zubiaurre? No,
empezó pintando mal y pinta cada vez peor Los cuadros que en esta ocasión presenta son detestables. Y que
no salga nadie hablando del alma de una raza y de la emoción del .Vorte y del modo original de ver Todo
U
eso es mentira. La verdad es que, en cuanto Zubiaurre pinta, las figuras son fantoches; las agrupaciones,
José García Mercadal, por su parte, alegaba que el arte no sólo de Valentín sino
iguales con la misma tendencia, lo que hoy en día nos reafirma la madurez del artista y su
U
confirmación hacia la modernidad del arte vasco (86). En esa edición de 1917 no sólo
destacó la tendencia de los Zubiaurre; otro de estos artistas vascos Ellas Salaverria, con una U’
sola obra San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, recibirá alabanzas por
a
la robustez y el terroso colorido de la obra que la envuelve dentro de un naturalismo, que
e
para Anuro Moil debe ocupar un lugar privilegiado en la muestra, algo que no ocurrió ya
que el jurado no consideró oportuno premiar dicha obras, quizás por los caracteres realistas
a
y por la seducción de unos fondos tan oscuros, a diferencia de los claros colores y de una
a
paleta pulida de otras ocasiones, que recuerdan a la España negra (87).
a
e
265
exposición de otro pintor vasco, Femando García Alegría. En marzo de 1918 el salón
de fugaces miradas de bailes rusos, cafés y escenarios de cabaret como en Tórtola Valencia,
blanca, Mística, Odalisca, Francesita, El beso, Mantilla negra, Mujer de la noche, etc.
Lo poco que se sabe de este pintor vasco nos lo describe José Francés y Antonio de
“Su pintura un cromatismo agradable, una feminidad encantadora, y sobre todo, positivo buen
gusto... .Vadie diría que es un hijo de la brava Vasconia al verle de tal modo divorciado de los ideales y de
las rutas estéticas de su tierra natal Nada fraterno tiene con losjóvenes maestros de la pintura norreña de
4.
266
hoy.. La materia está trabajada con placer casi fisico, desde luego subidamente intelectual por la
estas notas, que son, ciertamente, lo menos personal y lo menos prometedor del joven artista... ha fundido
O mt
u
Volviendo de nuevo a los mencionados certámenes nacionales de 1920 y 1922
contaron también con la presencia de los artistas vascos como Ramón Zubiaurre o Elías a
Salaverría entre otros. La recepción del arte vasco a través de las exposiciones nacionales
a
había conseguido un reconocimiento popular y crítico para estos artistas del norte que
e
todavía en 1921, unido a las abundantes exhibiciones individuales que celebraban en Madrid
a
e
267
había acabado, para Juan de la Encina: ‘un poco con la tiranía de las exposiciones oficiales y sus
dictámenes, y los artistas pueden hoy producirse con libertad en la plaza pública y adquirir una reputación
En este sentido, los artistas vascos, sin haber podido conseguir algunas de sus
más arriba, por las características modernas que mostraban sus obras -, estarán inmersos en
los cuales tuvieron lugar en Madrid. Los primeros intentos se fechan en 1915 y 1917, con
los llamamientos que realiza Juan de la Encina ante la poca eficacia renovadora de las
exposiciones nacionales de Bellas Artes, y, como señala Pilar Mur, en la carta que Antonio
organizar en octubre un Salón de Independientes similar a los parisinos. “Para ello - apunta
Pilar Mur - se iba a constituir una Sociedadformada por artistas que invitarían a otros a exponer. sin
Encina habia pedido a la Asociación los nombres de quienes estuvieran dispuestos a adherirse a la nueva
Sociedad” (91). Este dato se corrobora con la aparición en la prensa bilbaína, en el mismo
mes de octubre, de un artículo dedicado a este asunto siendo Gabriel García Maroto quien
“Heraldo de Madrid publicó una gacetilla en la que se hacía un llamamiento a los artistas
disidentes del Circulo de Bellas Artes, en la que figuraban don Alberto Aguilera, Luisito Aldecoa y el
diputado Lamana, honorable trinidad capaz de acabar con todos los valores estéticos. Se apuntaba la idea
de la creación de una nueva Sociedad de Independientes, patrón francés, al que de manera tan servil hemos
268
U’
ido ligados por la vergonzosa ineptitud mental de la mayoría de nuestros desgraciados artistas. Nos
encontramos entre una veintena de tipos diversos: jovenzuelos, aspirantes a ‘ateneístas’, viejos podridos de e
todas las miserias y lacerías de una vida bohemia de burdeL bodegón y prostíbulo.
a
Este propósito era el de redimir sus nombres con el concurso de los artistas noveles, a quienes
U
Dos años después, en 1920, y tras la Exposición Internacional de Pintura y Escultura
artistas independientes en España a cargo de Vázquez Díaz, Delaunay, Isacc del Vando
U
protagonistas podrían ser la Asociación de Artistas Vascos y la asociación Les Arts i els
a
Mistes de Barcelona. Según apunta Pilar Mur, Gregorio Ibarra, Joan Saes, Victorio
Macho, Nicanor Piflole y Juan de Echevarría pretendían ‘crear un instrumento poderoso que les
permitirla luchar con la oligarquía oficial y con la desorientación del gusto público en condiciones
e
bastante más ventajosas que las actuales. Porque, como también indicaba Eugenio D ‘Ors, había querido
nuestra ventura que dos núcleos peninsulares, el capitalizado por Barcelona y el que, en menores pureza y
nuevo; cabalmente, también a estas horas, los dos núcleos disminuían su dañada regional esquivez y se
decidían, finalmente, a mostrar en Madrid una superiorídad que ya empezaba a serles reconocida’~ (93).
u
a
269
representante de un bloque compacto de jóvenes y veteranos que exhibirían las notas más
avanzadas del arte español y donde ocuparían un lugar destacado los artistas vascos. Los
junio de 1925, con motivo de la Exposición de Artistas Ibéricos: IMada hay más estéril en las
obras de arte que la doctrina nacionalista.. Precisamente, los que más atribuyen la exclusividad de la
La tradición no es recuerdo, sino fuerza activa, que Encina llamará “espíritu étnico”.
Sin embargo, el hecho de que haya una misma tradición no implica una misma Historia del
Arte; en cada región, en cada pintor, la tradición se manifiesta de modo personalisimo. “La
verdadera tradición - concluirá Juan de la Encina en 1925 - la representan en estos momentos los
IV. 1. NOTAS
e
(2) VV.A.A., Arte en el País Vasco, Madrid, Cátedra, 1987, p.2 14. u
a
(3) Raúl Chávarri, Maestros de la pintura vasca, Madrid, Ibérico Europea, 1973, p.3.
u
(4) Miguel Zugaza Miranda, “El Kurding Club: Un episodio olvidado del Bilbao finisecular”, e.
en el catálogo Los cuadros del Kurding Club. En el Centenario de la Sociedad
a
Filarmónica, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1996, p.l7.
e
(5) Ramón Menéndez Pidal, Historia de España. La Edad de Plata de la cultura española
a
(1898-1936), Madrid, Espasa Calpe, 1994, p.927.
E.
271
(9) Vid., VY.AA., El Kurding Club. En el Centenario de la Sociedad Filannónica, op. cit.,
(10) Vid., Pilar Mur, La Asociación de Artistas Vascos, Bilbao, Caja de Ahorros
Vizcaína, 1985.
1987, p. V.
(12) Manuel Llano Gorostiza, 50 años de pintura vasca (1885-1935), Madrid, Dirección
(14) Juan de la Encina, La Trama del arte vasco, Bilbao, Publicaciones Editorial Vasca,
1920, p.40.
(15) Vid., Francisco Javier Zubiaur Carreña, La escuela del Bidasoa. Una actitud ante la
(16) Juan de la Encina afirmaba en La Trama del arte vasco, (op.cit., p. 69) que “catalanes y
vascos, esto es. los artistas de las regiones peninsulares más aptas para la vida moderna, han sido los que
han introducido en España primeramente las nuevas maneras de ver y realizar la obra de arte que ha
(17) Al respecto, Pilar Mur, opina que ‘rescatada de la atonía de la Academia, arguye que los
creadores locales han descubierto el rico venero clásico nacional entre las múltiples influencias exóticas de
U
las escuelasfrancesas del XIX. De esta manera, logran recuperar la herencia del pasado, pero remozada y
revitalizada por el estudio de los maestros modernos franceses, cuyas enseñanzas viene recogiendo desde
U
finales de siglo pasado gracias a su habitual periodo formativo en París” en “El papel del arte vasco”,
e
(18) VV.AA., Estética de la d«erencia El arte vasco y el problema de la identidad 1882-
u
(19) Juan de la Encina, “Luis Bagaría. Vasco honorario”,Hermes, Bilbao, noviembre
de 1917. u’
u’
(20) VV.AA., Arte en el País Vasco, op. cit., p.231
u
e
273
(23) Rafael Domenech, “Exposición de Bellas Artes”, Blanco y’ Negro, Madrid, 23-5-19 15.
(24) Juan de la Encina, “La Exposición Nacional de Bellas Artes”, España, Madrid,
14-5-19 15.
(26) José del Cacho, Recorriendo las salas”, La Correspondencia de España, Madrid,
“
29-5-1915.
1915,
(30) Ibid.,
274
(31) Ibid.,
e.
U
(32) Francisco Alcántara argumentaba: “El sentido común, al que debemos una idea fija de los
tamaños, las proporciones y los colores de las cosas y de los animales, se encabrita como un potro salvaje
a
ante estos cuadros, porque ni los colores que vemos en ellos son lo que en los registros del mencionado
sentido consta casi al milímetro... Sí, las cabezas son pequeñas para cuerpos tan disparatados; el color es a
de una negrura a veces bituminosa; el hieratismo, casi ridículo; la tiesura, de momias; el infantilismo de
a
esos bárbaros, algo convencional; y debe hacerse hincapié en todos estos defectos, en su origen notas del
naturaL que tal vez violentan los autores en atención al provechoso eco de escándalo que provocan en la
e
galería, por si llega el momento en que, agotado elfilón, los Zubiaurre, talentudos artistas, pero también
sagaces administradores de sus rarezas pictóricas, creen que pueden decidirse a prescindir de ellas, o sea, u
a pintar con arreglo al sentido común, y sin dejarse en la paleta ninguno de los poderosísimos medios
e
estéticos, gracias a los cuales a pesar de las tremendas exageraciones de su sistema, se imponen al público
con excepciones escasas... Los Zubíaurre son pintores románticos, zahoríes de la historia atormentada de
a
su raza, Salaverrria es naturalista, es moderno y presenta a la raza euscara (sic) inclinada en el pon’enír y
no de espaldas al pasado... es naturalista, hasta realista, en el buen sentido, y sus procedimientos son los
que pide este temperamento y conducen a la recta imitación de las formas, sin amplificaciones ni
Madrid, 12-5-1915.
(33) Juan de la Encina, “Exposición Cabanas Oteiza”, España, Madrid, marzo de 1916.
(34) José Francés, “El arte de Zuloaga”, El Año Artístico, Madrid, mayo de 1916.
u
a -
a
275
(36) José Francés opinaba: “Paris no entró nunca en él. Tal vez los Zubiaurre y Maeztu sean los únicos
pintores vascos que no deban nada a la pinturafrancesa de avant guerre “, en “El arte de Zuloaga”. El
(37) José Ortega y Gasset, “Los hermanos Zubiaurre”, El Sol, Madrid, 21-10-1920.
(38) Cipriano Rivas Cherit ‘tos cuadros de Ramón Zubiaurre”, El Imparcial, Madrid, 17-
10- 1920.
(40) A este asunto José del Cacho publicaba: “Gustavo de Maeztu, después de haber cursado
diferentes orientaciones pictóricas modernas, como en un libro viejo, que hablaba de cosas más viejas
todavía, encontró la estética que aspira a reproducir en sus cuadros. Sabemos, pues, que Maeztu pinta
obedeciendo a procedimientos concretos y definidos... Todos los lienzos de Maeztu responden a ese
dogmatismo estético, que tan interesante artista acepta con sus juveniles entusiasmos”, en “Exposición
(42) Ibid.,
(44) Ibid., e
U
(45) En lo referente a este asunto José del Cacho opinaba: “Aún prescindiendo de los carbones y
de las notas de color que hay en la colección de obras pictóricas de la Exposición del Ateneo, se adivina a
fácilmente la procedencia regional del artista... El tipo del pescador, el tipo de cántabro, ha dado a los
artistas vascos esa perfecta visión de la lineo y del rompimiento de las masas y esa dureza con que los a.
planos de luz y de sombra se acometen en los rostros de sus figuras. Es verdad que muchas veces confunden
a
lo bello con lo dificil en su arte... “, en “Exposición Echevarría”, La Correspondencia de España,
Madrid, 20-5-1916. a.
e
(46) Anónimo, “Exposiciones”, El Parlamentario, Madrid, 16-5-1916.
(47) José Francés, “Juan de Echevarría”, ElAño Artístico, Madrid, mayo de 1916.
a
a
(48) Silvio Lago (José Francés), “Dos exposiciones importantes”, La Esfera, Madrid,
27-5- 19 16. e
a
(49) Pilar Mur recoge estas opinones de Teodoro Anasagasti en su libro La Asociación de
Artistas Vascos, (op. cit., p.240). “La venida a la Corte de nuestra simpáticaAsociación me alegra y e
e
277
anima por coincidir con ustedes en las ideas de expansión artística, que hace tiempo predico y sustento.
Creo que somos adultos y que nuestro arte, empezando a tener carácter y vida propios, puede asomarse y
dar su opinión por otras tierras, seguro de hacer un buen papel. .Aún prescindiendo de la conveniencia
propia y resultado pecuniario - que con muy buen acuerdo quieren dejar a un lado estamos moralmente
-
obligados, como artistas y vascos, a dar este paso. Sin la confirmación en Madrid hoy, y más tarde en otros
centros importantes, el Arte Vasco no se habrá manifestado cuanto debía. Debemos, pues, venir pero venir
con toda nuestra fuerza y violencia a mostrar, constituyendo una familia, lo que hacemos, pensamos y
Ya sé que a Madrid le temen algunos creyéndole, injustamente, que es tan académico como el de
hace unos años. Están equivocados. Aquí las tendencias estériles ceden ya su lugar a las corrientes de vida
moderna. Las mismas Exposiciones oficiales se han oxigenado y son más tolerantes; pero aunque
continuasen tan arcaicas como lasprecedentes ¿no estaríamos obligados a gritar en ellas?
(51) Vid., Capítulo V. Arte y política en España durante la Primera Guerra Mundial: la
(53) Vid., Capítulo V. Arte y política en España durante la Primera Guerra Mundial: la
e.
(55) Juan de la Encina, La Trama del arte vasco, op.cit.,
e.
(56) Rafael Domenech publicaba. “Barcelona y Bilbao, más de la frontera europea que el resto de
e
España, han sentido los latidos de la vida moderna mundial y quieren entrar en su corriente. El problema
es complejo y dificil. y no se puede emprender con improvisaciones y ligerezas. Es seguir una senda torcida
e
el pensar que se resuelve trayendo novedades artísticas, como se hacen traducciones de los libros recién
publicados en el extranjero o importando géneros manufacturados. El arte nace de lo hondo del alma y en
él hay que crearlo; esto cuesta mucho y es preciso tener un alma capaz de fecundar la vida en obras de
U.
arte; precisamente esto es lo que no se ve en la actual Exposición vasca. En substitución de esos elementos
fundamentales de vida art!sti ca, hay una sobrada preocupaciónpor crear rápidamente un arte regionaL sin
e
ver intensamente la región, y amañado con las cosas seudo artísticas que han constituido la nota llamativa
en el extranjero durante los últimos años. Es un producto cerebral y de voluntad; y además, un deseo de e
mostrar a los artistas del resto de España lo que es y debe ser el arte contemporáneo; y esto, decirlo a voz
e-
en grito, yde un modofuertemente llamativo”, en “Una Exposición”, ABC, Madrid, 19-11-1916.
(57) Ibid.,
e
(58) José del Cacho, ‘tos artistas vascos”, La Correspondencia de España, Madrid, 13-11- e
1916.
a
(59) Ibid.,
a
279
1916.
(61) Ramón Pulido, desde El Globo, compartía las mismas opiniones de Ezequiel Moldes:
“Los artistas vascos tienen el noble afán de crear una escuela y han empezado con gran anhelo a construir
ya los cimientos. Pero ajuzgar por lo que he podido apreciar en este certamen, la cimentación es un tanto
falsa y el edificio que tratan de levantar me temo mucho que se venga al suelo en estrepitosa ruina, antes
de estar terminado...
¿ Qué se propone el paisajista Tellaeche al crear paisajes con esas casas que se derrumban y
darlas una entonación inverosímil? Lo mismo sucede con las obras de Iturrino y las composiciones de
Que entiendan que ser originales no consiste en poner en la tela los colores de un modo extraño y
desordenado, huyendo de todo aquello que responde a los preceptos que todos las escuelas han tenido y
que tienen la base que les han sostenido como es el dibujo, buen gusto, entonación, armonías exquisitas y
(62) Francisco Alcántara, “La Sociedad de artistas vascos y su Exposición del Palacio del
(63) Ibid.,
(64) Juan de la Encina, “El exotismo artístico”, Hermes, Bilbao, marzo de 1917.
280
(65) Juan de la Encina, “El exotismo y el arte vasco”, Hermes, Bilbao, mayo de 1917.
e
(66) José Francés, “Los artistas vascos”, La Esfera, Madrid, 18-11-1916.
(67) José Francés, “Los artistas vascos”, ElAño Artístico, Madrid, noviembre 1916.
e
e
(69) Ramiro de Maeztu, “Las virtudes vascas”, La Esfera, Madrid, 12-8-19 16.
(70) Silvio Lago (Seud. de José Francés), “Los artistas vascos contemporáneos”, La Esfera,
m
Madrid, 12-8-1916.
u
(71) Silvio Lago (Seud. de José Francés), “El Museo de Bellas Artes, de Bilbao”, La Esfera,
u,
Madrid, 12-8-1916.
u’
u
(73) Anónimo, “Algunas obras de artistas vascos”, Ita Esfera, Madrid, 9-9-1916.
(74) Juan de la Encina, “La Exposición Internacional de Bilbao”, España, Madrid, 1919.
a
u
281
(76) Juan de la Encina, “Los hermanos Zubiaurre”, Hennes, Bilbao, enero de 1917.
(77) Juan de la Encina, “El exotismo y el arte vasco”, Hennes, Bilbao, mayo de 1917.
(80) Juan de la Encina, “Las tendencias del arte español contemporáneo”, Hermes, Bilbao,
junio de 1917.
(81) Ballesteros de Martos, “La Exposición nacional de Bellas Artes”, La Mañana, Madrid,
30-5-1917.
(82) Arturo Mori, “Exposición Nacional de Bellas Artes”, El País, Madrid, 30-5-1917.
Madrid, 29-5-1917.
282
(84) José Maria Perdigón, “Esta mañana en el Retiro. La Exposición Nacional de Bellas
(85) Luis Oteyza, “Las primeras medallas de pintura”, El Liberal, Madrid, l-6-1917. —
e
(86) Respecto a este tema J. García Mercadal escribía: “Nada más desigual que una pintura de los
Zubiaurre, pues tanto da el uno como el otro. Junto a cosas admirables de ejecución y de espíritu, las
cabezas de las figuras, hay otras dignas de ser airadamente rechazadas. Todo lo que queda en los cuadros,
quietadas las cabezas. Por eso si yo llegase a poseer un cuadro de alguno de los Zubiaurre, cortaría las
cabezas para guardarlas con el cuidado de verdaderas joyas, y quemaría el resto. Acaso guardase también
u.
algún pequeño trozo de paisaje, pero no siempre, y además apreciando lo que llegase a guardar en un
envaradasfiguras de guiñol, trágicos fantoches, que tienen todos aquellos campesinos y marineros vascos, u’
Además, éste de los Zubiaurre es un arte estancado, igual el de ayer que el de hoy, y seguramente
a
que el de mañana. Arte de patrón, de un mismo patrón que pudiéramos considerar como regla eterna. No
hay en él nada que encierre transcendencia de ninguna clase, ni nada que sea nuevo, ni que mdique la más
ml
somera variación... Se nos quiere convencer de que estas figurasy estos fondos son la más ajustada
representación que pueden hallar las tierras i’ascas; pero si en el gesto y en el espíritu de los rostros U
estamos casi siempre conformes, en todo lo demás estamos siempre colocados en contradicción con
e
semejante acierto “, en “Crónicas de la Exposición”, La Correspondencia de España, Madrid,
4-6-1917.
a
(87) Arturo Mori, “Exposición Nacional de Bellas Artes”, El Pais, 26-5-1917.
a
283
(88) Silvio Lago, “El pintor Femando”, La Esfera, Madrid, 27-4-19 18.
(90) Juan de la Encina, “De Exposiciones. El ‘Arte Moderno”’, La Voz, Madrid, 30-3-192 1.
(91) Cfr., Pilar Mur, “El papel del arte vasco”, La Sociedad de Artistas Ibéricos y el arte
español de 1925, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, 1995, p.713.
(93) Pilar Mur. “El papel del arte vasco”, op. cit.,
9-6-1925.
(95) Ibid.,
284
V. 1. INTRODUCCIÓN u
e
Después de los últimos acontecimientos del s.XX, Europa vive inmersa en la
e
¡¡amada “Paz Armada”. El nuevo siglo abrió sus puertas hacia ¡a expansión territorial por
parte de las grandes potencias, situación que provocó el peligro de conflicto bélico. En E
efecto, apenas pasan cuatro años cuando asistimos a un periodo conflictivo que llevarían
a
a la Primera Guerra Mundial. La primera crisis marroqui (1904-1906), la crisis bosníaca
Derecho público internacional” (1). Con estas palabras Alfonso XIII pensó, por una parte.
a
que la neutralidad mantendría a España fiera de la guerra, evitando así los horrores de
ésta y, por otra, que supondría un beneficio en el terreno económico. Esta imparcialidad a
alarmó a la opinión extranjera, sobre todo a países como Francia e Inglaterra, puesto que
a
en 1907 España había firmado los Acuerdos de Cartagena, y en 1913, durante las
le
conversaciones entre M.Poincaré y el conde de Romanones, se convino que si por algún
a
285
europeas del Atlántico, los gobiernos de Inglaterra, Francia y España tomarían medidas
1914 la Monarquía española había llegado a una situación límite. Pocos meses ante se
había producido la división de los grandes partidos: los liberales, compuestos por la
escenario nacería un núcleo rigurosamente intelectual formado por José Ortega y Gasset
“En primer término, influía en nuestro ánimo qué consecuencia tendría para España el
esfuerzo que significa entrar en guerra. El comprometido estado de nuestra Hacienda; el novísimo
renacer de nuestra vida económica nacional en que están empeñadas las mejores fuerzas del país; el
sacrificio que ya significaba el empeño de Marruecos, donde están retenidos los más de los elementos
militares de que podemos disponer y que no cabe desamparar sin peligro, a menos de renunciarlos,
cosa a que no parecen inclinarse quienes podían tomar esa determinación” ( 2).
Según la opinión de Manuel Cordero, la neutralidad fue “consecuencia no de un
desorganización de nuestro país” (3). Sin embargo, esta neutralidad arraíga ya en el desastre
de 1898, que había dejado reducida la acción colonial española a tan sólo el continente
286
africano. Hasta este año, España habia sido una potencia ultramarina; ahora, el eje de su
desastre ultramarino de Cuba y Filipinas supuso una profunda crisis de conciencia a nivel
La familia real española también estaba dividida entre una reina inglesa, y la reina U
madre austríaca, y un rey que mantuvo siempre sus sentimientos ocultos, quizás por ello
a
pudo conseTvar un equilibrio entre la opinión pública aliadófila y germanófila. El ideal de
a
Alfonso XIII sobre su política exterior consitió en mantener, por lado, una buena
relación con los estados vecinos y lejanos manteniéndose neutral, y por otro, la
manifiesto contra la guerra. Sin embargo, dentro del mismo empezó a formarse una
a
doble corriente, un grupo compuesto por Besteiro, Araquistáin, Pablo Iglesias... que
manifestaban su simpatía por los aliados y otro, que consideraba el conflicto como un
asunto exclusivo de países capitalistas. Ante este panorama la opinión pública se irá
e
e
287
Vázquez Mella, excelente portavoz que veía en Guillermo II la victoria contra los
franceses. Los germanófilos odiaban a Francia y todo aquello que representaba lo laico y
y progresistas. No sentían simpatía por el espíritu prusiano y por ello Francia suponía
todo su mundo. En palabras de Manuel Azaña los aliadófilos eran “hombres que defendían a
los aliados, conocían el papel histórico que estas dos naciones habían representado en la decadencia
de la Casa de Austria y en la destrucción del poder de España que Femando J/J y Carlos Hl habían
reconstruido después de la Guerra de Sucesión. Sabían perfectamente que Inglaterra había tomado
parte principal en la destrucción del Imperio españoL desde Canning a Salisbury, y había observado
recientemente la conducta de Francia en Marruecos. Sin embargo, para ellos, Francia e Inglaterra
sistema político que identificaban entonces con Prusia. La mayoría de ellos debía más a Alemania que
a Francia y sentían mayor simpatía por la cultura, la filosofia y las letras de Alemania que por las de
Francia” (5).
Estas últimas palabras de Azaña nos pueden parecer extrañas; sin embargo, desde
un punto de vista intelectual son ciertas. La tradición germánica estaba presente desde la
.4
alemanas veían en los aliados los representantes de la libertad y del derecho. La mayoría e
de ellos eran intervencionistas, creían que la guerra traería la paz social. Formaban parte
e
de este grupo, además, la clase obrera, - la masa del pueblo -‘ la pequeña burguesía, una
descubiertos. Un testigo de esta situación fue Rafael Altamira, quien nos aclara esta
actitud: “Nosotros mismos, los españoles, no supimos realmente a qué atenemos. Se juzgaba
ligeramente, por impresión de sentidos. Las voces eran, casi exclusivamente, germanistas; los partidos
aliados, callaban en su mayoría. El temor estribaba en dos razones; una, entorpecer la afirmación de a
neutralidad y otra, la razón táctica dirigida a no excitar a los germanistas, causando el efecto de
a
reafirmar y emperrar a muchos en la opinión inicial” (6). La tensión era tal que como ha
descrito Pabón: “el español que seguía la contienda amaba sin freno a uno de los dos bandos en U
guerra, y de espaldas a toda solidaridad nacionaL detestaba al español partidario del otro” (7). Este
U
ámbitos de la sociedad. Desde 1989 hasta 1913, España se encontraba en una fase de
289
recuperación, tras la crisis del s.XIX. A partir de 1914, la Península entra en el boom
país. El comercio exterior aumentó un 20 por 100 respecto a años anteriores, al tener
que atender las necesidad de los países en guerra, abriéndose así nuevas expectativas
para el mundo de los negocios. Los cambios económicos fueron tan grandes que se
produjo una crisis social, preludio de otra, la política, que originé asimismo, a su vez,
1917 fue el año cumbre de la crisis. Al mismo tiempo que la Monarquía intentaba
evitar su final, nuevas fuerzas que habían ido cuajando en los años anteriores se sintieron
fuertes para salir a la luz, hecho éste que propicié la aparición de la intelectualidad
española. La palabra “intelectuales” - según José Carlos Mainer - “se forma sobre un
material humano de escritores que no siempre escriben, de investigadores de campos inverosímiles por
su limitación, de políticos y sócrates de café, de pequeñas cuanto legítimas soberbias y de unas gotas
de esoterismo. Se refiere más que a corrientes y movimientos a una postura de opinión y guía política -
a un elitismo -“ (8). El intelectual español tiene sus orígenes inmediatos en 1898 con los
-
en 1854, con la vuelta de Sanz del Rio a Madrid; en 1868, con la creación de la Revista
u.
intelectuales se convirtieron en la voz capaz de captar y difUndir los problemas del país
pero, para ellos, el mal de España era “- por encima de la injusticia social y de la falsificación u.
del sufragio - la incultura, el desinterés secular por los problemas del espíritu, las cerriles raíces
e
celtibéricas de nuestras costumbres” (9). Nos encontramos ante la “Edad de Plata”, en los
literaria alcanzó las cotas más altas. La relación hombre-sociedad se hace patente junto
u
en una batalla ideológica, en la que la prensa y las revistas empiezan a jugar un nuevo
papel. Si los intelectuales eran la voz ahora las revistas y la prensa se convienen en el
a
vehículo defúsor de sus ideas. El Bulletmn Hispan¡que de 1917 explica la situación de las
faltar el anuncio extranjero. Prevalece el chteno del redactorjefe aliado, francófilo se busca dinero
- -
y se envían corresponsales a Francia, Inglaterra, Bélgica e Italia. El dinero comienza una política de
tendencia aliada. Sin embargo, se acepta la tutela de las embajadas de Alemania y Austria por las
empresas periodísticas. Lo que toma o forman parte de la política. En poco tiempo. Alemania se hace
dueña en Aladnid y en provincias de toda la prensa católica y conservadora. Armados de toda esta
a
prensa, convencidos que la intención alemana es imposible, se disfrazan sus intenciones y halagan a la
a
291
Luis Araquistáin, director de la revista España entre 1916 y 1923, de la que nos
pretendido engañar y amedrentar a España desde comienzos de la guerra. El estado de tenor infundido
desastre seguro. como aconteció a España en 1898. Se ha venido pintando con terrorWcos colores el
espectáculo de una Álernania invencible y vengativa, como un viejo dios de las batallas (11).
de este grupo de prensa aliadófila hemos de destacar el gran papel que desempeñó la
revista España, fundada el 29 de enero de 1915, por José Ortega y Gasset y sus
redactores Ramón Pérez Ayala, Luis de Zulueta, Eugenio d’Ors, Gregorio Martínez
Sierra, Ramiro de Maeztu y Juan Guixé; entre sus colaboradores destacan las figuras de
Miguel Unamuno, Luis Bagaría, Luis Araquistáin, Valle Inclán, Miguel Azaña, etc.
La revista había nacido bajo el estandarte “del enojo y la esperanza, pareja española”
(12) pero también surgió como respuesta a los problemas de la nación y bajo la banden
del liberalismo. Los intelectuales aliadófilos fueron muy bien acogidos por la revista,
aparecerá en sus páginas el texto aliadófilo más importante: “La Liga Antigermanófila”.
292
manifiesto, por el que los intelectuales se unían a la causa aliada, a la que consideraban
e
Fernandez de los Rios, Simarro, Turró, Unamuno, Zulueta, Falla, Turma, Vives, Ramón
e
Casas, Romero de Torres, Zuloaga, Rusiñol, Julio Antonio, Claré, Alomar, Luis
rebelaban así: ‘Levantamos la voz para pronunciar nuestra palabra, con modestia y sobriedad, como
u.
españoles y como hombres... España. por el apocamiento de los políticos responsables, apareciera
como una nación sin eco en las entrañas del mundo... Y así, estamos ciertos de cumplir un deber de e
españoles y de hombres declarando que participamos, con plenitud de corazón y dejucio en el conflicto
e
que trastorna al mundo” (13).
u.
e
293
misión en España”; sin embargo, no será hasta 1916, cuando se celebre la más
importante de todas. La misión partió de Francia el 17 de abril, visitando gran parte del
territorio español; y a ésta le siguió otra, española, presidida por el duque de Alba y
algunos intelectuales como Manuel Azaña, Menéndez Pidal y Miguel Blay. Tras una
breve estancia en San Sebastián, los miembros de esta misión francesa el filósofo Henrí
-
Madrid, procedentes de Burgos. Fueron recibidos por una gran comisión compuesta por
numerosos catedráticos, artistas y miembros del Ateneo madrileño. Entre los que
Baquero, Luis de Hoyos, Amadeo Vives, Manuel de Falla, Miguel Blay, Julio Romero de
Torres, Eugenio de Rivera, el conde Casa Valencia, Morente, Ajuna, Barcia y Angel
Guerra (Betancort). Los días siguientes se les dedicaron numerosos actos en su honor,
organizada por los directores del Instituto Francés de Madrid (14); además de algunos
banquetes como el del Palace Hotel en honor a los cuatro intelectuales franceses, el 7 de
Gasset, Zulueta, López Ballesteros, Ramón Pulido, Fabian Vidal, Mateo Inurria, etc.; a
u.
294
u.
fin” (15), las del filósofo Bergson sobre “El alma humana” y “La Personalidad” (16), la
del académico de Bellas Artes de Paris M. Widor, la de M. Perrier sobre “El Instinto” y
suavizarlos dando una mayor importancia a las victorias alemanas; al igual que los
u.
aliadófilos, dieron a su cultura la propaganda que creyeron necesaria. Los principales
este modo pretendía que España se mantuviera alejada del conflicto europeo. Sin
embargo, un gran número de voluntarios españoles partieron hacia las lineas de fuego.
e
Los Imperios centrales fueron sitiados pero quedaron algunas vías de comunicación,
como las de Italia y Suiza, por las que se pudo acceder a suelo alemán. No fueron e
muchos los neutrales que se unieron y lucharon por la causa alemana; por el contrario, a
a
los ideales franceses se unieron miles de extranjeros, entre ellos los legionarios españoles.
u
295
Almarza, quien declaraba: “En los primeros días de la movilización se presentaron 9.000
voluntarios españoles. Se alistaron unos 1.200 catalanes y una expedición de gente escogida vino de
de España a la causa francesa. Por ello, hasta cierto punto se mantuvo en silencio El
ni nn n rial 1 egio nario Luis íuvarez Cedrón nos relata en una carta dirigida a
“Personas del prestigio del SrLerroux, de Emiliano Iglesias y de tantos otros que no enumero
por no hacer esta carta interminable, lo sabían. Lo que pasaba era que esos elementos creían cumplir
con su deber escribiendo un artículo, perorando delante de media docena de amigos en una mesa de
caj& haciendo gala de su oratoria y de su lirismo en el Paralelo de Barcelona y en la Casa del Pueblo
deber de no olvidarnos. Me refiero a los que con la pluma o la palabra se declararon paladines de la
causa de Francia desde el momento en que estalló el actual conflicto europeo. Ni unafrase de aliento,
éstos por parte de la prensa española: “Nadie ha tenido en la prensa para los voluntarios
españoles en Francia ni fervores ni curiosidades, los que como Ramiro de Maeztu podían levantarlos
sobre prosas pindáricas, no supieron de ellos o los tomaron por tropa de munición que la vida
.A.Jeuville.. Se les concede un descanso y pasan a Alsacia. a AIontbidier. Joffre los revista, ensalzo a los
garibaldinos y a los españoles, condecora a muchos de éstos, pone la Cruz de Guerra en la bandera de u.
la legión y parten otra vez a las trincheras de la Campaña. Allí el comandante Rousset. envía una
e.
sección catalana para luchar El capitán grita ¡ Viva Francia! y luego ¿¡iva España!, ¡Viva Cataluña!”
(23). a
También, estos legionarios fueron ensalzados por los propios franceses; León
u
Rollin relaté al semanario España: “El 9 de mayo de 1915, cuando yo salía de las trincheras del
frente a Carency, pueblo que debíamos tomar poco después en rudo combate, a la derecha de mi
regimiento, los legionarios españoles, se lanzaban como leones en dirección de Givenchy” (24).
e
Macedonia... ¿por qué lucharon? Las palabras de uno de ellos quizás nos puedan
responder a esta pregunta: “No fue so/amente nuestro amor por Francia, a esta Francia tan
grande, madre de la libertad y de la civilización>’ de la justicia, lo que nos impulsó a alistamos en los e
ejercitos de la Repz~blica; fue algo más grande, fue nuestro infinito amor a España. fue nuestra
creencia honrada de que el triunfo de los aliados significaba para nuestra patria lo que para la
según Fabian Vidal ‘aceptaron solidaridades radicales, sentimentales y éticas, con un gesto.
-
desembrida el potro de su albedrío, para que se lance en carretera vertiginosa por las anchas llanuras
a
297
del ideal inasequible. En todo hombre hay un cosmopolita que mira más allá de los límites fronterizos y
toma mentalmente partido en todos los conflictos que dividen, suceden y desgarran a los humanos”
(26).
Otros sintieron el resurgimiento de la apagada llama del 98, como opinaba Mario
Aguilar: “Toda una tradición belicosa de esta raza que resucitaba voluntarios de la guerra de
Francia” (27). Como dijimos, las crónicas de Mario Aguilar fueron el punto de partida del
España los motivos por los que se pensaba realizar esta muestra, Luis Araquistáin
escribía:
‘Galopan hacia nosotros los días de Navidad Son esos días en que todo el tejido sentimental
de la vida doméstica se remueve y adquiere intensa animación en la conciencia. Son los dias en que
más sufren los soldados... ¿No sería posible llevar a ellos una emoción doméstica? ¿No habría modo de
comenzaron los preparativos. La prensa fue uno de los vehículos más importantes para la
difusión de la noticia. El Liberal, uno de los periódicos de más tirada en Madrid, publicó
todos los españoles a unirse al acto, al mismo tiempo que presentaba a los organizadores
u.
de la Exposición, como algunos artistas, Bagaría y Romero de Torres; críticos de arte
como Ramón Pérez Ayala y José Francés, así como anunciaba la participación de
componentes serian artistas españoles y los lugares en que se expondrían serían Madrid y
Barcelona, por ser éstos los centros de mayor actividad artística en España. Sin embargo,
e
la Exposición tomó nuevos rumbos: el director de Le Journal de Paris, M. Charles
e
Humbert, habia conocido la noticia y tenia interés en colaborar. Su corresponsal León
Rollin escribió una carta a Luis Araquistáin para comunicarle el deseo de la participación —
a
noviembre de 1916 en España, en La Correspondencia de España. Le Jaurnal de París
-
había pedido la colaboración a grandes dibujantes franceses como Forain, Steinlen, Abel, a
Faivre, Poulbot, Leandre, Willtte, Louis Morin, Hennan-Paul, Maurice Neumont y Jean
e
Weber para su participación en Madrid y además ofrecía su salón parisino para clausurar
estaba destinada a todos aquellos españoles que no pudieran asistir a la exhibición. Para
e
u
299
la revista, este acontecimiento suponía: El lazo ideal que vincule a los españoles que combaten
en Francia por valores universales, con todos los españoles que aquiles acompañan en espiritu” (29).
España, abriéndose una lista, el 16 de noviembre, con cien pesetas que aportaba la
apanado. Allí ifieron apareciendo los nombres más variopintos de la sociedad española,
Zaragoza, etc. La noticia se había extendido por toda España, los periódicos aliadófilos
mayo de 1917 quedó clausurada la suscripción. La suma recaudada fue de seis mil ciento
cuarenta y cuatro pesetas con veinticinco céntimos, cantidad que en un principio se quiso
destinar a víveres para los legionarios, pero se consideró más oportuno destinarlo en
desde sus iniciales propuestas, en 1916, hasta su clausura en 1917, ofrece muchos otros
desarrollo de una supuesta politica neutral en sus relaciones tanto franco-españolas como
300
complicado cuyo punto de mira se centraría en las actuaciones, por un lado, del
del Ministro de Estado, AGimeno y por otro, de la embajada alemana, cuyo principal u
belgas, u germanófilas como la del Salón Iturrioz por artistas españoles entre ellos
U
Bagaría, Bartolozzi, Penagos, Cerezo Vallejo, Vivanco, Alcalá del Olmo, Lópe¿ Rubio o
Varela de Seijas. e.
fin claramente político en donde intervendría una gran parte de los artistas españoles~ Fue
el germen que daría vida, como veremos a continuación, a una nueva organización
e
política: La Liga Antigermanofila, la cual vino a ser el campo de batalla ideológico que
enfrentó a las dos grandes potencias que gobernaban España: por un lado, la fuerza
latente alemana y por otra, la postura representativa por el Gobierno español acogido en
e
sus dificultades al Codigo Penal y sus artículos. Con el éxito del primer acto, el
e
organizador de la exhibición de legionarios, Luis Araquistáin, introduciría su segundo y
e
e
301
actuaría en toda España contra los germanófilos. Por último, el golpe de efecto que
que desarrollaría su actividad artística en los años de la guerra europea, que tuvo como
antecedente la exposición belga, por estar ésta organizada por miembros relevantes de la
legionarios, en su mayoría españoles -‘ que fueron todos ellos representantes del pueblo
belga, tónica que por aquel entonces se practicaba en Europa, siendo ejemplo de ello la
Arte Francés en Barcelona (23 de abril de 1917), con claros fines aliadófilos (35), la
encontrarnos a los representantes de las tendencias más progresistas del arte español:
Torres García, Celso Lagar, Arteta, Zubiaurre, Maeztu o Arrúe, Sunyer, Vázquez Diaz...
Valdeiglesias, José Villegas, Jacinto Octavio Picón, Manuel Azaña, Gonzalo Bilbao y
otros (37)
a
u
La localización de esta Exposición de legionarios aporta datos imprescindibles
u
para la historia contemporánea de España y, en concreto, sobre las relaciones arte y
política durante los años de la Gran Guerra. Sin embargo, el desarrollo de esta
a
Exposición no fue el único acontecimiento al respecto. La neutralidad del Gobierno
u
español se había convertido en punto de mira de toda una sociedad mayoritariamente
aliadófila donde primaba el apoyo a todos aquellos aspectos relacionados con Francia y
sus aliados, por el contrario, se percibía una oposición contra los que se uman con
e
Alemania. Como ya vimos anteriormente, ejemplo de ello fue el nacimiento de las
e
303
incluso otras exposiciones como la del pintor Raemaekers o la Exposición belga, de las
que hablaremos en otro apartado. Ahora, pasaremos a analizar cuáles fueron estos tipos
desde el comienzo del conflicto europeo se habían ocupado de rescatar todos aquellos
Guillermo II. Así quedó recogido en los numerosas querellas “presentadas por la Fiscalía de
Ejército” (38). De ellas podemos destacar las que fueron seleccionadas por la propia
mes de agosto de 1914, poco antes del inicio de la guerra, frieron escogidos del diario
“Estilo europeo”, “¡Oh la honesta GernxaniaU’ y “El que no se consuela...”; del año 1915
fueron destacados los comentarios del ABC (39), ‘tas caricaturas de la guerra”; El
Radical, “Por la libertad y por la civilización”, “La acción de Alemania”, “La locura de
principio del fin”, “Por la patria y por el ideal”, “Viboras y viboreznos”, “Profecía sobre
organizado”, “Diario del Conde Axil Von Schvnig”, “La voz de la sangre”, “El
mar”; de El Fusil, “El Kaiser condenado”; de Los Sucesos, “La barbarie alemana”; de El
u
Liberal, “Dos alemanes en la calle de Juan de Mena”; y de Heraldo de Madrid, “Ante la
e
octubre, de 1915) y El Bobo de Coria (el 2 de marzo de 1915) (4!).
(diciembre de 1917 y enero de 1918), E/Sol (de enero a marzo de 1918) o El Liberal
a
(diciembre de 1917) por lo quela embajada alemana tomaría medidas de represión (42).
documentos relativos a los horrores cometidos por los adversarios de Alemania sino que están dictados
exclusivamente con el respeto que nos merece el pueblo español al cual Alemania quiere convencer de
la justicia de su buena causa por la fuerza de los hechos y no enculcándole un odio artificial contra sus 9
e
305
encarnizadas contra los calumniadores de nuestro honor dando a la más amplia publicidad con todos
de otros muchos actos por atentar con la neutralidad que marcaban los alemanes. Otro
de estos actos prohibidos se refiere a un articulo que hemos citado con anterioridad,
legionario, llamado Luis Alvarez Cedrón, quien se quejaba del abandono que éstos
habían sufrido por parte de personalidades como Emiliano Iglesias; pues bien, cinco días
Una vez abierto el camino, algunos consideraron oportuno una mayor dedicación a los
combatientes de la que habían recibido, Emiliano Iglesias se dirigía con estas palabras al
pueblo barcelonés:
“Preocupado por la situación de los hermanos que luchan por la libertad del mundo en las
trincheras del sagrado suelo de Francia... he pensado realizar un beneficio el próximo domingo en la
Casa del Pueblo, asilo de toda noble idea, a cuyo fin he tenido ya la graciosa colaboración de los más
eminentes artistas del Liceo. El beneficio será una velada.., para la que lo más notable de nuestras
letras será invitado a que preste su precioso concurso a esta fiesta de enaltecimiento del heroísmo
hispano y de rendida admiración al romanticismo de unos valientes enamorados de los más bellos
ideales” (44).
continúa Emiliano Iglesias - que luchan en las trincheras, se asocia el esfuerzo de nuestros grandes
hombres y la calurosa y entusiasta adhesión del pueblo, deseoso de exteriorizar su simpatía por estos
general que habla sido convocada unos días antes y que tendrá lugar después de la
e
celebración del acto.
Otro de estos actos fue el relacionado con el escritor belga Maurice Maeterlinck e
esposa, la actriz Georgette Leblanc, venia con una “alta misión patriótica” (46), que
u
propio Manifiesto obrero por el Cómite Nacional de la Unión General de Trabajadores
e
(49) -‘ y el 13 su esposa, ambas en el Ateneo madrileño y más tarde, en Barcelona.
Según el diario aliadófilo La Correspondencia de España, el matrimonio belga se —
proponía ‘mostrar ante los españoles toda la grandeza y al mismo tiempo toda la desventura de la
u’
Bélgica heroica, su país nativo, víctima infortunado, pero con gloria de la guerra. Ninguna voz más
elocuente ni prestigio más alto para hacer que los belgas admirables, sean conocidos y por tanto 9
teatro de la Casa del Pueblo de Madrid pero que no llegó a celebrarse por haber sido e
e
307
había despertado tal curiosidad esta conferencia, que no bajarían de cuatro mil las
personas que acudieron a la Casa del Pueblo... Cuando mayor era la impaciencia y se esperaba que el
gran poeta llegaría de un momento a otro fueron fijados unos pasquines con el aviso de que (a
conferencia había sido prohibida... Lanzó alguien la idea de hacer manifestación ante el hotel en que
propósito que expresar sus simpatías hacia Bélgica, se organizó una manifestación... Nos dirigimos en
estaforma al Palace HoteL y allí aparecieron guardias de Caballería e Infanteria que, sin previo aviso,
desenvainaron los sables, y cargaron sobre nosotros, obligándonos a disolvemos. Allí sí se dieron
algunos gritos; pero no creemos que merecieran sanción alguna, pues no se oyeron más que las voces
prohibición, ya que la conferencia del poeta belga había sido publicada con anterioridad
(52), de modo que esos incidentes no hicieron sino dar mayor propaganda al poeta belga
aliadófilos; otros de ellos fite el americano Mr. Whitney Warren, miembro del Instituto
de Francia, que dió otra de estas disertaciones sobre “El deber de los neutrales”. En ella
expuso la amenaza del pueblo alemán y la misión de los paises neutrales con los que
estaban en conflicto (53). Como tantas otras veces, el Gobierno alemán, a través de sus
Gobernación:
308
dado lugar a ofensas contra mi pais. Se trata esta vez de un propagandista americano, el Señor
WHITNEY- W4RRE.Y quien habló ayer en el Ateneo. Tengo la honra de pedir a ¡YE., que se sin’a e
impedir otras conferencias análogas de este Señor y le agradecería que en adelante fueran suprimidas
e
antes de ser iniciadas semejantes manifestaciones ofensivas” (54).
(55), en la calle del Príncipe, n. 1 (Centro Agrario, cuyo director era Basilio Alvarez),
U.
organizada por el escritor Iglesias Hermida (56). La relación del escritor con el artista
Raemaekers había nacido hacía poco tiempo, tras un viaje a Biarritz el verano pasado -
u
según cuenta el periodista José Pérez Rioja -‘ donde “pisó los umbrales de una casa de juego,
U?
y la suerte favoreció a unas monedas que desde su bolsillo resbalaron por el tapete verde. Ganó unas
tres mil pesetas, y como quiera que simpatizaba con la obra de Raemaekers, decidió adquirir con aquel u’
dinero una colección de dibujos de este dibujante, que. segñn noticas facilitadas por un gran amigo
a
mío, trataba de vender en esta plaza un editorfrancés” (57).
Una vez comprada esa colección de Raemaekers (58) compuesta por casi cien e
capital de España, sin fines lucrativos, ya que la invitación era libre y tras su cierre e
regalada los dibujos al Museo del Prado (59). Apenas abierta, fue clausurada la
e
Exposición de dibujos. La embajada alemana había iniciado desde hacía tiempo sus
u’
e
309
Gobierno español. Las amenazas constantes de los alemanes pondrían a España en una
dificil situación ante un pueblo dividido entre aliadófilos y germanófilos. Dos días
reclamaba que el Gobierno español pusiera medidas ante los agravios que se hacían
además, para los alemanes, un proyecto de continuidad con la de San Sebastián y por
esta nota, el Gobierno alemán continuó presionando al español. Unos días después, el 14
cuales hayan podido ser las consideraciones o motivos que han determinado a las
Autoridades a permitir esta exposición - que en vista de las tendencias conocidas del autor de esos
dibujos y del reclamo que los aliados no cesan de hacerle - me parece están en estrecha contradicción
con la neutralidad que profesa el Gobierno ReaL.. Protesto con toda mi energía contra toda exposición
aquí en la Capital así como en otras localidades del país de semejantes ‘productos de arte’ insultantes,
y solicito la clausura inmediata de la exposición actual que no puede dejar de ser considerada como
publica puesto que el acceso a ella es libre a todo el mundo con o sin invitación...” (62).
Gobierno, mientras que los periódicos germanófilos la comparaban con otra Exposición
310
que éstas: “se mostraban clara y hasta agresivamente confrañas a la expresadas por Raemaekers’ u.
(63). Otros concurrían en sus artículos como “un exceso de debilidad” por parte del
e
gobierno español ante las amenazas del aleman:
“E/fracaso ruidoso que corrió hace unos días una Exposición de Germanofilía, instalada en
un local de esta corte. Esto constituía una demostración muy clara y muy terminante de los
u.
sentimientos del pueblo español Y los interesados en que la voz de España no se deje oir con toda su
del pueblo español por los dibujos de Raemaekers no prosperase! Pues a esa plaga de germanos que u.
ha caído sobre nuestra nación como moscas sobre panal.. Debilidad que a estas horas tiene todo
a.
alborozados a esos espíritus, horros de intelecto con menos luces que sacristía, y que ‘tiran’todos los
días a la calle unas resmas de papeL cuyo contenido es un insulto al sentido común, a la realidad y a
u.
naciones que, por su situación topográfica y sangre, tienen nuestras simpatías (64).
Penagos, Cerezo Vallejo, Vivanco, Alcalá del Olmo, López Rubio y Varela de Seijas,
e
por su semejanza con otras publicaciones periódicas de las que nadie se había percatado
e
de ellas por su inofensividad (65). Ambas divisiones políticas resumían la culpabilidad del
cierre de las exposiciones al gobierno, mientras éste seguía presionado por los alemanes
e’
311
“Cerré la Exposición Raemaekers porque no era mi casa en que se exponían los famosos cien
dibujos, y sobre todo, porque, según decía la Policía, el que iba a cargar con las responsabilidades no
era yo... Yo no lo toleré. .4 la primera intimidación de que iba a pagar mis culpas con cabeza ajena,
(‘atrention de V.E.sur un artícíe c*¿ “Liberal” d’aujourd’hui ainsl que sur un autre des “Comentarios”
disculparán
(El Parlamentario, Madrid, 15-11-1916)
312
en la Exposición de Legionarios:
a
“El gobierno españoL sempiterno mantenedor de nuestra deshonra, en su pretensión de jamás
enseñarnos a ser dignos y justos, ha mandado clausurar la exposición del gran maestro Raemaekers....
Por lo visto, aquí, en España, no se puede decir la verdad ni sostener la justicia. No se puede hablar de
guerra... Los artistas españoles, en particular, deben protestar con entereza: su conducta no se debe
a
hacer despreciable. Mirad que la obra de Raemaekers vivirá más que vosotros...
Pintores, músicosy literatos, si no quereis haceros solidarios de la bajeza del Gobierno, tenéis
e
la obligación de defender la hospitalidad para un extranjero: si sois caballeros, el honor y la libertad
del pincel que es la libertad del pensamiento: y si el arte tiene algo de divino defenderéis la justicia de U
Dios” (70).
para ello retirar algunos de los dibujos alusivos al emperador y su nación, pese a lo cual
e
las protestas de la embajada alemana continuaron, y el 26 de noviembre el Ministerio de
e
Gobernación volvía a recibir una notificación en la que se pedía el nuevo cierre de la
e
313
por parte del la embajada alemana, el Gobierno español habia decidido retirar algunos
dibujos, además del propio catálogo, ya que sin él no tendrían sentido dichas obras y
atenerse al artículo 482 del Código Penal, como se notifica el 28 de noviembre (72).
ante la hostilidad que mostraban aquellas caricaturas del dibujante holandés Raemaekers
(73). Mientras tanto, el Gobierno español intentaba recoger algunas de las injurias contra
el rey de España fliera de sus fronteras, de esta manera el ministerio se podría atener a
los artículos penales y detener así la lluvia de notificaciones verbales por parte de la
observar que es la misma. Es decir, se trata de dos exposiciones que comparten el mismo
u
ideal, la ayuda humanitaria y social para aquellos que sufren la guerra. Si seguimos
analizando ambos actos nos damos cuenta del común carácter aliadófilo. En primer a
Exposición belga, que te organizada por Joaquín Sorolla, Miguel Blay ambos serían -
También podemos destacar, según el mismo diario, “un doble objeto de arte y de caridad; a
servirá para dar a conocer entre nosotros el arte actual de Bélgica, cuya escuela numerosa ~vcélebre
e
ocupa rango principal entre las demás escuelas, y por otra parte, el producto de las entradas, unido a
la venta de las otras, ha de servir para aywdar a los artistas y o sus familias, víctimas de la guerra
a
(78).
e
315
belgas: James Ensor, Emile Claus, Fernand Khnopff, Albert Baertsoen, Alfred Delannios,
Rideir, Mice Roimes, los escultores Constantin Meunier, Vincotte, Paul de Vigné, Victor
Rousseau, Dillens, Lalaing, Ch. Van Der Stoffeu, J. Orlleurs, Jules Lagae, etc. (79). La
Exposición tuvo lugar en el Palacio del Retiro, en paralelo a la de artistas vascos (80) y
con la participación de la Casa Lizárraga, que prestó algunos de sus muebles para
decorar las salas del Retiro (81). El 22 de noviembre se celebró el barnizaje con la
asistencia de muchos artistas e intelectuales que presidían la vida madrileña, entre ellos,
Muñoz Degrain, Benlliure, López Mezquita, Benedito, Verdugo Landi, Blanco Coris,
Lambotte. Entre las obras expuestas llamaron más la atención las escultóricas, por su
“mérito superior a las de pintura. Entre las de pintura hay bellos paisajes de lujoso y vibrante color,
aguafuertes interesantísimas y escenas y tipos. Entre las obras de carácter decorativo hay alguna de
gran porte. Nuestros pintores hallarán en esta Exposición notas de un grato y firme realismo,
generalmente más calmoso yfranco que el que por aquí cultiva la juventud” (82).
Miune, Un labrador; de Paul de Vigne, busto de mujer; de Rie Wonters dos bronces,
incienso; de Alfred Delannois, una visión del interior de la catedral de Lovaina; de Emile
Claus varios paisajes impresionistas; de Theo Van Rysselbe algunos trabajos puntillistas W
como el retrato del poeta E: Verhearen; del modernista Rossenfosse varios estudios; de
u>
James Ensor obras de algunos de sus diferentes estilos y de Eugéne Laermeans unas
El llamamiento hecho por la revista España a toda la nación fUe contestado con a
Journal ofrecía nuevos nombres a su lista anterior: Ibels, Truchet, Hansi, Roubille,
habían ido reuniéndose a lo largo de los días; sin embargo, en el fondo el problema era e
e
317
aclaran un poco sus intenciones: fiemos tropezado con otros que nos han ido poniendo a/paso el
despecho de unos y la pasión política de otros, que erróneamente se imaginaron que esta Exposición
era maniobra del partido” (84). Del mismo modo, el 11 de enero de 1917, se declaraba: “1-Ja
sido absoluta la unanimidad de los dueños o arrendatarios de los de Madrid adecuados a nuestra
Exposición. Sólo que esa unanimidad no ha consistido en acogernos con los brazos abiertos, sino en
Las diferentes ideas políticas que dividían al país frieron el motivo principal de
contrario la participación en ella de hombres que profesan ideas muy distintas y, a veces, contrarias
sobre la guerra’ (86). Si la intervención de España en la guerra no había sido del agrado de
del arte. De hecho, el semanario España se refería a ello con las siguientes expresiones:
“sería una conspicua manifestación del arte franco-español” (87), “Fueron a Francia a ponerse del
lado de la línea de trincheras en que se combate por la ley de Europa contra la anarquía internacional,
la primera idea fue solicitar la ayuda del Arte” (88). Como hemos visto, la respuesta de los
artistas había sido unánime, y a manos de la organización habían llegado las obras de más
de cien artistas que profesaban ideas aliadófilas, entre ellos podemos destacar a Anglada
Camarasa, Ramón Casas, Rusiñol, Sorolla, los Ante, Inglada, Gargallo, Junyer, Celso
Ante la oposición que mostraron los dueños de las galerías de arte de Madrid, la
Exposición terminó celebrándose en el antiguo palacio de Montijo, que muy pronto iba a
ser derruido. Este palacio aristocráctico se había convertido en Casino Militar; Centro
del Ejercito y Armada y, en su último soplo de vida, se revelaba por ello como escenario
318
gran salón que contendría más de ciento sesenta obras. Este hecho fUe considerado como
‘un símbolo de un pequeño, pero fuerte núcleo nacional que levanta su tienda espiritual de campaña en
e
medio de una nación en ruinas, deshecha no tanto por la piqueta del tiempo como por lo cobardía
España renaciente y vigorosa, ha tenido a gala ser el órgano de sentimiento de gratitud que si hoy es u>
privativo de una minoría dotada de clara intuición histórica, mañana será nacional” (90).
a
e
319
criticos de arte de los diarios y de las revistas madrileñas (La Época, El Liberal, La
acontecimiento, la plaza de Santa Ana, r¡. 17; una exposición artística con cuadros de
exposición, los jueves una peseta y los demás días 25 céntimos. La Epoca, por el
contrario, realizaba un artículo más amplio, en el que se citaban, además, los principales
artistas, sus lugares de exhibición y el cartel anunciador. Dicho cartel fue realizado por
primer plano, vestido con su traje de campaña hecho jirones en su parte inferior,
sujetando una bayoneta. Su rostro es altivo y firme, en contraste con la ruinosa presencia
alemanes del mismo modo que la firme voluntad de las tropas aliadas por vencerla.
este acontecimiento.’ “El semanario España. publicación independiente que tanto labora por la
educación espiritual del pueblo español, en todas las marnfestac¡ones de la cultura, se pronunció con
gallardía, desde comienzos de la contienda europea, por las naciones agredidas” (91). Al mismo
tiempo, indicaba de una manera definitiva qué tipo de Exposición artística era. Como
320
vimos con anterioridad, la idea inicial de Luis Araquistáin fue una Exposición pictórica
e
pero, a medida que fueron llegando las obras, la Exposición fue adquiriendo un carácter
Japón, el presidente del Consejo de administración ¡‘he Times, Mr. Walter, gran número
obras no quedarian definitivamente vendidas hasta que no llegasen a Paris, puesto que se e
españoles. a
e
con la de Luis Oteyza, Heraldo de Madrid, con la de José Blanco Coris, La
Correspondencia de España, con la de José del Cacho, etc. También los diarios
germanófilos tuvieron algunas frases de elogio como El Día, que a través de Antonio de
e
Hoyos calificaba las personalidades de algunos de sus componentes; Araquistáin era
considerado como un hombre de fuerte mentalidad, Bagaría era un artista con una gran e
e
321
Acción, publicaron fotografias del acto de la inauguración oficial, con la asistencia de los
“La Exposición se abre al público esta tarde, y deben los aficionados acudir pronto a ella por
si le da la manía para cerrarla al Todopoderoso príncipe de Ratibur.. Todo ser4 como he indicado
antes, que se le ocurra pedirlo al embajador de Alemania. ¡JIabria que complacerle!” (94).
Pero, ¿cuáles fueron los argumentos para este cierre? El agente de policía que la
Gimeno de parte del embajador alemán Ratibur, quien le manifestaba su queja por la
caricaturas fueron expuestas sin inconveniente en Madrid y Valencia previo examen de autoridades
que se permitiera volver a abrir la Exposición de Sevilla después de retirar caricaturas que sean
realmente injuriosas y retirar también de la Exposición a favor de legionarios españoles los dibujos y
Liga Antigermanófila, justo horas antes del cierre de la Exposición, que tuvo lugar a las
ocho de la tarde. Este nuevo organismo nacía para hacer frente a] movimiento
322
germanófilo del país, y sus lineas directrices iban encaminadas a criticar la postura
0’
española: Pérez Galdós, Miguel de Unamuno, Miguel Blay, Luis Samarro, Juan
e
Medinabeitia, Nicolás Achicarro, Amadeo Vives, Rogelio Villar, Gustavo Pittaluga,
Manuel Azaña, Luis de Hoyos, Jacinto Picón, Augusto Barcia, Marcelino Domingo,
Femando Durán, Fabian Vida], Alvaro Albornoz, Luis Araquistáin, Mariano García
a
Cortes, MorelIa y Ramón Sánchez Día.z. Firmaron este manifiesto, además, miles de
legionarios: Luis Bagaría, Apa, Llimona, Ribas, Zuloaga, Romero de Torres, Andreu,
e
Arteta, Bilbao, Canals, CIará, Lhardy... También lo firmaron catedráticos, maestros
Exposición de legionarios simbolizaba un nuevo acto contra los alemanes. Los temas de e
a
323
las obras hablaban por si solos, entre ellos destacamos uno en concreto: “la brutalidad de
“Detúvose, con aire grave, frente a un aguafuerte de Abel Truchet, que representa a un Cristo
y unas mujeres enlutadas que le dicen, señalando a un camposanto cubierto de cruces: ‘~Vous aussi,
Seigneur. nous donnons nosfIs pour la paix du monde... ‘A su juicio este bello trabajo de arte es un
terrible peligro para nuestra neutralidad., ante un dibujo de Ribas, ‘Prisionero’, un soldado, de
nacionalidad indeterminada, sentado en el suelo y comiendo rancho. Como si este dibujo fuera la gota
de agua que iba hacer desbordar la repleta copa de la neutralidad española, decretó draconianamente:
España; si esto fuera así, por qué no se cerró inmediatamente el día de su inauguración.
Recordemos por ejemplo, que diarios germanófilos como ABC, La Acción y El Día
Francia, Italia, Japón, Bélgica y otros estados, además, y como dato curioso, dos
puesto que lo que ahora se juzgaba era la influencia de los alemanes en el Gobierno
“humillarnos a todos, nos pondría en ridículo ante el mundo entero, tan atento en estos instantes a los
centro de todas las miradas europeas. España había participado en el abastecimiento a los e
paises beligerantes, lo que originó grandes beneficios a nuestra economia. Sin embargo,
e’
1916:
ridículo al contrastar nuestra Exposición con la gemanófila que ellos organizaron, pagando a peso de
oro obras de escaso valor artístico, mientras todas las nuestras fueron donadas por sus autores. La
clausura de unas horas por la policía obedeció, ahora podemos decirlo, a la presión extranjera que
a
gravita sobre toda la vida española, aunque el pretexto fuera una tecniquería ordenancista. Pero
fracasó aquel golpe y cuantas tentativas se hicieron posteriormente en idéntico sentido. Rastó con no
colgar dibujos como el titulado Ensayo de kultura, que representa un obeso soldado con casco en punta
descuartizando a un niño; pero estos dibujos estaban en la &posición. aunque no en las paredes, y
e
a
1325
alemán por no llevar salvoconducto, causa por la cual unos días antes, el 8 de enero,
habia sido hundido un buque español, el “San Leandro”. Al día siguiente del cierre de la
que relacionó el origen de la clausura con una Real Orden dictada el 6 de diciembre de
1916, publicada al día siguiente en la Gaceta de Madrid. Esta Orden hacía referencia a
“las exhibiciones en lugares públicos, bien por invitación, bien por precio, de cintas cinematográficas
o de colecciones de cuadros y dibujos relacionados con la guerra que aflige a gran número de naciones
amigas” (102). Por este motivo, el ministro consideró la necesidad de otorgar con
antelación una autorización para la realización de actos públicos y manifestó que se había
El Ministerio de Estado alegaba, el 20 de enero de 1917, que, tras cumplir “este requisito
se le autorizó por estimar la Dirección de Seguridad que ninguno de los cuadros o dibujos alusivos a la
guerra ofenden a los Soberanos de los países beligerantes ni a sus Ejércitos, único motivo para poder
acordar la prohibición con paso de tanto de culpa a los Tribunales de justicia. Sin someter una
arbitrariedad, que naturalmente, seria discutida, no se puede proceder de otro modo” (103).
“Es lástima que cuando nos preocupan otras cuestiones de más importancia se emplee el tiempo en
abrir, no se permitió su apertura y por ello, la embajada alemana insistía ese mismo 30 de
e
enero (106). El embajador alemán, Ratibur, no cesó de enviar comunicados al ministro
Amallo Gimeno, como el del 19 de febrero, sobre las principales censuras que se le a
hacían en esta guerra propagandística en un país neutral como era España, y que se
u
relacionaban no sólo con los temas de las caricaturas sino que, además, se referían a
ante tanta contsión, intentaba dejar claro su papel respecto a estos temas
a,
propagandísticos, siendo uno de los mejores ejemplos la carta que escribió el Ministerio
a
327
22-1-1917). En estos momentos, la revista España admitía ser el órgano oficial del
nuevo organismo y además comunicaba al pueblo español un gran acto público que
algunos diarios, que continuó abierto, en un principio hasta el 20 de enero. Sin embargo,
a causa de la propaganda que dio lugar a una masiva asistencia de público y del
llamamiento realizado por la revista España para el ofertamiento del precio de las obras,
por el invitado de honor: Miguel Unamuno. Este convertido en uno de los líderes
otros, periodistas, científicos y políticos, Miguel de Unamuno realizó una gran crítica a la
España:
“Y tenéis que podemos dividirlos en tres clases: el elemento conservador, llamémosle así, uno
clerical y militarista, una burguesía y una gradeza de holgazanes antipoliticosy anhciviles...” (109).
Unamuno consideró la Liga como “el principio de una verdadera política española,
reforma hecha mirando a toda España no con horizonte estrecho provinciano’ (110). El acto que se
el tema de la guerra:
Así hemos organizado la Exposición de los Legionarios, con un éxito que también ha
a
superado a todas nuestras esperanzas, y hemos echado las bases de la Liga Antigermanófila, que puede
ser no sólo un vigoroso instrumento de transitoria política interior, sino también, como señaló a
antípatriotismo por parte del señor Unamuno; La Nación argumentaba que había a
“insultado a gran número de españoles admiradores de Alemania y deseosos de que Inglaterra y sus
e’
cómplices sean aplastados” (112). Más tarde, la Liga citaba a sus miembros a una reunión
pública: e’
“Se convoca a los aliados de ivíadrid. de la Liga antigermanófila a una reunión de celebraráse
a
hoy jueves, a las siete de la tarde. Esa reunión se efectuará en el núm. 8 de la calle del Prado (piso
primero), y tendrá gran importancia. El Directorio Provisional de la Liga nos ruega digamos que no
u
han sido hechas invitaciones particulares, y que recomienda a todos los afiliados puntual asistencia”
(113). Este fue uno más de los muchos motivos que crisparon ala embajada alemana que e
réunion qui doit avoir lieu ce soir ¿ sept heures, Calle del Prado, n.8. Le but est clair et les injures ne a
man queront pos. La réunion est publique, comme vous verrez dans la derniére phrase du communiqué
ci-joint pub lié para la Correspondencia de España (6 mañana, 15 février, secundo edition para
Madrid).
a
J ‘ai tante confiance en ce que les autorités competentes prennent des mesures éflcaces pour
empécher una démostration qui certainement ne serait pas en accord avec la neutralité de 1 Espagne... a
(114).
a
a
329
oficialmente la muestra ubicada por la cantidad de sus obras en las Galerías Layetanas y
organizada con carácter privado, solamente para amigos de la redacción del periódica. El
acto se celebró en la sala principal del Fayans Catalá. A la fiesta asistieron numerosas
personalidades del arte y de la literatura catalana que fueron obsequiados con una cena.
tA - —
~
5,.
igual que los madrileños, se hicieron eco de ella. El Liberal de Barcelona divulgaba la
misión de la Exposición.’”Por la causo de la libertad supremo ideal que late en el alma de los
verdaderos artistas”(115). Por su parte, El Poble Catalá afirmaba que: ‘Barcelona la ciudad
a
española de más declarado aliadofilia tiene que sentir por estos hijos de España que ahora luchan en
losflíasfrancesas y inglesos... el más grande amor y el más grande orgullo. Muchos de los legionarios
albergó durante algunos días más las obras de los artistas. Al acto acudieron conocidas
e
figuras del arte y la literatura, además de una numerosa representación de la colonia
belga y francesa que se encontraba en Barcelona por motivos bélicos. Entre los escritores e’
podemos destacar a Josep Carrer, J.M. López Picó, Joaquín Montaner quienes realizaron
e
algunas composiciones para la ocasión. Según nos cuentan las crónicas acompañó a estas
u
poesías al piano se encontraba el maestro F. Longás M. Chasselet, hija del vice-cónsul
- -
“No sabemos todavía si los obras serán expuestos en París, como se había dicho, se instalarán a
mientras tanto en nuestro salón de La Publicidad de allí serán reexpedidos o Madrid, para subastar los
m
que no hallan tenido oferto” (117) y, por otro, la revista España anunció, el 17 de enero de
e
331
Barcelona.
cultural de España de los primeros años de siglo está representado perfectamente en esta
exhibición de arte. Creemos que fueron aproximadamente ciento sesenta artistas los que
tendencias existentes en España. Por esta razón, muchos de los artículos que la
dedicaron atención se referían a ella como “La Exposición de España” y no como “La
españoles. Por esto motivo, hemos considerado más oportuno realizar una lista con los
inauguración madrileña los artistas españoles que donaron sus obras fueron: Abad,
Arteta, José y Alberto Arrúe, Aragay, Apa, Andreu, Antón, Luis Bagaría, M. Baldo,
Bacarisas, Bea, Benedito, Bergamin, Bilbao, Ramón Casas, CIará, R. Calvet, Canais,
Durán, A.Dosau, Echevarria, Espina, Farré, Fabian, Florenza, Galwey, Gargallo, Gili,
332
Guardiola, Gúel, Guezala, Ibels, Inglada, Jonas, Junceda, Juñer, Junyent, Junyer,
Labarta, Celso Lagar, Lafita, Lhardy, López Mezquita, José y Juan Llimona, Maeztu,
Martiarena, Mapuix, Mayo11, Moya del Pino, Moisés, Muriel, Nogués, Nonelí, Néstor,
Nieto, Pasarelí, Prat, Padilla, Petit, Pi de la Sierra, Picarol, Puig, Ramirez, Ribas, R.oig,
u
Rusiñol, Sabater Sancha, Vidal, Sorolla, Tayreda, Tito, Vayreda, Vázquez Diaz,
-“ mr
5*
u’
u
333
Jocomli, Jou, Laroche, Leandre, Maurice Neumont, Morin Louis, Namn, Poulbot, Redon,
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Hernian-Paul, La atonomia de Polonia
(E.spaña, Madrid, 11-1-1917)
Arizmendi, Miguel Blay, Berne, Bellecourt, Bonet, Camara, Cardona, Carlo, A.Doban,
Dobón, Domingo, España, Farré, R. Franco, Garí, (Iras, Gómez GáIve~ Iturrino, Julio
Antonio, R. Lafora, Olegari, M. Peña, Peruche, Poyo, Puch, Radiquet, Pican, La Rocha,
Ruano, Cristóbal Ruiz, Seijas, Serrano, Tobias, Ubach, Varela, Vega, Vegué y Viglietti.
334
que venían de Madrid. Tres días más tarde llegaban los cuadros de Romero de Torres y
bajo el titulo “Un cuadro de Saint-Aubin para los legionarios” a un nuevo participante, el u’
artista Saint-Aubin. La hermana del artista donaba una obra para ser expuesta en
mr
Barcelona, puesto que fue enviada después de la clausura de la Exposición en Madrid,
En su nuevo escenario barcelonés, el número de participantes continuó aumentando: mr
Badrinas, Benet M. y R., Cardona, Jaume Guardia, Srta. Malagarriga, Mir, Monturiol,
e’
Josep Nuri, Pascual, Sabater y Mur. Al mismo tiempo Galwey, que ya había hecho
donación de una obra, celebraba una Exposición individual de paisajes en las Galerías e
a
de la edición barcelonesa estuvo representado por los rusos, Sergio Charchoune y Elena
con un mosaico. En los días previos de la clausura se recibieron las obras de Anglada
u
siglo justifica la dificultad para definir minuciosamente las obras de estos artistas. Por
u
este motivo hemos considerado más orientativo agruparlas en dos grandes bloques,
atendiendo al mayor o menor grado de acercamiento a las tendencias más modernas del u
panorama europeo. En el primer grupo hemos seleccionado aquellos artistas que gozaron
u
del favor del público y de cierta critica y que, según su distribución geográfica, podemos
dividirlos en tres áreas: el Pais Vasco, representado por Valentin y Ramón Zubiaurre, e
e
335
Juan Echevarría, A.rizmendi y Maeztu; Cataluña, formada por J. Llimona, Ramón Casa,
Rusiñol, Anglada Camarasa, Noneil, Josep Aragay, CIará y Casanova. Por último, el
Mezquita, Cristóbal Ruiz, Gonzalo de Bilbao, Sorolla, Manuel Benedito, Julio Moisés,
Canals, Bagaría, Néstor, Pibas, Tito, Gúcí, Moya del Pino, Colom, Sandia y Zamora.
El segundo grupo está compuesto por artistas que van abriendo nuevos caminos
estilisticos en aras de la renovación artística española como Vázquez Díaz, Celso Lagar,
Sunyer, Gargallo, Inglada, Guezala, Juñer, Arrúe, Arteta... Respecto a los artistas
Jacomet’ti, Sergio Charcoune y Elena Grunhoff, refugiados por la guerra, por aquel
_tú
___a
Abel Truchet, Nosotras también, Señor damos nuestros lugos por la paz del mundo
(España, Madrid, 18-1-1917)
336
calificó como una “Exposición Universal”, no por la calidad de los cuadros sino por Las
u’
firmas que allí aparecieron reunidas: “Las diversas maneros de hacer dentro de una totalidad de
artistas contemporáneos, que es casi absoluta y abarca cuantas escuelas hoy se conocen” (118). a
Como era de esperar, el público acudió a admirar las obras de tantos y tan buenos
a
artistas, pero ¿qué temas causaron mayor interés? El conflicto bélico, presente en todos
los rincones de la sociedad española, produjo una gran expectación, como pudimos a
la guerra realizada principalmente por artistas belgas y franceses, aunque también por
- a
españoles - y aquellos asuntos ajenos al conflicto bélico, representados por los artistas
numerosas críticas, como la del diarios La Nación, en cuya sección de arte, Federico
Sanchiz criticaba que ‘la mayoría de los artistas son conocidos, y casi todos se limitaron a enviar
e’
un croquis, una mancha de color” (119). Además, esta abundancia de dibujos significó para la
“Se va allí en busca de la ganga. Y las hoy, las hay en abundancia como no podía menos
e’
donde se encuentran firmas como la de Forain, Bilbao, LópezMezquita, Néstor,..” (120).
a
337
La gran mayoría de los dibujos franceses poseían una intensidad dramática que
aludía a la gran tragedia europea. Pero, como dijo Antonio de Hoyos, corresponsal de El
Dia, “¿Cómo exigirles serenidad espiritual; ellos que sufren?” (121). La guerra,
inevitablemente, era su único asunto. Una guerra con dolor y con angustia, como
demuestra el titulo que Bettina Jacometti dió a una de sus obras marcada por el horror y
que todos los trabajos girasen en torno a la guerra; pero esto no se llevó a cabo por dos
puesto que los artistas deberían realizar trabajos inéditos y la segunda, porque supondría
nos lo muestra el dibujo de López Mézquita que representó sobre un papel gris, una
mujer de la Cruz Roja, “La enfermera”, según Oteiza “dotada de un gran senflmienro y una
ron expresión” (122). Por el contrarío, otros consideraron más importante ilustrar la
338
realidad de la guerra. Vázquez Díaz, por ejemplo, envió cuatro dibujos alusivos a la
Exposición de legionarios. u’
u-
Y—
-Za--’
u
¿ u-
u
‘a
produjeron las obras ante la crítica fue, en general, muy positiva. La muestra se a
consideró como un paso más hacia un resurgir artístico en el marco de una “Nueva
a
España” y así, el crítico de arte del diario El Pais, Arturo Mori, escribió.’ “Producen esas
obras lo más lúcido de nuestro nacimiento artístico” (123). Incluso la prensa germanófila a
reconoció la presencia de los grandes renovadores: “Hagamos notar que unos y otros forman
a
la vanguardia de los innovadores”(124).
a
339
Como había estado ocurriendo a fines del s.XIX y primeros del s.XX, muchos de
nuestros pintores se vieron influidos por la pintura francesa. Así lo demostraron sus
obras y las criticas a éstas: “Lo observación general de la mavoria de los ardstas aliadófilos lo son
hasta el extremo de imitar lo pintura francesa, cuando no incurren en pecado de germonoJilia, por
de esta Exposición fueron las obras Rusillol, Romero de Torres, Rodríguez Acosta, Juan
Echevarría, Manuel Benedito, los Zubiaurre, Nestor, A. M.Nieto, López Mezquita; las
u’
e
341
a,
95. Mapuix,id.
a
a
343
retrasando así la liquidación del homenaje a favor de los legionarios. Una vez reunidos, la
redacción de España decidió rifarnos entre sus lectores. Se realizaron unas papeletas por
anuncios de la rifa. El anuncio se titulaba “Nuestra Rifa” y contenía algunas notas sobre
la ¡Ifa:
“La rifa de los cuadros que sobraron de nuestra Exposición en pro de los legionarios
españoles ha tenido una halagiieña acogida por parte de nuestros lectores. Ya se han vendido algunos
centenares de papeletas. No se retrasen los que tengan el propósito de adquirir una o varias. La rifa se
verificará por el sistema corriente de la lotería y ante notario, tan pronto como queden despachados
La venta de los cuadros tuvo lugar el 29 de julio de 1918, a las seis de la tarde, en
VIO. APENDICES
NUMERO 1
encontrado su catálogo, por este motivo hemos decidido relacionar las obras que se
expusieron con los distintos artículos en las que han sido localizadas.
Obras francesas
por lo menos, eresfrancofi lo; pero yo, que soy germanófila.. (España, Madrid,
3. Abel Truchet: aguafuerte que representa a un Cristo y unas mujeres enlutadas que
dicen: Nous auss¡ seigneur, nous donnons nosfis pour la paix ¿tu monde, (El Liberal,
5. Radiquet: dibujo cuyo lema fije: “En France le soureair ¿tu Roi gran coeue
Naciones beligerantes sienten por nuestro Monarca “, (La Época, Madrid, 11-1-1917).
6. Laroche: Procesión.
:
345
Obras españolas
1. Luis Bagaría: un cuadro con varios dibujos y algunas caricaturas, (EJ Día, Madrid,
6-1 1917).
-
2. Los hermanos Zubiaurre: estudio de cabezas, (El Día, Madrid, 6-1-19 17).
de una casa, destacándose en oscuro sobre un fondo de cielo y lejanías en las que se ven una iglesitz
casas y paisaje iluminado por el sol Un cuadro muy acertado de factura y de color y muy bien
8. Santiago Rusiñol, paisaje - según Luis Oteyza - con vista de un pueblo con las casas
Madrid, 4-1-1917).
1-1917).
porque es de las que acostutnhra hacerlos días defiesta”, (Heraldo de Madrid, 4-1-1917).
:
346
12. Néstor, Cabeza de una dama del siglo XVIII a lápiz, (Heraldo de Madrid, 4-1-1917
6-1- 19 17).
18. Nogués, La moza del cántaro y aguafuertes, (El Liberal, Madrid, 8-1-1917 y
20. José Arrúe, Comentando: la guerra en una aldea vasca, España, Madrid,
1-2- 1917).
