Piaget El Conocimiento en Construcción Resumen
Piaget El Conocimiento en Construcción Resumen
Piaget El Conocimiento en Construcción Resumen
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interacciones con el mundo físico. La concepción del conocimiento como
producto de las interacciones entre el sujeto y el objeto fue la más
importante contribución de Kant a la historia de la filosofía.
Es en ese contexto donde entra en escena la Epistemología Genética.
Piaget utilizó el término “epistemología” para referirse a su concepción del
conocimiento. Rara vez usó la expresión “teoría del conocimiento”. Esta
elección no fue arbitraria. Por el contrario, la adopción del término tuvo
fundamentos teóricos que, para ser comprendidos, requieren la
consideración del contexto histórico que acabo de mencionar.
Piaget coincide con el empirismo en negarle a la filosofía especulativa
capacidad para fundamentar tanto el conocimiento científico como los
conceptos más básicos del conocimiento común (espacio, tiempo,
causalidad). Pero reivindica la función de la filosofía, en su impactante libro
Saggese et ilusiones de la philosophie (traducido como Sabiduría e ilusiones
de la filosofía). En el debate donde se discutió el libro mencionado, con la
participación, entre otros, de Paul Ricoeur, Paul Fraisse y René Zazzo, Piaget
aclara su posición frente a este problema cuando niega que sea posible
establecer una división tajante entre ciencia y filosofía, y afirma que “la
filosofía ha sido la matriz de la ciencia, y continúa siendo sin duda la matriz
de ciencias y de nuevas perspectivas que hoy no podemos aún entrever, pero
sólo lo será en la medida en que no se encierrre en sistemas y no crea que
genera el conocimiento”. Por otra parte, Piaget valoriza al mismo tiempo una
actividad que se ocupa de problemas “mucho más amplios que el
conocimiento, y que conciernen al sentido de la vida, la posición del hombre
frente al universo o frente a la sociedad”, los cuales, declara “rebasan no sólo
la ciencia sino el conocimiento en general”, puesto que en ese caso no se
trata únicamente de conocer, “se trata de decisiones, de obligaciones, de
tomar partido”. Aquí interviene “una mezcla de información, de síntesis de
todo lo que uno puede conocer”, pero también actitudes y compromisos que
“sobrepasan el conocimiento”. A esto Piaget llamó “sagesse” que no es
traducible precisamente por “sabiduría”, a menos que se aclare que allí
participa también lo que suele llamarse “la sabiduría del sentido común”.
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Con estas consideraciones Piaget establece los límites de su coincidencia con
el empirismo lógico: concuerda en negarle a la filosofía injerencia alguna en
la dilucidación de los problemas de fundamentación del conocimiento, pero
rechaza su propuesta empirista y, particularmente, la teoría del significado
en la cual se basa.
- Crisis del empirismo
Piaget coincide con el empirismo lógico en la reivindicación de la teoría del
conocimiento como dominio exclusivo de la ciencia. Sin embargo, es en este
mismo campo donde sus diferencias son más profundas. La situación tiene
carácter paradójico puesto que ambas posiciones adjudican a la ciencia el
papel de juez y sin embargo las diferencias no pudieron ser dilucidadas
dentro del campo de la ciencia. Este será precisamente el punto en el cual
Piaget concentrará su ataque contra todas las formas de empirismo. Su
argumento es sólido. Tomemos por ejemplo, como referencia, la formulación
de Reichenbach que parece sintetizar el “credo” común de todo empirismo:
“la observación sensorial es la fuente primera y el juez último de todo
conocimiento”. La pregunta que formuló Piaget a este respecto quedó sin
respuesta: ¿Cuáles son las observaciones, las experiencias, las evidencias
empíricas, que han permitido sustentar la afirmación de que efectivamente la
observación sensorial es la fuente primaria del conocimiento?
Ni desde los más altos niveles de abstracción de la especulación
filosófica se había logrado asentar una teoría general del
conocimiento;
ni desde el rigor de una ciencia empírica, sólidamernte fundada en la
nueva lógica y la nueva matemática que se desarrolló en el siglo XX, se
había podido establecer una epistemología asentada sobre bases
sólidas.
Ni apriorismo, ni empirismo.
Pero, entonces
¿cuáles son las bases de todo ese cúmulo de conocimientos que han
permitido ejercer tal dominio sobre la naturaleza y explicar tantos
fenómenos naturales?
