Protocolo de Investigación - Ron
Protocolo de Investigación - Ron
Protocolo de Investigación - Ron
LEVADURA SACCHAROMYCES
CEREVISIAE Y DEL SUSTRATO (JUGO DE
CAÑA) SOBRE LA CONCENTRACIÓN DE
ETANOL (%VOL) OBTENIDO PARA LA
ELABORACIÓN DE BEBIDA ALCOHÓLICA
TIPO RON.
Semestre 4--2023
Ingeniería Agroindustrial
Parcial No. 2
Metodología de la Investigación
Autores:
INTRODUCCIÓN.
La fermentación alcohólica es conocida desde hace más de 4000 años, pues los egipcios en éste
tiempo ya fabricaban bebidas alcohólicas a partir de los jugos de frutas. A partir de 1800, la
fermentación comenzó a ser mejor entendida, y, alrededor de 1876, Pasteur explicó el mecanismo
básico de la fermentación alcohólica, esto es, en ausencia de oxígeno, la levadura retiraba la
energía para su sobrevivencia de las transformaciones de azúcar en alcohol, y, en presencia de
oxígeno, la levadura no producía alcohol, más bien, se multiplicada violentamente. Después de los
estudios de Pasteur, principalmente las industrias de vino y cerveza, tomaron gran impulso.
Actualmente el etanol se produce en su mayoría por fermentación de melazas, que pueden ser
empleadas para la producción de azúcar. Una alternativa es emplear residuos agroindustriales
como lo es el bagazo de caña panelera, este material es más barato ya que es considerado un
desecho y presenta la ventaja de no afectar la producción de alimentos (Valencia 2011).
Las materias primas utilizadas para la producción de etanol pueden variar, lo cual depende de la
estructura vegetal y la forma en que almacenan la energía: los tallos de la caña de azúcar la
almacenan en forma de sacarosa (Gómez y Pérez 2018).
La industria de alcohol ha sido totalmente dependiente de las fábricas de azúcar para obtener su
materia prima fundamental: las mieles finales de caña. Éste es un aspecto de importancia con
relación a la producción de alcohol. Hasta el presente no ha habido un impulso empresarial al
empleo de sustratos diferentes de las mieles. Sin embargo, con el presente escenario de la
producción azucarera y de etanol, la necesidad de acudir a otros sustratos ha devenido
imprescindible para cumplimentar la demanda creciente del producto y anticipar la ya real escasez
de mieles finales como materia prima (Bello, y otros 2005).
En el presente trabajo se busca responder la interrogante de cuál es el sustrato más viable para la
producción de etanol a fin de elaborar una bebida alcohólica (Ron),y cuál es la cantidad adecuada
para incrementar los niveles de etanol que contiene dicha medida.
ABSTRACT.
Alcoholic fermentation has been known for more than 4000 years, as the Egyptians at this time
were already making alcoholic beverages from fruit juices. From 1800, fermentation began to be
better understood, and, around 1876, Pasteur explained the basic mechanism of alcoholic
fermentation, that is, in the absence of oxygen, the yeast withdrew the energy for its survival from
the transformation of sugar into alcohol, and, in the presence of oxygen, the yeast did not produce
alcohol, rather, it multiplied violently. After Pasteur's studies, the wine and beer industries, in
particular, gained great momentum.
Alcoholic fermentation is a process in the absence of air, originated by the activity of some
microorganisms that process carbohydrates (glucose, fructose, sucrose, starch, etc.) to obtain as
final products: ethanol (CH3-CH2-OH), carbon dioxide (CO2) in the form of gas and some ATP
molecules that are consumed by the microorganisms themselves in their anaerobic energetic cell
metabolism (Vela and Muro 2015).
The yeast S. cerevisiae is probably the microorganism most widely used by man throughout time;
although there was not, at first, full awareness of the microorganism's participation in the
production of various foods such as bread or alcoholic beverages (Suárez-Machín, Garrido-
Carralero and Guevara-Rodríguez 2016).
Currently, ethanol is mostly produced by fermentation of molasses, which can be used for sugar
production. An alternative is to use agro-industrial waste such as bagasse from sugarcane, this
material is cheaper since it is considered a waste product and has the advantage of not affecting
food production (Valencia 2011).
The raw materials used for ethanol production can vary, which depends on the plant structure and
the way they store energy: sugarcane stalks store it in the form of sucrose (Gómez and Pérez
2018).
Current trends in ethanol production lead to the use of alternative substrates to the traditional
sugarcane and sugar beet molasses. These include lower quality juices in the sugar process (Sauro,
et al. 2009).
The alcohol industry has been totally dependent on sugar factories to obtain its fundamental raw
material: the final cane syrups. This is an important aspect in relation to alcohol production. Up to
the present, there has been no entrepreneurial drive to use substrates other than honeys.
However, with the present scenario of sugar and ethanol production, the need to resort to other
substrates has become essential to meet the growing demand for the product and to anticipate
the already real shortage of final honeys as raw material (Bello, et al. 2005).
The present work seeks to answer the question of which is the most viable substrate for the
production of ethanol to make an alcoholic beverage (rum), and what is the adequate amount to
increase the levels of ethanol contained in this measure.
OBJETIVO GENERAL.
Elaboración de una bebida alcohólica con el etanol obtenido a partir de la fermentación del jugo
de caña y la acción de Saccharomyces cerevisiae.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
MATERIALES Y MÉTODOS.
Microorganismos utilizados.
Para el proceso de fermentación se utilizó una cepa de levadura seca activa, en esta ocasión, se
utilizó la variedad de saccharomyces cerevisiae C-70 de la marca SafSpirit, que es una de las
levaduras comerciales más utilizadas en la elaboración de vinos, licores y demás fermentados.
Jugo de caña.
Se calentó el jugo durante 20 minutos a una temperatura de 90-100 °C, esto con el fin de eliminar
cualquier microorganismo perjudicial para el proceso de fermentación.
Activación de levadura.
Colado.
Mientras las levaduras se hidrataban. Y una vez el jugo alcanzó una temperatura de 25-33 °C, se
pasó el jugo a los fermentadores, no sin antes colar el jugo para eliminar la mayor cantidad de
sólidos del mismo.
Fermentación.
Una vez el jugo de caña y las levaduras fueron colocados en los fermentadores, se dejaron trabajar
por aproximadamente 2 semanas. Las cantidades de jugo están expresadas en la Gráfica 1.