NUMERO 2
Lista de los números de las papeletas premiadas y los premios que les
correpondieron: Papeleta núm. 10 cuadro núm 84, autor Manaut Viglietti.-15,1 11.
Picarol.- 33,72 Ubach.- 35,109 Martínez Ballester.- 40,70 Cristóbal Ruiz, 43,113
Malagarriga.- 46,82 Gargallo.- 51,7 Nogués.- 45,50 Nani.- 54,71 Ana Dosau.- 56,81
34,7
Dobón.- 57,11 Junyent.- 58,5 Rodríguez Acosta.- 59,83 Viglietti.- 60,80 Pasarelí.- 64,9
Abel Truchet.- 87,49 Nam.-90,1 10 Namn.- 96,74 Labarta.- 98,112 Apa.-101,57 Picarol.-
102,25 Apa.- 105,16 Jou.- 106,32 Léandre.- 108,17 Nam.- 109,48 Nam.- 111,12
Fabián.- 114,38 Jonas.- 115,99 Zamora.- 118,75 Casals.-121,65 Roig.- 122,22 Ibels.-
124,44 Tito.- 133,95 Mapuix.-134,41 Abel Truchet.- 136,51 Nam.-137,37 Jonas.- 141,4
170,13 Bea.- 171,93 Gómez Gálvez.- 172,17 Max y Fontvilla.- 175,98 Zamora.- 181,18
Vázquez Díaz. - 186,26 Franco. -187,23 Ibels. - 188,29 Inglada. -190,33 Neumont. -
211,3 1 Léandre.- 212,94 Charcoune.- 213,35 Aubin.- 216,58 Picarol.- 225,107 Vázquez
Díaz.- 226,24 Apa.- 227,103 Gras.- 232,76 Sabater.- 243,87 Romero Calvet.- 237,79
Lafora.- 241,85 Petit.- 244,73 Labarta.- 250,46 Ante.- 251, 91 Benet.- 256,28
Camara.- 258,40 Ibels.- 261,45 Inglada.- 262,102 Bergamin.- 263,15 Blay.- 264,3
Casas.-267,8 Lhardy.- 269,101 Abad.- 277,14 Sunyer.- 278,52 Ribas.- 282,55 Picarol.-
283,59 Picarol.- 287,53 Picarol.- 295,97 Ridiguet.- 297,43 Abel Truchet.- 298,100
Jacometti.- 299,39 Ibels.- 30 1,104 Pobo.- 304,63 Bonet.-305,2 Mir.- 306,88 Florenza.-
309,36 Jonas.- 311,67 Larocha,- 313,19 Vázquez Diaz.- 314,68 Lafita.- 318,90 Ricart.-
319,69 Guardiola.- 321,21 Andreu.- 323,106 Badrinas.- 324,86 Calvet.- 331,1 Anglada
Camarasa (129).
348
VIl. NOTAS
(2) Rafael Altamira, La guerra actual y la opinión española, Barcelona, Araluce, 1915,
u-
p.44.
u’,
(3) José Antonio Lacomba Abellan, La crisis española de 1917, Málaga, Ciencia Nueva,
0’
1970, p. 53.
e,
(4) José Luis Abellán, Historia crítica delpensamiento español, Tomo 51111, De la gran
e,
guerra a la guerra chi! española, Madrid, Espasa Calpe,1991, p.91.
a»
(5) Manuel Azaña, Obras Completas, Tomo 1, Madrid, Giner, 1990, p.29’7.
e’
(6) Rafael Altamira, op. cit., p. 63.
el
u,
(8) José Carlos Mainer, Literatura y pequeña burguesía en España, Madrid, Cuadernos
e’
a
349
(10) Bulletin Hispanique, Tome XIX, Annales de la Faculté des Lettres de Bordeaux,
(13) Bulletin Hispanique, Tome XVII, Annales de la Faculté des Lettres de Bordeaux,
(20) Ibid.,
e’
e,
(21) Mario Aguilar, Imparcial, Madrid, 24-10-1916.
Agustín Heredia. e,
u-’
(23) Mario Aguilar, op. cit.
a,
(24) Léon Rollin, “Le Journal y los artistas franceses, España, Madrid, 16-11-1916.
st
e
(25) Luis Alvarez Cedrón, “Palabras de un legionario”, España, Madrid, 7-12-19 16.
a»
(26) Fabian Vidal, “Por los legionarios españoles”, La Correspondencia de España,
u’
Madrid, 12-11-1916.
u,
e,
351
16-11-1916.
16-11-1916.
de 262 ejemplares de taijetas con gráficas que satirizaban también a otros jefes de
(33) Respecto a estas reuniones públicas podemos destacar las quejas de la delegación
alemana en Madrid. Estas se refieren a los actos previstos en el Ateneo (el 10 de abril de
causa de la muerte del artista español Granados, por una acción violenta de la marina
(34) Relacionado con esta muestra García Mercadal realizaba la siguiente crónica.’” Una u-,
copiosa serie de nombres de artistas acaba de cruzar las puertas del Museo de Luxemburgo. Son los
nombrees de aquellos, a pocos pasos, acechados por la muerte gloriosa del que entrega su vida en u-
defensa de la patria tuvieron serenidad bastante para dedicar los ocios de su existencia en las
e
trincheras a trasladar sus impresiones al lienzo.
Adíer ¡‘uillard, Truifaut Madeline, Herman-Paul, Fossard, Zingg, Balande, Gilbert- Bellan y
otros varios, son ¡os nombres de (os artistas franceses cuyas obras acaban de ser acogidas en el Museo
de Luxemburgo. e
Obligados los soldados-artistas a guardar silencio para sus impresiones de la guerra, brotó en
mi
los artistas soldados el deseo imperioso de traducir en obras su silencio, en obras que son comentario
elocuente de los grandes sucesos que los tuvieron por actores”, en “La Pintura ante el Enemigo”,
e,
(35) Vid., 1.1 Impulsos de proyecto colectivo para el arte español contemporáneo. e,
(36) Relativo a esta exposición que ha sido comentada en la Introducción a esta tesis
queremos puntualizar el interés político del Ministerio por esta “Misión francesa”
mt
compuesta por los señores Hanotaux, Widor, Intart de la Tour y cinco académicos
franceses en su paso por la fronteras de Irún y Pon Bou. M0 Exts., Leg. H. 3044. a
e
353
Fiscal por las caricaturas alusivas a naciones beligerantes. M0 Exts., Leg. 11.3 120.
(40) Durante los meses de enero y abril de 1915 la embajada alemana denunciaría a este
(41) Ibid.,
(43) Ibid.,
(45) Ibid.,
9-12-1916 y en El País” Maeterlinck en España”, por Ernesto López 11-12-19 16, Raúl
ir
Leg. H. 3013.
*
e,
(50)Utsupra (46).
e
(51) Anónimo, “Conferencia Prohibida”, La Correspondencia de España, Madrid,
13-12-1916. e,
e
(52) Ibid.,
e
355
(53) Sobre dicha conferencia algunos diarios refleraron algunos de sus contenidos:
‘España y los Estados Unidos, los dos pueblos más poderosos entre todos los neutrales’,
pueden hacer uso de la misma imparcialidad y ponerse de acuerdo con una reciproca confianza
respecto a los grandes intereses humanos que la guerra ha puesto en litigio, y que les obligan a
reunirse fraternalmente para la investigación de la verdad... Dijo que conviene no regatear a los
aliados el apoyo moral, toda vez que luchan al mismo tiempo, por su independencia y por evitar a todos
los pueblos el desastre de lo que ellos estiman serían una esclavitud. Enalteció el esfuerzo francés...
también se ocupó del esfuerzo italiano y la fortaleza italiana... “. Anónimo, “En el Ateneo.
(54) M0 Exts., Leg. H-3013. También esta noticia salió en los medios de comunicación
como el diario La Epoca, Madrid, 10-1-1917.
(55) Sin embargo, por estas fechas los dibujos de Raemaekers habían circulado por la
3013.
Iglesias Hermida, fUe todo un triunfo ya que acudían gentes de todo tipo (estudiantes,
damas, caballeros, círculos artísticos como La Peña y el Casino de Madrid) además, tenía
previsto la realización de varias conferencias sobre el tema de la guerra como la del belga
356
Madrid, 8-11-1916.
u-
(58) Existían otras dos, una se encontraba en el Museo del Louvre y la otra, en el
Británico, 8-11-1916.
a’
(59) Así se reflejaba en la prensa: “Raemaekers ha ganado con sus dibujos un millón de francos, e’
vive ahora en Paris, rodeado de todas las comodidades que apetece, el hombre... A mi me duele haber
e’
sido el que tenga que exponer estos colosales dibujos, por si la maledicencia supone que me anima a
ello un afán comerciaL.. F7ó la grandeza en los dibujos de Raemaekers, y deseando que España
participase de este sentimiento puso dinero al servicio de esta empresa grande” José Pérez Loja,
op. cit..
e’
(60) La embajada alemana exponía: “A 1 ‘occasion de ma visite au Ministére d ‘Etat hierj ‘ai atUré
a
1 ‘attention de ¡‘btre Excellence sur le projet d ‘expositions de dessins du nommé Raemaekers hautement
injurieuses par 1 ‘Allemagne dans différentes villes espagnoles etj ‘ai eu 1 ‘honneur de la prier de vouloir
u’
Jdire empécher ces expositions par les autorités compétentes.
J’ apprends en ce moment que 1 ‘organisateur des dites expositions craignant que 1 ‘autorisation O
luí sera refusée, se propose d ‘éliminer une partie des dessins les plus fort et qu ‘il espére ainsi de se
e
procurer la permission d ‘exponer att moins un certain nombre des dessins. 1/u que tous les desszns de
Raemaekers sont attentaroires au plus haut degré á 1 ‘honneur de ma patrieje proteste aussi contre une
a
exposz¿’ion partielle de ces ouvrages etj ‘oil ‘honneur de prier J<otre Excellence de vauloir bien
e
357
m ‘informer des mesures que les autorilés Royales ant eu 1 ‘obligeance de prendre pour empécher ces
expos¡ ti ons et paurfaire poursuivre, le cas échéant, leurs auteurs”. M” Exts., Leg. H-3013.
(61) De nuevo la embajada alemana alegaba: “Dans ce moment j ‘apprends que 1 ‘exposítion
Raemaekers qul a été inaugurée; il y a deux jours, calle Príncipe n. 1, contient des dess¡ns hautement
1 ‘Empereur.
Je suis le plus péniblement impressioné que les autorités compétentes ont laissé passer de
énergiquement contre cette exposition que je dois considérer d ‘autant plus injurieuse pour 1 ‘Allemagne
comme le Gouvernement Royal était bien au courant de mes démarches faites contre une pareille
Je prie Votre Excellente de prendre les mesures nécessaires pour que 1 ‘exposition soit fermée
inmédiatement et que les tribunaux soient saisis de suite de 1 ‘affaíre. Je crois pauvoir espérer que le
Gouvernement Royal trouvera moyen d ‘empécher ti 1 ‘avenir toute possibilité de ce que des oufrages
(62) Ibid.,
País, Madrid, 17-11-1916 y Javier Montero, “De la Exposición de dibujos del artista
15-11-1916.
t.
ofensiva. Todas ellas hubieran podido publicarse - se han publicado muchas parecidas - en los
periódicos satíricos de los respectivos paises sin que las autoridades correspondientes hubieran visto en
a
ellas ofensa para el supremo magistrado de su nación... Ni los mismos periódicos aliadófilos, aparte
alguna leve indicación, habían cre ido necesaria una protesta ardorosa.
a
Se abrió la Exposición Raemaekers y, desde el primer día, el público comentó las escenas de
brutalidad, de verdadero salvajismo, que en toda la obra del artista se atnbuia a los alemanes si
Madrid, 1-11-1916. ml
mt
(66) Ibid.,
mg
(67) Este diario germanofilo apoyando a su causa publicaba: “El Salón Iturrioz supieron
mg
responder al título de tradicional, en forma que pudo muy bien aprender, además de buen estilo, la
gracia de la admirable factura de muchos de aquellos trabajos este señor Raemaekers que dibuja con 0*
baba, como el caracol, pero que ignora el sentido de la sutileza, el secreto del donaire y desmiente con
a
su obra otras condiciones exquisitas y agudas que han dado fama al arte holandés... Contrasta la
e
359
en semejante fácil nivel insultar cuesta poco”. El bachiller Quesada, “Caricaturas groseras.
(68) Prudencio Iglesias Hermida, “La exposición Raemaekers. Por qué la cerré. Por qué -
(71> Dicho comunicado decía lo siguiente: “Es cierto que los dibujos que representan a SE. el
Emperador han sido retirados, pero no es menos evidente que la mayor parte de las caricaturas que se
encuentran expuestas hoy no persiguen otro objeto que representar al Ejército alemán a los visitantes
El catálogo lleno de calumnias que se ofrece a todo el mundo y que va adjunto, no permite
cuidar de esta intención de los organizadores de la exposición. Se encuentran en ella títulos que
insultan directamente a £ M. el Emperador Un dibujo (número 71) insulta además a £ Xl. el Rey de
los Búlgaros. Otro (el número 19) a un Oficial del Ejercito alemán cuyo nombre se encuentra citado en
el Catálogo. Tengo la honra de mantener mis protestas contra esta exposición y de rogar a Vi E. que la
haga cerrar y perseguir a sus organizadores por calumniar e insultar a un Soberano... ‘. NP Exts.,
Leg. H-3013. Véase también el catálogo de dicha Exposición, que está reproducido en el
mamfestando haber sido retirado los dos dibujos que concretamente menciona y haberse ordenado se
retiren igualmente el Catálogo, resultando improcedente aplicación articulo citado del Código Penal
que sólo trata de Soberanos, Príncipes, Agentes diplomáticos y extranjeros de carácter público en
España. .4simismo se le dice que Gobierno 5. Vi prepara una disposición de carácter general que ponga
término a esta clase de asunto& Para mayor ilustración de VE. debo advertirle que habiéndose u-
suprimido también en esta nueva exposición los títulos de los dibujos, una vez retirado el Catálogo,
a,
pierden los cuadros casi por completo su significación, quedando anulada la intención de los
expositores. Asimismo debo advertirle que según mis noticias en varios países neutrales entre ellos
para Alemania, para su Emperador, para el Soberano de Austria-Hungría, para demás jefes de Estado st
de los países que combaten, junto a las tropas de los Imperios centrales. El arte no ha podido
u-,
descender a más. ¿Qué noción de sus deberes, no siquiera de neutraL sino de las más moderada
cortesía, tiene el Gobierno que consiente la ostentación pública de ofensas, que un dibujante extranjero
u,
hace a pueblos y monarcas amigos de España. le concede?... Pero creemos también que el gobierno se
apercibirá de que su deber está clavado en la pared de la &posición mencionada, como un inri
ofrecido a la censura pública, entre los pobres trabajos del dibujante holandés y, velando el Gobierno
el
(74) De dicho llamaniento reproducimos lo siguiente.’ Ile dais vous rappeler aussi des
caricatures publíées dans des journaux de la plus grande circulation á Berlin, entre autres par el
‘Berliner Tageblatt’ lors de la propagande pro-Ferrer. dans lesquelles le Roi d ‘Espagne était
e,
361
représenté d ‘une maniére aussi innoble et non moins injánie de dégoutante que les pires dessins de
Raemnaekers. Cependant alors je n ‘ai pas insisté dans mes réclamations verbales auprés de £ E.
Afonsieurle fiaron de Schoen en vue des d¡fficultés dune action, d’ailleurspossible daprés la lo¡ mais
que dans le réclamation actuelle de ¡ lmbassadeur Impérial á Madrid n ‘est pas susceptible d ‘une
achon légale. larticle 482 n ‘étant pas applicable “. NP Exts., Leg. H-3013
Madrid, 23-11-1916.
(77) Esta Junta estaba compuesta por la duquesa de Santoña, presidenta; duquesa de
(78) Ibid.,
24-11-1916.
(80) Vid., IV. El arte vaco y la introducción del arte moderno en Madrid.
362
u-
(82) Ibid.,
u’
(83) J.B.C (José Blanco Coris), “La Exposición Belga”, Heraldo de Madrid, 22-11-
st
1916.
u,
(85) Araquistáin, “Por los legionarios españoles. El tributo del arte”, España, Madrid, si
11-1-1917.
el
(86) Ibid., •4
st
(88) Araquistáin, “Por los legionarios españoles. El tributo del arte”, op. cit., e
e
(89> Ibid.,
(90) Ibid.,
e
e
363
4-1-1917.
Madrid, 6-1-1917.
(94) Luis Oteyza, “La Exposición a beneficio de los legionarios”, El Liberal, Madrid,
4-1-1917.
(96) Ibid.,
(99) Luis Araquistáin, “Clausura por una tecniqueria”, España, Madrid, enero de 1917.
364
8-1-1917.
u,
u-
u’
(105) El gobierno alemán detallaba las siguientes: “Quiero creer que el parecer del Ministero
Real expresado en dicha Nota pretendiendo que ninguno de los dibujos haya podido herir los
1)- núm. 98 ‘Prepárate.... si perdemos’. El dibujo representa un oficial alemán que amenaza a
Jesucristo Crucificado. a
2). núm. 123.- ‘La Autonomía de Polonia “. Representando un polonés encadenado con el casco
mg
prusiano (atado a un poste).
4~. núm (sin número,>. ‘Han pasado por aquí’. Una mujer de luto llora delante de su casa, que tiene
e
365
6,>. Sin número. Abnegación’. Un sacerdote belga o francés presenta su pecho a un oficial alemán que
atención del Gobierno Real sobre otros dos dibujos que incitan a una intervención de España al lado
de los países de la Entente. Se trata del dibujo ‘La emboscada’(La Emboscada es España que no se ha
unido todavía a los aliados) y del retrato de un Legionario español que grita: Esperando a mis
(106) Respecto a esta muestra de Sevilla se insistia que: “en la colección de caricaturas
alemanas que fueron retiradas todas, veinticuatro horas después de la apertura de la exposición de
Sevilla, colección que personalmente conozco, no había un solo dibujo que, bajo el punto de vista de
una alusión a los beligerantes.., insistiendo, una vez más, en un examen imparcial de las caricaturas
alemanas de Sevilla. Después que la exposición de los legionarios españoles ha podido estar abierta
durante más de tres semanas, sin que siquiera los dibujos arriba menciados haya sido retirados insiste
“1) La censure établie exclusivement pour les nouvelles de presse transmises par la
supprimer celle des radiotélégrammes. unique source d ‘information pour 1 ‘A llemagne dont les intéréts
rappeler á Votre Excellence á cet sujet que ma réclamation contre la exposition en faveur des
légionaires espagnols a été rejetée par le GouvernementRoyal et que méme les dessins injurieux pour
1 ‘Allemagne n ‘ont pas été supprimés pendant les trois semaines que 1 ‘exposition a duré. J’ai 1 ‘honneur
de réitérer ma demande que 1 ‘exposition des caricatures germanophiles qui a eu lieu sons incident á
366
Madrid et á Valencia soit autorisé á Seville et dans d ‘autres villes de province comme 1 ‘exposition des
Javeur de la (‘roLv Ronge a Cadiz quoique 1 ‘entrée oit été limitée á des personnes invilées
films de guerrefrangais, anglais e italiens sefont dans plussieurs villes de province dans des théátre
y’
publics et á M’adrid au Teatro Benavente á titre d ‘invitation sans exiger le nom de la personne invitée.
j al 1 ‘honneur de demander que les dites représentations allemandes soient également autorisées...
(108) Esta carta exponia lo siguiente: “Ale hago cargo de la carta de Vi y del extracto de minuta
u”
del Sr Embajador de Alemania. Cuando se relaciona con la exhibición de películas y de exposición de
Gaceta del día siguiente, que precisamente se dictó a consecuencia de haberse cerrado en Madrid una
‘u,
exposición contra la cual se reclamó por amigos de Alemania.
prohibido por haberlo hecho antes de películas, caricaturas y cuadros de tendencias contraria. mt
Pero en mi deseo de atender las indicaciones de Ud.y del Sr. Presidente, que me ha escrito en
a
igual sentido, telegrafia a los Gobernadores de Cádiz, Sevilla y Barcelona recomendándoles que si se
las antes citada R.O., a saber; que no ofendan a los Soberanos de los paises amigos o a sus Ejércitos “. —
e
367
(líO) Ibid.,
(112) Anónimo, “Unamuno paga sus deudas. Sobre una fiesta Hispanófoba”, La Nación,
España, 304-1017.
15-2-1917.
13-2-1917.
20-2-19 17.
(119) Federico García Sanchiz, “La Exposición Barrau y la exposición de los legionarios,
fi’
(120) Ibid.,
a
(121) Antonio de Hoyos, “Exposición a beneficio de los legionarios españoles”, El Día,
Madrid, 6-1-1917. a
e
(122) Antonio de Hoyos, “Exposición a beneficio de los legionarios españoles”, op.cit.,
(123) Anuro Mori, “La Exposición a beneficio de los legionarios españoles”, El País,
a
Madrid, 12-1-1917.
a
(125) Ibid.,
a
(126> Anónimo, “Nuestra Rifa”, España, Madrid, 17-1-1918.
a
(127) Ibid., a
e
(128) Vid., Apéndices.
a
(129) Anónimo. “Nuestra rifa”, España, Madrid, julio de 1918.
a
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
EN MADRID (19094922)
¡¡II INIMIIEiDUIUUIII!!
* ~3O9a414
UNiVERSIDAD COMPLUTENSE
Volomen II M
8~20 1998
22467
II
369
padre, don Gumersindo Lagar Iglesias - casado con Braulia Arroyo Ribón - ebanista de
profesión, como algunos otros de los miembros de la familia Lagar (1), practicaba el
calle que vio nacer a Celso Lagar. Se trataba de un lugar pequeño y modesto donde se
realizaban ‘toda clase de muebles> así como también, objetos de Iglesia tales como retablos púlpí tos,
confesionarios, andas, templetes, credencias, comulgatorios y todo lo concerniente a este ramo dentro
de arte» tal y como lo especificaban los anuncios (2). Sus principales encargos - se
remontan a 1897 - ffieron dos retablos; uno para el altar mayor de la parroquia del
Celso Lagar, el primogénito de la familia, tuvo tres hermanos, Manuel (4), Angel
enseñaría el oficio de carpintero. Estas ffieron sus primeras experiencias, al calor de las
múltiples tallas en madera que su padre realizaba, que le sirvieron para adentrarse en el
mundo de lo que más tarde descubrirá como la escultura. Sus estudios primarios
interés hacia el dibujo. Las lecciones de su primer profesor en esta materia, Ignacio
los colores, a realizar los primeros bocetos, los primeros desnudos... (51>. En 1910
u
comienzan en serio los estudios del joven artista quien por aquellas fechas se traslada en
varias ocasiones a Madrid, sin perder contacto con el seno familiar. El 24 de septiembre
de 1910 (6), el semanario independiente Avante recoge una de estas salidas con destino a
e
la capital para conimuar las enseñanzas que sobre escultura impartia el famoso Miguel
Blay, quien se habia formado en Paris gracias a una beca que le había concedido la
4’
mt
u.
mt
Durante este tiempo, se dedicó por completo al estudio, por un lado, de la escultura
clásica, refinada y severa que impartia Miguel Blay, y por otro, del entorno acadeniicista —
de la Escuela de Bellas Artes de San Femando (7). Durante sus visitas al Casón conoció
e
al pintor Padró, quien pertenecía a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona.
e
a
37’
Éste, observando sus dotes como artista, Ñe quien, probablemente, le convenció para
trasladarse a Barcelona. Su permanencia en tierras catalanas Ite más corta que en las
madrileñas. Sin embargo, gracias a ambas, consideradas como los centros artísticos más
Contrariamente a las fechas que se han estado barajando, Celso se traslada a Paris
1916 como recogen algunos historiadores (8). Este acontecimiento tan inusitado fUe el
“Ha comenzado sus estudios de Escultura, en la Academia de Bellas Artes de París, el joven
mirobrigense Celso Lagar Con este motivo, damos aquí por reproducidas todas las consideraciones
que hicimos en uno de los números pasados> aunque suponemos fundadamente, que ahora como
venia asegurando hasta ahora (10), don Gumersindo no dejó Miróbriga como
Igesias, a montar un negocio, La eléctrica industrial valdeorresa (11) y, seis meses más
tarde, poder viajar a Paris para ver a su hijo. Así lo publicó el semanario independiente
triunfar algunos jóvenes artistas, como lo habían conseguido muchos otros, convertidos
e
entonces en los verdaderos mitos de las vanguardias: Picasso, Braque, Miró, Carrá,
BaIla, Boccioni, etc. Este camino era largo, generalmente dificil y solitario para aquéllos
que, alejados de su patria, no tenían más remedio que arreglárselas solos en una ciudad
u
incomparable a las pequeñas villas de las que procedían, como Mirobriga; además, con el
inconveniente de un idioma que apenas conocían. En su caso, sin embargo, Celso Lagar o
principio, a través de fotografias con sus primeras obras (14) y, más tarde, en octubre de
1912, con el envio de una de sus mejores obras escultóricas y la única que se conserva
e
hasta la fecha, la Rosa de Thé has, actualmente en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo
e
(15).
Por desgracia, la beca tan sólo duró dos años, para ser más exactos, 18 meses. El
abanderado del arte moderno de Lagar, parece estar tras el artículo anónimo que apunta —
con total claridad los perjuicios que dicha decisión tendría en la formación del
e
prometedor artista:
‘tVlás tarde, aparece unjoven que se abre camino, que puede dar días de gloria al pueblo, que e
e
373
obra> fruto de su ingenio: pero ¡nosotros para qué queremos escultores! ¡estos artistas, moldeadores
de barro,’ ¡con los olleros que tanto abundan aquí, tenemos bastante.’. Y el pobre Celso Lagar> el joven
escultor que en Paris llama la atención de los grandes maestros, se queda sin pensión. Y no se crea que
ésta es de miles de pesetas> sino de 365 pesetas anuales, cubierto el déficit y salvado el erario
municipal” (16).
Su breve estancia en la capital francesa había logrado algo más, convertirle, a los
cercanos a la realidad. Nos estamos refiriendo a aquellos textos que recogieron los
el ilustre José Bernard, gala y ornato del Salón de Otoño de este año> orgullo de los
franceses, sus compatriotas> ha dispensado a Celso Lagar el gran honor de fijarse en sus obras>
haciendo de ellas un juicio, más que halagueño, de verdadera alabanza. Entre los jóvenes, don Celso
Lagar se distingue por sus tendencias hacia una síntesis simplificada y la armonía de sus movimientos
que da una impresión de conjunto bien definida>. Este juicio del eximio escultor francés, para las obras
de/joven artista mirobrigense, es un verdadero presagio para el porvenir de nuestro paisano... ‘> (18).
Narciso Alba (19). Sí, por el contrario, meses más tarde y con las mismas obras,
Ashnur Galerie del Boulevard Raspail. La noticia saltó, muy pronto, a la prensa
manera muy particular de simplificar la forma, característica que, por otra parte, seria
e
vital para la génesis del planismo (21).
mt
e
a,.
u
u
Tres meses más tarde, en junio de 1913, el joven artista sería de nuevo objeto de
alabanza por parte de J. Bernard, esta vez con motivo de la apertura de la Exposición a
salón, es un artista que para orgullo de su Patria, patria de luz y sol> donde los temperamentos son a
nerviosos y los artistas son grandes, tiene mejores interpretaciones de su carrera artística, a pesar de
e
ser todas las demás suyas, de una grande intención y de un exquisito gusto. Sus obras, tienen el
encanto Florentino (sic), interpretado por un espíritu poético, a través de la rudeza castellana. Merece
a
la pena recordar varias obras, donde el Sr Lagar ha puesto tan grande cantidad de arte como son,
-
a
375
Adolescencia, Joven indiana y una colección de dibujos que nos ha dejado demostrada, por una vez
-
tranquilo, preparado e imparcial> es la vida sin reflejos ni engaños> vista por un espíritu rudo.
Lagar nos ha demostrado> principalmente con su obra Adolescencia>, donde se reflejan vivos>
Sena. Así lo relataba un compatriota suyo, Juan Selagón, en su entrevista para el diario
Avante.”Nuestro artista vive en Val de Grace <sic), que no tiene nada ni de valle ni de gracia sino de
calle, y no siendo céntrica precisamente, está aún en el corazón del París> y por lo tanto, en el Mundo
de los artistas pansiens; el Sr Lagar como artista, vive muy alto> creo que un 30 o 40 piso, no
recuerdo>’ (23).
También podemos destacar una de las crónicas más notables sobre la vida, el
aspecto y el arte de Celso Lagar durante sus últimos meses en Paris. Nos referimos a los
“Hará de esto cuatro o cinco años. Yfue en París. Una noche deambulaba el cronista por las
aceras del Bou levard Saint Michel, a la hora en que todos los veladores de las terrazas brillan con el
ajenjo y con las miradas artzficia/es de las peripatéticas. De repente, nos detuvimos al contemplar el
-Señor Sanchiz...
Nos distrajo en nuestro éxtasis un muchacho cetrino, con ojos de contrabandista andaluz y una
amplia dentadura amarillenta. Iba colgada de su brazo, una rubiafuerte, que trascendía a bretona, y
e
376
Vera Ce/so Lagar un doncel salmantino que se proponía la conquista de París. Un Bohemio.
e
Yvia en un mechinal que llenaban unos pocos muebles y diversos vaciados en escavola. Rea/mente> su
estudio se hallaba en la Closerie de Lilas, el cabaret donde el rey de los poetas Pau/ Eort, oficiaba u
rodeado de sus devotos. Celso Lagar se acomodaba en una mesa y pasábase la velada dibujando en el
e
mármol. Luego pedía un papel de fumar> y calcaba con un fervoroso respeto el croquis drogado> casi
para procurarse modelos, madame se erguía en el cuartucho y posaba ante las pupilas visionarias del
artista. u
veíamos la encorvada silueta de un viejuco; evocábamos, en fin> la tierra que formó aquel hombre que
Y la ha vendido. Porque este muchacho vuelve a la patria contagiado por la divina locura de U
las rebeldías parisienses. Ya no persigue la expresión pura y lejana de aquellos perfiles sobre el
u
mármol de la Closerie de Lilas. Desde luego> dichos diseños constituían ya una protesta contra el arte
académico. Era poco> y Lagar se lanzó al cubismo, y aún más, aún más...
a
Como en el nocturno del Juartier (sic), encontramos hoy a Lagar en una calle madrileña.
- Lagarismo (24).
e
a
377
Estos datos son muy relevantes porque nos muestran que Lagar estuvo más cerca
bajo el cabaret de Closerie de Lilas, así como su asistencia a la tertulia del poeta Paul
Fort lo muestran. Desde 1905, cuando Paul Fort deja Montmartre para dirigir su revista
Vers et Prose y animar La Closerie des Lilas en Montparnasse comienza las reuniones
junto a otras poetas que se mezclan artistas: André Salmon, Jean Moréas, Apollinaire
acompañado de Marie Laurencin, Max Jacob, Picasso, etc. Pero veamos a continuación
finales del siglo XIX convierten a la ciudad en un paraje donde coexistirán lo tradicional,
siglo XX con la Exposición Universal de París (1900), “en desafio al siglo que entonces
Colorossi, Julián, Ranson, la del Boulevard Clichy, etc.; los salones más destacados
como los Independientes, nacido en 1884, veinte años después de la constitución del
famoso del Salón de los Rechazados (1863), los Salones de Otoño, el Salón de la
aquellos artistas que deseaban progresar y, entre ellos, a muchos artistas europeos como
e
378
el español Celso Lagar, quien partiría a dicha capital en 1911 para estudiar escultura y
planismo. u
que debemos plantearnos qué ambiente y qué contactos le causaron más impresión. a
se concentraban las novedades artísticas, sobre todo, el Salón de Otoño y el Salón de los
Independientes constituían la base inequívoca de la presentación de las tendencias que a
como los denominaba el critico francés Georges Turpín, Henil Rosseau, Matisse, Le
Fauconnier, Otho Friesz, Metzinger, Mauguin, Signac, Van Dongen habían sobrepasado
a
a la pintura puntillista.
e
379
En efecto, el espíritu que animaba a los jurados de estos salones estaba muy lejos
de aceptar aquellos trabajos que por su innovación fUeran incomprensibles, no sólo para
ellos mismos, sino también para el público, cayendo de nuevo en el mismo error que se
Bellas Artes. Las exposiciones individuales o colectivas en galerías privadas, desde hacia
tiempo, se habían convertido en una segunda opción donde presentar los cuadros más
crítica por unas composiciones ricas en color integradas en volúmenes, continuaban las
Será en este año, 1910, cuando ambos practicaban el llamado cubismo analítico; al
mismo tiempo, comienza la difUsión del fUturismo cuya primera aparición en París había
Marinetti junto a cinco pintores Boccioní, Baila, Carrá, Rusollo y Severiní proclaman el
popular provocaron un clima intelectual que dio lugar a la aparición del movimiento
expresionista. El grupo más revolucionario fUe el Die Brúcke (El Puente) constituido en
1905 y poco después, Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), en 1911. Es precisamente, este
380
año cuando el Jurado del IX Salón de Otoño y el XXVII Salón de los Independientes se
e
enfrentan a una importante manifestación de la escuela cubista. En el primero, participan
e
fantasías de Picasso no existe realmente> desde dos a tres años> Metzinger se convirtió en el jefe u
Cubisme” (1912) la primera obra teórica del movimiento cubista. Este año de 1912
presentan 35 obras y el manifiesto de los pintores fUturistas. Este movimiento, que venia
a sumarse con el cubismo a los movimientos de vanguardia parisina, también tuvo sus —
sintética, se publica el primer libro simultáneo de Sonia Terk Delaunay para un poema de e
e
381
pública de las obras de Delaunay, Kupka y Pícabia que formaban una nueva tendencia
Rayonismo.
Al respecto la crítica parisina publica las notas más sobresalientes de esta nueva
tendencia orfista: <‘El color para el color es la divisa adoptada. Es en este ideal hacia el cual tiende,
cada día más, la visión material, que es preciso buscar la causa de los últimos hábitos. El cubismo, el
<fUturismo, el orfismo no tienen otros origenes, el rondismo> el ovalismo, el paralelismo seguirán” (30>.
«Los ‘cubistas> afinnarán como una realidad las esferas, los paralelepípedos y los poliedros.
Los ‘cubistas’ quieren sintetizar>, ellos pretenden una filosofia que MG. .4pollinaire acaba de exponer
Como hemos visto, durante esos casi cuatro años se han desarrollado plenamente
hecho públicos en los diferentes salones de la capital y han formado parte del campo de
abundantes connotaciones con las que cohabitó nuestro artista Celso Lagar y que
382
España en 1915<
e
VI 1.1. NOTAS
e
*
(1) Eugenio B. Lagar trabaja en 1911, en la “Nueva Funeraria” de Miróbriga, así lo
publicaba el diario local: “Con motivo del entierro de la señora Doña Ruano Jústiz, viuda de u
Aparacio> hemos tenido ocasión de ver y apreciar el servicio fúnebre, que ofrece al público la Nueva
u
Funeraria» establecida en la Plaza Mayor núm. 10. Como era de esperar, del buen gusto y
laboriosidad de sus dueños don Enrique Cuadrado y don Eugenio fi. Lagar, la nueva empresa
e
funeraria, nada deja que desear: severidad, buen gusto, economía, todo ha sido previsto y llevado a la
a
(2) Narciso Alba, Celso Lagar, aquel maldito de Montparnasse, Valladolid, Junta de
a
(3) Ibid., pp. 22 y 24.
e
(4) Manuel Lagar seguirá los pasos artísticos de su hermano. El 17 de octubre de 1919 a
de mayo de 1921. a
(5) Narciso Alba, Celso Lagar, aquel maldito de Montparnasse, op. cit., p.22
a
383
(6) La sección de noticias del diario Avante publicaba: Iban salido para .tfadrid nuestra
distinguida colaboradora, doña Dolores Torres, viuda de OBivanco, la bel/isima señorita Esperanza
Rubio y el joven artista don Celso Lagar>’. Anónimo, “Sección de noticias”, Avante, Ciudad
Rodrigo, 24-9-1910.
(7) Así lo verificaba un joven cronista loca], Alejo Hernández ‘Celso Lagar, ese joven que
todos vimos en la Glorieta o en la Muralla con sus grandes melenas y su chambergo radiniano> es una
esperanza del arte español> del arte castellano. Discípulo de Blay> del mejor de nuestros escultores, ha
sabido seguir al maestro con el entusiasmo y el aprovechamiento merecido. En (o que fue el palacio del
Buen Retiro> en el Casón, trabajaba nuestro paisano abismado en esa sofrosine, que la contemplación
de los griegos produce y allí, ante la energía musculatural del Discóbolo de Mirón, o las graciosas
lineas de las Venus de Alilo o Gnido ha pasado horas febn les, llenando el alma de armonías y el
tablero de curvas y borrones: A/li fue donde el insigne Padró, comprendiendo sus aptitudes, le ofreció
su valiosa y desinteresada protección. Pues bien, este amigo artista, este paisano entusiasta de la
Castilla sobria, abandona nuestras llanuras para ir a París, y buscar al lado de Rodin> Baiholomé (sic)>
Menniel (sic,> y tantos otros, un nuevo peldaño de los que conducen a la suprema belleza> al ideaL a la
gloria.
Si nuestro .4,vuntamiento quiere (como debe) ayudar con algo a este artista, si la Diputación
hace lo mismo, el bien será para todos y algún día podremos tapar la boca a esos pesimistas que
opinan que nada bueno> nada útilmente bello puede florecer en los carcomidos muros de la vieja
(8) Rafael Santos Torroella apunta 1912 como fecha de partida, en su libro Revisiones y
Ediciones, SA., 1974, p.54; Eugenio Carmona, Picasso, Miró, Dalí> Los origenes del
384
diccionarios. Tan sólo la fecha correcta fUe recogida en 1992 por Narciso Alba en Celso
u
(lO) Rafael Santos Torroella, “Celso Lagar en Barcelona’, Revisiones y testimonios.
Dietario Artístico, op. cit., PP. 155-163 y Narciso Alba, Celso Logan aquel maldito de u
e
(11) El semanario independiente publicaba:”Ha regresado de Barco de Valdeorras> provincia
de Orense, don Femando Iglesias habiendo llegado días antes al mismo pueblo don Gumersindo Lagar.
a
Los dos inteligentes y laboriosos industriales, han formado con la cooperación de algunos
elementos del país> y con un capital inicial de 80.000 ptas, una sociedad ‘la eléctrica industrial —<
valdeorresa> con objeto de explorar un magnifico salto de agua en el Sil> para la producción de
a
energía eléctrica aprovechable en la fabricación de harinas y para dar luz a varios pueblos de aquella
comarca. Según nuestras noticias> y de ello nos alegramos> los trabajos van muy adelantados> y la
a
empresa es de gran porvenir para los activos y emprendedores mirobrigenses “. Anónimo, “Sección
(12) Respecto a su visita a Paris se divulgaba: “De Barco de Valdeorras, y después de breve
estancia en París, a donde fue con objeto de informarse personalmente de los profesores de la S
a
385
Academia de Escultura> respecto de las aptitudes de su hijo Celso> ha regresado a esta ciudad el
inteligente artista> don Gumersindo Lagar. Los informes recibidos con respecto al joven escultor
recientemente pensionado por nuestro ilustre Ayuntamiento, no pueden ser más halagileños
(13) Narciso Alba, Celso Lagar, aquel maldito de Montparnasse, op. cit. p.26.
visto unas fotografias que reproducen las primicias artísticas del joven escultor mirobrigense, don
Celso Lagar pensionado por nuestro ayuntamiento en Paris. Mis complacemos en hacerlo público para
estímulo del interesado, para satisfacción de nuestro Ayuntamiento que hizo el esfuerzo de votar la
modesta pensión> y también para satisfacción nuestra> pues nosotros iniciamos entonces y apoyamos
con todo entusiasmo la idea». Anónimo. “Sección de noticias”, Avante, Ciudad Rodrigo,
6-7-1912.
(15) La noticia fUe publicada en el periódico local: “La sesión ordinaria celebrada hoy por el
cuenta de que el escultor don Celso Lagar> pensionado en París por la Corporación, había enviado
como presente una estatua> copia de la “Rosa de Thehas ‘~ antiquísima obra de arte de la exquisita
Grecia; el Ayuntamiento acorrió dar las gracias al Sr. Lagar y que el importe de los portes del envio se
5-10-1912.
(16) Anónimo, “El presupuesto municipal”, Avante, Ciudad Rodrigo, 30-11- 1912.
386
(19) Narciso Alba, Celso Lagar, aquel maldito de Montparnasse, op. cit., pág. 43. u’
u’
(20) Ibid., pág. 46.
compatriota Celso Lagar> artista modestisimo, sin pretensiones ridículas de su valer y que a pesar del a
corto espacio de tiempo que reside en París (dos años) es más conocido aquí que en nuestra Patria.
a
e
387
Dos son principalmente las esculturas en donde mejor puede la crítica estudiar a Lagar: ‘Adolescencia’
y ‘Rosa de Thébas’.
Una y otra muestran un refinamiento del gusto y una tan gran dosis de originalidad, que dejan
entrever> para día no lejano> al artista maestro. Un estudio concienzudo del arte clásico es la primera
impresión que producen estas dos obras del joven escultor> que realmente no desdeñó el clasicismo
oriental, pero que sabe manifestarlo de una tan típica> tan propia y particular manera que da
inmediatamente> aun en los profanos en el arte> el sello de la originalidad. Esta tendencia, hoy tan
dominante> a lo nuevo, a lo original> bien sea por la pintura o por la escultura, conduce, máxime a los
artistas que empiezan> a absurdos inconcebibles, opor lo menos a reflejos de influencia de determinada
escuela modernista. Congratúlame el poder afirmar que Lagar ha sorteado con pasmosa maesfría una y
Y no quiero dejar hacer constar que éstas mis opiniones están robustecidas por la de una
compatriota decía: Entre todos los jóvenes artistas que conozco, no tengo inconveniente en afirmar
que Al. Lagar se distingue de una manera particular por su concepto y modo de simplificar la forma,
concepto y modo, que dan a sus obras un conjunto muy definido>. Esta opinión de Al. Bernard dice por
sí sola mucho> muchísimo más de lo que yo puedo decir, pues se trata de un escultor crítico y
extranjero> que en todas mis opiniones sobre el arte tiene demostrada una imparcialidad> a/juzgar, que
Siga, pues, nuestro querido paisano su estudio con el entusiasmo que hoy lo hace, y en plazo
próximo tengo la seguridad de ver en él al artista que produce el orgullo de los suyos y la gloria de la
tierra que le vio nacer”. Anónimo, “Un artista español”, El País, Madrid, 22-3- 1913.
(23) Juan Selagón, “Españoles en París. Celso Lagar”, Avante, Ciudad Rodrigo,
14-2-19 14.
u
u
(25) VV.AA, El siglo XX, Madrid, Istmo, p.I9.
hombre rico de millones, ha hecho tirar su revista y sus obras a muchos millares de ejemplares> que él
envía gratis a todos estos que se los piden “. Flambleau, “La semaine”, La Linterne de Paris et
e
(29) La prensa parisina se encargaría de publicar artículos en su contra como éste de A.
Cartault: “Los futuristas son sobre todo ingenuos, presentar la misma figura en fragmentos, la misma
figura de frente, de tres cuartos> de perfil, no es suficiente para dar la impresión de que esta figura se
u’
mueve... La tentativa de los futuristas, en sus resultados materiales, puede ser considerado como
fracaso> ello puede servir hasta un cierto punto para modificar la orientación del arte. Ellos han
abierto nuestros ojos a las visiones nuevas, ellos han sacudido la torpeza, han atraído la atención sobre
e
389
una tarea dificil. y demasiado olvidada actualmente, en la pintura que es devolver el movimiento, las
fuerzas> las emociones”, en “Le mouvément artistique. Les Théories des peintres flituristes
(30) Adolphe Thalasso, “Le Salon de la Société Nationale”, Le mois artistique, Paris,
París, 1913.
A finales de 1914, Celso Lagar cruzaba de nuevo los Pirineos para regresar a
crucial para la cultura catalana que está desarrollando varias corrientes, principalmente,
de las primeras vanguardias que iban desde el postimpresionismo a los últimos avances
del cubismo.
El modernismo, era un movimiento cultural que llegó a teñir hasta las propias
europeos. Se pedía desde hacia tiempo un cambio radical, una revolución social, una
en el mundo burgués se dio en unos momentos en los que Eugenio d’Ors, desde su
1906, el panorama artístico catalán abre sus puertas a las nuevas ideas que vienen del
exterior enlazadas con las corrientes vanguardistas. El artista, dentro de esta sociedad en
plena crisis del 98, que mira al pasado bajo un tradicionalismo necesita crear un nuevo
lenguaje que vaya más allá, ya sea moderno o ultramoderno (1). Precisamente, será en
embargo, son dos las que nos interesan por ser éstas las que se manifiestan en Celso
Lagar; una la marcha al Centro de vanguardia más importante de Europa: París y, otra,
representó bajo “la intuición de la modernidad que busca la vanguardia en su epicentro>’ (2),
también Celso Lagar la buscó pero fije, primordialmente, en España donde desarrollaría
“no deseaba renunciar a su mundo> a su paisy a su culturayprefl rió renovar sin marcharse’> (3). La
jóvenes creadores que producían arte de vanguardia, como el caso de Celso Lagar o
Joan Miró.
Arts i els Artistes; en 1911 se publica el Almanach dels Naucentistes; Junoy inicia sus
presenta al público catalán el arte cubista de la mano de Duchanip, Fernard Leger, Albert
Gleizes, Jean Metzinger, Marie Laurencin, Juan Gris, Le Fauconnier y el escultor Agero,
Será a finales de este mismo año cuando Celso Lagar presenta en la calle
Puertaferrisa, núm. 18, donde se ubican las Galerías Dalmau, 60 obras entre óleos y
barcelonés las obras del joven pintor mediante un pequeño prefacio que el mismo
firmaba. Dalmau exponía las breves palabras con las que Celso Lagar había definido su
w
392
u
planismo: ‘Aprés le sentiment> la cauleur el la forme comprise dans le planisme et le volume sonÉ les
u
1OALERíESDALMAU~r”,
CE LO NA
DE lAMER Al. 12 DE rEBRER DE 1915
hacía pocos meses que practicaba la pintura, añadía el galerista en su pequeña nota al t
catalogo, además de considerarle como un joven con “un talento poco común, una cultura
u’
sólida y una visión del tiempo que vive.., su arte es profundo, no es superficiaL La superficie de sus
obras esjustamente ingrata a primera vista. Cabe tener en cuenta este contraste, que será más o menos a
importante según los chferentes conceptos que cada personalidad llene formados en las cosos del arte’>
a
(6).
a
393
formación cultural de Lagar que desde 1911 había podido ver “in situ” todas aquellas
constituir el planismo y, por otro, consciente de las obras que presentaba advertía a la
crítica sobre las diferentes interpretaciones del arte de Lagar, que dependía de la
formación artística de quien las observara. Con esta operación Dalmau decide presentar
aquellos artistas de vanguardia que como el caso del primer español, Celso Lagar, no
sólo pretende realizar una operación de compra-venta sino crear un gusto hacia la
febrero de 1918, con la exposición de otro artista, Joan Miró, en cuya obra Dalmau
anterior entre Lagar y Josep Dalmau. Partiendo de la exposición cubista que Dalmau
e
realiza en Barcelona (1912) nos encontramos con los viajes que éste realizó para
organizar su muestra de artistas extranjeros. Es diticil constatar si hubo un contacto
e
aunque por las fechas que barajamos muchos detalles coinciden. En primer lugar, en
e
1911 Dalmau está en París donde visitó, por un lado, el Salón de Otoño y por otro, la
Exposición cubista en la Galerie d’Art Ancien & d’Art Contemporain, de la rue Tronchet
(8), a las cuales nuestro artista también debió asistir. Si bien esta fecha es dificil de
u
encajar en las vidas de ambos, señalemos otra, 1912, cuando Dalmau asiste al Salón de la
descendiendo por una escalera, obra que, precisamente por este motivo, estará en la
u
Se sabe con certeza que Josep Dalmau estuvo presente el día de la inauguración
a
al lado de artistas residentes en Paris como Gargallo o Pere Ynglada. Aunque no se cita
a
a Celso Lagar, sí podemos destacar el articulo del crítico Pierre Imbourg, quien realiza
una entrevista a Lagar en 1944, en la que recuerda sus primeros años de juventud en a
Paris. No sabemos con seguridad si el critico repite las palabras exactas del artista, que
e
por aquel entonces contaba con 53 años, quizás no sean muy exactas o bien las
tergiversa puesto que le incluye dentro del equipo de la Galería Sagot formado por a
Picasso y Juan Gris entre otros. Sea como fuere es muy probable que el galerista y el
a
pintor se conocieran en Paris y de ahí su rápida aceptación y su Exposición en las
Galerías Dalmau. a
e
395
Celso Lagar évo que des souvenirs dejeunesse... 1 >époque oit, avec Picasso et Juan Gris -il
catalana. A partir de 1915 se pueden enumerar diversas muestras vanguardistas como las
Grunhoff, Albert Gleizes todas ellas en 1915 o la de Frank Burty en 1917; también es
presentó como el pionero de los jóvenes valores españoles que gracias a él pudieron
Lagar. Para el grupo de los noucentistas sus obras se asimilaban a los preceptos que
d’Ors desde su Glosan se habia encargado de desarrollar los principios estéticos del
podían ver en los cuadros de Lagar. Se trataba de un artista no catalán que ofrecía una
supuesta asimilación del alma del catalanismo noucentista, que además conseguía en sus
obras una cierta modernización del noucentisme. De hecho, el propio Eugenio d’Ors,
“Temblaran los umbrales y las puertas donde la majestad negra y oscura las frías desangradas
sombras muertas oprime en ley desesperada y dura y lo que sigue, en ningún pintor podrían encontrar
mejor Giotto que en un Celso Lagar o en un Pablo Ruiz Picasso... ¡Ahora> alerta. mi Joaquín Sunyer!
,Ahora, alerta mediterráneos míos! Pablo Picasso es malagueño. Celso Lagar es hijo de Salamanca. Si
396
la luz nos viene aún del Norte, el carro de la luz puede que nos llegase tirado por potros fogosos de las
obra. Al lado de estas grandes cualidades, también, le señalaron grandes defectos que, sin
comentados, destaca con gran interés el de d’Ors. ¿Por qué le otorgó tan buenos
a
normativa (11). Fue a partir del Salón de Independientes de 1911, cuando las crónicas al u
movimiento cubista aparecen con frecuencia en los diarios catalanes como en La Veu de
a
Catalunya o en La Publicidad
que se trataba de una nueva escuela que reaccionó contra el impresionismo y que
a
buscaba una nueva estructura espacial de la obra de arte. Siguiendo la opinión de Mercé
a
Vidal seria en el artículo de Doménech Caríes, el 30-11-1911 en La Ven de Catalunya,
donde se desencadenan las nuevas interpretaciones del noucentisme sobre el cubismo.
a
Partiendo de los ideales de Xenius, quien consideraba el cubismo como un arte
a
renovador que tendía a la abstracción pero sin aspirar a la idealización formal, planteaba
ante las obras de Le Fauconnier, Abundance, y Robert Delaunay, Tour E¿ffel, donde
e
397
Por ello no es de extrañar que d’Ors viera en la pintura de Lagar “una vocación de
gran precio> servida por órganos que ya se adivinan poderosos. Hay una firme y muy moderna voluntad
de construcción (13). La pintura de Lagar presentaba, pues, todos los signos más
llamativos del cubismo, esa voluntad de construcción, a través de planos, que el propio
Lagar denominó planismo, pero también el color y la luz del arte mediterráneo que d’Ors
consagraba como uno de los grandes protagonistas del nacimiento del noucentisme,
cuyas obras poseían una influencia de Cézanne, del postimpresionismo y del cubismo,
pero ante todo, un arte propiamente catalán, como calificaron a su Pastoral (1910-1911,
Óleo sobre lienzo, 106 x 152 cm, Colección Juan A. Maragalí, Barcelona).
El artículo de Eugenio d’Ors tuvo una respuesta inmediata por el propio Celso
Lagar, quien desde la revista gerundense Cultura publicaba un articulo bajo el título “El
renacimiento del arte después del cubismo” dedicado expresamente a Xenius. Allí, Lagar
Su aran nrecunnr es Paul Cézanne aunque los nuevos nintores hayan na¶ado un cierto tiemno
398
El impresionismo francés despistó en nuestra época el arte constructivo iniciado por Cézanne.
El impresionismo> sin ser un arte completo> es en pintura una manifestación apreciable por su
Cézanne demos trá que toda la grandiosidad de una montaña puede existir en una naturaleza
El volumen que existe entre un objeto que figura en primer término y el último - esa serie de
‘.1
volúmenes que llamo yo interiores -‘ es la compenetración del ambiente y el aire dentro de una
superficie plana.
SI
El sentimiento es una condición indispensable en Pintura> así como en las demás Bellas Artes>
pero este sentimiento desaparece en seguida <sic) que el ‘maestro refinado’ comunica su fagon de ver a
cubismo el arte decadente que hace medio siglo invadió el mundo, y es por eso también> amigo Xenius>
que nosotros somos en nuestro tiempo los iniciadores de un arte primitivo” (14).
u,
En primer lugar, Celso Lagar trataba de crear una pintura nueva que tras el
cubismo fuera más simplificada, tanto en sus volúmenes como en su profundidad. Tras la
a
pintura impresionista y el constructivismo de Cézanne, el punto de partida del planismo
llega con el cubismo de Picasso, que inicia la búsqueda de un arte primitivo que en la a
obra de Lagar parte principalmente de los dibujos de Modigliani, pintor con el que
a
convivió algunos meses y de quien pudo entresacar parte de la teoría pIanista. Además,
en este artículo Lagar añade su oposición a la formación académica, que sustituye por la u’
u
399
Si hoy en dia podemos saber que la muestra de Celso Lagar y su compañera tuvo
protagonistas estaban puestas en los comentarios que recibieran. Una de las más duras
fue la del critico R. Ghiloni, quien mostraba fuertes desavenencias con el arte recién
llegado a la capital y advenía a los futuros visitantes de la muestra: “es menester decirle a
este público que visita salones de pinturas que vaya prevenido contra toda emoción y tentación a visitar
tentación camal; no> ésta no puede sentirla nadie mirando aquellas soit dissant> mujeres pintadas de
color de rosa> parecidas según ha dicho uno de nuestros queridos compañeros> a una rana» (15).
Lagar, sino también contra la propia labor del galerista, Josep Dalmau, despertara la
necesidad en ambos de ajustar cuentas con el crítico a través de unos anónimos que este
último recibió. Sin embargo, el asunto no quedó zanjado sino que R. Ghiloni en su
siguiente crónica arremetió contra aquéllos que no eran capaz de dar la cara: “Séame
permitido antes de terminar la presente crónica ‘De Arte> aludir a quienes con una cobardía
incalificable me han dirigido cartas anónimas> por .svpuesto, insultantes> por el mero hecho de
desenmascararfalsas personalidades y por haber tenido la suficiente franqueza de decir que las obras
expuestas en uno de los Salones de Exposiciones de esta ciudad eran indignas de cahficarlas artísticas;
a esos les digo quejamás tuve inconveniente> no sólo en demostrar y afirmar lo dicho> sino que> dando
la cara noblemente> en todas las ocasiones> al pie de los artículos aparecía> clara y legible> una firma
Quienes no tienen el valor de firmar sus cartas y dedicarse a mandar los anónimos> son dignos
Los chocantes colores de los cuadros de Lagar provenían del fauvismo, de las
a
pinturas de Gauguin e incluso del color de los bodegones de Paul Cézanne, afirmaba el
para explicar el concepto del planismo: “quien haya estudiado en todas sus partes el arte de
u
Picasso> desde la que podríamos llamar ‘época azul> al cubismo, podrá comprender las concepciones
artísticas> improvisadas> de Lagar Quienes no conozcan nada de esto> ni saben nada del color de los u’
impresionistasfranceses, ni de los dibujos de Van Gohg (sic); ni de los estudios de cuerpos y volúmenes
e
de Gauguin> ni del color y de las pinceladas de Cézanne; no habiéndose formado una filosofla del arte
necesario para su comprensión en toda la infinita variedad que se dirige hacia una unidad definitiva;
u’
quien no se haya presentado el porqué de la armonía de las formas> no puede formar juicio sobre las
e
Celso Lagar venía a sumarse a la tendencia de los más avanzados, que según el
crítico Carlos Caballero, era de dos clases, por un lado, el verdadero artista moderno que a
presenta novedades legibles en su arte y, por otro, aquél que a través de extravagancias
u’
pretende presentar una verdad ilegible; por ello, “la causa de que las tendencias evolutivas del
e
modernismo no lleguen a imperar> porque de los artistas primeros hay muy pocos> y por el contrario> de
los últimos hay tantos como ignorantes... Se puede modernizar> evolucionar> fijar nuevos derroteros.
e
pero ha de ser con un conocimiento perfecto de lo antiguo... Bien están las tendencias modernistas, las
originalidades nuevas> pero siempre que su perfección sea grande> porque nosotros preferimos un
Cervantes vulgar> un Miguel Angel modesto> un Canova humilde> a un modernista cuya genialidad está
complejo en cuanto que allí tenían cabida el noucentisme, donde el planismo había sido
e
a
401
pintor aunque no era de extrañar su mala acogida ya que antes de él, Sunyer y los
“Es un hecho naturalísimo el que un escultor, sugestionado de pronto por la luz y el color,
sólo trate de darnos a conocer las impresiones de su nueva visión> si ésta es espontánea y sincera> sin
preocuparse de otro aspecto de su arte> en el que ya tiene mayor o menor dominio. Es innegable que en
las pinturas de Celso Lagar se manifiesta un temperamento de colorista y una sensibilidad que sabe
traducir con fuerza extraordinaria las más diversas tonalidades y aunque su técnica y procedimiento no
puedan ser comprendidos por quien sea desconocedor de las modernas evoluciones de la pintura> desde
figuraron el escultor Borreil Nicolau, el pintor Vayreda, amigo de Lagar en Paris, y los
De las sesenta obras (21) que Celso Lagar presentó en las Galería Dalmau hemos
seleccionado varias a partir de las que analizaremos el punto de partida del planismo que
connotaciones de los diferentes lenguajes que más atrajeron a Lagar en París. Uno de
ellos fue el arte primitivo de Modigliani aunque no se conocen con exactitud los
apartamento minimo y miles de horas de bohemia’> (22) además de aportar una anécdota de
e
ambos en París (23).
Más contundentes son los retratos de Lagar por Modigliani en 1915 (Oleo sobre
instala en Montmartre donde entra en contacto con Picasso, Juan Gris, Derain, Max e
entonces y hasta 1913 se dedica por completo a la escultura, labor que Celso Lagar había —
escogido desde muy joven y será en su viaje a Paris (1911-1914) donde prosiga sus
u
futurista, que practicaban sus amigos. Los dibujos de cariátides de Modigliani son
a
ejemplo claro de la evolución de la forma en las figuras de Celso Lagar. Las cariátides de
la colección de Paul Alexandre que datan de 1911 a 1913 en su posición flexible o de pie
son una muestra clara de los dibujos que Lagar debió conocer perfectamente para
u’
u’
u’
403
contraportada del catálogo, a la que Lagar rodea con un circulo muestra la clara
influencia de Modigliani. Nos referimos a los dibujos núm. 204 Mujer desnuda en
genuflexión sobre la pierna derecha (Lápiz graso, 42’6 x 26’2 cm) y núm. 205 Mujer
desnuda en genuflexión sobre la pierna izquierda (Lápiz graso, 43 x 26’5 cm). Respecto
al núm. 205, Lagar mantiene la postura en genuflexión de las dos piernas mientras que
Celso Lagar sigue los mismos trazos cortos y firmes de la figura núm. 204 de Modigliani
que terminando en el pecho continúa la formación del brazo, el cual en vez de sostener
En cuanto a la posición de la cabeza nos lleva de nuevo a la figura núm. 205, allí
la postura se sitúa a la izquierda igual que Lagar, en donde cejas, ojos, nariz y boca han
sido simplificados por unas líneas, a diferencia de las figuras de la portada del catálogo
rectangulares y puntiagudas sobre las que se advierten dos pequeños trazos en las cejas e
que se unen a una nariz recta, bajo éstos los ojos alargados y finalmente, una pequeña
u’
boca redonda, características que se observan en Los dibujos núms. 159-162, Cabeza de
frente con flequillo y pendientes (Tinta mezclada con pigmento blanco sobre papel
u’
Núm.4 Mujer desnuda en genuflexión Núm. 205 Mujer desnuda en genuflexión
sobre la pierna derecha sobre la pierna izquierda
u’
(Lápiz graso, 42’6 x 26’2 cm) (Lápiz graso, 43 x 26’5 cm).
a
405
la constitución de las formas así como la postura parte de los dibujos que como el núm.
232, Mujer desnuda, brazos tras la cabeza (Tinta china y lápiz azul 43 x 26, 4 cm) tiene
las misma postura de pie y ligeramente inclinadas las piernas. También, sigue el trazado
de pequeñas líneas paralelas casi difuminadas que moldean aún más el cuerpo de la
dibujo núm. 198, Cariátide de tres cuartos hacia ¡a derecha, una araña a cada lado de
la cara (Lápiz graso 42,8 x 26,4 cm). En cuanto a la terminación de manos y pies
continua la misma composición que Modigliani, dejando unas simples lineas que dan la
forma.
significativa para este primer periodo de Celso Lagar, Eva (1914). Aunque su título no
corresponda a ninguna obra del catálogo, podría tratarse de algún estudio presentado en
las Galerías Dalmau, para realizar el lienzo Dono de la poma. En esta obra se vyelven a
406
apreciar las mismas características anteriores, además de advertirse uno de los peinados
e
preferidos de las cariátides de Modigliani, como se aprecia en el dibujo, núm. 205 Mujer
desnuda en genuflexión sobre la pierna izquierda (Lápiz graso, 43 x 26>5 cm). Los dos u
pechos redondos así como el vientre circular y las sinuosas caderas nos recuerdan al
e
dibujo núm. 76 Boceto de mujerdesnuda, brazos cruzados (Lápiz graso 42,7 x 27,1 cm).
e
u’
u’
Eva, 1914
(47,5 x 28,7 cm.) u’
La austeridad geométrica a la que llega Modigliani ofrece una vía hacia lo clásico u’
a
407
La vid-a en el campo
el campo, del catálogo de las Galerías Dalniau (24). Aunque, también, se dejan sentir las
Elpot de roses
Galería Da]mau. De nuevo, bajo la influencia de los colores fauves, como Van Dongen,
Hayden o Matisse, Lagar presenta una cesta llena de flores cuyo material, el mimbre, es
simulado con pinceladas paralelas que se cortan formando pequeños cuadritos que se
invierten en su superficie aunque éstos sean más grandes. Esta forma en damero será
Elpot de roses
(Óleo sobre lienzo, 23 x 29 cm)
a
Le Pont
u
Figura en el catálogo con el n0 8. La estética utilizada por Lagar se aproxíma,
principalmente, a las de Cézanne. Tiende a la estructuración geométrica de las formas,
delimitación lineal más oscura como hará en otras como composiciones como El
Tibidabo (1916).
u
Uno de los problemas más habituales de esta primera etapa pictórica de Lagar es
u’
la ausencia de fechas en sus cuadros, dificultad que aumenta con los cambios de fechas
u’
que atribuyen el galerista Kainxan y el historiador Narciso Alba (25). Así, por ejemplo, en
las dos últimas exposiciones celebradas sobre Lagar durante el año 1997 nos u’
encontranxos con dos fechas para esta obra 1914 y 1916. Nosotros creemos que se trata
a
u’
u
409
de una obra que roza estas dos fechas por varias razones. Aparte de la disyuntiva del
titulo del cuadro Natura Morta, con n0 18 del catálogo de las Galerías Dalmau como
argumenta Narciso Alba o, quizás, el de Estudio por encontrarse en el catálogo de las
Galerías Layetanas de 1916, justo debajo del Estudio de luz por el planismo y se tratase
18, por ser, precisamente, la botella verde la protagonísta del cuadro. Sea como fuere su
título creemos que puede tratarse de uno de sus primeros intentos dentro del planismo.
Es decir, “los detalles pictóricos que el artista no había logrado solucionar aún> como la pata
izquierda de la mesa y la mancha azuL sobre las lineas del suelo> a la derecha>’ (26) que describe
u
tan cautelosamente Narciso Alba en su comentario a esta obra, son los primeros análisis
de la luz sobre las formas, resuelto ya en otras obras como el mencionado anteriormente
Estudio de Luz por el planismo. Se puede observar cómo Lagar intenta, a través de la
u
línea gruesa del lado derecho inferior, dar iluminación a la parte izquierda del suelo y la
mesa, que resuelve con la aplicación de colores más claros, creando así el reflejo de la u
ventana.
u
El revuelo que habían causado las obras de Lagar en Barcelona siguió aun
u;
finalizada la Exposición en las Galerías Dalmau, provocando notas anexas en artículos de
arte como el que anunciaba la muestra de pinturas de Otto Weber. El critico R. Ghiloni
censuraba la obra de Lagar y Torres García por faltar en ellas un espíritu catalán aunque
a
otros, como Xenius, silo vieran:
“El arte excelso es el arte que produce pintores> por no denominarles artistas> tales como
Lagar> Torres García, etc. Este es el arte puro, según ellos> excelso; ése es el que tiene el don de
provocar discusiones entre los iniciados, para demostrar sus cualidades excepcionales> olvidándose, en u’
cambio> de admirar y de elogiar pinturas que respiran no sólo el espíritu sino el alma catalán> como en
u
las inauguradas hace algunos días en la Iglesia del Carmen de esta ciudad, del Sr. Darío Vilás” (27).
Gerona. Allí la Junta de la sala Athenea se interesa por el pintor proponiéndole realizar
a
una muestra con las obras no vendidas de las Galerías Dalmau. El 19 de marzo, El
u’
411
las salas de Athenea cuyo catálogo se reduce a 45 obras respecto a las 60 que presentó
en Dalmau, en las que también incluía el precio de las mismas. Gracias al catálogo que
poseía el arquitecto Rafael Masó, podemos ver hoy cómo Lagar tachó aquéllas que había
vendido o aquéllas que cambió o no quiso exhibir en Gerona (29). La Sociedad Athenea
acogía, igual que un mes antes en Barcelona, el primer ismo español, el planismo, de la
mano de un artista que presentaba un arte de vanguardia en Gerona. Será, pues, 1915, un
año antes, de su llegada a Gerona y no como muchos historiadores aún siguen afirmando
En estos momentos la ciudad vivía bajo los dictámenes noucentistas que ofrecía
tan sólo se recordaban algunas revistas modernistas como Gerunda (1901), Armonia
Para Narcís Comadira, ambos artistas procedían de dos variantes del movimiento
Enderroch, donde participaba el poeta Xavier Montsalvatge, cuyo padre, Francesc, era el
coincidiendo con el inicio del noucentisme, y el joven poeta Xavier Montsalvatge serán
412
Gerona.
a
Rafael Masó construyó el edificio de esta entidad, hoy en día desaparecido. De
carácter noucentista proyectó un templo griego concebido para situar en su fachada una a
recubría parte del edificio (34). Como señala Narcis Comadira 1 Joan Tarrús, “A thenea>
como edificio> es la expresión formal de las ideas que la propia Página Artística de La ¡>eu ha ido u
detectando y definiendo. En este momento> el edificio de Athenea y los primeros frescos de Torres
García definen la plástica noucentista, dentro de esta corriente idealista que quiere enlazar con las
Este nuevo foco noucentista durará tan sólo cuatro años, hasta 1917. En sus años —
Aragay, Josep Aguilar, Martí Gimeno, J. de Togores, Manolo Hugué, etc., además de las a
u
.fl3
entre otros y se leyeron poemas de Josep Carnet, LlorenQ Riber, López-Picó, Guerau de
Liost, etc. La Sociedad había nacido para “fomentar y proteger una obra cultural en favor de la
después de ser rechazado por parte del Ayuntamiento el proyecto de Masó donde
la entrada de la sala colocó unos carteles que escandalizaron a los visitantes; uno de
señalaba que el joven pintor había despertado un gran interés en los círculos artísticos de
Gerona, donde su arte arbitrario era motivo de debate. Reconociendo sus dotes para el
color y el dibujo, rechazaba la falta de sentimiento que tienen sus obras, consideradas
como frías y extrañas con colores llamativos que pertenecen al arte primitivo a diferencia
del arte noucentista catalán: “~Vosoltres tot í reconeíxent-li ser un artista> el troven equivocat que 1’
escola que conreva és arbitraria í que ¡ ‘art no és aquest el que nosoltres sentím í una cosa que no >s
Gerona donde ‘la labor de este pintor ha sido> sin duda, calurosamente discutida en nuestra ciudad
pero es lo cierto que ella ha llamado poderosamente la atención y hasta ha conseguido la adhesión y
simpatía de los que creen que la pintura de Lagar va por los derroteros por donde se encamino el arte
Tras ésta, la Sociedad acogió la obra del austriaco Myrbach (40) quien practicaba
un arte tan realista, casi fotográfico, que chocaba con las extrañas obras pIanistas de
414
Lagar que ante esta muestra terminada por olvidarse. Al respecto, Colorit escribía “En
a
Sí rbarch amb les seves obres ens dona una sensació de realitad> resolr admirablement la perspectiva
dona al colorir la nota exacta de la natura: tant exacta> que sembla una fotografla en colors. El públic, a
que ana desorientar en la exposición den Lagar> al trobarse amh una pintura diferenta i rant bonica,
u;
acabará de tirar a terra tota la poca simpatía que pogués tenir per els quadros den Lagar’> (41).
1914, tenía como director a Josep Tharrats, además de escritores como Lloren~ Riber, e
Velí i Non había publicado con respecto a la Exposición de Lagar en Gerona. Los U
redactores de VeIl ¡ Non sostenían que el ambiente artístico gerundés era todavía muy
u
atrasado como para exponer y entender la pintura pIanista de Lagar. Ante estos juicios,
U
por un lado, la revista Cultura respondía a Ve/li Non, a la que comparaba como una hoja
de un dominical de cualquier parroquia, que Lagar se había adaptado perfectamente al
U
ambiente de Gerona y que tras su éxito, los coleccionistas habían comprado parte de su
a
obras (42). Por otro lado, Aigua-Forts salía al paso declarando que no era tan precaria la
situación cultural de Gerona puesto que sus anteriores exposiciones como las pinturas de
propios redactores “entablar polémica sobre el criterio que cada uno pueda sostener sobre las u’
orientaciones y las obras más modernas de los pintores más adelantados>’ (43).
U
a
415
modernas pinturas de Lagar, que tanto en Barcelona como en Gerona eran consideradas
como un arte de vanguardia español y, por ello, un deseo de exponer en ambas ciudades
cultural.
realizados en Gerona, como las Torres de San Pedro y de San Félix, el valle de San
impresiones parisienses del “bali Bullier” y un obra de Hortensia Begué. De nuevo las
críticas fueron favorables; tras el pequeño altercado con las revistas gerundenses, VeIl
Non recogia la muestra de Lagar calificando sus obras de “un ron valor por su equilibrado
conjunto, su composición constructiva y su color fresco. Se diría que en la paleto de Lagar los colores
Lagar pasa parte del año 1916 realizando numerosas excursiones por la zona
costera de Cataluña, como Blanes, cuyos recuerdos quedarán expuestos en los cuadros
que allí pintó, dos de los cuales figuraron en la gran Exposición retrospectiva de su obra
revista. Diez días más tarde, salía el primer número de su publicación saludando a sus
lectores: “Barcelona hace tiempo que se había manifestado con una avanzada del movimiento
u
intelectual de las tierras hispánicas hacia Europa... La Revista Nova se propone contribuir en esta
mirada con la ayuda de las voluntades del valor reconocido que se encuentra disperso (46) y
Correo de las Letras y de las Artes. Para Ricard Mas Peinado, se trata de una de las
revistas que por sus variados temas artísticos llega a ser comparada con otras europeas u
como la italiana Lcscerba, la belga L >Effort Libre, la alemana Die Kunst, la inglesa The
U
Studio, las francesas Nauvelle Revise FranQaise, Gazetre des Beaux Arts, o las catalanas
todas las corrientes, desde los artículos de Joan Sacs sobre Albert Marquet, Lhote,
a
Cézanne, Odilon Redon o su nueva revisión sobre “la teoría”, “el estilo”, “la filiación” y
“la crítica” al cubismo, hasta los de Francese Pujols sobre “Cubisme y Futurisme” o la
Celso Lagar con rasgos muy afines a sus primeras composiciones del año 1915 a
siguiendo muchas de las características del arte de Modigliani y del arte primitivo como
u’
417
4-
Dibujo
(Revista Nova, Barcelona, 15-6-1916)
A finales del mes siguiente, Lagar vuelve a publicar otro dibujo. Se trata de otro
desnudo femenino pero esta vez sentado. Todavía conserva los trazos rápidos y finos de
los dibujos de su amigo Modigliani a la vez que el rostro ovalado; también se han
simplificado los rasgos fisicos, muy similares a los que hará, poco después, su amigo
Rafael Barradas, relación de la que hablaremos más tarde, como los cuadros de éste
418
acerca a la plástica noucentista. Así, por ejemplo, este desnudo se aproxima a la estética
e
de los desnudos de Sunyer, donde el placer y la sensualidad de la mujer mediterránea se
advierte en las formas de la figura y en su postura, dibujo que también se asemeja a los
apuntes que realizará en 1918 para la revista Un Enemic del Poble. Se trata de una
u
recuperación de la forma a través de la estética naucestista que proclama Eugenio
d’Ors.
~tc Dibujo
e
noviembre donde presenta un dibujo de un grabado que ocupa toda la portada de esta
e
publicación. Se pueden advertir algunas connotaciones vanguardistas como los rasgos de
u’
u’:
419
REVIST* NOVA
Aa,I¡.S...a ~..a.fl.’ t4 SASCÉLON ‘~—~~—‘ — ~ 1
I¡< ir
1
A’
JIY ->,r- a.
Grabado
(Revista Nova, Barcelona, 15-11-1916)
por Santiago Segura en 1915, en la calle Gran Vía de les Corts Catalanes y destinadas,
420
La revista artística VeIl ¡ Non (48) y el diario catalán La Veu de Catalunya frieron
a>
los que más datos revelaron sobre las pinturas de Lagar. La primera publicaba el regreso
verdadera lección de energía y de renovación a muchos de nuestros artistas, que aún cierran los ojos u;
dibujos y pinturas del artista, a quien consideraba perteneciente a la escuela fauve, pero
u’
puntualizando que “había suavizado más ciertas expresiones y con la materia sensibilizada expresa
que seguían las de Enric Casanovas, Pasqual Monturiol, Pinazo, La Sociedad de Artistas
Vascos con Zuloaga, Gaiwey, Triadó, Gonzalo Bilbao y la Exposición de Les Arts i els u’
u;
421
Dalmau como la del cubista Gleizes celebrada en junio de 1916, la de Maria Laurencin,
Dufil (sic) y la de los simultaneistas, aunque éstas últimas no se llegaron a realizar (51).
vanguardia con los que había creado el planismo: el fauvismo, el cezannismo, el cubismo
y el futurismo.
“De la incorrección en el Arte Moderno”. El crítico de arte, seudónimo del pintor Feliu
Cataluña. Elías, según Miquel Molins, “no se insertó en la operación noucenhsta» (52) aunque
Junceda, que atacaba directamente a la Lliga Regionalista de Prat de la Riba. Joan Sacs,
noucentisme. Su idea sobre el arte catalán, como la de los noucentistas, era alcanzar la
modernidad aunque fiera a través del arte francés, principalmente, vía Cézanne por sus
dotes de observación. En la Revista Nova, como dijimos más arriba, publicará lo que
ideas e intuiciones hasta entonces dispersas>’ (53) sobre el cubismo que, más tarde, reuniría en
moderno pero señalando el abandono de Cézanne por los cubistas. Para él la idea
E,
422
cezanniana no está unida al cubismo ya que éste abandona toda la estética del pasado. La u
pintura cubista por ser un arte que tiende a ser intelectual y conceptual se presenta, en
e
palabras de Joan Sacs, “inteligible y monstruosa’> (54). Se opone a Cézanne, en quien el
sentido geométrico de sus formas no se deriva a líneas sino a volúmenes como el cono, el
cilindro, el cubo y la esfera. La afinidad del cubismo, según Joan Sacs, está en el
e
simbolismo de Rimbaud y Mallarmé puesto que el cubismo en su pretensión a lo sintético
o simbólico es como “una distensión del simbolismo literario” (55). Después de la escuela u
impresionista, el arte influido por el simbolismo “no descubre nada> sólo disecan> analizan,
e
exploran y profundizan en las nuevas adquisiciones’> (56) mientras que a partir de Cézarme y los
de los impresionistas, simbolistas y la pintura fauve que recibió de Cézanne “su credo que
es la misma evidencia para los que saben ver... Tenemos> pues, que la asime fría> la deformación y el e
el de Sacs, quien augura la valentía de sus obras: ‘Ninguno de nuestros pintores ha pintado
como este ‘fauve» este feroz’ Salmantino. Hay que compararlo con los franceses. Tal vez Oton Friez,
Havden, Camoin... muchos otros” (58); además de intuir en ellas un acercamiento al cubismo U
arte propiamente dicho del autor, porque son recuerdos de su estancia en Paris.
a
El critico también alude a la problemática que sostenía el discurso noucentista
con la pintura cubista. Desde las primeras llamadas de Doménec Caríes, en La Ven de
Catalunya (1911) ante la aparición del cubismo; las de Rafael Benet y Vancelís ante la
a
u
~423
la propia tradición francesa del arte de Poussin, Corot, etc.; pasando por las teorías de
críticos catalanes como Joaquín Folch i Torres, quien defiende un arte nacional, o las de
Josep M. Junoy, partidario de un arte mediterraneista; hasta llegar a las del propio d’Ors,
quien entiende el cubismo como una escuela que carece de ritmo y armonía, cuyo
Joan Sacs reparará en los fuertes colores de los cuadros de Celso Lagar en donde
primitivista de Gauguin. a quien el mismo Joan Saes había considerado como “un vicio
deformista” (59). El arte de Cézanne, sobre todo en su última etapa, sufre algunas
deformaciones que son entendidas por Sacs como inconsciencias a diferencia de las
reflexivas de Gauguin que denomina “literatura imaginada”, mientras que la del primero
estructura espacial del pintor provenzal aunque Lagar aún no ha abandonado la tendencia
“Pero es que la pintura de este adolescente que exhibe sus obras por segunda vez> tiene otras
filiaciones: el cubismo. Sus veleidades cubistas son notorias> aunque intennitentes. Su fauvismo> o
ferocismo está más cercano a Cézanne que a Gauguin: es más estructurista que primitivista» (61).
Exposición de Lagar, la siguiente fue la de Romá Jorí, periodista y crítico de arte afin a
E,
424
las teorías noucentistas de d’Ors. El artículo de Jorí presenta la primera reflexión sobre el w
planismo de Lagar, partiendo de comentarios del arquitecto Gaudí, quien al examinar sus
e
obras reparó en la tendencia analítica por su construcción, más que en la sintética, teoría
ésta a la que se inscribía Lagar: “Precisamente... Salamanca ha sido tierra de grandes analistas’
(62).
e
Ante la opinión del arquitecto, Romá Jorí se planteaba una disyuntiva, creer en la
obra de un fauve como analítico o aceptar la síntesis de las formas a pesar que lo que u
más le interesa es el color de las obras de Lagar por su capacidad para ofrecer
u
sensaciones. El cubismo al ser un arte cerebral que, como sabemos, para el grupo
noucentista no produce la sensibilidad que busca, Jori ante estas composiciones donde el a>
cubismo y el futurismo están presentes se detiene en los colores idóneos para adquirir la
a
armonía en las formas de los objetos. Sin embargo, esa armonía ha de encontrarse en la
a>
Bellas Artes. Al respecto, Romá Jorí se había referido con anterioridad al hablar del
u’
cubismo a la Exposición de Dalinau en 1912. El crítico ponía como ejemplo un cuadro
“Todo está desproporcionado. Toda la ciudad amurallada se presenta ante nuestros ojos en
e
una sabia y ponderada distribución. Toda la ciudad con sus edificios no es nada más que un motivo
ornamental. Y el conjunto no puede ser más maravilloso. Queda la expresión del dolor> del carácter> en
u’
Por ello, tanto el fauvismo, el cubismo como el arte moderno tienden a una
reacción contra “el amaneramiento. Como un grito contra los que se adormecen” (64). Las
a
nuevas concepciones pictóricas se interesan por la materia de los objetos como indicador
e
a.