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¿En qué consiste “explicar”?.
Estas son las preguntas que se propone contestar el constructivismo. De
hecho, toda la obra piagetiana giró en torno de ellas. La originalidad de esa
obra consistió en haber tomado la decisión (que algunos de sus críticos
consideraron escandalosa) de ir a buscar respuestas en el comportamiento
de los niños, desde el nacimiento a la adolescencia, antes de buscarlas en la
historia de la ciencia.
El uso que hace Piaget del adjetivo “genética” rescata, por consiguiente, el
sentido primigenio del término, y su definición de la Epistemología Genética
(que será también su programa de trabajo) como el “estudio de los
mecanismos del desarrollo de los conocimientos” constituye una síntesis del
proceso que hemos tratado de describir.
Mantiene el sentido original del término epistemología, como teoría del
conocimiento científico, pero estudia su génesis llegando a las formas más
elementales en el nivel de la niñez, y muestra que no hay discontinuidad en
los mecanismos constructivos.
La epistemología que comenzó referida solamente al dominio restringido del
conocimiento científico, pasa a dar un salto –que no considero exagerado
llamar revolucionario- para convertirse en una teoría general del
conocimiento.
Sin embargo, estaríamos otra vez de regreso a la filosofía especulativa si
dicha síntesis no tuviera una base rigurosamente científica, es decir, si no
estuviera sujeta a las exigencias del test de la experiencia.
Con la creación de la Psicología Genética, cuyo espectacular desarrollo hizo a
Piaget más famoso que su epistemología, quedó constituido el campo
experimental en los niveles elementales (del nacimiento hasta la
adolescencia), mientras la Historia de la Ciencia proveería luego el material
empírico (la experiencia histórica) en los más altos niveles del conocimiento
científico.
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La teoría del desarrollo cognoscitivo planteada
desde la epistemología y
basada en los resultados empíricos de la investigación psicogenética y
el análisis histórico-crítico de los conceptos y teorías
se constituyó así en la primera teoría del conocimiento, científica e integrada,
en la historia del pensamiento.
- Al rescate del empirismo: la epistemología naturalizada (Quine)
- Epistemología y valores
-La propuesta de Jean Piaget
Piaget comienza por caracterizar lo que entiende por “ciencia”, de manera
muy amplia, como “una institución social, un conjunto de conductas
psicológicas y un sistema sui géneris de signos y de comportamientos
cognitivos”, para subrayar de inmediato que “un análisis racional del
desarrollo de la ciencia deberá tratar conjuntamente los tres aspectos”.
El concepto de “conocimiento” entra aquí a través de “comportamientos
cognoscitivos” y de actividades que la propia sociedad coordina y califica en
todos los niveles (familiar, escolar, académico).
La epistemología constructivista, la más general teoría del conocimiento,
tiene así como referente no al individuo aislado sino a la sociedad en la cual
está inserto. Sin embargo, de allí no podemos pasar a identificar ninguna
disciplina científica particular, ni aun menos a establecer si el producto de
una actividad dada es ciencia o no lo es.
En el próximo capítulo propondré una metodología de trabajo que será
desarrollada en capítulos subsiguientes, y que permitirá mostrar, en el
contexto de la epistemología constructivista, el recorrido del camino que va
desde las actividades y comportamientos cognoscitivos hasta los niveles de la
ciencia.
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Primera parte
ORGANIZACIÓN DEL MATERIAL EMPÍRICO
Capítulos 2 y 3
El complejo cognoscitivo
El epistemólogo que
rechace todas las formas de apriorismo propuestas por la filosofía
especulativa, que
no acepte que el conocimiento tenga origen puramente sensorial, y
que renuncie a definir el concepto mismo de conocimiento,
deberá enfrentar una problemática que gira alrededor de dos puntos:
cómo establecer su objeto de estudio y desde qué bases enfocarlo. Estos
dos problemas conciernen no sólo a la epistemología, sino a las ciencias en
general y particularmente a las sociales, cuando su estudio intenta ser
fundamentado con suficiente rigor. La manera de caracterizar la ciencia
presentada en el primer capítulo (que trata de explicitar lo que Piaget no
formuló en esos términos), constituye el contexto apropiado para abordar el
análisis de esas dos cuestiones.
El concepto de “complejo cognoscitivo” que iré precisando a lo largo del
capítulo, servirá como punto de partida para una primera caracterización del
objeto de estudio. Es el término con el cual designé a una “totalidad
relativa”, en el sentido de Goldmann, constituida por una selección (recorte)
de elementos que la sociedad vincula con la noción (vagamente concebida)
de “conocimiento”, y que se expresa tanto en el lenguaje común como en el
medio educativo o académico.
La segunda consecuencia de haber definido el complejo cognoscitivo en un
contexto social, es que dicho contexto está cultural e históricamente
determinado. Un aspecto ineludible del análisis consistirá, por consiguiente,
en establecer el grado de variabilidad histórico-cultural de lo que se llama
“conocimiento”, así como sus características evolutivas.
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Las consideraciones precedentes me han llevado a proponer tres niveles de
análisis para el estudio de toda epistemología constructivista de base
científica:
El primer nivel corresponde al análisis e interpretación del material
empírico de base que está constituido por el conjunto de actividades, sea de
individuos o de instituciones, que son consideradas como conocimiento por
una sociedad dada y que he denominado “complejo cognoscitivo”, así como
los resultados de las investigaciones realizadas sobre dicho material por
distintas disciplinas (particularmente Psicología Genética e Historia de la
Ciencia).
El segundo nivel corresponde al desarrollo de la teoría epistemológica en
sentido estricto. No se trata de teorías que se construyen a posteriori y con
independencia de las investigaciones del primer nivel, por cuanto toda
interpretación de las experiencias lleva involucradas, explícita o
implícitamente, concepciones epistemológicas del investigador. Lo que
vamos a sostener en esta obra es que llegada a un cierto nivel de madurez, la
teoría debe ser formulada con criterios de coherencia interna y sin referencia
al material empírico que la inspiró, excepto como ejemplo o dato ilustrativo
del sentido de la construcción teórica.
El tercer nivel estará referido a la utilización de la epistemología como
instrumento de interpretación y de explicación de los problemas de
fundamentación de las conceptualizaciones y las teorías a nivel de la ciencia,
lo cual constituye un test crucial frente a la problemática que presenta, por
ejemplo, la física contemporánea. (véase capítulo 8).
Apriorismo, empirismo y constructivismo.
Estos resultados fueron expresados por Piaget en una fórmula sintética: “No
hay lectura pura de la experiencia”. Esta aserción es de enorme
trascendencia epistemológica: la investigación empírica realizada en el
campo de la Psicología Genética constituye la refutación más profunda del
empirismo. En efecto, si bien Carnap, Russell y Quine palparon los límites del
empirismo, debiendo admitir que no encontraron viable su programa de
desarrollar la ciencia a partir de los datos sensoriales, pudieron quedar dudas
acerca de si los caminos que siguieron no tenían otras alternativas. La
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Psicología Genética cala más hondo al demoler la base misma que sustentaba
la teoría empirista, por cuanto demuestra que formas elementales de
percepción involucran ya la actividad cognoscitiva del sujeto.
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trata de dos aspectos de un mismo principio, puesto que, en el campo
cognoscitivo, los procesos constructivos son inseparables de los mecanismos
con los cuales se desarrollan. La validación de este principio general de
inseparabilidad de procesos y mecanismos en el campo cognoscitivo, así
como su continuidad funcional, requirió muchos años de investigación, cuya
etapa final y síntesis fue presentada en la obra Psicogénesis e historia de la
ciencia.
Bases metodológicas para el desarrollo de una epistemología
constructivista.
Recordemos que la formulación de la epistemología constructivista que
presento en esta obra difiere en varios aspectos de la que surge de la
frondosa obra piagetiana, aunque es totalmente coherente con ella e intenta
ser complementaria. En este contexto se hace necesario enfatizar la
importancia que tiene la metodología con la cual Piaget desarrolló la
psicología genética, estableciendo un camino ineludible a seguir por toda la
concepción constructivista del conocimiento. Sin embargo, esa misma
metodología, que no fue suficientemente aclarada por Piaget, ha sido
muchas veces un obstáculo para la comprensión de su obra, por lo cual
considero justificado detenernos aquí para analizarla.
Si ahora aplicamos el principio de continuidad funcional a los procesos
constructivos del conocimiento en todos los niveles, se presenta como
ineludible un tipo de análisis similar en el nivel de la ciencia.