425
de una renovación del arte moderno. Los colores de Lagar tienen sentimiento, por ello,
no es un arte cerebral como el cubismo, pero producen una “fatiga” que da validez a su
modernidad. “Peró tenim de creure que és sana aquella serenor> aquielí repás de 1 >esperit? No
podríem titular-lo potser peresa? tenin masa por d ‘inquietar-nos nosaltres mateixos per a despertar els
nostres sentits adormits> volent> devegades, que >ns donguin les coses fetes> has e/s sentiments, fas les
sensac¡ons» (65). Por esta razón, el critico dice que las obras de Lagar son inquietas por
eso ‘fugen tots quants tenen por del cansanci de sentir> com aque lis que s ‘espanten de tenir de
pensar” (66). Finalmente, Jorí alude a ¡a influencia directa de Cézanne como cualidad y
no como deficiencia porque, como ya sabemos, la obra de Cézanne fue aceptada por los
medio más para difUndir tanto procedimientos pictóricos como una estructuración
geométrica, derivados de Cézanne y recogidos por los cubistas; los colores planos y
puros procedentes de los fauvistas como para aspirar a una pintura donde los sentidos, la
armonía, no son abstracción sino idealismo que se puntualiza en un artista español - por
Para el crítico del diario El Progreso, Celso partía de los impresionistas para
terminar en teorías simplificadoras. Colores puros y trazos limpios en sus lineas formaban
sus paisajes, aunque había otras obras que por su primitivismo le recordaban a figuras
parisinas: .4 la pintura briosa> fresca y triunfante de sus paisajes de los .4 Itas Pirineos> que une a la
e
emoción y rica sensibilidad de sus primeros lienzos un mayor dominio de los medios y mayor fuerza
diríase que en ciertas obras> sintiendo el pintor añoranza de su antiguo arte de la línea y de los
e
volúmenes> la renueva su cariñosa solicitud y trata de ensamblarla con el arte de los colores” (69).
puede alcanzar a grandes artistas catalanes: “no existe aún acuerdo definitivo; por encima de
esa que podríamos llamar curiosidad inquieta de un artista de talento, que se aventura osadamente por
a
los más peligrosos vericuetos sin sentir desmayos ni timideces ante lo desconocido> predomina una
influencia que> naturalmente> tratándose de un arti staformado al calor de la moderna pintura francesa>
no puede ser otra que la del verdadero progenitor de esta que en otras épocas se hubiera llamado
escuela. u’
Esta influencia sentida sin abdicar de la propia manera de ser> ni sujetar a ella la personal
e
observación ni los particulares puntos de vista> es la que guía al novel pintor> llamado indudablemente
(70). 0
e.
427
Otro de los grandes críticos noucentistas fue Joaquim Folch i Torres, escritor de
La Veu de Catalunya y difusor, según Mercé Vidal, ‘de las teorias más influyentes en jóvenes
Folch i Iones suponía una relación entre la cultura y la ideología política donde el
decir, al mito de lo popular. Esta defensa por al arte nacional con base noucentista se
puramente sensitivo: “Les coses que el ha vist s ‘ha admirablement adeletat, son les fórmules d ‘una
sensibilitat nava> sobre les quals, posats a considerar i admetre la pintura com a una art de pura
sensibilitat” (72).
no desmiente que su influencia no deja de ser francesa y, por ello, su falta de carácter
nacional: “L ‘art den Lagar pertany a aquesta corrent subjectivista que> reaccionant contra
realitat> els ritmes i les harmonies que hi ha en ella> o elfer la realitat per a produir un ritme idea¿ hi
va un abim profundíssim que separa de cap aquesta pintura de la deIs grans mestres del segle XLXI
Dins d ‘aquesta corrent subjetivista> En Lagar es un pintor trapd i dintingit. Iii ha en les seves
obres> tal vegada mes fórmules de frescor i d ‘ingenuitat que frescor propiament dita. La natura és vista
por eh a través del record de les petites sales a’ ‘exposició deis marxaats distingas de París> ¡ no
obstant, i les seves grans dots de pintor> la pintura d En Lagar se la seat excessivament preocupada’>
(73).
Si para gran parte de la crítica catalana el arte de Lagar podía admitirse porque
como Martí Casanovas (74) vejan en el planismo una de las últimas novedades de “la
e
imaginación ultra-cubista” y por ello defendían la crítica tradicional frente a los que
amparaban la vanguardista:
u>
de nuestra crítica. Que ahora, sin embargo, acaba de causarnos una inexplicable decepción.
AY ‘corno un> revolucionario> ni ‘como un’ radical ninguno la ganará a ella. Un día alguien
tiene la idea, un poco temeraria> de pronunciar> delante de nuestra crítica una palabra sola:
decoración. ¡Qué va a decir! ¿qué campo no abriría cdii ésta para Ids especulaciones~ estéticús Y
sociológicas?... Pintura plana: los muras deben horadarse, ¿qué es eso de pintura de caballete? y las
Si
anatomías llegan hasta el inofensivo coleccionista> digamos de una manera aviv grave, que las cuadros
por nada influirán en la estética doméstica> y que no se ha preocupado con todo eso (no cabe decir el
e
pasmo ante esta furiosa diatriva, cundió entre la honorable comunión impresionista). Nos traen el
cubismo y también quieren serlo; y Gaudi ya les parece académico, ¿Nunca se ha visto nada más sabio O
que el cubisino?...
a
Vengan, vengan cubistas> buenas y dolientes que todos caben allí. Un día expone Celso Lagar>
y las exclamaciones paradójicas brotan de una manera espontánea y viva- genial, sencillamente genial>
e.
este chico. No tanto> pensamos nosotros, un poco temerosos ante esta furiosa aleada. No tanto dicen
ahora ellos mismos, no tanto. ¿Qué habrá pasado desde entonces? Qué le pasará a este pobre Lagar> a
casi genio ayer; hoy presentándose ante nosotros como un ser casi vegetativo...
a
No sabemos, aún; tal vez alguna última imaginación ultra-cubista que no conocemos> ¿ que
haga académico al mismo cubismo? Quizáfuera demasiado. Quizá> (digámoslo muy bajito, bajito) qué
e
nuestra critica se hace académica. liso, sencillamentesería fatal;faltos de los aires nuevos que ella nos
a
La primera aparición pública en la Galería Dalmau de Josep Dalmau fue decisiva
para Celso Lagar, quien en tan sólo un año conseguiría preparar tres exposiciones E
e
429
individuales, una en Gerona y dos en Barcelona. Esa de las Galerías Layetanas era su
cuarta exhibición realizada en tierras catalanas. La presentación del catálogo fue muy
breve, en la portada aparecía el titulo de la muestra, Exposició Ceis Lagar, un dibujo del
(Hautes Pyrennées), El Riu (Girona), El Tren de FranQa, Carní de Sant Daniel, “El
Trigal ‘, El “Pont-neuf” (Collecció particular), Nu, Les noles fent punta, Ensaig de
¡bern per planisme (CoUlecció Cherón, Galeriees des Indépendants), Estudi, Estudi de
¡‘estatua, L ‘ampolla verda, Natura Morra del “Jaurnal”, El Fiat de pornes, La Nola de
Pyrennées), Canil de lafont (Girona), El Segador, Sant Pere (Girona), Iglesia de Santa
]lors; 10 aguadas: La cullita, Cap de new, Natura Morra, Estudi pera el grupu tallat
arnb pedra “Le Printemps>’. 1914, Maternitar, Paisatge de Blanes, Retrar d’un borne,
de los cuerpos en 1915, se han transformado en notas más realistas, augurío de algunas
los cuadros presentados. Así, por ejemplo, partiendo de la obra n0 1 de la lista de obras,
Jugadors d’Hostal, fue publicada en varias ocasiones, la primera en llustració Catalana,
el 8 de octubre de 1916 como motivo a la muestra, y la segunda en el artículo que Santos u>.
e’
Si
análisis, únicamente, a través de la forma. De tal manera, nos encontramos ante una
a
composición cuyo tema había sido elegido por Cézanne en la década de los 90, Los
Museum of Art, Nueva York) o bien, Los jugadores de cartas, 1890-1895 (Óleo sobre
lienzo, 47’5 x 57 cm, Musée d’Orsay, París). Lagar, al igual que Cézanne, intenta
a
integrar a los jugadores de cartas en un entorno natural representado por una ventana
que se abre al espectador y por los numerosos objetos de la mesa como una copa o una
It-
431
botella. Existen también varios dibujos sobre el mismo tema (76) en los que Lagar intenta
Galerías Layetanas. Bajo el título El pont es publicada la obra en la revista Velí i Noii.
Dos arcadas del puente dividen la composición en dos partes casi iguales. A través de
general, el artista tiende a una idea de superficie plana en donde se conjugan los tres
Carní de Sant Daniel, (Óleo sobre lienzo, 100 x lOO cm, Colección Particular,
Galligans, cuenta Xavier Montsalvatge (78) que también se expusieron en la Galerie des
lndépendants de París en 1916, dato que no hemos podido corroborar pero sí cotejar con
el propio catálogo de la Exposición de las Galerías Layetanas (1916) donde una de sus
obras Ensaig de 1km per plarnsme aparece un paréntesis que indica su pertenencia a la
Siguiendo con el artículo de Xavier Montsalvatge, éste nos describe cómo Lagar
se sumerge por tierras gerundenses donde su arte “cerebral> profundo y áspero” (79) intenta
432
color de Lagar, la primera procedente del Midi Francés, donde sus obras son más
e
luminosas, y la segunda, derivada de los tonos oscuros, negros y mates de la tierra
castellana. Se eligen, pues, las obras coloristas aunque estén trazadas con breves
e
pinceladas pero dan la visión completa del paisaje como en este caso. La temática no
u
puede ser más noucentista, Lagar presenta el amplio valle catalán con sus casas e iglesia
donde se encuentra paciendo un rebaño de ovejas y un pastor bajo un árbol toca
Pastoral (1910-1911) (Óleo sobre lienzo 106 x 152 cm, Colleción Juan A. Maragail, u>
camino que seguirán otros pintores catalanes de esta época como Ricart, Josep Togores,
u
433
árboles son grandes unidades de color que se integran unas con otras. No obstante,
recurre a los colores puros de los fauves. Siguiendo su técnica pIanista Lagar defiende,
ante todo, grandes masas planas de color delimitadas por finas lineas que determinan esas
Cézanne y Derain.
de sus obras pIanistas más tempranas, bajo el titulo Ensaíg de llum per planisme, (Oleo
(octubre de 1916) bajo el nombre de “Pintura”. Si Lagar toma todos aquellos recursos
que le sirven para expresar su poética pIanista, ahora se decanta por los lenguajes más
analizan los planos en su esquema geómetrico para rehacerlos más tarde, Lagar en su
estudio de luz sobre planos presenta una atmósfera constituida por amplios píanos donde
sitúa en primer lugar a una muchacha ante una mesa con un plato de frutas, una botella y
una silla. La cabeza de la muchacha mantiene la misma postura que en sus primeras
e’
composiciones derivada de los rostros ovalados y los finos trazos de las caras de
e
Modigliani. Bajo una leve inspiración futurista, cuya técnica debió conocer en 1912,
cuando los futuristas italianos realizan su muestra en Paris, Lagar desdobla el rostro de la u>
muchachA para ofrecer un efecto de la luz o bien dar una pequeña visión de movilidad o
u>
dinamismo. Partiendo de la preocupación de los volúmenes de Cézanne y acercándose a
una visión múltiple de los objetos, la luz irradia sobre la figura y el bodegón u>
u’
Si
(VelliNou,Barcelona, 1-10-1916)
a
a-
435
con los números 13 y 23 del catálogo. Fue publicado en Vell i Nou con motivo de la
muestra, bajo el nombre Els arbres. Lagar, al igual que Derain en Pinar Cassis (1907)
(Óleo sobre lienzo, 54 x 65 cm, Museo de Cantini, Marsella) resuelve la problemática del
había iniciado la misma tarea como en El gran pino (h. 1896. Óleo sobre lienzo 84 x 92
Sin embargo, esta obra se puede asociar al reinante noucentisme catalán, no sólo
por reunir algunas de las características del movimiento como líneas las formas convexas
cultural catalana como son los murales románicos de la región que ofrecen ese
sentimiento del paisaje idílico al que se adscriben todos los noucentistas. En concreto,
podemos remitimos a obras realizadas en ese mismo año por artistas noucentistas como
Sunyer, en su Paisaje de Fornalutx con el pueblo alfondo (1916), (Óleo sobre tela, 100
nombre La Cafetiére (Oleo sobre lienzo, 58,5 x 81,5 cm, Colección C. Kalman,
Londres).
espectador una mesa con un frutero, una copa, una tetera, una taza y una cuchara.
decorativa procedente en sus origenes del Art Nouveau, de los Nabis y de la pintura
a’.
influencia del maestro de Provence como punto de partida del arte constructivo que,
según Lagar, muestra en los objetos “su valor arquitectónico y estructural” (84). Los
u
volúmenes existentes entre unos objetos y otros son denominados por Lagar como
e
“rntenores” porque son “la compenetración del ambiente y el aire dentro de una superficie plana’
(85). e
u’
e.
4.-,’ a
a’.
La Ca!etiére a
(Óleo sobre lienzo, 58’5 x 81’5 cm, ColecciónKalnian)
a
e.
437
contacto con las cosas. De esta manera, vemos cómo Lagar capta estas sensaciones en
los colores de la cafetera, azul y amarillo, y los de las manzanas. Ambos se integran en
uno mismo aunque existan diferentes calidades, las blandas y suaves manzanas con la
compuesto por un jarrón de flores y un libro encima de una mesa. De nuevo, se remite al
bodegón para expresar una estabilidad que queda marcada en el jarrón con flores ya que
divide la composición en dos partes iguales. Las manzanas y los objetos de cocina de
Cézanne son sustituidos por un libro y varios elementos que se asemejan más a las obras
preparatorio (86). Muy diferente a la obra anterior, el artista inicia otro análisis de la
forma en los objetos a través de luz. Ésta parece provenir del lado izquierdo de la
composición proyectando sobre los objetos varios planos rectos que siguen la misma
dirección parándose tan sólo ante la fuerza de una linea convexa. Se puede advertir,
también, en esta composición una de las características tempranas del planismo de Celso
Lagar, las formas cuadriculadas que aparecen en la superficie de la obra, recurso que
había sido utilizado, anteriormente, por cubistas como Juan Gris, Picasso, Derain... y
será empleado, posteriormente, en las obras de Rafael Barradas, Torres García o Joan
Miró.
438
U
Natura mona de ¡ >estatua
(No localizada)
u
y uno de sus mejores apoyos para integrarse en el ambiente cultural de la ciudad, Lagar a
nos presenta al escritor sentado y apoyado en una mesa. En este cuadro se pueden
observar los dos lenguajes principales del planismo de Lagar. En un primer píano, el
u
primero, la figura de Xavier Montsalvatge y la mesa con tres libros superpuestos, el
Cézanne o a los de los fauves como en el retrato Luden Gilbert de Derain (1905) (Oleo a
sobre lienzo, 81’3 x 60’3 cm, The Metropolitan Museum of Art, Nueva York). En un
e
segundo plano, nos encontramos con un nuevo intento de planismo más puro donde
varias líneas proyectan planos en forma de zigzags que rompen con la quietud y el u
e
439
tres libros, que en cierta manera, vienen a romper el equilibrio del que gozaba el
retratado.
Retrato de XavierMontsa¡vatge
(Óleo sobre lienzo, 58 x 67 cm, Col. part., Barcelona)
dibujo más fiel al modelo y quizá con técnica más académica aunque sigue observándose
Otro tema de paisaje fue el marino, bajo el título Les barques y con el n0 31 en el
catálogo, Lagar nos ofrece una visión de los pequeños pueblos costeros catalanes.
geométrica de los objetos, en este caso las casas en un segundo plano, mientras que las
a la aguada y tres dibujos. De éstos últimos, dos fueron publicados en la revista VeIl ¡ u’
Noii (88) y el tercero es el dibujo de un hombre con el n0 7, bajo el titulo Retrat dun
home.
u
En la lista de las aguadas Natura Mona, (Collage y aguada sobre papel, 32 x 24
cm, Subastas Hotel Drouot 30-5-1990) ocupa el n0 3 del catálogo. Se trata de uno de los —
pocos collages, tal vez el único, que Lagar realizó durante su periodo en España. Si bien
u>
la incorporación de Lagar al cubismo es de una forma muy personal y, en pocas
mt
Ss’-
Celso Lagar. Natura Mona (1916) Rafael Barradas. Collage Naipes y carta
a
Torres-García, 1919
e
441
la recapitulación muy personal del cubismo sintético por la incorporación del papier
collé. En estas composiciones el espacio pictórico se hace aún más plano, aunque se
buscan otros elementos para dar relieve como el color, las sombras, las luces o la
superposición de planos. Algunos de estos recursos son los que toma Lagar para
componer este collage. A través de dos etiquetas - una de ellas, tomada de un liquido
para fijar el papel fotografiado y, la otra, parece ser una muestra de un cartón de tabaco -
que componen los objetos principales de la composicion: una botella y una cajetilla de
tabaco; Lagar recurre al sombreado y a las superficies planas formadas por ángulos
Esta obra se asemeja, por ejemplo, a las que su amigo, el uruguayo Rafael
collage sobre papel blanco, 23 x 29 cm, Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales,
Inspirándose en la misma postura inclinada de las cabezas del pintor italiano, Lagar
/ a
Desnudos
(VelIiNou, Barcelona, 1-10-1916) a
a
En cuanto a los cuerpos de las figuras se advienen, todavía, algunas notas
modiglianescas como la redondez de los pechos o las amplias caderas. Sin embargo, algo a
ha cambiado; en primer lugar, nos encontramos con un cambio de postura, la mujer está
a
sentada o bien porta una especie de paño y, en segundo lugar, los trazos firmes que
u
u
443
componían sus pnmeras obras son ahora más numerosos lo que aumenta las
primitivismo de sus figuras: “Tienen todas ellas no se qué de hombres y mujeres prehistóricos. De
prototipo de hombres de una época determinada que hallamos en las viejas inscripciones, mausoleos y
jeroglíficos>’ (89).
Por último, el dibujo Retrat d’un home, Lagar lo presenta de perfil en la mitad de
la composición mientras que, en la otra mitad, está ocupado por un bodegón que se
queda en un segundo término. Mediante firmes trazos de líneas curvas y rectas compone
circulares.
en la Exposición de Legionarios.
Madrid representaba para los artistas uno de los principales lugares artísticos en
donde por su oficialidad, si se triunfaba se alcanzaba la fama y con ella la venta de las
e’
obras. Sin embargo, por aquel entonces, Madrid no posee ni burguesia o clase social
capaz de respaldar los trabajos de los más adelantados a la modernidad ni, menos aún,
madrileño. A pesar de la capitalidad de la ciudad, ésta seguía siendo una urbe intelectual
a
muy pequeña donde el mundo de las artes y de las letras abría poco a poco sus puertas a
la renovación cultural. La tertulia más antigua era la de Ramón en el Café Pombo. Desde U
seña sustituida por otra de mayor empuje, la presidida por el portavoz del ultraísmo,
Rafael Cansinos Asséns.
A partir de 1917, Lagar comenzó a asistir a la tertulia de Pombo los sábados por
a
la noche. Quizás fueron sus intervenciones públicas en la capital - la Exposición de
a
445
que motivó sus apariciones en Pombo, lugar donde pudo conocer a más artistas e
intelectuales. Pero, como su fUndador indica, Lagar fUe un pombiano de segunda hora.
nacimiento, sino a la segunda de 1916 aunque historiadores como Narciso Alba la sitúan
en 1910 (90). Así quedó imprimido en el primer libro de Pombo en 1918, (Madrid.
Imprenta Mesón de Paños, 9). En realidad, era “el café y botillería Pombo”, no se trataba
de un Meneo sino, según las palabras de su fUndador era “como andén de la vida, como lugar
en que entrar y no ser nadie, sino uno mismo... Pombo nunca ha tenido normas, ni programas, siendo
fiel al lema español de la individualidad.., la única lucha seria de Pombo es contra el amaneramiento”
(91).
Más tarde, en otra versión, Ramón redactaría otro texto para Pombo en el que
dejó reflejado un dibujo de Celso Lagar bajo el titulo Una fantasía de Celso Lagar sobre
e
Pombo (92). El artista, que pasó algunas de sus horas dibujando en colectivo como era
costumbre, dejó inmortalizada como si de una instantánea se tratara a una pareja, quizás
él mismo junto a su esposa, alrededor de una botella y una copa. Se trata de un breve
mt
apunte en el que se dejan sentir fUgaces trazos discontinuos que nos aproximan a notas
todos aquellos que pasaron por la tertulia; entre ellos se encuentra la de Celso Lagar
e
(93).
sus exhibiciones renovaba el ambiente artístico. Los salones Vilches, el Salón de Arte
e
Moderno, el Salón Iturrioz, las salas del Hotel Palace,... así como el Círculo de Bellas de
e
Artes que, en 1916, iniciaba la formación de un comercio artístico en la capital (94),
invitaban a los artistas más destacados de la Península, al tiempo que otros intentaban
que habían ido cuajando en años anteriores se sintieron fUertes para salir a la luz, hecho
e’
éste que propició la aparición de la nueva intelectualidad española (95). Será
precisamente aquí, dentro de este mundo, donde Celso Lagar pasó su primera estancia
madrileña. A pesar de la neutralidad que Alfonso XIII había tomado ante la guerra, la
e’
división española entre germanófilos y aliadófilos se convirtió en una batalla ideológica
e
entre los intelectuales (96). El nuevo rumbo que toman los acaecimientos politicos se
u’
e
447
muestra vino a ser un gesto aliadófilo que se complementaria con su asistencia al acto
n0 8. Esta era la primera vez que exhibía en Madrid su colección particular compuesta
por obras pIanistas.
Josep Dalmau, en Madrid, otro galerista, el director de la Galería General de Arte había
fUeran académicos, modernos o ultramodernos podían mostrar sus obras cada 20 días.
Dicha labor había comenzado, como dijimos más arriba, en 1916 por iniciativa del
contemporaneo que organizó la misma galería donde se exhibieron más de 130 obras de
Padrilla, Chicharro, Ferrant, Plasencia, Poy Dalmau, Alcalá Galiano, Santa María, etc. Al
lado de estas obras, que representaban un arte reconocido por la crítica y el público, se
encontraban las manifestaciones vanguardistas de Celso Lagar así como las de otros
artistas más jóvenes como Antonio Jiménez, Fuster y Benito Tegeria. También en el mes
448
Argentinos (98) en el Salón del Palace Hotel que ofrecía unas obras con fUertes
de Lagar, lo que nos sigue confirmando el carácter vanguardista de Lagar así como la
poco ambiguo aunque la fUente principal de la que partamos sean las crónicas artísticas. u’
del fUturismo. Sin embargo, su modernidad, es decir, su estilo personal produce tal
e,
confUsión que es incomprensible y de ahí su total rechazo.
u’
demostraban algunos de sus dibujos como el n0 30 titulado Cabeza; sin embargo, todo lo
demás tenía un estilo propio, su planismo, que según el crítico “ni parece a Picasso ni a
Boccioni, ni a Carrá ni a Severini; pero va tras ellos, labrándose una personalidad, no para ingresar
en la Academia de San Fernando, sino para figurar al lado de nuestros más exaltados futurísta.s de la
Ciertas son algunas de las palabras que publicaba el crítico (100), por un lado, el
u’
fUturistas españoles. Pero, ¿qué fUturistas? Mientras que el planismo surgía desde 1915 y
a
e
449
Iones García. Sobre todo, el primero, el formado en los principales núcleos fUturistas
1909, cuando el líder del movimiento Marmnetti hace público su manifiesto en París y
siguiente, Ramón escribirá su propia proclama, al lado de la que el fUturista italiano había
dedicado a los españoles mientras que en Barcelona, ese mismo año La Véu de
Catalunya se hacía eco del Manifiesto de los pintores fUturistas. El siguiente hito fUe la
Exposición fUturista de París en 1912, evento del que llegaron a los diarios de Barcelona
algunos de los párrafos del texto del catálogo. Igual que pasó con el cubismo, el
noucentisme se encontró con la primera horda fUturista a la que no acogería con mucho
artistas peninsulares que volvían de Italia y París quienes muestran los primeros detalles
fUturistas en las artes plásticas españolas, ya sean periodísticas o reflejadas en las obra de
arte: Doménech Caríes, Enric C. Ricart, Rafael Sala, Rafael Barradas y Celso Lagar.
También algunas revistas se harán eco del movimiento como las catalanas Revista Nova,
Mientras que todo esto había ocurrido en Cataluña, Madrid contaba con dos
por Ramón Gómez de la Serna. Las obras más polémicas de la muestra frieron las de
450
Diego Rivera vista como una interpretación de técnica mixta de fUturismo y cubismo.
Esta interpretación que se realizó del cubismo donde se incluía, también, el fUturismo
u’
pasó a ser para los críticos una de las constantes en las crónicas artísticas aunque; dicho
término fUe mencionado en varias ocasiones, uno de las más tempranas fUe en 1913, en
El Año Artístico de Gabriel García Maroto (101). Más tarde, sería su amigo José
e
Francés, quien atraído por la idea del Año Artístico de Maroto comenzarla en 1915 el
Por tanto, fUe con la muestra de Celso Lagar, en marzo de 1917, en la Galería
a
General de Arte Moderno cuando la crítica hablará de nuevo de pinturas fUturistas, a
diferencia de Barcelona que habiendo presentado casi las mismas obras, no se habían
apreciado notas del fUturismo en las obras de Lagar, lo que nos sugiere las siguientes
a
quizás a su organizador, Ramón Gómez de la Serna, por el recuerdo que tenian de él por
e
su publicación de los manifiestos fUturistas o por las fotograflas de obras fUturistas
fauvistas. El concepto más claro de los críticos era la ruta vanguardista elegida por
u
u
451
artista respondía a los periodistas.’”Por ese camino van todos; por el otro no. Vean ustedes esto. Y
nos muestra un retrato de jovencita, el señalado en el catálogo con el núm. II, titulado ‘Ensayo de luz
por planos’, que es una casa rara, de las más rara de la pintura futurista’ (103).
incertidumbre en la crítica que las comentaba, como las palabras de García Mercadal,
contemporáneo:
“Confesemos que no nosjuzgamos con competencia suficiente para discurrir ante las pinturas
futuristas allí expuestas. El concepto que tenemos del arte y de su manifestación pictórica es
absolutamente opuesto al del citado artista. El Sr Lagar ha manifestado que, conociendo el camino por
donde van todos, él ha decidido marchar por otro; en donde se encuentre solo, o afortunadamente para
Nos encontramos, pues, con uno de los tratamientos a los que estaban sometidos
para él era fácil hablar de ellas porque encontraba su conexión con el cubismo y el
fUturismo.’’ la sensación que se experimenta ante los cuadros de Lagar es de espanto, porque se
duda entre si estará uno loco o si habrá enloquecido el autor. Sin embargo, cuando se han visto las
obras de Picazo (sic) y de Juan Gris y se ha estudiado lo que se sabe sobre la impresión. los valores
452
absolutos, y el dinamismo en la pintura que han escrito los discípulos de Afarinetti. Lagar y sus obras
e
resultan apreciables” (105).
Además era considerada como una Exposición muy divertida donde se podía e
intentar adivinar lo que el artista había dibujado, entrando asi en otro de los debates
a
sobre la recepción del arte de vanguardia en la capital que, a grandes rasgos, se entendía
corno un juego en el que buscar las formas más cercanas a la realidad sin entender, por —
su falta de cultura artística, que había pretendido realizar Lagar mediante una
a
estructuración geométrica de planos siguiendo modelos cezannianos o cubistas.
“Sólo aplausos y aplausos estruendosos merece la Exposición Lagar, que sobre muy artística y
muy filosófica es divertidísima. Esto principalmente. En la Exposición Lagar se pasa el rato más
e
entretenido que con las secciones de adivinanzas de los semanarios.
En efecto, puede irse en grupos amistosos y cruzarse apuestas. A ver este cuadro que tiene el
número 28; ¡ ,Vfurmurando! ¿Qué representa?... El cadáver de un artequin. En tablero de ajedrez con
los colores nacionales. Una caja de pastillas para la tos. Se busca en el catálogo y resulta ¡una jarra u
con flores! Veamos el número 20. ¡Que decís de este!... Primorosa labor de tesocherts? Una torta de
e
Reves. La salida de los toros en Sevilla. Golpe al catálogo y es ICasa de un labrador en los Altos
que es innovación de vanguardia, es decir, arte nuevo, porque cree que son —
u
notoriedad1 ¡ A cuántos fracasos lleva una mal entendida rebeldía!..,
Confesamos que fuimos a la Galería general de Arte, donde este pintor expone sus cuadros,
e
con el temor de los profanos que entran en un templo para asistir a los oficios de una religión
e
453
desconoci da. Con temor también contemplamos los cuadros muchas, muchas veces. Temíamos ser
nosotros los equivocados: temíamos que nuestra incultura, nuestra vulgaridad no supieran comprender
aquello. Hicimos incalculables esfuerzos por adentramos en las reconditeces exquisitas cíe la ‘nueva
manera’ de interpretar el Arte. .41 fin, nuestra simplicidad se impuso, y salimos de allí amargados y
doloridos, mientras nos decíamos: ‘No; eso no es ‘verdad’, y lo que no es ‘verdad’ no puede ser arte...
Esto nos dijimos, y esto repetimos ahora. ¿Es que el Sr Lagar quiere encubrir con la
extravagancia de la forma su parvedad sensorial? ¿Es que el Sr. Lagar pretende llamar la atención por
lo exótico, no pudiéndola hacer por lo sencillo?... Sufre la funesta manía del siglo: la ‘originalidad’.
perdido toda su realidad fisica para ofrecer más de una imagen al espectador. Esta nueva
angulosos y formas circulares, es lo que rechaza Antonio de Hoyos y Vinent: “lo que
pretenden las fórmulas nuevas que deformaron y exasperaron el impresionismo es dar la sensación de
movimiento se produce en la retina humana por una rapidisima sucesión de imágenes, es imposible de
dar, como el cuadro no tenga las dimensiones, de una película cinematográfica y no pase con rapidez
Mucho más claro se mostraba Juan de la Encina ante el arte de Celso Lagar. Sus
artísticos que le permitía juzgar abiertamente las obras de Lagar. En su crónica Juan de
la Encina, en primer lugar, agradecía una señal de complejidad en las obras de Lagar
ante el aburrido ambiente que sufría Madrid. Recordemos, por ejemplo, que las notas
454
más sobresalientes hasta estonces habían sido desde 1915 la Exposición de los Pintores
e
maestro de la Provence, Cézanne, aunque partiendo del mismo le advierte que su fórmula —
alma del ~ista.’ “Su mayor defecto está en que carecen de cierta plenitud dentro de la misma
tendencia ‘cezannista’ en que se han engendrado. Se ve con bastante rapidez en ellas la fórmula
a
pictórica que las informa, y de ahí que nos dejen, en general, una impresión de algo así como de
monotonía... Cuando Lagar se preocupe más de la solidez de las construcciones llegará a producir
a
obras de verdadero interés. Tal vez entonces se curará menos de ese género de revolucionarismo que
maestro Cézanne. ‘Siempre he tratado decía el gran pintor francés de hacer del impresionismo algo
- -
de Arte Moderno partiendo de los impresionistas, idea que apoyaba en su discurso sobre
el arte vasco. El mismo defendía un arte vasco con principios vascos y franceses, a
colorista, brillante y limpio, y sabe imprimir a las lineas de sus pai sajes gracioso ritmo” (111). —
e
455
abismos de incomprensión. Celso Lagar, no obstante, la gabardina entallada y los botines, continúa
siendo el campesino charro, de la piel verdinegra y los ojos mansamente feroces. Firme y adusto como
una encina... Pero el diablo de Paris se le ha metido en el alma como a veces en el tronco hueco de la
comunicó al critico Luis de Oteyza que no vendería sus cuadros en la capital (113). Sin
embargo, desde tierras catalanas llegaban ecos de esta Exposición. Fue el diario El Poble
Caitalá, el que matizaba el triunfo del artista en Barcelona y la incomprensión con que
habían acogido las obras en la capital madrileña aunque habían despertado interés por su
arte (114)
Gran parte de las obras que habían provocado estas crónicas procedían, como
hemos localizado algunas de las que pertenecieron al mismo: Ensayo de luz por planos,
Camino de San Daniel, Casa del labrador (Altos Pirineos), El tren de Francia, Pont
Neuf y Jugadores de taberna, mientras que tan sólo unas cuantas obras formaban parte
4.
De todas ellas, las que más interés causaron por su composición Rieron cuatro:
u’
Ensayo de luzpor planos, La niña de las rosas, Interior de una mancebía y Maternidad.
e
Ante el lienzo, Ensayo de luz por planos, Luis Oteyza satirizaba la constitución
de sus formas. Era el desdoblamiento de su cabeza lo que provocaba más impresión. De
e
aquí la calificación de obra futurista: “es sencillamente genial. Hay en él una mujer con dos
e
cabezas, cosa que parece hasta monstruosa. Pero ¿por qué parece esto monstruoso?... Porque las
mujeres no tienen más que una cabeza. ¡Claro esta! Y tampoco tiene sino una cabeza la mujer que
u
Lagar ha pintado en dos. Las dos cabezas son una misma: una sola, alzada, primero e inclinada,
después ¿comprendéis? Las mujeres no suelen tener quieta la cabeza y para demostrar que la mueven, e
publicada en el diario madrileño El Día (116), junto a una fotografia del artista en su e
estudio de París, único testimonio de la obra, ante su paradero desconocido hoy en día.
e
A pie de foto, el diario indicaba que se trataba de una “composición de líneas y planos”.
En efecto, la obra de Lagar estaba formada en esencia por los elementos principales de
su planismo: planos y lineas. A través de estos elementos el artista habla dispuesto una
el niño incluyendo el jarrón de flores y parte de la cortina y, por último, la ventana desde
la que se accede al exterior, a una plaza con una fuente y árboles rodeada de casas.
e
Lagar aúna de nuevo, como en el Retrato de Montsalvatge, en un mismo instante
mismo por las lineas en zigzags y los píanos que forman la cortina, el ángulo de la mesa,
e
el paño del bodegón, los planos que sustentan el tiesto y, por último, la rigidez de la
e
a.
457
ventana dividida en dos grandes planos que a su vez muestran la planitud de las casas
con sus calles. El único que parece escapar de este entramado es el niño que está de pie
encima de la mesa. Este juego que para Ballesteros de Manos era la adivinanza “al artista
Maternidad (1917)
(El Día, Madrid, 17-3-1917)
Sin embargo, como calificaba Antonio de Hoyos y Vinent, planismo iba más allá
de ese aspecto de “sensación angustiosa, casi trágica, que es en la desolación de todas las cosas
como una sacudida de cataclismo espiritual” (118> y se encontraba próximo al arte que había
cultivado en sus inicios como artista, la escultura. Esa rigidez y monunientalidad que, a
veces, se observaban en sus formas derivaba de] modelado de piezas escultóricas, oficio
que no había abandonado y que, incluso, podía ver en su esposa la escultora Hortensia
Begue (119).
458
u’
En tono más mordaz, Luis de Oteyza censuraba esta obra de la siguiente manera:
e’
‘una dama compadece junto a un niño desnudo, y la dama y el niño luce por igual sus formas:
Bellísimo avance de lo que el traje debe ser en lafuerza humana. El cuerpo no debe ocultar sus lineas, e’
ni sus superficies, ni sus volúmenes bajo los pliegues de la ropa. Debe ser la ropa la que se ciña y se
a
amolde al cuerpo ya que el cuerpo es obra de Dios y los trajes son obra de un modisto o de una
costurera. Y esto lo señala el pintor psicólogo haciendo que el vestido de la dama por el copiada se
a
pegue a la piel enforma que semeja la piel misma teñida de colores” (120).
a
Se conoce otra maternidad que por su similitud se diría que son idénticas o bien
que se trata de la misma obra pero retocada. Tan sólo hay algunos matices que cambian. a
La cortina ha perdido su rigidez adaptando un aspecto más volumétrico así como sucede
e
con el paño de manzanas y, sobre todo, en los cuerpos de las figuras. El tiesto ha sido
sustituido por un personaje masculino que soporta un plato de ftuta. Con la introducción
de esta figura, quizás Lagar quiso cambiar el tema convirtiendo la obra en una
a
Adoración. Volviendo a su concepción volumétrica, como podemos observar en la
monumentalidad de las manos y de los cuerpos, nos lleva a pensar que trata de una obra
posterior, perteneciente a los años 20. Esta característica será permanente en las obras
a’
posteriores del artista quien, atraído por las nuevas corrientes pictóricas, es decir, por el
trata del retorno a un clasicismo casi escultórico como lo demostró Picasso, por ejemplo,
en Dos mujeres corriendo por la playa (1922). Sin embargo, también en España, su
amigo Barradas, entre otros, se suma a esta corriente pictórica, que se advierte en obras a
como Pilar y Antoñita (1922) (Óleo sobre tela, 118 x 75 cm, Colección J. Mara,
a
e
459
Madrid) o Pilar (1922) (Óleo sobre tela, 114 x ‘73 cm, Museo Nacional de Artes
Maternidad
(No localizada)
geometrización en sus casas repartidas por amplias superficies planas que se muestran al
extiende a la época de los años 20 en los que aún el artista sigue esquematizando las
e’
Otra de sus obras presentadas en la Galería General de Arte (1917) fue Interior
U
de una mancebía. A pesar de no haber localizado la obra, si nos quedan algunos
comentarios sobre ella, como los de Luis Oteyza y Antonio de Hoyos y Vinent:
pongo por atrevido, uno que representa el ‘Interior de una mancebia’. Perfectamente, pues
u
lleváis a que lo contemple una novicia que está para profesar como Doña Inés de Ulloa y se queda tan
tranquila. Porque con decirle que se trata de una cazuela de bacalao a la vizcaina estáis del otro lado
u
de la barricada. Eso puede suponerse que representan aquellas carnes que parecen pescado y aquellas
u.
cortinas verdes y aquellas colchas rojas que semejan pimientosy tomates, respectivamente”(l22).
“Las hórridas manchas de color, los efectos violentos de luz y sombra, los tonos unas veces
u
chillones y otras apagados, bituminosos, riman muy bien con esas escenas desgarradas de burdel
pobre, con esas escenas de que ha huido toda belleza, toda alegría, toda luminosa visión de la vida, y
U
son como una triste exhibición de lacerías y máculas, en que ya no basta ni aun el piadoso velo del
deseo, sino que hace falta la azulada llamita del alcohol para que las cosas no sean demasiado u
repulsivas. Celso Lagar, en este cuadro, con unas pinceladas y unosjuegos de luz, nos ha dado toda la
u
opresora sensación de angustia, de horrory de miseria” (123>.
aluden al mismo tema o al cabaret. Dicho lugar era frecuentado por el artista en su
a’
estancia parisina e, incluso, como sabemos en el cabaret Closetie de Lilas llegó a tener su
estudio. Destacan los dibujos Chez Alberta, La bourde¡le y El Bordello. En esta última
obra se observa el estilo damero de las primeras obras de Lagar y el mismo tratanuento a
U
a’
461
las figuras y a sus bodegones así como los fuertes colores de los fauves. También fue
reconocida por su semejanza con una obra del fauvista Rouault Elinde Moeres (124).
Por último, La niña de las rosas, otra de sus obras en paradero desconocido, tan
sólo podemos guiamos por los comentarios que hicieron mención a dicha obra. Así
destacamos el de Luis de Oteyza.”flay una niña y un tiesto tan echados hacia delante que
parecen que se van a caer. Pero, es que no se caen los niños. Pues también los tiestos. se caen los niños
y se caen los tiestos. Y si esa niña y ese tiesto están como están es porque van a caerse, ¡No lo dudéis!”
(125).
Chez Alberta
(Gérard Xuriguera, Pintores españoles de ki escuela de Paris, 1974, p.54)
462
VI. 4. NOTAS
e’
(1> Vid., Capítulo 1. El arte español del primer cuarto del s. XX entre lo moderno y lo
ultramoderno. e’
e
(2) VV.AA., Las vanguardias en Cataluña 1906-1936, Barcelona, Caixa, 1992, p. 63.
(3) Ibid.,
u
(4) Vid., Josep Vidal i Oliveras, Dalmau: Josep Dalmau; Rafael pintor, restaurador y u
e
(5) J. Dalmau, “Prefaci”, Catálogo a la Exposició Celso-Lagar Pintures, Acuarel-les.
de 1915.
a’
(6) Ibid., e
a,
(7) Josep Vidal i Oliveras, Dalmaus Josep Dalmau; Rafael pintor, restaurador y
e
(8) Mercé Vidal, 1912 L ‘Exposició d ‘art cubista de les Galeries Dalmau, Barcelona,
e
Universitat de Barcelona, 1996, p. 36.
u
463
l992,p. 114.
(14) Celso Lagar, “El renacimiento del arte después del cubismo”, Cultura, Gerona,
febrero de 1915.
(15) R. Ghiloni, “Las pinturas del Salón Dalmau”, La Tribuna, Barcelona, 30-1-1915.
u
(20) Rafael Santos Torroella, “Celso Lagar en Barcelona”, El Noticiero Universal,
Barcelona, 4-7-1962.
1915.
U
(22) Narciso Alba, Celso Lagar, aquel maldito de Montparnasse, op. cit., p.55. u
(23) Narciso Alba recoge la siguiente anécdota: ‘Un día que no teníamos ni un duro,
a
Modigliani hizo mi retrato en un trozo de cartón. Lo vendimos a un marchante por 20francos. ¡‘arios
años después lo vi expuesto en una galería.
u
- ¿Lo compró usted?
- No. Costaba 25.000 francos. Era un poco caro “, en Celso Lagar, aquel maldito de
(24) Narciso Alba, Celso Lagar, Ayuntamiento de Salamanca, Caja Salamanca y Soria y a’
e
(25) Vid, Celso Lagar, Crane Kalman Gallery, junio-julio de 1997 y Narciso Alba, Celso
a’
a
465
(30) VV.AA., Las vanguardias en Cataluña 1906-1936, op. cit., p. 479; Juan Manuel
p. 360; Celso Lagar, Crane Kalman Gallery, op. cit., y Narciso Alba, Celso Lagar,
op.cit., p.259.
diciembre-marzo, 1994-1995.
e’
e.
(38) Colorit, “Les pintures den Lagar a Athenea”, Aigua-Forts, Gerona, 28-3-1915.
e
a.
(40) Vid., III lArtistas procedentes de Europa.
a.
e
(43) Anónimo, “Ms senyors de VeIl ¡Noii”, Aígua-Forts, Gerona, 11-3-1915.
a,
e
(45) Celso Lagar, (lalerie de Paris, Paris, 14 de novembre au 2 decembre 1961.
a”
467
(47) Ricard Mas Peinado, “Santiago Segura y las revistas de Arte en Barcelona (1912-
1919)”, Arte Modernoy Revistas españolas 1898-1936, Museo Nacional Centro de Arte
(52) Miquel Molins i Nubiola, “La crítica a Joan Saes”, Feliu Elia “Apa “, Barcelona,
(53) Ibid.,
(55) Joan Saes, “El cubisme. III. Filació”, Revista Nova, Barcelona, 31-7-1916.
468
e”
(56) Joan Sacs, “Poder aillador i conjuminador de l’arte”, Revista Nova, Barcelona,
u,
15-9-1916.
u,
24-9-19 16.
U
(58) Joan Sacs, “La pintura de Celso Lagar”, La Publicidad, Barcelona, 30-9-1916. a
a.
(59) Vid., Joan Sacs, “Gauguin i el primitivisme”, Revista Nova, Barcelona, agosto de
u
(60) Miquel Molins, “La crítica a Juan Sacs”, op. cit., p.221.
u
(61) Joan Sacs, “La pintura de Celso Lagar”, La Publicidad, Barcelona, 30-9-1916.
U
a’
(62) Romá Jori, “Una exposició: CeIs Lagar, pintor ‘fauve”’, Velí i Noii, Barcelona,
1-10-1916. a’
e
(63) Romá Jori, “Impresiones sobre el cubismo”, La Publicidad, Barcelona, 26-4-1912.
(64) Romá Jori, “Una exposició: Ceis Lagar, pintor ‘fauve”’, op.cit.,
a
(65) Ibid., e
e
469
(66) Ibid.,
(67) Vid., Martí Peran, “Noucentisme i Cézanne. História d’un dissortat misteri”, D ‘Art,
(69) Antonio Vallescá. “Las pinturas de Celso Lagar”, El Liberal, Barcelona, 9-10-1916.
(70) Ibid.,
(72) Joaquín Folch i Torres, “Pintures i dibuixos d’en CeIs Lagar a les Galeries
(73) Ibid.,
(74) Vid., Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias en España (1907-1936),
30-10-1916.
e’
470
(77) Xavier Montsa¡vatge, Terres de Gestes i de Bentat Girona, Girona, Dalmau Carals, U
1917, p. 96.
Uf
a
(79) Ibid.,
U
(81) Ibid.,
Uf
(82) Su paradero desconocido nos obliga a partir del último dato que se conoce de la
ml
obra que fue en 1965, cuando se realiza la subasta pública “Atelier Celso Lagar”, en el
e
(83) Erróneamente hoy en día esta obra se fecha en 1914, en Narciso Alba, Lagar, op.
cit., p.S8. e
a’
(84) Celso Lagar, “El renacimiento del arte después del cubismo”, op. cit.,
a
e
471
(85) Ibid.,
(86) Catálogo Ce/so Lagar, Crane Kalman Gallery, London, june-july 1965.
(87) Es muy probable que dicha obra correspondiera con la ilustración que publicaba la
(88) Romá Jori, “Una exposició: Ceis Lagar, pintor ‘fauve”’, op. cit.,
(90) Narciso Alba, Celso Lagar, Aquel maldito de Montparsse, op cit., p.28.
(92) Ramón Gómez de la Serna, La Sagrada cripta de Pombo, Tomo II, Madrid,
(93) Ibid.,
e’
(95) Los intelectuales se convierten en la voz capaz de captar y difundir los problemas
del país; para ellos, el mal de España estaba “por encima de la injusticia social y de la
a
falsificación del sufragio - la incultura, el desinteres secular para los problemas del espíntu, las
cerriles raíces celtibéricas de nuestras costumbres “. José Carlos Mainer, Literatura y pequeña
Uf
(96) En 1915, como ya sabemos, se funda la revista España por Ortega y Gasset quien U
“del enojo y la esperanza. pareja española” (Anónimo, España, Madrid, 26-1-1915) aunque, u
(97) Vid., Apartado V. Arte y Política en España durante la Primera Guerra Mundial: La
e
e
(99) José Blanco Coris, “Exposición Celso Lagar”, Heraldo de Madrid, 11-3-1917.
a”
473
Tamboril, defendía el arte académico de Celso Lagar: “Yo sólo sé que Lagar es muy joven, que
se fue muy joven a Paris y que entre muchas cosas buenas (como la ‘transigencia’) ha traído una mala:
la ‘pose ‘... Cuando nuestro paisano pierda esa afectación (que le perjudica hasta en el ‘acento’)
entonces hablaremos del arte de nuestro artista; por ahora es suficiente decir que cuando marchó a
París, frecuentaba ya el ‘Círculo de Bellas Artes’ y pude comprobar que dibujaba maravillosamente
‘dentro de lo académico ‘, hoy dibuja Lagar ‘cuanto quiere’ mejor que algunos besugos de segunda
son sus influencias como si no las coplas de antaño fueron sus rapsodias las que nosotros sentimos y
admiramos.
Cubistas, futuristas y otros sistemas de pintura que incubó el snobismo parisién dejándose
sentir un día en la bella Ciudad Condal pero pronto repelidos por ambiente tomaron a Montmartre,
donde nacieron para seguir la vida triste del desequilibrado que a su dolor diario tiene que añadir la
fatal soledad del incomprendido... Se imponen, por tanto, los renacentistas, con su arte sereno; siguen
su retroceso espiritual los lumínicos naturalistas; nacen los inquietos, pasan los arbitrarios, y en el arte
español que de tumbo en tumbo hacia olvidar su gentilicia historia, pone el renacimiento actual un
florón áureo, que lleno de esperanzas a los buenos, y marca un punto alto en la vida “, en ‘Los
inquietos, los renacentistas, los lumínicos, los arbitrarios”, El Año Artístico, Madrid, Imprenta
(102) José Francés, ‘tos futuristas y la guerra”, La Esfera, Madrid, 11-12-1915. Las
Giolli publicaría otro articulo dedicado a “Los futuristas italianos”, La Esfera, Madrid,
.474
Sintesis de los movimientos de una mujer, (1912, Óleo sobre tela, 86 x 65 cm, Musée de
e
Grenoble) Carrá, Funerales de un anarquista (obra presentada en la muestra de febrero
de 1912 en la Galeria Berheim Jeune de Paris. Óleo sobre tela, 198,7 x 259,1 cm, The
e
Museum of Modem Art, Nueva York.), Boccioní, Las despediada (estados del
U
Uf
13-3-1917.
u
(105) Luis Oteyza, “Exposición Celso Lagar”, El Liberal, Madrid, 15-3-1917.
ah
(106) Ibid.,
U
(107) Ballesteros de Manos, “Exposición Celso Lagar”, La Mañana, Madrid,
16-3-1917.
a’
(108) Antonio de Hoyos y Vinent, “Exposición Celso Lagar”, El Día, Madrid,
17-3-1917. U,
a’
a.
475
(110) Ibid.,
Barcelona: “En CeL Lagar exposá a Barcelona ¡ tríomfá a Barcelona. L ‘art dEn Lagar pintor de
Castella, té ben poc de castellá. Castella conreva sols un art pintoresc anecdotisme. En Lagar és el plé
dins les modernes tendencies. En la seva pintura hi ha una cosntant inquietud per la recerca de les
estructures.
Ira a Madrid En Lagar ha exposat i ha triomfat sorollament Els comentaris a la seva obra
han estat llargs i alguns d ‘elís indiquen una manca de preparació. per les novelles corrents de 1 ‘art.
L ‘obra d ‘En Lagar de totesfaisons, si no ha sigut totalment compresa, ha tingut la virtut d ‘interessar
profondament. Bono cosa és que a Madrid comencin a enterar-se de lo que és art modern. Pesa sobre
elís una cosa terrible: ‘El Museo de Arte Moderno “. Anónimo, “Ecos”, El Poble Catalá,
Barcelona, 1-4-1917.
17-3-19 17.
u’
16-3-19 17,
e
u
(119) Al respecto, el mismo crítico escribía: “No puede olvidarse, además, ante sus cuadros,
que el autor es escultor, y tal vez sin quererlo, aunque me inclino a creer que voluntariamente, hay en U
ellos algo del escultor siempre, sobre todo en el ropaje de las figuras, que tiende invariablemente al
u
modelado de los cuerpos, en vez de vivir su propia vida “. Antonio de Hoyos y Vinent,
U
(120) Luis de Oteyza, “Exposición Lagar”, op. cit.,
0’
(121) Vizconde Lazcano, “Celso Lagar”, Alfar, n0 58, Madrid, junio de 1926.
a.
U:
(123) Antonio de Hoyos y Vinent, “Exposición Lagar”, op. cit.,
U’
(124) Antonio de Hoyos y Vinent, “Por tierras de renovación. El arte nuevo”, El Día,
a’
Madrid, 2-2-1918.
e
477
Celso Lagar vuelve a intervenir en otro acto público de carácter benéfico. Si el primero
había sido a favor de los legionarios espalloles que luchaban en el frente francés, ahora se
trataba de construir “varios puestos de periódicos servidos por ciegos y proceder a la apertura de
un bazar en donde se vendan los objetos que aquéllos puedan hacer>’ (1). Para ello, la Comisión
obras musicales y libros, para lo cual había pedido ayuda todos los artistas e
Anasagasti, Ochoa, Betina Jacometti, Máximo Ramos, Miss Harvey, Penagos, González
de la Serna, Zamora, Ricardo Baroja, Alda de Uribe y Franco; esculturas de Inurria, Julio
Antonio, Beniliure y Juan Cristóbal; objetos de arte de Isolina Gallego, Cecilia y Julia
Arrizabalaga, María del Pilar, José Alcoberro, Lafora y Carmen Baroja; obras musicales
Gasset, Pío Baroja, Francés, Diez Canedo, Ramírez Angel, Unamuno, Zozaya, Ramiro
478
José Ortega y Gasset, Miguel Unamuno, Ramón del Valle Inclán, Cristóbal de Castro,
g
Ramón Pérez de Ayala y Jacinto Benavente; conciertos de Rubinstein, Segovia, Arriola,
Abreu, López Debesa, Carmen Antón e Ignacio Tabuyo; lecturas de Catalina Bárcena y e
Adela Carbone, y una danza de Tórtola Valencia (3). Como se puede observar, ante este
u
problema social van a participar, junto a Celso Lagar, gran número de personalidades de
teórico del ultraísmo madrileño Cansinos Asséns, Ramón Gómez de la Serna, José
ambiente barcelonés desde la primera presentación pública del artista salmantino en 1915
importantes, en los que confluía el arte de vanguardia (6). Sin embargo, antes de la nueva U’
presentación pública de Celso Lagar en Barcelona, tienen lugar dos exposiciones de gran
U’
interés que demuestran que el planismo no fue una mera manifestación sino que como
vida, dos años, comienza a influir en otros artistas más jóvenes, encontrándose las
U’
U’
479
de 1917, en donde la artista presentó sus nuevas producciones cargadas de una gran
fantasia. En relación a estas obras Vallescá aludía al planismo: “Por encima de estas
tendencias tubistas, futuristas, pianistas, tal vez simbolista también.., son la confusa expresión de un
arte puramente imaginativo, que acaso llegue a alcanzar más profunda elocuencia y mayor fuerza
plástica que las que ahora sustento con sus rebeldes armonios de colory su sentido decorativo” (7).
se pone en relación con una estructuración cezanniana y, a vez, con las obras de Sunyer,
Otto Weber y Celso Lagar. El primero, como símbolo del noucentisme, el segundo, por
en las Galerias Dalmau y, el tercero, quizá por representar ambas cosas, su filiación al
“Fluctúa al mateix temps entre tres homes distints: En Sunyer, En Weber ¡ En Lagar i aixá, al
nostre entendre, es un gros defecte i al moteix temps, una cosa que ens demostra tot 1 ‘extraordinari de
la seva habilitar transformista. El dia, doncs, en que aquesta habilitat pugni servir a En Togores per
expressar el propi, tindrem un admirable pintor de més. Peté ara la seva obras es de reflecse i es per
aixá que sembla que eh pinte més aviatperqué ha vist pintar que per una profunda necesitar espiritual
.4ixí i tot Togores demostra tener una sensibilitar gens comuna i no es aventurars-se esperar
d’ell que es guany 1 indenpendencia que mereix, i en ella trobi els mailsos de la seva veritable
personalitar” (8).
480
Además de estos datos, se suman los ecos publicados por El Pable Catalá. Este
‘e
cambio en las artes. Desde Barcelona, se advenía que la presentación pública de artistas
con tendencias modernas era la base principal para iniciar una renovación artistica:
“A Madrid sembla que 1 ‘art comen9a a anar per bons camins. Mólts artistes intenten ja
u’
lliberar-se de 1 ‘academicisme pintoresc que ha aclaparat la pintura i la esculptura castellana.
arte (10) dedicaria unas notas a Celso Lagar. Considerado como seguidor de lenguajes U’
Appy, pintores ambos que el crítico había podido ver en la Exposición de Arte Francés a
celebrada en junio de 1917, en donde presentaron dos obras cada uno en la sección de mt
0 752 Chemin dii puits cassis y con el n0
pintura del Salón de Otoño; el primero, con el n
U’
753 La Fontaine a Guarda Portugal y, el segundo, con el n0 844 La Provance y con el
n0 845 La Provence.
“La seva obra és varia i revela un esforgues 1 obtenció de una personalitat, més que una
e
personalitat assolidaja. A voltes En Logar a base de simplicisme, sintetitzacions, a voltes
u,
r
481
ultracezanneja com un Eriesz o un Vives .Ippv, a voltes sembla seguir, els passos de les primeres
En CeIs Lagar té de 1 ‘art una idea noble i austera. La seva obra revela un esforQ beu lloable.
que será inés fecund encara si en comptes de cercar una personalitat per 1 ‘adaptació de les noves
teories estétiques, la cerca, sense abandonar peté la seva sana orientacio actual, dins del séu mateix
de su esposa, Hortensia Begue (12), su segunda exhibición en las Galerías Layetanas las
cuales, además, recibian las obras de otros artistas catalanes, Oleguer Junyent y Xavier
Nogués, y las del vasco Francisco Iturrino con numerosos cuadros de temática taurina.
Esta muestra sería uno de los primeros contactos de Lagar con el artista vasco varios
meses antes de lo que afirma Pilar Mur (13), quien defiende la fecha de 1918, cuando
ambos volverían a participar en colectivo con la asociación de Les Arts i els Artístes,
Una de las notas más sobresalientes de esta muestra fUeron los comentarios
críticos al arte de Lagar. Empezando por los de Joan Sacs, quien le había elogiado con
fauvismo pero a la vez que le advertía sobre su futura evolución. Ahora, Sacs se
mostraba mucho más crítico, el artista ya no era el feroz fauve salmantino como Otan
Friesz, Hayden o Camion porque, entre otras cosas, su obra pictórica había cambiado.
fauvista, lenguajes que para el critico eran imposibles de conjugarse en uno. Su fauvismo
no era el de obras anteriores, y se observaba una mayor inclinación hacia el arte cubista,
al arte “cerebral” que le gustaba tan poco, porque para él no era el mejor camino para la
452
de este arte partía del suyo propio, Feliu Elias pintor, quien en marzo de 1916, había
realizado una muestra en las Galerías Layetanas de algunos de sus cuadros realizados
durante 1912-1916. Feliu Elias mostraba el lado más objetivista de su obra; como escribe
Francesc Fontbona “Apa declara explícitamente buscar, y así lo escribe, con mayúsculas, el
e
Realismo “que es la santidad de las artes corpóreas y su mayor fuente de poesia” (14>. Feliu Elías
“indecisión entre la pintura objetiva y subjetiva”, concepto que Elías tenía muy claro
e’
incluso en su técnica. “la pincelada paralela repetida que va conformando las formas de
asimilado le sugerirá al principio, se halla hoy atenuado o. si se quiere, acentuado hacia aquel u’
constructivismo y aquella lógica pictórica que forman el alma de la plasticidad pictural y que están a
las antípodas del obocetamiento infantil y bárbaro de entonces. El buen sentido del arte catalán -arte
que, si bien se interesa por todo lo nuevo, también quiere contrastarlo, disecarlo y explicarlo todo- ha
a
influido indudablemente sobre el irreflexivo entusiasmo que en su debut sintió estefogoso castellano.
Pero parece como que Lagar tenga necesidad de veleidades, de manera que ahora abandona
ahora, va y se enamoro de un pésimo y fas cubismo que le priva el paso y lo practica con temeraria U’
asiduidad, como si dudara en iguales proporciones entre la pintura objetiva y la subjetiva; lo que,
a
serenamente considerado, se verá como imposible.
u,
483
La pintura de hoy del señor Lagar se muestra en rigor fuertemente, excesivamente, en tres
tendencias: la tendencia plano o infantilista de sus dehuts, el cubismo y el fauvismo’. Eso no puede
ser; bajo el punto de vista de la sinceridad, es un imposible. Cuál de las tres tendencias debiera elegir
el pintor, él lo sabrá,’ y si no lo sabe, lo sentirá mucho. Pero tal vez una indicación de ruta sea la
mayor elocuencia y fuerza logradas con el realismo objetivamente sucinto de los pintores llamados
fauves’ “(16).
revista Velí i Noii. Esta publicación había cambiado de dirección en 1917, y su consejo
de redacción pasó a manos de Feliu Elias quien, siguiendo sus propias interpretaciones
artísticas rompió, según Ricard Mas, “el equilibrio entre arte antiguo y moderno” (17), de tal
manera que el planismo de Lagar fue objeto de nuevos comentarios negativos en donde
Vallescá, quien desde El Liberal exponía una de las mejores aproximaciones al planismo
volumen son los componentes de su arte pianista. El crítico define su lenguaje a partir de
notable esfuerzo a tener en cuenta en otros artistas que también hacían lo mismo
habiendo realizado, anteriormente, otro tipo de pintura. Uno de los casos más acusados
484
era el de Joaquín Torres García, quien desde su fracaso ante las críticas provocadas por
sus pinturas murales en el Salón de San Jorge se decantó por la búsqueda de un lenguaje
Su labor está hecha con tal emoción, tanta fe y tan honradamente en el sentido de despreciar
los efectos y éxitosfáciles, que a pesar de publico a esa orientación (ya corriente en los franceses), no u
puede menos que sentir respeto por un pintar que si no es unfin al menos es un camino para resultados
u
futuros.
Máxime cuando varios aristas lo cultivan habiéndose dedicado antes a otros géneros con
e’
general aplauso’ (21).
Moderno (en marzo) y de ésta misma en las Layetanas, el planismo de Lagar era uno de
los alegatos más habituales en los círculos artísticos de Barcelona y Madrid. Cortina
mi
Giner llamaba la atención del crítico madrileño de El Liberal, Luis Oteyza, quien había
anteriormente, como una “escuela tomapelista”. Para Cortina Giner se imponía por
e’
encima de todos aquellos juicios de valor que el arte catalán era capaz, a diferencia del
ejemplo más claro había sido la acogida de la reciente Exposición de Arte Francés (abril
mi
de 1917) donde las principales asociaciones galas, el Salon des Artistes Fran~ais, el Salon
de la Société Nacionale des Beaux Arts y el Salon d’Automne, hablan exhibido las obras SI
U’
u?
485
Degas, Gauguin, Manet, Renoir, Pissarro, Seurat, Rodin, La Fresnalle, Otton Friesz, etc.
(22).
Otra de las interpretaciones sobre el arte pIanista que presentaba Lagar en las
Galerías Layetanas fue la del poeta catalán Eduard M. Puig, seudónimo de J. Folguera
(23) quien, al igual que muchos otros formados en el noucentisme, dirigieron sus miradas
diferenciando dos conceptos en su pintura, el primero, constituido por los colores del
“Entre el Lagar simplemente fauve y el Lagar artificioso de una nueva teoría más, preferimos
el primero, que es ingenuo, intenso a su manera y mucho más justo traductor de la aridez castellana,
aún con sus reminiscencias de lo interpretación que del mundo antillano nos hizo Gauguin” (24).
VI.5.1. DE UNENEMJCDELPOBLEATROQOS
catalán, participa por tercera vez en la ilustración de revistas. Como hemos visto, la
primera fue en la revista gerundense Cultura (abril de 1915), poco después en la Revista
Nova con tres intervenciones, en junio, julio y noviembre de 1916 y, ahora, en junio de
subversiá espiritual que indicaba los caminos que tomaría la revista. Su redacción estaba
dirigida por Joan Salvat Papasseit, poeta que guiaría, también, otras revistas como Arc
486
como el publicado en Un Enemic del Pable, “Contra els poetes amb minúscula. Primer
manifest futurista” o “Poemes en ondes hertzianes”, “L’irradiador del port y les gavines”
y “El poema de la rosa als llavis”, todos ellos con claras referencias al futurismo y a sus
como han coincidido muchos historiadores, cuando comience sus contactos con Torres —
García y Rafael Barradas, quienes le influirían en una nueva lucha poética basada en el
U
futurismo. Queda en incognita el papel de otro artista que también conocía el futurismo y
era amigo de ambos artistas: Celso Lagar, si bien uno de los primeros contactos de
Lagar había expuesto dos veces y en ese mismo lugar, en el subterráneo del edificio se
e
encontraba la sección de la librería y la editorial de Santiago Segura, promotor de las
librería donde se podían encontrar entre otras las revistas europeas de vanguardias como
u’
Nord-Sud o Valorí Plastici (26). Silos orígenes de estos acercamientos no se produjeron
e
487
sublimada por el título “III de la Era del Crim” aludiendo a la guerra europea y a su
(27).
Joan Salvat Papasseit “Columna vertebral: Sageta foc”, inspirado en el futurismo y los
primeros postulados del evolucionismo de Torres García, así como los trabajos de Josep
M. Sucre, Ramón de la Serna, Joan Pérez Jorba, Josep Carbonelí o Joaquim Folguera.
En el terreno artístico destacan los dos dibujos de Celso Lagar, los vibracionistas de
Rafael Barradas, además de los de Alfred Sisquella, Daniel Guardiola, Josep Obiols,
aparecía en su parte inferior, bajo el titulo “dibujo pianista”, una composición que se
lado de otro ya conocido por el público catalán, el planismo de Celso Lagar. Aunque a
prunera vista estos dibujos nos parecen diferentes hay numerosas connotaciones iguales
u:
‘u
según Schaeffer, “lo síntesis mediante una división ortogonal” (28), el dibujo de Lagar practica U
la decora con lineas curvas, elementos principales de su lenguaje, que dan una sensación a
más caótica.
a
— ~t-C
a
Joaquin Torres-García. Dibujo, 1917
E
489
Lagar aún pudiendo seccionar visualmente su obra en seis cuadrados, no utiliza estas
lineas rectas que se cortan y formas circulares que limitan pequeños espacios píanos,
‘1,11’
numeros... pero también componentes de sus obras fauves como bodegones, jarrones
con flores, manzanas, formas en damero, etc. que se distribuyen a través de planos, lineas
y sombras. Estas mismas piezas las podemos detectar en el dibujo de Torres García, la
rueda, la división en damero, los números, las casas, o la escalera, pero, también se verán
1’
490
coincidiendo en esta misma época, en las obras de Rafael Barradas como en El tranvía
papel, 22 x 30’5 cm, Colección Jorge Castillo, Montevideo); éstos nos aproximan,
también, a los primeros dibujos publicados de Miró, como el de la revista Trossos, (n0 4,
marzo de 1918) del que hablaremos más adelante.
e
Nos encontramos con un lenguaje muy parecido en una misma época, 1917,
a
cuando tres artistas investigan un mismo camino pero desde sus propuestas personales.
correspondencia Torres García - Barradas, estudiada por Pilar García Sedas (29). En U.
especial, destaca una tatieta postal fechada el 14 de noviembre de 1918, escrita por
U
principios en común:
u,
“Querido Torres:
Le saludo y quiero que Ud. siga trabajando por la causa que todos
e
luchamos. Celso Lagar” (30).
u,
u
49’
1917; por desgracia, esta relación Torres-Lagar se rompena, poco tiempo más tarde,
al n0 14. Lagar mantiene algunas de las notas que caracterizan a sus primeros dibujos de
filiación noucentista (3 1) carácter que reflejan dibujos de esta segunda serie en donde
participan J. Sunyer, Xavier Nogués, Josep Aragay, Torres García, Magi Cassanyes...
Esta ilustración también está relacionada con otros dibujos de esta misma época como
Las Bañistas (Aguada sobre papel, 30 x 25 cm, Colección panicular, París) en donde se
banqueta. Lagar se incluye dentro de ese conjunto de artistas catalanes que están
coincidiendo en aquellos momentos con las formas nuevas del noucentisme: Daniel
Guardiola, D. Caríes, Jaime Guardia, Rafael Benet, Josep Aragay, Joaquín Sunyer, pero
sobre todo con Francesc Vayreda y Jaime Guardia. El primero, formado en la Escuela
(enero de 1918), fácilmente puede conñindirse con el ilustrado por Lagar, su postura y la
posición de sus manos recuerda a los dibujos del salmantino, influido por Modigiiani, en
3.
los que la figura levanta sus brazos como si sujetara algún peso.
Sc:
e,
u’
u:’
u?
u’
El segundo es Jaime Guardia i Esturi, según José Maria Garrut ‘fue Celso Lagar
a
quien le dio el empujón para que expusiera en las Galerías Layetanos en 1918; luego, con el grupo de
Les Arts i els Artistes” (32), será en Les Arts i cís Artistes donde participe junto a otros u
artistas, entre ellos, Celso Lagar. No sería dificil intuir la relación de Lagar con estos
U?
u
493
artistas. Su pintura, con una trayectoria cézanniana bajo la mirada de una estructuración
geométrica y unos colores fauve, son también algunas de las claves de estos artistas
podemos destacar las publicadas por Rafael Benet en su monografia al artista, Cavaller
Durante el año 1917, otra de las participaciones de Lagar como ilustrador fue en
la recién aparecida revista TroQos. Aparte del número cero, publicado en marzo de 1917,
aunque su portada apuntaba el año 1916, aparecieron sólo tres números bajo la dirección
de Josep Maria Junoy y, postenormente, dos más, a partir de marzo de 1918, conducidos
por J.V. Foix, bajo el título Trossos. Los principales postulados de la revista, bajo la
espíritu moderno. Josep Maria Junoy intentó desde el principio introducir en Cataluña las
vanguardia dieron como consecuencia la unión de las artes plásticas a los diversos
grupos literarios y culturales. De esta manera Junoy, al igual que Salvat Papasseit,
intentarán dar una información gráfica y escrita de las alternativas plásticas, a base de
artistas cubistas en las Galerías Dalmau. Sería, precisamente, a través de esta última
muestra cubista y de sus crónicas cuando muchos de los críticos catalanes acepten el
U
cubismo y, entre ellos, Junoy con sus opiniones en su libro Arte y artistas (1912). A
numismo, término con el que se han denominado los trabajos del poeta el caligrama, el
-
Cataluña de una tendencia cubista literaria que parte de otros poetas como Apollinaire, a
lugar, sus directores quisieron distribuirla por París, Nueva York y Milán y, en segundo
lugar, recibió el apoyo de Josep Dalmau y sus galerías, que durante los números 2 y 3 fue
a
literarias más importantes van desde el propio Junoy, López Pico, 3V. Foix, y. Solé del
Sojo hasta los extranjeros Tristan Tzara, Pierre Albert Birot o Reverdy. Entre los u,
ilustradores hemos de destacar a Celso Lagar, Pere Ynglada, Joan Miró, Torres García,
u
Gleizes, Ricart, Elena Grunhoff, Charchoune, Burty, etc.
significativo es “La Oda a Guynemer”, realizada en 1918, tema de Lagar que ya había
u
plasmado en un cuadro en 1917.
Como vemos, de nuevo Celso Lagar se introduce en las medios más estratégicos
noviembre de 1917, donde va a colaborar junto a Ynglada y J.M. Junoy. El Poble Catalá
a
.495
este número: la continuación del inventario de nuestra joven poesía y una palabra sobre ‘Parade
Junov publica el poema lírico más belio de los que le conocemos. La portada gráfica del número va
cargo de Celso Lagar y ¡‘ere Inglada (34).
composición es muy significativa por dos aspectos; en primer lugar, porque pone de
manifiesto que bajo la directriz fUturista Lagar es capaz de conseguir una visión
simultánea de la misma figura que produce el deseado movimiento fUturista, hasta ahora
.496
dos de sus elementos principales, la rueda y la gran “Z” que sitúa en medio de la figura e
Nr4
s.. a
e
La sensacton de dinamismo se acrecenta- con la multiplicación de piernas y
cabezas, además de la elevación vertical de unos de los brazos así como la flexión en a
dirección contraria del otro. Lagar se habría inspirado en las obras fUturistas de (lino
e
Severini, obras que pudo ver en su viaje a Paiis (1911-1914), principalmente, en sus
e
a
497
bailarinas y danza, como Dinamismo de una bailarina (1912) (Óleo sobre tela, 60 x 40
cm, Civico Museo de Arte Contemporáneo, Colección Jucker, Milán), La danza del oso
Duchanip, cuya obra Desnudo bajando por una escalera (1912) había sido expuesta en
las Galerías Dalniau ese mismo año. Igual que Severiní, Lagar quiere concentrar toda la
planitud en donde sus elementos son rígidas líneas rectas, mientras que algunas curvas
del anuncio de su próxima Exposición en las Galerías Layetanas. Incluja esa última hoja
u:
del n0 5 la publicación de otros anuncios como el articulo sobre cubismo de Pierre
Reverdy Les ardoises dii bit con ilustraciones de Georges Braque, el anuncio de la e
“El senyor Celso Lagar exhibiciona una bella coL lecció dels seus darrers quadres, clívelles de
son sus protagonistas. Aunque ambas tuvieron consecuencias diferentes como señala
Francese Miralles, TroQos mostró una tendencia literaria y ligada más a un ‘vanguardismo e
de Salón” (37) mientras que Un Enemic del Poble se comprometió más políticamente y,
e
en el ámbito artístico, no fue tan sólo Torres García quien acaparó toda la atención sino
e
499
haber realizado unos viajes a su ciudad natal Ciudad Rodrigo y a Galicia para visitar a
sus padres, Celso Lagar realiza su tercera Exposición en las Galerías Layetanas, desde el
nacimiento de Les Arts i els Artistes con su primera muestra, el 30 de abril de 1910, en el
Revista, VeIl ¡ Nazi, Themis, Un Enemic del Pable o Arc Voltaic en las que si bien no
gozan de una acción psicológica mediante la cual unas ideas o imágenes evocan otras
que llegan forman un conjunto con un frente común: la renovación del arte. No hay más
directores - José Maria Junoy, Salvat Papasseit, Francesc Pujols, Romá Jorí, etc. -
Arc Voltaic; esta última, que como revista tan sólo saco un número (febrero de 1918)
500
proclamaría un intento del proyecto común entre Barradas, Torres García y Salvat
e
Papasseit que éste último, un año después, solidificaría en su libro Pkistícitat del vértie -
e
Formes en emoció ¡ evoluclá Víbracionisme de idees Poemes en ondes hertzianes.
- -
Art Evolució eran los principales postulados de Are Voltaje que para Joaquim
-
Torres García se basaban en un arte que debía estar: “de acuerdo con el curso de la vida. Es
e
por eso que es preciso que nosotros seamos evolucionistas. No podemos admitir nada que no sea
evolución. Este proceso evolutivo sobre nosotros mismos debe realizarse en cada una de nuestras
obras. Nosotros queremosser internacionales. Ser evolucionista no es pertenecer a una escuela; es ser
--
independiente, es combatir con las escuelas... Nuestra divisa debe ser: individualismo, presentismo, U
internacionalismo’ (39).
estas fechas en varios grupos, Els Evolucionistes, La Agrupació Courbet, Anñc et les
e
Arts o Nou Anibient. Los orígenes del primero se sitúan en 1915 con la revista Them¡s
a
de Vilanova; la Escuela de Vitanova, como seña denominada por José Maria Junoy
estaba compuesta por Rica.rt (40), Josep Francese Rafols, Rafael Sala, Antoni Candeil,
Joan Cortes, Francesc Elles, Ernest Engiu, Joan Serra, Alfred Sisquella, Eduard Verguez
e
y el escultor Josep Viladomat (41). El segundo, la Agrupació Courbet, nacería poco
después, formado por algunos de los integrantes de Els Evolucionistes como Rafael Sala, e
Enrie C. Ricart y, otros, Francisco Domingo, Joan Miró y Llorens Artigas. Como grupo
e
se encuentra dentro del noucentisme que como movimiento acoge a los lenguajes de
vanguardia; lo que para muchos se redujo la siguiente locución “en un país normal puede e
haber tropas de choque’ (42). Con el tiempo, esta asociación quedada integrada en Les Arts
e
e
501
els Artistes aunque muchos de sus participantes partirían a otros destinos como Miró,
además, sus protagonistas celebran sus exhibiciones individuales como Joan Miró que
realiza su primera Exposición en las Galerías Dalmau (1918) o Barradas, quien presenta,
por segunda vez, sus obras vibracionistas en marzo de 1918, en las Galerías Layetanas.
Este floreciente contexto cultural de 1918 acogería en el mes de abril las obras de
nuevo las Galerías Layetanas recibían, por tercera vez, al planismo; ahora, mucho más
radical que nunca. La apadción de estas agrupaciones artísticas así como los nuevos
Lagar, dieron la clave para exponer abiertamente su planismo. De hecho, como se puede
no tuvieron un título que englobara a sus obras pIanistas sino que se integraban unas y
otras dentro del mismo catálogo, hecho éste que confirma su participación en dos
En estos momentos será cuando Lagar, atraído por las circunstancias que están
ideal para el despegue de su escuela pIanista que ante todo cuenta con nombre propio y
con una cierta aceptación por la crítica, a diferencia de los grupos y artistas que
Una vez más, el planismo de Lagar seria objeto de numerosos comentarios por U
parte de la crítica. Desde Veil i Non se procedía a calificar sus obras que, divididas en
“Decidament, En Cels Lagar tot i seguint en la seva teoría planista, no deixa en absolut el e
fauvisme y es plauta en una situació entremig de cada una d ‘aquestes adaptacions d ‘eh, peró amb
moltes i millors condicions que les fins ara Ii haden conegut Els colors vius, v¡vissims, de la seva O
producció que ara té en aquestes Galeries, no són una novehú pels qui 1 ‘hem seguit de prop. Peró són
e
aquesta vegada molt millor aphicats que en les anteriors, i podem citar uns admirables bodegons i el
quadre titolat l4nglet del partí La fantasia deis seus temas desconcerta sovint a 1 ‘espetador no inicUa
e
503
Se nos presenta ahora mejor documentado, más claro de paleta y sobre todo más personaL
alegando anteriores influencias francesas, como paisajista nos interesa más que antes, pues ve
claramente los valores y da cierta emoción al conjunto. Además expone varias telas cubistas y que a
nosotros nos parecen ensayos nada más, alguna vez din ase es un ‘pompier’ dentro de lo suyo, pues
vemos dibujos que nada tienen que ver con la orientación del resto de las obras” (46).
artística sino, más bien, como experimentos aislados que por su concepción tienden al
preservaba, una vez más, a dicho movimiento que a pesar de aceptar las tendencias de
una expresión de sentimiento y armonía y, por lo tanto, tendieran hacia el llamado “arte
cerebral” o a la abstracción:
Celso Lagar es uno de los artistas modernos que con mayor largueza concierta veleidad a la
conquista de lo desconocido.., invade el conceptismo pictórico y aspira a crear una nueva tendencia
reciente actividady a esto ha concedido la mayor importancia de su actual exposición. No sería fácil
determinar hasta qué punto el éxito obtenido en esta nueva modalidad ha correspondido al que antes
Este nuevo punto de vista que Lagar distingue con el nombre de planismo como antes el
futurismo, después el cubismo y también desde hace algún tiempo el biologismo de Torres García, no
pueden ser estilos, más bien maneras debiera decirse, que puedan despertar emoción alguna en el
504
espectador, no que dejen traslucir la que el artista haya experimentado. Unicamenze pueden ser
apreciados como producciones imaginativas que tienden al cientifismo desprovisto por completo de la
había formado en los postulados noucentistas de Eugenio d’Ors, evolucionada hacia los a
como “pintura formaL objetiva y acabada” y “pintura intelectual, vibracionista, estructurada por
planos ‘. Se trataba de las mismas definiciones que había dado, con anterioridad, en su
e
crónica a la Exposición de Lagar en las Galerías Layetanas en 1916, y de las cuales
U
movimiento pictórico francés de inicios del siglo: el instinto directo a la cabeza de la estructura ‘e
presidida par Cézanne coronada por Picasso, y se ha de decir por Sunyer; y el instinto indirecto a la
e
cabeza de la estructura también por los caminos alucinantes de un impresionismo a la manera
constructora, no ya por matices sino por planos o por reflejos o por vi braciones” (48).
Sin embargo, en esta crítica se puede apreciar cómo durante estas fechas, es decir
en los años 1916,1917 y 1918, existió un trabajo en común o si se prefiere una visión e
artística conjunta entre Barradas, Torres García y Lagar, como demuestra el hecho que
e
se designe a la corriente subjetiva, es decir, a la de investigación lagariana como
a-
505
nos referimos ala señalada por Manuel Abril en 1923, cuestión de la que hablaremos más
tarde sino en su participación en las Galerías Dalmau con el grupo Els Evolucionistes el
-
1918 en el Palacio de Bellas Artes. La nota más novedosa de la muestra era el nuevo
artistas. Los artistas se distribuyeron por las salas en agrupaciones artísticas: el Real
Les Arts i els Artistes, la Asociación de Arquitectos, el Foment de Les Arts Decoratives
independiente” (49). La prensa recogería el evento como una muestra del ambiente
cultural tan variado que vivía, por aquel entonces, la sociedad catalana: “La nota más
escuelas, hallan entre nuestros artistas campo abonado todas las tendencias, todas las audacias, todas
las tentativas. Al lodo de las obras más respetuosas con los viejos cánones establecidos al lado de las
más académicas y más prudentemente morigeradas, hallamos las producciones más iconoclastas, más
De todas estas agrupaciones, la sala de Les Arts i els Artistes iba a destacar entre
las demás por sus participantes que, como publicaban los diarios, iban “a la vanguardia del
revolucionarios, los iconoclastas, enemigos de toda tradición y de todo orden establecido” (51).
506
Dentro de esta asociación se encontraban Josep Aragay, Rafael Benet, Ricard Canais,
Doménec Caríes, Joan Colom, Benin Damn, Sebastia Junyer-Vidal, Isidre Nonelí, Ivo
e
Pascual, MP. Saudiumenge, Joan Serra, Joaquim Sunyer, Francesc Vayreda, Bonet,
Enric Casanovas, Josep Claré, Pau Gargallo, Manuel Hugué, el francés Robert Delaunay,
Otra de las salas más destacadas fUe la de la Agmpación Courbet formada por
cinco pintores Joan Miró, Enrie Pican, Rafael Sala, Francese Domingo, María Espinal y —
el arquitecto Rafols que junto a algunos de los integrantes de Les Arts i els Artistes
e
como Sunyer, Enrie Casanovas, Francés Vayreda, Josép Ciará... formaban parte det
sector más moderno. Serán, precisamente, estas mismas agrupaciones las que
sobresalgan por sus artistas de avanzadilla. Entre ellos Miró con tres obras Naturaleza -
a
muerta, Retrato de Her¡bert Cassany y Retrato del señor Sunyer -, Roben Delaunay con
Diputación y Celso Lagar una sola obra, con el n0 672, titulada Me de la que se dijo que
a,
poseía “dos grandes defectos: un desnivel de perspectivas imperdonable y una estructura de carnes
muy defectuosa. De otro modo usa un color azul de una falta de sensibilidad elocuente’ (53). ‘e
Europa.
escolástica ha hecho dificultosa la apreciación de muchas otras escuelas. No obstante esta obra befada,
esta obra quefue la piedra del escándalo contra un movimiento que tiene mucho vigor si el visitanto la
e
a
507
compara con la de Celso Lagar o con la de Iturrino, con la del cubista Barradas o con la del fauve
A/irá, la encontrará ciertamente más de acuerdo con su receptabilidad. Y eso no sólo por su valor
superior al de los artistas con los que se compara sino por la costumbre, factor importante en materia
de arte. Por eso el arte para ser apreciado necesita una educación, un contacto y una observación de
las nuevas modalidades que van apareciendo. y en la búsqueda de los valores y de la idealidad que
cada uno lleva en si. ivfodest Urgelí presenta una pintura del s. XJXy Miró. elfauve de última hora, en
el otro extremo. Trazan un ciclo de nuestra Historia de Arte, lleno de agitaciones e ideales que está,
pese a algunas lagunas, resumido en nuestra Exposición de Arte, la más liberal de las Exposiciones
marcha de Celso Lagar a Bilbao (55). Sin embargo antes de pasar a su etapa por tierras
vascas detengámonos en las obras que exhibió en las Galerías Layetanas. Estas
presentaban de una forma masiva lo que hoy en día forma el pequeño compendio de las
plánols, Reflex d’espell, Bodegom, Bodegom, Bodegom y Elfruitier. Entre sus paisajes
fruiter ro¡g y El Pot del gos; además de aguadas y dibujos: Cap de velí, Estudi de rétrat,
D¡bu¡x a la ploma, Ná, Pa¡satge de Girona, Paísatge de Sant Daniel, Fruiter, Cap y
Alá.
508
que muestran ojos, cejas y nariz; su vientre, por ~emplo, estructurado geométricamente
encendidos (Cat 49-50, Lápiz graso, 42’8 x 26’5 cm, Colección Paul Alexandre)
e
EX P 081030
CELS LAGAR
tsct&nhftKS 1 OIUIJtXO ANIMAUSTIS DL e
HORTANSE mUGUÉ
e
GALERÍn LAETANBSC Ornvt. 6Ut BARCELONA ‘
Portada del catálogo de la Exposición Celso Lagar y Hortensia Begué en las Galerías a
Layetanas (1918)
e
e
509
(1917) o Ensayo de luz por planos (1916) en donde presenta una figura sentada ante una
mesa con objetos y tras ellos otro escenario, una ventana y tres figuras. A grosso modo
Sin embargo, existen componentes que aluden a otros lenguajes artísticos. En primer
lugar, volvemos a apreciar una de los rasgos fUturistas, aparte de la fUerza con que se
mismo denominó a sus cuadros de Villas y Tours Eiffel. Será en ese mismo año cuando e
presente en los Independientes Ciudad de Paris con el tema de las Tres Gracias (57), en
a.
donde a diferencia del cubismo reconoce la luz como principal protagonista que destruye
e,
e,
a
R. Delaunay, Ciudad de Paris A. Lhote, Las tres gracias (1912)
(Óleo sobre lienzo, 2’50 x 4 m, (Óleo sobre lienzo, 1’77 x 1 ‘46 cm)
a
Museo de Arte Moderno, Paris)
a
Del mismo modo, Lagar analiza los espacios a través de la luz y busca una
síntesis mediante ellos. También podemos señalar como afin las Tres Gracias de André a
u
Sn
Lhote del año 1912. Y, en tercer lugar, destacan algunos de los elementos de su
planismo. Entre ellos, sobresalen los planos angulosos en forma cónica o en otras
damero, el estudio del bodegón o la permanencia de los colores fliertes del fauvismo,
aplicados por el artista en su tono más puro, directamente del tubo a la tela.
como Homenaje a Guynemer. El primer estudio sobre este cuadro fUe realizado por
Narciso Alba en 1983 (58) del que, respetando su trabajo, sentimos disentir en casi todo.
En primer lugar, creemos que el cuadro fUe pintado en Barcelona y no en Pads como
argumenta Narciso Alba y, en segundo lugar, aparte de los datos que ofrece sobre la
historia del aviador Guynemer, no resuelve ninguna de las problemáticas artisticas que
La composición iba dirigida con especial atención al poeta Josep María Junoy,
autor del caligrama Guynemer, aparecido en la revista Iberia en octubre de 1917 del que,
posteriormente, hizo una interpretación francesa, publicada por Antoni López en 1918
(59) que mandará a Guillaume Apollinaire, quien a su vez le envia una postal, cuyo texto
Junoy con la vanguardia comienza en fechas muy tempranas, pensemos que 1912 escribe
cubista y el poema. De todas estas nos interesa el caligrama como definición plástica de
512
un texto. Oda a Guymener, caligrama estudiado por Joaquim Molas (60) en el que Junoy
e
describe la caída del avión del héroe francés, Guynemer. Bajo una inspiración fUturista, el
poeta alude a la máquina, a las ametralladoras alemanas que plagan con sus balas el cielo e
e,
y
U
U.
e,
e
Raid-Guynemer-Somme Alsace (Dedicado a JMJunoy) (1917)
(Óleo sobre lienzo, 70 x 80 cm, Col. par. Barcelona). e
e
Cronológicamente este caiigrama es anterior al cuadro de Lagar que, presentado
e,
513
guerra europea. La muerte del aviador se produjo el 11 de septiembre de 1917, dato que
Fran~ais (61) y en Madrid se recoge la trágica noticia (62). Los temas de ambas
muestra el avión que aún sobrevuela el cielo de Francia, acompañado de una estrella
A
4—.
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4 4. .
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—— 3 •1’’~
•a”.
2’ 4-. .4 4. .
Junoy sitúa la acción de la caida del aviador mediante letras, la central en forma
de “5” mientras que, el segundo, describe la situación del héroe francés que rodeado por
a
cuatro nombres, tres de ciudades y el suyo. En ambos existe una vocación fUturista. En
Lagar se manifiesta en sus elementos pIanistas, palabras, números y planos que dan
(63), sino también la inclinación hacia los mismos temas de investigación, el fUturismo y
se tratara de un enfrentamiento entre ambas Lagar distribuye su planismo por las cuatro
a
aristas del cuadro, las dos superiores formadas por pequeños planos angulosos de
colores fauvistas naranjas, amarillos y blancos y, las dos inferiores, constituidas por
- - e
U.
515
amplios planos geométricos que dan apertura a una superficie lisa azul donde se
encuentran las barcas, barcas que nos recuerdan a las de los fauves Dufr o Albert
estancia bilbaína en 1918- 1919, bajo el titulo Puerto de Bilbao y del que hablaremos
más adelante.
Angle delPort
(VeIl i Noii, Barcelona, 154-1918)
Cap ¡ paisalge
estamos de acuerdo con él cuando señala, en primer lugar, la escasez de obras pIanistas,
que como estamos viendo no fUe tal y, en segundo lugar, la afirmación de Narciso Alba
sobre la existencia del planismo como término que tan sólo aparece en las revistas de los
516
años 20, cuando desde 1915 fue centro de investigación del artista y el primer ismo de la
0
vanguardia española.
Otra vez en esta obra podemos observar las influencias del futurismo y el e
cubismo. Sumido en la problemática que había enfrentado a los fUturistas contra las
U
1 e,
a
Cap ¿ pazsatge (1918)
(Oleo sobre lienzo, 33 x 25 cm, Col. pan. Valencia)
a
La utilización de la luz así como el estudio de sus reflejos, los colores, los e
e
para Desnudo con pañería, (1907, Óleo sobre tela, 55 x 46 cm) o la de Gino Severii
Retrato de Paul Fort (1913, Papier collé y carboncillo, 48 x 63 cm, Colección Gina
Severiní).
Les barraques
Este cuadro aparece en los últimos catálogos publicados sobre el artista (66) bajo
el titulo La feria y fechado en 1912 aunque creemos que se trata del n0 II del catálogo
presentado en las Galerías Layetanas, en abril de 1918 con el titulo Les barraques. Lagar
formas angulosas que se combinan con las circulares creando inquietud en el ambiente,
fuertes colores del mundo fauve asi como amplias zonas planas que van a dar al maz
y
‘-4.
ates narraques
e,
Lafont
e
Reproducida por primera vez en el catálogo sobre Ultraísmo y las artes
plásticas, por el IVAM en 1996, se la denominó “Sin título” y entre paréntesis Mujeres U
trata de una de las aproximaciones al simultaneísmo de los Delaunay que también pudo
U
ver en la Península e, incluso, al coincidir con el propio Roben Delaunay en mayo de
~
U
e,
e,
a
La fon:
(Óleo sobre papel, 24’5 x 30’5 cm, Col. pan. Valencia)
e
contraste simultáneo de los colores de teóricos como Chevreul y del estudio del color de
e
las obras neoiinpresionistas de Seurat, Signac y (¡ross quienes afirmaban que de las
Roben Delaunay que pudo ver en el Salón de Otoño o en los Independientes de París
a
durante su estancia parisina, así como la publicación en enero de 1913 del poema La
e-
519
Robert, Sonia Delaunay; además, en este año, en el Salón de Independientes exhiben sus
obras los sincromistas Bruce, Frost, M.Russell y M. Wright, se exponen Las ventanas de
Robert Delaunay,
sobre ella distribuye a cuatro figuras que portan cántaros de agua. El efecto de luz sobre
las figuras las ha inmovilizado y tan sólo el ritmo de los planos y dentro de éstos sus
colores producen el movimiento. Bajo el influjo del planismo se van a realizar obras de
los artistas Pancho Cossio y Antonio de Guezala de las que hablaremos en otro apartado.
Bodegom
‘. te.
Bodegom
(Col. pan. Madrid)
520
Esta obra cuyo paradero se desconoce, parece muy próxima al óleo Reflejo en
*
forma cónica cuyo bodegón presenta semejante organización espacial. El interés por la
luz, el color y la forma geométrica llevan a Lagar hacia una estructura pIanista con base
futurista, en donde los objetos el jarrón y las manzanas aún conservan su forma real
- -
a
siendo la disposición espacial la que se sirve de números y líneas rectas y curvas para
a
constituir pequeños planos geométricos con fines dinámicos.
e
El resto de las obras pIanistas no han sido localizadas y en cuanto a los paisajes,
e
bodegones, aguadas y dibujos, tan sólo un Desnudofemenino fue publicado en la revista
Vel! ¡ Noii, el 15 de abril de 1918; respecto a las obras de su esposa Hortensia Begué, e
también llegaron a ilustrarse algunas de sus esculturas como Ors en la misma revista.
a
U,
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4-
(4~t~ -
1’
Ar e
Desnudofemeníno
e
(Vellí Noii, Barcelona, 154-1918
a,
e
521
El vínculo que habia llevado a Celso Lagar a tierras vascas se remontaba a mayo
Francisco Iturrino. Tan sólo un contacto más con este artista marcaría su definitiva
Arts i els Artistes donde Celso Lagar e Iturrino exhibían sus obras junto a otro
modernidad muy diferente de la que había podido recibir Lagar en 1917 en la capital
madrileña. Pero esta situación se remonta a finales del siglo XIX. Como ya se ha dicho
Durrio, Francisco Iturrino, etc. Todos ellos viajaron por Europa percibiendo numerosas
influencias que se verían reflejadas en el arte vasco. Las siguientes generaciones se verían
ennquecidas por estas notas pictóricas que constituirán uno de los debates más
capitulo sobre la recepción del arte vasco en Madrid y, por ello, detendremos en la
Durante el primer cuarto de s. XX, el arte vasco se iría difUndiendo por Madrid y
tarde, en Barcelona, en las Galerías Layetanas durante tos meses de diciembre dc 1916 y
*
enero de 1917
La Asociación de Artistas Vascos como muchas otras catalanas, entre ellas, Les a
Arts i els Artistes se había convertido, por su capacidad de aceptación del arte moderno,
e
en el medio más eficaz para los jóvenes artistas de vanguardia. Estas agrupaciones fUeron
las elegidas por Celso Lagar para sus exhibiciones no sólo por sus miras a introducirse en 0
Por aquel entonces Bilbao reivindica un arte puramente vasco paralelo a los U
dictámenes que hacía Eugenio d’Ors con su noucentisme en Cataluña; para uno de sus
a
defensores, Jaime Brossa, el País Vasco había “dejado de ser lo que era treinta años atrás...
existe pues, un modo Vasco de concebir la literatura y las bellas artes. fis un hecho cierto que las
escuelas modernas han entrado en los paises ibéricos por Vasconia y Cataluña. Pero al penetrar en
ambos paises se convierten en corrientes de adaptación: la primera, fusionando métodos modernos con a
los de la pintura clásica española; la segunda, haciendo servir la pi nturafrancesa por provocar un arte
e
nuevo que sea expresión del alma mediterránea” (68).
brazo que levanta en alto la espada ideal, y busca la lucha nueva, la lucha europea por la difusión de U
las ideas y por la integración viva del pensamiento y de la cultura del un pueblo’ (69)
e
92
523
Con este plantel cultural, Bilbao se había convertido en un centro estratégico para
organizar exhibiciones de arte que por su carácter comercial, algunos críticos, como T.
Mendive, prevenian del aumento de éstas: “Desde hace ya muchos dias la Prensa tiene que
ocuparse diariamente de alguna exposición de pinturas... - ¡Ah, Bilbao! - dirán los pintores Allí hay
-
afición, alli ¡mv sentido artistico: allí, en fin, hay dinero... Hace unos años, una de estas exposiciones
las gentes. se ha llegado a un estado que no podía soñarse; se ha llegado a hacer de Bilbao un centro
de pintura (70).
a tierras bilbaínas. Este recién nacido centro artístico en vías de desarrollo era el lugar
idóneo para la presentación, por primera vez, del planismo en el País Vasco y qué mejor
lugar que la propia Asociación de Artistas Vascos. Al planismo se le recibió como una
novedad artistica dentro de los lenguajes cubistas y fUturistas pese a lo cual se prefirieron
‘Celso Lagar ofrece al público la novedad de un estilo pictórico que en Bilbao no ha sido
expuesto: el ‘planísmo’, que es una derivación del ‘cubismo, de la escuela futurista’, de la que fue
paladín Marinetti, de aquella escuela que en París tuvo la virtud de soliviantar a la crítica y a los
profesionales librándose entre los neófitos del ‘futurismo ‘y los conservadores importantes batallas que
señalar Entonces, los revolucionarios del arte no consiguieron imponer sus teorías, ni convencer a la
crítica ni al público, acaso porque el futurismo’, como ya lo dice la palabra, era para las generaciones
futuras, que naturalmente no han llegado aún, pues esa parte de la obra de Lagar, aunque no sea
‘clásicamente’ futurista, sino más bien una aplicación personal, ha escandalizado, ha asustado a
muchos que no transigen con este estilo extraordinario yfuera de toda clasificación.
No se crea, no obstante, que Celso Lagar dedica su talento exclusivamente al ‘planismo’. Esto
debe ser en él un devaneo que se permite para desenvolver con toda amplitud sus grandesfacultades de
colorista Sin duda, no piensa en la venta, sobre todo en España, cuando pinta esas extravagantes
a’
524
genialidades, pues Celso Lagar sabe de sobra que en España, en este aspecto artístico, las gentes
u
conservan puro todo su pudor y toda su castidad artística. Por timidez y por respecto a las buenas
costumbres en pintura, el público no se atrevería a llevar uno de estos planos’, que, repetimos
Pero no es para indignarse ni para pedir la cabeza castellana de Lagar, sobre todo aqui en 9
Bilbao, donde la cédula de ‘planismo’ ni futurismo’~ sino con el nombre general de arte, se han visto
e
cuadros semejantes a éstos, si prescindimos del color “(71).
vimos con anterioridad, la síntesis a la que había llegado su planismo fue motivo de duras e
criticas, las mismas que iba a recibir, ahora, en Bilbao. Aparte, del breve comentario de
U
Xenius (72) que ocupaba parte de la presentación del prólogo del catálogo en que se
lagariano. Enrabiri, critico de Tarde, evaluaba los cambios que había sufrido su pintura
desde sus comienzos en Barcelona; ahora se había vuelto más hermética, sintética, plana
e
y simplificada y, de seguir así, le conduciría a una pintura de abstracción, a un “arte
crítica vasca y catalana habían reparado en estos debates sino que también hemos de
U
sumar la madrileña, que ante sus exposiciones de vanguardia como las de los artistas
polacos advertían la muerte del arte. Se trata, en definitiva, de la continuidad del mismo e
e
525
debate que mantenían los sectores más académicos de Europa a los que venían a sumarse
los de la Península:
moderna escuela pIanista, cultivada con tanto éxito por don Celso Lagar, y creyendo que yo pudiera
iluminar/e en media del laberinto en que se había metido inopinadamente, me interrogó:
-¿Pero este arte es tan hermético y esotérico que no encuentro yo quien me lo explique
-Mire usted: el planismo de don Cesar debe explicárselo a usted el interesado, si es que le
corre prisa. Yo tengo que observarlo bien antes. Tengo que estudiarlo y meditar sobre si es una
superchería o una aspiración ideológica digna de aprecio. Eso de aparecer un poco revolucionario y
anticlási ca, escondiendo nuestra propia brutalidad en unos cuantos tópicos sin valor y en unas cuantas
frases de mero artificio retórico, no es propio de los que nos encontramos en el retorno de todos los
octubre dc 1918, asistiendo artistas y escritores como Eugenio Leal, Gregorio Martínez
Sierra, Félix Aquero, Estanislao Aguirre, Arcadio Corcuera, Isidoro Guinea, Ignacio
Seguola, Arturo Galiano, Nilo Ortiz, Emilio Padró, Félix Ortiz, Raimundo Moreno,
Ramón Villaamil, Valentin Dueñas, Ricardo Arrúe, Pedro Guimón, Fernando Villabaso,
desarrollo socio-cultural del País Vasco proseguía una etapa evolutiva que para algunos
e
críticos, como José Iribarne, el aumento de estas exposiciones individuales de carácter
moderno provocaba una critica adulterada ante la falta de una educación artística: e
<‘Ante la profusión de exposiciones que se vienen celebrando en Bilbao, algunos señores han
e
torcido el gesto y han ahuecado después la voz, advirtiendo a los indígenas que no se deben regocijar
por el suceso, pues estas exhibiciones carecen de verdadero sentido educador, si no hay una crítica que
sepa ponderar el valor de las mismas... es de lamentar que los cronistas no se hallen documentados en
los procedimientos técnicos para poder determinar debidamente la clase de pintura que tienen delante
de los ojos, fijando bien su cualidad y su calidad, pues, del otro modo, vendremos a parar siempre al
e
comentario plebeyo, al impresionismo de hombre indocto en la materia, quien por haber leído a
Cicerón y asistido a las representaciones del drama de Ibsen vertidos al castellano, sienten dentro de
a
sus toda la fuerza que dan la audacia y la osadía, y se lanza con ellas,... sin escuchar esa voz misteriosa
y justiciera, inflexible y tenaz, que nos denuncio todos los días a un hombre ridiculo que había O
a
527
pintura, Domingo Marqués, Alcalá Galiano, Cobello, Llorens, Roberto Domingo,... éstos
últimos ganadores de la primera medalla frente a las numerosas muestras individuales con
los que estaban habituados al público bilbaíno “en que los lienzos parecen trazados por hombres
p¡ntor vuelve a exponer sus originalisimas pinturas en el salón de la Asociación de Artistas Vascos. Nos
proponemos visitarla y decir lo que nos sugieran, con sinceridady respeto” (79).
mención de esta segunda intervención de Celso Lagar por tierras vascas considerando el
suyo como un lenguaje moderno que reaccionaba contra lo académico. Llegados a este
punto, en el fondo se repiten los términos que baraja el discurso de las artes plásticas
españolas durante la primera mitad de siglo: los clasicistas, los academicistas, arte oficial
versus renovación, los cubistas, los fUturistas, los puristas, los pianistas, los
vibracionistas, los sincromistas, los simplicistas, los modernos... Sin embargo, para el
Una vez más nos ha visitado este extraordinariopintor que, como Don Juan, va produciendo
el escándalo por donde pasa. Celso Lagar es un pintor de la escuela planista, que todavía “trae de
Lagar es un valiente que, indiferente a la iracundia del público, sigue planeando en terribles zig-zags
Este olímpico desdén del mozo salmantino hacia el vulgo que se revuelve airado contra todo lo
que no está al alcance de su conocimiento, resulta simpático. Sin duda Lagar es un sibarita de la
protesta, disfruta con los gestos absurdos del público ante sus cuadros, y para provocarlos recrudece su
a’
perfectamente inteligible No hay sino tener ojos para ver sus cuadros. en los que vemos claramente sus
franjas rojas, azules o verdes; luego sus rótulos de tipos bien legibles y sus alusiones: una rueda, un
caldero, un pedazo de silla, o un tiesto vacio No hace falta torcer el pescuezo para ver los objetos. Lo
que pasa es que el público es excesivamente curioso y quiere penetrar en un secreto que no existe.
En esta Exposición hay algunos cuadros en que ha hecho concesiones a su público protestante,
e
pero, francamente, nosotros preferimos a Lagar intransigentemente planista, con sus revueltos de
colores, que dan a sus cuadros cierto aspecto de un telégrafo de banderas” (80).
Son muy pocas las obras que se conocen de esta muestra, tan sólo podemos
asegurar la presentación de tres obras: Puerto de Bilbao, obra a la que alude el anterior e
artículo, puesto que las referencias a franjas de colores, rótulos legibles y componentes
e
pIanistas como medas, tiestos, etc. se enmarcan en esta obra, Las tres vascas y Muelle
primera subasta pública realizada por el sanatorio para enfermos mentales de Sainte-
mt
Anne, en 1962, donde se encontraba recluido tras la muerte de su esposa en 1956 (81).
Arte de vanguardia (1910-1936) en España, (82) del que destacamos algunos párrafos,
a
además de subrayar las semejantes connotaciones que existen con el arte vibracionista de
e
a
e
529
~~~1
\1
Pueno de Bilbao
(Gouache sobre lienzo, 60 x 78 cm,
Museo de Arte Moderno de Bilbao)
Las dos obras muestran un mismo tema, el puerto de Bilbao. Sin embargo, en el lienzo se
advierte una estética más depurada, más sintetizada, a pesar de que ambas están
personalidad propia. Lagar nos muestra en su dibujo las dos acepciones del puerto y de
la ría, igualdad que nos indica que tanto la ría como el abra separan/comunican los
fábricas, sin necesidad de escribir ya “fabril” (sic), convertidas ahora en una trama
romboidal.
a’
530
a’-
toda linealidad circular para transformarse en una angulosa escalera desde la cual se
a
accede a la vida industrial de Bilbao. En la parte inferior del dibujo, el vehículo de
vibrantes ruedas de moderna velocidad que nos recuerdan las obras fUturistas de
-
e
Boccionj, Severii o MacDelmarie - ha desaparecido para dejar paso a la proa de un
a
barco. Es el mundo del “telégrafo de banderas, de terribles zig-zags, de franjas azules,
verdes, rojas, de rótulos legibles..” de formas circulares, de píanos y planes que tanto
inquietaron a Celso Lagar pero que finalmente quedarían desvanecidos ante la oposición
a
de un público escandalizado y disconforme con ese arte. En definitiva, se reaccionaba
ante ese primer arte español de vanguardia que no se entendía, pero al que se temía,
u’
u’
UE
St
e
Rafael Barradas, Puerto de Barcelona
(La Esfera, Madrid, 29-6-1918) a
e
531
Las tres vascas (Óleo sobre lienzo, 81 x 60 cm, Venta Bellier, 12-3-1932)
Presenta una de las notas más características que va a predominar en su arte posterior de
los años 20, la monumentalidad reflejada, ahora, en tres gruesas mujeres vascas.
Muelle de Bilbao
Recibe la influencia de Torres García, en obras como Estación (1918). Lagar refleja el
plana de las formas pero sin existir un análisis pianista donde intervienen elementos
como apunta Narciso Alba (83), en septiembre todavía la Asociación de Artistas Vascos
e
conservaba una de sus composiciones. Junto a ella una tabla flamenca del s. XVI
Celso Lagar. Una vez más la Gran Vía acogía la obra del artista ofreciendo de nuevo un
e
arte moderno de vanguardia, en paralelo, se celebraba la primera Exposición
pero en la que se mencionaría su arte pianista en relación con las obras francesas que
a
llegan a la capital Bilbaína (84):
de Artistas Vascos hay un cuadro de Celso Lagar y una tabla flamenca del sx 217. Junto a un plátano
a
de la India. en un banco, una institutriz inglesa hace un rosetón de crochet, pensando... abstraída,
abstraída. Es rubia y chata. Adorablemente chata, porque sus claros ojos la redimen de tan deplorable
nariguera... La Gran Ula es la calle que da prestigio a la lilIa. La que eleva su rango, la que la
dignifico y ciñe una corona de modernidad Está sellada con el anagrama de la Grandeza u’
Verdadera..” (85).
a.
e
533
Galeria General de Arte Moderno, Madrid se había ido convirtiendo en ese lugar cada
vez más concurrido por todas las tendencias artísticas. Ahora, comenzaba a tener un
ambiente artístico que constituía el punto de referencia de todos los que acudían a ella.
Un año antes, Cansinos Assens había ido fraguando el germen de lo que, en estos
momentos, se conocía como el movimiento literario ultraista que con presencia del
chileno Vicente Huidobro, en 1918, vendria a reforzar aún más el movimiento. Tampoco
seria una casualidad la llegada, en este mismo año, de Rafael Barradas, Vázquez Díaz,
los artistas polacos, el matrimonio Delaunay y Celso Lagar. Fueron ellos los que
tercer centro artístico más importante de España, aunque Juan de la Encina, en 1919,
y Barcelona:
- tres centros capitales de producción artística nacional: Madrid, Barcelona. Bilbao. Cada
uno de ellos tiene su carácter peculiar y desempeña, dentro de la totalidad nacional, un papel bien
preciso. Madrid ha sido en ese tiempo centro artístico reaccionario por excelencia, la gran máquina
productora y sustentadora de los falsos valores que degradan el arte moderno nacional; Barcelona, la
aduana franca de todos los snobismos, pero a la vez el aparato registrador más sensible de todos los
movimientos nuevos; y finalmente. Bilbao, el centro más modesto y silencioso de los tres, será quizá
para un futuro historiador, indicio de un esfuerzo intermitente y lleno de desmayospara dar voz
534
estética a una casta española hasta ahora muda y casi estéril en las altas producciones del espiritu -.
e
(86).
colectivo como en Barcelona y Bilbao, puesto que desde principios de siglo ambas
e
contaban con esta referencia; ahora le tocaba su turno a Madrid siguiendo un proceso de
continuidad que paso por los ultraistas y que eclosionará en La Sociedad de Artistas e
Ibéricos en 1925.
u’
Los principales hitos de vanguardia en sus origenes, los de Ramón Gómez de la
muestra de Celso Lagar (1917), la de los polacos (1918), la de Vázquez Díaz (1918), las a
deja entrever en sus uniones y desuniones colectivas, como por ejemplo, en la nonata
primera Asociación de Artistas Independientes en 1920, pero antes en su colaboración
con el ultraísmo, donde todos ellos de manera directa o indirecta van a participar. Existió
u
pues un vínculo, un deseo de unión entre estos artistas que, en estos momentos,
Celso Lagar insistía de nuevo en la capital donde sus trabajos de 1917 no habían
u
sido bien acogidos ni por la prensa ni por el público madrileño aunque no por ello se
a
olvidaron de su arte, considerado como un vanguardista del bando de los fUturistas. El
critico de arte Correa Calderón le mencionaba en su artículo dedicado a la Exposición de
Arte Francés en el Retiro celebrada en mayo de 1918 casi en paralelo a la que Lagar
u
a
535
francés” por la exhibición, según el propio crítico, ‘de docenas y docenas de cuadros de gran
tamaño, plúmbeos, históricos, fósiles, lamidos, que traen hasta nosotros el recuerdo de los cromos y de
las litografias viejas” (87). El critico continuaba su artículo haciendo el recuento de todo
quizá sea Francia la que sigue en audacias ultramodernas, interesantes por ser un aspecto modernísímo
de la pinturat Sin duda Francia creyó que aquí aun nos escandalizamos por tan poca cosa. Ya va
existiendo cierto ambiente. Al fin, España es la patria de Picasso, Iturrino, Celso Lagar, Pascual..”
(88V
conjunto de la Exposición del Ateneo, gran parte de las cuales habían sido presentadas
u’
en las Galerias Layetanas. Entre ellas hacemos mención de Lulu de Montparnasse por
creer que se trata de una composición nueva de esta época y por estar las restantes obras
Exposición del Ateneo madrileño (90). También puede adjuntarse un dibujo fechado en a
uso de la pincelada impresionista junto a fUertes colores que dejan amplias zonas planas. u
*
u
g, s
a
Lulu de Montparnasse
(Oleo sobre lienzo, 32 x 30 cm, Col. Kalman) a
u’
537
“No conocíamos obra alguna del Sr. Lagar y sólo por referencias sabíamos que es un pintor
revolucionario y ultramodernista. Se dice que nada hay nuevo bajo el soL y en algunos casos esto es
cierto. El arte pictórico del Sr. Lagar tiene una gran semejanza con el de .KOKY; solo que éste, sin
apedillarse ingenuo, era un artista más sincero que el Sr Lagar y, además, suerte tenía una valentía,
unos rasgos tan enérgicos, una factura tan sobria y justa y una expresión típica de temperamento
meridionaL que hasta el presente no ha sido superado por ninguno de los artistas que siguen sus
sendas, pues KOKYfue creador de la pintura ingenua, sintética y pIanista actual” (91).
Por el contrario, otros, como José García Mercadal sin escudarse en lenguajes o
evaluar el planismo:
“Esto del planismo es una pintura para iniciados, confesada y declarada así por aquellos
mismos que la practican, para poner sus obras al abrigo de las más que posibles cuchufletas de los
indoctos.
Nosotros, a Dios gracias, declaramos no poseer ojos aptos para comprender y apreciar el
planismo. Por eso, en las obras del señor Lagar hemos visto algo tolerable en algunos paisajes, donde
el planismo aparece vago, indefinido, sin afinar. Pero en aquellos otros trabajos donde el planismo
aparece con toda su fuerza de la sangre, confesamos, poniendo la mano sobre nuestro corazón, no
haber visto nada, absolutamente nada que pudiese resultar agradable para el artista” (92).
localizado, Blanco Coris describía su portada en la que aparecían dos jeroglíficos del
dinamismo plástico” o de la “solidificación del impresionismo (93), así como los extraños
e
títulos de sus obras, que para José Francés estaban ‘traducidos de un catálogo de los
Independientes (94) y que por la complejidad los catálogos se encontraban colgados de
a
quadre a catáleg, del catáleg al quadre. que confronta el número i el titol una pila de vagades; i que a
Los títulos de los cuadros constituían, también, una nota más de vanguardia que e
para muchos era entendida como una extravagancia más que unir a su planismo. Títulos
a
pIanistas como Reflejo en forma cónica, Raid, Gynemer-Somme Alsace u Oriente en
feria cromática eran suficientes detonantes, según Juan de la Encina, para considerarle e
“Es de lamentar que un pintor como éste, que posee a no dudarlo excelentes condiciones de
paisajistas y una retina limpia, se empeñe en querer llamar la atención con ciertas extravagancias
a
ridículas y bufonescas de los salones parisienses anteriores a la guerra. Bien está que un artistas de
talento y la malicia de Picasso se entretenga en medir hasta dónde llega la candorosidad de los artistas e
impotentes y los snobs... Celso Lagar está equivocado de una manera demasiado candorosa para un
hombre que ha salido ya de leer El Juanito. Y si el agarbanzamiento madrileño tiene alguna buena a
condición, es la de considerar al hombre-anuncio como lo que esy no como un artista sublime. Que nos
a
539
perdone Lagar estas palabras sinceras. Si no viéramos en algunas de sus obras ciertas condiciones de
agarbanzamiento tiene una doble visión que se relaciona entre sí. La primera, calificarle
dentro del concepto fUturista, por los elementos fUturistas en sus obras como rótulos,
letras o números que predican dicha teoria y, la segunda, desde un contexto castizo de la
por ser el lugar que más se aprecia peto, también, por significar lo vulgar y el lugar de
madrileña desde 1916 (98) como símbolo del hombre que se hace propaganda de si
“Entre las arriesgadas extravagancias y las exóticas inventivas extranjeras a que poco a poco
alto, esquelético, grave y enmudecido, es el último grito de la propaganda. Tiene algo de actor de
calles. Cuando su indumenta es grotesca, los chicos le rodean con la misma regocijante curiosidad que
si se tratara del auténtico Charlot.. Puede ser terriblemente sarcástico, encasullado dentro del
anuncio (99).
El planismo de Lagar fue también objeto de critica por José Francés, para quien
el arte de Lagar se había quedado desfasado si se comparaba con el arte actual de 1918
en Madrid. Recordemos, por ejemplo, que el sincromismo de los pintores polacos había
artística madrileña pero deja en el tintero que, hasta entonces, a excepción de los artistas
e
íntegros, los polacos y algunos extranjeros no existe ninguna exhibición de arte
muyjusto del color Hay cuadros suyos - estos cuadros que llevan títulos integrantes para los hombres a
ingenuos y de buena fe que tiene positivas condiciones decorativistas, armonías deliciosas, gamas de
-
e
grata contemplación. Su Ángulo del puente de Barcelona’, incluso tiene valor indudable de realismos
de emoción.
a
Pero Celso Lagar disimula sus buenas cualidades con la arrogancia fauvista, un poco demodé
en el propio Paris. Y no decimos en el propio Vfunich, porque dentro de poco los cubismos, orfismos, a
síncromismos, planismos que realizan los bolcheviquis y espartacos con las cosas, los edificios, los
hombres y las ideas, dejarán muy atrás aquellos inofensivos atrevimientos de los cubistasyfuturistas de
avant guerre.
a
En España, Celso Lagar todavía exalta a muchos en pro o en contra Fuera de España. Lagar
El ha creído necesario resolver los seres, y las cosas, y la atmósfera por planos. Una planitud
de masas, de colores y hasta un plano, para que no se extravíen dentro de sus cuadros los buenos
que añade un nueva interpretación al planismo basada en la influencia del teórico francés a
m
541
Jules Laforgue. El critico hace referencia a las notas de arte recogidas por Laforgue
sobre sus impresiones en los museos y reflexiones personales sobre la pintura entre las
que destacaban las teorias de Charles Chevreul o Charles Henry sobre los colores y los
capaz de ofrecer diferentes emociones según su posición. Sin embargo, creemos que
aunque exista algo de cierto en estas reflexiones de Francés debemos especificar que
muchos otros artistas de primeros de siglos las utilizaron y en Lagar no fueron una
influencia directa sino, más bien, de las obras que pudo ver en los salones de Otoño o de
los Independientes de Paris: “Celso Lagar ha visto y ha leido, por ejemplo, a Lucien Laforgue,
quien asegura que ‘una línea puede expresar un objeto sin tener ninguna semejanza gráfica con él’, y
que. para expresar la substancia de un cuerpo, se le puede desplazar, aislar, suprimir, soldar o añadir
Para Blanco Coris, las obras pianistas de Lagar estaban influidas por los futuristas
aunque éstos no cumplieron todo aquello que predicaban en sus manifiestos. Desde el
primer manifiesto del futurismo (1909) fUeron muchos los textos publicados. Coris se
1912) y a los de Carrá como La pintura de los sonidos, los rumores, los olores que
predicaban un arte que no era real o, por lo menos, no la realidad tangible al intelecto de
quien admira una obra de arte, apoyando así a la pintura clásica, académica, capaz de
la melodía a la sintonía’ como preconiza Boccioni... La pintura de los sonidos, de los rumores y de los
olores que pretende Carrá, aún no ha apuntado su albor. Para la pintura de las velocidades, de la
542
alegria del movimiento aun no se fabrican colores ni pinceles. Es posible que con nuevos elementos
r
llegue todo eso algún día; mientras tanto, atengámonos a los clásicos, a los benditos clásicos, que
despreciaron profundamente el dinamismo para refugiarse en fa virtud de rendir pleitesía a la belleza
u
en todas sus manifestaciones plásticas” (103).
e
Hasta ahora, todos estos juicios de valor se engloban dentro de una crítica que
st
siendo académica bien reacciona contra la vanguardia bien resalta el lado más negativo
st
de la obra lagailana pero veamos cuál fUe la que le apoyó. En primer lugar, aquéllos que
estaban con la aparición del “arte nuevo” o de vanguardia, como Xavier Bóveda, poeta
firmante del primer manifiesto ultraista, quien conoció a Lagar en una sesión pombiana a
a
través del propio Ramón Gómez de la Serna. Para Bóveda, el “arte nuevo”, su ultraísmo,
eran junto a otros elementos, como el futurismo al que pertenecía Lagar, el impulso hacia
la pintura moderna:
u
‘Celso Lagar que acababa de regresar de la provincia de Orense tenía interés en que yo viese
Allí, todavía, se quedará su esposa (una bella y admirable escultorafrancesa que, en compañía
Yo le prometí mí visita. a
El me regaló un dibujo.
El público -clancote y rancio (creo haberos dicho que Celso Lagar es un pintor pIanista) se
a
mostró bastante desorientado y aun disconforme, con el nuevo modo de pintar el pintor exfraño.
Igualmente la crítica.
a
u
543
(Bueno, entre paréntesis, hemos de recordar que todos nuestros críticos, a excepción de José
Francés, no están en el espíritu de nuestros días, ni comprenden las cosas de nuestros tiempos)
desecharon.
No pude ir
Fui.
Y...
Antes de nada.
Antes de nada, diré, que ahora se ha puesto en moda blasonar de conocerlo todo.
A nadie sorprende encontrarse con un señor que, perfectamente imbécil, con una gran
familiaridad hable de las obras de Fu/anita de Tal o de las nuevas orientaciones de/pintor Zutano.
Eso a mí me molesta.
Así, pues, antes de elogiar a Lagar, diré que yo no entiendo una palabra de la pintura
moderna.
Ni de la moderna ni de la antigua.
belleza.
¿Que sí? —
en prosa, con los avanzados me gusta mucho Gómez de la Serna-. Y en pintura, con losfuturistas.
-
Y esto es Lagar.
Un futurista.. (104). a
a
En segundo lugar, destaca el artículo de Femando López Martin, cronista del
e
diario El Figaro, amigo personal de Rafael Barradas, con quien realiza esta crónica, este
último encargado de la ilustración. Femando López Martín, creemos que influenciado e
por el arte de Barradas (105), realiza un amplio comentario en el que se pueden destacar
e
la aceptación y el intento de definición del planismo como escuela de vanguardia paralela
Celso Lagar tiene prestigio, talento e inquebrantable fe en su arte, dos condiciones admirables
para alcanzar el triunfo. ¿ Vencerá? Nosotros lo deseamos, porque sus entusiasmos son merecedores de
e
la victoria; pero tememos que no sea así; porque la gente, en su mayoría aferrada a las viejas
e
545
irremediable fracaso, y Celso Lagar, que es de éstos, debe medir sus pasos y no entregarse a una
Los lienzos de Lagar son una muestra fuerte y precisa de lo que es en pintura el
ultramodernismo, ese arte abiertamente apartado, en irisacionesy técnica, de las escuelas que se basan
en la verdad única e imperecedera... Celso Lagar recogió de fuera, no decimos copió, las innovaciones
más aventuradas sobre arte, y con su talento las importó en España, donde arraigaron tan hondamente
que hoyforman escuela, de la que los másfirmes sostenes son Lagar, Torres García y Miró... ‘ (106).
López Martín parece estar con la vanguardia pero de una manera muy superficial,
(107).
sería uno de los contactos más estrechos entre Lagar y Barradas, ahora, en este artículo
de El Figaro como pareja artística. Recordemos que Torres García se encuentra todavía
Poble la misma página para ilustrar cada uno con sus dibujos individuales sus lenguajes,
en estos momentos sucedia lo mismo con Barradas y Lagar. Fue la primera y única vez
que ambos artistas trabajaron juntos. De hecho, quizá podemos hablar de una despedida,
dibujo. Éste, quizá, sirvió para devolver a Lagar el que años atrás el artista había
escrito en letras mayúsculas delimitadas por dos lineas paralelas que dejan libre la letra
“S” que es a su vez sesgada por una línea curva, además de sus habituales lineas rectas
u
que forman ángulos y curvas que delimitan espacios, dos de ellos tubulares que
mt
Exposición del Ateneo como se observa en las tres cuartas panes del dibujo, mientras
u
que en el ángulo superior derecho Barradas nos ofrece un detalle del mismo dibujo que
propio autor, Celso Lagar, continúa analizando ese mismo lenguaje expresado, ahora, en —
el estudio del puerto de Bilbao (109), lugar, como sabernos del que acababa de regresar.
e
547
Volviendo de nuevo a la parte más barradiana del dibujo, su autor refleja a través
de unos pequeños trazos lineales el retrato de Lagar, que a diferencia de otros retratos de
esta época de Barradas, en los que si existe la presencia fisica del retratado como en el de
Torres García (1918) (Tinta china sobre papel, 23’5 x 17 cm, Residencia de Estudiantes,
Paris a la que Barradas presenta con el dibujo esquemático de una Torre Eiffel, en el que
unos de sus dos puntos de apoyo es una flecha que indica dicha estancia. Después, Lagar
llegaba a la Península donde realizaria varias muestras pIanistas para terminar en la última
(1919) (79 x 60 cm, Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo). Con esta obra
vimos que la correspondencia entre Torres y Barradas fue uno de los principales pilares
para continuar sus relaciones artísticas, ésta seria también en el caso de Lagar uno de los
Barradas y Lagar escriben a Torres para saludarle, la respuesta de esta tarjeta es una
de lo que se desprende la gran unión entre ambos artistas. La siguiente carta se escribe
en este mismo mes (112) y Barradas explica a Torres su próxima muestra en donde
diciembre de 1918, Torres escribe a Barradas, entre otras cosas, dándole las gracias por e
el dibujo de Figaro:
e
“Y gracias... por el comentario a la Exposición Lagar, que es interesan tísimo. Quiero decir su
4’
u
e
L2c~-2! PAT
fo a
rr~
e
a
Rafael Barradas, Dibujo
(El Figaro, Madrid, 5-12-1918) a
‘4’
Torres, desechando la composición de Lagar, se refiere al dibujo de la Casa de
a
549
por los objetos infantiles, proyecto en el que Lagar nunca llegó a participar. Fueron
muchos los rasgos en común que unían a Torres García y Rafael Barradas.
- S
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Rafael Barradas, Casa de apartamentos (1919)
(Oleo sobre lienzo, 79x 60 cm, Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo)
arte múltiple basado en juguetes, dibujos, escenografias, pintura, etc. que Celso Lagar no
compartía. Incluso, como señala Pilar García Sedas (114) Barradas en cierto modo
st
550
consideraba a Torres García como un maestro al tiempo que éste último vio en Barradas
un compañero de una escuela muy particular que, en los últimos momentos de relación
e
(1919), se basó en la realización en una exposición infantil (115). Quizás por este motivo
llegaron las primeras desavenencias con Lagar, aunque hay que destacar el lenguaje de
Torres no dudó en alentar al planismo, término que perdurará años después de la partida a
de Lagar;
a
‘VI delante todos los que vamos adelante. Más vibracionismo que nunca y planismo y
expresionismo y cubismo y todos los ismos. Porque tenemos razón. Somos los únicos que vemos
(116).
a
a
El planismo fue la elaboración del primer ismo de vanguardia en las artes plásticas
españolas del s. XX, considerado actualmente como una mera elaboración cubista fue
más complejo, debido a la trayectoria artística del pintor Celso Lagar. La situación
a
artistica en la Península desde 1909, con la aparición de los primeros manifiestos
e
futuristas, hasta 1915 contrasta notablemente con la aparición del planismo, considerado
por aquel entonces como una de las primeras escuelas ultramodemistas que se oponía al
a
arte acadeniiscista. Junto a Barcelona y Bilbao, Madrid intenta, a cargo de algunas
a
personalidades como Ramón Gómez de la Serna, ser centro de renovación de las artes,
destacándose los primeros intentos de oposición al sistema tradicional que las a
a.
551
Mundial, Celso Lagar encuentra el escenario idóneo para desarrollar sus actividades
teóricas, las más escasas, y prácticas. El artista había sido testigo de excepción del
ambiente cultural parisino, desde 1911 a 1914, ocasión que aprovechó para asistir “in
más avanzadas como las de Closerie de Lilas protagonizadas por el poeta Paul Fort, que
le permitirán realizar una síntesis personal que será conocida con el nombre del planismo.
Como hemos visto, en 1915 seria su propio autor, Celso Lagar, el primero en
Península sino que, además, bautizaba a este nuevo ismo. Otros historiadores, como
Santos Torroella (117), han apuntado, incluso, la intención del artista en París de
plantear la teoría pianista al pintor barcelonés Domenec Caríes para secundarla aunque
Revista Nova, VeIl ¡ Noii, Un Enem¡c del PoNe dirigida por Joan Salvat Papasseit o
552
Trocos dirigida por Josep Maria Junoy, que exponían las experiencias culturales más
e
avanzadas del momento, y que además sirvieron para dar una nueva dimensión del arte
u
moderno y de la poesía constituyendo una importante plataforma de difusion.
Lagar, una vez elaborado el corpus teórico del planismo en Barcelona, marcha a
nexo de comunicación entre las tres principales capitales del arte en España: Barcelona,
E,
saludado como sintoma inequivoco de modernidad por críticos de arte como Eugenio a
d’Ors que vio en el planismo un buen respaldo para su noncentisnie; Joan Saes, que le
e
consideró como un pintor genuino; Juan de la Encina, que adivinaba sus dotes
Gómez de la Serna, que le integra y presenta en sus tertulias del café Pombo, a las que
e
asistirá con regularidad, formando parte del reducido, pero selecto grupo de
e
u
553
Cansinos Asséns, el padre del ultraísmo, así como Xavier Bóveda, nombran su planismo
como un elemento del arte nuevo, etc. mientras que, por otra parte, fue atacado
violentamente por aquellos defensores del orden establecido por los certámenes oficiales.
de las primeras décadas del s. XX es evidente, además de ser punto de unión en otros
arte de José de Togores, Jaume Guardia e, incluso las primeras experiencias artisticas de
Joan Miró y, más tarde, las de Antonio de Guezala, Pancho Cossío, etc.
breve, tan sólo cinco o seis años. Podríamos decir que comienza en su primera
1919, pasando por las galerías Athenea, Layetanas, General de Arte Moderno, el Ateneo
como la estructuración plana de las formas y colores fauvistas abarcan unos años más en
su producción artística posterior de los años veinte e, incluso, varios de sus dibujos
9
como Menu for Mme Kahn y Hors d ‘oeuvres variés, están emparentados al universo
vital de la obras del uruguayo Rafael Barradas, a través de los evidentes notas clownistas
r
de su rostros, permiten alargar la vitalidad de este movimiento.
u,
u’
LO.gat
IMENU
HORS P’OEUVRES VARÍES
a
Celso Lagar, Menufor Mme Kahn (c. 1921)
u,
Paradero desconocido
t
555
préstamos. No existe un camino único que nos aproxime al planismo sino, que al
contrario, a través de todos estos caminos, de todos estos lenguajes, se llega al planismo.
Por ello, en su pintura se pueden observar dos interpretaciones: una objetiva y acabada,
Lagar toma y retoma sin orden alguno todos los lenguajes, cuyos elementos
mezcla entre si. No subyace un orden de preferencia. Asi pues no será raro encontrar
vendria a ser un juego de lenguajes sin reglas fijas. Sin embargo, en este nuevo ismo
En la primera, Lagar utilizaría todos aquellos elementos, que sin llegar a resultar
y que por ello serían las más elogiadas. Son definitorias a este respecto, las primeras
bien en sus sucesivas exposiciones en las Galerías Layetanas. Se trata de unas pinturas de
agradable modernidad que fueron bien acogidas por el público barcelonés, implícitas por
filiaciones del propio artista al movimiento. Los temas elegidos nos hablan de un nuevo
e
en la línea sinuosa del mejor Derain y el color agresivo de un Vlaminck que se engarzan,
e
perfectamente, con la pintura noucentista del momento; pero, en otras ocasiones, sus
figuras nos hablan de una vuelta a los origenes basada en el arte primitivo de su amigo
interpretación muy personal del cubismo y el futurismo, pero paralelo e, incluso, a veces
a
lejos de estar formado, Lagar, nos ha ensañado sus obras ‘cezannistas’; ahora tenemos a Otto Weber,
alemán y estructuralista, si bien no tan fuerte como el otro. Nos interesa mucho ver estas chispas de
Creemos que existió un especial interés de Miró en las obras de Lagar, sobre
todo en sus primeros desnudos, en los que se puede apreciar el mismo primitivismo
e
lagariano. También, aunque es mucho más dificil de concretar, pero no de apreciar, la
influencia más o menos externa de algunas de sus composiciones como L ‘ampolla Nava
(1916) (Oleo, 57 x 68 cm, Adrien Maeght, París), los dibujos publicados en Trossos,
a
e
557
Arc Volta¡c o L ‘Instant (1919) de artistas como Rafael Barradas o Lagar, sin olvidar de
las de su amigo E.C. Ricart. En ellos se puede observar cómo Miró, consciente de las
corrientes de vanguardia que circulan por el ambiente artístico barcelonés, ha podido ver
las exposiciones de Celso Lagar y los trabajos de Barradas (120) organizando sus
tonalidades, normalmente tres o cuatro colores rojo, amarillo, azul o verde derivados
- -
del fauvismo. No existe tercera dimensión puesto que no desea crear una ficción, sino un
fragmentarias visiones del hecho urbano... nos remiten al dinamismo y la vitalidad de las
558
botellas, ftutas, jarrones, de reflejos descompuestos por medio de planos nos hablan del
mt
cubismo.
e
Ltj
e
Celso Lagar, Estudio cubista (c. 1914-1915)
(Paradero desconocido) E,
La serie de volúmenes que se encuentran entre los objetos, Lagar los llama —
unión entre el ambiente del cuadro y el aire que existe dentro de un espacio simplificado, e
Es como dirá Lagar: “la compenetración del ambiente y el aire dentro de una superficie plana
a
No se pretende crear una tercera dimensión sino derribar la muralla que la crea
mediante planos que se cruzan mezclan, sin necesidad de crear una atmósfera, porque ya a
existe. Se aspira a crear, a comenzar un arte nuevo, primitivo y puro, después del
u
cubismo, en el cual no exista ningún obstáculo, sólo una atmósfera plana, capaz de crear
e-
559
ese nuevo arte que comience desde el principio, desde los origenes, desde el arte
primitivo. Por ello, Lagar dirá ‘Xbsotros somos en nuestro tiempo los iniciadores de un arte
primitivo’ expresión que forma parte de unos de los escasos escritos de Lagar, titulado precisamente
una idea que llegó a alcanzar, ver, sentir y encontrar en la naturaleza a través del
partículas con otras por eso no mezcla los colores, porque crean una ilusión engañosa,
van en su estado más puro del tubo al lienzo para crear una superficie aún más plana y
compenetrada.
Pero, por qué no crear algo nuevo, que tenga los ingredientes de lo que ya ha
tiempo, bello. Para demostrar la validez de su propuesta, para ser válida figurativamente
tiene que identificarse con ideas y sentimientos. Así, precisamente como en varias
Lagar definiria de nuevo su planismo en 1944, con las siguientes palabras: “era
para mi, como problemas de palabras cruzadas- crucigramas; la verdadera emoción, se siente delante
¿Pero, cómo traducir la poesía de la vida? Los juegos de palabras, los elementos
poéticos, las imágenes, la realidad y el espíritu del hombre se expresan por medio de la
palabra, sujeta a un ritmo que produce una emoción. Todo ello traducido, trasladado a la
pintura. Juegos de elementos pictóricos tan banales como un florero, una rueda, una
9
560
escalera, una casa, un avión, unas manzanas... cruzadas, invertidas como las imágenes u,
curvas, que constituyen un ritmo plano, pIanista, llegan a crear esa emoción que sólo se
cubismo y al futurismo. Sin embargo, el planismo quiso ser después del sentimiento, un mt
habla de planismo en el ultraísmo? Los ultraistas quisieron beber del nuevo arte, para
además encierra la fuerza del arte nuevo que necesitan y predican en sus origenes las
a
expresiones ultraistas. Los ultraistas saben el significado del planismo, por ello lo usan
para dar más fuerza a su expresión. De tal manera, que podríamos hablar del planismo en u,
formados por estas caras, en donde se adosan exageradas formas planas.” ¡‘¡sión
paróÉtas... “ (124).
a
561
El término pianista también fue adaptado por otros artistas que por sus
colorista de Váquez Dkzz; en relación con esa misma Exposición del Palacio de
sus obras (125). Igualmente en 1922, aludiendo al cuadro El Cartujo presentado por
“Pretende una simplicidad que no ha conseguido todavía su fórmula pIanista y que le arriesga
demasiado a la penuria de color, a la miseria técnica, a la huera consecuencia de un arte sin medula y
pIanista para definir el arte de Rafael Barradas. El tema venia planteándose desde 1919,
los comentarios que se refieren a sus obras aparecen el vocablo pIanista, por la similitud
de sus composiciones con las de Lagar, quien habia expuesto un año antes en la capital.
Seria en la revista catalana VeIl ¡ Non, donde realice un artículo sobre Barradas e
introduzca el término pIanista, no como denominación suya sino como apelativo que le
t4rtista uruguayo, hijo de españoles que reside en España desde hace unos seis años. ¿ Cómo
descompone los cuerpos con arreglo al geometrizante y algebraico concepto cubista; otras veces en
u,
cambio pone en práctica principios futuristas referentes a la d¡namici dad y a la visión del mundo como
suculenta que descubre al admirador de Cézanne; en ocasiones, procede también con el sintetismo y la O
desproporción propuesta de los salvajistas fauve. Barradas puede hacer compatible su personalidad
E
con la multiplicidad de estas tendencias...” (127).
Quería decir que el pintor prescindía en sus cuadros de la perceptiva lineal. Y en esto contenía la e
verdad: la verdad de que el artista, cuando pinta un cuadro, no tiene para qué hacer obra de
e
ilusionismo y arregítirselas para que parezcan ‘de bulto’ los objetos, y parezcan que el personaje
retratado se va a salir del cuadro.... (128). Lo cierto es que el propio Barradas acuñaría
e
dicho término en una obra ilustrativa, Guignolpianista, en el libro Un teatro de arte en
e
España (1917-1925) (129). En esa obra, como sucede en algunas de las restantes que se
publican en dicho libro, se pueden observar las mismas características del arte barradiano
de los últimos años, pero también las amplias superficies planas, la distribución en
e
damero, la estructuración geométrica de las formas de Lagar que fueron utilizadas por
Barradas en ese intercambio de lenguajes que ambos realizaron. De esta manera, nos e
atreveriamnos a decir que el término puede ser aplicado, fue aplicado a todos aquellos
e
elementos que recuerdan por su planitud al planismo de Lagar pero que también asimiló
Barradas, a
e-
563
e
Rafael Barradas, Guignolpianista
“Sufrimos una invasión de exotismo que está deteriorando nuestro arte, extraviando nuestro
pensamiento, nuestro gusto. A los artistas, un charlatanismo oportunista está contagiando de ISMOS...:
cubismo por querer ser una alternativa más, latente en toda su producción, tanto las
vanguardia que como Barradas, Vázquez Díazo Sonia Delaunay continuaban residiendo e
en Madrid; también por los nuevos artistas como Maroto, cuyas obras fueron calificadas
a
cubismo; pero los fundamentos de la escuela y sus expresiones más notables le son extrañas... Cada e
uno de los modernos vanguardistas parece poseer una ‘estética científica’, cuyos principios se
E,
asemejan a los que ya eran viejos antes de la Era Cristiana.
a
565
venta de las obras del artista. El desconocimiento de muchas de sus obras, la gran
cantidad de falsificaciones que se han hecho de ellas así como la existencia de las
composiciones de un hermano de Celso, Manolo Lagar, que firmaba casi con la misma
rúbrica. Actuó en Barcelona a partir de 1919, momento en que Celso Lagar abandonó
España para trasladarse definitivamente a Paris. En ese año realizó Manolo Lagar en las
Galerías Layetanas una exhibición de sus obras, de las que la critica consideró como
temas como en su técnica (134). Posteriormente, realizó otra exposición en la sala del
Circól Artistic de Sant Lluc, durante el mes de mayo de 1921. En la actualidad y pese a
ser el primer ismo español de vanguardia, el planismo continúa siendo casi un total
VN. NOTAS e
e
(1) Anónimo, “Exposición nacional de trabajos de ciegos”, Diario Universal, Madrid,
2-4-1917. e
a
(2) Anónimo, “Exposición nacional de trabajos de ciegos”, La Correspondencia de
3-5-1917.
E,
otoño próximo.
a
(5) Tras la muestra lagariana en las Galerias Dalmau (1915), Otto Weber presentaba —
unas obras de inspiración cezanniana; en diciembre del mismo año, expone en el mismo
lugar el fauve Van Dongen; al año siguiente, serian los rusos Héléne Grunhofl’ y su
compañero Serge Charchoune quienes expongan, también en las Galerías Dalmau, unos 0
e
567
(6) En enero de 1917 exponen en las Galerías Dalmau Enric Cristófol Ricart y, en
febrero, Rafael Sala, ambos conocedores del futurismo. En 1914 como ya se ha dicho
habían realizado un viaje a Italia, donde conocieron en el café florentino Giubbe Rosse el
europea, La Revista Nova, La Revista o Themis, pero una de las más significativas fUe el
primer número de la revista 391 creada por el dadaísta Francis Picabia en enero de 1917
y distribuida por Josep Dalmau a través de sus Galerias Dalmau donde se encontraban,
(10) Vid., Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias en España, 1907-1936,
(11) Florian (Seud. de Vicen~ Solé de Sojo), “Exposició Ceis Lagar”, El Poble Catalá,
Barcelona, 2-6-1917.
568
(12) Hortensia Begué presentaba, por segunda vez junto a su esposo, algunas obras de
u,
escultura animalista. Fueron muy pocas las crónicas artísticas que se refirieron a ella; tan
sólo Joan Sacs apreció un carácter moderno en su obra basado en una simplificación de
las fonnas. ‘Escultura animalista, cuya visión sintética se encuentra marcadamente dentro del
e
sentimiento moderno. No parece una artista hábil ni habilidosa; pero, lo que es más de apreciar, una
artista sensible al espíritu simple de las formas zoológicas que gusta traducir en cera, barro o metal
fundido.
a
es de suponer que jamás la señora Regué solicite de la habilidosidad de un éxito más o
menos plebeya: su sensibilidad bien visible le apartara con repugnancia de ese camino; pero la
a
habilidad si deberá solicitarla la artista cuando juzgue oportuna su cooperación a la visión escultórica
de que ahora parece exclusivamente preocupada “. Joan Sacs (Feliu Elias),”Galerias Layetanas.
a’
(13) Pilar Mur Pastor, La Asociación de Artistas Vascos, Bilbao, Caja de Ahorros
Vizcaina,1985, p.28.
a
(14) Francesc Fontbona, “Feliu Elias, Pinto?’, Feliu Elias “Apa”, Museo d’Art Modern,
(15) Ibid.,
a
569
(17) Ricard Mas Peinado, “Gran Vía, 613. Santiago Segura y las revistas de arte en
Nacional Centro de Arte Reina Sofia y Museo de Bellas Artes de Bilbao, marzo de 1997,
p.60.
(19) En cuanto a este tema Antonio Vallescá escribía: “Celso Lagar interesa nuevamente con
sus pinturas en franca oposicióny sin disimulo alguno, a todo preceptismo y a todos los credos. Pero es
curioso observar en este artista, que a pesar de su rebeldía y de su nueva concepción de la pintura, que
hasta el presente al menos, siguen pareciendo arbitrarias y misten osas violencias, prevalecen en él
naturaleza, que se sobrepone a su voluntario objetivismo, y su alterno y variado sentimiento del color,
.4si, en un diminuto estudio de un jarro con flores, hay exquisitas delicadezas de color, que se
contraponen a las rudas monocromías de otras telas, como en una evocación de Gerona hallamos la
viviente que bien pudieran estar en contradicción con la expresión geométrica y la rigidez de la pintura
(21) J.A.H (José. A. Homs), “De arte: Galerías Layetanas”, Gaceta de Cataluña,
Barcelona, 3-6-1917.
570
(22) C. Cortina Giner respondía en lo tocante a este asunto: ‘Creemos firmemente que la
e
crítica no ha de ser destructiva, impelidora de caminos, académica, no, sino que debemos señalar
desde ella las condiciones de personalidad y novedad que cada artista, en sí y en su labor contiene... e
No creemos que llegue a tanto nuestra descendencia con las obras de Lagar porque lo mismo que él
u
hace, lo hicieron ya un poquito mejor que él los neo-impresionistas.
¡Es un dolor que hayamos visto no hace mucho tiempo la aposición de Arte francés! De todas
e.
formas nos parece un tanto despiadada la crítica con Lagar dado que no censura en él la falta de
originalidad, sino que lo halla en demasía original e incomprensible “, en “Notas de Color. Celso e
a
(24) Eduard M Puig, (J Folguera), “Exposicions”, La Revista, Barcelona, 16-6-19 17.
E,
(26) Ricard Mas Peinado, “Gran ya 613. Santiago Segura y las revistas de arte en a
•1
571
(28) Claude Schaeffer, Joaquín Torres García, Buenos Aires, Poseidón, 1945.
(29) Vid., Pilar Garcia, Sedas, Joaquim Torres-García i Rafael Barradas. Un dia/eg
(32) José Maria Garrut, Dos siglos de pintura catalana (XIX -flj, Madrid, Ibérico
(33) Rafael Benet, Jaume Guardia, Monografiers d’art, Barcelona, Sala Parés, 1926.
572
p. 471.
u
(40) Cfr., Enric Cristófol Ricart, Memóries, Barcelona, Parsifal, 1995, p. 72-74
e
e
(42) Martín Perau, Alicia Suárez y Mercé Vidal, “Opciones y modelos para un arte
E,.
(43) VV.A.A, Las Vanguardias en Cataluña (1906-1936), op. cit., p. 493.
(45) Ibid., e
e
(46) JA. H, “Galerías Layetanas. Celso Lagar”, Gaceta de Cataluña, Barcelona,
13-4-1918. e
e
(47) Antonio Vallescá, “Crónicas de arte. Galerías Layetanas”, El Liberal, Barcelona,
a
234-1918.
u-
573
(48) E. M.P (Eduard M.Puig) (Seud. de Joaquim Folguera), “Les Exposicions. Celso
(51) J., “Les Mis i els Artistes”, E/Noticiero Universal, Barcelona, 4-6-1918.
(52) Sobre el carácter de avanzadilla de la sala de Les Arts i els Artistes destacamos el
siguiente articulo de Antonio Vallescá: “Como es sabido, forma esta Asociación el contraste con
todas las demás Agrupaciones artísticas de Barcelona, viniendo a representar no precisamente a los
En Las Artes y los Artistas, formada por limitada número de asociados, hallan franca y leal
acogida todas las tendencias modernas, aún aquéllas que van más allá del credo artístico de la
agrupación y que por su rabioso modernismo parecen ser una negación del arte que cultivan algunos
de sus mismos amparadores y defensores... “, en “La Exposición de Arte. Las Artes y los
(54) OF, “Las tendencias artísticas en la actual Exposición de Arte”, D Mci i dAlia,
25-9-19 18.
e
(56) Los últimos datos de este cuadro se encuentran en junio de 1962, cuando el e
Tribunal de Gran Instancia del Sena promueve junto al guarda-muebles del sanatorio
m
mental donde estaba ingresado Lagar, una Exposición en la calle Alésia, 145, para paliar
e
(57) Para el tema sobre Las tres gracias, Vid., Hajo Dtichting, Robert y Sonia Delaunay.
(58) Narciso Alba, Celso Lagar. Los cuadros del “Petit Palais”, Madrid, Gueimada
e
Cooperativa, 1983, pp. 29-34
(59) Anónimo, “Un poema de ibM. Junoy”, La Revista, Barcelona, marzo de 1918.
E,
e
575
1-3-19 18.
(64) Este cuadro fue reproducido en dos ocasiones, una en la revista Veil i Noii,
(66) Celso Lagar, Crane Kalman Gallery, junio-julio 1997, Londres y en Narciso Alba,
(67) Cfr., Carpeta de prosa dii transsibérien et de la Petite Jeanne de France (75 x 52
cm, ilustración con colores aplicados al pochoir, 27’5 x 20’5 cm) ilustrada en el libro de
Juan Manuel Bonet, Ultraísmo y las artes plásticas, por el IVAM Centre Julio González,
14-1- 19 1 6.
14-11-1917.
(71) N.N., “El arte y los artistas. Celso Lagar’~ElLiberal, Bilbao, 21-9-1918.
(72) Xenius, “Las obras y los días. Celso Lagar”, España, Madrid, 21-9-1915.
(73) NN., “El arte y los artistas. Celso Lagar”, op. cit.,
tanto que en la correspondencia entre los poetas Juan Larrea y Gerardo Diego es
mencionada aunque con cierto aire de fatalidad: “De arte, la negación. Unicamente una
exposición de pintura y esa de un no sé cuantos Lagar. perfectamente negativa. Música, alguna cosa
que he oído a Guridí. Literatura cero más cero. Y que viva la Pepa... “, en Juan Manuel Díaz de
Guereño, Juan Larrea: Cartas a Gerardo Diego (1916-1918), San Sebastián, Cuadernos
(76) Anónimo, “Un acto simpático -En honor de Bagaría-” E/Liberal, Bilbao,
9-10-1918.
577
(77) José Iribarne, “El movimiento artístico en el Pais Vasco”, Cervantes, Madrid, mayo
de 1919.
(78) Anónimo, “En el Ateneo. Conferencia de Arte”, La Gaceta del Norte, Bilbao,
27-4-19 19.
(79) Anónimo, “Celso Lagar en los Artistas Vascos”, Euzkadi, Bilbao, 22-4-19 19.
(80) Anónimo, “El arte y los artistas. Exposición Lagar”, El Liberal, Bilbao, 22-4-19 19.
(81) Cfr. Isabel García García, “El Planisferio pictórico de Celso Lagar”, Museo de
(82) Vid., Isabel García García, “Bilbao, puerto pIanista”, Ismos. Arte de vangiiardia
(85) José Iribarne, “Panoramas de Bilbao. La Gran Vía”, Cervantes, Madrid, septiembre
de 1919, p. 137.
578
18-9-1919.
(87) Correa Calderón, “La vida artística. El arte académico en Francia”, Renovación
(88) Ibid.,
(89) Celso Lagar, Crane Kalman Gallery, junio-julio 1997 y Narciso Alba, Celso Lagar,
25-11-1918.
(94) José Francés, “Celso Lagar y sus planismos”, El Año Artístico, Madrid, 1918,
p. 354.
579
30-11-1918.
(99) J.de Lucas Acevedo, “El hombre-anuncio”, Blanco y Negro, Madrid, 22-9-1918.
(100) José Francés, “Celso Lagar y sus planismos”, op. cit., p353.
(101) Vid, Jules Laforgue, Oeuvres complétesMoralité légenalaires, les Deuz Piseons,
(102) Silvio Lago (José Francés), “Lagar y sus planismos”, La Esfera, Madrid,
22-3- 19 19.
(104) Xavier Bóveda, “La pintura moderna y sus propulsores. Celso Lagar”, El
e’
(106) Fernando López Martin,”La Exposición de Celso Lagar”, op. cit.,
•1
(107) Fernando López Martín, “La lepra del ultramodernismo”, El Fígaro, Madrid,
19-1-1919.
vi
Lagar, Crane Kalman Gallery, june-july 1965, Plate II, Elude Ciibisme, No. 32.
•1
(109) Vid, Isabel García García, “Bilbao, puerto pIanista”, op. c¡t.,
e
(110) Cfr., Pilar García Sedas, p. 114.
e
(112) Ibid., Pp. 117-118.
st
581
(117) Rafael Santos Torroella, “Dietario artístico y II. Celso Lagar en Barcelona”, El
(118) Domechec Caríes llega a Paris con sus amigos Vayreda, Monegal y Mabí en
1911, fecha que coincide con la de Lagar; además sería uno de los introductores del
Oberon.
(119) Pere A. Serra, Miró y Mallorca, Barcelona, Poligrafa, 1984, Pp. 226-227.
(120) Cfr., Joan Miró, Cartes a J F Ráfols (1917- 1958), Barcelona, Mediterránea,
1993, p. 20.
582
(121) Celso Lagar, “El renacimiento del arte después del cubismo”, Cultura, Gerona,
febrero de 1915.
y
octubre. de 1920.
u’
(124) Joaquín de la Escosura, “Galería crítica de poetas del ultra”, Cervantes, Madrid,
octubre de 1920. e
u’
(126) Antonio Espina, “La Exposición Nacional de Bellas Artes. El extravio generoso de
(127) Manuel Abril, “Barradas por Manuel Abril”, Ve/li Noii, Barcelona, 1-4-1920. u’
(128) Manuel Abril, “El arte de Rafael Barradas por Manuel Abril”, Alfar, marzo de
1923.p 205 a
u’
E,
583
compaflia de Teatro de Martínez Sierra, 1925. Dicho libro seda galardonado con el
19-6-1925.
(131) José Iribarne, “Del mundo de las cosas triviales. La escuela de la mediocridad en la
(132) Cfr. Pilar Mur Pastor, Antonio Guezala (1889-1956), Museo de Bellas Artes de
Y SOMA DELAUNAY
y
París” (1) constituía desde 1910 un complejo panorama en el que muchos artistas, los
primeros cubistas, Picasso y Baque; los futuristas Baila, Carrá, Severiffl y Boccioní, las
pintores como Celso Lagar, Barradas o el entorno ultraista (3). Sin embargo, antes de
e
adelantamos a tos acontecimientos retrocedamos a 1910, momento en el que Robert
u
Delaunay, tras abandonar su periodo impresionista, “descubre que la luz quiebra la
continuidad de la linea y de la forma, que lleva consigo su orden y su movimiento” (4). En ese
a
mismo año contrae matrimonio con la artista rusa Sonia Terk, quien desarrollará en
e
paralelo unas composiciones de avanzado cromatismo que, en ocasiones, la hará ser más
original que aquél. En 1911, Robert es invitado por Kandinsky a la primera Exposición
del Blaue Reiter en Munich, donde envía varias obras que influirán en pintores alemanes
u
como Klee, Marc y Macke (5). El año siguiente será decisivo para su trayectoria
marcan la teoría simultaneista de Delaunay influida en gran parte por las investigaciones
-
st
m
585
de Chevreul -‘ basada en “la correspondencia estática de los elementos del color que traducen el
En 1913. Robert y Sonia entablan amistad con los poetas Blaise Cendrars y
Guillaume Apollinaire; como consecuencia de esos contactos, Sonia realiza en una larga
tira de papel un desplegable que decora con colores simultáneos para el poema de
en Berlín en la Galería Der Sturm, acontecimiento que Apollinaire ilustra con una
conferencia sobre el orfismo que seria publicada en un artículo titulado “IiiJber das licht”
(“Acerca de la luz”) en la revista Der Sturm (7). En este mismo año expone en el
País Vasco, en Fuenterrabia, junto al pintor mejicano Zarago (8); se han apuntado
diversas hipótesis para explicar este viaje, entre otras, según Guy Weellen (9). visitar al
pintor americano León Kroll o, según Danielle Molinarí (10), con el fin de mejorar la
Fuera como ffiese, poco después los Delaunay se instalan en Madrid, visitan
cabarets donde se baila flamenco y conocen a un grupo muy singular de amigos “en el que
hay un picador, un lisiado, al que le faltaban las dos piernas, al que más tarde Diaghilew contratará
para un ballet’ (11). Durante este periodo los Delaunay, influidos por los cambios
realizando entre otras El gitano (1915), Cantores de flamenco obra que terminará en
-
Portugal y comienzan la serie de las Mujeres desnudas leyendo, todas ellas inspirados
-
matrimonio, de una época muy feliz (13) que muy pronto se vió interrumpida por la
1917. u’
Barcelona durante el mes de octubre (14). Esta etapa barcelonesa coincide con el
a.
estallido de la Revolución rusa, el 25 de octubre de 1917, los Delaunay son conscientes
de lo sucedido, no sólo del triunfo de la revuelta, sino también del final de la pensión que E,
recibían del tío de Sonia, Henri Terk, desde Petrogrado, hoy San Petersburgo. Por
u
primera vez, se enfrentaban con la realidad de que su pintura constituida el principal
este La pintura francesa moderna fins al cubisme <19 l7Ydonde Robert es menninnarin U
como cubista (15) y los artículos publicados por el propio Elias en Velí ¡ Noii bajo el
a
titulo “El simultanisme del senyor i la senyora Delaunay” (16).
a
e
587
Delaunay y presentará a Sonia a la familia del presidente del Consejo. Eduardo Dato, y al
marqués de Valdeiglesias. director del diario La Epoca (18). A través de ellos, Sonia
Correspondencia de España. una “colaboración inteligente y constante del modisto con el pintor
para el realce de la belleza femenina. Leo Bakst pinta para Paquin, Drian dibuja para Cheruit,
Delaunav para Poiret, etc.” (19). Los trajes de Sonia representaban “una expresión visual
puramente pictórica... son coloridos superpuestos simultáneamente; grandes discos, zonas, teniendo
cada cual su fisonomía y su expresión. Forman un conjunto que de repente, al verlo, nos parece
chocante, incoherente, pero que al fin nos da bien la sensación de las vibraciones descompuestas de la
El arte del vestir y del decorado constituyó para los Delaunay uno de sus
principales trabajos, tanto es asi que aparecen crónicas sobre sus creaciones de interiores
en las casas madrileñas. Una de ellas hace referencia a una habitación de la señora
el diseño de esta habitación, dibujado por la misma Sonia Terk, no obtante la maestría con
que está hecho, apenas da idea de la impresión que esta habitación produce en el que la contempla. El
fondo negro, con el extraño friso de colores vivos; las luces reflejando tras cristales rosa, carmín o
amarillo; el serio diván, de un solo matiz; las mismas babuchas de odalisca que están al pie de él, al
acecho de unos lindos pies de mujer; pero principalmente, la fantástica danza de colores brillantes
588
contrastando con la negrura del fondo del cuadro; todo este conjunto maravilloso da una sensación
todas las cosas vulgares que se agitan abigarradas afuera, de desprendimiento de todo lo groseramente
carnal, de una sensualidad nueva y noble... Sólo una artista de la jerarquia de Sonia Terk pudiera
e
poner en nuestro ser sensitivo emociones así; sólo con unas telas negras y unos colores combinados y
Más tarde, viajan de nuevo a Cataluña, invitados por Diaghilew quien, tras
u
despedirse del público madrileño en junio de 1918 en ei Teatro Real, debutaria en el
Liceo de Barcelona ese mismo mes. En Sitges, adonde van junto a Massine, Lopocava y u.
hablan ardido. Testimonio directo de estos decorados son los dibujos publicados en el
diario madrileño El Fígaro - Boceto para el traje de Cleopatra, “ballet” del mismo
a
nombre; estudio para la composición del personaje Arnoun en “Cleopatra” y esquema
WY~<t<
‘
4r—.
ml
MÍj
e’
personajeBoceto
Sonia Delaunay~ de Amoun
para en Cleopatra
traje de Cleopatra-y Estudio
(El Figaro, Madrid,
para-la-composición
1-2-1919) del 1
a
589
Éste último, junto al publicado por Danielle Molinarí, bajo el título “Proyecto
para el decorado de Cleopatra” (23) forman unos interesantes ejemplos de algunas de las
vistas del Nilo que proyectó Roben. Para los trajes de Cleopatra, publicaba El Fígaro,
Sonia habia diseñado unos ‘figurines que inspiraron a un poeta francés esta bella y atrevida
imagen: el cuerpo flota sobre las telas (24), vestidos que, como explica Danielle Molinarí,
se habrían inspirado en el poema que Cendrars le había dedicado en 1913 “Sur la robe
Este espectáculo se celebró en enero de 1919 en Londres, desde donde Diaghilew envió
llegaron noticias de las decoraciones y los trabajos del ballet Cleopatra: “La compañía de
bailes rusos, que no hace mucho tiempo aplaudíamos en Madrid, encargó a Sonia Delaunay el
decorado y los trajes de un baile de gran espéctaculo. ‘Cleopatra’. todo modernidad, todo novisimo
590
modo de apreciar y gustar la belleza. Sonia Delaunay, tanto en el decorado como en los trajes, ha
procurado, i’ ha salido triunfante en su empeño, que el color sea también todo ritmo, todo armonía y
cadencia. De este modo, el conjunto ha resultado hondamente unido, confundidas las manifestaciones
diferentes del arte - danza, música, pintura, plasticidad viva - en un solo efecto armonioso y
encantador. t
El éxito que obtuvo este baile en Londresfue enorme, constituyendo uno de los más brillantes
a
triunfos de Sonia Terck, la insigne artista rusa” (27). Tras el éxito, Sonia se encargará del
escasa producción artística que caracteriza a Roben Delaunay durante este periodo
a
veinte, con nuevas series de Tours EiffeL con Les coureurs o con el monumental retrato de Soupault,
e
para que el pintor vuelva a encontrar un camino definido. La muerte de algunos artistas alemanes en el
frente ~Macke,Marc), la dispersión de los discípulos americanos, el escepticismo ante lo que empieza a
e
perfilarse como retaur ti 1 ‘ordre, y elfracaso de proyectos de regeneración desde la periferia como el
mantenido desde Portugal; todos estos elementos desencadenan sin lugar a dudas una honda crisis
creadora” (30).