Aquí deberemos recurrir a otra disciplina que contribuyó a construir el
material empírico que nutrió al constructivismo: la Historia de la Ciencia. No
se trata de retomar como referente empírico los logros de la ciencia y de los
autores, sino lo que Piaget denominó “análisis histórico-científico” de las
conceptualizaciones y de las teorías científicas. Para este análisis no es
suficiente con indagar en los textos de la historia de la ciencia. Es
imprescindible la exploración, en los textos originales, de las ideas de quienes
produjeron los grandes cambios de rumbo en esa historia. Por otra parte,
dicha exploración no puede tampoco circunscribirse al dominio estricto de
los fenómenos involucrados, ni sólo a los procesos intelectuales de
elaboración de las ideas. Hay factores sociogenéticos que juegan un papel
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trascendental en condicionar el tipo de teorías que han surgido en diversos
lugares y períodos históricos (capítulo 6).
El estructuralismo genético
La propuesta constructivista, apoyada en los resultados de la metodología
del análisis psicogenético, significó un enfoque enteramente diferente de la
manera tradicional de abordar los problemas del conocimiento. El principio
de continuidad funcional implica que el conocimiento debe estudiarse como
un proceso cuyo desarrollo es sólo definible en un contexto histórico-social.
Por consiguiente, el objetivo de la epistemología no puede consistir en
estudiar estados de conocimiento sin tomar en cuenta dichos contextos, ni
limitarse a los métodos de validación a los cuales se vio reducido el
empirismo.
La epistemología constructivista se propone, por el contrario, analizar en qué
consiste que un individuo, o la ciencia en un período dado, construyan lo que
la misma sociedad considera como un nivel de conocimiento más avanzado.
El programa de trabajo que propuso Piaget consistió precisamente en
investigar empíricamente, a partir de experiencias realizadas en el campo de
la Psicología Genética y apoyándose luego en la historia de la ciencia, la
validez de esa concepción.
Pero como ocurre en toda disciplina científica, no se enfrentó al test de la
experiencia sin tener antes una hipótesis consistente que guiara la
investigación y que pudiera traducirse en términos tales que la investigación
empírica pudiera validad o refutar. Piaget tenía ya una concepción global que
le permitió avanzar tal tipo de hipótesis y que estaba implícita desde sus
investigaciones más tempranas, pero que formuló con precisión en su
programa del Centro Internacional de Epistemología Genética, presentado
como alternativa al dualismo radical del empirismo mencionado antes:
“Todos los instrumentos o procedimientos formadores de conocimiento
presentan en todos los niveles (es decir, desde la percepción y las
asociaciones) estructuras más o menos isomorfas a las estructuras lógicas.
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La lógica del sujeto cognoscente
Hasta estas aclaraciones volvamos a la pregunta que dejamos pendiente (en
qué consiste la actividad constructiva de formas organizativas y con qué
medios o “instrumentos” se realiza). La respuesta puede sintetizarse en el
dictum piagetiano parafraseado de la siguiente manera:
“El sujeto de conocimiento estructura ‘la realidad’, es decir, sus objetos de
conocimiento, a medida que estructura, primero, sus propias acciones, y
luego sus propias conceptualizaciones”.
O dicho más específicamente:
el sujeto construye sus instrumentos de organización (estructuración) de lo
que llamamos “el mundo de la experiencia”, puesto que –y este es el nudo
del problema- sólo a través de esas organizaciones (estructuraciones) puede
asimilarlo.
Aquí el concepto clave es el de asimilación cognoscitiva, piedra angular de la
epistemología constructivista.
Con esto realizamos el tránsito a través de la frontera, muchas veces
desdibujada en las obras de Piaget, que separa la Psicología Genética de la
Epistemología Genética, que no es otra cosa que la frontera entre la
investigación empírica de las actividades cognoscitivas y las
conceptualizaciones que corresponden al campo de la teoría del
conocimiento, teniendo siempre presente que dicha frontera se cruza
permanentemente en ambas direcciones.
Son las investigaciones empíricas de las actividades cognoscitivas (campo de
la Psicología Genética) las que constituyen el material de base de las
conceptualizaciones del campo de la Epistemología Genética y, por otra
parte, son las conceptualizaciones las que constituyen la teoría que guía a la
investigación empírica.
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