E,
refiriéndose sobre todo a la mencionada Exposición en Les Arts i els Artistes de 1918, a
a
591
literatura, ni arr’; adjudica a la seva escoJa la denominació de ‘simultanismo. entenea cotn a comble
del seu ideal el conseguir la represenració no d ‘un objete o objetes, no de les coses, mes de conjunt per
muja d ‘un ofici adequat, si no oposat qu.an menys situar apartat, enfora de totes les cla.ss¡ficacions
escolásticaques...” (32).
hubo otro intento de presentar sus obras simultaneistas, por primera vez, pero que no se
1916 (33). El concepto del simultaneísmo que explicaba José Francés, sería refutado por
Robert Delaunay en los escasos textos teóricos que escribió en España. Uno de los
primeros fije publicado, como vimos más arriba, en la Exposición de Les Arts i els
teórico, Robert Delaunay continuó sus trabajos sobre la teoría del simultaneísmo, Su
pintura, según Jacques Damase, “se hace más objetiva, más específica de ahí que utilice técnicas
-
p
variadas: cera, cola... mientras que la arquitectura de sus colores se hace más rígida. Esta evolución,
-
que se verá confirmada más tarde, aparece ya en el hermoso y simbólico dibujo en colores que ilustra
e
la cubierta del libro de su amigo Huidobro: Tour Eiffel (/9/8)” (34). En octubre, el diario El
Figaro recogía, tras una entrevista que tuvo lugar en su casa madrileña, la opinión del
“Todo eso futurismo, cubismo, esos llamados estados de alma, esas cuartas dimensiones, no
son ni pintura, ni literatura, ni arte... La vida evoluciona; la observación, la visión, el ojo, evolucionan
también, y esta es la única evolución de la pintura, la del oficio, que ha de renovarse en equilib rio con
a
nuestrasfacultades... Yo, que conozco todas las técnicas pasadas, quiero lo nuevo, la vida, lo inédito, el
ideal pictórico, lo que no se ha hecho. He luchado contra el viejo oficio y quiero la representación - a
continuidad simultánea de las formas conjunto... La profundidad, con un procedimiento basado en las
-
colores con relación a las materias, simultáneamente: el mismo pigmento, a la cera, al temple, al óleo,
u
metódico, vibraciones que van a velocidades de un /00 por 100... Contrastes angulares, pero no en
sentido geométrico... Aún no he encontrado un lenguaje para escribir colores. Prefiero la forma que se a
acerca a la naturaleza, expresión de una técnica tangible, visuaL pues la pintura es, ante todo, un arte
a
visual en profundidad, sin elementos mecánicos...” (35).
E,
plásticas madrileñas, como una propuesta nueva que tiende a su propio desarrollo,
condicionada por el diferente cambio de luz entre su lugar de origen, París, y en el que a
actúa ahora, Madrid. De nuevo nos encontramos con un arte de vanguardia que como
a
a
593
“Y he aquí que la estancia en Madrid del apóstol del simultanismo nos dió ocasión de apreciar
por nosotros mismos la revolucionaria innovación que, según su creador, Robert Delaunay, destruirá y
construirá. Destruirá el ARTE DE FOTOGRAFL4; construirá la pintura del porvenir Delaunay, que no
es cubista, dice del cubismo que fracasó como escuela de pintura, porque era dibujo, no pintura. El
Un mes más tarde, el mismo periódico publica otro artículo en defensa de este
arte, esta vez dedicado a Sonia, pero con un colofón muy intetesante en el que Robert se
literario, el ultraísmo: “-¿Y por qué este arte no prevalece aquí?-... Ya prevalecerá, en efecto. Un
estrechando aquí los límites del pensamiento y de la idealidad, hasta casi estrangularlos. Sí, es cierto;
respiramos un ambiente literario y artístico encarecido. Pero cada día se ve más cerca el día de la
liberación. Tan denso es este ambiente nuestro, que se necesitará un huracán para barrerle. Pero
finales de 1920, Sonia realiza una nueva exhibición de sus objetos artísticos, en la librería
t
Mateu, de la calle Marqués de Cubas, núm 3, de la cual queda una fotografia de la artista
con sus obras (39), aparte de la tienda “Casa Sonia” que, por aquel entonces, regentaba
conservadores y los carlistas le han hecho decorar sus intenores, desde el marqués de ¡‘aldeiglesias
Inmersa en los inicios de los años 20, donde el arte industrial cobrada una gran
e
importancia, Sonia va a competir con otras exposiciones de arte decorativo. Así, por
Loewe (43) de la calle Príncipe, realizaban o anunciaban sus obras. Sin embargo, más
a
curioso todavía ante esta exquisita competencia es el anuncio de Sonia como decoradora
de interiores y “al frente de la efimera Boutique Sonia” (44), publicaba en los diarios de a
prensa “Decoración completa de casa, Muebles, Lámparas, Cortinas luminosas” (45), semejante al
e
título del catálogo de la exposición del Salón Mateu “Decoración completa de interiores”
en el que aparecía una lista completa de las obras expuestas: “almohadones, tapices,
E,
E,
595
alfombras, telas, papeles pintados, divanes, lámparas, porcelanas, sombrillas y paraguas, joyeros,
estuches, ceniceros, cuadernos con colecciones de croquis decorativos, decoraciones de mesas, salones.
comedores, jardines de invierno, salones de Casino, salas de baños, teatros... y trajes” (46). En lo
referente a sus trajes, Francisco Alcántara los recuerda en su estructura carentes de todas
las características de cualquier modista: “Después de haber contemplado anoche tanta y tanta
chuchería frágil y seductora. Sonia nos mostró unos trajes de señoras y de niños de estruendosa
policromía, de sabor popular y de una rudeza y primitivismo encantadores. Los trajecitos de niños
resultan de un delicado acomodo a ¡a vida infantil, a las ideas, a las sensaciones, a las visiones, y, en
fin. a las representaciones infantiles de la vida. Los niños que luzcan tales vestimentas, las sentirán y
gozarán, como si por ellos mismos hubiesen sido ideadas y decoradas” (47).
‘1 -
José Francés, por su parte, especificó el papel desempeñado por el arte de Sonia
en la sociedad madrileña: “Su paso empieza a notarse en las casas aristocráticas; en algunas
596
tiendas aletargadas antes bajo los prejuicios de rancio estilo... Da incluso a teatros y cabarets su
w
que consiente los deleites olvidadizos... Su inquietud, removida por una cultura bien de su época, no se
detiene en un solo aspecto de las artes suntuarias, de los bellos oficios o de las modestas tareas
e
sabrosas a gusto popular: tapices, muebles, porcelanas, trajes, almohadones, papeles pintados, objetos
de tocador, y además la magia prisionera por ella de la luz: las mesi tas chinescas, los biombos
e
japoneses, las cortinas persas, luminosas, animadas de corazones eléctricos, miste riosos y rutilantes,
e,
e’
nacido ultraísmo, del que como hablamos en el capítulo XI.4 y su abandono definitivo de St
a
597
Escultura que se celebraba en las Escuelas Albia de Bilbao durante los meses de agosto y
aunque ya eran conocidos como decoradores por su apertura de una casa de objetos
artísticos que poseían en Las Arenas (49). Las obras presentadas para la exposición de la
Asociación de Artistas Vascos fueron los siguientes óleos: Blérioí, Les Portugaises au
Femmes cvi Marché, A ¡62, Étude Femme nne, Nature Morte, Frulis et légumes, Nature
Morte, Vases, fruus, fleurs (sur papier), Femme au potiron, Sainí Séverin, Vi/le, Vue de
Paris, Notre Dame, Fenétre sur la Vi/le, Esquisse paur Blériol, Arc-en-ciel, A 127,
Esquisse pour Vil/e de Paris, Soleil el Tour, acuarelas: Fenétre sur la Vil/e, Vil/e de
Tours de Laon, Étudefemmes pour Vil/e de Paris, Vil/e y Fenétre sur la Vil/e (50).
Vázquez Díaz-, la recepción del arte de vanguardia era mejor acogido en Bilbao que en
la capital madrileña. El desarrollo artístico que se había producido en tierras vascas por
parte de sus propios artistas, divididos, según Javier González de Durana, en “cuatros
fases distintas en relación con el espíritu de la sociedad vasca: esperanza (18 76-1899). rabia (1900-
598
junto a ‘la copiosa lluvia de dinero que descargó la guerra’ (52) y que permitió en gran parte
Vascos (53), un concepto del arte que algunos denominaban plutócratico (54).
e
De esta manera, el advenimiento de otra Exposición patrocinada por la
Asociación de Artistas Vascos, en paralelo, como dijimos más arriba, con la Exposición
Lasterra:
E,,
prolonga como la escala de Jacob... En cada nuevo peldaño, no una nueva modalidad pictórica, sino e’
un nuevo sistema, una forma nueva de expresióny, siempre, abatiendo su vuelo sobre nosotros teorías
E,;
estéticas más modernas.
Iturrino, ¿ es modernismo? Ayer lo fue. Trepando por la escala, nos hemos deslumbrado
e’
después, a partir del año 14, ante la obra de Gleizes, Torres García, Picasso. Lagar, y hoy hállanse ya
Los llamados pintores modernistas sólo son momias rígidas, endurecidas, algo anticuado y
arcaico si se les compara con las irreverencias cubistas de Gleizes, el ultramodernismo de Áhró, el e’
vibracionismo de Barradas o las detonanciasfuturistas de esejoven matrimonio que durante estos días
e’
a
599
expone al público, en los locales de la Sociedad Artistas ¡ ascos, una interesante y copiosa colección
de sus obras.
Roberto Delaunay y Sonia Terk son dos artistas inteligentes - activos, además que, victimas
-
de una visión maravillosa de la vida, van desarrollando una labor de admirable compenetración. Es
justa, justisima, su preeminencia dentro de la escuela futurista. Sólo su talento indudable podía
La diferencia existente entre ambos centros artísticos se debía a que los artistas
de Madrid no habían tenido tanto contacto directo con los movimientos del arte
moderno europeo, al contrario de lo que sucedía con muchos artistas vascos, el primero
de ellos Adolfo Guiard, al que siguieron Anselmo Guinea, Manuel Losada, Iturrino, Juan
Tellaeche, Gustavo de Maeztu, Alberto, José y Ramón Arrúe, Antonio Guezala... Si bien
es cierto que muchos de los pensionados de la zona madrileña habían viajado a un lugar
diferente, Roma, centro por excelencia de todos los pintores académicos, como se ha
(56) y tan sólo, se pudieron ver algunos esfuerzos aislados en aquellas exposiciones
entreguerras; a este respecto, un diario vasco caracterizaba esta vida artística madrileña
artística bilbaína, su pintura simultaneista fue considerada por algunos como la llegada de
los artistas vascos han abierto sus salones a la luz. Es de alabar. Porque era hora va de
alzar el pendón de la última rebeldia y caer sobre las mermadas huestes de pintores académicos, de
hombres sin escrúpulos, empeñados en pintar las cosas tal y como son la infamia de que un ojo parezca
un ojo, un río un río y una codorniz una codorniz, se ha acabado definitivamente Nadie como Robert
Delaunay y Sonia Delaunay Terk para producir este género de explosiones... Cada círculo es una idea a
madre, un pensamiento central No hay pincelada que no os invite a la meditación y al desprecio de las
e
cosas terrenales. A veces un simple círculo morado es un tratado de Filosofia. Basta una sencilla
imperceptible desviación del círculo y del color, para que sospechéis que está ante vosotros una vieja
campesina de la orillas del ]vlinho inclinada sobre el capricho de un rábano... ¡ El despreciable arte de
esos hombres que al hacer un retrato caen en la perversión moral de dar con el parecido, y no saben t
que los caballos son morados, las mujeres verdes, los toreros cojos y que los árboles se hacen con regla
e,
y cartabón!
Defendiendo esta misma opinión, otro diario calificó dicha exhibición como ‘la
artística de nuestros días” (59), mientras que críticos más académicos, como J. Iribarne, uF
quien redactó un articulo imitando con sus párrafos a las composiciones de los Delaunay
excrecencias acerbas de los que se consumen en el nórdico más de una modernidad eclosiva, llevan
a
sobre sus volcánicas testas un gran índice en el que se lee con caracteres barrocos: ‘Siempre adelante~,
lema del que en una hora indecisa echaron mano los exploradores infantiles... Hay que desgarrar las e
e
601
(61), ya que incluso el propio día 6 del presente mes se colocaron nuevas obras y se
invitaron a varios artistas vascos a las salas de la Asociación, calificadas como ‘centro
mundial del Arte ultramoderno” (62). La repentina retirada de las obras de la Asociación fue
Nayakoust Galleriet (64). Pilar Mur atribuye que la intervención de estos artistas vascos
en Estocolmo tuvo lugar gracias al relpaldo de los artistas franceses, Sonia y Robert
Delaunay (65), en nuestra opinión, también se puede atribuir a la mediación del critico de
arte Juan de la Encina (Ricardo Gutierrez de Abascal), quien coincidiendo con la partida
de las obras de los esposos Delaunay, viajaba ese mismo mes a Estocolmo (66).
artístico de Bilbao. La llegada del pintor vasco Juan de Echevarría (67) fue motivo
sirvió en el banquete, impreso en unas cartulinas con unos dibujos de Guezala referentes
al homenajeado y a su obra:
“Entremeses a la .fturrino.
Merluza a la Bagaría
Tournedos a la Taquillera.
Ensalada a la Delaunay.
Helado fin/ii.
larga lista de los comensales Julio Arteche, Ramón Aras Jáuregui, Alejo Sota, Gregorio
-
de Ibarra, Bagaría, Pedro Gimón, Arana, José María González Ibarra, Arteta, Zubiaurre
e
Márquez Acha, López Chico, Viar, Sarría, Tellaeche, Agúero, Luno, Pablo Acha,
Anglada, Juan Carlos Gorta.zar, Santiago Rusiñol, Oscar Rochelt, Ricardo Baroja,
de los Delaunay. Esta vez se trata del “Salón Sonia”, en los locales del Majestic Hall. Sin a”
musicales y conferencias sobre diversos temas, a cargo de personas de sólido y verdadero prestigio en
e
E,
603
el campo de las Bellas .Irtes” (70). Y, en segundo lugar, por ubicarse en el entresuelo del
anunciaba la del pintor polaco David Regeusky en el Ateneo. Este último, conocido ya
en San Sebastián, donde anteriormente habia realizado algunas exhibiciones de sus obras,
era un pintor impresionista de paisajes que babia recogido los tópicos de la España
Noticiero Bilbaíno- pues no se limitará a una simple exposición de obras pictóricas sino que
abarcará en su conjunto todo el arte ruso, música, pintura, escultura y arte decorativo” (73). La
mayor parte de la prensa diaria se ocupa de esta muestra, El Liberal (15-11-1919; 17-
incluso ésta última dedica un artículo a la conferencia que Aguilera dio en los salones del
Ateneo de Bilbao sobre el arte del pintor polaco, David Regeusky (74). Además
destacaron otras muestras artísticas en este mismo mes de noviembre como la del
acuarelista Ruiz Morales en la Salón Hormaechea (calle Victor, 7), la de Alberto Arrúe
Exposición, la del asturiano Evaristo Valle, en los propios salones del Majestic Hall que,
por un lado, la relaciona y, por otro, la separa de las escuelas ultramodernistas que
Estas habían suscitado con sus obras las críticas más representativas de los adelantados a
la modernidad del arte vasco, estableciendo así otro discurso en las artes plásticas
Evaristo Valle es de los pocos que han logrado salvarse de la aberración en las
modernisimas modalidadesy tendencias. Porque nadie ignora ya que hay quien pretende hacer tragar
‘
la ‘rueda de molino de la impotencia como fuerza modernista. Lo nuevo y lo moderno se admitía -¡no
‘
se ha de admitir.’- como nuevo y como moderno. Ahora bien: establecemos siempre la diferencia entre
Hall fue la del diario Euzkadi, ya que las otras, tan sólo dos, son pequeños anuncios de la
E,
trabajo de objetos para la decoración de las casas más ricas de Bilbao. Es el último
testimonio de la presencia del matrimonio Delaunay en Bilbao, poco antes de marchar a
Madrid: “La apertura del Salón Sonia, destinadopor la notable artista o la exposición permanente de
u
las últimas novedades artísticas procedentes de Paris.
Pocas, muy pocas, damas del Bilbao ‘Chic ~varistocrático hubieron dejado ayer de visitar este
a
magn<fico salón, en el que Sonia Terk les presenta las más delicadas curiosidades de la elegancia.
Desde primeras horas de la tarde, el número de señoras y señoritas que desfilé por el salón Sonia fue U
enorme, lo cual nada de extraño tiene, dado el prestigio que esta artista se ha granjeado merced a su
a
exquisito gusto en materias de arte’ (77).
E,
a
605
VIIi. NOTAS
(2) Pierre Francastel, Dii cubisme ¿1 l’an abstra¡t, Paris, S.E.V.P.E.N., 1957.
(3) Vid., Capítulo XIII. Cristalización del primer proyecto colectivo: El Ultraísmo.
(4) Guy Weelen, “Los Delaunay en España y Portugal”, en Goya, Madrid, núm 48,
mayo-junio, 1962.
(5) Cfr., Danielle Molinarí, Robert Sonia Delaunay. Le Centenaire, Paris, Musée d’Art
-
(7) Danielle Molinarí, Robert Sonia Delaunay. Le Centenaire, op. cit., p.29.
-
(9) Ibid.,
606
(10) Danielle Molinarí, Robert et Sonia Delaunay, Nouvelles Éditions Fran~aises, 1987,
París, p. 89.
(12) Uno de los mejores estudios para la etapa portuguesa es el de Paulo Ferreira,
Cardoso, Eduardo harina- avec Robert et Sonia Delaunay, París, 1972. Véase también
e
su catálogo Sonia e Robert Delaunay em Portugal e os seus amigos Eduardo Vianna,
e”
(13) Guy Weelen, op.cit., p. 424.
e.’
(15) Juan Manuel Bonet, “Los Delaunay y sus amigos españoles”, Robert y Sonia
a
e
607
(18) Ibid.,
18-6-1918.
(20) Ibid.,
(21) E. Torralva Beci, “Una creación de Sonia Terk-Delaunay”, El Figaro, Madrid, 20-
11-19 18.
(25) Danielle Molinarí, Robert et Sonia Delaunay, op. cit., p.l 06.
(26) Ibid.,
608
(28) Juan Manuel Bonet, “Los Delaunay y sus amigos españoles”, op. cit., e
a
(29) Vid., Capítulo VII.2. Diario Bilbaíno.
E,
(30) Juan Manuel Bonet, “Los Delaunay y sus amigos españoles”, op. cit.,
e
(32) Josep Llorens i Artigas, “Les pintures d’En Delaunay”, La Ven de Catalunya, e
(33) Relacionado con este tema José Francés publicaba: “Se prepara en las Galenas Dalmau, a
de Barcelona, la primera exposición ‘Simultaneista’. El simultaneismo es como el cubismo, el
u
futurismo, el orfismo, el simplicismo... una tonteria pictórica. Pero esta es mayor que las otras porque,
según su nombre lo promete, es un ‘conjunto simultáneo de las artes reunidas’. Se darán conciertos y
a
conferencias explicativas y la sala estará decorada de un modo simultanista”, en “Memoranda”, El
a
(34) Jacques Damase, Robert y Sonia Delaunay, Madrid, Fundación Juan March, 1982.
a
a
609
(35) Anónimo, “Una visita a los esposos Delaunay. El simultanismo”, El Figaro, Madrid,
23-10-19 18.
(36) Ibid.,
(38) Cfi., Juan Manuel Bonet, “Los Delaunay y sus amigos españoles”, op. cit., y
(39) Silvio Lago (Seud. de José Francés), “La vida artística. Exposiciones en Madrid”,
las artes plásticas, Valencia, IVAM Centre Julio González, 27 junio - 8 septiembre
1996, p.274.
(41) Ramón Gómez de la Serna, La Sagrada Cripta de Pombo, Tomo II, Madrid.
1920.
0~
(44) Juan Manuel Bonet, “Los Delaunay y sus amigos españoles”, op. cit.,
e
e.
(46) Francisco Alcántara, “La vida artistica. Exposición Sonia Decoración de interiores
-
a
- Sala Mateu Un cuadro antiguo En el Salón de Arte Moderno”, El Sol, Madrid,
- -
4-12-1920. e
e
(47) Ibid.,
E,
(48> Silvio Lago, (Seud. de José Francés), “La vida artística. Exposiciones en Madrid”,
a
LaEs,fera, Madrid, 8-1-1921.
E,
(50) Pilar Mur, La Asociación de Artistas Vascos, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína,
a
1985, p. 76.
a
(52) Anónimo, “Arte y ciencia: La riqueza ennoblecida”, ElLiberal, Bilbao, 8-9-19 19. a
e
(53) Pilar Mur, op. cit., p. 59.
E,
611
(54) Luis Araquistain se refería a este tema de la siguiente manera: ‘El dinero tiene también
su proceso espiritual, su historia de ascensión y dignificación, que se realiza en una serie defines cada
vez superiores... El primerfin del dinero ese! dinero mismo... luego viene el fin sensual.. luego nace
el gusto por el arte y la ciencia... Bilbao, como una de las máximas representaciones del dinero que
hay en España, ha pasado por varias etapas. Bilbao ha sido el pueblo sobre el que amontonaban
riqueza por la riqueza misma en “Por el norte de España: la plutocracia descubre el arte”,
El Liberal, Bilbao,13-8-1919.
(55) El Pillete de Brooldin (Seud. de Crisanto Lasterra), “De Arte. Roberto Delaunay y
Artes, 1993-1994.
artístico de Madrid. Hay un arte oficial que lo invade todo o casi todo y a su sombra vegeta
frondosamente una critica oficial cuya misión se reduce a fomentar los intereses, por así decirlo,
materiales de los artistas de cámara. Las fototipias ampliadas de asunto histórico del Sr Moreno
Carbonero, la mala fotografia en colores del Sr Bejar, los mármoles amerengados de los Srs.Benlliure
o del Sr. Coullant- Valera tienen una cotización artística. Las anécdotas ilustradas del señor Romero de
Madrid Juan de Echevarría, uno de los pintores españoles de sensibilidad más fina y penetrable, de
más cumplida ciencia técnica y del público y la crítica madrileña no consiguen enterarse. Iturrino, otro
pintor vasco, cuya exposición en los Salones del Circulo de Bellas Artes acaba de cerrarse, ha tenido
612
más suerte o, no es posible ignorar la presencia de Iturrino. El contraste es demasiado rudo entre
e
su obra de sinceridady de atrevimiento y la circunspección y compostura que dominan, ahogadamente,
(58) Asterisco, “La pintura ‘simultaneista’en el Salón de Artistas Vascos”, La Gaceta del a
26-8-19 19.
a
a
(60) J. Iribarne, “El sabor mental de la pintura moderna”, La Tarde, Bilbao, 30-8-1919.
E,
e
(64) Pilar Mur, op. cit., p. 76.
a
(65) Ibid.,
a
a
613
20-9-1919.
(68) Ibid.,
(69) Ibid.,
(73) Ibid.,
(74) Anónimo, “El pintor Regevski”, La Voz de Guipúzcoa, San Sebastián, 1-8-1919.
(75) Anónimo, “El arte en Bilbao”, op. cit., y T.M, “El arte y los artistas”, El Liberal,
Bilbao, 21-11-1919.
614
(77) Anónimo, “De Arte. Apertura del Salón ‘Sonia”’, Euzkadi, San Sebastián, e.
10-11-1919.
e
E,
e
615
española en la Generación del 27 pese a que mucho antes su primera vocación iba a ser
la de pintor. Esta aspiración de artista había comenzado en su ciudad natal; sin embargo,
seria en la capital madrileña donde convierte esa vocación en realidad, con sus frecuentes
visitas a las Academias, sobre todo, al Museo de Reproducciones con sus estatuas
que muy pronto se incline por otras corrientes pictóricas dejando a un lado sus primeras
copias clásicas.
Como estamos viendo y seguiremos viendo más adelante este ámbito artístico de
avanzada al que nos referimos estaba compuesto, esencialmente por los pintores Rafael
Barradas, Norah Borges, W. Jahl, Maijan Paszkiewicz, Robert y Sonia Delaunay, Daniel
Vázquez Diaz, etc. que empezaban a formar por aquellos años (1918-1921) el argot de
la pintura ultraista, de la que veremos más adelante cómo Alberti también se hizo
partícipe. Precisamente, por estas fechas Alberti conocería, a través de Gil Gala, al
último de estos pintores mencionados, Daniel Vázquez Díaz, del que observaba: “aunque
fuera un revolucionario de primera avanzada, sus dibujos, retratos, simples líneas y sugeridos planos,
su pintura era de producción cézanniana en la técnica, pero de unfuerte espíritu español” (3).
616
En octubre de 1920, convencido por Vázquez Díaz, expone sus primeras obras
como pintor en el recién inaugurado 1 Salón de Otoño en las salas del Palacio del Retiro.
a
Allí concurre en la llamada “sala del crimen” con otros artistas como los polacos Jahl y
Paszkiewicz. En esta muestra no expondrá con su amigo mexicano Amado Cuevas (4),
aunque asi lo mencione en sus memorias, sino que habrá que esperar al año siguiente
tiene lugar el II Salón de Otoño, al que Rafael Alberti concurre con varias obras de las
u
que el mismo recuerda que “eran muy diferentes: una, la más normal, influenciada por Vázquez
Díaz, se titulaba ‘Evocación’, y la otra, la más rara, ‘Nocturno rítmico de la ciudad’. Un juego de
ángulos curvos, verdes claros y rojos, que se superponían y trasparentaban en una musical repetición,
a
tachonados a veces de puntos negros, quena sugerir, de manera ingenua, el efecto lumínico de una
Estas obras, como las de muchos otros pintores como Vázquez Díaz, Amado
e
Cueva, Palencia, etc., flieron objeto de numerosas caricaturas que satirizaban las
Alberti simulaba a su obra Nocturno rítmico de la ciudad en la que sus trazos eran
a
comparados con los de una sandía (6).
u
u
617
ilustraban para la mayada de las revistas ultraistas quizás le convenció para enviar un
pudo ver complida y así, una de estas revistas, Ultra, rechazaría su poema.
1922. A pesar de los datos que nos ofrece Alberti sobre esta muestra, no hemos llegado
recogido una pequeña pista que nos llevaria a pensar, exceptuando los comentarios de
Alberti, que en aquellos momentos se celebraba una exposición cubista. Se trata de una
—I
Cancatura
(Heraldo de Madrid, 9-2-1922)
618
Ante la escasez de datos para hablar de esta exhibición, quizás, como considera
Juan Manuel Bonet, “la primera exposición abstracta celebrada por un artista español” (7) sólo
“En enero o febrero de 1922 asistí a la apertura de mi exposición en el saloncillo del Ateneo.
u
El bueno de Juan Chabás, fiel cumplidor de su promesa, se había ocupado de todo: colocación de los
cuadros y dibujos, catálogo, precio de las obras, etc. No me disgustó ver reunidos y ordenados con e
cierta gracia mis trabajos de aquellos años, indagadores de las tendencias más dispares. Podían allí
e
comprobarse figuras y paisajes influidos por Vázquez Díaz, explosiones de colores sometidas a
dinámicos ritmos vistos en Delaunay, al lado de más inocentes juegos geométricos de danza, recuerdo
u
lineal del Ballet ruso entremezclado con visiones de las cavernas prehistóricas. Ante aquel conjunto de
mi obra, sentí la tentación de reanudar mi ya expirante vocación plástica. Pero no. Era demasiado u
tarde para volver Roto estaba el camino, y por el nuevo de la lírica mis avanzados pasos me decían
que el retornar hubiera sido un grave error. La exposición fue más bien celebrada por jóvenes literatos u
que por pintores. Cosa que me desagradó, aunque no tanto como para amargarme. Entre los amigos
a.
del gremio que la visitaron recuerdo a Gregorio Prieto, ya bastante conocido, y a Francisco flores, en
Respecto al resultado de esta exposición. Alberti recuerda que tan sólo vendió un
cuadro (a 300 pts.) a un funcionario de la embajada de Perú (9). Sin embargo, queda
(Gouache, 60 x 47’5 cm, Col. pan.), Faroli/lo (Gouache, 28 x 24 cm, Col, pan.), —
cm, Col. pan.) y Mujer durmiendo (1920), (Óleo sobre lienzo, 72 x 99cm) (10). En su
a
a
619
conjunto casi todas se sumergen bajo las propuestas pictóricas más avanzadas del
momento.
Composición
Las características que nos ofrece esta obra bien las podríamos comparar con un
similares como la distribución caótica de las formas, asi como la multitud de pequeños
objetos repartidos por toda la composición que nos acerca incluso a algunas portadas de
1-
Composición, (1920) Caricatura
(Gouache, 60 x 47,5 cm) (Mundo Grafico,11-5-1921)
620
Farolillo
Esta obra se debe vincular con los primeros ismos, como el simultaneísmo de los
Delaunay. En concreto con el cuadro de Robert Paisaje con río, que poseía Vázquez
a.
u’
a
R. Alberti, Farolillo E. Delaunay, Paisaje con río (c. 1920-1921)
(Gouache, 28 x 24 cm) (Óleo sobre cartón, 36’6 x 26’6 cm) a
a
Posteriormente, la vocación literaria de Alberti superaría la pictórica; sin
embargo, no por ello abandonó su relación con ésta última. Las siguientes intervenciones u
del artista fúeron como escritor en la revista Alfar <junio-julio de 1924), en la que publica
a
621
Índice o Plural. Fecha clave de su carrera seria 1925 cuando recibe el Premio Nacional
retrato como frontispicio del libro. Poco después, sus relaciones con Maruja Mallo le
ligarían a la estética del surrealismo, sobre todo sus colaboraciones con la artista o bien
en las similitudes de sus dibujos con los de Dalí y Lorca como en las ediciones de La
Este último año, 1931, Alberti y Maria Teresa León son pensionados por la Junta
europeo contemporáneo, estancia que comprendió las ciudades de París, Berlín y Moscu;
Escritores y Artistas Revolucionarios y que editaría seis números entre junio de 1933 y
mitad del siglo XX: el Mono Azul Hoja Semanal de la Alianza de Intelecwales
Of
VIII. 1. NOTAS
e
(1) Se instala con toda su familia en la calle Lagasca, núm. 101. Vid., Rafael Alberti, La
u
Arboleda Perdida. Memorias, Barcelona, Seix Barral, 1976
(2) El propio Alberti recuerda que en sus dibujos a carboncillo y a lápiz había dibujado a
u
la Victoria y el Discóbolo. Vid., Rafael Alberti, Prosas encontradas. 1924-1942,
U!
u,
u
(5) Rafael Alberti, La Arboleda Perdida. Memorias, op. cit., p. 132.
a
(6) Estas caricaturas de Aguirre frieron publicadas en Gaceta de Bellas Artes, Madrid, a
15-10- 192 1.
e
a
623
(7) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias en España. 190 7-1936, Madrid,
(8) Rafael Alberti, La Arboleda Perdida. Memorias, op. cit., pp. 15 1-152.
(9) Ibid.,
ESTADO (1918).
el patio del Ministerio de Estado (1). Sus protagonistas, los pintores Józef Pankiewicz,
e
su esposa Wanda Pankiewicz, Wlasdyslaw Jahl, Waclaw Zawadowski y el critico de arte,
U!
a
Interior de la Exposición de Pintores Polacos
(La Nación, Madrid, 8-4.1918)
e
a
625
aproximado de cien obras, entre ellas la critica artística destacaba las siguientes, de Józef
desnudos, con los números 42 y 45 dos paisajes de San Rafael, con el n0 56 Flores y
tituladas Paisaje, Cesta de fruta, Nature Morte; Paisaje y Frutas; Wlasdyslaw JahI
la revista Cervantes bajo el título Hacia la unidad plástica. Para la muestra del
Ministerio de Estado, Paszkiewicz se había centrado en dos de las claves de sus escritos
de 1913 (2), en junio del mismo año en el Neue Kunstsalon de Munich, de nuevo en
donde publicaron algunos de sus manifiestos. Se trataba del primer ismo americano de
Morgan Russell (1886-1953), habían retomado el mismo proceso que había llevado a los
Chevreul, De la lot dii contraste simultané des couleurs (1839), Charles Henry, creador
de Le cercle chromatique (1882), de las teorías del americano Roob, las del alemán
y
Helmotz o bien las de David Sulter, cercanas a los estudios de Seurat y Signac, y que
además exponían una nueva visión del color coetánea al movimiento orfista que
desarrollaba, por aquel entonces, Robert Delaunay en su serie de Ventanas (3) aunque
e’
también se reconocía la importancia que había alcanzado el color en la etapa analítica del
cubismo (4); sin embargo, el movimiento tan sólo durada unos aSas, y hacia 1918-1920
Paszkiewicz (5), se afirma que estuvo en Paris hasta el estallido de la Primera Guerra Mt)
con motivo de una Exposición de grabados polacos modernos en mayo de 1935 (6).
De su estancia parisina había traído consigo aquellas teorías que irrumpían en los
circulos artisticos y que más le interesaron para formar su propio corpus teórico. De esta
campo pictórico constituyendo, por sí misma, el vínculo con las demás corrientes U
artísticas ya sean cubismo, futurismo, orfismo y llegando a ser el pilar básico que crea
a
la belleza. Para llegar a ella proponía diversas vias, la representación de una “perspectiva
a
nueva”, “la estilización abstracta de lo natural” y “la depuración del color”, que desde un
u
a
627
estas obras de ‘ensayos de una perspectiva nueva y la estilización abstracta del natural, la
forma, son, en su definitivo alcance, intentos de liberación completa de la pintura de su falsa misión de
anecdotear, de reproducir, de reflejar” (8). Muchos de los valores estéticos que propagaba
valores, también por estos artistas, cuya agrupación duraría lo que la muestra madrileña.
principales representantes del desarrollo de las artes gráficas en Polonia comienza sus-
estudios impresionistas con una paleta de colores luminosos que intenta difundir de un
modo revolucionario en las artes pictóricas de Polonia (9). Más tarde, el período de
vive Polonia, invita a Pankiewicz a alejarse de su país y viajar por Italia y Francia. En
la concepción de sus paisajes sensibles en la luz y el color repite la misma idea que será
constante en el artista: “La inteligencia del ojo” (10). Esta idea y la aplicación de sus
términos en el análisis de los dibujos de Rembrandt serán definidos por Pankiewicz como
un arte intelectual, en donde “la primera impresión nos es dada por la superficie, sólo más tarde
la Escuela de Artes Gráficas. Sus enseñanzas permitirán, junto a las de otros antiguos
Mt
alumnos de la Academia de Cracovia convertidos en profesores, romper con los
tradicionales estudios del arte gráfico, caracterizándolos ahora por una nueva visión, más
en donde realiza al lado de cuatro compatriotas esta Exposición de Pintores Polacos que
estamos anahzando. Luego, junto a su esposa Wanda, pasan por Bilbao y San Sebastián
recogió el diario La Tarde (13). Después, y hasta su regreso a París en 1919, participa u’
(hacia 1910) y el Periodo de Entreguerras (hacia 1945)- realiza su trabajo como profesor a
obras impresionistas; sobre todo, como apunta Juan Manuel Bonet, de los estudios de u
luz de Renoir y sus amigos Bonnard y el crítico Félix Féneon (16). Coincidía, por lo
a
Macdonald Wright, en los que el crítico Mujan Paskiewicz se había inspirado para la —
e
629
Polacos. Se establece, así, uno de los principales vínculos entre estos dos artistas. Sin
embargo, el desconocimiento de las obras que estuvieran presentes hace más dificil
establecer cuales fueron estos lazos de conexión, puesto que por ejemplo en el arte de
en sus ideas y la diversidad a su visión artistica fueron vistas como la expresión de la falta de
Testimonios que determinen ambas teorías quedan, tan sólo, unos cuantos,
Varsovia, son, hasta el momento, los dos únicos vestigios de la Exposición de Pintores
Polacos celebrada en el patio del Ministerio de Estado, en abril de 1918, pero quizás con
resaltar más los tonos apagados que, a veces, estaban inspirados en la literatura o la
música (18). Además consigue, a través del color, contrastes que crean al mismo tiempo
una armonía de vibrantes manchas de color que le vincula de nuevo con la gama
cromática que proponía Paszkiewicz, y que oculta las diferencias entre la línea y el color
para crear así la superficie plástica, siendo lo que el crítico de arte Juan de la Encina
definía como “un cezannista acérrimo, bien que por alguna que otra de sus obras sintamos pasar la
sombra graciosa de Renoir. Realiza el excelente pintor polaco la habilidad pictórica de tomar como
base cromática de sus obras valores muy latos de la escala, en ese ‘tono mayor construye armonías
enstalina de la tinta, y modela en plena luz, mediante una sutilisíma sucesión de valores y planos
cromáticos, lasformas de las cosas. Las sombras, lo que se llama comúnmente sombra en pintura no es
otra cosa que un valor luminoso. Aplica con rigor el principio aquél de Cézanne de que ‘de la relación Mt
exacta de los tonos resulta el modelado’. No se debería decir ‘modelar~. Y, en ese sentido, Pankie’nqcz
u
¡nodula finamente el color en sus obras. A unque algunos críticos mozorrales no lo crean, este artista
polaco sabe profundamente su oficio y posee una rara habilidad manual...” (19).
u,
Mt
mi
mv
a’
Mt,
u’
a,
Angel Vegue y Goldoni, cronista de El Imparcial, recordaba al público y la
crítica que, anteriormente, se habían expuesto las obras del artista vasco Juan de
a
Echevarría en el Salón del Meneo. En dichos trabajos prevalecían gamas cromáticas que
a
no frieron valoradas por la crítica de la capital y, ahora, el crítico ponia de manifiesto su
apoyo a la primacía pictórica del artista vasco (20). Otros críticos madrileños destacaron a
a
631
de La Nación, resaltaba algunas de las obras que señalaban más las características
personales del artista. ‘Son dignas de anotarse el n0 56, titulado Flores: el 62, titulado Nature
Aforte; los n0 42 y 43, titulado Paisajes de San Rafael, y sobre todo el titulado Azotea, de una
plasticidad amable y acariciante por su ritmo y de fin isimos ‘acordes’, resuelto sin cansancio: cuadro
por lo que los ojos ven “, también aspiraba a encontrar lo que los ojos “posiblemente pudieran
ver” (22). Su pintura representaba la búsqueda de un color puro, lo que para Mujan
Paszkiewicz venia a significar “la depuración del color”, precisamente una de las vías que
contrario, la crítica reaccionó airadamente ante estos principios; José Francés consideró
que los colores de sus obras resultaban muy repetitivos lo que podía llegar al
aburrimiento:
el ingenio procedimiento, la simplicidad cromática. No es muy variado el tesoro de sus
combinaciones coloristas; pero sus amarillos, azules, rojos, verdes, causan una sensación optimista.
Imaginamos estos cuadritos tan finos de colorido, tan aristocráticos de sensibilidad, aisladamente, y
comprendemos y deseamos su placer de gran pureza estética. Pero el Sr Pankiewicz abruma con la
repetición monótoma, infatigable, para éL de las mismas flores, el mismo cacharro que las contiene e
igual agrupación de frutos con susformas esféricas y elípticas y sus coloraciones enterizas’ (23).
Su concepto de expresión del color desde una realidad visible que, más tarde, se
difundiría a los artistas agrupados en torno a él, se acercaba por su similitud a las teorías
basado en el arte de Rembrandt (24). Algo que también observaron los críticos de la
632
Exposición de los pintores polacos fUe la simplificación en sus paisajes que mostraba “no
los pintorescos paisajes de la vecina Sierra, sino esas casitas con sus árboles, completamente
crítica madrileña. Su obra decorativa fue comentada por todos los rotativos, incluso fue U
considerada por muchos como el único tema de “pintura seria” presentada en el patio del
U,
renhinula, uuyu A un
..
u~geu sc eiiuuu~iaua cii ci A... ~ucco y, sobre todo, proximas, como
--
nuevo el arte decorativo en España (26): “sus tapicerías son realmente bellas, de un buen gusto
y de una riqueza decorativa indudables. Estas obras de las Sra. Pankiewicz son muy interesantes. Ahora
m
que por fin parece que en España empiezan a darse cuenta los pintores y los críticos de la importancia
de las artes aplicadas, las tapicerías de la Sra. Pankiewicz me parecen un hermoso ejemplo, tan u
recomendable, por lo menos, como ese Museo de Artes Industriales, por cuyas salas desiertas se pasea
Si José Francés relacionaba sus obras con la vuelta a las artes industriales del a
futurible Art Déco español, otros críticos estaban más acordes con el arte que se exhibía
a
en la muestras del patio del Ministerio de Estado. Esta era, sin duda alguna, la conexión
u
a
633
con el arte de su esposo, Józef Pankiewicz, paralelo, por otra parte, a esas influencias en
común de otras parejas artísticas de vanguardia, como el caso del matrimonio Delaunay.
Así por ejemplo, Angel Vegue y Goldoni centraba el análisis en las obras de Wanda en la
simplicismo (28). Sin embargo, para Juan de la Encina se trataba, tan sólo, de un aire
mspirador y por ello, las obras de Wanda carecían de la influencia de su esposo y más
bien se aproximaban a los bordados españoles. “Las tapicerías de la señora Wanda Pankiewicz
tienen el encanto cromático de un bancal de flores a plena luz, y la brillantez joyante, y expansiva de
los tejidos populares españoles. No quiere decir esto que se parezcan a ellos, sino que nos dejan una
impresión en algún modo parecida También, como su marido, gusta de valores cromáticos muy
subidos; pero a veces sabe producir deliciosas armonías en los tonosy valores medios... “ (29).
Los dos restantes componentes del grupo polaco, Wladyslaw JaN y Waclaw
Wladyslaw Jahl (1886-1953) igual que los otros integrantes, tras el estallido de la
Primera Guerra Mundial se traslada a España, junto a su esposa Lucia Averbach, después
de una breve estancia en Paris. Su residencia será Madrid, donde aprende de Jósez
Tadeusz Peiper y Mildner (30). En 1920 participa en el 1 Salón de Otoño y llega a ser
alabado por Juan Ramón Jiménez, puesto que Jahl era conocido en España por su
Pankiewicz, pero en la Akademia Sztuk Pieknych de Cracovia. Como los demás, estuvo
relacionó con JahI y Peiper (32). En 1925, formó parte del movimiento de los coloristas
sufrieron una crítica, al igual que la de su maestro Józef Pankiewicz, bastante negativa.
Desde El Imparcial Angel Vegue y Goldoni (33), lamentaba el influjo del arte de
a
Cézanne con unos valores de excesiva simplificación que tendían a la creación de un arte
nuevo. toman del ‘cezannismo’, más que de Cézanne, lo caricaturesco y menos fuerte. Cuatro e
rayas de esquemas intraducibles, esbozos infantiles y rebuscada torpeza de línea o de paleta, no hacen
e
apetecer ni lo más mínimo el nuevo arte. Si en teoría nos pareciera admisible, bastarían estos
La atracción que sentían por la figuración que propuso Cézanne no tendría que
e
haber extrañado al crítico de arte Angel Vegue y Goldoní, si partimos de esa formación
parisina y al lado de un maestro, Józef Pankiewicz, que también sufrió las mismas e
atribuciones juveniles de las que partiu JIWU susLituirias, más tarde, pu’ sunp¡iflcaciuues
e
cromáticas que debió inculcar a sus alumnos Wlasdyslaw Jahl y Waclaw Zawadoswki.
José Francés relacionó las obras de estos artistas con los dibujos de Jules Laforgue y los —
Paszkiewicz que por las propias pinturas de los polacos.”Estos dibujos, por ejemplo, del Sr.
u
Wladyslaw Ja/it nos recuerdan los dibujos de Laforgue, y lo que es peor, sus afirmaciones pour épater
le bourgeois, Laforgue dice cosas tan peregrinas como éstas: ‘Una línea puede expresar un objeto sin
a
tener ninguna semejanza gráfica con él’. ‘Las formas deben moverse en el espacio como el
pensamiento. ~‘otienen necesidad de ningún contacto. No tienen anverso ni reverso como el infinito’. u
‘Para expresar la sustancio de un cuerpo se le puede desplazar, aislar, suprimir, soldar o añadir una o
e
a
635
muchas partes’... En cuanto al Sr Zawadowski nos parece un sincromista, dicho sea con todos los
respetos..’ (35).
otras influencias como la de los pintores Matisse y Rousseau, de las que Juan de la
‘De los Sres. Ja/iI y Zawadowski no es mucho lo que tenemos que decir de ellos directamente.
Además de la influencia de Cézanne, advertimos en sus obras la de Matisse y hasta la de Rousseau ‘le
douanier’. El Sr. Jahí expone alguna acuarela interesante como nota: pero no pasa de eso, de nota. Del
primitivo en las obras de Zawadowski fueron objeto de críticas por autores como Blanco
Coris, quien resaltaba que “no encontramos un acierto de repentización ni de síntesis de elementos:
porque poner cuatro hierros a un balcón, a cincuenta centímetros de distancia el uno del otro, no
creemos sea una simplificación deforma. Tampoco comprendemos por qué a una señorita, pintada con
un candor lamentable, que viste una blusa roja, se la ti tule Dama en bermellón o podemos decir lo
mismo del pintor y dibujante Zawadowski: su bodegón de agujas de mar y cebolletas y la composición
señalada en el catálogo con el n0 100 no llegan a la altura de las pinturas de las cavernas del hombre
primitivo: lo más razonable que encontramos de este artista son los dibujos a pluma” (37).
de realizar obras caóticas por presentar unos cuadros desdibujados (38). 0, lo que es
peor, si no se podía atacar al arte nuevo porque sus criticas resultaban demasiado
636
incomprensibles para un público falto de cultura, sí era más fácil atacar el pudor de ese
Acción, cuando ya en el Museo del Prado se podían apreciar los desnudos de Tiziano,
Estaba claro que, una vez más, el intento de renovación de las artes plásticas
e
madrileñas o el acercamiento a las obras de índole renovador no logró invadir el
ambiente artístico de la capital. Las razones críticas al corpus teórico de esta nueva e
pintura prologada por Mujan Paszkiewicz y llevada a la práctica por los diferentes
u
artistas de este pequeño grupo polaco con un mismo punto en común, la luz y el
lo abrasa y todo lo revela netamente, con minuciosa prolijidad; en donde por eso más se impone la
u
pintura descriptiva, la estructuraL lineal; es, probablemente, donde más reacios han de mostrarse
siempre los pintores a expresar la forma como efecto de relaciones colorísticas” (40). Con estas
Pintores Polacos para observar de cerca “el estancamiento de nuestra estética y de nuestra u
técnica pictórica, de una novedadfecunda, y en tal concepto, los saludamos como a nuestros
u
637
bienhechores. Luz nueva, color nuevo, traen al fondo de nuestro quietismo estético: aprovechemos la
orientación y la enseñanza” (41). Bajo estas expresiones se encerraban otras más profundas,
con carácter de censura, en donde los jóvenes pintores debían presentir por sus propias
experiencias al aire libre que el trabajo de los pintores polacos no era el mejor método a
seguir y que debían evitar “dejarse convencer contrarrestando la resistencia de las preocupaciones
de los cristalizados arcaísmos, masa muerta que coarta los vuelos de nuestra sensibilidad de lo mucho
convincente que hay en esta exposición y abstenerse ante lo incompleto, paradójico y absurdo que
por tratarse de una Exposición ubicada en el patio del Ministerio de Estado, en donde,
reinante en la capital y ello pese a su lugar de ubicación. Ante estas circunstancias, quizás
políticas, por su apoyo a una nación aIjada como fue Polonia (43), tal vez meramente
artísticas, la Exposición tuvo un gran eco critico en el que, en ocasiones y como vimos
llegada de un arte a España que era producto de las teorías de los americanos Macdonald
Wright y Morgan Russell con su sincromismo y de las visiones del propio Józef
al rechazo total de los pintores polacos y, por lo tanto, a una crítica que prodigaba la
caso raro en Madrid” (45), y por ello la crítica se encargó de realizar su papel. Gran parte
e.
de los rotativos madrileños encabezaban sus primeras lineas refiriéndose a la instalación
Goldoní manifestaba que “una novedad para el público madrileño viene a ser la Exposición de los
u
artistas polacos, instalado en el ministerio de Estado. Uno de los patios en donde periódicamente se
muestran los envíos de nuestros pensionados oficiales alberga durante estos días curiosa colección de
obras que han servido para que los visitantes que acuden se desaten, ya en alabanzas, si están en
El arte de los pintores polacos, como a5rmaba Francisco Pompey, era el más
adelantado y por ello ponía una nota de snobismo a esa rutina oficial del arte académico —
ofreciendo al público algo más para ensañarse contra el lento desarrollo del arte en la
u
Península: “el más avanzado que el público de Madrid ha conocido. Es posible que muchos tomen a
a
risa esta Exposición; pero algunos meditaran seriamente sobre ella. iVa quiero decir con esto que el
camino a ‘seguir’ de nuestro arte busque sus pautas en la Exposición de los polacos... Pero bueno
u,
estará que nos fijemos respetuosamente, pues estas Exposiciones son interesantes por motivos de
cultura artística, que en realidad nos hace muchafalta para acabar con la rutina y las vulgaridades. Yo
comprendo que estas Exposiciones de arte avanzado producirían algo así como un latigazo a los
autores de esas vulgaridades y de esas rutinas, y que el público que viene aplaudiendo su arte
fotográfico muy pronto ha de encontrar ñoño y acranado el arte que, en general, se viene haciendo...”
(47).
llegar a crear una pintura pura con finalidades filosóficas y es que para Angel Vegue y
Goldoni “un afán de teorizar lleva en arte a no lograr decisivas conquistas. Pintar con arreglo a un
credo, nos parece abdicar en principio de aquella santa libertad de iniciativa sin la que no cabe hacer
arte digno de su verdadera condición. Hoy se aspira a despojar a la pintura de todo elemento, que no
sea, en si, esencialmente pictórico... el prurito de convertir la pintura en pintura pura, el aislarla, el
abstraería con una mera finalidad filosófica. Porque entonces corremos el riesgo de hallarnos con
obras de esa índole, muy pensadas y calculadas, pero faltas de lo principal: de emoción” (48).
Estas expresiones filosóficas que se atribuían a las obras de los pintores polacos
las teorías síncronustas adaptadas por Mujan Paszkiewicz, suponían unas tendencias
artísticas que para algunos sectores críticos trataban de justificar con el prólogo al
catálogo de la Exposición, el cual “carece en absoluto de todo valor estético, el problema por
ellos planteado es de una venerable antiguedad; es elproblema del color estudiado por muchos artistas
de pintar claro sobre claro triunfando cuando se trataba de paletas como la de Rubens en su cuadro de
las ‘Gracias’, o con la de Velázquez en sus últimas obras, y es el problema que tanto preocupó a
incoherencia: “hemos hecho grandes esfuerzos por ver todas las expresiones modernistas, filosóficas
de la pintura en las producciones de los artistas polacos, y nada; no hemos encontrado el ritmo de la
superficie hasta el máximum de su vida plástica en ninguna de las manifestaciones del arte decorativo,
porque interpretar un tomate por medio de un óvalo relleno de una tinta plana roja con un punto verde
síntesis visional? Los elementos de la expresión pictórica se compenetran de tal modo que es imposible
prescindir de cualquiera indistintamente. Los valores de la realidad tienen su cuño y su ley.. Prescindir
640
de la significación descriptiva y sintetizar las valoraciones del claroscuro hasta alcanzar la radiación
simultánea del iris es un camino apartado del culto formal ~vcrítico de la belleza plástica de nuestro
Mt
graves extremos - la risa o la cólera - hacia esta exposición. “nos hablan solamente de
e
torturas mentales, de cerebraciones forzadas y angustiosas... ¡Cómo que el arte dejará de serlo el día
en que lo conviertan en una nueva, ardua e intrincada ciencia!... La falta de un espíritu creador y su a
progresión en los pintores polacos les llevaba a la destrucción del arte y por lo tanto, a la negación de
lo anterior y a su muerte. Destruyen pero no crean. Destruir para crear es un principio admisible y
respetable: pero destruir porque sí. para que no haya nada y nos sumanos en el caos, es una teoría
a
absurda que indigna como hombres y como artistas. Y a tanto equivale el arte de los pintores polacos:
establecen una teoría, inventan una doctrina, niegan todo lo que hubo antes, y cuando anhelosos de
nuevas normas y cánones inéditos, nos asomamos a su arte, a ese “arte nuevo” que algunos
desequilibrados defienden por darse tono de anarquistas y presumir de renovadores- ya que de otra a.
cosa no pueden presumir-, vemos que todo eso no es más que una locura, un extravio, una enfermedad
u,
irremediable de la sensibilidad y del pensamiento, que sólo a la muerte, a la nada, puede conducir...”
(51).
en todos los órdenes de la vida social, religiosa, política y cultural. En el caso concreto
e
de las artes plásticas, la pintura al liberarse de las disciplinas a que había estado sometida
u’
u
641
valores de la línea, etc. como defendían los pintores polacos en la búsqueda de nuevos
“La historia moderna de la pintura - dice José María de Salaverria - se reduce a locas
Durero, un Botticelli. Continuar o caer en el nihilismo: éste parece el dilema moderno para la pintura.
Mientras tanto, ¿no merecemos que algún grupo de artistas polacos, barceloneses o de
cualquierpaís nos ofrezca una exposición de cubismo, tal vez defuturismo?... “(52).
“ismo” artístico que %ya ha sufrido y pasado el tormentoso camino de las críticas, es capaz de
solventar las deficiencias de un arte dominante en la capital con demasiadas notas angladistas o con
numerosas ‘variaciones del baile ruso...” (53). Este arte, es decir, el cubismo consagrado y
aceptado por la crítica parisina y por algunos sectores más avanzados de la Península,
cuyo desarrollo defendía José de Salaverría, al tiempo que afirmaba que “un poco de
cubismo nos sentaría bien en Madrid Arrastraría a los impacientes ya los novedosos” (54).
Este apoyo al cubismo pone de manifiesto otra de las opiniones más críticas de la
el cubismo y el futurismo, eran considerados por su nula influencia en todos los artistas
como algo pasado: “los cubistas, los futuristas y los dinamistas ya son despreciados casi por
académicos. ,Juzgad cómo se considerará a los impresionistas!...” (55). Para Francés, los artistas
trabajo serio... surge en seguida otro de los caracteres de la pintura modernísima: lafealdad
Son realmente feos, de mal gusto, sin lineas nobles, ni acordes gratos de color, estos dibujos
pseudoinfantiles, estas manchas resecas de óleo y temple. Solamente una aberración sensorial y visual
u
podría explicar esta complacencia patológjca en deformar el cuerpo humano y en desvirtuar la pureza
de los colores con inarinonías agrias o confusiones que los destruyen... “ (56).
A diferencia de éste último, Juan de la Encina, defensor del arte nuevo en Madrid,
u’
sobre todo del arte moderno de los artistas vascos, se mostraba satisfecho por la
pequeño ángulo del Salón de Otoño de París o de la Sezession de Munich o Berlin. Una
a
pintura de formas nuevas que llegaba para intentar sanear el aire de las artes plásticas
madrileñas, anquilosadas por los reductos de artistas que, como Sorolla, con “toda su
ordinariezy juego kaleidoscópico desprovisto de la más rudimentaria gracia emotiva, declararemos sin
u
ambajes que nos quedamos con las nuevas formas. ¡ Todo menos el aplatanamiento que padecemos y
ese olor a cocido barato o aperfiume de mocita cursi que trasciende del ambiente artístico...’ (57). u’
Sin embargo, su defensa del arte que se realizaba en España iba más allá, y en su
u’
juicio no consideró la muestra de pintores polacos como el hecho más importante de la
e
643
cezannistas... con algunos toques de novísima estética alemana. Esta escuela... parece ser que trata de
resolver plenamente la antigua antinomia entre la forma y el color. Y en virtud de esa resolución
puede nacer según afirman e//os- un arte que sobrepuje en fuerza emocional a la pintura ,noderna,
-
Las notas extravagantes de los pintores polacos resaltaban, también, por su forma
expositiva. Éstos habían colgado en las paredes del Ministerio de Estado todas aquellas
desafio hacia los críticos; aunque, más tarde, habían de confesar, ante la frustración de su
pudieran realizar en la Península: “Hemos cobrado cierto terror a las exhibiciones de nuestra
Este episodio artístico de abril de 1918 terminó tan pronto como se clausuró la
exposición. Poco después, algunos de los miembros del grupo polaco como Mujan
convertiría en uno de los teóricos más representativos, junto a Guillermo de Tone, del
Lxi. NOTAS
en España (1907-1936) (Madrid, Alianza, 1995. p. 232) por Juan Manuel Bonet:
Exposición de los Pintores Polacos, Patio del Ministerio de Estado <MADRID, 1918). Participaron en
ella Jahí, Pankiew¡cz, su esposa ¡Vanda Pankiewicz y Zawadowski, todos ellos afincados en la capital
española por aquellas fechas. El catálogo lo prologó Paszkiewicz. José Francés la reseñó
(3) Las ideas del matrimonio Delaunay sobre el ritmo de las formas coloreadas y su
nueva concepción del movimiento, paralelas a la de los primeros futuristas, iban a ser el
punto de partida de los sincroniistas, aunque éstos se van a diferenciar de los orfistas por
(4) VV.AA., Paris and (he American A vane-Garde, 1900-1925, University of Detroit,
1980, p.17.
(6) En relación con este tema Angel Vegue y Goldoni publicaba. ‘Juan de la Encina,
nuestro admirado colega, recuerda en el prólogo del catálogo al profesor José Pankiewicz, al pintor
teorizante NI. Paszkiewicz y al decorador Jabí, venidos a Madrid con motivo de la Gran Guerra. En
relación de amistad con los tres, supe de sus preocupaciones y anhelos, y hube de juzgarlos en una
exposición que celebraron en los patios del Ministerio de Estado. El influjo del grupo polaco
constituido entonces en la capital de España no se perdió; fue un fer,nento que actuó sobre artistas y
escritores españoles. A’Iarjan Paszkiewicz, convertido en portavoz de nuevas tendencias, acudía, bien al
articulo, bien a la cátedra del Ateneo, para propagar conceptos y actitudes que a la sazón imperaban
en Paris, Cézanne, Renoir y Matisse, solían ser sus puntos de referencias. Más tarde, había de tocar a
Madrid, 7-5-1935.
(8) Ibid.,
(9) A primeros de siglo, destacan por su trabajo los artistas del llamado “Comité de
polacas. Cfr., VV.AA., Academia de las Artes de la URSS. El arte de los paises
Krakowskiej Akademii Sztuk Pieknych (175 Years of tuition in painting sculpwre and
grajhic art at (he (i’racow Academy offine ciUs), 1900- 1993, p. 140.
(11) Ibid.,
u
(12) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias..., op. cit., 464.
e
(13) El critica Enrabiri recoge esta información: ‘interrogamos a la seflora Wanda de
Pankiewiczy a su esposo Jozef -Vamos mañana a San Sebastián, donde acaso nos decidamos a exponer U
algunas obras. Hemos cobrado cierto terror a las exhibiciones de nuestra última presentación en el
U
patio de ministerio de Estado, en Madrid .‘Vñestros buenos amigos Wladyslaw Jahí y Waclaw
Zawadowski piensan retornar a Polonia. Vamos a presentar a cuatro artistas futuristas. Una de sus
u
principales tendencias es la de expresar las formas por el contraste único de las relaciones del color
a
(14) El objetivo de la agencia era “dentro de lo que las circunstancias permitan, orientar a la
prensa española sobre asuntos polacos, y también, informar sobre los asuntos de España a Polonia,
u.
siendo nuestro fin meramente patriótico . Anónimo, “Agencia de prensa polaca”, La
a
Tribuna, Madrid, 10-12-1918.
a
(15) Catálogo ¡ 75 Lot Nauczania, op. cit., p. 139.
a
a
647
(16) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias..., op. cit., p. 464.
(18) The National Museum in Warsaw, 1994. Agnieszka Morawinska, The Gallery Of
Polish Painting.
(20) Angel Vegue y Goldoni le describía así: ‘El sr. Pankiewicz es colorista de exquisita
sensibilidad Percibe el matiz con gran limpieza, dentro siempre de gamas exaltadas en que ‘cantan’
los rojos y los azules. Rica intensidad tonaL que permite variedad de acordes, le lleva, en un bodegón,
a enaltecer la materia: los paños, las frutas, la loza, etc; logran allí una plenitud decorativa en virtud
del tono más que de los ritmos a que la composición les sujete. En tal respecto, nos recuerda el sr.
Pankiewicz a un artista español que no mereció de la crítica madrileña el ser comprendido cuando
expuso en el salón del Ateneo; nos referimos a D.Juan de Echevarría, que, desde luego más pintor que
el sr.Pankiewicz, ha producido en el género de ‘Naturaleza Muerta’lo más bello y acabado que quepa
imaginar. Hay que tener telarañas en los ojos para no gustar de una pintura toda claridady luz, como
la del sr.Pankiewicz en un retrato de señora, estudio concienzudo de carmines relacionados con azules
y violetas. Bonitos algunos cuadros de flores; bajan bastante sus paisajes de San Rafael, y en cuanto a
14-4-19 18.
648
u’
(23) José Francés, “Una exposición de pintores polacos”, ElAño Artístico, Madrid, abril
de 1918.
u
(24) El artista opinaba que “los más simples medios bastan a Rembrandt para sacar del blanco del
papel luz y espacio infinito”. Catálogo 175 Lat Nauczania, op. cit., p. 140. U
u
(25) José Blanco Coris, “Exposición de los pintores polacos”, Heraldo de Madrid,
7-4-1918. a
(26) Ya desde 1915 había comenzado su proyecto junto a los hermanos Gutiérrez
a
Larraya, Aurora y Tomás, ella decoradora del Museo Nacional de Artes Industriales y él
pintor. Ambos habían empezado a difundir con sus exposiciones numerosos piezas:
(28) A este asunto Angel Vegue y Goldoní escribía: “al igual que su esposo, análoga visión y
la misma valoración cromática a sus tapicerías. Sin reservas aplaudimos lo hermosamente que resultan
e
combinando, con singular acierto, las tintas más subidas o más apagadas de los estambres. Al menos
iniciado en arte le atraen y encantan por la simplicidad de los motivos desarrollados, por la adecuada
e
649
op. oit.,
(30) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias..., op. oit., p. 349.
(32) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias..., op. oit., p. 349.
(33) Angel Vegue y Goldoni, “Exposición de grabados polacos modernos”, op. oit.,
(34) Angel Vegue y Goldoni, “Exposición de los pintores polacos”, op. oit.,
(37) José Blanco Coris, “Exposición de los pintores polacos”, op. oit.,
(38) El critico Edelye consideraba que eran obras realizadas: “con un par de manchas de
cadmio, en los senos por toda coloración, absurdos en la composición y de una intolerable
arbitrariedad en la luz. Es decir; todo esto suponiendo que no sea un error nacido de nuestra poco
650
exquisitos, para gustar del cubismo, de la pintura ultraimpresionista, se precisan una cultura, un
sensorio ,v un concepto artístico distintos a los corrientes, y como nuestros ojos y nuestros sentidos son,
e
y en hora buena sea dicho, como los de todo el mundo, nos indigna que pintores de tanto mérito y
talento como Wladyslaw Jabí, Józef Pankiewicz y Wlacaw Zawadowski desdeñen el dibujo, con e
irremediable perjuicio de la forma, y sin preocuparse para nada de la apariencia humana de sus
e
figuras, se circunscriban a hacer composiciones cromáticas sólo dignas de elogio cuando se trata de
e
(39) Su autor, Alberto de Segovia, caracterizaba estos dibujos “en su mayoría, son
práctico, y además dan una impresión de hipocresía? Como la entrada a la Exposición es libre el sitio e
tiene tanto prestigio - es todo un patio de un Ministerio...- aquello se llena de damas respetables y de
u
lindas muchachas que tienen que escapar asqueadas -. Es repugnante en una palabra. Estamos seguros,
lo decimos con absoluta sinceridad, de que don Eduardo Dato, actual ministro de Estado y hombre de
U
exquisita corrección, no está enterado de que en su propio Ministerio se exponen estos cuadros. No se
habrá tomado la molestia de entrar un momento en el patio en que está instalada la repetida a
Exposición. Nosotros le rogamos que lo haga. y que entonces nos dará la razón.
e.
Y suplicamos al señor general Barrera, dignísimo director general de Seguridad, que tome las
determinaciones oportunas.
e
No son melindres sin fundamento, es... pudor’, en ‘tos hombres y los días”, La Acción,
Madrid, 8-4-1918. U
a’
a
651
(41) IbId.,
(42) Ibid.,
(43) Durante este período, España goza de una neutralidad que le permite mantener
contacto con los paises en conflicto. En el caso polaco, ya desde 1915 existen noticias
sobre el problema del pueblo polaco y se publican comunicados con fines humanitarios;
asi, por ejemplo, el diario madrileño La Correspondencia de España divulgaba una carta
llamamiento adjunto y durante tres días. De esta manera cooperará eficazmente a la acción
humanitaria que se propone. La colecta para los polacos, es un hecho neutral leyendo a usted la
(46) Angel Vegue y Goldoni, “Exposición de los pintores polacos”, op. cit.,
(48) Angel Vegue y Goldoní, “Exposición de los pintores polacos”, op. cit.,
(50) José Blanco Coris, “Exposición de los pintores polacos”, op. cit.,
e
(51) Ballesteros de Manos, “Los pintores polacos”, Cervantes, Madrid, mayo de 1918, U
p. 124.
u
(52) José Maria Salaverria, “La pintura nihilista”, ABC, Madrid, 18-4-19 18. e’
U.
(53) Ibid.,
a’
(54) Ibid.,
a’
(55) José Francés, “Una exposición de pintores polacos”, op. cit.,
(56) Ibid.,
e
e
(58) Ibid.,
a
a
653
(59) Ibid.,
(60) Enrabiri, “Dos revolucionarios de la pintura pasan por Bilbao”, op. cit.,
seis largos años desde su partida de Montevideo y su llegada a Milán y a Paris en donde
de la Gran Guerra, llegó a España, allí había residido en dos lugares, Barcelona y —
Zaragoza, incluso se había casado con Simona Lainez (a la que llamaría Pilar), hija de
0
unos campesinos pobres que le habían recogido en su viaje hacia Madrid. Tras su
primera y corta estancia en Barcelona que le había permitido participar como ilustrador *
como ilustrador en las novelas de Serafin Puertas, y entra en contacto con diferentes
a
personas que le acompañarán en algunos períodos de su vida, nos referimos a Juan
Gutiérrez Gui (3), Juan Llaguía, Humberto Pérez de la Ossa, Luis Monegat, Joan Salvat e
Papasseit, Joaquín Torres García, Josep Dalrnau, Celso Lagar y Hortensia Begue (4).
a
Al año siguiente, Barradas se encuentra plenamente integrado en el ambiente
cultural de la ciudad condal, ahora aderezado con la presencia de los artistas europeos a
a
655
inmigrados a causa del detonamiento de la Gran Guerra que formaron parte activa de la
vida artística catalana. Será entonces, como se vió el capítulo anteríor, cuando al calor de
estas circunstancias concretas las relaciones entre Barradas, Torres García y Lagar se
hagan más fructíferas. Los tres experimentaban nuevas vías para el desarrollo del arte
español de vanguardia, igualmente, los tres habían bebido de ismos europeos. Los
primeros habían sido Lagar con su planismo desde 1915 (5) y Barradas con su
vibracionismo, y el tercero, Torres García, quien se había aliado desde el principio con el
movimiento noucentista para terminar siendo uno de los impulsores de las teorías
a pesar de su escasa teorización, como ocurrió con el planismo, no faltaron citas para
“El Vibracionismo, es, pues, un cierto MOVIMIEXTO que se determina fatalmente por el paso
de una sensación de color a otra correspondiente, siendo, cada uno de estos acordes, diversas notas de
armonía, distintas, fundidas entre sipor acordes más sordos, en gradación cada vez más opaca (6).
otras, entre ellas destacamos las de Raquel Pereda (7), Jaime Brihuega (8) y Eugenio
‘‘. ,,
Carmona (9) que vienen a definirlo como un ismo compuesto de elementos cubistas y
futuristas basados en la utilización de planos geométricos monócromos y superposición
Todas estas carateristicas tendrían mucho que ver con el planismo. El binomio que
Dalmau en 1915, y las definiciones posteriores sobre ambos, por ejemplo, la del
9
vibracionismo, nos llevan a pensar en dos cuestiones vitales para el desarrollo de las artes
plásticas del primer cuarto de sigo XX. En primer lugar, podemos considerar el
sobre todo, de los ensayos hacia su acercamiento al arte primitivo que pudo observar en e’
según los escritos de Torres Garcia (10), hacia finales de 1915 y que se consolidará
U
durante los dos años siguientes. Precisamente, durante este tiempo se desarrollan las
demostraría, aparte de ese debate que puede surgir sobre la anterioridad temporal de
u.
algunos elementos de las producciones artísticas de Lagar y Barradas, la adaptación de
las definiciones pIanista y vibracionista a los registros que ambos habian podido ver en su a
U
657
comunes de estos dos ismos que, en ocasiones, pueden ser uno sólo e, incluso como ya
se ha dicho, adoptar el nombre del otro. Tal es el caso de la denominación pIanista al arte
barradiano en los años veinte por Manuel Abril o la inversa (12). Esta identificación de
influencia en Dalí en varias obras como Burdel (1922, Tinta sobre papel, 22 x 15 cm
Figueres); Autorretrato con L ‘Humanité, (1923 Óleo, guache y collage sobre cartón,
104 x 75’ 4 cm, Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres); Autorretrato cubista, (1923,
Gauache y collage sobre cartón, sobre madera, 105 x 75 cm, Museo Nacional Centro de
Arte Reina Sofia, Madrid), todas ellas con rasgos vibracionistas o de Gitano (1923), ésta
más cercana a las nuevas figuraciones, aspecto que comparte con el Alberto Sánchez de
junio de 1917, en relación con la muestra homenaje a los artistas franceses aunque podría
tratarse, según Jaime Brihuega (13), de la exposición de carteles realizada por el diario
junto a Torres García, en las salas Dalmau. En marzo de 1918, asentado completamente
Catalana, Calle barcelonesa o Las zingaras - así como los retratos de Torres García,
9
sección del Círculo Artístico de San Lucas en donde presenta, obras vibracionistas como
e
Plaza de la Universidad y Puerto de Barcelona (14). También hemos de señalar su
del Poble y Arc Volta¡c en donde reflejará, una vez más, sus composiciones
e
vibracionistas como El tranvía S6 (noviembre de 1917) y dibujos (26 de marzo de 1919)
se estaban produciendo las primeras muestras de ello. Este ambiente tan prometedor para
a
las artes plásticas españolas recibia a Barradas, quien nada más llegar buscó trabajo
Barradas por su carácter ilustrativo infantil (19) y, por otro, unas obras más académicas a’
e’
659
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bien’,,,
En septiembre de 1918 (22) conoce a José Francés, quien trabajaba por aquel
introduciria y presentaria a personajes del mundo editorial, así, por ejemplo en 1919
660
comenzaría a ilustrar para Nuevo Mundo “Las aventuras de Panchulo”; o por esas
estancia madrileña Celso Lagar. Compañeros de tertulias participaban en las ultraistas del
Café Colonial (23), junto a otros contertulios como Guillermo de Torres, a quien
u
Barradas conocía de su estancia en Zaragoza (24).
e-
e-
u-
u-
U.
U:
U’
a
Barradas, La melonera
(El Figaro, Madrid, 11-9-1918)
a
a’
661
de varios intentos desde noviembre de 1918 (25) cuando escribe a Torres García para
que no se celebraría hasta marzo de 1920 y para animarle a que ambos expusieran, en
-
Casa Thomas y que, más tarde, por iniciativa del propio Mateu se celebró su salón, partía
‘Sería una nota nueva, como todo lo que hacemos siempre nosotros dos en pintura. Yo ya tenía
preparado mi plan: cuadros simplistas, geometría, técnica infantil, pues mi pintura infantil está
resuelta con los mismos estupendos elementos que los niños emplean. Esto es: pinturita, de esos
panecillos de pintura de los niños, que son de gran calidad en gris, extraordinaria. Ya sabe Ud. bien:
luego, junto con los cuadros, trabajos de tijera, rompecabezas inventados por mi, que son muy nuevos
como veremos en el siguiente capítulo por Guillermo de Torre. Las obras más destacadas
por la prensa fueron Procesión, Puesto de refrescos, Paisaje, Plaza, Síntesis de un viaje
Viaje en diligencia.
662
José Blanco Coris, dicha tendencia estaba determinada por colores y formas geométricas:
“Esta última nomenclatura en elArte es curiosa: el vibracionismo va según los precursores del
estilo modernista, fatalmente’ en el artista por el paso de una sensación de color a obra
U
correspondiente, siendo cada uno de estos acordes adversas notas de armonía distintas fundidas entre
sí por acordes más sonoros en gradación cada vez más ‘opaca’. La forma del vibracionismo es la e
geométrica. y estas formas se traducen arbitrariamente para ser complementadas por el espectador”
e
(28).
aplicación en sus obras de collages y otros elementos de las vanguardias europeas, sobre
a
todo del cubismo: “En un cuadro hay pegada una hoja de calendario y la tapa de una caja de
cerillas; en otro, que representa una cocina, sobre una botella pintada se ha pegado una etiqueta de a
‘Jugadadores-Café’, hay una moneda de cinco céntimos y un naipe de verdad Todos esos supra-
u’
Tan sólo José Francés (30) y Francisco Alcántara defendiron la obra del artista.
U
Este último, que había elogiado dos obras Quincalla e Interior, un mes antes con motivo
del V Salón de ¡a Exposición de Humoristas (31), aplaudía las imágenes de realidad y
pintura:
exaltada, y tal atrevimiento en la técnica, que tiene algo de ¡o que podríamos calificar de un pronto
infantiL y por tanto, espontóneo, lleno de la gracia de las palabras y de las obras que surgen de la vida a’
a’
a’
663
sus continuados intentos por exhibir sus obras de juguetes junto a los de Torres García,
que nunca llegó a cumplirse. Desde su nueva residencia en el Paseo de Atocha, Barradas
escribía a Torres García (33) para comunicarle que su amistad con Manuel Abril lograría
en febrero exponer los juguetes de ambos en el Ateneo. Sin embargo, nada de esto
mantenimiento de un Teatro de Arte con una comisión formada por Benavente, Martínez
Siena, Alsina, Díaz Mendoza, “Maquis”, Jurado de la Parra y otros (36). Al lado de
Barradas se encontraban, también, Siegfrid Búrman y Manuel Fontanals, los tres llevarían
a cabo el proyecto del Teatro de Arte de Martínez Siena. Barradas ffie el más
vanguardista, Búrman se caracterizó por una técnica muy ortodoxa y Manuel Fontanals
Torres García: “una obra a base de mi pintura expresionista. No la entendieron... Martínez Sierra.
autor del libro, está muy contento; la Argentinita, intérprete principal, también. Yyo, desde luego.
Espero que, con mi fórmula los convenceré. ¿ Cuándo? No sé. pero llegará un día. Ah fórmula
es muy sencilla dada mi facilidad de ser humorista; yo lo hago reír primero, luego lo otro colará.
664
Este espectáculo de clowns que hemos hecho es una apariencia caricatural, pero en el fondo...
eso: lo que ho les hago tragar; ese plasticismo, nuestro aun cuando lleva el antifaz del humorismo,,, es
a un teatro ‘de arte -en el concepto superior del arte- le corresponden, como plato de resistencia, tales
‘
U
espectáculos, ni a los artistas de ese arte superior se les hace honor ninguno metiéndolos en semejantes
aventuras” (39).
a.
En general fue considerada como una obra muy aburrida (40) e incluso una
unidad, carácter y nobleza literaria a los alardes músico-parlantes y músico-coreo-gráficos del mal
de su amigo el joven poeta Federico García Lorca quien, por aquel entonces, se alojaba
e
en la Residencia de Estudiantes. A diferencia de la anterior, no hubo demasiadas crónicas
respecto a ¡a obra sino más bien varias fotografias de algunas escenas e incluso ¡a
reproducción de los dibujos originales de su amigo Manuel Fontanals para la obra (42).
e
Sus figurines presentaban los rasgos de su pintura un gusto por la simplificación, colores
U’
ml
665
Bárcena entre otras (45) - en las que su vibracionismo adquiere rasgos simultaneistas,
futuristas y cubistas.
Se abre así uno de los capitulos más interesantes de este artista como
(46) Barradas se adviene, en ocasiones, al parecido de sus obras con estos movimientos.
José Blanco Coris comparaba sus cuadros con los de los futuristas Carrá, Russolo,
Severiní y Boccioní (47), mientras que Juan de la Encina los denominaba como
del vibracionismo con el planismo, los cuales fueron denominados por la crítica de
vibracionismo que nos lleva a pensar si realmente estas apelaciones se hicieron sabiendo
la definición de la palabra o, por el contrario, bajo las cláusulas de lo que el ojo de]
crítico veía en sus similitudes con los ismos: simultaneísmo por sus colores, futurismo
por la búsqueda del movimiento, cubismo por sus geometrizaciones y planismo por sus
formas planas; y, en tercer lugar, la capacidad del vibracionismo para acaparar todos
estos “ismos” que, más tarde, convertiría a su progenitor en el maestro de los jóvenes
artistas.
666
t.
elementos de la realidad, por ello no practica un arte puro sino la confusión de imágenes
y temas (51). Al respecto, esas obras de Barradas se caracterizaban por unas imágenes
movimiento.
Tanto los críticos madrileños como los catalanes, aunque no lo mencionen, nos
opinión de cada uno de los críticos. Llegados a este punto se abre otro gran debate que
partiría de la definición de los conceptos estéticos, en este caso, del cubismo y del
e
futurismo, que la crítica tanto madrileña como catalana había asimilado de ellos.
Podemos recordar que, al igual que Lagar, las exhibiciones de Barradas fueron u
cubismo con anterioridad a Madrid, donde, como ya hemos visto, tan sólo se observarla U
en las obras de Diego Rivera en su exhibición con los pintores íntegros en 1915 hasta las
a
manifestaciones de Celso Lagar y Vázquez Díaz, o bien, las simultaniestas de los
a
667
galerista Josep Dalmau llevaba exponiendo desde 1912 verdadero cubismo y asimilando
Eugenio d’Ors, Joan Sacs, Joaquim Folch i Torres, Doménec Caríes, Romá Jori etc. En
el caso madrileño, el futurismo había tenido sus primeras tomas de contacto desde 1909
movimiento. Sería con la gestación del ultraísmo donde se volvería a ver ese apoyo al
futurismo sobre todo a través de las publicaciones que mencionaban dicho movimiento,
de manera que no era dificil asimilar algunos poemas ultraistas que cantaban a la
primero en admitirlo fue Guillermo de Torre, quien conocía a Barradas desde su estancia
en Zaragoza; otros serían José Francés, Manuel Abril - a quien conocía desde 1918 -,
veremos en el siguiente apartado, fue para Barradas un puente desde el que llegar a otro
Fue considerado como el espíritu del movimiento (55) por sus numerosas ilustraciones e
vibracionismo de 1918, además de su vertiente clownista que sería vital para las
como las obras de éste último en Autorretrato (1923) y Autorretrato con L ‘Humanité —
(1923). Las mejores estudios acerca de estas relaciones e influencias han sido realizados
e
por Rafael Santos Torroella (58).
Sin embargo, creemos necesario matizar uno de los posibles orígenes de este —
clownismo siguiendo los escritos de Santos Torrella, quien especifica que dicha
e
tendencia “se trata de una derivación u aplicación de su etapa vibracionista, dentro de la confluencia
de cézannismo, cubismo y futurismo a que por aquellasfechas había llegado en su personal estilo. No u.
obstante, el enunciado de la conferencia o charla del Ateneo, donde estableció una equivalencia ente el
cloivnismo y no-yo, me induce a pensar que había superado la preocupaciónpor unos planteamientos
estrictamentes formales, que son los que predominan en sus inmediatas fases anteriores’~ (59).
e
Apartándonos del significado que tuvo en su momento la eliminación del “yo”,
u,
podríamos admitir ¡a existencia de una influencia anterior a Barradas. Nos estamos
refiriendo a la mencionada de su amigo Celso Lagar; como vimos anteriormente, el
obras de Lagar en las Galerías Dahnau en 1915. Pese a todo, la existencia de los citados
dibujos Meni~ For Mme. Kahn y Menú D ‘oeuvres variés datados en el mismo año del
- -
a
nacimiento del clownismo, 1921, donde se pueden apreciar la misma esquematización de
la cara que en los dibujos de Barradas o la ausencia total de los rasgos fisicos, abre de a
a
669
modernista (1899-1900, Lápiz sobre papel, 22 x 15,9 cm. Barcelona, Museu Picasso); la
aparición casual de ambos dibujos en ese mismo año o bien, la influencia de Barradas en
los dibujos de Lagar, aunque esto no es muy probable por la ausencia de relaciones entre
-ka
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<1~ 1 _______________
__________________________________
Lorca queda, tan sólo, como el planteamiento de una nueva visión sobre las relaciones
desconocemos.
Lagar; se trata de la etapa pianista, presentada con los últimos coletazos del ultraismo.
Sin embargo, debemos volver a matizar que estas composiciones artisticas de Barradas
670
llamada plástica de cartón (60), desemboca en los realismos de nuevo cuño, como
(1923-1924). En 1923 Barradas se había convertido en un artista que conocía todos los u.
para los jóvenes artistas que derramarían todas sus fuerzas en la Exposición de la —
u’
a-
671
X. 1 NOTAS
(1) Vid., Rafael Santos Torroella, “Autorretrato de Barradas. Los dibujos de Barradas en
(3) Vid., Antonina Rodrigo, María Teresa Gutiérrez Comas y Juan Gutiérrez Cdi, Rafael
(7) Cfr., Raquel Pereda, Barradas, Madrid, Galería Jorge Mara, mayo de 1992, p. 14.
(9) Clii, Eugenio Carmona, Picasso, Miró, Dalí. Los origenes del arte contemporáneo
w
en España. 1900-1936, Madrid, MINCARS, 1991, pp. 29-31.
t
u
(11) Sin olvidar, por supuesto, que la exigua definición del vibracionismo parte de los
u
(12) E. M.P (Eduard M.Puig) (Seud. de Joaquim Folguera), “Les Exposicions. Celso
u
(13) Cfr., Jaime Brihuega, “Saturno en el sifón. Barradas y la vanguardia española “, op
cit., p.2O. a
e
(14) Anónimo, “La Exposición de Barcelona”, La Esfera, Madrid, 29-6-1918.
e.
a
673
(19) Pilar Sedas, “Carta de Torres a Barradas, 13-9-1918”, Joaqim Torres Garcia
(22) Pilar Sedas, “Carta de Torres a Barradas, 13-9-1918”, Joaqim Torres García
(23) Pilar García Sedas, “Postal de Barradas y Lagar a Torres García, 14-11-1918”,
(25) Pilar Garcia Sedas, Joaqim Torres García i Rafael Barradas, op cit., p. 117.
(27) Se trata del cuadro conocido hoy con el nombre de Casa de apartamentos, 1919,
y.
(28) José Blanco Coris, “Exposición del vibracionista Barradas”, Heraldo de Madrid,
7-4-1919.
mt
u.
(30) José Francés, “Exposiciones en Madrid”, La Esfera, Madrid, 3-5-1919.
(31) Francisco Alcántara, “El Salón de Humoristas: Pérez Barradas”, El Sol, Madrid,
e
13-3-19 19.
Madrid, 9-4-1919.
u
u
(34) Ibid., p.l47.
a
(36) Anónimo, “Teatro de Arte”, El Sol, Madrid, 5-3-1920.
a
675
(37) Vid., Carlos Reyero Hermosilla, Gregorio Martinez Sierra y su Teatro de Arte,
(43) En esta muestra una de las obras flie adquirida por Benjamín Fernández y Medina,
(44) Francisco Alcántara, “VI Salón de Humoristas, el catálogo, por José Francés”, El
Sol, Madrid, 5-3-1920 y José Blanco Coris, “En la Exposición de Humoristas”, Heraldo
de Madrid, 3-3-1920.
676
(45) Raquel Pereda señala además seis retratos, entre ellos Pilar, Federico García
u
(46) Jaime Brihuega, op cit., p.24.
(47) José Blanco Corís, “Exposición Rafael Barradas, Heraldo de Madrid, 2-3-1920.
u
e
(49) José Moreno Villa, “Exposición Barradas en el Ateneo de Madrid”, Hermes, Bilbao,
marzo de 1920. a
u
(50) Joan Sacs, “Cubismo, Tómbolas y Caligrafias”, La Publicidad, Barcelona,
a
30-5-1920. También se consideraron obras cubistas en R.B, “Exposició Barradas”, La
Revista, Barcelona, 1-7-1920.
e
(51) Vid., Guillaume Apollinaire, Meditaciones estéticas. Los pintores cubistas, Madrid,
e’
e
677
volvería a Madrid hasta 1921, el epistolario entre Barradas y Torres García demuestra lo
(54) Eugenio d’Ors lo incluyó en Mi Salón de Otoño, Madrid, Rey, de Occidente, 1924.
(55) Cfr., Eugenio Carmona, Picasso, Miró, DalL Los orígenes del arte contemporáneo
(57) Vid., Juan Manuel Bonet, Barraáas’ Torres García, Madrid, Galería Guillermo de
Osma, 1992.
678
re
Garcia Lorca. Dibujos, Madrid, MiEAC, 1986 y en “El clownismo con Dalí y García
mt
Lorca al fondo”, Barradas, Madrid, Galería Jorge Mara, mayo de 1992.
(59) Rafael Santos Torroella, “El clownismo con Dalí y García Lorca al fondo”, op. c¡t.,
u.
p. 27.
(61) Aparte de todas las acepciones que tuvo el término vibracionismo con los ultraistas,
a’
también fije elegido en 1921 para denominar a nueva escuela literaria catalana, la
e’
vibracionista. Vid., Capitulo XI. Cristalización del primer proyecto colectivo: El
Ultraísmo.
e
e,
(62) Manuel Abril, “El arte de Rafael Barradas”, Alfar, La Coruña, marzo de 1923 y
e
679
ESPANOL CONTEMPORANEO
XII. 1 INTRODUCCIÓN
madrileña calle Lagasca, núm. 119 (1). Acababa de dejar atrás un largo periodo que había
transcurrido desde septiembre de 1906 (2), cuando partía hacía la capital parisina, hasta
el verano de 1918; se trataba de los años felices de Vázquez Díaz en París: años de ballets rusos,
de Otoño, de invención de los ‘papiers collés’, de las ‘cronofotografias’, de M’arcel Duchamp, de las
esculturas ovoideas de Brancusi... Años en que Daniel y Europa aún eran jóvenes” (3>.
Sin embargo, ésta no era su primera estancia en la capital de España Tres años
antes de su partida a Paris, en 1903 y hasta 1906 (4), Daniel Vázquez Díaz había
Museo del Prado y la Escuela de Bellas Artes de San Femando, publicado sus primeros
nacionales de Bellas Artes, en las que obtuvó una mención honorífica. Sería poco
después cuando marche, en 1906, después de hacer escala en Fuenterrabía donde entró
Iturrino, Ignacio Zuloaga, Javier de Winthuysen, Ricardo Canals, Juan Ramón Jimenez...
Besnard en la Galería Georges Petit, las obras de Edgar Degas, Maurice Utrillo, Pierre
Bonnard, Marce) Duchamp, Henrí Rousseau, Henrí Matisse, ¡Cies Van Dongen, etc. así
a
como sus amistades con otros artistas, tanto españoles como extranjeros Paco Durrio,
-
Juan de Echevarría, Joaquín Sunyer, Juan Gris, Max Jacob, Modigliani, el escultor u.
Antoine Bourdelle, Kandinsky, el grabador italiano Anselmo Bucci... (6) serian factores
-
u.
decisivos para convenirse en un pintor que había visto “in sim” cómo se desenvolvían los
Museo de París una obra titulada La playa (9) y poco después, algunas más para u.;
diversos museos franceses (10). Al año siguiente exhibe por primera vez sus trabajos en
Nacional de Beaux Arts en París; en 1914 realiza una muestra en la Galería Boutet- u’
Manuelt. Meses después, durante la Gran Guerra, visita el frente del Este, la catedral de
a
a
681
Pese a tan intensa actividad en Francia, el pintor nunca se desligó por completo
exposiciones, como los envíos a las exposiciones nacionales de Bellas Artes de 1908,
1909, 1915 y 1917, en éstas dos últimas había recibido las medallas de tercera clase por
1916 realiza en San Sebastián dos exposiciones, la primera en el Salón del Pueblo Vasco
(14) y la segunda en el Gran Casino (15). Por último en 1917, participa en la Exposición
Circulo de Bellas Artes de Madrid, en donde presenta un óleo y dos dibujos (17).
Junto a la Exposición de artistas polacos (18), la muestra de Vázquez Diaz y las que se
preparaban para el otoño de este mismo año, como la de la polaca Victoria Malinowska,
el mexicano Garza Rivera, Sagismundo Nagy, el italiano Ohlsen, los jóvenes paisajistas
Montaner, Wyndham Tryon, el alemán Adolfo Tewes,el inglés Wynne Apperley, Luis G.
de la Rocha, Celso Lagar, José Planes, Arizmendi... se iniciaba un periodo en donde los
jóvenes pintores podían admirar las obras más avanzadas que llegaban a Madrid, obras
que, como apreciaba el crítico de arte Francisco Alcántara, estimulaban “a nuesfros artistas
u
682
para el estudio de técnicas modernas, de las que Vázquez Día esperemos que sea en Madrid uno de (os
e
nás denodados y a la vez discretos representantes; que todo el valor y toda la discreción se necesitan
para ir acreditando entre nuestros pintores las visiones al aire libre, los conjuntos, en esta tierra
a
nuestra.., fieramente descriptiva, en la que cada detalle es una golosina de los ojos (19).
e
r
e
Mt
Canera de San Jerónimo durante los días 8 y 22, aunque el éxito de la Exposición, como
e
veremos a continuación, fue tal que algunos diarios recogían la noticia que había sido
e
prorrogada hasta fin de mes (20), todo ello, sin olvidar que, incluso, su apertura había
sido anunciada cinco días antes de su inauguración. El diario El Sol se hacia eco de la
e
presencia del pintor en Madrid: “Inmediatamente ofrecerá al $blico madrileño el pintor Vázquez
e
e
683
Díaz, en exposición. un conjunto de sus obras realizadas durante estos últimos años en el extranjero”
(21).
Vázquez Diaz, conocido ya por sus envíos a las exposiciones nacionales de Bellas
Artes, presentó veinticinco pinturas Los monjes, El trabajo de los vascos, El torero, La
-
Tierra, El mar, Maternidad, Don Silvestre, Paisaje vasco, El canal verde, Las barcas
Nervo,lt Pérez Ayala, Rodin, Bernard, La Réjane, Gómez Carrillo, Sorolla, Azorin,
Juan Ramón Jiménez, G. Martínez Sierra, F.Rodriguez Marín, los hermanos Quintero,
Reims, Arras y Verdún y Las madres con los núms. 26, 27 y 28 del catálogo
- - - que
apoyaban un arte basado en caracteres academicistas, como los que reflejaba el pintor en
ocasiones, recordaban a la llamada escuela del Siglo de Oro español; los que decían no
entender nada, como Rafael Domenech (22) y los que se oponían, capitaneados por
veremos, el &ado de aceptación o rechazo del arte de Vázquez Din y de todas aquellas
tendencias concurrentes en la vida artística madrileña de finales del año 1918 que
formarían el punto de partida más inmediato del inicio de una renovación plástica en la
capital.
684
Durante el mes de junio, el Salón Lacoste tbe el punto de mira de muchos de los
e.
criticos que, ante la llegada de un artista español procedente del extranjero y conocido en
e
la capital, parecía presagiar uno de los acontecimientos más importantes de la temporada.
Tanto es así que un total de 22 diarios se ocuparán de cubrir esta Exposición, a
e
diferencia de su posterior exhibición madrileña en el año 1921 ubicada en el Palacio de
e
Bibliotecas y Museos, considerada como la consagración del artista (23), pero que tan
sólo acaparó la atención de unos cuantos periódicos (24). Por supuesto, con estos datos u
(25), supuso para Vázquez Díaz un reencuentro individual, cara a cara, con el público a
madrileño. Sus envíos a las exposiciones nacionales de Bellas Artes durante los primeros
u
años de su carrera muy poco o nada tenían que ver con el éxito que había cosechado en
u
Vendedoras de naranjas. Obtuvo un éxito, proclamado por Henrí Barbusse (26) en vahos artículos.
a
Continuó exponiendo en otros salones de Paris... Al lado de Rubén Darío colaboró en París en aquella
Revista Mundial (27), en la que figuró la serie de retratos de personas ilustres que presenta en
e
Madrid. Adquirió un nombre en América (28), nombre que le ha valido muchas recompensas y
a
distinciones honoríficas. Fue invitado varias veces para exposiciones celebradas en Londres (29), al
lado de losprestigios de la pintura europea, y colaboró durante años en revistas como The Studio,
e
685
Excelsior The Graphique y otras por el estilo. Vázquez Diaz viene a España con el deseo, con el
A pesar de esta intensa labor en el extranjero, como otros artistas españoles que
lo que este esforzado y dinámico artista tenía ya hecho... Tuvo Daniel Vázquez Díaz que empezar aquí
primera Exposición se debe a su estancia parisina que, ante los ojos de la crítica, le había
influencias exteriores, algo que el propio Vázquez Día.z negaba: “Será para mí una gran
alegría, si puedo vivir en mi España, a pesar de aquellos que me atacan diciendo, fantaseando, que me
he extranjerizado. No, señores, no; español y andaluz” (33). Sin embargo, los lazos que le unían
con Francia eran ideales francófilos, como expresó en una entrevista que le realizó
El lenguaje plástico que presentaba Vázquez Díaz flie motivo suficiente para tal
destrucción del arte (35). A este respecto, los juicios más despectivos ifieron los de
‘Vázquez Diaz marchó a Paris muyjoven, fascinado por el renombre, el atuendo universal de
u.
la urbe cosmopolita, hoy amenazada por esas negras bocas horribles que vomitan la destrucción... En
su corazón ambicioso, enfermo de esa enfermedad incurable que se llama arte, prendió la locura de la
e
celebridad Le cegaban los grandes prestigios parisinos, y quiso ser como ellos.., tan amigo del
‘snob ‘... quiso venir a España a distinguirse entre nosotrospor su arte francés, este artefrancés de hoy,
tan falso, tan lleno de inquietudes superficiales, hijo de cerebros dolientes y de almas morbosas; arte
de un día, porque sólo se busca en él el reclamo, la sensación, la vanidad, el suceso; arte que no ve el
porvenir, pues que se fija en el momento; arte que habla de impotencia y de mentira. Vázquez Diaz ha
u.
creído equivocadamente que en Madrid iba a obtener la misma expectación que en Paris... Los cuadros
que exponía en el salón Lacoste nos han producido una impresión desagradable, y mucho más oir
hablar a Vázquez Díaz.. ~Vosotrosle creemos extraviado; nosotros creemos que su afán de notoriedad
e
1
e
.txt . ~ — .a..a~.S ~
e
Otros, como Ramón Pulido, tenían la misma idea de sus obras pero sobre todo
insistían en la capacidad que tenía el artista para el dibujo: “Sus cuadritos, nos ha de perdonar
el señor Vázquez Díaz si no los aplaudimos; esa ingenuidad tan rebuscada nos parece un bromazo. Es
e
triste ver que artistas de indiscutible talento, por el mero hecho de haber estado en el extranjero, traten
e
687
de embobamos con esos cuadros de un arte infantil, en el que falta todo lo preciso para producir una
emoción artístico. Vadie diría, al ver esos cuadritos, que los había trazado la misma mano que trazó
Las obras de [a Exposición del Salón Lacoste formaban una nueva etapa en su
trayectoria artística que correspondía para algunos críticos a una “época de transición, el
realismo - con españolas influencias de Monet las nuevas escuelas post-impresionistas y el recuerdo
-
sentimental de su España” (38). Mientras que en palabras del propio artista constituían los
años en que “eran aquéllos, todo lo pintoresco de nuestra España doliente y sombría. Pintaba
revistas extranjeras, hasta su regreso a la Península, en donde, según José Francés “toma
688
en peores condiciones para la acogida pública” (40), le sitúan, dentro de la crítica madrileña,
e
en el representante de una nueva pintura en la que se advierte para unos, el color del
Encina, apuntaban que Vázquez Díaz “posee una retina delicada y sabe con poquisimos
It
elementos damos impresiones cromáticas de poética mansedumbre” (41). Otros hablan de unas
obras “marcadas con un deleble sello de europeísmo” (42) o, incluso, se le marca con n
propuestas del Salón de Otoño (43). Para José Francés, el artista obtenía “la revelación de
e
agudos y profundos secretos del color cuando su sensibilidad se ofrece en su pintura con la más
mt
Por otra parte, se relaciona también el colorido de sus composiciones con amplias
propio Vázquez Díaz defendía (45): “Vázquez Díaz, el colorista, que viviendo el modernismo —
artístico del pueblofrancés. ha sabido interpretarlo con su alma sensitiva... Son motivos llenos de viril
emoción y serena quietud, pintados con purísima sencillez. Este raro pintor, en su cuadro bocetado El e
mar, nos da la sensación de que analiza y vive cuantos estudios lleva a cabo, en la lejanía poética en
que nos presenta las olas de la tranquila mar en el cuadro, parecemos ver, por el modernismo de que
están impregnados las manchas del ismo, un estilo que sino está en consonancia con nuestras e
costumbres, es, no obstante, la más cierta representación de la escuela francesa por el pincel de un
u
689
las cabezas de los retratados, o bien el trágico horror de la guerra; por el contrario, para
algunos el mayor elogio de sus pinturas era decir que no pertenecían a su autor por la
calidad de algunos de sus retratos (48). José Blanco Corís advertía al pintor que unos
métodos modernistas en el color y una composición infantil en sus formas no eran los
También, y a pesar de estos pequeños “deslices”, su labor como retratista revelaba “la
imagen corpórea y la psicología del retratado” (50), que ponia de manifiesto una de las
cualidades principales de Vázquez Díaz en sus composiciones, la forma. “La figura humana
- dice José Francés - adquiere para él una expresabilidad casi angulosa. Ahinca en el carácter como
dibujos que implicaban caracteres escultóricos “construyó pues, el artista mentalmente bustos
de precisión marmórea cuyos planos acusaban, por ceñida y tenaz manera, la abstracción del
pensamiento, y a ellos ajustó la segunda versión que hizo en el papel” (52). Esta influencia de la
escultura tenía sus orígenes en su estancia parisina donde conoció al escultor Bourdelle,
tomó seguramente, según Julián Gallego: “los ritmos en ángulos rectos y en largas paralelas”
(53). No obstante, una forma construida a partir de planos con tendencias apuntadas y
concreto, del cubismo, no olvidemos por ejemplo la relación del pintor con Juan Gris,
aunque todavía en esta muestra de 1918 la crítica no hable de ella - sólo comienza a
Rubén Darío... experimentamos ante el bellísimo retrato dibujado por Vázquez Díaz que el pasado
vuelve ‘... En este retrato de Rubén Darío (54) está armonizada fa técnica puramente mecánica con (a
comprensión del espíritu del modelo. El entusiasmo por la genial labor literaria de Rubén Darío ha It
puesto en el trabajo de Vázquez Díaz tanto como la habilidad de copista de rasgos, de facciones y de
a
gestos. Este retrato es, en suma, para nasotros, al menos, un obra maestra de intuición y de
elaboración reflexiva.., componen, con el de Rubén Darío, el grupo de retratos en los que el dibujo
u
queda reducido a los límites de vehículo del sentimiento, elforinidable Rodín (55), digno de la firma
de Carriére, el gracioso, espiritual y mundano de Gómez Carrillo... de Azorín, cuyos ojos azules yfrios U
justifican la fría tersura de su estilo; de Juan Ramón Jimenez, crepuscular e indeciso (56).
acentuado en unas formas más bien rotundas que conectaban con los movimientos de
a
derivada de Cézanne, pero también algo de la propuesta cubista y una linealidad que,
e
más tarde, se insertará dentro de un clasicismo coma depuración del lenguaje y vuelta al
orden en sus dibujos, algunos críticos como Corea Calderón, uno de ¡os pocos que —
e
691
sentian una cierta atracción por su arte, declaraba que se trataba de “un modernisimo
pintor.. Al estar ante estos pequeños cuadros.., construidos con tal sencillez, con un tono menor tan
amable, que en ellos fluye una suave quietud.. Vese en ellos un inmutable deseo de sintetizar, de
construir por planos. el deseo, en fin, de dar una más alta emoción con una más pur¡ji cada sencillez...
En los dibujos de Vázquez Díaz vese un gran dominio y una plena conciencia... es un admirable
moderno sin quemar las naves de un clasicismo radical y evidente. Pero de su eclecticismo surgió un
estilo personal. afirmativo, rotundo” (59), se reconocía, por un lado, la conquista de la crítica
exterior a nuestras fronteras que había conseguido Vázquez Díaz con la publicación de
algunos de sus dibujos en revistas extranjeras (60) y por otro, el reconocimiento de unas
composiciones más académicas por parte de la crítica española (61). La mayor parte de
la crítica artística española se babia empeñado en hacer fracasar la Exposición del Salón
Lacoste por sus tendencias extranjeras; ante esta actitud tan hostil, L. Navarro Larriba
nueva manifestación artística, combatiéndola sin piedad El cultísimo critico de arte Sr Ballesteros
Martos es uno de los que con más ardor ha puesto su empeño en el duro trance de combatir, no sólo al
modernismo sino lo que es más doloroso, el poner hecho un ‘trapillo’ a Vázquez Díaz “(62).
vg
bocetos para grandes panneaux decorativos. Se expresaba, por primera vez, el concepto
u
de la pintura del pintor con una tendencia decorativa, a lo que el propio Vázquez Díaz
explicaba hay aquí en España un juicio muy equivocado sobre lo decorativo. Entiéndese por esto, a
los carteles, o lo que tenga una tendencia de cartel, o mejor, una composición de línea, iluminada con
e
muy pocos colores, siempre muyfuertes, para que realice un duro contraste. Lo decorativo es, según lo
entiende la mayorí¿z un cromo, muy moderno por supuesto, o una litografia, pero litografla al fin,
hecha con gran refinamiento y esquísitez... Lo que se entiende en España por decorativo y lo que es en
renovación en las que cada artista tomaba su propio camino: Celso Lagar con su
1 ‘~r’~t~ ~ >.‘j
e
a
Interior de la Exposición Vázquez Díaz
(Mundo Gráfico, Madrid, 19-6-1918) e
mt
693
Todos ellos reflejaban las influencias del exterior y en todos se podían advertir las
centraba, para algunos, en “una sencillez franciscana, con colores planos, sin redundancias ni
énfasis coloristas. y va solo contento, por su verdadero camino” (66). Además, Vázquez Díaz
precedía a toda una futura generación que estaba saliendo a la luz, a través de pequeñas
intervenciones durante los últimos años, pero con grandes ansias de renovación. Estos
Palencia, Saénz de Tejada, Timoteo Pérez Rubio, José Frau, José Planes, y otros - se
reunirían, más tarde, en una importante exhibición de arte español: sería en las salas del
Ibéricos, a partir de la cual se imciana una nueva fase en las artes españolas del s. XX
(67).
re’ rrnr
1~ t •~Lt4.
XI.3.ELARTEDEVAZQUEZDÍAZAPARTIRDE 1918
vg
u
Pese al escaso éxito que obtuvo en la Exposición del Salón Lacoste, Daniel
Vázquez Díaz continuó luchando por introducirse en el ambiente artístico de la capital. A
It
finales de junio de 1918, apenas clausurada su primera Exposición, participa con varias
a
obras en el Circulo de Bellas Artes, junto a Nicolás Raurich, Juan Luis, Tomás Gutiérrez
Larraya, Juan José, Adelardo Covarsi, Ernesto Gutiérrez, Enrique Ochoa, Mileda
Sindierová, Aida Uribe, P.Ysem y José Planes (68); Vázquez Diaz presentaba varios
U
dibujos y una pequeña composición titulada Maternida4 de la que José Francés
consideró que “a pesar de sus parcas proporciones y de lo mal intencionado de su colocación daba
el prestigio de su delicadeza y de su apasionada ternura a cuanto en torno suyo daba por chillonería o
It
indignaba por vulgaridad Es una nota sutiL delicadísima, de cariciosas calidades, de suaves
tendencias cromáticas y su honda emoción buscaba recta la ruta cordial de nuestro espíritu” (69).
Después del verano, el Salón del Circulo de Bellas Artes de Madrid, inauguraba
It
su décimotercera Exposición, en la que Vázquez Díaz presentaba tres retratos a lápiz y
Internacional de Pintura y Escultura que se celebra en Bilbao, y lo hace con dos obras,
U
Don Silvestre con el núm.359 (obra presente ya en la Exposición del Salón Lacoste) y
Mercantil (71). Un año más tarde intex-vendrá en otras tantas exhibiciones: en el VI Salón
a
a
695
lugar en diciembre y en la que exhibió Los Ídolos - realizada en 1913 y mostrada con
homenaje a Fortuny del hotel Ritz de Madrid; en el 1 Salón de Otoño, con El Cartujo,
Hall. Allí reunió treinta y cinco óleos, algunos de los cuales ya se habían exhibido en
historiadores han considerado la concreción por parte del pintor de una “síntesis diversa
y reciente” (73). Por otra parte, se ha hablado también de la buena acogida de esta
muestra en Bilbao; Angel Benito comenta al respecto: ‘Ante esta actitud de comprensión, que
entiende que el paso del maestro por París supone algo decisivo para la renovación de su arte... donde
el interés por el arte estaba en aquellos momentos en estado creciente y donde no existía un ambiente
oficializado opuesto a tos recién llegados” (74). Sin embargo, el enriquecimiento del País
Vasco a causa de la guerra había pasado y éste, como apunta Javier González de la
Durana, “se había cimentado sobre las desgracias que asolaban los campos centroeuropeos... En
cuanto las actividades bélicas cesaron, la recesión económica vasca y el espejismo de la Atenas del
Norte ‘se hundió” (75). El arte vasco vivía por aquel entonces un período en que “tas fuerzas
comienzan a disiparse; se dijera que empieza la desbandada de los artistas vascos hacia otros climas,
cansadosya de luchar con un ambiente que ha consumido la flor de sus energías. Bilbao, por otra
696
vg
parte, exige de sus artistas una consagración exterior: Bilbao, pese a todas las aparencias contrarias,
e
está y ha estado siempre atento a las sanciones de .tladrid. Unase a esto que en la actual crítica
a
estos cinco últimos años favorablemente a las sentencias en que se formaron los artistas vascos...
(76). u
Bilbao comenzaba 1920 con una gran apatía que la diferenciaba de lo que en un
u
pasado había significado la intensa actividad financiera e industrial que habia permitido
una gran variedad de exposiciones (77). De tal manera que, si el arte de Vázquez Diaz U
tuvo una buena acogida fue, en gran parte, porque su procedencia exterior le garantizó
Bilbao. Además, la aceptación de la obra del artista, a diferencia de las fUertes críticas
u
que recibió en la Exposición del Salón Lacoste de 1918 y las que recibirá en marzo de
-
una afirmación efimera de su personalidad en el cultivo ahincado e invariable de una modalidad fija.
a
ha comprendido que el estatismo es un suicidio; que las más terminantes afirmaciones pierden pronto
u
697
consistencia; que quien cree haber llegado a lo definitivo necesariamente se verá pronto atropellado
por la caba/gata loca de los años, adversarios imp/acab/es de cuanto no sea vibración constante y
etapas de su trayectoria pictórica y que ahondaba en el gusto del público bilbaíno por su
Arteta, Iturrino o Echevarría. Incluso se advertía en sus métodos, por primera vez, una
“Siendo mucha la diferencia de unos lienzos a otros observamos, sin embargo, en todos ellos
las mismas preocupaciones directrices. La primera, la de la construcción sobria yfuerte de las figuras
y del ritmo y del arabesco total del cuadro. Vemos al pintor luchar bravamente por dominar las
dificultades de realización y por depurar cada día su concepto de la forma La otra preocupación, a
Toda la gracia y toda la delicadeza que la moderna pintura francesa ha traído al sentido
aceptar maneras algo más que simple sensación cromática, para quien el volumen y la línea tengan un
valor no tendrá más remedio que resolverlos bajo la influencia cubista (81).
Ante los ojos del público bilbaíno Vázquez Díaz presentaba unas obras con
Cézanne, Georges Duftenoy, Othon Friesz, Paul Gauguin, Van Dongen, Van Gogh,
André Lhote, Claude Monet, Matisse, Renoir, Seurat, Vuillard, Picasso, Francisco
vg
698
catálogo a la Exposición del Majestic Hall hacían exclamar a Gabriel García Maroto: “es
e
un español afrancesado, es decir injerto en europeo, libre, por tanto, de la grave influencia de nuestras
tradiciones estéticas de las cuales es conocedor y estimador, pero no esclavo- y que puede ofrecer, y
-
It
ofrece, el acervo común, a/go que es moderno y eterno” (82).
de la pintura de Vázquez Díaz: Fuerza y sobriedad ese sobriedad afinada y justa de las sensibilidades
-
a
maduras-, matices delicados y armoniosos, libres de toda exaltación cromática y, en todo caso, mui’
lejos de los efectismos estériles; calidades perfectamente dadas, fluidez y precisión de líneas... El
estudio arquitectónico de suspaisajes, ese procedimiento con que trata susfiguras, trabajando la masa,
buscando los planos amplios y esculturales; su facultad simplificadora, todo ello constituye la franca vg
tendencia hacia la pintura mural que a nuestro juicio y en último término, debe ser la tendencia
It
definitiva de la pintura” (83).
vg
699
la opinión del artista por su buena acogida en Bilbao, además de servirle como
de este Bilbao, y qué aplauso más sincero y entusiasta el de estos artistas y escritores para mi obra!
¡(‘ómo me he acordado de usted y qué contento de este éxito único que he tenido en España! Toda la
prensa elogies, y los ricos compran. Ahora han encabezado /os artistas una suscripción para que dos de
mis obras se queden en este .Vfuseo. Yo no sé cómo agradecérselo. Esto no pasaría en Madrid. donde
el público madrileño. Esta vez tendría lugar en la sala del Palacio de Bibliotecas y
Museos, junto a las esculturas de su mujer, Eva Aggerholm (87). La importancia de este
nuevo intento venia aumentada por el prólogo del catálogo, escrito por Juan Ramón
catálogo presentado por Gabriel García Maroto y Margarita Nelken, ahora “el maestro de
la poesía lírica moderna en España ha escrito unas admirables ideas estéticas, de carácter urgente
La nueva modalidad lírica de Juan Ramón Jiménez venia, desde hacía tiempo,
propagándose por el campo de las artes literarias. Ya en 1917, en paralelo a las nuevas
tendencias artísticas que miraban hacia la depuración de los lenguajes plásticos europeos
como Francia, Alemania e Italia, el propio R. Cansinos Assens observaba en la obra del
onubense, “un inimitable combinador de matices, que en sus crepiisculos líricos sabeformar tenues
700
vg
gaznas de tonalidades, en que las cosas se nos revelan con las calidades de la pintura más fina. Un
e
(89).
día.., Juan Ramón Jiménez vió las estrellas verdes, Este es el verdadero cromatismo literario”
Desde 1902 a 1916, Juan Ramón Jiménez se encontraba unido a la lírica del
e
modernismo; con la publicación en 1917 de Diario de un poeta recién casado (90)
It
iniciaba un cambio hacia una nueva expresión de los sentimientos ligada a un afán de
depuración formal, que para Cansinos Assens, “reanima su arte en una vigilia de expectaciones
sacras, se acompasa con un n tino más nuevo y se hace digno de acaudillar, con el tirso de una
It
renovada primavera, a lasjóvenes poetas que ahora intentan hacer de la ohm de arte una cerebracián
intermedio... Mientras los demás poetas de su dorado novecientos parecen haberse adormecido en una
e
terrible perfección, Juan Jiménez, siempre divinamente inquieto, desde su isla de Patmos hace esta
t
701
los apoyos que necesitaba para triunfar en Madrid. Conocidos desde su juventud por
tierras sevillanas, prologó para su amigo un extenso estudio de numerosas ideas estéticas
que titulaba Ideas para un prólogo (urgente). Se trataba, dijo el critico de arte Francisco
Alcántara, de “todo el problema del arte moderno, planteado por un poeta exquisito, y que será
recibido con respeto por los técnicos de las artes plásticas” (92). Juan Ramón Jiménez
- dice J. Ramón Jiménez - se han pintado en España, sin duda, cosas escelentes y hasta cosas
majistrales, si se quiere; pero que no responde, digo, a proceso evolutivo, creador; que nada han
añadido y han restado, por lo tanto en afinamiento, en adelicadezamiento sensuaL a nuestra pintura
- -
fea, ‘antipática’, plebeya, obscura, aunque parezca clara a veces; que nada han excitado hacia la
evolución de las influencias parisinas de diferentes artistas que como Renoir, Cézanne o
Gauguin le habían dotado de un arte en pleno cambio y renovador. A pesar de sus dotes
como pintor pasó por una etapa “en ese abierto montón famoso y laureado del fácil nacionalismo
pictórico, los rearruinadores ladrilleros de Castilla rancia, los adormilados del castellanismo forzoso”
1917 con Picasso y su viaje a España tras los pasos de los Ballets Rusos se consolidaría
en la Península como uno de los orígenes del regreso al orden que ya mostraba Picasso
en los dibujos publicados por la revista catalana Veil i Ncm, concomitante con la pintura
702
lenguaje cubista, fue también propuesta como la tendencia de más rigurosa actualidad, una vez
Este nuevo modelo poético y artístico era para Ramón Jiménez uno de los
rítmico, el dinámico delicioso; no es preciso nombrar al expatriado andaluz Picasso -‘ son repetidores,
trasuntistas, caricaturistas aliricos de los ‘clásicos normales’; y su triste obra es labor sin invención ni
trascendencia, expresión de huecos, de vacias; ni el ayer, porque ayer ya no existe hoy en el tiempo, ni
el hoy... Clasicismo es virtud del presente y delfuturo, no sólo del pasado” (96). Motivo éste por
el cual apuntaba en el prólogo que el arte del pintor nervense estaba dotado de un
clasicismo que le hacia ser innovador y revolucionario al mismo tiempo. <‘Si queremos ser
clásicos’, - dice Ramón Jiménez - hemos de encontrar en nosotros mismos, sin consejo ni ayuda,
poeta, tampoco esta vez Vázquez Díaz consiguió la atención del público y la crítica,
aunque para el pintor esta exhibición del Palacio de Bibliotecas y Museos marcaba el
comienzo de un periodo que, por un lado, coincidía con el pleno apogeo del ultraísmo,
en el cual se va a introducir y participar con sus dibujos en revistas (98) y, por otro, se
advertia en las artes plásticas el intento de un aire renovador reflejado en “un retomo al
(99).
703
Exposición de Vázquez Díaz y, en otras ocasiones, con sus juicios negativos, como en
los años anteriores a diferentes exhibiciones de arte como vimos en el capitulo anterior,
estancar una vez más toda pretensión de renovación artística. Gabriel García Maroto,
desde el núm. 1 de Índice revista apadrinada y dirigida por Juan Ramón Jiménez, no
“Como consecuencia de esta falta de atención hemos podido presenciar con tristeza el vacio
con que los más obligados en apariencia a fomentar todo intento de evolución artística en nuestra
patria han conseguido ahogar la eficacia de la Exposición de Vázquez Diaz, celebrada recientemente...
Pintura (a suya apoyada en lo que de objetivo y formal tiene el post-impresionismo, pintura luminosa.
limpia, de arabesco gracioso... la crítica y el público a que nos referimos no ha hallado, salvo
alentador... pero queremos afirmar lealmente la injusticia, de inmediatos perjuicios para nuestro arte
en formación, que se comete al no aceptar con cariño~y agradecimiento sus aportaciones valiosísimas.
Insistiremos, no nos cansaremos de insistir, en la necesidad de una atención más fina, más
comprendedora, para todo movimiento artístico, de matiz poco familiar, que se ofrezca a nuestra
producción estética actual, que no trocará su expresión si no se nutre convenientemente con las aguas
Como hemos visto, la presencia activa del arte moderno de Vázquez Díaz en
Madrid comprendió varios periodos que la crítica dividió en diferentes épocas: 1911-
(103). Sin entrar en polémica sobre las obras realizadas hasta la exhibición del Palacio de
704
Bibliotecas y Museos destacamos las que mayor interés causaron: Unamuno (Exposición
t
(Exposición Salón Lacoste de 1918), dibujo de Juan Ramón Jiménez (Exposición Salón
1~
Lacoste de 1918), Madre campesina, Desnudo de la cortina amarilla, Adolescente, La
Lagarterana, Pueblo de mar, Torso de mujer, y Las madres. De todas ellas, la crítica
más conservadora vió en las obras del pintor - por sus influencias cezannescas desde
1911, y sus devaneos cubistas - que no podían “ni ellos ni ninguno de los demás cuadros,
significar nada nuevo que responda a un espíritu actuaL ni que añada absolutamente nada a lo ya
conocido. La ideología moderna no tiene representación alguna, y seria inútil quererla buscar en una
t
manera nueva de ejecución, ello sería tomar lo accesorio como fundamentaL El verdadero arte
trillado ~v retroceder o lo primitivo, h«v que traer un destello de genio, algún elemento de belleza no
poco, y de que Vázquez Díaz volverá, si no a lo antiguo, a un arte en el que entren como elementos
artista. Todo aquello que no nazca en estas fuentes de inspiración ha de ser pasajero” (105).
u
Esta segunda exhibición de sus obras en la capital madrileña, considerada por
e-
705
la dicotomía que había existido entre los términos moderno y ultramoderno que se
barajan el discurso de las Bellas Artes españolas entre 1915 y 1919. En consecuencia,
Francia, Alemania e Italia, en el que participarían tanto los defensores del “arte nuevo”,
por ejemplo, en las actuaciones de muchos de los integrantes del ultraísmo, como Bores,
Barradas o el propio Vázquez Díaz, como los pintores que, formados en la tradición
Por el contrario, Juan de la Encina mantiene que Vázquez Díaz seguía dentro de
aquellas escuelas, estilos o tendencias que actúan “a la sombra del ‘impresionismo’ - hecho
academicismo impresionista contra el que cual conviene prevenirse, y más aquí, donde apenas hemos
participado de los movimientos artísticos habidos en Europa a partir de la aparición de Eduardo Manet
Este “arte moderno”, que es para Juan de la Encina “un repertorio de temas de
pintura moderna “, conectaba con el arte de Vázquez Diaz “por una herencia cromática del
impresionismoy algo de su técnica; de otra, el concepto arquitectural del cubismo. Busca Vázquez Díaz
tremendo problema que se propuso Cézanne: máximo de solidez y volumen unido a la extrema
¿Cómo lo ataca y lo resuelve ‘ázquez Díaz? ,\fás bien con buenos propósitos. La forma es
u
arquitectural y simple. Tal la intención. Pero le falta solidez. ¡ ~.i.zquezDíaz no es constructor de puño
fuerte. Su dibujo es gracioso, tiene querencia a las simplificaciones antiguas. Pero, ¿qué simplifica?...
u
La síntesis de Vázquez Diaz no es síntesis de condensación, por densificación y apretamiento de visión
y emoción - como verbigracia, las magnificas y todopoderosas del Tintoretto o los robustos intentos de e
Cézanne -‘ sino por un a modo de blandura y aflojamiento de la facultad perceptiva, que se complace
e
en no pasar del primer término. En una palabra; su condición no es la de profundidad; pero le salva la
dramática del problema cézanniano ha hecho Vázquez Diaz, como tantos modernos, una especie de
a Madrid y continuar con sus intervenciones ese escenario artístico, como veremos en el
siguiente apartado.
e
e
e
707
XIS. NOTAS
(1) Posiblemente durante los meses de abril y mayo de 1918, ya que su primera muestra
flie a principios de junio, en el Salón Lacoste, del día 8 al 22. Vid., Angel de Benito,
Vázquez Día: Vida y pintura, Madrid, Dirección General de Bellas Artes, 1971.
(2) Angel de Benito (Vázquez Diaz. Vida y pintura, op. cit., p. 42) señala que en la
primavera de 1916 Vázquez Díaz inicia su viaje hacia París aunque se quedada unos
(3) Julián Gallego, “El París de Vázquez Díaz”, Vázquez Diaz, Ministerio de Cultura,
1982, p.l8.
(6) Ibid.,
708
(7) Otros investigadores sitúan la fecha de esta exposición en 1911, Francisco Garfias,
Vázquez Diaz, Madrid, Ibérico Europea, 1972, p.263 y Julián Gállego, “El Paris de
e
Vázquez Dial’, Vázquez Diaz, Madrid, Ministero de Cultura, Dir. General de Bellas
a
(8) Francisco Alcántara, “Los cuadros de Vázquez Diaz en el Salón Lacoste”, El Sol,
Madrid, 14-6-1918. u
(9) Ibid.,
a
(10> Ibid.,
(11) Vid., Vázquez Díaz (1882-1969), Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de
General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas, Banco de Bilbao, mayo- junio 1982,
a
Madrid.
a
(12) Vázquez Díaz a pesar de encontrarse aún en París, según el católogo a la exposición
a
de la muestra se encontraba afincado en la capital de España, en la calle Rodríguez San
DaA,n ~;~‘7 a
1 vu1U, ¡¡UllA
a
709
(13) En esta muestra de 1917 destacó, sobre todo, por el tríptico de las tres ciudades
francesas Verdun, Arras y Reims destruidas por la guerra. Al lado de dos retratos, Rodin
Versalles.
(14) CIY., Francisco Garfias, Vázquez Diaz, Madrid, Ibérico Europea, 1972, p.263.
(16) Vid., Capitulo V. Arte y Política en España durante la Primera Guerra Mundial: La
(18) Vid., Capítulo IX. La Exposición de los pintores polacos en el Ministerio de Estado
(1918).
(19) Francisco Alcántara, “Los cuadros de Vázquez Día.z en el Salón Lacoste”, op.cit.,
u
(23) Jaime Brihuega, Las Vanguardias artísticas en España. 1900-1936, Madrid, Istmo,
1981, p. 206.
e
(24) Es interesante cotejar esta primera recepción del arte de Vázquez Díaz con la
(26) Seguramente que estos artículos a los que se refiere Francisco Alcántara en relación
e.
con su exposición en 1910 en la Gaiería Chevalier remitan al prólogo del catálago
realizado por Henri Barbusse. Vid., Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias
e
(27) Las intervenciones de Vázquez Díaz en la revista Mundial que dirigía Rubén Dado
(28) Este dato que recoge Francisco Alcántara sobre el posible conocimiento de las
obras de Vázquez Díaz en tierras americanas, que por el momento no hemos podido a
corroborar, sería una de las primeras noticias sobre un probable viaje o envío de cuadros
a
a dicho lugar. No obstante, es muy probable que esta referencia haga alusión a su
a.
711
uno de los artículos que Vázquez Díaz escribida para el ABC en la década de los
cincuenta y sesenta se menciona. “Allí conocí a Rubén Darío, Amado Nervo, Luganes, Manuel
Machado, Larreta, Banafoux, Francisco y Ventura, García Calderón, Cristóbal Botella, ¡~i García
Martí, hermanos Guido, Manuel Ugete y Paul Brular; a pintores y escultores de nuestra Amenca
(29) Entre sus posibles muestras en Londres hasta hoy se conoce tan sólo la celebrada en
1913 en Graflon Gallery. Vid., Joaquin de la Puente, Vázquez Diaz, Granada, Caja
(30) Francisco Alcántara, “Los cuadros de Vázquez Diaz en el Salón Lacoste”, op.cit.,
(32) No obstante pasada a ser recordado por Moreno Villa como: “Un caso dramático. Un
andaluz que quiso hablarfrancésy tan pronto le hablaba a uno de tú como de usted Un gran dibujante
y un pintor de finas armonías, pero vacío, por no saber a qué carta quedarse. En realidad quería
romper con el zuloaguismo. Su drama se lo dió la época. Fue el eslabón entre ese ‘ismo 1v lo realmente
nuevo “. José Moreno Villa, Vida en claro, El Colegio de México, 1944, p.l 69.
e,
Ante todo, porque soy latino y porque he vivido en Francia mis últimos doce años; por el
Las santas Bélgica, Reims me ha hecho odiar a Alemania; todo mi amor y admiración están al lado de
e
Francia, la sublime, la heroica. Si no fuese francófilo de siempre, sus heridas sagradas me atraerían
hacian ella. e
Francia representa el supremo ideal, y los que no amen a Francia son enemigos de la
e
Humanidad ¡Salve, Francia inmortal! “. Xavier Bóveda, “¿Por qué es usded francófilo? Los
a
(38) José Francés, “La pintura apasionada de Daniel Vázquez Diaz”, El Año Artístico,
e
(39) Conca Calderón, “Una intensa emoción. Daniel Vázquez Diaz”, La Renovación
e
713
(40) José Francés, “La pintura apasionada de Daniel Vázquez Diaz”, op.cit.,
(42) J. Villarroel, “Un retrato de Rubén. Exposición Vázquez Dial’, El Mundo, Madrid,
29-6-1918.
(44) José Francés, “La pintura apasionada de Daniel Vázquez Día?’, op.cit., También
(46) Navarro Larriba, “La obra pictórica y los dibujos y aguafuertes de Vázquez Díaz”,
(47) Referente a este tema Angel Vegue y Goldoni publicaba: “Lo más que importa es
depurar su sensibilidad con la busca del matiz nuevo. Tras la costrosa capa de materia, se advierten
acordes felices, sobre todo en las notas de paisaje... En ella se esconde el peligro, que evitará el Sr.
Vázquez Diaz en cuanto se lo proponga, ya que le suponemos de una condición artística nada vulgar,
(48) José García Mercadal era uno de estos críticos que apoyaba dicha opinión: “no
e
parecen de Vázquez Díaz. Parece imposible que sean obra de una misma persona las pinturas aquellas
ante las cuales es dQicil contener la carcajada, y aquellas cabezas ante las cuales es también dúlcil no e
toda sinceridad si no se trata de la broma de un andaluz. Ante las cabezas, en cambio, se sienten unas
e
ganas muy grandes, muy grandes, de robarías, ya que no cuenta uno con billetes del Banco bastantes
para adquirirlas. ¡Señores, qué pinturas! ¡¡¡Señores, qué cabezas!!! “, en “Daniel Vázquez Díaz”,
(49) J. Blanco Coris se manifestaba de la siguiente manera: “Desde el retrato del cura D.
Silvestre hasta la vista del canal, al atardecer, va degradándose el artista para no ver la última obra
e
sino una impresión infantil del natural, algo de eso que realizan todos aquellos principiantes que
comienzan a hacer pinitos con la paleta, ofreciéndose esa pintura cándida, sosa y amanerada que en
vano se empeñan en poner de moda los obsesionados o interesados en desprestigiar al .Irte y a los
a
artistas que cultivan el clasicismo y las escuelas racionalistas de todos íos tiempos.
Esperemos que el artista, que lleva dentro el espíritu de un dibujante colosal y de un colorista
a
castizo, se arrepentirá muy pronto de haber emprendido la ruta del modernismo exótico y volverá a
ofrecemos su personalidad artística poniendo en sus futuras obras toda lafogosidad y calidades de su
a
(51) José Francés, “La pintura apasionada de Daniel Vázquez Díaz”, op.cit.,
a
715
(54) Probablemente, este retrato de Rubén Dado, así como algunos de los que se
presentaron en esta muestra de 1918 en Salón Lacoste, se pueden fechar hacia la década
de los diez, puesto que en 1912, Vázquez Diaz comienza su serie Los hombres de mí
Guido, Blvd. des Capuccines, 1912). En esta revista publicó los dibujos de José Enrique
Rodó, núm.9 de enero; Maniel Ugarte, núm. 10 de febrero; Alfonso XIII, núm. 11 de
marzo; F. García Calderón, núm. 12 de abril; Enrique Gómez Carrilo, núm. 14 de junio;
General Reyes, núm 15 de julio; Rubén Dado, núm. 16 de agosto. Esta sección contaba
además con un texto de Rubén Daño. Vid., Angel Benito, op.cit., p. 111.
(55) Este dibujo de Rodin posiblemente fue realizado en 1912 cuando Vázquez Díaz,
según Julián GAllego, “gracias a un maí’rimonio de escritores puede dibujar del natural la cabeza
del escultor, una tarde en julio, en el hotel Biron (Hoy Museo Rodin) “. Julián Gallego,
(57) En relación con este tema el crítico de arte Perdreau opinaba: “los dibujos de Vázquez
Díaz parecen ejecutados por un escultor, pues el artista pone especial cuidado en hacer resaltar los
contornos, y busca el acuse de laforma. Es lástima que en algunas obras decaiga bastante esta
716
Madrid, 15-6-1918.
o:
e
(59) Javier de Bengoechea, “El paisajismo en Vázquez Díaz”, Vázquez Diaz, Ministerio
(60) Al respecto Correa Calderón escribía: “¡Cuántas veces no habíamos visto nosotros estos a
magnificos retratos escultóricos, en las revistas que pasaban cada semana, hasta contemplarlos ahora
u
desde cerca!”, en “Una intensa emoción. Daniel Vázquez Díaz”, op. cit.,
(61) En cuanto a este tema la crítica afirmaba: ‘La cabeza del insigne Rodín es un dibujo
a
vigoroso y con mucho carácter Del poeta J. R. Jiménez hay otra cabeza, a mi juicio, la mejor de la
serie expuesta; bien modelada y demostrando gran dominio de la línea “. Perdreau, “Exposición a
a
(63) Correa Calderón, op. cit.,
e
u,
717
(64) En esta entrevista Vázquez Díaz exponía: ‘Quiero instalarme en Madrid y pienso hacer
una Exposición general de mis pinturas, que no son conocidas en Madrid, si es posible, parafines de
año.
- Que es un arte muy díficil y maravilloso y que no es comprendido por todos los críticos.
- Quiero hacer una obra que interese, sin que sea necesario confesar que se ha hecho con
sinceridad Pretendo dar la mayor cantidad de emoción y belleza. Esto es lo que persigo y quisiera
conseguir. Quiero desarrollar mi personalidad y conservarla, sin dejarme influir de lo que han hecho
los demás artistas. Tengo afán de buscar siempre, sediento del más allá, enemigo de repetirse. Este
espiritu mio, un poco inquieto, se rebela de hacer siempre lo mismo, como una cosa aprendida, que se
Rinovarse o moríre.
-En arte, los maestros que más interesan son los primitivos.
-Los pintores clásicos llegaron a un alto grado de perfección y de savoir faire. Fueron
maestros del arte de pintar, que dominaron la técnica y que dejaron obras perfectisimas. ,Vfl
predilección, entre ellos, está en el Greco y Goya, además de los venecianos. Aquellos fueron un tanto
-Después de los primitivos, los pintores que más me interesan son los modernos, entendiendo
por modernos los impresionistas francesesy sus continuadores. Estos hacen belleza plástica, no vuelven
la cabeza atrás y conserva cada uno su personalidad aparte, cualidades que les hacen más raros e
interesantes.
-[lay en España iniciada una renovación que dará, sin duda, un arte nuevo. Tardará mucho en
e
(67) Javier Pérez Segura ha estudiado las actividades de la Sociedad de Artistas Ibéricos
Complutense, 1997.
a
(68) José Francés, “La Exposición del Círculo de Bellas Artes”, El Año Artístico, t
a.
(70) J. Blanco Coris, “XIII Exposición de Bellas Artes”, Heraldo de Madrid, 15-9-1918.
a
(71) Vázquez Diaz, Ministerio de Cultura Dirección General de Bellas Artes, Banco
a
mt
719
(73) Ibid.,
(75) Javier González de Durana, “La invención de la pintura vasca”, Centro y Periferia
1993-1994, p. 402.
(77) Así lo afirmaba Miguel Gaztambide “Pocas novedades ofrece nuestro Bilbao en la entrada
del año 20. Pasado, en gran parte, aquel delirio bursátil con que se distinguieron los meses del 19, las
tertulias ofrecen menores peligros a los no iniciados en los secretos de la Gran Sinagoga, y para
quienes el constante conversar sobre temas más misteriosos que la Cabala y el Talmud tenía ya un
tanto amoscados. Los comentarios sobre las exposiciones de Pintura, las conferencias más o menos
culturales, los conciertos de la Filarmónica y tal que otro discreteo politicio, pueden volver a ser
planeados, haciendo de nuestras conversaciones algo no exclusivamente usurario que, sin duda alguna,
las ennoblece... Claro está que todo, afin de mes, cedió en interés ante las elecciones municipales, que
no hay afanes culturales, ni nada que se le parezca, capaces de contrarrestar las sabrosidades de un
chismorreo electorat sobre todo en determinados círculos”, en “La vida en Bilbao”, Hermes,
Bilbao, 13-3-1920.
u
(80) Paul y Almarsa, “El arte de Vázquez Díaz”, E/Figaro, Madrid, 3 1-3-1920. U
u>
(81) Joaquín de Zuazagoitia, “En Majestic Hall. Vázquez Dial’, El Pueblo Vasco,
Bilbao, 17-3-1920. e
el
(82) Angel Benito, op. cit., p.l34.
U:
(83) C. del L., “La Exposición de Vázquez Diaz”, Hermes, Bilbao, marzo de 1920.
(84) El critico de arte Juan Izquierdo afirmaba: “Nos encontramos, pues... uno de los nombres
que saborean el privilegio extraño de la aprobación de los iniciados... No sería descaminado hablar de e’
Vázquez Díaz como del proceso romanticista francés. El sacrificio, la esperanza, la efusión, el reposo,
las contemplaciones sencillas de las cosas, adquieren por él ese todo de exaltación, de alegoría, de r
solemnidad, que fuerzan a conmoverse con ‘el más allá’, alto y estable, luciente y reparador.. notemos
ml
en sus aguas-fuertes novísimo ‘cezzannismo’, al igual de la morbidez y agilidad ‘manetiana’ en los
dibujos. O sea que, para nuestras impresiones, un acendrado impresionismo ha dado la mano a este
U’
potente artista, como la voz el romanticismo galo, y que él ha llevado a fundir en la visual distinta de
~1
u’
721
(85) Relacionado con este asunto Rafael Sánchez Mazas apinaba.~ “Pues la evolución del
pintor se acuerda con esta histórica evolución de toda la pintura. Cada vez va haciendo de la materia
cosa más ingrávida, más invadida de luz, más fina y más aérea sin que las virtudes constructivas se
habido pintores que cuanto más fina de luz y de color era su pintura, tanto menos era fuerte y
construida. Y al revés. Cuanto más fuerte y construida más pesada y oscura. Vázquez Diaz ha sabido
ser cuanto más fino y luminoso, más fuerte y más sabiamente constructor En él se ha dado por una
rara coincidencia, el progreso de la razón con la intuición pictórica. Las divisiones de sabios e
Hay en estos retratos pintada la bondad y un poco del enigma de las criaturas femeninas de
Ibsen. Así creo que ha pintado Vázquez Díaz dos retratos de una dama danesa... ‘, en “Notas a la
(87) Eva Aggerholrn llega a España, tras pasar una larga estancia en Paris, con su esposo
Antonio Bourdelle crean un arte que para muchos críticos de la época fue calificado “de
notas íntimas, finas, de ilusionada exaltación luminosa, de un misterio accesible y fresco como el de
las grutas de donde el agua y la luz se citan con la complicidad del silencio... Todo esto se dice para
fijar laformación espiritual y técnica” (Silvio Lago,” Eva Aggerholm”, La Esfera, Madrid,
que éste, Juan Ramón Jiménez le dedica una parte del prólogo, donde se la considera
como una ‘marinera de la escultura” (José Francés, “La Exposición Vázquez Diaz. Un
prólogo de Juan Ramón Jiménez”, El Año Artístico, Madrid, abril 1921). Desde su
722
llegada a Madrid, comenzó numerosos trabajos, entre ellos El monumento a los padres,
ellas podemos identificar dos a través de las fotograflas de prensa: El ángel del dolor y
Monumento a los padres (José Francés, “Arte y Artistas”, Mundo Gráfico, Madrid, 4-5 -
e
1921). Esta última fue presentada también en la Exposición Nacional de Bellas Artes de
1920. u
u’
(88) José Francés, “La Exposición Vázquez Díaz. Un prólogo de Juan Ramón Jiménez”,
Madrid, 21-8-1917. U
(90) Juan Ramón Jiménez, Diario de un poeta recién casado, Madrid, Calleja, 1917.
a
Madrid, 6-1-1918.
u
a
723
(93) José Francés, “La Exposición Vázquez Díaz. Un prólogo de Juan Ramón Jiménez”,
op. cit.,
(94) Ibid.,
(95) Eugenio Carmona, “Itinerarios del Arte Nuevo 1910-1936”, Ismos. Arte de
(96) José Francés, “La Exposición Vázquez Diaz. Un prólogo de Juan Ramón Jiménez”,
op. cit.,
(97) Ibid.,
(99) Javier Pérez Segura ha estudiado las actividades de la Sociedad de Artistas Ibéricos
(100) Gabriel García Maroto, “Color y Ritmo”, Indice, Madrid, núm 1, julio de 1921,
p. 13.
4-192 1.
u
e
(104) E.G.Kbiel, op. cil.
(105) Ibid.,
a
(106) Juan de la Encina, “El Arte Moderno”, La Voz, Madrid, 30- 3-1921. u
30-12-1921.
u
a
725
Solana ocupa una situación muy especial dentro del ambiente artístico madrileño
de estos años (1909-1922), siempre como el solitario creador, sin escuela y casi sin
Valeriano Bozal, quien le sitúa “al margen” (1) de este entorno cultural, hemos querido
Artes de San Femando y cuatro años más tarde con tan sólo 18
- - exhibía sus primeras
envio compartió el destino del de otros futuros maestros del arte español del s.XX, como
Juan Gris o Sorolla: la marginación en la llamada Sala del Crimen. Pese a que ni ésta ni
en la muestra del Circulo de Bellas Artes en 1907 - consiguen el fin deseado, si hallan
eco en la crítica especializadad, que comienza a ocuparse del artista, en general con más
vivienda que la familia poseja en dicha provincia, desde donde enviará sus cuadros para
el certamen nacional de 1915, en el que presenta dos obras Los caldos y Adoración a las
cabezas de los mártires San Emeterío y San Celedonio, la primera de las cuales levanta
un gran revuelo entre el público y el Jurado, episodio que describe Margarita Nelken (3),
entre los rostros sin vida, sobresale, a la derecha en primer plano, la figura de un
u’
travestido.
del momento, o de la parte marginal de ella, a diferencia, como señala Bozal (4), de los
e
casticistas y regionalistas del 98 que defienden la visión de una España típica, folklórica y
U
una soñada recuperación del mito de la Edad de Oro que, en sus aspectos de pureza e
ingenuidad, encamaba el mundo rural ante los ojos de los habitantes de la ciudad. A este —.
respecto, Juan de la Encina sugería el por qué de la escasa recepción del arte de Solana
e
entre los estamentos de las artes plásticas madrileñas:
siente predilección por lo bajo y repugnante; es pintor de la canalla y el vicio ínfimo. Sus
lienzos podrían ser ilustración de algunas páginas acres de Baroja y Pérez de Ayala. Vosotros no
conocemos en el arte español contemporáneo obra de más intensa aspereza que este lienzo terrible, u
‘Los caídos’, como no sea la ‘Celestina’, de Zuloaga, o alguna de las mendigas o mozas de partido que
e
pintara el malogrado NoneIL Por su fuerza y colorido nos recuerda a Goya al Goya de las pinturas
-
negras -. Pero cuando D. Francisco descendía a los círculos de los bajos fondos sociales, lo hacia en
satírico de granfantasía, y este Solana es un naturalista que apura elprincipio de la impasiblidad. Por
eso quizá encalabrina nuestros nervios, y nos hace le abandonemos con tristeza sin encanto y U’
siguiente Exposición Nacional de Bellas Artes, en 1917, que coincide precisamente con
su regreso definitivo a Madrid y que inicia lo que algunos historiadores han llamado su
e
periodo de plenitud, que ya recibiría un cierto reconocimiento critico. En esta muestra,
e
727
Solana hacía partícipe a la crítica y al público estableciendo una reflexión con dos
cuadros La procesión de los escapularios por la que recibe medalla de tercera clase y
- -
Procesión de Semana Santa. Pese que, como afirma García Mercadal, “Gutiérrez Solana
busca sus asuntos en los tenebrosos cuadros... aterrarnos con sus lienzos antipáticos, reflejo siniestro
de ceremonias alumbradas por la superstición y enlazadas entre si por el hilo del fanatismo” (6), la
verdad es que la nueva coyuntura, que será más favorable para el pintor madrileño con el
paso de los años, puede deberse a otros factores, como la posibilidad de que en su obra
crecida de las aguas vanguardistas, que en ese año 1917 ya contaban con varios
hallaba algunos puntos de coincidencia tanto respecto a la tradición del sigo anterior
como a la formulación del nuevo mapa de las figuraciones europeas, del llamado
“retomo al orden”.
negra”, que ahondaba en rasgos populares y realistas a la vez que expresivos como
sigio, sin embargo, Francisco Alcántara podía apuntar en aquella otra dirección:
“Sí, existe una España negra; la España supersticiosa, la de los cultos patibularios, en arma
de tristeza, de odio y de miedo a la luz, a las ideas luminosasy a los sentimientos expansivos, la que al
nuevo la cuestión; o ella, o la España liberal, moderna. Solana es un pintor de la España negra. Su
pintura es profundamente expresiva, tiene algo de lo aterrador del mal que pinta” (7).
728
inspiración para algunos artistas de las generaciones más jóvenes. En 1920 publica un
nuevo libro, La España Negra, y cuelga en una de las paredes del café de Pombo un U
a,
u
729
contra la crítica más tradicional y académica. Dos años después será otro de los
Solana, al que sitúa junto a artistas del momento, como Barradas o Bores:
“Todo en este Museo de Madrid; toda la pintura que albergan estas cuatro salas, en más o en
menos, aspira y cumple la razón central del arte plástico, es decir, no necesita, para precisa sin
ahogos la plenitud de su naturaleza, sino de unas determinadas, concretas realidades de las que partir
el cumplimiento esencial de sus fines vitales. El mismo Solana, a pesar de sus truculencias, de las
de naturaleza estrictamente plástica, y sus pinturas, desprovistas de la ornamentación que las decoro,
enseñarán su estructuración pura, su materia noble, ese fondo esencial, insobornable, que no han
Doce pintores han rehecho Madrid, lo han transmutado, lo ofrecen nuevamente en estas cuatro
e
salas... Y con Solana, y con Barradas, Bares, Maroto..., hasta doce artistas. ~\‘ada
más; hasta este
a
MII. NOTAS
(1) Valeriano Bozal, Pintura y escultura española deis. XX (1900-1939), Summa Anis,
(2) Vid., Luis Alonso Fernández, J Solana, Madrid, Centro Cultural Conde Duque,
u
1985; Solana, Madrid, Fundación Mapfre, 1992; José Solana (1886-1947), Fundación
u
La Caixa, Barcelona, y Fundación Marcelino Boti, Santander, 1997-1998.
(3) Margarita Nelken, Glosario (Obrasy Artistas), Madrid, Librería ‘Femando F’, 1917
u
e
(5) Juan de la Encina, “La Exposición de Bellas Artes”, España, Madrid, 28-5-1915.
Madrid, 4-6-1917.
a
u
73 1
Madrid, 29-5-1917.
(9) Gabriel García Maroto, La nueva España l93~ Resumen de la vida artística
ULTRAÍSMO
e
MII.!. EL ULTRAISMO DE RAFAEL CANS[NOS ASSÉNS (1883-1964)
a,
de los veinte. El estado de la cuestión parte de los años sesenta con el libro de Gloria a,
Videla (1) convertido, hoy en día, en un clásico sobre el ultraísmo, al que seguirán los
a,
análisis de José Maria Barrera (2), Germán Gullón (3), José Luis Bernal (4) y Francisco
Javier Diez de Revenga (5) en el terreno literario, niientrás que en el ámbito artístico u’
hemos de señalar como pioneros los primeros trabajos de Jaime Brihuega (6), Eugenio
Todos ellos parten del mismo hilo conductor, el de Gloria Videla, sobre todo en U’
lo que se refiere a los orígenes del movimiento en Madrid. Nuestro estudio pretende
hacer alguna aportación más, intentando desglosar cuáles fueron los primeros pasos del
U’
movimiento, encamados en su progenitor, Rafael Cansinos Assens, precisando algunos
El ultraísmo, como una de las nuevas conquistas literarias españolas del s. XX,
u
733
década de los años veinte. De todos los condicionantes que gravitan alrededor del
Para ello hay que trasladarse a las primeras décadas del s. XX, cuando el panorama de la
decididos lanzan sus versos con la intención de construir un arte nuevo. Sobre los
dirigidas por Tristan Izara, los ultraistas encuentran un nuevo valor poético en una
Divan, Nord-Sud, Sic, Soi-méme, Hor¡zons, Les Marges, Soirées de Paris, Egoistic, Der
Sturm, Die Aktion, Das neta Pathos, Die Revolution, Leonardo, La Voce, Lacerba. (9). .
Así nos encontramos desde los comienzos a Rafael Cansinos Assens quien, a
extenso recorrido sobre la actualidad literaria, sobre todo española, con artículos que
abordan los creaciones de Antonio Guardialo, Jóse Mas, Luis Astrana Maris, José San
González Ruano, Enrique Mesa, Martinez Sierra, Amado Nervo, Enrique Gómez
entonces llamada “Ritmos y Matices” y, a veces, “Instantes líricos” desde donde continúa u”
Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez, Blasco Ibañez, Ramón Menéndez Pidal,
Antonio Rey Soto, Alvaro Armando Vasseur, Julio Herrera Reissig, Ozaldumbide, etc.
a,
diciembre (1917), cuando comience a lanzar en sus artículos de prensa diaria su idea
sobre un nuevo ismo literario español, al que llamará ultraísmo. De esta manera, si hasta u
apuntar, ahora, una cronología mucho más temprana, los inicios del año 1918. De hecho,
e
es curioso destacar que este movimiento designado con la palabra “Ultra” en su primer
manifiesto, ya fije denominado en sus orígenes como “ultraísmo”, lo que nos aproxima a u
esa batalla terminológica entre lo ultramoderno, ultrarromántico, etc. de esos años (10).
u
establece, así, una de las primeras conexiones entre ultramoderno y ultraísmo. Los dos
u
u
735
antes que el ultraísmo por lo que no es de extrañar que la denominación “Ultra” Ibera
partícula “ismo” como designación de todas aquellas tendencias, sin excepción, que
otros vocablos ya mencionados en este trabajo con la palabra ultra, los más llamativos
artículos, en enero de 1918, cuando hacia mención del poeta madrileño Mauricio
heterodoxos. Discusiones apasionadas y fructuosas; porque en ellas el nuevo libro sirve de divino
pretexto para una alta contrastación de valores y para el enunciado de las más nuevas y atrevidas
teorías estéticas. En el nombre de Mauricio Bacarisse hallan, al fin, su vinculación oportuna esas
libres tendencias titánicas que, con los nombres de barroquismo, ultraísmo y futurismo, han ido
escalando sórdidamente desde 1907 el parnaso de belleza erigido por el romanticismo exaltado de los
novecentistas” (11).
presentó el libro de poemas de Bacarisse éste posee, según Juan Manuel Bonet, “alguna
736
u’
Darío y ,ahora, en ese reciente libro concedían, según Cansinos “la ocasión oportuna para a
hablar de las últimas tendencias literarias que cristalizan en esta palabra - barroquismo -. Porque el
ultraismo, el dinamismo, toda esa inquietud lírica e idelógica, fructifica en arte bajo la forma de las —
‘En arquitectura, la palabra barroco tiene un sentido conocido y preciso. En literatura, sólo U
por metáforas podemos hablar de él. La raíz de lo barroco podría encontrarse en esa inquietud
e
demasiado viva y hervorosa que no puede ser contenida en las lineas armónicas de los patrones
canónicos. Un gesto de atlántico esfuerzo retuerce las líneas y las masas de su aspiración a la forma
e
estética. Es algo trepidante, plural y hasta caótico, excesivamente inquieto para cuajar en formas de
absoluta belleza. Desde sus más remotas manifestaciones, lo barroco se nos aparece como un anhelo de e
gracias plurales, heterodoxo con respecto a los cánones estéticos expresado en los Partenones de las
e
retóricas occidentales, y en los extáticos parnasos helénicos. Es la belleza en movimiento, aventurada y
bajo las formas del ultraísmo. Sin embargo, mucho antes que Mauricio Bacarisse, u
explicar parte de la tipografia del ultraísmo. La greguería como base experimental de las e
primeras imágenes de los ultraistas destacará por su culto a la imágen en sus juegos de
palabras que ‘proclama la fórmula de un arte por el arte, aún más desinteresada y libre que el
forma escrita para acogerse a las artes más representativas, a la mímica, a la pintura escenográfica”
u
(16).
e
737
moderna, fina, nerviosa, breve, de una intensidad gráfica. Esta greguería podría cambiar sus trazos
literarios por los del dibujo, sin perder nada de su intención ni de su sustancia; se encontraría entonces
líneas, de sus múltiples rasgos de la greguería “recorre toda la órbita del arte gráfico moderno.
Beltrán hasta sugerir la idea de los modernos muñecos de trapo y aun de las figuras cortadas en el
papel..” (18). Estas serían las primeras valoraciones de Cansinos respecto al arte
Este seguimiento a Cansinos Assens por la prensa escrita madrileña nos muestra
Cansinos se detiene en la hoja literaria del diario El Sol escrita por el comentarista
frase “no es todavía el 98”, y dedica un extenso articulo a toda aquella literatura que
del 98, que tras la pérdida de las últimas colonias españolas en América, se plantea
recuperar una nueva conciencia ideológica y social, y generaciones que han buscado y
buscan una estética del arte nuevo “que se ha formado, que ha nacido al menos, en franco
divorcio con todo lo antiguo, aunque luego, y más hábilmente que sus adversarios, haya sabido hacer
su nudo con todos los preciosos hilos clásicos; una literatura que ya tiene sus figuras paternas y su
738
filiación de discipulos y sus obras maestras y sus comentadores e intérpretes. Y esta literatura aún está
u’
excluida casi absolutamente de nuestra .-Icademia y aún se la quiere retener con una revuelta juvenil
lejos de los pórticos que decoran los hermes... Pero entre nosotros aún esta literatura queda ignorada
e
de las musas oficiales y condenada a consumir su ardor en las tertulias independientes o en los nobles y
dignos emparedamientos verticales” (19). Con estas palabras, Cansinos anuncia una a,
generación de jóvenes que ya actúan, cuyas propuestas innovaciones llegarán algún día a
a,
ocupar los puestos de los académicos y que se encuentran ahora bajo el de una bohemia
que en el siglo anterior había estado protagonizada por la literatura romántica y el poeta a,
automarginado (20).
U’
especifico y que, por lo tanto, tan sólo se puede hablar de ellas como escuelas aisladas.
e
Acabada la guerra, una de las grandes incógnitas que más llamaron la atención a los
e
739
Por su parte, Cansinos hacia una llamada a la unión de aquellos modelos literarios
música - el gran escándalo del Segundo Libro de Debussy y Sacre dii printernps de
un sólo movimiento llamado “arte nuevo”: “... no seria justo designar con el nombre de
cubismo, ni con ningún otro nombre parciaL un anhelo de arte tan plural y diverso. Hemos de llamarle
simplemente el arte nuevo o aceptar la denominación epónima de cada una de sus escuelas. Lo único
cierto es que estamos en presencia de un arte nuevo aún no cuajado definitivamente, por eso mismo
Por su parte, los únicos que podían llevar adelante el estandarte del “arte nuevo”
sedan los jóvenes, a los que sitúa bajo “una perspectiva nueva”, siendo éste,
precisamente, el título de los artículos en los que define el ultraísmo (23). Sin embargo,
en España esa juventud, ¿por quiénes estaba representada? Para Cansinos Asséns era
evidente que esta oleada de juventud se encontraba en las revistas literarias; de hecho las
primeras revistas preultraistas fUeron Los Quqotes, fUndada a primeros del año 1915 por
Emilio Linera, donde el propio Cansinos publicó sus traducciones de Reverdy, Huidobro,
Robert Allard y Apollinaire de las que hablaba en el texto anterior; Cervantes, nacida en
1916 por Francisco Villaespesa y otros escritores y Grecia, que aparece en octubre de
encuentran los nombres de muchos de los que luego serán ultraistas: Juan González
Olmedilla, Rafael Lasso de la Vega, Guillermo de Torre, Lucía Sánchez Saomil (cuyo
Calderón, Pedro Garfias, César A. Comet, Xavier Bóveda, José Rivas Panedas y otros.
Sin duda alguna, de estas tres revistas Grecia va a tomar un cariz especial; inspirada y
740
fUndada por Isaac del Vando Villar (12-10-1918), teniendo como jefe de redacción a
Adriano del Valle y como colaboradores a José María Izquierdo, Romero Martínez,
Rogelio Buendía, Salvador Valverde, Claudio Manan, Xavier Bóveda, Amado Nervo,
Pedro Garfias, Primitivo R.Sanjurjo, César A.Comet, Luis Mosquera, Correa Calderón y
a,
otros (24).
De tal manera, nos encontramos con la primera oleada preultraista que tendrá su
Cansinos Asséns en La Correspondencia de España, bajo el título “La nueva ¡inca: sus u
características”. Siguiendo los argumentos del escritor, el nuevo arte había “nacido de la
U’
contemplación apasionada de los primeros aeroplanos que empezaron a volar del asombro sagrado de
las nuevas fuerzas que se brindaban, inciertas aún, a la antigua avidez del hombre. Esa ambición de u
nuevas dimensiones y de nuevos sentidos que por la misma época se manifiesta en la música y la
u
pintura.. “ (25).
conceptúan como un “retomo a lo clásico” (26). Este sería, para Cansinos, tan sólo uno u
e
741
alguna manera permaneció atado a ello, por eso es extraño que el propio Cansinos
admita la paternidad de una nueva lírica a estos orígenes. El nuevo arte, dirá Cansinos, se
‘halla dividido en tantas escuelas rivales y hostiles, que mutuamente se envían el anatema desde sus
cenáculos y desde las columnas de sus revistas esas revistas que se llaman =&rd-Sud,Soi-méme, etc.
-
Pero si dificil es señalarle cánones, más d{ficil aún sería negarle su originalidad La nueva lírica,
aunque anunciada por algunas anticipaciones dispersas - así Mallarmé y Whitman pueden selialarse
entre sus padres remotos - se desprende de la nébula romántica como una jubilosa multiplicidad de
matizado que uno de los hechos más importantes para el desarrollo del ultraísmo fUe el
paso del poeta chileno por Madrid en el verano de 1918. Recordemos que esa sección de
Perpectivas escrita por Cansinos se realiza a finales de 1918 coincidiendo con la estancia
del poeta, quien había llegado en septiembre (28) procedente de París (29) y en cuya
maleta viajaron, como recuerda Guillermo de Torre, “los primeros libros y revistas de las
escuelas que luego darían tan pródigas y discutidas cosechas” (30) y en su memoria las
composiciones del creacionismo: Horizon Carré, impreso en 1917 con un dibujo de Juan
Articos en castellano, Hallalí y Tour Eiffel en francés -‘ que constituirán la base de gran
Sin embargo, su influencia sólo durará hasta que, a partir de 1919, sudan las
primeras voces que proclamen las diferencias entre el creacionismo de Vicente Huidobro
742
a’
y lo ultra (31). Como ejemplo, el artículo de Rivas Panedas titulado “Protesto en nombre
u’
de Ultra” en donde declina dicha calificación ‘... el creacionismo es algo bien concreto, al
a
menos una cosa muy concreta al lado de nuestro Ultra, que no nos cansaremos de repetir, que no es
dogma ni un modo, El creacionismo si..’” (32), en contestación a un artículo de José Iribarne
e
publicado en La Tarde el 16 de mayo de 1919 y en agosto en la revista Cervantes bajo el
título “La nueva estética. El ultraísmo en la literatura y en las artes plásticas”. Por este u’
Horizon Carré (1917): “aceptación de cuanto existe, conformidad jovial y benévola con todo,
apropiación de los elementos naturales para la magnificación del sujeto, exaltación de todas las
energías y de todos los modos, para superar todos los ultras y dar mil continuaciones prodigiosas al
gran prodigio de existir” (33), para crear - prosigue Cansinos - “un poema rico, jugoso, e’
policromo, musical, fructificado en todos los planos de las demás artes, en el que un espíritu osado e
e
inocente habrá reunido en una sola perspectiva lo simultáneo y lo sucesivo, mediante la vibración
unánime de los cinco sentidos corpóreos y de otros que aún no tienen nombre” (34). a
De estas últimas palabras son tres las que hemos de destacar partiendo del
carácter policromo que puede tener un poema, Cansinos otorga un valor especial a tres U’
e
743
concretamente por estas fechas se está realizando una exposición pIanista en el Ateneo
tres de ellos Barradas y los Delaunay, serán militantes del movimiento artístico ultraista.
Sin embargo, ahora, nos interesa detenemos en el simultaneísmo como aquella acción
que transíadada a las artes plásticas se enfienta con la necesidad de crear movimiento en
las composiciones que ya los fUturistas habían practicado y que de forma paralela en
los artistas Delaunay, en las composiciones síncromistas de los pintores polacos, en las
Delaunay habían realizado alguna Exposición en Madrid por esas fechas y se conocían
nuevo movimiento, por su capacidad “para dominar el tiempo y el espacio, condiciones de toda
evocaciones ideales, se manifiesta en esos poemas que Reverdy y Huidobro construyen a manera de
cintas cinematográficas... Esta forma de poema, que constituye la suprema novedad lirica, constituye el
grito fraterno con que responde la literatura a los esfuerzos que la pintura y la escultura modernas
hacen por alcanzar el movimiento, ya logrado por la música y reflejado en un gran lienzo estático, cuya
virtud dinámica latente sea susceptible de desarrollarse en todo momento, al lado de la virtud musical,
que traza los surcos de un gran rollo horadadopor la vibración numerosa” (35).
a’
744
u’
Se trata de crear un poema infinito que produce simultaneidad como se podía ver
e
en los poemas de P. Reverdy “Les ardoises du toit”
- en los de Vicente Huidobro (en
-,
sus libros Horizon Carré, Ecuatorial, Poemas Articos, etc.) y que, gracias a la impresión
de los diferentes caracteres gráficos, emula el dibujo (36).Tras esta última impresión
a,
sobre cómo debía ser un poema, Cansinos describe en otro articulo qué
“transmutaciones” líricas propaga el nuevo arte. La post-guerra europea trajo las ansias e
los cinco sentidos. Se trataba de hacer sentir la llegada de la modernidad por los cuatro mt
costados y los ultraistas, como dice Gloria Videla, “desearon ser también voceros de este
u
mundo nuevo y buscaron para ello una nueva voz” (37), una nueva voz basada, para Cansinos,
electricidad, de la aviación y los grandes triunfos inverosimiles,..” (38). Sin embargo, esta u
“poesía mecánica”, denominada así por aquellos que no eran partidarios de esta nueva
u
estructura poética, como el escritor Vidal y Planas, veían en ella irrealidad y falsedad
(39). u
anunciaban, en palabras del escritor, “su desviación del credo novecentista hacia la nueva lírica
de que se habla en estas Perspectivas” (40), perspectivas que, como estamos viendo,
a
analizaban gran parte del origen de este nuevo movimiento. Pero antes de deshilvanar
este proceso por entregas que Cansinos Asséns había escogido para introducir el U
a
745
Bóveda a Cansinos, hecho que queda suficientemente datado (41) e integrado en este
estudio como dato inédito en el que se pretende ajustar al máximo los orígenes del
ultraismo en la prensa diaria que, hasta ahora se fijaba en el mes de diciembre. Dicha
entrevista tenía un marcado carácter político, con tendencias aliadófilas, donde todos
usted acerca del porvenir político e intelectual de España? Los intelectuales dicen...” o
“¿Por qué es usted francófilo?”; los hombres más famosos del país declaraban
públicamente sobre el estado actual de España, envuelta en un fUerte debate entre los que
apoyaban a Alemania, los germanófilos, y aquellos que eran partidarios de Francia, los
aliadófilos (42). Estos últimos superaban en número a los seguidores del Kaiser, y entre
literatura, las artes o la política que durante medio año aproximademente fUeron
Entre los poetas y escritores sobresalen Juan Gonzalo Olmedilla, Julián Morales Ruiz,
Eliodoro Puche, Eulalia Vicenti, Enrique López, Benito Pérez Galdós, Azorín,
Unamuno entre otros; periodistas como Arturo Gómez Lobo, J.Carrillo, Mariano de
a’
746
Cavia, Ramón Rubios...; artistas como Julio Romero de Torres, Gustavo de Maeztu,
u’
Lerroux, etc. u’
“En este nuevo terreno intelectual sí que van a ser permitidas las arbitrariedades, porque éstas
u’
acabarán con aquellas otras, hijas del rigor y del alma sombría... Yo evitaría, por lo tanto, esa
día tras día, y que es lo que yo cultivo con cuidado más grande, porque es lo más delicado, ya que todo u,
exterior, en Francia. El desarrollo ideológico a partir del reinado de Alfonso XIII estaba
e
marcado por dos graves conflictos, el “Desastre” de 1898, que había provocado una ola
regeneracionista, y la Gran Guerra que, a pesar del desarrollo económico que causó, a
declaraban que pronto los políticos serían sustituidos por ellos mismos (44). Los
u
políticos, por su parte, pedían la caída de la Monarquía por su incapacidad de gobernar.
e
747
Alejandro Lerroux, fUndador del partido radical, demandaba una República formada
sobre nuevos modelos y afianzada en aquellas masas menos favorecidas por la opresión
de la burguesía (45). Ante esta situación, los intelectuales se ven reflejados en los
acontecimientos que protagoniza Europa por aquel entonces. Las grandes sublevaciones
países centroeuropeos, como Polonia, provocan hacia los gobiernos más autoritarios las
ansias de una renovación que llega a todos los planos de la sociedad. El triunfo del
insurrección artística que borrará las viejas ideas para inscribir las nuevas:
“La República más avanzada conserva siempre el prejuicio, y éste es desde el punto de vista
-
Ninguno.
Esta apelación de Cansinos será secundada de nuevo por Xavier Bóveda, al mes
con tan sólo veinte años, en El Parlamentario, tres días después de dicha entrevista. Se
e
trata de un grito con rabia a esa juventud inmóvil ante los acontecimientos europeos que
estaban desatando sus ansias de renovación. Xavier Bóveda, sin pronunciar la palabra
ej
Al dia siguiente de la publicación de este articulo de Xavier Bóveda, el 31 dc
diciembre de 1918, Cansinos Asséns daba por finalizada esta sección articulística de —>
“En los anteriores apuntes he intentado desentrañar algunas de las direcciones de la nueva
lírica, pero evitando todo conato de definición. ¡Es tan varia esta lírica, tan profusa involuble en su
alentar genésico!... La aspiración general de todos estos grupos es la de ser modernos, la de crear un
arte nuevo, que vaya mas allá de todo lo conocido. La palabra que unánimemente les conviene,
a
aunque no la adopten, es la de ultra (las negritas son nuestras). Algunas veces este libre grupo
anárquico, que rompe con el antiguo decoro de las escuelas literarias, se confunde en sus
a
manifestaciones con el otro grupo de las organizaciones libertarias, y a veces también un individuo
solo, descollando del hervor colectivo, asume el gesto de los solitarios hacedores de cuadros de e
e
749
museos... Cubistas, simultaneistas, pIanistas en Pintura y Música porfían por obtener nuevas
interpretaciones de la vida y se las brindan a la literatura (las negritas son nuestras)... Diversidad y
González-Blanco (51), en favor de Rafael Cansinos A.sséns, quien de esa forma podría
publicar con toda facilidad y secundar el primer manifiesto ultraista. Su definición como
“Revista Hispano-americana” la convertía, apunta José Carlos Mainer, “en heredera directa
de aquella vaga internacional litetatura que el prestigio transoceánico de Rubén Darío, los
sentimentalismos que sucedieron al Desastre y los intereses mercantiles que los editores de principios
de siglo alentaron a ambas orillas del Atlántico” (52). Cansinos Asséns se comprometía a
prestar atención a todos las nuevas modalidades que se agrupaban bajo la bandera del
ultraísmo: “La intención de un ultraísmo indeterminado, que aspira a rebasar en cada zona estética el
limite y el tono logrados, en busca siempre de nuevas formas, será la que estas páginas adopten. Y la
colaboración másjuvenil según los tiempos del espíritu será la que en este edificio de arte hallará la
- -
cual, a pesar de las muchas referencias que existen sobre su aparición en diciembre de
1918 tras la entrevista de Xavier Bóveda, como la del propio Cansinos, la del mismo
-
750
e.
afirmamos que la revista Cervantes fUe la que publicó ese primer manifiesto ultra, en
a
enero de 1919, coincidiendo con el cambio de dirección de la revista y después de los
artículos bajo el título de Perspectivas, que vimos en el apartado anterior, de La
u
Correspondencia de España. El manifiesto tenía como precedentes más inmediatos los
u
mencionados llamamientos de Cansinos y Xavier Bóveda en los periódicos madrileños y
de la revista sevillana Grecia, que en su núm. y publicaba tres poemas titulados Poemas —
del Ultra y, más tarde, la aparición del manifiesto el 15 de marzo de 1919, en el núm XI,
e
del año II.
una revista que enarbolara el nombre del recién nacido movimiento literano:
u
“La parte de incitación inspiradora que en ese manifiesto se me atribuye, me incita aún más -
sin esa circunstancia, todo movimiento nuevo tendría mis simpatías - a auspiciar esas tendencias
renovadoras, desde las páginas de esta Revista, mientras la hermana anunciada Ultra cumple su
u
periodo de gestación. Hasta ahora la nueva tendencia propulsora se ha manifestado exclusivamente en
la revista sevillana Grecia, cuyo nombre debe marcar un largo e interesante momento en los anales de
e
las evoluciones literarias. Ahora ya el grito de unión está lanzado y todas esas tendencias que hasta
aquí se denominaron con diversos nombres, pueden acogerse a este lema “Ultra”, que, como dice el O
u
751
distintivo de éstos jóvenes poetas era oficialmente “ultra” ya que, con anterioridad, dicho
vocablo había sido pronunciado en numerosas ocasiones por Cansinos (56), a diferencia
de lo que argumenta Gloria Videla, quien afirma que la aparición de la palabra ultra está
en el primer manifiesto ultraista, considerando éste como el más temprano signo público
del movimento, cuestión que, como vimos, hemos refUtado en el apartado anterior.
sencillamente uno de los muchos neologismos que yo esparcía a voleo en mis escritos de adolescente.
algunos de esos escritos que avalan esta afirmación bajo el título “Ritmos ultraistas”
(57), publicado en febrero de 1918, mucho antes de la aparición oficial del manifiesto
ultraista.
El gusto por los valores poéticos ultraistas se extiende en escritores y artistas que
manifestarán su espíritu ultra a través de revistas o publicaciones como Los ciegos, Hoy,
espíritu clásico manifiesto en sus títulos, como el trío compuesto por Los Quijotes,
introduzca en sus páginas. Por otro lado, destacan las revistas que nacen del propio
continuada de publicaciones algunas tan eSmeras que duraron tan sólo un número y otras
752
tan persistentes que llegaron a tener sesenta números. Madrid, Sevilla, La Coruña,
Oviedo, Burgos, Huelva, Lugo, Baleares, etc. serán los principales orígenes de estas
a
publicaciones, en las que tendrán cabida todo un despliegue ilustrativo a cargo de los
artistas que más se identificaron con el ultraísmo: Barradas, Norah Borges, Jahl, Borges
y otros.
u
Entre ellas destacamos las mencionadas con anterioridad: Los Quijotes (1915-
1918) donde trabajaron muchos de los fUturos ultraistas; Grecia (58) en la que a partir
de Xavier Bóveda, Luis Mosquera, Vando Villar, Cesar A.Comet; en marzo de 1919, el e
Apollinaire, Vicente Huidobro, Trinstán Tzara y Blas Cendrars entre otros, además de —
publicar poemas ultraistas bajo el seudonimo de Juan Las. Seria también a través de las
u.
páginas de esta revista donde se encuentran las noticias del primer acto público del
mt
ultraísmo, La Fiesta del Ultra, celebrada en el salón de actos del Ateneo sevillano el 2 de
mayo de 1919 (59). Durante el transcurso de esta velada tuvieron lugar las lecturas de
los poemas más avanzados del ultraísmo “La canción del Aeroplano”, de José Maria
u
Romero, “El poema de las calles triunfales”, de Vando Villar, “Scherzo ultraista, Op.II”
aquellos lectores del novecientos: “Platónicamente estamos exponiendo nuestra moderna doctrina U
e
753
- ultraista en las columnas de Grecia sin querer molestar a los fracasados maestros del novecientos.
1 ‘alíe-Inclán, Azorín y Ricardo León representan el pasado pero ellos no son los culpables sino el
transíada a Madrid y cambia de presentación, más acorde con el gusto del movimiento.
Sin embargo, será con el núm. 50, en el que se presentaría el “Manifiesto ultraista
vertical” de Guillermo de Torre, cuando concluiría. El manifesto seria una edición del
autor cuyo depósito y venta se encontraba en la librería Yagties de Madrid. Grecia habia
difUndido la primera hoja, según Lasso de la Vega, “de un libro de estética novísima que se
conserva blanca y que se escribe en negro, en rojo y acustiva” (61). Se trataba de las últimas
palabra vertical no se adecuaba al arte moderno, lleno de curvas, que daba la sensación
de una línea recta vertical sino que la adopción de una línea recta vertical se revestía más
vida Cansinos Assens se ponía al mando de la redacción y hacía público, como hemos
visto, el primer manifiesto ultraista (enero de 1919) y daba la orientación ultra que
tomaría la revista. Se publicaba también un artículo del poeta Juan Chabás y Martí
había tomado el arte y sus ansias de novedad marcadas por todos aquellos jóvenes que,
como ultraístas, comenzaban el arte del porvenir. Se inauguraba en este mismo número
núm. 1 de Cos,nápolis, los núms. 8 y 9 de Grecia, el núm. 1 de Perseo o Los ciegos entre
otros. A partir de entonces la revista tomará un cariz vanguardista donde tanto los textos
e
teóricos como las poéticos serían una de las bases más firmes para la difUsión del
mismo de la revista Anthologie Dada de Tristán Tzara; “La proclama sin pretensión” de u’
antología se realizó a través de los poemas recogidos de Apollinaire, Paul Valery, André U
Salmon, Reverdy, Max Jacob, Trintan Izara (mayo de 1919) y, al mes siguiente, se
e
presentaba la primera antología de poetas ultraistas: Juan Larrea, Rivas Panedas, Lucía
Eugenio Montes, López Parra, César A.Comet, Guillermo y Francismo Reilo, Pedro
e
Garfias...
Cervantes que ponía al público en contacto con otras capitales españolas y su adhesión al
e
movimiento. En lo que se refiere a Barcelona, a pesar de que poetas como José Maria
Junoy, IV. Foix y Pérez Jorba entre otros, habían comenzado muy temprano a luchar O
Salvat Papasseit Poemes en ondes hertzianes, mención que se completaría con el artículo
a
que Guillermo de Torre dedicaba al movimiento intelectual de Cataluña, en mayo de
u’
755
1920. este libro revela hasta qué límites imperan hoy en Cataluña las nuevas modalidades líricas
impuestas entre nosotros por los ultraistas y fraterniidad en Francia bajo la égida de 4pollina¡re,
Carrillo, con el afán de parecerse al Mercure de France. Desde el principio conté con la
arte nuevo. En “La nueva Lírica” (mayo de 1919) Cansinos realiza un breve repaso de lo
que fUe la estancia de Huidobro en la capital, sus libros Horizon Catre, Ecuatorial,
Poemas Árticos, Tour Eiffel, Hallalí y los escritos en revistas francesas como Nord-Sud
y Sol Méme exaltaron a los jóvenes que se acogieron a la vida moderna y a los medios de
expresión que traía el poeta. En agosto de 1920 Guillermo de Torre inaugura una nueva
revista adherida al movimiento quiso mantener un tono internacional acorde con las
nuevas teorías europeas presente en sus secciones “A través de las nuevas revistas” y
>1
Augusto Guallart, Luis Zubillaga y Manuel Maria Durán entre los más representativos,
Huelva a enviar artículos para explicar el ambiente literario de éstas. Sería precisamente e
de Ultra saludado, junto a Cervantes y Grecia como el triángulo lírico del ultraísmo
(64). Sin embargo, esta nueva publicación que se adhería al movimiento tan sólo sacaria
e
a la calle cinco números.
O
Perseo, nacida en Madrid bajo las consignas de una revista ibero-americana como
Cervantes, tan sólo publicaría un número, aparecido en mayo de 1919, aunque Juan
ml
Manuel Bonet señala enero como fecha de lanzamiento (65). Su director fue Luís Elías y
su dirección artistica estuvo a cargo del pintor Santiago Vera. Aparecen en el índice de
este número los estudios sobre el arte de Julio Antonio, por Santiago Vera,
a
“Andrómeda” por Adolfo Salazar y las “Novísimas directrices pictóricas” y “El
Cansinos Assens, Eugenio Montes, Rivas Panedas, Xavier Bóveda y las prosas y versos
a
de Goy Silva, L. Elias, 5. Risco, A. Bello, etc.
e
Aparte de la expansión que iba obteniendo el movimiento ultraista con sus
conferencias, la mencionada en Sevilla por Vando Villar y Adriano del Valle, las de
e
Santander y Bilbao por Gerardo Diego, durante el año 1919 cuenta Guillermo de Torre
e
que se encontraban en preparación tres revistas ultraistas: Horizonte, dirigida por
O
a
757
Guillermo de Torre.
encontraba en el Palace Hotel de Madrid, lugar también de exposiciones donde tanto los
artistas como el público podían adquirir los ejemplares. Se acogió a la estética ultraista
con un caligrama de Francisco Vighi, poemas simultáneos de Isaac del Vando Villar,
Jorge Luis Borges en apoyo al manifiesto vertical ultraista de Guillermo de Torre, una
de América Galicia y dirigida por el poeta Julio J. Casal. Se trata de una de las revistas
que más continuidad tendría hasta 1926. Por ella pasaron muchos de los protagonistas
ultraistas Carmen Barradas, Luis Huici, Norah Borges, Guillermo de Torre, Francisco
-
27.
onubense Centauro. Ésta última nacía en noviembre de 1920, guiada por Rogelio
ultraistas con los de los novecentistas. Perfiles, aparecía de la mano de José Zamorza, y
que duraría hasta el 15 de marzo de 1922. Se cumplía así el anuncio que ya en diciembre
u
de 1918 había hecho público los firmantes del manifiesto ultraista, la creación de una
revista que llevaría el título Ultra y “en la que sólo lo nuevo hallará acogida”. Aunque
próxima a las publicaciones de los futuristas y los dadaístas en sus portadas y contenidos, U.
nacido el movimiento ultraista, bajo los postulados de una agrupación con una voluntad
de grupo que evitaba las individualidades, a las que estaba acostumbrado el mundo
literario y artístico. Así quedaba patente en la velada ultraista celebrada en el Salón de la mi.
Parisiana (Casino-Varietés) el 28 de enero de 1921, que inauguraba el núm. 1 de la
mi
publicación. Apadrinada por el poeta Mauricio Bacarisse acudieron los ultraistas
Humberto Rivas, Rivas Panedas, Gerardo Diego, César A. Comet, Rafael Lasso de la
Vega, Guillermo ReIlo, Tomás Luque, Eugenio Montes, Guillermo de Torre, Maijan
mt
Paszkiewicz, Jahl y Vázquez Díaz entre otros.
La revista contó con las colaboraciones de los hermanos Rivas Panedas, José y u
Humberto, Guillermo de Torre, Lasso de la Vega, Jorge Luis Borges, Eliodoro Puche,
e
Pedro Garfias, Rosa Chacel, Luis Buñuel, Gónzalez Ruano, Manuel Abril, Joaquín de la
mt
mt
u
759
Escosura.... y las ilustraciones de Barradas, Norah Borges y Wlasdyslaw Jahl entre las
más destacables y de las que nos ocuparemos en el capitulo sobre la plástica ultraista.
Ramón Jiménez Indice; la ultraista Tableros (1921-1922) bajo la dirección de Isaac del
Vando Villar, el 15 de noviembre salía el primer número de los cuatro que constó la
publicación. Allí aparecerían las ilustraciones ultraístas de Barradas, Jahl, Norah Borges
o Jan Cockx; y Baleares, de Palma de Mallorca, dirigida por Vives Verger, en la que
aparece otro manifiesto ultra (núm. 131, febrero de 1921) firmado por Jacobo Sureda,
En 1922 aparece por fin Horizonte (1922-1923) anunciada, como vimos, en 1919
por Guillermo de Torre, y que sería dirigida por Garfias y por Rivas Panedas aunque en
un principio se pensó en Joaquín de la Escosura. A pesar de ser una revista ultraísta sus
hojas se teñían con los nuevos registros orientados hacia el clasicismo, además de la
participación de algunos de los que formarán la Generación del 27 como Dámaso Alonso
presencia de Barradas, Norah Borges, Jahl, Paszkiewicz además de los jóvenes Francisco
Con el final del ultraísmo aparecen las últimas revistas del movimiento, en 1923
se fundará la burgalesa Parábola por Eduardo Ontañón; las madrileñas Vértices dirigida
por Manuel de la Pena y Tobogán (1924), administrada por Manuel de la Peña; al año
760
siguiente aparece en Lugo Ronsel, bajo la dirección de Correa Calderón, que tan sólo
composiciones de algunos de sus adeptos, como uno de sus primeros libros de Pedro
españolas quedó reflejada en todos los trabajos mencionados con anterioridad; sin e’
un rechazo hacia aquellas nuevas tendencias. Por un lado, la opinión que manifiestan en
e
Madrid el escritor Vidal y Planas o por el artículo de R. Santa Ana y, por otro, un juicio
procedente del norte de España. El primero se produce antes del nacimiento oficial del
con dos artículos que dejan bien claro su rechazo hacia la nueva literatura:
e
Cansinos .4sséns es un literato demasiado literario, excesivamente literario tal vez, un
ultra-exquisito; por este motivo superior sus libros se venden muy poco... El credo de estos grupos es e’
u
761
no creer más que en ellos: no ver el arte más que al través del género que ellos cultivan; creen de
buenafe tal vez, que son poseedores de la verdad literaria o artística y se atrevan a definirla; dicen:
publicaría la opinión que Germán Gómez de la Mata, escritor del periódico madrileño La
Jornada, en el que anunciaba la muerte del ultraísmo “casi sin nacer” y el rechazo a la
invención del ultraísmo por Cansinos Assens, opinión que sería rebatida por Pedro
Cansinos: “ha introducido un ritmo más largo y apasionado en nuestra literatura, ha renovado la
pureza lírica, nos ha traído el salmo y ha dejado una honda huella en la Juventud Hoy el escritor más
amado por nosotros, los jóvenes, el más amado y respetado, es este maravilloso y tan sabio y tan
momento en que se estaban publicando las revistas más importantes del movimiento
Ultra, Cosmápolis, Alfar o Tableros y en que están actuando en ellas sus principales
militantes tanto poetas como artistas, a ellos va dirigido dicho escrito en forma de poesía
y con ilustración ultraista incluida como sátira de la incomprensión que suscita el nuevo
arte:
“Nosotros vivíamos concierta tranquilidad mal vegetando entre el chiste y la filosofla. Nos
creíamos poseedores de la verdad media, en cuanto puede relacionarse con las cuartillas, los pinceles.
el pentagrama y el arte en general; pero un día, ¡qué decimos un día!, un hermoso día, tuvimos en
nuestras manos pecadoras una revista de gloriosa estirpe, que cultiva el ultraísmo como adalid de ese
¿Podríamos atrevemos a hacer un ensayo de poesía ultraista? ¿Sería~nos tan felices que nos
r
lanzáramos a ilustrarlo?
Hemos querido hacer un poema retratando un boda popular, en la que nunca puede faltar la
u.
tristeza, que es manjar de la vida.
explicaciones. U’
HLVENEANDRIC4 (RAFICADA
No va mas.
flnt I,év
a
Epidermis que bailan nueva danza. ¿Agua y jabón?
e’
763
¡Qui lo sal
¿ Vive la muerte?
¿Nubes alejandrinas?
La tragicomedia da cabriolasfinales.
recién engendrado ultraísmo poco estable y sin consistencia que influye en supuestos
castellano con otro nombre por uno de los escritores da más sólida cultura y de mayor sensibilidad
Este exégeta del Dolor, que había agrupado en torno de su estilo a una considerable pléyade
de jóvenes poetas y novelistas, ha sido entre nosotros el orientador hacia la moderna Escuela
ultraista. ..Varios dibujantes manifestaron sus simpatías por la citada Escuela y han comenzado a trazar
764
sus obras innovadoras. Juan S’ilverio dibuja por medio de líneas curvas, sintetizando con el menor
fo
podríamos pensar que estamos frente a otro movimiento literario, similar al ultraísmo u.
madrileño pero catalán~ cuestión por la que se abriría un debate relacionado con la escasa
u
difusión y actuación del ultraísmo hacia tierras catalanas si lo comparasemos con otras
U’
provincias españolas como Sevilla, Oviedo, La Coruña, etc. Los datos recogidos son
muy limitados y las noticias que aparecen sobre ellos son, igualmente, insuficientes para
pensar en una maniobra por parte de los ultraistas. Sin embargo, las referencias e
poetas: J. Bosch Pons “Pedro Nimio”, pintor y publicista; Mateo Santos, publicista y
u
poeta; Manuel Barrera “PiIi”, caricaturista y pintor; Antonio Paradas, poeta; Francisco
Aldaz (74), periodista; Nicolás D. Enrique, músico; Carlos del Corral, periodista y a
e
765
ególatras, sed inconoclastas (sic) y sed valientes” (75). El vibracionismo que proclama Angel
la muerte, del sexo y del corazón, de los ojos y de los testículos. El ¡7BRACIONISMO es intuición,
cerebro, anatomia, esquema, paradoja, violencia y puños de macho y salivazos morales de macho: es
poseía la Iherza de los manifiestos ifituristas así como las expresiones extravagantes de
los dadaístas. Se hacía referencia a tres ismos vitales para los ultraistas, el cubismo, el
incluso se niega aquella relación que existía con el vibracionismo pictórico: “El ‘Cubismo’
es, además de una teoría falsa, una teoría incompleta. Su esencia no puede había sido engendradora
del U7BRACIONISMO. (Ellos para plasmar la vida la descomponen en planos, NOSOTROS, cuando la
inmovilidad. La teoría que YO he trazado se basa en el hecho vital de las vibraciones ‘atómidas’ y
escritos de Marinetti: “Tampoco puede apuntarse al ‘Futurismo’ de 1Vfarinetti como la idea matriz.
ingenuidad, la puerilidad, el yo, etc... “Tenemos, aparte los inofensivos y duzarrones invertidos
del arte, unos enemigos verdaderamente formidables. Los ‘Dadaístas’. PERO NOSOTROS LOS
¡‘ENCEREMOS. La teoría ‘dadaísta’ es la idea más denigrante que haya podido engendrar esta
moderna y nefasta influencia de las zapatillas, el pijama, la urbanidady la ortopedia. Estos pedantes
766
endulzados que, hartos de comer en los orinales y beber en los ‘bidets’, inventan esta mamarrachada de
e
Los nuevos vibracionistas persiguian una nueva doctrina, más radical que las
“La Humanidad necesita llevar el mayor volumen posible de macho - no pañales -, Necesita
u..
una voz recia y vibrante para hacer de la blasfemia vehículo de convicción; no la vocecita balbuciente
Para lograr sus cometidos se propusieron realizar varios actos, de los que no
queda ni rastro: “Por nuestra parte escribiremos libros, folletos, manifiestos; daremos conferencias, a
organizaremos Exposiciones, conciertos y veladas teatrales; nos manifestaremos, en fin, con todas las
u
manifestaciones del arte para demostrar la verdad de esta nueva doctrina que habrá de revolucionar al
a
767
es sabido que las ostras no se abren por persuasión. Y a este paso los vibracionistas van a convencer
- ¡Hombre!...
-Pero... ¿tú?
parlamentario. O al Sr. Dato si quiere tener esa mayoría que le falta” (82).
Por el contrario, existen otros comentarios que nos remiten a las primeras
Este publicará una carta abierta al dignatario del vibracionismo, Angel Marsá, en la que
explica sus diferencias hacia la nueva tendencia “... el vibracionísmo es cosa de boxeo, de
por la escasez posterior de sus referencias. Este vocablo tomó el nombre del
personal ismo, de allí, precisamente, surgió la idea del término, “vibraciortista”, como u
extravagante, etc. pero sería en Barcelona donde se determinó una escuela literaria que
u
adoptó un apelativo que por sí mismo era conocido por el público catalán (84) y que se
Mateos, Wladyslaw Jahí, Paszkiewicz, Norah Borges, Bores, Saénz de Tejada, Pancho a
Cossio, Ucelay, Guezala... (85) que se unieron a escritores como Cansinos Asséns,
a
Guillermo de Torre, Xavier Bóveda, Gerardo Diego, González Ruano, Isaac del Vando
Villar, Rivas Panedas, Adriano del Valle, Antonio Espina, Rogelio Buendía y un largo a
a
769
etcétera. Sin embargo, es de notable interés destacar las influencias más cercanas de los
Tal y como anunciaba Cansinos Asséns, la nueva lírica europea formaba parte del
que a su vez forjaría los escritores de los primeros ismos de vanguardia Max Jacob, Jules
Morand, etc. que el público español pudo recibir gracias a las traducciones de Cansinos
obras de los futuristas arraigaron en las revistas ultraistas, junto a los del movimiento
José Luis Bernal, “la esencialidad artística, que prescinde del sujeto, del motivo, por mor de la
valoración en sí mismo del objeto artístico; principio este destacado a su vez en todo su valor por
pervivencia del movimiento quedaba clara en la publicación del manifesto “El futurismo
los gritos fUturistas de Tristan Tzara. El prosista Antonio M. Cubero escribiría que una
de las intenciones de los hombres ultraistas era la visión de una ciudad en plena
La ciudad es su vida más leal, es el deber El oficio (la máquina, transportes,...). El ultraista es
el hombre ubicuo que se arrastra por la ciudad y que vuela solitario en interminables u.
interrogaciones... “ (87).
a
destacar los famosos poemas: “Canción del autómovil” por Marinetti, “Canción del u
aeroplano”, por José María Romero, “El teléfono” por Pedro Olmedo Zuna,
u.
“Cinematógrafo” por Pedro Garfias o las obras diversas de Guillermo de Torre (88).
u.
expresiones, entre otros, de Rafael Lasso de la Vega, quien manifestaba que “DADA”
u.
era “única expresión del hombre moderno” (89), en César González de Ruano, en Joaquín
Edwards Bello o Eugenio Montes, pero, sobre todo, en Guillermo de Torre, quien se
a
771
revista 391 a cargo de Francis Picabia, gracias a la ayuda de Josep Dalmau, quien se
convertía en uno de los embriones directos del dadaísmo que Picabia importaba de
Zurich, noticia que recogería en 1920 el diario madrileño El Figaro: “Durante la guerro, el
mismo Picabea (sic~), con Maria Luarencín ~ nada menos, habían lanzado su revista ‘193 (sic,), u
otro número, que no era más que el de su casa en la Avenida de la República Argentina. Picabia hacía
dibujos geométricos, que eran como esqueletos de máquinas, y un escrito judío reproducía las
divagaciones de Ma Jacob y de Juan Cocteau. Pero todo aquello no tuvo eficacia. Aquellos señores
no amaban más que a los franceses de las heroicas abnegaciones. ‘Je m ‘en fiche, moi, de 1 ‘Alsace
Lorraine’ -nos decía Picabia-. Naturalmente, nosotros reproducíamos el A m ‘en fichisme’, pero
de mano de 1917, los demás en Nueva York (núms.5, 6 y 7), Zurich (núm. 8) y Paris
(núms. 9 al 19). El siguiente contacto de Picabia con Barcelona seria también por
mediación del galerista Josep Dalmau, quien publicó en la ciudad condal el primer libro
de poesía del poeta Cinquante-deux miroírs (octubre de 1917); más tarde, en 1922,
con la ciudad parisina y los corresponsales culturales allí destinados recogieron los
hechos más significativos. Sus digresiones, las desavenencias entre sus miembros así
u.
como sus adhesiones fueron motivos para proclamar la muerte del dadaísmo para
quienes el propio dadaísmo constituía uno más de los múltiples movimientos que la U
capital parisina engendraba desde primeros de siglo. Las primeras alusiones aparecen en
u
la revista Grecia tras la aparición del manifiesto ultraista por Isaac del Vando Villar (30
u.
de junio de 1919); al mes siguiente en la sección “Antología”, Guillermo de Torre
comienza sus artículos sobre Tristan Tzara; en “Novísima lírica” sobre Francis Picabia y,
u.
poco después, en noviembre, Rafael Lasso de la Vega publicaba una pequeña Antología
U
Dadá.
Entre otros escritos, hasta entonces, los dadaístas Izara y Picabia habían U
publicado los núms. 5, 6, 7 y 8 de 391; el núm. 45 de Nord-Sud de Tzara que además lee
U
el Manifiesto Dadá en 1918; en marzo se publicaba el núm. 1 de Liltérature fundada por
Aragon, Breton y Soupault y en mayo de 1919, los núms. 4 y 5 de la revista Dadá que u.
dirigía en Zurich Tzara, en el que se incluía la “Anthologie Dada” de la que se haría eco
Un
Cansinos Assens en Cervantes (agosto de 1919). Pero seria en 1920, cuando a través de
u.
u’
a
773
esta revista César A. Comet diera cuenta a los madrileños del boletín Dada, el númó. en
el que Tzara enumeraba a los “Présidents Dada”, entre los que mencionaba a conocidos
Guillermo de Torre e Isaac del Vando Villar, además del chileno Huidobro y el catalán
reconocimiento para el movimiento español que veía cómo poco a poco se desplegaba
hacia el exterior. Este fue el inicio de un proyecto, el de los ultraístas, que tenia puestas
investigadores como Hans Richter y Anuro Schwarz (91) consideran al ultraísmo como
un nexo del dadaísmo. En esta problemática estamos de acuerdo con Juan Manuel Bonet
(92), quien apoya la actuación individual e independiente del movimiento ultraista con
respecto al dadaísmo.
cuanto tuviese relación con los medios de expresión de vanguardia europea. De esta
manera se encontraron, como estamos viendo, con la llegada del dadaísmo a París,
noticia que recogieron no sólo los ultraistas sino algunos periódicos madrileños e,
incluso, bilbaínos. Los hechos se remontan a las primeras revisiones que periodistas
después de la guerra y que será, precisamente, el detonante para que un grupo de jóvenes
defensa.
774
u.
Torre, se pone, después de lafirma de Redactor de las revistas españolas d ‘avant garde -propulsor del u.
y 1’. Dermi... El delegado en España del Pontijice Tzara tiene la palabra... “ (93).
u
u,
del movimiento dadaísta. Los incidentes verbales comenzaron en una serie de artículos u,
La prueba de este error lo mostraba en el mismo periódico, unos dias después, mediante e
atendrá a la costumbre confraternal que permite rectificar los errores de prensa, y que usted tendrá la
No sólo yo no soy DADA, sino que me he colocado desde el principio en una actitud netamente
a
hostil contra los que han inventado o lanzado esa palabra tan insignificante como heroica. Yo me he
señalado bastante como campeón de la ‘creación artística’ y del esfuerzo, para que nadie pueda u,
suponer siquiera que yo apruebo un Movimiento (2) de deliquescencia que no comprende -o poco
menos- sino mozalbetes cuya impotencia se manifiesta periódicamente en la imitación de las obras e
e
.775
l’Oeuvre de París, en donde se agrava la discusión sobre la paternidad de dadá, que para
la opinión pública tanto en Zurich, París y Berlin debía ser atribuida de Tristan Tzara.
Dicho suceso sirvió para que Gómez Carrillo proclámase la muerte del dadaísmo, quien
relataba el episodio, aunque aún faltaban cuatro años para que su muerte se hiciera
oficial, anunciada en Le Mouvement accéléré, folleto publicado por Paul Dermée. Este
suceso también tite recogido por la prensa bilbaína a través de diario vasco Euzkadi (95).
no ha muerto de noble vejez . como las grandes escuelas burguesas, ni tampoco de las
heridas recibidas en violentas luchas contra elementos opuestos... Ha muerto asesinado, o mejor dicho.
ajusticiado por el ridículo, que es, en literatura, la única arma que mata de una manera definitiva... Y
el rey Dadá que según subditos españoles había de conquistar al mundo, ha salido de París así, a
coups de balain’. corrido, maltrecho, aturdido por la épica carcajada de los parisienses, para ir a
La gran batalla se dió pocos días ha, en la sala del Teatro de 1 ‘Ouvre. Las invitaciones iban
El arte vale más caro que el salchichón, más caro que las mujeres, más caro que todo.
Dadá no pide nada, nada, nada, nada; lo que hace, es para que el público diga: ‘no
comprendemos nada, nada, nada; los dadaístas no somos nada, nada, nada; ciertamente, no llegaremos
Otra de las noticias que con más interés recogieron las crónicas literarias
madrileñas fue la del festival dadá celebrado, el 26 de mayo de 1920 en la Sala Gaveau
de París. No era para menos, los espectadores se encargaron de tirar, entre otras cosas,
776
Dada U
u.
A] mismo tiempo, El Sol publicaba un artículo dedicado íntegramente a la
e
literatura dadaísta, en el que se hace referencia al origen infantil del movimiento, patente
en su propio nombre y en su relación con otros lenguajes primitivos, así como la
a
vinculación y adhesión con España (98). Este sentimiento infantil que experimentaban los
e
dadaístas procedía, principalmente, de la admiración por las sociedades primitivas, a
través de las cuales se llegaba a un deseo de pureza e inocencia que también se e
“Apestan a café, a tabaco y whisky. Son como esas cortesanas que en Carnaval se visten de a
niñas y salen por la calle saltando a la comba y lanzando gritos de adolescente. No engañan a nadie.
a
Se las conoce demasiado; son figulinas, todo lo deliciosas que se quiera, pero que no pueden enseñar
candor a las nietas ni pureza y abnegación a las madres... En el fondo todo es retrogradación.
a
cansancio, incapacidadpara seguir la marcha de los tiempos...” (99).
manifiestos dadá por el nombre de GAGÁ (100). En diciembre Jorge Luis Borges, desde
a
a
777
de las crónicas dadaístas en los diarios, las revistas ultraistas destacan varios hechos que
muestran una vez más ese deseo de introducción y participación en los movimientos de
vanguardia. En primer lugar, durante las primeras semanas del año, desde el Café
Colonial, Borges, Correa Calderón, Pedro Garfias, Tomás Luque, Eugenio Montes,
Tristan Tzara, cuya finalidad era su publicación en la recién creada revista de Picabia
En segundo lugar, ese mismo año Guillermo de Torre envía a Tzara un modelo
de su fallida revista Dadaglobe y, finalmente, éste mismo actuará por vez primera,
manifiestos Zurich. 1916-1919” (103); en febrero, escribirá sobre “Gestos y teorías del
adhiere junto a los poetas madrileños a la causa dadaísta: “Estoy al corriente de la revolución
lírica Dadá por Huidobro, Onillermo de Torre, Cansinos Assens y Lasso de la Vega. Toda la juventud
Al mismo tiempo se hace público que durante el mes de abril en la decoración del
timbrado del movimiento dadá aparecerán como sede central París y como sucursales
778
extranjeras Berlín, Ginebra, Roma, New York, Zurich y Madrid, además de anunciarse
Proverbe y 2. Esta era una forma más de la adhesión del movimiento ultraista al dadaísta
y de su carácter internacional.
u
En marzo de 1921, Guillermo de Torre publica bajo inspiración de su nonata
Parisina (28 de enero de 1921). Con vocación ciertamente dadaísta, Guillermo de Torre
U
proclaina un sólo foco de acción: el yo. El individualismo que defendía dadá está
presente en el escrito de Guillermo. Tzara, Picabia y otros habían proclamado con sus U
vanguardia, sinteticemos nuestro augural alarido que desvirgará los horizontes intactos... Cultivemos, u,
potencias peculiares aguerrídamente. Por encima del uníformismo grisáceo imperante, allende los U
dadaístas, los llamados “dadás núcleo” dirigídos por Tzara que se decantaban por el arte
a
abstracto y los “dadás cascarón”, capitaneados por Ricard Huelsenbechk dirigidos hacia
la política sino que, ahora, Picabia se distanciaba del dadaísmo rompiendo sus lazos con a
Tristan Tzara ya que para él el movimiento duró hasta 1918 acreditándolo en la primera
a
pagina de Comoedía (107). En agosto se realizaba la crónica del “Salón Dadá”,
a
779
telegrama “Podebelle”.
Como vemos, muchas de las discrepancias dadaistas llegaron a los oídos de los
las defensas del espíritu moderno” propuesto por Breton. El primer anuncio de dicho
Auric; Andre Breton, director de Lirtérature; los artistas Robert Delaunay, Fernand
La noticia llegó a España tan sólo quince días después, en el núm.22 de Ultra
fue un fracaso porque la ruptura entre Breton y Tzara se hizo patente. La reunión en la
julio de 1922, Emile Malespine inaugura el primer número de la revista Manométre que
llegaría hasta 1928, y en la que Guillermo de Torre figurará en 1925 como miembro de la
redacción.
780
sarn mére. Allí en grupo se encontraba el reducto dadaísta español, Guillermo de Torre,
E.
Lasso de la Vega y Joaquin Edwards entre otros que rechazaban que el dadaísmo habia
Otro de los aportes extrar~jeros fue la lírica expresionista que tanto se ocupó de la
visión catastrófica de la guerra. Apareció en las revistas ultraistas, a través de las noticias
de Jorge Luis Borges, calificado por Guillermo de Torre de “expresionista concen frado”
e
(109). Éste, quien durante los años de la Gran Guerra se había refugiado en Suiza, lugar
e
escogido por muchos de los escritores alemanes, en donde entró en contacto con ellos
(110), se encargó de traducir y producir algunas poesías expresionistas. Las primeras a
1914-1916 (ocubre de 1921) publicada en Berlín y, por último, se reciben entre otras la
a
781
gran medida, la herencia del movimiento europeo. Estuvo protagonizado por Guillermo
de Torre y sus contactos con los vanguardistas más avanzados como Tzara, Peiper, y
otros muchos como apunta Juan Manuel Bonet (111), sin olvidar su expansión por
Hidalgo, Norah Borges, Manuel Maples Arce, Germán List Azurbide, José Juan Tablada,
Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas, Jean Charlot, Germán Cueto, Leopoldo
Pereda Valdés; en Perú con Carlos Oquendo de Ainat; o en Chile mediante Joaquín
Edwards Bello, Salvador Reyes, Alberto Rojas Jiménez, Zsigniond Remenyik, etc (112).
vanguardia en la capital madrileña, el término “ultra” tite la única esperanza real para el
afirma Eugenio Carmona, tite “el primer, y único, movimiento que se produjo en España a lo
largo de toda la historia del Arte Nuevo” (113), todo ello sin olvidar las actuaciones de la
mismo proceso fue el que adoptaron para su incursión en las artes plásticas españolas,
puesto que un movimiento literario que quisiera equipararse a alguno europeo necesitaba
o el dadaismo. Nos encontramos, pues, con el primer grupo con aspiraciones nacionales u’
e internacionales, tanto literarias como artisticas, de hecho veremos que la mayor parte
u.
de los componentes en el campo de las artes plásticas son extranjeros, Jahl, Paszkiewicz,
u.
Barradas, Norah Borges, etc.
El carácter de libertad e independencia que proclamaba el ultraísmo sirvió para
atraer a los propios artistas aunque, a veces, seria el mismo movimiento quienes les
u.
reclamara en su peculiar provecho, como es el caso de Rafael Barradas. Este sentido
simbiótico contribuyó a la desaparición, por primera vez, del viejo mito de un concepto —
de arte que se unía por sus nacionalidades; es decir, la agrupación de las obras artísticas
u,
se reunían según su lugar de procedencia. El caso más común o más conocido fueron los
envíos a las exposiciones nacionales de Bellas Artes, en donde se hablaba del envío vasco
1920 nacido, precisamente, del descontento ante la Exposición Nacional de Bellas Artes
de 1917, surgieron las primeras voces Mateo Inurria, Angel Ferrant y Juan de la Espina
-
e
e
u
783
Escultores surgió con ánimos de libertad e independencia artística, valores que muy
ultraistas de primera hora, como el polaco Wladyslaw Jahl o el español Vázquez Díaz
París. Pintura mediocre, cientos de artistas. Sobresalen Daniel Vázquez Díaz, Solana y Gustavo de
No hubo más remedio que esperar a otro nuevo intento, el protagonizado por
cinco miembros ultraístas - Vázquez Díaz, Delaunay, Rafael Barradas y los poetas
Vando Villar y Adolfo Salazar -. Sin embargo, se quedó tan sólo en un intento, el de
crear el Salón de los primeros independientes en España: “Se han reunido en Comité los
artistas Vázquez Diaz, Delaunay, Vando Villar, Salazar (D. Adolfo) y Barradas, con objeto de poner en
práctica la idea de organizar una exposición de todas las manifestaciones del arte.
Tenemos entendido que la citada Exposición verificaráse muy en breve, y los organizadores
publicaron un manifiesto exponiendo sus ideas, y en el cual figurarán los nombres de los que
fracaso del Salón de Otoño: “El otro suceso a que nos referimos es la constitución de una
Sociedead de modernos. Bien venida sea. Nos complace mucho más que el canto de cisne fortunista Al
j2ny a la postre, son más garbosas y entretenidas las ‘cargas’ de ‘El reflector que las pomposas
784
funciones de cualquiera cofradía de agonizantes. Además, esta nueva Sociedad, llevada con buen tino.
u’
podría alfin conseguirformar una Sociedad de artistas verdaderamente independientes y hacer que se
prolongue en Madrid el reguero de inquietudes estéticas que nos trajo fortuitametne la guerra, y que u’
diciembre de 1920, tenian relación directa con el ultraísmo. Precisamente, ese mismo mes
U
acababa de inaugurarse la revista ultraista Reflector, dirigida por José Cina y Escalante y
otros, los nombres de los siguientes colaboradores: Barradas, Adolfo Salazar, Vázquez
U
Díaz y Vando Villar. Menos la participación de Delaunay, todos ellos eran los que
u,
proclamaron el primer salón de independientes. La relación que les unió tite el seno
ultraista que continuó durante y después del movimiento. Adolfo Salazar era aparte de
a
musicólogo y compositor, poeta ultraista y crítico periodístico; Vando Villar, además de
a
poeta ultraista, llegó a publicar un manifiesto ultra en la revista Grecia <junio de 1919) y
a dirigir su propia revista, Tableros, que también ilustraría Barradas; éste último se
aproximan auna de las primeras maniobras ultraistas en la que se intentó aunar el espíritu
a
ultra que no era otro más que la acogida de todas las manifestaciones artísticas en
e
España. Se trató del primer proyecto artístico de un movimento organizado de
vanguardia en España que no dió sus frutos y tuvo que esperar hasta 1925, momento en
a
que veremos de nuevo en el comité a varios de ellos: Barradas, Adolfo Salazar y
e
e
785
ultraísmo, es decir, las diferentes trayectorias plásticas de estos artistas, lo que hizo del
ultraísmo un movimiento organizado a través del cual podían manifestarse. No existe una
estética o una plástica propiamente ultraista, sino que se trata más bien de una tendencia
que bajo el apelativo ultra englobó los diferentes modelos pictóricos de los artistas más
obras de aspecto externo muy semejante, que seguirían los más jóvenes que habían
convivido con ellas, como Bores, Pancho Cossío, Santa Cruz, Sáenz de Tejada, Maroto,
Guezala, tjcelay, Alberti, Francisco Mateos, Luis Huicí, Francisco Miguel, Ramón
individuales bajo un mismo denominador común, el arte de vanguardia, como las que
hemos visto en otros apanados, las de Celso Lagar, los íntegros, los polacos, los
Delaunay, Vázquez Díaz, etc. El papel del ultraismo tite aunarías en un grupo
aquellas tendencias de vanguardia que desde 1915 pululaban por Madrid. El tesón que
embargo, aquélla carecía de una unidad que, al mismo tiempo, la hacía ser más libre, por
786
ello sus principales miembros se caracterizaron por una unión independiente que rompió
e
con lo anterior. Como grupo quisieron mostrar una estética moderna aunque para ello
cada uno seguiera su propio camino, independientemente de las influencias que tuvieron u’
sobre neófitos ultraistas de última hora como Alberto Sanchez o Dalí a través de
u.
Barradas, o Bores mediante las xilografias expresionistas de Norah Borges.
u’
Esa propuesta ultraísta de establecer una plástica acorde al movimiento tan sólo
u.
Madrid (28 de enero de 1921); los carteles anunciadores de Jahl pegados en la carrera de u’
San Jerónimo para la segunda velada en el Ateneo (30 de abril de 1921); la exposición
u.
privada de los pintores Santiago Vera y Ruth de Velázquez en su casa madrileña (mayo
a
787
la celebración de una Exposición de Arte Moderno organizada por la revista Ultra que
tendría lugar en el mes de marzo, exhibición de la que no existe ninguna noticia más.
literario como artístico, consiguió sus objetivos de abrirse camino al exterior gracias alos
miembros extranjeros que tenían sus contactos en el exterior como los hermanos Borges,
los esposos Delaunay, los artistas polacos o los corresponsales en el exterior: “El
consideró, como ya hemos visto, miembros de la lista Dadá; se impulsé el ultraísmo hacia
tierras latinoamericanas como Argentina, Uruguay, Perú, Chile, etc.; en Paris tuvo su
sede a cargo de Majan Paszkiewicz, quien representó al ultraísmo dentro del Congreso
Peiper; en Italia la revista Poesía de Milán presentaba a los poetas del ultraísmo a cargo
revista Seccion (agosto 1922), incluso, en Lyon, Manométre contó con la participación
conoció no sólo sus puntos neurálgicos como Sevilla, Madrid u Oviedo, sino que
extendió por casi toda la Península; en el Pais Vasco a través de sus referencias hacia el
Carmona (119), creemos que se trata, como afirmaria poco después el mismo historiador
(120) de una “cohabitación” entre dos tendencias, la vanguardia y el retorno al orden,
pero no sólo en el ámbito europeo sino dentro del propio movimiento ultraísta aunque a
e.
partir de 1923 se iniciara una fase de desprestigio hacia el ultraísmo.
Este nuevo clasicismo que en Europa tiene sus orígenes en los primeros años de u
la Gran Guerra, en España se puede constatar desde 1917 con la estancia de Picasso en
e
Barcelona para acompañar a Olga Kokiova que actuaba en los Ballets Rusos en su obra
Parade. En junio, Picasso se encuentra en Madrid, ciudad que abandonaría poco después u.
tras la celebración del banquete que Ramón Goméz de la Serna y algunos amigos le
a
organizaron, entre ellos, miembros ultraistas como Cansinos Assens, artistas como
u
Bartolozzi, Zamora, Fresno, Bergamin, Echevarría, Penagos y críticos como Manuel
Abril y Juan de la Encina. En Barcelona permanecería seis meses, durante los cuales u.
trabajó, principalmente, en dos corrientes: una figurativa con inspiración clasicista y otra
u
basada en registros de un cubismo tardío, allí recibió una comida homenaje junto a
Ramiro de Maeztu, acto que quedó reflejado en las páginas de VeIl ¡ Noii. Pero lo más u.
importante de su estancia flie, sin duda, sus posibles ‘mfluencias en el arte catalán
u.
respecto al nuevo clasicismo y frente a las tendencias de vanguardia de primeros de siglo
u
789
Laurencin, Gris, Le Fauconnier y Agero, el pIanista Celso Lagar, los simultaneistas Jos
Delaunay, los fauvistas Otto Weber y Van Dongen, los rusos Héléne Grunhoff y Serge
la fuerte corriente noucentista. Sin duda alguna, para ésta última fue un acto
que a través de publicaciones, como la revista Veil i Noii se encargaron de lanzar los
primeros ejemplos como el retrato a lápiz de Ambroise Vollard realizado por Picasso con
una línea muy ingresca (Julio de 1917), trayectoria que continuó en los años siguientes,
como en julio de 1920, cuando André Thérive dedica un artículo al pintor O. Coubine
(121).
publicaciones extranjeras que los directores de las revistas ultraistas recibían, al tiempo
que anunciaban el proceso de cambio que se producía en Europa en sus propias páginas.
Durante la crisis postbélica e incluso antes, el arte de las vanguardias había sido
sustituido por tres frentes pictóricos que tenían en común la recuperación del objeto o la
figura pero cada uno de ellos de una forma distinta: la pintura metafisica italiana, el
busca una realidad con caracteres oníricos que tiene sus orígenes en las obras De
Chirico, realizadas en París antes de la Gran Guerra. Esta opción italiana tendrá dos
790
centroeuropeo y otra, llamémosla más nostálgica, que incurre en aspectos del arte del
U
su obra puede llamarse clásica, dando a esta palabra el sentido de su origen latino
a
classicus, que significa perteneciente al primer orden... Desde el impulso de los futuristas, la pintura
italiana no había hallado una expresión bastante poderosa que igualase los esfuerzos de la nueva
u.
pintura francesa. En la obra de Georgio de Cherico (sic) se afirma hoy esta expresión en el despliegue
de un lirismo nuevo, en el cuadro sólido de una seriedad dantesca, en el peso de una materia a
iluminada, donde la soledad, la fatalidad y el equilibrio encadenan su pintura a través del tiempo a la
u.
de la gran tradición italiana... Después de 1914, De Cherico (sic) ha descubierto nuevos y más vastos
la revista L ‘Espr¡t Nouveau fundada en 1920, que recibían las publicaciones ultraistas u.
como Ultra.
u
Al hilo de estos hechos, en marzo de 1920 Cosinópolis, la revista ultraista abierta
a
791
destitución del cubismo por nuevos procedimientos de los artistas franceses como M.
Metzinger, Lhote, Gleizes, Léger, españoles como Juan Gris o Celso Lagar y otros
(124). Dos meses después, la misma revista ofrecía a sus lectores una interesante crónica
sobre el nuevo arte en París reflejando la vuelta dada por los artistas hacia tendencias
el que aparecían cuatro reproduciones, dos de cada uno de ellos. Guillermo de Torre
el equivalente plástico, ordenando en un sentido siempre arquitectural los planos y volúmenes, con un
arlequelín con un trazo muy ingresco, al que enfrentaba con un dibujo tardocubista: “Su
Latrec ~sic~,de Matisse a Ingres... Su obra abarca grandes segmentos del Irte antiguo y del Arte
e
genuinamente contemporáneo” (127).
perspectiva exacta del nuevo Arte, sus matices peculiares, sus espejismos fugaces y sus elementos u
genuinos y permanentes que abocan a unas metas definitivas. Los axiomas teóricos en que cristalizan
U
sus inquietudes, revelan el anhelo esencial de enlace auténticamente tradicional, y la preocupación
reconstructiva de los volúmenes compenetrados y simultáneos en el espacio, que posee a los pintores
u
cubistas. Ellos, en su reacción frente a los impresionistas, han relegado los problemas de la luz y del
según una regla de creación supraobjetiva. De ahí que en Poussin, David e Ingres fijen los cubistas sus
a
anhelos de retorno hacia la pura tradición lineal y la síntesis primitivista” (128).
a
La consecuencia de estas crisis de valores de las vanguardias europeas de
u
primeros de siglo seguía llegando a Madrid, principalmente a través de dos teóricos
ultraistas, el pintor y escritor Majan Paszkiewicz y, como hemos visto antes, Guillermo e
de Torre. El primero, residente en Madrid desde la década de los años diez, intervino en
a
la Exposición de pintores polacos prologando, como ya se ha dicho, el catálogo e
1921, dando una conferencia sobre el arte viejo y nuevo, en la que asumia la pintura
u.
a
a
793
purista francesa: “La pintura de hoy, y hablo, claro es, de ‘extramuros de la Academia, se desarrolló
sobre la base teórica del purismo, pictóricamente plástico. Es un nuevo horizonte y un nuevo motivo
para querer el arte pictórico, este imperativo de una pi ntura pura” (129).
la revista Ultra le organiza un banquete en el restaurante Oro del Rihn (28 de abril) al
que asisten Rivas Panedas, Jahl, Lasso de la Vega, Humberto Rivas, Vázquez Díaz,
Barradas, Arizmendi, Puche, López-Parra, César A. Comet, etc... Desde París llegarán
sus opiniones sobre los nuevos rumbos de la pintura; su libro Promenades d’un ver
solitaire publicaba: ‘El cubismo reaccionó visiblemente y sin rodeos contra el impresionismo. Pero
ahora se está reaccionando contra el cubismo, fusilándose en el doble sentido de la palabra. El sentido
para señalar las direcciones y la defensa del arte moderno. A finales de año escribe en
Horizonte varios artículos en los que, de nuevo, aparece su visión sobre la pintura pura,
Vertical de 1920 y en escritos sobre las vanguardias, sobre todo sus constantes
referencias al dadaísmo, gracias a sus amigos Norah y Jorge Luis Borges, quienes habían
tenido contacto con algunos de ellos en su estancia de Ginebra. Ahora, en 1921 recogía
las crónicas de la famosa revista del retorno al orden L ‘Espr¡t Nouveau, donde aparecen
los estudios de Cézanne, Seurat, Picasso, Greco, Paul Dermée, Ozenfant, etc... (132).
794
páginas ultraístas nos encontramos en 1921, con la revista de Juan Ramón Jiménez, —
Índice, abierta a aquellas corrientes del momento pero con una clara tendencia al nuevo
a
clasicismo: “revista literaria mensual, que aspira a congregar los valores más puros y prestigiosos de
las generaciones antecesoras, en la unión de las figuras. Tendencias juveniles serias y avanzadas de U
hoy” (135). Muy claras fueron las preliminares y, ya en el núm.2, Adolfo Salazar escribía
u.
desde París sobre el “retomo al orden” de Picasso y el peligro que acechaba a la pintura
moderna si caía de nuevo en una pintura de asunto pero los indicios de este giro
aparecen también en su núm. 4, en las palabras de José Bergamín (136), quien alude a la
u.
cubista. La evolución de ese proceso tiene, a ¡ni juicio, una clara lógica... Un salto de tigre: el Ingres u.
hipertrofiado que ahora le brota a Picasso como una erupción, no sino el romper tumultoso de todas
esas privaciones anteriores. Cerrado el círculo del impresionismo, cancelado el cubismo cuya U
a
795
evolución le lleva a las normas fradicionales, se piensa que tras de la construcción, tras de los valores,
tras de las calidades viene el carácter, la busca del perfil y del sabor de época. ¿Estará la ‘anécdota’
detrás? Si se vuelve de nuevo al ‘objeto’, a que éste no sea indiferente, volverán a imperar los criterios
Parisiana algunos detractores declaran la muerte del ultraísmo, aunque los ultraistas
revista Ultra:
‘Un ultraista dijo una vez en una revista del género ‘ultra’, hablando de un aeroplano, que
era un ‘ventilador nómadas, y otros poetas de esta ‘secta’ dijeron millares de veces cosas de ese
calibre. La gente ‘vulgar’, que no está iniciada en las exquisiteces de los ultraistas, ha reido locamente
¡Y pensar que ya esta escuela es vulgar al lado del ‘dadaísmo’, última novedad literaria!
Cuando se enteraron los madrileños trasnochadores de que los ultraistas daban una velada en un
parque de recreo madrileño se regocijaron pensando en el rato de risa que les esperaba; pero ¡Oh,
decepción! los concurrentes no pudieron reírse. La mayor parte de lo que se recitó lo entendían. Los
versos de López Parra, por ejemplo, sólo tenían de ultraista el nombre, y así los de todos los recitantes.
Lo único que no entendió la gentefue una poesía de Lasso de la Vega, ¡pero es que la leyó en francés!
El ultraísmo se habia convertido para muchos en “una joya de latón que tiene
engarzadas perlas auténticas, perlas falsas, garbanzos, alguna turquesa, pepitas de melón, adoquines
de todo” (139). Sin embargo, uno de los precedentes más significativos fue la aparición en
este año (1921) del libro de Cansinos Assens El movimiento VP. Allí, el autor realiza
796
una crítica al ultraísmo en forma humorística a la vez que se desligaba del movimiento.
e
El mismo se autocalificó como el “poeta de los mil años”, además de otorgar otros
nombres a los miembros más destacados como “Renato” a Huidobro, “el poeta rural” a u.
Xavier Bóveda, “Sofinka Modernuska” a Sonia Delaunay, “el poeta más joven” a
u.
Guillermo de Torre, etc... Este último censuraría la obra de Cansinos argumentando que
e
era “una malograda farsa novelesca de aíre satírico, contrastes humorísticos e intención
desconocida... Se halla escrito en el estilo de ‘pastiche ‘mixtificadory, precisamente, la simulación y la
a
apropiación de elementos ajenos que esto modo implica, es más bien una ofensa” (140).
A finales de 1921, Ultra publicaba algunos de los párrafos que Ortega y Gasset
u
había leído en la Cripta de Pombo sobre los orígenes de las primeras vanguardias y su
posterior desarrollo en el ultraísmo, al tiempo que surgía una generación basada en los
principios de una tradición renovada (141). El clasicismo comenzó a ser aquella palabra u.
que miraba al pasado desde una visión moderna pero que venia a sustituir a lo
u.
ultramoderno. Las crónicas sobre el “retomo al orden”se hacen cada vez más frecuentes
además, a Juan Ramón Jiménez como el nuevo visionario de la lírica clásica española,
Siguiendo los hechos por orden cronológico, en 1920, Juan Ramón Jiménez
a
ofrecía su confianza al joven artista, Benjamín Palencia, un año después se la había dado
a Vázquez Díaz prologando y defendiendo su arte en su Exposición de la Biblioteca
u.
u.
797
cJasicismo. También por estas mismas fechas Palencia participaría con otros dibujos en la
revista Horizonte. Uno de los acontecimientos más significativos que mostraba la muerte
mediterráneo.
a desligarse del ultraísmo y coinciden con los enfrentamientos entre Guillermo de Torre y
tarde, en Alfar. A pesar de que eran los revistas más tardías del movimiento, la segunda
según, las palabras de Victor O. de la Concha pretendía “aun cuando no lo diga inicia/mente
reimpulsar el movimiento de Restauración Cultural Gallega. Esta aparecía por entonces demasiado
cerrada sobre sí misma, en una tendencia centrípeta, arqueológica y folklórica” (143). Ronsel
apareció cuando el ultraísmo estaba dando sus últimos coletazos, al mismo tiempo que
cabo un eclecticismo que acogiese todas las tendencias, escogió el nuevo camino del
clasicismo que, por otro lado, se ligaba más a la cultura gallega. Por ello, no es de
clasicista de Mateo Inurria que por cierto, también había sido ilustrado en la Renovación
u
madrileña (25-7-1918) o la crítica del libro Madrid callejero de Solana, definido como
u.
(144).
“el pintor, el escritor más veraz de España y quizás por eso su artista más representativo”
En el núm.2 se publicaba un dibujo de Barradas, El posadero del Olalla, fechado
galega, de Angelo Johan; Retrato de Pío Baroja, por Alvaro Cebreiro; Padre e hijo
u
paseando por las afueras, de Luis de la Casa; Juerga flamenca, un grabado de Norah
Borges, y Demudo, de Benjamín Palencia con claras alusiones a un arte más purificado u
desaparecen de la escena artística. Este nuevo “retorno al orden” buscará sus propios
modelos en la plástica española, así por ejemplo, Joaquín Sunyer, máximo representante u.
en su día del noucentisme catalán pasa a ser uno de los modelos preferidos para los
e
jóvenes artistas; también Daniel Vázquez Díaz y escultores como Mateo Hernández y
Victorio Macho, al tiempo que surgían los jóvenes seguidores de estas teorías Gabriel a
e
799
García Maroto, Gregorio Prieto, Ucelay, Benjamín Palencia, Dalí, Arteta, Ferrant, etc.
movimiento ultraista de una manera muy efimera. En el caso de Lagar estuvo, incluso,
presente antes de la aparición pública del manifiesto ultraista en enero de 1919. Cansinos
manera que esta relación entre Lagar y el ultraísmo pudo tan sólo ser un conocimiento
personal entre uno y el otro. Así podríamos hablar de una conexión entre “ultraísmo y
ultraísmo, Assens apelaba a todos aquellos grupos tanto líricos como pictóricos que
fechas, en noviembre de 1918, como visto se encontraba expuesto en los salones del
Ateneo madrileño. Por ello, no es de extrañar que el poeta escogiera el planismo como
una tendencia más de vanguardia. En sus alusiones a estos ismos se podía apreciar la
símbolos reales como eran las fábricas, los aviones, los puertos, las ruedas, etc. que
debieron ser los principales elementos para esta incursión en la poética ultraista. Sin
800
el que se adhería a su planismo. Es, precisamente, el mismo joven quien, tomando las
u
casa
“Si entra un burgués me dice:
Perdone le respondo-
- U
Cuando él se marcha u
yo todo sejustifica
-
de la necia visita
e
desagravio, contrito,
a la mesa y la silla u.
u.
u.
sol
es tu casa!’ Se habita
En mayo de 1919, Cansinos publica un articulo bajo el nombre “La nueva lírica”
donde establece los primeros lazos del ultraísmo con el creacionismo francés de Vicente
dicho, se hallaba el estudio de Celso Lagar. Allí pudo ver, y quizás conocer a Paul Fort,
poeta del que, también, llegaron noticias suyas al ultraísmo (149), a Max Jacob, Picasso,
“Entre El espejo de agua y Horizon Carré, median seguramente los influjos de la iniciación
parisiense del poeta en exaltado y cosmopolita cenáculo de la Closerie des Lilas, donde se reunían
arti stas del verso y del pincel, cubistas, planistasy toda clase defauves” (150).
Otros poetas ultraistas recogieron el término “pIanista” para sus poemas. Quien
más utilizó dicho término fue Guillermo de Torre quien debió conocer aLagar en Madrid
se iluminan sonoramente
u.
en la yuxtaposición pIanista
dinamismo curvilinial u.
y en el vórtice nouménico
e
803
de cerebrosy automóviles
Poco después, en la misma revista escribía sobre el arte de Vázquez Diaz, cuyas
formas geométricas y la planitud de las mismas encajaban con el término pIanista que
también aparecería en relación con Sonia Delaunay en un poema que Guillermo de Torre
publicó en Hélices.
“Vázquez Díaz se nos aparece hoy situado en la confluencia de las corrientes post-
impresionistasy cubistas... Y este arte ha abocado así a un vértice lineal y planista... Porque el color es
un elemento sensual. Y renace sobre las plenitudes novimorfas con un ritmo primaveral, tras las frias
en la rueda helicoidaL
Fragancia fulgurante
Subversión pIanista
muchas como Grecia, Ultra (Madrid) y Cervantes, escribiría en ésta última: “Visión
En términos formales, el planismo fue lagariano pero también constituyó para los
u.
tomaron los poetas ultraístas, en su sentido más conceptual, en donde expresa una idea y
e
experimentar una impresión o un sentimiento capaz de lograr formas líricas que aspiran a
t
los Delaunay.
e
Como sabemos, la presencia de Lagar en España duró hasta 1919, fecha en la que
partió por segunda vez a París. Allí, fue olvidando su escuela pianista y adaptándose al e
nuevo orden establecido por los puristas franceses. Desde allí, llegaron a Madrid algunas
a
referencias suyas, muy pronto. Cosmápolís, en su crónica sobre “Los cubistas y los
Andre Lhote, Metzinger, Wlaniinck, Favory, etc. y a “KL Lagar, de línea sobria y
a
simplificada” (157). En 1926, sería la revista Alfar la encargada de recordar la vuelta al
Vera sí realizaron una plástica pictórica dentro de la órbita ultraista, si bien de la cual
actualmente no se conserva nada. Poco o muy poco se sabe de estos dos artistas, aunque
gracias al único articulo que Guillermo de Torre dejó en la revista Ultra se pueden
e
dilucidar varias cuestiones. En primer lugar, ambos pintores materializaron sus obras
dentro de una poética propiamente ultraista, asilo declaraba Guillermo de Torre: “Más he O
u.
u.
805
aquí que hoy han surgido, en afin actitud ultráica. dos jóvenes pintores, la señorita Rutht¡ Velázquez y
intelectuales de la vida artística. Por lo tanto, nos encontramos ante el primer intento de
intervenciones de otros artistas exponiendo sus obras en veladas ultra. Por ello, el debate
giraría ahora sobre la cuestión de si existió una plástica propiamente ultraista o, si, por el
contrario, las obras de Ruth Velázquez y Santiago de Vera que se exhibieron en Madrid
fueron la interpretación de lo que debía ser la plástica ultraista por Guillermo de Tone,
sabedor de los retornos que se llevaban a cabo en Europa. Él mismo nos habla de la
ecuación matématica que constituía su arte como el “conocimiento del Arte nuevo = en su
Dos elementos fueron los que destacó en sus obras, el color y los elementos
plásticos, a través de los que se configuraba la obra artistica. Más interesante, si cabe, es
apreciar cómo se desliga de los prodedimientos de las primeras vanguardias como son las
806
formas geométricas o las amplias y planas superficies: “Bordeando los problemas geométricos,
noviestructuraL que fluidífica la vibración armónica de sus componentes. Propenden así a descubrir las
armonías unificadoras de una síntesis vísional y plástica, no por el truco kaleidoscópico pIanista, sino
Wz
merced a los acordes tonales del color” (161). Este nuevo colorido era para Guillermo de
Torre el de Vázquez Díaz, quien hacía dos meses escasos había presentado sus obras en
la Biblioteca Nacional. El mismo De Torre había glosado algún que otro artículo sobre
e
dicha Exposición dando especial énfasis al color, asunto del que ahora se hacía más
partícipe y escribía: “Colorismo noviestructural (vértice hacia donde convergen hoy las más nuevas e
intenciones pictóricas) no significa, como pudieran creer algunos de nuestros sorollistas o angladistas,
a
fácil luminismo invasor, ni tampoco adherencia superficial de vívido cromatismo externo. Mi concepto
del colorismo noviestructural se aplica a la técnica postimpresionista de aquellos pintores que esculpen u.
o modelan los relieves plásticos de la profundidad por medio del color -así la última manera de
Vázquez Diaz, que recientemente he dilucidado-. O señala el esfuerzo de ritmizar la superficie plástica u
del cuadro, fusionando los elementos tonales y las cualidades decorativas del color. Sustituyendo la
e
iluminación del cuadro por su luz interna, que deviene así una función orgánica del mismo, según
afirman coincidentes Waldemar George en Der Sturm y Albert Gleizes en su Dii cubisme et des
a
moyennes de le comprendre.
u.
Vázquez Din representaba, en aquellos momentos, una de las vías más atractivas
para los jóvenes fistas Su pintura, de gran vocación tradicional, se depuraba con los u.
u
807
Otra de las menciones que nos ofrece Guillermo de Torre, como se vio
comprendre (1920>, en donde el pintor francés realiza una visión del cubismo desde 1908
wsión de artistas clásicos como Poussin, David o Ingres. Es evidente que la intención del
crítico the mostrar a estos dos pintores, Ruth Velázquez y Santiago Segura, como
seguidores de los caminos de un nuevo orden, que ya parecia empezar a tener efectos en
Vázquez Díaz, apoyado por Juan Ramón Jimenéz y, ahora, en ellos dos. Este seria uno
de los ejemplos donde la vanguardia y los inicios del “retomo al orden” cohabitaron
Algunas de las obras que en esa Exposición privada se pudieron ver fueron
Segura un friso mural, Alegría de la Primavera, Cristo - según la crónica, tejido por
Antes de esta exhibición privada fue el propio Guillermo de Torre, en su revisión sobre la
evolución del movimiento ultraista espailol hasta 1920, quien mencionó a Santiago Vera
“El Movimiento Ultraista Español sólo tiene, por el momento, una expresión literaria, y dentro
de ésta su más nutrido sector es el de la poesía lírica. Aisladas repercusiones como la admirabilísma
-
pintora y grabadora Norah Borges, la pianista Carmen P. Barradas y los pintores Vera y Barradas -
nos permiten augurar, empero, que pronto, al igual que elfuturismo, cubismo y expresionismo, nuestro
Arte (Jítraista podrá rotularse así ampliamente al tener una ramificación musical y pictórica, con su
trabajo sobre el arte de Julio Antonio. Respecto a Ruth Velázquez, aparte del poema que
Guillermo de Torre le dedica en Hélices (1923), los demás datos que disponemos han
e
sido recogidos por Juan Manuel Bonet (165). Así, en 1935 la encontramos colaborando
Sol de la noche (166), cuyo prefacio está escrito por Ramón Gómez de la Serna.
e
e
Una de las grandes presencias dentro del ultraísmo fue la de los esposos
Robert Delaunay titulado Paisaje con rio (167), en el que se puede leer la siguiente u
des preniiers Indépendants á Madrid”, que atestigua que aquellas reuniones, en efecto, se
u.
celebraron. A pesar de estar fechado en 1916 (168) este nuevo dato nos permiten
adelantar su verdadera fecha a los meses finales de 1920 o primeros de 1921, cuadro que u.
u.
u
809
más que la punta de un iceberg en el que coinciden, por un lado, un ambiente artistico en
el que se edita el nuevo libro de Juan de la Encina, Los maestros del arte moderno: de
sobre los pintores que exponen en la Sociedad Anónima de Nueva York Mr. Hartley,
-
José Stella, Man Ray, Patrick Bruce... (169); la crítica a Picasso sobre los ballets rusos
“Soirée en el teatro de los campos Elíseos” (170), que se estrenan de nuevo en París; la
Barradas en el Ateneo, tras abandonar Barcelona y realizar una en las Galerías Dalmau,
de forma paralela a sus primeras relaciones con Federico García Lorca, quien le va a
toda una serie de acontecimientos que se prolongarán, con el desarrollo del ultraísmo,
hasta bien entrado el año 1921, en el que se busca una plástica renovadora que englobe
todas las propuestas artísticas; recordemos que muchos de los ultraistas van a practicar
una doble propuesta artística basada en un arte propiamente ultraista y una nueva
esposos Delaunay. Esta relación tiene sus inicios en 1918, con la llegada a Madrid del
poeta chileno Vicente Huidobro, quien acababa de publicar uno de sus libros, Tour
810
Eiffel, ilustrado por Robert Delaunay. Sin ir más lejos, ya en 1919 la revista ultraista
Cervantes, capitaneada por Cansinos Asséns, dedicaba a Robert una poesía ultra -
fechada curiosamente en el “día 47 del año 1917”- firmada por Guillermo de Torre: u
un poema de Vicente Huidobro dedicado a Robert Delaunay, Tour Eiffel, que Cansinos a
madrileña Perfiles. Se trataba de una pintura al pochoir, que presentaba una figura
u.
u.
Sil
como en los poemas Tour Eiffel, Arco Iris, en su libro inédito Destrucción y
Isaac del Vando Villar o Luis Mosquera, citaron o se inspiraron en ellos como en la
movimiento literario, Rafael Cansinos Asséns, como vimos anteriormente, los menciona
El término simultaneísmo fue adoptado por la poética ultra como también lo seria
en su Manifiesto Vertical (1920), junto a otros poetas ultraistas que utilizarán con
vuelven a París en 1921, prosiguen los contactos que venían manteniendo desde España
con los artistas Philippe Soupault o Tristán Tzara o con los dadaístas, lo que supuso para
Otro de las participantes en la plástica ultraista fue Vázquez Díaz, quien marzo de
1921 muestra individualmente, por segunda vez, sus trabajos en la sala del Palacio de
e
Bibliotecas y Museos. Esta exhibición, analizada en otro apartado, puso de manifiesto
una actuación real y plástica de lo que había comenzado a llamarse un “retorno al orden”
o nuevo clasicismo. Vázquez Díaz mostraba una pintura inteligible en la que también se
e
advertían elementos acrisolados pertenecientes a las primeras vanguardias como el
Margarita Nelken o García Maroto, de una vía por la que modernizar la pintura española
e
a través de una mirada hacia lo clásico. Margarita Nelken escribía al respecto, en una
revista ultraista: e
el nuevo Vázquez Diaz aparece, junto a las producciones de su primera época, más todavía
a
que de otra edad, de otro espíritu, de una época de espíritu distante de aquélla por una revolución
total, que no admite siquiera la idea evolutiva. El Vázquez Diaz de los toreros con tendencias más o
menos exóticas -mejor dicho- exotizadas murió. Y es otro el que ha vuelto a nacer con una sensibilidad
totalmente distinta, e
aspira a una sencillez cada vez más desnuda y más naturaL Tiende a establecer cada vez más
t
geométricamente susformas, y así las sutilezas de color asiéntanse siempre en un armazón sólidamente
arquitecturado. La forma, enérgica y estable; los tonos, fundidos en una emoción muy fina y trabajada u.
La muestra no tuvo gran éxito, sobre todo, en lo que se refiere a las negativas u.
criticas periodísticas, aunque si debe mencionarse el triunfo que protagonizó dentro del
u.
grupo ultraista, al que pertenecía. Así, las últimas notas sobre la Exposición madrileña en
a
813
expuso la importancia que para el arte supone el intento de renovación - ya realizado en algunas
últimas obras - del arte de Vázquez Diaz, haciendo al propio tiempo un estudio del impresionismo y
Francés y señora, Margarita Nelken, Delonay (sic) y señora, Pino, Bacarisse, Zaragoza,
Weintuysen (sic), Falla (G.), Arizmendi, Foms, Hermoso, Angel Ferrant, Juan Cristóbal,
Zamora, J. Enríquez, Prieto, Juan Héctor, Sitio, Bartolozzi, Rivas (J. y H.), Comets,
Ibarra, de Torres (sic), Ochoa, Parra y otros, además de las adhesiones de Mariano
Beniliure, Manuel Abril, la Asociación de Artistas Vascos, Juan Ramón Jiménez, Manuel
de Falla, Gómez Carrillo, Blasco Ibáñez, etc. (175). Se mostró la aceptación por parte
del ultraísmo de una plástica con claras referencias a un nuevo orden clásico y de nuevo
madrileños como La Voz, El Liberal y El Sol. Estos dibujos tienen una doble lectura, por
un lado poseen una gran semejanza con los de Barradas o Norah Borges, constituidos
mediante líneas rectas, muy sobrias, a las que dota de un sombreado muy similar al de los
grabados de los pintores anteriores que dan una volumetría pIanista a sus formas. Esta
Bourdelle y su asimilación de formas cubistas, cezannistas o del artista español Juan Gris;
y por otro, adquieren todo el carácter clasicista de un retorno al orden, como sus
81,4
famosos retratos de Juan Ramón Jiménez, Rodin, Inurria, Falla, etc, todos ellos
u
Vázquez Diaz, Dibujos
(La Voz, Madrid, 17-12-1920) e
Fue también elogiado por Guillermo de Torre, quien estudia su obra en la revista e
Ultra (abril 1921); en este mismo número el pintor participa con una ilustración que
e
representa una volumétrica maternidad con claras alusiones a su nuevo lirismo clásico.
Otra de sus más conocidas intervenciones ultraistas fue en el libro Hélices donde retrató
a su autor, Guillermo de Torre, bajo las formas y los ritmos que otros pintores ultraistas
e
como Norah Borges y Barradas habían empleado en ocasiones. Sus intervenciones
1919 aunque, algunos meses antes, Cansinos Assens había nombrado ya alguna
a
derivación del vocablo vibracionista como vibración. Esta fecha marcaría la primera
a
relación que establece el artista con el ultraísmo aunque gráficamente tendría lugar un
año después, con la ilustración del aludido Manifiesto Vertical de Guillermo de Tone
u
u
815
la librería Mateu, relación que tendría hasta los últimos momentos ultraistas una doble
artística pero que se desenvuelve dentro de las revistas ultraistas pasando del inicial
Este proceso, que sucede en otros artistas como Vázquez Diaz o Norah Borges
caso concreto de Barradas “es, en rigor, independiente del ultraísmo, pero es el ámbito ultraista el
percibir el sutil hilo de conexión artística, que enlazan sus picturales creaciones con las últimas
tendencias europeístas, florece en nuestro espíritu una sonrisa dionysiaca de augural esperanzamiento.
Después de un abrumador desfile de presuntos cuadros museales yfrivolizantes dibujos decorativos, los
altos anhelos innovadores de Barradas y pintores afines que le precedieron en Madrid:- Lagar artistas
polacos, vascos, ‘íntegros’, etc. - se yerguen como antenas señeras. En sus lienzos aparece
diáfanamente una repercusión victoriosa, una secuencia epigónica de los propulsores port-
Miguel Romero Martinez, quien hacía poco meses había traducido la “Canción del
a
automóvil” de Marinetti y había publicado sus llamados “psicodramas líricos”; en uno de
u.
El mensaje del poeta sevillano fue muy claro para Guillermo de Torre, quien se
poemas ultraistas, aunque también hay que tener en cuenta que sus origenes se a
encuentran en el futurismo, uno de los movimientos que había tomado como espoleta el
a
Vertical, en el que Guillermo de Torre habla del “Vibracionismo cinemático”, tema que
u.
u
817
segunda, actuando para los ultraistas. Pero, entre ambas, se halla otro camino muy
personal que tiene una de sus actuaciones en la exposición del Ateneo de Madrid (marzo
1920) y, dos meses después, en las Galerías Dalmau de Barcelona. Durante la época que
época cubista (1920). Por esta relación Guillermo de Torre, ya en 1920, le consideraba
como uno de los representantes del ultraísmo artístico español, junto a Norah Borges y
de poetas del Ultra” se refería a las perspectivas vibracionistas como el aspecto más
barradianas:
ritmo motoristico! Porque así como existe milenaríamente el paisaje clásico de la Naturaleza
prepotente -escenario de vida en una época más arcillosa- ha surgido ahora, más imperativamente, el
paisaje de ciudad, el panorama de las urbes multitudinarias, y de las grandes vias hechicas, cauces por
donde fluye, goza y sufre una humanidad enfebreci day vertiginosa” (180).
origenes de su propio clasicismo que eclosionarán en 1923 con los nombrados retratos
Reflector (diciembre de 1920), con dos dibujos que ilustran los Hai-Kais de Adolfo
Salazar. Barradas presenta sus formas geométricas, líneas rectas y curvas, y pequeños
a
veces en obras anteriores como Pilar (1919, Colección Riera) o La costurera (1919,
cabe, son los dibujos del libro Máximo Gorki en elfondo de Piechkov Alexiei, traducido
e
por el ruso G. Portnof para la editorial Estrella (1920).
Barradas, Dibujo
Máximo Gorki en elfondo
u
e
819
Allí, Barradas nos muestra unas figuras rotundas, de amplias volumetrías, casi estáticas
que rompen con el espacio que las rodea, además de revelamos una de las primeras
que se hizo eco la prensa española, sobre todo en el semanario España, que nos muestra
un panorama abierto hacia aquellas tendencias políticas del momento que llegaron a
influir en el arte español. Este sentido político que denotará el arte se había relacionado
ultraísmo pero pasando por los famosos altercados entre germanófilos y aliadófilos. El
ultraísmo, incluso, nació con un espíritu de revolución que sería matizado por sus poetas,
como el citado canto a la Revolución Rusa de Xavier Bóveda. Pero no sólo los ultraistas
comenzado su citado clowismo. En los dibujos sobre la popular actriz se advertía una
smtesis de líneas esquemáticas que parecían adivinar el fUturo estilo que escondía bajo
sus trazos. Al respecto, el crítico Correa Calderón parecía intuir la nueva poética
barradiana: “sus dibujos, sus pinturas de Catalina &Ircena, la maravillosa unas veces de espalda,
-
otras de perfiL otras defrente - nos sugieren tantas cosas líricas” (181).
820
Barradas, Dibujo
e
(Hoy, Madrid, 25-2-1921)
existiendo el vibracionismo, no hay más que ojear la revista Ultra, pero que, poco a
poco, abandona por un arte más infantil e ingenuo como estos dibujos de Catalina u.
y Ramón Gómez de la Serna nos habla de un clowismo presente aunque éste no se hicera
u.
u.
821
pizarra”, producción barradiana que, más tarde, influiría sobre sus amigos de la
“Barradas el culto, moderno e interesante Barradas, siempre en las avanzadas del arte,
esta vez campo a su inspiración en el rostro soberamente ingenuo y en el cuerpo divinamente grácil de
evidente del inicio del clownismo, no sólo por la falta de dicho escrito, que parece que se
perfiló al hilo de la velada ultraista, sino manifiesta en la segunda parte del título de la
“Yo mismo,
Tú mismo,
El mismo.
Asi, temperamentalmente unipersonales, conjuguemos
la oración del Yoismo ultraista.
Unicos.
Exirarra diales.
Inconfundibles.
Yfe¡vorosamente atrincherados en nuestra categoria
yoísta, rigurosamente impar
¿ Vanidad? ¿Metzschismo?
No.
¿Egolatría? ¿Antropocentrismo?
Acaso.
Y la conciencia persuasiva de un orgullo que ilumina y
fecunda la trayectoria juvenil del yoismo constructor.
Yo soy:
El óvulo de mi mismo.
El circuito de mi mismo.
Y el vértice de mi mismo.
Yen el umbral de lagesta constructiva que inicia el Ulraísmo potenciaL Yo afirmo (183).
822
individualismo frente a lo colectivo. Ante esta postura, tres meses después, Barradas
a
Barradas, Maroto, Winthuysen y Cristóbal Ruiz realizan una exposición colectiva (184).
a
Tres años después, en mayo de 1925, Barradas seria uno de los promotores de la
Sociedad de los Artistas Ibéricos, viendo realizado su proyecto de colectividad frente al u.’
para libros de poetas ultraistad como Rompecabezas (1921) de Luis Mosquera e Isaac u
del Vando Villar; Orto (1922) y Bazar (1922) de Francisco Luis Bernández; Hélices
u.
(1923) de Guillermo de Torre o La sombrillajaponesa (1924) de Isaac del Vando Villar.
vibracionismo. La gran mayoría se ajusta a la lírica ultraista, metáforas que nos hablan de u
u.
u
823
la modernidad de la ciudad con sus postes eléctricos, el griterío, el radio, los motores...
Así podríamos comparar la portadas núm. 8 de Ultra con el siguiente texto de Guillermo
de Torre:
instante apoteósico de los carteles: letras gesticulantes. M’uecas eléctricas. Figuras automáticas, y
plásticos, por un lado, su vibracionismo y, por otro, sus relevantes dibujos como
ilustrador infantil a través de la editorial Estrella, semejantes a veces con sus dibujos
Pero también se dejó influir por otros artistas ultraistas como Norah Borges,
quien había importado desde Suiza el arte del grabado centroeuropeo de connotaciones
influiría en los jóvenes Bores, SantaCruz, Francisco de Miguel, Huici, Núñez Carnicer,
vertiginosa hacia una nueva representación del objeto. Guillermo de Torre advierte este
“Mejor aún: como un profesor hipnotizador entre sus sujetos experimentales. Pues Barradas,
como se ha dicho de Picasso, es un encantador de objetos. Los pesa, los mide, busca su cuadratura
sólida de su pintura. Como grabador consigue fulgurantes contrastes en blanco y negro. Muy
certeramente preocupado por dotar de una arquitectura sólida a sus grabadores, forja asunciones
pIanistas. Barradas descompone el amarillo de su rostro a través del prisma de los doce meses del año. U
y de su boca mana un verbo inquieto y desfogado que inicia una teoría distinta cada día: tras el
e
vibracionismo el antí-yoísmo, y ahora ahora, aún el verticalísmo: el Greco a través de un Ozenfant,
- -
etc. Jeanneret puristas. Su velocidad de mutaciones no nos da tiempo a recoger elfin de sus ‘ismos
e
(186).
a
El registro clasicista se advenía de manera evidente en la citada Exposición del
Ateneo madrileño (diciembre 1922), además, es en esta época cuando conoce en el Café a
de Atocha a Alberto Sánchez, panadero toledano, que descubrirá en él, ese verdadero
u.
sentimiento de la realidad que le rodea. De la formación de este binomio artístico saldrán
dibujos realizados durante 1923 en Luco de Jiloca atestiguan el cambio. Las figuras y los
Ha sido el amor, la mano de una mujer sencilla quien le ha llevado por este camino sincero, u
e
825
Barradas ha sido el más audaz adalid del arte novísimo, ha derrochado hiperbólica
Pero había soterrado en su arte, una ternura, un color, una probidad en el dibujo insinuado y
sugerente. Estos valores de eternidad, se han exaltado ahora en su obra de exégesis al delicioso burgo
de Aragón, juntos con el esguince y la inquietud de nuestro tiempo y del poivenir” <187).
por los escenarios del Café de Atocha y las tertulias con los “alfareros”, convertido en
plásticos del momiviento ultraista data desde finales de 1919, cuando su Ñniilia se
traslada a Sevilla y, poco después, cuando fije su residencia en la capital madrileña. Sin
embargo mucha antes, sus estancias en Ginebra y Lugano le habían permitido junto a su
hermano, el poeta Jorge Luis Borges, conocer la obra tanto plástica como literaria de los
u,
826
que desde fines del s. XIX y comienzos del s. XX denota un fUerte renacimiento por los
e
expresionistas alemanes o el grupo belga Les Cinq sino, además, por la introducción de
U.
temas expresionistas que había conocido “in situ”. En noviembre de 1920 Guillermo de
Torre, al hacer balance del movimiento, mencionaba a Norah Borges, junto a Santiago
Vera y Barradas, como representantes artísticos del ultraísmo (189). No obstante, sus
a
incursiones gráficas habían comenzado, un año antes, en la sevillana revista Grecia (29-
2-1920) en donde Isaac del Vando-Villar le dedica un artículo y ella participa con dos u
también con la estancia de los Borges en la capital, desde abril de 1920 hasta finales de a
marzo de 1921 (190), Norah continúa trabajando para la misma revista. Alli ilustraría, el
a
Reflector (diciembre de 1920) en el que aparecen dos ilustraciones, una de ellas, Joven
a
82’?
Eormisci y Manométre.
desde allí continúa sus contactos con el ultraísmo, así como sus intervenciones gráficas.
tres grabadores ultraistas, Barradas, Jalh y Norah Borges. Allí expone los orígenes de la
u,
expresionismo y el cubismo hasta las semejanzas entre Marie Laurencin e Irene Lagut
(193). Es, precisamente, a través de este pequeño párrafo dedicado a Norah desde el que
U.
de las páginas de revistas como Der Sturm o de la edición Die Aktion-Lyrik (1914-1916)
U
publicada en Berlín en 1916; Die Weissen Blatter (Páginas Blancas) de 1915 o bien de
artistas residentes en Suiza como Albert Múller, Herman Sherer y Paul Canenish. a
También, manejaba el cubismo que había podido conocer en sus viajes en el exterior o
a
dentro del entorno ultraista, quien desde fechas muy tempranas (1918) aceptó como
Ramón Gómez de la Serna, los esposos Delaunay, Vázquez Díaz o Barradas. El primero,
u
por su Exposición de pintores íntegros (marzo de 1915); los segundos, porque habían
mantenido contacto en París desde sus origenes con el cubismo, además de haber
u.
829
había publicado una obra de Robert Delaunay de la serie Las ventanas de 1912, junto a
unos versos de Apollinaire; Vázquez Diaz traía de Paris unas formas muy geometrizadas,
había realizado desde 1918 varias exposiciones en España y, por último, Barradas, quien
a la pianista o la faquirista podía haber tomado contacto con el arte de Norah Borges. De
estas connotaciones cubistas. En ilustraciones como Circo (núm. 1, Ultra 1921) o El San
Sebastián (núm. 2, Ultra 1921), en las que Patricia María Artundo (194) destaca la
intuimos además, un aspecto barradiano, no sólo en el uso de letreros que nos indica el
tema del circo, sino, también, en la división de la composición mediante líneas rectas,
composición.
sus referencias al arte de Marie Laurecin o Irene Lagut que nos sitúan en la vuelta al
orden de Norah Borges. Es imprescindible volver a destacar que durante ese período
inicial en donde se atisban en Madrid las primeras referencias al nuevo orden, a una
nueva visión e interpretación de los objetos, Norah Borges está en contacto con
Guillermo de Torre, quien más tarde pasaría a ser su marido. Como vimos, tite uno de
los corresponsales que directa o indirectamente se percató de este cambio y, por ello, es
licito pensar que Norah conocía bien este nuevo giro, que habria de influir en su arte,
envuelto cada vez más en un lirismo que le lleva a crear caras angelicales próximas a
830
Marie Laurencín e Irene Lagut, siendo otro de los ejemplos que se observan dentro del
ultraísmo que sirven como puente para acceder a la nueva poética clásica.
Otro de los grandes grabadores ultraistas fUe Wladyslaw Jahl, cuyos orígenes
U
Jahl comenzaría poco después, ilustrando no sólo las revistas del movimiento, de las que
U
hablaremos más adelante, sino como ya se vio realizando decorados como los de la
velada ultra en la Parisiana (28-1-192 1), carteles propagandísticos para la del Ateneo
(3 1-5-1921), o bien abriendo junto a su esposa una tienda donde se vendían artículos
U
ultraistas. Este tipo de talleres que tenia su precedente vanguardístico en las tiendas de
esposa.
Como escritor, publicó textos teóricos sobre el arte actual como el editado en
Ultra (octubre de 1921) titulado “La probidad en el Arte”, en donde realiza una pequeña u.
síntesis sobre el arte moderno dirigido hacia la pintura metafisica italiana, el purismo
u
francés y e] radicalismo alemán de los que los ultraistas eran conscientes. Su plástica en
las revistas ultraístas nos aproxima de nuevo a sus antecedentes como pintor en 1918.
Como pudimos observar en el apartado VIII.3 las referencias a su arte hablan de una
u.
¡niluencia de Cézanne y Matisse, en las que se advertían diseños infantiles, numerosas
u.
831
obras, que José Francés llegó a comparar con los dibujos de LaForgue “Una línea puede
expresar un objeto sin tener semejanza gráfica con él. Lasformas deben moverse en el espacio como el
pensamiento No tienen necesidad de ningún contacto. No tiene anverso ni reverso como el infinito.
Para expresar la sustancia de un cuerpo se le puede desplazar, aislar, suprimir soldar o añadir una o
Estas caracteristicas son, concretamente, las que van a perdurar, pero también se
van a mezclar con otras, como veremos. En 1922 Guillermo de Torre situaba al artista
dentro del simultaneísmo y del formismo polaco, movimiento constituido durante los
‘Jabí es’ un cotorista auténtico, un fonnista’ polaco, con asimilaciones del ‘simultaneísmo’
francés. En la reducción bicromálica que impone la xilografla, Jabí realiza bellos grabados donde
prevalece el ritmo de los volúmenes. Seducidos por las estructuras matíssianas domina la línea sintética
y el trazo envolvente que agavilla las espigas lineales. Sus desnudos tienen una severa altitud y el ritmo
esbelto de una columna propileo o de una antena telegráfica como prefiráis, según vuestras
U.
e
Sin embargo, nos encontramos con una disyuntiva planteada a partir de dos de
los grabadores más importantes del ultraísmo, Norah Borges, que llega a España a finales u
Madrid. Se abren, por tanto, dos vías para la introducción del grabado en Madrid, la
e
parisina y la expresionista- alemana pero, también, dos tendencias diferentes que influirán
u.
833
Girondo en Veinte poemas para ser leidos en el tranvía (1922). Respecto a Norah
Borges destacan sus tendencias en Francisco Bores, Manuel Méndez, Santa Cruz,
1926.
W. Jahl,Alameda(1916)
(Ultra, Madrid, 30-6-1921)
fUeron en Horizonte, de la que ocupó el puesto de director artístico; en las revistas del
números 18 y 24 de la misma revista, Jahl nos da una sensación de movimiento como los U.
expresionismo que Norah convierte en un estilo muy personal capaz de germinar en los
u
jóvenes. Al mismo tiempo, es consecuencia de la evolución personal de cada uno de
estos artistas, que giran hacia el nuevo orden que se establece en Europa durante la u.
incursiones de la pintura pura. Como hemos comentado ya fue uno de los corresponsales
u
en Paris del ultraísmo desde donde tuvo las mejores posibilidades de conocer el arte
europeo. Como pintor ha dejado algunas muestras de su arte como en el número 16 (20-
u.
a
835
Madrid) y Árboles (ÓIeo sobre lienzo, 35 x 50 cm, Colección famila Jarnés, Madrid) con
quien, además, tradujo Los grandes cuentistas polacos para la Biblioteca Patria, hacia
1924.
¡
1
-A
que se vieron influidos por el ultraísmo tardío y que, más tarde, estarán destinados a ser
las figuras claves de la renovación plástica española: Francisco Bores, mencionado con
Alfar, Tobogán y Plural. Sobre todo sus xilograñas pertenecientes a los registros
personal visión de la pintura de Solana a través de la literatura de Zola. Junto a éste, dos
836 —
amigos, Francisco Santa Cruz y Carlos Sáenz de Tejada. El primero colaboró con sus
xilograflas en Vértices, Tobogán y Plural y, el segundo, en Alfar, fié lix y Martin Pleno.
U.
U.
u.
Francisco Bores, Madera
(Horizonte, Madrid, 15-12-1922) u
Pancho Cossio, alumno de Cecilio Pía desde 1914, momento en que ingresa en su u.
estudio de la caMe San Marcos de Madrid hasta 1918. Muy pronto se ligaría con el
mi
saludada por Ramón Gómez de la Serna como ultraista (197) y por Ezequiel Cuevas U-
Francisco O. Cossío. El pintor defiende su obra”, exponía los registros de su obra desde
u
el impresionismo al postimpresionismo pasando por el planismo:
u
u’
u.
83’?
“Creo que hay que llegar a la superficie plana. Lo demás es un engaño. La verdad, la única
verdad objetiva es la superficie plana, tela o tabla, sobre que trabaja el pintor. La superficie da la
pauto al pintor, es bidemensional, como debe ser la pintura. Dan por tanto, la sensación de
profundidad es un engaño. Enseguida el más frío objetivismo nos dirá que aquello es plano, y la
conciencia nos dictará que debe parecerlo. Este es el problema más arduo de la pintura y quizá de
resolución dudosa, de ahí que haya que afrontarlo con entereza. Lo que más da la profundidad son las
sombras. Debemos desterrarías. Ganamos en planismo, en luz y en color Los sistemas radicales suelen
dar muy buenos resultados. En este caso concreto yo los recomiendo. El cuadro no debe ser ‘una
ventana abierta al campo’, según el lema impresionista. Debe de ser una decoración plana, que
Niños con cometas (Oleo sobre lienzo, 176’5 x 11 1’5 cm, Museo de Bellas Artes de
Santander, h. 1923) o Arlequín y pierrot (Óleo sobre lienzo, 90’5 x 69’5 cm, Colección
el cuadro con la siguiente anotación: “El primero de costado, como cabria de esperar. Este
lápiz” (201). En dicho cuadro se pueden advertir los principales postulados del planismo
lagariano como son las amplias superficies planas de diferentes colores combinados con
Hampa de José del Rio Sáiz, con varias xilograflas expresionistas y en 1924 Ternura de
Gabriela Mistral.
U.
u.
u.
u
Rafael Alberti, según Juan Manuel Bonet, como participe de la estética ultraista
destaca su cartel litográfico, Coñac Osborne Tres ceros (202). Cándido Fernández
e
Mazas cuyas ilustraciones ultra se acogieron a influencias del arte de Jahl y Barradas.
u
Destacan los dibujos de Manuel Quiroga interpretando (ca. 1924, Tinta sobre papel,
21’5 x 13 cm, Museo de Pontevedra), Personaje con disco (sE, Tinta y gauche sobre e
papel, 25 x 16’3 cm, Colección Antón Risco), Retrato de Vicente Risco (sE ,Tinta sobre
e
papel, 32’5 x 22’5 cm, Colección Antón Risco) o Caricatura de Vicente Risco (sE,
u
839
Tinta sobre papel, 22 x 16 cm, Colección Antón Risco) todas ellas publicadas en el
(abril de 1919) presentó unos trabajos con registros muy simplicistas e influencias
cezannianas. Peso a todo, Maroto había participado desde 1918 en los primeros actos
de Pintores y Escultores de Madrid. Tras la constitución del Salón de Otoño (1920) y sus
pobres resultados, en 1923 encontrarnos de nuevo en plena acción a Maroto junto a Juan
“Heraldo de Madrid publicó una gaceblíla en la que se hacia un llamamiento a los artistas
disidentes del Circulo de Bellas Artes, en la que figuraban don Alberto Aguilera, Luisito Aldecoa y el
diputado Lamana, honorable trinidad, capaz de acabar con todos los valores estéticos.
al que de manera tan servil hemos ido ligados por la vergonzosa ineptitud mental de la mayoría de
nuestros desgraciados artistas... Nos encontramos entre una veintena de tipos diversos, jovenzuelos,
840
aspirantes a ateneístas’; viejos podridos por todas las miserias y lacerias de una vida bohemia de
Este propósito era el de redimir sus hambres con el concurso de los artistas noveles, a quienes
U
animaba <Maroto) para constituir una nueva asociacion.
Después perdí la ruta del artista Maroto, hasta que un día en la Gran 1 7a, penetré en la
U
Asociación de Artistas Vascos y nos encontramos con una docena de obras de García Maroto. Estos
cuadros tienen una tendencia semiplanista muy bien distribuida y coordinada...” (203). U
mg
También Manuel Méndez, xilógrafo gallego, colaboró en revistas tardias como
U
Borges y Barradas.
U
Todos estos nombres forman parte del inicio estético de la segunda mitad de la U
década de los veinte y comienzos de los treinta. Bien es cierto que se formaron dentro de
u
la onda expansiva del ultraísmo y, por ello, algunos nos muestran los registros de un
u
841
Xliii NOTAS
(2) José Maria Barrera, El ultraísmo de Sevilla (Historia y Textos), Sevilla, Alfar, 1987 y
(7) Eugenio Carmona, Picasso, Miró, Dalí. Los orígenes del arte contemporáneo en
España. 1900-1936, Madrid, MINCARS, 1991 y Eugenio Carmona, “El ‘arte nuevo’ ye!
y
e
(8) Juan Manuel Bonet, El Ultraísmo y las artes plásticas, IVAM, junio-septiembre de
1996. e
u
(9) En paralelo, la literatura vive un momento de esplendor; en Francia se desarrolla la
e
llamada “generación 1910” con Henil Bergson, Paul Bourget, Maurice Barrés, Anatole
France, etc; en 1912 afloran los escritores de vanguardia: Max Jacob, Valery Larbaud, *
del tradicional Fogazzaro hasta llegar al modernista Gabriele IYAnnunzio para pasar,
Centroeuropa, Kafka, Musil, B. Brecht, Teodor Daubler, Alfred Dóblin.. están tan lejos
(10) Sobre los conceptos moderno y ultramoderno Vid., Capitulo 1. El arte español del
u
843
op. cxt.,.
(14) Ibid.,
(15) Entre los escritos más destacamos de Ramón Gómez de la Serna en sus comienzos
resaltan los de la revista Prometeo, y sus primeras obras como Morbideces (1908), La
Utopía (1909), El concepto de la nueva Literatura (1909), Mis siete palabras (1910),
Prólogo a la Proclama futurista a los españoles por F.T. Marinetti (1910), El Libro
(18) Ibid.,
e
e
(20) Rafael Cansinos Asséns, “Ritmos y Matices. La bohemia en la literatura”, La
(21) Al respecto, José Enrique Rodó afirmaba: “El gran impulso de renovación literaria que
infaliblemente ha de sobrevenir, llegará más bien como reacción que como desenvolvimiento de esa
fugaz literaturaguerrera. La guerra traerá la renovación del ideal literario, pero no para expresarse a
sí misma. por lo menos en son de gloría y de soberbia. La traerá porque la profunda conmoción con e
que tenderá a modificar las formas sociales, las instituciones políticas, las leyes de la sociedad
a
internacional, es forzoso que repercuta en la vida del espín tu, provocando, con nuevos estados de
Francisco Fuentes Florido, Rafael Cansinos-A ssens (novelista, poeta, crítico, ensayistay
a
traductor), Madrid, Fundación Juan March, 1979; Andrés Soria Olmedo, “Rafael
a
Cansinos, precursor y crítico del vanguardismo”, Treinta años de vanguardia española,
a
e
845
Sevilla, El Carro de la Nieve, 1991 y José María Barrera, “Una maestro vanguardista:
Cansinos versus Juan Las”, El Siglo que viene, Sevilla, diciembre de de 1994.
(23) Relacionado con este tema Rafael Cansinos se preguntaba: “¿Cuantos en nuestras
reuniones literarias tienen intími dad espiritual con Fedro Reverdy o con Blas Cendrars o con Jacob
Zara? Rubén Darío, que nos habló de Marinetti y su banda de revolveraliri, y estuvo en París cuando
ya ellos bullían en su primer fervor, no nos habló de ellos. Ninguna revista española recogió sus
primicias. Hace poco, unas traducciones de Roger Allard, Reverdy, etc.., publicadas en la revista
extinta Los Quijotes (Madrid), tuvieron un sentido absoluto de intacta víctima. Los propulsores del
nuevo arte son actualmente, en lo espiritual, la juventud más acerba, (a que infunde el sacro pánico a
los viejos y aúna a los escritores de cuarenta años. Ellos son más jóvenes que las últimas celebridades
(24) A partir de su tercer número cuenta con el apoyo del propio Cansinos: “Grecia es una
revista de arte nuevo, de vocación, de entusiasmo y de desinterés; una revista de apostoladojuvenil, sin
víscera administrativa, sin gaster, como lo fueron Helios. Prometeo, Renacimiento y últimamente la
malograda Centuria, de Primitivo R.Sanjurjo. Grecia es lo que, por desdicha, no tenemos en Madrid.
~Habrá que decir que tiene toda mi simpatía? “, en “Perspectivas. Las nuevas tendencias
(26) Para Cansinos la opinión de Vicente Huidobro se establecía a partir. ‘de estos
y
neoclásicos, que han hecho suya la antigua definición platónica - sic ut pictura poesis - y aspiran a
construir un poema como se construye un cuadro, creando el paisaje, sin añadirle ni quitarle nada y
rehuyendo toda interpretación sentimental. A este arte de vivificar la naturaleza sin deformarla se
llama el crear - y de aquí toma su origen el creacionismo, que es una de estas escuelas fraternas - e e
insiste que un poema se tenga en pie como una mesa o una casa . Rafael Cansinos Asséns,
e
“Perspectivas. La nueva lírica: sus características”, La Correspondencia de España,
Madrid, 26-11-1918.
e
(27) Ibid.,
u
a
(29) Para el estudio de Vicente Huidobro destaca el libro monográfico de René de Costa,
u
(30) Guillermo de Torre, Guillaume Apollinaire. Estudio preliminar y páginas
(31) Juan Manuel Bonet, “Baedeker del Ultraísmo”, El Ultraísmo y las artes plásticas,
a
op. cit., pp. 13 y 14. También en el libro de Gloria Videla, op. cit., pp.l02-IO5.
a
847
septiembre de 1919.
(34) Ibí&,
(36) Así lo describía Cansinos: ‘... la escritura pinta como en los antiguos alfabetos, y un poema
llega a ser como un cuadro; reclama al mismo tiempo el oído y la mirada. y es algo consistente que
puede ser mostrado como una construcción material, algo que tiene realidad orgánica e independiente,
que es impasible, lleno de vida y de indiferencia, respecto a nosotros, como lo son las cosas naturales”,
Madrid, 8-12-1918.
(38) Ibid.,
(39) Uno de los mejores ejemplos lo encontramos en la resefla que realiza este mismo
“En las ‘lejanías desatadas’ de ese feo invierno gris del futuro todo ha de ser mecánico, hasta
la poesía. Las nobles almas de los artistas volarán con alas planas y fuertes de aeroplano. La flor del
nuevo sentido de la estética será de trapo, esto es, artificial Se llama Vicente Huidobro, y se ha
hospedado en los hoteles de las urbes más importantes del mundo. Su poema Ecuatorial es un parpadeo
de luz indecisa, fugaz del amanacer prematuro y abortado de signos remotos. ¿Nada, entonces? No;
mucho. Es un presentimiento genial. Pero la verdad presentida - verdad que luego ha de deshojarse y
u
dejar de ser - está ahora muy distante, no ya del modo español y americano sino también del modo
abortos precipitados. 1Meritisimafalsedad 1... Y, en este orden de cosas, el chauffeur del guardapolvos
y de las gafas de Huidobro, y Europa el atrasado pueblecito gallego. Saldrá a la defensa del extraño
precursor algún docto maestro de escuela, el sabihondo médico rural, el bueno y pedante del curita. O
a
nadie... “. Vidal y Planas, “De literatura. Poesia Mecánica”, El Parlamentario, Madrid,
27-9-1918. U
(41) Apuntan esta idea Gloria Videla en su libro El Ultraísmo, op. cit., p.132 y en el
a
catálogo de Juan Manuel Bonet, El ultraísmo y las artes plásticas, op. cit., p.I O.
e
(42) Ver apartado V. Arte y política en España durante la Primera Guerra Mundial: La
(43) Xavier Bóveda, “¿Qué opina usted acerca del porvenir político e intelectual de e
e
849
(44) Ante esta situación José Frances declaraba. “Toda la intelectualidad española ha sido
francófila. La política, como una ramera, ha gritado ¡ Viva el kaiser! o ¡ Viva Francia! según el amante
de cada noche. Y ha de llegar el día en que los intelectuales invadamos la política. Será entonces la
verdadera hora de España ‘. Xavier Bóveda, “¿Qué opina usted acerca del porvenir político
Madrid, 16-11-1918.
(45) Alejandro Lerroux pedía la posesión del poder “no por apetito de Poder que en
circunstancias como en las actuales no puede ser manjar más desagradable, ni carga más abrumadora,
sino porque, en presencia de los riesgos y peligros que asaltan a la Patria, y que no puede afrontar ni
resolver la Monarquía, se necesitan instituciones nuevas y soluciones muy radicales, a las que se
muestra propicia la clase plutocrática y hombres nuevos que no hayan gobernado nunca. Nosotros u
otros . Xavier Bóveda, “¿Qué opina usted acerca del porvenir político e intelectual de
11-19 18.
(46) Nos estamos refiriendo a estas palabras de Cansinos. “Creo que el porvenir intelectual
reside únicamente en la poesía ultrarromántica Todo lo demás es viejo, viejo, viejo. Tiene ya las
barbas blancas y le llegan hasta los pies... Lo que kw que hacer es anudar de nuevo los hilos que
rompió la guerra, los hilos de difusión que se habían lanzado y entrecruzado de un extremo a otro del
mundo como una apoteosis de cintas enlazadas: porque hasta el bolchevikismo de ahora no es más que
un retomo de las antiguas ideas internacionales”. Xavier Bóveda, “¿Qué opina usted acerca del
(47) Ibid.,
E
(48) Xavier Bóveda lanzaba su apoyo a la Revolución de Rusia con las siguientes
palabras: “Porque eres potente y grande engendraste a Gorky un Tolstov y un Dostovevskv; porque
fuiste y eres la matriz de todos los grandes revolucionarios; - y porque hoy engendraste la más grande
revolución que miraron los siglos; yo te bendigo ¡Oh, Rusia! - Yo te bendigo, tierra de promisión y de
riqueza; -aliento de los que luchan, consuelo de los que sufren, confianza de los que esperan... Tú,
madre de Lenin y Trotsky... madre de la Humanidadfutura... Porque vas hacia la luz con los brazos
abiertos... porque empuñas la tea revolucionaria... He vista en tu caos la luz y, por eso, ¡oh, fuerte! te
(49) Xavier Bóveda escribía: “Es verdaderamente lamentable y triste el siglo XX español. Hemos
llegado a él sin que en nuestra Constitución ni en nuestro régimen se haya producido alteración
u,
alguna Vuestra producción intelectual es dolorosísima... La juventud, atormentada por ello, se
desamparados. Y es mucho más triste y lamentable cuando es España - y de esto nadie dudará - la e
nación que más número de talento tiene. Talentos que se hunden y se pierden en la noche de nuestra
Patria...
Preparémonos.
e
851
(52) José Carlos Mamey, La Edad de Plata (1902-1939), Madrid, Catédra, 1981, p.2O9.
(54) Ibid.,
(55) Ibid.,
(57) Guillermo de Torre, “Ritmos ultraistas. La ciega que truncó rediviva”, Los ciegos,
(58) Vid., el estudio de José María Barrena sobre “El Ultraismo de Sevilla”, Alfar,
Sevilla, 1987.
(59) Este acto también sería recogido por la revista Cervantes en mayo de 1919 por
Pedro Garfias.
852
A.
(60) Isaac del Vando Villar, “Manifiesto ultraista”, Grecia, Sevilla, 30-6-1919.
U
U
(61) Rafael Lasso de la Vega, “Vertical: Manifiesto Ultraista”, Cosmápolis,
noviembre de 1920. U-
diciembre de 1920. a
a.
(63) Guillermo de Torre, “Bibliografia”, Cervantes, Madrid, febrero de 1920.
(65) Juan Manuel Bonet, “Baedeker del Ultraísmo”, op. cit., p.23. U
(66) José Antonio Sarmiento, “Ultra tenia razón”, facsimil, Ultra, Madrid, Visor, 1993.
a
u
(68) Ibid.,
(69) Alfonso Vidal y Planas, “Defensa de ‘mi literatura’. Para Cansinos Asséns”, El
e
Parlamentario, Madrid, 3 1-8- 1918 y 4-9-1918
e
853
(71) R. de Santa Ana, “E] ultraísmo es cosa muy seria”, El Mundo Gráfico, Madrid,
11-5- 192 1.
(72) José Iribarne, “La nueva estética. El ‘ultraísmo’en la literatura y en las artes
(73) Angel Marsá nace en Gerona en 1900. Redactor (1920-1924) y redactor jefe (1924-
1928) del diario catalán El Progreso. Más tarde, redactor de Las Noticias de Barcelona
Datos recogidos del Catálogo de Periodistas españoles del s. 27 por Antonio López de
Recogido par Antonio López de Zuazo Algar del Catálogo de Periodistas españoles del
(76) Ibid.,
A.
854
(77) Ibid.,
(78) Ibid.,
(79) Ibid.,
e-
u
(80) Ibid.,
(81) Ibid.,
u
(83) Francisco Madrid, ‘tas nuevas escuelas. Ultraistas y vibracionistas. Unas cartas de e
e
855
(87> Antonio M.Cubero “Propósitos para los hermanos ultra”, Cervantes, Madrid,
noviembre de 1919.
(89) Rafael Lasso de la Vega, “Pequeña Antología Dadá”, Grecia, Sevilla, noviembre de
1919.
(91) Vid., Anuro Schwarz, Amanacco Dada, Milán, Feltrineli, 1976 y Dada (1916-
1966), Milán, Galería Schwarz, 1966. Hans Richter, Dada. Art and Anti-Art, London,
(92) Juan Manuel Bonet, “Baedeker del Ultraísmo”, op. cit., pl32.
A.
(95) Este diario publicaba la siguiente información: ignoramos si dentro de medio siglo los
producciones geniales de los dadaístas entonces en boga. No se nos oculta que en achaques de arte el
gusto evoluciona de modo tal, que el J~erleine o el Rubén Dario mier ultrajado, son hoy los ídolos de
toda una escueta en la que se cobijan excelentes poetas contemporaneos... Estas explosiones de
excentricidad culminan actualmente con el dadaísmo, movimiento artístico, al decir, al menos, que va
lomandoya extensión considerable... L~i querido amigo nuestro nos remite desde Londres la reseño de E
un acto público dadaísta, al que tuvo el gusto de asistir, sin volverse loco... Un periodista londinense
u
decía en una conocida revista intelectual lo siguiente, a propósito de tal actito: Mucha tinta se ha
gastado tratando de los dadaistas, me costó mucho trabajo el asistir al Teatro de L ‘Oeuvre esta semana
Fui, oíy salí convencido... lo que pretenden es burlarse del pueblo... Primero, hubo una presentación
Manifiesto Canibal’, en el que se afirmaba que todos los que no hayan hecho nunca alguna cosa de
E
arte conservan el sentido humano con sus manos inactivas. Es necesario destruir las cosas... Un coro
en el escenario no hacía más que cantar ¡Dadá, Dadá, Dada! . Y, “El Dadismo”, Euzkadi,
Bilbao, 1-5-1920.
e
(96) Gómez Carrillo, “Paris. El dadaísmo ha muerto”, El Liberal, Madrid, 5-6-1920. mi,
e
(97) Anónimo, “Un enemigo Dadá”, España, Madrid, 5-6-1920.
a
(98) Relacionado con estas características Ricardo Baeza gener~aba.~ “La desesperación
a
del dadaísmo es tener que expresarse en un lenguaje recibido. Pero parece ser que esto no tardará en
remediarse. Los filólogos del grupo han fundado un Instituto de Estudios Dadaístas, y se ocupan e
activamente en crearse un idioma ‘ad hoc’, derivando principalmente sufonética de ruidos naturales y
e
‘e
857
mecánicos. Dicen que de los ya conocidos, sólo tomaran algunos elementos interjeccionales,
En este París, donde para todo hay atención, un contingente alerta de ‘snobs’, ávidos de
novedades, los dadaistas han prosperado rápidamente y conseguido preocupar Hasta en la pronta
difusión guardan analogía con las heterodoxias. Ya en Suiza y Alemania se han formado núcleos
dadaístas, que publican sus correspondientes revistas, y en España tengo entendido que los ultraistas y
neoliristas se disponen a abjurar sus errores y a ingresar en la comunión Dadá , en “La literatura
17-7-1920.
(101) Juan Manuel Bonet, “Baedeker del Ultraísmo”, op. cit., p.133.
(103) Guillermo de Tone, “El movimiento Dadá”, Cosmópolis, Madrid, enero dc 1921.
(106) Guillermo de Torre, “Estética del yoismo ultraista”, Cosmópolis, Madrid, mayo de
e
1921.
(107) A este respecto Guillermo de Torre se preguntaba: “¿Qué motivos pueden haber e
inducido a Picabia a marcar su divergencia de este subversivo movimiento, cuando él ha sido, en visión
e
con Tristan Tzara, su importador a París y su propagandista más frenético? “, en “Horizontes.
u
(108) Henri Béhar y Micher Carassou, Dadá. Historia de una subversión, Barcelona,
Peninsula,1996, p. 184. u
u
(109) Guillermo de Torre, “El movimiento ultraista español”, Cosmópolis, Madrid,
noviembre de 1920. e
u
(110) Gloria Videla, El Ultraísmo, op. oit., p. 99.
(111) Rivas Panedas, “Protesto en nombre de Ultra”, op. cit., pp. 33-35.
e
e
(112) Ibid., pp. 43-49.
mi
(113) Eugenio Carmona, Picasso, Miró, Dali. Los origenes del arte contemporáneo en
e
España 1900-1936, op. cit., p.313.
e
859
diciembre de 1920.
Madrid, 15-12-1920.
(116) Juan de la Encina, “Crítica de arte. Atonia Artística”, La Voz, Madrid, 14-12-1920.
(119) Eugenio Carmona, Picasso, Miró, Dalí Los origenes del arte contemporáneo en
(120) Eugenio Carmona, “El ‘arte nuevo’ y ‘el retomo al orden’ 1918-1926”,
(121) En lo relativo a este pintor, André Thérive afirmaba. “se acumulan muchisimas cosas,
como dentro de un gran camión; después de todo, intenta hacer una mudanza y puede que nos lleve a
alguna parte - lo que no sabemos bien todavía es adónde-. Pero ahora, todo va mezclado y con una
gran confusión. No importa; cuando lleguemos donde sea ya se colocará cada cosa en su sitio “~ en
a
(124) Respecto al primero, se destacaba su evolución hacia técnicas del arte académico:
u
“No desprecia las imágenes naturales; no desdeña la luz; por el contrario, hasta recurre al clarobscuro
(sic), a uno de esos procedimientos de los viejos pintores que el cubismo en su primer impulso parecía
a
querer aniquilar Y el resultado son telas donde la expresión plástica se vuelve en tonos dulces, donde
los objetos y los seres se muestran a nosotros bañados de intimidad, a la evocación de un pintor cuyo a
talento está impregnado de poesía”. R.J., “El ultramodernismo. Los cubistas y los
U
independientes”, Cosmópolis, Madrid, marzo de 1920.
que comercian con cuadros, que tanto abundan hoy en París ya sobre las innumerables exposiciones de U
pintura, para poder comprobar la existencia efectiva de una unidad, de un estilo, y sobre todo, de una
a
disciplina a que obedecen con el mayor agrado, como soldados conscientes, los pintores que componen
el núcleo de esa escuela francesa que aún no ha llegado a un pleno desarrollo y la cual sólo algunos
U
discípulos lograron una reputación mundial... Existe desde luego entre sus secuaces el firme propósito
de practicar un arte regido por determinadas leves; leyes inmutables, por supuesto, pero cuya u
aplicación varía con cada personalidad.. Albert Gleizes y Roger de la Fresnaye se encuentran en los
e
origenes de este renacimiento arquitectónico, que tantos entusiastas tiene. Esquemáticas y sencillas sus
obras, evocan esos principios del arte románico que ya contenían en sí los embriones de las futuras
catedrales... Como se ve, el arte francés se va ori entando hacia la época clásica. Como el caído
impresionismo ha dejado el puesto vacante, unos protestantes laboriosos, puestos de acuerdo, han
levantado los planos de una nueva escuela. Sobre las ruinas de una religión mística e intuitiva han
U
e
861
creído que podrían edificar el templo de la razón pura. Después, otros creyentes han repintado con
colores chillones los desiertos y fríos muros de la iglesia dedicada a Minerva. Un equilibrio generador
de un arte grande nacerá, sin duda, de estas nupcias de la sensibilidad y de la inteligencia”. W.G.,
(13 1) Paskiewicz publicaba: “Este cambio desertor de actitud creadora tomó en el grupo cubista el
ridículo matiz de una verdadera espantada intelectuaL Un naufragio con su clásico ‘rara nantes’ y
salvavidas confeccionados de prisa en las atolondradas visitas al Louvre, Salvavidas ‘Ingres y David’,
cinturones de corcho ‘Corot’, las clásicas carabelas ‘Poussin’, repintadas de prisa, etc; el capitán
Picasso, el formidable condotierre (sic) de todas las aventuras pictóricas”. P. Marjan, “25 F.”,
(133) Guillermo de Torre expoma estas opiniones en los siguientes términos: “La hostilidad
es
que en cierto sector del cubismo francés se marca contra la preponderancia de lo moderno no es otra
cosa, ante observadores perspicaces, que una simple postura de política artística nacionalista, y un U
deseo de establecer límites precisos en las fronteras estéticas del cubismo y el futurismo... La
e
exposición de las anteriores teorías demuestra el problema de imposición y valoración de los elementos
establecidos entre los futuristas, partidarios de aportar al arte los valores coetáneos, frente a los
u
cubistas y afines que, empero estar movidos por anhelos innovadores, desdeñan tal entonización y
e
elementos modernos”, Cosmópolis, Madrid, enero de 1922.
a
(134) Vid. Emilio Quintana y Eva Palko, “Huidobro, Borges y Peiper y las primeras
(135) Héctor, “A través de las nuevas revistas”, Cosmópolis, Madrid, mayo de1921.
a
(136) José Berganiin argumentaba: “se acumulan muchísimas cosas, como dentro de un gran e
camión; después de todo, intenta hacer una mudanza y puede que nos lleve a alguna parte lo que no
-
mi
sabemos bien todavía es adónde-. Pero ahora, todo va mezclado y con una gran confusión. No importa;
cuando lleguemos donde sea ya se colocará cada cosa en su sitio ‘, en “Mirar y Pasa?’, Índice,
a
863
núm. 2, 1921.
(141) Ortega y Gasset asuniia el nuevo papel que debían protagonizar los jóvenes
españoles: “Pues bien, amigos míos, yo creo que, al menos en poesía son ustedes/a última generación
liberal y esta Sagrada Cripta donde se alojan, la última barricada Han derribado ustedes los
postreros, casi impalpables reductos de la tradición literaria, y ante ustedes vuelve la tierrra a ser rosa
~vdesierta. De aquí, las sugestivas fisonomías de Robinsones poéticos, de Adanes literarios, que es
Más allá me parece estar viendo otros hombres más jóvenes aún que ustedes, una próxima
generación, en quien un nuevo sentido de la vida, nada liberal comenzará a pulsar. Amantes de
jerarquías, de las disciplinas, de las normas, comenzarán ajuntar piedras nobles para erigir una nueva
tradición y alzar una futura Bastilla”. Recogido de Eugenio Carmona, “El ‘arte nuevo’ y el
Blanco, 1982.
a.
U
(145) Anónimo, “El posadero de Olalla”, Ronsel, Lugo, 2-7-1924.
e
(147) Cansinos Asséns, “Perspectivas”, La Correspondencia de España, Madrid,
3 1-12-1918.
a
a
(148) Xavier Bóveda, “Los poema románticos del ULTRA”, Cervantes, Madrid,
enero de 1919. e
a
(149) Gómez Carrillo, “El príncipe de los poetas”, Cosmópolis, junio de 1919.
(150) Cansinos Asséns, “La nueva lírica”, Cosmópohs, Madrid, mayo de 1919.
e
a
865
octubre de 1920.
(154) Guillermo de Torre, “La ascensión colorista de Vázquez Dial’, Ultra, Madrid,
20-4- 192 1.
(157) R.J, “El ultramodernismo. Los cubistas y los independientes”, op. cit.,
(158) Vizconde de Lazcano Tegui, “Celso Lagar”, Alfar, Madrid, junio de 1926.
(159) Guillermo de Torre, “Dos pintores de vanguardia: Ruth Velázquez & Santiago
(160) Ibid.,
866
(161) Ibid.,
U
(162) Ibid.,
(165) Juan Manuel Bonet, Diccionario de las vanguardias en España, op. cit., p. 620.
(166) Ruth Velázquez, Sol de la noche, Madrid, Bolaños y Aguilar, Talleres Gráficos,
1935.
(168) Eugenio Carmona fecha este cuadro en 1916, en “Itinerarios del Arte Nuevo. u
(169) Herber, “De la vida americana. Los pintores revolucionarios”, La Voz, Madrid, u
25-12-1920.
e
e
867
30-12-1920.
(172) Juan Manuel Bonet, “Baedeker del Ultraísmo”, op. cit., p.36.
julio de 1921.
Madrid, 18-5-1921.
(175) Ibid.,
mayo de 1919.
(180) Guillermo de Tone, “Galería crítica de poetas del ultra”, Cervantes, Madrid,
octubre de 1920.
a,
(183) Guillermo de Torre, “Estética del yoísmo ultraista”, Cosinópolis, Madrid,
mayo de 1921
U
(184) Como escribió Juan de la Encina, fue recibida sin apelar a su anterior arte
por primera vez, a las connotaciones que la crítica pedía: “Es un excelente ilustrador y
u
cartelista. No nos incomodan sus escapadas al reino de la ‘macana’ artística Nos divierten por el
.
contrario. Y si bien no hemos alcanzado todavía el esnobismo de Eslava, nos es grato ver a un artista
de talento indudable, como Barradas, venir a Madrid a despertar indignación de los ingenuos. Lo peor
del caso es que en las ciudades de panlíevar no pasamos de listos, y que Barradas no despierta siquiera a
la sorda hostilidad que despertó en el público al aparecer por primera vez en la puerta del Sol el
u
‘hombre anuncio”, en “Cuatro artistas modernos”, La Voz, Madrid, 15-12-1922. Juan de la
Encina también alude a esta exhibición en, “Cuatro artistas modernos”, La Voz, Madrid, a
12-12-1922.
a
869
prensa madrileña: José Francés, “Cuatro pintores modernos”, La Esfera, Madrid, 27-1-
1923; José Francés, “Cuatro pintores modernos”, El Año Artistico, Madrid, diciembre de
crítica definió de la siguiente manera: “Rafael Barradas es el que más enérgicamente manifiesta
su afirmación revolucionaria, con cinco cuadros que, si no caen de lleno dentro del cubismo, están en
sus linderos. Uno de ellosfrancamente cubista Los demás nos parecen algo así como una conciliación
reaccionaria, o si se quiere como un arrepentimiento del cubismo, que vuelve hacia lasformas clásicas.
Lo cierto es que no vemos en ellos nada esencialmente nuevo sino manchas imprecisas de unos cuadros
que sólo han sido comenzados horas antes... “. E.C.Kiel, “El saloncito del Ateneo”, El Liberal,
Madrid, 8-12-1922.
“explotador siempre en busca del camino no hallado y del problema por resolver, nos aparece
austero, desagradable (a una impresión superficial) en los cuatro cuadros que exhibe. La coloración -
grises, verdes, sepias- riquísima en matices delicados, es monótona al pronto. El estatismo de sus
figuras tiene un parentesco con la iconografia primitiva del neolítico y de ciertos pueblos salvajes.
Tienen sus figuras una vida inmanente, reconcentrada. Hay en ellas una fuerza extraña, proveniente del
raro temperamento del pintor, en que se mezclan una acritud primitiva y exquisita delicadeza
Madrid, 15-12-1922.
e
(188) Vid., Jorge Luis Borges; Norah: con qwndw¡ litografie di Norah Borges, Milán,
e
(189) Guillermo de Torre, “El movimiento ultraista español”, op. cit.,
e
(190) Patricia María Artundo, Nora), Borges xilografias (1918-1921), Buenos Aires,
a
1989. Además, podemos destacar otro dato muy significativo que fue su participación
e
activa en abril de 1920 en el proyecto de la creación de un Comité español para el
acercamiento de las relaciones con Ilispano-America. Vid., Capítulo 111.1. Artistas
procedentes de Europa.
a
(191) La gran mayoría de ellas han sido estudiadas por Patricia María Artundo en Norah e
(192) Vid., Patricia Artundo, Obra grafica (1920-1930), Buenos Aires, 1994.
e
871
(194) Patricia María Artundo, Norah Borges xilograflas (1918-1921), op. cit.,
abril de 1918.
op. cit.,
(199) Francisco Gutiérrez Cossío, “El Arte rebelde de Francisco G. Cossío. El pintor
(200) En el libro de Juan Manuel Bonet, El Ultraísmo y las artes plásticas, op. cit.,
(202) Juan Manuel Bonet, El ultraísmo y las artes plásticas, op. cit., p.42.
872
(203) José Iribarne, “Del Mundo de las cosas triviales. La escuela de la mediocridad en la
IBERICOS e
a
formación de un frente favorable al arte moderno español entre los críticos de arte; de
otra, en la creciente presencia de artistas que encarnan esa renovación artística. Serán
e
éstos últimos quienes, con su lucha por exponer en cualquier foro, oficial o privado,
alienten a los primeros, a la crítica de arte que representarían en los años veinte Juan de a
la Encina, Manuel Abril, José Maria Delarme o Francisco Alcántara, a construir desde
e
1923 los cimientos_de la futura Sociedad de Artistas Ibéricos, que nacerá, precisamente
más relevantes de esos años diez y veinte en Madrid; en nuestra opinión, podríamos
a
establecer un antes y un después en tomo a una fecha emblemática: el año 1918. Hasta
ese momento se hace especialmente notable la presencia de aquellos artistas nacidos en —
las décadas de 1870 y 1880, y que más tarde actuarán como seniores, como avanzadilla
e
de la generación más joven, que encamarán Benjamín Palencia, Francisco Bores o
Salvador Dalí. —
a
873
Vázquez Díaz y a los hermanos Zubiaurre. En octubre de 1915 presenta sus obras la
pintora Irene Narezo, esposa del también artista Federico Beltrán Masses; en la
Madrid, la Exposición del pintor vasco afincado en Madrid Juan de Echevarría, que se
afirmación del protagonismo del arte vasco en la renovación del arte que se producía en
había sido fundada en Bilbao cinco años antes, en 1911 en la que participan 35 artistas;
-
entre ellos, y por lo que respecta a los futuros integrantes de la primera Exposición de la
Ramón Zubiaurre, Juan de Echevarría y Antonio Guezala, entre los pintores, y Quintín
Nicanor Piñole (1) y a los hermanos Zubiaurre, Ramón y Valentin. Dicha muestra se
nacionales de Bellas Artes, en la que presentaron obras los futuros “ibéricos” Valentin de
durante esos años. Entre los miembros de la generación más madura encontramos a
Aurelio Arteta (2), quien había realizado una primera estancia en 1898 y quien, tras
sucesivos viajes a Paris (desde 1902, en compafiia de Quintín de Torre) e Italia (hacia
1905), se instala de nuevo en Madrid hacia 1915. Julián de Tellaeche, nacido en 1884, se
forma desde 1900 en Madrid bajo la tutela de Eduardo Chicharro, si bien pocos anos
874
es
después marcha a Bilbao, donde será uno de los miembros flindadores, en 1911, de la
e
Asociación de Artistas Vascos (3).
e
También los hermanos Zubiaurre estaban de forma continuada en Madrid, ciudad
en la que había nacido (en 1879), incluso, uno de ellos, Valentín.
e
La intensa presencia de artistas vascos en Madrid se incrementa con Juan de
a
Echevarría, quien desde 1917 fija su residencia allí; activo miembro del ambiente
madrileño, participa en la revista España desde 1915 y en las tertulias. De hecho, en el —
Café Lyon d’Or será uno de los iniciadores de la Sociedad de Artistas Ibéricos, junto a
e
Victorio Macho o Manuel Abril, cuando llegue la primavera del año 1925.
También la generación más joven del arte vasco da sus primeros pasos en
Madrid: Alberto Arrúe o Cabanas Oteiza aprenden en la Escuela de Bellas Artes de San
e
Fernando o muestran algunas de sus obras en los diversos certámenes oficiales o
privados, e
había estudiado, desde 1892, en la Escuela de Bellas Artes de San Femando, enseñanzas
que compaginaba con las clases de Alejandro Ferrant, en cuya academia conocería a los
Zubiaurre y a Cristóbal Ruiz; éste último es uno de los pintores más interesantes de la
más adelante.
e
También los escultores que participarán en la modernización, nunca vanguardia -
de ella hablaremos más tarde -, del arte español se acercan a Madrid a comienzos del
e
875
s. XX: el primero de ellos será Victorio Macho (4), desde 1903 en la capital como
Desde 1912 Juan Bautista Adsuara (5) participa en las exposiciones nacionales,
siendo premiado en ese año con Medalla de Tercera Clase, en 1920, de Segunda y en
1924 de Primera. Emiliano Banal, tras unos años de formación en Madrid, reside en
Madrid conoce a Juan Cristóbal y comienza a presentar sus trabajos a los certámenes
- -
nacionales. Respecto a José Planes, uno de los más interesantes escultores del primer
Dos escultores que estarían destinados a escribir algunas de las mejores páginas
relación con Madrid; en 1918, precisamente el año en que comienzan a llegar a la capital
algunos de los artistas más interesantes del primer tercio de siglo, como Barradas o
Daniel Vázquez Díaz, Ferrant abandona la ciudad para acudir a La Coruña como
1920, tras haber cumplido el servicio militar en Melilla (8); dos años más tarde, en 1922,
Como afirmamos al principio, 1918 marca una nueva fase en nuestro arte
entidad que agrupara a los artistas modernos españoles tiene como fecha de inicio en
1915, con los artículos de Juan de la Encina en el semanario España) en ese año.
876
uruguayo Rafael Barradas, desde Barcelona, y el onubense Daniel Vázquez Diaz, desde
a
Paris. Ambos pintores comparten idénticas esperanzas en que Madrid conociera, por fin,
comienzos de los años veinte y durante los treinta, serán protagonistas efectivos de dicha
a
renovación. Vázquez Díaz, desde su plaza de profesor en la Escuela de Bellas Artes de la
Academia de San Femando, tendrá como alumnos a Salvador Dalí, Timoteo Pérez —
más humilde: el Café de Atocha (9). Su influencia, bien artística bien espiritual - como —
exponente de lucha por el arte moderno -, alcanzará a Dalí, Alberto Sánchez, García
a
Lorca o los “alfareros”, llamados así porque constituirían la plana mayor de la revista
a
coruñesa Alfar, una de las tribunas más decididas del arte y la literatura modernos en
España.
desde 1917 había aceptado el encargo de Alberto Giménez Fraud para que desempeñase
Vázquez Díaz, Moreno Villa se erige desde ese momento en faro de los jóvenes
escritores y artistas que comienzan a llegar a los parajes de los Altos del Pinar: Federico
difusión de teorías estéticas, puesto que traduce en 1924 la obra de Wólfflin Conceptos
a
877
Ji¡ndamentales en la historia del arte, por petición de la Revista de Occidente que dirigía
Escultura y Grabado de San Fernando. Surgía como necesidad de mostrar obras de los
jóvenes que, de otra manera, no tenían posibilidad de ofrecer al público sus trabajos. En
la república, a la SM: Carlos Sáenz de Tejada (11)’ José Frau (12), Timoteo Pérez
Rubio.
del Paular: la primera Exposición, a finales de 1918, muestra obras de jóvenes como José
Barradas, Vázquez Díaz, Moreno Villa, Cristóbal Ruiz o Victorio Macho, una
concentración de los jóvenes valores del arte español: Santiago Pelegrín (13) residía allí
desde 1910; otro aragonés, Luis Berdejo Elipe (14), acudiría entre 1916 y 1920 a la
Escuela de Bellas Artes de San Femando, siendo el lugar donde se formaría también,
entre 1918 y 1923, Joaquín Peinado, quien poco después marcha a París. Allí se reúne
con otros españoles como Ismael González de la Serna (15) y Francisco Cossío; algunos
Francisco Bores (16), Francisco Santa Cruz y Carlos Sáenz de Tejada conforman
centros como los talleres de Cecilio Pía, Eduardo Chicharro o la Academia Libre de Julio
878
Moisés: Pancho Cossio, Francisco Bores, Salvador Dali (17), Benjamin Palencia (18),
Manuel Angeles Ortiz, Joaquin Peinado, Carlos Sáenz de Tejada, entre otros,
r
completaban su formación en esos centros privados y, lo más importantes, comenzaron a
También la original pintora argentina Norah Borges (19) reside con su familia en
e
Madrid (1918-1921). Precisamente, los años que median entre 1918 y 1925 presencian la
colectiva sería considerada por Silvio Lago (seudónimo de José Francés) como el inicio —
sobre todo, por la aspiración colectiva de responder a renovaciones picturales que consideran
Ello da al conjunto simpatía, optimista cordialidad Anticipa en pequeño lo que pueden ser las o
e
879
su época (22).
Ambas muestras del Ateneo serán una de las causas que muevan a Juan de la
Apartemos la vista del tristisimno espectáculo que nos dan cotidianamente los artistas de
renacimiento más o menos cercano de la moral profesional artisti ca. Huele a cadáver en las artes
nacionales... Por primera vez desde el Romanticismo llegan a Madrid a su hora, y no con una
generación de retraso, los movimientos nuevos del arte. Verdad es que no podemos señalar ninguna
personalidad española de la nueva generación en Europa; pero si. en efecto, la nueva generación no ha
destacado de si misma quien la represente con acento original y firme, no puede negarse que
Una modesta Exposición en el Ateneo nos mueve a escribir estas lineas: la de Francisco
Cossío. Las obras de los jóvenes artistas no deben ser analizadas minuciosamente por la crítica. Basta
policromos, en el Palacio del Retiro, entre sus participantes aparecen los nombres de
Quintín de Torre, José Planes y Angel Ferrant; todos ellos participarán, tres años
crítico de arte José Francés, destaca la presencia de Rafael Barradas, mientras que se
880
invitó a otros artistas como Solana y Gregorio Prieto. En marzo, éste último expone en
e
su localidad natal, Valdepeñas, mientras que en abril de 1924 realiza una muestra en el
Echevarría en Madrid (la primera había tenido lugar en 1916), en el Museo de Arte
el comité de la SM sirviendo de enlace con el resto del arte vasco que estuvo presente en
la Exposición de 1925.
a.
En mayo de 1923 expone Ramón Pichot, veterano pintor catalán afincado en
París, en el Círculo de Bellas Artes. Dos años después, será uno de los casos especiales
en la Exposición de la SAI, puesto que su presencia era un homenaje póstumo del comité
a
organizador al artista catalán, que había fallecido pocas semanas antes, en la primavera
de 1925, sin haber podido realizar su último deseo: realizar una Exposición antológica en u
Madrid (24). La SAI, compartiendo los deseos del cuñado de Pichot, el influyente
Fernández Balbuena (25) y Alberto Sánchez. Cuando comenzó el año 1925 la progresión —
de los años precedentes, hacia una decidida renovación del arte español, se vio
e
confirmada. En enero, dos exposiciones dan el tono o sirven de prólogo a la gran
Exposición de la SAI: Cristóbal Ruiz y Sunyer, éste en la Sociedad de Amigos del Arte, e
e
SS’
La muestra de Joaquim Sunyer serviría como catalizador decisivo para agrupar a los
diversos estamentos del arte español; además, en febrero se inaugura otra Exposición de
Gabriel García Maroto en el Museo de Arte Moderno, mientras que en abril el joven
preparado para una actuación de mayor calado: junto a los artistas maduros, con
tercio de siglo en España: Dalí, Bores, Palencia (26), Sáenz de Tejada, Santa Cruz,
Alberto, etc. Por otra parte, destacados miembros de la crítica española alcanzaron una
madurez que les permitió liderar un proyecto colectivo como nunca se había conocido
reunieron más de 500 obras de 45 artistas. Ahora sabemos que se trataba de la última
evolución personal de los artistas les hizo recorrer otros caminos. Poco después de la
de las élites y ante la escasa renovación del ambiente artístico: Barcelona, Hospitalet y
Uruguay serían las últimas escalas de su vida. Maroto y Guillermo de Torre parten en
Tejada, Solana, Cristóbal Ruiz, Vázquez Diaz y Manuel Abril, quienes pennanecerian a
Xlvi, NOTAS
u
(1) Francisco Carantoña, Nicanor Piñole: vida, obra y entorno del pintor, Gijón, Langa,
1964.
e
(2) Aurelio Arteta, Bilbao, Banco de Bilbao, 1979.
(4) Victorio Macho, Memorias, Madrid, García del Toro, 1972. VV.AA. “Homenaje a —
(5) Gasco Sidro, Advuara, el hombre y el artiSta, Castellón, Caja de Ahorros, 1977.
e
(6) En esta muestra Planes presenta nueve esculturas y seis dibujos. Para José Blanco
a
Coris, una de las notas más sobresalientes de esta Exposición era la junventud de sus
integrantes, que permitía observar el futuro del arte español con algo de confianza (José
a
883
Fernando López Martin, encabeza el grupo de opiniones que mejor definió esa
ultramodernas, será una figura recia y definitiva del arte escultórico español.., sólo Julio Antonio
puede representar con alta dignidad en los certámenes internacionales, porque reúne a su fuerza
Aquí en España. tierra pródiga en coloristas, no ha surgido aún en los tiempos que vivimos
una pléyade de escultores, fuertes los unos y los otros plenos de delicadezas que sirvan, a la par que de
Planes”, España, Madrid, núm. 194, 26-12-1918, p. 11 y José Francés. El año artístico
(7) Ángel Ferrant, Madrid, Ministerio de Cultura, 1983. Ángel Ferrant, Barcelona,
(10) José Moreno Villa en el contexto del 27, Barcelona, Congreso de Literatura u
Contemporánea, 1989. Eugenio Carmona. José Moreno Villa y los origenes de las
u
vanguardias en España (1909-1936), Málaga, Ediciones 2A, 1985.
(11) Santiago Arcediano y José A. García Díez, Carlos Sáenz de Tejada, Caja de
u
a
(13) Santiago Pelegrín 1925-1939: Los limites de una utopía, Zaragoza, 1995.
febrero de 1917 en el Salón del Ateneo junto al escultor Juan Cristóbal, pensionado por
u
e
885
acto social dedicado a los ciegos madrileños, bajo el titulo la Exposición de Ciegos en
La Vega, Vista de Sierra Nevada, Una frente, La casa del guardabosque, Orillas del
Dauro, etc, con asuntos preferentemente granadinos y de paisaje. Los primeros años de
-
Escuela de San Femando de Madrid y en sus visitas al Museo del Prado, donde estudió
Bosco o Brueghel.
esta muestra, debemos dejar claro que, en primer lugar, y siguiendo varios de los
catálogos en donde se habla sobre esta exhibición como el Ismael González de la Serna,
Centro Cultural Conde Duque, EctArtes Gráficas Luis Pérez, 1990, y en Ismael
donde se publica que las composiciones de esta muestra de 1917 estaban influidas por la
de Madrid, que no hemos localizado y que quizás, por otra parte, no existió dicha
muestra y sólo puede referirse a la Exposición sobre arte francés que se celebraría en
Barcelona en abril de 1917, o bien a la del alio siguiente en 1918. En otro orden de
cosas, si nos atenemos a los únicos datos que sobre la muestra existen, las crónicas
886
artísticas, vemos que dominan los colores oscuros, por ejemplo detengámonos en los
e
que el artista quiso hacer luz. Alguna excepción confirma la pesadez de casi todas las notas. En
o
Granada se acreditó hace tiempo en pintura la nota que podríamos llamar bituminosa, y según se ve,
1917.
a
“Todos sus lienzos están ungidos de alma. Pero más aún aquéllos donde buscó los acordes
lánguidos - escribe José Francés - un poco fríos, de las gamas suaves y los momentos plácidos
José Francés, “Dos artistas granadinos”, ElAño Artístico, Madrid, febrero de 1917.
e
“La gama de su paleta, un tanto sombría - publicaba García Álercadal - nos sorprende, o
acostumbrados a la policromía casi hiriente para los ojos a que nos hicieron los grandes pintores
e
granadinos’. García Mercadal, “Dos artistas granadinos”, La Correspondencia de
de Santiago Rusiñol en el Salón Vilches durante el mes de marzo de 1916, ya que dicha
e
fecha es para muchos historiadores de la llegada a la capital del pintor, la muestra del
e
887
menos enérgica que la del maestro. Son jardines llenos de un encanto convencional, hecho de
contrastes de luz y de artificiosas combinaciones de flores y arbustos. Son unos cuadros decorativos y
(16) Bores en las colecciones del Estado, Madrid, Ministerio de Cultura, 1991.
(17) Salvador Dalí Rétrospective 1920-1980, París, Musée National d’Art Moderne,
Nacional Centro de Arte Reina Sofia, 1994-1995. Rafael Santos Torroella, Dal¿ época
1918 y en la XXII Exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid (octubre de 1918).
Este dato viene a sumarse a su época Madrileña cuando, según José Corredor Matheos,
en 1916 entra en contacto con Juan Ramón Jiménez, y en 1918 pinta temas urbanos en el
País Vasco y en Madrid. José Corredor Matheos, Vida y obra de Benjamin Palencia,
(19) Patricia Artundo, Norah Borges. Obra gráfica 1920-1930, Buenos Aires, 1994.
888
(20) Angelina Serrano de la Cruz Peinado, Las artes plásticas en Castilla-La Mancha de
a
(21) Cossio y las vanguardias, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1986. Juan
*
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(22) Silvio Lago, “Cuatro pintores modernos”, La Esfera, Madrid, 27-1-1923.
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(23) Juan de la Encina, “La nueva generación artística”, La Voz, Madrid, 26-1-1923.
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(24) Los Pichot Una dinastía de artistas, Madrid, Centro Cultural Conde Duque, 1992. a
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(25) Roberto Fernández Balbuena, Madrid, Tabacalera, 1991.
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XV. BifiLIOGRAFÍA
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Legajos núms. 1023-1028.
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987
(19 15-1922)
En este apéndice hemos reunido aquellas exposiciones que más interés causaron
nombre del artista, el lugar y el mes que se realizó mientras que las colectivas, en el caso
de no disponer del nombre exacto del catálogo, las hemos denominado según el nombre
1915
abril.
r
988
Herrera, Aurelio García Lesmes y José Robledano), Salón de Arte Moderno, octubre.
e
MATIILLA, Casa Vilehes, noviembre.
noviembre.
e
a
989
1916
abril.
Cerezo Vallejo, Vivanco, Alcalá del Olmo, López Rubio o Varela de Seijas), Salón
Iturrioz, octubre,
e
EXPOSICIÓN DEL CIRCULO DE BELLAS ARTES (López. Mezquita, Verdugo
a
Landi, Marceliano Santa María, Simonet, Carlos Vázquez. Eugenio Hermoso,
Montesinos, etc.), Palace Hotel, noviembre. e
Qlisoul, A. Rasseufosse,. .L. Frederic,. Eugéne Laermans Rideir. Alice Ronnes. los u
u
991
Huidobro, Ramón Zubiaurre, Cecilio Plá, Botey, etc.), Palace Hotel, diciembre.
1917
Huidobro, Ramón Zubiaurre, Cecilo Plá, Francisco Llorens, Leandro Oroz, etc.), enero.
Bueno, Miago, Roberto Fernández Balbuena, etc.), en los patios del Ministerio de
Estado, febrero.
Murillo, Argelés, José Bueno, Piqueras Cotali, Mingo, etc.), en el Salón del Palace
e
Hotel, marzo.
Pinazo, Villodas, Meifrén, Espina, Julio Gros, Garcia Sampedro, Ismael González de la
Serna, Ruiz Guerrero, Agrasot, Saint-Aubin, Carlos de Haes, Gros Bermejo, Pulido,
Prieto, Viniegra, Gil Bergara, Labrada, Alvarez Dumont, Domingo Muñoz, Poy Dalmau,
e
Puig Roda, etc, junto a otros cuadros de Antonio Jiménez y Fúster, Benito Tegerino,
a’
993
Merediz, Alfredo Guttero, José M.Gavazzo Buchardo, Fray Guillermo Butíer, Pablo
Plá, Zaragoza, Valentín y Ramón Zubiaurre, Martínez Cubelis, Hermoso, Bea, Foms,
Ernesto Gutiérrez, Hemandez Nájera, Espina, Esteve Botey, Castro Gil, Urquiola, Santa
Alcalá Galiano, Martin Rico, Jiménez Aranda, Saint-Aubin, Gros Bermejo, etc.), Galeria
junto.
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Botey, Pedraza Ostos, Sanchis Yago, Vicenta Sanz, Varela de Seija, Verdugo Landi,
U
Miguel Argiz, Vázquez Diaz, Eva Aggerholm, Inocencia Soriano, Juan José y Sixto
uf
Moret de la Llana, Eugenio Oliva, Parada Eguilaz, Ruiz Morales, Juan Ferrer, Miguel de
la Cruz Martin, Luis Bráñez de Hoyos Sotomayor, etc.), Salón del Círculo, octubre.
u
CARDUNETS, Ateneo, noviembre.
a
MARTA SPITZER, Salón Lacoste, noviembre,
KURT LEYDE, Ateneo, noviembre. a
1918
Ateneo, febrero.
e
u
995
Bernardii, Cecilio Cámara, José Frau, Manuel Castro Gil, Angel Carrasco, Matilde
Matilde Mercader, Alejandro Pardiñas, NP Luisa Pérez Herrero, Rafael Pérez Hidalgo,
Timoteo Pérez Rubio, Gregorio Prieto, Lucio Roldán, Eugenio Ramos, Joaquín Roca,
Fernando Sánchez ArgÚelles, Federico Salces, Joaquín Valverde, Carlos Sáenz de Tejada
y Virgilio Vera; en escultura Rosa Chacel, Ricardo Colét, José Chicharro, Manuel
Pascual, Antonio Martínez, Daniel Pifleiro, José Rubín, Jerónimo Salazar, Teodoro
Terradillos; y en grabado Cecilio Cámara, Manuel Castro Gil, Antonio Lobo, Marcial
Ferrer, Robledano, Milada Sindíerová, Casimiro Sáinz, Antonio Prats, Luis Bea,
Cruz, Alenza, Coello, Madrazo, etc,), organizada por La Sociedad de Amigos del Arte,
e
en el Palacio de Bibliotecas y Museos, mayo.
Martín Rico; Francisco Domingo, Pradilia, Soroila, Casanova, Menéndez Pidal, Ferrant y u’
a
997
Daniel Zuloaga, Nicolás Raurich, Juan Luis, Vázquez Díaz, Gutiérrez Larraya, Juan
José, Adelardo Cavarsi, Ernesto Gutiérrez, Enrique Ochoa, Milada Sindíerová Alda
Madrid, junio.
Rosas, Ernesto Ricio, Marín Castellanos, etc.), Salón del Círculo, julio.
Palencia, Juan José García, Enrique Ochoa, Rafael Sanchis Yago, Milada Sindíerová,
Daniel Vázquez Díaz, Ricardo Verdugo Landi, Sixto Moret, etc.), Salones de la Plaza de
998
Cuervo, Timoteo Pérez Rubio, Gregorio Prieto, José Frau, Adolfo, Húbner, Octavio a’
u
1919
U
999
1920
Ateneo, enero.
a’
1001
diciembre.
1921
u
ENRIQUE OCHOA, Salón de la Gran Vía, octubre.
1922
a
a
1003
Cortes, febrero.
Nieto, Rafael Penagos, Manuel Tovar, Sirio, etc.) en Foms Palace, febrero.
marzo.
mayo.
Fernando. julio.
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APENDICES DOCUMENTALES
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5 Le petlt vilage (iiaiiates 26 • 50
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1’ L’aínpolia verda 20 .51 CroquIs . 50
Mlle ‘flarcy 50 55 Halladora 40
II Natura ¡norIa 75 Ah Paasatgc «Marts 40 ~
15 FI pial de ¡‘ornes 75 .52 liesglesla <leí Cali 40
it Arabescos tb’aceí) 75 5$ L’ingyenuitat So
— 17 1 e quariicr cte Notre- 59 Café cuneen 50
I)ame ¡000 lO PaTsatge deis Plnineus 40
18 Icd¡ 50 di L’¿glise dc Qiós 40
[0 Iletrat del escultor AInt ‘12 Estudls <le paTsatge ‘40
45 Ltglise de Castelnau 50
AOIIAI?rL-I.rS 44 Palsalge 50
‘<1 Café concert .50 ‘~ FI llaurador 50
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2 Mademoiselle Suzánne.
3 La lylontanya de Luchon. (Hautes Py-~
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El Riu. (Girona).
5 El Tren de Franga.
6 Camí de Sant Daniel.
7 ..- «E1-Trigab..
8 -El «Pont-neuf». (Coilecció particular.)
9~ Nu.
y io Les nojes fent punta.
x i Ensaíg de llum per planisme. (Co[lecciá
Cherón, Galerlees des Indéperxdants).
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La Noja de la cadira negra. u,
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4’., 22 Retrat de Xavier Montsalvatge.
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23 La Reforma.
U 24 Casa de pagés. (Hautes Pyrennées).
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25 Camí de la font. (Girona).
26 El Segador.
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27 Sant Pete.. (Girona).
28 Iglesia de Santa Eulalia. (Horta). —. 4
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29 Estudi de paisatge.
1 30 El Molí..
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31 Les barques.
La Iglesia.
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‘2 Cap de ‘ikna.
- 3 Natura Mona.
4 ~Estudi pera el grupu tallat amb pedra
«Le Printemps». 1914.
5 M aternitat.
6. .~Paisatge~deiBianes.
y Retrat d’un home.
8 Venut.
9 Venut.
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ío Venut.
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=spananueva. “Emperadores homicidaS’ .In.jurias al
Emperador Al eman.
::ací¿n Alemana.
Sepbx’e 19. Dl ?.adtcal. “..esrig”urafldc, la ver CÓ .Injurias d.
Nación Alemana.
Sepbre 17. £1 Socialista. “Abajo el Imperialismc Injurias 4. la
Nación Alemana.
Sepbre £1. El Radical. “El bandalismo Aleman’ <Injurias 4. la
llaci¿n Alemana.
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FECHA DEL
PEPTOD 1 _____
2IZLD~~T~ PT~TÓ’”~T(’.Ó TITULO DEL ArTCDTJO ~LL¡L=~~~
ci,5n Alemana.
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Sepbre 29. El Socialista. “El mar”.Injurias 4. La Nación Alema—
na.
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Sepbre LS. España Nueva “El Kais~r ju7gado ~r wx aleman”.
Injurias al Emperad~. r Aleman.
Naci¿n Alemana. U
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Noviembre 28. Los Sucesos. “La barbarie Aleman’.”.(Dibujo).In— mt
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FERIDZICO TITULO DEL ARTICU O Y DELITO.
la Nación Alemana.
la Nación Alemana,
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Mayo la El Radical. “Por la patria y pci- el ideal”,inju-
rías 4. la Nación Al mana.
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Junio 1. El Radical. “Víboras y viborezr-os”,injurias 4. la
Nación Alemana. e
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J’af .2’honneur d’att • rer
1’attenttcn de Vt. sur art artt cje du “¿¿berad
‘u> ‘ *at
Sn Sxce4jence
kynst¿~r A.G~meno y Cabanas
)J0.ntstre B20yaÁ d’Erat
N210465.-
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Ur2en te tJ~v¡ti.’C Y’,
2’ =.c¿i~j~ a
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Mar.sieub le Ministre ~ó2Ár1
A—
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— jains íd re permet pas de dauter d
oreanisateurs de l’exncsition. Ii s’y trouvent
gandes qui insultent directement Sa Majesté 1’Empt “eur-
$~~dntentú n4e~
dc ‘ U—
a
a
Un descein <le nQ 74) insulte en outre Sa Majesté e Roi
des J3ulgares, un autre <le n~ 19) un of’ficier de 3 armée a
allemande dcnt le nom se trauve cité dans le estaY gue.
¿‘al l’hanneur de maintenir mes protestaticn~ contre a
cette exposítion et de prier Votre Excelleree de 3> faire
fermer et de poui’suivre ses organisateurs paur cal mnies e
eL insultes á un sauverain et une nation ami de 1’ spagne
en vertu des artícles 471 et 467 dii code pénal esj gnol a
ainsi que de l’article 482 en canrespondanee ayee a Real
arden du Ministére de la Justice du 2 aoút 1914. a
¿‘al Informé man Qouvennement de la réouverti • e de
l’expc ition e
San Excellence
Mansicur É.Cimeno y Cabsas e
.
¡0-sl
o~r~.trr ur
1”’ertc, cace lo c’ue truducido eigue:
• 3 ~ PxrorJclbfl r”~oriekerp está de nuevo ubiert~ e,—
c,. fpt(. T•ji”lfl’o, ‘r L~’-rtQ oue loe dibujar que repr*ar tun
.4” \ <y
• .- <~1 Li’ y*r.d&i’ t~n cáco LSLLX<~OO, peto no se r loe
“V1u(’nte eu~ li r or purtr de lif’ c’«itatui”at que y
1042
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¡1 Subeecreturzo,
k .. u> u> U¿r~utau>’sz<
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1043
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NOTA VkRIJAI.
5 Tv~rt1cjflar
El kinivterio do i.rtjdo ti~’ir.- lu horrn C’
á le }t’bij~ds árp~r¡ul do A]rar~njq, “n cont”r-tsu¡ón ti la
Not~ nuroro lC.4tb ouo el SoPlor ].rbajl tidor ?P ls r”rvido -
‘.4”
-1u>4u>u>,,.4..
fa.i.n., w Vr .‘vván”u¿r de .L~tLC.•
1044
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qul mettra un termo & des affairea do oette suture.
Ii est a obsorver ~uau y a.- eu des ¡zposttl¿ns.
Bamaekers en plusleure payo neutres. entre autrea tui
£tat8—UrIja, sana donner lieu A des rdalaaatlona de la
part dxi neprésentz~tt de l’AlleDngnea ‘Je dala voua rip—
pelar ausal des caricatures publlées dna des jaurnauz
de 1-a plus grande cironlation ? Berlin, entre autrea
pv’.r lo Berliner Tag~blatt “ lora de la propagando
¡ro—terror, daras Inaquolles le Rol dKapcgne Etalt repr~—
sent4 d’une manifire anaS ignobie et non mofas latine
et d4gou~ante que les pires desaína
Cepend ant alors ~e n’ai pas inaist6 dazas mqa
réolznnítians verbales auprfia de 3.1. Manglar le taran
de o lx o e ra en tus des dlfflcultEs dune metían,
d’ adileure ponsible d’aprae la ial mala qué duna la rl-
clanat Ion totuolle de l’Ambaasadeur Ispdrlal & Madrtd
ra’ est pal sumoaptíble duno actian ~gale, l’srttale
482 nétant pas applloablé.
Veulliez agr4gr, mora ohor Seor4talre dflat,
l’-¿ssuranoe de mes sentimentE sinobrement dévauda.
1046
Sc
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.C.4.,4.Úi1.Á~.-L...
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EN flERLIN
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man aher Ambasgadeur , d’attlrer Votre attenttlón
que l’lnterpretatlon donnée par Votre Gouvernement a l’aI’tlcle
nc iíie paralt pas ~ustifld !n •tft
sur
.
le raít
u
u
• -l’allnea 4 de l’artlcle susnrntiogné dt :— “ para los efectos
-de este articulo se reputar &A autoridad 1,. Soberanes y Brin—
uf
alpes ‘de Naciones amigas o aliadas, los agentes dlplcmatbcos de
las mismas y Vs extrangeros con caracyer publico que se~un
U’
los tratados debieren cOmprenderse en esta disposiclon”.— Oet
¾ . ‘ ‘ artlcle se rapports dono a taus les Souverairis et Frinces des
~ y’. -~ Natlons amies et alllées, et non seuíement a ceux ayant un ca—
e
1047
E a i ¡2 rIt 4 ¿-¿2
1 Deutsche I8otscbatt le 5 ,janoier 192?.
r’~erte
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<on.sieu.’ .bc Jinistre,
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1049
ter-it ion dii Gouvernemer<t Royal & la man tare dcci r,gu e.?—
‘que~ls tr~s différente.-des cutonités Espaeno les vis ~
• ‘ vis de la propagande allemande et celle des erreris de
mci pcys en Espagne.
En pricnt Votre Exceller.ce de bien vojÁcir ve
donner une re’nonse le ;lus t5t pos.stblc<e .rroJitc de
cette cocaslon peur L>ous renouueler, 1..~orsieu~’ le V:.v¿stra
TELEGRAMA CIFRADO e
Comunlc.do al $gjqr MinIat~o, Señor
& ........... da
M¡N¡sTr~e.o DE ESTADO N....r..... Fa. Q’ca
e U
Li ai -
GAUII4tTE DE
SubsecretarIo,
Gabinete diplomático y S.oolh uf
~0-’ c~ka<
:7:1 iztre””’c’ob~yn’e’w±6n 4’ C~:4ana
dfl ½‘?<‘T’«’V””””’”’’’ a
y.-.-.-
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½ t2s. ‘~ ~lú’Jfl3T¿L hLi siclo total y sol.iqlts
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u>’ -“4 1’a¿iqib’ 3:, it’ ‘~u..i1 cintO aLA— a
‘.37V r’,Qrint<tkT’~S Y dXtUJQt scre. nbIarta~3ñt3 iuJi—
uIc ~OS ;..r~ .aí?’wIi&. Al trau:ntt Ir V. ~. lo arit@ri@r a
;.r~ U- r=201\2u>ii 3 QOrt$>¿LM. n~ pas’inlto sugerirle 00—
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‘ TnL~oRÁMA CIFRADO
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19/18
3<, 191 á u>
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1.. ax~oLifltOL¿ .2. f...vor d2 142~IoUór±O8
u>. e l=c ful 4 .‘2vtr,.d~ ¡‘e r ¿o íd =rt.2’Uio 1w sutor1fl~
‘ti =“t., 1.. ‘‘.=¿.l r’1:¿ E’, Ui!’iy’bto ULtISO.
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r Min4ttro de la “o’b”t’flafliófl<
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u>Nkamo.’ Seft.r ¡
de enero dc 191?.
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12 Embajador de á2euania & quión con fecha ¡
5* 5. n’ 95 U I~reparate
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si perdemoS 0 .¡~ dibuje
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‘r.ptneata un eficial a2emw que anonas. á Jesucristo Cru
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sitUadA .
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.u>u>i shjn .~
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terpedeaniecte de los neutral., ‘•
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Sta nuuoro )
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• San pasado por a4nt %“
‘uU.-Jlora delante 4._su ma u>
.4 u>-’,-
1056
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i4~!.- amohas~’e segre
4~I- -
flW19ItW5uI1tu~fl1dgahoia
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e • —Por oenhjguionte, tonga el honor de recurrir a la intervonoisa
4#que.¡es
~, r.W:4ue1¶. dibujos injuri.bospreottades Lisiaren de nuca
tu>- u>-’ --
tacho Oste onu di. >1Ra e
-‘ “u>~”
;-u>. -.2’ “.u>efr~~¡. —
~IU oogwidoract E
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1057
r -~ volitt@t.
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tiniáterio de~tadc. traslado A Y.i~ para su aonoaiuiento y efectos
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oportunos ngázteJo que se sirva ponerme lo antep posible
en oondiflonev de dar una rerpíaesta ¿ la ruevá Notó del za
—-—-—u>’ -‘‘bajader de álernania
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iii Span¡en
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D’ordre de mon Gouvern¿merit j’ai l’honneur de ‘e—
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de ma haute considération.-
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<Y ¿$~,<Á< .¿~ ‘C,t,,,.~ ¾ - o:: Amollo •2irnenO
o ::fltLtnero
de ‘.7ú.- “dc’ 07“.tracto de
Vi
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2.’’.? i ‘4
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e’”u>iflL’d&S en lic antes
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